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San Luis quiere conocer su Huella hídrica



Huella hídrica: San Luis sabrá cuánta agua usa la producción

Fecha de Publicación
: 12/12/2013
Fuente: El Diario de la República
Provincia/Región: San Luis


Permitirá saber con exactitud el agua que requiere cada tipo de producción y en qué zonas es viable cada una. El cálculo de la huella hídrica, cuyo estudio se extendió durante todo el año, está orientado al sector productivo local y proveerá información certera y específica para conocer y potenciar la producción de diferentes zonas de la provincia.
El próximo miércoles Ana Carolina Herrero, junto con el equipo de trabajo de la Fundación Naturaleza para el Futuro (FUNAFU), presentará los resultados correspondientes al cálculo de huella hídrica provincial.
Este estudio está orientado a brindar información vital para un uso eficiente de los recursos hídricos, además de ofrecer un amplio panorama sobre las posibilidades hídricas existentes en diferentes zonas del territorio provincial, de acuerdo a la humedad presente tanto en el suelo cono en el aire y el requerimiento hídrico acorde a cada tipo de producción.
“San Luis se abrirá hacia nuevas posibilidades de desarrollo agropecuario, con datos certeros como base para adecuar las actividades productivas a cada sector”, dijo el ministro del Campo y presidente de San Luis Agua, Felipe Tomasevich al indicar que el estudio contó con el aval y las herramientas de medición de la Water Footprint Network, asociación que provee además sustento científico para las entidades interesadas en el cálculo de la huella de agua.
La presentación de este trabajo, cuya base de datos y operación fue realizada de modo mancomunado con los técnicos de San Luis Agua y el Ministerio del Campo, será el próximo miércoles 18 a las 10, en la sala de reuniones de la sociedad estatal.
Los técnicos y funcionarios recibirán datos oficiales de un estudio considerado de vanguardia en el país, que aseguran profundizará las vías de optimización en el uso del recurso hídrico.
Ana Carolina Herrero es la experta que conduce el equipo externo de esta investigación y que hace unos meses presentó la segunda fase del estudio sobre huella hídrica en San Luis.
Los adelantos en la medición de este indicador de consumo de agua utilizado para la producción de bienes y servicios agroindustriales de la provincia, serán tomados como base para el diseño de los próximos lineamientos de la política hídrica provincial.
El equipo, que también integran Diego Arévalo Uribe, la ecóloga urbana Luisina Molina y Federico Zuberman, avanzó en los últimos meses sobre la cuantificación del agua en la Provincia de San Luis y comenzaron a conocerse datos referidos al acopio y administración del recurso para, en base a dichos resultados, continuar la planificación de la política hídrica del gobierno provincial.
Esta unidad, que se define como el volumen total de agua dulce que se utiliza en las producciones es analizada en San Luis en su vínculo con el sector agroindustrial, que será empleado en función de una mejor gestión hídrica, tanto en la producción como en las cadenas de distribución.
Para disponer de una buena gestión y conservación de los recursos hídricos, el desarrollo de estos estudios resulta vital, insistió Tomasevich. “Los gobiernos tenemos un papel crucial en la búsqueda de nuevas herramientas que nos permitan alcanzar una mejor gestión de los recursos hídricos. Por eso, todos los esfuerzos e inversiones referidos a estudios e investigaciones hídricas, son uno de los pilares en la gestión de San Luis Agua”.
En el primer paso del estudio midieron el alcance del análisis y los sectores a investigar y que contempló el análisis de todo el territorio sanluiseño con observación y procesamiento de datos primarios y secundarios de los sectores agrícola y pecuario. Dentro de ellos trabajaron con una división geopolítica del mapa, a los fines de trasladar la información a las unidades ambientales e hidrológicas.
Uno de los aportes más destacados fue el del mapa de la vegetación de la provincia, que se utilizó para analizar los sectores agrícolas intensivo, extensivo y pecuario.
En la segunda fase, el equipo examinó la huella hídrica de los cultivos, contemplando su rendimiento y, luego, el requerimiento hídrico de los mismos. Utilizó el programa informático Cropwat, que aporta datos del clima, precipitación, cultivos y suelo. Así logran identificar los rangos de precipitación de acuerdo a las cuencas de la provincia.
Al observar que existen numerosas variables que inciden en el cálculo de la huella hídrica, se incluye además la variedad de zonas del mapa sanluiseño, las cuales difieren respecto de la temperatura, humedad, velocidad del viento y radiación. Entre esas variables, consideran el suelo, cuyas series son dominantes en alguna unidad cartográfica, tales como los suelos salinos y montañosos.
La segmentación para examinar la información primaria fue elaborada en base a las siete cuencas de la provincia y por departamento. Esta metodología utilizó además un alcance temporal del período 2006 a 2011. Sin embargo, de acuerdo al programa informático que se utiliza, se tuvieron que contemplar las precipitaciones década por década, además de las precipitaciones mensuales de los últimos años.
Otra de las variables a tener en cuenta fueron los cultivos, contemplando las especies, época en la que se producen y la viabilidad de planteos en secano. La provincia se dividió en 219 unidades agronómicas, a los fines de tener la mayor cantidad de unidades para sectorizar y facilitar el estudio.
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Por countries dejan sin agua a un pueblo originario



Salta: Desvían cauce de vertiente para Countries y dejan sin agua a 200 familias del Pueblo Lule en Finca Las Costas

Fecha de Publicación
: 13/11/2013
Fuente: Copenoa
Provincia/Región: Salta


Las obras se realizan en el Paraje Potrero Grande y los afectados por el desvió natural del cauce de agua son unas 200 familias de la Comunidad originaria de Finca las Costas del Pueblo Lule, que denunciaron ante la justicia ordinaria de esta provincia a los responsables de un emprendimiento inmobiliario privado, el que está captando el agua y que perpetraron el delito de daños a la propiedad comunitaria, rompiendo alambrados y talando árboles sin ningún consentimiento del Pueblo Lule.
El Dirigente originario David Torres, quien se desempeña como integrante del Concejo de Participación Indígena, en representación del Pueblo Lule, dijo a La Agencia de Noticias Copenoa que “la empresa Solid MD S.R.L a recomenzado las obras de canalización de aguas para un consorcio privado, no respetando el derecho de consulta que se debe hacer a los pueblos originarios en territorio relevado. Nosotros estamos exigiendo justicia y que se reconozcan los derechos de los pueblos originarios afirmados y reconocidos en la Constitución provincial y nacional, como todos los convenios internacionales que a argentina adhiere y en especial Salta. Estamos reclamando que se respeten los derechos invocados de consulta y el consentimiento libre a estar informado para hacer actividades dentro las tierras comunitarias el que debe ser reconocido por las diversas instituciones estatales, y en este caso privadas”.
Mientras el también dirigente de la Comunidad Lule Félix Corimayo, agrego: “este emprendimiento privado y los responsables de este consorcio que construye countries, barrios privados en cercanías de las tierras comunitarias de los Lules, están sacando agua de nuestro territorio por lo cual estamos reclamando a través de nuestra presencia acá en Potrero Grande y en la justicia, la sistemática violación de nuestros derechos al territorio ancestral”.

La causa en la justicia
La Dra. Mara Puntano quien es especialista en Derechos Indígena y representante Legal de la Comunidad originaria Lule, realizo la demanda legal que expresa: "La Comunidad Indígena Lules de Finca Las Costas con domicilio en Finca Las Costas, Municipio de San Lorenzo, Departamento Capital de la provincia de Salta, denuncio a La Cienaga S.R.L., La Secretaria de Recursos Hídricos y al Ministerio de Ambiente y Producción Sustentable de la Provincia de Salta, por violación de domicilio, (art. 150 del Código Penal) Daños (art. 183 C.P.), Usurpación (art. 182 C.P.), y por Abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionarios públicos por el art. 248 del Código Penal a los funcionarios públicos intervinientes, al haber destruidos alambrados y realizado depredación, extracción de árboles y plantas nativas. Movimiento de tierras y desviación de aguas superficiales y subterráneas sobre el territorio ocupado tradicionalmente por La Comunidad Indígena Lules de Finca Las Costas, sin la consulta previa a los pueblos indígenas ordenada por el Convenio N° 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes ratificado por Argentina por Ley 24.071"
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Universidad de La Punta modelo en gestión interna ambiental



La ULP, más cerca de convertirse en una universidad verde

Fecha de Publicación
: 24/10/2013
Fuente: ULP
Provincia/Región: San Luis


La gestión de residuos, el biodigestor, la planta de reciclado, el sistema de iluminación LED, el aerogenerador de baja potencia y los paneles fotovoltaicos son algunas de las iniciativas, que desarrolla ULP para el cuidado del medio ambiente.
La Universidad de La Punta (ULP), a través del programa Desarrollo Sustentable, lleva adelante iniciativas para promover el cuidado del medio ambiente. Estas actividades la convierten en una "universidad verde".
"Uno de los objetivos de la ULP es cuidar los recursos naturales, a partir de la generación y desarrollo de energías alternativas", explicó Luis Rastrilla, responsable de Desarrollo Sustentable. Y añadió: "Es una institución que está a la vanguardia en lo que respecta al cuidado del medio ambiente".

Los nuevos proyectos
•  Aerogenerador de baja potencia
En noviembre, la ULP, conjuntamente con el Ministerio de Educación y el Ministerio de Medio Ambiente, implementará un aerogenerador de baja potencia en su campus para generar energía eólica. Tal como adelantó Rastrilla, desde Desarrollo Sustentable se dictarán talleres en escuelas técnicas para difundir su utilidad.
"El aerogenerador trabajará con los datos de la Red de Estaciones Meteorológicas (REM) para hacer un mapa eólico y determinar cuáles son los lugares adecuados de la provincia para instalar aerogeneradores", adelantó Rastrilla.

• Paneles fotovoltaicos
Los paneles están formados por un conjunto de celdas, que producen electricidad por medio de la luz solar. El Parque Astronómico La Punta (PALP) es uno de los beneficiados con la instalación de estos paneles. 
Según Rastrilla: “La idea es sumar más paneles para alimentar con energía solar a algunas instalaciones de la Universidad”.

• Sistema de iluminación LED
En los próximos meses, la ULP instalará en su campus este sistema de iluminación, que permite reducir el consumo energético.
"De esta manera, lograremos disminuir la contaminación lumínica y el dióxido de carbono en la atmosfera", explicó. 

