Santa Fe: investigarán el cáncer y ambiente rural

Investigarán en Santa Fe la relación entre cáncer y ambiente

Fecha de Publicación
: 25/10/2012
Fuente: La Capital
Provincia/Región:  Santa Fe


El Programa de Medio Ambiente y Salud que depende de la Universidad de Rosario evaluará el riesgo en habitantes de poblaciones rurales santafesinas.
En el seno de la Universidad Nacional de Rosario se creó un programa destinado a la investigación y formación en medio ambiente y salud que a sólo siete meses de iniciado se propone investigar el riesgo de cáncer causado por contaminantes ambientales en el territorio santafesino. Por primera vez se lanza una iniciativa de estas características que conjuga la rigurosidad de lo académico con el compromiso estatal para hacer visible una problemática que cada vez más es motivo de preocupación de las comunidades rurales de la provincia.
El director del Promas (Programa de Medio Ambiente y Salud) es el doctor Alejandro Oliva, un médico andrólogo especializado en fertilidad masculina que desde hace años y con investigaciones que lo avalan en Argentina y en Francia, concluyó que los hombres que trabajan en establecimientos avícolas de la zona de Entre Ríos tenían disminuida su capacidad reproductiva.
"La vida en el campo ya no es lo que era antes", dispara Oliva a La Capital, derribando uno de los mitos que garantizaban la calidad del aire y del suelo de la pampa húmeda santafesina. "Esto fue así antes de los '50. Hoy, con el crecimiento exponencial de las superficies sembradas, el uso de agroquímicos, el tendido de redes de alta tensión, las antenas de celulares y la cría intensiva de animales, la realidad es bien diferente y las comunidades rurales registran un alto porcentaje de cánceres y otras enfermedades neurodegenerativas", asegura.
El Promas fue creado a instancias de docentes de cuatro facultades (Claudio Stafolani y Mirta Fleitas, de Ciencias Médicas; Luis Krapf y Jorge Ronco, Ingeniería Eléctrica; Claudia Nigro y Juan José Noste, Veterinaria, e Ivana Barbona, Estadística). Los ejes del programa se enfocan a la docencia y la investigación, con un enfoque transdisciplinario que incluya la formación de grado y posgrado. "Enfatizamos la formación de profesionales porque es un tema del que todo el mundo habla pero nadie tiene idea dónde estamos paramos", afirma Oliva.
El programa desarrollará cuatro proyectos de investigación tomando como referencia la incidencia de cáncer en la población. A partir de esta premisa apunta a la caracterización del riesgo, la localización, la mortalidad y morbimortalidad y la gestión comunitaria del contaminante. "Tres de los proyectos son de investigación pura y analizarán qué rol juega la agroindustria sobre el crecimiento de los casos de cáncer, mientras que el cuarto apunta a la intervención y gestión del riesgo", explica Oliva.
Para el análisis utilizarán la información disponible en cuanto a mortalidad de cáncer en las comunidades discriminados por provincia, crecimiento de la superficie sembrada, cuál es el volumen de consumo de agroquímicos en la provincia y cómo se los combina, localización de las redes de alta tensión y de las antenas de telefonía celular, entre otros datos. "Santa Fe se ha desarrollado en términos de alta tensión y existen evidencias de la relación entre los campos electromagnéticos, los cánceres hematopoyéticos (leucemias, linfomas) y daños neurológicos en los chicos", asegura el médico.
"Contamos con datos estadísticos sobre mortalidad de cáncer a partir de los '80, cómo se fue modificando la información desde el '95 hasta el 2010 con el ingreso de la soja transgénica. Los cánceres más frecuentes contabilizados por las estadísticas dan cuenta de un alto porcentaje de linfomas y leucemias, y de los hormonodependientes (próstata, tiroides)", asegura el médico.
En cuanto al uso de agroquímicos, Oliva asegura que el mayor riesgo de contaminación proviene de la combinación del glifosato con detergentes y otras sustancias. "Cuando la compañía que lo elabora afirma que es inocuo tiene razón, lo que no dice es que el riesgo aparece cuando se lo combina", subraya.
Derivado del proyecto anterior el Promas relacionará los casos de cáncer con el desarrollo de la ruralidad en Santa Fe. "La explotación organizada del campo comenzó entre los '50 y '60, que es cuando se industrializa el cultivo casero y se multiplican exponencialmente las superficies sembradas", asegura. "Con esta investigación reconstruiremos epidemiológicamente qué pasó en la población del '60 al '80 con el surgimiento de los herbicidas clorados; del '80 al '95 cuando entraron los fosforados y del 2008 al 2010 con el ingreso del glifosato y sus acompañantes.
Los investigadores junto con médicos y miembros de las comunidades santafesinas evaluarán también cómo impactan los riesgos ambientales en la infertilidad futura, a partir del estudio de los recién nacidos varones y de sus padres. Al respecto Oliva cita una investigación noruega donde se analizaron los cordones umbilicales de niñas nacidas en ambientes rurales y se halló una disminución de la capacidad reproductiva comparada con las que nacían en medios urbanos.

Comunicación de riesgo
En el marco de las actividades de docencia, el Programa de Medio Ambiente y Salud (Promas) junto con el Centro de Estudios Interdisciplinarios se propone la inserción de la comunicación de riesgo a través de seminarios de formación para graduados, con perspectiva transdisciplinaria y aplicabilidad comunitaria.
¿Qué es la comunicación de riesgo? Sandra Massoni, docente de posgrado y directora de la maestría en comunicación estratégica de la Universidad de Rosario, la define como el proceso mediante el cual la comunidad es informada acerca de los riesgos ambientales para la salud a los que está expuesta y la forma de reducirlos.
"Es un concepto nuevo en el mundo, más aún en Argentina. Tradicionalmente lo que se suele hacer es la comunicación de campaña frente a un desastre natural, una epidemia o emergencia sanitaria, donde sólo se aborda la dimensión informativa como si de esa forma fuera posible superar la emergencia y lograr conductas esperables en los destinatarios", explica.
"Con los años se vieron las limitaciones de este abordaje y se comenzó a ampliar la mirada trabajando lo comunicacional desde distintas dimensiones y no sólo como la simple transferencia de información", prosigue la investigadora y como ejemplo menciona las campañas de prevención del sida o el cáncer.
"El principal desafío de estos tiempos es salirse de esa idea de la comunicación sólo como transferencia. Lo importante no es el dato que se emite sino en qué proceso comunicacional están los actores porque puede ocurrir que no tengan absolutamente ninguna motivación sobre esa problemática, lo que anula el efecto que pretende la comunicación".

Sinergia
"Los pobladores están muy preocupados, ellos conviven con la gente que se muere de cáncer, con problemas de infertilidad o malformaciones", asegura el director del Promas, Alejandro Oliva. Uno de los conceptos que se agregan al análisis de los efectos de los contaminantes sobre la salud es la sinergia que se registra en esta zona del país. "Además de los agregados de moléculas prohibidas en el mundo esto se da sobre un acuífero que contiene concentraciones altas de arsénico, de alto poder cancerígeno, y nitratos provenientes de la actividad de los feed-lots, que concentran orina de origen animal a nivel de las napas para consumo humano", afirma.
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