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Avistan un nuevo yaguareté, ahora en Misiones

 


Apareció un yaguareté con cría en la selva: "Nuestra alegría es mayúscula"

Fecha de Publicación
: 13/01/2024
Fuente: El Territorio
Provincia/Región: Misiones


Es la primera vez que ven a la madre con descendencia. Emoción por el hallazgo y el trabajo de conservación.
La presencia de fauna y flora autóctona en el monte habla de cómo se conserva el entorno natural. En este caso, una buena noticia fue confirmada en las últimas horas de ayer por la Red Yaguareté, una ONG que monitorea al felino en la selva misionera. Se trata de la aparición de una ejemplar hembra de la especie con cría en la Reserva Natural de la Defensa Puerto Península, un predio de uso científico y militar colindante con el Parque Nacional Iguazú en el Norte misionero.
El avistaje de Panambí -nombre de la madre- fue posible gracias a las cámaras trampa que la ONG tiene en ese sitio. "Panambí es madre. La fantástica noticia la conocimos en la tercera revisada de cámaras de 2023, casi sobre fin de año, y nuestra alegría es mayúscula. La joven hembra que venimos viendo en la Reserva desde el año 2021 ahora tiene la mejor de las compañías", señaló la Red Yaguareté en un comunicado acompañado de un video de 20 segundos donde se ve a la flamante madre en horas de la noche con su cría.
Hasta ahora no se pudo determinar el sexo del ejemplar, aunque el personal del Ejército Argentino de la Escuela Militar de Monte de Puerto Iguazú, que desempeña labores allí, le está eligiendo apodo mediante un concurso interno y la semana próxima se conocerá el nombre. Es la primera vez que Panambí -una hembra de alrededor de 5 años- es vista con descendencia.
"Esto no hace más que reforzar y reafirmar lo que venimos sosteniendo desde hace varios años: este predio debe ser conservado y custodiado fuertemente ante cazadores ya que constituye un área de alta importancia para nuestros yaguaretés", agregaron.
En diálogo con El Territorio, Nicolás Lodeiro Ocampo, cofundador y director Ejecutivo de la Red Yaguareté mostró su alegría por el hallazgo y amplió. "Para nosotros es un notición", dijo y contó que por el tamaño de la cría tiene ya varios meses de edad pero es la primera vez que se deja ver. Al tiempo que no descartó que pueda haber otra cría más de la misma madre en la zona.
Por otra parte valoró el buen estado de conservación de todo el predio y destacó que es uno de los que más ejemplares de felinos concentra en Misiones. "Allí nosotros registramos seis individuos adultos y dos cachorros ya crecidos, estamos hablando de ocho yaguaretés solo en el periodo del Ejército Argentino. Eso es algo súper importante teniendo en cuenta que se estima que en Misiones hay alrededor de 100 yaguaretés y solo ahí pudimos ver el año pasado ocho machos, hembras y cachorros. Hablo de ejemplares nuevos que no estaban registrados y ejemplares que vienen siendo registrados en años anteriores", señaló Lodeiro Ocampo.
"Eso habla de un lugar que está resultando óptimo para la especie, porque encontramos que los procesos ecológicos de la dinámica poblacional están dándose, así que lo que nos queda es asegurar a perpetuidad la preservación de ese predio", agregó.

Conservación
Para el referente de la Red, avistar al felino no solo es un momento de alegría sino también un punto de inflexión y reflexión para pensar que las cosas se están haciendo de manera correcta.
"Nos lleva a pensar que tenemos lugares que todavía están bien, si bien nosotros creemos que hay que avanzar mucho en cuestiones de conservación, en particular del predio militar, esto también tiene que ver con el trabajo sobre todo de fiscalización y control que hace la Provincia con el cuerpo de guardaparques, que hace Parques Nacionales y también se reforzó mucho el control en el predio militar, que sufría históricamente intromisiones -sobre todo desde el Paraguay- para robo de madera, palmitos, cacería. Evidentemente todo eso se conjugó, junto con un montón de otras cuestiones como educación, concientización y otros factores interrelacionados para que la población de yaguaretés de la zona Norte de la provincia haya mejorado en los últimos años", destacó.
Además de Puerto Península también resaltó al Parque Nacional Iguazú y el Parque Urugua-í como sitios con buena estructura de conservación "donde la especie se encuentra de manera saludable. Hay hembras, crías, hay ejemplares que tienen territorios que se llaman residentes y otros que son transeúntes, o que están por un tiempo en un lugar y luego se van hacia otra zona. Esto es lo saludable".
Por último hizo hincapié en la importancia de la incorporación del personal militar en el proceso de conservación. "Ellos están haciendo un concurso interno para buscarle un apodo que les satisfaga, que les guste. Normalmente los apodos que utilizamos tienen que ver con cuestiones de la zona. La mayoría son en guaraní, pero también en algunos lugares, como en la Reserva Militar, hay apodos que tienen que ver con cuestiones militares. Entonces tenés un yaguareté macho grande apodado Baigorria, que ahora lo registramos en el Parque Iguazú porque se movió para allá, o Cabral. También es una forma de que ellos sepan y se involucren, porque muchos desarrollan actividades desde hace años ahí, pero nunca habían visto un yaguareté, porque es como un fantasma de la selva que no se deja ver en forma directa, salvo muy pocas ocasiones. Entonces esto del apodo es importante para involucrarlos en este proceso de conservación", sostuvo.

Sobre el predio
La Reserva de la Defensa Puerto Península es un área militar y reserva natural ubicada en el Campo Iguazú del Ejército Argentino. Se encuentra en cercanías de la ciudad de Puerto Iguazú, encontrándose a 30 kilómetros al sudoeste del centro urbano. Debe su nombre al embarcadero existente en la zona y a la forma de península que adquiere debido al recodo que forma el río Paraná.
Es administrada por el Centro Regional de Adiestramiento Operacional (CRAO) del Ejército Argentino y allí se desarrollan actividades relacionadas con la Escuela Militar de Monte.
La Reserva se creó el 4 de febrero de 2009, por Protocolo Adicional Nº2 y atesora 8.800 hectáreas de la ecorregión Selva Paranaense. Se trata de un eslabón clave del Corredor Verde Misionero. Además, mejora el diseño del Parque Nacional Iguazú al reducir el estrangulamiento existente en el Área de Cataratas, defiende la cuenca del arroyo Mbocay y aumenta la viabilidad a largo plazo de especies con grandes requerimientos territoriales, como el amenazado yaguareté.
Ampara la empinada costa del Alto Paraná, donde la selva se ve enriquecida con especies de las regiones colindantes y algunas del Chaco Seco, como el zapallo caspi, la tuna y el ibirá o caraguatá. Monte adentro se encuentran la simira y el urunday, densos manchones de palmito y palo rosa, la heliconia e imponentes matorrales de tacuaruzú, la mayor de nuestras cañas nativas.
La superficie original de las tierras del Ejército Argentino eran de 17.000 hectáreas aproximadamente; 2.000 hectáreas fueron transferidas al municipio de la ciudad de Puerto Iguazú en 1990 y otras 7.000 a la provincia de Misiones, debido a la creación del parque provincial en 2004.
El Ejército utiliza el campo de instrucción para la capacitación de las tropas de monte en operaciones de bajo impacto ambiental.
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Una cría de cóndores nació en el Parque mendocino

 


