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Desde la salud ya se advierte sobre la crisis climática futura

 


El fenómeno climático que, según un experto, será un “problema gravísimo” en la Argentina la próxima década

Fecha de Publicación
: 07/03/2024
Fuente: La Nación
Provincia/Región: Nacional


Carlos Ferreyra, médico especializado en epidemiología ambiental y exconsultor de la OMS en clima, salud y ambiente, sostiene que el calor extremo demanda una estrategia clara
A dos semanas de que el termómetro marcara el final de la primera ola de calor de la temporada, con temperaturas consideradas “muy peligrosas” para la salud, se desconoce qué impacto tuvieron esos 23 días de enero y febrero en la población valores térmicos agobiantes. Y lo fue hasta el punto de de no poder responder en distritos consultados sobre la demanda de asistencia o consultas por golpe de calor o siquiera considerar, como ocurrió en una de las provincias, que el calor extremo sea un problema de salud pública.
“En la Argentina, hay cero enfermos o muertos por el calor”, señala Carlos Ferreyra, médico especializado en epidemiología ambiental y exconsultor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en clima, salud y ambiente. Sostiene que “ningún sanitarista serio diría que el calor extremo no es un problema de salud pública” tras el Acuerdo de París de 2015 contra el cambio climático y la adaptación a sus efectos, lo que incluye la salud humana, animal y vegetal.
Con experiencia en la gestión pública, ya que trabajó en los ministerios de Salud de la Nación y de Córdoba, de donde es oriundo, asegura que el país carece de una estrategia frente a lo que anticipa que será “un problema gravísimo” en la próxima década. “Pasaron los años y no hay ninguna provincia, excepto la ciudad de Buenos Aires [por la red de refugios climáticos], con una estrategia y un plan ante el calor extremo”, dice en diálogo con LA NACIÓN. Al diferenciar por localidades, también menciona a Rosario, en Santa Fe, donde hay unos 20 puntos para buscar alivio del calor.
En el Consejo de Médicos de Córdoba, la Alianza Clima, Vida y Salud Argentina –Ferreyra preside la alianza internacional/España– organiza anualmente un curso internacional no arancelado sobre prevención y reducción de daños y pérdidas asociadas con las temperaturas altas extremas, incluida la formación en cuidados para grupos vulnerables (adultos mayores, embarazadas de alto riesgo, pacientes oncológicos o personas con enfermedades crónicas, entre otros) y, también, en información estratégica. La próxima edición es el mes que viene (Informes: escueladelcalorextremo@gmail.com).
“No tener un sistema de información epidemiológica robusto hace que el país gaste una enorme cantidad de dinero en atender pacientes que llegan tarde a la consulta. Hace que los argentinos seamos totalmente ineficientes en la actuación ante el calor extremo –dice–. Por esto es que tenemos que aplicar el principio precautorio: aun no habiendo datos sobre los diferentes impactos del calor en la población y para no dejar desamparados a los mayores, las embarazadas o las personas que utilizan terapias que pueden generar alguna vulnerabilidad con calor extremo, hay que actuar a pesar de no tener la información necesaria para gestionar.”
Otro tema que no escapa a ese programa de formación, que se extenderá hasta 2027, es la relación entre las epidemias de dengue y otras enfermedades vectoriales y la emergencia climática. “Cada vez que hay calor, se presenta con mucha eficacia porque el mosquito se reproduce más eficientemente y la población no está bien informada por lo que no puede dar una respuesta adecuada y hay incapacidad de actuar”, opina el médico, que en 2009 fue coautor del Plan Director de Prevención del Dengue de Córdoba (Ley N° 9666).
De acuerdo con un informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la primera ola de calor de la temporada 2023/2024 fue “extraordinaria” en duración y extensión geográfica. Se prolongó por 23 días (comenzó el 21 de enero y finalizó el 12 de febrero) y alcanzó a todas las provincias. Avanzó lentamente de sur a norte y, luego, al noreste del país, con valores extremos tanto para las temperaturas máximas como las mínimas diarias. El SMN cuenta con una app que emite alertas por temperaturas extremas (frío o calor).
“Este evento se caracterizó por su gran extensión territorial y duración, ya que afectó a un total de 80 localidades que cuentan con estación meteorológica oficial –detalla el texto del SMN–. Tuvo dos momentos en los que se intensificó y extendió afectando a la mayor cantidad de territorio: el primero fue entre el 31 de enero y el 3 de febrero, y el segundo entre el 5 y el 7 de febrero. En ambas situaciones, la ola de calor estaba presente en más de 55 estaciones meteorológicas.”

Consecuencias económicas
Dado que se prevé que pueda repetirse, para la Argentina eso implica, además, consecuencias económicas. “Al calor en la Argentina siempre se lo tomó como una cuestión individual, de percepción personal. Sin embargo, hoy, es el problema de salud pública más importante en términos de sus daños a la sociedad y la salud. Más en los países del hemisferio sur, donde es generador de otros muchos problemas, como incendios, sequías, disminución de la producción de alimentos e impacto directo en la capacidad productiva”, menciona Ferreyra.
Lo define, además, como un problema territorial porque afecta más donde hay condiciones que favorecen valores más altos: lugares con concentración de cemento, metal, vidrio y hormigón, sin árboles y vegetación, ríos, lagos o agua en fuentes como elementos de enfriamiento natural. “Hay argentinos que van a sufrir más el calor que otros donde se dan esas condiciones”, señala el epidemiólogo. “De los 800 municipios más afectados por el efecto de isla de calor urbano, solo dos cuentan con un plan de actuación ante el calor. Son la ciudad de Buenos Aires y Rosario. Esto genera una gran desigualdad en la Argentina”, agrega.
La preparación local que describe también alcanza a la información oportuna a la sociedad, no solo con recomendaciones de cómo prevenir un golpe de calor, sino también de cómo está afectando a la población, junto con la formación del personal en los centros de atención y los cuidados a adoptar en más de 20 profesiones con alto riesgo de sufrir estrés térmico.
“La mayor parte de los hospitales que reciben los casos complicados no tienen un plan con las guías clínicas necesarias para que los distintos servicios enfrenten los efectos del calor, a diferencia de lo que pasa con los efectos del frío –detalla Ferreyra–. Tampoco la salud ocupacional cuenta con protocolos sobre cómo el calor extremo afecta a los trabajadores ni en los sindicatos se discuten las medidas de cuidado y protección personal que deberían promover.”
Cita que, en Europa, donde trabaja a través de la alianza, hay protocolos que indican que, al superar los 32°C, los trabajadores expuestos al calor se van rotando en el descanso en un centro de enfriamiento, donde se hidratan y personal de enfermería les controla parámetros básicos para seguir con las tareas.
“Si no existen esas precauciones, el estrés térmico altera la capacidad de trabajo y los países sin estas protecciones empiezan a tener graves problemas de producción –agrega–. Todo esto demuestra que la Argentina tiene que actualizar su respuesta al calor extremo. Solo en lo laboral, tiene impacto en más de 20 profesiones u ocupaciones, como la policía, el transporte, la construcción, el trabajo en el campo o los trabajadores informales en la calle, entre otros más.”
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Neuquén hace punta en salud y crisis climática

 


Neuquén tiene un plan para que el sector salud se prepare frente al cambio climático

Fecha de Publicación
: 27/02/2024
Fuente: Diario Río Negro
Provincia/Región: Neuquén


Fue elaborado con apoyo de la Organización Panamericana de la Salud y el Ministerio de Salud de la Nación.
En los centros de salud y los hospitales, se hacen diagnósticos y tratan enfermedades. Se realizan acciones de prevención y promoción de la salud e investigación para encontrar soluciones para la diversidad de pacientes. Pero ese funcionamiento implica que se emitan gases de efecto invernadero a través del consumo de energía, el transporte, y la fabricación, uso y disposición de productos.
Neuquén es una de las primeras jurisdicciones de la Argentina que elaboró un plan de acción de salud y cambio climático, junto con Misiones y Tucumán.
«Como todas las demás actividades humanas, hay impactos en el ambiente. y el sector de la salud no es una excepción. Entonces hay que repensarlo y empezar a ver cómo nos adaptamos y cómo mitigamos. Adaptarnos es empezar a prepararnos a cómo vamos a seguir funcionando frente a lo que va a suceder. Y mitigar es reducir la emisión de gases de efecto invernadero, o aumentar los sumideros, por ejemplo, aumentar la plantación de árboles. No es juzgar al sistema de salud sino hacer un parate y analizar», explicó a Diario Río Negro el médico toxicólogo Horacio Trapassi, director General de Salud Ambiental y Cambio Climático del Ministerio de Salud de Neuquén.
Los sumideros son depósitos naturales que pueden absorber y capturar el dióxido de carbono de la atmósfera reduciendo su presencia en el aire.
El plan de salud y cambio climático fue creado dentro del marco del Proyecto Readiness Argentina. Fue un trabajo de dos años con apoyo de la Organización Panamericana de la Salud. Se trata de una iniciativa novedosa que marcará las bases para otras jurisdicciones del país.
El proceso fue coordinado por el área de Salud Ambiental del Ministerio de Salud provincial, la oficina de la Organización Panamericana de la Salud en Argentina, y la Coordinación de Salud Ambiental del Ministerio de Salud de la Nación, bajo la órbita de la gestión de Carla Vizzotti.
Contiene un conjunto de estrategias, medidas, políticas e instrumentos para ser implementados hasta el año 2030 para dar cumplimiento a la Ley N° 27520 de Presupuestos Mínimos de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático Global. Es mencionado como un instrumento que se enmarca y se alinea con los objetivos y directrices del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático.
Con el proyecto, se impulsa, entre otras cosas, una herramienta para medir las huellas de carbono de salud. Esto permitirá saber cuáles son los puntos del sistema de salud que más generan emisiones y así se podrán enfocar mejor las líneas de trabajo en el futuro.
Una de las acciones concretas es la creación de la Mesa de Salud y Cambio Climático, donde participan diferentes organismos del Ministerio de Neuquén que se reúnen de manera mensual o bimestral. Se materializó a través de una resolución de octubre de 2023 y su misión es «acompañar, consolidar y avalar las propuestas» del plan.
Un punto que tiene el plan es ver cómo optimizar la cadena de algunos insumos, por ejemplo, en su traslado.
Otras de las líneas se vincula con los residuos y su tratamiento, y pensar las estructuras hospitalarias con una perspectiva de ahorro energético.
El plan describe que hay efectos del clima sobre la salud que pueden ser directos, como los eventos meteorológicos extremos, e indirectos, que «se refieren a la incidencia y la distribución geográfica de las enfermedades transmitidas por el agua y alimentos, por vectores y de enfermedades zoonóticas, que pueden verse afectadas por cambios en las condiciones climáticas».
Un ejemplo de esto último en Neuquén es lo que ocurrió con Aedes aegypti, el mosquito transmisor del dengue. En la provincia se monitorea la situación de las poblaciones de esos insectos, desde donde hace varios años se coordinan acciones de vigilancia. Están orientadas a la recolección y registro sistemático de información sobre las poblaciones de insectos vectores, así como la identificación y evaluación de potenciales criaderos de mosquitos, su eliminación y saneamiento.
De acuerdo a esos estudios se evidenció que el mosquito transmisor del dengue pudo reproducirse en la ciudad de Neuquén. Pero hasta el momento no se puede asegurar que esté establecido como parte de la biodiversidad local, según informó la cartera de Salud en enero pasado. Sin embargo, se resaltó que haya podido completar el ciclo no había pasado antes en la provincia.

