Mendoza: urge cuidar el agua subterránea
13:45 | 
Publicado por
Eco Sitio |
El cuidado del agua subterránea
Fecha de Publicación: 18/01/2013
Fuente: Diario Los Andes
Provincia/Región: Mendoza
Un estudio estableció los graves problemas que se presentan con motivo de la contaminación del agua subterránea, un recurso fundamental tanto para el riego agrícola como para el consumo humano.
Mendoza cuenta con un clima desértico. Las escasas precipitaciones anuales -entre 180 y 200 milímetros- caídas en su gran mayoría durante los meses de verano, no permiten el mejor desarrollo agrícola. De allí que la provincia viva, tanto para el riego como para el consumo humano, del deshielo de la montaña. En ese marco, el cuidado del agua es fundamental, más aún cuando se advierte que el calentamiento global influirá sobre el clima y la consecuencia directa será una menor cantidad de precipitaciones.
El agua es oro para los mendocinos y generar una cultura del cuidado del recurso hídrico influirá sustancialmente sobre las futuras generaciones. Se han impuesto reglas y normas para que esa cultura que supieron generar nuestros antepasados se mantenga y se profundice. Pero muchas veces el pedido formulado por las autoridades suele caer en saco roto. El mejor ejemplo se dio hace unos días, cuando desde el nivel oficial se denunció que toneladas de residuos fueron arrojados por quienes concurrieron a las orillas del río Mendoza, en la zona de Cacheuta, a pasar las fiestas de fin de año. Lo más serio y preocupante es que es esa misma gente la que muchas veces sale a reclamar cuando, como consecuencia de las lluvias, las acequias se desbordan al estar colapsadas por la basura.
Más allá de los errores y de las críticas surgidas de las distintas gestiones, Mendoza cuenta con un organismo clave en el cuidado del recurso hídrico. El Departamento General de Irrigación y las leyes que regulan ese recurso han sido tomados como ejemplo a nivel mundial y hay países que han tomado como base el funcionamiento del organismo para establecer sus propias normas en lo que al manejo del agua se refiere.
En lo que respecta al agua superficial, es mucho lo que se ha hecho pero es también mucho lo que resta por hacer, como por ejemplo la tarea permanente de revestimiento de canales para evitar el escurrimiento, especialmente después de la construcción de los diques que genera el denominado problema de las aguas claras. Ahora aparecen, luego de estudios realizados, los inconvenientes que se plantean con el agua subterránea que han generado preocupantes problemas de contaminación y salinización.
Un aspecto fundamental en razón de que -según se indicó- más del 60% de la superficie cultivada del norte y centro provincial dependen parcial o totalmente del líquido que hay bajo tierra. En muchos de los casos, esos problemas surgen como consecuencia de pozos que no están en funcionamiento y que no han sido cegados. Un tema no menor si tenemos en cuenta que el agua del subsuelo no sólo se deriva al riego agrícola sino que es de consumo humano en un porcentaje importante de la población del Gran Mendoza y sus alrededores.
El titular de Irrigación presentó el denominado Plan Agua 2020, un plan estratégico que busca "sentar las bases que permitan realizar un uso sustentable del agua de Mendoza para los próximos años", y del que participaron: personal del organismo, representantes de universidades, de institutos de investigación y un centenar de expertos. Hace referencia, entre otros aspectos, a las contaminaciones industrial, agropecuaria y urbana. Al hacer referencia al agua subterránea, indica que no sólo no se espera que a 2020 disminuya el uso de los acuíferos subterráneos sino que, por el contrario, se aprecia que se incrementaría para apoyar la expansión de las actividades productivas, incentivando la incorporación de tecnología para ampliar el aprovechamiento.
Las autoridades han demostrado que conocen los problemas y que hay soluciones que pueden alcanzarse. Es el momento de llevar ese trabajo y esos estudios, a los hechos concretos.
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Fecha de Publicación: 18/01/2013
Fuente: Diario Los Andes
Provincia/Región: Mendoza
Un estudio estableció los graves problemas que se presentan con motivo de la contaminación del agua subterránea, un recurso fundamental tanto para el riego agrícola como para el consumo humano.
Mendoza cuenta con un clima desértico. Las escasas precipitaciones anuales -entre 180 y 200 milímetros- caídas en su gran mayoría durante los meses de verano, no permiten el mejor desarrollo agrícola. De allí que la provincia viva, tanto para el riego como para el consumo humano, del deshielo de la montaña. En ese marco, el cuidado del agua es fundamental, más aún cuando se advierte que el calentamiento global influirá sobre el clima y la consecuencia directa será una menor cantidad de precipitaciones.
El agua es oro para los mendocinos y generar una cultura del cuidado del recurso hídrico influirá sustancialmente sobre las futuras generaciones. Se han impuesto reglas y normas para que esa cultura que supieron generar nuestros antepasados se mantenga y se profundice. Pero muchas veces el pedido formulado por las autoridades suele caer en saco roto. El mejor ejemplo se dio hace unos días, cuando desde el nivel oficial se denunció que toneladas de residuos fueron arrojados por quienes concurrieron a las orillas del río Mendoza, en la zona de Cacheuta, a pasar las fiestas de fin de año. Lo más serio y preocupante es que es esa misma gente la que muchas veces sale a reclamar cuando, como consecuencia de las lluvias, las acequias se desbordan al estar colapsadas por la basura.
Más allá de los errores y de las críticas surgidas de las distintas gestiones, Mendoza cuenta con un organismo clave en el cuidado del recurso hídrico. El Departamento General de Irrigación y las leyes que regulan ese recurso han sido tomados como ejemplo a nivel mundial y hay países que han tomado como base el funcionamiento del organismo para establecer sus propias normas en lo que al manejo del agua se refiere.
En lo que respecta al agua superficial, es mucho lo que se ha hecho pero es también mucho lo que resta por hacer, como por ejemplo la tarea permanente de revestimiento de canales para evitar el escurrimiento, especialmente después de la construcción de los diques que genera el denominado problema de las aguas claras. Ahora aparecen, luego de estudios realizados, los inconvenientes que se plantean con el agua subterránea que han generado preocupantes problemas de contaminación y salinización.
Un aspecto fundamental en razón de que -según se indicó- más del 60% de la superficie cultivada del norte y centro provincial dependen parcial o totalmente del líquido que hay bajo tierra. En muchos de los casos, esos problemas surgen como consecuencia de pozos que no están en funcionamiento y que no han sido cegados. Un tema no menor si tenemos en cuenta que el agua del subsuelo no sólo se deriva al riego agrícola sino que es de consumo humano en un porcentaje importante de la población del Gran Mendoza y sus alrededores.
El titular de Irrigación presentó el denominado Plan Agua 2020, un plan estratégico que busca "sentar las bases que permitan realizar un uso sustentable del agua de Mendoza para los próximos años", y del que participaron: personal del organismo, representantes de universidades, de institutos de investigación y un centenar de expertos. Hace referencia, entre otros aspectos, a las contaminaciones industrial, agropecuaria y urbana. Al hacer referencia al agua subterránea, indica que no sólo no se espera que a 2020 disminuya el uso de los acuíferos subterráneos sino que, por el contrario, se aprecia que se incrementaría para apoyar la expansión de las actividades productivas, incentivando la incorporación de tecnología para ampliar el aprovechamiento.
Las autoridades han demostrado que conocen los problemas y que hay soluciones que pueden alcanzarse. Es el momento de llevar ese trabajo y esos estudios, a los hechos concretos.
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