Esperanza a pesar del peligro de extinción: nació un cóndor andino en Mendoza

Fecha de Publicación
: 11/01/2024
Fuente: MDZ
Provincia/Región: Mendoza


El Gobierno de Mendoza comunicó que una cría de cóndores nació en el Parque Provincial Tupungato. Mirá las fotos.
En nuestro país, se estima que hay más de 500 especies en peligro de extinción, según los relevamientos de la Fundación de Vida Silvestre Argentina. Una de ellas, es el cóndor andino (Vultur gryphus), ave que fue declarada bajo este alerta por el Gobierno nacional y, tras ello, protegida por la Ley Nacional N°22.421 de Conservación de la Fauna Silvestre.
Afortunadamente, esta semana, se dio a conocer una noticia esperanzadora. La Dirección de Recursos Naturales Renovables anunció, a través del Departamento de Fauna, que nació un cóndor andino en el Parque Provincial Tupungato, en Mendoza, aportando una dosis de fe en la lucha por su preservación.
Desde el organismo de Ambiente señalaron que “ya se está monitoreando el crecimiento de un nuevo pichón de cóndor, en el marco del 13° Censo Simultáneo de Cóndor Andino, que se llevó a cabo durante la última primavera”.
El Parque Provincial Tupungato comenzó a funcionar como un nuevo centro de monitoreo, lo que hizo posible el avistaje del cóndor pichón. Los encargados del monitoreo sospechaban el nacimiento de un nuevo cóndor, luego de que “se pudo avistar, mediante el uso de monoculares, a dos ejemplares adultos ingresando en una cueva en un costado del paredón que se estaba observando”.
Luego de 3 a 5 días de monitoreo, finalmente el nuevo ejemplar de cóndor andino se dejó capturar por las cámaras. Se trata de una noticia positiva para esta especie que, además, fue declarada Monumento Natural de Provincia de Mendoza por la Ley 6599/98.
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La historia del nuevo yaguareté silvestre descubierto

 


“La hija de Juruna”: la historia del nuevo yaguareté silvestre descubierto en el Parque Nacional Iberá

Fecha de Publicación
: 08/01/2024
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Corrientes


Se trata de una cachorra nacida en mayo de 2022 cuya presencia los científicos intuían pero nunca habían confirmado. En los últimos tres años, la población de este felino, en serios peligros de extinción, en Corrientes pasó de cero a 21 y ya representa casi el 10% de la población de total de yaguaretés en Argentina
Hace apenas dos años la presencia del mítico yaguareté en uno de sus hábitats naturales, los esteros correntinos, era un recuerdo de otro siglo. Durante los últimos 70 años, el felino desapareció de esta zona del norte argentino, víctima de la caza “deportiva” y la extensión de las fronteras agropecuarias. Sin embargo, las cosas cambiaron en el último tiempo. Apenas unas horas después de iniciado el año 2024, los científicos que trabajan para la reinserción de la especie dentro del Parque Nacional Iberá encontraron un nuevo ejemplar silvestre mientras repasaban las capturas tomadas por las cámaras trampa ubicadas en el territorio.
El equipo de científicos que monitorea la zona esperaba encontrar a esta hembra. Sabían que había nacido hace alrededor de un año porque habían visto que su madre, Juruna, huérfana traída desde Brasil y reinsertada por la Fundación Rewilding Argentina, estaba embarazada. “Hace poco pudimos ver a uno de sus cachorros pero faltaba este. Ahora sabemos que está vivo. Y parece que es una hembra”, celebró Sebastián Di Martino, biólogo y director del área de Conservación de Rewilding. La imagen dura apenas un segundo. La cachorra cruza delante de la cámara trampa, ubicada bajo un monte. Como las manchas de los yaguaretés son únicas para cada animal, del mismo modo que lo son las huellas dactilares para los humanos, los especialistas pudieron detectar que no era ninguno de los habitantes conocidos de la zona.
El animal se suma a otros 20 detectados entre los yaguaretés que nacieron en cautiverio y fueron reintroducidos y los hijos de estos nacidos en libertad. Las estimaciones indican que en Argentina habría entre 200 y 250 yaguaretés, por lo que la población del Parque Nacional Iberá ya representa el 10% aproximadamente del total y Corrientes es ahora la provincia de la región chaqueña argentina con mayor cantidad registrada del felino más grande del continente.
La hembra nueva es hija de Juruna, una yaguareté nacida en Brasil que quedó huérfana y fue traída a los esteros para, una vez estabilizada, intentar su reinserción en el hábitat natural. En 2021 finalmente los científicos de Rewilding le abrieron la jaula. Salió junto a dos cachorras hembras. Las tres lo hicieron, con collares que emiten una señal que permite su seguimiento y, a través de este, y las cámaras trampa, entender su comportamiento.
El yaguareté es un animal que puede caminar decenas de kilómetros en un solo día. Si se observa que se quedan mucho tiempo en un mismo lugar es porque parió. Si anda alrededor de un espacio muy pequeño es porque está comiendo alguna presa allí, lo que pasados unos días les permite ir a los investigadores y detectar cuál fue su bocado.
Más tarde, los observadores detectaron que Juruna estaba nuevamente embarazada. Pero si bien se dieron cuenta que había parido por su geolocalización, nunca pudieron verla con los cachorros. Cada vez que se iban a la zona donde creían que estaba, ella estaba presente y era imposible aproximarse a los animales.
“Y después se empezó a mover con los cachorros”, explica Di Martino y agrega: “Hace un tiempo logramos ver un yaguareté del tamaño que tendrían esos cachorros pero nos faltaba un segundo y creemos que este es el que nos faltaba”.
Como el 90% de las veces los yaguaretés dan a luz dos cachorros, intuyeron que había dos nuevos integrantes en el Iberá. Esto fue en mayo del 2022, por lo que se cree que el ejemplar recientemente visto tiene un año y siete meses.
Los nacidos en libertad no tienen los collares y no se les pueden colocar hasta que alcancen el tamaño adulto y puedan eventualmente ser capturados. Por ese motivo, las cámaras trampa adquieren una relevancia trascendental a la hora de identificar y seguir a estos individuos.
“Los resultados obtenidos en Iberá hasta el momento son muy auspiciosos. Es el primer proyecto a nivel mundial que intenta restablecer al yaguareté en una región donde se había extinguido, y es observado como ejemplo a ser replicado en la Mata Atlántica de Brasil y en el sur de los Estados Unidos. El éxito del proyecto incluso llevó a la fundación Rewilding Argentina, junto a Parques Nacionales, a trabajar para replicar el proceso en el Parque Nacional El Impenetrable”, explicaron desde la fundación.
No obstante, el cambio de gobierno tiene los trabajos en pausa. Como no hay autoridades designadas aún en la Administración de Parques Nacionales, no pueden ser reinsertadas dos hembras en el Impenetrable (donde se sabe que al menos dos machos silvestren caminan por el territorio), una nacida en cautiverio y la otra traída, huérfana, de Paraguay.
“A pesar de lo ambiciosos o titánicos que parezcan cuando comienzan, estos proyectos son necesarios para que las especies regresen a los lugares en donde desaparecieron por causas humanas y vuelvan a cumplir sus roles ecológicos, en este caso el de depredador tope. La presencia del yaguareté es esencial para mantener la salud del ecosistema ya que regula las poblaciones de las otras especies presentes en los esteros del Iberá, incluyendo especies vegetales”, detallaron desde Rewilding.
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Registran en el Iberá un nuevo yaguareté

 


Corrientes: registraron a un nuevo yaguareté silvestre en el Iberá

Fecha de Publicación
: 06/01/2024
Fuente: Diario Epoca
Provincia/Región: Corrientes


La Fundación Rewilding confirmó la información a través de sus redes sociales. "La primera noticia de 2024 llega desde el corazón del Parque Iberá en Corrientes: las cámaras trampa registraron a un nuevo ejemplar", postearon.
"La primera noticia de 2024 llega desde el corazón del Parque Iberá en Corrientes: las cámaras trampa registraron a un nuevo yaguareté silvestre", publicó la Fundación Rewilding confirmando el ejemplar número 21 en la reserva.
Cabe destacar que el rewilding busca restaurar las especies e interacciones ecológicas propias de los ecosistemas naturales, a fin de revertir las crisis de pérdida de biodiversidad y climática que amenazan al planeta.
Por ello destacaron que a noticia que llega desde Iberá reafirma el camino "el parque natural más grande de Argentina; la vuelta, por primera vez en la historia, del mayor carnívoro del continente americano; el posicionamiento de los Esteros correntinos entre los destinos naturales más recomendados del mundo".
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Investigan la recuperación de especies de peces en Salta

