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Innovación nacional para la contaminación textil

 


Argentina elaboró el primer proyecto del mundo para resolver la contaminación del agua por la industria textil

Fecha de Publicación
: 26/02/2024
Fuente: Ambito
Provincia/Región: Nacional


En el marco del primer concurso “Proyectos Emprendedores de Innovación Tecnológica” del IUDPT, se propone revolucionar el sector textil. Conocé más sobre el emprendimiento biotecnológico .
El Instituto Universitario para el Desarrollo Productivo y Tecnológico Empresarial de la Argentina (IUDPT) realizó el viernes 16 de febrero el lanzamiento del primer concurso “Proyectos Emprendedores de Innovación Tecnológica”. Junto con Elal Venture, otorgará $1.500.000 a la iniciativa del campo de la biotecnología o la bioingeniería cuyos creadores cuenten con las competencias necesarias para el desarrollo de un nuevo negocio innovador y una empresa de base tecnológica.
En ese marco y como ejemplo de las iniciativas que se llevan a cabo en nuestro país, disertó el biólogo Esteban Silva, fundador y COO de Protiva Bioinks, un emprendimiento biotecnológico cuya meta es brindar soluciones sostenibles a la industria del color. En concreto, se propone revolucionar el sector textil mediante la producción y aplicación de colorantes naturales fabricados en base a bacterias. Se trata de la primera iniciativa en el mundo de esta naturaleza, según destacó el emprendedor.
“La industria textil es responsable del 20% de la contaminación mundial del agua, a raíz del desecho de 200.000.000 de kilos de colorantes sintéticos derivados del petróleo y tóxicos por año”, ilustró el emprendedor graduado en la Universidad Nacional del Sur.
“Como alternativa, sólo existen colorantes vegetales que no son escalables y cuya aplicación es específica, debido a que son muy costosos. Lo que desarrollamos, entonces, es una bio-dye tech. Es decir, usamos bacterias para la fabricación de pigmentos y seleccionamos los que tienen aplicación textil. Ya tenemos cuatro prototipos en escala de laboratorio: rojo, amarillo, azul y negro”, continuó.
“Pero también diseñamos una fórmula de aplicación que sea capaz de cumplir con los estándares textiles para las prendas de lana, algodón y poliéster, es decir la resistencia al lavado y al sol. Nuestro modelo es B2B y está dirigido a empresas tintoreras en los tres primeros eslabones de la cadena de valor, es decir la hilandería, la tejeduría y la confección”, aseguró.
El fundador de Protiva Bioinks sostuvo que se trata de un mercado de u$s11.000 millones anuales. Como consecuencia, se encuentra en la búsqueda de una ronda de inversión de al menos u$s250.000, con el propósito de completar el producto mínimo viable y sumar capacidad de investigación y desarrollo, ya que al momento emplea el laboratorio de tinción de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
De la jornada también participó el químico Julián Rengifo, investigador independiente del CONICET y cofundador de Environtek. El modelo de negocio del emprendimiento, aún en etapa más temprana, consiste en el asesoramiento tecnológico para el desarrollo de un superbiocarbón activado por luz y capaz de adsorber la contaminación del agua, tanto de origen natural por arsénico como producto del uso de fertilizantes en el agro. Se trata de un mercado de u$s1.700 millones anuales.
Al lanzamiento asistieron el presidente de la Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (CADIME) y fundador del IUDPT, Guillermo Gómez Galizia; el rector del IUDPT, Mariano Álvarez; la secretaria de Ciencia y Tecnología del instituto universitario, Cintia Hernández, y el director de Operaciones de Elal Venture, Federico Peruzzatto, junto con investigadores y docentes.
La convocatoria al concurso “Proyectos Emprendedores de Innovación Tecnológica”, del IUDPT y Elal Venture, estará abierta hasta el próximo 1° de marzo. Para participar, es necesario completar el Formulario de Postulación y el Plan de Trabajo, y enviarlos a: secretariacienciaytecnologia@iudpt.edu.ar.
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Misiones comienza a emplear drones para control forestal

 


Drones de alta tecnología: aliados fundamentales para la protección de la biodiversidad -

Fecha de Publicación
: 07/11/2023
Fuente: La Voz de Cataratas
Provincia/Región: Misiones


En su esfuerzo por proteger y conservar la gran biodiversidad de la provincia, el Ministerio de Ecología de Misiones cuenta con innovadoras herramientas: drones de alta tecnología. Estos dispositivos no tripulados son aliados fundamentales para el control y fiscalización de las áreas forestales y las Áreas Naturales Protegidas (ANP).
El jefe del departamento de Control Forestal de Ecología, Flavio Acosta, destacó el rol de esta tecnología y su impacto en el trabajo de preservación de los recursos naturales. “Contamos con dos drones que cuentan con una cámara 4K, un buen alcance de altura de hasta 500 metros y 8 kilómetros de distancia. Por ejemplo, se pueden utilizar para los lotes del área forestal como el apeo ilegal de madera”, explicó.
Los drones proporcionan una ventaja crucial al Ministerio al acceder a lugares de difícil acceso, donde los inspectores no pueden llegar. “Nos ayuda a ver lugares de difícil acceso. A través del dron, podemos visualizar si ocurre una actividad ilegal en determinado lugar”, enfatizó.
Los drones son capaces de medir superficies de áreas boscosas y rozados. Esta función puede facilitar la detección de incendios forestales o cambios en el uso del suelo.
Por ejemplo, en este último caso, pueden utilizar el dron para realizar un sondeo de la zona. “Tras este tracking, pasamos a un sistema de información geográfica para determinar a cuántas áreas corresponde un rozado”.
Otro aspecto destacado es la capacidad de realizar un inventario forestal del bosque. “A través de un vuelo, podemos ver las especies arbóreas y cuánta madera hay en un área determinada”, comentó Flavio Acosta.
Otra ventaja son los kilómetros a recorrer. Los drones permiten cubrir grandes extensiones de terreno en un tiempo récord. Este es un factor clave que posibilitaría, por ejemplo, avistar extracciones de madera ilegales. En este hipotético caso, “podemos armar el plan de vuelo del dron y verificamos si ocurre o no una extracción ilegal, cambio de uso de suelo o un apeo ilegal”.
Jorge Bondar, del Sistema de Áreas Naturales Protegidas (ANP) dependiente del Ministerio de Ecología, lidera el Cuerpo de Guardaparques de Misiones. El sistema ANP también se beneficia de la tecnología de drones para supervisar y proteger las áreas naturales.
“El Ministerio de Ecología realizó la entrega de unidades al sistema ANP, distribuidas por zonas. Estas unidades están preparadas para el combate de incendios forestales y la vigilancia de ríos durante patrullas náuticas”, explicó.
En las patrullas náuticas, los drones actúan como vigías. Permiten proporcionar información valiosa para que las patrullas trabajen de manera más segura y eficiente.
Bondar subrayó la importancia de esta tecnología en el trabajo diario de los guardaparques. “Hace un año trabajamos con esta herramienta. Se adaptó muy bien con el trabajo diario del guardaparque. Optimiza en gran medida el trabajo en el territorio”, aseguró.
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Las nuevas propiedades 'ambientales' de la yerba mate

 


Tomá mate: científicos argentinos aprovechan la yerba usada para almacenar energía y descontaminar el ambiente

Fecha de Publicación
: 04/10/2023
Fuente: La Nación
Provincia/Región: Nacional


Un equipo de investigadores del Conicet y la Universidad Nacional del Centro utilizan yerba mate usada para desarrollar “carbones activados” que descontaminan el suelo y el agua y “capacitores” para almacenar energía
Cada año los argentinos consumimos unas 250.000 toneladas de yerba (6,4 kg per cápita anuales, según datos del Instituto Nacional de la Yerba Mate). En su mayoría esa materia orgánica va a parar a la basura, o con suerte al compost para abonar plantas. ¿Por qué no darle un destino más relevante a este residuo, tan común y ligado a la idiosincrasia nacional?
Con esta idea, la ingeniera química Florencia Jerez, junto a un grupo de investigadores de la Universidad Nacional del Centro en Olavarría, se pusieron a estudiar cómo transformar la yerba usada en un biomaterial para almacenar energía.
“En el mundo se están desarrollando carbones activados a partir de residuos vegetales abundantes, que sirven para construir “supercapacitores”, pero nadie hasta ahora había investigado el uso de la yerba mate”, comenta Jerez. “Los supercapacitores funcionan de forma similar a una batería, pero tienen la característica de poder almacenar grandes cantidades de energía y liberarlas muy rápido, a diferencia de las pilas y baterías comunes, que almacenan la energía para liberarla en forma más lenta y constante”, explica. De hecho, los supercapacitores complementan a las baterías y alargan su vida útil, ya que permiten balancear flujos de energía intermitentes.
Para transformar la yerba usada en “carbón activado”, se la somete a altas temperaturas y luego se la “activa” con un agente químico. “Así se obtiene un material altamente poroso, capaz de almacenar energía y que además puede usarse en filtros para descontaminar suelos y cursos de agua, ya que absorbe los contaminantes”, detalla Jerez, quien desde 2019 realiza un doctorado en Ingeniería en el Centro de Investigaciones en Física e Ingeniería (CIFICEN) de Olavarría, gracias a una beca del Conicet.

