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Creciente contaminación en la cuenca del río Colorado

 


Alerta por la contaminación por microplásticos en el Río Colorado

Fecha de Publicación
: 03/10/2024
Fuente: Cadena 3 Patagonia
Provincia/Región: Patagonia


Científicos del CONICET monitorean la creciente contaminación por microplásticos en la cuenca del río Colorado, alertando sobre los peligros para la biodiversidad y la salud humana.
Los microplásticos, partículas de plástico casi invisibles a simple vista, están causando una silenciosa crisis en los ecosistemas de agua dulce. En Argentina, la cuenca del río Colorado se ha convertido en el foco de un estudio que monitorea la creciente presencia de estos contaminantes. Guillermo Mora, becario doctoral del CONICET, trabaja junto al equipo del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG) en General Roca, Río Negro, para evaluar el impacto de los microplásticos en este importante sistema fluvial.
Mora explica que los microplásticos ingresan al agua a través de varias fuentes, como aguas residuales, erosión del suelo y residuos industriales. Estos contaminantes pueden ser ingeridos por una amplia variedad de organismos acuáticos, lo que no solo afecta su salud, sino que altera toda la cadena trófica. «El problema es irreversible y afecta tanto a los ecosistemas como a la salud humana», comenta el especialista, quien destaca que los microplásticos pueden transportar sustancias tóxicas que agravan su peligrosidad.
El equipo de investigación emplea técnicas avanzadas para identificar y medir los microplásticos en muestras de agua, sedimentos y peces. Además, la investigación es crucial para la gestión sostenible del agua, especialmente en un país con grandes reservas de agua dulce como Argentina. «Proteger la calidad de estos recursos es vital para las generaciones futuras», afirma Mora, subrayando la importancia de las iniciativas científicas en el contexto de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
La contaminación por microplásticos es un problema complejo que requiere soluciones integrales. Desde la regulación de las actividades que generan microplásticos hasta el desarrollo de tecnologías para eliminarlos del agua, los científicos buscan mitigar los impactos de este contaminante en la cuenca del río Colorado y otros cuerpos de agua en Argentina.
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Aumentan los plásticos y microplásticos en el río Paraná

 


Un cuadro muy preocupante en el río Paraná

Fecha de Publicación
: 26/09/2024
Fuente: Página 12
Provincia/Región: Litoral Argentino


Hace años los trabajos habían hallado más de 18.500 microplásticos por metro cuadrado de arena costera a la altura de Rosario. La situación no mejoró y se equipara a otras en el mundo.
La contaminación plástica se ha convertido en uno de los problemas ambientales más alarmantes de los últimos años. La creciente cantidad de desechos generados por el estilo de vida actual nos obliga a reconsiderar nuestras prácticas y buscar soluciones sostenibles. Clara Mitchell, docente de la Universidad Nacional de Rosario y especialista en Ambiente y Desarrollo Sostenible, detalló las consecuencias de este tipo de contaminación. “La principal causa u origen de la contaminación plástica, y por lo tanto de los impactos que esto tiene en la biodiversidad, que son muchos e importantes, es el modelo de producción y consumo que tenemos. Producimos materiales súper durables como es el plástico, que no se degrada, y lo usamos para un producto descartable. Entonces seguimos acumulando residuos y ya no sabemos qué más hacer con todos ellos”, detalló Mitchell.
La mejor de las soluciones que se ha encontrado hasta el momento a los residuos en general son los rellenos sanitarios, que no son más que un basural con algunos recaudos. “El reciclaje de los plásticos es sumamente limitado, a nivel mundial de hecho es un 10% aún con las mejores tecnologías”, comentó la investigadora y agregó: “Ahora bien, ¿Cómo llegan estos materiales al río? En nuestro caso, pero es similar para todos los cursos de agua, e inclusive a los océanos, es a través del viento y la lluvia que los arrastran de los lugares donde suele haber muchas personas que los utilizan, como por ejemplo las ciudades”.
Junto al equipo del Centro Científico Tecnológico y Educativo Acuario del Río Paraná y la Plataforma Ambiental de la UNR, Clara realizó varias investigaciones respecto al plástico. Una de ellas fue en el 2020 donde se midieron macro, meso y micro plásticos. “Ahí la diferencia es una cuestión de tamaños, macroplástico es todo aquello que sea superior a los dos centímetros y medio, mayor al tamaño de una tapita de gaseosa. Entre eso y cinco milímetros hablamos de mesoplásticos, por ejemplo un caso típico: un filtro de cigarrillo. De ahí para abajo son microplásticos, ya estamos hablando de algo muy chiquitito que necesitas una lupa para poder detectarlo. Lo que encontramos es que a la altura de Rosario, en el río Paraná, había más de 18.500 microplásticos por metro cuadrado de arena. Eso fue a nivel superficial, por lo que es un número bastante alto, de hecho si analizamos algunos parámetros en comparación con Shanghái tenemos una contaminación bastante parecida”.
La cuenca entera del Río Paraná pasa por muchas ciudades enormes, con un montón de población, y eso implica que desemboquen muchos desagües pluviales cloacales sin tratar, como así también por muchos basurales en zonas inundables. “Por donde buscamos había contaminación plástica. Desde antes veníamos trabajando en “Más Río Menos Basura”, un colectivo de organizaciones que busca contribuir a la disminución de la contaminación por plásticos y otros residuos. Descubrimos que la gran mayoría de residuos son de la industria alimenticia, de hecho el 70% sólo de 14 marcas y el dato principal y el más relevante para mí, es que el 95 % son productos descartables”.

Contaminación del ecosistema
El equipo de investigación, que involucró a la UNR y al INALI, buscó conocer cuál era el impacto que tenían los plásticos en los ecosistemas, por lo que lanzó una convocatoria de ciencia ciudadana donde se solicitó a las personas que mandaran fotos de interacciones entre el plástico y la fauna. Lo que se encontraron fue principalmente cuatro tipos de interacciones.
La primera se vinculó con la ingestión, o sea imágenes de animales comiendo estos plásticos. “Estos casos fueron relativamente pocos porque había que sacar una foto o en un vídeo al animal en el preciso momento en el cual estaba ingiriendo el plástico, y tenía que ser un plástico grande para de lejos poder verlo. Por ejemplo, tuvimos el caso de un biguá, que es un ave negra que se sumerge porque es buceadora y tiene un pico especial para capturar peces y moluscos. Este animal estaba ingiriendo una bolsa que parecía tener algún contenido alimenticio, y creemos que el animal confundió el plástico con algo de alimento. Tuvimos otros casos de pichones que tenían pedazos de plástico que salían de su boca, probablemente la mamá regurgitó la comida para alimentar a ese pichón, el cual contenía plástico”.
El segundo tipo de interacción tuvo que ver con enredos con distintos pedazos de plásticos, principalmente en aves y peces. “Hubo muchas fotos que me dejaron muy consternada ya que son bastante fuertes. Los enredos se dan particularmente en el pico, en cuello, o en las extremidades como patas o alas. La mayoría de este tipo de encuentros, si una persona no interfiere, lo más probable es que sean letales para los animales. Los plásticos terminan siendo como una trampa que pueden aprisionar, estrangular o hasta asfixiar. Fue particularmente llamativo el caso de los anillos de las botellas plásticas que encontramos en el cuello de varios animales, incluso en algunos trabando el pico con cuello, con situaciones bastante complejas”, puntualizó y añadió: “También detectamos varios casos de peces atrapados. Hubo una especie de vieja del agua, no tan frecuente de observar, que tenía una bandita elástica alrededor del cuello que le estaba generando una lesión. Además encontramos un bagre atrapado en un envoltorio de unos cigarrillos, y una tarucha aprisionada en una botella plástica”.
Un tipo de encuentro que fue muy común, fue el uso de plásticos como material para realizar nidos, que corresponde con el tercer tipo de interacción. Los investigadores han observado casos extremos como un nido que fue realizado completamente con tanzas de pesca. “Una especie que los usa mucho es el ventebeo, ave amarilla con un antifaz negro que suele ser muy ruidosa y que se la ve por toda la ciudad. Otra ave que lo usa mucho es el espinero, similar al hornero, que tiene un nido grande, lleno de palitos y en el medio utiliza plástico. Hemos encontrado, por ejemplo, en las Colectividades un nido que contenía cubiertos descartables. También encontramos esta interacción en mamíferos e incluso invertebrados, como una especie de abeja solitaria que utilizaba, en lugar de hojas de los árboles, plástico para los nidos donde ponía sus huevos”.
Y el último tipo de interacción, fue el uso de plásticos como lugar de asentamiento o transporte. “Como el plástico suele flotar, los animales lo usan como lugar de apoyo. Por ejemplo, aves e incluso tortugas. También observamos al mejillón dorado, que es una especie invasora en el río Paraná. Coloniza este tipo de objetos pudiendo servir para su dispersión. Por lo que el plástico termina favoreciendo otra problemática ambiental que es la invasión de especies exóticas”.

