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Pusieron en función la Unidad de Cambio Climático de Salud

 


Vizzotti puso en marcha la Unidad de Cambio Climático, Ambiente y Salud

Fecha de Publicación
: 19/06/2023
Fuente: Ministerio de Salud
Provincia/Región: Nacional


En el ámbito del CeNDIE de la ANLIS Malbrán, la responsable de la cartera sanitaria nacional inauguró también el Laboratorio de Cambio Climático y visitó las remodelaciones de oficinas.
La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, junto a la secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Cecilia Nicolini, puso en marcha hoy en el ámbito del Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación en Endemoepidemias (CenNDIE) de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) “Dr. Carlos Malbrán” la Unidad de Cambio Climático, Ambiente y Salud (UCCAS) que realizará investigaciones operativas y monitoreos vinculando la salud, el ambiente y el clima con un enfoque holístico, transdisciplinario e integral para abordar las problemáticas de modo transversal.
Además, inauguró el Laboratorio de Cambio Climático que cuenta con una inversión de más de 13 millones de pesos en obra edilicia y más de 65 mil dólares en equipamiento, y las remodelaciones de oficinas, a las que se destinaron más de 41,9 millones de pesos.
"Estamos muy orgullosos de estar hoy acá inaugurando esta Unidad de Cambio Climático, Ambiente y Salud y recorriendo las oficinas pensadas para mejorar la calidad del trabajo y llegar a resultados cada vez más precisos en la investigación", indicó Vizzotti y subrayó que "estamos frente a los resultados de una decisión política que prioriza y reconoce el área dedicada a cambio climático".
Así, tras agradecer a Nicolini por “el trabajo conjunto y su interés genuino por interactuar y articular”, la titular de la cartera sanitaria destacó que “estamos instalando cosas que son muy importantes, que van a quedar para adelante y nos van a trascender”. Y en ese sentido, se refirió a la consolidación de “un equipo de salud interdisciplinario y horizontal”.
En la misma línea, la secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación manifestó: “Quienes trabajamos en políticas públicas sabemos bien que lo que no se cuantifica, lo que no se mide, no existe”. Y agregó: “El trabajo de este laboratorio, con foco en el análisis de datos, el desarrollo de metodologías desde las ciencias sociales y el diseño de modelados, será fundamental para comprender mejor los impactos de la crisis climática y además, para promover políticas con evidencias sólidas, que nos permitan anticiparnos a los riesgos y adaptar nuestros territorios”.
Por su parte, el director de la ANLIS Malbrán, Pascual Fidelio, felicitó “a todo el equipo de CeNDIE y de ANLIS Malbrán” y agradeció al Ministerio de Salud de la Nación al tiempo que reconoció: “Esta es la filosofía que perseguimos, la de innovar y dar respuestas distintas a viejos problemas, a problemas que hoy cambian de foco”.
A su turno, la directora CeNDIE, Mariana Manteca Acosta, luego de agradecer el impulso del Ministerio de Salud de la Nación y el apoyo de la ANLIS Malbrán, destacó que “hay que pensar en una ciencia que sea ética, responsable, soberana y además que piense hacia dónde queremos ir, teniendo en cuenta que toda ciencia es política y debe existir para el bien de la sociedad”.
La UCCAS tiene como principales ejes de trabajo el riesgo ambiental, las ciencias sociales, y ciencias de datos. Así, sus objetivos prioritarios consisten en enfrentar los desafíos del cambio climático y su impacto en la salud pública, fortalecer los lazos interdisciplinarios, impulsar la innovación y promover soluciones concretas en estos campos cruciales para atender la salud de toda la población de nuestro país.
En este marco, la UCCAS trabajará abordando las problemáticas de modo transversal con las instituciones de ANLIS-Malbrán y en articulación con las direcciones referentes en la temática de los ministerios de Salud y de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.
Por otro lado, el nuevo Laboratorio de Cambio Climático está equipado con microscopios ópticos de alta resolución, cámaras de cría, heladeras y freezers, y todos los equipamientos necesarios para realizar análisis moleculares que permitirán realizar investigaciones relacionadas con la dispersión de insectos vectores en los nuevos escenarios emergentes.
Estas herramientas de última generación permitirán llevar a cabo investigaciones detalladas y precisas sobre los efectos del cambio climático en los insectos vectores y su relación con la propagación de enfermedades, tanto en áreas rurales como urbanas de nuestro país. Así, el laboratorio permitirá al equipo del CeNDIE realizar ensayos para comprender mejor las respuestas y adaptaciones de estos insectos ante los nuevos escenarios emergentes y los insecticidas utilizados para su control, a fin de mejorar el desarrollo de estrategias más efectivas y sostenibles para prevenir y controlar enfermedades transmitidas por insectos.
Además, la remodelación de todo el CeNDIE de la ANLIS Malbrán fue de 242 m2, lo que permitió aumentar la capacidad del centro de investigación de 18 a 28 puestos de trabajo, con el objetivo de brindar espacios amplios y luminosos que fomentan la interacción, el trabajo interdisciplinario, y mejorando las condiciones laborales en pos de un ambiente de trabajo saludable para nuestro equipo.
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Mala nota para Argentina en política climática

 


Cambio climático: una prestigiosa revista científica le puso una mala nota a la Argentina

Fecha de Publicación
: 12/06/2023
Fuente: Clarin
Provincia/Región: Nacional


Un paper en Science cuestionó la falta de un plan para reducir la emisión de gases contaminantes.
“En cuanto a las estrategias de largo plazo, aparte de vagas explicaciones, no se ha publicado ningún plan de política detallado”. El impersonal “se” alude amablemente al Gobierno argentino. El lugar de la publicación: la prestigiosa revista Science. El tema: hasta qué punto, además de objetivos, hay un plan de acción concreto contra el cambio climático.
El texto del que hablamos es un paper (“La brecha de credibilidad en los objetivos climáticos netos cero deja al mundo en alto riesgo”) y fue publicado este jueves en Science, una de las revistas científicas más prestigiosas. Analiza la brecha entre los objetivos políticos y las acciones gestionadas por los países, con miras a evitar la suba de la temperatura mundial más allá de 1,5 grados, algo que, por más que se omita en la agenda política y de noticias, afectará al planeta. Con él, a la biodiversidad y obviamente a nosotros.
Clarín pudo sostener un breve ida y vuelta con el primer autor del trabajo, el belga Joeri Rogelj, climatólogo que trabaja como investigador del Centro de Política Ambiental del Imperial College de Londres, en Inglaterra, que se refirió a la Argentina. También se estableció comunicación con la secretaría de Gobierno de Cambio Climático, liderada por Cecilia Nicolini.

Qué dice el paper de Science
El trabajo mide la credibilidad de los planes esbozados por los países, tanto a corto como a largo plazo, con miras a lograr lo que en el sector llaman “emisiones netas cero”, que es lo que en definitiva hará que la temperatura media no suba más de lo tolerable por los ecosistemas.
Más allá de los detalles técnicos del breve paper, hay una interesante evaluación en una grilla complementaria, donde figuran 15 países, a los que se suma la Unión Europea como bloque.
Según una descripción del grupo argentino Periodistas por el Planeta (PxP), que son quienes difundieron el paper a nivel local, Argentina está incluida en ese listado porque figura entre los primeros emisores de gases que causan el cambio climático. Los gases de efecto invernadero son generados por distintos procesos productivos y el transporte.

Science y una alusión a la Argentina
El paper describe un escenario mundial preocupante (pero “salvable”, si de una vez se toma el toro por las astas) en cuanto a la suba de la temperatura media del planeta. Para 2050, la media no debería subir más de 1,5 grados.
Hablan de la importancia de haber establecido objetivos claros de mitigación del cambio climático (de otro modo sería imposible avanzar; no habría un horizonte claro, dicen), pero, para expresarlo coloquialmente, plantean que el mundo no puede dormir arriba de esas metas.
Además de objetivos, hay que definir planes de acción. Luego, llevarlos a la práctica.
Describen cinco escenarios climáticos posibles con subas diversas de la temperatura global de acá a mediados y fines del siglo XXI. Para analizar esas “pantallas” (signadas por distintos niveles de optimismo), los autores entrecruzan tres variables.
En este punto entra la Argentina.

Un marco legal contra el cambio climático
La primera variable es si el marco legal que cada país estableció con miras a lograr el “net zero target” (el objetivo del “cero emisiones netas”) es vinculante. Es decir, si hay una ley o norma de cumplimiento obligatorio relacionada con ese objetivo central.
De no ser vinculante, explican, la bajada desde las intenciones hasta las acciones podría desfasarse, sin contar las dificultades de sostener las medidas a largo plazo, más aun cuando las autoridades de gobierno cambien. A Argentina no le fue bien en este punto.
Los nombres de los organismos y convenciones son largos, pero vale la pena atender: más allá de que en diciembre de 2019 se sancionó la ley 27.520 “de presupuestos mínimos de adaptación al cambio climático global”, los planes de mitigación posteriores al Tratado de París que el país vino presentando ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) no son satisfactorios. O, más bien, pobres.
“Vagos”, dice el apartado del paper. Y, en efecto, cualquiera que lea las 11 páginas -donde abundan trazos gruesos importantes, pero sin una bajada a tierra real-, que incluye el último documento presentado por Argentina ante la ONU (“Estrategia de desarrollo resiliente con bajas emisiones a largo plazo a 2050”, de noviembre de 2022), se dará cuenta de que no es una exageración.
En la grilla de Science se aclara que Argentina presentó estrategias de largo plazo ante la CMNUCC en 2022, pero éstas “no fueron consagradas por ley”.