Cómo se consume energía en el sistema de salud
El funcionamiento sistema de salud implica consumo de energía para usar en transporte, electricidad, calefacción y refrigeración.
También se ejerce un consumo de energía en la cadena de suministros para la fabricación, adquisición, utilización de insumos y eliminación de residuos de los centros y los hospitales.
Las emisiones de gases de efecto invernadero por parte del sector de salud en Argentina se estimaron sobre la base de la relación que existe entre el consumo de energía de un sector y el gasto que se le destina. Representan el 2,07 % del total de las emisiones del país informadas en 2021.
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La contaminación de agroquímicos llego a la CABA

 


CABA: el distrito urbano con mayor omnipresencia de agroquímicos

Fecha de Publicación
: 22/02/2024
Fuente: Diario El Argentino
Provincia/Región: Capital Federal


Así lo indican estudios científicos que comprobaron la existencia de glifosato y otros agroquímicos en sangre y orina de habitantes de zonas no rurales del AMBA, que llegarían a través del agua, frutas, verduras, polvo de hogar e, incluso, a través de la lluvia. Qué hay detrás del agronegocio y sus efectos en la salud.
La provincia de Buenos Aires es la principal exportadora de soja para alimentación animal, por lo que la utilización de agrotóxicos en los campos no es novedad. Los plaguicidas como el glifosato, 2.4D o atrazina, y los insecticidas como endosulfán o clorpirifos son altamente tóxicos y desde hace años causan graves daños a la salud de las comunidades cercanas a las cosechas donde se los utilizan.
Algunos de éstos pueden ser cancerígenos, incluso el clorpirifos que a pesar de estar prohibido en Argentina, su adquisición continúa siendo de fácil acceso. La falta de controles férreos a la actividad agrícola nos trae a una nueva problemática: el peligro ya no sólo es rural, la toxicidad llegó a la Ciudad.
Esta situación creciente abre nuevas incógnitas: cuánto perjudica a la salud, qué organismos estatales deberían intervenir o cómo evitar que lleguen a nosotros estos agroquímicos.
Entre los trabajos de investigación que buscan brindar algunas respuestas se destacan dos. Uno de ellos es el Proyecto Sprint (Transición Sostenible de Protección Vegetal: Un Enfoque de Salud Global), que fue lanzado en septiembre de 2020 y trabaja con un consorcio de institutos de investigación de 10 países europeos y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), como representante de nuestro país. Tiene como objetivo evaluar el impacto de los agroquímicos en la salud humana y los efectos adversos en plantas, animales y ecosistemas.
De igual forma, se creó el Proyecto PIS (Pesticidas Introducidos Silenciosamente), perteneciente a la ONG latinoamericana Democracia en Red, que realizó más de 200 análisis de orina humana durante el primer semestre de 2023.
La finalidad fue medir el nivel de exposición a los agroquímicos en personas de entornos rurales, que estuvieran cerca de campos donde se haga aplicación y en las zonas urbanas del AMBA.
En diálogo con @elargentinodiario, Don Powa, coordinador de este último proyecto, explicó: “El estudio lo hicimos en tres distritos distintos: unos netamente rurales, uno periurbano y uno 100% urbano, que fue en CABA. Medimos en Saladillo, Lobos y Mar Chiquita como el enfoque rural; y en La Matanza con enfoque periurbano porque lo hicimos en un asentamiento que está justo en el borde del partido, que se llama Barrio Nicole, donde de un lado tenés ciudad y del otro lado tenés campo”, detalló.
Contra todo pronóstico, aseguró que se sorprendieron cuando los resultados arrojaron que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue el lugar con mayor positividad de agroquímicos en orina humana: 23%.
«Hacemos testeos con voluntarios y yo mismo fui uno. Vivo en Colegiales y me encontraron 4,5 partes por millón de glifosato en orina, mientras que el piso de detección es 1. Ahora tenemos pruebas concretas de que esta contaminación nos afecta a todos”, explicó.
Aunque los estudios sobre la proveniencia de estos químicos continúan, las personas que dieron positivo en sus estudios declararon tener altos consumos de frutas y verduras, y también de agua de red, embotellada e incluso filtrada.
“La gente de CABA claramente no tiene exposición por vía aérea a esta contaminación, a diferencia de los habitantes de municipios de provincia que sí, ya que están más cerca de las cosechas, aunque faltan estudios para que esto esté 100% probado”, señaló Powa.
Y alertó: “La principal hipótesis de cómo llegan estos agroquímicos a los porteños es a través de las frutas y verduras que entran por el mercado central. Y en Provincia, detectamos agroquímicos en el agua de red de pueblos como Vidal y Mar de Cobos; y en el agua de lluvia de Mar Chiquita, por ende, también en sus napas”.
Argentina vive del agronegocio y es la principal fuente de divisas. Por lo tanto, Don Powa planteó que no sólo es un problema de salud pública y ambiental, sino también “del modelo de generación de divisas a nivel país”: “La proyección es que los mercados internacionales se van a ir cerrando a este tipo de producciones. Esto implica empezar a pensar modelos de transición para la próxima década porque por ahí también se nos va a cortar a nosotros”.

Silenciamiento
En diálogo con este medio, Claudio De Francesco, biólogo, investigador del CONICET y voluntario del Proyecto Sprint, explicó que la participación de Argentina en el mencionado proyecto debería concluir recién en el año 2025, pero finalizó tempranamente por decisión de las autoridades institucionales de INTA.
“Con esta decisión, tomada por Mariano Garmendia, presidente del INTA; y Nacira Muñoz, vicepresidenta, Argentina se aleja de trabajar en las vías de reducción de la exposición a plaguicidas detectada en esta primera etapa del proyecto en forma conjunta con especialistas en neurociencias, medicina, toxicología, políticas públicas, economía, agronomía, veterinaria, entre otras áreas científicas”, detalló De Francesco.
El INTA, en ese marco, prohibió la publicación de los resultados del proyecto aunque igualmente lograron trascender: Argentina duplica o triplica la cantidad de plaguicidas que son utilizados en Europa, según la zona de estudio. Es que, en nuestro país, también se realizan mezclas de químicos para aumentar la potencia de cada veneno, reuniendo hasta 120 plaguicidas.
Según comentó De Francesco, la justificación del organismo fue que “la investigación en humanos estaba fuera de su ámbito de incumbencia”. No obstante, en el contrato original firmado entre INTA y Sprint se especificaba que se realizarían muestreos en ambiente, animales, plantas y también en humanos, ocupándose de esta actividad específicamente profesionales del área de Salud, como finalmente ocurrió.
Tras este cambio institucional de opinión, el entrevistado adhirió: “También empezaron a decir que nuestros datos eran confidenciales. Sin embargo, los datos eran y son personales. Lo que yo quiera hacer con mis datos como voluntario es responsabilidad mía”.
Por lo expuesto, consideró también que el INTA debe una respuesta: “Cuando llegaron los resultados, que fueron muchos plaguicidas en sangre, orina, materia fecal y en el aire que respiramos, se desentendió de nosotros”.
Y finalizó: “El proyecto Sprint contaba con presupuesto de la Comisión Europea, permitía la interacción profesional de los científicos argentinos con otros, de otras partes del mundo y quedó trunco, dejó un sabor amargo en muchas personas, no solo en los voluntarios, así como muchas preguntas”.

Falta de control y reclamos
El INTA prohibió así que se realizara la segunda etapa de la investigación del Proyecto Sprint que consistía en la explicación de esos resultados y el diseño de caminos para disminuir la exposición a los plaguicidas.
Pero la responsabilidad de la falta de correcto control sobre la utilización de agrotóxicos no debe estar unificada. Mientras que De Francesco señaló que “a pesar de tener una buena Ley Ambiental, falta claridad en las reglas y en la regulación de la producción y comercialización”, Don Powa adhirió que la responsabilidad de diseñar y hacer cumplir “la normativa que regula el manejo, las distancias, las autoridades de control, las recetas electrónicas, la zonificación es de injerencia municipal”.
La autoridad máxima más próxima al domicilio de las personas afectadas, paradójicamente, podría tener la solución.

