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El cambio climático en la Patagonia

Desafíos que plantea el cambio climático en la Patagonia

Fecha de Publicación
: 12/05/2013
Fuente: Río Negro On Line
Provincia/Región: Patagonia


El cambio climático es uno de los mayores problemas ambientales que enfrenta la región patagónica: sus efectos implican modificaciones de los regímenes climáticos respecto de los parámetros históricos. Algunas de sus consecuencias, por ejemplo, se traducen en alteraciones en la estacionalidad y la cantidad anual de precipitaciones y el incremento de eventos climáticos extremos (olas de calor, olas de frío, sequías, inundaciones).
Estos cambios que nosotros somos capaces de registrar no pasan desapercibidos para otros seres vivos. En los bosques, la ocurrencia de este tipo de eventos afecta directamente las tasas de regeneración y supervivencia de las plantas, lo cual puede generar eventos de mortalidad extraordinarios y notables. Recordemos que los árboles son organismos comúnmente muy longevos, incapaces de desplazarse hacia sitios mejores en el corto plazo. Esto resalta la importancia de conocer en detalle las consecuencias del cambio climático, considerando no solamente el efecto sobre las distintas especies sino también sobre las complejas interacciones entre el clima, las plantas y organismos asociados. De esta manera podremos lograr una mejor comprensión de los mecanismos que intervienen, evaluar sus implicancias y, por qué no, pensar cómo mitigarlos.

Efecto del clima sobre los bosques
La acción de distintos factores ambientales que actúan durante un período largo sobre los árboles puede generar condiciones de estrés fisiológico, lo cual puede conducir a la muerte del individuo o bien a un aumento en su susceptibilidad ante agentes nocivos como insectos y hongos, entre otros. En el caso de los árboles de los bosques de la Patagonia, es reconocido que la falta de agua, el exceso de luz, las altas temperaturas estivales y las bajas temperaturas invernales son ejemplos de factores estresantes clave que determinan la condición fisiológica de las plantas.
Así, en las últimas décadas se han registrado varios eventos de mortalidad de árboles en bosques nativos como el ciprés de la cordillera (Austrocedrus chilensis, figura 1) o el coihue (Nothofagus dombeyi, figura 2). La mortalidad en estos bosques es un proceso que ocurre a grandes escalas espaciales y temporales y que va desde la muerte de un individuo hasta la ocurrencia de eventos masivos de mortalidad, sabiéndose el efecto que las variaciones temporales en el clima (principalmente sequías) tienen en la producción de este tipo de episodios.
En nuestra región, períodos con elevada temperatura y falta de agua (por ejemplo en los años 1912-13, 1942-43 y 1956-57) han generado episodios de mortalidad masiva en individuos de ciprés de la cordillera. Adicionalmente, la regeneración por vías naturales de esta especie se ve seriamente limitada por el estrés ambiental, principalmente por la humedad en suelo.
Cabe destacar que, si bien algunos episodios de mortalidad de cipreses de la cordillera son el resultado de la ocurrencia de un único verano extremo, por lo general los eventos suceden luego de condiciones adversas persistentes por dos años.
La información recabada hasta el momento por distintas entidades de ciencia y técnica de la región indica que la mortalidad presentó una amplia propagación dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi aunque se halló dispersa entre áreas de bosque sin síntomas. Los parches de árboles muertos variaron entre 1,5 y 33 hectáreas. Estudios realizados por La Manna y colaboradores (2008), llevados a cabo en parcelas de la provincia del Chubut, señalan que la superficie de bosque afectada por el mal del ciprés representa un cuarto del área total de bosque evaluada, demarcando la importancia de este fenómeno a nivel de escala predial.
Otra especie forestal nativa que ha experimentado mortalidad como consecuencia de la ocurrencia de eventos climáticos estresantes para el crecimiento ha sido el coihue (figura 2). Si bien se ha encontrado que esta especie, que habita lugares más húmedos que el ciprés de la cordillera, ha presentado mortalidad en los mismos años secos que la última especie, el evento más importante sucedió en 1998. Durante el verano de 1998-99 en el norte de la Patagonia se produjo una sequía de gran magnitud (figura 3) que provocó la mortalidad de numerosos individuos de coihue, siendo éste el mayor episodio de mortalidad masiva inducida por un evento climático extremo puntual que se ha registrado en la Patagonia.
Como consecuencia de este evento puntual no sólo tuvo lugar una mortalidad forestal que se evidenció a gran escala sino un decaimiento en el crecimiento de muchos árboles, además de modificaciones sustanciales en el ambiente de las zonas afectadas. Las zonas más afectadas son los alrededores de los lagos Moreno, Gutiérrez, Mascardi, Guillelmo, Steffen y Martin, así como la Isla Victoria, península San Pedro, península Llao Llao y costa del brazo Huemul en la zona del lago Nahuel Huapi (figura 4). Estas áreas presentaron un grado de afectación que superó el 25% de las copas de los árboles y sumaron unas 11.300 hectáreas (9,5% de la superficie con bosques de coihue del Parque Nacional), correspondiendo más de la mitad a bosques mixtos de coihue y ciprés, con 6.052 hectáreas. Debe señalarse que, en general, los cipreses acompañantes no presentaron signos evidentes de afectación (Bran et al., 2001).
Adicionalmente, en la región noroeste de la Patagonia las plantaciones con coníferas exóticas de rápido crecimiento, pino Ponderosa (Pinus ponderosa) y en menor medida pino Oregon (Pseudotsuga menziesii), constituyen un sistema productivo de importancia. Considerando los antecedentes de respuesta de ambas especies ante eventos de sequía extrema se ha reportado a nivel cualitativo la muerte de individuos adultos de pino Oregon durante la sequía de 1998-1999 y posteriores, concordantes con lo ocurrido en plantaciones de esta especie en otros lugares del mundo en la ola de calor del 2003. En el caso del pino Ponderosa, ha comenzado a reportarse la muerte de plantines y adultos ante condiciones de estrés hídrico en el período actual de sequía, que comenzó en la temporada 2006-2007 y se extendió hasta la temporada 2008-2009 y posteriores (figura 5).

Incidencia del clima en el impacto de las plagas forestales
Uno de los escenarios plausibles generados por los efectos del cambio climático es la alteración de los patrones de distribución e impacto de los insectos plagas forestales tanto de especies nativas como exóticas de árboles. Un ejemplo en la región patagónica es la avispa barrenadora (Sirex noctilio, figura 6). Esta especie es un insecto invasor que en las últimas décadas se ha establecido y producido importantes pérdidas en la productividad de las plantaciones de la región, algunas de las cuales alcanzan niveles de mortalidad superiores al 70% en los rodales.
Para especies de insectos como S. noctilio, que capitalizan el estrés de sus hospedadores (los pinos), los eventos climáticos extremos generan escenarios ambientales donde es esperable una mayor magnitud y frecuencia de estallidos poblacionales severos. En vista de las implicancias de los eventos climáticos sobre el impacto de las plagas en las plantaciones, existen técnicas de manejo que permiten mitigar sus efectos en el corto y mediano plazos. Para el caso de S. noctilio, la implementación de prácticas silviculturales (de manejo) tendientes a reducir los efectos de los factores estresantes sobre los árboles es fundamental para sostener el vigor del cultivo y minimizar el riesgo de estallidos poblacionales severos. El raleo, por ejemplo, promueve mediante la liberación de la competencia un incremento del vigor fisiológico y reduce la susceptibilidad de los árboles de ser atacados.

El escenario climático a futuro: los desafíos
Las proyecciones climáticas para la región patagónica indican para los próximos años incrementos en la temperatura media anual y en la frecuencia de eventos extremos. Este escenario propone desafíos tanto para el sector productivo como para los organismos de investigación vinculados con la temática. Por un lado, es importante resaltar la necesidad de implementar acciones de manejo de los bosques que promuevan incrementos en el vigor de los árboles en el corto plazo (podas, raleos, etcétera). De este modo, la conducción de plantaciones vigorosas permitirá no sólo afrontar los efectos negativos locales y regionales sino, además, el mantenimiento de las masas forestales nativas y exóticas y el desarrollo de la actividad forestal productiva de modo sustentable en el tiempo.
Por otro lado, las interacciones dinámicas entre el clima y los bosques plantean una constante necesidad de evaluaciones y la generación de conocimientos básicos y aplicados que permitan una mejor compresión de la situación y sus pronósticos y el desarrollo de estrategias de mitigación acordes. En parte el conocimiento existente sobre el manejo de plantaciones es un buen punto de partida y sirve ampliamente para mitigar los efectos antes mencionados, conocimiento que debe ser aplicado. Adicionalmente, el conocer la respuesta ante eventos extremos (por ejemplo, sequía o heladas) de las especies actualmente utilizadas en plantaciones, así como de nuevas especies, es de suma importancia.

¿Qué hace el INTA en este sentido?
Desde el Área Forestal del INTA EEA Bariloche se trabaja en la evaluación de la respuesta frente al cambio climático de especies nativas (ciprés, roble pellín, raulí, ñire) y exóticas (pino Ponderosa, pino Oregon) de interés productivo tanto en aspectos relacionados con la producción y la silvicultura de implantación como con el manejo en plantaciones adultas para una optimización del recurso. Dentro del grupo de Ecología Forestal se ha estudiado desde diversos enfoques la respuesta de los árboles a factores climáticos de estrés como la respuesta a distintos grados de sequía, temperatura y exposición lumínica, así como la sensibilidad y la capacidad de recuperación frente a estos efectos y el uso óptimo de plantaciones exóticas en sistemas agroforestales como el establecimiento de sistemas silvopastoriles que permiten mantener un buen estado sanitario de los bosques y a su vez el uso de los mismos para la producción forrajera y su uso ganadero.
Desde el grupo de Ecología de Insectos del Área Forestal parte de las investigaciones que se están realizando se focaliza en la interacción entre S. noctilio y los bio-controladores, especialmente parasitoides. Adicionalmente desde ambos grupos se mantiene actualizada la información disponible sobre distintas temáticas (http://bariloche.inta.gov.ar/?page_id=662).
Un punto a destacar en este contexto de cambio global es la importancia de la articulación entre las distintas entidades de ciencia y técnica, tomadores de decisiones y actores del sector productivo en función de poder cubrir la mayor gama de estudios tendientes a reducir el efecto negativo de estos cambios. Esta visión de articulación interinstitucional es la que se vislumbra para la nueva cartera de proyectos del INTA.
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605 ballenas murieron en costas argentinas en 10 años

¿Por qué están muriendo tantas ballenas francas en la Patagonia Argentina?