Una industria limpia con potencial
La demanda de supercapacitores crece en el mundo con el desarrollo de las energías renovables (como la eólica y solar), que son generalmente intermitentes. También para complementar las baterías de computadoras, celulares, autos eléctricos y robots autónomos que precisan de una alta dosis de energía rápida para encenderse, y luego su consumo se estabiliza.
La mayoría de los carbones activados para esos supercapacitores se obtienen de carbonizar madera, pero hay una tendencia a valorizar residuos vegetales para evitar la tala de bosques. En ese sentido, se está investigando también el uso de restos de poda, rastrojos de trigo, bagazo de cerveza y residuos de cáñamo (la planta del cannabis).
La yerba usada tiene la ventaja de ser muy abundante, aunque su obtención para uso industrial se dificulta si no hay una separación de residuos en origen y una recolección diferenciada. “Para hacer las pruebas piloto, nos proveemos de la yerba que se consume y se junta en la Universidad, y estamos en conversaciones con el municipio de Olavarría para hacer una recolección diferenciada”, destaca la investigadora, cuya tesis sobre el uso de yerba mate en la síntesis de carbones activados -bajo la dirección de los investigadores Gerardo Acosta, Marcela Bavio y Pamela Ramos- fue publicada este año en el Journal of Environmental Management.
La idea del equipo, que se completa con los investigadores Federico Ponce, de Olavarría, Arminda Mamaní y Fabiana Sardella de San Juan, es instalar una planta piloto y transferir la tecnología para la producción de carbón activado a alguna empresa que desee invertir en este desarrollo.
“En el país hay dos plantas de carbón activado a partir de madera que cubren solo el 20% de la demanda. El resto se debe importar. Una vez instalada la planta, el equipamiento y los procesos sirven para carbonizar distintos tipos de residuos vegetales, cambiando las temperaturas y dosis químicas”, apunta Jerez.
La investigadora participó este año de una beca de investigación en España, financiada por la Fundación Carolina y el Ministerio de Educación, donde profundizó sus conocimientos en el desarrollo de carbones activados a partir de residuos vegetales, y hoy se ilusiona con la posibilidad de abrir el juego a una industria de exportación, y a la vez tan argentina como la costumbre de tomar mate.
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Importante avance contra los nanoplásticos en agua

 


Investigadores argentinos desarrollaron un método para degradar nanoplásticos en agua

Fecha de Publicación
: 29/09/2023
Fuente: La Voz del Interior
Provincia/Región: Nacional - Buenos Aires


Un equipo de ambientalistas, químicos e ingenieros químicos de la Universidad de La Plata, en conjunto con investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UNAM), de este modo buscan evitar que más plásticos contaminen las fuentes de agua.
Un equipo de ambientalistas, químicos e ingenieros químicos de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNLP), y de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), España, investigaron la aplicación del método de tratamiento foto-Fenton para degradar nanoplásticos de poliestireno en agua.
El método combina una fuente de luz con bajas concentraciones de hierro (como catalizador homogéneo) para activar la descomposición del agua oxigenada en especies altamente oxidantes, explicaron los investigadores en un comunicado.
Estas especies pueden degradar distintos contaminantes persistentes en moléculas inofensivas, como dióxido de carbono y agua, operando en condiciones ambientales.
Los resultados, que fueron publicados en el ‘Journal of Environmental Chemical Engineering’, revelaron que el proceso foto-Fenton logra una degradación completa y rápida de nanoplásticos de poliestireno en agua.
De este modo, superan significativamente los niveles de eliminación de otros procesos fotocatalíticos mencionados en estudios anteriores.
Además, este tratamiento puede adaptarse a mayores concentraciones de nanoplásticos y a partículas de mayor tamaño, ajustando la dosis de reactivos y prolongando el tiempo de tratamiento.
“Este método podría combinarse con procesos de separación tradicionales, como la filtración con membranas, para mejorar la degradación de contaminantes plásticos, reduciendo su dispersión y su impacto, y garantizando la producción de agua regenerada de alta calidad”, declararon los autores.
El estudio fue realizado por Jorge Garcia, David Ortiz, Carla di Luca, Macarena Munoz, Jaime Carbajo, Zahara Martínez de Pedro y José Antonio Casas de Pedro, en colaboración con la empresa de base tecnológica CAPTOPLASTIC S.L.

El desafío
Debido a sus propiedades, los plásticos son omnipresentes en nuestro entorno y se convirtieron en un pilar esencial de la “cultura del descarte”.
En 2021, la producción mundial de plástico alcanzó casi los 390 millones de toneladas, y se prevé que, en las próximos dos décadas, esta cifra se duplique.
En este panorama, la excesiva producción y la inadecuada gestión de los residuos plásticos emergen como uno de los principales desafíos medioambientales del siglo XXI.
La vida útil de los productos plásticos varía desde un día (los plásticos de un solo uso) hasta más de 50 años. Al desecharse solo el 12% se utiliza para recuperación energética, el 9% se recicla, el 8% termina en vertederos y un 71% se dispersa en el ambiente.
Esta situación representa una grave amenaza para los ecosistemas, ya que estos materiales pueden persistir durante años, tardando décadas o incluso siglos en degradarse.
Una vez en el medio ambiente, los residuos se fragmentan en microplásticos y nanoplásticos. La dispersión de nanoplásticos es especialmente alarmante, ya que, debido a su tamaño, pueden penetrar membranas biológicas y afectar el funcionamiento celular, causando daños en los seres vivos.
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Desarrollan método para descontaminar pesticidas

 


Investigadoras argentinas desarrollan un producto que elimina el glifosato del agua y los alimentos

Fecha de Publicación
: 08/09/2023
Fuente: Página 12
Provincia/Región: Nacional - Buenos Aires


A través del proceso de biorremediación buscan combatir su toxicidad. El pesticida, que causa impactos negativos en la salud y el ambiente, es el más utilizado en Argentina.
Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes y el Conicet desarrollan un método para descontaminar el agua y los alimentos que contienen pesticidas, particularmente el glifosato. A través de una técnica conocida como biorremediación, ayudan a degradar de forma natural este insumo destinado al agro que puede ser perjudicial para el ambiente y la salud humana. El objetivo de las investigadoras es que, a través de la asociación público-privada, se diseñe un producto que pueda escalar en la producción y fabricarse de forma industrial para llegar a la mayor cantidad de personas.
“Encontramos organismos que eran capaces de degradar ciertos pesticidas, particularmente glifosato. Como es el herbicida de mayor uso en nuestro país y cuyo impacto sobre el ambiente y sobre la salud es muy fuerte, trabajamos en el desarrollo de sistemas enzimáticos para la biorremediación de aguas y alimentos contaminados con este compuesto químico”, señala Lorena Rojas, directora de la Licenciatura en Biotecnología de la UNQ y directora del proyecto, en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.
El método diseñado a base de enzimas se puede utilizar sobre aguas que provienen de zonas contaminadas con pesticidas y se utilizan para el consumo. Además, puede aplicarse sobre alimentos que estuvieron expuestos al glifosato para “limpiarlos” de dicha sustancia.
“Hay muchos estudios que indican que los alimentos que consumimos tienen un nivel de pesticidas bastante alto. Entonces, la idea es poder contribuir a los procesos de lavado de frutas y verduras con estas enzimas que son biodegradables, seguras y liberan a los alimentos de todo el pesticida”, destaca Rojas. En este caso, la presentación del insumo es a través de un polvo formulado para agregar al momento del lavado.

Una técnica natural y efectiva
En este caso, la biorremediación consiste en enzimas (proteínas generadas por microorganismos) que ayudan a degradar de forma natural el glifosato. Aunque existen sistemas físicos y físico-químicos de remediación para estos productos, muchas veces son costosos, no siempre son tan eficientes y pueden generar más contaminación que la original.
En cambio, la remediación biológica es una herramienta que permite utilizar bacterias, hongos y plantas que convierten al pesticida en productos que no son tóxicos para el ambiente y las personas.
“Los microorganismos consumen el pesticida y lo transforman en nuevos productos que permanecen en el agua y en el suelo, pero que no son tóxicos y no afectan a las personas. A través de la biología se reduce la contaminación y se transforma el glifosato en algo nuevo que ya no es perjudicial”, señala a la Agencia UNQ, Yamila Santillán, biotecnóloga de la UNQ e integrante del proyecto.

Sustentable y económica
Argentina se encuentra entre los diez países que más apuestan a la agricultura en el mundo. En los últimos 25 años, el uso de productos químicos como insecticidas, herbicidas y fertilizantes aumento de forma sostenida. Si bien mejoró el rendimiento de las cosechas en muchos casos, diversos estudios demostraron que tienen un grado de toxicidad que contamina el suelo, el aire y el agua. De esta manera, afecta a los cultivos, las zonas donde se aplican, las poblaciones que habitan a su alrededor y los consumidores finales.
Por eso, las científicas diseñaron un insumo que sea amigable con el aire, el agua, el suelo, las personas y sus bolsillos. “Buscamos soluciones sustentables con el ambiente y económicamente viables porque a veces es muy difícil trasladar todo este desarrollo a algo que pueda ser aplicable y que pueda sostenerse desde el punto de vista del costo. La idea es trasladar al sector productivo esto que estamos haciendo y llegar a la sociedad mediante la posibilidad de consumir agua y alimentos saludables.”, resalta Rojas.
Además de las investigadoras, el grupo de trabajo está compuesto por becarios de la Universidad, de la Comisión de Investigaciones Científicas y del Conicet.
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Nuevo hito para la producción de baterías de litio

 


Un grupo de científicos nacionales logró sintetizar sales de litio por primera vez. Es un desarrollo que posee solo un puñado de países.

