Como el temporal de Bahía Blanca fue influenciado por el CC

 


¿El cambio climático podría volver más frecuentes los temporales en Argentina?

Fecha de Publicación
: 13/03/2025
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Buenos Aires


Bahía Blanca y localidades aledañas del sudoeste bonaerense enfrentaron fenómenos extremos en 2023 y 2025. Qué dicen los expertos sobre la planificación urbana y la advertencia de un estudio del Conicet de 2012
El sudoeste de la provincia de Buenos Aires sufrió un fenómeno de lluvias extremas el 7 de marzo pasado. Con un total de 290 milímetros de lluvia que cayeron el viernes pasado, Bahía Blanca rompió el récord de precipitación diaria para su territorio, lo que derivó en inundaciones trágicas con más de 1.400 evacuados y la muerte de al menos 16 personas.
El fenómeno extremo hizo que, en apenas nueve días, marzo pasara a ser el mes más lluvioso en los registros de la ciudad, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El 16 de diciembre de 2023 otro fenómeno extremo, con ráfagas de más de 100 kilómetros, golpeó también a Bahía Blanca y 13 personas fallecieron como consecuencia de la caída del techo del club Bahía del Norte. ¿El cambio climático influyó en que se produzcan esos desastres?

El papel del cambio climático en los fenómenos meteorológicos extremos
Científicos de la Argentina, Francia e Italia difundieron hoy un análisis de lo que pasó en Bahía Blanca. Allí consideraron que “las condiciones meteorológicas de marzo de 2025 fueron excepcionales y están relacionadas principalmente con el cambio climático”.
Agregaron que “las modificaciones en las precipitaciones en Bahía Blanca sugieren un impacto significativo de actividades humanas”.
En el equipo se encuentran las investigadoras en ciencias de la atmósfera de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Marisol Osman y Silvina Solmon, que forman parte de ClimaMeter, que es un marco experimental rápido organizado por países de Europa.
Los investigadores alertaron que futuros eventos similares podrían intensificarse si las temperaturas globales superan los 2 grados, como advierten los modelos climáticos.
Por su parte, la doctora Carolina Vera, profesora emérita de la UBA y ex miembro del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), comentó a Infobae: “Los temporales se asocian con la ocurrencia de tormentas severas que producen lluvias intensas, como la que ocurrió en Bahía Blanca el viernes pasado”.
En el país -mencionó la doctora Vera- ya hay evidencias de que hubo un incremento en la frecuencia y la intensidad de los episodios de lluvias intensas en el contexto del cambio climático global. “Ese aumento se está produciendo incluso en zonas donde las lluvias están decreciendo en general”, completó.

¿Podrían ocurrir más fenómenos extremos?
En diálogo con Infobae, la doctora Paola Salio, investigadora especializada en tormentas del Conicet y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), comentó: “El Panel Intergubernamental de Cambio climático ya pronosticó que los fenómenos como los temporales o las sequías van a ser más extremos”.
Aclaró que los fenómenos de 2023 y 2025 en Bahía Blanca fueron diferentes: en el de 2023, las ráfagas de viento fueron las predominantes. En cambio, ahora el desastre se produjo por las lluvias y la inundación posterior.
“Sabemos que hay más riesgos de fenómenos extremos. Pueden ocurrir en áreas donde antes no se registraban, y las ciudades no están preparadas para esos impactos”, afirmó.
Los estudios de atribución permiten determinar si un evento meteorológico extremo está relacionado con el calentamiento global. También cuantifican la probabilidad de que el cambio climático haya aumentado la posibilidad de que ocurra ese evento.
En la Argentina, según la Organización Mundial de Migraciones, entre 2016 y 2022 se registraron 74.000 desplazamientos internos de personas debido a desastres, de los cuales el 94,5% fueron por inundaciones, el 2,7% por deslaves o corrimiento de tierra y el 2% por incendios forestales.
Según el Índice Mundial de Riesgo 2022, Argentina ocupa la posición 32 de 192 países en cuanto a su elevado riesgo ante desastres, debido a su alta exposición y limitada capacidad de respuesta.