Fecha de Publicación
: 04/05/2013
Fuente: Diario Jornada
Provincia/Región: Patagonia


Las ballenas francas que usan Península Valdés en Argentina como área de cría están sufriendo el evento de mortandad más elevado jamás registrado para esta especie en el mundo. Al menos 605 ballenas han muerto en las costas argentinas desde 2003, incluyendo 538 ballenatos recién nacidos. Sólo en 2012 murieron al menos 113 crías. El Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral trabaja con científicos de todo el mundo para tratar de determinar por qué están muriendo tantas ballenas, pero hasta ahora no ha sido posible encontrar una causa común.
Cada invierno y primavera, las tranquilas bahías de Península Valdés, Patrimonio de la Humanidad en la costa atlántica de la Patagonia Argentina, se llenan de ballenas francas australes que vienen a dar a luz y a criar a sus ballenatos. Sin embargo, en años recientes estas playas remotas también se llenan de ballenatos muertos. Sólo en 2008 murieron casi cien ballenas, 89 de las cuales eran crías. El año 2012 fue otro récord, con 116 ballenas muertas, incluyendo 113 ballenatos.

Difícil de identificar
La dificultad para identificar las causas de estas elevadas mortandades ha frustrado a los investigadores que estudian las ballenas en Península Valdés. Marcela Uhart, co directora del Programa y Médica Veterinaria que trabajó durante dos décadas en Wildlife Conservation Society, y Denise McAloose, patóloga principal del Programa y Médica Veterinaria de Wildlife Conservation Society, continúan investigando. Sostienen que “a pesar de que recolectamos cientos de muestras de tejidos para hacer diversos exámenes sobre enfermedades infecciosas, tóxicas y otras, hasta el día de hoy no hemos encontrado una causa común para estas muertes. Cada año de nuevos datos rompe los patrones anteriores en términos de número de ballenas muertas, época de máxima mortandad, ubicación de las ballenas varadas…el único hecho que se mantiene constante es que la mayoría de las ballenas que mueren son crías recién nacidas”, afirmaron.
“En el año 2012 murieron un tercio de todos los ballenatos nacidos en la Península, lo cual es una proporción elevadísima. Las ballenas francas australes tienen su primera cría a los nueve años en promedio,” explicó el Doctor Mariano Sironi, Director Científico del Instituto de Conservación de Ballenas en Argentina y Asesor del Programa, “esto significa que recién dentro de una década veremos una reducción significativa en el número de ballenatos nacidos, ya que todas las crías hembras que han muerto ahora no traerán nuevos ballenatos a la población.”
Vicky Rowntree, Co-Directora del Programa, Directora del estudio de 43 años sobre las ballenas francas de Península Valdés del Ocean Alliance, y Profesora Investigadora de la Universidad de Utah, está preocupada por la reducción en la tasa de crecimiento de la población. “Esta población de ballenas francas australes es apenas una pequeña fracción de su tamaño original, y ahora hay motivos para preocuparse por su recuperación. Nuestros datos de largo plazo muestran que las ballenas de Península Valdés se recuperaban a una tasa cercana al 7% anual hasta hace pocos años. La elevada mortandad de crías está reduciendo esta tasa de manera sustancial, casi a un tercio menos, de acuerdo con una estimación. Si esta tendencia continúa, simplemente no sabemos lo que sucederá.”

Taller internacional
La semana pasada, los científicos se reunieron en un taller organizado durante la 44 Conferencia Anual de la Asociación Internacional de Medicina de Animales Acuáticos (IAAAM) en Sausalito, California, para analizar nuevos hallazgos sobre estas intrigantes mortandades. El Doctor Peter Thomas, de la Comisión de Mamíferos Marinos de Estados Unidos y Coordinador del taller, expresó que “hasta hace poco la población de ballenas de Valdés era considerada saludable, y estaba aumentando a una tasa constante luego de haber sido diezmada por la cacería en siglos pasados. Sin embargo, dados los varios años de alta mortandad, parecería que las ballenas de Península Valdés y su ecosistema en el Atlántico sudoccidental son menos saludables y resistentes de lo que pensábamos”, expresó.
Varias discusiones del taller se focalizaron en un fenómeno biológico inusual. Las gaviotas cocineras en Península Valdés atacan a las ballenas francas vivas para alimentarse de su piel y grasa. Rowntree y Sironi han monitoreado la frecuencia de los ataques de gaviotas cada año desde 1995. “Los ataques son muy dolorosos y causan lesiones severas y profundas, especialmente en la espalda de las crías recién nacidas. Las ballenas se arquean violentamente y nadan para escapar de las gaviotas atacantes,” explica Sironi. “Este acoso puede durar horas cada vez. Como resultado, las ballenas francas madres y sus crías derrochan mucha energía durante una época del año en la que las hembras están ayunando y en un sitio donde hay poco o nada de alimento para recuperar reservas de grasa. El acoso de las gaviotas y las severas lesiones que producen deben tener un efecto muy negativo sobre la salud y el estado corporal de estas ballenas, y sin dudas es muy estresante.”

Ballenatos
Determinar las causas de la mortandad de ballenatos en Península Valdés es vital para la conservación de esta población, en vista del estado crítico de otras poblaciones de ballenas francas en el hemisferio norte, cuyo número total es aproximadamente el mismo que el número de ballenas que han muerto en Península Valdés desde 2003. “La actual mortandad de ballenas francas australes en Península Valdés no tiene paralelo a escala global. Ninguna otra población de ballenas francas está perdiendo tantas crías cada temporada,” señaló la Doctora Frances Gulland, Científica Principal del Centro de Mamíferos Marinos de Sausalito y anfitriona de la conferencia de la IAAAM. “Las poblaciones de sus especies hermanas en el Pacífico Norte y el Atlántico Norte se encuentran ‘en peligro’, y la más cercana población de ballenas francas australes de Chile y Perú se encuentra ‘en peligro crítico’. Si estas poblaciones se enfrentaran a una crisis similar, podrían extinguirse.”
Los últimos siete años de repetidas mortandades elevadas de ballenas francas en Península Valdés no deben ser ignoradas. Continuar los actuales proyectos de investigación y monitoreo de la población y su salud es de importancia crítica para averiguar por qué tantos ballenatos están muriendo, y qué podemos hacer al respecto.
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Pueblos nativos de la Patagonia sin derechos