• Planta piloto de biodiesel
Uno de los desafíos para el año próximo es la instalación de una planta piloto de biodiesel, que permitirá transformar el aceite vegetal en un producto útil como el biodiesel.

Algunos de los "proyectos verdes" de la ULP
En 2014 la ULP continuará implementando la gestión de residuos en origen (generales, orgánicos y papel), a través de cestos distribuidos en todo el campus universitario. Además, promoverá la recolección de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE).
La gestión de residuos permitirá mantener en funcionamiento el Biodigestor, que funciona en la ULP desde hace un año y medio. El dispositivo produce energía limpia y renovable -el biogás-, que contribuye a la disminución del calentamiento global y al volumen de residuos destinados a disposición final.
También favorecerá la tarea de su Planta de Reciclado. Esta iniciativa tiene por objetivo concientizar a niños y adultos sobre la importancia de reciclar para reducir el volumen de residuos y evitar la tala indiscriminada de árboles.
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Apertura del II Foro de Desarrollo Sustentable

Bonfatti abrió el II Foro de Desarrollo Sustentable
Fecha de Publicación: 28/05/2013
Fuente: LT10
Provincia/Región: Santa Fe


El gobernador Antonio Bonfatti encabezó esta mañana en el Parque Independencia de Rosario el lanzamiento del lI Foro Latinoamericano de Desarrollo Sostenible, y plantó el primero de los 100 árboles que simbólicamente representarán la compensación de los gases de efecto invernadero que se emitirán durante el tiempo que dure la actividad.
El Foro, que se extenderá hasta el miércoles 29 de mayo, tendrá como tópico central el cambio climático, pero también se dividirá en diferentes ejes temáticos que posibilitaran el abordaje de la materia ambiental desde diversos puntos de vista.
"El cuidado y la preservación del medio ambiente es un tema que nos preocupa a todos", afirmó Bonfatti, al tiempo que precisó que "la provincia de Santa Fe tiene un Plan Estratégico y políticas de Estado consensuadas con la sociedad civil hasta el año 2030, donde el medio ambiente tiene un capítulo muy importante".
Asimismo, añadió: "Ya estamos trabajando y seguiremos impulsando el cambio en lo que hace a la generación, con miras a cumplir para 2016 lo que establece la ley nacional: que el 8 por ciento de la energía en nuestro país tiene que ser renovable".
También remarcó la importancia de "trabajar con los chicos en las escuelas para promover la idea de que es necesaria una generación de energía que sea más cuidadosa con el medio ambiente".
"El mundo se mueve a través de la producción y que para eso se necesita energía -había señalado previamente el gobernador-; por eso en la provincia hemos creado la Secretaría de Estado de Energía, que también cuenta con una Subsecretaría de Energías Renovables, porque somos conscientes del daño que los gases del efecto invernadero le hacen a la naturaleza", dijo.
"Desde allí estamos trabajando en varios proyectos que van a ser realidad en poco tiempo. Uno es el de la energía eólica, en el marco del cual hemos terminado la medición en tres lugares en la provincia donde es viable; la energía fotovoltaica en dos ciudades del norte santafesinos; tres emprendimientos eléctricos sobre el río Carcarañá; el biogás, a partir de residuos orgánicos; y el biocombustible", describió.
Del acto participaron la intendenta de Rosario, Mónica Fein; el intendente de Reconquista, Jacinto Speranza; el secretario de Medio Ambiente, Cesar Mackler; y el ex gobernador Hermes Binner, entre otros.
En el encuentro, especialistas ambientales, jóvenes, organizaciones civiles, empresarios, académicos y estudiantes de toda América, participarán en calidad de disertantes, conferencistas y asistentes, en distintos espacios como conferencias generales, mesas de diálogo, talleres, encuentros institucionales o en la Expo Ambiente.
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II Foro Latinoamericano de Desarrollo Sostenible

2° Foro Latinoamericano de Desarrollo Sostenible

Fecha de Publicación
: 26/05/2013
Fuente: Rosario Net
Provincia/Región: Santa Fe


La intendenta Mónica Fein presentó el II Foro Latinoamericano de Desarrollo Sostenible, que se desarrollará en la ciudad entre el domingo 26 y el miércoles 29 de mayo. El encuentro reunirá a alrededor de 12 mil participantes, de los cuales se espera que más de tres mil sean jóvenes.
Más de 350 disertantes inscriptos, que participarán de más de 120 espacios de debate que girarán alrededor de siete ejes temáticos (los mismos pueden conocerse en el sitio web del encuentro: www.forosostenible.com.ar), y que tendrá como única discusión central el cambio climático, desde la miradas de los gobiernos locales.
Durante el encuentro se volverán a dar debates sobre las prácticas específicas que favorezcan al desarrollo actual sin comprometer las generaciones futuras. Prácticas como el cuidado del agua, la educación, la salud, la movilidad, el tratamiento de los residuos, los modelos de gobernar, la inclusión social, nuevas economías y educación, construcciones sustentables, separación de residuos y energías renovables, entre otros, serán algunos de los temas que se tratarán en estos debates.
“Sabemos que hay una crisis de un modelo de sociedad que piensa sólo en el consumo como eje único de la felicidad. Y que ese consumo sin valores, sin parámetros, sin relación del daño que le hacemos al medio ambiente, sin discusión de los valores que se integran en una sociedad que cree que la felicidad está en el consumo, ponen en riesgo nuestra vida cotidiana, permanente y la vida de las futuras generaciones. Se viene un debate ético en la sociedad entre aquellos que pueden consumir todo y tirar todo y aquellos que no acceden a nada”, aseguró Fein.
Además, la intendenta recordó la edición anterior de este evento y enumeró metas y medidas tomadas al respecto. “El año pasado, cuando hicimos el primer foro, quedaron claras metas para el municipio de Rosario que estamos llevando adelante y que tienen que ver con tres ejes fundamentales que son disminuir un 10 por ciento de energía en todos los edificios públicos; modificar el uso del papel, usando papel reciclado; y la movilidad sustentable, promovida no sólo a través del uso de las ciclovías, sino que cada uno de los integrantes del municipio trata de moverse en forma sustentable, ya sea en colectivo, caminando o en bicicleta, como nos había propuesto el foro anterior”.
Por último, la titular del Palacio de los Leones sostuvo que “en este segundo foro redoblaremos el esfuerzo y el compromiso de las empresas e instituciones que vienen trabajando desde hace mucho tiempo, de las ONGs que tienen la responsabilidad de interpelar a los gobiernos y a la sociedad, para que entre todos cambiemos algunos paradigmas”.
En este sentido, ejemplificó y amplió aspectos sobre las ciclovías, de las que destacó como “muy importantes por dos aspectos: primero para generar una movilidad sustentable, y segundo para que cuando cada ciudadano vea una ciclovía se plantee si el único camino es el auto individual para llegar a la puerta del trabajo” y fue mas allá: “Para que los ciudadanos se planteen si esa acción cotidiana que hoy resuelve su tiempo no está afectando el tiempo de miles y miles de personas, sobre todo de las más vulnerables, que a veces tienen que recorrer más distancias y en peores condiciones”, concluyó la intendenta.
La segunda edición del Foro Latinoamericano de Desarrollo Sostenible volverá a ser un espacio de gran debate político. Como hecho central, ya está confirmada una reunión con más de 50 intendentes, que será presidida por Mónica Fein y la alcaldesa de Lima (Perú), Susana Villarán. También habrá acaldes de Bolivia, y se espera la llegada de mandatarios de localidades de México, Brasil y Ecuador.
Además, habrá una mesa conformada por ministros de Medio Ambiente de las provincias de Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Entre Ríos, y otra desarrollada por diputados nacionales.
En cuanto a las personalidades académicas más reconocidas que distinguirán al encuentro, y le darán su trascendencia internacional, se destacan – además de los alcaldes nombrados– Pedro Tarak (cofundador de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales), Ricardo Abramovay (economista de la Universidad de San Pablo, titular del Departamento de Economía de la USP y autor del libro “Más allá de la economía verde”), Abelardo Vásquez (presidente de la Red de Municipios de Perú) y Martín Santiago (coordinador de Naciones Unidas en Argentina), entre otros.
Cabe destacar también que, además de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), participarán representantes de las casas de altos estudios de Córdoba, Litoral, 3 de Febrero, Río Cuarto, Villa María, Comahue, Tucumán, San Martín, El Salvador y Noroeste, entre otras.
Por su parte, el secretario de Servicios Públicos y Medio Ambiente, Pablo Seghezzo, recordó que se encuentra abierta la pre-inscripción para el público asistente, que se tramita a través de la página que el evento tiene en Internet.
Seghezzo recordó que el encuentro será completamente abierto y público, por lo que se espera que se sume la mayor cantidad de gente posible, con el objetivo de realizar un debate más enriquecedor en torno a una temática como el cambio climático, que es central a la hora de pensar en una ciudad sostenible.