Fecha de Publicación
: 26/07/2023
Fuente: Ambito
Provincia/Región: Nacional


La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) avanza en el desarrollo de un sistema para la producción nacional de hexafluorofosfato de litio (LiPF6) o sales de litio, un insumo imprescindible para los electrolitos de las baterías de ion-litio. Este compuesto solo se fabrica en países asiáticos, que por la alta demanda tienen un stock reducido. El objetivo de la CNEA es hacerlo en Argentina para poder fabricar baterías sin depender de proveedores externos.
Argentina es el cuarto productor mundial de litio y el segundo país del mundo con más reservas de este mineral. Sin embargo, desde la materia prima hasta la batería hay un largo trecho, y uno de los pasos fundamentales es transformar el litio en hexafluorofosfato de litio. Esta sal es la que compone uno de los tres elementos de la batería: el electrolito.
Ante la necesidad de fabricar este compuesto químico, la CNEA se incorporó al proyecto que ya integran el Conicet, la UNLP e YPF Tecnología, entre otras instituciones, en septiembre del año pasado. Desde el complejo de Pilcaniyeu, ubicado a 60 kilómetros de Bariloche, los científicos lograron su cometido poniendo a Argentina en la vanguardia tecnológica en lo que a baterías de litio refiere.
“Ya logramos un primer objetivo, que es producir por primera vez en el país hexafluorofosfato de litio”, celebró la doctora en química Ana Bohé, quien lidera el Departamento Fisicoquímica y Control de Calidad del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu (CTP).
Según explicó, el desarrollo fue a escala y ahora apuestan a producir 10 gramos de esta sal para proveer de electrolitos a todos los laboratorios de investigación del país durante un año. Seguidamente, intentarán alcanzar escalas de producción industrial.
Fuentes extraoficiales estiman que demandará unos 5 años de trabajo llegar a producir kilos del compuesto, una cantidad considerable para abastecer al mercado industrial. Sin embargo, no deja de ser un avance fundamental el desarrollo de la CNEA; ya que, hasta ahora, el 85% de la producción de hexafluorofosfato de litio se concentra en empresas asiáticas y principalmente de China.
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Santa Fe hace punta en bioplásticos a nivel atinoamérica

 


La primera planta de bioplásticos de Latinoamérica estará en Santa Fe, abasteciendo al país y la región

Fecha de Publicación
: 25/07/2023
Fuente: Diario Uno
Provincia/Región: Santa Fe


Mientras que un plástico convencional suele tardar hasta 1.000 años en descomponerse, los bioplásticos lo hacen entre 60 días y seis meses.
Bionbax, una empresa santafesina dedicada a la biotecnología, está construyendo en Roldán la primera planta productora de bioplásticos de Argentina y buscará abastecer la demanda del mercado nacional y de otros países de la región. Lautaro Mazzuca, contador y encargado de la administración de la compañía, contó los beneficios de este material amigable con el ambiente con múltiples aplicaciones.
"El bioplástico, a diferencia de los plásticos convencionales que son de la industria del petróleo, es un plástico, un polímero que se puede degradar en un compost industrial u hogareño y se degrada totalmente. Es decir, que si pasa por ciertos procesos, pasa a ser de nuestro medio ambiente, se descomponen en 100%", explicó.
Y agregó: "Un plástico convencional tarda de 100 a 1.000 años en descomponerse. El bioplástico va a depender por supuesto del medio en el que se encuentre para su descomposición, pero por ejemplo en un compost industrial, el biopolímero que vamos a fabricar se descompone en 60 días y en un compost hogareño puede tardar seis meses.
La empresa espera poder terminar la planta industrial para fines de año y arrancarían a producir bioplásticos durante el primer trimestre de 2024. "Vamos a producir un pellet, ese es el producto final, y se le puede dar forma de distintos productos. Dependiendo de la calidad del biopolímero que producimos, se podrá utilizar para diferentes artículos. Produciremos a través de fermentación bacteriana, cuyo nombre técnico es PHB y somos una de las primeras en Latinoamérica, a nivel industrial no conocemos otras plantas de PHB. Sí existen en Estados Unidos y China, pero hay muy pocas, es un mercado incipiente", indicó Lautaro Mazzuca.
"En un principio, vamos a abastecer al mercado de Argentina. Nuestra idea es desarrollar la industria plástica biológica, abastecer todo el país, y si nos da la capacidad de producción, a países de la región", sostuvo.
El profesional señaló que es más costosa la producción de bioplásticos: "Por supuesto que es más caro que el plástico convencional por una cuestión de que acá hay investigación y desarrollo, si bien los procesos ya existen no están realizados a nivel mundial, se puede escalar, pero va a venir en un futuro. Hoy por hoy se está invirtiendo muchísimo dinero para investigar y desarrollar, para posteriormente fabricar estos plásticos. El día de mañana se seguirá investigando para producirlo masivamente a un precio similar a los que están hoy en el mercado".
"La pandemia fue un hecho totalmente disruptivo en la forma en la que pensamos y la conciencia que tenemos respecto al medio ambiente en el que vivimos, la sociedad ya está demandando este tipo de productos amigables con el medio ambiente. Estos, dependiendo de la calidad que tengan, también pueden ser utilizados en la industria farmacéutica. El alcance que podemos llegar a tener con este tipo de artículos es muy superior", contó el contador al ser consultado sobre el interés ambiental de las empresas.
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Científicos evalúan los indicadores que monitorean el Riachuelo

 


Investigadores locales evaluaron los indicadores que monitorean la Cuenca Matanza Riachuelo

Fecha de Publicación
: 19/06/2023
Fuente: Portal de la UNLP
Provincia/Región: Riachuelo


Para dar respuesta a una solicitud del Ministerio Público Fiscal, un equipo de profesionales del Laboratorio de Investigaciones en Etnografía Aplicada de la Universidad Nacional de La Plata, analiza los indicadores desarrollados por la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) para monitorear el cumplimiento de las mandas judiciales y de este modo alcanzar el desarrollo sostenible en una de las cuencas hídricas más grandes y complejas de Argentina.
El trabajo fue realizado por la Red de Estudios Ambientales Bonaerenses, de la que forma parte el Laboratorio de Investigaciones en Etnografía Aplicada (LINEA) de la UNLP, junto con el Grupo Interdisciplinario Derechos Sociales y Políticas Públicas y la Red de Investigadores en Derechos Humanos de CONICET.
Los investigadores analizaron en profundidad el sistema de indicadores implementado por ACUMAR para medir el seguimiento de las nueve mandas judiciales establecidas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que son: implementar la puesta en marcha de un programa de información pública; la cesación de la contaminación de origen industrial; el saneamiento de basurales; limpieza de los márgenes del río; la expansión de la red de agua potable; la extensión del sistema de desagües pluviales; el saneamiento local, el plan sanitario de emergencia y posteriormente se incorpora la relocalización de villas y asentamientos precarios.
La decisión de la Corte se basó en lograr el saneamiento de la Cuenca Matanza-  Riachuelo teniendo como eje tres objetivos centrales: la mejora de calidad de vida de los habitantes de la cuenca; la recomposición del ambiente en la cuenca en todos sus componentes (agua, aire y suelo); y la prevención de daños con suficiente y razonable grado de predicción.
El informe evalúa en profundidad y desde una perspectiva interdisciplinaria, la medición adoptada por el organismo, identificando dificultades para realizar el seguimiento del grado de cumplimiento de cada una de las nueve mandas judiciales, como también del desarrollo “sostenible” en esta importante cuenca hídrica. Además, realizó aportes metodológicos para el diseño de elementos que permitan una mejor evaluación del proceso de mejora del medio ambiente, de las condiciones de vida de la población afectada y de la protección de sus derechos humanos.
El equipo de trabajo integrado por el LINEA concluyó que el sistema de indicadores tiene ciertas deficiencias tanto en aspectos conceptuales (por ejemplo, la relación entre la dimensión social y la física-natural), como metodológicas en lo que respecta a la medición del cumplimiento de la sentencia.
Estas debilidades tornan dificultoso el seguimiento del nivel de cumplimiento de cada una de las mandas judiciales, ya que en muchos casos no cuentan con una métrica precisa, las variables utilizadas no se corresponden con los estándares internacionales, la periodicidad en la toma de datos no es adecuada, entre otras. Esto redunda en problemas para un seguimiento sistemático tanto del grado de cumplimiento de las mandas como de un diagnóstico acerca del estado general del ambiente en la cuenca.
En este sentido, “la base conceptual del sistema de indicadores considera lo social en términos demográficos, generalizando acerca de las poblaciones de la cuenca e invisibilizando la interrelación de múltiples factores. En cuanto al modelo, no distinguía ni particularidades ambientales como las secciones de la cuenca en la que estaban emplazadas las poblaciones, ni los aspectos que hacen a las trayectorias de vida, las diversidades de las economías locales, las migraciones, el modo de habitar el espacio, los problemas de salud y el acceso a la información. Entendemos que este desplazamiento invisibiliza la complejidad territorial que es constitutiva de una de las cuencas más habitadas de Argentina”, explicó la Doctora en Ciencias Naturales, Laura Teves, directora del LINEA.
El trabajo realizado, además de analizar el sistema de medición desde una perspectiva crítica y desde un enfoque de derechos humanos, proporcionó aportes metodológicos que permitan un mejor diseño y evaluación del proceso de recuperación del medio ambiente y de las condiciones de vida de la población afectada.
Entre los aportes que podemos destacar se encuentra, en primer lugar, el análisis teórico-conceptual y su correlato metodológico en lo que respecta al carácter ecológico del sistema de indicadores: además de las observaciones acerca de la dimensión social y territorial, falta una instancia de relación entre los indicadores, obturando una visión ecosistémica y dificultando el aporte a las políticas públicas.
 En segundo lugar, se observaron problemas metodológicos, como la unidad de análisis, y las dimensiones que constituyen los índices utilizados (escala espacial, periodicidad de los datos, definición de las variables, etc.). Estas y otras observaciones llevaron al equipo de trabajo a recomendar revisiones en lo que respecta a la relación entre los indicadores y las mandas judiciales, para asegurar su cumplimiento y así fortalecer el desarrollo de políticas públicas que mejoren la calidad de vida de la población y el estado ambiental de la cuenca.
Como resultado de este informe, el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N°2 de Morón resolvió ordenar a ACUMAR iniciar un proceso participativo, modificando el sistema de indicadores de acuerdo a las observaciones y recomendaciones realizadas en el informe. Esto se vio reflejado en la revisión del Sistema de Indicadores de ACUMAR y los comentarios al informe presentado por el organismo en febrero de 2021.
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Emplearán IA para alertar sobre la contaminación del agua