Analizando consecuencias
Mitchell resaltó a los macroplásticos porque, por los efectos del sol, las olas y el viento, se van fragmentando y convirtiéndose en microplásticos. "En el Río Paraná todos los microplásticos que encontramos son secundarios, o sea que provienen de un fragmento más grande. Estos tienen un gran impacto ecológico ya que entran en las cadenas tróficas”.
Estos microplásticos incluso se han detectado en el agua, aire, pulmones humanos, heces, sangre, testículos, entre otros. "Hay un estudio que detectó presencia de microplásticos en la sal de mesa en Rosario. La Organización Mundial de la Salud documenta su presencia en el agua, pero determina que aún no se tienen certezas sobre cuál es el impacto en la salud humana. Las vías de ingreso de los microplásticos al cuerpo humano es a través de los alimentos y la respiración, pero también se está evaluando que se podrían estar incorporando a través de la piel. No sólo hay impactos en la biodiversidad sino también en las personas”.
La investigadora opinó que la primera acción que se puede tomar para trabajar en esta problemática es bajar significativamente la cantidad de plástico que consumimos, ya que en los últimos 15 años duplicamos la cantidad de plástico que utilizamos per cápita.”Podemos empezar eliminando la bolsita superflua que nos dan en las farmacias, por ejemplo. Hay leyes donde se han intentado minimizar ciertos tipos de plástico, la realidad es que tenemos que empezar a reducir la cantidad que usamos, pero esto va mucho más allá de la acción individual. Lo que necesitamos es un cambio sistémico, empezando por la responsabilidad extendida del productor”.
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Ambiente trabaja plásticos y microplásticos en ámbito costero

 


Ambiente trabaja en la actualización de información sobre plásticos y microplásticos en el ámbito costero marino

Fecha de Publicación
: 18/09/2024
Fuente: Subsecretaría de Ambiente
Provincia/Región: Nacional


El encuentro, de carácter interdisciplinario, se realizó bajo formato híbrido y contó con la participación de más de 40 profesionales especialistas en el monitoreo e investigación de este tipo de residuos.
La Subsecretaría de Ambiente, a cargo de Ana Lamas, realizó un taller de actualización de la información existente sobre plásticos y microplásticos en el ambiente costero marino.
La apertura estuvo a cargo del director nacional de Recursos Naturales, Federico Caeiro, quien destacó: “La contaminación de plásticos en ambientes costero-marinos es uno de los problemas ambientales más graves de la actualidad a nivel global”. También expresó que “en el plano internacional, los países ya están trabajando en un comité de negociación para generar un acuerdo intergubernamental que contempla el marco jurídico, sino también herramientas para afrontar este problema que es complejo y multicausal“.
El objetivo del encuentro fue actualizar la información existente sobre plásticos y microplásticos en el ambiente costero marino, a través de presentaciones de los proyectos de investigación vigentes, agrupados por los bloques temáticos: censo de costas, columna de agua, sedimentos, plancton, invertebrados, peces, aves marinas, mamíferos marinos, tortugas marinas, red trófica y análisis integral, entre otros. Se presentaron cerca de 60 trabajos científicos que aportan datos del ecosistema costero marino.
Cabe mencionar que la contaminación por plásticos y microplásticos puede alterar los hábitats y los procesos naturales que afectan a la biodiversidad y a los medios de vida de millones de personas, a la capacidad de producción de alimentos y al bienestar general. Existe un gran conocimiento sobre la presencia de plásticos y microplásticos, tanto en las costas como en el mar de todos los espacios marítimos argentinos, de acuerdo a los resultados que arrojan los muestreos de columnas de agua, sedimentos, y de fauna marina.
El primer paso para avanzar en acciones para gestionar la basura marina y los plásticos, es estar al tanto del estado del conocimiento sobre esta problemática en nuestro país, ya que esto constituye el insumo inicial para su solución. Por este motivo, este taller fue el primero de una serie de encuentros que se espera realizar en los que se incluirá su abordaje desde la gestión, con una participación más amplia, tanto de las jurisdicciones provinciales como de organismos nacionales.
Participaron profesionales provenientes de 20 institutos de investigación, universidades, organismos técnicos, científicos y organizaciones de la sociedad civil que generan los datos en forma conjunta.
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Chubut. Revelan el impacto de residuos plásticos en costas

 


Vuelos aéreos revelan el impacto de los residuos plásticos en las costas de Chubut

Fecha de Publicación
: 10/09/2024
Fuente: ADN Sur
Provincia/Región: Chubut


El Foro para la Conservación del Mar Patagónico y Áreas de Influencia, realizó el primer relevamiento aéreo de las costas de Chubut con el fin de dimensionar el impacto de la contaminación plástica de origen pesquero en sitios claves para la conservación de la biodiversidad marina.
Para dimensionar el impacto de la contaminación plástica de origen pesquero en sitios clave para la conservación de la biodiversidad marina, el Gobierno de la Provincia realizó el primer relevamiento aéreo de las costas chubutenses, cubriendo una zona que supera los 1.300 kilómetros de recorrido.
Se trató de dos vuelos enmarcados en el Proyecto MaRes, que fueron coordinados por el Foro para la Conservación del Mar Patagónico y Áreas de Influencia, el Ministerio de Turismo y Áreas Protegidas, la Secretaría de Ambiente y Control de Desarrollo Sustentable, la Secretaría de Pesca y la Administración de Parques Nacionales.
Los relevamientos aéreos, autorizados por el Ministerio de Turismo y Áreas Protegidas de Chubut y la Administración de Parques Nacionales, se realizaron en dos etapas: en una primera instancia se cubrió el Área Natural Protegida Península Valdés y en la segunda se sobrevoló el territorio que comprende el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral y parte de la costa provincial; registrando así una cobertura total de 1.329 kilómetros, entre los dos vuelos.

Protección y conservación
Respecto a los vuelos, la subsecretaria de Conservación y Áreas Protegidas, Nadia Bravo, aseguró que “son un recurso muy valioso para la toma de decisiones. Nos permiten identificar, a lo largo de toda nuestra costa y especialmente en nuestras Áreas protegidas, los puntos más afectados y críticos”.
Cabe resaltar que también participaron de la actividad los equipos técnicos del Instituto de Conservación de Ballenas y el CCT CONICET - CENPAT, quienes comparten la necesidad de evaluar en forma integral la dinámica de los residuos plásticos de origen pesquero e identificar los sitios de acumulación y sus grados de impacto, a lo largo de toda la costa chubutense.

Optimizar acciones de limpieza
Por último, desde el Ministerio de Turismo y Áreas Protegidas se remarcó que la información se complementará con el análisis de las corrientes oceánicas, imágenes satelitales e incluirá el mapa de catastro de los campos costeros, lo cual permitirá a las autoridades organizar y optimizar acciones de limpieza y remediación de playas como así también evaluar la accesibilidad a diferentes sitios con grados de impacto variables.
Además, el análisis de resultados permitirá conocer la efectividad e identificar posibles mejoras sobre la gestión de los residuos en embarcaciones y puertos.
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La circularidad se mente en la industria alimentaria

 


Economía circular alimentaria

Fecha de Publicación
: 26/06/2024
Fuente: Página 12
Provincia/Región: Santa Fe


Desarrolla productos con valor nutricional a partir de residuos de la industria alimentaria, como el suero lácteo.
Desde el Laboratorio de Investigación, Desarrollo y Evaluación de Alimentos (LIDEA) que depende de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR y el Conicet, desarrollan productos con valor nutricional a partir de residuos de la industria alimentaria. Actualmente, una de las líneas en la que trabajan es el suero lácteo, un desecho de la industria quesera. “Para producir un kilo de queso se necesitan diez litros de leche y se generan nueve litros de suero lácteo que se descartan”, explican los investigadores Darío Spelzini y Valeria Boeris.

