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Lluvias extremas en Buenos Aires dejan fuertes impactos

 


Lluvias extremas en Buenos Aires dejan a productores aislados y 3 millones de hectáreas afectadas

Fecha de Publicación
: 26/09/2025
Fuente: Portal MeteoRed
Provincia/Región
Buenos Aires


Las entidades de productores advierten sobre el impacto humano y productivo de las inundaciones. Denuncian que la paralización de las obras del Salado mantiene a millones de hectáreas expuestas al agua.
La provincia de Buenos Aires atraviesa una de las peores emergencias hídricas de las últimas décadas. Según un relevamiento de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), ya son más de 3 millones de hectáreas las que presentan algún tipo de afectación, desde suelos encharcados hasta campos completamente bajo agua.
La crisis impacta en la economía productiva, pero también en la vida cotidiana de miles de familias rurales. Hay parajes donde los chicos no pueden asistir a la escuela, donde una ambulancia no logra llegar si alguien se enferma y donde la conexión con los pueblos se volvió una odisea.

El mapa de la emergencia
El epicentro de las inundaciones se ubica en el partido de 9 de Julio, con 162.474 hectáreas afectadas. Allí se combinan 61.731 hectáreas inundadas, 52.408 muy anegadas y 48.335 en anegamiento total.
Le siguen Lincoln, con 150.587 hectáreas comprometidas, y Bolívar, con otras 140.528. El panorama se agravó en los últimos dos meses, cuando las lluvias acumuladas expandieron la crisis hacia la cuenca del Salado, donde más de dos millones de hectáreas permanecen comprometidas.
El problema no es nuevo y la ruralidad insiste en que no se trata solo de fenómenos climáticos extraordinarios. Para CARBAP, el retraso en las obras hídricas y la falta de un plan integral agravan cada episodio de lluvias intensas y convierten a la provincia en un escenario de desastre repetido.
“Detrás de cada campo inundado hay una familia que sueña con seguir viviendo en el lugar donde nació. No estamos hablando solo de agua, estamos hablando de vidas”, alertó la entidad en su comunicado.

Un plan inconcluso
En medio del reclamo por financiamiento y aplicación de la Ley de Emergencia Agropecuaria, emergió con fuerza la voz de Alberto Larrañaga, presidente del Consejo Asesor del Plan Maestro del Salado. El dirigente cuestionó la paralización de tramos claves de la obra y recordó que más de 20 años después de su lanzamiento, el proyecto sigue inconcluso.
“Hace más de 20 años que se proyectó la canalización del Salado, pero los retrasos y la paralización de tramos claves hicieron que hoy millones de hectáreas sigan expuestas a las inundaciones. En diálogo con Meteored, Larrañaga brindó detalles acerca de la magnitud de las zonas afectadas y del impacto negativo que tiene la falta de obras.
La Cuenca del Salado abarca 17 millones de hectáreas, es el corazón productivo de Buenos Aires, donde conviven la ganadería de cría, la agricultura extensiva y comunidades rurales enteras.
El punto más crítico es el tramo IV.2, un sector de apenas 30 kilómetros entre Ernestina y Elvira. Larrañaga lo describió como un “tapón hidráulico” que frena el escurrimiento del río y provoca desbordes aguas arriba, anulando los beneficios de más de 400 kilómetros ya dragados.
La paradoja, según el dirigente, es que los fondos existen. El Fondo Hídrico Nacional cuenta con más de 175 mil millones de pesos depositados en el Banco Nación, dinero que debería financiar la continuidad del plan.
Según Larrañaga "la plata está, los productores la aportan todos los años, pero las obras no avanzan". El reclamo apunta a que se reactive de inmediato el tramo IV.2 y se inicie el tramo V, junto con canales secundarios que permitan ampliar el efecto del dragado hacia los sectores más deprimidos de la cuenca.

En qué consiste el Plan Maestro del Salado
El Plan Maestro del Salado se lanzó en 2003 con la meta de completarse en 15 años. Diseñado como una de las canalizaciones de llanura más extensas del mundo, implicaba un movimiento de suelos comparable a megaproyectos internacionales como el Canal de Panamá.
Sin embargo, dos décadas después, la obra solo se ejecutó de manera parcial. Licitaciones demoradas, pagos incumplidos y cambios de prioridades políticas frenaron un proyecto que debía proteger a la región más productiva de Argentina de las recurrentes inundaciones.
Cada tramo inconcluso se transformó en un cuello de botella que multiplica los problemas. “Cada año de demora implica dos años más para completar la obra. Y mientras tanto, hay gente que no da más. Esto no es un reclamo sectorial, es una emergencia que golpea a toda la ruralidad bonaerense”, remarcó Larrañaga.

Impacto social y productivo
El avance del agua paralizó tambos que no pueden sacar la leche, afectó cosechas de maíz y trigo y obligó a vender hacienda de manera forzada por la falta de pasturas. Las pérdidas millonarias se combinan con el deterioro de la vida cotidiana en las comunidades rurales.
En muchos pueblos, los caminos rurales se transformaron en trampas de barro, las recaudaciones municipales cayeron en picada y las familias quedaron atrapadas en un círculo de aislamiento e incertidumbre. Para los productores, se trata de un escenario repetido que desnuda la falta de infraestructura y la ausencia de respuestas oficiales.
La situación recuerda otros episodios críticos de inundaciones en la provincia, como las de 2017, cuando la falta de obras y la saturación de la cuenca generaron daños millonarios. Hoy, ocho años después, los reclamos se repiten con la misma urgencia.
La ruralidad bonaerense enfrenta así un presente marcado por la incertidumbre. Miles de familias viven con el temor de que la próxima lluvia desborde otra vez los campos y corte los caminos, mientras esperan que el Estado cumpla con una deuda estructural que lleva dos décadas sin saldarse.
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Los bosques del sur asediados por el calor y las sequías

 


Sequías y calor, una vez más, están poniendo en riesgo a los bosques del Sur

Fecha de Publicación
: 19/09/2025
Fuente: Diario El Dia de La Plata 
Provincia/Región: Patagonia


No puede menos que causar preocupación el informe de que los bosques patagónicos de nuestro país atraviesan un alarmante proceso de deterioro, según lo revelaron en las últimas jornadas fuentes académicas. Episodios de mortalidad masiva de árboles, asociados a sequías extremas y al aumento de las temperaturas, han sido documentados en distintas regiones cordilleranas. La evidencia acumulada en las últimas décadas muestra que no se trata de un hecho aislado, sino de un proceso en expansión.
El fenómeno fue tema de un encuentro organizado por la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, en cuyo transcurso un ingeniero forestal de la Universidad Nacional de La Plata e investigador superior del Conicet alertó sobre la gravedad de la situación.
“La Cordillera, donde tenemos recursos emblemáticos claves, como los bosques y los glaciares, está sufriendo un calentamiento bien marcado”, señaló el investigador platense, al explicar que los niveles actuales de dióxido de carbono en la atmósfera son los más altos en cuatro millones de años.
Se informó asimismo que la evidencia reunida muestra un fuerte cambio en las temperaturas en la región, acompañado por una reducción en las precipitaciones. Mientras que entre 1950 y 1980 apenas hubo dos veranos con lluvias inferiores a 100 milímetros, desde entonces, esa escasez se viene registrando de manera habitual.
Cabe señalar que los bosques patagónicos andinos ocupan unas 3 millones de hectáreas y conforma uno de los patrimonios y reservas forestales más valiosos del mundo, que, también, se ve asediado por la continuidad de grandes incendios que reducen su superficie.
El especialista platense alertó que ya en los años 80 se detectó una llamativa mortandad de cipreses en cercanías de Bariloche y que con el paso de los años el panorama se extendió a otras especies, como la lenga y el coihue. Una de las áreas más afectadas es la del lago Mascardi, aun cuando también el problema se advierta en la Isla Victoria en donde más del 75 por ciento de los árboles murieron por la extrema sequía del año 2000.
Según se indicó ahora, investigadores de distintas entidades científica –Conicet, INTA, universidades- como paso inicial pusieron en marcha una red federal de monitoreo de bosques, de modo de contar con conocimientos que permitan apelar a medidas que serían las correctas para garantizar un positivo manejo de los bosques y su mejor adaptación al cambio climático.
No resulta ocioso enfatizar acerca de la importancia que reviste este tema, tanto para la vida natural de uno de los territorios más ricos del país como para la intensa actividad económica que emana de esos patrimonios forestales.
De modo que aparece como plenamente justificado que se enciendan alarmas en el país y que se haya decidido analizar y adoptar políticas capaces de revertir un proceso tan negativo.
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Piden ATN para la prevención de emergencias socioambientales

 


Piden que los ATN tengan como destino la prevención de emergencias socioambientales