Encuentro en toda la ciudad
Los lugares donde se llevarán adelante las actividades serán alrededor de 20 edificios de la ciudad, entre los que se encuentran el auditorio del Parque España, el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa, la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales y la Plaza Cívica, entre otras sedes. Según la logística del encuentro, está previsto que haya hasta 15 charlas paralelas, y cada una de las mismas, y su locación se podrá conocer en breve en el portal del Foro.
Acompañaron a la intendenta en el anuncio los secretarios de Gobierno, Fernando Asegurado; de Servicios Públicos y Medio Ambiente, Pablo Seghezzo; el subsecretario de Medio Ambiente, Ricardo Bertolino, el subsecretario de Servicios Públicos, Diego Leone; y el director de Relaciones Internacionales, Sergio Barrios, entre otros.
También participaron de la presentación representantes de algunas de las más de 300 instituciones que se adhirieron como convocantes del foro, como organizaciones públicas, privadas y sociales, asociaciones, redes, casas de estudios, fundaciones, vecinales, clubes, cooperativas, mutuales,ONGs, empresas y medios de comunicación.
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Tompkins tambien hará agroecología

Tompkins dará a conocer su proyecto agroecológico

Fecha de Publicación
: 21/05/2013
Fuente: El Diario de Paraná
Provincia/Región: Entre Ríos


Dice que es un proyecto productivo “único en el mundo”. Se trata del emprendimiento agroecológico que desarrolla el magnate estadounidense Douglas Tompkins, en Santa Elena, departamento La Paz.
El multimillonario empresario estadounidense Douglas Tompkins presentará, este miércoles, su “proyecto productivo agroecológico”, que está desarrollando en la entrerriana ciudad de Santa Elena, departamento La Paz.
Según se informó a EL DIARIO, el propio magnate será quien informe a la prensa sobre su emprendimiento productivo, “único en el mundo”, en el que invirtió más de 20 millones de dólares.
El campo de Tompkins, Laguna Blanca, está ubicado entre Piedras Blancas y Santa Elena, donde desarrolló un proyecto productivo orgánico, en el que se puso “especial atención” al cuidado del suelo, para la plantación de árboles frutales, horticultura y cereales de máxima calidad. También tiene unas mil colmenas y gallineros móviles.
Desde que adquirió las tierras en el departamento La Paz, el magnate ha manifestado que su objetivo es demostrar “la viabilidad económica” de un modo de producción que en la Argentina ocupa una porción mínima de tierras cultivables.
En el campo de 3.000 hectáreas, un 60% de la superficie produce cebada, trigo, centeno, lino, damascos, nuez pecan, almendras e higos, entre otros. El sistema de siembra es en terrazas con curvas sobre las ondulaciones propias del terreno entrerriano, con ello dijo, permitió frenar la erosión del suelo. “Al comprar el campo tenía pesadillas cuando se anunciaban lluvias por la erosión que provocaban. Antes de hacer la curva de terrazas con la que frenamos cien por ciento ese proceso, yo estaba muy angustiado. Ese fue nuestro primer logro importante”, dijo Tompkins a Télam, en 2011.
 Por esa razón, el empresario mantendrá contacto con la prensa, este miércoles, para dar a conocer su proyecto, el que consideró “único en el mundo”.
Actualmente Laguna Blanca SA, tiene una gran inversión en el sector agroproductivo de la zona y apuesta a seguir invirtiendo, principalmente, en Santa Elena.
El estadounidense adquirió esas tierras en 2007 y desde entonces, según se indicó en una nota enviada al propio jefe comunal de Santa Elena Domingo Daniel Rossi, la tarea productiva estuvo y está orientada a una producción orgánica, “enfocándonos en la producción de productos saludables para el consumo humano”.
Asimismo, se explicó que uno de los objetivos primordiales de la empresa “es el respeto a la biodiversidad nativa y hacer esquemas productivos diversos que aporten una amplia línea de productos alimenticios de la región. No interesa la generación de una cuenta de alimentos”, se explicó desde la empresa Laguna Blanca SA.
El magnate es uno de los extranjeros con mayor cantidad de tierras bajo su dominio en la Argentina y tiene hectáreas en Corrientes, Santa Cruz, Neuquén y Tierra del Fuego.
Laguna Blanca, la estancia en donde lleva a cabo el emprendimiento el empresario estadounidense pertenecieron al publicista Ricardo Winitzky, quien se encuentra prófugo de la justicia peruana, por el manejo irregular de dinero de Vladimiro Montesinos y del ex presidente del vecino país, Alberto Fujimori.
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Jornada de desarrollo sustentable del Delta

Preparan una jornada sobre Integración y desarrollo sustentable del Delta del Paraná

Fecha de Publicación
: 16/05/2013
Fuente: Eco2Site
Provincia/Región: Entre Ríos


A fin de elaborar una propuesta común para llevarla a cabo de la mano de la comunidad  y lograr el tan buscado desarrollo sustentable, especialistas relacionados con las temáticas vinculadas a los procesos ambientales y productivos, disertarán en una jornada sobre “Integración y desarrollo sustentable del Delta del Paraná”.
De acuerdo a lo declarado a AIM por el presidente de la Sociedad Rural de Islas del Ibicuy (SRII), Armando Cadoppi, la actividad  se llevará a cabo el 15 de junio próximo, a las 10, en el Concejo Deliberante de Tigre (Buenos Aires).
En diálogo con esta Agencia, Cadoppi recordó que “el Delta del Paraná es un humedal que abarca alrededor de 1,7 millones de hectáreas, ubicado en las provincias de Buenos Aires (15 por ciento del área), Santa Fe (cinco por ciento) y Entre Ríos (80 por ciento)”.
Más adelante, el ruralista señaló que “el Delta aporta bienes y servicios ambientales imprescindibles para la sociedad y en particular, para las ciudades y comunidades situadas a lo largo de los ríos que lo delimitan. Desde hace varios lustros la región está viviendo un desarrollo importante, pero ahora se encuentra en el umbral de lo que puede ser la transformación más radical e irreversible, o del punto de partida para un desarrollo armonioso, consensuado y beneficioso para la sociedad en su conjunto”.
La Cuenca del Plata y en particular el Delta del Paraná, “tiene un inmenso valor ecosistémicos, potencialidad productiva y de desarrollo de distintas actividades que, -en la medida que encontremos las mejores alternativas técnicas para lograr producciones sustentables- está en condiciones de hacer un significativo aporte al desarrollo económico y social del país”, agregó el profesional.
Cadoppi afirmó que “para lograr el tan buscado desarrollo sustentable, es necesario convocar a  especialistas relacionados con las temáticas vinculadas a los procesos ambientales y productivos, a fin de elaborar una propuesta común para llevarla a cabo de la mano de la comunidad isleña”.
Este es el objetivo que tiene la presente convocatoria que, desde la Sociedad Rural de Islas del Ibicuy, Federación Agraria Argentina Delta, y las Fundaciones Metropolitana y Humedales / Wetlands International Argentina, “realizamos a todos los organismos y entidades vinculados con esta temática”.
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El ranking ambiental de ciudades argentinas

El ranking de ciudades argentinas con mejor y peor calidad ambiental

Fecha de Publicación
: 30/04/2013
Fuente: Perfil
Provincia/Región: Nacional


Por primera vez, investigadores del Conicet elaboraron un índice en base a los problemas ambientales y los recursos naturales y sociales de 511 partidos del país. Galería de imágenes
¿Cuáles son las localidades argentinas con mejor y peor calidad ambiental? Esa fue la pregunta que se formularon los investigadores del Conicet Guillermo Velázquez y Juan Pablo Celemín. Tras cinco años de trabajo y con la información más reciente disponible, elaboraron un ranking que se convirtió en el primer índice de calidad ambiental que abarca la totalidad del país: 511 departamentos/partidos. En el último puesto se ubicó Limay Mahuida, en el oeste pampeano. La localidad se caracteriza por su aridez, agravada por las obras de captación de aguas (la construcción del embalse El Nihuil), lo que agudizó el proceso emigratorio: sólo quedan 300 habitantes. Otros partidos que integraron los escalones más bajos son el de Presidente Perón, en el Gran Buenos Aires, y Rivadavia, en Salta. En el primer caso, por la presencia de basurales a cielo abierto, y en el segundo, debido a la falta de recursos naturales, como cursos de agua.
Para elaborar el índice, los investigadores tuvieron en cuenta 23 variables que engloban tres componentes principales: los problemas ambientales (confort climático, inundabilidad, basurales, contaminación, ruido, congestionamiento); los recursos recreativos de base natural (playas, espacios verdes, relieve, espejos y cursos de agua) y, por último, los recursos recreativos socialmente construidos, que incluyeron desde la estética y el patrimonio urbano hasta la valoración de los centros deportivos, culturales y comerciales. “Construimos una concepción amplia de lo que es el ambiente, por eso tener una buena calidad ambiental no significa solamente ausencia relativa de problemas, sino también presencia de elementos atractivos en el paisaje y el entorno”, explicó Velázquez, director del Centro de Investigaciones Geográficas (CIG) de la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires.
Además, el trabajo incluyó el análisis de variables objetivas, como el censo nacional, y subjetivas, para las que fue necesario realizar un trabajo más artesanal. Como describió Celemín, investigador del CIG, se realizó un relevamiento de campo y consultas con colegas de distintas regiones del país. “También fue fundamental el uso del Google Earth, sin esa aplicación el trabajo hubiese sido prácticamente imposible”, sostuvo.
Mala nota. Seis de las diez localidades con los peores índices de calidad ambiental están ubicadas en el Gran Buenos Aires (General Las Heras, San Vicente, Ensenada, General Rodríguez, Marcos Paz y Presidente Perón). Para Gustavo Buzai, doctor en Geografía, el principal problema se relaciona con la alta concentración de población y las actividades económicas en un espacio limitado (el Gran Buenos Aires tiene el 35% de la población en el 0,10% de la superficie de la Argentina). “El ambiente físico-natural tiene que soportar una gran presión del ambiente construido. Los habitantes urbanos sufren fuertemente la notable disminución de los servicios ecológicos y también las grandes fricciones dentro del ámbito construido, como los asentamientos residenciales en zonas inapropiadas cercanas a la contaminación de una industria, o sobre el valle de inundación de un río”, dijo el investigador del Conicet.
También las variables sociales inciden en el índice de calidad ambiental. Para la geógrafa Patricia Lucero, profesora de la Universidad de Mar del Plata, en general las más alarmantes son las vinculadas con la situación de pobreza, marginalidad y segregación espacial, aunque aclara que si la mirada es más abarcativa, “también preocupa la falta de seguridad de las personas y las catástrofes climáticas”.
Pero también hay lugares que se destacaron por tener el mejor índice de calidad ambiental del país. Así, el primer puesto fue ocupado por el departamento de Junín (conocido por la localidad de Merlo), en San Luis, seguido por Manuel Belgrano, en Jujuy; Malargüe, en Mendoza, y Bariloche, en Río Negro. El primer puesto se destacó por su relieve, espejos y cursos de agua. Sus problemas ambientales son relativamente menores y tiene un exclusivo microclima. El departamento de Manuel Belgrano, por su parte, tiene una gran vegetación y se ubica cerca de un centro termal (Termas de Reyes), lo que lo beneficia en términos ambientales.