Dado que la provincia de Santa Fe es una cuenca lechera, produce gran cantidad de este efluente que contiene proteínas y que pueden recuperarse para elaborar otros alimentos y a su vez, disminuir el impacto ambiental que significa desecharlo. Este suero lácteo tiene dos proteínas nutricionalmente muy ricas, la alfa-lactoalbúmina y la beta-lactoglobulina que son utilizadas también por deportistas para aumentar la masa muscular y en nutrición por vía venosa.
A través de un proceso sencillo, los científicos recuperan las proteínas de este suero y producen un concentrado húmedo que puede emplearse luego como ingrediente en panes, quesos, postres, lácteos y helados, dándole un valor nutricional extra. Asimismo se puede usar en reemplazo de la leche para la producción de pan lactal.
El equipo de investigadores, con más de diez años de antecedentes en metodologías de recuperación de proteínas de suero lácteo, posee un convenio con una industria quesera de la ciudad de San Nicolás, para llevar adelante este desarrollo. Esta articulación público-privada se encuentra en la etapa de “escalado”, es decir, de llevar el proyecto de una escala de laboratorio a una industrial.
Los doctores en ciencias biológicas explican que las grandes empresas usan sistemas de filtración y ultrafiltración que permiten recuperar esas proteínas y luego venderlas. Y otras utilizan ese suero para elaborar ricota, pero las pequeñas y medianas empresas, debido al volumen que manejan diariamente y los costos, no pueden acceder a esa tecnología.
Teniendo en cuenta el contexto, los docentes de la UNR desarrollaron este innovador proceso, lo probaron en distintas condiciones y polímeros hasta ir optimizándolo con la tecnología disponible. “Lo que hicimos fue buscar las condiciones que faciliten la interacción entre el polímero y las proteínas del suero y luego escalarlo para los volúmenes que manejan estas empresas”, comenta Spelzini.
El problema, según aclara Boeris, es que las proteínas son buenas pero su gusto no es agradable. Entonces, una vez que obtuvieron el concentrado, el desafío pasó por ver dónde lo podían utilizar. Fue así como lo probaron en panes, quesos untables, helados, comenzando por matrices más similares y donde creían que se iba a poder integrar más fácilmente, además de agregarle valor.
Aparte del aprovechamiento y valoración del suero lácteo, desde este Laboratorio también trabajan sobre otros subproductos de la industria alimentaria como palo de yerba mate, bagazo cervecero, derivados proteicos de espirulina y cáscara de manzana o de productos de descarte, como frutas finas que por su apariencia no se pueden comercializar. Cabe destacar que el volumen generado de estos residuos es muy importante y su descarte tiene un impacto negativo sobre el ambiente.
Mediante diferentes técnicas, los científicos recuperan compuestos bioactivos (antioxidantes) o nutrientes de interés (proteínas, grasa o fibra) o se transforman mediante fermentación para obtener ingredientes de uso en la alimentación humana. Por ejemplo, a partir de harina de bagazo cervecero, recuperan las proteínas y las incorporan como ingrediente en salchichas veganas. También emplean la harina como ingrediente en panes y snacks.
Estas tareas de extracción y estabilización de compuestos bioactivos y su incorporación a ciertos alimentos, les otorgan un valor agregado y sustituyen aditivos artificiales. Para lograrlo, los investigadores utilizan tecnologías verdes y escalables con la finalidad de evitar contaminación del medio ambiente, gastos energéticos excesivos y operaciones unitarias costosas. “Estos extractos poseen bioactividades antioxidantes, antiinflamatorias, hipoglucemiantes entre otras y, en algunos casos, pueden sustituir colorantes artificiales”, destacan.
Estos procesos se realizan sobre frutos rojos para adicionar al yogur, sobre la microalga espirulina para el yogur, yogur helado, gelatina, cremas, cubre tortas, gomitas. También a partir de la cáscara de manzana, de residuos de yerba mate y de hojas de vinal, una leguminosa autóctona del NOA y el NEA. Esta se encuentra desaprovechada industrialmente dado que sus hojas son empleadas en la medicina tradicional como antiinflamatorios.
Además, trabajan con microorganismos fermentando distintos productos alimentarios. Por ejemplo, para la obtención de harinas de legumbres se emplea fermentación en estado sólido para reducir el contenido de antinutrientes termorresistentes de distintas legumbres. De esta manera, se mejora la digestibilidad de estas harinas, así como su aceptación sensorial, lo que permite obtener ingredientes a base de garbanzo, lenteja o arveja que son incorporados en panes y muffins tradicionales o sin TACC.
Asimismo, la fermentación sumergida se emplea para la obtención de biomasa a partir de subproductos líquidos, como la solución de lactosa que queda luego de recuperar las proteínas. También se dedican a la reducción de nutrientes críticos en alimentos que consiste en la sustitución de grasas animales por aceites vegetales y la disminución del contenido de azúcar y sal en alimentos de consumo masivo.
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Empresas ponen el foco en los desechos de autos

 


Por una vieja normativa vigente, se pierden casi $600.000 millones al año en desechos de autos

Fecha de Publicación
: 05/06/2024
Fuente: Ambito
Provincia/Región: Nacional


Desde la Cámara de Recuperadores y Venta de Autopartes (CARVA) proponen una alternativa para recuperar las partes en buen estado. Se estima que podrían generar 4.000 puestos de trabajo directos y 12.000 indirectos.
Por una vieja normativa que permite que solo se recuperen 30 piezas de autos que llegan al final de su vida útil, en la Argentina se desechan piezas por casi $600.000 millones, que podría evitarse si se actualizara la ley, tal como reclama la Cámara de Recuperadores y Venta de Autopartes (CARVA).
“Actualmente se descartan más de 35 mil automotores por año bajo esta modalidad. En los países desarrollados los tratadores de autos descartados recuperan entre el 85% y el 95% de las 4.000 piezas que los componen, que a su vez pueden ser de hasta 40 materiales diferentes. En países como Alemania y Francia, los autopartistas arman sus vehículos con piezas recuperadas como parte de sus programas de cuidado del medio ambiente”, explicó José Luis Álvarez, presidente de CARVA.

Proponen una nueva ley para recuperar más partes de autos
El dato que impacta es que, por ejemplo, se desechan al año 150.000 neumáticos reutilizables y 35.000 kilogramos de piezas de chapa en excelente estado, y a esto hay que sumar partes como ópticas, faros, espejos, asientos, paragolpes, etc. De modificarse la normativa, la Cámara estima generar más de 4 mil puestos de trabajo directos y más de 12 mil indirectos.
Las autoridades de CARVA ya han mantenido reuniones con funcionarios de las secretarías de Industria y de Comercio Exterior de la Nación para plantear este tema y próximamente serán recibidos por una comisión de legisladores preocupados por la problemática, dado el impacto económico, laboral y hasta en materia de seguridad, dado que favorece la comercialización de repuestos en el mercado ilegal.
“El problema es que en la Argentina la legislación vigente (ley 25.761 y Resolución de la Secretaria de Industria) establecen que de cada vehículo solo se pueden recuperar 30 piezas y el resto debe ser destruido. Esto limita el crecimiento de las empresas dedicadas a esta actividad, así como la generación de empleo, generando además mayor impacto ambiental dado que no se reutilizan la mayoría de las partes”, sostiene Álvarez. Acota la importancia en cuanto a la reducción del delito, dado que “aportamos piezas originales a un valor mucho más bajo que el de mercado”.
En la Argentina, existen hoy 164 empresas legales dedicadas a la recuperación y comercialización de repuestos recuperados, generando empleo para más de 1.500 personas y basándose en la premisa fundamental de la adquisición lícita de autopartes usadas, la ética comercial y el cuidado del medio ambiente. “Queremos ser parte de la solución, que la gente sepa que podríamos aportar al mercado los repuestos que hoy son escasos, pero necesitamos un cambio en la normativa”, refiere el titular de CARVA.
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Se disparan los residuos de Vaca Muerta

 


Los residuos de Vaca Muerta aumentaron 35,2% en un año: cómo se tratan

Fecha de Publicación
: 30/05/2024
Fuente: Portal chubutline.com
Provincia/Región: Neuquén


Datos oficiales indican que los desperdicios asociados a la perforación y el fracking se incrementan al ritmo de la creciente actrividad en la formación. Las opciones que se manejan y la novedosa propuesta de una subsidiaria de YPF.
La actividad petrolera en Vaca Muerta llevó a Neuquén a alcanzar en abril un récord histórico de producción de crudo por segundo mes consecutivo. Ese constante crecimiento en la actividad, tiene una contracara: la generación de residuos asociados a la perforación y al fracking. Por eso, desde la provincia y entre las operadoras se implementan y evalúan novedosas opciones para tratarlos.
En general, los residuos generados se almacenan en predios específicos y se tratan principalmente con hornos pirolíticos para reducir su contenido de hidrocarburos.
Según el Manifiesto Electrónico de Residuos Especiales (MERE) de la Subsecretaría de Ambiente de Neuquén, los residuos líquidos (como el flowback o agua de producción) y los residuos sólidos y semisólidos (principalmente recortes de perforación) aumentaron un 35,2% en 2023 en comparación con 2022.
Durante el año pasado, las plantas de tratamiento recibieron 1.022.290 metros cúbicos (m3) de residuos, con la mayor parte gestionada por cinco compañías principales.
Este incremento de residuos está directamente relacionado con el aumento de la producción.
Durante el año pasado, las plantas de tratamiento de residuos recibieron 1.022.290 metros cúbicos (m3) de residuos, con la mayor parte gestionada por cinco compañías principales.
De acuerdo con el Ministerio de Energía y Recursos Naturales, Neuquén produjo aproximadamente 122,9 millones de barriles de petróleo en 2023, un aumento del 21,34% respecto al año anterior.

Los residuos más usuales de la actividad en Vaca Muerta
Los recortes de perforación, conocidos como «cutting», son los de mayor volumen generados por la actividad en Vaca Muerta.
Durante la perforación horizontal, se extraen fragmentos de esta formación y otras cercanas, impregnados con bitumen, lodos especiales, agua salina, gasoil y aditivos.
Para tratar estos residuos, se utiliza la pirólisis, un proceso que los calienta en hornos para eliminar el máximo posible de crudo y reducir su peligrosidad, aunque nunca se logra una condición completamente inerte.
En Añelo, cinco compañías se encargan del tratamiento de estos residuos: Indarsa, Treater, Comarsa, SAN y Ecopolo. Existen también empresas más pequeñas especializadas en ciertos tipos de residuos industriales.
Las tecnologías disponibles para reducir la peligrosidad de los residuos son limitadas.
La más innovadora es la termomecánica, introducida por Veolia en colaboración con Treater, que utiliza fricción para provocar la desorción térmica del cutting.
Aunque hubo intentos de utilizar biorremediación con bacterias que descomponen hidrocarburos, estas pruebas no tuvieron éxito.
Debido al gran volumen de cutting y otros residuos de perforación, tras su tratamiento, se depositan en canteras autorizadas.
El agua de flowback, otro residuo importante, puede evaporarse en plantas o ser inyectada en pozos sumideros destinados a las formaciones geológicas Centenario y Rayoso.