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Cinco enfermedades tropicales que preocupan en la Argentina

 


Cinco enfermedades tropicales con consecuencias devastadoras sobre las que advirtió la OMS y preocupan en la Argentina

Fecha de Publicación
: 01/02/2024
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Nacional


Se trata de un grupo de patologías causadas por virus, bacterias, parásitos y hongos, entre otros patógenos, y afectan principalmente a personas de países en desarrollo
Las enfermedades tropicales desatendidas (ETD) son un grupo heterogéneo de 20 patologías prevalentes, principalmente, en áreas tropicales, que afectan a más de mil millones de personas pertenecientes a comunidades empobrecidas en todo el mundo.
Causadas por diversos agentes patógenos, como virus, bacterias, parásitos, hongos y toxinas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el 30 de enero como el Día Mundial de las Enfermedades Tropicales Desatendidas para concientizar sobre las consecuencias devastadoras que éstas generan en el ámbito social, económico y de salud a nivel global.
De las ETD que lista la OMS, muchas de ellas se encuentran presentes en Argentina.
“Las enfermedades tropicales negligenciadas u olvidadas tienen un máximo de expresión, por morbilidad, mortalidad, incidencia y prevalencia, en los trópicos y subtrópicos, pero en muchas partes del mundo se derraman sobre las regiones templadas”, analizó el médico infectólogo tropicalista, ex Jefe de Medicina Tropical y Medicina del Viajero del Hospital Muñiz y miembro del Comité Científico de la Fundación Mundo Sano, Tomás Orduna, para quien “pese a que hace unos 25 años comenzó a hablarse de este grupo de enfermedades, para muchas de ellas no se han tenido avances para combatirlas, en términos de métodos de prevención o tratamientos”.
Bien sabidas son las consecuencias del cambio climático en lo que estrictamente al clima se refiere: las olas de calor y de frío, los deshielos y los incendios forestales producto del calentamiento global son moneda corriente en todo el mundo.
Sin embargo, ahora los expertos alertan acerca de que los efectos ya no sólo se limitarán a los fenómenos extremos sino que, además, se producirá un agravamiento en más de la mitad de las enfermedades patógenas humanas conocidas hasta el momento, entre ellas muchas de las llamadas “tropicales desatendidas”.

Cuáles son las cinco que preocupan en Argentina

Dengue
Si bien desde noviembre del año pasado se encuentra disponible en Argentina la vacuna tetravalente contra el dengue, que está indicada para personas a partir de los cuatro años, de acuerdo con el Boletín Epidemiológico Nacional del Ministerio de Salud, en 2023 se registraron en el país 139.946 casos de dengue y en 18 provincias hubo casos autóctonos.
“Junto con la movilidad global y la urbanización, el cambio climático es el mayor responsable del aumento de las infecciones de dengue”, señaló un reciente reporte publicado en The Lancet.
Al respecto, Orduna señaló que entre las “dos últimas semanas del 2023 y las dos primeras del 2024, ya hay en Argentina 11.000 casos de dengue en el noroeste, casi la mitad de ellos en Chaco y el resto distribuido entre Formosa, Corrientes y Misiones”.
Y tras agregar que “no hay tratamientos farmacológicos contra el dengue, lo cual es un nicho que debe ser investigado”, explicó que a los pacientes que tienen esta enfermedad y presentan síntomas, sólo se les pueden dar “medidas de soporte”.

Chikungunya
Argentina y toda la región de las Américas no sólo ha sido golpeada dramáticamente por el dengue. Otro patógeno, que también se transmite por la picaduras de hembras de mosquitos de la especie Aedes aegypti, se ha expandido territorialmente: el virus que causa la fiebre chikungunya.
Según explicó en un reciente artículo el doctor William de Souza, de la Universidad de Kentucky, en los Estados Unidos, el cambio climático también influyó en que haya más áreas con presencia de los mosquitos que pueden transmitir el virus.
“La epidemia en la Argentina, como en el resto de América, probablemente ocurrió porque los viajeros infectados que regresaban a casa iniciaron brotes al transmitir el virus a personas susceptibles. Además, el aumento de las temperaturas debido al cambio climático, como el del año pasado, puede crear condiciones aún más adecuadas para los vectores y la transmisión viral”, remarcó el científico.

Enfermedad de Chagas
Se trata de una patología presente en Argentina, principalmente en zonas rurales. La vinchuca, insecto transmisor de la enfermedad, encuentra en las viviendas precarias un ámbito que facilita su desarrollo.
“Asociada a la pobreza extrema y endémica en 21 países de América Latina, la enfermedad de Chagas afecta aproximadamente a 8 millones de personas en el mundo, de las cuales 1,2 millones son mujeres en edad fértil”, indican desde la Fundación Mundo Sano. Según la OMS, más del 95% de ellos desconocen su estado.
En el país existen alrededor de 1.500.000 habitantes crónicamente infectados. Además, existen 7 millones de personas en riesgo de estarlo y se estima que 1300 bebés nacen con la enfermedad anualmente.
Y si bien una persona puede contagiarse en cualquier momento, el grupo de mayor riesgo es el de niños menores de 10 años que habitan en zonas no tratadas con insecticidas. “También resulta preocupante que muchas provincias con presencia histórica del vector tengan porcentajes bajos de estudios a las mujeres gestantes”, había advertido a Infobae la doctora Cristina Freuler (MN 58098), Jefa del Departamento de Medicina Interna, Hospital Alemán.

Lepra
Es otra de las ETD presentes en Argentina. Se trata de una de las enfermedades infecciosas más antiguas, y si bien existe un tratamiento efectivo que mata a la bacteria que causa la infección, cura al paciente y detiene la transmisión, más de 174.000 personas en el mundo fueron diagnosticadas con la infección causada por la bacteria Mycobacterium leprae o Bacilo de Hansen, durante 2022.
Según el último reporte anual de la OMS, dentro de ese total, más de 21.000 residen en América. Esa cifra de 2022 implicó un aumento del 23,8% de los casos en relación al año anterior. Significa que hay 21 casos de lepra por cada millón de habitantes en el mundo.
En la Argentina, durante 2021, se registraron 357 personas en tratamiento por lepra, de los cuales 143 casos eran nuevos, representando una tasa de detección de 0,07 por 10.000 habitantes. Con estos datos se alcanzó la meta de eliminación a nivel nacional (menos de 1 caso por 10 mil habitantes).
Sin embargo, aún existen bolsones epidemiológicos en los que esa meta no se alcanza todos los años. “Tenemos áreas endémicas donde es menester el trabajo activo de búsqueda de pacientes para detectar casos de lepra y ofrecer tratamiento para la misma, principalmente en el Nordeste: Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones, porque la lepra se cura”, afirmó Orduna.

Rabia
La enfermedad vírica prevenible que se transmite al ser humano por la mordedura de un animal infectado, por lo general un perro, “es mortal una vez que aparecen los síntomas”, según Orduna.
Y pese a que se conocía desde la Antigüedad, aún existe y causa 59.000 muertes de seres humanos al año en más de 150 países. Aunque por falta de notificación y la incertidumbre de las estimaciones, la OMS reconoce que esa cifra puede estar muy por debajo de la realidad.
En América Latina hubo 17 muertes por rabia entre el año pasado y los meses transcurridos en 2023, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Pero hay esperanza en que la situación podría mejorar.
Un conjunto de organismos internacionales como OMS, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Alianza Global para el Control de la Rabia han unido sus fuerzas y persiguen la meta de llevar a cero los casos de rabia en humanos provocados por mordeduras de perros para el año 2030.
“En Argentina, tenemos controlado el tema rabia -aseguró Orduna-. La eliminamos en perros y gatos en el país. El problema hoy es una rabia de difícil control, que está asociada a los murciélagos, ya que el 3% de estos animales portan virus rábico”.
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Dengue, cambio climático y la necesidad de prevenir

 


Dengue: por qué las olas de calor y el cambio climático favorecen la proliferación del mosquito

Fecha de Publicación: 29/01/2024
Fuente: Ambito
Provincia/Región: Nacional


En los últimos meses han aumentado los casos de dengue en el país. Las olas de calor combinadas con el cambio climático pueden afectar la epidemiología.
En medio de los aumentos de casos de dengue en Argentina, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha emitido varias alertas por calor y temperaturas extremas en varias provincias. En ese contexto, han advertido sobre la combinación de este fenómeno junto al cambio climático, los cuales pueden afectar en la proliferación del mosquito.
Según informó el Ministerio de Salud de la Nación, el país los contagios por dengue ya superan los 22.000. Además, murieron 10 personas en Corrientes y otras 8 en Misiones.
Para entender esto, desde la página oficial del Gobierno de la Ciudad Buenos Aires explican qué es el cambio climático y una ola de calor. En el primer caso, se trata de las alteraciones a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos.
Algunos de los efectos contraproducentes de esto son: incremento en las temperaturas medias globales, variación en la frecuencia e intensidad de las olas de calor y modificaciones en los regímenes pluviales.
En cuanto a las olas de calor, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) las define como "cuando las temperaturas mínimas superan los 22°C y las máximas los 32°C durante al menos 3 días consecutivos". Según indican, esto puede ocasionar dolores de cabeza, deshidratación, agotamiento, mareos y náuseas, presión baja y elevada temperatura corporal, siendo las personas mayores el grupo etario de mayor riesgo.
De esta manera, el cambio climático y las olas de calor favorecen las condiciones para el desarrollo e incremento en la población de mosquitos. Según el sitio oficial del Gobierno bonaerense, esto sucede debido a que "la alteración en los patrones de lluvias y temperatura, beneficia el ciclo de vida y la relación directa de los mosquitos con el virus".
En este sentido, estos dos fenómenos pueden afectar la epidemiología del dengue ya que terminan creando condiciones más propicias para la reproducción del mosquito y la propagación del virus.