Fecha de Publicación
: 13/08/2025
Fuente: Página 12
Provincia/Región: Nacional


Organizaciones ambientalistas presentaron en el Congreso de la Nación un proyecto de ley para reformar el régimen de asignación de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) con el objetivo de que sean destinados a la prevención de emergencias socioambientales como las que vienen atravesando distintos puntos del país en los últimos años. La presentación se da en el marco de la discusión en el Congreso del proyecto impulsado por gobernadores modificar los ATN, y las organizaciones proponen que esos fondos se destinen directamente a políticas para prevenir inundaciones, olas de calor, incendios y sequías, entre otros tipos de emergencias. 
La elaboración del proyecto está encabezada por la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), ycuenta con el apoyo de otras catorce organizaciones como Amnistía Internacional, Aves Argentinas, Patagonia Natural, Confederación Mapuche de Neuquén, la Fundación Hábitat y Desarrollo y la Fundación Biodiversidad Argentina, Espacio de Trabajo Fiscal para la Equidad, entre otras ONG. Andrés Nápoli, director ejecutivo de la FARN, sostuvo sobre el proyecto que "apunta a dotar a los gobiernos provinciales de recursos genuinos que les corresponden y que les permitirán afrontar las emergencias sociales que producen los desastres naturales y a no tener que mendigar asistencia al gobierno nacional para estos casos".
Para esto, el articulado de la iniciativa prevé que los ATN se dividan en dos componentes: un 40 por ciento destinado a que las provincias realicen obras públicas para la prevención de "desastres sociambientales", y un 60 por ciento para la creación del llamado Fondo Fiduciario de Intervención en Desastres Socioambientales, con el objetivo de "dar respuesta inmediata ante emergencias como inundaciones, incendios, temporales u otros eventos extremos, como los ocurridos en Comodoro Rivadavia, Zárate - Campana o Bahía Blanca". El texto establece que los fondos se distribuirán a las provincias en caso de que en un plazo de tres meses no ocurra un evento de este tipo. Prevé, además, que cada provincia tenga la potestad de decidir a qué acción o política específica destinarán los fondos para las obras, teniendo primero que elaborar propuestas concretas para acceder a ellos.
Según indican desde FARN, todo esto serviría para cumplir con siete objetivos: fortalecer las capacidades locales para la prevención de desastres socioambientales, contar con recursos disponibles de forma inmediata ante las emergencias, mejorar la justicia distributiva de los ATN, integrando criterios ambientales, incrementar la transparencia y eficiencia en la asignación del gasto nacional, articular la política fiscal con las políticas de ambiente y desarrollo territorial, contribuir al cumplimiento de compromisos internacionales asumidos por la Argentina, como el Acuerdo de París y la Agenda 2030, y generar trabajo ya que las obras públicas aparecen como fuente de creación de empleo local.
Los ATN ya forman parte del Régimen de Coparticipación siendo el único monto de asistencia financiera de libre disponibilidad para el Gobierno nacional, que en principio debe distribuir el dinero para atender situaciones de emergencia o desequilibrios financieros, pero que en el último tiempo se han transformado en un instrumento discrecional de acuerdo a criterios políticos. Se trata del 1 por ciento de los fondos de coparticipación que queda libre entre el 42,34 por ciento que acapara el Gobierno nacional y el 56,66 por ciento que debe ir automáticamente a las provincias.
En el marco del ajuste sobre las provincias, remarca la FARN, en 2024 el gobierno de Javier Milei giró menos de 50 mil millones de pesos cuando durante todo el año se habían recaudado casi 680 mil millones de pesos para ATN, por lo que el 93 por ciento del total quedó sin ejecutar. En ese contexto se discute en el Congreso el proyecto impulsado por los gobernadores para hacer que los ATN sean directamente coparticipables de forma automática. Las organizaciones advierten en este sentido que, de aprobarse esa ley, de todos modos el reparto seguirá siendo "sin destino específico para su utilización" y "sin garantías de atención a las catástrofes, y menos aún la construcción de infraestructura preventiva".
Con el proyecto elaborado por la fundación, y tomando los números del año 2024, indican que se podrían distribuir cerca de 272 mil millones de pesos para obra pública preventiva y casi 408 mil millones para el fondo fiduciario ante emergencias. Los economistas de la fundación, Ariel Slipak y Matías Cena Trebucq, realizaron un estudio sobre el posible impacto financiero de estos montos y concluyeron que "más allá de que el superávit fiscal no deba ser un propósito en sí mismo, estos volúmenes de fondos ni siquiera comprometen las metas fiscales del gobierno".
Desde la FARN indican también que, según el Banco Mundial, las inundaciones representan el 54 por ciento de los desastres naturales registrados en Argentina desde el año 1970 y que le cuestan al país alrededor de mil millones de dólares al año. Además, aproximadamente el 28 por ciento de la población vive en zonas propensas a inundaciones, por lo que el proyecto presentado en el Congreso permitiría "evitar pérdidas económicas y humanas irreparables debido a la falta de prevención y de una planificación urbana adecuada ante estos eventos climáticos extremos".
Camila Mercure, coordinadora del área de Política Climática de la fundación sostuvo en este sentido que "la adaptación al cambio climático debe ser una prioridad en un país atravesado por inundaciones, sequías e incendios cada vez más frecuentes". "Se trata de anticiparnos a los impactos, de invertir en infraestructura y planificación para evitar pérdidas humanas y económicas, y de transformar fondos hoy discrecionales en una herramienta federal, transparente y orientada a reducir las vulnerabilidades frente a los eventos extremos que seguirán intensificándose", concluyó.
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Si, el frío extremo también es parte de la crisis climática

 


"La ola de frío es una consecuencia del cambio climático"

Fecha de Publicación
: 05/07/2025
Fuente: Página 12
Provincia/Región: Nacional


Si bien se espera que la ola de frío termine pronto en todo el país, activistas y meteorólogos advirtieron que es un resultado de la crisis climática.
Este miércoles fue el día más frío de los últimos 34 años en la Ciudad de Buenos Aires --alcanzó los 1,9 bajo cero-- y en El Palomar --localidad bonaerense de zona oeste-- la mínima llegó a -7,4 grados, por lo que hizo más frío en la provincia de Buenos Aires que en Tierra del Fuego. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) confirmóque se dieron todas las condiciones para declarar oficialmente la ola de frio en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Sin embargo, Cindy Fernández, vocera del SMN, comentó en comunicación con Página/12 que se declaró la ola porque se cumplieron ciertas temperaturas mínimas y máximas durante tres días consecutivos, "pero mirando los pronósticos del jueves en la ciudad de Buenos Aires, ya la temperatura máxima pronosticada no cumple con el criterio de ola de frío".
De todas formas, varias localidades tienen una ola de frio cercana a los cinco días: Trelew, Puerto Madryn, Puerto Deseado, entre otras. "El frío empieza a aflojar a partir de ahora. De hecho ya se espera que las temperaturas empiecen a aumentar de a poquito y es probable que la ola de frío se corte", añadió Fernández.
Para la meteoróloga es llamativo las temperatuas muy bajas en muchas localidades: "estamos hablando de temperaturas de 15 grados bajo cero o casi 19 grados bajo cero en algunos sectores de Patagonia. Cuando tenemos erupciones de aire muy frío, esos son valores que se alcanzan", aclaró. En Chubut, las bajas temperaturas congelaron la Cascada de Opazo, de 30 metros. Este fenómeno natural no es la primera vez que se produce, pero sorprendió por el grado de petrificación y la poca presencia de agua líquida en movimiento. 
También causó revuelo que la cascada Salto del Tigre, de casi 22 metros de altura --ubicada entre Córdoba y San Luis-- se congelara. La zona en la que se ubica alcanzó los 6 grados bajo cero.
Aunque Fernández también recordó que el año pasado "tuvimos cuatro días consecutivos con temperaturas de 7 grados bajo cero en el Palomar" y antes y después de ese período hubo temperaturas muy bajas.
Diferentes meteorólogos coincidieron en una de las consecuencias del cambio climático es que la temperatua varíe entre extremos, tanto de mínimas cuanto de máximas. Aseguraron que en las últimas décadas la corriente circumpolar antártica --de vientos muy fuertes que rodean la Antártida-- se está debilitando y el aire frío de la Antártida se escapa y se desplaza hacia otras latitudes. Por eso, existen estas erupciones de aire frío y se pueden alcanzar los extremos de bajas temperaturas.
Bruno Sitore, integrante de Jóvenes por el Clima, explicó: "cuando hablamos de cambio climático, pensamos en el calentamiento global, pero en realidad lo que sucede es que aumenta la variabilidad climática y los fenómenos climáticos extremos. No es sólo que aumenta la temperatura y en verano voy a tener más calor, sino que tiene que ver con una mayor ocurrencia, mayor intensidad y mayor frecuencia de fenómenos climáticos extremos como inundaciones y sequías". Y tamién olas de calor y de frío más virulentas, más largas y que se presentan tanto temprana como tardíamente.
"Hay varios peligros: por un lado, el negacionismo climático y, por otro, el sentimiento de desesperanza que producen los efectos de la crisis. Cuando vemos Bahía Blanca o la provincia de Buenos Aires inundada, vemos todas las pérdidas y nos damos cuenta de que individualmente no podemos hacer nada. Eso genera un sentimiento de angustia, de apatía que es muy peligroso. Hoy incluso, mirando a los riesgos en términos de información, me preocupa más la apatía climática que el negacionismo abierto", aclaró.
Sitore argumentó que mientras que el negacionismo se puede combatir y que eventualmente será imposible negar la crisis climática, la apatía es un problema "más grande porque es un reconocimiento de la crisis y una resignación a no actuar". Los eventos climáticos extremos tienen un impacto directo en la cuestión económica de los países y de los individuos: "si tenemos menos plata tenemos menos presupuesto para poder adaptarnos a la crisis, el impacto psicológico y el impacto social de tener poblaciones cada vez más pauperizadas y países que, en vez de ganar plata, la pierden y no pueden invertirla en bienestar", agregó.
Pero, el militante ambientalista resaltó las responsabilidades diferenciadas entre los países: no es lo mismo ser Argentina que ser Estados Unidos --el responsable de alrededor del 20% de las emisiones históricas de gases contaminantes-- por su régimen de consumo y de producción. "Los modos de consumo y producción, sobre todo de los países del norte global, generan un sobregiro de la Tierra, que los recursos no den abasto y esto cada vez se vuelve más manifiesto y más profundo. Ese es el gran problema", afirmó.
Este jueves, mañana,  Argentina alcanza ese día donde agota los recursos que puede regenerar en un año. "Intentamos consumir recursos infinitos y obtener un crecimiento infinito en un planeta que es finito. Eso por lógica misma es imposible", sostuvo Sirote.
En ese sentido, Matías Arrigazzi, especialista en biodiversidad de Greenpeace Argentina, indicó: "Proteger los bosques, conservar los glaciares y promover una transición energética justa son pasos fundamentales si queremos construir un modelo de desarrollo que esté alineado con los ciclos de la naturaleza y no en su contra". 
"Los efectos de esta crisis los vamos a vivir en los próximos 10, 20, 30, 50 años. Los efectos de las emisiones que estamos viendo hoy nos van a afectar de una forma muchísimo más precipitada que la que nos afecta hoy. Entonces, me parece importantísimo que los jóvenes estemos organizados y podamos participar en cuestiones de política climática, sobre todo en un contexto de derechas que incluso son negacionistas del cambio climático", añadió Sirote.
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Otro temporal brutal, ahora en Santa Fe