Credibilidad del plan contra el cambio climático
La segunda variable evalúa si existe una política plausible para implementar las acciones propuestas por cada país. Hay un ítem en la grilla mencionada que alude a la “robustez” de cada plan publicado. Otra vez, Argentina falla con un “no es creíble”.
Hay que decir que Australia obtuvo la misma calificación y que Brasil directamente recibió un “no hay plan disponible”. Respecto de la explicación de la mala nota local, es la enunciada al comienzo de esta nota: “En cuanto a las estrategias de largo plazo, aparte de vagas explicaciones, no se ha publicado ningún plan de política detallado”.
Todo esto vuelve lógica la calificación recibida en la tercera variable, que se basa en una evaluación de si ya se está viendo un camino “hacia abajo” en materia de emisiones. La respuesta para Argentina es un claro “no”.

Qué dice el Gobierno del cambio climático
Clarín habló con la Secretaría de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación (a cargo de Cecilia Nicolini), área dependiente del Ministerio de Medio Ambiente.
Desde esa dependencia contestaron a través de un texto escrito. “Si bien contribuye con el 0,7% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, la Argentina ha aumentando su ambición climática significativamente”, arrancan.
Pusieron énfasis en los objetivos definidos, precisamente lo que critica el paper. Explicaron que las metas planteadas en 2021 son casi un 30% más ambiciosas que las de 2016 para reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, y aseguraron que todos los sectores de la economía están en condiciones de cumplir con el compromiso “no exceder la emisión neta de 349 megatoneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2e) para 2030”.
También informaron que tras “el pico registrado en 2007, las emisiones se mantienen estables y con tendencia decreciente”.
Aludieron a las “grandes oportunidades” que tiene el país “en lo que refiere a la transición de su matriz productiva y energética”, y estimaron que esto “permitirá un ingreso de divisas para acelerar la implementación de esas medidas”.
Por fin, en un comentario breve, aludieron al objetivo de “alcanzar la neutralidad de emisiones al 2050”.

La mirada de Argentina de los autores del paper
En un intercambio por mail, el climatólogo belga Joeri Rogelj dijo a Clarín que “el mundo está lleno de promesas de cero emisiones netas y promesas de reducción de emisiones. Sin embargo, lograrlo no es fácil: requiere una planificación y políticas cuidadosas para traducir las promesas en acciones".
La pregunta que se hizo es "¿qué tan creíble es que se alcancen las promesas de cero emisiones netas" en un país como la Argentina?
La respuesta fue clara: “Argentina se ha comprometido a un objetivo neto cero, pero este objetivo aún no se ha convertido en ley. Eso significa que actualmente no tiene una base legal muy sólida. Además, tampoco tenemos conocimiento de un plan de implementación claro. Dicho plan es importante para que todos los sectores de la economía argentina entiendan cuál es su papel y hacia dónde se dirige el país”.
Duro, Rogelj dedujo que “se espera que las emisiones aumenten hasta 2030".
"Esa es claramente la dirección equivocada, si uno tiene la intención de llegar a cero neto en 2050. Estos indicadores juntos significan que tenemos una confianza mucho menor de que, tal como está ahora, se logre el objetivo de cero emisiones netas de Argentina”, apuntó.
Y, con un toque de esperanza, matizó explicando que, “por supuesto, esta perspectiva puede cambiar rápidamente. Por ejemplo, si Argentina traduce su compromiso en ley y comienza a redactar y publica un plan de implementación”.
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Rosario impulsa el monitoreo por el cambio climático

 


En Rosario, un sistema de monitoreo ambiental con medidas por cambio climático

Fecha de Publicación
: 30/05/2023
Fuente: Cadena 3
Provincia/Región: Santa Fe


Se trata de una herramienta del Plan Climático local que evalúa las acciones en marcha para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y ser una ciudad resiliente, justa e inclusiva.
Rosario presentó el Sistema de Monitoreo, una herramienta de comunicación, seguimiento, evaluación y transparencia de las políticas que el Ejecutivo lleva adelante en el marco de su Plan Local de Acción Climática 2030. Incluye un total de 62 medidas -priorizadas por la gobernanza climática local- agrupadas en 7 ejes: resiliencia y riesgo, biodiversidad y uso del suelo, salud, agua, energía, residuos y movilidad.
"La metodología y la propuesta del sistema de monitoreo de Rosario es innovadora, supera lo que existe en el país, es de libre acceso y cualquier ciudadano del mundo puede ingresar a la página web del sistema", le dijo Pilar Bueno a Primera Plana en Cadena 3 Rosario.
Pilar Bueno, subsecretaria de Acción Climática y Transición Ecológica Justa, afirmó: “Como muestra la ciencia climática nacional e internacional, nos encontramos en un momento de urgencia climática. Cada esfuerzo es clave para reducir emisiones de gases de efecto invernadero, promover sumideros de carbono y adaptarnos a los efectos del cambio climático que ya experimentamos. Por ello, es importante generar estrategias en conjunto, para que puedan participar también los vecinos y vecinas en sus casas, así como ser parte de la mejora de los procesos productivos y, por supuesto, de la toma de decisiones al respecto”.
“Esta herramienta promueve la transparencia de la gestión en materia ambiental, ya que todos los vecinos y vecinas de la ciudad, así como los interesados e interesadas en ambiente, pueden acceder y conocer desde el sitio web del municipio, cuáles son las 62 medidas priorizadas por el Plan de Acción Climática Rosario 2030 y cómo se registra su avance. Las medidas que se incluyen en este sistema provienen de un trabajo integral y participativo entre el Gabinete Local de Acción Climática, que incluye técnicos, técnicas, secretarias y secretarios del ejecutivo municipal, y el Comité Asesor Frente al Cambio Climático, compuesto por distintos actores y actoras de la sociedad civil de Rosario, entre los que se encuentran organizaciones no gubernamentales, especialistas, universidades, colegios profesionales, cámaras empresariales y representantes del Concejo Municipal y de los tres niveles del Estado con competencia en la temática ambiental”, concluyó la funcionaria municipal.

¿Cómo se accede al sistema?
Cabe remarcar que el sistema de monitoreo permite a quienes acceden al sitio rosario.gob.ar, revisar las 62 medidas de mitigación y adaptación, divididas en 7 ejes, de los cuales tres responden al inventario de emisiones de gases de efecto invernadero y 4 son políticas públicas de adaptación frente al cambio climático. Esta iniciativa posiciona a Rosario entre las ciudades más comprometidas con la agenda climática local, nacional e internacional, al tiempo que impulsa la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de proyectos relacionados con el cambio climático. Rosario hace historia al implementar por primera vez un sistema que promueve la apertura de la información a vecinos, vecinas e instituciones que podrán conocer el 'nivel de progreso' y las metas asociadas de las acciones en marcha, vislumbrado en cada caso el grado de avance y éxito de los proyectos. Cabe remarcar que solo un tercio de los países del mundo cuentan con tales sistemas, y una fracción menor corresponde a ciudades.
Las medidas que componen el Sistema de Monitoreo aportan información precisa a partir de fichas con distintas referencias: una breve descripción, metas a 2025 y 2030, nivel de progreso, metodología asociada, indicadores, responsables, marco nacional e internacional, entre otras; se enmarcan en lo establecido en el artículo 14 de la Ordenanza 9424/15 y en la Ley Nacional de Presupuestos Mínimos de Cambio Climático.
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Acumar comienza a tener en cuenta el cambio climático

 


Cambio climático: creamos un espacio institucional para impulsar su abordaje

Fecha de Publicación
: 27/05/2023
Fuente: Acumar
Provincia/Región: Riachuelo


Una nueva instancia de articulación transversal en ACUMAR afrontará la temática junto a otros organismos, organizaciones y especialistas con centralidad en la Cuenca Matanza Riachuelo.
A través de la resolución 107/2023 publicada en el Boletín Oficial con la firma del presidente de ACUMAR, Martín Sabbatella, el Gobierno Nacional oficializó la creación de la “Mesa de Articulación de Acciones sobre el Cambio Climático”.
Se trata de un espacio de desarrollo, articulación e implementación de acciones transversales en materia de cambio climático en la Cuenca Matanza Riachuelo, que funcionará en el ámbito de la Dirección General de Gestión Política y Social y la Dirección General Ambiental de la Autoridad de Cuenca.
La Mesa tiene entre sus objetivos construir, a partir de una perspectiva conjunta, las agendas y políticas públicas para la mitigación y adaptabilidad del cambio climático en forma articulada, teniendo en cuenta la realidad regional. Asimismo, se propone generar compromisos de trabajo entre las diversas áreas de ACUMAR y organizar las acciones con organismos y actores que están involucrados en el saneamiento ambiental.
“Institucionalizar un espacio de trabajo específico en una temática vital como es el cambio climático permitirá garantizar el impulso y continuidad de las políticas públicas que llevamos adelante para fortalecer el desarrollo sostenible y el empleo verde en la Cuenca, entre otras líneas de acción”, destacó Sabbatella.
Según las temáticas a abordar, podrá convocarse a participar a representantes de otros organismos públicos o privados, de organizaciones de la sociedad civil o a personas expertas en distintas disciplinas.
Por su parte, el director general de Gestión Política y Social, Antolín Magallanes, sostuvo: “El cambio climático nos presenta un desafío que, desde ACUMAR abordamos con el fin de obtener resultados perdurables, con una mirada transversal, y de manera articulada junto con actores sociales y comunitarios involucrados, situados en la realidad de la Cuenca Matanza Riachuelo”.
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Catamarca: anticipan impactos del cambio climático