Aumento de casos de dengue: recomendaciones para afrontar las olas de calor
Desde el Ministerio Sustentable, brindaron una serie de recomendaciones para atravesar la ola de calor y evitar la propagación del mosquito:
- Vaciar y poner boca abajo recipientes en desuso.
- Colocar mosquiteros en las aberturas.
- Pasar a tierra las plantas que se encuentren en agua.
- Utilizar repelente (protección entre 4 y 6 hs luego de la aplicación).
- De presentar síntomas (fiebre, dolor corporal, dolor articular, sarpullido, cefalea, dolor retroocular) consultar en un centro de salud.
- Hidratarse, tomar agua con mayor frecuencia.
- Evitar bebidas con cafeína o con azúcar en exceso, muy frías o muy calientes.
- Incorporar frutas y verduras a tu alimentación y evitar las comidas abundantes.
- Evitar realizar actividad física intensa y exponerte al sol en las horas de mayor temperatura.
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INTA: antes de irse, Garmendia bajó al proyecto Sprint

 


Antes de irse, el extitular del INTA retiró al organismo de un proyecto global para medir el impacto de los agroquímicos en personas y ambiente

Fecha de Publicación
: 30/12/2023
Fuente: elDiarioAR
Provincia/Región: Nacional


Mariano Garmendia dejó sus funciones con la llegada del gobierno de Javier Milei. Antes, firmó una resolución que quita a la Argentina de SPRINT, una iniciativa académica dirigida a medir la presencia de residuos de agroquímicos en el ambiente y las personas, que es financiada desde 2020 por la Unión Europea. En octubre, ya había prohibo difundir los resultados de una investigación de una profesional de INTA Balcarce, quien realizó las primeras mediciones en el país siguiendo los protocolos del Programa.
El extitular del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), Mariano Garmendia, que dejó sus funciones con la llegada del gobierno de Javier Milei, firmó antes de dejar su cargo la resolución 1081/2023 a través de la cual se decide discontinuar la presencia del organismo en SPRINT, una iniciativa académica dirigida a medir la presencia de residuos de agroquímicos en el ambiente y las personas.
De acuerdo a la información que recoge el portal Bichos de campo, el 7 de diciembre, tres días antes de la asunción del líder libertario como mandatario, Garmendia firmó esa resolución del Consejo Directivo del INTA en la que establece comunicar a la coordinadora del proyecto SPRINT, la doctora Violette Geissen, “la decisión de la Argentina de abandonar ese colectivo de universidades y científicos europeos, que es financiado desde 2020 por la Unión Europea (UE)”, lo cual se hizo efectivo el pasado 12 de diciembre.
Ya en julio, el organismo había prohibido la difusión de los resultados de los estudios que llevó adelante una de las investigadoras del INTA Balcarce y del CONICET, Virginia Aparicio, quien realizó las primeras mediciones en el país siguiendo los protocolos del Programa SPRINT, en una tarea que comenzó en 2021.
En los argumentos para la no difusión de las conclusiones que Aparicio consiguió tras sus estudios y mediciones en territorio argentino, el organismo consideró que “posiblemente algunos procedimientos respecto a los estudios que involucran a personas han excedido la incumbencia institucional”.
De acuerdo a “Bichos de campo”, “Aparicio, una investigadora acostumbrada a estas lides, de seguro aprovechó el resquicio o un descuido de sus superiores para intentar cubrir una faltante clara de la política nacional, donde no existen estadísticas claras sobre el uso de agroquímicos y mucho menos se realizan estudios sistémicos sobre el posible impacto que tienen sobre el ambiente y la salud de las personas”.
También a comienzos de octubre, en el marco del “Congreso de Alimentos de la Agricultura Familiar y Economía Social”, realizado en la ciudad de Paraná, Entre Ríos, Garmendia impidió la difusión de los datos que surgieron de la investigación y sostuvo que había “un error inicial del INTA de cómo se abordó el proyecto, que estamos tratando de subsanar, porque tenemos que involucrar sí o sí a los Ministerios de Salud de la Nación, de la Provincia de Buenos aires, y tenemos que corregir y trabajarlo, en eso estamos en este momento”.
Sin embargo, de acuerdo a lo que informó La izquierda diario el pasado 5 de octubre, “los resultados del SPRINT están desde febrero y en junio de este año se iba a realizar una presentación con los resultados argentinos generales, en la que participaría Virginia Aparicio, trabajadora del INTA Balcarce e investigadora integrante del estudio. Esa reunión fue cancelada y mediante una resolución firmada por el presidente del INTA se prohibió a Aparicio hablar con la prensa”.
Los resultados que finalmente se conocieron del estudio que publicó Bichos de campo, determinaban que “se colocaron pulseras especiales para detectar agroquímicos sobre 73 habitantes de la provincia de Buenos Aires, varios de ellos reconocidos militantes agroecologistas, y de allí surgió que el 100% de ellos ”presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal“.
“Estos resultados colocaban a la Argentina en el tope de los niveles de contaminación con agroquímicos, pues esos niveles detectados habían sido superiores a las de los países europeos comparados en el Proyecto SPRINT, solo superados por los Países Bajos”, asegura la publicación.
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Justicia declara inconstitucional una norma sobre agroquímicos

 


Amparo ambiental: declaran la inconstitucionalidad de una resolución sobre uso de agroquímicos

Fecha de Publicación
: 28/12/2023
Fuente: El Día de Gualeguaychú
Provincia/Región: Entre Ríos


Lo resolvió la justicia entrerriana en relación a un amparo realizado por ciudadanos de la provincia. La resolución cuestionada establecía una distancia de fumigación rechazada por los perjudicados
En el marco del legajo “Rosso, Ximena C/ Haberkorn, César Gabriel, Roskopf, Sonia, Superior Gobierno de la provincia de Entre Ríos y Comuna Colonia Ensayo S/ Acción de Amparo Ambiental” (Expte. nº 1869)”, el vocal de la Sala Segunda de la Cámara Tercera Laboral, Emilio Luján Mattoras resolvió hacer parcialmente lugar al amparo y consecuentemente decretar la inconstitucionalidad de resoluciones de la Subsecretaría de Asuntos Agrarios y Recursos Naturales de la provincia de Entre Ríos.
En ese sentido las normas declaradas inconstitucionales son siguientes: resolución N° 47/04, su artículo 2° cuando reza: “Limitar el uso de agroquímicos en lugares próximos a caseríos lindantes a lotes de uso productivo, a una distancia de 50 metros”; y de la resolución N° 49/04, su artículo 1° cuando reza: “Suspender las aplicaciones terrestres en una distancia de seguridad establecida en 50 m. entre el límite del cultivo tratado y el curso de agua permanente”, y su artículo 2° cuando reza: “Si en las proximidades de los lotes a tratar, existieran casas, cursos de agua permanentes o laguna, la aplicación aérea de plaguicidas deberá suspenderse en una distancia de seguridad de 100 m. entre la vivienda y el curso de agua y/o el cultivo”.
Asimismo dispuso que en relación a las distancias para las pulverizaciones con agroquímicos que se efectúen en las adyacencias del lote denominado “Tierra Alta I” ubicado en Colonia Ensayo Departamento Diamante, se apliquen las previsiones ínsitas en los artículos 2°, 3° y 4° del Decreto 2239/19, computándose la zona de exclusión desde el límite de la superficie del aludido predio. Ello, hasta que “el Poder Legislativo de la Provincia de Entre Ríos aborde esta cuestión, a través del dictado de la Ley que corresponda…, en un plazo razonable y conforme la naturaleza representativa de la Legislatura, que habilita el debate de distintas fuerzas políticas; y, posibilita la participación de especialistas, ciudadanos, organizaciones de la sociedad civil y sujetos involucrados” – cfr. sentencia dictada por el Superior Tribunal de Justicia in re “FORO ECOLOGISTA DE PARANA (3) Y OTRO C/ SUPERIOR GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE ENTRE RIOS S/ ACCION DE AMPARO” Causa N° 24321, del 28/10/19). 2.
La acción de amparo fue presentada con el objeto de que se ordene el cese de una actividad contaminante con impacto directo en el Loteo denominado Tierra Alta, en razón de las fumigaciones terrestres con agrotóxicos que se realizan en las adyacencias de la mencionada zona, lo cual, según un grupo de vecinos, da plena legitimación procesal como actores en términos generales por su calidad de habitantes.
El amparo fue dirigido contra el titular del predio ubicado en la zona lindera a la urbanidad, Cesar Gabriel Haberkon, dato que surge del acta de infracción 009/2023 DGA, con domicilio en Colonia Ensayo zona Rural, Domiciliado en Ruta provincial 11 Km 17, Colonia Ensayo zona Rural, y la Sra. Sonia Roskopf domiciliada en Ruta provincial 11 Km 17, Colonia Ensayo zona Rural y/o quienes se encuentren en posesión, arrendamiento o propiedad cuya heredad se encuentra contigua a las viviendas familiares en la cual habitan los propietarios de las viviendas ubicadas en el Loteo Tierra Alta, en la localidad de Colonia Ensayo, y/o quien/es resulte/en titular/es y/o responsable/es de las explotaciones agrícolas que en ellos se realizan, con el objeto de que se ordene se abstengan de fumigar de forma terrestre a una distancia menor a los 1100 metros contados desde el límite del Loteo.
En la presentación realizada se señala “exigimos como ciudadanos corrientemente expuestos a químicos nocivos, y en virtud de los graves y ya comprobados efectos negativos que la actividad agrobiotecnológica genera en el suelo, el agua superficial y subterránea, el aire y en consecuencia, en la salud de quienes vivimos en sus 2 adyacencias, se prohíban las fumigaciones aéreas en un radio de 3 km de los límites del mencionado Loteo Urbanístico.
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Advierten de la presencia de agroquímicos en Buenos Aires

 


Don Powa: «Hay omnipresencia de agroquímicos por distintos vectores en todo Buenos Aires»

Fecha de Publicación
: 15/12/2023
Fuente: Tiempo Argentino
Provincia/Región: Buenos Aires


El 21,62% de las personas testeadas en Mar Chiquita tienen glifosato en orina. El dato de Proyecto PIS se suma a evidencias previas sobre agrotóxicos en agua y ambiente en distintos puntos bonaerenses y en CABA. "Se requiere una mirada integral, un enfoque transicional e incorporar la variable de salud pública", alerta el director de Democracia en Red.
Las evidencias se acumulan y comienzan a dialogar entre sí. Distintos estudios prueban la presencia de agrotóxicos en aire, agua, suelo y hasta en el polvo de las casas, así como en sangre, orina y materia fecal. “No es precipitado decir que hay omnipresencia de agroquímicos por distintos vectores en todo Buenos Aires”, planteó Don Powa, director de Democracia en Red, la ONG que encabeza Proyecto PIS (Pesticidas Introducidos Silenciosamente) y analiza la presencia de glifosato y derivados en la orina de hombres y mujeres de distintos distritos bonaerenses y de la Ciudad de Buenos Aires.
Powa se refirió a esa “omnipresencia” tras dar a conocer los resultados de PIS en Mar Chiquita: en 21,62% de los testeos de orina realizados allí se detectaron glifosato y su metabolito AMPA. El 88% de quienes dieron positivo no viven en un ámbito rural, cerca de las fumigaciones, sino en el ejido urbano del partido.
Dos meses atrás, había causado revuelo la difusión de datos similares sobre CABA, muy lejos de los pueblos fumigados. De todos los lugares analizados por PIS, Ciudad de Buenos Aires fue el que registró mayor positividad: 9 de las 39 muestras analizadas tenían restos del cuestionado herbicida. Es decir, el 23.08% de los casos.