Buenos Aires, en la posición número 200 de la lista
La Ciudad de Buenos Aires suele experimentar diversos embates ambientales como inundabilidad, contaminación, ruido y congestionamiento de tránsito, pero también posee recurso recreativos de base natural y social, lo que la ubica en una posición intermedia en el ranking nacional.
En este sentido, Velázquez explicó que dentro del conurbano bonaerense la mejor posición relativa la alcanzó Tigre, en el puesto 68, mientras que la Ciudad de Buenos Aires está en la posición 200 y La Matanza en la 451. “Esto sucede porque problemas ambientales como presencia de basurales, localizaciones peligrosas y con externalidades negativas, asentamientos precarios y otros problemas propios de la escala urbana no alcanzaron a ser compensados con atractivos como suficientes espacios verdes, cursos de agua, relieve u otros recursos escénicos o socialmente construidos.Justamente, en el caso de Tigre, la posición relativamente buena se explica más por el lado de los atractivos de base natural (río, delta, espacios verdes) que por la ausencia de problemas ambientales, ya que también los padece”, concluyó Velázquez.


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Misiones busca herramientas para preservar

Buscan compensación económica por preservar montes nativos

Fecha de Publicación
: 05/03/2013
Fuente: Territorio Digital
Provincia/Región: Misiones


El Comité de Cuencas del arroyo Ramón se reunió con técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) para analizar alternativas que sirvan de incentivo para los colonos que mantengan la cobertura verde.
Se trata de una necesidad que surgió a partir de que apenas el 10 por ciento de la cuenca del arroyo Ramón tiene cobertura de montes, una situación preocupante, ya que se trata del recurso que abastece de agua potable a cuatro localidades de la zona Centro.
José Alberto Gobbi, director del Centro Regional del Inta, dio detalles del programa de pago de servicios ambientales con fondos internacionales, que, de concretarse en la cuenca del Ramón, podría replicarse en otras zonas.
Sobre los alcances del plan, comentó que “hay productores que tienen distintos usos de la tierra y hay distintos productos que generan servicios ecosistémicos, que benefician al hombre, capturan nutrientes y generan un hábitat para la diversidad, pero no son rentables a largo plazo y entonces dejan de aplicarlo. La idea es apuntalar a esos productores y compensarlos para que sigan haciendo lo correcto”, remarcó.
Gobbi indicó que en la zona Centro existen determinados usos de la tierra y prácticas agrícolas y forestales que favorecen la calidad del agua y la regulación del flujo hídrico.
Si un productor tiene cobertura forestal adecuada, mantiene el bosque nativo o utiliza prácticas que son amigables con el medio ambiente, están generando beneficios al ecosistema.
“Por lo tanto, este programa pretende compensarlos económicamente, capacitación mediante”, precisó el funcionario.

En alerta
Además, alertó que “la toma de agua de la ciudad de Oberá comenzó a tener problemas y esto no se daba desde hace 20 años. Hay cambios en el uso de la tierra que hacen que se pierda el servicio de regulación del flujo de agua, por lo tanto se compensará a los productores aledaños de la alta cuenca para que sigan generando beneficios para toda la comunidad y para sí mismos”.
Ante este panorama, la Fundación Misiones Sustentable y la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo) trabajan en conjunto para tratar de revertir la crítica situación actual.
Ambas entidades encabezan el proyecto “Montes del Ramón”, dividido en tres etapas: diseño de un Sistema de Información Geográfica (SIG), difusión y creación de un foro.
La primera etapa avanzó alrededor del 80 por ciento; la tarea de promoción también tiene un importante alcance, mientras que la tercera fue la creación del Comité de Cuenca.
“La alta cuenca del arroyo Ramón está prácticamente deforestada. En la parte de la cuenca que corresponde al municipio de Oberá, hay sólo un 10 por ciento de cobertura de montes”, alertó el ingeniero Ricardo Hartel, presidente de la Fundación Misiones Sustentable.
Por ello, instó a elevar dicha superficie a un 50 por ciento de cobertura, con lo que “por lo menos aseguraremos las tasas de infiltración necesarias para mantener el cauce del arroyo con cantidad y calidad de agua”.
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La hora de las 'familias verdes'

La hora de las 'familias verdes'

Fecha de Publicación
: 28/01/2013
Fuente: Ecofield
Provincia/Región: Nacional


En un fenómeno incipiente que cruza urbanismo, domótica y arquitectura, la conciencia ambiental abandona su lugar de utopía hippie o discurso bienintencionado y desembarca en el centro de las casas
Estar duchándose y que de pronto se corte el agua porque uno tardó más de lo necesario es cosa de todos los días en casa de los Karamanian. "Estén como estén, si mis hijos demoran mucho, se quedan sin agua", explica Charly, padre de familia de 36 años, consultor de negocios, especialista en innovación tecnológica y, desde hace un año, el abanderado de la primera casa totalmente sustentable de la Argentina.
La idea surgió a principios de 2012, cuando él y su mujer decidieron que vivir junto a sus dos hijos y su perro en un "hogar verde" podía ser más que una ilusión. Vendieron su departamento de Belgrano, buscaron empresas como sponsors que los ayudaran a completar la inversión y eligieron un terreno en Cañuelas para la construcción de ese sueño al que llamaron "Casa G". Además, un estudio de arquitectura les ideó el plan que hoy está a sólo meses de concretarse, ya que los Karamanian estiman que entre mayo y junio de este año estarán viviendo ahí.
Aislaciones térmicas eficientes, uso de energías limpias y renovables, grifería provista de difusores y mecanismos para maximizar el ahorro del agua, mochilas de inodoros con doble descarga, recolección de agua de lluvia, iluminación LED, pileta con sistema de desborde finlandés, huerta orgánica, invernadero, riego por goteo, separación y reciclado de residuos y generadores de compost son sólo algunas de las características que tendrá esta futura vivienda (o vivienda del futuro, según cómo se mire). Si en principio parece una apuesta ambiciosa, digna de algún Guinness de la ecología, los Karamanian plantean lo contrario: es el punto más alto al que pueden llevar una filosofía que para ellos empezó hace tiempo y de manera gradual. Las prácticas que llevaban a cabo en su departamento las continúan ahora que viven en una casa alquilada hasta que se termine la construcción. ¿Qué hacen? Tienen su propia huerta orgánica en la chacra de unos familiares, separan y compostan los residuos orgánicos que generan ("reducimos en más del 50% el total de desechos") y evitan derrochar el agua de múltiples maneras.
"El agua potable es un recurso escaso y por eso fomentamos baños cortos, cerramos la canilla cuando nos lavamos los dientes, usamos lavavajillas y aprovechamos el vapor para planchar camisas o vestidos colgándolos en una percha mientras nos duchamos," explica Charly. Además, usan elementos de limpieza amigables con el medio ambiente, secan la ropa al sol, reutilizan aceites filtrándolos, abren lo menos posible la heladera y al descongelar alimentos, los sacan del freezer el día anterior para generar ahorro en el consumo eléctrico.
"Donde más nos cuesta ponernos de acuerdo es en el uso del aire acondicionado -dice Charly-. Pueden hacer cuarenta grados y a mí no se me cae una gota. Mi mujer prefiere el aire, pero con el termostato en 26."
Rodrigo Herrera Vegas, cofundador del sitio web sustentator.com , fue uno de los primeros en apoyar el proyecto de la Casa G. "Está alineada con la filosofía de Sustentator. Incorpora eficiencia energética, cuidado del agua, reciclado de materiales. Es un símbolo de lo que se puede lograr en materia de arquitectura sustentable", opina.
Sin embargo, a la hora de hablar de esto como una tendencia instalada, mantiene sus reservas: "En alguna medida, ser sustentable acá podría considerarse «medicina preventiva» y esto es alentador. Tenemos la oportunidad de cuidar nuestros recursos cuando todavía están mayoritariamente sanos. La contraparte es que al no haber una emergencia son pocos aún los que se ocupan de vivir así. Algunos proyectos, como los de utilización de energías renovables, son todavía muy costosos. Si la cuota de la compra de un colector solar (para calentar agua) fuera similar a la factura de gas, lo compraríamos sin dar vueltas. Especialmente porque una vez terminado de pagar, obtendríamos agua caliente gratis gracias a la energía del sol, en lugar de quemar gas", explica.

Una tendencia incipiente
Un estudio de la consultora Mindshare, pionera en instalar el término Lohas (cuyas siglas, tomadas del inglés, significan Lifestyle of Health And Sustentability ), determinó que el 62% de los argentinos prefiere consumir productos orgánicos y comprar aparatos eléctricos de bajo consumo, pero sólo el 47% sacrificaría su comodidad para colaborar con el cuidado del medio ambiente. De ahí que varios arquitectos especializados coincidan en que la "tendencia verde" basada en conjugar viviendas de bajo impacto ambiental con hábitos ecológicamente amigables sea todavía incipiente. "Es todo nuevo. La primera ola la empezaron las corporaciones y empresas que están construyendo edificios con certificación ambiental, conocida como LEED -explica Juan González Calderón, arquitecto, socio de CIH Soluciones Ambientales y Presidente de la Sociedad de Arquitectura Sustentable-. Como en Europa la conciencia ambiental está instalada, suceden dos cosas: o abren sucursales las casas matrices de las empresas extranjeras o las imitan las nacionales."
¿Y qué es exactamente LEED? Bueno, a grandes rasgos puede definirse como una herramienta de diseño energético y medioambiental del US Green Building Council, cuyos principios son la calidad del medio ambiente interior, la eficiencia energética, el correcto manejo de aguas, el desarrollo sostenible del lugar y la adecuada selección de los materiales. González Calderón puntualiza: "Los requisitos van desde la elección del terreno para construir, que debe tener acceso directo a los transportes públicos y comercios para evitar el uso del auto, hasta la eficiencia energética que se logra con buena orientación y aislaciones, la posibilidad de captar agua de lluvia y reutilizar aguas grises (de la ducha y el lavadero) o los créditos por la polución lumínica, es decir, que no queden las luces del edificio encendidas toda la noche, por ejemplo".
Aunque según datos de Colliers International , se prevé que para 2013 los edificios sustentables tendrán un 85% de participación en el mercado de oficinas del país, Juan aclara que el caso de los clientes particulares es distinto: no hay tanta demanda (salvo el caso de los Karamanian, cuya casa, de hecho, diseñó). De todas formas, él trata de incorporar estos conceptos cada vez que puede. Lo hizo hace poco, con una familia que quería construir una casa de fin de semana en Pilar. Después de una charla con él, las decisiones fueron concretas: poner techo verde, paredes con dos capas de ladrillos para lograr mejor aislamiento, galerías para aprovechar la luz del sol y lámparas de bajo consumo.
"Los techos verdes me encantan porque absorben el agua de lluvia y contribuyen a evitar las inundaciones que son consecuencia de la falta de superficie absorbente que hay en Buenos Aires. Por otro lado, esa masa térmica que forman los veinte centímetros de tierra facilita el aislamiento haciendo que la casa sea más fresca en verano y más caliente en invierno y, por si fuera poco, el pasto y la tierra atraen pájaros, plantas, abejas, naturaleza", dice el arquitecto.
Eso mismo pensó Ana Rascovsky al incorporar este elemento a su reciente creación. Ana es arquitecta, mentora y habitante del edificio Vilela, en Núñez, innovador y eco friendly por igual. Se trata de una gran caja de vidrio mediada por una cortina vegetal. Las plantas protegen el interior del sol, pero además transforman en naturaleza una obra de arquitectura. Así, la cortina es un "jardín vertical" que permite un contacto directo con la vegetación. Ella misma, en su terraza, colocó pasto y creó su huerta. Recolecta agua de lluvia para riego y usa el medio de transporte que menos polución genera para ir a la oficina: caminar. "Me atrae la relación de la arquitectura con la naturaleza y los materiales poco usados en el mercado, de origen natural. La relación del interior con el exterior es uno de los temas en los que se centra mi trabajo. Yo construyo de la forma en que me gusta vivir", explica con su beba Alexia en brazos, mientras su hijito Anton riega las plantas de su selva privada.