 


Implementan inteligencia artificial para clasificar biomarcadores y alertar contaminación del agua

Fecha de Publicación
: 09/06/2023
Fuente: Télam
Provincia/Región: Nacional - Misiones


Vera Laceiras es de Posadas, magíster en Tecnología de la Información y doctorando en Informática. Es, además, autora del proyecto "Procesamiento Digital de Imágenes Citogenéticas" un trabajo interdisciplinario realizado junto al Laboratorio de Citogenética General y Monitoreo Ambiental que funciona en la órbita del Instituto de Biología Subtropical dependiente de la Universidad Nacional de Misiones (Unam) y el Conicet.
El laboratorio en cuestión -emplazado en la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Unam- se dedica a estudiar las células de una muestra (ya sea tejido, sangre, etc) para identificar cambios en los cromosomas en diferentes modelos de animales con principal énfasis en peces neotropicales de agua dulce.
Estos denominados biomarcadores genéticos son útiles como señales de alerta temprana en cursos de agua contaminados y, por lo tanto, su análisis resulta de interés predictivo en evaluaciones de estado de calidad de cursos hídricos y manejo de cuencas.
Justamente, el aporte de la investigadora con Inteligencia Artificial fue el desarrollo de un algoritmo de clasificación de imágenes en la técnica ensayo cometa, utilizada para medir el daño en las células, reemplazando así un procesamiento de información hasta entonces artesanal.
“Lo que hice fue un procesamiento digital de imágenes aplicando Inteligencia Artificial y lógica difusa para clasificar imágenes de ADN de esos biomarcadores genéticos, y así determinar la calidad del agua. El proceso que se hace es un proceso largo. Se hacía de una forma manual en un espacio de la Unam. Se inicia con el relevamiento en determinados puntos en la provincia donde se toman muestras no solamente de agua sino también de piel de los peces. De esa piel de los peces se toman muestras de ADN y se somete a un tratamiento para obtener biomarcadores genéticos en este caso con la ténica llamada ensayo cometa”, explicó Vera Laceiras en diálogo con Télam-Confiar.
Y continuó: “En ese ensayo lo que se hace es poner algunos químicos para obtener preparados que en la oscuridad emiten fluorescencia. Esto permite que se analicen los núcleos de ADN de esa extracción pequeña de piel que se toma de los peces. Ese análisis de ADN, que hacen profesionales de la genética, normalmente se tomaban fotografías en total oscuridad y en base a eso se analizaba manualmente cómo estaba ese ADN, un genetista experto evaluaba los núcleos y lo dividían por categoría y a partir de ahí lo clasificaban de forma artesanal, lo contaban manualmente y lo anotaban en un cuaderno".
La investigadora detalló que su colaboración "fue que ese procedimiento que se hacía manualmente se hiciera de una manera digital; este procesamiento digital de imágenes permite una clasificación automática realizada con inteligencia artificial y lógica difusa (por ser material biológico), a través de algoritmos de clasificación, de esta manera la clasificación deja de ser artesanal y depender sólo del genetista experto”, sostuvo.
“El propósito es llegar a obtener un prototipo que pueda clasificar células conforme al método usado en el laboratorio. Desarrollar un procedimiento que permita la captura, gestión y análisis de imágenes de muestras celulares, su autoclasificación en grupos de pertenencia para su posterior estudio en el Laboratorio de Citogenética”, detalló en uno de los papers presentado en el Congreso IEEE Argencon, en el año 2020.
En el informe se describió que “se logró automatizar la clasificación de células animales (peces y bivalvos) en ensayo cometa visualizado a través de epifluorescencia mejorando los tiempos invertidos por el especialista en el Laboratorio de Citogenética y Monitoreo Ambiental".
Además, "a través del estudio de diferentes metodologías se evaluó su aplicabilidad, con pruebas primero de característica empírica y luego validándolos con el caso de estudio y se logró una optimización muy efectiva en la clasificación de diferentes tipos de células" y se concluyó que "el registro digital y la posibilidad de generar una base de datos permite pensar en futuros estudios en los que se analicen los datos en el laboratorio”.
Y añadió: “Este software desarrollado específicamente con el método de observación visual, mejora los tiempos y es sumamente útil en el laboratorio por su simpleza. Se podrían lograr proyecciones y otros tipos de diagnósticos a fin de prevenir enfermedades endémicas, maximizando la funcionalidad de las señales de alerta temprana. Además, a través de herramientas que permitan tener un panorama general de manejo de variables como indicadores claves por ejemplo, en cuadros de mandos, o bien a través de gestión del conocimiento o ciencia de datos”.
“¿Por qué se analiza esto?” lanzó como pregunta retórica la especialista en Informática. “Porque si el agua está intoxicada se refleja en la piel del pez que acumula las toxinas. Nosotros tenemos dos formas de contaminarnos: si el agua no está en correctas condiciones, no solamente nos contaminamos por la utilización del agua, sino también a través del consumo de la fauna acuática. Entonces por eso es importante ese testeo”, reflexionó Laceiras.
 Finalmente, la especialista señaló que se encuentra trabajando en un proyecto sobre Biósfera Yabotí, un área natural protegida que abarca parte de los departamentos Guaraní y San Pedro, en la provincia de Misiones,  que incluye reservas naturales públicas, privadas y de gestión de pueblos originarios.
“El proyecto que estoy es la alerta temprana de deforestación en espacios protegidos. Específicamente voy a estudiar la Biosfera Yabotí que tiene diferentes zonas. Tiene una zona de extracción de especies que está permitida, que está regulada como así también espacios que son absolutamente protegidos, que no se pueden tocar. Pero ocurre que hay mucha intrusión y en realidad la intrusión es la que hace daño”, relató.
Y concluyó: “Entonces si logramos detectar a tiempo esas intrusiones a través de ciertas alertas utilizando imágenes satelitales o drones (es algo que se debe probar) se pueda detectar esa intrusión antes de que empiecen a sacar las especies de una manera descontrolada evitando el daño irreparable”.
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Google pone en función herramienta de alerta de inundaciones

 


Funciona en Argentina la nueva herramienta de Google para alertar sobre inundaciones

Fecha de Publicación
: 06/06/2023
Fuente: Diario El Dia de La Plata
Provincia/Región: Nacional


Ante los reiterados temporales que afectan a la Argentina y al mundo, Google trabaja en el desarrollo de alertas para prevenir inundaciones en su motor de búsqueda y en Maps. El objetivo de esta herramienta se basa en brindarle información a los usuarios en el momento cuando más la precisan.
Basada en la Inteligencia Artificial, FloodHub permitirá anticiparse a los posibles riesgos de inundaciones con un periodo de antelación de siete días. Allí, se indica dónde y cuándo se desbordarán los ríos, mediante el proceso de fuentes de datos de acceso público, como partes meteorológicos o imágenes satelitales.
Además, combina dos modelos como el hidrológico que predice el volumen del agua de los ríos y otro sobre inundaciones que calcula qué zonas se pueden ver afectadas y hasta qué altura se puede elevar el agua. El origen de esta herramienta data del 2018, donde colaboró con los pronósticos de inundaciones en la India y luego en Bangladesh.
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UNLP proyecta mapas de impacto de los agroquímicos