 


Fuerte temporal en Santa Fe: un muerto, destrozos, evacuados, inundaciones y clases suspendidas

Fecha de Publicación
: 28/05/2025
Fuente: Página 12
Provincia/Región: Santa Fe


Afectó principalmente a las localidades santafesinas de Vera y General Obligado. El alerta meteorológico rige hasta la noche. En Corrientes, Misiones y Chaco también rigen avisos por condiciones climáticas peligrosas para la vida.
A dos semanas del temporal que provocó víctimas fatales y desastres en infraestructura en las localidades bonaerenses de Campana y Zárate, una fuerte tormenta azotó  esta madrugada a la provincia de Santa Fe: según reportaron las autoridades, hay una persona fallecida, destrucciones materiales, evacuados, inundaciones y clases suspendidas en varias localidades producto de la abundante lluvia en pocas horas.
Un aviso meteorológico por "tormentas fuertes con lluvias intensas y ráfagas" se mantiene desde las 16 de este lunes para las localidades de General Obligado y Vera, las más afectadas de la provincia santafesina, según la Secretaría de Protección Civil y Gestión de Riesgos.
En rigor, la ciudad santafesina de Vera es la que se encuentra en una situación más crítica, ya que cayeron más de 400 mm de agua, un volumen que equivale al promedio histórico de meses en la región central del norte santafesino.
En el marco de esta situación extraordinaria, la Municipalidad de Vera decretó la emergencia hídrica y la junta de Protección Civil comenzó a coordinar la asistencia a sus habitantes.
En ese lugar, varios vecinos debieron ser evacuados ante las inundaciones por la fuerte precipitación. Asimismo, una mujer murió de un infarto al ver que su casa de inundaba, según contó su hijo a las autoridades policiales. Otras personas fueron hospitalizadas por ataques de pánico y hasta se registró una emergencia obstétrica que demandaba atención urgente, según describió La Capital de Santa Fe.
La intendenta de Vera, Paula Mitre, confirmó que la ciudad, ubicada a unos 500 kilómetros de Rosario, se convirtió en el escenario de una "catástrofe" debido a las abundantes precipitaciones.
Las imágenes de los estragos que provocó la tormenta en esas localidades de Santa Fe empezaron a circular por las redes sociales desde la madrugada de este martes. Lo que se ve son calles anegadas, autos que estaban estacionados en las calles sumergidos en el agua, y personas intentando cruzar a pie las correntadas de agua con algunas pertenencias o niños y mascotas a cuestas.
Los vecinos de los barrios de Martín Fierro y San Martín de Porres habrían sido los más afectados. El centro barrial de esta última zona es uno de los cuatro puntos de atención a quienes abandonaron sus hogares. El resto fue trasladado a los clubes Huracán, Ferro y Gimnasia.
En este contexto, desde la Municipalidad informaron que ya se encuentra en la ciudad “personal de la Secretaría de Protección Civil de la Provincia colaborando con la junta local”. Asimismo, se espera que, a primera hora hoy llegue a Vera “maquinaria y equipos de la Secretaría de Recursos Hídricos para ayudar ante la emergencia climática”.
Asimismo, en respuesta a la dramática situación que viven distintas localidades santafesinas, varias escuelas suspendieron las clases en todos sus niveles. Se dispuso también que los empleados municipales que no estén involucrados en las tareas de emergencia queden desafectados de sus funciones el martes.
La Municipalidad de Vera convocó a la Junta de Protección Civil local para coordinar las tareas de emergencia, y se estableció un Centro de Evacuados en el Club Gimnasia. Hasta la medianoche de este lunes, 28 personas habían sido evacuadas a este lugar. Además, se habilitó una línea telefónica (3483-490824) para asistir a las familias que requieran evacuación.
Además, una dotación del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Reconquista, liderada por el jefe César Romano, se desplazó a la ciudad antes de la medianoche para brindar apoyo junto a otros cuarteles de la región.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, para lo que resta de este martes continuarán las tormentas fuertes hasta la noche en gran parte de la provincia santafesina. En la mañana todavía rige el alerta naranja, por lo que las autoridades piden que la gente no salga de sus casas. A las 08.44 de hoy emitieron un aviso a corto plazo para el noreste de la provincia de Santa Fe, gran parte del noroeste de Corrientes, y el sureste de Chaco.
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Crecen los eventos climáticos extremos, pero la política ...

 


Crecen los eventos climáticos extremos, pero la política los ignora

Fecha de Publicación
: 26/05/2025
Fuente: La Nación
Provincia/Región: Nacional


A pesar de que fenómenos como inundaciones, olas de calor o sequías van en aumento, el ambiente y el clima están ausentes de la agenda en un año electoral
Según el sexto informe de evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), el calentamiento global ya ha alcanzado aproximadamente 1,1 °C por encima de los niveles preindustriales y se espera que llegue a 1,5 °C entre 2030 y 2035 si no se toman medidas drásticas. Este aumento de temperatura está provocando aumentos en la frecuencia e intensidad de fenómenos extremos como olas de calor, sequías, inundaciones y el derretimiento de glaciares, con consecuencias irreversibles para ecosistemas y comunidades humanas.
Esta situación se refleja en la Argentina en eventos recientes que aún resuenan en la opinión pública y continúan generando sufrimiento a las personas damnificadas. En 2022 la provincia de Corrientes perdió alrededor de 1 millón de hectáreas por los incendios forestales y rurales; durante el verano de 2025 se perdieron más de 50.000 hectáreas de bosques nativos en la Patagonia; en marzo de 2025 se precipitaron en Bahía Blanca más de 300 mm de lluvia en menos de 12 horas con consecuencias trágicas para la población; recientemente se repitió un evento de similares características en la zona noreste de la provincia de Buenos Aires con precipitaciones de entre 400 y 300 mm en 20 horas. Todos estos eventos han generado pérdidas humanas, materiales y enormes costos al sector público y privado para la asistencia y recuperación de los daños generados.
Así cómo la ciencia ha anticipado la manifestación de estos eventos, también ha indicado claramente qué debemos hacer para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que aceleran las manifestaciones del cambio climático y las consecuencias que vivimos cada vez con más intensidad, frecuencia y sufrimiento.
Reducir la quema de combustibles fósiles, promover el uso de las energías renovables y el uso racional y eficiente de la energía, frenar la deforestación y la conversión de los humedales y los pastizales naturales (generalmente realizadas para ampliar áreas agrícolas y ganaderas) han sido indicadas como medidas centrales para reducir la tendencia de aumento de la temperatura global y sus consecuencias. Sin embargo, la sociedad global ha reaccionado mal y tarde. Las medidas a realizar no han sido promovidas a la escala y en el tiempo apropiado.
El cambio climático está aquí, nos impacta, y sus efectos son claramente visibles. Es por ello que hay otro paquete de medidas sumamente necesarias, las de la Adaptación al Cambio Climático. En referencia a los eventos extremos que estamos sufriendo, toman relevancia los Sistemas de Alerta Temprana, su comunicación y la rápida puesta en marcha de las medidas preventivas. Las características extremas de los eventos suelen sobrepasar cualquier obra de infraestructura existente, no obstante, el mantenimiento y mejora de la infraestructura es sin duda otra política climática a implementarse.
En este aspecto es necesario reforzar la infraestructura verde y azul que se basa en el manejo de variables naturales y del ecosistema, por sobre la infraestructura gris que se basa en obras de ingeniería hidráulica o de construcciones materiales. En este aspecto es necesario reforzar lo que se conoce como Soluciones Basadas en Naturaleza, como la medida más apropiada para mejorar las condiciones de la biodiversidad, reducir el impacto del cambio climático y mejorar la calidad de vida de las personas.
Argentina ha iniciado un año con elecciones de medio término. La situación descripta tiene una alta vinculación con las variables económicas, sociales y ambientales del país. Lamentablemente el abordaje de una adecuada política climática y ambiental no forma parte de la campaña electoral. A la espera de que la clara evidencia de su importancia lleve a modificar el compromiso de la política pública, la Fundación Vida Silvestre Argentina refuerza su compromiso para colaborar y ser parte de la solución.

Por Manuel Jaramillo - Director general de Fundación Vida Silvestre Argentina
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Fuerte evento climático en el Conurbano

 


Otro evento climático extremo, otra inundación: ya no se puede mirar para otro lado

Fecha de Publicación
: 19/05/2025
Fuente: Tiempo Argentino
Provincia/Región: CABA - Buenos Aires


Más de 5000 personas evacuadas y otras tantas autoevacuadas en al menos once municipios, que van de Escobar a Exaltación de la Cruz y Salto, ante la caída de unos 400 milímetros, más de la mitad de lo que llueve en todo un año. La catástrofe y la solidaridad. Los eventos adversos se multiplican pero las soluciones estructurales escasean, en un país gobernador por una fuerza que descree del cambio climático y la obra pública.
De nuevo una inundación, de nuevo récord de lluvias. Antes fue Bahía Blanca, Santa Fe, Salta. Ahora es el norte de la Provincia de Buenos Aires, desde el conurbano hasta Salto. Son postales de dramas familiares y comerciales que también se vuelven advertencias, hasta ahora desoídas: el cambio climático dejó hace rato de ser ficción. Es una realidad con efectos concretos, que demanda respuestas estructurales. Obras de adaptación, campañas, la cooperación con el sector científico, alertas tempranas. Con un gobierno nacional que descree de este fenómeno y que impulsa un Estado ausente y el fin de la obra pública, la situación se vuelve crítica.
Hasta el sábado se registraban más de 5000 personas evacuadas y otras tantas autoevacuadas en al menos once municipios, que van de Escobar a Exaltación de la Cruz y Salto. Solo en éste último hablaban de 4000 evacuados en una situación social de emergencia, mientras la lluvia persistía durante gran parte de la jornada, superando en un par de días lo que llueve en la mitad de un año.
En conferencia de prensa al mediodía, en Puente 12, el gobernador Axel Kicillof contó que asisten a 30 comunas y adelantó que luego de las lluvias “vendrá un frente frío con vientos fuertes, por lo cual llamamos a no circular por las zonas afectadas ni salir a la ruta”. A esto hay que sumarle el caudal que arrastran ríos y arroyos.
“En Salto tenemos una crecida que puede llegar a ser la más grande de la que haya registro. Cayó mucha agua, pero la situación está bajo control”, relató el director provincial de Defensa Civil, Fabián García.
Pidió tomar conciencia a la ciudadanía (“Alerta roja indica que hay que seguir instrucciones oficiales, y si es ‘no circular’ se complica si un ómnibus con jóvenes haciendo turismo pasa por la zona roja en ese momento”); señaló que “se hicieron más de 20 rescates de personas que quedaron atrapadas en algún vehículo o agarrados de algún árbol para no ser arrastrados por el agua” y apuntó que “hay barrios muy anegados (como Santa Lucía, San Cayetano y San Luciano), la mayoría ubicados en sectores depreciados”.