 


Estudian los efectos de un área protegida en la recuperación de tres especies de interés pesquero

Fecha de Publicación
: 05/01/2024
Fuente: El Chubut
Provincia/Región: Salta


El trabajo realizado por especialistas del CONICET analiza el rol del Parque Nacional El Rey (Salta) en la protección de poblaciones de peces atractivas para la actividad turística.
Un grupo de especialistas del CONICET analizaron los efectos de la protección del Parque Nacional El Rey sobre las poblaciones del dorado (Salminus brasiliensis), el sábalo (Prochilodus lineatus) y la boga (Megaleporinus spp.), tres especies de interés pesquero.
El trabajo se desarrolló en el río Popayán (dentro y en los límites del Parque Nacional), parte cuenca del río Bermejito, y fue encabezado por Alejo Irigoyen, investigador madrynense del  Consejo en el Centro para el Estudios de Sistemas Marinos (CESIMAR, CONICET). Junto a él trabajaron Gastón Trobbiani y Agustín De Wysiecki, del mismo Instituto; Gastón Aguilera, Guillermo Terán y Baltasar Bugeau, de la Unidad Ejecutora Lillo (UEL, CONICET-FML);  Felipe Alonso, del Instituto de Bio y Geociencias del NOA (IBIGEO, CONICET-UNSa), y Miguel Casalinuovo, fallecido el 16 de julio de 2022.
“El trabajo surgió por iniciativa de Felipe Alonso, que es un ictiólogo salteño, y un grupo de trabajo del CONICET en Tucumán. La idea era llevar nuestra especialidad, que es la estimación de abundancia y tamaño de peces en el mar con métodos no destructivos de observación, a los ríos de la selva yungueña de Salta, que tienen agua clara”, explicó Alejo Irigoyen.
El método utilizado por los científicos del CESIMAR consiste en un ‘censo visual’, que ya llevan practicando en el mar hace unos 20 años, mediante buceo: “Se hacen transectas donde uno cuenta y estima el tamaño de los peces en un área determinada, entonces, se sabe cuántos hay y de qué tamaño”, completó el especialista.
En julio de 2022 se realizaron censos visuales de dorados, bogas y sábalos en pozones de tres áreas distintas: un área protegida sin actividad de furtivismo registrada, un área protegida con actividad de furtivismo registrada y un área desprotegida con actividad de furtivismo registrada. En cada pozón se registró la abundancia de cada especie, profundidad máxima y el largo del mismo.
El análisis de datos indicó que la abundancia de las tres especies fue menor en áreas con furtivismo o desprotegidas, que en la zona protegida sin furtivismo, representando una disminución de un 74% en dorados, 58% en bogas  y 45% en sábalos, mientras que el tamaño de los dorados fue mucho mayor en el área protegida.
“Gracias a un trabajo mancomunado con los guardaparques nacionales, registramos una situación muy buena dentro de un sector del parque, donde encontramos hembras de dorado gran tamaño, que posiblemente sostengan toda la población, y, por otro lado, una situación hacia afuera de explotación de pesca recreativa y también furtiva, donde las poblaciones están muy deprimidas. Hay un contraste brutal desde los límites del parque nacional hacia arriba o hacia abajo, que es donde accede la gente a pescar”.
Según indican los autores, las especies y los hábitats de agua dulce se encuentran entre los más amenazados del mundo. En este contexto, las áreas protegidas (AP) son una herramienta clásica para proteger tanto a los ecosistemas y especies como al patrimonio natural y cultural que contienen. Sin embargo, en áreas continentales, las AP se establecen mayormente sobre valores de conservación terrestres, mientras que la protección de ambientes acuáticos y de peces es casual.
Con estos datos sobre la mesa, los autores aseguran que el manejo de las especies de estudio y dentro y fuera del Parque Nacional El Rey representa un desafío, dadas las dimensiones reducidas del sector de río donde se encuentran bien conservadas las poblaciones de peces, sobre todo de adultos reproductores de dorados. Si se lograra evitar el furtivismo, este factor propiciaría la recuperación rápida de, al menos, los sectores del río estudiados.
La situación actual, además del pasivo ambiental y el riesgo de contar con poblaciones en baja densidad y pocos reproductores, se puede considerar como un pasivo social dada la actividad económica que podría generar la actividad de pesca recreativa.
“Algo que tiene el dorado, por ejemplo, es que es una especie que mueve muchísimo turismo extranjero, muchas empresas se dedican a traer gente a pescar dorado, es una economía emergente. Entonces hablamos no solo del cuidado del patrimonio natural y cultural que es esta especie, sino que también son economías muy rentables y que ayudan a la gente del lugar si se hacen adecuadamente”.
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Presentan trabajo sobre incendios en humedales

 

 

La biodiversidad perdida

Fecha de Publicación
: 04/01/2024
Fuente: Agencia TSS
Provincia/Región: Litoral Argentino