La (no tan) vieja guardia
Los hábitos cambian. De a poco, pero cambian. Si bien la práctica sostenida de una conducta sustentable está lejos de ser moneda corriente para la mayoría de los argentinos, muchos incorporan alguna característica, tal vez sumándose a la ola verde sin cuestionarse el porqué. "Early adopters -define Rodrigo Herrera Vegas-. Como en el mundo de los chiches informáticos, la ecología también tiene sus early adopters . Son curiosos y tienen los recursos económicos para comprarse lo último, pagando el doble de lo que costaría ese dispositivo un año más tarde. El early adopter es el «techno-hippie» al que le importa la naturaleza, pero también su propio nivel de confort: no está dispuesto a resignarlo, pero quiere tener una baja huella ambiental. Un ejemplo es el calentador solar para piletas, que alarga la temporada unos dos meses. Es un objeto de lujo, pero su contraparte es que es un termotanque, quema litros y litros de gas."
En la vereda opuesta, están aquellos que vienen gestando la idea desde hace rato y que ahora dan forma global a sus hábitos conjugando prácticas cotidianas con viviendas a tono. La paisajista Carolina Lozano tiene terraza verde desde hace ya diez años. Es la mujer del arquitecto Pipo Pacheco y la dupla es verde por donde se la mire: él construye edificios sustentables, ella es dueña de un vivero donde están prohibidos los venenos y agroquímicos. En su casa, se traducen los conceptos que ambos profesan. "Tengo huerta, compost, reciclo la basura, casi no enciendo las luces y por elección no tenemos aire acondicionado, para no derrochar energía -dice Carolina-. Esto puede verse más ahora, pero para nosotros no es raro. Nuestros hijos fueron a escuelas Waldorf, también están familiarizados." Como si la idea de "familia verde" fuera más bien un concepto integral, personas que levantan la misma bandera en distintos planos: sus trabajos, sus hábitos, sus casas, sus vidas. Es también el caso de los Möhle, que arrancaron en los noventa con huerta propia en su casa de Cardales y hoy, bajo el nombre de "Roco", proveen de verduras orgánicas a los principales hipermercados del país. Hectáreas verdes, arbustos con flores, un invernadero que protege la cosecha, estanque con agua de lluvia, una montaña de compost transformándose en tierra fresca y dos perros juguetones dan forma a la postal familiar de este matrimonio y sus hijas, de 19 y 21, que se plegaron a la movida como si no existiera otra manera de vivir. "Nos criamos así, y seguimos haciendo lo que hicimos siempre: separamos y reciclamos la basura; lo orgánico lo ponemos en el compost, y las tapitas, el cartón, el papel y el vidrio los llevamos a reciclar", cuenta Elisabeth, que estudia Ciencias Ambientales y es, al igual que su hermana Ángeles, vegetariana "por amor a los animales y por razones ecológicas". Al ser de pozo, los Möhle cuidan el agua como un tesoro. Y cosechan frutas, descartan el aire y la televisión, reutilizan el agua de lluvia para regar. Aunque son felices en este paraíso bucólico, las chicas viven parte del año en Capital para estudiar. Ahí, en medio del ritmo urbano, siguen compostando y separando la basura. Elisabeth dice que no le molesta tanto que sus vecinos no reciclen como que compren cosas con mucho envoltorio o tiren papeles en la calle. "Igual no decimos nada -aclara Corina, la mamá-. Cada uno vive como quiere, nosotros tenemos nuestros argumentos; ellos tendrán los suyos."

Los 5 pecados ambientales
Aquello que más hacemos en nuestra vida cotidiana y que muchos comenzaron a cambiar
1 Uso del auto particular. A diario circulan en la ciudad 1,8 millones de vehículos. A la generación de gases contaminantes se suman los niveles de ruido. Usar el transporte público o la bicicleta es más saludable para uno y para el ambiente
2 Derroche de agua. AySA suministra 500 litros de agua por día por habitante. La OMS indica que, para subsistir, uno necesita 50 litros diarios para beber y cocinar. Los porteños consumen diez veces más
3 No separar residuos. Se estima que cada persona arroja un promedio de un kilo y medio de basura por día en Capital Federal. Al menos el 40% de todo eso que se tira es reciclable (plástico, cartones, papeles, entre otros)
4 Mala alimentación. El principal "error" es no comer frutas y verduras de estación. Respetar los ritmos de la naturaleza es un desafío, no sólo se contribuye a la buena alimentación sino también a la no degradación de suelos
5 Deficiencia energética. Sobre todo por el uso indiscriminado del aire acondicionado y de la luz eléctrica. De las emisiones totales de gases efecto invernadero de la ciudad, un 57% corresponde al sector de la energía
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Huella hídrica, la certificación que viene

Huella hídrica, la certificación que viene

Fecha de Publicación
: 24/09/2012
Fuente: Los Andes
Provincia/Región: Nacional


Se perfila como uno de los nuevos requerimientos que impondrán los mercados más exigentes. Calcula el volumen total de agua necesaria para producir un bien. En Mendoza ya existen agroindustrias interesadas en reducir la cantidad de agua que utilizan en sus procesos.
El interés de los países centrales por conocer en qué medida se afecta el ambiente en todo el ciclo de vida de cada producto que consumen (desde la producción primaria hasta el proceso de disposición final de los residuos), se traduce paulatinamente en mayores exigencias para quienes proveen de esos bienes.
Investigadores de organismos públicos y de empresas privadas han desarrollado métodos que permiten cuantificar el impacto ambiental de esos ciclos, obteniendo protocolos para minimizarlos y procedimientos de control y seguimiento de esas prácticas sustentables.
Francia, Alemania y Japón, entre otros, han legislado sobre el tema y es de prever que algo similar ocurra en otros países. Si bien no se conocen aún antecedentes de prohibiciones del ingreso de productos a esos mercados, se sabe de casos en que los importadores priorizan la adquisición de productos con esas huellas de afectación ambiental cuantificada, preferentemente certificadas, por sobre los que no han sido sometidos al estudio correspondiente.

Indicador de sostenibilidad
La Ing. química Bárbara Civit, investigadora del Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales del Centro Científico Tecnológico Mendoza del Conicet, señala que “la idea de sostenibilidad se fundamenta en asegurar que los recursos disponibles no se consuman más rápido de lo que se renuevan y que los desechos y emisiones no se liberen con mayor velocidad que aquella a la que pueden ser absorbidos por los distintos sistemas”.
La especialista, que integra también el grupo científico Cliope de la Facultad Regional Mendoza de la Universidad Tecnológica Nacional -que investiga sobre energía, ambiente y desarrollo sustentable-, explica que diversos indicadores han sido propuestos para cuantificar la sostenibilidad de un producto, un emprendimiento o una actividad y que “entre ellos, el concepto de huella (como una medida cuantitativa de la apropiación de los recursos por parte del hombre) ha cobrado fuerza en la última década entre investigadores y científicos, pero también entre productores, consumidores y tomadores de decisión, de manera que una huella es entonces un indicador de sostenibilidad”.

Las tres huellas
Hasta el momento, han sido definidas la huella ecológica, la huella de carbono y la huella hídrica (ecological footprint, carbon footprint y water footprint, respectivamente en inglés). La primera de ellas es “una medida de la carga impuesta por una población dada, a la naturaleza”. La huella ecológica relaciona los consumos y las emisiones que se producen como consecuencia de las actividades humanas, con la superficie del planeta que se necesita para proveer recursos consumibles y absorber las emisiones y residuos generados.
La de carbono está íntimamente ligada a las emisiones de gases de efecto invernadero y al cambio climático, y se define como la cantidad neta de gases de efecto invernadero emitidos por un producto, un individuo, una organización o una nación en un período de un año.
“La huella hídrica es, de las tres, la más recientemente definida, y se refiere al cálculo del volumen total de agua consumida o contaminada -directa o indirectamente- por unidad de tiempo, para producir un bien o un servicio, o que consume un individuo, una comunidad o una fábrica”, detalla Civit. El concepto es análogo al de la huella ecológica, pero cuantificando agua en lugar de superficie productiva.
“Este modo de cálculo -revela- ha permitido determinar, por ejemplo, que tomar un pocillo de café equivale a consumir 140 litros de agua, o que comer 1 kilo de asado representa beber 16.000 litros de agua, porque se tiene en cuenta toda el agua utilizada en los procesos involucrados en la cadena de suministro del producto”.

