Neuquén-Río Negro: estudian espacios de conglomerado

 


Usan la ciencia de datos para crear más espacios verdes

Fecha de Publicación: 15/08/2023
Fuente: Diario Río Negro
Provincia/Región: Neuquén - Río Negro


Investigadores estudian cómo planificar mejor los espacios públicos en el conglomerado de Neuquén, Cipolletti y Plottier
Para la planificación de las ciudades es muy importante tener en cuenta el entorno en donde se encuentran. El conglomerado que forman las ciudades de Neuquén, Plottier y Cipolletti posee características propias que lo distingue de otras zonas del país. También entre las localidades también hay particularidades por su urbanización.
El conglomerado está siendo parte de la mirada de investigadores de la Universidad de Flores (UFLO). Estudian sus rasgos porque resultan relevantes ante el escenario actual en el que ya se siente los efectos del cambio climático sobre los ecosistemas del planeta.
Los investigadores forman parte del laboratorio de Ecología de Bordes y se dedican a estudiar las relaciones de las ciudades con sus entornos urbanos y rurales. Actualmente llevan adelante cuatro proyectos de investigación. Abordan el estudio de humedales urbanos, el uso mixto del suelo entre zonas rurales y urbanas, la flora nativa en espacios urbanos, y las redes de biotopo, es decir, sobre áreas de condiciones ambientales uniformes que dan un espacio vital para un conjunto de flora y fauna.
Este último proyecto fue uno de los seis ganadores del concurso Datos Abiertos y Ciudades Verdes, impulsado por la Fundación Bunge & Born en Buenos Aires.
Leonardo Datri, docente y coordinador del Laboratorio de Ecología de Bordes de la UFLO, contó que consiste en conocer las infraestructuras verde-azul de las ciudades del valle. Significa que detallan todos aquellos componentes urbanos y rurales encargados de proveer de espacios verdes y de drenajes a las ciudades.
El investigador explicó que en la infraestructura urbana «se piensa no sólo las redes de agua potable, las redes viales, la provisión de energía eléctrica, gas, servicios sino también incorporar a la naturaleza que hace que las personas en las ciudades vivan mejor y que la ciudad funcione mejor. Eso tiene mucho que ver últimamente por el fenómeno del cambio climático, la necesidad de adaptar los drenajes y los espacios verdes», indicó.
Datri lo vinculó con los biotopos, que es una unidad que estudia la ecología que está compuesta por la parte física de los ecosistemas. El suelo, el relieve, los cuerpos de agua son así parte del biotopo. Todo esto llevó a que se indague sobre los biotopos que hay en las ciudades de Neuquén, Plottier y Cipolletti.
Lo primero que hicieron los investigadores fue identificar «unidades de biotopo específicas», ya que no todo es de manera homogénea.
Algunas de las que se detectaron fueron la barda (regionalismo que hace referencia al talud del valle), los humedales ribereños, pedemonte (parte inferior de barda donde se depositan sedimentos que se erosionan desde la barda), meseta (planicie de inundación de los ríos) y el valle, donde por ejemplo se encuentran las chacras.
Señaló que son unidades que hay que tener en cuenta a la hora de planificar la ciudad. Todo fue mapeado, y se marcó dónde están ubicados los espacios verdes públicos y aquellos lugares en donde no hay, pero que podrían contar con ellos.
«A cada espacio verde le hemos relevado atributos, por ejemplo, de accesibilidad, qué cantidad de servicios se le ofrece al visitante, como juegos infantiles,bancos o bicicleteros, entre otros. Hemos caracterizado la vegetación y el estado de mantenimiento de esos espacios verdes y hemos también estimado el tipo de biotopo sobre el cual está construido», agregó.
Todo esto llevó a diseñar propuestas. A partir de la información recabada, se crearon modelos de diseño de cómo esos espacios verdes podrían ser más sustentables.
«¿Cuáles son las bases para esos diseños? Por ejemplo, que no se alteren los humedales naturales. Que si hay humedales artificiales -como de hecho lo hay en las chacras- se debería sacar provecho de esa vegetación y de ese sistema artificial», expuso el biólogo.
Por otro lado, en cuanto a la distribución de espacios verdes en las tres ciudades, se calculó la distancia entre un espacio verde y las personas. Se tomó como parámetro lo que demora una persona en llegar caminando. Se puso diez minutos como umbral de tiempo.