 


Se espera un incremento de lluvias severas en la región de la Puna

Fecha de Publicación
: 11/05/2023
Fuente: Página 12
Provincia/Región: Catamarca


Desde el área de Biodiversidad de la provincia señalaron cómo trabajan en relación al cambio climático.
El cambio climático es real y todas las provincias se preparan en el marco de la Ley Ley Nacional 27.520 de Presupuestos Mínimos de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático Global, para mitigarlo. En este contexto, Catamarca/12 pudo saber que en las proyecciones, consecuencia de este cambio, se prevé un incremento de precipitaciones severas, indicando como la zona más crítica, la región de la Puna de Catamarca.
En diálogo con Catamarca/12 la Directora Provincial de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas de la Secretaría de Medio Ambiente, Anabella Ahumada contó cómo está trabajando la provincia con respecto a esta problemática mundial.
Así, explicó que “en cuanto las proyecciones climáticas, la Tercera Comunicación Nacional de Cambio Climático prevé para la provincia el mayor calentamiento en el país, incremento en el número de días con olas de calor, con una tendiente reducción en las heladas, prolongación en la longitud de días secos, acentuando el estrés hídrico. Además, incrementaran las precipitaciones severas, indicando como la zona más crítica, la región de la Puna, centrándose en el extremo del noroeste, disminuyendo en magnitud hacia el sur y el este de la provincia”.
Ahumada, señaló que los análisis de fenómenos extremos se centran en los años posteriores a la Revolución Industrial, ahí se marca el inicio de una fuerte ha incremento de los gases de efecto invernadero, como lo indica Cuarto Informe de impacto del Cambio climático del 2014.
En base a esto, “se relevaron en los medios de comunicación de Catamarca desde el año 2012 al 2021, considerando los cambios y las amenazas como crecidas, inundación, aluvión, sequía, incendios forestales y desertificación”, dijo.
De esta manera se estableció que “Las sequías predominan en el año 2012 declarándose emergencia agropecuaria y en el año 2013 con una marcada disminución en el nivel del agua los diques del este catamarqueño. Desde el año 2015 al 2019 prevalecen las crecidas, inundaciones y aludes en la región centro y este, afectando cultivos, infraestructuras viales, aislando poblaciones, casas, vehículos y cultivos anegados, y se han registrado víctimas fatales. Entre las más destacadas, en el año 2014, el trágico temporal del Río Ambato y Rincón, afectando las localidades El Rodeo y Siján, en el 2014 una crecida histórica en río Pacín”.
Asimismo se estableció que en el año 2017 las precipitaciones fueron mayores a las calculadas en una recurrencia de 200 años. “Posteriormente entre los años 2019 y 2021 se transita a un periodo de sequía, Con respecto a los incendios forestales, la mayor afectación fue en el año 2020, devastando 33.894 hectáreas”, contó.
En cuanto al trabajo que realiza la Dirección desde la Mesa de Cambio climático, la profesional contó: “El componente de adaptación es de considerable importancia, está orientado a limitar los impactos, reducir las vulnerabilidades e incrementar la resiliencia frente al cambio del clima de los sistemas humanos y naturales, incluyendo los sectores más sensibles, a través de medidas de adaptación”.
Con respecto al Plan de Adaptación Provincial “se desarrolló un diagnóstico de los eventos climáticos extremos observados, se analizaron los impactos, se identificaron los sectores más importantes, entre ellos, salud, gestión del riesgo, infraestructura, agropecuarios, recursos hídricos, minería, energía, transporte, biodiversidad a nivel provincial. A partir de ello, se construyó los riesgos climáticos para la provincia, considerando la interrelación entre las amenazas climáticas (escenarios futuros), la exposición y la vulnerabilidad, vinculadas a los sectores priorizados. Por medio de esta identificación, se llevó a cabo la selección de medidas de adaptación a implementar a través de financiamiento internacional, como lo establece el Acuerdo de París”, concluyó.

Registros
En la provincia los datos meteorológicos son recabados por el Servicio Meteorológico Nacional ubicada en el Aeropuerto Internacional “Coronel Felipe Varela” pertenecientes a la Red Nacional. Se encuentra la Estación Experimental Agropecuaria Catamarca INTA en Sumalao, (Valle Viejo), Recreo (LA Paz), Tinogasta y Andalgalá. El Ministerio de Ciencia e Innovación Tecnológica cuenta con un sistema de estaciones meteorológicas, dos de ellas, situadas en Valle Viejo y SFVC, Así también, la Dirección de Brigada de Incendios Forestales instaló pluviómetros en puntos estratégicos. La UNCa posee estaciones meteorológicas pertenecientes al Observatorio Climatológicos FH-UNCa. Así también, la presencia de estaciones meteorológicas en emprendimientos agrícolas, de proyectos mineros y de particulares.
La Red Pluviométrica Provincial, creada en la década de 1970, cuenta con 90 pluviómetros aproximadamente, distribuidos en toda la provincia, éstos, equipos de medición de precipitaciones instalados son para registrar las lluvias que originan crecidas de diferentes magnitudes. También, cuenta con 4 estaciones meteorológicas.
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Evaluaron el impacto del cambio climático en el Mar Argentino

 


Investigadores del INIDEP evaluaron el impacto del cambio climático en el Mar Argentino

Fecha de Publicación
: 08/05/2023
Fuente: Ministerio de Economía
Provincia/Región: Nacional


El Programa Dinámica del Plancton Marino y Cambio Climático del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) llevó a cabo este jueves la campaña número 161 en la Estación Permanente de Estudios Ambientales (EPEA), a bordo del Buque de Investigación Pesquera Oceanográfica (BIPO) Mar Argentino.
La EPEA es una serie de tiempo ecológica situada a 27 millas náuticas (50 km) de la costa de Mar del Plata (38º 28’ S – 57º 41’ O). Se encuentra cercana a la isobata de 50 metros en la transición entre aguas costeras y de plataforma media, hecho que le asigna características oceanográficas muy dinámicas. Cabe destacar que desde hace 22 años el Instituto realiza estudios en este sector para comprender las variaciones naturales de aquellas influidas por el cambio climático.
Los objetivos principales de la EPEA son analizar la variación temporal de un ensamble de variables físicas, biogeoquímicas, de los componentes del plancton (bacterio-, fito-, zoo, e ictio-plancton) y diversos procesos (producción primaria, estado nutricional de larvas), así como evaluar la acidificación oceánica y la contaminación por microplásticos.
Las actividades de la campaña, que tuvo como científica a cargo a la Dra. Valeria Segura, fueron planificadas para realizarse en horas del mediodía para contar con los niveles apropiados de luz. Además, se realizaron perfiles de temperatura, salinidad, fluorescencia y oxígeno disuelto.
En diferentes profundidades se recolectaron muestras de agua de mar para el análisis de oxígeno disuelto, nutrientes, salinidad, clorofila a, diversidad de pigmentos, absorción del material particulado, análisis bacteriológico, cuali-cuantitativo de fitoplancton, abundancia de microplásticos y determinación de isótopos estables en muestras de plancton.
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El dengue fortalecido por el cambio climático

 


Dengue y cambio climático: se esperan olas de calor que alteran la dinámica del mosquito y suben el riesgo de contagio

Fecha de Publicación
: 27/04/2023
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Nacional


En los próximos días se registrarán temperaturas elevadas en gran parte del país, con marcas superiores a 30°. Si el frío del otoño-invierno tarda en llegar, puede extenderse el período de actividad del insecto vector
Si bien en la Argentina se registran casos de dengue todos los años, los brotes más fuertes con alcance de epidemia se repiten cada tres o cuatro años, y los datos indican que este ciclo emerge cada vez con mayor virulencia o cantidad de afectados. Los datos son contundentes: el país atraviesa un brote histórico que acumula 48 muertos por dengue y más de 67.000 casos, números récord frente a la última epidemia de 2020.
La infección transmitida por el mosquito Aedes aegypti tiene un comportamiento estacionario, en nuestro país la mayoría de los casos ocurren entre diciembre y mayo, ya que en ese momento transcurren los meses más cálidos y lluviosos. Así, las condiciones meteorológicas habituales provocan que la llegada del tiempo fresco y la menor cantidad de precipitaciones disminuyan la actividad del insecto vector.
Pero después del verano más cálido de la historia de Argentina, el otoño se resiste a instalarse y se esperan para los próximos días temperaturas superiores a 30 grados en varias ciudades del centro y norte del país.
A partir del jueves y el viernes, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anunció un aumento de temperatura con máximas cercanas a los 30 grados en Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Chaco. En Formosa, Santiago del Estero y Corrientes los picos de calor pueden alcanzar los 33 a 35 grados. En provincia de Buenos Aires la situación será similar y durante el fin de semana las máximas alcanzarán los 28 a 30 grados en algunas localidades. En la Ciudad de Buenos Aires, las máximas a partir del viernes podrían superar los 28°C.
Si bien la investigación aún no es concluyente y sigue avanzando con los datos recabados en los últimos años marcados por fenómenos meteorológicos extremos, uno de los factores que inciden, y mucho, es el cambio climático que provoca períodos más prolongados de altas temperaturas y altera la dinámica de reproducción del mosquito Aedes.
“El periodo de mayor actividad (del mosquito Aedes aegypti) ocurre entre el verano y el otoño, entre diciembre y mayo, estos son los seis meses de mayor actividad por las condiciones de temperatura, esa es la época que el mosquito adulto que pica y transmite está más activo”, precisó a Infobae el biólogo Manuel Espinosa, responsable del Departamento de Enfermedades Transmitidas por Mosquitos de la Fundación Mundo Sano, la organización que hace 30 años trabaja para cambiar la realidad de las personas afectadas por las enfermedades desatendidas.