 


La UNLP creó mapas temáticos que reflejan el impacto de los agroquímicos en el suelo

Fecha de Publicación
: 11/04/2023
Fuente: Codigo Baires
Provincia/Región: Buenos Aires


Desde la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) avanzaron en el desarrollo de mapas temáticos que reflejan cambios ambientales producidos por la actividad agropecuaria.
La Universidad Nacional de La Plata (UNLP), continúa avanzando en el desarrollo de nuevas tecnologías para la comunidad. En ese marco un grupo de investigadores del diseñaron, a partir de diferentes índices calculados, nuevos mapas temáticos que permiten visualizar el riesgo ambiental de las actividades agropecuarias en la Provincia, mostrando el impacto de los agroquímicos en el suelo.
De esta manera, estos mapas temáticos elaborados mediante Sistemas de Información Geográfica (SIG) permitirán ayudar en la toma de decisiones para definir políticas públicas a nivel provincial y municipal. Actualmente, los índices y mapas son elaborados en el marco de un proyecto PPID de la Universidad Nacional de La Plata.
Cuando se habla de riesgo, entran en juego factores como la actividad productiva que se realice, sea agricultura extensiva (soja, maíz, trigo, etc.), horticultura, ganadería o producción mixta (ganadería y cultivos extensivos). También influyen entre las variables el modo o estilo de producción con el cual se realiza la actividad.
“El equipo viene trabajando en la elaboración de índices y mapas temáticos que permitan visualizar de manera clara el riesgo ambiental por el uso de pesticidas. Este riesgo está directamente asociado a la cantidad y toxicidad de los productos liberados y del planteo técnico asociado”, explicó el doctor e Ingeniero Agrónomo Esteban Abbona, Director del equipo del Laboratorio de Investigación y Reflexión en Agroecología (LIRA), de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales.

¿Cómo se realizan estos mapas?
Desde la UNLP informaron que para la construcción de los índices de riesgo ambiental se realiza una recopilación, elaboración y validación de los planteos técnicos de los diferentes cultivos mediante consulta a expertos y referentes de la provincia.
Con esa información se construye un índice de riesgo para cada cultivo y, posteriormente, un índice para cada partido en función de las proporciones de las superficies sembradas de cada cultivo. En estos índices se combina información de fuentes oficiales obtenida a través de censos, como también de revisión bibliográfica. Con los índices calculados se elaboran los mapas temáticos.
Además, los índices se están actualizando en función de los datos del Censo Nacional Agropecuario 2018. Una de las mayores dificultades de trabajar en esta temática es que las fuentes de información empleadas muchas veces provienen de elevamientos de organismos privados, de difícil acceso.
“Por eso es necesario avanzar con una política pública que permita relevar la información pertinente para estimar diferentes índices de riesgo ambiental en la provincia de Buenos Aires”, detallaron desde la Alta Casa de Estudios.
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Pruebas satelitales para detectar plásticos en el Mar Argentino

 


Utilizan imágenes satelitales para detectar la presencia de residuos plásticos en el Mar Argentino

Fecha de Publicación
: 15/02/2023
Fuente: Perfil
Provincia/Región: Nacional


Un grupo de investigadores de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, el Instituto Nacional de Pesca y Prefectura Naval comenzaron a hacer pruebas “de campo” para ver si es posible detectar, a partir del análisis de imágenes satelitales, la presencia de basura plástica flotando en el Mar Argentino.
La basura plástica crece a ritmos agigantados. Según datos recopilados por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), cada 365 días se vuelcan en los océanos alrededor de 11 millones de toneladas de residuos de todo tipo, pero especialmente plásticos. Y de todos los residuos sólidos posibles, los plásticos son los más abundantes en el mar y las costas, ya que representan casi el 80% del total. Justamente, para tratar de lidiar en forma prematura con ese problema, un equipo de científicos argentinos acaba de completar la primera prueba para ver si es posible detectar, localizar y monitorear la presencia de trozos de plástico flotando en el mar, a partir de imágenes satelitales.
Que el plástico es algo ubicuo no es noticia. Según datos publicados por la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, en las dos primeras décadas de nuestro siglo ya se produjo el 50% del plástico que se fabricó en toda la historia. Y de los dos millones de toneladas anuales que se producían hacia 1950, hemos pasado en la actualidad a más de 450 millones. Las previsiones señalan que, de continuar a este ritmo, dicha cantidad se duplicará para 2050.  
Por supuesto, no están en duda sus estropicios. De acuerdo con la 6ª edición del Censo de Basura Costera Marina hecho por Mundo Marino en la provincia de Buenos Aires, el plástico resultó ser el contaminante más común (73,7%) de las playas. Y en un artículo reciente publicado por Verónica García, especialista en Ecosistemas Marinos de la ONG Fundación Vida Silvestre Argentina, puede leerse “en nuestro país los residuos plásticos afectan al menos a 32 especies marinas que se ven dañados por su ingestión y los enmallamientos”.
Los seres humanos no estamos exentos de los daños. Debido a la degradación del sol, el mar y los microorganismos, los plásticos se van rompiendo en fragmentos y llegan a ser microplásticos (menores a 5 mm) y nanoplásticos (menores de 1 um). Estos pueden ser consumidos por organismos marinos y así la contaminación entra en la red trófica y llega hasta las personas. De hecho, investigaciones recientes mostraron que la sangre, los pulmones, el colon, la placenta, la materia fecal y hasta la leche materna contienen microplásticos.
Justamente para intentar prevenir este problema se armó un equipo de expertos que suma profesionales de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) y Prefectura Naval. “Es un proyecto auspiciado por la Agencia Espacial Europea que busca comprobar si es posible detectar plásticos flotando, a partir del análisis de imágenes satelitales”, le explicó a PERFIL Sebastián Heredia, responsable del Área de Desarrollos Avanzados en la Gerencia de Vinculación Tecnológica de la Conae. Y agregó: “En esta primera campaña hicimos mediciones en tierra de cajones de pescado y de botellas (algunos de los residuos más característicos que se observan en las playas y aguas) para obtener la firma espectral de estos elementos”. Luego embarcaron, y en puntos precisos del océano, a unos cinco kilómetros de la costa de Mar del Plata, los científicos hicieron flotar cajones plásticos como los que usa la industria pesquera y que fueron agrupados formando una especie de “isla de plástico” que remolcaron mientras los satélites tomaban imágenes.
Actualmente esas tomas están siendo analizadas para comprobar si es posible poner a punto un algoritmo capaz de “repasar” las imágenes en forma automatizada y detectar la presencia de plásticos flotando en mar abierto. “Por ahora no existen herramientas específicas para esta tarea”, explicó Heredia. “Si logramos ponerla a punto, sería realmente útil para monitorear estas “islas de plástico” que se forman de manera espontánea y se desplazan por agua”.
Las pruebas científicas se hicieron con tomas satelitales hechas dentro del espectro óptico, a partir de las pasadas realizadas por el satélite Sentinel 2 perteneciente a la Agencia Espacial Europea. También emplean imágenes tomadas por los satélites SPOT, especializados en teledetección de usos civiles.
Además, de ser necesario, estas localizaciones de basura observadas desde los satélites se podrían complementar con fotografías de drones que servirían, incluso, para identificar el tipo de basura flotante. Con su presencia, tamaño relativo y composición detectada es posible seguir su derrotero y –eventualmente– planificar alguna acción preventiva para recoger la basura y disponerla en forma realmente sustentable.
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Conicet crea un nuevo banco de germoplasma

 


Nuevo banco de germoplasma de especies botánicas tropicales y subtropicales en Corrientes

Fecha de Publicación
: 30/01/2023
Fuente: Conicet
Provincia/Región: Nacional - Corrientes


