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Un proyecto argentino que busca salvar abejorros nativos

 


Día Mundial de las Abejas: el proyecto argentino que busca salvar de la extinción a los abejorros nativos en la Patagonia

Fecha de Publicación
: 22/05/2025
Fuente: La Nación
Provincia/Región: Patagonia


A través de sensores de sonido e inteligencia artificial se busca estudiar a estos polinizadores esenciales para los ecosistemas, que se encuentran amenazados por la presencia de especies invasoras
Un innovador sistema de monitoreo desarrollado en el país busca estudiar las poblaciones de abejorros nativos en la Patagonia para desarrollar estrategias de conservación y evitar su extinción en la región. Estos polinizadores esenciales para los ecosistemas locales se encuentran seriamente amenazados por las especies invasoras provenientes de Chile y la pérdida de hábitat.
El proyecto consiste en la colocación de dispositivos que permiten identificar a los abejorros mediante el análisis de los zumbidos que emite cada especie con micrófonos de alta calidad. Al escuchar los sonidos únicos de estos insectos se los puede ubicar sin necesidad de atraparlos, tarea que es dificultosa en la vastedad del territorio patagónico.
“Lo que hacemos es monitorear la presencia de los abejorros nativos, conocidos como mangangá (Bombus dahlbomii), y los invasores. De esta manera buscamos dimensionar el impacto que tuvo en la Patagonia la declinación de la especie local”, explicó a LA NACION Marina Arbetman, investigadora del Conicet y Exploradora de National Geographic.
“El zumbido es producto del movimiento de las alas y eso está relacionado con el tamaño del insecto. Podemos identificar al abejorro nativo porque es el más grande del mundo”, explicó la científica. El proyecto se encuentra en un estado inicial, se colocaron ocho dispositivos las cercanías de Puerto Blest, en Bariloche, debajo de las plantas fuchsia magellanica, conocida en la zona como “chilco”, que es una especie autóctona que atrae a los polinizadores.
“Por ahora lo que hace el aparato, que tiene el tamaño de un walkman, es grabar los sonidos en tarjetas de memoria, que luego son analizados mediante modelos que estamos entrenando con inteligencia artificial. En un futuro, buscamos que el sistema aprenda para tener el dato en tiempo real”, explicó Arbetman y comentó que para desarrollar esta tecnología se asociaron con profesionales del MIT de Estados Unidos.
“Con esta información podemos contribuir a la conservación de los abejorros nativos, ya que podemos ver sus movimientos y preferencias. Podemos diseñar un plan de restauración que diga qué flores plantar, en qué lugares y qué ambientes conservar donde estén más presentes”, aclaró la investigadora.

Cómo llegaron los abejorros invasores
La amenaza de los abejorros nativos comenzó hace más de 20 años, cuando Chile autorizó la importación de abejorros europeos, particularmente de la especie Bombus terrestris, para polinizar distintos cultivos en aquel país. Esos insectos se asentaron y se reprodujeron en la nación vecina y cruzaron la Cordillera. En 2006 se registró su ingreso a Argentina y puso gradualmente en serios problemas a la biodiversidad local.
Los abejorros invasores compiten con los locales por los lugares en donde hacer nidos y por las flores de las que se alimentan. Además, trajeron nuevas enfermedades desconocidas para la especie nativa, que comenzó un franco descenso de su población en los últimos años.
“El abejorro nativo está sufriendo un problema grave en cuanto a la invasión de las especies exóticas. Hay extinciones locales, en algunos lugares casi no se encuentran”, dijo a LA NACION Lucas Garibaldi, director del Instituto de Investigaciones en Recursos Naturales, Agroecología y Desarrollo Rural y profesor en la Universidad de Río Negro.

La importancia de los polinizadores
Naciones Unidas estableció el 20 de mayo como el Día Mundial de las Abejas para concientizar sobre la importancia de estos polinizadores en la seguridad alimentaria, la biodiversidad y la sostenibilidad ambiental a nivel mundial.
Las más de 20.000 especies de abejas, entre las que se encuentra el abejorro argentino, están amenazadas por los efectos de la actividad humana. Las poblaciones disminuyeron en todo el mundo en las últimas décadas por la pérdida de hábitat, las prácticas agrícolas intensivas, el uso de pesticidas y las especies invasoras.
Casi el 90% de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse y el 75% de los cultivos alimentarios a nivel mundial dependen en cierta medida de este proceso natural. Aunque muchos no lo sepan, alimentos de consumo habitual como la frambuesa, pera, manzana, cacao, paltas y arándanos, entre otros, dependen del trabajo de los polinizadores.
Según los especialistas los cultivos pueden convivir con las plantas autóctonas

La convivencia entre cultivos y naturaleza
Los investigadores aseguraron que además de monitorear las poblaciones de estos insectos, se debe trabajar en la reproducción de plantas nativas, que sirven de refugio y comida para los abejorros.
“La principal causa de perdida de polinizadores es la perdida de hábitat por los monocultivos. En las últimas investigaciones se encontró que hay que dejar que los cultivos convivan con la naturaleza autóctona porque en esos corredores biológicos pueden vivir los polinizadores. Allí se produce más, el campo queda más lindo y vuelve la vida”, aseveró Garibaldi.
“Hay mucho trabajo por hacer para recuperar las poblaciones del abejorro nativo en la Patagonia. La presencia de polinizadores es un termómetro de la salud de un ecosistema”, concluyó Arbetman.
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Sector hidrocarburífero evalúa sus gases de efecto invernadero

 


Gases de efecto invernadero en la industria hidrocarburífera: Chubut a la vanguardia de la normativa ambiental

Fecha de Publicación
: 21/05/2025
Fuente: Portal ChubutLine
Provincia/Región: Patagonia


Chubut y otras tres provincias han comenzado a impulsar nuevas regulaciones relacionadas a los límites de emisiones en la Argentina debido a la dificultad para arribar a una legislación nacional uniforme en materia de protección ambiental para las actividades del sector hidrocarburífero.
Pese a que en noviembre de 2023 se creó el “Programa nacional de medición y reducción de las emisiones fugitivas derivadas de las actividades de exploración y producción de hidrocarburos” , a la fecha esa Resolución N° 970/23 dictada por el Secretaría de Energía no fue reglamentada y el proyecto de ley citado no ha merecido tratamiento en el Congreso
En el interín, varias provincias hidrocarburíferas han dictado regulación específica que, si bien tienen en común el objetivo de protección ambiental y reducción de emisiones, difieren en el tipo de gases cuya medición, cuantificación y/o reducción se exige; en los sujetos obligados; así como en las acciones, planes y/o programas que se les exige a las empresas.

Regulaciones en Chubut y Rio Negro
El puntapié inicial lo dio la provincia de Río Negro mediante el dictado de la Ley N° 5733 (19/7/24) aplicable a las empresas petroleras que prorroguen sus concesiones en la provincia. Se exige el compromiso de planificar a mediano plazo adecuaciones de las instalaciones e implementación de medidas para reducir las emisiones GEI de forma progresiva e incorporar tecnologías de CCUS (Captura, Uso y Almacenamiento de Carbono). Las concesionarias deberán adoptar criterios de reducción de emisiones e incluir en los Estudios de Impacto Ambiental, la evaluación de la huella de carbono, justificando la elección con relación a la alternativa de menor valor de huella de carbono. Asimismo, en los Informes de Monitoreo Anual Ambiental o Monitoreo Anual de Obras y Tareas deberá considerarse la cuantificación de inventario de gases de efecto invernadero (GEI), la cual se realizará conforme a lo establecido en la norma IRAM 14064.
Por su parte, en septiembre de 2024 la Secretaría de Ambiente y Control del Desarrollo Sustentable de la provincia de Chubut dictó la Resolución N° 58/2024 (23/9/24), que regula las emisiones de metanoprovenientes de la actividad hidrocarburífera. Establece objetivos y lineamientos para la detección, control, monitoreo, cuantificación y reducción de emisiones de metano provenientes de las actividades de exploración, explotación y transporte de hidrocarburos.
La norma exige la presentación de varios planes y programas, entre ellos un Plan Anual de Gestión de Emisiones de Metano, un Programa de Detección y Reparación de Fugas, un Plan de monitoreo anual y un Plan de acción para recambio de equipos.
Posteriormenta la provincia de Neuquén creó por Resolución N°  285/25 de la Secretaría de Ambiente (21/2/25) el “Programa de Monitoreo y Mitigación de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero en el Sector Hidrocarburífero”.  Por medio del cuál exige a las empresas petroleras informar las emisiones de metano, dióxido de carbono y óxido nitroso y contar con un registro de lo que emiten. Son sujetos obligados las empresas que realicen exploración, explotación, transporte, almacenamiento, procesamiento, y/o industrialización de hidrocarburos en la provincia.
Finalmente, días pasados la provincia de Mendoza creó mediante el Decreto N° 758/25 (15/4/25) el “Programa Provincial Integral de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero”.  El mismo establece objetivos y lineamientos para la detección, control, monitoreo, cuantificación, medición, reporte, verificación y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en actividades relacionadas con las grandes industrias, entre las cuales se encuentra la actividad hidrocarburífera. Los sujetos obligados deberán cuantificar las emisiones de gases que produzcan anualmente y declararlo ante la autoridad de aplicación, quien podrá establecer límites de intensidad de emisiones a cumplir para los años 2030, 2040 y 2050 y programas de reducción y compensación de emisiones.
Si bien algunas de las regulaciones referenciadas fueron dictadas con posterioridad al dictado del Decreto N° 1057/24 (reglamentario del 163 de la Ley 27.742), todas ellas han incursionado en aspectos que el artículo 2° del Anexo III del citado decreto establece como uno de los temas a ser regulados de manera uniforme y armónica entre Nación y provincias: … f) emisión de gases de efecto invernadero asociada a la actividad (Descarbonización).
A la vista de estas nuevas normas provinciales, se pone nuevamente en evidencia la dificultad en arribar a una legislación uniforme en materia de protección ambiental de las actividades hidrocarburíferas, desafío respecto del cual se comentó en la nota publicada en este medio en diciembre de 2024.