Derechos vulnerados en el Sur

Fecha de Publicación
: 23/04/2013
Fuente: Página/12
Provincia/Región: Patagonia


Una organización que monitorea el estado de los derechos indígenas cuestiona los avances de la industria extractivista y las empresas que despojan territorios ancestrales en el Sur del país. Sólo en Neuquén hay 347 mapuches judicializados por defender su tierra.
Petroleras, mineras y estancieros avanzan sobre pueblos indígenas y lo realizan con la complicidad del Poder Judicial y político. Es una de las conclusiones del Informe 2013 del Observatorio de Derechos Humanos de Pueblos Indígenas (Odhpi), que analizó casos testigo de la vulneración de derechos humanos y cuantificó la criminalización en Neuquén: 347 mapuches judicializados por defender el territorio. El informe también advierte que el nuevo Código Civil implicará más desalojos y judicialización. “Se siguen perpetrando acciones estatales y privadas más propias de un contexto de colonización que de democracia”, afirma el Observatorio de Derechos Humanos.
El Odhpi publica todos los años su investigación anual. Este año centró su trabajo en Chubut, Río Negro y Neuquén. “En la Patagonia se sigue identificando al despojo territorial como el principal obstáculo para la subsistencia y desarrollo de los pueblos indígenas como pueblos autónomos”, afirma.
“Avanzada de la megaminería” es el título del capítulo sobre Chubut. Y destaca la presencia de la multinacional Pan American Silver en la meseta (centro) de la provincia para extraer plata y plomo. En la zona viven desde hace un siglo comunidades mapuches y tehuelches. El Odhpi recuerda que en Chubut está vigente la ley 5001 (que prohíbe la actividad), pero el gobierno provincial habilita la exploración. Explica que la minera ingresó al territorio de las comunidades, extrajo agua para exploración, prometió mejoras económicas, trasladó un cementerio indígena (junto a técnicos provinciales) y obtuvo el apoyo de las autoridades políticas para avanzar en una actividad prohibida.
“No se conocen otros casos de permisos oficiales para la preparación de actividades prohibidas. Es como si se autorizara a filmar un banco para averiguar sus mecanismos de seguridad porque lo que está prohibido es el robo, no su planificación. Esta aberración exhibe el enorme poder corrosivo institucional de este tipo de empresas”, denuncia el Odhpi.
“Informe de situación de los derechos humanos de los pueblos indígenas en la Patagonia” es el nombre del trabajo y destaca que (con la megaminería) se vulnera el Convenio 169 de la OIT (convenio internacional que tiene rango supralegal), que obliga a la consulta libre, previa e informada a los pueblos indígenas.
De Río Negro describe que la violación de los derechos de las comunidades son “recurrentes” y aclara que no funcionan los canales institucionales que debieran encauzar los reclamos. En cuanto a la aplicación de la ley 26.160 (aprobada en 2006, que debiera frenar las órdenes judiciales de desalojos e insta a un mapeo territorial), se relevaron 64 de las 124 comunidades y, en la actualidad, se encuentra suspendido el equipo técnico que censa las comunidades.
De Neuquén puntualiza que es “particularmente grave” la situación por la avanzada de la frontera hidrocarburífera, especialmente por los llamados hidrocarburos “no convencionales” (con el método de hidrofractura), con la explotación de la formación geológica Vaca Muerta. Explica que el gobierno nacional y el provincial “ya han reconocido que se privilegiará la actividad extractiva por sobre las comunidades. Ninguno ha tomado en cuenta la consulta, ni la participación de las comunidades mapuches”. Señala como antecedente el caso de las comunidades kaxipayiñ y paynemil, que habitan territorios contaminados durante cuatro décadas por YPF y Repsol, en el yacimiento gasífero Loma La Lata.
En Neuquén recién en 2012 se firmó el convenio para la ejecución de la ley 26.160. Y puntualiza que la aplicación “sigue demorada”.
El Odhpi dedica un apartado a la criminalización de la lucha indígena. Entre 2005 y 2012, al menos 347 miembros del pueblo mapuche de Neuquén enfrentaron procesos judiciales por defender el territorio.
El informe, de 97 páginas, analiza los casos de judicialización y concluye: “El Estado protege con esta política represiva y criminalizadora la propiedad privada terrateniente, las empresas extractivas y la especulación inmobiliaria y turística, a costa del respeto de los derechos humanos de los indígenas. Hay una tarea minuciosa y metódica para poner toda su estructura institucional, política y represiva para transgredir las leyes que el mismo Estado ha sancionado”.
El Odhpi precisa, como casos paradigmáticos de jueces que criminalizan a indígenas, a Ivonne San Martín (jueza civil de Zapala) y a Jorge Videla (Villa La Angostura). Detalla numerosos casos de violación de derechos. Entre ellos en la comunidad Quintriqueo (Neuquén), el Lof Prafil-Calfupán (Río Negro) y la comunidad Jacinto Antileo (Chubut).
“Los antiguos atropellos se han convertido hoy en violaciones a los derechos humanos. Hay un sistema articulado que funciona al servicio del despojo y la legalización de la usurpación de las tierras indígenas”, asegura el informe. Micaela Gomiz, secretaria ejecutiva del Odhpi, subrayó que la avanzada sobre los pueblos originarios se debe a “una estructura económica en la Argentina que no ha sido modificada y que es profundizada por los gobiernos que priorizan las ganancias exorbitantes de las empresas extractivas, y defienden la propiedad privada terrateniente por sobre la vida y la autonomía de las comunidades indígenas”. El informe advierte que “lo más grave” es que las violaciones a los derechos humanos de los pueblos indígenas se producen con “el impulso del gobierno, la inhibición de la Legislatura y el respaldo del Poder Judicial”.
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Derrames petroleros en el Colorado en la mira de COIRCO

Parlamento Patagónico pide una investigación de los derrames petroleros en el Colorado
Fecha de Publicación: 18/04/2013
Fuente: El Diario de La Pampa
Provincia/Región: Patagonia



La comisión de Recursos Naturales, Turismo y Medio Ambiente del Parlamento pidió el COIRCO que invetigue los efectos de los derrames petroleros. Fue durante la reunión del organismo que sesionó en Neuquén.
La recomendación de los legisladores patagónicos es “reclamar la urgente investigación ante el Comité Ejecutivo del Coirco respecto de los efectos producidos por la reiteración de derrames de petróleo y aguas contaminadas con hidrocarburos en la Zona de Rincón de los Sauces, Catriel y 25 de Mayo, perteneciente a la Cuenca del Río Colorado”.
La Comisión de Recursos Naturales, Turismo y Medio Ambiente del Parlamento Patagónico unificó dos iniciativas presentadas por las provincias de La Pampa y de Río Negro entendiendo que dicha situación pone en peligro la potabilidad del agua del río, y su uso para riego de cultivos, cría de animales, fauna ictícola y principalmente para el consumo humano, de la zona y toda su extensión aguas abajo.
También apunta la recomendación para que las provincias que integran el Parlamento ‘adopten todas las medidas de control que crean necesarias a fin de evitar que el río Colorado se siga degradando e inutilizando‘.
   
Por unanimidad
También fueron aprobados por unanimidad en las respectivas comisiones otros proyectos que la provincia de La Pampa presentó en el seno del Parlamento Patagónico, entre los que se encuentra la recomendación para que las provincias del sur argentino generen acciones necesarias para lograr en cada una de las mismas y el ámbito del ministerio que crea corresponder, la formación de un ‘servicio de contención y asesoramiento a familiares de víctimas por muertes violentas‘.
También se trató el proyecto para que en cada provincia patagónica se generen acciones necesarias para lograr en cada una de ellas la utilización, promoción, difusión y desarrollo de la instancia de mediación, como método no adversarial de resolución de conflictos en los ámbitos extrajudicial, escolar y judicial, en concordancia con los objetivos y principios plasmados en la ley de Mediación Integral de la provincia de La Pampa.
Por último se trató en comisión el proyecto para que se concreten en los estados provinciales patagónicos la concreta implementación y funcionamiento -con los recursos presupuestarios correspondientes-de la figura del Defensor de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, instituido por los artículos 47 a 64 de la ley nacional 26.061.
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El cambio climático afecta los lagos del sur

Deshielo de glaciares afecta a especies en lagos del sur 

Fecha de Publicación
: 15/04/2013
Fuente: El Día
Provincia/Región: Patagonia


El deshielo de los glaciares en el sur de Argentina a causa del cambio climático produce sedimentos de arcilla que afectan a las distintas especies que habitan los lagos de la región, según una investigación divulgada en los últimos días.
La investigación fue realizada por miembros del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (INIBIOMA), de Argentina.
“El agua proveniente de los glaciares trae consigo grandes cantidades de sedimentos. Estas partículas suspendidas en el agua resultan en diferentes proporciones de luz y nutrientes que pueden afectar la vida de las especies lacustres”, explicó Esteban Balseiro.
Los análisis de los científicos se centraron en el lago Mascardi, en el Parque Nacional Nahuel Huapi, que tiene dos brazos, uno alimentado por agua del río Manso superior, que nace en el glaciar homónimo, y otro por agua limpia de vertiente del cerro Catedral.
Los investigadores analizaron las aguas de ambos brazos y las compararon.
Según los investigadores, las especies lacustres basan su supervivencia en la obtención de tres elementos fundamentales: carbono, nitrógeno y fósforo.
“Nuestra hipótesis se basó en que en aguas más cristalinas, donde hay más luz solar, encontraríamos la especie que requiere más carbono y que en aguas con más sedimento del glaciar vivirían en mayor cantidad los especímenes que requieren más fósforo para su desarrollo”, explicó Balseiro.
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Los lagos en el sur con más sedimentos

El cambio climático afecta a especies de lagos en el sur de Argentina

Fecha de Publicación
: 01/04/2013
Fuente: ABC (España)
Provincia/Región: Nacional


El derretimiento de los glaciares en el sur de Argentina por el cambio climático afecta a las distintas especies que habitan los lagos de la región, ya que el agua arrastra sedimentos y arcilla, informaron hoy fuentes oficiales.
Así lo indica un estudio realizado por miembros del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (INIBIOMA), dependiente de la Universidad del Comahue y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de Argentina.
"El agua proveniente de los glaciares trae consigo grandes cantidades de sedimentos. Estas partículas suspendidas en el agua resultan en diferentes proporciones de luz y nutrientes que pueden afectar la vida de las especies lacustres", explicó Esteban Balseiro, investigador del INIBIOMA, en declaraciones publicadas hoy por el sitio web del Gobierno argentino.
Los análisis de los científicos se centraron en el lago Mascardi, en el Parque Nacional Nahuel Huapi, alimentado por el glaciar Manso, del cerro Tronador.
A este lago desembocan por un lado un brazo del río Manso superior, que nace en el glaciar, y por otro agua limpia de la vertiente del cerro Catedral.
Esta forma tan peculiar permitió a los investigadores analizar las aguas de ambas fuentes y compararlas.
Según los investigadores, las especies lacustres sobreviven gracias a la obtención de tres elementos fundamentales: carbono, nitrógeno y fósforo.
"Nuestra hipótesis se basó en que en aguas más cristalinas, donde hay más luz solar, encontraríamos la especie que requiere más carbono y que en aguas con más sedimento del glaciar vivirían en mayor cantidad los especímenes que requieren más fósforo para su desarrollo", explicó Balseiro.
Para la investigación, los expertos se enfocaron en dos especies de zooplancton.
Una es la Boeckella gracilipes, que necesita poca cantidad de fósforo para su subsistencia y se obtiene en aguas más cristalinas, con gran incidencia de la luz solar.
La otra es la Daphnia commutata, que requiere mucha cantidad de fósforo y está habituada a aguas con menos luz.
Tras dos años de trabajos, los científicos demostraron que "hay claras variaciones en la abundancia de especies a lo largo del sector estudiado", dijo Cecilia Laspoumaderes, una de las responsables de la investigación.
Laspoumaderes señaló que se verificó "más cantidad de Daphnia en zonas de aguas turbias y más cantidad de Boeckella en zonas transparentes".
Según los investigadores, mientras los glaciares se sigan derritiendo, los lagos seguirán recibiendo gran cantidad de sedimentos, "por lo que se verán favorecidas las especies que requieren fósforo y no tanta luz".
Pero a medida que los glaciares desaparezcan, los lagos volverán a ser transparentes y tendrán más posibilidades de supervivencia las especies que no requieran tanto fósforo y sí carbono.
Este tipo de investigaciones permite predecir cambios en las comunidades lacustres debido al proceso de calentamiento global que afecta al modo en que los glaciares se derriten y, por lo tanto, a la transparencia de los lagos.
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Advierten sobre la desertificación