Varados, aislados, inundados
El sábado por la tarde, el intendente de Zárate Marcelo Matzkin definió a la situación como una “catástrofe” y que en algunos barrios llegó a haber “hasta dos metros de agua”.
Una postal de estas inundaciones, en una región que bordea al río, fueron las lanchas y botes. Al punto que municipios como Campana llamaron a que los vecinos con embarcaciones se acercaran para sumarse al operativo de rescaste. Familias enteras pasaron días y noches sobre los techos. En Zárate y Campana, sindicatos (por ejemplo la UOM), sociedades de fomento, iglesias y clubes (el caso del CADU, Ciudad de Campana y Villa Dálmine) se abocaron a recibir donaciones y participar de ayudas. Las escuelas abrieron para ser centros de emergencia.
Por las redes se multiplicaron las vecinas y vecinos que ofrecían sus casas para que puedan dormir, comer o bañarse aquellos que perdieron todo. Juan López fue uno de los que ofreció por Facebook su casa en Pasteur 1214 para cualquier persona que “no tenga dónde ir con sus hijos” o que “precise dormir calentito”.
“En mis 20 años de intendente no he visto una creciente como esta. Nunca ha llovido tanto en tan poco tiempo. Es un desastre», sentenció el intendente de Salto, Ricardo D’Alessandro. La ciudad quedó aislada ante la inundación de todas las rutas que la rodean. Así lo describió el secretario General del Municipio, Camilo Alessandro: “no ha parado de crecer el río. Salto está anillado, están todas las rutas cortadas. Por lo tanto, cualquier tipo de ayuda de alguna ciudad vecina, está imposibilitada. Los Bomberos que han trabajado toda la noche tienen solamente dos lanchas para rescatar. Aquellos que ven que el agua les llega a sus casas, por favor, que salgan».
Rubén, de 76 años, fue uno de los rescatados por las lanchas en Campana. Contaba: “en mi casa tenía todos los artefactos de panadería, perdí todo, también las cosas de mis hijos, mi señora fallecida. Me dijeron: ‘antes que nada está tu vida, después lo material’”.
En la Ruta Nacional 9 el agua cubrió hasta la mitad de los árboles, lo que generó que quedaran varados numerosos vehículos, entre ellos dos colectivos de larga distancia con más de 40 personas dentro. Uno de ellos llevaba un contingente de niños. El reclamo fue unánime: habiendo pasado un día entero nadie de Vialidad Nacional se había acercado. En las ciudades quienes se pusieron al hombro los rescates fueron los propios grupos de vecinos y los bomberos voluntarios. A Campana llegaron “más de 200”, según calculó Hernán, del cuerpo de voluntarios de José C. Paz.
Por la noche del sábado el alerta roja abarcaba aún a 16 municipios. “Aunque deje de llover, el problema es el agua que baja del arroyo”, definió Marcelo, autoevacuado de Escobar, que fue en familia a la casa de su pareja. En el camino observaban camionetas tipo RAM enclavadas en medio del camino: “parecía El Eternauta”.
Hay otro factor que se suma a la crisis: la falta de energía. Hasta el sábado a la tarde, había 36.200 usuarios sin luz entre Edesur y Edenor. En Zárate, la cooperativa debió cortar el servicio de los barrios adyacentes a RN 193 porque la Planta Cementera Holcim quedó “totalmente anegada”, lo que afectó a la Empresa Transformadora CORCEMAR, ubicada en ese predio.

El cambio climático: ya no se puede mirar para otro lado
“Estamos afrontando el tercer día de tormenta, un fenómeno meteorológico muy inestable, por el que ya cayeron más de 400 milímetros de agua”, aseguró el sábado al mediodía el ministro de Seguridad bonaerense Javier Alonso. “Lo mismo que llovió en Bahía Blanca, pero en tres días”, acotaron desde la Gobernación.
Ya lo había sufrido el noroeste argentino semanas atrás, y seguramente lo sufra otro distrito más temprano que tarde. El problema es no relacionar todos estos eventos climáticos extremos y tomarlos como episodios aislados. El mayor ejemplo es el Gobierno nacional que en cada inundación dispuso el envío de los mismos funcionarios (y cuando la situación ya había explotado): Patricia Bullrich, de Seguridad, y Luis Petri de Defensa. Solo actuar en la contingencia.
¿Pero qué pasa antes y después de las lluvias? Un vecino de Campana lo definió ayer ante las cámaras: “esto se agrava por lo que viene de allá (señalando con su brazo al otro lado de la ruta). Ahí antes había humedales, ahora rellenaron todo y construyeron, y nadie dice nada. Se nos viene todo el agua de ahí”. Los códigos urbanísticos y el tipo de vivienda que se construye deberían contemplar estos eventos climáticos adversos, pero ocurre lo contrario, escasea el control y la planificación urbana en épocas en las que la bandera es la “desregulación”.
Mientras, no hay obra pública, ni campañas ni regulación ni apoyo a la ciencia, que es clave para afrontar estos sucesos, incluyendo a un Servicio Meteorológico que fue desmantelado en esta gestión nacional. Fabián García, director de Defensa Civil bonaerense destacó ayer que “desde que llegó Kicillof se creó una dirección de alertas propia que tiene 6 meteorólogos y contamos con un servicio de guardia más grande que a nivel nacional. Son situaciones complejas porque este tipo de tormentas es como si estuviera situada en varias partes de la Provincia y va descargando”.
La crisis va más allá: desde el presidente Javier Milei hasta el titular del Conicet, Daniel Salamone, rechazan al cambio climático y han llegado a reclamar una ciencia “basa en evidencias y no en ideologías”.
En noviembre de 2023 ya lo anticipaba a Tiempo la hoy ex titular de la Secretaría de Cambio Climático, Cecilia Nicolini: “históricamente la agenda climática era una agenda eminentemente de mitigación. Ahora bien, nuestra agenda también tiene que ser de adaptación, porque la crisis climática ya la estamos viviendo y donde más afecta es en nuestros países. Si vos negás los efectos climáticos vas a seguir perdiendo mucho más. O sea que además es antieconómico».
Y acotaba: «La clave no es solo analizar los costos de lo que vamos a invertir para la transición ecológica a la Argentina, sino lo que nos va a costar no invertir en eso. Y ahí vemos que los costos se van hasta quintuplicar. Hace muchos años que la ciencia nos alerta que la crisis climática existe y que los impactos van a ser cada vez más pronunciados. Y eso se viene acelerando. Las economías regionales, por su población e infraestructura, están mucho más expuestas a esta variabilidad climática. Entonces ahí uno tiene dos caminos: invertir en política climática, adaptándonos. O negar la realidad hasta que estalle”.  
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El clima preocupa a La Plata, capital de Buenos Aires

 


El cambio climático y sus consecuencias económicas sacuden La Plata: ecos de 2013 y un pronóstico preocupante

Fecha de Publicación
: 02/04/2025
Fuente: Portal InfoPlatense
Provincia/Región: Buenos Aires


Las lluvias extremas como las que arrasaron Bahía Blanca encienden alertas en la capital bonaerense. Entre pérdidas millonarias y un sistema al límite, vecinos temen otra tragedia mientras el costo económico de cada temporal se dispara. El recuerdo de 2013. Qué opinan los expertos. la región enfrenta un desafío claro: adaptarse al clima que viene o pagar un precio cada vez más alto.
Hoy estamos bajo alerta naranja. Los vecinos de La Plata se preocupan bajo el peso de un clima que no da tregua. Las lluvias extremas que a principios de marzo dejaron 16 muertos y devastaron Bahía Blanca encendieron las alarmas en la capital bonaerense, donde el recuerdo de la trágica inundación de 2013 –que se cobró 89 vidas– sigue fresco.
Vecinos, autoridades y expertos coinciden: las consecuencias económicas del cambio climático ya no son una amenaza lejana, sino una realidad que resuena en la región y alimenta discusiones urgentes.
El 7 de marzo, Bahía Blanca recibió 400 milímetros de lluvia en apenas ocho horas, más de la mitad de su promedio anual. Casas destruidas, puentes colapsados y un costo estimado en 400 millones de dólares marcaron el peor desastre climático en décadas para esa ciudad portuaria.
En La Plata, a 670 kilómetros, no hubo víctimas esa vez, pero las imágenes de calles anegadas y barrios vulnerables reavivaron el trauma de hace 12 años. «Volví a subir al tejado como en 2013, por las dudas», cuenta Marta Gómez, vecina de Tolosa, mientras señala las marcas de agua en su pared.
Los expertos no dudan en señalar al cambio climático como el gran amplificador. «El aire más cálido retiene más humedad, y eso intensifica las precipitaciones extremas», explica Pablo Canziani, climatólogo de la Universidad Católica Argentina. Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), eventos como estos serán más frecuentes si las temperaturas globales superan los 2°C.
En La Plata, la combinación de urbanización descontrolada y un sistema de drenaje obsoleto agrava el panorama. «Cubrimos arroyos con asfalto y casas, pero el agua siempre encuentra su camino», advierte Canziani.
Las pérdidas económicas preocupan tanto como las humanas. En Bahía Blanca, el sector agropecuario reporta casi 2 millones de hectáreas afectadas, con daños millonarios para productores rurales. En La Plata, comerciantes de zonas bajas como Villa Elvira estiman pérdidas de hasta el 70% de sus mercaderías tras las últimas tormentas.
«Cada lluvia fuerte es un golpe al bolsillo», dice Luis Pereyra, dueño de un almacén local. Estudios recientes proyectan que, sin medidas de adaptación, el cambio climático podría costarle a la provincia de Buenos Aires miles de millones anuales en infraestructura, agricultura y salud pública por el aumento de enfermedades como el dengue, favorecido por aguas estancadas.
El debate local se intensifica. Mientras el intendente Julio Alak anunció jornadas de limpieza de desagües y un plan de obras hidráulicas, vecinos exigen una acción concreta y no promesas. «Nos dicen que están trabajando, pero seguimos inundados cada año», reclama Gómez. En paralelo, la alerta naranja por tormentas severas emitida hoy por el Servicio Meteorológico Nacional –con ráfagas de hasta 100 km/h– mantiene a la ciudad en vilo, recordándole que el próximo golpe podría estar a la vuelta de la esquina.
La Plata evalúa sus vulnerabilidades, pero el tiempo no se detiene. Entre recuerdos de 2013 y un presente de incertidumbre, la región enfrenta un desafío claro: adaptarse al clima que viene o pagar un precio cada vez más alto.
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Salta y Chaco afectado por la crecida del río Bermejo