Por Verónica Tito - Abogada, magister en Gestión de la Energía y consultora en Regulación Energética, Transición y Sustentabilidad
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Alarma sobre datos de los últimos incendios en la Patagonia

 


“Están para quedarse”: el dato sobre los últimos incendios en la Patagonia que provoca alarma y perfila un futuro dramático

Fecha de Publicación
: 15/05/2025
Fuente: La Nación
Provincia/Región: Patagonia


Un estudio de Greenpeace determinó que los focos en la temporada 2024-2025 fueron los más graves en tres décadas; advierten que fenómenos como este pueden ser “una nueva normalidad”
Entre fines de 2024 y principios de este año, la Patagonia argentina vivió los incendios más graves de las últimas tres décadas. Así lo concluyó un reciente estudio de la organización ambientalista Greenpeace. Nadie puede olvidar las llamas que cubrieron parques nacionales como el Lanín, el Nahuel Huapi o Los Alerces. Destruyeron más de 200 casas y desembocaron en cientos de afectados y un muerto. En extensión, arrasaron 31.722 hectáreas, lo que equivale a una vez y media la ciudad de Buenos Aires.
Los bosques andino-patagónicos fueron los ecosistemas más devastados. Entre 2001 y 2023, se perdieron 115.140 hectáreas. Por esto, ese ecosistema es considerado en emergencia. “Y los incendios son la principal causa de pérdida de bosques en la zona”, afirmó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace Argentina.
De las tres provincias incluidas en el estudio, que analizó la temporada de fuego octubre 2024-marzo 2025, Neuquén fue la que sufrió una mayor extensión de incendios forestales con 11.782 hectáreas afectadas. En segundo lugar, Río Negro perdió 10.218 hectáreas de bosques nativos y Chubut le siguió con 9722. Son datos realmente alarmantes, según ponderó Giardini en conferencia de prensa. Superficies como esa no se queman con frecuencia.
Pero no solo es la extensión, sino la velocidad con la que todo se quemó lo que alerta tanto a distintas ONG como a la comunidad científica. El investigador del Conicet Javier Grosfeld advirtió que ve, con cada vez más periodicidad, incendios de quinta, sexta y séptima categoría, que son escenarios devastadores como los que también se vieron en Los Ángeles y Valparaíso durante el año pasado. “E incidentes así están para quedarse”, advirtió el científico.
Tanto el representante de Greenpeace como Grosfeld destacaron que eventos de esta magnitud no se habían registrado en el país en al menos 100 años, pero que tanto por factores humanos como climáticos, incendios como los de la Patagonia pueden convertirse en parte de la nueva normalidad.
Cifras oficiales apuntan a que, en general, el 95% de los focos son iniciados por actividades humanas, tanto por descuido como por intención de modificar el terreno o piromanía. “Sin embargo, en el caso de la temporada anterior no ha habido conclusiones conducentes”, aclaró Giardini. Varios de los focos del período arrancaron en parques nacionales e incluso en zonas de estricta conservación. Y aunque fueron varios los casos en los que el fuego arrancó después de una tormenta eléctrica, no quiere decir que el ser humano no haya propiciado los incendios, sea de forma directa como indirecta.
La modificación del terreno, que lleva ya décadas en la franja que compone los bosques de estas tres provincias, es uno de los factores humanos que incrementaron la probabilidad de incendios. La forma más visible es quizás la urbanización. En particular, lo que en estas tres provincias crece cada año son las zonas de interfase. Estos son sitios donde las casas se mezclan con el bosque. “La gente se imagina lugares naturales y quiere vivir ahí, pero los incendios son parte de la dinámica de esos sitios”, describió Grosfeld.
Para que un incendio cobre magnitud se requieren solo tres condiciones. La primera es el combustible. Tiene que haber, en la naturaleza o en las ciudades, materiales suficientemente secos y abundantes para que el fuego se extienda. Después, se necesita viento que potencie las llamas. Por último, y quizá lo más pequeño y destructivo, debe existir una chispa, que puede ser tanto un encendedor como un cigarrillo o un rayo.
Muchas veces, las personas no conocen las medidas de prevención que tienen que tomar. Tanto turistas como habitantes encienden fuego cerca de hojarasca o leños secos que, con suficiente viento, pueden convertirse en pocas horas en una zona arrasada. Grosfeld resaltó que, también, la expansión del pino y otras especies exóticas en la zona son factores que propician los incendios. Según indicó, son extremadamente inflamables.
Varios investigadores han estudiado la expansión de los pinos en esta región patagónica. Todos ellos fueron introducidos, en varios casos, para la producción de madera o de papel. Los expertos destacaron el caso de Puerto Patriada o El Hoyo. Llamaron a estos sitios “desiertos verdes” porque no hay otra cosa más que pinos. Son monocultivos inflamables que, sumados a la prolongada sequía, hacen de los incendios algo no solo con más probabilidad de ocurrencia, sino también de mayor capacidad expansiva.

El cambio climático y los incendios
Científicos del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente del Conicet como Thomas Kitzberger anticiparon hace años que el clima de estos bosques patagónicos no es el mismo. Existen variaciones meteorológicas que, en sumatoria con fenómenos como La Niña, desembocaron en sequías prolongadas como la que se vivió el año pasado. Pero también han aparecido tormentas muy intensas. Según Grosfeld, hay mayor incidencia de rayos en la zona.
Estos factores son asociados en general por la comunidad científica, como un efecto de la crisis climática. Organizaciones como World Weather Attribution vincularon eventos cercanos, como los incendios en Viña del Mar o el de Los Ángeles durante el año pasado, a este fenómeno global.
Tanto la intensidad como la frecuencia de estos incendios generaron modificaciones en el terreno. Hay plantas que son resistentes a fenómenos como estos y que, después de las llamas, rebrotan, pero hay otras que no. De esta forma, zonas que sufrieron constantemente el paso del fuego, están cambiando completamente. Los expertos hablan de una “arbustización” de los bosques, que a la vez desemboca en cambios en toda la cadena: plantas, insectos y animales.

¿Qué hacer?
Los incendios no son nuevos y su poder destructivo es conocido, pero las características que adquirieron en esta época, según ambos expertos, invita a hacer modificaciones en el abordaje de este tipo de emergencias. Grosfeld planteó que es necesario ser “más eficientes” con los recursos invertidos. “Me parece que los que estamos estudiando estos temas sabemos que la prevención es un tema que se trabaja poco, pero que puede cambiar el panorama”, añadió.
Medidas como la educación ambiental o la gestión del combustible son propuestas conocidas, pero que no se escalaron de la forma que ambos especialistas piensan que debería hacerse. Es clave pensar en el costo que representa un incendio. En términos operativos, la mayor inversión recae en la lucha contra incendios, y el 90% de esto corresponde a los aviones y helicópteros utilizados. “En la última temporada, ¿cuántos de estos sistemas de transporte se destinaron solo a movilizar brigadistas de una provincia a otra?”, se preguntó Grosfeld.
Ambos plantearon que la falta de brigadistas propios de las provincias, sumados a los recortes presupuestales a nivel nacional, son poco eficientes si uno ve la fotografía completa. Es necesario, agregaron, analizar cada caso y cada incendio para determinar qué recursos se deben desplegar, aunque la prevención –insisten– es la medida que más se debe priorizar.
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Impulso a la minería de uranio

 


Uno por uno, los proyectos de uranio: ¿Se viene otro boom en la Patagonia?

Fecha de Publicación
: 14/05/2025
Fuente: La Mañana de Neuquén
Provincia/Región: Nacional - Patagonia


Argentina aceleró su carrera por el uranio. Con reservas comparadas a las de Kazajistán, la Patagonia (y Chubut, en particular) recobran mayor importancia. ¿Cuáles son los proyectos y qué etapa están?
El uranio, junto al cobre y el litio, es un mineral clave con una rica historia en Argentina. Entre 1952 y 1997, se extrajeron y procesaron unas 2.600 toneladas de uranio (tU), pero la producción se detuvo debido a los bajos precios internacionales. Hoy, el auge de la inteligencia artificial, el resurgimiento de la energía nuclear y los cambios geopolíticos están escribiendo un nuevo capítulo para este recurso en el país.
En diciembre de 2024, el presidente Javier Milei presentó el Plan Nuclear Argentino, que incluye la construcción de un reactor modular pequeño (SMR) en la Central Nuclear Atucha y, en una segunda fase, el desarrollo de las reservas de uranio para satisfacer la demanda interna y posicionar a Argentina como exportador de combustibles nucleares de alto valor. Según la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el país cuenta con 33.780 tU en recursos identificados recuperables a un costo de US$ 130 por kg, suficientes para 150 años al consumo actual. Sin embargo, Argentina importa unas 220 tU anuales para sus centrales nucleares (Atucha I, Atucha II y Embalse).

Proyectos en la Patagonia
La Secretaría de Minería, dependiente del Ministerio de Economía, reporta 14 proyectos de uranio en la Patagonia. En Neuquén, hay cateos en prospección. En Río Negro, destacan Amarillo Grande (evaluación económica preliminar), Catriel U ISL (exploración inicial), y Kaia y Lucho U (prospección). En Santa Cruz, el proyecto Meseta Sirven U está en exploración inicial.
Chubut lidera con los yacimientos más prometedores, como Cerro Solo, el mayor del país, con potencial para abastecer las centrales nucleares argentinas y generar excedentes exportables. Los proyectos en la provincia están en: exploración avanzada (Laguna Salada, Cerro Solo, Laguna Colorada, Meseta Central), evaluación económica preliminar (Laguna Salada), exploración inicial (Arroyo Perdido) y prospección (Hope, Lago Seco, Sierra Cuadrada).
El gobernador Ignacio "Nacho" Torres impulsa la explotación del uranio para diversificar la economía de Chubut y generar empleo en la meseta central, una zona con desafíos económicos. Torres ha solicitado a la CNEA la reversión de propiedades mineras. Por su parte, Carlos Lorenzo, presidente de la Federación Empresaria del Chubut, destacó que la provincia tiene reservas comparables a las de Kazajistán, defendiendo el potencial económico frente a críticas sobre restricciones.
Empresas como Blue Sky Uranium Corp. (Canadá) y UrAmérica Ltd. (Reino Unido) lideran la exploración en Chubut, y se espera que más compañías se sumen en la segunda mitad de 2025.