En todas partes
“Los datos dialogan con los de otros estudios de la zona que ayudan a dar un diagnóstico bastante más integral o sistémico sobre la situación, no es solo nuestra información. Los distintos estudios muestran, en Mar Chiquita y en municipios que la bordean, presencia de agroquímicos en el sistema de agua de red -es tal vez lo más problemático: el agua de canilla tiene gran variedad de agroquímicos-; hay en el aire dentro del ejido urbano, en el agua de lluvia, en las napas subterráneas y están los datos del estudio Sprint, que midió aire, materia fecal, sangre, orina y polvo domiciliario”, enumeró Powa.
El proyecto Sprint dio que hablar por los resultados que arrojó y por las denuncias sobre intentos de silenciar esos resultados. Se trata de un estudio internacional con diez países europeos y la Argentina. La pata local estaba encabezada por la investigadora de Virginia Aparicio, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Pero el Consejo Directivo de esa entidad decidió frenar la difusión de los datos obtenidos. ¿Qué decían? Que en las muestras argentinas hay menos variedad pero más concentración de agrotóxicos que en las europeas. En ese marco, se hallaron trazas de agroquímicos en el 100% de las personas testeadas de Mar Chiquita.
“Se podría redundar con más datos, pero la conclusión de Sprint y la nuestra es la misma: hay omnipresencia de agroquímicos distintos y no hay un único vector. No es que entran porque falta una barrera forestal -que falta-, sino que también entran por agua, si está en la lluvia entran también en las huertas orgánicas. Esto pasa en Mar Chiquita y en una docena de municipios de la zona. Y es una hipótesis para toda la Provincia de Buenos Aires, no es precipitado decirlo”, remarcó Powa.

Glifosato en el cuerpo
Fabiana Sicco tiene 58 años, es arquitecta y vive en Mar de Cobo –localidad del partido de Mar Chiquita- desde hace dos décadas. Fue una de las voluntarias de Proyecto PIS y así supo que tenía glifosato en la orina. “Para mí fue la confirmación de algo que ya me imaginaba. Vivo a 400 metros de la Ruta 11, estamos rodeados por campos y me fumigaron en tres oportunidades”, contó.
Recuerda a la perfección esos tres episodios en los que sintió de forma directa el impacto de las fumigaciones sobre su cuerpo. Las tres veces, en la ruta. “La primera vez fue hace unos nueve años. Venía con mi familia y empezamos a sentir olor a químico. Cerramos las ventanillas, pero el olor era insoportable. Cuando entramos a Mar de Cobo, en el campo estaban fumigando con mosquitos”.
“A partir de la primera fumigación, a los poco meses, me diagnosticaron diabetes de tipo 1, inmunosupresora. Se puede dar en adultos, pero no es tan común. En la última fumigación, yendo a Mar del Plata, me broté y estaba como ahogada. En la salita de Mar de Cobo me pusieron oxígeno pero no me quisieron poner en el certificado médico que esto había sido por la fumigación. Me dijeron que tenían orden de no hacerlo”, relató a Tiempo.
Además de esas aplicaciones sobre los campos que atravesó en forma directa, “cada vez que fumigan a la noche me doy cuenta porque siento dolor en los pulmones, es como si me apretaran los pulmones. Y se ven las luces en el campo cuando fumigan de noche”.
Después de su diagnóstico, Sicco se empezó a enterar de más enfermedades en la zona. “Me crucé con amiga del pueblo con cáncer de esófago, el segundo caso que escuchaba. Es raro en un pueblo chico, de 3000 habitantes. Empecé a relacionar cosas”. A partir de entonces comenzó a militar por el freno a las fumigaciones desde la Asamblea Paremos el Desierto Verde.

En el territorio
En Mar Chiquita rige desde 2020 una ordenanza que establece que no se puede fumigar a menos de 200 metros de escuelas rurales y a 25 de cursos de agua, entre otros parámetros. Previamente, una cautelar había ordenado el freno a las aplicaciones con agroquímicos en un rango mayor, pero el reclamo local indicaba que se incumplía.
En tanto, las organizaciones sociales en territorio lograron reunir abundante evidencia sobre la situación que denuncian. Entre 2021 y 2022, desde Gesta Colectiva –conformado por investigadores del Conicet- analizaron la presencia de agroquímicos en aire, agua de red y de pozo. Nueve de las diez muestras dieron positivo.
Luego, en octubre de este año, se realizó un monitoreo ambiental entre Proyecto PIS y el Centro de alfabetización ecológica Quinta Esencia: se comprobó la presencia de agroquímicos en el agua de red, de lluvia y de pozo en Coronel Vidal, dentro de Mar Chiquita. A esto se sumaron los datos de Proyecto Sprint.
“No tengo una posición de decir ‘agroquímicos sí o no’ de forma binaria. Busco soluciones realistas, posibles. Se requiere una mirada integral sobre el tema. No es una ordenanza o una sola cosa, hace falta un enfoque transicional. Tarde o temprano esto va a cerrar mercados: cuanto antes empecemos los procesos de transición, mejor parados vamos a estar para cuando eso suceda”, planteó Powa. Y resaltó la necesidad de “incorporar la variable de salud pública” al abordaje del tema.
En un contexto sociopolítico donde lo público tambalea, a instancias de la propuesta de Javier Milei para achicar el Estado nacional, el referente de Democracia en Red señala que “lo que tal vez era un problema ahora puede ser una oportunidad. Porque quien mayor poder de policía y ordenamiento territorial tiene son los municipios, luego la Provincia. Y la Nación casi no regula ni ordena. Así que la realidad nacional, si bien puede afectar por generar pautas generales, en términos reales no afecta”.
Además de la difusión de resultados de glifosato en orina en distintos puntos (Lobos, Saladillo, La Matanza, CABA y Mar Chiquita), en el marco de Proyecto PIS lanzaron herramientas para entender y cotejar ordenanzas sobre fumigaciones en cada partido, y un mapa donde ver áreas pobladas, escuelas rurales, cursos de agua y demás aspectos que tanto municipios como productores y habitantes deberían conocer para saber cómo actuar y cuándo reclamar. También diseñaron afiches para que cada comunidad pueda tener a mano un compendio de los datos que necesita ante una fumigación: que el tractor tenga patente, que haya viento en contra, que esté el ingeniero agrónomo, entre otros ítems.
“Estas herramientas deberían servir para que el Municipio controle la ordenanza y la gente sepa desde dónde hacer denuncias. Incorporamos contactos de docentes de escuelas rurales, porque la ordenanza obliga a que avisen al director ante aplicaciones en la zona. También les sirve a los productores. A toda la comunidad, entendiendo a los productores como parte de la comunidad”, concluyó Powa.
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Acumar realiza un balance de su gestión en su aniversario

 