«Todas las personas que viven a menos de diez minutos de un espacio verde estarían dentro del óptimo. Y los que están por encima de ese tiempo, marca una carencia de espacios verdes en ese sector», afirmó.
Marcó que ese criterio de diez minutos se está adoptando en muchas partes del mundo. Porque es lo que se considera que una persona, por ejemplo, con niños o una persona adulta mayor, demora en llegar si se encuentra a una distancia razonable que podría ser entre 300 y 500 metros, explicó.
Algunas de las conclusiones que se obtuvieron es que la mayor densidad de espacios verdes está en torno a los centros urbanos, y que hay más déficit hacia las periferias.
Además marcó otro punto a tener en cuenta: «Un patrón común a las tres ciudades es que el nivel de mantenimiento de los espacios verdes disminuye a partir de los 3.000 metros de los centros urbanos. Ofrecen servicios de menor calidad y presentan algún problema de mantenimiento», expuso.
Por otro lado, se detectó que Cipolletti tiene un mayor potencial «para incorporar infraestructuras verdes-azules a partir de soluciones basadas en naturaleza, en comparación de Neuquén o Plottier que han urbanizado humedales y planicies de inundación», indicó.
El experto agregó: “Las tres ciudades tienen los mismos biotopos. Pero en los biotopos de lo que llamamos el valle, el proceso urbano en Neuquén y en Plottier está avanzando justamente sobre esos sectores. Mientras que en Cipolletti todavía hay una franja bastante importante donde incluso hay actividad productiva intensa muy próxima a lo que sería la matriz urbana más densa».
Sobre las diferencias entre las ciudades sumó que en Neuquén y en Plottier el proceso de urbanización es muy disperso y en Cipolletti es más compacto.
«Estas son dos palabras muy importantes porque hoy en día en todo el mundo se está discutiendo qué conviene más, si ciudades compactas (con más densidad poblacional) o ciudades más dispersas. En términos de eficiencia energética e incluso de huella de carbono, las ciudades compactas son mucho más eficientes y sustentables que las ciudades dispersas. ¿Por qué? Porque los medios de transporte insumen más combustible y por ende aumentan la huella de carbono, el tránsito de las personas empieza a concentrarse en autopistas, en avenidas y la dependencia de los vehículos es mayor, y encima suprimen biotopos. O sea, suprimen suelo que podría producir alimentos o superficie donde el verde, fije carbono y aporte a la fijación de carbono atmosférico», describió.
De esta manera, al ser Cipolletti más compacta, «todavía existe un enorme potencial de una planificación de espacios verdes basados en la naturaleza». Esto le da mayor posibilidad de contrarrestar los efectos de cambio climático, por ejemplo, reduciendo el riesgo de inundación, mejorar lo que se llama la isla de calor urbana (en las ciudades, los materiales de construcción tienden a calentar el aire de la atmósfera urbana, y la vegetación es el gran atenuante).

El escenario ante el cambio climático
El profesional de la Universidad de Flores explicó que hay modelos de cambio climático sobre cómo van a ser las próximas décadas, no sólo en términos de la temperatura, sino también de cómo se van a comportar los ríos, por ejemplo, y cómo se van a comportar los drenajes naturales de la ciudad en función de cómo cambia el régimen de precipitaciones.
Indicó que ellos trabajan sobre el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC). Dijo que lo se espera para las próximas décadas en la región Confluencia, es que «aumente la intensidad de las precipitaciones mientras que los ríos que nacen en la cordillera van a tender a reducir el caudal» y sumó que para el conglomerado urbano de Neuquén, Plottier, Cipolletti «van a empezar a tener mucha más trascendencia para nosotros los brazos secundarios de los ríos, como el que se encuentra en la Isla Jordán».
Ante esto, sostuvo que todo lo que se pueda hacer «sobre esos brazos del río, va a ser muy importante para la eficiencia y la gestión del riesgo de las ciudades. Y siempre que tendamos a aumentar la infraestructura verde-azul sobre las riberas y sobre los cauces naturales del río de descarga de la barda, vamos a estar más seguros en el futuro escenario del cambio climático”, señaló.
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