Etapas de los proyectos
En minería, los proyectos avanzan por etapas. La prospección, primera fase, identifica áreas con potencial mineral mediante actividades poco invasivas (6 proyectos patagónicos están en esta etapa). La exploración inicial (3 proyectos) define las características geológicas del depósito, aunque sin datos suficientes para evaluar su viabilidad económica. En la exploración avanzada (3 proyectos), se intensifican las perforaciones para estimar recursos con mayor precisión. Finalmente, la evaluación económica preliminar (2 proyectos) elabora estudios iniciales (PEA) para determinar la rentabilidad.
El ciclo minero continúa con prefactibilidad, factibilidad, construcción, operación, mantenimiento y cierre. En Argentina, los proyectos más avanzados están en Salta (Don Otto) y Mendoza (Sierra Pintada U), ambos en factibilidad, pero aún requieren inversiones y consenso social para alcanzar la producción.

Perspectivas
Aunque los proyectos de uranio en Argentina, especialmente en Chubut, muestran un gran potencial, ninguno está en producción. La combinación de políticas nacionales, interés provincial y participación de empresas privadas podría posicionar al país como un actor relevante en el mercado global de uranio, siempre que se superen los desafíos técnicos, económicos y sociales.
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Logran reproducir y liberar especie en peligro crítico

 


Liberan aves de Macá Tobiano criadas en cautiverio: “podría significar la diferencia entre la extinción y la supervivencia”

Fecha de Publicación
: 08/05/2025
Fuente: Tiempo Argentino
Provincia/Región: Patagonia


Es una especie emblemática de la Patagonia y estaba “críticamente amenazada”, categoría previa a la extinción. Tras años de trabajo, se logró liberar tres ejemplares nacidos en cautiverio. La proeza de recolectar los huevos y el desafío de los primeros días de vida.
Tres pichones de Macá Tobiano, ave emblemática de la Patagonia, demuestran la importancia de apostar por la ciencia, con tiempo, recursos y perseverancia, para lograr transformaciones. Pertenecen a la especie Podiceps gallardoi, cuya reproducción natural fue prácticamente nula en los últimos años. Gracias a un trabajo de más de una década, constante y colaborativo, tres ejemplares juveniles criados en cautiverio fueron liberados: un hito que para esta especie y una posibilidad para otras en peligro.
“En un contexto en el que la reproducción natural ha sido prácticamente nula en los últimos años, esta acción pionera marca un punto de inflexión: si se replica a mayor escala, podría significar la diferencia entre la extinción y la supervivencia de la especie”, destacó la organización Aves Argentinas.
La liberación de los tres Macá Tobiano es el punto de llegada de un camino iniciado en 2010 con el Programa Patagonia de Aves Argentinas, una labor conjunta –con un equipo liderado por la veterinaria Gabriela Gabarain- entre ONGs, universidades, CONICET e instituciones internacionales.

El Macá Tobiano, a un paso de la extinción
Las tres aves nacieron en la Estación Biológica “Juan Mazar Barnett”, donde trabaja el Programa Patagonia de Aves Argentinas, y fueron liberadas en el estuario del río Santa Cruz. Antes y después hubo múltiples intentos, estrategias, reintentos y mucha paciencia hasta dar con el resultado. Desde la recolección de los huevos hasta su cuidado y luego los críticos primeros diez días de los pichones: todo tiene tinte épico.
El Macá Tobiano fue descubierto en 1974 por el naturalista argentino Mauricio Rumboll. En la década de 1990 se creyó que su hábitat remoto lo protegía, pero no: el avance de las amenazas humanas –entre introducción de especies exóticas y cambio climático— provocó un fuerte retroceso poblacional.
En 2012 la especie fue categorizada como “Críticamente Amenazada” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Se trata del mayor grado de riesgo antes de la extinción.
Quienes trabajan por su conservación llevaban años con tareas de control de especies invasoras, monitoreo de colonias reproductivas y acciones para mitigar el impacto del cambio climático. Pero no fue suficiente para frenar el impacto de la persistencia del deterioro ambiental. Entonces, fue necesario apelar a otra estrategia.

Criar para liberar
El equipo de Gabarain comenzó a desarrollar una estrategia sin precedentes: criar Macás Tobianos en condiciones controladas, desde el huevo hasta su liberación.
“Este proceso, inédito no solo para esta especie sino para todos los macás del mundo, se convirtió en una carrera contrarreloj para evitar su extinción”, describió Aves Argentinas.
El punto de partida se basó en un dato concreto: el 97% de las parejas reproductivas solo cría uno de los dos huevos que pone. El otro es abandonado. La meta entonces fue recuperar esos huevos que de otro modo se perderían.
Lo hizo un equipo técnico altamente capacitado para su recolección en condiciones extremas, para trasladarlos luego a la Estación Biológica. Allí, incubadoras especialmente diseñadas replican las condiciones ideales de temperatura, humedad y rotación. Una vez nacidos, los pichones requieren cuidados intensivos: alimentación constante, natación diaria y atención permanente durante semanas.
El proceso ha demandado años de ensayo y error, incluso con otras especies como el Macá Plateado, hasta llegar a completar el ciclo exitosamente, informaron desde el Programa.

El hito
Tras más de dos meses de cuidados ininterrumpidos, tres juveniles alcanzaron el peso ideal para ser liberados: más de 350 gramos en hembras y 400 en machos.
La liberación se realizó en el estuario del río Santa Cruz, donde otros adultos pasan el invierno. Los especialistas explicaron que esta estrategia evita la riesgosa migración inicial desde las lagunas de altura.
Los ejemplares fueron marcados con anillos rojos numerados, que permitirán su seguimiento a futuro. “Esta técnica de cría en cautiverio seguida de liberación controlada ya ha sido exitosa con otras especies amenazadas, como el Cóndor de California o el Oso Panda. En el caso del Macá Tobiano, podría permitir la incorporación anual de más de 50 juveniles, fortaleciendo significativamente a la población silvestre.
Para que esta estrategia sea sostenible, es fundamental seguir fortaleciendo los recursos y las alianzas institucionales”, remarcaron quienes integran el programa. Entre las organizaciones involucradas se encuentran el Consejo Agrario Provincial de Santa Cruz, la Secretaría de Estado de Ambiente, la Municipalidad de Puerto Santa Cruz, CONICET, Fundación Bariloche, ICFC y FCEN-UBA.
“El camino es desafiante, pero por primera vez en mucho tiempo hay una esperanza real y concreta de evitar la extinción del Macá Tobiano. Este hito representa no solo un triunfo para la conservación en la Argentina, sino también un ejemplo de compromiso, ciencia y trabajo en equipo. Un símbolo vivo de la Patagonia que merece seguir habitando nuestros paisajes”, resumió la organización al frente del Programa por el Macá Tobiano.
Un logro que vale doble en tiempos de desfinanciamiento y ataque a la ciencia por parte del Gobierno Nacional.
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Extranjeros compraron miles hectáreas de bosques nativos

 


La trama detrás de las miles de hectáreas que compraron multimillonarios árabes en la Patagonia

Fecha de Publicación
: 28/03/2025
Fuente:Newsweek
Provincia/Región: Patagonia


En el corazón de la Patagonia argentina, entre montañas, bosques vírgenes y ríos de deshielo, un ambicioso proyecto avanza casi en silencio. En una zona remota de Río Negro, los intereses de la realeza qatarí dieron forma a una megaestructura que combina lujo, energía y naturaleza.
Todo comenzó en 2017, cuando la empresa Baguales Acquisitions S.A., con vínculos directos con la corona de Qatar, adquirió estas tierras a manos del grupo belga Burco.
La zona, conocida por su atractivo turístico de alto nivel, ya contaba con un exclusivo centro de esquí. Pero los nuevos dueños no se conformaron con eso: iniciaron la construcción de una residencia privada de lujo para el emir, enclavada en la mesada Baguales, a escasos kilómetros del cerro Carreras.
Además de la mansión, el plan incluye la instalación de tres centrales hidroeléctricas en el arroyo Baguales, destinadas a abastecer de energía al complejo. En 2019, el gobierno provincial autorizó el uso de agua de dominio público para este fin, aunque no se difundieron los detalles sobre el posible impacto ambiental. Así, el proyecto se sumó a una lista creciente de inversiones qataríes en el país, como las iniciativas de exploración offshore que desde 2019 desarrollaron junto a Shell.
El misterio sobre el monto total de la inversión persiste, pero lo que sí está claro es que se trata de un enclave de difícil acceso, ubicado a más de 1.700 metros sobre el nivel del mar, donde también avanza un desarrollo inmobiliario exclusivo. Este sitio, diseñado como refugio de lujo, ofrece una vista privilegiada de la cordillera de los Andes y está rodeado por un entorno natural protegido.
El componente energético del proyecto ha llamado la atención, no solo por la construcción de las hidroeléctricas, sino también por el control de los recursos hídricos en una región donde este tema es especialmente sensible. Aunque se han presentado informes oficiales, los detalles técnicos siguen siendo limitados y el hermetismo alimenta el debate público sobre el impacto ambiental y la propiedad de tierras en zonas estratégicas.
Mientras tanto, la presencia de la familia real qatarí en la Patagonia despierta preguntas que van más allá del turismo o las inversiones privadas. ¿Qué otros intereses se tejen detrás de esta imponente infraestructura? ¿Cuánto poder representa el control de miles de hectáreas en uno de los rincones más puros del país?
El tiempo y las decisiones políticas dirán si este megaproyecto se convierte en un modelo de desarrollo o en un símbolo de desigualdad territorial.
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Tras incendios forestales comienza la lucha por sobrevivir