Balance de gestión en un nuevo aniversario de la creación de ACUMAR

Fecha de Publicación
: 08/12/2023
Fuente: Acumar
Provincia/Región: Riachuelo


Se cumple un nuevo aniversario de la ley de creación de ACUMAR y es una oportunidad para repensar y evaluar lo hecho en estos últimos años para cumplir los objetivos de saneamiento.
La Ley 26.168 fue sancionada, bajo la presidencia de Néstor Kirchner, el 15 de noviembre de 2006, promulgada el 4 de diciembre y publicada en el Boletín Oficial al día siguiente. Mediante esta letra legal, se creó a la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo como ente de derecho público interjurisdiccional, para ejercer su competencia en el área de la Cuenca Matanza Riachuelo y atender a su deterioro ambiental.
La ley responde a la demanda, conocida como “Causa Mendoza”, que un grupo de vecinos y vecinas de Villa Inflamable, Avellaneda, había presentado en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Allí reclamaban al Estado la recomposición del ambiente, la creación de un fondo para financiar el saneamiento de la Cuenca y un resarcimiento económico por daños y perjuicios.
En la gestión que culmina el 10 de diciembre, presidida por Martín Sabbatella, bajo el lema de “Prevenir, recomponer y mejorar es la tarea”, han sido muchos y muy significativos los avances en pos del saneamiento. Grandes obras de infraestructura, fiscalización y control de las industrias, promoción del empleo verde y acciones de limpieza fueron algunas de las acciones que se llevaron adelante, pensando siempre en lo esencial de construir e invitar a una relación más cercana y sustentable con el entorno.
En este sentido, Sabbatella destacó: “Sin dudas, el balance en este fin de gestión es altamente positivo. Hoy la Cuenca Matanza Riachuelo cuenta con un organismo eficiente, transparente, profundamente presente en el territorio, que cuenta con equipos capacitados e impulsa políticas innovadoras y estratégicas de modo interdisciplinario. Logramos avanzar hacia una nueva etapa en el saneamiento y eso nos llena de orgullo”.
En primer lugar, la contaminación orgánica fue abordada a través de dos grandes hitos: el traslado del Mercado de Hacienda de Liniers a Cañuelas y, junto a AySA, la puesta en marcha del Sistema Riachuelo, una megaobra de ampliación cloacal que ataca a la mayor fuente de contaminación del río, los efluentes cloacales sin tratamiento.
Además, la obra del Parque Industrial Curtidor (PIC) en Lanús, ya está concluida y se espera comenzar con la mudanza y radicación de pequeñas y medianas curtiembres de la Cuenca. La Planta de Tratamiento de Efluentes del PIC, que tiene un gran estado de avance, será una solución y un puente hacia los estándares de una producción amigable con el ambiente.
Unido a esto último, durante 2023, establecimientos industriales de la Cuenca, responsables del mayor porcentaje de contaminación, realizaron obras de adecuación a la normativa ambiental vigente. Y se crearon las Guardias Ambientales: equipos móviles de supervisión y prevención que recorren la Cuenca los siete días de la semana detectando situaciones que puedan poner en riesgo la seguridad ambiental.
Se puso en marcha el Centro Integrado de Monitoreo y Control Ambiental (CIMCA), un lugar de recepción, registro, análisis y visualización online de los datos ambientales de la Cuenca, que permite optimizar la vigilancia integral. A su vez, se está terminando de construir el primer Laboratorio Ambiental de ACUMAR.
Una vez iniciada la gestión de Sabbatella, se verificó que los arroyos que desembocaban en el río estaban llenos de basura, por lo que en 2021 se incorporó el servicio de perfilado y desobstrucción que consiste en el raspaje del talud en lugares impactados por residuos y obstrucciones para acomodar los cauces con la finalidad de que el agua circule correctamente, fundamentalmente en los días de lluvia y así reducir la posibilidad de inundaciones.
También se ejecutaron obras de mejoras en el espacio público de la ribera del Riachuelo. Así es como se acondicionaron zonas para actividades recreativas y el Camino de Sirga alcanzó una mejora de cerca del 90%.
Se creó el Circuito Turístico Ambiental “El puente y sus dos orillas”. Se trata de un recorrido histórico y patrimonial gratuito por la Cuenca Baja para el que se instalaron dos Estaciones de Promoción e Interpretación Ambiental.
La agroecología y la producción de flora nativa cobró relevancia gracias al fortalecimiento de la Red de Viveros. Estas acciones ayudan a la mejora y conservación del suelo, con la reserva y depuración del agua, y la regulación climática. Además, se impulsó el proyecto para la preservación ambiental de parcelas de la reserva natural “Bosques de Ciudad Evita”, en conjunto con el Instituto de Vivienda de la Ciudad y el Municipio de La Matanza.
Con los gobiernos locales y el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación se articuló para garantizar soluciones habitacionales para familias en situación de riesgo ambiental.
En materia de Educación, el Programa Escuelas por la Cuenca llegó a más de 1000 instituciones educativas, promoviendo el compromiso con las problemáticas ambientales vinculadas al territorio.
Y en Salud, se pusieron nuevamente en funcionamiento las 16 Unidades Sanitarias Ambientales y las Unidades Móviles volvieron al territorio. Para el período 2024-2027 se rediseñó el Plan Sanitario de Emergencia de la Cuenca. Y, finalmente, ACUMAR cumplió la manda de la Justicia en cuanto a las Evaluaciones Integrales de Salud Ambiental en Áreas de Riesgo (EISAAR).
Estas son algunas de las obras que se llevaron a cabo en esta gestión y que marcaron un antes y un después en el saneamiento del Matanza Riachuelo. Pero, además, diariamente, se realiza la limpieza sistemática del espejo de agua del cauce principal de la Cuenca. En simultáneo y complementariamente, más de 1.600 cooperativistas limpian las márgenes del Riachuelo. Y se realizan de forma trimestral monitoreos de la calidad del agua, suelo y aire.
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Justicia limita fumigaciones en Pehuajó

 


Agroquímicos: El caso que puso límites a las fumigaciones en un municipio bonaerense

Fecha de Publicación
: 07/12/2023
Fuente: InfoCielo
Provincia/Región: Buenos Aires


La Justicia limitó las fumigaciones por tierra en Pehuajó tras un caso en el que resultó afectada una familia. El HCD deberá sancionar una ordenanza en 90 días.
La Justicia Federal estableció una zona de exclusión para la aplicación terrestre de agroquímicos en la ciudad de Pehuajó- la aérea se encuentra prohibida- y fijó un plazo de 90 días al Concejo Deliberante para que dicte una ordenanza regulatoria. Fue en marco de una medida cautelar solicitada por una fiscal local a raíz de un caso de intoxicación de una familia en la localidad rural de Francismo Madero.
La medida estará vigente durante ese lapso e implica que habrá dos áreas de 300 metros cada una: la más próxima a las zonas pobladas, con una prohibición total de aplicación; la segunda, con productos de baja toxicidad y de baja volatilidad, explicó el sitio judicial Fiscales.org.
Se trata de una disposición tomada por el juez federal de Pehuajó, Andrés Heim, quien hizo lugar a una medida cautelar requerida por la fiscal federal María Cecilia Mc Intosh.
La decisión judicial fue adoptada el 27 de noviembre pasado, luego de una audiencia pública donde el juez recibió diferentes planteos y aportes. Allí participaron las víctimas, las personas que explotan el predio fumigado, los representantes de los ministerios públicos, representantes del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de la Municipalidad de Pehuajó, del Concejo Deliberante, del área de salud, activistas ambientales, propietarios rurales y otros miembros de la comunidad.

Agroquímicos: el caso de una familia intoxicada y la respuesta judicial
En la investigación penal, la fiscal Mc Intosh había solicitado la inmediata suspensión provisional de las aplicaciones de fumigaciones con plaguicidas, herbicidas, insecticidas y cualquier otro paquete de agroquímicos, sea mediante fumigaciones terrestres o aéreas, respecto de un campo de aproximadamente 25 hectáreas, situado en la localidad de Francisco Madero.
El caso se había iniciado como consecuencia de la denuncia formulada por el padre de una niña que vive frente al predio fumigado. En el caso se constató que la fumigación repercutió en forma directa en la salud de al menos cuatro personas (entre ellas, dos niños), que, a las pocas horas de ser alcanzadas por las sustancias, se sintieron afectadas a nivel respiratorio y necesitaron la intervención de personal de salud de la Unidad Sanitaria local y del Hospital de Pehuajó.
El pedido de la fiscalía para la suspensión de las fumigaciones se fundó en la defensa del derecho a la salud y al medio ambiente sano, tutelado en el artículo 41 de la Constitución Nacional, y en el derecho a la vida, previsto en los artículos 33, 42 y 75 inciso 22 de la Constitución Nacional, los artículos 11 y 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y el artículo 4 de la Convención Americana de Derechos Humanos; y en los principios de precaución y prevención, establecidos en el artículo 4 de la Ley 25.675, general del Ambiente.
La fiscalía luego amplió los fundamentos expuestos en la petición cautelar y aportó los antecedentes de un caso similar que tramita ante el Juzgado Federal de San Nicolás, con intervención del fiscal federal Matías Di Lello.
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Grave incidente por escape de amoníaco

 


Escape de amoníaco en Barracas: 100 trabajadores afectados

Fecha de Publicación
: 05/12/2023
Fuente: Página 12
Provincia/Región: CABA


Ocurrió en un frigorífico ubicado en Lafayette al 1800. Personal del SAME y la Policía trabajan en el lugar.
A raíz de la explosión de tanque de amoníaco ocurrida esta mañana en un frigorífico de Barracas unos 100 trabajadores resultaron con intoxicaciones respiratorias. Unas cuatro manzanas fueron evacuadas por prevención y personal del SAME, Bomberos y Policía de la Ciudad trabajan en el lugar para asistir a los afectados.
Por causas que todavía no fueron establecidas, explotó un tanque de amoníaco de un frigorífico situado en Lafayatte al 1800 —esquina Santo Domingo— en el barrio de Barracas.
"El frigorífico fue totalmente evacuado tras producirse fuego en un compresor", informaron fuentes policiales.
A raíz de este incidente, unas 24 ambulancias del SAME llegaron al lugar para asistir a los trabajadores intoxicados con esta sustancia. Los afectados recibieron oxígeno en las inmediaciones del frigorífico, en la esquina de las avenidas Vélez Sarfield y Osvaldo Cruz.
Todos los trabajadores del frigorífico y los de fábricas ubicadas en los alrededores, como así también los vecinos del barrio, fueron evacuados por prevención.
"Se solicitó a los residentes de inmuebles linderos a que cierren las ventanas y puertas para evitar el ingreso de contaminante", detallaron fuentes del operativo a Noticias Argentinas.
Según se informó, unas 30 personas fueron asistidas en el lugar. "El SAME asistió en triage a treinta personas, de los cuales 12 operarios fueron trasladados a distintos centros asistenciales".  Asimismo, se detalló que quienes requirieron mayor atención fueron trasladados a los hospitales Argerich, Penna, Ramos Mejía y Durand.
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Agroquímicos en el cuerpo y sin respuestas oficiales

 


Vivir con agroquímicos en el cuerpo: "Representamos lo que la población argentina consume todos los días"

Fecha de Publicación
: 16/11/2023
Fuente: Unidiversidad
Provincia/Región: Nacional