Primeras señales
La Lic. Gabriela Puchol, auditor líder en Cuyo de Det Norske Veritas (DNV), uno de los principales verificadores de gases de efecto invernadero independientes que operan a nivel mundial (con oficina central en Oslo, Noruega), indica que “la mayoría de las empresas están recién comenzando a pensar en el cálculo de la huella de carbono y algunas ya lo están haciendo, pero hasta ahora pocas la certificaron en Argentina”.
Puchol señala que “hay, sí, muchas consultas, sobre todo por huella de carbono y en menor medida por huella hídrica”. El mayor número de esas consultas son de empresas de la industria alimentaria, como también de los rubros cemento, minería y electrodomésticos. “En la región de Cuyo -aclara- principalmente son empresas del área vitivinícola y los proveedores de esa industria (corchos, etiquetas, envases, etc.); además de empaque de uvas y, en otras regiones, procesamiento de frutas cítricas, entre otros sectores. Establecimientos que elaboran otros productos como snacks, azúcar, galletas, caramelos, gaseosas, también nos están consultando”.
La referente zonal de DNV supone que “cuando esté terminada la Norma ISO 14067 podrían comenzar a exigirla varios países, pero a la fecha no hay nada cierto”. Admite que “hoy es más bien una exigencia de algunos distribuidores mayoristas y minoristas; en algunos casos están recomendando que la calculen, pero no queda excluida la posibilidad de venderles si no tienen el cálculo de huella de carbono”. Pero aclara que “en nuestra experiencia, vemos que algunos mayoristas o importadores compran más a las empresas que ya tienen el cálculo”.
Esto es consecuencia de que “los consumidores de algunos países buscan empresas comprometidas a reducir la emisión de gases efecto invernadero, por lo cual los productos con el cálculo de huella son preferidos en las góndolas. Esto sucede en algunos países de Europa, Asia, principalmente, pero hasta ahora no hay exigencias gubernamentales”, sostiene Puchol.
Por su parte, Oscar Pinco, socio de la certificadora Green Solutions Argentina, señala que “la huella y la huella del agua están íntimamente vinculadas, porque en el mundo ya se está hablando de la huella ecológica”. Revela que “en Argentina, estamos trabajando concretamente con una empresa de Tucumán, una de las grandes citrícolas del país (la principal exportadora de limones de Suramérica), haciendo una auditoría de huella de carbono y huella de agua, porque uno de sus clientes, de Alemania, ya le está pidiendo la certificación de huella de agua también”.
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El impacto de la expansión agrícola en el NOA

En 30 años, el NOA podría inundarse con agua salada

Fecha de Publicación
: 14/07/2012
Fuente: Info Campo
Provincia/Región: NOA


Investigadores de la Fauba advierten sobre el impacto de la expansión agrícola. El ascenso de las napas en el este de Salta podría causar anegamientos, salinizar los suelos y hacerlos improductivos.
Los cambios generados en el uso del suelo por la expansión de la frontera agrícola están acelerando procesos que en la naturaleza demoraron miles de años en manifestarse y que hoy comienzan a amenazar seriamente su productividad.
Dos estudios de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) advierten sobre las consecuencias del desmonte en Cuyo y en el NOA, vinculadas con ascenso de las napas freáticas y a la salinización de los suelos. En Australia ya se perdió el 10% del área agrícola por este fenómeno, que en sólo 30 años podría llevar a que parte del noroeste argentino, donde hoy se produce alimentos, se inunde con agua salada.
Los estudios, que también involucran a la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), se concentran en planicies semiáridas de las regiones Espinal y Chaco, en las provincias de San Luis, donde apareció un nuevo río de la noche a la mañana, con cauces de 10 metros de ancho y 5 de profundidad, y del este de Salta, donde el desmonte y la siembra de cultivos (principalmente la de soja) crecieron de manera exponencial en los últimas años.
“El reemplazo de la vegetación semiárida por agricultura de secano genera mayor humedad en el suelo, lavado de sales de los perfiles y un posible ascenso de los niveles freáticos”, resumió Celina Santoni, quien estudió el tema en su tesis de posgrado en la Escuela para Graduados de la FAUBA, bajo la dirección de Esteban Jobbágy, pionero en la investigación de este proceso desde el Grupo de Estudios Ambientales de la UNSL e investigador del Conicet.
Los trabajos, que también financiados por el Instituto Interamericano de Para la Investigación del Cambio Global (IAI), el Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCyT) y el Conicet, e involucraron la participación de José Paruelo, Gervasio Piñeiro, Victoria Marchesini, Laura Amdan y otros investigadores de las cátedras de Ecología y Métodos Cuantitativos de la FAUBA.
Según Jobbágy, el Nuevo Río (como se lo denominó en la provincia cuyana) es una señal temprana de los grandes cambios provocados en el uso de la tierra: “Los sedimentos pasaron allí 9 mil años sin sufrir incisiones ni procesos parecidos. Pero desde los ´70, los niveles freáticos subieron hasta 10 metros y, de la noche a la mañana (realmente, no metafóricamente), el ascenso de las napas generó una ruptura por donde corre el agua en forma permanente, aun en la estación seca”. ¿Qué cambió en estos años para generar tal impacto? “Lo que resulta único del presente es el disturbio agrícola: 90% de la cuenca esta desmontada”, aseguró el investigador.
“Los bosques secos en estas condiciones de clima suelen alojar naturalmente una enorme cantidad de sales en el suelo muy profundo, a más de dos metros de profundidad. Esto es el resultado del consumo exhaustivo de agua que hace la vegetación natural y que lleva a que se acumulen sales en profundidad por siglos o milenios, y que las napas freáticas se mantengan profundas. La agricultura cambia esta condición, generando fugas de agua en profundidad. Con el tiempo esto lava las sales, las transporta a la napa, eleva su nivel y, en muchos casos, causa salinidad en superficie cuando las napas entran en contacto con la atmosfera”, explicó.
En Australia existe un antecedente denominado dryland salinity que provocó al ascenso de los niveles freáticos, con aguas totalmente salinizadas, producto del lavado de las sales acumuladas naturalmente en los suelos en profundidad. El resultado final son grandes hectáreas de suelos inundados con aguas salinas o suelos totalmente salinizados e improductivos. Esto ocurrió después de más de 100 años de uso agrícola de las tierras, que originalmente tenían bosques de eucaliptos.
“Asociamos esa situación con lo ocurrido en San Luis, en la cuenca del Nuevo Río (una de las más antiguas deforestadas en el país, con 70 años de historia agrícola), donde ya se perdieron muchas hectáreas de tierras y la salinización de napas superficiales es un problema incipiente”, apuntó Santoni. Sin embargo, el ascenso de niveles freáticos no causó anegamientos y salinización como en Australia, sino la ruptura del terreno por un proceso particular: “Se trata de una cuenca con pendientes más altas que las típicas de nuestras llanuras y con sedimentos eólicos muy nuevos y, creemos, susceptibles a la ruptura por napas que fluyen a mayor velocidad”, dijo Jobbágy.
En el NOA, las investigaciones arrojaron coincidencias con San Luis, Australia y otras planicies semiáridas de Estados Unidos, según Amdan, quien estudió las consecuencias del desmonte sobre la recarga de agua subterránea y la salinización de suelos en Salta. Su trabajo se presentó junto a otras tesis coordinadas de la licenciatura en Ciencias Ambientales de la FAUBA ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para evaluar el impacto ambiental acumulativo del desmonte en cuatro departamentos del este salteño (San Martín, Orán, Rivadavia y Santa Victoria), que en las últimas tres décadas tuvieron el mayor crecimiento agrícola del país, en detrimento del bosques.
“El desmonte cambió radicalmente el sistema radicular”, dijo Amdan, y explicó que las raíces de la soja (el cultivo extensivo más difundido en el este de Salta) no logran absorber la lluvia como lo hacían los árboles. Esto hace que el agua atraviese todo el perfil del suelo y transporte las sales acumuladas por milenios hasta las napas. Si el monocultivo de soja persiste, con el tiempo las napas comienzan a ascender con las sales, hasta llegar a la superficie. Y esto podría suceder, según las conclusiones de Amdan, en un período de entre 30 y 100 años, según la edad del desmonte, la  cobertura y el manejo agronómico. En el caso de las pasturas, que se siembran como alimento para el ganado, el proceso podría demorar hasta 250 años.
“El problema está identificado, tenemos evidencias in situ y experiencia de otras regiones similares sobre cómo es la dinámica del proceso y sus posibles consecuencias. La señal en Salta es fuerte y las consecuencias son severas. No podemos sentarnos a esperar de brazos cruzados para ver cómo el sistema resuelve naturalmente el cambio”, advirtió.
“Entendemos que el modelo productivo presiona para obtener una rentabilidad máxima inmediata, pero el costo a largo plazo puede ser tan alto que no haya retorno posible y la pérdida de productividad, así como la capacidad de producir alimentos, sean netas”, concluyó Amdan.
Por esta razón, los investigadores se concentran en remediar o frenar el proceso y proponer sistemas alternativos de manejo del suelo que, sin limitar las producciones agrícolas típicas de ambientes semiáridos y las tendencias productivas actuales, retrasen o anulen el efecto de recarga subterránea y la salinización del agua y los suelos, antes que sea demasiado tarde.
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Argentina no quiere la "economía verde"

La Argentina: no a la "economía verde"