 


Mamíferos, anfibios y reptiles deberán sobrevivir al perder la biodiversidad por los incendios forestales

Fecha de Publicación
: 19/03/2025
Fuente: Minuto Neuquén
Provincia/Región: Patagonia


La destrucción de hábitats naturales genera dificultades para la supervivencia de especies con baja movilidad. La competencia por recursos y el cambio forzado de nicho perjudican tanto a animales pequeños como a sus depredadores naturales.
Luego del trágico incendio en el Valle Magdalena, comienzan a verse las repercusiones negativas en los ecosistemas. Información salida desde el Parque Nacional Lanín explicó que este tipo de siniestros representa una grave amenaza para la variedad de seres vivos en distintas regiones, que afectan tanto a la flora como a la fauna de los ecosistemas dañados. La destrucción de hábitats naturales y la muerte de individuos son algunas de las consecuencias directas más preocupantes que dejaron estos eventos sobre la biodiversidad.
El impacto de los incendios forestales sobre las especies animales depende de diversos factores, entre ellos la velocidad del viento, la carga de combustible presente en la vegetación, la humedad del entorno, la época del año y la magnitud del fuego. Las especies con movilidad reducida, como pequeños mamíferos, anfibios y reptiles, enfrentan mayores dificultades para adaptarse a nuevas condiciones y encontrar refugio.
La biodiversidad sufre especialmente con la disminución de pequeños mamíferos como los roedores, que al ver reducida su población también afectan negativamente a los carnívoros que dependen de ellos para su alimentación, como zorros y aves rapaces. La modificación del equilibrio natural en la cadena alimentaria repercute en todo el ecosistema y compromete su estabilidad.
El cambio de nicho impuesto por los incendios expone a las especies sobrevivientes a un aumento de la competencia por recursos fuera de sus hábitats originales. Este desplazamiento forzado implica también un mayor riesgo de depredación y escasez de alimentos, lo que amenaza gravemente su capacidad de supervivencia.
La pérdida de biodiversidad genera efectos en cadena que impactan tanto a corto como a largo plazo. La desaparición o disminución de determinadas especies puede alterar la dinámica poblacional y modificar la estructura de las comunidades ecológicas. Incluso afecta  a las especies mejor adaptadas para escapar de los incendios.
Expertos en conservación resaltaron la importancia de monitorear la recuperación de la biodiversidad en las áreas afectadas por incendios. Además, recomiendan continuar con estudios que permitan comprender mejor cómo estos eventos extremos influyen sobre las distintas especies y cómo estas reaccionan a la alteración de sus hábitats.
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El cauquén colorado en serio riesgo de extinción

 


Al borde de la extinción: la dramática situación que vive una de las aves más importantes de la Patagonia

Fecha de Publicación
: 18/03/2025
Fuente: Canal 26
Provincia/Región: Patagonia


La población de esta ave, que alguna vez abundaba en el sur de Argentina y Chile, se redujo drásticamente en las últimas décadas. La caza, la introducción de especies invasoras y la degradación de su hábitat pusieron en peligro su supervivencia.
Una de las aves más representativas de la Patagonia se encuentra en una situación crítica. A pesar de haber sido una especie abundante hasta principios del siglo XX, su población disminuyó drásticamente, hasta el punto de que hoy solo quedan alrededor de 400 ejemplares en el continente.
La mayor parte de sus sobrevivientes se encuentra en las Islas Malvinas, donde enfrenta menos amenazas directas. Se trata de un ave migratoria que habita en la Cordillera de los Andes durante el verano y se traslada a la estepa patagónica en invierno, es decir, pasea entre Chile y Argentina todo el año.
Se trata del cauquén colorado (Chloephaga rubidiceps), una especie que pertenece a la familia Anatidae y se distingue por su tamaño relativamente pequeño, con una longitud de entre 50 y 55 centímetros. Su plumaje es predominantemente castaño rojizo en la cabeza y el cuello, con un anillo blanco alrededor de los ojos, un pico negro y patas anaranjadas.
Al igual que otras aves migratorias, brinda muchos beneficios a las personas y al planeta, al posibilitar la dispersión de semillas, la polinización y el control de plagas.
A diferencia de otros cauquenes, el cauquén colorado tiene un comportamiento territorial y puede ser agresivo en determinadas situaciones. Este rasgo, sin embargo, no fue suficiente para garantizar su supervivencia ante las múltiples amenazas que enfrenta.

Factores que amenazan la supervivencia del cauquén colorado
Declarada en peligro de extinción, a situación del cauquén colorado se deterioró debido a diversos factores, entre los que se destacan:
- Caza indiscriminada: durante muchas décadas, la especie fue objeto de caza intensiva, lo que redujo su población de manera alarmante.
- Depredadores introducidos: la introducción del zorro chilla en Tierra del Fuego en la década de 1950 fue devastadora para la especie, ya que este depredador caza ejemplares jóvenes y adultos. Asimismo, el visón representó otra amenaza importante.
- Pérdida de hábitat: la deforestación de las áreas donde la especie solía reproducirse afectó su capacidad de mantener una población estable.
La conservación del cauquén colorado es de interés internacional de acuerdo con lo establecido en el Plan de Acción Binacional para la Conservación del Cauquén colorado, firmado entre Argentina y Chile en el año 2013, a raíz de haber sido incluida en los Apéndices de la Convención Sobre Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS).
No obstante, los expertos advierten que todas las medidas implementadas hasta el momento no lograron revertir la situación crítica de la especie. Como consecuencia, el futuro del cauquén colorado sigue siendo incierto.
Para garantizar su supervivencia, es fundamental fortalecer los programas de conservación, controlar la presencia de especies invasoras y generar conciencia sobre la importancia de proteger este emblema de la fauna patagónica antes de que sea demasiado tarde.
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Preocupa la proliferación de pinos ante los incendios en el sur

 


Incendios en la Patagonia: del riesgo por la invasión de pinos a la importancia de preservar el paisaje nativo

Fecha de Publicación
: 27/02/2025
Fuente: TN
Provincia/Región: Patagonia


Es una especie exótica que fue introducida para promover actividades productivas y poblar parte de la estepa. Estos árboles son más inflamables y más propensos a propagar las llamas.
Los incendios continúan azotando una parte de la Patagonia. Con más de 50.000 hectáreas consumidas por el fuego tanto en zonas protegidas como en lugares residenciales, la composición del paisaje patagónico toma relevancia por la presencia de especies de árboles exóticos que contribuyen a que estos eventos sean cada vez más intensos y prolongados. En concreto, los pinos provocan que las llamas que castigan cada año el sur argentino y la Patagonia chilena se potencien y generen perjuicios que no terminan cuando se acaban los focos.
Desde la década del 70, la plantación de pinos comenzó a expandirse en la Patagonia con el objeto de promover la industria forestal. Su propagación no solo reemplaza al bosque nativo, sino que, además, cuando llegan a la estepa (zona agreste, con vegetación herbácea) los incendios se vuelven incontrolables cuando pasan de los bosques a los pinares.
A ese problema, deben sumarse las características de los pinos: son más inflamables y más propensos a propagar incendios en caso de que se prendan fuego. Además, muchos de ellos se encuentran en zonas urbanas, lo que representa un riesgo para las personas en caso de que las llamas avancen sin control. Esta situación se presenta tanto en Argentina como en Chile.
Los incendios en la Patagonia ya arrasaron 51.132 hectáreas de acuerdo datos aportados por Greenpeace. Las zonas más comprometidas respecto a la cantidad de territorio quemado son los parques nacionales Lanín y Nahuel Huapi, además de las localidades de Atilio Viglione (Chubut), El Bolsón (Río Negro) y Epuyén (Chubut).

Advertencias
Hace cuatro años, una investigación del Conicet posterior a los incendios que azotaron a la Patagonia en el verano del 2021 daba cuenta de la proliferación de diversas especies de pino y cómo eran determinantes para el desarrollo de incendios forestales. Y varios años antes, en 2014, otro trabajo del organismo nacional indicaba que, por entonces, la Patagonia no estaba experimentando una invasión regional de pinos.
Pero las cosas cambiaron mucho en diez años. “Hay mucha mayor invasión. Es un fenómeno grave a escala local y cada vez se ven más pinos por todas partes”, explicó a TN Martín Núñez, investigador que participó del estudio en 2014 y que forma parte del Instituto de Investigación en Biodiversidad y Medioambiente del Conicet y de la Universidad de Houston.
La llegada de la especie se dio en el siglo XIX y se acentuó en el siglo XX para promover la industria forestal. Las primeras plantaciones, detalló Núñez, datan de 1920 en la Isla Victoria, en el lago Nahuel Huapi.