Nair de los Ángeles Pereira es una de las 73 personas voluntarias del proyecto internacional Sprint, que busca medir el impacto de los agroquímicos en la vida cotidiana de la ciudadanía en diferentes países. Contó a Unidiversidad cómo es vivir con plaguicidas en el cuerpo.
“Es hora de acabar con el mito de que los plaguicidas son necesarios para alimentar al mundo. Yo y otras 72 personas somos el ejemplo del peligro que causan”, dijo Nair de los Ángeles Pereira. La bióloga e investigadora del Conicet vive con más de diez sustancias tóxicas en su cuerpo. Esta certeza la tiene luego de conocer los resultados alarmantes de un estudio internacional en el que participó junto a ciudadanos y ciudadanas de la provincia de Buenos Aires. El informe reveló que Argentina tiene los niveles de concentración más altos de agroquímicos en los alimentos, lo que se traduce en sustancias peligrosas para el cuerpo y el ambiente. Todo un dato que a nivel local derivó en un cerco informativo.
En 2017, Nair y toda su familia se mudaron a una casa ubicada en Sierra de los Padres, a menos de mil metros de campos fumigados, en una de las zonas rurales de General Pueyrredón (Buenos Aires), históricamente expuesta a los agroquímicos por ser parte del cinturón frutihortícola.
En noviembre de 2021, mientras cursaba el embarazo de su hija, esta bióloga e investigadora del Conicet, se presentó como voluntaria junto a otras 72 personas para que se tomaran las muestras necesarias en el marco de un estudio a escala internacional llamado "Transición sostenible de protección vegetal: un enfoque de salud global 2020/2025)” (Sprint, por sus siglas en inglés), que inició en 2020 y se desarrollará durante un total de cinco años. Se trata de una iniciativa que evalúa el impacto de los agroquímicos en la vida cotidiana de la gente en diferentes países.
El estudio se encuentra financiado por el Banco Mundial, participan Holanda, Dinamarca, Croacia, Eslovenia, Francia, Portugal, España, Italia, Suiza, República Checa y Argentina, elegida por la Unión Europea por ser uno de los principales países exportadores de soja y otros cultivos para el consumo de su ganado.
En nuestro país, el muestreo en sangre, orina y materia fecal se llevó a cabo a fines del 2021 en distintos lugares del sur de la provincia de Buenos Aires con el objetivo de evaluar el impacto de los plaguicidas en la salud humana y los ecosistemas. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) es el organismo nacional a cargo del desarrollo y seguimiento del estudio a nivel local, liderado por la doctora Virginia Aparicio.
Entre los resultados que se dieron a conocer se confirmó que las 73 personas analizadas en el país tienen restos de hasta 10 agroquímicos en la sangre, de 6 a 13 en la orina, 18 en la materia fecal y hasta 86 plaguicidas diferentes en el polvo de sus casas.  Entre los venenos detectados está el glifosato. Si bien, estas conclusiones son una muestra de diferentes poblaciones de Buenos Aires, Nair afirmó que son reflejo de lo que pasa en el todo el país.
Muchas de las personas analizadas viven lejos de las fumigaciones, por lo que se considera a estos plaguicidas de carácter “omnipresente”: se encontraron venenos en los alimentos, en el polvo del hogar, en los granos de cultivos, en animales, en alimentos para animales, en suelos y hasta en el agua.
“El día que me entregaron los resultados del estudio me resultó muy alarmante. Si bien sospechaba que algo me estaba sucediendo, en especial por los repetidos tratamientos de fertilidad que tuve que hacer para tener a mi hija, pude corroborar que los plaguicidas que están en mi cuerpo causan justamente impacto directo en el sistema reproductivo”, detalló la bióloga. En junio recibieron los resultados de manera particular, ya que la publicación de los resultados de manera pública fue suspendida por decisión del INTA.
Su preocupación creció aún más por la falta de respuesta por parte del Estado y del INTA, que de hecho intentó tapar las conclusiones obtenidas. “El 6 de junio, el INTA y la doctora Aparicio iban a dar una charla para detallar los resultados, pero fue suspendida. De hecho, (el organismo) prohíbe hasta el día de la fecha que ella hable del proyecto Sprint”, remarcó.
“Por privado se nos ofreció acceder a nuestros análisis personales, pero nadie nos dijo cómo seguir. El gran problema es que además de la cantidad de agroquímicos que nos causan daño de manera individual, no se sabe qué puede causar la mezcla de tantos agrotóxicos, la interacción entre los mismos plaguicidas y sus metabolitos. Por eso, exigimos una explicación: es realmente alarmante que absolutamente todos los que participamos del estudio Sprint tengamos al menos 10 plaguicidas en sangre, manifestó.
Nair recalcó que los 73 voluntarios y voluntarias son una muestra de lo que pasa en el país. "Representamos todo lo que el resto de la población argentina consume todos los días”, dijo y advirtió que: “Para aquellos que podrían pensar que esto me sucede a mí porque estoy en Sierra de los Padres a menos de 1000 metros de campos fumigados, hay que resaltar que la misma cantidad de plaguicidas fueron encontrados en personas que viven en la ciudad de Mar del Plata y en otros sitios de la provincia. La gran preocupación que mantenemos — y por la que exigimos respuesta por parte del Estado— es que esta mezcla de plaguicidas que corroboramos tener en nuestros cuerpos llega a los platos de todos los ciudadanos. Por eso es vital que el INTA continúe siendo parte de este estudio y, además, que nos dé una respuesta certera”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la utilización masiva e inadecuada de algunos insecticidas y herbicidas puede provocar múltiples enfermedades e incluso la muerte. De hecho, el organismo internacional afirma que por intoxicación de pesticidas unas 200.000 personas mueren al año.

Qué dijeron desde el INTA
En los primeros días de octubre, el presidente del INTA Mariano Garmendia reconoció un error inicial por parte de la institución en torno al abordaje del proyecto y planteó que ahora buscará subsanar e involucrar a los ministerios de Salud de la Nación y de la provincia de Buenos Aires por su peso en materia de salud pública. Según la bióloga, esta fue la primera vez que el organismo se pronunció de manera pública en el marco del Congreso de Alimentos de la Agricultura Familiar y la Economía Social que se desarrolló días atrás en Paraná, Entre Ríos.
Nair también contactó en varias oportunidades a representantes del INTA para conocer en qué situación actual se encuentra el organismo y para que pudieran brindar explicaciones, pero desde allí se disculparon por no contar con una respuesta oficial.
El reclamo de los voluntarios y las voluntarias del estudio junto a otras organizaciones socioambientales de la provincia de Buenos Aires inició en junio, cuando de manera paralela a los resultados obtenidos, el organismo estatal “pospuso” la publicación del estudio que tenía previsto para el 21 de ese mes. En este sentido, Nair —como vocera del resto de las personas voluntarias— consideró que el cambio de dirección radical se debe al “peso” que contienen esos indicadores de interés público y a las posibles consecuencias para la industria agropecuaria.

Carta para exigir respuesta
El 23 de septiembre de este año, el conjunto de voluntarios y voluntarias examinadas elevó una carta al Consejo Directivo del INTA. En el documento pidieron que se continúe con su participación en este proyecto de investigación de vital importancia y cuestionaron que “alegar como motivo de suspensión que los estudios realizados exceden la incumbencia del INTA por involucrar a la salud humana (NO-2023-69067079- APN-DN#INTA y RESOL-2023-399-APN-CD#INTA) es un fundamento insuficiente”.
“Por un lado, el proyecto Sprint está formado por un equipo multidisciplinario que incluye a profesionales de la salud de alto reconocimiento nacional e internacional. Por otro lado, el Consejo Directivo como máxima autoridad de INTA puede, de considerarlo necesario, generar estrategias y movilizar recursos humanos del Estado que gestionen las acciones necesarias en el área de la salud para dar continuidad a un proyecto de alto impacto productivo, ambiental y social como Sprint. Además, el acuerdo firmado entre el INTA y el proyecto Sprint (RESOL-2020-477-APN-CD#INTA) especificaba claramente ser aceptado y avalado por el INTA”, expusieron.
Nair resaltó que el pedido de respuesta oficial es para que toda la sociedad se entere de lo que se está consumiendo con los alimentos, lo que se bebe al tomar agua y lo que se respira, ya que los niveles de plaguicidas encontrados en las muestras argentinas fueron muy superiores a los obtenidos en las muestras de la Unión Europea.
En ese contexto, tiene peso el Acuerdo de Escazú que Argentina firmó en 2020. Este establece para América Latina y el Caribe el derecho al acceso a la información ambiental, además de la participación pública en la toma de decisiones.

Los resultados del estudio Sprint en Argentina y Europa
El miércoles 27 de septiembre, en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA78), que se realizó en Nueva York, se conocieron por primera vez los resultados del proyecto Sprint de forma pública y masiva.
De los resultados compartidos, se supo que en Argentina uno de los agrotóxicos más usados para fumigaciones es herbicida glifosato.
En este sentido, investigadores presentes en la conferencia virtual señalaron —en relación a las muestras de fluidos humanos— que hay presencia de glifosato (genotóxico y probable cancerígeno) en orina en el 86,1% de los argentinos y las argentinas muestreadas y en el 35,2% de los europeos y las europeas. Al analizar las heces humanas, en tanto, se detectó ese plaguicida en el 70,5% de las personas residentes en Europa y en el 100% de los y las bonaerenses.
Por otro lado, se supo que el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos. Asimismo, que el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo; un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial; rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar, entre otros datos de relevancia.
Más allá de las concentraciones de cada agrotóxico, especialistas señalaron que el principal problema es que tanto en Europa como en Argentina se encontraron varios químicos a la vez, y no hay todavía estudios que muestren qué pasa con esas mixturas. En este sentido, una de las investigaciones que está llevando adelante Sprint es ver qué pasa con las mixturas de agroquímicos en lombrices.
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INTA sigue evitando el proyecto internacional 'Sprint'

 


El silencio del INTA y una nota para que continúe el proyecto sobre agroquímicos

Fecha de Publicación
: 19/10/2023
Fuente: Portal quedigital.com.ar
Provincia/Región: Nacional