Al menos 46 especies de plantas y 39 de vertebrados resultaron afectadas por los incendios en los humedales del río Paraná, en la provincia de Santa Fe, durante 2020. Se estima que, en esa oportunidad, el suelo ardía en profundidades que oscilaron de hasta 12 centímetros, mientras que las alturas de las llamas se elevaron hasta más de cuatro metros metros, debido a la presencia de especies leñosas. Los datos surgen de un relevamiento desarrollado por una decena de investigadores de distintas disciplinas, del CONICET y de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), que fue recientemente publicado por la revista científica Oecologia Australis.
“Es el primer trabajo en la Argentina que describe y cuantifica a campo la mortalidad de flora y de fauna, y la afectación del suelo en humedales”, dice la investigadora Paola Peltzer, del Laboratorio de Ecotoxicología de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL y del CONICET, que estudia el impacto de las actividades humanas en los humedales del Paraná desde hace más de dos décadas.
“Encontramos 85 especies afectadas a lo largo de los años, porque se multiplicaron los incendios y su repetitividad en los mismos sitios”, advierte Peltzer, y aclara que son tierras que no solo fueron quemadas en invierno para facilitar la ganadería, sino que los incendios también se intensificaron y reprodujeron en verano, debido al aumento de la temperatura y la gran sequía histórica que hubo en el río Paraná.
“Eso hizo que, al no estar adecuadas evolutivamente a tener fuego en sus ambientes, las especies de plantas no puieran rebrotar y las de animales no pudieran reproducirse”, afirma la especialista. Y agrega: “Si esto se hubiera extendido más en el tiempo, realmente hubiera sido una catástrofe y una declinación casi regional de estos humedales. Gracias a las inundaciones posteriores, el fuego se frenó pero quedó demostrado que los humedales ya no funcionan como barreras o como esponjas de grandes inundaciones, que es una de sus características y funciones”.
La recopilación de los datos fue a partir de “observación in situ”, que no es otra cosa que ir personalmente al territorio para poder medir la profundidad de la quema y enumerar las distintas especies de plantas y animales vertebrados que resultaron quemados, y en los casos en los que las condiciones no les permitían determinar el tipo de especie que estaban detectando, las registraron fotográficamente y las identificaron luego en el laboratorio.
“El trabajo de campo requiere un esfuerzo muy grande, muchas cosas se hacen realmente a pulmón, sumado a la impotencia de estar viendo animales quemados y no poder hacer nada”, dice Peltzer y destaca la dedicación de todo su equipo, que desde hace años se dedica a esta tarea para estudiar y tratar de proteger la biodiversidad de los humedales, no solo de la región del Paraná Medio, ya que también colaboraron como voluntarios en otras zonas afectadas por incendios, como en Corrientes.
“Es algo desolador y muy triste, volvíamos llorando e incluso con secuelas físicas, como broncoespasmos y ampollas en los pies”, recuerda la investigadora, y agrega que, además de ver animales quemados y plantas afectadas enteramente o árboles muertos en pie, también se encontraron con un suelo “que era prácticamente el de un desierto, no un humedal: había grietas de 10 a 15 centímetros de profundidad en los suelos, que habían roto la microbiota tan importante para esos lugares”, dice la especialista. También destaca la importancia de contar con ayuda de personas que habitan en esas regiones, que facilitaron el traslado con sus propias lanchas y canoas hasta los lugares afectados.
Para este trabajo, específicamente, los y las investigadoras de este equipo recorrieron 18 humedales (entre islas y tierras continentales) distribuidas a lo largo del denominado Paraná medio, que se expande desde la localidad santafesina de Los Zapallos hasta la entrerriana de Diamante, durante tres meses. En algunos sitios también hicieron un seguimiento en distintos momentos posteriores a los incendios, para evaluar las posibilidades de remediación de la biodiversidad en las zonas afectadas.
“Nos encontramos con la no regeneración y la no restauración pasiva de la flora y de la fauna, es decir, que no había posibilidades de que la fauna y la flora pudieran volver al estado anterior sin la ayuda del hombre”, advierte Peltzer, y explica que los humedales no tienen como perturbación natural al fuego, como sí la tienen otros ecosistemas pampeanos, lo que hace que se genere lo que se conoce como “muerte ecológica”. En las plantas, esto implica que, si bien los ejemplares no mueren, se ven afectados de manera tal quedan expuestos a enfermedades e infecciones y no pueden producir flores, por ejemplo, lo que impide que se produzca la polinización y den frutos para reproducirse. En el caso de los animales ocurre algo similar, ya que no pueden regresar o algunas de sus tres funciones vitales, que son alimentarse, reproducirse y encontrar sitio de refugio, resulta alterada.
Para analizar los impactos de los incendios ocurridos durante 2020, los investigadores también determinaron, con información satelital, lo que se conoce como índice de quemado diferenciado normalizado (dNBR) y el índice de vegetación diferenciada normalizada (NDVI), antes y después del incendio. En el caso del dNBR, registró un valor moderado de quemas de 17,64%, que se elevó a un 52,94% de quemaduras de alta gravedad. En cuanto a los valores de NDVI, disminuyeron a la mitad en comparación con los valores registrado en las imágenes de control, inmediatamente después del incendio, y mostraron una posterior revegetación baja a mediano plazo, de tres a cuatro meses. “No nos podíamos quedar solo con lo que vimos en el terreno, también quisimos complementarlo con la información satelital disponible, para comprender mejor cómo impacta el fuego en estos territorios”, dice Peltzer.
La investigación busca comprender el impacto del fuego en la biodiversidad de los humedales y a pensar en modos más efectivos para remediarlos y protegerlos, ya que estos cumplen funciones esenciales contra el cambio y la crisis climática, que generan eventos extremos como los tornados y las fuertes tormentas que se vivieron recientemente en la provincia de Buenos Aires.
“Se espera cierto tiempo para que la naturaleza se recupere sola y evaluar si se debe intervenir o no, a corto, mediano o largo plazo. En general, se espera que con las primeras lluvias primaverales se produzca una regeneración de las plantas herbáceas, por ejemplo, y que eso lleve a que, por sucesión ecológica, vuelvan los animales, se creen microambientes, microclimas y se permita también las sucesión ecológica en cuanto a arbustos y especies arbóreas”, agrega Peltzer, pero advierte que ]”eso no se dio”.
Todo esto evidencia la relevancia de contar con políticas y regulaciones que ayuden a proteger estos ambientes y la biodiversidad contenida en ellos. “Necesitamos más de 60 años para recuperar un ambiente quemado. Si se deroga la Ley de Manejo de Fuego, como intenta el actual Gobierno, se da pie a que se pueda quemar cualquier tipo de tierra y de ecosistema, y permite hacer un uso posterior del suelo quemado, independientemente de si es o no un área natural protegida”, cuestiona la investigadora. Esto último es lo que se conoce como “ley de irreductibilidad”, a lo que también hay que sumarle los riesgos de derogar la Ley de Presupuestos Mínimos, que le quitaría los subsidios a los bomberos nacionales para que puedan actuar frente a los incendios en los diversos ecosistemas del país.
“Es terrible, se está condenando a que perdamos no solamente las tierras, sino también la biodiversidad. No sé si se logra ver lo que eso implica en términos de flora y de fauna, pero realmente asusta”, concluye la investigadora.
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El Venado de las pampas intenta resurgir en Corrientes

 


Venado de las pampas. Bellos y en peligro de extinción, la especie recupera su lugar en los Esteros

Fecha de Publicación
: 29/12/2023
Fuente: La Nación
Provincia/Región: Corrientes


A primera hora de la mañana, Cabernet está echado sobre el malezal. Es un macho adulto joven, de cuatro o cinco años. Hace unos pocos meses, al igual que todos los venados de las pampas que viven en esta zona, cambió las astas y entró en celo. “Voltean los cuernos y les crecen nuevos y más altos. Es una forma estimativa de calcularles la edad”, dice Augusto Distel. Botas de goma hasta las rodillas –todo el terreno tiene unos centímetros de agua–, lleva en su mano el aparato con el que logra determinar su ubicación. Ya advirtió, además, a una hembrita cerca de ahí. Una yarará está agazapada entre la maleza. Cerca del camino un zorro deambula lentamente, siempre una amenaza para las crías. Este es territorio de Cabernet: así lo ha demarcado. Controla dos harenes. Se lo ha ganado “trabando guampas” con otros machos, corriendo y zapateando con las patas hacia adelante, su forma de demostrar jerarquía. A la tardecita cruzará el campo, más allá de la ruta, y recién volverá a la noche o al día siguiente. ”Pegan la vuelta como si hubieran dejado la pava en el fuego”, comenta Distel, coordinador de Conservación de la Fundación Rewilding Argentina. Un venado de las pampas macho como Cabernet puede llegar a alcanzar los 70 cm de altura y a pesar entre 30 o 40 kilos. Son muy bellos, de color bayo en toda la parte dorsal y los flancos, y color crema en la parte inferior del cuello, el vientre, y la cara inferior de la cola, así como alrededor de los ojos y los labios. Eso sí, huelen muy mal: ajo y cebolla.
En Socorro, un área de 124 km² de sabana americana en el sudeste de la Reserva Iberá, en Corrientes, viven entre 30 y 50 venados de las pampas. Al norte, en la isla de San Alonso, 114 km² rodeados por esteros, viven otros 300 ejemplares. Estas dos poblaciones, que conviven, entre otros tantos animales, con osos hormigueros, pecaríes, tapires y yaguaretés –depredador tope de este ecosistema– son consecuencia de un trabajo de reintroducción de especies en peligro de extinción que comenzó en 2009 la Fundación Rewilding Argentina, como parte de un proyecto más amplio de restauración ecológica a la castigada región del Iberá. “Se trata de un proyecto que busca devolverle todas las especies que le faltaban al Iberá para que vuelva a tener un ecosistema completo –dice Gustavo Solís, veterinario, responsable en Rewilding del ingreso de individuos a los proyectos de reintroducción de especies–. Desde el depredador tope, que es el yaguareté, para abajo. Y dentro de esas especies, el venado de las pampas era clave, porque era uno de los grandes herbívoros de pastizal que estaban faltando”. Hasta este proyecto, no había venados en Corrientes dentro de áreas protegidas. Hoy, a casi 15 años de iniciado, las de Socorro y San Alonso son las mayores poblaciones de venados de las pampas dentro de un área protegida en todo el país. Las últimas estimaciones poblacionales a nivel país datan de 2019 y consignan que sólo quedan no más de 2500 ejemplares: unos 1500 en Corrientes; 700 en San Luis, mayormente en campos privados; unos 200 en la Bahía de Samborombón, en Buenos Aires; y no más de 50 en el norte de Santa Fe. Solís advierte, sin embargo, que se sabe que la población de venados a nivel nacional viene declinando.
Los venados son gregarios, y se los suele ver en pequeños grupos de tres a seis animales, aunque también pueden observarse manadas de 20 o más
El venado de las pampas fue en el pasado una de las especies autóctonas más comunes de la región pampeana y hoy es una de las más raras, tanto que está en peligro de extinción. Según publicaciones del investigador argentino Mariano Giménez Dixon, el venado de las pampas ha sido mencionado por diversos viajeros e historiadores de la región, desde Reginaldo De Lizarraga en 1570, hasta Charles Darwin o Guillermo Hudson en el siglo XIX. Los guaraníes los llamaban Gwazú-ti y los puelches, Yoam-Shezcé. Venado de las pampas es como lo nombraban los europeos. “Su presencia no solo era común sino que era objeto de caza tanto por su carne y piel como por la obtención de las piedras bezoares, cálculos calcáreos que se hallarían en el estómago, con supuestas propiedades medicinales. También fueron aprovechados por las poblaciones aborígenes, habiéndose hallado restos de este cérvido en yacimientos indígenas anteriores a la llegada del europeo. Los gauchos, además, acostumbraban perseguirlos en partidas deportivas a fin de probar su destreza con las boleadoras; el venado formó parte de su léxico así como de sus creencias y leyendas”, escribió Giménez Dixon. ¿Por qué fue desapareciendo? Según el investigador, la disminución de las poblaciones comenzó a ser notoria a inicios del siglo XX. Entre las causas, menciona la reducción y modificación de sus hábitats, la introducción de ganado doméstico así como de fauna y enfermedades exóticas, y la sobrecaza deportiva y comercial. Por ejemplo, hay registros de que durante el período 1860/70 fueron exportados alrededor de dos millones de cueros de esta especie. Gustavo Solís agrega dos factores que estos días también marcaron la disminución de la población en el país: “Una de las explotaciones que más afecta al venado de los pampas es la resinería, es decir cuando en las forestaciones empiezan a extraer resina porque van grupos muy grandes de personas, con perros y poco control. A esto hay que sumarle los tremendos incendios que hubo en 2021 y 2022”, dice.