Cambios en los combustibles
El problema actual es que el pino avanza en la estepa y, con ello, aumenta el combustible disponible durante los incendios.
En Argentina se plantaron pinos para promover la industria forestal en la zona de Neuquén y, además, para cubrir algunas porciones de la Estepa Patagónica, en una zona donde casi no había material combustible. La situación hoy encuentra a estos ejemplares altamente inflamables junto al bosque nativo, redoblando la peligrosidad ante los incendios.
Anteriormente, estas zonas sin bosques funcionaban como una suerte de corte en caso de incendios, pero en la actualidad, se aumentó la presencia de potencial combustible ante los incendios.
En la Patagonia chilena también se da la invasión de pinos, aunque la principal diferencia con Argentina es que hay zonas más pobladas cerca de esos bosques.
La sustitución de los pastizales de la estepa por ejemplares de pino no sólo modifica el paisaje. Según explicó a TN el director del Instituto de Ecología y Biodiversidad de Chile, Aníbal Pauchard, las plantaciones de pino modifican el material combustible que queda disponible, tanto en cantidad como en composición. Esa condición, sumada a las olas de calor que se vienen experimentando y a vientos cada vez más intensos, son los componentes de lo que el especialista denomina la “receta para el desastre”. Y agregó que “con el cambio climático hubo períodos muy secos y de calor nunca vistos en esta zona”.
Además, Núñez agregó: “Los pinos son propensos a prenderse fuego y, con ello, a reproducirse. Están adaptados al fuego, tienen capacidad invasora. Los pinos se han plantado en varios lugares, aumentan el material combustible y cambian el ciclo y la intensidad del fuego”, agregó.
Pauchard, que también es doctor en Ecología Forestal, remarcó que se debe desterrar el mito de que el bosque nativo no se quema o que los perjuicios son menores. Pero sí remarcó la diferencia respecto de la velocidad del fuego en el caso de los pinos: las plantaciones son más densas y las pequeñas ramas que caen y se acumulan son gruesas, por lo que se descomponen despacio, generan más calor y quedan disponibles para que se prendan fuego. A ello debe sumarse la resina que producen los pinos, que es altamente inflamable.
También destacó que, ante incendios de pinos, las pavesas resultantes de esos eventos se multiplican. Son pedazos muy chicos que se desprenden y vuelan encendidos, como chispas, que pueden generar otros focos de incendios.
Ante esto, Pauchard señaló que lo ideal es que haya una “discontinuidad” del combustible. Es decir, que se respete la composición de la Estepa Patagónica, dominada mayormente por pastizales y plantas herbáceas. Dentro de esta región se encuentran los parques nacionales más comprometidos con los incendios: Lanín, Nahuel Huapi y Los Alerces.

Focos en las zonas urbanas
El coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace, Hernán Giardini, señaló a TN que actualmente las plantaciones de pinos no se dan sólo en zonas de estepa, por fuera de las zonas de bosques. También hay dentro de las zonas urbanas, producto de la expansión de ejemplares.
Esto es lo que podría derivar en situaciones como las que ocurrieron en Epuyén o en Mallín Ahogado, donde los incendios afectaron zonas urbanas, recordó Giardini, en una zona “con muchos pinos, algo que implica que el fuego se expanda más rápido que con un bosque nativo”.
“Es más complicado cuando tenés esa combinación de pinos cerca del bosque nativo porque no sólo la especie es más rápida para la expansión del fuego por la resina, sino que la madera es más combustible. El pino va desprendiendo ramas y escupe sus propias piñas a varios metros de distancia”, expresó.
En tanto, marcó que las recuperaciones también explican los motivos por los que los pinares se imponen a los bosques nativos: “En el postincendio, el pino crece más rápido y es más probable que le gane al bosque nativo. Así, la zona incendiada se convierte en un pinar, que se va a complicar cuando vuelva a prenderse”.
Para el referente de Greenpeace, los municipios y la Dirección Nacional de Bosques deben comenzar a reemplazar los pinares por árboles nativos dentro de los ejidos urbanos para evitar complicaciones mayores. Por caso, citó que “en Epuyén, el fuego se comió 70 casas en cinco horas”.
Asemás, resaltó que hay que hacer un llamado de atención porque “hay entre 500 y 1.000 focos de incendios todos los veranos. En la última década, los veranos tienen más altas temperaturas, más viento y más sequía”.

Ordenamiento del paisaje
El investigador chileno señaló que tanto en el sur de su país, que también atraviesa incendios por estos días, como en el de Argentina, hay que familiarizarse con que “los incendios van a ocurrir todo el año”, por lo que es necesario “modificar el manejo del fuego”.
Por otra parte, explicó que la situación es más compleja en Argentina: “La desventaja es que avanza sin parar y al no haber gente, como sí hay en Chile en los lugares donde se dan los incendios, no existe la misma preocupación. Idealmente, tendríamos que ir a la prevención de incendios y a tener paisajes en que el combustible era más adecuado, con mosaicos (de territorio) que contribuyan a combatir los incendios”.
Sin perder de vista a las actividades productivas, Pauchard no dejó de lado que manejar el territorio entre conservación y productividad es complicado: “Algunos quieren tener bosque natural para preservar; otros, plantaciones para ser productivos y otros, ganado. Pero organizar el paisaje requiere de un proceso social complejo”.
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Incendios en La Patagonia aún activos. Biodiversidad en peligro

 


Incendios en Lanín, Bariloche y El Bolsón: la pérdida de biodiversidad preocupa a los especialistas

Fecha de Publicación
: 19/02/2025
Fuente: Diario Río Negro
Provincia/Región: Patagonia


En Los Manzanos se quemaron los bosques más húmedos de la región. En El Bolsón, la antropización y la cantidad de especies exóticas facilitaron la propagación del fuego. En Lanín estiman que tardarán entre 60 y 70 años en recuperarlo perdido.
Los incendios en La Patagonia aún siguen activos. Los especialistas estiman que la pérdida en biodiversidad es invaluable. De todos modos, el saldo recién podría conocerse una vez que el fuego sea contenido.
«Hablamos de bosques muy húmedos con mucha biodiversidad, mucha cobertura vegetal. Son lugares con mayor biodiversidad de animales, plantas y hongos que tardarán mucho tiempo en recuperarse. Hay mucha flora y fauna de alto valor afectado«. Así evaluó el biólogo Javier Grosfeld, técnico del Centro Científico Tecnológico (CCT) Conicet Patagonia Norte el impacto de los recientes incendios en la zona de Bariloche y El Bolsón.
«Uno puede calcular el costo operativo de un incendio, se suele hacer una evaluación de los datos de infraestructura ambiental, pero lo que nunca se hace es calcular el costo ambiental. ¿Cuánto es el bosque que se perdió?, ¿cuántos servicios ecosistémicos se perdieron?», planteó Grosfeld, especialista en conservación y gestión de recursos naturales.

Pérdidas por el incendio en Parque Nacional Nahuel Huapi
El incendio que se desató el 25 de diciembre en el sector Los Manzanos, en el parque nacional Nahuel Huapi, al sur de Bariloche, ya consumió 10.767 hectáreas. Aún no se cumplen dos meses y ya arrasó con casi el doble de la superficie de aquel primer incendio en la misma zona que se produjo en 2022 – y que afectó 6.400 hectáreas en tres meses -.
Grosfeld destacó que el incendio de Los Manzanos que ya avanzó hacia el lago Roca, el lago Martín, Steffen, la cascada Los Alerces y el cerro Santa Elena, afectó solo vegetación nativa. «Se han quemado los bosques más húmedos que tenemos. Por eso, es una reserva estricta. Hay todo tipo de representantes de la selva valdiviana, como alerces, mañius hembra, tineos, que uno puede ver especialmente en los bordes de lago Roca», describió.
Explicó que el bosque de coihue se podrá recolonizar a partir del aporte de la semilla que «quedó como sobreviviente». «Todo depende de cómo haya sido la intensidad del fuego que podrá evaluarse recién una vez que el incendio acabe», comentó y agregó: «Si la severidad no fue muy elevada y no se quemó el suelo, esas especies tienen posibilidad de germinar. Por eso, con un estudio puntilloso podremos saber en qué áreas hay posibilidad de que la regeneración natural prospere, sin intervención del hombre». Si la severidad fue alta será necesario intervenir con una restauración activa.
El bosque de lenga, en cambio, será difícil de regenerar ya que esa especie no rebrota. Por otro lado, el ñire, el radal, el maitén y la laura son matorrales. Se trata de ecosistemas más pirófilos (especies vegetales que resisten al fuego porque son capaces de soportar un incendio o pueden revivir después de un siniestro).
«La lenga o los bosques húmedos no son pirófilos: el fuego se detiene en ellos, más aún con tantos años de sequía. En esos bosques las especies no van a rebrotar fácilmente y será difícil su recolonización. Dependen de los individuos remanentes», acotó el especialista.
Grosfeld recalcó que muchas aves recorren esa región, al igual que pequeños mamíferos, como ratones, monitos de monte y gatos silvestres -incluso el gato huiña- y algunos reptiles.
«Lo cierto es que hay poco muestreo de esa zona porque es inaccesible. Solo pude recorrerlo una vez en 1992 y es de muy difícil acceso», advirtió.
Grosfeld consideró posible que, en poco tiempo, ese suelo quemado se recubra de hiedras y especies rebrotantes. Las lianas, pastos y hierbas reaccionan rápidamente.
«Según cual haya sido la intensidad del fuego, los amancay son importantes ya que tienen unos bulbos enterrados que les permite volver a brotar el año después del incendio. Por otro lado, la Muehlenbeckia lleva años esperando y es la primera especie que germina una vez que pasa el fuego. Después del incendio de Cholila, lo pudimos comprobar. Recubre rápidamente todo el suelo», puntualizó.

El costo ambiental por el incendio en El Bolsón
El incendio de El Bolsón, en cambio, ya afectó 3.825 hectáreas y se trata de dos sectores completamente distintos. El Área Natural Protegida del Río Azul (Anprale) es similar al sector de Los Manzanos con un bosque mixto, aunque un tanto más seco, con gran cantidad de coihues y cipreses.
«Lo que sucedió en Mallín se asemeja al incendio de El Hoyo: la presencia de pino sumado a los fuertes vientos hicieron que la corrida del fuego fuera muy rápida. Hay un proceso de antropización con especies exóticas que hicieron que el fuego avanzara más rápido de lo esperado. Entonces, cuando saltó el río en Mallín, el comportamiento fue tan extremo que resultó difícil de combatir», señaló.
En el caso del incendio que azotó El Bolsón, se vieron afectadas gran cantidad de mascotas y animales de granja.