 


Por la crecida del río Bermejo, ya hay familias aisladas y viviendas inundadas en Salta y Chaco

Fecha de Publicación
: 26/03/2025
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Salta - Chaco


Se agravó la situación en el norte del país debido al aumento de los niveles de agua. En tanto continúan los trabajos de asistencia por la crecida del rio Pilcomayo
La crecida del río Bermejo comenzó a afectar a los habitantes de las localidades del norte de Salta y de Chaco —al límite de Formosa—, donde se registraron las primeras viviendas afectadas por la inundación. Familias enteras se encuentran completamente aisladas, debido a los caminos intransitables; y hay viviendas inundadas y sin acceso a servicios básicos como electricidad, agua potable y alimentos.
Por estas horas, el panorama es especialmente crítico en localidades como Las Vertientes, Larguero y El Chañaral, donde el nivel del agua rodeó por completo los asentamientos. Las complicaciones también alcanzaron a la zona del Chaco salteño. Según detalló el portal El Caudillo, hay parajes que quedaron “encapsulados”, sin posibilidad de recibir ayuda terrestre, con cortes de luz y un colapso del suministro de agua; y que ha puesto a la empresa de Servicio de Agua y Mantenimiento Empresa del Estado Provincial de Chaco (SAMEEP) a efectuar tareas para que la crecida no afecte la potabilización de la Planta de El Pintado. “Son muchas acciones realizadas en poco tiempo mientras seguimos avanzando en otras para dejar en condiciones toda la infraestructura de la empresa y llegar con una mejor prestación a los usuarios”, detalló sobre los trabajos, el coordinador de la empresa.
Si bien la Comisión Regional del Bermejo (COREBE) señaló que hay zonas en donde los niveles del agua comenzaron a descender —los ríos en la cuenca alta, como el Grande de Tarija e Iruya-Pescado—, aún continúa la situación crítica en la cuenca del Río San Francisco. En esta área geográfica los valores han aumentado, de acuerdo a lo informado por El Tribuno. Desde el portal también precisaron que mientras Rivadavia Banda Norte permanece rodeada de agua sin registrar evacuados, en los últimos tramos de la Ruta Provincial 13 las comunidades de Banda Sur están completamente anegadas.
El intendente interventor de Morillo (Salta), Marcelo Córdova, explicó en diálogo con el mencionado medio, que los caminos están seriamente comprometidos, lo cual puede agravar cualquier emergencia. Además, informó que se espera la llegada de ayuda en los próximos días para comenzar la distribución de módulos de asistencia. “Estamos esperando que llegue el helicóptero esta semana que viene, y comenzamos a distribuir los bolsones focalizados”, dijo. Sin embargo, aclaró que se trata de ayuda limitada por cuestiones logísticas.
La situación alcanzó también a comunidades wichi como La Esperanza, San Felipe, El Cocal, El Breal y Campo Pañuelo, que se encuentran completamente rodeadas por las aguas del Bermejo.

Como continúa la situación del Pilcomayo
Hace un poco más de una semana, el caudal de agua del río se elevó a uno de sus niveles históricos más altos, poniendo en aprietos a los pobladores que debieron abandonar sus viviendas e incluso algunas comunidades, quedaron incomunicadas. El pico se registró el 18 de marzo pasado, con 7,14 metros.
Uno de los puntos más críticos era el paraje La Gracia, donde caminos y viviendas se encontraban anegados. En tanto, localidades como Santa Victoria Este, Misión La Paz y Monte Carmelo también padecían las consecuencias del desborde. La mayoría de las personas evacuadas pertenecía a comunidades sin acceso a alimentos ni agua potable, donde el corte de la ruta 54 —principal conexión terrestre con varias localidades— obligó a desplegar operativos con lanchas y gomones para distribuir ayuda. Así lo detalló el comisario Diego Bustos, jefe de la Policía en la región. “En dos gomones seguimos trasladando a personas que quedaron anegadas en algunos parajes”, sostuvo días atrás en declaraciones a la prensa.
Mario Mimessi, titular del Ministerio de Desarrollo Social de Salta y la persona encargada de coordinar la ayuda humanitaria en la zona, señaló a la prensa que las tareas se realizaban minuto a minuto, no solo contra el río, sino también contra el clima.
En las zonas más comprometidas, los anillos de defensa que debían contener el avance del río habían sido desbordados, obligando a muchas familias a buscar refugio en zonas más elevadas. En algunos casos, los campos quedaron totalmente inundados, provocando la pérdida de bienes materiales y dejando a los pobladores sin posibilidad de abastecimiento.
A su vez, las autoridades sanitarias han advertido a los pobladores por enfermedades como el dengue o la leptospirosis, debido a la acumulación de aguas estancadas. Para prevenir contagios, el gobierno desplegó equipos de salud en las zonas afectadas, brindando atención médica y distribuyendo insumos sanitarios.
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Argentina con la peor anomalía climática de Sudamérica

 


Alerta para Argentina por la peor anomalía climática de Sudamérica y dos ciudades en el top 10 de calor atípico

Fecha de Publicación
: 20/03/2025
Fuente: Clarín
Provincia/Región: Nacional


Argentina es el país de Sudamérica que en el último trimestre tuvo la peor anomalía climática de toda Sudamérica, según un informe dado a conocer este miércoles por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y Climate Central. Entre diciembre y febrero, el desvío de los valores de temperatura ha llegado casi a un grado por sobre el promedio de los últimos treinta años.
Ambas organizaciones (una de Naciones Unidas y la otra independiente) atribuyen este problema al cambio climático. La anomalía en Argentina, de 0,9 grados, se despega del resto de los países de la región. En segundo lugar aparecen Venezuela, Paraguay y Ecuador, con 0.7 grados por encima del promedio histórico. Guyana y Bolivia siguen en la lista, con 0,6 grados. Chile tuvo una anomalía de +0,4 grados y Colombia, de +0,3. Brasil no aparece en en el top 10.
Otro ranking llamativo es el de las ciudades de Sudamérica que marcaron las mayores anomalías climáticas. Ahí, Córdoba lidera el ranking continental, con 1,2 grados por encima del promedio histórico. El segundo puesto es compartido por Barquisimeto, Venezuela; Guayaquil, Ecuador; Caracas, Venezuela; y Asunción, Paraguay (+1 grado). Buenos Aires entra en el décimo puesto, con +0,7 grados.
Estos elevados niveles de temperatura, explica la presentación, aumentan el riesgo para la salud de las poblaciones que los padecen. En Argentina, durante el trimestre analizado, hubo 40 días con esas condiciones, de los cuales 14 se atribuyen -a partir del cálculo de los meteorólogos- al cambio climático. Según adelantó Clarín, la anormalidad del clima en el país tendería a ceder durante el otoño.
A nivel global, la OMM confirma que 2024 fue el año más caluroso de la historia, con 1,55°C por encima de la media. Esto supera el récord anterior, establecido sólo un año antes. “Todos los diez años más calurosos registrados se han producido en los últimos diez años (2015-2024)”, destaca el trabajo.