¿Aumenta el riesgo de dengue si continúa el calor?
El biólogo agregó que si el frío típico del invierno tarda en llegar, en junio puede mantenerse la transmisión, “como ocurrió en la epidemia de 2020, cuando hasta mediados de junio hubo casos”. Por eso, el pico de casos siempre suele darse entre marzo y abril, momentos del mayor población del mosquito Aedes.
Según el último informe trimestral del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), para este otoño se espera una mayor probabilidad de “temperaturas superiores a lo normal en gran parte del centro y norte de Argentina”. En el NOA (Noroeste Argentino) y el centro y norte de Patagonia, éstas pueden ser normales o superiores a lo normales.
Los expertos del SMN advirtieron que debido a esta situación pueden desarrollarse, especialmente en la primera parte del otoño, eventos tardíos de olas de calor. Además, en las provincias del NOA, en cambio, hay una mayor probabilidad de registrar lluvias por encima de lo normal.
El otoño llega después del verano más cálido registrado en la Argentina, según indicaron en el SMN, la temporada estival 2022-2023 relegó al segundo lugar al tórrido verano de 1988-1989. Esta situación tuvo lugar con la continuación del fenómeno de La Niña, que tenderá a debilitarse en los próximos meses.

La “tropicalización” altera la dinámica de los virus
El dengue es una infección vírica que se transmite al ser humano exclusivamente por ciertos tipos de mosquitos, que son el vector de la enfermedad. Décadas atrás, el dengue estaba circunscripto a climas tropicales e intertropicales.
Sin embargo, esa situación cambió radicalmente frente al calentamiento global y sus efectos en la naturaleza. Según el jefe de la unidad del Programa Mundial de Control de Enfermedades Tropicales Desatendidas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor Raman Velayudhan, el cambio climático y el aumento de las temperaturas en el sur de Europa y Sudamérica están permitiendo que los insectos se reproduzcan con más facilidad.
La OMS alertó especialmente sobre el aumento registrado en los últimos meses de 2022 y en los primeros de 2023 en el número de casos de dengue y chikungunya en países como Paraguay, Perú, Brasil o Argentina.
Las regiones de las Américas, Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental son las más gravemente afectadas y en Asia se concentra alrededor del 70% de la carga mundial de la enfermedad de dengue.
Como parte de la alarma que genera esta enfermedad, científicos ya reportan que el dengue se está extendiendo a nuevas zonas, incluida Europa, y se observan fuertes brotes. En 2010 se notificó por primera vez transmisión local en Francia y Croacia y se han detectado casos importados en otros tres países europeos, como Portugal, España e Italia.
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Lobby de agronegocio impulsa el suelo como solución climática

 


Los suelos argentinos almacenan el 2% del carbono mundial y contribuyen a mitigar el cambio climático

Fecha de Publicación
: 24/04/2023
Fuente: Télam
Provincia/Región: Nacional


Los suelos argentinos almacenan 2% de la reserva mundial de carbono y poseen un gran potencial para modificar el balance de dióxido de carbono del país y contribuir a la mitigación del cambio climático a escala global, según un trabajo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Secretaría de Agricultura, Aapresid y CREA.
"Argentina tiene el 2% de la reserva de carbono a nivel mundial", aseguró en Télam Radio la coordinadora del Programa Nacional de Recursos Naturales del INTA, Carolina Sasal.
El carbono orgánico del suelo (COS) es el principal indicador de la calidad del suelo y su potencial productivo, consignaron en un trabajo sobre la reserva del mismo en los suelos argentinos en los primeros 30 centímetros de profundidad.
Sasal remarcó que "el carbono es un pilar fundamental para la producción sustentable" ya que, al hablarse de indicadores de calidad de suelo, "el carbono es el principal".
Debido a que el uso agrícola modifica las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, conocer y comprender la distribución espacial del carbono es indispensable para el diseño de estrategias de conservación, en línea con la necesidad de continuar con la producción de alimentos para una población mundial en aumento.
"Un aumento en la reserva de carbono del suelo impacta sobre las propiedades físicas, químicas, biológicas, no solamente del suelo, sino de todo el ecosistema", explicó Sasal.
A partir de este escenario, subrayó que "disponer hoy de un mapa actualizado con los datos de los últimos cinco o seis años de carbono en los primeros 30 centímetros en diferentes eco regiones y diferentes órdenes de suelo permite tener una línea de base".
"Si comparamos la información (de la FAO sobre la reserva de carbono en los primeros 30 centímetros del suelo), vemos que la Argentina tiene 2% de la reserva de carbono a nivel mundial", enfatizó.
 Para Sasal, esta información "permitirá trabajar esquemas de bonos de carbono, evaluar en distintas regiones cuáles son las prácticas y las estrategias que debemos implementar para aumentar el almacenamiento y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero"
Por la gran importancia que posee el carbono orgánico del suelo a escala mundial, "existe un interés creciente por estimar y mapear las reservas que quedan y su potencial de cambio para secuestrar carbono con mayor precisión y en resoluciones espaciales más finas y extensiones geográficas más grandes", expresó por su parte el coordinador del Programa Nacional Forestales del INTA, Pablo Peri.
El equipo de investigadores recopiló información de alrededor de 5.400 muestras de suelo de todo el territorio nacional, procesada por diferentes proyectos de investigación entre 2015 y 2022.
Para la elaboración del mapa utilizaron técnicas de cartografía digital de suelos para estudiar la relación entre los datos medidos y 40 variables climáticas, topográficas, edáficas y de la vegetación, para generar un modelo de predicción que permite estimar la reserva de COS en los lugares no medidos y obtener un mapa de escala nacional.
De las 16 ecorregiones del país, la Estepa Patagónica, la Pampa y el Chaco Seco son las que contienen la mayor reserva del COS y, en total, estas tres ecorregiones representan aproximadamente 55% de la reserva del país.
Mientras que los campos y malezales, Esteros del Iberá e Islas del Atlántico Sur son las ecorregiones con menor reserva de COS, con 1,1% del total, influenciado por la superficie que ocupan estas ecorregiones.
Por unidad de superficie, la ecorregión Bosque Patagónicos es la de mayor contenido con 130 toneladas por hectárea; mientras que el monte de Llanuras y mesetas es la de menor contenido con 32,5 toneladas por hectárea.
"Este estudio indica que, con pequeños incrementos en el secuestro de carbono, los suelos tendrían un gran potencial para modificar el balance de dióxido de carbono del país y contribuir a la mitigación del cambio climático global", agregó Juan Gaitán, coordinador del proyecto Monitoreo de degradación de paisajes y sistemas productivos con metas en la neutralidad de la degradación de tierras.
Asimismo, las áreas protegidas de la Argentina abarcan una superficie aproximada de 20,3 millones de hectáreas, y almacenan casi 9% de la reserva total de COS del país.
Por su parte, el director nacional de Agricultura, Agustín Pérez Andrich, afirmó que "la implementación de buenas prácticas de manejo de los cultivos extensivos en los suelos pampeanos puede maximizar la capacidad de estos suelos para secuestrar carbono, lo que representa una estrategia importante para su conservación, como también de mitigación del cambio climático".
En esta línea, la investigadora de INTA Paraná (Entre Ríos) Ana Wingeyer, señaló que "el trabajo presentado proporciona una línea de base para desarrollar los esquemas de comercio de bonos de carbono, y puede ayudar a identificar y priorizar ubicaciones potenciales para proyectos de secuestro de carbono basados en el suelo".
"El concepto de que los suelos y la agricultura puedan representar al mismo tiempo soluciones para problemas globales, como el cambio climático y la falta de seguridad alimentaria, dio lugar a varias iniciativas internacionales que buscan conservar e incrementar la reserva de carbono orgánico", añadió Wingeyer.
La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación adoptó el mapeo de las reservas de COS, como uno de los indicadores para estimar el área de tierras degradadas en el contexto de monitorear la meta de alcanzar la neutralidad en la degradación de las tierras hacia 2030.
"Por esto, el mapa y sus futuras actualizaciones contribuirán a reportar el avance en las metas comprometidas, ante estas iniciativas internacionales, de realizar acciones locales para limitar las emisiones y para conservar y aumentar los sumideros y reservorios de los gases de efecto invernadero", subrayó Peri.