Pérdidas de flora y fauna por el incendio en Parque Lanín
El incendio en Parque Nacional Lanín, en el Valle Magdalena, continúa activo desde el 30 de enero. Según los últimos registros ya hay aproximadamente 22.131 hectáreas afectadas. La zona incluye una Reserva Natural Estricta, donde especies en peligro de extinción y hábitats amenazados están en riesgo.
Martín Toledo, jefe de Incendios, Comunicaciones y Emergencias y técnico ambiental confirma que una vez que se logre apagar los distintos focos activos se podrá determinar las pérdidas de flora y fauna. Pero, asegura que la zona donde se esta desarrollando el incendio «la vegetación que está en este lugar quemándose tiene una parte de necesidad de incendios con una periodicidad. Por lo general la ecología del fuego habla que en 60, 70 años el bosque tiene que quemarse para no no generar carga de combustible disponible, que sería mucho material seco debajo de estos bosques que puede aumentar la intensidad». Pero, también dice que hay factores antropocéntricos y de calentamiento global que agravan la situación.
De material vegetal que se esta perdiendo por los incendios se encuentran: araucarias, raulies, lengas, ñires, coihues, coirones, ciprés de la cordilleras, lauras. «Hay varias especies que depende de la exposición crecen más o menos, y se establecen ahí. Y muchas veces hay prioridades en el combate, según la vegetación que tengamos enfrente. Por ejemplo, hay especies que son de semilla obligada, que que evolucionan con poco fuego, pero hay otras zonas con araucarias que necesitan los fuegos periódicos».
Respecto a la recuperación del bosque Martín Toledo asegura que es necesaria una investigación de largo plazo para saber con exactitud. Pero, proyecta: «hay algunos sectores que tuvieron mucha intensidad y las araucarias que se quemaron no se recuperarán y hay otros sectores donde hubo una intensidad aceptable para el bosque y se necesitan entre 60 y 70 años para que haya arbolitos del tamaño que hay ahora».
En la zona se ven afectados desde insectos, lagartijas, murciélagos, aves, animales chicos que no pueden escapar del fuego. También muchos peces y anfibios que han muerto por la elevación de la temperatura y la oxigenación del agua. También hurones, zorros, burritos de monte, pudú. «Depende del lugar en el que se encuentren y si tienen lugar para escapar. Ahí también juega al instinto de supervivencia de cada animalito«, especificó Toledo.
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El fuego incontrolable en la Patagonia

 


Incendios en la Patagonia: 14 mil hectáreas consumidas por el fuego en Lanín, evacuación preventiva en El Bolsón, medidas en Lago Puelo

Fecha de Publicación
: 10/02/2025
Fuente: Diario Río Negro
Provincia/Región: Patagonia


La Patagonia se encuentra en alerta ante múltiples focos de incendio que se desataron en los últimos día. En El Bolsón trabajan brigadistas de distintas localidades para apagar el fuego que comenzó en la miércoles 29 de enero, hay focos activos en el parque Lanín en Valle Magdalena y Nahuel Huapi. También se desató un enorme incendio forestal en Chile, en la frontera con Neuquén. En Puerto Madryn lograron extinguir el incendio que se desató la semana pasada. Las llamas se contuvieron en Epuyén, Parque Los Alerces y en El Pedregoso.

Incendios en la Patagonia: fuego en El Bolsón, Epuyén y los parques nacionales Lanín y Nahuel Huapi, los detalles
El jueves, un incendio forestal de grandes magnitudes se desató en el circuito troncal del Cajón del Azul, en el Bolsón. Hay múltiples focos activos, y la situación es aún más crítica debido al fuerte viento que propaga las llamas rápidamente.
El incendio se desató en la zona del Cajón del Azul, con una columna de humo grande que es más visible desde Mallín Ahogado, Mallín Alto, Rinconada Inalef y, debido al viento, se propaga rápidamente hacia el este donde se encuentra ubicada la chacra Wharton.
En simultaneo, brigadistas continúan con el combate del fuego en los parques nacionales Lanín y Nahuel Huapi. Autoridades del parque nacional Lanín informaron sobre un nuevo foco de incendio en la zona centro, en el Valle Magdalena y detallaron que se trata de «un área de muy difícil acceso y «su dimensión está aún en evaluación«, a unos 12 kilómetros del área denominada «Tromen».
En el parque nacional Nahuel Huapi las altas temperaturas y vientos que se vivieron el jueves generaron un segundo foco de incendio en la punta del cerro Santa Rica y que rápidamente se propagó.
En Chubut hay dos incendios activos: uno en Epuyen y otro en Atilio Viglione. El de Epuyén pudo ser contenido. Durante los primeros días también se había registrado un foco en Puerto Madryn que logró ser extinguido Después se reportó otro en El Pedregoso.
Según los primeros informes las llamas, en la zona rural de Puerto Madryn, se habrían iniciado como consecuencia de la caída de un rayo, en medio de la tormenta que se desató en las primeras horas del jueves pasado.
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Incendios en la Patagonia totalmente desbordados

 


Los incendios en la Patagonia no se detienen y afectan ya más de 20.000 hectáreas

Fecha de Publicación
: 05/02/2025
Fuente: Portal elDiarioAR
Provincia/Región: Patagonia


Los cinco focos principales se encuentran distribuidos entre las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut, en el sur del país.
La Patagonia atraviesa un verano trágico, con al menos cinco grandes incendios que han quemado ya más de 20.000 hectáreas, incluyendo en dos importantes parques nacionales y en los últimos días también en la localidad turística de El Bolsón, donde se registró la primera víctima mortal.
Los cinco focos principales se encuentran distribuidos entre las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut, en el sur del país.
El incendio más grave es el del Parque Nacional Nahuel Huapi, ubicado entre Neuquén y Río Negro y donde el fuego, originado a finales de diciembre pasado, ha arrasado más de 10.000 hectáreas en las zona de Los Manzanos y más de 600 en el sector de El Manso, según las últimas cifras difundidas por las autoridades del parque.
Las condiciones climáticas adversas, como fuertes vientos y altas temperaturas, dificultaron las labores de los cerca de 200 brigadistas que luchan para contener las llamas.
En el Parque Nacional Lanín, en Neuquén, el incendio en el Valle Magdalena, que comenzó a principios de enero, afectó ya más de 4.000 hectáreas y se mantiene activo pese al trabajo de más de un centenar de brigadistas y voluntarios.
La provincia de Chubut, más al sur del país, alberga otros dos importantes focos. El principal se encuentra en la localidad de Epuyén, donde el fuego quemó hasta el momento más de 3.500 hectáreas de vegetación, incluyendo matorrales, pastizales, plantaciones, arbustos y bosque nativo, además de al menos 70 viviendas.
En paralelo, la provincia registra otro foco desde el pasado 19 de enero, cuando se incendió la zona rural de Atilio Viglione, donde las llamas continúan activas y ya se han quemado más de 3.000 hectáreas.

Un muerto y miles de hectáreas arrasadas en El Bolsón
El incendio más reciente comenzó el pasado jueves en El Bolsón, una localidad ubicada en Río Negro y conocida por ser uno de los destinos más turísticos de la Patagonia argentina.
Según el último informe del Gobierno provincial, ya se quemaron unas 2.800 hectáreas y se registró el fallecimiento de un hombre de unos 80 años.
Más de 300 personas trabajan en la zona para intentar contener las llamas, algunos de los cuales lo hacen sobre el terreno y otros por aire, mediante el uso de tres aviones hidrantes y dos helicópteros del Servicio Nacional de Manejo del Fuego.
Tanto el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, como el de Chubut, Ignacio Torres, denunciaron que los incendios en sus provincias fueron causados intencionalmente.
 Además, junto a los gobernadores de provincias aledañas, incluyendo al de Neuquén, elaboraron un documento conjunto en el que expresaron el “apoyo y compromiso en la lucha contra los incendios que afectan a la zona cordillerana”.
 “Hoy, más que nunca, nos encontramos trabajando juntos para combatir los incendios y proteger a nuestras comunidades”, indicaron en el comunicado.
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Siguen muy complicados los incendios en la Patagonia

 


Incendios en la Patagonia: hay un nuevo foco en Puerto Madryn y se complica la situación en El Bolsón

Fecha de Publicación
: 01/02/2025
Fuente: Clarín
Provincia/Región: Nacional


Un nuevo foco de incendio se originó en Chubut en cercanías de la ciudad de Puerto Madryn y se encuentra fuera de control, tras haberse propagado rápidamente por los fuertes vientos que soplan en la zona. Mientras tanto, el fuego continúa activo en otros puntos de la Patagonia y en El Bolsón las llamas avanzan favorecidas por las altas temperaturas.
El incendio en Puerto Madryn comenzó el jueves en una zona rural, al norte de la ciudad, y ya abarca más de 50 kilómetros cuadrados. Según los primeros informes las llamas se habrían iniciado como consecuencia de la caída de un rayo, en medio de la tormenta que se desató en las primeras horas de este jueves.
El intendente Gustavo Sastre recorrió la zona del incendio esta mañana, y además de encomiar el trabajo de los brigadistas que intentan controlar el fuego para que no se propague, adelantó que el municipio realiza tareas preventivas junto a Defensa Civil de la Provincia, Bomberos Voluntarios, Protección Civil, Guardaparques, la Agencia de Seguridad Provincial y Vialidad Provincial.
Otro incendio que se mantiene activo y amenaza con seguir avanzando es el que se desató el jueves en la ciudad rionegrina de El Bolsón. En el último comunicado difundido por el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF) de El Bolsón se informó que el foco de incendio se extendió hacia la zona de Mallín del Medio.
"Durante toda la noche, brigadistas del SPLIF trabajaron junto a bomberos, Parques Nacionales y el Sistema Nacional de Manejo del Fuego para contener el incendio en El Bolsón", señala el comunicado. El incendio tuvo como punto de inicio la zona de Loma de los Piches -en cercanías a la chacra Wharton, lugar en donde se accede al camino troncal Cajón del Azul-, pasó por Mallín del Medio y llegó hasta El Huadal, afectando más de 1.600 hectáreas.
Desde la gobernación rionegrina informaron que a primera hora de este viernes comenzó la evacuación de alrededor de 300 turistas y vecinos que se encuentran en el Polideportivo de El Bolsón.
Por el momento no se ha determinado cuál fue el origen del incendio. El Ministerio Público Fiscal rionegrino, en conjunto con la Policía local, está investigando el asunto y no se descarta que haya sido intencional.
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Los efectos del cambio climático en la Patagonia

 


Más temperatura y una disminución del 40 % en el caudal de los ríos: los efectos del cambio climático en la Patagonia