Un panorama dramático
Otros datos relevantes del informe: las concentraciones de gases de efecto invernadero, que producen el calentamiento global, están en sus niveles más altos de los últimos 800 mil años; los océanos estaban más calientes en 2024 que en cualquier otro año registrado; el ritmo de calentamiento de los océanos es ahora el doble de rápido que antes de 2005; el nivel del mar alcanzó un máximo histórico en 2024 y el ritmo de aumento se ha duplicado desde que comenzaron las mediciones por satélite.
El trabajo de la OMM también destaca que “en los últimos tres años (2022-2024) se ha producido la mayor pérdida de glaciares jamás registrada”, y agrega: “El aumento del nivel del mar y el calentamiento de los océanos tardarían entre 100 y 1.000 años en revertirse, incluso si empezáramos hoy".
Sobre los fenómenos meteorológicos extremos, atribuidos al cambio climático, se informa que en 2024 provocaron el mayor número de nuevos desplazados desde 2008: 824.500 personas. Y que en 2024 se produjeron al menos 151 fenómenos meteorológicos extremos “sin precedentes”.
En América hubo 100 eventos reportados, principalmente olas de calor, sequías, inundaciones y ciclones tropicales, que causaron 354 muertes, 1,1 millón de heridos y 28.900 desplazados. Entre ellos, incendios forestales en Chile, sequía en México y partes de América Central, inundaciones en el sur de Brasil y olas de calor en Argentina.
“Aunque un solo año por encima de 1,5 °C de calentamiento no indica que los objetivos de temperatura a largo plazo del Acuerdo de París estén fuera de nuestro alcance, es una llamada de atención para que tomemos medidas”, afirmó la argentina Celeste Saulo, presidenta de la OMM.
La experta agregó: “Los datos de 2024 muestran que nuestros océanos siguieron calentándose y el nivel del mar siguió subiendo. Las partes congeladas de la superficie de la Tierra, conocidas como criosfera, se están derritiendo a un ritmo alarmante. Los glaciares siguen retrocediendo, y el hielo marino de la Antártida alcanzó la segunda extensión más baja jamás registrada. Mientras tanto, el clima extremo sigue teniendo consecuencias devastadoras en todo el mundo”.
Finalmente, Saulo dijo que “en respuesta, la OMM y la comunidad mundial están intensificando los esfuerzos para reforzar los sistemas de alerta temprana y los servicios climáticos para ayudar a los responsables de la toma de decisiones y a la sociedad en general a ser más resistentes a los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos”. Y advirtió: “Estamos avanzando, pero tenemos que ir más lejos y más rápido. Sólo la mitad de los países del mundo cuentan con sistemas de alerta temprana. Esto debe cambiar”.
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Salta. Inundaciones por desborde del Pilcomayo

 


Desesperación en poblaciones ribereñas ante el desborde del Pilcomayo

Fecha de Publicación
: 17/03/2025
Fuente: Página 12
Provincia/Región: Salta


La inundación también afectó a las poblaciones que se encuentran insertas en territorios donde hubo  grandes desmontes ubicados en la zona de Ballivián, en el departamento San Martín.
“Necesitamos urgente chalanas o gomones”. Este pedido de Amancio Martínez se elevó como exigencia a las autoridades de la provincia luego de que las comunidades de Misión La Paz (paraje que limita en la frontera con Paraguay, con la localidad de Pozo Hondo) quedaran aisladas por la llegada de las aguas del río Pilcomayo.
El miércoles último las autoridades habían anunciado la bajante de las aguas en la cuenca alta. El problema fue que, como se había indicado antes, los niveles del río en territorio argentino continuaban altos.
Ayer, la provincia informó que “los anillos del lado salteño están funcionando y se está trabajando para proteger a la comunidad. Actualmente en Misión La Paz se registran 6.30 metros y el comportamiento del río es variable”.
Se insistió en que si bien el cauce del río desciende, se registraron lluvias y un corte en la ruta provincial 54 entre La Estrella y Misión La Paz.
Por su parte, Martínez, quien es referente de la comunidad wichí Kilómetro 2 de Misión La Paz, contó anoche a Salta/12 que esta población junto a la de Kilómetro 1 y La Bolsa están aisladas desde la noche del miércoles por las crecidas del río.
En un video que se viralizó, Martínez mostró cómo las aguas del Pilcomayo habían anegado la ruta 54 y cruzar implicaba sortear la corriente con el agua llegando hasta la cintura. “Esta mañana quería cruzar pero no puedo porque es resbaloso y riesgoso y decidí volverme”, afirmó.
En esta circunstancia, “rogamos que no haya una emergencia en salud” porque no hay forma de salir a menos que sea por medio de gomones o chalanas que no tienen, dijo. Por eso pidió al Ministerio de Desarrollo Social que les provea de estos medios de transporte en la emergencia.
Martínez indicó que si bien la Policía Lacustre llegó con gomones, “no están cruzando a la gente” que quiere llegar a la comunidad. El transporte de pasajeros en colectivo que hace este recorrida deja a los viajeros en el punto donde el agua cortó la ruta, y para llegar a estas comunidades aisladas deben cruzar 200 metros en medio del agua. Pero los policías de la Lacustre “no cruzan a la gente porque dicen que no tienen combustible”, contó.
La preocupación no es solo por la posibilidad de una eventual urgencia de salud sino también por la provisión de comida. “Espero que los negocios aguanten y que podamos comprar”, manifestó. Y es que ante la crecida teme que haya un desabastecimiento, por lo que solicitó bolsones alimentarios para la asistencia.
Por su parte, Antonia Pérez desde la comunidad Santa María, contó que tras un corte de ruta en reclamo de asistencia lograron que la provincia les entregara bolsones. Contenían “un kilo de harina y un kilo de arroz y azúcar, leche en polvo y aceite nada más”, detalló.
Anoche Pérez seguía asustada porque persistían las lluvias y temían quedar aislados por completo dentro del anillo que los protege de las crecidas. Afirmó que hay familias que a raíz de la situación decidieron autoevacuarse.

Un desmonte que aísla
Las intensas lluvias registradas en el departamento San Martín afectaron a familias que viven en la zona del municipio de Ballivián, colonizada por los desmontes en la zona rural, y de Tartagal, ciudad cabecera del departamento.
Benjamín Roca, cacique en la comunidad wichí de La Corzuela, en Dragones (también del departamento San Martín), se comunicó con este diario para dar a conocer la situación que se vivía en Laguna Cuchuy, una de las poblaciones de Ballivián en donde estaba de visita y vió como las comunidades quedaron entrampadas en medio de la deforestación.
Desde hace tiempo se denuncia que en esta zona las cañadas rebalsan dejando aisladas a las familias cercanas y si no lo hacen, son los caminos los que quedan intransitables.
Roca sostuvo que en este caso no había llegado la asistencia alimentaria. En el mismo lugar, las comunidades indígenas coexisten con fincas que producen porotos. Las comunidades afirman que existe una suerte de acuerdo con los finqueros para que les den mercadería pero que se había incumplido.
Ante ello, decidieron frenar en el camino a uno de los contratistas de la finca para hacer el reclamo. Roca sostuvo que, de no tener respuesta de los bolsones, iban a evitar que cosechen la siembra.
El Ministerio de Desarrollo Social, en tanto, informó sobre la coordinación de un operativo aéreo para asistir a las familias aisladas por la crecida de cañadas en el municipio de Ballivián y del río, en Tartagal.
La directora General de Emergencia, Gabriela Locuratolo, detalló que en Ballivián se asistió a familias de los parajes; Corralito, Guamache, Providencia, El Cruce, Retiro, El Traslado, Zopota, Pescadito, San Francisco, Guachipas y El Escrito. Mientras que en Tartagal, se llevó ayuda a pobladores de los parajes El Paraíso, Paraje Arenales, Pozo Nuevo y Monteveo.
En total se entregaron más de 500 módulos alimentarios y los vuelos fueron coordinados con Aviación Civil. Se afirmó que la ayuda también habría llegado a Cuchuy.
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Como el temporal de Bahía Blanca fue influenciado por el CC

 


¿El cambio climático podría volver más frecuentes los temporales en Argentina?

Fecha de Publicación
: 13/03/2025
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Buenos Aires


Bahía Blanca y localidades aledañas del sudoeste bonaerense enfrentaron fenómenos extremos en 2023 y 2025. Qué dicen los expertos sobre la planificación urbana y la advertencia de un estudio del Conicet de 2012
El sudoeste de la provincia de Buenos Aires sufrió un fenómeno de lluvias extremas el 7 de marzo pasado. Con un total de 290 milímetros de lluvia que cayeron el viernes pasado, Bahía Blanca rompió el récord de precipitación diaria para su territorio, lo que derivó en inundaciones trágicas con más de 1.400 evacuados y la muerte de al menos 16 personas.
El fenómeno extremo hizo que, en apenas nueve días, marzo pasara a ser el mes más lluvioso en los registros de la ciudad, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El 16 de diciembre de 2023 otro fenómeno extremo, con ráfagas de más de 100 kilómetros, golpeó también a Bahía Blanca y 13 personas fallecieron como consecuencia de la caída del techo del club Bahía del Norte. ¿El cambio climático influyó en que se produzcan esos desastres?

El papel del cambio climático en los fenómenos meteorológicos extremos
Científicos de la Argentina, Francia e Italia difundieron hoy un análisis de lo que pasó en Bahía Blanca. Allí consideraron que “las condiciones meteorológicas de marzo de 2025 fueron excepcionales y están relacionadas principalmente con el cambio climático”.
Agregaron que “las modificaciones en las precipitaciones en Bahía Blanca sugieren un impacto significativo de actividades humanas”.
En el equipo se encuentran las investigadoras en ciencias de la atmósfera de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Marisol Osman y Silvina Solmon, que forman parte de ClimaMeter, que es un marco experimental rápido organizado por países de Europa.
Los investigadores alertaron que futuros eventos similares podrían intensificarse si las temperaturas globales superan los 2 grados, como advierten los modelos climáticos.
Por su parte, la doctora Carolina Vera, profesora emérita de la UBA y ex miembro del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), comentó a Infobae: “Los temporales se asocian con la ocurrencia de tormentas severas que producen lluvias intensas, como la que ocurrió en Bahía Blanca el viernes pasado”.
En el país -mencionó la doctora Vera- ya hay evidencias de que hubo un incremento en la frecuencia y la intensidad de los episodios de lluvias intensas en el contexto del cambio climático global. “Ese aumento se está produciendo incluso en zonas donde las lluvias están decreciendo en general”, completó.

¿Podrían ocurrir más fenómenos extremos?
En diálogo con Infobae, la doctora Paola Salio, investigadora especializada en tormentas del Conicet y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), comentó: “El Panel Intergubernamental de Cambio climático ya pronosticó que los fenómenos como los temporales o las sequías van a ser más extremos”.
Aclaró que los fenómenos de 2023 y 2025 en Bahía Blanca fueron diferentes: en el de 2023, las ráfagas de viento fueron las predominantes. En cambio, ahora el desastre se produjo por las lluvias y la inundación posterior.
“Sabemos que hay más riesgos de fenómenos extremos. Pueden ocurrir en áreas donde antes no se registraban, y las ciudades no están preparadas para esos impactos”, afirmó.
Los estudios de atribución permiten determinar si un evento meteorológico extremo está relacionado con el calentamiento global. También cuantifican la probabilidad de que el cambio climático haya aumentado la posibilidad de que ocurra ese evento.
En la Argentina, según la Organización Mundial de Migraciones, entre 2016 y 2022 se registraron 74.000 desplazamientos internos de personas debido a desastres, de los cuales el 94,5% fueron por inundaciones, el 2,7% por deslaves o corrimiento de tierra y el 2% por incendios forestales.
Según el Índice Mundial de Riesgo 2022, Argentina ocupa la posición 32 de 192 países en cuanto a su elevado riesgo ante desastres, debido a su alta exposición y limitada capacidad de respuesta.