Una propuesta novedosa
Además, la capacidad de las plantas tratadoras de residuos peligrosos generados por las operadoras en Neuquén está llegando al límite.
El Ministro de Energía neuquino, Gustavo Medele, afirmó que el sector está estresado en cuanto al tratamiento de estos residuos, por lo que es necesario buscar alternativas.
Una propuesta proviene de la empresa AESA, controlada por YPF, que solicitó la habilitación para un proyecto de disposición final de estos residuos debajo de la cinta asfáltica de las rutas.
El objetivo es convertir parte de los residuos de la extracción de petróleo en cápsulas utilizables como pavimento, lo que podría solucionar el problema del asfalto en las rutas neuquinas, un tema crucial para el desarrollo hidrocarburífero de la región.
Además de esa opción, el ministerio de Energía de la provincia está en conversaciones con la embajada de Canadá en Argentina para aprovechar la experiencia de ese país en el tratamiento y reutilización de neumáticos de camiones, otro tipo de residuo generado en Vaca Muerta.
“Vamos a seguir gastando muchas ruedas de camiones, por eso necesitamos tener una mirada que apunte a cómo vamos a tratarlos”, comentó Medele hace un mes en el Vaca Muerta Insights 2024.
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Residuos electrónicos en alza, también en Argentina

 


Basura electrónica, un problema global sin solución a la vista

Fecha de Publicación
: 02/04/2024
Fuente: Página 12
Provincia/Región: Nacional


Según un documento reciente de la ONU, las computadoras, los celulares y las pilas que se descartan no solo perjudican al ambiente y la salud humana, sino que provocan pérdidas que superan los 91 mil millones de dólares anuales.
La obsolescencia programada de los productos constituye uno de los síntomas más concretos del capitalismo exacerbado de esta época. Monitores, radios, televisores, celulares, baterías y juguetes se desechan a cada minuto porque dejan de funcionar, o bien, porque pese a funcionar de manera adecuada son reemplazados por nuevas y sofisticadas promesas. Aunque haya matices --porque, afortunadamente, no todas las personas se comportan igual-- el sistema ha entrenado a la humanidad para crear nuevas necesidades sin freno. De manera reciente, a través del Monitor Mundial de Residuos Electrónicos, Naciones Unidas compartió un informe sobre basura electrónica que arroja datos significativos. El más concreto: la generación de estos desechos se incrementa cinco veces más deprisa que su reciclaje.
En 2022, se produjeron 62 millones de toneladas de estos residuos, cifra que equivale a un 82 por ciento más de lo que sucedía en 2010. Aunque pensarlo de manera abstracta es muy dificultoso, equivale a 1,6 millones de camiones de 40 toneladas, es decir, vehículos suficientes para formar una línea continua alrededor del Ecuador. Además de afectar la salud humana y del ambiente, esta situación genera pérdidas fenomenales: el cobre, el oro, el hierro y otros metales que se emplean en esas 62 millones toneladas tienen un valor estimado de 91 mil millones de dólares. Dinero que también va al tacho, porque las tecnologías solo son utilizadas una vez.
Bajo esta premisa, la caducidad anunciada de los productos emerge como trampa: en muchos casos, es el propio mercado el que pone los límites. No se fabrican repuestos para arreglar lo que se necesita, o bien, si se fabrican es a un precio muy elevado. De esta manera, se desalienta la posibilidad de hallar una solución al problema. De hecho, es muy común la frase del especialista en informática: “Por lo que te sale el arreglo, te conviene comprar una compu nueva”. Lo que nadie cuenta es que es muy difícil que una tecnología se rompa de tal manera que se vuelva completamente inútil. Así, la decisión se vuelve indeclinable, ya que a menos que alguien decida vivir “afuera del sistema”, la única opción es comprar una compu o un celu para, una vez más, estar dentro del mundo. Una cuestión de pertenencia.
Para colmo, esta vez la solución no parece estar al final del túnel. Según el informe, el número de desechos podría incrementarse un 32 por ciento para 2030 si los gobiernos no toman medidas para revertir la situación. Se calcula, en efecto, que menos de la mitad del mundo instrumenta acciones para la gestión del conflicto. Este fenómeno, además de perjudicar al ambiente como cualquier tipo de residuos, tiene sus efectos en la salud humana. Restos de diversa índole como enchufes, pilas y baterías pueden poseer componentes tóxicos (plomo, mercurio, cadmio, cromo, arsénico, antimonio, etc.) con la capacidad de generar afecciones en el cerebro, y afectar los sistemas nervioso y circulatorio. Así, terminan en basurales, rellenos o son incinerados, cuando deberían seguir procedimientos de tratado bien específicos.
Además del progreso tecnológico, el consumo acelerado por parte de las poblaciones y la obsolescencia programada de los productos, en el documento se mencionan otros aspectos que influyen en el conflicto. Las pocas opciones de reparación, las deficiencias en el diseño y la falta de infraestructura para tratar los residuos electrónicos encabezan la lista de los factores preponderantes.

Cybercirujas, pioneros en Argentina
En este contexto, se destaca la necesidad de una economía circular para la electrónica. En Argentina, existe el proyecto de los cybercirujas, un modelo que cuestiona al capitalismo a partir del reciclado de tecnologías que, de otra manera, terminarían siendo descartadas. Su mentor, el profesor de la Universidad Nacional de Córdoba Nicolás Wolovick, narra los detalles a Página 12. “En algún momento, nos reunimos con mi compañero Sergio Roldán porque ya nos conocíamos de redes sociales. Él tenía algunas historias previas de underground y computadoras viejas, así que empezamos a trabajar”. Y continúa: “En la actualidad, las y los cirujas están fuertes en CABA, Córdoba y Rosario. Estamos tratando de que la gente tome esto como una idea y la lleve a todos los rincones que pueda. Cuanto más local sea, mucho mejor”.
¿De qué se trata la iniciativa? Tiene el objetivo de hacer circular tecnologías que estaban en desuso y que, de no mediar un arreglo, tenían a la basura como destino asegurado. El proyecto, que nació en plena pandemia y es abierto a todo público, tiene filiales en diversos centros urbanos como los que menciona Wolovick; puntos desde donde se organizan encuentros para intercambiar componentes físicos (hardware) e informáticos (softwares). Reuniones realizadas durante el último sábado de cada mes a la que asisten informáticos, programadores, profesores de computación y, también, aquellos que no tienen idea de tecnología.
Así es como invitan, por caso, a que la gente “meta mano” y le pierda el temor a la tecnología. Para recircular computadoras, por ejemplo, recurren a software libre que les permite una mejor compatibilidad con el hardware que, de lo contrario, quedaría obsoleto. Bajo esta premisa, pusieron a funcionar consolas de videojuegos de los 80 sin ningún tipo de problemas, como una Atari 2600 que estaba abandonada hacía años y que en la actualidad funciona como pasatiempo.
“Lo importante tiene que ver con los dispositivos de cómputo. Es lo principal en un país como el nuestro, en el que la gente no tiene acceso porque son demasiado caros. Pienso que la nuestra es una actividad contracultural en la medida en que mostramos que existe otro modelo alternativo al consumismo brutal de la electrónica. Nosotros partimos de la premisa de que una vez fabricado, el daño ya está hecho. Luego, la vida útil de ese dispositivo computacional habrá que estirarla todo lo que se pueda”, comenta el experto.

El reciclaje antisistema
El intelectual británico de raigambre marxista Raymond Williams solía explicar que los elementos “residuales” de una formación cultural determinada podrían poner en riesgo a los elementos dominantes. De esta manera, cuantos más rasgos residuales –es decir, cuantas más prácticas precapitalistas se desarrollan– en la actualidad, mejores chances de cuestionar el statu quo presente. Así, la vuelta del trueque, por ejemplo, en plena crisis de 2001 podría ser un caso gráfico de práctica residual --en tanto medieval-- que se recicló en pleno siglo XXI y, de extenderse lo suficiente, podría haber comenzado a erosionar el capitalismo. Claro que eso nunca sucedió; para ser justos, tampoco es que Williams estuviera proyectando especialmente el caso argentino cuando publicó Marxismo y literatura en 1977.
Más allá de eso, el reciclaje y la recirculación de tecnologías electrónicas que quedaron “viejas”, al igual que el trueque, también podría observarse como un fenómeno contracorriente. Uno que cuestiona las condiciones actuales de producción y consumo. Según el documento de la ONU, si las naciones pudieran revertir la situación actual y mejorar en un 60 por ciento el reciclado hacia fines de la década, los beneficios para la salud humana y ambiental serían notorios. En paralelo, una gestión adecuada de los residuos podría reducir los costos en 38 mil millones de dólares.
En América Latina, un informe difundido a principios de 2022 también por Naciones Unidas, destacaba que solo el 3 por ciento de los desechos electrónicos se recogían “a través de conductos formales y se tratan de manera respetuosa con el medio ambiente”. Como en todo, la desigualdad sigue orientando el éxito o el fracaso de la política internacional. La buena voluntad de los Estados más desfavorecidos encuentra sus límites en la falta de recursos.
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Los basurales en Argentina sigue siendo un tema sin solución

 


Basurales a cielo abierto: ya existen más de 5000 en la Argentina

Fecha de Publicación
: 29/03/2024
Fuente: Ambito
Provincia/Región: Nacional


Solo el 8% de las industrias que generan residuos peligrosos le dan tratamiento con proveedores habilitados. En promedio, ascienden a dos basurales por municipio. Alerta por el elevado nivel de gas metano en el país.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señala que un tercio de los residuos generados en América Latina y el Caribe termina en basurales a cielo abierto o provocando daños ambientales debido a su mala gestión y el paso del tiempo. Se trata de sitios donde se disponen residuos sólidos de forma indiscriminada, sin control de operación y con escasas medidas de protección ambiental. Al no tratarse en forma adecuada, pone en riesgo la salud de las personas porque se contaminan recursos naturales como el agua, los suelos y el aire.
La expansión de los basurales a cielo abierto en Argentina está intrínsecamente relacionada a un crecimiento en la generación de residuos industriales por parte de las empresas y a un muy bajo nivel de tratamiento de los mismos. Se estima que en Argentina en el último año se produjeron 18.214.675 millones de toneladas de residuos industriales, de los cuales únicamente se trató el 7,1%, lo que equivale a unas 1.293.820 toneladas. Estos datos fueron obtenidos por un estudio realizado por el Observatorio de Residuos Peligrosos de la Universidad Nacional de Rosario y la Universidad de Buenos Aires, que determinó, además, que casi el 93% de los residuos industriales no reciben el tratamiento adecuado.