Fecha de Publicación
: 29/01/2025
Fuente: ADN Sur
Provincia/Región: Patagonia


"El cambio climático es una realidad", dice Natalia Pessacg, investigadora del CONICET y del CENPAT de Puerto Madryn. La doctora en Ciencias de la Atmósfera integra el equipo de "Un río, todas las aguas", una iniciativa que busca visibilizar el impacto de este fenómeno que aún es cuestionado por un sector. En este informe, te contamos cómo repercute e impacta sobre los ríos, la principal fuente de agua que abastece a las personas en la Patagonia.
“Se proyecta una disminución, en promedio, del 40% en la cantidad de agua de la cabecera del Río Chubut”, dice Natalia Pessacg mientras narra lo que indican las proyecciones del impacto que tendrá el cambio climático sobre el principal río de Chubut. El dato es impactante. Sin embargo, la investigadora advierte que no se trata de alarmar, sino de que los modelos sean considerados al momento de tomar decisiones que puedan tener consecuencias en la vida de la gente.
Pessacg es investigadora del CONICET y del Instituto Patagónico para el Estudio de Ecosistemas Continentales en el CENPAT de Puerto Madryn. También es profesora de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB) y hace años estudia este fenómeno que, aún en pleno siglo XXI, es negado por un sector de la sociedad.
La doctora en Ciencias de la Atmósfera integra el equipo de “Un río, todas las aguas”, una iniciativa que se propone visibilizar los impactos del cambio climático y “fortalecer los procesos de apropiación, conciencia, aprendizajes e intercambio de saberes en relación con la problemática”.
Ella lo dice sin dudar: “El cambio climático es una realidad. En mi caso, trabajo en temas relacionados con la variabilidad climática, el cambio climático en Patagonia y el potencial impacto de esas variaciones en el agua, sobre todo en la cantidad de agua del río Chubut.”
La certeza de sus palabras, Pessacg la sustenta en datos que reflejan cómo han variado las condiciones climáticas en los últimos 80 años. Pero, para entenderlo, es necesario explicar el contexto.
“Uno puede dividir el estudio del Cambio Climático en dos partes: el cambio climático cercano, que analizamos desde 1960 hasta la actualidad y que llamamos los cambios observados, porque es desde cuando tenemos datos de estaciones meteorológicas, o también se puede ir más atrás y analizar lo que se llama proxies, es decir, no datos in situ”.
En este sentido, la investigadora aclara que también hay cambios que se producen por factores naturales del clima, como el aumento en la cantidad de volcanes y modificaciones en la radiación solar. Sin embargo, en este caso, cuando se habla del fenómeno, lo que principalmente se analiza es el cambio climático antrópico, es decir, el que está asociado a los gases de efecto invernadero que generan las personas por la quema de combustibles fósiles, principalmente, y del cual se tienen datos concretos.
“Lo que vemos desde 1960 hacia acá es un aumento en la temperatura de toda la Patagonia, en algunas regiones un poco más que en otras”, dice la investigadora al profundizar sobre las conclusiones que arroja la investigación que lleva a cabo con su equipo de trabajo.  
En ese sentido, es categórica al decir que, en la región, el aumento de la temperatura es del orden de 0,1° grado por década, pero aclara sobre este punto que la temperatura “es una variable homogénea en todo el mundo que marca un aumento en cualquier región, salvo algunas excepciones”.
“Lo otro que se ve”, continúa Pessacg, “son cambios en las precipitaciones, que es algo que nos afecta mucho en toda la región, sobre todo en el norte de los Andes patagónicos, donde se observa una disminución marcada de la precipitación, tanto en forma de nieve como líquida.”
Pero estas no son las únicas variaciones que impone el cambio climático. La especialista asegura que también “se ve un aumento de los eventos extremos de precipitación”.
"Se trata de esos eventos que conocemos bien, como el temporal de Comodoro Rivadavia, que se llaman eventos sin precedentes. Esto quiere decir que en todo el registro histórico no hubo un evento de ese tipo. Pero esto está aumentando en la costa de la Patagonia. Los datos lo muestran. Trelew, por ejemplo, tiene una larga serie de datos que nos permiten ver que esos eventos de lluvias diarias, de mucha intensidad, están aumentando y que esto va a continuar aumentando en el futuro. Lo otro que se observa es un cambio en el viento, con una disminución del mismo, sobre todo en el norte de la Patagonia y en el sur.

DEL CAMPO AL ESTUDIO
La investigadora admite que siempre le atrajo el tema del clima, desde muy chica. Nació en Río Gallegos y vivió en La Pampa, en el campo de su abuelo, donde medir la precipitación con un pluviómetro era un parámetro muy importante para la producción. “Siempre tenía esa imagen y también cuando vivía en Gallegos, que todavía no estaba asfaltada la Ruta 3, dependíamos de la lluvia si se podía pasar o no, entonces siempre el clima afectaba nuestra vida cotidiana”, dice al recordar su infancia.
Cuando terminó la secundaria decidió estudiar Ciencias de la Atmósfera en Buenos Aires y, una vez que se recibió, decidió buscar un lugar tranquilo para poder seguir trabajando en su especialidad. Así, hace 14 años llegó a Puerto Madryn, la ciudad donde nacieron sus hijos y donde continúa desarrollando su investigación.
Pessacg siente la provincia como propia y admite que le preocupa la situación de los ríos, “básicamente porque en Chubut la mitad de la población se abastece del río Chubut”.
“Hay un escenario donde ya estamos diciendo que va a haber una disminución de la precipitación en la zona andina del norte patagónico, que es donde está la cabecera de las cuencas. Los estudios que hacemos con modelos dicen que, a futuro, a fines de siglo, que parece que estamos hablando de algo muy lejano pero es 2070, son nuestros hijos, se proyecta una disminución en promedio de la cantidad de agua, en esa cabecera del río Chubut de un 40%”.
La lógica del desconocimiento diría que esta situación se podría repetir en el Senguer, el río que abastece de agua al Lago Muster. Sin embargo, no todo es tan lineal, advierte Pessacg. “La disminución en la precipitación que vemos es bien el norte de los Andes patagónicos, según los modelos. Hacia el sur no es clara, incluso más hacia el sur algunos modelos dan aumento de las precipitaciones y otros no”, explica en ese sentido.
“Es difícil tener estaciones meteorológicas en zona de montaña, entonces es difícil saber qué está pasando y son zonas donde los datos satelitales suelen tener más errores y son zonas complejas de estudio. Sí se ve a nivel general, en toda la Cordillera de los Andes, por otros investigadores que están trabajando el tema de precipitaciones, una tendencia clarísima en la disminución de todos los glaciares, pero es una zona que hay que estudiarla bastante más, porque no hay estudios de impacto con modelos como hay con el Río Chubut y, además, está justo en un límite montañoso”.
Respecto a los eventos extremos, la investigadora asegura que cada vez es más frecuente que llueva en la costa, pero a contrapartida, eso no significa que llueva más, sino que puede llover en forma más intensa y puede haber un aumento de la lluvia diaria.
La mala noticia es que “esto genera desde inundaciones hasta desborde de ríos y afecta la potabilización del agua, porque nuestra zona al tener poca cobertura vegetal tiene muchos problemas en la potabilización del agua”.
Frente a este panorama, la pregunta qué pasará en el futuro. “Hay un abanico de posibilidades", dice Pessacg. “En algunos modelos se proyecta que el mundo va a ir hacia condiciones más amigables y otros suponen que se van a seguir emitiendo gases de efecto invernadero. Pero, en todas esas posibilidades la temperatura va a seguir aumentando, porque los gases de efecto invernadero permanecen en la atmósfera”, dice con seguridad.
“Pero algo es seguro: que dejemos de emitir gases no quiere decir que esto va a cambiar de un día para el otro. Entonces aún en los mejores escenarios va a continuar el aumento de temperatura, van a continuar la disminución de las precipitaciones en el norte y van a continuar los cambios en los eventos extremos, no solo de lluvia sino de temperatura, que es esto que también percibimos de que las noches son más cálidas”.

Para la investigadora, “todo dependerá de nosotros y nosotras”. Por eso, considera que el mejor de los escenarios sería que, hacia 2050, se logre la descarbonización, es decir, que no se utilicen más combustibles fósiles.

“Ese sería el mejor de los escenarios que podemos tener. Pero tenemos que ser conscientes de que hay tendencias en la temperatura que van a continuar por muchos años y también hay puntos de no retorno, situaciones a las que una vez que se llega no se puede volver hacia atrás. Se está viendo con el blanqueamiento de los corales y ese tipo de situaciones no se pueden revertir una vez que llegan a un determinado nivel de complejidad en su estado”.
Por último, la investigadora reconoce que es un momento complejo para el estudio de estas problemáticas. “Hay una tendencia al negacionismo y ante esto lo mejor es buscar información”, dice con certeza, reclamando también mayor voz para las mujeres al momento de pensar el uso del manejo del agua en Patagonia y en particular en el Valle Inferior del Río Chubut (VIRCh), en virtud que es una problemática que nos involucra a todos.
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En busca de anfibios para evaluar el cambio climático

 


La batalla de los anfibios para sobrevivir frente al cambio climático

Fecha de Publicación
: 14/01/2025
Fuente: Diario Río Negro
Provincia/Región: Patagonia


Por qué a los científicos les preocupa la ranita de Darwin, un animal nativo de Argentina y Chile.
Los anfibios se encuentran entre el grupo de vertebrados más amenazados del mundo y los que habitan en la Patagonia también lo están. Científicos en Patagonia Norte notan que los registros de individuos de ese tipo de animales son cada vez más esporádicos. Por ejemplo, no han accedido a datos sobre la presencia de la rana de Darwin en la Argentina.
Se trata de una especie endémica que solo vive en nuestro país y en Chile. Está en peligro de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Por eso, centran los esfuerzos para conocer las causas de la disminución de sus poblaciones.
«Los anfibios se suelen usar como bioindicadores porque son susceptibles a cualquier modificación debido a su ciclo de vida bifásico: poseen una fase acuática, durante el desarrollo de los renacuajos y, una terrestre, cuando son adultos», explicó a Diario RIO NEGRO el doctor en Biología, Marcelo Bonino, investigador en el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (Inibioma), que depende del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue. El científico aclaró que las ranitas son hipersensibles a la contaminación y a cualquier modificación en su entorno. «Los anfibios son los fusibles del ambiente» sintetizó e insistió en la necesidad de su estudio para su conservación.
«Estos organismos -agregó Bonino- dependen tanto de la humedad del ambiente como de la temperatura. Tienen tolerancias térmicas restringidas. Si el agua supera cierta temperatura, las larvas pueden morir».