Qué advirtió un estudio del Conicet en 2012 sobre Bahía Blanca
La ciudad de Bahía Blanca está ubicada en la cuenca inferior del arroyo Napostá, y enfrenta desafíos hidro-ambientales que combinan factores naturales y el impacto del crecimiento urbano.
En 2012, Paula Zapperi, científica del Conicet y del Departamento de Geografía y Turismo de la Universidad Nacional del Sur, publicó un estudio como parte de su tesis de doctorado en el que advertía que las precipitaciones intensas generaban anegamientos en áreas de menor pendiente de Bahía Blanca.
Mientras que en zonas más elevadas el agua provoca erosión en calles sin pavimentar, y eso desplaza materiales hacia sectores más bajos.
La investigadora, según contó a Infobae, analizó la hidrografía urbana de la ciudad y propuso soluciones para mitigar los problemas derivados de estos fenómenos.
De acuerdo con la tesis de Zapperi, al estar ubicada en la cuenca del arroyo Napostá, la ciudad de Bahía Blanca queda expuesta al escurrimiento de aguas provenientes de zonas más altas, lo que incrementa el riesgo de inundaciones.
Aunque diversas obras hidráulicas había reducido la frecuencia de estos eventos, los efectos de las lluvias intensas siguieron y afectaron especialmente a las áreas con menor inclinación del terreno.
En contraste, las zonas más altas experimentan procesos erosivos que agravan el deterioro de las calles no pavimentadas.
El estudio de Zapperi se centró en caracterizar el comportamiento del escurrimiento superficial en Bahía Blanca, así como en identificar las modificaciones realizadas sobre las condiciones naturales de drenaje.
Uno de los hallazgos más destacados del estudio fue la variación en los montos acumulados de precipitación en diferentes puntos de la ciudad.
Según el análisis que hizo antes de 2012, las mayores precipitaciones se registraron en el sector sur, una zona que enfrenta dificultades significativas para el escurrimiento del agua.
Por otro lado, en el noreste de la ciudad se observaron procesos erosivos que afectan tanto a la infraestructura como al entorno natural.
El estudio también incluyó mediciones del pH del agua de lluvia, que mostraron un leve aumento en comparación con los valores registrados en la década de 1980.
La investigación destacó que la expansión dispersa de Bahía Blanca encarece el tendido de servicios y el mantenimiento de las vías de circulación, lo que contribuye al surgimiento de problemas hidro-ambientales.
Este patrón de crecimiento urbano dificulta la implementación de soluciones integrales para el manejo del agua y aumenta la vulnerabilidad de ciertas áreas ante eventos climáticos extremos.
Zapperi identificó sectores de la ciudad con un mayor riesgo de inundación, lo que subraya la necesidad de una planificación urbana más eficiente. Es fundamental adoptar medidas que minimicen el impacto hidrológico del crecimiento urbano, para promover un desarrollo más sostenible y resiliente.

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Un estudio preliminar de expertos de varios países atribuye al cambio climático el trágico temporal en Bahía Blanca

Fecha de Publicación
: 13/03/2025
Fuente: La Voz del Interior
Provincia/Región: Buenos Aires