Los productores argentinos obtuvieron un seis en sustentabilidad, según un estudio
Los productores argentinos obtienen un seis en sustentabilidad, según una encuesta de la Red de Estudio de Sistemas (RedES), integrada por la Fauba, Aapresid, Aacrea e INTA, que evaluó cuán sustentables son los establecimientos de todo el país en aspectos como rotaciones, fitosanitarios y salud del suelo, entre otros.
En las últimas décadas la producción agropecuaria argentina aumentó su superficie y se intensificó, y como resultado, la productividad se elevó pero también crecieron los problemas ambientales asociados a la actividad, consignó Sobre La Tierra, el área de Divulgación Científica y Tecnológica de la Fauba.
Las más de 170 respuestas recibidas entre 2020 y 2022 indicaron un nivel de sustentabilidad de 60%, y los mejores resultados provinieron de Buenos Aires y de Córdoba, precisó.
"La agricultura argentina se intensificó de la mano de variedades modificadas genéticamente para resistir plagas y herbicidas, entre otras variables; si bien permitieron expandir la frontera agropecuaria e incrementar la productividad, también acarrearon diversos síntomas de deterioro ambiental como la degradación de suelos y la reducción de la biodiversidad", señaló Karen Kazlauskas, ingeniera agrónoma de la Fauba e integrante del equipo técnico de RedES.
El equipo evaluó cuán sustentables son las prácticas que usan los establecimientos agrícolas de la Argentina, y sumaron puntos aquellas que aportan a incorporar procesos biológicos y ecológicos -como la regeneración de suelos y la fijación de nitrógeno-.
Entre otros puntos, preguntaron por la rotación de cultivos, el tipo de fitosanitarios que usan y si monitorean el estado del suelo; además recabaron información sobre la ubicación, la superficie y otras características de los establecimientos agropecuarios.
"El nivel de sustentabilidad fue de seis sobre 10 considerando las tres dimensiones: la productiva, la social y la global, una combinación entre anteriores", destacó Kazlauskas, quien agregó que por regiones, Buenos Aires y Córdoba presentaron los mayores niveles de sustentabilidad, y Santa Fe los valores más bajos.
Por un lado, hay un grupo grande de productores que rota cultivos, los fertilizan e inoculan, rota fitosanitarios y ya no usa los de banda roja -los más tóxicos-, y tiene una dirección técnica-profesional de los campos.
Por otro lado, hay pocos establecimientos que eligen pasturas para sus rotaciones, que controlan las decisiones productivas cuando las toma un contratista y que cuentan con un programa de actividades recreativas con sus empleados.
Diego Ferraro, docente de Cerealicultura de la Fauba, resaltó que la encuesta fue clave por "considerar directamente las acciones de los productores", y por "involucrar a quienes toman las decisiones" en los campos.
Para finalizar, Ferraro contó que también están desarrollando una plataforma para que los propios productores puedan evaluar el nivel de sustentabilidad de sus prácticas y ajustarlas cuando sea necesario.
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El cambio climático se mete en el acuerdo con FMI

 


Argentina "repiensa" acuerdo con FMI por cláusula de cambio climático

Fecha de Publicación
: 20/04/2023
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Nacional


El presidente argentino, Alberto Fernández, explicó este lunes que su Gobierno está "repensando" el programa con el FMI porque el acuerdo tenía una cláusula de "cambio climático", que en Argentina se tradujo en una sequía histórica y que impide cumplir con las condiciones acordadas con el organismo.
"Es el enorme trabajo que está haciendo" el ministro de Economía, Sergio Massa, "en función de aquella cláusula", dijo Fernández en un acto en la localidad de Benavídez, en la provincia de Buenos Aires, después de que el titular de la cartera volviera de una gira por Washington para participar de la Asamblea de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
Fernández recordó que el programa con el FMI acordado en marzo de 2022 para refinanciar deudas por 45.000 millones de dólares tiene una cláusula que indica que si las condiciones económicas que ese programa proyectan no se cumplen por razones ajenas a la voluntad argentina, es necesario "repensar el programa".
"Específicamente", se estipuló que "el cambio climático" es una de las razones que pueden producir un desfase en el programa y que en Argentina se llama "sequía", explicó Fernández.
Un déficit de lluvias por tercer año consecutivo en el verano (austral) redujo la producción de uno de los principales productores y exportadores agropecuarios del mundo, por lo que podría perder unos 20.000 millones de dólares en exportaciones, en un país con escasez de divisas, y la consecuente caída en la recaudación, que podría profundizar su déficit fiscal.
Massa estuvo desde el jueves pasado en Washington donde se reunió con la directora ejecutiva del FMI, Kristalina Georgieva, y la subdirectora Gerente del FMI, Gita Gopinath, también funcionarios del Gobierno estadounidense y de organismos multilaterales, que le permitió lograr financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo, del BM y del fondo soberano saudí.
El principal logro de la misión de Massa es que el "puente" para llegar al año próximo que acordó Fernández con Biden en la bilateral del 29 de marzo pasado "comenzó a fortalecerse de modo concreto: apoyo en los multilaterales y en el propio gobierno de EE.UU. para aumentar acceso a financiamiento y crédito, incorporando claramente el tema sequía como factor que modificó las condiciones", indicaron a EFE fuentes oficiales.
"Ese cambio de condiciones implica que también deban reverse algunos parámetros de cumplimiento y metas", agregaron.
El FMI ya había modificado las metas de reservas netas para este año, al reducir en 1.800 millones el monto de acumulación para fin de año, pero mantuvo la meta de déficit primario en 1,9 % del PBI, en tanto Argentina deberá hacer un pago neto al organismo de cerca de 4.000 millones de dólares este año.
"Se nota una actitud de mayor comprensión y apoyo de parte de Washington, tanto en lo bilateral como en lo multilateral", afirmaron las fuentes oficiales.
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ONGs unidas para pedir canje de deuda por acción climática

 


Proponen que Argentina canjee su deuda por acción climática y protección de la biodiversidad

Fecha de Publicación
: 15/04/2023
Fuente: Página 12
Provincia/Región: Nacional


La asociación no gubernamental Avaaz presentó este miércoles en la previa de la asamblea de primera boreal del Banco Mundial y el Fondo Monetario un proyecto de reestructuración de la deuda argentina que contempla el canje por acciones climáticas y de protección de la biodiversidad.
La propuesta técnica busca dar una respuesta de mediano y largo plazo al impacto de la sequía exacerbada por el cambio climático, la cual ha impactado en la frágil economía del país, con altos niveles de pobreza y una deuda soberana imposible de pagar debido a las actuales condiciones de la arquitectura financiera global y el creciente impacto del cambio climático y la pérdida de la biodiversidad.
Utilizando el caso argentino para mostrar la creciente dificultad de los países en desarrollo en estabilizar sus economías, cada vez más afectadas por el cambio climático, dos bailarinas de Avaaz han personificado a China y a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, interpretando “El tango de la deuda”, donde una tercera bailarina, representando a la Argentina, intenta ser parte del baile.
Avaaz entiende que los países del Norte global y los organismos de crédito internacional deben reconocer la deuda ecológica que tienen con los países del Sur y la propuesta económica elaborada por Avaaz propone mecanismos concretos -vigentes en la arquitectura financiera internacional- que permitirían impulsar acciones efectivas para instrumentar, tomando como caso piloto a la Argentina, canjes de deuda por acción climática y de protección de la biodiversidad.
“Argentina es uno de los pocos acreedores ambientales que integran el G20. Esto significa que la capacidad natural del país es mayor que su huella ecológica, generada al proveer a otras economías de servicios ambientales por los cuales no se le paga. Sin embargo, como ha quedado de manifiesto este año con el enorme impacto en la actividad agrícola, la Argentina sufre las consecuencias de una crisis climática generada por los países ricos, que han sobreexplotado los recursos naturales de las naciones del sur global, justamente las que albergan las áreas más biodiversas del planeta”, aseguró Avaaz a través de un comunicado.
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El glaciar Perito Moreno comienza a tener retroseso marcado

 


Señal de alarma por brusco retroceso del glaciar Perito Moreno

Fecha de Publicación
: 10/04/2023
Fuente: Diario El Nuevo Día
Provincia/Región: Santa Cruz