Advierten sobre las consecuencias del proceso de desertificación

Fecha de Publicación
: 26/03/2013
Fuente: El Diario de Madryn
Provincia/Región: Patagonia


Los ecosistemas áridos y semiáridos cubren el 75 por ciento del territorio nacional y su principal uso es como tierras de pastoreo. Son ambientes frágiles y proclives a la desertificación, que implica la reducción o destrucción del potencial biológico y productivo de los suelos. Estos espacios que, abarcan el noroeste, centro–oeste y sur del país, poseen un 10 por ciento de su superficie afectada de forma grave, mientras que el 60 por ciento de su área se encuentra en un estado moderado, según datos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Además, especialistas señalan a El Diario que el pastoreo ovino, introducido desde hace más de cien años en la Patagonia, ha provocado cambios en la vegetación nativa.
La desertificación es un problema ambiental y socio-económico que ocurre principalmente por variaciones climáticas y acciones antrópicas en ecosistemas áridos, semiáridos y subhúmedos. A partir de su impacto, este proceso de degradación de los suelos puede generar o intensificar condiciones similares a las de un desierto natural.
“Las superficies áridas y semiáridas tienen una importante representatividad en el país. En estos ecosistemas de limitados recursos, se desarrolla una biota de flora y fauna acorde a las condiciones del lugar”, describe Donaldo Bran, ingeniero agrónomo de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA, en Bariloche.
Asimismo, Bran asevera que “los procesos de desertificación en las superficies áridas generan principalmente pérdida del suelo y cambios en la vegetación que pueden ser irreversibles”.
“El 20 por ciento del territorio nacional está afectado por procesos de erosión hídrica y eólica, lo que equivale a cerca de 60 millones de hectáreas”, detalla el director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA, Roberto Casas.
En este marco, Casas explica que las causas que incrementan el proceso de erosión y desertificación en el centro-oeste del país son producto de “los desmontes de los bosques secos, el sobrepastoreo extensivo de bovinos, ovinos y caprinos y el uso del fuego sobre las formaciones del monte y el espinal”.
“En la región chaqueña occidental –continúa Casas-, que comprende parte de las provincias de Córdoba, Santiago del Estero, Chaco, Tucumán y Salta, la expansión de la frontera agropecuaria a zonas marginales de fragilidad ecológica ha producido la degradación de los recursos naturales, con pérdidas cuantiosas de biodiversidad”. Y agrega: “El desmonte de grandes superficies y la utilización inadecuada de la tierra mediante sistemas de producción introducidos desde regiones más húmedas, conllevan a una situación de alto riesgo de erosión hídrica y eólica, como así también a una amenaza de extinción de gran cantidad de especies silvestres”. 

Desertificación en la Patagonia
 “En el sur del país, el pastoreo de ovinos implicó cambios en la vegetación nativa, como ser en la reducción de la cubierta vegetal, en el reemplazo de especies de plantas y en la disminución de la fertilidad de los suelos”, aseguran investigadores del Laboratorio de Ecología de Pastizales del Centro Nacional Patagónico (CENPAT-CONICET), que se encarga de analizar los procesos que conducen a la desertificación en ecosistemas áridos y semiáridos, principalmente de la provincia del Chubut.
Las ovejas ejercen un efecto directo sobre la vegetación autóctona, a través del consumo de pastos y algunos arbustos con hojas blandas. Incluso algunas de las plantas mueren.
La investigadora principal del CONICET en el CENPAT, Mónica Bertiller, explica que “al desaparecer las plantas preferidas por los ovinos se generan espacios claros, donde las condiciones ambientales son más adversas y el suelo está expuesto a la erosión producida por la lluvia y el viento”.
“Estos espacios –sigue Bertiller- son generalmente ocupados en la Patagonia por especies de arbustos verdes que tienen sus hojas duras, con defensas químicas y físicas en sus espinas que las protegen del estrés ambiental y de ser comidas por los ovinos”.
Investigadores del Laboratorio de Ecología de Pastizales realizaron un trabajo de campo en diferentes zonas chubutenses –principalmente en el sudoeste y noroeste- que consistió en colocar collares con GPS en las ovejas para identificar sus recorridos y la forma en que estos animales seleccionan los sitios de pastoreo.
Al referirse a los resultados obtenidos, Bertiller relata: “Una observación importante ha sido que los ovinos generalmente regresan a los mismos sitios de pastoreo, intensificando de esta forma el impacto sobre algunos grupos de plantas”.
También, según la especialista, “en la provincia del Chubut el deterioro del ambiente es visible tanto en los ecosistemas más húmedos como en los secos”.
Los mayores efectos negativos en los ambientes semiáridos del oeste del Chubut se registran en la cobertura vegetal, con reducciones cercanas al 90 por ciento, según especifica Bertiller.
En cambio, “en los ecosistemas más áridos del noreste de la provincia las principales consecuencias se observan en la disminución de la fertilidad del suelo, que puede reducirse en un 50 por ciento”. En ese sentido, desde el CENPAT explican que esto afecta no sólo la provisión de nutrientes para las plantas y los microorganismos que habitan en el suelo sino también el balance de agua, la productividad de la vegetación y la disponibilidad de forraje.
Los trabajos que se están desarrollando actualmente desde el Laboratorio de Ecología de Pastizales están enfocados a identificar indicadores de umbrales de deterioro para los ecosistemas áridos y semiáridos sometidos a pastoreo en la región patagónica, como así también a estudiar los factores que condicionan los procesos de revegetación y restauración de la fertilidad del suelo con el fin de trazar estrategias de remediación acordes a las particularidades de cada ambiente.
En tanto, el investigador independiente del CONICET en el CENPAT, Jorge Ares, subraya la importancia de “poder detectar de forma temprana los procesos de desertificación para tomar decisiones adecuadas y prevenir su avance”.
Ares cuenta que desde el Laboratorio de Ecología de Pastizales se han desarrollado indicadores de inicio de desertificación basados en el análisis de imágenes aéreas de alta resolución para identificar cambios en el ordenamiento espacial de pastos y arbustos, como consecuencia de la creciente influencia de la erosión eólica.
Los cambios que han sido observados son los primeros indicios de profundas alteraciones ecológicas en el uso del agua y los recursos del suelo por parte de la vegetación sometida al pastoreo.
Al mismo tiempo, en el CENPAT se están evaluando las modificaciones producidas en las reservas de carbono orgánico en el suelo, inducidas por distintas alternativas de manejo del pastoreo, según explica la bióloga Analía Carrera. Estas investigaciones pueden revelar información para detectar los procesos que conducen a la desertificación.
“Parte de los resultados obtenidos hasta el momento indican que algunos atributos de la vegetación, como la cobertura total y la de pastos perennes, podrían identificarse como indicadores tempranos de degradación. Mientras que el tamaño y la composición química del reservorio de carbono orgánico en el suelo sería de utilidad para determinar los estados intermedios y avanzados de deterioro del ambiente”, detalla Carrera, investigadora adjunta del CONICET en el CENPAT.

Consecuencias socio-económicas
 El responsable del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA indica que “la erosión del suelo y las alteraciones del tapiz herbáceo y del ciclo del agua en la Patagonia, forman parte de un proceso amplio de desertificación progresiva”. Y señala: “El pastoreo extensivo de lanares ha sido el principal desencadenante, asociado a las condiciones climáticas restrictivas de la zona”.
También, Casas señala que “actividades antrópicas como el petróleo y la minería han contribuido negativamente a incrementar los procesos de erosión y contaminación en la región patagónica”.
El ingeniero agrónomo además explica las consecuencias sociales y económicas que implica el proceso de desertificación. “Un ambiente que se degrada deja de ser productivo. En muchos casos las tierras son abandonadas, ya que se vuelven inertes. Este nuevo escenario intensifica los procesos de pobreza, y en última instancia de migración”.
“Principalmente, en la Patagonia las escasas alternativas productivas, el ausentismo, los problemas de comercialización y el aislamiento aceleran el proceso de desertificación de los suelos, y al mismo tiempo generan pobreza y migración”, agrega Casas.  