Poco o nulo tratamiento
Según los datos relevados, en el país existen 402.711 empresas responsables de la generación de residuos industriales y peligrosos, pero de este porcentaje, solo unas 33.983 firmas, es decir el 8,44%, les dan tratamiento con un proveedor habilitado. Así lo alertó el informe a partir de datos del sector que aportan la Cámara Argentina de Tratadores y Transportistas de Residuos industriales y Especiales (Catries) y la Cámara Argentina de Industrias de Tratamiento para la Protección Ambiental (Caitpa).
En este sentido, los basurales a cielo abierto implican un problema ambiental y de salud pública cada vez más grave en la Argentina y un desafío que muchas gestiones prometen solucionar pero que, en la mayoría de los casos, termina relegado. Para el 2017, el “Informe del Estado del Ambiente”, elaborado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Argentina, indicaba que existían más de 5000 basurales a cielo abierto en todo el territorio, lo que significa, en promedio, más de dos basurales por municipio, cubriendo un total de 8600 hectáreas. La situación en el país es alarmante y urge la implementación de políticas para poner un freno a la propagación de estos depósitos y erradicar los vigentes.
Si se toman en cuenta las cifras publicadas en el relevamiento anterior del Observatorio (mayo 2021 - abril 2022), en el país, se habían producido un total de 11.251.862 toneladas de residuos industriales y de este total, se había tratado el 9,6%, el equivalente a 1.080.029 toneladas. Esto implica que de un año a otro se generaron casi siete toneladas más, pero su tratamiento no creció en igual proporción. El saldo que se obtiene es un mayor descarte de materiales peligrosos, no peligrosos y patogénicos en el ecosistema.

Cifras en el mundo
Según los últimos datos actualizados por la ONU, cada año, se recolectan en el mundo 11.200 millones de toneladas de residuos sólidos. El proceso de desintegración que sufren al quedar estancados en basurales repercute en la emisión de gases tóxicos. De hecho, los residuos sólidos no tratados generan el 5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre los problemas directos que el cambio climático trae en la propagación de enfermedades entre las personas. Por ejemplo, en los últimos meses de 2022 y en los primeros de 2023, este organismo había marcado un aumento significativo en el número de casos registrados de dengue y chikungunya en la Argentina. La problemática lejos de resolverse no hace más que agravarse y 2024 ya registra cifras históricas. Según los últimos datos del Ministerio de Salud de la Nación, en lo que va de este año se notificaron 102.898 casos, mientras que, para el mismo período en 2023 se habían notificado 8.343 casos.

Alerta de salud pública
La presidenta de Catries, Claudia Kalinec, advirtió sobre las distintas consecuencias que tantas toneladas de basura se acumulen en los basurales: “Del 93% de los residuos que no se tratan la mayoría va a parar a estos sitios ilegales, contaminando el ambiente. Este es un tema que nos afecta a todos por igual, ya que redunda en una menor calidad de vida, ya sea por el impacto directo de la contaminación, por ejemplo, con la contaminación del agua, o por el humo que genera la quema ilegal de residuos en la vía pública que impacta directamente al ambiente y la salud, pero tiene consecuencias en la seguridad vial entre otras cosas. La agenda ambiental, fundamentalmente el capítulo de residuos es transversal a todas las áreas”.
Consultado por este mismo tema, Gustavo Solari, al frente de Caitpa, enfatizó sobre el hecho de que los basurales a cielo abierto, habitualmente, están en zonas habitadas por familias de bajos recursos, poniendo de relevancia otro problema estructural: el social y habitacional. “La gente que vive en estos lugares, muchas veces, extrae el agua de la napa freática, la que se encuentra a menor profundidad del nivel del suelo y, por ende, la primera que se contamina. También ocurre que familias construyen sus viviendas encima del suelo donde hubo un basural o sobre pisos que están rellenados con basura y la exposición a restos residuales sigue estando presente”, expresó Solari.
 Otro punto no menor es que la acumulación de basura produce un deterioro en la calidad del aire que se respira. Argentina se encuentra entre los cinco países con mayor cantidad de emisión de gas metano entre 2019 y 2023 por basurales a cielo abierto, según publicó una investigación en el diario inglés The Guardian. Los datos fueron tomados en base a un análisis de satélites globales de todo el mundo, que hizo la empresa privada Kayrros. Y hay más: una evaluación global del metano publicada por la Coalición Clima y Aire Limpio (CCAC) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en el 2021, advirtió que los vertederos y las aguas residuales representan aproximadamente 20% de las emisiones.
“No solo se contamina el aire por un proceso lento de descomposición de estos residuos acumulados, sino que hay ciudades donde los basurales están al costado de rutas o autopistas. Es ilegal pero igual sucede y ha pasado que se quemen residuos de un basural y todo ese humo que se genera afecte directamente la visibilidad de los conductores que manejan por esos trayectos, una práctica sumamente peligrosa”, advirtió Kalinec.

Los residuos industriales
En la actualidad, la ley 25.916 establece que la responsabilidad por la gestión y la disposición de los residuos domiciliarios está a cargo de los gobiernos municipales. La herramienta de control que existe para asegurarse de que cumplen con la normativa es a través de certificados que se le otorga a cada municipio por disponer los residuos de particulares en una planta habilitada.
Con las empresas sucede lo mismo que con los municipios. Deben disponer sus residuos industriales en una planta habilitada y, así, reciben un certificado de disposición final. Sin embargo, al igual que con los domiciliarios, no abundan las políticas integrales que aborden el problema desde una perspectiva provincial y también nacional, frente a los más de 18 millones de toneladas de residuos industriales anuales que produce la Argentina.
La ausencia de políticas y planes federales para llevar adelante un control y monitoreo del manejo de residuos es una de las grandes falencias que tiene hoy la Argentina, según destacaron los referentes de Catries y Caitpa. “Nuestras entidades no relevan estos datos, sabemos qué municipios y cuáles empresas llevan sus residuos a las plantas que están asociadas a nuestras cámaras. Pero es el ministerio de Ambiente u organismo ambiental de cada provincia el que debe fiscalizar y controlar la gestión de los residuos”, aseguran.

Algunas mejoras
Desde hace algunos años, a nivel nacional se vienen realizando avances en la problemática de los basurales a cielo abierto. Según destacó el Centro de Formación Ambiental de Argentina, entre los años 2019 a 2023 se inauguraron centros ambientales en las ciudades de Formosa, Moreno, Concordia, Villa María, Quilmes y Luján (este último está judicializado y se paralizaron las obras). Son obras financiadas por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para reconvertir basurales en centros de gestión integral de los residuos sólidos urbanos (GIRSU) que permitan el reciclado, la correcta disposición de los desechos y promuevan la economía circular.
A mediados del año pasado, el ex viceministro del Ministerio de Ambiente de la Nación, Sergio Federovisky había anunciado una nueva línea de crédito del BID por hasta US$350 millones para la creación de más centros ambientales. Las obras iban a iniciar en las ciudades de Santiago del Estero y La Banda, con el cierre de basurales a cielo abierto y la construcción de un centro ambiental en la primera ciudad y una planta de separación y transferencia de residuos para la segunda, con obras que ya estaban adjudicadas.
En el mes de febrero, a través de un comunicado oficial, la nueva gestión a cargo de la Subsecretaría de Ambiente dio a conocer una inspección para dicho proyecto. Las autoridades ambientales informaron que la obra para la clausura del basural a cielo abierto de unas 29 hectáreas en la capital santiagueña cuenta “con un cierto grado de avance” y que se realizan tareas de saneamiento en el espacio. A su vez, equipos técnicos de Ambiente supervisan el estado de avance del centro de gestión ambiental en Villa Nueva, Villa María, que está pronto a finalizar, con un 80% de su obra completa.
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Los problemas ambientales que preocupan en Argentina

 


Cinco problemas ambientales que preocupan a la población argentina

Fecha de Publicación
: 20/03/2024
Fuente: Comercio y Justicia
Provincia/Región: Nacional