Por su ubicación y su comportamiento de endicamiento y posterior ruptura, el glaciar Perito Moreno es atractivo turístico mundial, y el de mayor conocimiento de los existentes en el parque nacional Los Glaciares.
En los últimos años el glaciar viene mostrando mayor cantidad de desprendimientos en sus laterales, además de los conocidos de su frente.
La idea que era el único glaciar que se mantenía en equilibrio, mientras los demás retrocedían, comenzó a desvanecerse como las toneladas de hielo que caen en el lago Argentino.
Un informe en base a comparaciones de imágenes satelitales de los especialistas Guillermo Tamburini Beliveau y Agustina Reato, muestran la pérdida significativa del cuerpo del glaciar en los últimos años.
Tamburini Beliveau es doctor en Ingeniería e investigador independiente en ambiente y sensores remotos de CONICET - CIT Santa Cruz.
Reato es doctora en Geología, investigadora del Centro de Investigación Esquel de Montaña y Estepa Patagónica de la Universidad Nacional San Juan Bosco - CONICET.
Llamado "Comunicado: Brusco retroceso del glaciar Perito Moreno en el periodo 2018 (2022) - 2023", el informe publicado días atrás indica que el glaciar fue identificado tras múltiples visitas realizadas en la zona en los últimos meses y tras compartir impresiones con trabajadores en la zona y población local que conocen el ambiente afectado desde hace décadas.
Los profesionales realizaron un seguimiento sistemático con imágenes satelitales para la observación de la evolución cronológica del frente del glaciar, delimitando con precisión su posición geográfica en distintos años.
Se usaron alrededor de veinte imágenes de diversos satélites: históricos Corona y KH9 de las décadas de los sesenta y setenta, Landsat y Aster para las décadas entre los ochenta y la primera década del dos mil, una imagen de radar Sentinel 1 para 2015, e imágenes de Google Earth y Planet para la segunda década del dos mil e inicios de la tercera.
Para complementar el estudio se estableció también una comparación con un trabajo científico clásico y de referencia de la disciplina y para la misma zona publicado en 1992 (M.Aniya y P. Skvarca). Dicho trabajo aplicó rigurosamente sobre el GPM la metodología que en este caso ha sido aplicada de modo preliminar y con fines divulgativos. Su consulta ha servido para contar con otros referentes históricos.
La conclusión es que la tendencia histórica del glaciar a mantener un frente estable (como muestra el trabajo de Aniya y Skvarca) salvo en los últimos tres años.
No fue posible identificar ningún otro periodo histórico en los últimos 57 años en los que el frente del glaciar haya presentado un estado de retroceso como el actual.
Hay que considerar que la disponibilidad de imágenes entre los años sesenta y noventa es limitada.
A pesar de lo anterior y a la muy escasa existencia de imágenes para periodos previos, no se han encontrado tampoco testimonios oculares que describan una situación similar a la actual en ningún periodo histórico. La única constancia de una situación semejante se da en el año 1947 como presenta el trabajo de Aniya y Skvarca.
Tres imágenes satelitales de tres periodos diferentes del GPM y las líneas del frente en distintos años. En amarillo, la línea promedio. La gran mayoría de imágenes estudiadas se sitúan cerca de la línea amarilla. Solo los años 2022 y 2023 muestran una divergencia clara respecto a esta que no afecta solo a la cara norte, sino que también afecta a la cara sur y a los laterales del glaciar.
El proceso de deterioro actual, iniciado en 2019, momento en que el frente empieza a retroceder sin que hasta el momento haya cambiado de tendencia, parece presentar un retroceso constante de tipo exponencial, apenas perceptible entre 2018 y 2020, siendo catastrófico entre 2021 y 2023. En éstos últimos dos años, el glaciar empieza a mostrar importantes melladuras en su línea de frente (fenómeno muy inusual), y desarrolla una
forma más aguda, cambiando de una estructura curva cóncava a una de punta de flecha como puede verse en las figuras. Los laterales del glaciar se estrechan con el transcurrir del tiempo pero de modo evidente en los últimos años (lo que indica una importante pérdida de volumen). Por primera vez se observa un retroceso claro de la cara sur en su contacto con  el agua, que (posiblemente debido a su orientación en umbría) mantuvo históricamente una posición más estable.
Entre 2020 y 2023 el glaciar llega a retroceder más de 500 m en algunos puntos de la cara norte y cerca de 200 en la cara sur. La línea de contacto del hielo con el lecho rocoso en superficie en los márgenes del glaciar se desplaza decenas de metros en dirección al eje central de flujo, es decir, el glaciar se estrecha notablemente en este periodo. El frente en su extremo más oriental, en el punto más cercano a las pasarelas desde donde lo observan cientos de miles de visitantes al año, se encuentra cada vez más lejos de las mismas.  
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CABA podría tener su propio 'fondo verde'

 


Proponen crear un “fondo verde” para mitigar el cambio climático en la Ciudad

Fecha de Publicación
: 08/04/2023
Fuente: El Parlamentario
Provincia/Región: Capital Federal


Se trata de una iniciativa de Hernán Reyes (VJ) mediante la cual se buscará financiar políticas, programas, actividades y emprendimientos que tengan por finalidad la obtención de un impacto positivo en el ambiente.
Buscando mitigar el cambio climático, el legislador de Vamos Juntos (VJ) Hernán Reyes presentó en la Legislatura de la Ciudad un proyecto de ley mediante el cual se buscará crear un “Fondo verde”, el cual tiene por objeto el diseño de la arquitectura jurídico-financiera para la captación, distribución y ejecución del financiamiento de aquellas políticas, programas, actividades y emprendimientos que tengan por finalidad la obtención de un impacto positivo en el ambiente.
El texto recientemente presentado se enmarca en lo establecido por la Ley N° 3.871 de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático y la Ley N° 6.468 de Economía Circular, y en cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la agenda de Carbono Neutral 2050, el Plan de Acción Climática 2050 y demás compromisos asumidos en la materia.
De esta manera, se buscará financiar todas aquellas políticas, programas, actividades y emprendimientos que persigan una ciudad “baja en carbono, preparada, inclusiva, cercana y circular”.
Dicho fondo se conformará como un fideicomiso público de administración y financiero, que se regirá por los alcances y limitaciones establecidos en el proyecto, y las normas reglamentarias que en su consecuencia se dicten. A los efectos de la composición del capital y la participación del Comité de Gestión, se garantizará una participación del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no inferior al 50%.
Por lo que se constituirán como recursos del fondo: “los recursos y partidas presupuestarias que le asigne la Ley de Presupuesto de cada Ejercicio, así como los asignados por leyes especiales, afectaciones específicas sobre tributos y otras partidas que se disponen a modo de aporte”, “las asignaciones recibidas de organismos internacionales, multilaterales o nacionales, de acuerdo a los convenios de cooperación que se suscriban”, “los bienes muebles e inmuebles que el fondo adquiera a título gratuito u oneroso, siempre y cuando dichos bienes cumplan con las condiciones que las partes del Fondo oportunamente acuerden”, “los dividendos o utilidades percibidos por la titularidad de acciones o los ingresos provenientes de su venta, siempre y cuando dichos dividendos o utilidades cumplan con las condiciones que las partes del Fondo oportunamente acuerden”, entre otros.
Además se propuso la creación de un comité ejecutivo del Fondo Verde, el cual establecerá las políticas de implementación, aplicación y financiamiento del Fondo; establecer la periodicidad en la rendición de cuentas del Fiduciario; determinar los montos máximos y mínimos de cada instrumento para la ejecución de los recursos del Fondo Verde y las condiciones financieras correspondientes siguiendo las mejores prácticas de gestión de inversiones de los Fondos Fiduciarios Públicos; entre otros puntos.
En los fundamentos de la iniciativa, Reyes aseveró que “a día de hoy, más del 50% de la población mundial vive en ciudades. Y ese número no hará más que incrementarse con el paso del tiempo. En Argentina, la concentración es aún mayor: un 92% de la población se concentra en ciudades” e indicó que “las ciudades, pese a ocupar tan sólo el 3% de la superficie del planeta, representan entre el 60% y 80% del consumo de energía, el 75% del consumo de recursos y de las emisiones de carbono a la atmósfera, y el 50% de la generación de residuos”.
“En ese sentido, resulta menester hoy, más que nunca, tener la creatividad y la audacia de idear nuevos mecanismos capaces de llevar a cabo políticas públicas que satisfagan las 3 aristas del desarrollo sostenible: social, económico y ambiental. Y para ello será fundamental que el Estado y el sector productivo puedan trabajar en conjunto, liderando la transformación de la ciudad futura que anhelamos”, sentenció.
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Dengue, chikungunya, zika se extienden por el cambio climático

 


Cambio climático, mosquitos y enfermedades: ¿un cóctel propicio para los brotes epidémicos de dengue?

Fecha de Publicación
: 04/04/2023
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Nacional