Monitoreos en el país
Bran subraya la importancia de contar con una base de información amplia sobre la desertificación en diferentes zonas del país. En esta línea, Bran resalta el proyecto de Monitoreo Ambiental para Regiones Áridas y Semiáridas (MARAS), del cual forma parte.
El proyecto MARAS, del cual participan la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, el INTA y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, tiene como meta “avanzar en el monitoreo y verificación del estado de la desertificación y de su reversión, no sólo en el territorio patagónico, sino que también a escala nacional y global”. Hasta el momento en la Patagonia se han instalado más de 300 monitores de este sistema, cubriendo distintas zonas de la región.
En tanto, se espera que en los próximos meses el INTA y la Fundación para la Educación, la Ciencia y la Cultura (FECIC) lleven adelante una nueva recopilación nacional de datos sobre el estado de degradación de los suelos.
Casas recalca que es prioritaria la generación de información sobre el proceso de desertificación en el país, para que se puedan aplicar políticas acordes y de forma conjunta entre la Nación y las provincias. Y concluye: “Es indispensable que se eduque sobre la degradación de los suelos, para que la sociedad en su conjunto conozca las implicancias y valorice los recursos naturales”.
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La megaminera Vale vendrá a la Patagonia

La minera que se viene
Fecha de Publicación: 02/12/2012
Fuente: ADN
Provincia/Región: Patagonia


La megaminera Vale, una de las más grandes del mundo, está próxima a radicarse en la Patagonia. Aunque es muy poco lo que se sabe acerca del proyecto ya se puede calcular el impacto ambiental que significará para el país: “El consumo de agua previsto por el yacimiento equivale al de un millón de personas”, además la actividad dejará menos del 1.5% de regalías en el país, “se producirán 2,4 millones de toneladas de potasio por año para exportar a los agronegocios brasileros que están desforestando la selva Amazónica”.
Según el sitio web de la empresa Vale, se trata de un proyecto de extracción y procesamiento de cloruro de potasio, en un yacimiento cuya bocamina está a 200 kilómetros de Malargüe, en Mendoza. “Para la extracción del mineral se utilizará una tecnología innovadora denominada ’minería por disolución’. El proceso consiste en perforar un par de pozos hasta encontrar el potasio, que será disuelto mediante el uso de agua caliente a una profundidad promedio de 1.200 metros”.
Una vez extraído, el potasio será trasladado por vía férrea hasta el puerto de Ingeniero White, en Bahía Blanca. “El proyecto prevé la construcción de un nuevo tramo de ferrocarril de aproximadamente 360 Km. y la renovación de más de 500 Km. de vías existentes entre las ciudades de Cervantes y Bahía Blanca, lo que representa un total de 860 Km”.
Para el suministro de energía eléctrica del proceso se construirán nuevas líneas de transmisión de alta tensión, con una extensión aproximada de 120 Km. Y el gas, provendrá de la exploración de gas no convencional, lo que -dice la empresa- “no afectará el consumo industrial ni residencial”.
Se producirán 2,4 millones de toneladas de potasio por año para exportar a los agronegocios brasileros que están desforestando la selva Amazónica.
Para el Foro Permanente por el Medio Ambiente (Foperma), la empresa Vale “vendió espejitos de colores”.
La defensoría del Pueblo de la Nación emitió la Resolución 108/2010 “que recomienda hacer los estudios de impacto ambiental en forma integral, acumulativa e interjurisdiccional. Es decir todo junto, hasta el puerto de Bahía Blanca, entre Nación y las cinco provincias: Neuquén, Mendoza, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires”.
Es muy poca la información que se tiene del proyecto. “No sabemos si hay estudio de impacto ambiental, no sólo por el tren sino por todo el proyecto. Hay mucha falta de información. Además hemos denunciado que aquí lo que hace falta es que se hagan los estudios”, explican desde el Foro.
El 70 por ciento del yacimiento está en Neuquén. De modo que en algún momento habrá pozos en Neuquén.
La defensoría del Pueblo de Nación dice que la salinización del río es posible, porque habrá una pila de sal que equivale a 210 hectáreas de ancho por 50 metros de alto. Por lo que la explotación pone en riesgo 150 mil hectáreas de producción.
También afecta la provisión de agua y gas ya que necesita un millón de metros cúbicos de gas, todo el consumo de Mendoza y un tercio de la importación de Bolivia. De modo que la Defensoría dice que la falta de gas y la importación seguirán aumentando afectando a todos los argentinos.
De este modo, el impacto es tan grande que supera a la zona de Malargüe y alcanza a todo el pueblo argentino.
El consumo de agua previsto por el yacimiento equivale al de un millón de personas.
Esta actividad deja menos del 1,5 por ciento (de regalías en el país) porque esto está por ley de minería hecha en la época de Menem.
Anuncian que generará miles de empleo, pero según la propia información empresarial una vez que funcione empleará a 350 personas.
La minera Vale es una de las más grande del mundo y tiene denuncias de violaciones a los derechos humanos, ambientales y laborales por su accionar en muchos lugares del mundo.
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La capa de ozono redujo las lluvias en la Patagonia

Advierten que el agujero en la capa de ozono redujo las lluvias en la Patagonia

Fecha de Publicación
: 14/11/2012
Fuente: La Voz del Interior On Line
Provincia/Región: Patagonia


Un grupo de investigación analizó los árboles del sur para determinar si las precipitaciones han disminuido.
El agujero en la capa de ozono causó alteraciones climáticas como el desplazamiento de los vientos del oeste, que hicieron disminuir las lluvias y afectaron el crecimiento de los bosques en la Patagonia.
Un estudio reciente encabezado por Ricardo Villalba, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), muestra que el agujero en la capa de ozono habría provocado el desplazamiento de los vientos en el hemisferio sur.
La investigación, publicada en la revista Nature Geosciencie, indica que ese fenómeno a su vez "produjo un cambio en los patrones de lluvias y, en consecuencia, en el crecimiento de los bosques en las regiones afectadas", como muestra el análisis de coihues, cipreses y araucarias del sur de Argentina y Chile.
Investigación. Los científicos analizaron los anillos de más de 3.000 árboles de la Patagonia argentina y chilena, Nueva Zelanda y Tasmania, en Australia, para conocer sus patrones de crecimiento desde el año 1409 hasta la actualidad.
"Los resultados sorprendieron: mientras que los ejemplares de América del Sur mostraron en las últimas cuatro décadas las tasas de crecimiento más bajas durante esos 600 años, los de Oceanía presentaron los valores más altos", señala el informe.
Villalba, investigador principal del Conicet en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), aseguró que esas diferencias "están relacionadas con la variación en la disponibilidad de agua y los cambios de temperatura en cada región".
"Las lluvias abundantes del sector norte de la Patagonia se desplazaron más al sur y por lo tanto llueve menos en el área", expuso el científico.
El agujero en la capa de ozono, indica el estudio, habría influenciado las presiones en las regiones más australes del Hemisferio Sur, lo que hizo desplazar hacia el sur los vientos del oeste, que son los que traen las lluvias.
Las tasas anormales de crecimiento de árboles y la OAHS están fuertemente asociadas: los resultados del trabajo muestran que las variaciones en esta oscilación explican del 12 al 48% de las anomalías del crecimiento en la segunda mitad del siglo XX.
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Hielos de la Patagonia sufren el cambio climático

Los hielos continentales de la Patagonia sufren cambios drásticos

Fecha de Publicación
: 11/10/2012
Fuente: La Voz
Provincia/Región: Patagonia


Investigadores del Departamento de Ciencias Atmosféricas y Terrestres en la Universidad de Cornell, Ithaca, Nueva York (USA), y de la Universidad de Chile observaron un deshielo en Campo de Hielo Sur de la Patagonia.
Sus concluciones provienen del desarrollo de una nueva manera de usar los mapas topográficos digitales obtenidos por un satélite de la Nasa.
La pérdida de volumen de hielo sufrida por este campo de hielo entre los años 2000 y 2012 ha sido 50% más rápida que la sufrida durante el periodo 1975-2000, según un nuevo análisis de modelos de elevación digitales.
Entre 2000 y 2012, el campo de hielo, aproximadamente 3 veces más grande que el estado Rhode Island, y ubicado en el tramo sur de la Cordillera de los Andes, en la zona fronteriza entre Chile y Argentina, perdió volumen rápidamente en muchos de sus más grandes glaciares de desagüe.
El análisis ldel equipo de Michael Willis, Andrew Melkonian y Matthew Pritchard, de la Universidad de Cornell; y Andrés Rivera, de la Universidad de Chile, revela que, en muchos casos, la reducción del volumen de hielo se extendió hasta las zonas más altas del campo de hielo.
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Plan para conservar las costas patagónicas

Acuerdan un nuevo plan para conservar las costas patagónicas

Fecha de Publicación: 12/04/2012
Fuente: La Voz del Interior
Provincia/Región: Patagonia



Funcionarios aseguran que contribuirá para el desarrollo sustentable de la zona y ayudará a preservar los recursos naturales.
La Administración de Parques Nacionales (APN) y el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), firmaron hoy un convenio marco de cooperación para la conservación y el uso sustentable de las áreas protegidas costero marinas de la Patagonia Austral.
A partir de la firma del convenio, ambos organismos establecerán un Comité de Ejecución que analizará los proyectos y planes de trabajo específicos, en el marco de un vínculo de cooperación general, con el objetivo de aportar su capacidad científica a la conservación y el ordenamiento de importantes áreas marinas del Atlántico Sur.
El acuerdo fue firmado por la presidenta del Directorio de la APN, Patricia Gandini, y por el subsecretario de Pesca de la Nación, Miguel Bustamante, en su carácter de director a cargo del INIDEP..
"Este histórico acuerdo contribuirá sustancialmente para el desarrollo sustentable de la zona y ayudará a preservar los recursos naturales, mejorando la calidad de vida de las comunidades locales", dijo Gandini.
La zona en cuestión se encuentra dentro de la plataforma continental Argentina; una planicie submarina de 1 millón de kilómetros cuadrados de superficie.
El Mar Argentino integra un gran ecosistema oceánico que comprende la margen continental del Atlántico sudoccidental expuesto a los efectos ecológicos de los frentes generados por las corrientes de Brasil y Malvinas constituyendo uno de los ambientes biológicamente más importantes del planeta.
La corriente de Malvinas fluyendo de Sur a Norte, de aguas frías y poco salinas se encuentra con la corriente de Brasil de aguas salinas y cálidas a los 38 grados de latitud aproximadamente formando frentes y remolinos donde se crean áreas de productividad diferencial con altísima productividad primaria.
Durante la primavera hay una explosión de fitoplancton en el mar y esto es la base de una compleja trama trófica, es el alimento de numerosas especies de peces, de crustáceos, aves y mamíferos marinos que viven del mar Argentino.
También utilizan nuestra plataforma el Mar Argentino especies que reproducen en Australia, Nueva Zelanda, África y Chile.
Sin embargo, a pesar de la importancia del mar, sólo un 0,5% de la superficie total de los océanos está considerada como zona protegida.