Una especie amenazada
Las últimas estimaciones poblacionales a nivel país datan de 2019 y consignan que sólo quedan no más de 2500 ejemplares.
Paciencia y conocer a los animales. Es el mantra que repite Gustavo Solís cuando recuerda aquellos días de captura, hace más de una década. El proyecto se había aprobado y puesto en marcha. Se habían empapado de la experiencia del brasileño José Maurício Barbanti Duarte, uno de los expertos en cérvidos más importantes de la región. El mejor, según Solís. Incluso los había acompañado en la primera captura. Pero en la segunda captura, ya estaban solos. Y eran puros nervios. “De este dardo depende que se desate todo el ciclo”, le repetía una voz en la cabeza de Solís, mientras sostenía el rifle con el telémetro. Podían pasar dos días enteros sin disparar. Las tierras que rodean al río Aguapey, al este de los Esteros del Iberá, donde hicieron esas primeras capturas de venados, son, en palabras de Solís, “bañados horribles” que les servían de refugio, pero que no eran su hábitat natural como lo puede ser el monte o los pastizales. “Teníamos que andar con el tractor y una especie de plataforma que llevábamos atrás y enganchábamos al tres puntos del tractor. Desde ahí nosotros le disparábamos. Una vez que se dormía, se le tomaban muestras, medidas y se le colocaba el collar. Cuando estaba listo, ya intubado para la anestesia, lo trasladábamos a la plataforma del tractor. De ahí a la camioneta, y desde la camioneta iba al helicóptero o al avión para ser trasladado al lugar definitivo, que era la isla de San Alonso”, detalla Solís. Pero nada resultaba sencillo. El primer escollo era sortear la burocracia para conseguir las autorizaciones de las capturas, que las obtenían por cantidad de ejemplares. Luego, cada detalle era un desafío en sí mismo: habituar a los venados al ruido del tractor, elegir los ejemplares –que fueran jóvenes para que tengan mayor sobrevida dentro del proyecto–, y aceptar que había venados que iban a morir durante las capturas. Por eso, las modificaciones constantes: del tipo de dardo, del tipo de anestesia. Y así, ya no murieron más ejemplares durante las capturas. También hicieron capturas en campos forestales. Había menos venados, pero podían prescindir del tractor y recorrían los caminos en camioneta. Los venados estaban acostumbrados a las camionetas de las empresas forestales, y no les tenían miedo, no lo asociaban con un peligro. Les disparaban el dardo desde la misma camioneta y ahí comenzaban el mismo proceso para el traslado. La siguiente estación era un corral de presuelta, ideal para que se conozcan y se aquerencien, antes de ser nuevamente liberados y monitoreados.
foto AML
Juan Cruz Minvielle Cepeda estaciona la camioneta a un costado del camino. Forma parte de la Fundación Rewilding Argentina desde hace cuatro años y vive en la estación biológica que está en la isla San Alonso; se dedica a monitorear las especies reintroducidas. A veces con la camioneta, a veces a caballo. En esa zona, la mayor parte de la tierra es agua. El terreno es arenoso. En los parches de monte, los terrenos más altos, se ven árboles de lapacho, ambay, laurel blanco, curupí. Gracias a una quema controlada reciente, relucen los brotes verdes y tiernos, los preferidos de los venados de las pampas. La población de San Alonso alcanza los 300 ejemplares. Conviven con ciervos de los pantanos, pecaríes, carpinchos, chanchos cimarrones –una amenaza–, yaguaretés. Fauna típica del Iberá. “Llegué a ver grupos de hasta 20 venados o más”, dice Juan Cruz, con una sonrisa. La población ya entró en la etapa de dispersión: van obteniendo información de avistajes de venados de distintos campos. En Mercedes, San Nicolás, Concepción. Hasta 100 km de distancia. En censos posteriores a los de 2019, Solís cuenta que notaron una disminución de la población en las forestaciones y una migración hacia el sur, a campos ganaderos. Es muy reciente y lo están evaluando: “Es un proceso de dispersión que aún no terminamos de definir”. “Si fuera un colegio, los osos hormigueros y los venados ya son los egresados –dice Solís–. Crecieron y se empezaron a dispersar. Y esa es la idea”.
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Es posible la coexistencia de ganado ovino y depredadores

 


Perros protectores, la estrategia de los productores para enfrentar la depredación

Fecha de Publicación
: 27/12/2023
Fuente: Telam
Provincia/Región: Neuquén - Patagonia