Qué advirtió un estudio del Conicet en 2012 sobre Bahía Blanca
La ciudad de Bahía Blanca está ubicada en la cuenca inferior del arroyo Napostá, y enfrenta desafíos hidro-ambientales que combinan factores naturales y el impacto del crecimiento urbano.
En 2012, Paula Zapperi, científica del Conicet y del Departamento de Geografía y Turismo de la Universidad Nacional del Sur, publicó un estudio como parte de su tesis de doctorado en el que advertía que las precipitaciones intensas generaban anegamientos en áreas de menor pendiente de Bahía Blanca.
Mientras que en zonas más elevadas el agua provoca erosión en calles sin pavimentar, y eso desplaza materiales hacia sectores más bajos.
La investigadora, según contó a Infobae, analizó la hidrografía urbana de la ciudad y propuso soluciones para mitigar los problemas derivados de estos fenómenos.
De acuerdo con la tesis de Zapperi, al estar ubicada en la cuenca del arroyo Napostá, la ciudad de Bahía Blanca queda expuesta al escurrimiento de aguas provenientes de zonas más altas, lo que incrementa el riesgo de inundaciones.
Aunque diversas obras hidráulicas había reducido la frecuencia de estos eventos, los efectos de las lluvias intensas siguieron y afectaron especialmente a las áreas con menor inclinación del terreno.
En contraste, las zonas más altas experimentan procesos erosivos que agravan el deterioro de las calles no pavimentadas.
El estudio de Zapperi se centró en caracterizar el comportamiento del escurrimiento superficial en Bahía Blanca, así como en identificar las modificaciones realizadas sobre las condiciones naturales de drenaje.
Uno de los hallazgos más destacados del estudio fue la variación en los montos acumulados de precipitación en diferentes puntos de la ciudad.
Según el análisis que hizo antes de 2012, las mayores precipitaciones se registraron en el sector sur, una zona que enfrenta dificultades significativas para el escurrimiento del agua.
Por otro lado, en el noreste de la ciudad se observaron procesos erosivos que afectan tanto a la infraestructura como al entorno natural.
El estudio también incluyó mediciones del pH del agua de lluvia, que mostraron un leve aumento en comparación con los valores registrados en la década de 1980.
La investigación destacó que la expansión dispersa de Bahía Blanca encarece el tendido de servicios y el mantenimiento de las vías de circulación, lo que contribuye al surgimiento de problemas hidro-ambientales.
Este patrón de crecimiento urbano dificulta la implementación de soluciones integrales para el manejo del agua y aumenta la vulnerabilidad de ciertas áreas ante eventos climáticos extremos.
Zapperi identificó sectores de la ciudad con un mayor riesgo de inundación, lo que subraya la necesidad de una planificación urbana más eficiente. Es fundamental adoptar medidas que minimicen el impacto hidrológico del crecimiento urbano, para promover un desarrollo más sostenible y resiliente.

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Un estudio preliminar de expertos de varios países atribuye al cambio climático el trágico temporal en Bahía Blanca

Fecha de Publicación
: 13/03/2025
Fuente: La Voz del Interior
Provincia/Región: Buenos Aires


Evaluaron que las causas de variación climática natural tuvieron un impacto moderadio Advierten por el riesgo de propagación de enfermedades.
“Atribuimos principalmente el aumento de las precipitaciones en las inundaciones de marzo de 2025 en Argentina al cambio climático provocado por el hombre, y la variabilidad climática natural probablemente jugó un papel modesto”. Con palabras, un panel de expertos reunidos en el grupo de estudio Climate Meter anticipó una primera lectura sobre las causas del fenómeno que devastó Bahía Blanca el viernes pasado.
En Climate Meter participan investigadores las universidades de Columbia, Uppsala, Leipzig, Leicester🇺🇸, Bernach, entre otras. Firman el informe preliminar la italiana Erika Coppola, los franceses Nicolás Bodnariuk y Davide Faranca y las argentinas Marisol Osman, Silvina Solmon, ambas investigadoras de Conicet.
“Las catastróficas inundaciones que se produjeron en Bahía Blanca el 7 de marzo de 2025 fueron causadas principalmente por un fenómeno de lluvias intensas y sin precedentes. En un lapso de aproximadamente ocho horas, la ciudad recibió más de 400 milímetros (15,7 pulgadas) de lluvia, lo que equivale a su precipitación media anual. Este diluvio provocó graves inundaciones repentinas, que provocaron pérdidas de vidas, importantes daños a la infraestructura, incluida la destrucción de puentes y el colapso de carreteras asfaltadas. La rápida acumulación de agua desbordó los sistemas de drenaje de la ciudad, lo que provocó la inundación generalizada de viviendas, hospitales y calles. Además de esto, según los expertos médicos, se podría esperar la propagación de enfermedades como consecuencia próxima”, reseñan los investigadores.
“El evento -analizan desde el punto de vista metereológico- se produjo en el contexto de un frente frío que, en el momento del evento, se mantuvo bastante estacionario a lo largo de un eje noroeste-sudeste. Las anomalías de presión superficial muestran dos áreas de anomalías de presión negativas al norte y al sur de Bahía Blanca. Las anomalías de temperatura muestran una estructura compleja con áreas terrestres de anomalías positivas (+5°C) y negativas (-2°C), con un componente frío en el área de máxima precipitación. Los datos de precipitación indican cantidades diarias extremadamente altas que superan los 100 mm/día sobre la parte superior de la cuenca de Bahía Blanca. Los datos de velocidad del viento indican vientos moderados sostenidos (hasta 100 km/h) hacia la costa y sin vientos en el área más afectada por la precipitación”.
“Analizamos cómo eventos similares a las condiciones meteorológicas que llevaron a las inundaciones de Argentina han cambiado en el presente en comparación con cómo habrían sido si hubieran ocurrido en el pasado en la región de Bahía Blanca [66°O 58°O 36°S 42°S]. Los cambios de presión superficial no muestran cambios significativos (<1 hPa). Los cambios de temperatura muestran que eventos similares producen temperaturas similares a las del pasado. Los cambios de precipitación muestran que hay hasta 4 mm/día (hasta 7%) condiciones más húmedas en áreas localizadas de la región analizada. Los cambios de velocidad del viento han mostrado condiciones más ventosas reducidas, con disminuciones de hasta 4 km/h (hasta -10%) alrededor del área de Bahía Blanca y vientos más fuertes de hasta 4 km/h (hasta 10%) en el área costera al sur de Pedro Luro . También notamos que eventos pasados similares ocurren con estacionalidad similar en los períodos pasado y presente. Los cambios en las áreas urbanas revelan que Bahía Blanca, Villa Longa y Pedro Luro experimentan en el presente lluvias más intensas que en el pasado (+1,5 mm/día, es decir, hasta un 3% más de lluvia que en el pasado). La ciudad de Bahía Blanca y Pedro Luro también experimentan condiciones menos ventosas. Por último, descubrimos que las fuentes de variabilidad climática natural, en particular la Oscilación Multidecadal Atlántica, pueden haber influido solo parcialmente en el fenómeno. Esto significa que los cambios que observamos en el fenómeno en comparación con el pasado pueden deberse principalmente al cambio climático provocado por el hombre”, explican los expertos.
En otras palabras, lo dicen más simple de este modo: “concluimos que las condiciones meteorológicas que conducen a las inundaciones de marzo de 2025 en Argentina son localmente más húmedas en hasta 4 mm/día (7 %), en comparación con el pasado. Interpretamos las inundaciones de marzo de 2025 en Argentina como un evento impulsado por condiciones meteorológicas excepcionales cuyas características pueden atribuirse principalmente al cambio climático provocado por el hombre”.
Esto, recuerdan los investigadores, no surge de la nada. El Sexto Informe de Evaluación (AR6) del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) destaca que el cambio climático está influyendo en la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, incluidas las inundaciones, a nivel mundial. “Si bien el informe no proporciona detalles específicos de cada país en el caso de Argentina, ofrece información regional para América del Sur, que es relevante para este país. En particular, en el sudeste de América del Sur se han observado tendencias crecientes en la magnitud y frecuencia de los fenómenos de precipitación extrema con un nivel de confianza alto. Para el período 1950-2014, se ha detectado una tendencia positiva en las precipitaciones de verano en toda la región, que van desde 2,8 a 3,5 mm por mes y década. Esta tendencia también es evidente en los fenómenos de precipitación extrema tanto mensuales como diarios. El informe enfatiza que se espera que estos cambios empeoren con un mayor calentamiento global, en particular si las temperaturas globales aumentan más allá de los 2 °C. Para las proyecciones futuras, existe un consenso entre los modelos disponibles en cuanto a un mayor aumento para esta región, tanto para los fenómenos de precipitación extrema como para las inundaciones fluviales”, recuperan los investigadores.
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Tragedia climática en Bahía Blanca

 


Un diluvio trágico inundó a Bahía Blanca

Fecha de Publicación
: 10/03/2025
Fuente: Página 12
Provincia/Región: Buenos Aires