Una investigación reciente de la Fundación COLSECOR permitió conocer cuáles son los cinco problemas ambientales centrales que preocupan a la población argentina.
Los resultados de este estudio fueron publicados al inicio de esta semana en el documento titulado Problemas y percepciones respecto a prácticas ambientales y gestión de residuos en Argentina.
El estudio  fue desarrolladoentre el 6 y el 27 de noviembre de 2023, mediante una encuesta digital implementada en todo el territorio nacional. Con precisión, se diseñó un cuestionario estructurado, a través del cual se logró recolectar la opinión de 1456 casos, calibrados según parámetros censales de género, edad, nivel educativo y tamaño de ciudad. Para la realización del trabajo, se contó con la participación de los politólogos Mario Riorda y Griseña Ibaña.
“Como fundación cooperativa, consideramos que es fundamental producir información y poner en agenda el tema ambiental, teniendo en cuenta su importancia para la salud, el bienestar y la calidad de vida de las personas. Cabe resaltar que el estudio se presenta además en clave territorial, lo que significa que sus resultados están detallados según cantidad de habitantes”, indicó sobre la importancia del estudio Alberto Calvo, del área de Relaciones Institucionales de fundación.
En detalle, se pudo conocer que para las personas que habitan el suelo argentino existen cinco problemáticas ambientales principales. En primer lugar el cambio climático (17,9%), seguido de la contaminación del agua (13,1%), los residuos (9,9%), la contaminación del aire (8,2%) y la deforestación (7,6%). Luego, en menor orden de importancia, se sitúan otras temáticas como la sequía, la falta de hábitos de consumo sostenibles, la contaminación del suelo, los incendios forestales, y la limpieza de las ciudades, entre otras cuestiones señaladas por las personas encuestadas.
En cuanto a la relación de los temas clave con el género, también se pudo observar que el cambio climático preocupa más a las mujeres, mientras que quienes señalaron identificarse con el género masculino encontraron como más preocupante la contaminación del agua y el destino de los residuos.
“Las personas de 60 años o más manifestaron más preocupación por el cambio climático que los jóvenes. A su vez, los jóvenes están mucho más preocupados por el tema de los residuos que las personas adultas”, precisó en tanto el comunicado de la fundación, al correlacionar la percepción de las problemáticas con la edad de quienes contestaron las encuestas.
Mientras, en lo relacionado al lugar de residencia, el tamaño de las ciudades no pareció incidir en la selección de las diferentes problemáticas, aunque el equipo investigador notó que en las grandes urbes existe una mayor preocupación por la contaminación del aire.

Conciencia
Por otro lado, el estudio también indagó sobre la conciencia ambiental de la población.
“Frente a una serie de opciones valorativas, las personas consultadas acordaron ampliamente (ya sea porque están “muy de acuerdo” o “algo de acuerdo”) en que el ambiente debe ser protegido cueste lo que cueste (94,1%)”, indicó el comunicado de prensa de la Fundación COLSECOR.
“También hay amplio acuerdo con que el deterioro ambiental puede detenerse con un cambio en el modo de vida (93,4%) y con que en los últimos diez años la situación ambiental empeoró considerablemente en el país (90,4%)”, advirtió el estudio.
Mientras, respecto de otras dos afirmaciones que lograron  los mayores porcentajes de acuerdo fueron “creo en las cuestiones ambientales porque tengo conciencia ambiental´ (90%) y “la elección de un consumo energético se relaciona con el estilo de vida” (89,2%).
En cuanto a las correlaciones por género, las mujeres se mostraron más de acuerdo que los varones en estas afirmaciones.
Además,  se puedo observar que sólo 20% de los casos se manifestó de acuerdo con que el cambio climático “no es un problema del que haya que ocuparse”.
Y en vinculación a la edad, las personas de 60 años o más y las mujeres indicaron -en mayor proporción que los hombres- estar preocupadas por el cambio climático y mostraron una mayor tendencia a los hábitos saludables con el ambiente, precisó el parte de prensa de la entidad, donde se consignaron los principales hallazgos de la investigación.

Residuos
Sobre la problemática de los residuos -que se ubicó porcentualmente en tercer lugar de importancia-, 49,1% de las personas que participaron del estudio respondió afirmativamente a la pregunta sobre si realiza separación en origen.
Mientras, al consultar qué tipo de separación se efectúa, 58,3% indicó que deja papeles y cartones por separado, en tanto 57,2% indicó que deja aparte los vidrios. Por otro lado,  51,7% manifestó separar el plástico y  41,3% declaró disponer los residuos secos todos juntos.
Con respecto a los residuos orgánicos, 50,3% de las personas sostuvo que los separa, con una mayor predominancia entre las mujeres.
Finalmente, la investigación  también consultó sobre las estrategias más usadas para desechar los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). Dejarlos en un contenedor destinado a ese fin o donarlos son las alternativas más frecuentes. “Es un dato alentador que solo un 19,1% indicó dejarlos en la calle, aunque el porcentaje debiera ser 0”, aseguró la Fundación.
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Argentina lider en emisiones de metano

 


Argentina figura entre los países con más emisiones de metano a partir de vertederos con basura

Fecha de Publicación
: 17/02/2024
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Nacional


Se trata de un gas que contribuye al calentamiento de las temperaturas del planeta. Por qué expertos en ambiente consideran que hay que adoptar medidas urgentes
Los gases de efecto invernadero, como el metano, son una fuente importante de preocupación a nivel global. Porque contribuyen al calentamiento global. El metano representa el 16% (en volumen) del total anual de emisiones de efecto invernadero a partir de actividades humanas. Una fuente de emisión del gas metano es la acumulación de basura en vertederos que han aumentado a partir del aumento de la población humana, la industrialización y la urbanización en el mundo.
Se han producido más de 1.000 fugas del potente gas de efecto invernadero metano de los vertederos de residuos desde 2019, según reveló el diario The Guardian.
Lo informó en base a un análisis de los datos de satélites globales de todo el mundo, que hizo una empresa privada Kayrros, dedicada a la inteligencia ambiental.
El análisis señaló que los países más poblados del sur de Asia son un punto caliente para esos eventos de gran emisión de metano, así como también lo son la Argentina y España.
Los vertederos emiten metano cuando los residuos orgánicos, como restos de comida, madera, cartón, papel y restos de jardín, se descomponen en ausencia de oxígeno. El metano atrapa 86 veces más calor en la atmósfera que el dióxido de carbono a lo largo de 20 años.
Un total de 1.256 grandes fugas de metano se produjeron entre enero de 2019 y junio de 2023, según los nuevos datos. Pakistán, India y Bangladesh encabezan la lista de naciones con más fugas de gran tamaño, seguidos de Argentina, Uzbekistán y España, según difundió The Guardian.
Los datos sobre Argentina deberían manejarse con precaución porque el análisis tiene limitaciones, según Nadia Mazzeo, licenciada en ciencias ambientales, especialista en planificación urbana y regional y docente de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.
“Hay diferentes tipos de vertederos en el mundo. Las directivas del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) los clasifican en cuatro categorías: los vertederos no controlados poco profundos y los profundos, los rellenos sanitarios y los sitios de disposición final sin categoría. En los rellenos sanitarios se hace compactación y se disminuyen los espacios ocupados por aire. De esta manera, los residuos son degradados sin presencia de oxígeno, lo que aumenta las emisiones de metano en comparación con sitios de disposición final en donde el acceso a oxígeno durante la descomposición es mayor”, comentó en diálogo con Infobae.
La especialista afirmó: “No se puede decir hoy que la Argentina sea uno de los mayores emisores de metano a partir de rellenos sanitarios, porque los datos difundidos por Kayrros solo consideran al relleno sanitario que recibe los residuos de toda el Área Metropolitana de Buenos Aires: el Complejo Ambiental Norte III de la CEAMSE. También hay rellenos sanitarios en otras zonas del país”.
De acuerdo con el Ministerio de Capital Humano de la Argentina, hay 41 rellenos sanitarios en el país y 234 basurales. “No se han realizado mediciones como las detalladas por Kayrros en todos los sitios de disposición final”, señaló Mazzeo. “Sí se sabe que sólo el 5 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de Argentina corresponden al sector residuos”, añadió.
En diálogo con Infobae, Sergio Federovisky, biólogo y ex viceministro de Ambiente de la Nación hasta diciembre pasado, explicó que “en la Argentina hay un problema de jurisdicción. La responsabilidad de disposición de los residuos está a cargo de los Municipios, y no hay organismo público que se ocupe de medir la cantidad de emisiones de metano a partir de residuos”.
Por lo cual, también opinó que los datos sobre emisiones son limitados. “Nuestro país debería hacer sus mediciones propias sobre las emisiones de metano y tener una política federal de tratamiento de captación, basada en datos”, sostuvo Federovisky.
En la cumbre climática de las Naciones Unidas de 2021, más de 100 países se comprometieron a reducir las emisiones de metano en un 30% para 2030.
La descomposición de los residuos genera alrededor del 20% de las emisiones de metano causadas por el ser humano. La mayor parte procede de la agricultura (aproximadamente el 40%) y los combustibles fósiles (35%).
El presidente de la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA), Carlos Silva Filho, declaró que el objetivo global para 2030 es imposible si no se abordan las emisiones de la industria de residuos.
“Reducir el metano es la única solución para alcanzar el objetivo mundial de 1,5 ºC de temperatura”, afirmó. “Si realmente nos centramos en reducir las emisiones de metano del sector de los residuos, cambiaremos las reglas del juego”, consideró.
Un estudio de científicos de Austria, liderados por Wolfgang Schöpp y colegas, del Programa de Calidad del Aire y Gases de Efecto Invernadero del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), y la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida han afirmado que las emisiones de los vertederos no gestionados podrían duplicarse para el año 2050 a medida que crezca la población urbana, echando por tierra la posibilidad de evitar una catástrofe climática.
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Crecen los residuos industriales y su es tratamiento pésimo

 


Creció la cantidad de residuos industriales que se producen en el país: el 93% se descarta de forma errónea

Fecha de Publicación
: 15/01/2024
Fuente: TN
Provincia/Región: Nacional


En 2023, el país generó 18,2 millones de toneladas, siete más que un año antes, pero su tratamiento no creció en igual proporción. Multas bajas y falta de legislación, desinsentivan las inversiones en ese área.
En 2023, en la Argentina, más de 400.000 empresas produjeron más de 18,2 millones de toneladas de residuos, entre peligrosos, no peligrosos y patogénicos, de los cuales casi el 93% se descartó de forma incorrecta. Son datos del informe elaborado por la Universidad Nacional de Rosario (UNR), a través de su Observatorio de Residuos Peligrosos, y la Universidad de Buenos Aires (UBA).
La mala gestión de los residuos industriales agrava los problemas ambientales, como consecuencia de la contaminación del agua, del aire y de la tierra.
“El saldo que se obtiene es un mayor descarte de materiales peligrosos, no peligrosos y patogénicos en el ecosistema. Las consecuencias más directas son un aumento en los niveles de contaminación ambiental y efectos graves en la salud de las personas. Lo que genera, entre otras cosas, el calentamiento global que estamos viviendo”, evaluó a la presidenta de la Cámara Argentina de Tratadores y Transportistas de Residuos industriales y Especiales (CATRIES), Claudia Kalinec.
CATRIES y la Cámara Argentina de Industrias de Tratamiento para la Protección Ambiental (CAITPA) fueron las dos organizaciones que aportaron los datos para la elaboración del informe de las universidades.