El proyecto, organizado por la Cooperativa Agropecuaria de Comercialización de Pequeños Productores nuclea a 350 familias y logró una certificación internacional, se enfoca en la conservación de especies y espacios de vida silvestres para evitar que otros animales los cacen.
Una cooperativa de pequeños productores de Zapala, provincia de Neuquén, fomenta prácticas sustentables de coexistencia entre el ganado ovino y sus depredadores mediante perros protectores de ganado, generando procesos productivos sustentables y amigables con la biodiversidad de la estepa patagónica.
Se trata de la Cooperativa Agropecuaria de Comercialización de Pequeños Productores de la Zona Centro de Neuquén, creada en junio de 2011, que nuclea a 350 familias productoras, y logró en octubre pasado la certificación internacional Wildlife Friendly, otorgada por la organización civil WCS Argentina, cuyo trabajo se enfoca en la conservación de especies y espacios de vida silvestres.
Este certificado, obtenido ya por 45 productores de la cooperativa, "fortalece el posicionamiento de fibras en el mercado internacional, logrando elevar su precio de venta un 15%", según indicaron desde la organización.
En diálogo con Télam, Ezequiel Infantino, coordinador de Certificación y Cadenas de Valor de WCS Argentina, precisó que desde la organización se trabaja hace más de 30 años con temas de coexistencia de especies y su conservación.
"La relación que tiene la gente con la naturaleza, el medio ambiente y la fauna silvestre es importante para que estos proyectos de conservación sean efectivos a largo plazo. En este caso, trabajamos con el problema de la depredación sobre el ganado", expresó.
Los productores de ganado ovino y caprino se enfrentan a la amenaza de la vida silvestre de la zona como los pumas, el zorro colorado y gatos andinos, y para lograr controlar la depredación de estos animales implementan distintas técnicas que promueven la coexistencia entre ambos.
Una de las técnicas que más resultados positivos tuvo es la de la incorporación de perros protectores de ganado que, si bien requiere de "mucho trabajo y compromiso de los productores", proporcionaron "reducciones que van del 85% al 100%" en depredación.
"El proceso de impronta es el proceso mediante el cual estimulamos al perro, cachorro en este caso, para que genere un vínculo familiar con otras especies. De esa manera, los animales con los que el perro crece son con los que empieza a crear una relación social", indicó Infantino.
La organización civil WCS trabaja en conjunto con la Subsecretaría de Producción de Neuquén y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y con la Alianza Gato Andino poseen un criadero en Malargüe, provincia de Mendoza, en donde ya entregaron 20 perros a productores de Neuquén, Mendoza y Chubut.
Las razas protectoras más utilizadas en la Argentina y Sudamérica son el perro de montaña de los Pirineos (gran Pirineo), el Pastor de Maremma, originario de Italia, y, en particular, la WCS reproduce una cruza entre Pastor de Anatolia, originario de Turquía, con el gran Pirineo.
"Las razas de perros protectores tienen más de seis mil años de historia, no es una metodología nueva. Cuando el ser humano domesticó al lobo y surgió esta entidad doméstica lo que hace es exacerbar algunos comportamientos y disminuir otros", explicó el especialista.
Y señaló que "el perro sigue siendo un carnívoro y la conducta típica es marcar territorio. Orinando marca su territorio y avisa a otros carnívoros de su presencia".
Además, los pumas y los zorros "no son animales que se enfrenten con otro carnívoro, por lo que en esta zona de estepa no hay registro de enfrentamientos físicos con estos animales".
Una de las peculiaridades de este proceso, según Ezequiel Infantino, es advertir cuando el perro detecta una amenaza y "trabaja" en conjunto con las ovejas y cabras.
"Estos animales saben que el perro es parte de su grupo, pero que tiene una actitud defensiva. El perro se interpone entre su rebaño y la amenaza, comienza a ladrar direccionado y mientras hace esto las chivas y las ovejas se forman detrás del perro", apuntó.
Además, gracias a los perros protectores, las especies silvestres de la zona no son cazadas ni tampoco son abordadas utilizando cebos tóxicos, lo que produce una "convivencia entre especies sin que sea una amenaza para el pequeño productor".
"De tener casi un 50% de pérdida por depredación hoy tenemos cero. Si tenemos pérdidas con la cría son por factores climáticos, entre otros", expresó a Télam Flavio Castillo, uno de los productores de cabras de la cooperativa.
Castillo trabaja con perros protectores desde hace diez años y proviene de una familia de crianceros y remarcó que gracias a estos canes "no estamos preocupados por los animales si salen al campo".
El productor explicó que los perros conviven las 24 horas del día con los animales y son tratados "como una cabra más".
Para la cría utilizan el pastoreo y las cabras circulan libremente durante el día para luego volver por la tarde al lugar donde pasan la noche.
"El perro come y duerme con los animales y sale a caminar por el campo para marcar su territorio junto con las chivas. Eso te facilita un montón de tiempo. Antes perdíamos tiempo persiguiendo o corriendo para que no se metan predadores a las inmediaciones, hoy ya no nos preocupamos por eso. Nosotros cuidamos solamente la producción", agregó.
Por su parte, Infantino también explicó que otro de los métodos que utilizan para ahuyentar a los carnívoros es con el uso de luces disuasivas ya que "los carnívoros son muy temerosos de los elementos nuevos en el ambiente. Poner una luz disuasiva por lo general los asusta".
"Es una metodología que sirve si se complementa con otro y se le da descanso a la utilización de la luz porque, si el depredador se acostumbra, pierde el miedo y deja de ser útil", señaló.
Lo positivo de la implementación de estos métodos es que "no interfiere con la vida silvestre ni con su entorno" ya que "las poblaciones de estos animales se mantienen y cazan otras especies, como liebres".
Además, la posibilidad de mantener a los animales en un entorno más libre y sin tanta intervención hace que la materia prima que estos productores ofrecen sea de mayor calidad y sea reconocida por el mercado con un valor agregado por ese cuidado al medio ambiente.
"Al tener la certificación amigable nuestra fibra mohair, tiene más valor para el comercio. Es por eso que instamos a que otros productores sigan este tipo de producción para incentivar el uso de estas herramientas que cuidan al medio ambiente sin la necesidad de enfrentar a la fauna carnívora", Castillo.
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En Argentina los polinizadores también están en riesgo

 


Científico argentino revela la situación alarmante de los polinizadores y su impacto en la agricultura

Fecha de Publicación
: 25/12/2023
Fuente: Redacción Veintitrés
Provincia/Región: Nacional


Científico argentino explica la importancia de los polinizadores, su disminución a nivel global y el impacto de la actividad humana en esta problemática. La falta de polinizadores amenaza la reproducción de plantas cultivadas, poniendo en riesgo la producción de alimentos. La introducción de especies exóticas, la agricultura intensiva, el calentamiento global y el uso de pesticidas son factores que contribuyen a la disminución de la diversidad de polinizadores. A pesar de las limitaciones, la ciencia argentina se destaca en el campo de la ecología. (200 caracteres)
Marcelo Aizen, biólogo argentino reconocido por su trabajo en ecología de la polinización, comenzó su carrera en un programa para traer científicos que habían emigrado durante la dictadura. Durante un viaje a Chile para promocionar el programa argentino, escuchó a Peter Feinsinger hablar sobre las interacciones planta-polinizador y decidió investigar ese tema. Aizen viajó al extranjero y luego regresó para realizar su tesis de doctorado, contando con Peter como su director informal. En aquel momento, pocos le daban importancia a su trabajo, pero en los últimos años el tema de la polinización se ha vuelto relevante a nivel mundial debido a su impacto en el medio ambiente y la economía.
Aizen dirige actualmente el Grupo de Ecología de la Polinización (ECOPOL) en el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (INIBIOMA), formado por científicos del Conicet. Recientemente, fue reconocido con el Premio Houssay Trayectoria por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. En una entrevista, Aizen habló sobre la importancia de los polinizadores, la crisis que enfrentan a nivel mundial y el impacto de la actividad humana en esta situación.
Cuando se menciona la palabra "polinizadores", usualmente se piensa en las abejas, pero en realidad hay una gran variedad de especies que cumplen esta función. Además de las abejas, existen moscas, escarabajos, avispas, mariposas, polillas, crustáceos marinos y aves como los colibríes. A nivel global, las abejas son las polinizadoras más conocidas, pero hay alrededor de 20 mil especies de abejas en todo el mundo. La mayoría de ellas son solitarias, aunque también existen abejas sociales y abejorros.
La situación de estas especies polinizadoras es preocupante. Su declinación no solo afecta la reproducción de plantas silvestres, sino también de plantas cultivadas. Las tres cuartas partes de los cultivos dependen en cierta medida de los polinizadores. Si bien los cereales son polinizados por el viento, otros cultivos como los frutales y las oleaginosas sufren una disminución en su producción cuando los polinizadores escasean. En el caso de las abejas, hicimos un estudio que reveló que actualmente hay entre un 25 y un 30 por ciento menos de especies de abejas en comparación con hace 40 años.
Otro problema que enfrentamos no es la falta de polinizadores, sino el exceso de ellos. En la Patagonia, por ejemplo, el abejorro europeo se ha convertido en una especie invasora que amenaza a la abeja nativa. Esta introducción se ha dado debido a su uso en la polinización de cultivos de invernadero y a cielo abierto. Sin embargo, esta especie invasora termina alterando el equilibrio natural y perjudicando la reproducción de las plantas.
El impacto de la actividad humana en este desequilibrio es total. La introducción de especies exóticas, la agricultura intensiva y extensiva, el calentamiento global y el uso de pesticidas son las principales causas de la disminución de la diversidad de polinizadores. Estas mismas causas también afectan la diversidad en general.
Aunque la ciencia argentina ha enfrentado muchas limitaciones, se destaca por su calidad. La falta de recursos ha sido compensada con creatividad, aunque también ha limitado el tipo de preguntas que se pueden plantear y responder. En el campo de la ecología, Argentina ha ganado reconocimiento internacional, siendo Sandra Díaz una de las ecólogas más destacadas en el país y a nivel global.
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El ciervo axis a punto de ser declarado plaga en Corrientes