Cenizas y sequía impactan en la biodiversidad

Cenizas volcánicas y sequía impactan en la flora y fauna patagónica

Fecha de Publicación: 20/03/2012
Fuente: Agencia CyTA-Instituto Leloir
Provincia/Región: Patagonia


Un informe del CONICET revela el impacto de las cenizas volcánicas y la sequía sobre la vegetación patagónica. La erupción del Puyehue y la reducción de las precipitaciones disminuyeron un 42 por ciento la producción de materia seca –principal fuente de alimento del ganado- en amplias zonas de la estepa rionegrina.
El 2011 fue un año particularmente duro para los habitantes humanos y animales de la estepa rionegrina. Las cenizas derivadas de la erupción del volcán Puyehue y una caída en las precipitaciones del 30-50 por ciento respecto de la media produjeron, en conjunto, una reducción marcada en el crecimiento de la vegetación que sirve de alimento al ganado en cuatro departamentos de la provincia.
Así lo confirmaron científicos del Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección (LART) del Instituto de Investigaciones Fisiológicas y Ecológicas Vinculadas a la Agricultura (Ifeva) de la Facultad de Agronomía de la UBA y del Conicet, para quienes las cenizas y la sequía “han traído como consecuencia un 42 por ciento menos de producción de materia (vegetal) seca” en los departamentos de Pilcaniyeu, El Cuy, 25 de Mayo y Ñorquinco, donde se llevó a la cabo la investigación.
El departamento Pilcaniyeu fue el más afectado, dado que un 52 por ciento de su área presentó niveles de crecimiento de materia seca de un 50 por ciento por debajo del promedio. Efectos similares se verificaron, respectivamente, en el 46 por ciento y el 36 por ciento del área de Ñorquinco y 25 de Mayo. En el departamento El Cuy, en tanto, se observó una mengua en el desarrollo vegetal del 30 al 50 por ciento en más de dos terceras partes de su territorio.
Según explicó el autor principal del informe, Gonzalo Irisarri, las cenizas depositadas sobre las hojas actúan como un “sombreo”, es decir, reducen la cantidad de luz solar que las plantas pueden absorber. Esto reduce la fotosíntesis y, en consecuencia, el crecimiento de las plantas, afirmó el docente de la UBA y becario doctoral del CONICET. La reducción en las precipitaciones sólo sirvió para agravar el panorama.
La información fue obtenida a partir del análisis de datos provistos por sensores a bordo de satélites –como el satélite TERRA de la NASA – y de mapas de tipos fisonómicos de vegetación, entre otras fuentes de datos.
Los datos obtenidos tienen una aplicación práctica inmediata, destacó Irisarri. Contar con este tipo de información podría, por ejemplo, establecer áreas de prioridad para una eventual asistencia a productores, definir sobre una base sólida cuál debe ser el nivel de carga que pueden soportar las estepas afectadas y comparar el impacto de este fenómeno con otras situaciones extremas ya sufridas en la región.
En la elaboración del informe también participaron Martín Oesterheld, José Paruelo, Pablo Baldassini, Dolores Arocena y Mariano Oyarzabal.
Las cenizas y la reducción de las precipitaciones han traído como consecuencia un 42 por ciento menos de producción de materia seca –principal fuente de alimento del ganado- en amplias zonas de los departamentos de Pilcaniyeu, El Cuy, 25 de Mayo y Ñorquinco, en la Provincia de Río Negro.

Piden informes por represas chilenas

Piden informes por represas chilenas

Fecha de Publicación: 20/11/2011
Fuente: La Opinión Austral
Provincia/Región: Chubut - Patagonia


El senador nacional chubutense Marcelo Guinle requirió a la Cancillería, al Ministerio de Planificación y a la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación, un “seguimiento preciso y permanente de las autoridades argentinas” sobre el Proyecto HidroAysén, que contempla la construcción y operación de cinco centrales hidroeléctricas, dos en el río Baker y tres en el río Pascua, en la región de Aysén, en el sur de Chile.
“La condición de cuenca compartida de los ríos Baker (a través del Lago Buenos Aires, Santa Cruz) y Pascua (a través del Lago San Martín, Santa Cruz) hace imprescindible contar con información oficial actualizada permanentemente, que indique una puesta en conocimiento y análisis de parte de las autoridades argentinas en todos los ámbitos de incumbencia, a fin de interactuar con la contraparte chilena con el objeto de no afrontar hechos a futuro que repercutan desfavorablemente en la relación internacional y, principalmente, en la preservación del medio ambiente”, remarcó Guinle.
El diario Madryn publicó ayer que en su pedido de informe, el legislador recuerda que el 13 de mayo pasado, la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Aysén aprobó el proceso de evaluación ambiental del proyecto, lo que determinó la presentación de distintos recursos administrativos y judiciales.
Asimismo señala que el proyecto fue origen de controversia en la última reunión bilateral del Grupo de Expertos Sobre Recursos Hídricos Compartidos, en lo referido a la condición jurídica de cuenca compartida los ríos Baker y Pascua, a la luz de de la interpretación de los acuerdos internacionales en materia ambiental entre los dos países, en especial el Acta de Santiago sobre Cuencas Hidrológicas, de 1971.
Para Guinle, “el avance de un Proyecto de las magnitud de HidroAysén no es un tema menor y requiere de seguimiento preciso y permanente de las autoridades”
Además, el matutino remarca que en el pedido de informes responde “a la necesidad imperiosa de contar, en el más corto plazo posible, con información fidedigna que asegure la no afectación ambiental y socioeconómica de nuestra Región Patagónica, su población y los invalorables recursos naturales allí presentes”, explicó.
“En virtud de los avances que ha evidenciado el proyecto en el corriente año, la discrepancia de interpretaciones respecto de la condición jurídica de los ríos Baker y Pascua y el anuncio de eventuales esquemas asociativos entre Argentina y Chile a fin de transportar por territorio argentino energía eléctrica generada a través del Proyecto, entiendo es necesario contar con una respuesta clara, a fin de transparentar cualquier proceso, de manera previa a la consumación de los hechos”, finalizó.

Deuda de la industria petrolera: el pasivo ambiental

La otra deuda de la industria petrolera: el pasivo ambiental

Fecha de Publicación: 26/09/2011
Fuente: El Patagonico
Provincia/Región: Patagonia



Extensiones de tierras degradadas, derrames de hidrocarburos que destruyen el suelo, modificación de la flora y fauna, contaminación de acuíferos, muerte de animales, desertificación, campos atravesados por picadas y cientos de hectáreas de suelo infértil parece la descripción de un documental futurista pero no es más que una foto de lo que ocurre en los campos de la Cuenca del Golfo San Jorge explotados por empresas petroleras para extraer petróleo y gas de las entrañas de la tierra. Sabemos lo que se llevan, pero ¿hay conciencia sobre lo que dejan?
Pasivo ambiental es sinónimo de “deuda”. Una deuda que se tiene por efecto de una determinada degradación en alguno de los componentes del ambiente -suelo, agua, aire, flora y fauna- y que en algún momento se debe erogar. Es sabido que los problemas ambientales se generaron a partir de la industrialización sin reparar demasiado en la incidencia que eso tendría en el medio ambiente.
En la Cuenca del Golfo San Jorge y luego de más de cien años de intensa actividad, se producen disturbios en el ambiente que alteran la estructura y función de los recursos naturales.
Pero esto no es exclusivo de esta región: las violaciones al medio ambiente ocurren en las provincias de las cinco cuencas petroleras del país: Noreste, Cuyana (Mendoza), Neuquina (Neuquén, Río Negro, La Pampa y sur de Mendoza), la del Golfo San Jorge (Chubut y Santa Cruz) y Cuenca Austral (pozos marinos offshore de Santa Cruz y Tierra del Fuego).
Lo cierto es que el mapa del territorio nacional está cambiando por estas violaciones. En algunas provincias -dicen los especialistas- hasta la fauna se vio alterada y tendría un comportamiento distinto porque la degradación del suelo hizo que ciertas especies de animales ya no pasen de un lado a otro.

Pozos en Chubut
Según datos aportado por el Ministerio de Ambiente y Control de Desarrollo Sustentable de Chubut, en la provincia hay unos 16.000 pozos de los cuales un 38% están en producción (aproximadamente 6.000), un 32% abandonados (4.900) y el resto inactivos (4.600).
Se puede tomar como pasivos los pozos abandonados y los que están inactivos, por lo general estos pasivos generan que se debe tomar un radio de seguridad de 60 metros desde la boca del pozo lo que imposibilita un desarrollo.
En este punto vale hacer una aclaración respecto a los pozos abandonados, se los divide en dos grupos diferenciales: aquellos que fueron abandonados antes del año 1996 -cuando sale la resolución 5/96 SE- la cual regula la técnica de abandono de pozos y que debe ser aplicada de forma obligatoria para cualquier abandono. En este caso, el pozo una vez abandonado no requerirá radio de seguridad.
Los pozos abandonados antes del año 1996 deben tener un radio de seguridad de al menos 60 metros dado que no estaba unificado el criterio de abandono y por lo tanto no se da seguridad de cómo esté abandonado dicho pozo.
También se pueden tomar como pasivos los pozos inactivos dado que estos no poseen abandono por lo cual requieren un radio de seguridad. Asociados a estos pozos se pueden mencionar como pasivos ambientales las siguientes instalaciones que pueden o no estar en cada pozo o que pueden o no estar asociados a los pozos del ejido urbano: piletas antiguas asociadas a cada pozo, se taparon sin ser saneadas (en algunos casos); caminos o picadas de sísmicas, caminos de acceso a pozos; baterías, plantas de tratamientos abandonadas; ductos, la mayoría quedaron enterrados ante el avance del desarrollo urbanístico; antiguos derrames de hidrocarburos; locaciones de pozos con dados de cemento donde se apoyaba el equipo perforador; transformadores antiguos en desuso y canteras donde se extraían los materiales para realizar las locaciones.
A modo comparativo, se calcula que sólo en la Cuenca Neuquina hay 10 mil pozos contaminantes y que a nivel nacional existen 18 mil pozos “satélites”, como se denomina a las perforaciones que cumplen su ciclo, pero que a pesar de seguir filtrando desechos a las napas subterráneas, fueron abandonados por las concesionarias sin ningún tipo de saneamiento.
La Cuenca Neuquina está cortada por 120 mil kilómetros lineales de “picadas” y se estima que en ella hay actualmente 12 mil piletones de 50 x 50 y 3 metros de profundidad destinados a volcar los residuos del petróleo extraído.