Fecha de Publicación
: 19/06/2012
Fuente: La Nación
Provincia/Región: Nacional


Mientras Brasil trabaja contra el reloj para impedir que sucumba la Cumbre de la Tierra Río+20 , la delegación argentina que llegará mañana a esta ciudad tiene una posición tomada: dirá que no a la "economía verde". Así lo confirmaron fuentes oficiales, días antes de arribar a la ciudad carioca.
"Estamos camino a una guerra comercial -sostuvo Silvia Révora, subsecretaria de Planificación y Política Ambiental de la Nación-. Detrás del concepto «economía verde», que los países centrales promueven como eje del modo productivo del nuevo milenio, se esconden trampas de diferentes colores: con la excusa del control ambiental, algunas empresas se volverán certificadoras y otras dirán qué productos consumir bajo ciertos estándares de producción".
La drástica posición argentina es la que suscribe el G-77, un paraguas bajo el cual están varios países emergentes, entre ellos Brasil y la India, a la que también se ha sumado China. El argumento critica especialmente el establecimiento del etiquetado de los productos y la huella de carbono (la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos por un individuo, organización, evento o producto) como medidor de sustentabilidad.
La Argentina también está en contra de la propuesta de gobernanza mundial traducida en la transformación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en una agencia autónoma. Es que el Gobierno interpreta como una amenaza a la soberanía la imposición de estándares que deban cumplir todos los países. China, el mayor contaminador del mundo, también suscribe a esta tesis, y Estados Unidos, distante de la agenda ambiental, nunca estuvo en un lugar más cómodo, ya que dejó de ser el malo de la película.
La postura oficial generó un quiebre con las organizaciones ambientalistas argentinas. Después de que Révora las acusara de defender "intereses imperialistas", Greenpeace respondió con críticas a la política ambiental nacional y recibió adhesiones de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y de Los Verdes.
"No se entiende la negativa del Estado argentino. No se puede negar que hay que cambiar el modelo económico. Todavía no está definido el concepto de «economía verde», pero lo peor que se puede hacer es ni siquiera discutirlo. Este es el ámbito donde se pueden insertar los cambios. Además, la Argentina defiende el desarrollo sustentable mientras no puede justificar que no lo aplica. Está muy bien defender la soberanía, pero no hay que olvidar las responsabilidades que eso conlleva", indicó María Eugenia Di Paola, de FARN, que participa de la cumbre.
"Como organización ambientalista no podemos adherir a una posición de gobierno que enumera como logros leyes y programas ambientales que son una conquista de la sociedad civil a través de sus demandas públicas frente a diferentes gobiernos y al sector corporativo, pero que hoy son sistemáticamente ignoradas. Leyes como la de protección de bosques nativos, de protección de glaciares, de promoción de las energías renovables, de gestión de residuos, entre otras, hoy no son respetadas, ya sea por su vaciamiento económico, su falta de implementación, la falta de reglamentación de artículos clave o la falta de promoción", indicó Greenpeace Argentina en un comunicado. Juan Carlos Villalonga, de Los Verdes, agregó: "Es muy reduccionista pensar que una agencia pueda solamente generar barreras paraarancelarias. Hay distintas ideas de estructura. Todos estaríamos muchísimo peor si no existiera un espacio supranacional al que recurrir".
Más de 300 diplomáticos brasileños trabajan en el documento final, cuyo borrador cambió completamente. Las metas y los objetivos desaparecieron y se ha convertido en un compromiso más general. A pesar de que en el primer borrador no aparecía la minería como una industria para dar apoyo, fue incorporada. El agregado no fue vetado por los países desarrollados, pero tampoco por los países en desarrollo. En la redacción del documento no se incluye el impacto social que pueden tener los emprendimientos.
Mañana llegarán aquí los jefes de Estado. Y el viernes debería ser firmado el compromiso final. Ese día se sabrá si sólo se trata de un enunciado de buenas intenciones.
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La política argentina ante Río+20

“Quieren trasladar su crisis a nuestros países”

Fecha de Publicación
: 14/06/2012
Fuente: Página/12 - Edición del 10/06/2012
Provincia/Región: Nacional


Río de Janeiro será el escenario de la disputa entre países centrales y en desarrollo sobre conceptos ambiguos como “economía verde”.
La cumbre ambiental Río+20, que en unos días concentrará en la capital carioca a presidentes y funcionarios de casi doscientos países, será escenario de una nueva disputa entre las naciones centrales y el grupo de países emergentes o en vías de de-sarrollo, nucleados en el G-77 más China. Uno de los ejes de la controversia es el concepto de “economías verdes” que, para el gobierno argentino y sus socios de América latina, es una suerte de trampa tendida por las potencias y sus aliados para poner freno a las exportaciones cuando no cumplen con ciertos parámetros “verdes”. El otro foco de conflicto es la posible creación de una agencia internacional, que tendría el poder de policía para hacer cumplir con indicadores y premisas, inspecciones que los países interpretan como la antesala a restricciones comerciales.
A diez días de la firma del documento, todavía no hay consenso. Los diplomáticos trabajan contra reloj: hace una semana las delegaciones estuvieron reunidas en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, y esta semana volverán a encontrarse en Río de Janeiro. El documento que redactaron dos funcionarios de la ONU designados por Ban Ki-moon tiene ochenta páginas y muchos de sus párrafos son cuestionados por los representantes de los países en desarrollo. Estos diplomáticos están ante una doble presión: no ceder en la defensa de sus intereses estratégicos y, a la vez, no hacer fracasar la cumbre, que pretende avanzar sobre los logros obtenidos hace 20 años en otra cumbre, en esa misma ciudad. El desafío se multiplica para el gobierno de Brasil, también crítico del documento, por su condición de anfitrión.
“En esta negociación, la Argentina ha encontrado aliados importantes, como la India y Egipto, que se sumaron a los socios del Mercosur”, dijo la subsecretaria de Planificación y Política Ambiental, Silvia Révora, una de las negociadoras argentinas, en una entrevista con Página/12.

–A días de la cumbre, ¿qué consensos y qué diferencias hay entre los países?
–El documento para Río+20 se viene trabajando desde hace muchos meses y, como no se ha avanzado en el consenso entre los países centrales y los del G-77 más China, en estos días se estuvo viendo si se cerraba un acuerdo. El G-77 más China, que son 132 países sobre un total de 193, que tiene a la mayoría de la población mundial e incluye a países emergentes como China, India y Brasil, ha estado trabajando muchos meses en este documento. Hasta ahora, no hay consenso. Evidentemente, el documento que va a salir no será un documento que refleje nuestra posición y si no nos refleja, cada país hará sus reservas.

–¿Cuáles son los grandes ejes de la divergencia?
–La gran divergencia es que los países centrales están planteando el concepto de “economía verde” como el nuevo paradigma ambiental para salvar el planeta. Nosotros planteamos que no hay una definición de economía verde, por lo tanto, no podemos apoyar algo que se desconoce. No estamos de acuerdo en sustituir el concepto de desarrollo sustentable, que es mucho más ambicioso y que implica un cambio en el modelo de producción y consumo que nos ha provocado esta crisis ambiental. Como G-77 planteamos que ese cambio lo deben liderar los países centrales, que son los que han impuesto ese modelo global de consumo y de producción insustentable, que se basa en una falacia: que los recursos naturales son infinitos. Producimos y consumimos como si fuéramos a tener una cantidad infinita de agua, de petróleo, de tierra.

–Los países centrales no aceptan eso.
–Ese es el problema central: los países centrales no asumen su responsabilidad primaria. Lo que plantean es que los costos de la crisis ambiental, por ser planetaria, los tenemos que asumir todos por igual. Países pobres, en desarrollo y ellos. Cuando son ellos los que han causado esta crisis ambiental.

–No admiten que la responsabilidad no es la misma para todos.
–En el plenario, plantearon borrar el principio de responsabilidades comunes y diferenciadas. No-sotros, como G-77 más China, tenemos premisas que no son negociables. Una es ésa, la otra es nuestra soberanía respecto del manejo de nuestros recursos naturales. No vamos a delegar el control ambiental a ninguna agencia globalizada que nos imponga lo que tenemos que hacer con nuestros recursos naturales ni parámetros de cumplimiento. Porque esto de la economía verde es una trampa.

–¿En qué consiste esa trampa?
–Ellos pretenden poner indicadores y parámetros para la producción de bienes y servicios y aquel que no los cumpla, no va a poder exportar.
Por supuesto que eso nadie lo dice. El planteo de ellos es un planteo naïf: vamos a salvar el planeta.

–¿Cuáles serían las consecuencias?
–Una gran parte de los países centrales está queriendo trasladar su crisis a los países en desarrollo utilizando el tema ambiental. Si exigen el cumplimiento de estos parámetros que quieren imponer con la economía verde, va a haber una transferencia enorme de recursos de los países en desarrollo a los desarrollados, porque los que tienen la tecnología son ellos, y nos van a obligar a comprar la tecnología y a endeudarnos. Nuestro planteo de desarrollo sustentable implica la erradicación de la pobreza nosotros, como países latinoamericanos, tenemos mucho que mostrar en Río: cómo hemos bajado los niveles de pobreza, al contrario de los países desarrollados, donde en este momento va creciendo la pobreza.

–Nuestros países han disminuido los niveles de pobreza, pero ¿se han desarrollado en forma sustentable?
–En este momento, no hay ningún país que pueda plantear que tiene un desarrollo sustentable, es nuestra utopía. Se plantea que otro tipo de desarrollo es posible. Porque el desarrollo sustentable implica que produzcamos en forma eficiente, con un uso muy racional de nuestros recursos, y consumamos en función de nuestras necesidades básicas, no permitiendo el derroche. Lo que vemos es que en nuestros países hay sectores de la población que tienen que aumentar su consumo pero también hay un sector importante que tiene que evitar despilfarrar recursos naturales a través de consumo insustentable. Por ejemplo, cuando se compran productos que tienen una vida útil muy corta o que requieren un uso intensivo de electricidad o de materias primas.

–Si el modelo económico argentino permitió aumentar el consumo, ¿podemos decir entonces que este modelo es sustentable?
–No, nadie dice eso. Lo que tenemos en la Argentina es una réplica del modelo impuesto en el planeta y que nosotros no lo vamos a poder cambiar si no lo cambian ellos, que son los que tienen el gran poder económico. Por eso, el G-77, cuando se habla de economía verde, le plantea a los países centrales que ellos lideren este cambio de modelo de producción y consumo. Nosotros no lo vamos a poder liderar porque no tenemos ni tecnología ni capacidad financiera. Sí tenemos que darle buen nivel de vida a un porcentaje importante de la población, que es una prioridad de este Gobierno.

–¿Qué balance hace de los veinte años transcurridos desde la cumbre de Río ’92?
–Para nosotros, ha habido más falencias que logros. Porque los principios rectores de Río ’92 no han sido cumplidos por los países desarrollados, la transferencia de tecnología y apoyo financiero a los países en desarrollo. Y ahora lo quieren eliminar. Ahora no hablan de transferencia de tecnología, no hablan de apoyo financiero y quieren eliminar el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, que es el leitmotiv de la convención y que planteamos que deben mantenerse.

–¿En qué consiste ese principio?
–En que los que produjeron el fenómeno del calentamiento global de la atmósfera son los países industrializados, desde la época de la industrialización a finales del siglo XVII hasta ahora. Ahora, los países emergentes comenzaron a emitir también gases de efecto invernadero. China e India ya se están pareciendo a los países desarrollados en sus emisiones, pero es un hecho reciente. Por eso la convención dice que las responsabilidades son comunes pero diferenciadas: el que causó el problema debe asumir el costo. Por eso Río ’92 fue un éxito para los países en vías de desarrollo, fue un reconocimiento de que había una crisis ambiental y que los países centrales debían asumir un compromiso porque eran los que la habían causado. Ahora, veinte años después, sin haber hecho los aportes que tendrían que haber hecho, boicoteando la convención, quieren trasladar su crisis a nuestras espaldas.