Cayeron más de 400 milímetros en menos de ocho horas. Provincia y Nación coordinan trabajos y Milei suspendió su viaje a Mendoza. Autos y heladeras navegando.
Más de 400 milímetros de lluvia caída en menos de ocho horas provocaron una verdadera tragedia climática en Bahía Blanca que, según los datos al cierre de esta edición, ya habían generado la muerte de al menos diez personas y una innumerable cantidad de daños en la infraestructura de la ciudad ubicada al sur de la provincia de Buenos Aires.
En Bahía Blanca flotaron y se hundieron autos, camas y heladeras que junto a parte del arbolado y postes del alumbrado público, navegaron a toda velocidad por las calles céntricas de la ciudad convertidas en río con rápidos, remolinos y hasta pequeñas cascadas por el empuje del agua y el viento.
Las precipitaciones habían comenzado a las 4 de la mañana y se extendieron a lo largo de toda la jornada. Con el paso de las horas, el alerta meteorológico se fue extendiendo hasta generar preocupación en otros distritos bonaerenses que activaron mecanismos preventivos que incluyeron la suspensión de actividades al aire libre. También pusieron en marcha centros de evacuación, incluso antes de las tormentas.
En general, Bahía Blanca se quedó sin luz, sin señal de celular, sin servicio de agua, con todos sus accesos cerrados y con la mayoría de las calles totalmente intransitables. Además de la parálisis general de los comercios, se suspendió la actividad la Planta General Cerri, operada por Transportadora de Gas del Sur S.A (TGS) que quedó fuera de servicio como consecuencia del temporal.
La situación generó imágenes angustiantes que pusieron en guardia al Gobierno nacional que, a diferencia de lo ocurrido en diciembre de 2023, esta vez coordinó acciones con la provincia y la municipalidad.
Por la mañana de ayer, el ministro de Gobierno de la Provincia, Carlos Bianco, se puso en contacto con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. El coordinador ministerial de Javier Milei pasó la posta a Patricia Bullrich, que arribó a la zona afectada pasadas las 18.30. Llego acompañada del ministro de Defensa, Luis Petri, y por personal de Prefectura Naval Argentina: recorrieron la zona.
El Presidente tenía previsto viajar a la Fiesta de la Vendimia en Mendoza, pero suspendió su agenda. Se trata de un cambio de actitud contundente respecto al temporal que azotó la ciudad en diciembre del 2023. Milei recién había asumido, gozaba de popularidad entre el electorado y optó por ir a votar a las elecciones de Boca antes de viajar vestido de fajina a Bahía Blanca. Con el intendente Federico Susbielles a su lado, en aquel momento dijo “confiar” en que la ciudad podía salir adelante por sí sola. Y se fue.

La ayuda
Esta vez no sólo cambiaron los contextos sino la gravedad del temporal, definido por los expertos como uno de los más graves de la historia de la ciudad. Por ahora Milei no tiene pensado dirigirse al lugar de los hechos. El ministro de Economía, Luis Toto Caputo, oficializó que, por pedido de Susbielles y Bianco, solicitó una ayuda económica de 10 mil millones de pesos para reparar daños, algo que fue autorizado por el Palacio de Hacienda. "Como mínimo es eso", avisó el ministro de Gobierno, teniendo en cuenta que esa fue la ayuda que se necesitó para la recuperación de la ciudad luego del temporal de 2023.
El Banco Nación también informó la activación de una línea de financiamiento para los clientes que se vieron afectados, que tendrá un plazo de hasta 72 meses, y un monto de hasta 7 millones de pesos para la reposición de heladeras, colchones y otros artículos del hogar que hayan sido dañados por la tormenta.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, firmó un decreto que declara la emergencia para disponer de los fondos necesarios para colaborar con la recuperación de la ciudad y brindar ayuda a los vecinos de las zonas afectadas. Se declaró  la emergencia en los partidos de Bahía Blanca, Coronel Rosales, Villarino, Puán, Coronel Suárez, Adolfo Alsina y Guaminí.
Desde el Congreso, la senadora Juliana Di Tullio, junto a sus pares bonaerenses Wado de Pedro y Maximiliano Abad, pidió formalmente la creación de un Fondo Especial de 20 mil millones de pesos para “ayudar a las familias afectadas y declarar la emergencia durante 180 días en la Provincia de Buenos Aires, especialmente en las ciudades de Bahía Blanca y Coronel Rosales”, el vecino distrito donde la tormenta también generó problemas de una magnitud similar.
Desde la Cámara de Diputados de la Nación se impulsó, con la firma de representantes de todas las fuerzas políticas, aunque sin La Libertad Avanza, una medida que reclama declarar “la emergencia ambiental, económica y habitacional por el término de noventa (90) días, prorrogables por igual plazo por el Poder Ejecutivo Nacional, en la Ciudad de Bahía Blanca, y en todos los municipios afectados de la Provincia de Buenos Aires, por el temporal que comenzó el día 7 de marzo de 2025”.
Allí se advierte que “el Poder Ejecutivo Nacional destinará una partida extraordinaria para intervenir y asistir inmediatamente a la reconstrucción de infraestructura y recuperación de las actividades económicas, sanitarias, educativas y sociales” y se advierte que las acciones deberán implementarse “en coordinación con el gobierno de la provincia de Buenos Aires y los gobiernos locales”. “Las prioridades y metodologías de distribución de los recursos asignados serán definidas conforme a la urgencia de las necesidades, con enfoque en el bienestar de las personas damnificadas y la restauración del medio ambiente y la biodiversidad afectada”, dice el proyecto.
Llegar a las zonas inundadas tampoco fue tarea sencilla. La intensa cantidad de agua caída obligó a la Dirección de Vialidad de la Provincia de Buenos Aires a cortar preventivamente el tráfico en la RN3, la RP65 y la RN35, y algunos ministros y funcionarios bonaerenses quedaron varados en el camino mientras la tormenta avanzaba y obligaba a otros distritos a activar alertas tempranas y paralizar la actividad en cada una de las ciudades.
El propio Kicillof decidió viajar hacia la ciudad cerca de la tres de la tarde, pero la situación climática le impidió hacerlo por vía aérea. La situación por tierra no era mucho mejor y el mandatario llegó pasadas las diez de la noche.
"Es una verdadera tragedia climática", consideró el gobernador que dijo que las gestiones de Bianco habían conseguido activar los fondos nacionales específicos para atender las catástrofes y los pedidos que buscarán canalizarse a través del Ministerio de Desarrollo Humano que comanda Sandra Pettovello. El ministro de Transporte bonaerense, Martín Marinucci, y el de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, activaron sus equipos de gestión para la ayuda en la región.
Otro de los que demoró en llegar por las lluvias fue el ministro de Seguridad, Javier Alonso, que una vez en la zona del desastre aseguró que lo ocurrido representa “una situación muy adversa con cosas nunca vistas”. “Cayeron 400 milímetros en 6 horas, mientras que la tormenta más fuerte en Bahía Blanca fue en la década de 1930, cuando cayeron 175 milímetros”, describió.
“Como es una zona rodeada de sierras, el agua drenó hacia la ciudad y la correntada provocó el colapso de rutas y puentes, por lo que estamos bastante incomunicados, con muchos camiones varados en la ruta y las banquinas socavadas, lo que hace muy difícil transitar”, explicó Alonso el cuadro que se mantenía al caer la noche.
Oficialmente se informó que son diez las víctimas fatales por el temporal, aunque durante toda la jornada se advirtió que por la complejidad de la situación, el número final presentará un saldo aún más trágico. Durante la noche había gente que todavía llegaba a los centros de evacuados y familias que todavía no encontraban a los suyos.
Al cierre de esta edición, la lista de evacuados superaba las 1.300 personas en los nueve centros habilitados en el Dow Center, el V Cuerpo Ejército, la Sociedad de Fomento Maldonado, el Centro Comunitario Loyola, el Centro Social Natan, Calle Belen, Capilla María Reina (Spurr), el Cine Unión y el Club Liniers.

El plan de emergencia
Ante la gravedad de la situación, la provincia de Buenos Aires activó un Comité de Emergencia Interministerial que puso en marcha a casi todas órbitas del Estado bonaerense. El Ministerio de Seguridad destinó agentes de Defensa Civil y personal especializado en rescate y seguridad siniestral. También se enviaron al sur provincial seis lanchas, botes semirrígidos y kayak, tres camiones de carga con materiales y recursos operativos, 17 camionetas y dos helicópteros.
El Ministerio de Desarrollo de la Comunidad envió colchones, frazadas, kits de limpieza, zapatillas, ropa, alimentos secos y pallets de agua para los damnificados, y se activó la Mesa de Respuesta Comunitaria en la Emergencia que realiza tareas de asistencia en los centros de evacuados. El Ministerio de Salud se encargó de la evacuación del hospital Penna, trasladando a los pacientes y reorganizando los servicios. Y ABSA puso a disposición dos nuevos camiones cisterna para la distribución de agua potable y se dispondrá el suministro de agua en sachets.
También se pusieron en marcha operativos desde las carteras de transporte y ambiente. Y el Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (Opisu) se sumó a las tareas de limpieza y mantenimiento para comenzar la reconstrucción de los daños materiales que afectaron calles y casas. Hacia Bahía Blanca viajaron albañiles, carpinteros y electricistas con camiones atmosféricos, otros para desobstruir sistemas de alcantarillado y algunos con agua potable.
A la ayuda provincial se sumó la de la Armada Argentina que envió un vehículo liviano, un Jeep grande, tres botes, dos camiones, un carretón, un camión taller, dos anfibios y 30 efectivos. Estos recursos fueron destinados a la zona de Parque Boronat, mientras que el Ejército concentró su trabajo en el canal Maldonado, en la evacuación del hogar del Anciano y el traslado de los pacientes de la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Penna.

Más Información:

Clarín. Las dos claves que desataron el caos climático en Bahía Blanca y por qué en CABA y GBA se demora la tormenta
Los videos de Bahía Blanca son impactantes. Autos que flotan "de punta" en calles que se convirtieron en ríos. Enfermeras que empujan las camas de los internados por los pasillos de un hospital completamente inundado. Bebés conectados a sueros que rápidamente son evacuados en brazos porque el agua está por tapar las incubadoras.

Tiempo Argentino. Bahía Blanca, epicentro de una catástrofe climática que desbordó todas las previsiones
La cifra de fallecidos ya llegó a 13 y equipos de rescate todavía buscan personas desaparecidas. Una ciudad que necesitará reconstrucción profunda. Más localidades en jaque por la tormenta.
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