Se trata de un sitio de preservación de material biológico para la conservación de la biodiversidad. Alberga las colecciones del Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE, CONICET - UNNE) y de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).
En Corrientes se oficializó la creación del Banco de Germoplasma de Especies Tropicales y Subtropicales (BGCTES), un sitio de preservación de material biológico para la conservación de la biodiversidad. Se trata de una de las primeras instituciones de este tipo en la región y funcionará bajo la modalidad de doble dependencia del Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE, CONICET – UNNE) y la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).
El Banco permitirá al IBONE, una de las instituciones científicas pioneras del Nordeste, seguir consolidándose como referente regional, nacional e internacional en la investigación y conservación de especies vegetales de diversas familias. Sus objetivos serán coleccionar y conservar el germoplasma de especies vegetales, es decir, el material genético que permite su reproducción.
Los bancos de germoplasma son sitios dedicados a la preservación del material biológico. Su objetivo final es lograr la conservación de la biodiversidad a corto, mediano o largo plazo, evitando la pérdida de la diversidad genética causada por factores ambientales, físicos, biológicos, o como consecuencia de las actividades humanas.
Una de las responsables de la creación de BGCTES, sigla con la que desde ahora se conocerá al banco, fue Graciela Lavia, investigadora del CONICET en el IBONE, quien contó que se trata de un proyecto largamente anhelado por la institución, que pudo hacerse realidad tras varios años de trabajo. “Junto con una comisión, hemos trabajado en un marco formal para la gestión y conservación de germoplasma de las colecciones que existen desde hace muchos años en nuestras instituciones y que son el insumo fundamental para nuestra labor científica y docente. Este recurso permite conservar las especies ante numerosas amenazas, como la degradación de los hábitats naturales, los cambios ambientales, la contaminación, la expansión de la frontera agropecuaria, y -particularmente en nuestra región- las sequías prolongadas o los incendios. Todo el material va a poder ser formalmente preservado, además de compartido con otras instituciones, en procesos regulados con estándares internacionales”, destacó.
El BGCTES reúne ejemplares que se han colectado, acondicionado y conservado desde hace varias décadas, con más de 800 introducciones en colecciones de semillas, colección viva en invernáculos, a campo y en condiciones in vitro. Están representados géneros de vegetales de diversas familias, por lo que se trata de material valioso para la diversidad botánica y para la conservación de especies de importancia provincial, regional, nacional y mundial.
Entre las especies que se conservan en el BGCTES se encuentran especies silvestres y cultivadas de los géneros de leguminosas: Arachis y Stylosanthes; gramíneas: Paspalum, Andropogon; variedades de mandiocas (Manihot esculenta), aguaí (Chrysophyllum gonocarpum.) y orquídeas.
De la comisión de redacción del reglamento del BGCTES también participaron otros especialistas del CONICET y de la UNNE, como Ricardo Medina, Andrea Brugnoli, María Hidalgo, María Laura Pérez, Paula Alayón Luaces y Alejandra Ortiz.
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Tejas de caucho a partir de neumáticos en desuso

 


Techos reciclados   

Fecha de Publicación
: 07/03/2022
Fuente: Agencia TSS
Provincia/Región: Córdoba


Investigadores del CONICET y de la UTN Córdoba desarrollaron tejas de caucho elaboradas con neumáticos en desuso. Son resistentes, económicas y reducen la contaminación ambiental. Uno de sus objetivos es transferir la tecnología a municipios para la fabricación de viviendas sociales.
Techos reciclados Los neumáticos en desuso generan un importante problema ambiental. Como son residuos de gran volumen, su disposición final no es fácil de gestionar y suelen terminar en basurales a cielo abierto. También es frecuente encontrarse con neumáticos descartados en la vía pública, donde acumulan agua de lluvia y se convierten en el reservorio ideal de criaderos de mosquitos que pueden transmitir enfermedades como el dengue. Sin embargo, si bien en el país hay pocas máquinas disponibles para reciclar el caucho, este material posee propiedades muy útiles para fabricar nuevos productos.
En esta línea, investigadores del Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE), perteneciente al CONICET y a la Asociación de Vivienda Económica, y del Centro de Investigación, Desarrollo y Transferencia de Materiales (CINTEMAC) de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), Facultad Regional Córdoba, desarrollaron tejas elaboradas con caucho y plástico reciclado. Este material tiene varias ventajas: son más livianas, flexibles y resistentes que las tejas convencionales de cerámica y hormigón; reutilizan un desecho y brindan una solución económica para la construcción de viviendas sociales.
“Con este tipo de tecnologías buscamos colaborar en reducir el déficit habitacional que hay en el país. Por eso, algunas premisas que tenemos al desarrollar estos proyectos son que los componentes no sean de costo elevado y que aporten a reducir la contaminación del medio ambiente. También tenemos objetivos sociales y de género, ya que la elaboración de las tejas posibilita la generación de nuevas fuentes de trabajo, que puede ser realizado de igual manera por varones y mujeres porque no requiere de gran fuerza física”, explica a TSS la doctora en Ciencias del Diseño Rosana Gaggino, investigadora del CONICET y directora del CEVE.
El proyecto nació en 2011, cuando los investigadores obtuvieron el primer financiamiento, aportado por el Ministerio de Ciencia de la provincia de Córdoba. A lo largo de los años, fueron realizando diversos ensayos para conocer y mejorar sus propiedades técnicas, como la absorción de agua, permeabilidad, conductividad térmica, resistencia a las heladas, al fuego y al granizo, entre otros aspectos. En 2018, obtuvieron el Certificado de Aptitud Técnica que otorga la Secretaría de Vivienda de la Nación y, en 2020, una patente nacional. El objetivo final es transferir la tecnología a diferentes actores de la sociedad que puedan estar interesados, como municipios, cooperativas y empresas.
“Hay algunos desarrollos similares a nivel internacional que sirvieron como antecedente pero tienen otra composición en sus formulaciones. Por ejemplo, hay algunos que utilizan resina como ligante para elaborar las tejas. Nosotros, en cambio, para unir los componentes utilizamos plástico reciclado procedente de bidones, bolsas y caños. Es decir, que se trata de una teja compuesta en un 100% de materiales reciclados”, remarca Gaggino.
Otra ventaja de las tejas de caucho es que son muy resistentes al granizo, a diferencia de una teja de cerámica, más fácil de quebrar. El proceso de elaboración se realiza por termo-moldeado con compactación. Primero, se trituran y mezclan el caucho y los plásticos. Luego, se realiza el moldeado en una prensa, a alta temperatura. Después, se enfría el material resultante y se recortan los bordes para darle forma a las tejas.
“Es una tecnología sencilla de transferir, solo que requiere de una inversión inicial en la compra de la maquinaria para hacer el triturado de los materiales y el termo-moldeo”, señala la investigadora. Justamente, una dificultad que tuvieron en el desarrollo del producto es que les costó conseguir el caucho triturado, ya que no se obtiene en cualquier ferretería como otros materiales de construcción.
De todos modos, Gaggino cuenta que los municipios están teniendo mayor interés en incorporar este tipo de tecnología porque representa una solución tanto en lo ambiental como para el problema habitacional. Por otro lado, indica que las campañas de reciclaje también están creciendo, aunque todavía es poco lo que se recupera, ya que el porcentaje de reciclado de residuos sólidos urbanos hoy ronda apenas el 10%.
Hace unos días, las tejas de caucho obtuvieron un nuevo financiamiento que las acerca más a la transferencia final. El proyecto fue uno de los tres ganadores del “3CProgram Aceleration Fund”, una iniciativa impulsada por la Universidad de Cambridge, Global Shapers Córdoba y la Universidad Nacional de Córdoba. El objetivo del concurso es que los equipos elegidos puedan avanzar en el desarrollo de los productos a través del prototipado y la validación en el mercado. Para eso, contarán con 3000 libras esterlinas y un mentoreo con referentes de la Universidad de Cambridge durante tres meses.
“Este financiamiento nos va a permitir realizar mejoras en el proceso productivo para ir preparando la transferencia al medio. Por ejemplo, armar el plan de negocios y realizar algunos ajustes en el proceso de elaboración de las tejas. Hasta ahora, hicimos la producción con equipamiento que tenemos en el instituto, pero para pasar a la escala industrial se requiere equipamiento de mayor envergadura”, apunta la científica.
En el desarrollo de las tejas, participaron investigadores de diversas disciplinas, como ingenieros civiles, arquitectos y químicos. Los integrantes, por parte del CEVE, además de Gaggino, son Jerónimo Kreiker, Ricardo Argüello y María Paz Sánchez Amono, mientras que por el CINTEMAC participan María Josefina Positieri y Carlos Baronetto. Para esta nueva etapa, sumaron a Jessica Amador, Juan Weibel y Sacha Páez River, especialistas de la Universidad Siglo XXI, que estarán a cargo del asesoramiento en marketing.
“Ahora vamos a comenzar la etapa de preparación del producto para hacer la transferencia. Ya hemos tenido consultas por parte de municipios y empresarios particulares interesados en la tecnología”, cuenta Gaggino. Al mismo tiempo, la investigadora sigue trabajando en otra línea de investigación y transferencia enfocada en la elaboración de componentes constructivos a partir de botellas plásticas recicladas (un proyecto que contamos en esta nota). Al respecto, indicó que continúan realizando capacitaciones a municipios, fundaciones y cooperativas para que puedan avanzar en el montaje de emprendimientos productivos a partir de estos materiales.
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Microorganismos de la Antártida en la lupa de científicos

Científicos argentinos buscan limpiar contaminación de plásticos con microbios en Antártida

Fecha de Publicación
: 08/02/2022
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Antártida - Nacional