La tropicalización de varias regiones antes frías, una mayor presencia de elementos plásticos como reservorios y criaderos, entre otros aspectos, colabora con el presente brote mundial de patologías transmitidas por vectores
Tal como ocurre con varias enfermedades endémicas en las últimas décadas, el dengue se ha expandido a varios países del mundo gracias a dos componentes en los que el ser humano tiene responsabilidad: el cambio climático y la abundante producción de plásticos.
El dengue es una infección vírica que se transmite al ser humano exclusivamente por ciertos tipos de mosquitos, que son el vector de la enfermedad. Décadas atrás, el dengue estaba circunscripto a climas tropicales e intertropicales.
Sin embargo, en las últimas décadas, se ha expandido hacia regiones subtropicales y templadas debido al mayor registro de temperatura que experimentan varias regiones del globo, producto del cambio climático, que es originado por el efecto invernadero a la que es sometida la Tierra, debido a la acumulación de gases de efecto invernadero (GEI), producidos por el ser humano al utilizar combustibles fósiles para la industria y vida cotidiana.
Además, la rápida urbanización no planificada, incluso en zonas donde habita el mosquito, el aumento del movimiento humano a través del incremento de viajes y los cambios en el uso del suelo, también sirven como causa de la expansión del dengue. Incluso, el incremento masivo de la producción plástica impulsada por los humanos colabora para que el mosquito crie sus larvas en distintos recipientes, como macetas, neumáticos, baldes, entre otros.
Según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de la mitad de la población mundial corre riesgo de contraerlo y cada año se producen 400 millones de infecciones, de las cuales 96 millones se manifiestan clínicamente, mientras que el resto lo cursa en forma asintomática. En la actualidad, la enfermedad es endémica en más de 100 países de las regiones de la OMS de África, las Américas, Asia Sudoriental, el Mediterráneo Oriental y el Pacífico Occidental. Las Regiones de las Américas, Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental son las más gravemente afectadas y en Asia se concentra alrededor del 70% de la carga mundial de la enfermedad.
Como parte de la alarma que genera esta enfermedad, científicos ya reportan que el dengue se está extendiendo a nuevas zonas, incluida Europa, y se observan fuertes brotes. En 2010 se notificó por primera vez transmisión local en Francia y Croacia y se han detectado casos importados en otros tres países europeos, como Portugal, España e Italia.
El número de casos de dengue notificados en todo el mundo alcanzó su punto máximo en 2019. Todas las regiones se vieron afectadas y por primera vez se registró transmisión de dengue en el Afganistán. En las Américas se notificaron 3,1 millones de casos, más de 25 000 clasificados como graves. En Asia, se notificó un gran número de casos en Bangladesh (101.000), Filipinas (420.000), Malasia (131.000) y Vietnam (320.000). En 2020 se registró el récord de casos en Argentina, con casi 60 mil casos.
En la actualidad, el país tiene más de 16.000 afectados y se contabilizan 13 muertes, según cifras del Ministerio de Salud de la Nación. El dengue sigue afectando a más de 120 países. En las naciones donde se registran brotes masivos son: Brasil, Colombia, Filipinas, Fiji, India, Islas Cook, Kenia, Paraguay, Perú y Vietnam.
El dengue, el chikungunya y el zika son enfermedades transmitidas por los mosquitos vectores Aedes aegypti y Aedes albopictus. Ambas se consideran especies invasoras, ya que han colonizado exitosamente muchos sitios fuera de sus ámbitos nativos.
“La OMS cataloga a los mosquitos como los insectos más nocivos que existen para el hombre dado que muchas de las enfermedades que han trasmitido a lo largo de la historia siguen vigentes. La evidencia más remota es el hallazgo de una especie preservada fosilizada en una roca de Montana por 46 millones de años con sangre en su interior exhibida en el museo de Historia Natural Smithsonian de Washington, EE.UU. No obstante los análisis genéticos de algunas especies elevan su antigüedad a 150 millones de años, con lo cual se puede inferir que, igual que nosotros, hasta los dinosaurios pudieron ser víctimas de estas temibles plagas”, explicó a Infobae el doctor Osvaldo Teglia, médico especialista en Clínica Médica e Infectología, y profesor de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.
Y respecto al dengue, Teglia puntualizó que ya era conocido por los chinos desde los años 265-420 dC como “veneno del agua”. “La primera epidemia mundial tuvo lugar el año 1780, ocasionada por la navegación comercial a vela entre puertos tropicales de Asia, África y América del Norte. Poco después de su identificación (en 1779) se le dio el nombre de “Dengue” derivado de la frase swahili [lengua Africana, principalmente de Kenia y Tanzania] que significa: ‘Ka-dinga pepo’ o ‘ataque de calambre causado por un espíritu maligno’. El comercio de esclavos fue muy importante en la propagación del Dengue en América. El Aedes se reproducía en los navíos de transporte de esclavos, quienes, junto con sus captores, eran sus reservorios virales”, agregó el especialista.
Para Teglia, hoy día, esta enfermedad se ha propagado rápidamente más allá de áreas tropicales y las epidemias son cada vez más frecuentes. Actualmente tiene una distribución e impacto mundial solo comparables a los de la Malaria o el Paludismo. “Estas condiciones se dan en países tropicales y por cierto en gran parte del territorio argentino en donde se estima de que dos tercios de nuestra población vive en zonas de riesgo de dengue”, señlaó el experto.
“La enfermedad se está extendiendo a áreas menos tropicales y más templadas, en los que hasta ahora no estaba presente o lo estaba con menor número de casos. Hasta 1970, solo nueve países habían sufrido epidemias graves de esta enfermedad, actualmente se ha extendido a más de 120 países. Se estima que el 40% de la población mundial vive en zonas de riesgo de transmisión epidémica de dengue”, precisó el infectólogo.
“Los primeros casos reportados en el país datan desde 1916. En el norte argentino, la primera epidemia fue en el año 1926. En 1965, se certifica la erradicación de Aedes aegypti de la Argentina. Pero en 1986, se corrobora la re-infestación del territorio Argentino con presencia del vector y desde finales de los 80 la población de mosquitos se ha expandido hasta nuestros días. Hoy, si bien el Aedes aegypti está presente todo el año en las provincias del centro y norte de Argentina, tiene una dinámica marcadamente estacional, aumentando sus índices de infestación entre los meses de octubre a mayo, coincidiendo con el período de circulación viral del dengue”, afirmó Teglia.
“En la década del 60 y 70 se fumigó en varios países. Pero se dejó de fumigar y el mosquito volvió a resurgir. Lo que hay que hacer es concientizar a la población respecto al dengue y otras enfermedades transmitidas por los mosquitos. Vemos ahora las campañas de prevención del dengue, pero éstas se deben iniciar en invierno, que es cuando el mosquito deposita los huevos que luego eclosionan con el calor. El huevo resiste el frío, el calor, los insecticidas, etc. Por eso en las campañas es sumamente importante recordar a la gente que debe quitar los objetos donde el mosquito puede criarse. Dar vuelta los recipientes como macetas o baldes, limpiar donde se pueda acumular agua de lluvia y tirar la basura donde pueda haber reservorios de agua”, explicó a Infobae la doctora Mónica Foccoli, jefa de la Sección Infectología del Hospital de Clínicas General José de San Martín
La expansión del dengue afecta principalmente a las personas de menores ingresos y estos sectores suelen estar menos adaptados a los efectos del cambio climático ya que en general tienen una provisión de agua inadecuada, mal manejo de residuos sólidos y malas condiciones de urbanización, según datos publicados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que es el organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) responsable de promover el desarrollo económico y social de la región.
Alrededor del mundo, el cambio climático está amenazando los esfuerzos para erradicar las enfermedades tropicales, afirmó la última publicación de la revista científica The Lancet, que monitorea las consecuencias en la salud provocadas por los cambios en el clima. “Junto con la movilidad global y la urbanización, el cambio climático es el mayor responsable del aumento de las infecciones de dengue”, señaló el reporte. Esto también está ocurriendo con enfermedades como la Malaria y el Cólera, agregó la publicación.
“El cambio climático y el aumento de la temperatura global del planeta en las últimas décadas parecen estar asociados a una mayor incidencia del virus del dengue y su expansión a regiones de la Argentina donde antes no estaba presente”, asegura un equipo de expertos liderado por la bióloga María Soledad López, investigadora asistente del Conicet con sede de trabajo en el Centro de Estudios de Variabilidad y Cambio Climático (CEVARCAM) de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), que en 2021 presentó un estudio del avance de la enfermedad en Argentina.
El artículo describe más de diez años de datos sobre la transmisión del dengue en la provincia de Santa Fe, y lo hace desde una perspectiva multidisciplinaria, gracias a que en esa provincia se ha conformado un grupo de investigación multidisciplinario integrado por científicas pertenecientes al CONICET, la Universidad Nacional del Litoral (UNL), profesionales del Ministerio de Salud de la Provincia y otros referentes nacionales e internacionales.
El equipo científico abocado al tema está encabezado López y Elizabet Estallo, del Instituto de Investigaciones Biológicas y Tecnológicas (IIBYT, CONICET-UNC). El grupo estudió las principales rutas de introducción del dengue desde otros países hacia el territorio santafesino, analizando ciudades y departamentos donde se registraron las mayores cantidades de casos durante los momentos de brotes. El trabajo fue publicado en la revista Scientific Data, del Nature Publishing Group.
Los expertos estudiaron los brotes ocurridos en 2009, 2016, 2019 y 2020, los que fueron aumentando en incidencia, a punto tal que el de 2020 cuadruplicó la cantidad de casos respecto al de 2016 y marcó el récord nacional. La aparición del dengue en Santa Fe y en otras partes del centro de Argentina coincide con el aumento de la transmisión del virus por mosquitos Aedes aegypti en otras regiones del mundo; y, como agravante, esta especie transmite también los virus del Zika y chikungunya.
“La rápida expansión de los virus transmitidos por mosquitos configura un problema de salud pública mundial de tal magnitud, que debe abordarse de manera coordinada entre los ámbitos académicos y gubernamentales y traducirse en acciones concretas hacia las comunidades”, explicó López, quien aclaró que los datos surgidos de este estudio son fundamentales para continuar las investigaciones y vincularlas con el papel del clima y el comportamiento humano.
“Debemos conocer cómo limpiar nuestros domicilios en primavera, verano y otoño y también en los períodos interbrotes, incluso en las estaciones de invierno o en los años con pocos casos. Son éstos justamente los mejores momentos para que los gobiernos realicen las campañas de concientización destinadas a que las personas hagan el descacharrado. Las hembras ponen los huevos en recipientes rugosos donde éstos se pueden adherir y una vez que llueve, los huevos son tapados por el agua, nacen las larvas que pasan a un estadio de pupa para llegar a adultos y comenzar el ciclo otra vez”, concluyó López.