Campos devastados
En la Cuenca del Golfo San Jorge hay unas 780.000 hectáreas directamente afectadas a la actividad petrolera. Según la Universidad Nacional de la Patagonia son unos 500 los superficiarios involucrados en la asociación, de los cuales unos 100 pertenecen a la provincia de Chubut.
A diferencia de otras normas mineras en el mundo, en nuestro país existe la figura del superficiario de petróleo que son los dueños sólo de la superficie (campos, áreas de siembra o de pastoreo), pero no del subsuelo de donde se extraen los hidrocarburos.
La legislación vigente contempla dos tipos de daños, los denominados perjuicios inherentes a la actividad hidrocarburíferas -que son los provocados por el desarrollo de la actividad en los campos como pueden ser el desmatado de una locación, apertura de caminos, etc.- y los accidentales que se refieren a las contingencias que no están previstas, como los derrames o incendios.
En la Patagonia el suelo fértil es casi inexistente y cualquier intervención que se haga en los suelos, como el paso de una máquina, tarda muchísimo tiempo en recuperarse.
Es por ello, que desde la Asociación Argentina de Propietarios y Superficiarios afectados por la actividad hidrocarburíferas, minera y eléctrica plantean la necesidad de actualizar leyes y de que los estados intervengan en cuanto a la remediación de ese pasivo ambiental.
Es que, en el caso de los campos de la Patagonia la situación es preocupante porque transitan el quinto año de sequía y su deterioro es elocuente, especialmente en la meseta central donde es evidente -según algunos productores- el retroceso de productividad y potencial de pasturas.

Costos
Peritos agrónomos designados por la justicia en una causa iniciada por un particular contra la empresa Medanito SA en 2007, evaluaron que reparar cada metro cuadrado de tierra desertificada cuesta 55 pesos más IVA; objetivo que se logra luego de dos años. En el caso de las locaciones, el proceso dura dos años y medio y el costo es de 92 pesos más IVA por metro cuadrado. Recuperar cada metro cúbico de tierra empetrolada cuesta alrededor de 100 dólares.
El Ministerio de Ambiente de la provincia no desconoce la situación por la que atraviesan productores y campos de la Patagonia. Por ello, en el caso de algún incidente ambiental esta dependencia solicita la caracterización del lugar afectado (suelo, flora, agua, entre otros) a fin de determinar un plan de saneamiento en el cual se debe incluir el tiempo que demandará el mismo.
Es que “en la industria petrolera los costos y tiempo de recuperación de un suelo son muy variable y principalmente dependen de varios factores como son la magnitud de un derrame, el área afectada, la geografía del lugar, terceros afectados, etc.”.

Situación de comodoro
Se estima que Comodoro Rivadavia es una de las ciudades de mayor pasivo ambiental del país. Según los últimos datos dados a conocer, tiene un total de 2.444 pozos petroleros abandonados, de los cuales unos 1.425 pertenecen a YPF.
Mediante la resolución N° 11/ 2004 de la Secretaría de Hidrocarburos y Minería se creó el Registro de Pasivos Ambientales generados por la actividad petrolera de exploración, explotación y actividades relacionadas. Registro de pozos activos, inactivos y abandonados producto de la actividad petrolera. A partir de esta resolución, las empresas operadoras deben presentar un informe detallado de los pasivos ambientales existentes en el área conteniendo la individualización de la zona a operar. Dicha información deberá ser actualizada antes del 30 de abril de cada año y presentada ante el Ministerio de Ambiente y Control de Desarrollo Sustentable.

Acuíferos
Actualmente el Ministerio de Ambiente de la provincia se encuentra abocado al análisis de los estudios de vulnerabilidad de acuíferos someros (acuíferos freáticos), los diagnósticos ambientales de los proyectos de recuperación secundaria e instalaciones que fueron presentados por las operadoras. Así lo estipula el marco del Decreto Provincial N° 1.567/09 instruye al Ministerio de Ambiente y CDS a confeccionar, operar y mantener de manera conjunta y coordinada con otras entidades públicas un Registro Hidrogeológico Provincial. A partir de este análisis se podrá identificar la existencia de potenciales riesgos de contaminación de los acuíferos de interés.
“Se están haciendo inspecciones en campo a fin de corroborar los datos aportados por medio de pruebas de integridad y hermeticidad de instalaciones de fondo (pozos inyectores), pruebas con trazadores a fin de verificar el estado de los pakers, controles y muestreo de freatímetros a fin evaluar las condiciones de los acuíferos y detectar por medios analíticos la presencia de contaminantes”, informó la dependencia.
Desde el Ministerio se aseguró que en el caso de constatar situaciones ambientales en las cuales se afecte el recurso hídrico subterráneo se generaran los expedientes correspondientes y el seguimiento en campo a fin de corroborar las tareas tendientes a la caracterización inicial del sitio afectado para posteriormente monitorear los saneamientos propuestos.

Patagonia, modelo en energía renovable

Proyectos de energía renovable en la Patagonia buscan ser modelo internacional

Fecha de Publicación: 03/06/2011
Fuente: BBC
Provincia/Región: Patagonia



Dos comunidades aisladas de la Patagonia argentina podrían ayudar a pensar en modelos para una meta de escala global: llevar energía a los cerca de 2.500 millones de personas en el mundo que tienen accesso nulo o escaso a electricidad.
Las principales empresas de electricidad del mundo –que integran un grupo denominado E8- aprobaron esta semana en Nueva York financiar proyectos de energía renovable en las localidades de Chorriaca y Coyuco-Cochico, en la provincia de Neuquén, en el sur de Argentina.
La idea es llevar a la práctica un modelo de coparticipación de la iniciativa pública y privada, que pueda replicarse en otras partes del mundo.
La empresa estadounidense Duke Energy, que ya tiene inversiones en la región e integra el E8, será la encargada de instalar turbinas eólicas en Chorriaca y construir una microcentral hidroeléctrica en Coyuco-Cochico.

Aislados
Las localidas elegidas son comunidades de indígenas mapuches, con cerca de 500 habitantes cada una, y se dedican fundamentalmente a la cría de ovejas. Son atendidas actualmente por la empresa de energía de Neuquén, EPEN, y cuentan con un servicio de electricidad discontinuo, con base en generadores que funcionan con diesel.
"El combustible debe ser transportado por camión por más de 70 kms en el caso de Chorriaca. Estamos en los Andes, donde hace mucho frío en invierno y la falta de refrigeración industrial también impacta en su fuente de vida", explicó a BBC Mundo, José Tierno, gerente de desarrollo de negocios de Duke Energy Argentina y director del proyecto.
"En Coyuco-Cochico la distancia es más extrema. Están a 80 kms de la ruta pavimentada que tiene una topadora de la dirección provincial. Es la única máquina que hay, en el invierno el camino se deteriora tanto que quedan aislados durante un mes y la única manera de salir es a caballo."
En esta localidad Duke Energy construirá una microcentral hidroeléctrica en un río a tres kilómetros del pueblo. En el caso de Chorriaca, donde el EPEN ya venía realizando prospecciones eólicas y hay una torre de medición de viento, se instalarán aerogeneradores eólicos que funcionarán en combinación con los generadores diesel para proveer energía las 24 horas.

El modelo
El E8 financiará el proyecto y Duke Energy construirá los aerogeneradores y la microcentral, entrenando a personal de la empresa local, EPEN, que operará las nuevas instalaciones.
La empresa privada aporta así la inversión inicial y el conocimiento técnico. El ahorro en el costo de proveer energía es lo que hace posible a la empresa local repagar la inversión, aunque en este caso, para impulsar el modelo, el E8 decidió que sea reinvertido en otros proyectos de energía renovable en la provincia. "Si eso no sucede, EPEN tiene la obligación de devolver el capital", señala Tierno.
"Una de las razones por las que elegimos Argentina es que ya tenemos personal en el terreno", explicó a BBC Mundo John Stow, vicepresidente de energía y políticas ambientales de Duke Energy, quien confía en que el modelo es replicable.
"Es importante entender que las compañías que forman el E8 creen que el cambio climático es real, causado en parte por el hombre, y que el sector puede ayudar a reducir las emisiones de CO2 cumpliendo al mismo tiempo su objetivo de llevar electricidad a todos en el planeta".
La empresa provincial coincide en los potenciales beneficios. "Este es un modelo que puede replicarse desde dos aspectos: la asociación entre empresas privadas y públicas para dar soluciones a la gente, y por otro lado, la aplicación de tecnologías renovables de pequeña escala", dijo a BBC Mundo Francisco Zambón, gerente de planeamiento de EPEN.
"Dentro del proyecto se prevé la capacitación de nuestro personal operativo para hacerse cargo de la operación y mantenimiento, y será una forma práctica de generar nuevos proyectos similares, una vez que el mismo personal se convenza de los beneficios de su aplicación".
Los proyectos en la Patagonia tienen un costo aproximado de US$2,5 millones. Está previsto que la construcción de los aerogeneradores y la microcentral hidroeléctrica concluya a fines de 2012.