Los factores de riesgo
Por otro lado, con el cambio climático, los humedales en la Patagonia pueden cambiar su régimen hídrico y atravesar períodos de sequía. Al haber menos agua en las cuencas, los renacuajos de numerosas especies lo padecen. «Necesitan un período para desarrollarse; si el charco se seca antes de tiempo se mueren porque no alcanzan a hacer la metamorfosis. De todas formas, no todas las especies se ven afectadas del mismo modo», aseguró.
Además, los anfibios en Patagonia experimentan un aletargamiento invernal, es decir que reducen su actividad para ahorrar energía hasta la primavera. «Si ocurren eventos cálidos en invierno, este aletargamiento puede interrumpirse afectando su condición física», describió.
Por otro lado, Bonino recalcó que los anfibios son animales con capacidad de dispersión muy limitada, es decir que, si hay cambios en su ambiente, no tienen opción de migrar como sucede con otros animales que buscan mantenerse en lugares con condiciones propicias.
«El cambio climático puede forzar a una especie a buscar nuevos ambientes, pero si esa especie no tiene capacidad de moverse, se puede extinguir», expresó.

Los anfibios de la región
En Bariloche y la región, hay al menos 13 especies de anfibios. La más común es la ranita de cuatro ojos -también la más urbana-. Hay especies con características llamativas como la ranita del Catedral, por ejemplo, que habita en los arroyos y lagunas de altura y «sus renacuajos pueden estar cuatro años en el agua hasta hacer la metamorfosis».
Otra ranita emblemática del Parque Nacional Nahuel Huapi es la ranita del Challhuaco. “La rana esmeralda es una de las especies más bellas de la región”, mencionó.

La más rara y la más buscada
La ranita de Darwin es la especie emblemática más rara y la más buscada. Es muy pequeña. Mide cerca de tres centímetros de longitud y se mueve muy poco a lo largo de su vida. Lleva ese nombre porque fue descubierta por Charles Darwin cuando desembarcó en las costas de la Isla de Chiloé en 1834. La especie está en peligro de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El investigador adjunto del Conicet resaltó que «si bien es una especie típica valdiviana con mayor presencia en Chile, hay una población marginal en Puerto Blest, en el parque Lanín y en las partes más húmedas de los bosques patagónicos».
Ese anfibio se encuentra únicamente en Argentina y Chile, y no sólo es llamativa por su aspecto particular con la presencia de un apéndice carnoso que parece una pequeña “nariz” y por su coloración que la camufla a la perfección con su entorno. «Tiene un modo de reproducción único llamado ‘neomelia’, donde los machos incuban los huevos en su saco bucal». Durante los últimos 20 años, hay cada vez menos registros y los estudios se centran en comprender los motivos.

La enfermedad provocada por un hongo
En torno a la caída de los registros de la rana, los especialistas también evalúan el impacto de la quitridiomicosis, una enfermedad infecciosa que afecta a los anfibios. Es causada por un hongo microscópico. Según WWF Chile, la organización de conservación de la naturaleza, las ranas de Darwin han estado expuestas al hongo quítrido.
Actualmente, los investigadores están hisopando a otras especies de ranas para corroborar la presencia del hongo que podría ser el causante de la caída de la población de la ranita de Darwin. «Lo hacemos con pruebas PCR, similares a las usadas para detectar el COVID-19», dijo Bonino.

En pleno proceso de búsqueda
Los anfibios son difíciles de ver porque suelen estar escondidos. Sin embargo, cada especie tiene un canto distintivo que los permite identificar. «Algo parecido ocurre con los observadores de aves, que por ejemplo pueden identificar distintas especies presentes en la espesura del bosque, simplemente escuchándolas», comentó.
Los investigadores recurren entonces al enfoque bioacústico, el estudio de los sonidos que emiten los organismos. De este modo, dispusieron grabadoras digitales automáticas en el campo para registrar las actividades de vocalización o cantos de las distintas especies, a través de una técnica que se conoce como “Monitoreo Acústico Pasivo”. A su vez, se toman registros de variables ambientales para evaluar qué condiciones disparan la actividad reproductiva de las distintas especies estudiadas.
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Un pasivo ambiental latente en pozos de YPF

 


El fracaso de la venta de los pozos convencionales amenaza a YPF con un grave pasivo ambiental

Fecha de Publicación
: 23/12/2024
Fuente: Portal LaPolíticaOnline
Provincia/Región: Patagonia


La petrolera no logra deshacerse de los pozos convencionales en Chubut, Santa Cruz y Neuquén porque no quiere asumir los pasivos ambientales. El impacto en la calificación crediticia.
 Cuando Horacio Marin asumió la presidencia de YPF inauguró un proceso de desinversión en todas las unidades de negocios con excepción de Vaca Muerta. En este paquete entra el vaciamiento de Y-Tech, pionera regional en el montaje de celdas de litio,  la paralización de YPF Luz, que desplegó un importante desarrollo de parques de generación de renovables, y la venta de la participación de su en Metrogas, empresa que cuadriplicó sus ganancias brutas a lo largo de este año. Pero el corazón de esta reestructuración era el desprendimiento de los pozos de petróleo convencional enlistados en el denominado Proyecto Andes.
El Proyecto Andes fue desde el comienzo un pilar clave de esta estrategia de negocios. "El objetivo es desinvertir 55 bloques agrupados en 11 clusters que en total suman más de 34 mil barriles de petróleo diarios y casi 4 millones de metros cúbicos de gas", explicó el vicepresidente de Estrategia, Nuevos Negocios y Control de Gestión de YPF, Maximiliano
Westen cuando se lanzó la iniciativa en febrero de este año.
Pasaron 10 meses y el Proyecto Andes, lejos de generar recursos para volcar en Vaca Muerta, se transformó en un gran dolor de cabeza para la petrolera de bandera. La clave del fracaso está en el costo del pasivo ambiental, que nadie quiere asumir.
El costo del pasivo ambiental hace que un pozo de petróleo convencional sea o no rentable. Además, las empresas que compulsan en este segmento son juniors comparadas con los grandes players de la cuenca neuquina. No tienen espalda para asumir ese costo.
Recuperar cada metro cúbico vale alrededor de USD 150. Con una producción de 5000 MM3  promedio, para reparar el daño ambiental hay que desembolsar USD 750 millones. Y la venta de las áreas sumarían USD 800 millones según las estimaciones del presidente, Horacio Marín.
Las provincias se resisten a firmar el traspaso de areas a empresas que no tienen respaldo financiero para asumir el costo de los pasivos ambientales. Son bloques en Santa Cruz, Chubut, Neuquen, Rio Negro y Mendoza. "Los gobernadores saben que si ponen el gancho pueden terminar en cana. No es joda" marcó a LPO una fuente patagónica que apuntó a las organizaciones ambientalistas "Se están atrincherando para tirar con de todo. Es mucha plata la que hay en juego" afirmó esta fuente.  
La posición de YPF es contundente:  "El que compre las áreas se tendrá que hacer cargo del pasivo ambiental" afirmó Westen. Del lado de enfrente la respuesta de las provincias es igual de clara. "El gobierno de Mendoza nunca podría asumir esa responsabilidad que es solidaria y subsidiaria del generador de los pasivos, por ley general de ambiente", dijo a LPO un funcionario mendocino.
A la preocupación por la embestida de organizaciones ambientalistas amparadas por ley se sobreimprime un potencial golpe financiero. "Que YPF no se haga cargo del pasivo ambiental puede dañar seriamente su perfil crediticio, y revertir la tendencia alcista de sus acciones", indicó a LPO una fuente de Wall Street.
El argumento es sólido. A partir del Acuerdo Verde norteamericano los flujos financieros estan sumamente condicionados por el índice de sustentabilidad. Una evaluación excluyente sobre el compromiso de la empresa con el ambiente.
Lo concreto es que de los 55 bloques, la petrolera estatal sólo logró avanzar con la venta de dos. Pecom, retornó al rubro como operador del bloque El Trebol Escalante en Chubut. Y Petrolera Comodoro Rivadavia (PCR) obtuvo la habilitación como operador del bloque de Llancanelo. Mientras tanto la cuestión del pasivo ambiental continúa en el limbo.
Distinto es el caso de Santa Cruz. La relación entre YPF y el gobernador Claudio Vidal está completamente rota. La empresa tiene decidido forzar el traspaso. Dejó de cubrir los costos de los contratos de servicios, que están en ‘stand by' desde el primer cuatrimestre del año. Esto provoca que 2000 empleos directos e indirectos de YPF están cobrando un sueldo sin realizar tareas en los campos petroleros. La compañía que conduce Marin ya avisó que el 1º de enero de 2025 dará de baja los contratos de servicios que no tengan una contraprestación efectiva. "Gran problema para Claudio Vidal. Por eso negocia a contrareloj un acuerdo con Eurnekian, Cristobal Lopez y los hermanos Neuss para que le salven las papas y se queden con los pozos", afirmó a LPO un funcionario al tanto de las conversaciones.
En simultáneo el proceso de desinversión también llegó a Puerto Madero. En la Torre de YPF trabajan hasta ahora unos 2000 trabajadores. Pero la gestión de Marin encaró una reducción de personal muy agresiva. "Se va uno de cada diez, separados por área", indicó a LPO una fuente al tanto de las decisiones del directorio de la petrolera.  
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