Qué reveló el estudio
De acuerdo con el informe, en el último año, en la Argentina se produjeron 18.214.675 millones de toneladas de residuos, de los cuales únicamente se trató el 7,1%, es decir, unas 1.293.820 toneladas.
Se estima que en Argentina existen alrededor de 402.711 empresas responsables de la generación de residuos industriales y peligrosos, y solo unas 33.983 firmas, el 8,44%, les dan tratamiento con un proveedor habilitado.
Si se toman en cuenta las cifras publicadas en el informe anterior del Observatorio (mayo 2021-abril 2022), en el país se habían producido un total de 11.251.862 toneladas de residuos industriales y de este total se había tratado el 9,6%, equivalente a 1.080.029 toneladas. Esto implica que de un año a otro se generaron casi siete toneladas más, pero su tratamiento no creció en igual proporción.
“Los niveles de residuos que recibieron tratamiento son muy similares en ambos períodos contemplados por los informes, pero el volumen de residuos total creció más de la mitad”, explicó Kalinec. Según dijo, “hace tiempo que el número de residuos que se tratan quedó estancado y no supera el 10%”.
Por su parte, Gustavo Solari, presidente de CAITPA, consideró pidió “sensibilizar acerca de la relevancia de manejar de forma adecuada los residuos peligrosos”. “Están clasificados de esa manera por una razón, y el impacto que generan es innegable. Las estadísticas son preocupantes y urge iniciar un cambio en la situación actual”, reclamó.

Qué proponen como solución
Como promotores de esta situación, tanto CATRIES como CAITPA apuntan, por un lado, a “la ausencia de control y sanción por parte del Estado y de políticas que promuevan la protección ambiental” como “factores clave”, pero también a la necesidad de actualización del monto de las multas, que desincentiva inversiones para el tratamiento de residuos industriales.
“El Estado, a través de sus distintos organismos y áreas, es el encargado de renovar los permisos de todas las industrias, no solo las de nuestro rubro, y son quienes deberían controlar el cumplimiento de la normativa”, dijo Kalinec.
Ambas cámaras promueven el avance de un proyecto para actualizar el valor de las multas, una iniciativa que ya tiene media sanción de Diputados, que reclaman que sea tratada por el Senado antes de fin de año, para que no pierda estado parlamentario.
“Se trata de la Ley 24.051 de residuos peligrosos que tiene más de 30 años desde su sanción y cuyos montos quedaron totalmente desactualizados, con un tope que hoy no pasa los $500.000, valor que no cumple el rol de desalentar la mala disposición de los residuos para las industrias, ya que no es significativo en la facturación de una pyme o gran empresa”, señalaron las cámaras en un comunicado conjunto.
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Articulación público-privada para la economía circular

 


Las políticas públicas como una oportunidad para impulsar la economía circular en Argentina

Fecha de Publicación
: 18/12/2023
Fuente: Télam
Provincia/Región: Nacional


El plástico es un material versátil, seguro, reciclable y sus productos son populares porque satisfacen una gran variedad de necesidades. Así como resuelven cuestiones de la vida cotidiana, también son un valioso eslabón de la economía circular, ya que al reciclarlos retornan como materia prima.
La articulación público-privada es vital para el diseño de políticas públicas que incentiven el reciclado y promuevan la circularidad. En Europa hace años hay una ley de Envases o ley REP y diversas normativas que, con metas claras, están logrando objetivos de economía circular; y eso es algo en lo que trabajamos en Argentina para potenciar la valorización de los reciclables presentes en la corriente de residuos, entre ellos el plástico.
Según un estudio de Opinaia, el 36% de los ciudadanos argentinos todavía no separa residuos, aunque a la mayoría de ellos les gustaría hacerlo si contaran con infraestructura como centros de reciclaje, espacio o campanas verdes cerca, información, tiempo o espacio.
Además, ante la falta de información, los encuestados consideran que los principales encargados de educar y enseñar sobre la protección y cuidado del medio ambiente son las escuelas (57%) y los gobiernos (58%). Entonces, la educación y la concientización ciudadana deben ser colocados como ejes para una nueva cultura de consumo responsable y una economía circular.
La educación es el camino para que los plásticos sean responsablemente consumidos, reutilizados, reciclados y recuperados. Es importante trabajar sobre la educación ambiental: enseñar, promover e incrementar hábitos de reciclaje hacia un consumidor consciente y hacia toda la cadena de valor, activo y responsable. Este camino se inicia en las escuelas con la educación de docentes y niños sobre el consumo responsable, la correcta disposición y el reciclado de los plásticos.
En este sentido, desarrollar materiales como la guía "Los Plásticos en la Economía Circular" para brindar información y datos científicos sobre los plásticos, sus usos y posibilidades de recuperación y reciclado es un ejemplo de lo que podemos aportar como organización
Además, apoyamos la ley Nacional de Educación Ambiental y la Ley Yolanda con perspectiva de desarrollo sostenible y con especial énfasis en cambio climático para las personas que se desempeñan en la función pública. Trabajamos conjuntamente con el diputado nacional Carlos Ponce y CAIP y UoyEP, y generamos dos proyectos de ley que están presentados en el Congreso Nacional, como el consumo responsable de plásticos de un solo uso y otro de economía circular.
Por otro lado, estamos llevando adelante un proyecto con DELTERRA, en el contexto de la Red de Economía Circular de los plásticos de Ecoplas, para encontrar juntos oportunidades en la cadena de valor, para potenciar el reciclado y luego poder escalarlo.
En la construcción de un modelo circular es importante implementar un esquema de certificaciones que beneficien las 7 R (rediseñar, reducir, reusar, reparar, renovar, reciclar y recuperar) que ayudan a una correcta gestión de los residuos plásticos y la incorporación de prácticas sostenibles en toda la cadena de suministro, donde el ecodiseño se encuentre en el corazón de la estrategia. Las empresas están adoptando la filosofía de crear productos en función de su ciclo de vida completo, desde la producción hasta el final de su vida útil. Esto minimiza el impacto ambiental y facilita la posterior recuperación de materiales.
Además, la implementación de normas y certificaciones debe estar respaldada por normas internacionales, sistemas de acreditación o verificación de tercera parte, que aseguran la transparencia e imparcialidad. Un ejemplo es la Certificación INTI-Ecoplas que tiene una ecoetiqueta cuyo isologo va en el producto final e indica la proporción de material plástico reciclado de producto, con un código QR que redirige hacia contenido sobre los beneficios ambientales de la práctica de la economía circular.
Durante el 2022 en Argentina se recuperaron 343.000 toneladas de plástico. De esta cifra, 318.000 toneladas corresponden a plástico reciclado mecánicamente -un incremento del 11% con respecto a 2021- y 25.000 toneladas de plástico recuperado para la generación de energía. Actualmente se recupera 6 veces más la cantidad de plásticos que en el 2003.
Este volumen de plástico reciclado en el país evitó la liberación de más de 434 mil toneladas de dióxido de carbono, equivalente a lo que absorben 21 millones de árboles. Por eso, el reciclado desempeña un rol central en la mitigación del cambio climático y la preservación del medio ambiente. Para potenciar el avance hacia el modelo de la circularidad, se desarrolla la nueva tecnología de reciclado avanzado que crecerá 32 veces a nivel mundial para el 2031 y que se suma al tradicional reciclado mecánico.
El reciclado en Argentina es una práctica creciente, dinámica, receptora de inversiones y creadora de empleo. Para mejorarlo e incrementarlo se están incorporando de manera permanente más y nuevos equipos de tecnología avanzada con los que se aumenta la eficiencia de estas tareas.
Si bien la industria del reciclaje ya cuenta con una fuerza laboral -compuesta por más de 50.000 personas que trabajan de manera directa e indirecta- en cooperativas de recuperadores urbanos y 150 empresas presentes en varias ciudades-, tiene gran potencial para continuar creciendo a través de la sinergia entre lo público y lo privado. Hay también renovadas oportunidades para seguir trabajando colaborativamente para que los plásticos puedan reciclarse y contribuir cada vez más a la economía circular.