 


Desequilibrio en el ecosistema y foco de enfermedades: este es el ciervo que Corrientes quiere declarar plaga

Fecha de Publicación
: 25/12/2023
Fuente: TN
Provincia/Región: Corrientes


La especie fue declarada como “exótica invasora” en el país, compite con la fauna autóctona y una de las posibles soluciones en la provincia es habilitar la “caza plaguicida”
El Senado provincial correntino dio media sanción a un proyecto de ley para declarar al ciervo axis como plaga ante el daño que provoca esta especie exótica en el ecosistema de la región. Señalaron que compite con fauna autóctona y que es un potencial reservorio de enfermedades, además de que trae consecuencias en rutas de la provincia porque se mueve en manada. Una de las soluciones que menciona la normativa es habilitar la caza para frenar el crecimiento de la población.
A mitad de noviembre, el Senado correntino dio media sanción a un proyecto de ley que declara a los ejemplares de ciervo axis salvajes como plaga “teniendo en cuenta su efecto dañino y perjudicial para la actividad productiva”, por lo cual serán “susceptibles de caza plaguicida”.
El ciervo axis es oriundo de Asia (India, Sri Lanka y Nepal) y se introdujo en Corrientes en la década de 1990. La situación estaba controlada hasta hace algunos años, que pasó de verse marginalmente en ciertos sectores a mostrarse en ciudades y conurbanos. La situación, aseguraron en la Dirección de Fauna de la provincia, tiene especial atención en el centro y el sur.
Fue declarado en 2021 por el entonces Ministerio de Ambiente Nacional como “especie exótica invasora, categoría 2″. Este tipo de especies precisan, según la Lista oficial de especies exóticas, de políticas para minimizar sus impactos y toda acción sobre los ejemplares deben implementarse adoptando medidas de prevención, control o mitigación.
Al no tener un depredador natural, en la actualidad configura un problema por sus perjuicios sobre disputa de pasturas con otras especies y forrajes de maíz, así como en rutas ya que es un animal rápido, que se mueve en manadas grandes y tiene actividad nocturna.
La ruptura del equilibrio del ecosistema es uno de los principales problemas a atender, según contó a a TN el investigador Sebastián Cirignoli, del Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (Ceiba): “Las especies nativas tienen un montón de presiones externas que ocasionan, principalmente, la pérdida y fragmentación de sus hábitats, como para que se le agregue una amenaza más”.
Uno de los principales perjuicios recae en las enfermedades que puedan portar estos ciervos. Hay dos potenciales peligros: la tuberculosis bovina y un tipo específico de garrapata que puede ser vector de patologías que la fauna autóctona no pueda combatir.
“Tenemos bastantes problemas porque se reproduce mucho y ya tenemos una pequeña invasión en los esteros del Iberá que perjudica a las especies autóctonas”, agregó a TN el director de Recursos Naturales de la provincia, Agustín Portela. Aseguró también que hay ejemplares que “están entrando en territorio misionero”.
Además, Cirignoli hizo foco en los peligros que significan cruzarse con una manada en las rutas correntinas. Según el Sistema de Información de Biodiversidad de Parques Nacionales, se mueven en grupos de 5 a 10 ejemplares, número que puede alcanzar, ocasionalmente, los 200 individuos. “Cada vez hay más accidentes en la Ruta Nacional 14, hasta hubo muertes. El ciervo axis se mueve en grandes manadas y de noche ya que son bastante nocturnos”, detalló el investigador.

Caza para “equilibrar”
La única medida hoy, admite Portela, es el incremento de la cantidad de ejemplares de ciervos axis que se pueden cazar por día: lo aumentaron de uno a tres por jornada de caza. “Es en forma paliativa y es la única medida para poder equilibrar la superpoblación, pero nunca es suficiente”, afirma.
La posible sanción de la ley, anticipa, podrá “ayudar” a aumentar incluso más ese cupo por jornada, aunque pretenden llegar a un consenso “con dueños de campos y con ambientalistas”. El funcionario indica que en la zona centro y sur de la provincia “hay muchos cotos de caza como única medida para equilibrar la sobrepoblación”, aunque remarca la necesidad de “ordenar los cotos por una cuestión de seguridad”.
“Estamos trabajando en un plan de manejo con intendentes que están donde más se dio el crecimiento de la población de ciervos axis. Produjo mucho daño en competencia por la pastura y en algunas siembras de maíz, pero no queremos que sea simplemente un exterminio”, explica Portela.

Sin estudios
Para Cirignoli, el ciervo axis representa una especie que compite con la fauna autóctona: “Sumamos una amenaza de peligro de extinción porque traen enfermedades que las especies nativas no están preparadas para recibir. Los programas de erradicación de (especies) exóticas cuestan millones de dólares”.
El investigador aclara que, a pesar de los “daños tangibles” que ocasiona este animal y los riesgos de introducir una especie exótica en un ecosistema determinado, “no hay un trabajo científico que haya estudiado el impacto del ciervo axis en la fauna nativa en nuestro país”.
De todos modos, destaca que sí encontraron, en los esteros del Iberá, que los ciervos axis son un “reservorio de enfermedades que están en el ambiente pero que habría menos si no estuviesen los animales para mantenerse y amplificarse”. Y remarca: “Un ecosistema o comunidad funciona de manera armónica. Si a esa red le agregás una pieza de más, estás rompiéndola”.
En tanto, aclara que elaborar un programa de “captura y traslado de animales a un santuario o a su lugar de origen no es practicable y costaría muchísimo dinero”.
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Expertos afirman que es grave el tráfico de aves en Río Negro

 


Tráfico de aves en Río Negro: un delito que mueve millones

Fecha de Publicación
: 19/12/2023
Fuente: Diario Río Negro
Provincia/Región: Río Negro