La soja desembarca en la Patagonia

La soja desembarca en la Patagonia

Fecha de Publicación: 08/03/2011
Fuente: Página/12
Provincia/Región: Patagonia



Se entregarían 240 mil hectáreas para el cultivo a la empresa estatal china Heilongjiang Beidahuang. Antes de cosechar soja, el acuerdo ya cosecha críticas de parte de organizaciones comunitarias y ambientalistas. El gobierno provincial lo defiende.
“Proyecto sojero” denuncian las organizaciones sociales, ambientales e indígenas. “Plan agroalimentario” lo denomina el gobierno de Río Negro. Se trata de un acuerdo firmado por la provincia y China para sembrar 240 mil hectáreas, el doble de la actual superficie rionegrina dedicada a la agricultura, considerada por el oficialismo como “la iniciativa más importante de la historia provincial”. Una gran diversidad de sectores advierte que será la “sojización” de la Patagonia y alertan sobre las consecuencias sociales, ambientales y sanitarias que implicará. Y puntualizan los abundantes beneficios para el país asiático: la provincia cede 3000 hectáreas sin costo alguno, compromete 240 mil, otorga un sector del puerto provincial durante al menos 50 años, promete la sanción de leyes que beneficien la “inversión” y obliga al Estado provincial a cubrir los costos de oficinas, viviendas y transportes de los técnicos de la empresa china. Desde el Ministerio de Producción niegan que den la bienvenida al monocultivo, incluso cuestionan el modelo agropecuario de Argentina, pero rechazan la posibilidad de prohibir a los capitales chinos que siembren soja.
En octubre último, el gobernador de Río Negro, Miguel Saiz, viajó a China. En los medios de comunicación de la provincia sonaba desde hacía meses la posibilidad de un contrato comercial con ese país. El acuerdo fue celebrado bajo el título de “Acuerdo de cooperación para el proyecto de inversión agroalimenticio”: ése es el nombre formal del documento que vincula a la provincia y a la empresa estatal china Heilongjiang Beidahuang State Farms Business Trade Group, representada en Argentina por Strong Energy. Catorce carillas, en castellano y chino, donde la provincia argentina aparece como “parte A”, la empresa china como “B”, las ventajas parecieran corresponder a los asiáticos y las obligaciones a la provincia patagónica.
“La parte A (gobierno de Río Negro) realizará todos los trámites a fin de aplicar las normas que exceptúen de todos los impuestos provinciales, tasas, ingresos brutos, sellos, patentes, etc.”, grafica el punto seis del acuerdo, y el punto siete establece: “(Río Negro) gestionará ante el gobierno nacional y el Banco Nación a fin de que los fondos de inversión de B (China) no estén alcanzados por encajes bancarios”.
El ítem once obliga a la provincia a “poner a disposición (privada) todos los técnicos de aguas” que se desempeñen en el Estado y los estudios que existan sobre el tema. También compromete que la “futura explotación” se realizará en 50 mil hectáreas de Valle de Colonia Josefa, 74 mil hectáreas de Valle de Negro Muerto, 38 mil de Guardia Mitre, 31.500 de Margen Norte y 41 mil de Valle La Japonesa. Un total de 234.500 hectáreas rionegrinas. Desde el Gobierno aclaran que la superficie bajo riego podría extenderse a las 320 mil hectáreas.
A partir de la carilla once comienza el “anexo” del acuerdo. El Estado provincial se compromete a “ofrecer la mejor política de inversión, brindando garantía mediante la creación de leyes”. El párrafo siguiente es al menos llamativo: los capitales chinos se comprometen a instalarse en la provincia, pero “el Estado de Río Negro se compromete a brindar sin cargo algunos espacios para la oficina y vivienda, como también los medios de transporte y equipamiento para la oficina”. La “inversión” china ni siquiera deberá adquirir computadoras o lapiceras, todo correrá por cuenta del Estado rionegrino.
El acuerdo destaca que China enviará “especialistas” para investigar la forma de inversión, pero “todos los gastos originados durante el período de estudio serán solventados por A (gobierno de Río Negro)”.
También se obliga al propio Estado de Río Negro a “brindar sin cargo alguno 3000 hectáreas de tierra para un campo experimental”, y ceder “sin cargo alguno parte de la zona portuaria, cinco hectáreas”. Esta cesión del área estratégica de la provincia será durante 50 años y, una vez cumplido el plazo, siempre según lo firmado por el gobernador, “se renovará automáticamente”.
Los capitales chinos sólo se comprometen a realizar las “tareas correspondientes a asegurar la siembra que seleccione” y a invertir, en un plazo no estipulado, 20 millones de dólares. Los funcionarios provinciales, incluso el gobernador, difundieron que la inversión sería de 100 millones de dólares, pero en ninguna parte del acuerdo se explicita esa cifra.
El subsecretario de Producción y Recursos Naturales, Humberto Iglesias, remarcó que, como ingeniero agrónomo, posee amplia experiencia en agricultura bajo irrigación. “Sin dudas es el proyecto más importante de la provincia. Y las críticas son más ideológicas que técnicas. A todos les damos las mismas facilidades para que inviertan en la provincia”, señaló y se lanzó con críticas al modelo agropecuario argentino: “Es una amenaza que el país tenga el 60 por ciento de su superficie cultivada con monocultivo. Es un disparate la dependencia a la soja, al glifosato y también a China. No adherimos a ese modelo, es un paquete tecnológico muy peligroso, porque además suma agroquímicos como el endosulfán”.
El funcionario afirmó estar “atento a la preocupante información que comienza a conocerse sobre el glifosato” y remarcó que el gobernador tiene la misma mirada crítica sobre el modelo agropecuario.
A pesar del rechazo al monocultivo, el subsecretario de Producción rechazó enfáticamente la posibilidad de que, en el acuerdo con China, se prohíba sembrar soja. “No es un cultivo ilegal, no podemos prohibirlo”, retrucó y argumentó que la soja en Río Negro es menos rentable que el maíz. Durante la hora de entrevista desestimó una decena de veces que China siembre las 240 mil hectáreas con soja, reconoció que esa limitación no figura en ninguna parte del acuerdo firmado y su reiterado argumento antimonocultivo fue la supuesta baja rentabilidad de la oleaginosa en la zona patagónica.
En Viedma, el gobernador Miguel Saiz brindó una conferencia de prensa para presentar el acuerdo con el gobierno de China. “Hemos tenido la suerte y la posibilidad de subirnos al tren de China (...) Río Negro tiene un escenario histórico para formular un proyecto de desarrollo de carácter integral para los últimos valles de clima templado que quedan en Latinoamérica sin producción”.
Explicó que se estima la siembra de entre 200 mil y 250 mil hectáreas, afirmó que la producción estará a cargo de los actuales propietarios y precisó las “fortalezas” que identificaron desde la empresa China: la aptitud del suelo y clima, la disponibilidad de agua de calidad, la cercanía del puerto de aguas profundas y las vías de comunicación existentes en la provincia.
Desde 2003 la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Valle Inferior comenzó con pruebas experimentales de soja en Río Negro. En septiembre de 2006 el Ministerio de Producción firmó un convenio con la empresa Relmó SA para sembrar soja en doce hectáreas de la localidad de Choele Choel. El miércoles 18 de abril de 2007, el gobierno provincial festejó e inundó las redacciones con gacetillas de prensa: “Levantan la primera cosecha de soja en la provincia de Río Negro”.
“Esta experiencia adaptativa es un paso previo necesario para continuar observando cómo se adapta el cultivo al suelo rionegrino. Con estos datos fidedignos podremos apoyar y fomentar la incursión de los productores provinciales en la siembra a gran escala de soja en la provincia como alternativa para la rotación de cultivos hortícolas. Río Negro ve en esta iniciativa un proyecto interesante en lo que hace a la extensión de la frontera agrícola”, afirmaba el ministro de Producción, Juan Accatino, en el comunicado oficial de hace tres años.
Detrás de esa primera siembra estaba el denominado “Proyecto Soja Patagónica”, donde media decena de empresas de agronegocios impulsaba el avance de la soja sobre las provincias sureñas. Entre ellas, figuraba la alemana Basf, una de las grandes proveedoras mundiales de semillas y agroquímicos.
El Ministerio de Producción precisa que en la actualidad existen sólo 2000 hectáreas con soja. Y detalla que en toda la provincia existen 120 mil hectáreas dedicadas a la agricultura, todas bajo riego, principalmente por medio de canales y acequias. La mitad de esa superficie dedicada a la fruticultura. El acuerdo con China duplicaría la superficie sembrada y sextuplicaría el área dedicada a los principales cultivos (peras y manzanas abarcan 40 mil hectáreas).
“Corrimiento de la frontera agropecuaria” es un término técnico instalado en Argentina de la mano del actual modelo agropecuario. Implicó, e implica, el avance sobre tierras dedicadas a otras producciones y, sobre todo, provocó el desalojo de familias campesinas y pueblos indígenas con posesión reconocida por ley. En el mercado de agronegocios mundial Argentina es visto como un alumno modelo. En 1997 se cosecharon en el país once millones de toneladas de soja transgénica y se utilizaron seis millones de hectáreas. Diez años después, en 2007, la cosecha llegó a los 47 millones de toneladas, abarcando 16,6 millones de hectáreas. En la actualidad, la soja abarca 19 millones de hectáreas, el 56 por ciento de la superficie cultivada del país. Si China decide sembrar en Río Negro, será el desembarco masivo de la soja en la Patagonia.

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