–¿Qué otros planteos llevan los países de América latina?
–Por ejemplo, cuando se habla de empleo verde, nosotros lo sustituimos por empleo decente. Porque nosotros acá tenemos empleo verde, el reciclador urbano, el cartonero que separa es empleo verde, pero no es decente. Tenemos que transformarlo en empleo formal y decente.

–¿Qué frutos puede dar este consenso que hay en América latina?
–A mí me interesa la alianza que tenemos los países latinoamericanos, y también con la India y Egipto, con los que lideramos esta posición: estamos de acuerdo con el desarrollo sustentable, queremos definir los temas en forma soberana, y no tenemos que aceptar que nos impongan las prioridades de la globalización, que no están pensadas en función de nuestras necesidades. Vamos a difundir la declaración de Buenos Aires para que la gran prensa conozca nuestra posición. La gran prensa, que está globalizada y manejada por los países centrales, no conoce nuestra posición.

–Otro de los ejes de controversia es la creación de una agencia global de control ambiental.
–Los países centrales quieren crear una gran agencia en base al Programa de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente (Pnuma), porque para establecer parámetros e indicadores para la producción de bienes y servicios se necesita una agencia que controle. Quieren crear una agencia con poderes para fiscalizar el cumplimiento de la economía verde.

–¿Ustedes qué proponen en cambio?
–Queremos que haya mayor sinergia entre las agencias que existen actualmente y que sea la Asamblea General y el Consejo de De-sarrollo Sustentable de Naciones Unidas un ámbito de definición y debate político. No le damos mandato al secretario general para que arme esto. Queremos el fortalecimeinto del Pnuma aumentando su membresía a todos los países. En este momento tiene solo 46 países, entre ellos la Argentina.

–¿Hay coincidencia con las ONG argentinas que van a participar de la cumbre?
–Las ONG han estado muy activas, sobre todo las que trabajan en salud y educación. Las ambientalistas son las más débiles en esto, porque siguen los lineamientos de los países centrales, porque allí tienen su base de financiamiento, y están bastante condicionadas por eso.

–¿Cuál va a ser la posición argentina respecto de las industrias extractivas, como la minería?
–En la cumbre no se debate qué actividades son sustentables y cuáles no. Todas las actividades generan impacto, la idea es que lo minimicen. Hay una impronta de ir logrando nuestro propio camino, nuestro propio desarrollo sustentable.

–Entonces no van a hablar de minería.
–Sobre la minería, le voy a decir lo que pienso. Lo que nos proponemos desde esta secretaría es fortalecer el rol del Estado en la evaluación del impacto de esta actividad. Los impactos de la minería a cielo abierto, de una hidroeléctrica, son significativos. Hay una serie de actividades que se requieren para el de-sarrollo del país, pero su localización y la tecnología que usan debe ser evaluada por el Estado para aprobarlas o no. Estamos haciendo un proyecto de ley de presupuestos mínimos de evaluación de impacto ambiental para que el Estado nacional y los provinciales podamos conjuntamente evaluar, fiscalizar y controlar estos grandes emprendimientos. Hay que aceptarlos sólo si los beneficios son mayores que los costos.
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El día de la Tierra se celebra en 192 países

El día de la Tierra se celebra en 192 países

Fecha de Publicación
: 22/04/2012
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Nacional



Este domingo se espera que se realicen unos 22 mil actos en el mundo. Desde hace 42 años se conmemora esta fecha con el objeto de manifestarse y reclamar por un medio ambiente sano y la biodiversidad del planeta
Este domingo se celebra en el mundo el Día Internacional de la Tierra, conmemoración realizada desde 1970 con el fin de crear conciencia a los problemas de superpoblación, la producción de contaminación y la biodiversidad en el planeta.
El promotor de esta celebración fue el senador estadounidense Gaylard Nelson, un activista ambiental, que gracias al apoyo de universidades, escuelas y centenares de comunidades se creó en Estados Unidos la Environmental Protection Agency (Agencia de Protección Ambiental) y una serie de leyes destinada a la protección del medio ambiente.
En 1972 se celebró la primera conferencia internacional sobre el medio ambiente: la Conferencia de Estocolmo, cuyo objetivo fue sensibilizar a los líderes mundiales sobre la magnitud de los problemas ambientales y que se instituyeran las políticas necesarias para erradicarlos.
La Organización de las Naciones Unidas celebra el día de la Tierra cada año en el equinoccio de invierno, cerca del 21 de marzo.
El 26 de febrero de 1971, el secretario general U Thant firmó una proclamación a ese efecto. Al momento del equinoccio suena la Campana de la Paz en la sede central de la ONU en Nueva York.
El Día de la Tierra ha ayuda a las naciones a reflexionar sobre la importancia de cuidar los recursos no renovables del planeta y hacer frente a las nuevas crisis como de agua y las constantes sequías debido al cambio climático.
Este año en junio, los líderes mundiales se reunirán en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20) en Río de Janeiro.
Durante la reunión se centrarán en dos temas principales: cómo construir una economía verde para lograr el desarrollo sostenible y sacar a la gente de la pobreza y cómo mejorar la coordinación internacional para el logro del desarrollo sostenible.
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Críticas al modelo extractivo

Críticas al modelo extractivo

Fecha de Publicación: 16/04/2012
Fuente: Página/12
Provincia/Región: Nacional



Una resolución del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Agrarias declara “discrepancias con los lineamientos generales del PEA”. Sostiene que tendrá impacto negativo al consolidar el modelo de los agronegocios y la industria extractiva.
El Plan Estratégico Agroalimentario (PEA) fue presentado el año pasado por el gobierno nacional. Prevé metas productivas para los próximos diez años, entre ellas insta a aumentar un 60 por ciento la producción granaria e incorporar nuevos territorios al modelo de agronegocios. “El Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata declara su discrepancia con los lineamientos generales del PEA”, destaca la resolución 048/2012 de la Facultad y advierte: “El Plan Agroalimentario tendrá un profundo y negativo impacto en el complejo sistema productivo de nuestro país, al consolidar el modelo de país agroexportador basado en la agricultura industrial, pools de siembra, agrotóxicos, monocultivos, despoblamiento rural y enormes ciudades insustentables.”
El PEA está plasmado en 160 carillas, repleto de estadísticas, cuadros y gráficos. Fue presentado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en septiembre ultimo en Tecnópolis. Contó con el apoyo de gobernadores y empresas del sector. En la página 15 figuran las 43 “unidades académicas” que “participan en la elaboración” del PEA, entre ellas Agronomía de La Plata –una de las referentes en la formación de profesionales e investigadores de la Argentina rural.
En la resolución, el Consejo Superior de la Facultad identifica al “modelo dominante” en el país como “agro-minero exportador” caracterizado por “una fuerte intervención del capital financiero en la actividad, uso indiscriminado de insumos derivados del petróleo, contaminación, exclusión de pequeños productores y pérdida de biodiversidad”. Afirma que, en el modelo vigente, las ganancias “formidables son para las cada vez más grandes empresas”.
“La agricultura industrial tiene un fuerte impacto negativo sobre el ambiente, por merma de nutrientes en el suelo, reducción de biodiversidad, uso indiscriminado de agroquímicos y la introducción del riego en zonas donde el agua es un recurso escaso. Se genera un modelo de agricultura sin agricultores”, alerta la resolución.
Y precisa respecto al plan oficial que “el PEA lejos está de promover políticas que vislumbren modificaciones a las tendencias actuales del modelo productivo”, Explicita que el Gobierno pretende aumentar la superficie sembrada de 32 millones de hectáreas a 41 millones (27 por ciento más) y, en línea con organizaciones campesinas, cuestiona que “Avanzará la frontera agrícola hacia territorios donde hoy las comunidades campesinas e indígenas están resistiendo desalojos”.
“Todo indica que el modelo antes descripto tenderá a profundizarse”, advierte la Facultad. Precisa que el PEA promueve que la soja transgénica ocupe no menos del 45 por ciento de la superficie a sembrar y que el maíz sea utilizado para producción de agrocombustibles. “Ambas medidas están absolutamente enfrentadas a la defensa de la soberanía y seguridad alimentaria de nuestro pueblo”, asegura la resolución, fechada el 23 de marzo último (la sesión fue el 20 de diciembre), y que, en su parte resolutiva, crea una comisión interclaustro para diseñar un “PEA alternativo”.
Augusto Calandrelli, consejero superior por el claustro estudiantil, explicó que las universidades participaron de debates y realizaron propuestas para la confección del PEA, pero aclaró que “ninguno de los aspectos críticos al modelo” fueron tenidos en cuenta por “la mesa chica del Ministerio de Agricultura” que redactó el documento final. “El PEA no es una síntesis debatida con universidades ni con organizaciones de la agricultura familiar, sino que es una decisión de funcionarios del Gobierno”, explicó.
“La resolución de nuestra Facultad es un primer paso para cuestionar un modelo de producción que mantiene profundas continuidades con el neoliberalismo de los años ’90”, avisó el consejero superior. La Facultad de Agronomía de La Plata, fundada en 1906 y referente entre las casas de estudios, se sumó a las facultades que cuestionan el modelo extractivo. La Universidad Nacional de Córdoba y la de Río Cuarto alertaron, en 2009 y 2010, sobre los efectos ambientales y económicos de la megaminería. La Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario denunció, en marzo pasado, al modelo extractivo por sus “consecuencias comprobadas” en el ambiente y en la salud de las poblaciones. Y la Universidad de Buenos Aires también cuestionó la megaminería, el miércoles pasado, en una declaración de apoyo del Consejo Superior (el más alto espacio político de la UBA): apuntó a los efectos ambientales, pero también a la represión y violación de derechos que padecen las poblaciones que rechazan la cuestionada actividad (puntualizó casos de Catamarca y La Rioja).
“En las últimas semanas, han sido vulnerados derechos constitucionales de ciudadanos y ciudadanas de las regiones en conflicto al ser violentamente reprimidos por las fuerzas de seguridad del Estado en los cortes selectivos contra la Minera Alumbrera en las localidades de Belén, Amaicha del Valle y Tinogasta”, denunció la UBA y coincidió con Agronomía de La Plata respecto de los agronegocios: “Este modelo productivo extractivo-exportador está íntimamente asociado con el avance de la frontera agraria a costa del despojo de la tierra a campesinos y el desmonte y deforestación, con la utilización excesiva de agrotóxicos en las fumigaciones”.

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