El problema del plástico
Los expertos señalan que el mosquito del dengue tiene hábitos urbanos y se reproduce en reservorios de plástico ya que necesita paredes lisas para sus huevos. Por eso, para poner sus huevos y que crezcan las larvas, el Aedes busca macetas, baldes, bidones en los que se vacía el agua que dejan los aires acondicionados y gomas de auto.
Haciendo una rápida lectura, todos estos objetos son confeccionados a partir del plástico. La producción global de plásticos se ha disparado en los últimos 50 años, y en especial en las últimas décadas. De hecho, en los últimos diez años hemos producido más plástico que en toda la historia de la humanidad.
La producción total de plástico en 2015 alcanzó las 380 millones de toneladas. Hasta la actualidad se han fabricado unos 8,3 mil millones de toneladas de plástico desde que su producción empezase sobre 1950, lo que equivale al peso de unos mil millones de elefantes. Tan solo los fabricantes de bebidas producen más de 500 mil millones de botellas de plástico de un solo uso cada año. La mayor parte de los plásticos se emplean en la fabricación de envases, es decir, en productos de un solo uso.
Por eso es necesario que cada uno de nosotros tome conciencia de la importancia de descacharrar en la casa para evitar criaderos y que haya un nuevo brote de dengue.
“Cualquier recipiente capaz de acumular agua puede convertirse en un criadero como floreros, portamacetas y las cubiertas de automóviles. El mosquito no se cría en charcos, zanjas, lagos, lagunas o ríos. Cuando son adultos los pastos altos le brindan humedad y alimento para sobrevivir mayor tiempo. El problema es el mosquito y para solucionar un problema primero hay que reconocerlo y nuestros hábitos pueden estar a favor de la solución o del problema. Para cambiar hábitos la información sola no es suficiente, es necesario pensar positivo, aunque con una mirada realista”, precisó a Infobae el doctor Enrique Casanueva, médico consultor del Servicio de Infectología Infantil del Hospital Universitario Austral.
Y agregó: “La medida urgente es controlar los criaderos de mosquitos. Para eso es necesario Vaciar piletas y recipientes con agua estancada, cacharros, macetas, marcos de ventana, canaletas, juguetes. Colocar boca abajo recipientes vacíos, baldes, tachos, frascos, etc. Descacharrizar mediante la eliminación de latas, envases y objetos que no sean de utilidad y puedan almacenar agua. Tapar recipientes que puedan acumular agua y que no se puedan poner boca abajo (tanques de agua, piletas, etc.) Mantener secas herramientas, posas macetas, marcos de ventana. Cambiar el agua cada dos días de floreros y bebederos. Limpiar y fregar bien fuerte los bordes de las piletas de lona”.
“Por mucho tiempo, las infecciones tropicales como el dengue estuvieron confinadas a zonas donde el humano no llegaba, pero con la globalización, la urbanización, el cambio climático y las consecuentes modificaciones en las características del desarrollo, se ha esparcido a casi todos los rincones del mundo. Es imprescindible planificar las acciones de prevención, reduciendo la carga ambiental de potenciales criaderos y de mosquitos adultos, así como establecer las pautas comunicacionales dirigidos a la población a fin de lograr que se desarrolle una cultura de prevención y promoción de la salud a nivel colectivo”, concluyó Teglia.
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¿Cuál es la vinculación entre deforestación y olas de calor?

 


Qué se sabe sobre el vínculo entre deforestación y olas de calor

Fecha de Publicación
: 28/03/2023
Fuente: Chequeado
Provincia/Región: Nacional


“No es calor, es desmonte”. La consigna circuló en redes sociales en las últimas semanas en el marco de una ola de calor récord. Fueron 15 días durante marzo con una temperatura media entre los 30 y 40 °C, que incluso llevó al Servicio Meteorológico Nacional a cambiar la escala de colores en los mapas.
Las olas de calor ocurren cuando las temperaturas superan o igualan, por lo menos durante 3 días consecutivos y en forma simultánea, ciertos valores umbrales. Sin embargo -según explican los especialistas- no es tan sencillo vincular directamente a la deforestación con las olas de calor, y menos todavía a una ola de calor específica, como sugiere la afirmación. En esta nota te contamos que se sabe sobre el vínculo entre desmonte y olas de calor.

¿Qué es el desmonte?
El desmonte, o la deforestación, se refiere a la tala intencionada de árboles y bosques. Cuando se produce, gran parte del carbono almacenado por los árboles, se libera de nuevo a la atmósfera en forma de dióxido de carbono (CO2), lo que contribuye al cambio climático. La temperatura promedio del planeta ya se ha incrementado más de 1° C desde 1880.
Junto con la quema de combustibles fósiles, la deforestación es también responsable del aumento de la temperatura a nivel global ya alcanzada. De hecho, se estima que el cambio de uso del suelo, es decir, la transformación del paisaje natural por actividades humanas, contribuye entre un 12% y un 20% a las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
“Es posible asociar las olas de calor al cambio climático, tal como vimos con la ola de calor de fin de año. Pero con la deforestación todavía no lo sabemos, habría que hacer un nuevo estudio”, explicó a Chequeado Juan Rivera, científico del Instituto Argentino de Investigación de la Nieve, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla).
Rivera, junto con un grupo de científicos, realizó lo que se conoce como un estudio de atribución, el cual permite cuantificar la influencia del cambio climático en eventos particulares, como la ola de calor de diciembre de 2022. La misma fue 60 veces más probable y 1,4°C más caliente por los efectos del cambio climático. Pero no existen, hasta el momento, estudios científicos que vinculen directamente a la deforestación con las olas de calor.
Guillermo García, líder del Área de Ambiente en CREA, una asociación civil sin fines de lucro dirigida por empresarios agropecuarios, coincidió en la necesidad de un estudio científico que verifique si efectivamente hay relación entre la deforestación y la reciente ola de calor. “La deforestación genera emisiones pero no tenemos elementos para asociarla con la ola de calor”, sostuvo a Chequeado.

Los bosques y el cambio climático
Los árboles absorben dióxido de carbono de la atmósfera y liberan oxígeno durante la fotosíntesis. También llevan a cabo el proceso contrario, conocido como respiración, pero cuando los bosques crecen, la fotosíntesis supera a la respiración, y el carbono sobrante se almacena en los troncos y raíces de los árboles y en el suelo. Esto se llama “secuestro”.
Un estudio de 2021 realizado por la World Resources Institute, una organización no gubernamental que investiga el cambio climático, descubrió que los bosques secuestraron a nivel global aproximadamente el doble de CO2 del que emitieron entre 2001 y 2019. En otras palabras, los bosques absorbieron 7.600 millones de toneladas métricas de CO2 al año, lo que representa 1,5 veces más del dióxido de carbono que emite anualmente los Estados Unidos.
Sin embargo, los bosques están bajo presión. Se talan para dar paso a una larga lista de productos agrícolas y otras actividades humanas. La mayor parte de la deforestación que se produce hoy en día puede atribuirse a 4 productos básicos comercializados en todo el mundo: la carne vacuna, la soja, el aceite de palma y los productos madereros.
“Estamos rompiendo ecosistemas que tardan miles de años en generarse y son muy importantes para el cambio climático por el carbono que almacenan. Los estamos directamente borrando de un plumazo”, sostuvo a Chequeado Fernando Miñarro, director del Departamento de Conservación de la Fundación Vida Silvestre Argentina. ¿
En la Argentina, la deforestación es uno de los grandes problemas ambientales. El último monitoreo de la superficie de bosque nativo en la Argentina, con datos de 2021, refleja que en ese año se alcanzaron las 205.492 hectáreas deforestadas. El 33% de esta pérdida se debió a los incendios forestales. El año anterior, en 2020, se habían deforestado 333.222 hectáreas, como contamos en esta nota.
La Ley de Bosques obligó a las provincias a establecer un ordenamiento territorial de sus bosques nativos y pudo disminuir la deforestación, pasando de una tasa anual de 0,94% en 2007, cuando fue sancionada, a 0,4% en 2021. Pero la normativa nunca contó con el financiamiento que debía tener, lo que también limitó sus alcances.
“La deforestación lleva a la pérdida de los servicios ecosistémicos que nos dan los bosques, como la captura de carbono y la regulación hídrica. Avanzar con la actividad agropecuaria sobre los bosques es una mirada de corto plazo”, afirmó a este medio Pablo Villagra, doctor en Biología e investigador del Conicet.

Las olas de calor y la deforestación
Si bien todavía no hay estudios que vinculen directamente a las olas de calor con la deforestación en la Argentina, algunos trabajos publicados a nivel internacional sirven como un indicador sobre cómo la deforestación impacta en el aumento de la temperatura.
En 2018, investigadores del Instituto de las Ciencias del Ambiente y el Clima de Suiza descubrieron que el día más caluroso del año en Europa, Norteamérica y Asia se volvió más intenso por la pérdida de bosques.
Aunque las estimaciones varían, la deforestación aumenta la temperatura media local anual en aproximadamente 1° C. Sin embargo, los impactos son aún más significativos cuando se consideran los extremos: la deforestación puede provocar un aumento medio de 4,4 °C en las temperaturas máximas diarias de los trópicos, de acuerdo con un estudio de 2022 publicado por la Alianza de Biodiversidad Internacional y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT, por sus siglas en inglés), que reúne a investigadores especializados en recursos naturales a nivel global.
Si bien el aumento de temperatura por el calentamiento provocado por los gases de efecto invernadero ocurre gradualmente, los debidos a la deforestación se dan de forma brusca. Y no sólo afectan a los que viven en la zona deforestada. Un estudio de 2019 de investigadores en bosques y agricultura de los Estados Unidos detectó efectos de la deforestación sobre la temperatura local hasta a 50 km de distancia.
Los bosques todavía cubren alrededor del 30% de la superficie terrestre del planeta, pero están desapareciendo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), desde 1990 se han perdido más de 420 millones de hectáreas de bosques, principalmente en África y América del Sur.
Las cifras son preocupantes, pero está en marcha un movimiento para preservar los ecosistemas forestales existentes y restaurar la cubierta arbórea ya perdida. Ello incluye un compromiso que firmó la Argentina en 2021 en la Cumbre de Cambio Climático (CO26) para frenar y revertir la deforestación junto a representantes de más de 100 países.
“La reforestación es un camino necesario, pero primero hay que disminuir la tasa de deforestación y lograr sistemas productivos que integren el bosque con la producción”, concluyó Villagra. Y agregó: “Los esquemas de ganadería integrada con el bosque permiten mantener los servicios ecosistémicos, como la captura de carbono en la madera y el suelo”.
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