Un equipo de científicos argentinos que utiliza microorganismos autóctonos de la Antártida para eliminar la contaminación por hidrocarburos sumó los plásticos a su investigación en el continente blanco, lo que abriría una puerta para limpiar los mares de ese material.
Las bases antárticas utilizan diésel como fuente de energía para generar electricidad y calor, pero el transporte, almacenamiento y uso provoca focos de contaminación, inaceptables en un continente que debe mantenerse prístino según el Protocolo de Madrid de 1961 sobre protección ambiental.
El doctor Lucas Ruberto, bioquímico con orientación en biotecnología, viajó en diciembre junto a otros investigadores a Carlini, una de las seis bases permanentes argentinas en Antártida, tras realizar una cuarentena previa para evitar llevar el COVID-19 al continente.
Como otros años, el equipo realizó tareas de biorremediación, que implican limpiar el suelo afectado por diésel en Antártida aprovechando el potencial de microorganismos y plantas autóctonas, una tecnología que se concreta a lo largo de los tres meses de la campaña antártica del verano austral y tiene una eficiencia de remoción del 60 al 80%.
"El núcleo teórico de este trabajo lo que hace es aprovechar el potencial de microorganismos autóctonos, o sea bacterias y hongos que habitan el suelo antártico, incluso cuando está contaminado, y hacer que esos microorganismos coman el hidrocarburo, que para nosotros es un contaminante y para ellos puede ser un alimento", dijo Ruberto a Reuters desde la base.
"Para eso, lo que hacemos es optimizar las condiciones: darle nitrógeno, darle fósforo, airearlo y corregir algunas condiciones de humedad, y básicamente con eso logramos que los microorganismos reduzcan de manera biológica, con un impacto ambiental muy bajo, el nivel de contaminantes", agregó por Zoom.
En esta campaña, el equipo sumó un proyecto para investigar la degradación de plásticos por microorganismos antárticos, lo que podría generar un aporte relevante dado el problema ambiental que éstos representan en la actualidad.
Los investigadores están aprovechando los conceptos aplicados en hidrocarburos como base para el desarrollo de tecnologías vinculadas a la degradación de plásticos, ya que ambos son polímeros, moléculas compuestas por cadenas largas que principalmente tienen carbono e hidrógeno.
"Este año incorporamos como uno de los proyectos del grupo buscar microorganismos autóctonos que sean capaces de degradar el plástico", dijo Nathalie Bernard, bioquímica, becaria doctoral del consejo argentino de investigaciones científicas (CONICET) y especialista en biodegradación de plásticos.
Los investigadores reúnen muestras de plástico sumergidas en los mares de la Antártida y en el laboratorio identifican cuáles son los microorganismos que viven en la comunidad asociada al plástico para entender si lo están comiendo y, por ende, degradando, o si lo usan como una balsa para flotar.
"Si encontramos alguno que efectivamente esté degradando el plástico, el siguiente paso sería entender cómo, para poder, a largo plazo, buscar una forma de armar un proceso biotecnológico para degradación de polímeros a baja temperatura", agregó Bernard.
Para los científicos, trabajar en la Antártida como representantes de Argentina, que tiene presencia constante desde 1904 y es signatario original del Tratado Antártico de 1959, es un privilegio.
"Poder investigar en la Antártida es un sueño cumplido, es un lugar único, protegido, con ecosistemas muy particulares, así que poder investigar, poder hacer experimentos, poder contribuir con una pequeña porción de conocimiento a la comprensión de este continente es muy estimulante", concluyó Ruberto. (Reporte de Lucila Sigal Editado por Nicolás Misculin)
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Río Negro utilizará software para controles mineros

 


Río Negro lanzará una herramienta digital para optimizar los controles mineros

Fecha de Publicación
: 29/01/2022
Fuente: La Mañana de Neuquén
Provincia/Región: Río Negro


El Gobierno de la provincia de Río Negro comenzó a trabajar en el diseño de un software para la industria minera, dirigido a fortalecer los controles en la actividad y avanzar en los procesos de modernización en el sector.
De acuerdo a información oficial, la herramienta será utilizada por la Secretaría de Minería provincial.
La propuesta fue oficializada a mediados del año pasado, cuando las autoridades del Gobierno de Río Negro firmaron un convenio con la Empresa Investigaciones Aplicadas Sociedad del Estado (INVAP) para desarrollar una Infraestructura de Datos Espaciales (IDE) basada en el sensado remoto de imágenes satelitales ópticas y de radar sobre las actividades mineras en la provincia.
Al respecto, Joaquín Aberastain Oro, secretario de Minería de Río Negro, expresó: “Contactamos a INVAP con la intención de modernizar el sector minero, para poder desarrollar un programa que nos ayude a facilitar la toma de decisiones y optimizar el recurso humano y económico”.
“Una vez desarrollada la IDE, se hacen barridos satelitales con cierta periodicidad, conocidos como sensado remoto, que van a nutrir al software con distintas imágenes en distintos tiempos lo cual va a ayudar a moldear y a acondicionar al algoritmo para la identificación de explotaciones mineras”, agregó el funcionario.
La inversión destinada a la herramienta digital será superior a los $50.000.000 y su lanzamiento está previsto en alrededor de 16 meses, según indica el cronograma de ejecución del proyecto.
“El programa por sí solo podrá identificar si una diferencia de volumen en el terreno es por una erosión del río o si es por la construcción de una ruta o si es una explotación minera”, detalló Aberastain Oro.
A partir del procesamiento de las imágenes satelitales, el software permitirá instrumentar un sistema de alarmas, con un semáforo de indicadores de infracciones en explotaciones mineras automático.
“Una particularidad del proyecto es que se va a poder utilizar en tiempo real a través de los teléfonos de los propios inspectores que salgan al campo con una aplicación, donde van a tener la imagen satelital, el catastro minero volcado y van a poder hacer las consultas del expediente de cada productor minero”, indicó la autoridad de Minería.
Asimismo, el funcionario sostuvo que cuando la herramienta esté disponible “el productor minero va a tener una competencia leal en la actividad, porque podremos identificar de un modo más eficiente a las explotaciones furtivas y a los productores que están sacando de manera irregular o a los que comercializan y transportan de un modo ilegal”.
Desde el Gobierno de Río Negro explicaron que en la actualidad, “se está trabajando en la estructura sobre la cual se montará todo el sistema y en el equipamiento del cuerpo de inspección con los recursos tecnológicos que se necesitarán para ejecutar el programa, que incluye cambios tanto en la infraestructura de la red actual como en los servidores externos que son necesarios para correr una plataforma de estas características”.
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En busca de bacterias que limpen derrames de hidrocarburos

 


Antártida: científicos argentinos investigarán microorganismos capaces de mitigar la contaminación

Fecha de Publicación
: 28/01/2022
Fuente: Ambito
Provincia/Región: Nacional - Antártida


Bacterias capaces de limpiar derrames de hidrocarburos, microorganismos que degradan los residuos plásticos arrojados al mar u hongos con aptitudes antibióticas son apenas algunas de las líneas de investigación que llevará a cabo un equipo de microbiólogos en la base antártica Carlini durante este verano.
Los integrantes del grupo de microbiología del área de Ciencias de la Vida del Instituto Antártico Argentino (IAA) trabajarán en dos grupos, los cuales contarán a lo largo de todo el año con el apoyo de buzos de las Fuerzas Armadas que se sumergen en las aguas heladas en busca de muestras y sedimentos.
El bioquímico y doctor en Biotecnología Lucas Ruberto es investigador del IAA, la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Conicet. Además se desempeña como coordinador del grupo de microbiología del IAA y será el responsable del primer equipo en desplegarse para estas investigaciones durante este verano.
"Los microorganismos que investigamos incluyen entre otros a las bacterias, las arqueas, los hongos y los virus; están presentes en todo el planeta y en la Antártida los investigamos en el agua de mar, en lagunas y en los suelos", señaló Ruberto a Télam.
"La investigación de microorganismos tiene dos grandes perspectivas. Por un lado, la ecológica en la que abordamos el contexto en el que ese microorganismo habita, su interacción en la comunidad y cómo esta cambia en respuesta al calentamiento global o la presencia humana", apuntó el científico.
La segunda perspectiva, agregó Ruberto, es la que "busca aprovechar los mecanismos de adaptación al ambiente hostil de la Antártida que desarrollan estas criaturas para analizar cuáles pueden ser importantes como herramientas para nosotros".
En ese sentido, añadió que "muchos de los microorganismos que investigamos en la Antártida podrían tener aplicaciones muy importantes en el desarrollo de antibióticos, enzimas para procesos industriales, bacterias que limpian suelos contaminados por compuestos orgánicos o para producir detergentes entre otras cosas; es un proceso largo y complejo en el que lo primero es comprender el rol natural en su ambiente, evaluar si esa capacidad es útil, desarrollar el proceso industrial y articular la vinculación entre la academia y la industria".
Ruberto indicó que, "desde hace unos quince años Argentina trabaja en la utilización de microorganismos antárticos para la biorremediación de suelos contaminados con hidrocarburos, y ahora estamos avanzando en integrar a ese proceso la planta Deschampsia antarctica, que es una de las dos que sobreviven en la Antártida para mejorar ese proceso".
Biorremediación es el término que se le asigna a un conjunto de metodologías que utilizan microorganismos o partes de ellos seleccionados naturalmente o por modificaciones de la ingeniería genética para degradar sustancias que se han trasladado a un lugar que no corresponde o están en cantidades no recomendables como resultante de un proceso productivo mal manejado o de un incidente natural, según indica en su sitio web el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
En diálogo con esta agencia, Ruberto aclaró que "una dificultad que enfrentamos es que en la Antártida solo se puede trabajar con organismos autóctonos, por lo que estamos obligados a usar lo que hay en ese ambiente y eso nos empuja a seguir ampliando nuestro conocimiento".
El investigador explicó que "toda la energía que utilizan las bases antárticas se genera a través de gasoil, del que hay que mover grandes cantidades cada verano y mantenerlo almacenado; lo que sucede es que cada tanto se registra alguna pequeña fuga debajo de algún tanque y nosotros aprovechamos la oportunidad para avanzar en nuestras investigaciones sobre remediación de suelos".
"Lo que hacemos es remover el suelo contaminado con hidrocarburos, medir cuánto combustible hay, cuántas bacterias hay, y le damos a esos microorganismos las condiciones para que se activen y degraden el hidrocarburo; una vez que ese proceso se completó volvemos a colocar ese suelo en el mismo lugar del que lo habíamos retirado", detalló.
Ruberto agregó que "desde hace un año estamos buscando en la Antártida microorganismos capaces de degradar plásticos porque los plásticos que se arrojan al mar también contaminan este continente; lo que hacemos es recoger los restos de plásticos que trae el mar para analizar qué microorganismos los colonizan y cuáles de ellos son capaces de degradarlos".
"Entre las investigaciones en las que estamos avanzando también está la búsqueda de hongos con capacidades antibióticas que impidan el desarrollo de otros microorganismos; y las bacterias que en lugar de utilizar oxígeno para subsistir usan hierro o azufre, que podrían ser una herramienta para el desarrollo de una biominería que fuese más amigable para la extracción de metales", agregó.
El investigador resaltó que "otro punto importante es la investigación de los virus presentes en el agua; porque la presencia de los virus cumple un rol muy importante en el equilibrio ecológico impidiendo la superpoblación de bacterias".
"El primer grupo de este equipo en ser desplegado en la base Carlini está compuesto por el doctor en biotecnología Lucas Martínez, la bioquímica Nathalie Bernard y yo, mientras que el segundo grupo estará integrado por microbiólogos Francisco Massot y Martha Martorell; además contamos con el apoyo de los buzos de las fuerzas armadas que se sumergen durante todo el año en búsqueda de muestras de agua y sedimentos porque no es lo mismo lo que podemos registrar en febrero que en junio", completó Ruberto.
La base antártica Carlini está ubicada en la península Potter de la isla 25 de Mayo perteneciente al archipiélago de las Shetland del Sur, a unos 1.000 kilómetros de la ciudad fueguina de Ushuaia y a 3.700 de Buenos Aires; durante el verano la temperatura ronda entre los -2 °C y 3 °C, y durante el invierno las temperaturas promedio rondan los -10 °C y -20 °C.
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Otra propiedad del canabis: remediación de suelos