Los voluntarios del proyecto Sprint se reunieron con el nuevo director y afirmaron que les respondió “no tener nada que ver con la decisión” del Consejo Directivo.
El ingreso de una nota formal dirigida a distintas autoridades del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) para reclamar la continuidad de Argentina en el proyecto internacional “Sprint”, que busca estudiar y medir las cantidades de agroquímicos en el cuerpo humano y también en los ecosistemas, fue una de las últimas acciones que encararon las y los voluntarios que participaron en el muestreo tras una reciente reunión con el INTA. En ella, aseguran, el nuevo director del organismo estatal, Ariel Pereda, se comprometió a elevar su pedido aunque les planteó “no tener nada que ver” con la decisión del Consejo Directivo de posponer la difusión pública de los resultados y la participación del país en el estudio.
Ante la falta de respuestas en torno a la continuidad del proyecto “Transición sostenible de protección vegetal: un enfoque de salud global” (Sprint, por sus siglas en inglés), las y los 73 voluntarios de distintos partidos del sur de la Provincia de Buenos Aires (entre ellos de General Pueyrredon) que participaron del muestreo en noviembre de 2021, decidieron en las últimas semanas a partir de una reunión virtual con el organismo ingresar una nota formal dirigida al Consejo Directivo del INTA.
El estudio Sprint inició en 2020 y está pautado para desarrollarse durante un total de cinco años. Participan Holanda, Dinamarca, Croacia, Eslovenia, Francia, Portugal, España, Italia, Suiza, República Checa y Argentina, país elegido y financiado por la Unión Europea por ser uno de los principales exportadores de soja y otros cultivos para el consumo de su ganado.
Sin embargo, en julio, quienes participaron como voluntarios y voluntarias junto a distintas organizaciones en una jornada frente a la delegación local del INTA, denunciaron que el organismo estatal había “pospuesto” sin una justificación razonable la publicación de los resultados que debía realizarse el 21 de junio y que apartó del estudio a la científica Virginia Aparicio, una ingeniera agrónoma experta en la materia, a cargo del proyecto y quien debía presentar esos resultados.
Días después de esas denuncias públicas, que incluyeron la voz del colectivo Paren de Fumigarnos, investigadores y profesionales del propio organismo, el INTA ―a través de una resolución con fecha del 5 de julio― “pospuso” la participación de Argentina en el proyecto Sprint “hasta tanto no se cuente con los informes y antecedentes de los avances de las actividades efectuadas”.
Desde entonces, el reclamo de quienes participaron como voluntarios se centró en obtener algún tipo de respuesta oficial de los resultados que, si bien habían sido presentados individualmente por el organismo a cada participante, no incluyeron una explicación de qué implica tener una “mezcla” de agroquímicos en el cuerpo.
En un informe periodístico que abarca la experiencia de dos voluntarios de General Pueyrredon, Qué digital expuso que de esos resultados se desprende, a grandes rasgos y sin distinción entre zonas periurbanas y urbanas (como el centro de Mar del Plata), que las personas analizadas en Argentina tienen restos de hasta 10 agroquímicos en la sangre, de 6 a 13 en la orina, 18 en la material fecal y hasta 86 agroquímicos diferentes en el polvo de sus hogares.

Una reunión con el nuevo director nacional del INTA
Semanas atrás, quienes participaron del Sprint fueron convocados a una reunión virtual para el 4 de septiembre en la que se presentó el nuevo director nacional del INTA, Ariel Pereda, el veterinario que asumió en reemplazo de Carlos Parera.
Allí, Aparicio presentó los resultados sobre los agroquímicos encontrados en los participantes aunque “todo fue rápido”, según expusieron las personas muestreadas. Según relató Esteban, voluntario de General Pueyrredon, Pereda “pidió disculpas por cómo se había manejado el tema aunque se excusó diciendo que el Consejo Directivo era el que había decidido suspender la participación del INTA en el proyecto Sprint“.
En esa misma línea, sostuvo que, como recién asumía, Pereda dijo que “él no tenía nada que ver con la decisión del Consejo Directivo”, y que ahora, sin un plazo de fecha estimado, esa máxima área del organismo estatal “va a tomar una decisión de si continúa con la suspensión o no“.
Con la sensación de que el nuevo director del INTA “se desentendió” y de que la reunión “fue media ‘secreta’ porque no hubo convocatoria ni a la gente de los departamentos del INTA de Balcarce”, las y los voluntarios resolvieron, en busca de alguna respuesta, ingresar una nota formal.
“En un momento de la reunión nos dijeron que querían preservarnos a nosotros, por la confidencialidad. Pero nosotros justamente lo que queremos es que se difundan los resultados. Fue un poco rara la situación y después de eso, no hubo ninguna respuesta por parte del INTA. El director se comprometió a transmitir nuestro pedido al Consejo pero no hemos tenido ninguna respuesta”, aseguró Esteban.

El ingreso de una nota formal
A raíz de ello, quienes participaron del estudio decidieron ingresar una nota formal dirigida al Consejo Directivo del INTA que es el área de “máximo nivel de decisión”, conformada por un presidente, Mariano Garmendia ―quien días atrás afirmó que los resultados del Sprint “no están prohibidos”―, y vicepresidente, Nacira Belén Muñoz, designados por el Poder Ejecutivo Nacional.
El Consejo Directivo, a su vez, está integrado por un cuerpo colegiado con cinco representantes del sector público y cinco representantes del sector privado para “garantizar una activa participación del sector productivo en la fijación de las políticas y estrategias globales de decisión institucional así como el control social de su accionar”.
Más allá del argumento del nuevo director nacional del INTA ante su nueva asunción, los voluntarios reparan en la responsabilidad del organismo al momento de firmar el contrato con un “consorcio de diferentes instituciones” que llevan adelante el proyecto y que “está incumpliendo”.
En ese sentido, el reclamo central apunta ahora a, por un lado, la continuidad del INTA en el proyecto Sprint por su relevancia en materia de salud pública y del desarrollo de políticas y, por el otro, a “que se hagan públicos los resultados porque es información que según el Acuerdo de Escazú, tiene que ser pública“.
“Interpretamos esta falta de respuesta como una estrategia de que va a pasar el tiempo, nadie va a decir más nada, y se va a suspender definitivamente la participación del INTA”, analizó Esteban. Además, lamentaron que las agrupaciones gremiales del campo y diferentes universidades del país que también forman parte del Consejo Directivo, hayan estado de acuerdo con la suspensión del INTA en el Sprint de manera unánime.
“Es una cosa incomprensible e imperdonable. No puede ser que haya representantes de entidades de investigación y conocimiento público que hayan votado la suspensión del proyecto. Es totalmente inaudito”, planteó Esteban.
La nota, firmada por las y los voluntarios y enviada el 23 de septiembre al Consejo Directivo y a los Consejos Regionales del INTA que “son los que aconsejan aunque el que mayor poder de decisión tiene en este caso es el de Buenos Aires Sur”, se trata de una solicitud formal para que el INTA continúe su participación en el proyecto bajo la responsabilidad de Aparicio.

Los argumentos
Al momento de hacer esa solicitud, los voluntarios se refirieron a la relevancia del estudio para generar “datos cruciales” sobre la presencia de plaguicidas, sus mezclas y concentraciones en muestras humanas, animales, vegetales y ambientes en el territorio colectivo: “La construcción colectiva de estos datos nos brinda la oportunidad de contribuir en la toma de decisiones más informadas y comprometidas para una producción agropecuaria sostenible en pos de la salud“.
Además de los equipos de investigación argentinos involucrados, hicieron hincapié en la importancia, más allá de obtener sus resultados de manera individual y privada, de la evidencia científica obtenida en el proceso de monitoreo y resultados experimentales relacionados con las mezclas y concentraciones de agroquímicos que se desarrollan el laboratorios europeos.
En ese sentido, sostienen que el proyecto Sprint forma parte de un plan global “dirigido e integrado por profesionales de gran prestigio internacional pertenecientes a institutos de investigación, universidades europeas y la FAO (por sus siglas en inglés) con laboratorios de estándares de calidad rigurosos para el procesamiento de las muestras”.
Y argumentaron que en la última reunión virtual, Pereda “manifestó su apoyo a la continuidad del Sprint y a Aparicio como investigadora responsable en Argentina” a pesar de que “explicó que no es competencia suya la participación argentina en el proyecto sino del Consejo Directivo, quien dictó la suspensión a través del voto unánime”.
Es por eso que los voluntarios consideran como “fundamento insuficiente” la explicación que el INTA dio oficialmente a la hora de suspender la participación. En ese momento, el organismo estatal aseguró que los estudios realizados excedían la “incumbencia” del INTA por “involucrar a la salud humana”, según relataron en la nota.
“Abandonar este proceso científico comprometería el trabajo que se ha realizado y la credibilidad del INTA frente a la comunidad y a futuros compromisos de financiación y cooperación internacional”, cerraron en la nota, aún sin respuesta.

Los datos presentados en Nueva York
Semanas atrás, en el marco de la novena edición de la Cumbre Científica en torno a la 78° Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, se presentaron virtualmente datos comparativos con los resultados obtenidos en Argentina. Allí, comentó Esteban en diálogo con Qué digital, en comparación a los países europeos muestreados se identificó que en Argentina hay cantidades “superiores de agrotóxicos en sangre, orina y demás”.
“La diferencia es abismal. Esos datos se difundieron públicamente días atrás. Es alarmante que el nivel de contaminación en Argentina es varias veces superior. Es una diferencia muy grande lo que están dando con los países europeos”, sostuvo.
En la cumbre científica, la investigadora Violette Geissen, coordinadora a nivel internacional del Sprint, reveló que las muestras de Argentina presentaron menos variedad de agroquímicos que las de Europa aunque mayores concentraciones de plaguicidas en el polvo de las casas de familias rurales y en la materia fecal, según publicó la agencia nacional Télam.
A pesar de que en Argentina se observaron cantidades menores de plaguicidas respecto a Europa, la investigadora reparó en que en el país se relevó una zona con pocos tipos de cultivo mientras que en Europa se contemplaron diez tipos de cultivos, entre ellos de vino, olivas y trigo.
En cuanto a las concentraciones, explicó que en Argentina fueron mayores en el suelo, el aire interior y en el agua mientras que en las plantas fueron “iguales”. Respecto a los valores en las personas, informó que los plaguicidas en la materia fecal en las muestras de Argentina fueron “mucho más altas” que las de Europa.
En concreto, el 100% de las muestras de materia fecal de Argentina arrojaron la presencia de glifosato mientras que el mismo plaguicida estuvo presente, según datos de Télam, en el 70,5% de las muestras de Europa. En Argentina, además, se encontraron altas concentraciones de fipronil sulfone en el 97,1% de las muestras contra 23,8% de las de Europa y el plaguicida lambda-Cyhalothrin en un 87% de las muestras argentinas en comparación al 15,9% en Europa.
Por otro lado, la investigadora aseguró que en las muestras argentinas de orina también se encontraron mayores concentraciones aunque la diferencia “no fue tan marcada“, algo que atribuye a que “no se metaboliza lo mismo a través de la orina” y que las altas concentraciones de agroquímicos en la materia fecal indicarían una alta exposición de los plaguicidas en Argentina.
La experta concluyó, en línea con lo que que plantean las y los voluntarios de Argentina, que más allá de las concentraciones encontradas de cada uno de los plaguicidas, la principal problemática tanto en Europa como en el país es que “se encontraron varios químicos a la vez” y que aún no existen estudios que muestren qué implica para la salud humana esas “mixturas”.
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