Evaluaron que las causas de variación climática natural tuvieron un impacto moderadio Advierten por el riesgo de propagación de enfermedades.
“Atribuimos principalmente el aumento de las precipitaciones en las inundaciones de marzo de 2025 en Argentina al cambio climático provocado por el hombre, y la variabilidad climática natural probablemente jugó un papel modesto”. Con palabras, un panel de expertos reunidos en el grupo de estudio Climate Meter anticipó una primera lectura sobre las causas del fenómeno que devastó Bahía Blanca el viernes pasado.
En Climate Meter participan investigadores las universidades de Columbia, Uppsala, Leipzig, Leicester🇺🇸, Bernach, entre otras. Firman el informe preliminar la italiana Erika Coppola, los franceses Nicolás Bodnariuk y Davide Faranca y las argentinas Marisol Osman, Silvina Solmon, ambas investigadoras de Conicet.
“Las catastróficas inundaciones que se produjeron en Bahía Blanca el 7 de marzo de 2025 fueron causadas principalmente por un fenómeno de lluvias intensas y sin precedentes. En un lapso de aproximadamente ocho horas, la ciudad recibió más de 400 milímetros (15,7 pulgadas) de lluvia, lo que equivale a su precipitación media anual. Este diluvio provocó graves inundaciones repentinas, que provocaron pérdidas de vidas, importantes daños a la infraestructura, incluida la destrucción de puentes y el colapso de carreteras asfaltadas. La rápida acumulación de agua desbordó los sistemas de drenaje de la ciudad, lo que provocó la inundación generalizada de viviendas, hospitales y calles. Además de esto, según los expertos médicos, se podría esperar la propagación de enfermedades como consecuencia próxima”, reseñan los investigadores.
“El evento -analizan desde el punto de vista metereológico- se produjo en el contexto de un frente frío que, en el momento del evento, se mantuvo bastante estacionario a lo largo de un eje noroeste-sudeste. Las anomalías de presión superficial muestran dos áreas de anomalías de presión negativas al norte y al sur de Bahía Blanca. Las anomalías de temperatura muestran una estructura compleja con áreas terrestres de anomalías positivas (+5°C) y negativas (-2°C), con un componente frío en el área de máxima precipitación. Los datos de precipitación indican cantidades diarias extremadamente altas que superan los 100 mm/día sobre la parte superior de la cuenca de Bahía Blanca. Los datos de velocidad del viento indican vientos moderados sostenidos (hasta 100 km/h) hacia la costa y sin vientos en el área más afectada por la precipitación”.
“Analizamos cómo eventos similares a las condiciones meteorológicas que llevaron a las inundaciones de Argentina han cambiado en el presente en comparación con cómo habrían sido si hubieran ocurrido en el pasado en la región de Bahía Blanca [66°O 58°O 36°S 42°S]. Los cambios de presión superficial no muestran cambios significativos (<1 hPa). Los cambios de temperatura muestran que eventos similares producen temperaturas similares a las del pasado. Los cambios de precipitación muestran que hay hasta 4 mm/día (hasta 7%) condiciones más húmedas en áreas localizadas de la región analizada. Los cambios de velocidad del viento han mostrado condiciones más ventosas reducidas, con disminuciones de hasta 4 km/h (hasta -10%) alrededor del área de Bahía Blanca y vientos más fuertes de hasta 4 km/h (hasta 10%) en el área costera al sur de Pedro Luro . También notamos que eventos pasados similares ocurren con estacionalidad similar en los períodos pasado y presente. Los cambios en las áreas urbanas revelan que Bahía Blanca, Villa Longa y Pedro Luro experimentan en el presente lluvias más intensas que en el pasado (+1,5 mm/día, es decir, hasta un 3% más de lluvia que en el pasado). La ciudad de Bahía Blanca y Pedro Luro también experimentan condiciones menos ventosas. Por último, descubrimos que las fuentes de variabilidad climática natural, en particular la Oscilación Multidecadal Atlántica, pueden haber influido solo parcialmente en el fenómeno. Esto significa que los cambios que observamos en el fenómeno en comparación con el pasado pueden deberse principalmente al cambio climático provocado por el hombre”, explican los expertos.
En otras palabras, lo dicen más simple de este modo: “concluimos que las condiciones meteorológicas que conducen a las inundaciones de marzo de 2025 en Argentina son localmente más húmedas en hasta 4 mm/día (7 %), en comparación con el pasado. Interpretamos las inundaciones de marzo de 2025 en Argentina como un evento impulsado por condiciones meteorológicas excepcionales cuyas características pueden atribuirse principalmente al cambio climático provocado por el hombre”.
Esto, recuerdan los investigadores, no surge de la nada. El Sexto Informe de Evaluación (AR6) del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) destaca que el cambio climático está influyendo en la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, incluidas las inundaciones, a nivel mundial. “Si bien el informe no proporciona detalles específicos de cada país en el caso de Argentina, ofrece información regional para América del Sur, que es relevante para este país. En particular, en el sudeste de América del Sur se han observado tendencias crecientes en la magnitud y frecuencia de los fenómenos de precipitación extrema con un nivel de confianza alto. Para el período 1950-2014, se ha detectado una tendencia positiva en las precipitaciones de verano en toda la región, que van desde 2,8 a 3,5 mm por mes y década. Esta tendencia también es evidente en los fenómenos de precipitación extrema tanto mensuales como diarios. El informe enfatiza que se espera que estos cambios empeoren con un mayor calentamiento global, en particular si las temperaturas globales aumentan más allá de los 2 °C. Para las proyecciones futuras, existe un consenso entre los modelos disponibles en cuanto a un mayor aumento para esta región, tanto para los fenómenos de precipitación extrema como para las inundaciones fluviales”, recuperan los investigadores.
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