Por Verónica Ramos, directora ejecutiva de Ecoplas, una entidad técnica profesional especializada en plásticos y medio ambiente
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Instan a trabajar en un basural del Paraná en Santa Fe

 


Basural flotante: preocupa el impacto social y la contaminación del agua

Fecha de Publicación
: 11/12/2023
Fuente: El Litoral
Provincia/Región: Santa Fe


El defensor del Pueblo de Santa Fe, Jorge Henn, se reunió este jueves con los vecinos de varios distritos costeros que reclaman la limpieza de la basura que ya está flotando en la laguna. En la ocasión, pidió la intervención "urgente" del futuro ministro de Ambiente de la provincia, Enrique Estévez -apenas asuma su cargo,- para llevar adelante un plan de acción tendiente a solucionar el problema generado y evitar la reiteración de este tipo de situaciones a futuro.
En tanto, los vecinos plantearon que hay dos problemáticas vinculadas al basural que estaba por fuera del anillo de defensa, en jurisdicción de San José del Rincón, y que se inundó por la crecida del río Paraná. Uno de ellos es el impacto ecológico y la contaminación del agua; y el otro es el social, dado que había familias -alrededor de 20- que vivían del cirujeo gracias a ese basural y que ahora se quedaron sin sustento.
"La reunión surge a partir de una convocatoria ciudadana de todas las localidades de la ruta 1, fundamentalmente, de Rincón, Arroyo Leyes y Santa Rosa -que de alguna manera forman parte del consorcio- y también la ciudad de Santa Fe. Además, estuvieron presentes investigadores del Conicet, quienes explicaron las características del daño ambiental en la laguna y su ecosistema por la presencia de residuos sólidos en el río", indicó Henn a los medios de comunicación.
El defensor dijo que se comunicó con el futuro ministro de Ambiente y le solicitó que "su primera reunión de trabajo sea con otros ministerios, con el municipio de Rincón y las comunas intervinientes, para que se tome alguna medida de carácter urgente en esta problemática. Es inaceptable desde todo punto de vista que esto pase y celebro que el protagonismo lo hayan tomado asociaciones e instituciones".
Henn insistió en la necesidad de realizar un "abordaje integral" del tema, con todos los actores involucrados, entre ellos, Aguas Santafesinas (ASSA) y el Enress, así como en la necesidad de cumplir con las leyes que regulan la gestión integral de los residuos sólidos urbanos (Girsu). "Esto debido a la cercanía que puede tener este basural contaminante a la toma de agua", añadió. Y agregó que también se reunió con Andrés Sopérez, intendente de San José del Rincón, y el presidente comunal de Arroyo Leyes, Eduardo Lorincz, quienes le brindaron un informe sobre el cuadro de situación.

La contaminación del agua "nos tiene muy asustados"
La abogada Gabriela Ferrer, integrante de la Coordinadora de la Costa, manifestó que los vecinos de esos distritos están "muy preocupados" por la situación. "Estamos viendo con ojos muy asustados lo que va a pasar con la contaminación en la toma de agua de ASSA, que está pasando el Puente Colgante. No es menor esto porque hoy en día casi el 50% del agua que toma Aguas Santafesinas proviene de allí y el otro 50 % del Colastiné".
La abogada dijo que esta problemática podría haberse evitado: "Tenemos una Ley de Basura Cero donde se planteaban claramente cuáles eran los proyectos, los objetivos y los plazos para poder cumplir con correcta Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos. Acá tenemos varios responsables, no solamente el Ministerio de Ambiente, que era la autoridad de contralor de esta ley y que no logró conseguir la ejecución concreta, rápida y efectiva en relación a todos los basurales a cielo abierto, que están localizados a lo largo de la Ruta 1, principalmente, los de Arroyo Leyes y Rincón, que son los más grandes. También hay microbasurales a lo largo de toda la Costa, con un impacto terrible en el recurso hídrico, ictícola y social".
Ferrer señaló que pidieron la intervención de la Defensoría con los organismos pertinentes: Ministerio de Ambiente, Aguas Santafesinas y el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress). "Queremos que las autoridades responsables nos den explicaciones sobre qué medidas se van a tomar para que los santafesinos podamos tomar agua segura", advirtió.

Familias que vivían del cirujeo
Por su parte, Julieta Di Filippo, activista ambiental y vecina de la costa, e Irma Gabutti, integrante de la Coordinadora de la Costa, plantearon su preocupación por la situación en la que se encuentran las familias que vivían del basural.
"Hoy estuve con esas familias y no tenían qué darles de comer a los gurises. No puede ser que seamos las organizaciones sociales, las que tengamos que salir al cruce de esa situación. Acá hay ministerios de Ambiente y de Desarrollo Social que tendrían que haberse hecho cargo de esto", apeló, en un tono firme Gabutti. Y añadió: "Estuve juntando algún recurso para que pudieran vender y tener algún alimento. Pero esta no es la función de las organizaciones sociales, es del gobierno. Mientras ellos de traje y corbata firman que se van o que vienen, hay familias que están padeciendo".
Por su parte, Di Filippo reclamó: "No sabemos dónde se está arrojando la basura que siguen generando los vecinos de Rincón. Y nos ha llegado también cómo los vecinos que vivían del cirujeo se han quedado sin su fuente de ingreso. Acá se está visibilizando un problema que data de muchos años y para el cual no se concretaron los proyectos que se habían generado en algún momento, entre ellos, la clasificación de la basura".
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Es muy bajo el tratamiento de los residuos industriales

 


Solo el 7,1% de los residuos industriales son tratados en Argentina

Fecha de Publicación
: 25/11/2023
Fuente: Ambito
Provincia/Región: Nacional


Más de 400 mil empresas en el país produjeron alrededor de 18 millones de toneladas de residuos, entre peligrosos, no peligrosos y patogénicos, en un año y casi el 93% se descartó de forma incorrecta. Un informe elaborado por la UBA y la UNR, da cuenta de la problemática.
En el último año, se estima que, en Argentina, se produjeron 18.214.675 millones de toneladas de residuos de los cuales únicamente se trató el 7,1%, unas 1.293.820 toneladas. La alarmante cifra surge de un informe elaborado por la Universidad Nacional de Rosario a través del Observatorio de Residuos Peligrosos de la Universidad Nacional de Rosario y la Universidad de Buenos Aires, con datos del sector que aportan CATRIES (Cámara Argentina de Tratadores y Transportistas de Residuos industriales y Especiales) y CAITPA (Cámara Argentina de Industrias de Tratamiento para la Protección Ambiental), en una iniciativa conjunta.
El Observatorio genera informes bimestrales y anuales desde el año 2021 a pedido de las Cámaras que se proponen, de este modo, arrojar luz sobre la situación en nuestro país en materia de gestión de residuos y contaminación ambiental. Se estima que en Argentina existen alrededor de 402.711 empresas responsables de la generación de residuos industriales y peligrosos, mientras que solo unas 33.983 firmas, el 8,44%, les dan tratamiento con un proveedor habilitado para tal fin.
El documento detalla que estos resultados establecen una base para comparar la evolución del índice de tratamiento de residuos y así lograr parámetros de referencia sobre esta problemática.

Un problema que se expande
De los datos obtenidos se concluye que casi el 93% de los residuos industriales no reciben el tratamiento adecuado, trayendo aparejados problemas ambientales y en la salud de las personas por contaminación del agua, tierra y aire. Esta problemática solamente tendió a agravarse en el último tiempo, según advierten referentes de las dos Cámaras.
Si se toman en cuenta las cifras publicadas en el informe anterior del Observatorio (mayo 2021 - abril 2022), en el país, se habían producido un total de 11.251.862 toneladas de residuos industriales y de este total, se había tratado el 9,6%, el equivalente a 1.080.029 toneladas. Esto implica que de un año a otro se generaron casi siete toneladas más, pero su tratamiento no creció en igual proporción.
“El saldo que se obtiene es un mayor descarte de materiales peligrosos, no peligrosos y patogénicos en el ecosistema. Las consecuencias más directas son un aumento en los niveles de contaminación ambiental y efectos graves en la salud de las personas. Lo que genera entre otras cosas el calentamiento global que estamos viviendo. Los niveles de residuos que recibieron tratamiento son muy similares en ambos períodos contemplados por los informes, pero el volumen de residuos total creció más de la mitad”, explica la presidenta de CATRIES, Claudia Kalinec.
Por su parte, Gustavo Solari, presidente de CAITPA, asegura: “Es fundamental para nosotros concientizar a los ciudadanos argentinos acerca de la relevancia de disponer de forma adecuada los residuos peligrosos. Están clasificados de esa manera por una razón, y el impacto que generan es innegable. Las estadísticas son preocupantes y urge iniciar un cambio en la situación actual”.

Ser parte de la solución
El objetivo de las encuestas mensuales a las empresas asociadas a las cámaras para elaborar estos documentos, en el marco de un convenio con la UBA y la UNR, son el puntapié inicial para visibilizar la problemática ya que no hay casi datos oficiales del sector a nivel nacional.
Kalinec sostiene que “hace tiempo que el número de residuos que se tratan quedó estancado y no supera el 10%”. A la hora de reflexionar en torno a esta situación, la ausencia de control y sanción por parte del Estado y de políticas que promuevan la protección ambiental son dos factores clave.
“El Estado, a través de sus distintos organismos y áreas, es el encargado de renovar los permisos de todas las industrias, no solo las de nuestro rubro y son quienes deberían controlar el cumplimento de la normativa”, señala la presidenta de CATRIES.
Por lo pronto, se está intentando avanzar con un proyecto para actualizar el valor de las multas, una iniciativa que ya tiene media sanción de Diputados y necesita ser tratada por Senadores antes de fin de año para no perder estado parlamentario. Se trata de la Ley 24.051 de residuos peligrosos que tiene más de 30 años desde su sanción y cuyos montos quedaron totalmente desactualizados, con un tope que hoy no pasa los $500.000, valor que no cumple el rol de desalentar la mala disposición de los residuos para las industrias, ya que no es significativo en la facturación de una pyme o gran empresa.
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