 


Cannabis y medio ambiente: “La planta demostró que remedia suelos altamente contaminados"

Fecha de Publicación
: 05/11/2021
Fuente: Perfil
Provincia/Región: Nacional


La planta presenta potencialidad para remediar suelos contaminados e incluso para generar alimentos saludables. En Argentina, los usos del cáñamo se remontan hasta el siglo XIX.
Mientras en Glasgow se celebra la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que reúne a 120 mandatarios y líderes de todo el mundo, la discusión sobre un futuro con más acento en el medio ambiente toma un protagonismo crucial. En ese porvenir aparece la planta de cannabis, que además de sus reconocidos vínculos con lo terapéutico y el uso adulto, también se relaciona con el medio ambiente a través de la remediación de suelos, la fabricación de alimentos saludables y la generación de biocombustibles.
El encuentro que reúne a la mayor parte de los líderes mundiales en Escocia busca avanzar en la implementación del Acuerdo de París para mejorar el compromiso de los países en materia de emisión de gases y la puesta en marcha del artículo 6 del mencionado acuerdo para regular el mercado de carbono.
En dirección hacia un futuro “verde”, la planta de marihuana reaparece como un aliado en la generación de ambientes más sanos que además impacten de lleno en la actividad económica. Este sentido de reaparición está relacionado con que la planta tiene una historia milenaria que fue atacada en la llamada “guerra contra las drogas” que Richard Nixon inauguró en Estados Unidos en 1971. Es decir que antes de la década de 70', el cannabis ya había sido descubierto en la mayor parte de sus potencialidades.
En relación con el medio ambiente, la abogada y directora de Proyecto Cáñamo, Diana Barreneche, le dijo a PERFIL que la planta participa en 15 de los 17 objetivos de desarrollo sostenible que rubricó la Asamblea General de la ONU en su Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Entre ellos están la salud y el bienestar, la acción por el clima o el plan de paliar el hambre, entre otros.
La letrada explica que esos impactos pueden funcionar de manera positiva o negativa, y que en Argentina se impone la segunda. “En este momento el impacto es negativo porque al no estar despenalizado el consumo y el cultivo para uso personal, al tener una ley 27.350 muy limitada, y al perdernos el potencial que tiene el cáñamo, en el país en cuanto al impacto de sostenibilidad es negativo”, explica a este medio.
En julio, el senado dio media sanción al proyecto de ley que establece un marco regulatorio de la cadena de producción, industrialización y comercialización del cannabis para uso medicinal y de investigación científica y la producción industrial del cáñamo. Uno de los impulsores del proyecto, el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, afirmó en la Expo Cannabis de este año que antes de que culmine el 2021 tendría finalmente el aval de la cámara de Diputados. Sin embargo, como afirma Barreneche, el proyecto no tuvo el visto bueno de la Cámara baja y el potencial de la planta no se está explotando.
El impacto del cáñamo a nivel ambiental, que no tiene efecto psicoactivo por su baja cantidad de THC, también puede manifestarse en los suelos. “Ha demostrado que puede crecer y puede remediar suelos altamente contaminados, donde otros productos agrícolas no tendrían otra posibilidad”, explica Barreneche. Este tipo de plantas fue utilizada, incluso, en la zona periférica de Chernobyl para descontaminar el suelo de metales pesados desde principios del siglo XXI.
La directora de Proyectos Cáñamo también remarca que de esta variedad también pueden derivar biocombustibles, materiales para la construcción o papel. “Además de remediar los suelos generaría trabajo y recursos materiales”, detalla.

El cannabis como alimento
Otra de las aristas que tiene el uso de la planta es la alimentación, ya que se la considera un “súper alimento” porque proporciona todos los aminoácidos que el cuerpo necesita En ese plano, la semilla de cannabis los aporta todos.
“Además de los usos medicinales o terapéuticos, si lo pensamos desde el enfoque de prevención en cuanto a alimentación, impacta en los objetivos de desarrollo sostenible de hambre y desnutrición”, detalla Barreneche. “Sería un aliado desde el aceite, que es parecido al aceite de oliva. El aceite de cáñamo no es psicoactivo y tiene un gran valor nutricional”, agrega.
Por otro lado, también que a partir de la planta pueden pueden producirse harinas y aderezos, entre otros comestibles. En países desarrollados en el mercado cannábico como Canadá y Estados Unidos, se producen bebidas e incluso golosinas.

Argentina y su tradición cañamera
El país tuvo históricamente una “tradición cañamera”, explica Barreneche. “Manuel Belgrano hablaba de la planta de cáñamo y lo pensaba como lo hacían en Europa, donde la economía de estas potencias, sobre todo el poderío naval británico, venía de la mano del cáñamo. Por eso pensaba que el progreso argentino vendría de la mano del cultivar cáñamo, lino y otros productos agrícolas que nos independizaran de estos virreinatos”, detalla.
También sostiene que en primer censo que se realizó en el país en 1869, se hablaba de tres cultivos de cáñamo en Mendoza. “En el siglo XX hubo un cultivo impulsado por el Ministerio de Agricultura de la Nación. Hay un manual de 1935 que habla del cáñamo en Argentina y hablaba donde se había cultivado y sido exitoso”, explica.
Por aquellos años, existían fábricas en Reconquista, Mendoza, en Santa Fe y en Jáuregui, provincia de Buenos Aires. “Argentina tuvo un pasado cañamero y nos da la seguridad de que en estas tierras puede crecer de manera productiva el cáñamo”, concluye.
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Tucumán usará un sistema de alerta contra la deforestación

 


Implementan un sistema de alerta contra la deforestación del bosque nativo

Fecha de Publicación
: 21/10/2021
Fuente: Gobierno de Tucumán
Provincia/Región: Tucumán


Es impulsado por la Dirección de Flora, Fauna Silvestre y Suelos para monitorear la pérdida de de la flora silvestre tucumana. De acuerdo a imágenes satelitales, labrarán actas de infracción de forma remota.
La Dirección de Flora, Fauna Silvestre y Suelos del Ministerio de Desarrollo Productivo de Tucumán informó que se encuentra vigente el Sistema de Alerta Temprana de Deforestación (SAT), herramienta mediante la cual se pretende monitorear la pérdida de bosque nativo de forma continua, a través de procesos automatizados basados en imágenes satelitales.
Este sistema fue aprobado mediante resoluciones del área del Ministerio de Desarrollo Productivo, que facultan la implementación del labrado de actas de infracción de manera remota a través de imágenes satelitales a propiedades en las cuales se realicen intervenciones sin autorización de la Ley de Preservación de la Flora Silvestre, los Recursos Biológicos Acuáticos y la Fauna Silvestre y la Ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos.
En esta línea, mediante el SAT se busca fortalecer las acciones de control y vigilancia sobre los bosques nativos por parte de la DFFSyS, autoridad de aplicación de las normativas citadas.
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