Cada vez hay más intervenciones del Estado Provincial para evitar el tráfico, pero el comercio ilegal crece y pone en riesgo a especies. El cardenal amarillo es una y fue declarada monumento natural.
Es un comercio ilegal que mueve millones. A nivel internacional ocupa el 4° lugar dentro de los delitos de tráfico, detrás de la trata de personas y la venta ‘negra’ de armas. Y la provincia de Río Negro ‘pica en punta’ dentro de los lugares claves para su comisión, compitiendo con otras ubicadas al norte.
Se trata del tráfico de aves, algo que está penado por Ley, pero, aún, no fijó sanciones lo suficientemente contundentes para desalentar la práctica. En el caso rionegrino, está diezmando a especies como el cardenal amarillo, el de copete rojo, el pepitero de collar y el jilguero dorado, que están entre las más buscadas.
Es que son todas aves ‘canoras’, sus trinos seducen por su bella sonoridad y son de colores llamativos, que los coleccionistas buscan. Para obtenerlas, están dispuestos a pagar grandes sumas.
Un cardenal amarillo, en territorio rionegrino, puede salir $20.000. Pero si se vende a Buenos Aires u a otra gran capital del país se cotiza a $200.000. Y llega a cifras que escapan los cálculos si se trafica a Europa o a cualquier sitio del mundo.
La semana pasada, en Guardia Mitre, el área de fauna que dependía, hasta la gestión anterior, de la cartera de ambiente secuestró a 37 de estas aves, que estaban en la casa de un ‘acopiador’. Vendiéndolas en Bs. As ese traficante hubiera obtenido, como mínimo, $7.400.000.
La Ley prevé que, por pájaro, al infractor se le puede imponer una multa de $100.000 (la mitad de lo que obtendría al venderlo). En el caso de las penas lo máximo son tres años, que no implican prisión efectiva. Tampoco hay garantías de que la sanción punitiva se concrete.
Desde Fauna sostienen que la forma más eficaz de sancionar se da con la colaboración clave de la policía rural, cuando encuentran al traficante trasladando aves en un vehículo. En ese caso se le secuestra el móvil y, para retornárselo, el afectado debe pagar todas las multas que haya obtenido. Hasta ahora, ésa es la mejor forma de hacerles sentir el rigor del castigo.
Lo cierto es que la extinción de estas especies en manos del tráfico es una realidad creciente. Y, a nivel ambiental, más allá de la pérdida de un grupo de aves puntual, son inconmensurables los daños.
“Es que más allá del patrimonio cultural y natural que representan, estos cardenales amarillos, por caso, prestan un servicio ecosistémico. Seguro que son dispersores de semillas, por ejemplo. Por eso la función que realizan es clave, e incluso desconocemos mucho sobre su rol. Por eso cuándo desaparecen dejan de realizar la acción que desempeñaban en el ambiente. Esas pérdidas son lamentables y, en gran parte, difíciles de dimensionar”, contó Fabián Llanos, integrante de la dirección de Fauna Silvestre y ex subsecretario de Biodiversidad provincial.
Recientemente, este tipo de cardenales fueron designados, por Ley, monumentos naturales de la Provincia, un título que comparten junto con las ballenas francas, los huemules, el cóndor andino y las mojarras desnudas. Esa entidad normativa permite que se fijen pautas mucho más estrictas para su conservación.

Un negocio con varios eslabones
La cadena del tráfico de aves es larga. Está compuesta por el cazador, el acopiador y el distribuidor. Tras llegar a este último, todo se diversifica. El pájaro puede venderse en un sitio como Buenos Aires o llegar al exterior, a manos de cualquier comprador, que es el último eslabón.
“Hace poco, en el aeropuerto de Ezeiza (Buenos Aires) la policía aeroportuaria secuestró valijas en las que querían sacar aves con rumbo a Europa, las detectó el scanner”, aportó Llanos. Su comentario sorprende. ¿Pájaros en una valija? Sí. De hecho, las formas de traslado asumen múltiples opciones, todas asombrosas.
“Los cardenales amarillos secuestrados en Guardia Mitre, por caso, formaban parte de una red que los enviaba a Buenos Aires en micro, por encomienda. Las cajas salían desde Viedma, y eran recepcionadas después por un comprador que aún desconocemos, pero que la Justicia está investigando”, amplió el hombre.
Esas cajas eran dobles. Una de ellas llevaba los pájaros, en un cartón con perforaciones. Luego se ponían adentro del embalaje principal, para generar una cámara de aire que les permitiera respirar. “En la oscuridad que se genera al encerrarlos los cardenales no trinan. Asumen el modo de reposo en el que quedan cuándo llega la noche”, detalló el experto.
Se presume que para el envío se contaba con la complicidad de alguno de los choferes. Ese punto, hoy, es materia de investigación.
Otro de los traslados sorprendentes se descubrió meses atrás, en Río Colorado. Allí secuestraron aves en el baúl de un vehículo. Iban en una rueda de auxilio transformada en jaula. Con un alambre cubrieron la circunferencia, para que respiren, y taparon todo con una manta, con la finalidad de disimular el truco.
Este tipo de acciones les provocan stress a estas especies y pueden precipitar su muerte. “Los traficantes tratan de ser cuidadosos porque cada ave es dinero para ellos. Pero, obviamente, muchas mueren en medio de esta nefasta cadena de tráfico”, aseguró Llanos.

¿Cómo las capturan?
Los que capturan las aves son el primer eslabón de la cadena de tráfico. Seguramente, los que obtienen menos dinero por este comercio ilegal, que está diezmando especies. Se aprovechan de una de las características de las variedades ‘cantoras’.
“Es que son territoriales. Usan el canto para marcar su lugar, y cuándo se asientan con su pareja defienden ese sitio donde van a criar a sus pichones. No dejan que otro pájaro se acerque”, contó Fabián Llanos, integrante de la dirección de Fauna Silvestre.
En conocimiento de esta característica, los cazadores llevan una jaula doble con un dispositivo que se activa cuándo el ave que está libre se acerca. Y queda atrapada por una red.
“En la jaula vecina llevan a un pájaro que ellos denominan ‘llamador’. Generalmente es otra ave cantora, como un jilguero amarillo, por caso. Que depositan en el suelo del campo en el que saben que abundan las especies que buscan. El ‘llamador’, al cantar, atrae a las aves libres, que en realidad llegan para atacarlo, porque están defendiendo su territorio. Al acercarse, quedan presas en la red”, detalló el hombre.
Tras esto, son enviadas a un lugar de acopio que suele contar con muchas jaulas para disponerlas. “Generalmente es una casa común, que tiene espacios adaptados. El acopiador las vende al traficante que las transporta, o las traslada él mismo”, completó Llanos.

Rescate, recuperación y liberación
Afortunadamente existieron muchos rescates a lo largo del tiempo. “Fueron, en 8 años, 1600 aves de 600 especies distintas, entre ellas 300 cardenales amarillos. El 95% de ellas pudieron  ser recuperadas y devueltas a su hábitat natural”, relató Fabián Llanos.
Para la recuperación, es clave un centro que funciona en General Roca, dónde un grupo de voluntarios se ocupan de la recepción y el cuidado de las aves, antes de que regresen a su medio. Lo hacen completamente ad honorem y sólo reciben, esporádicamente, algún aporte económico del Provincia para invertir en el proceso.
Ese espacio de cuarentena y rehabilitación dispone de grandes jaulas donde los pájaros recuperan sus músculos de vuelo, atrofiados por el cautiverio. Luego, se programa su retorno al medio.
La zona de Monte Espinoso, ubicada en el área norte de San Antonio Oeste hacia Río Colorado, que incluye General Conesa y Viedma, es clave para la distribución de las especies más buscadas.
El rescate se inicia con una denuncia anónima o con un dato que motiva una investigación del área de fauna. Cuando dan con un lugar de acopio, elevan el tema a la Justicia, que ordena un allanamiento. Así, lograron hallar muchos sitios de tráfico, y liberar a gran cantidad de especies.
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Masiva muerte de pingüinos en Santa Cruz por redes de pesca

 


Masiva mortandad de pingüinos atrapados en redes de pesca

Fecha de Publicación
: 14/12/2023
Fuente: El Patagónico
Provincia/Región: Santa Cruz


Un total de 139 de pingüinos de Magallanes (Spheniscus magellanicus) murieron ahogados y heridos frente a las costas de la localidad de Puerto San Julián, luego de quedar atrapados en redes de pesca.
El diario digital Ahora Calafate, reportó que el jueves 7 de diciembre las autoridades del Parque Interjurisdiccional Marino Makenke (PIMM) revieron el primer aviso sobre la existencia de una o varias redes de pesca colocadas en la zona denominada “Faro Negro” de la Reserva Provincial Península de San Julián.
Las mismas se encontraban sumergidas y sin supervisión, habiendo ocasionado el enmallamiento de numerosos ejemplares de estos pingüinos.
Guardaparques y técnicos del PIMM se adentraron en las aguas y encontraron 81 ejemplares enmallados y fallecidos a causa del ahogamiento.
Al día siguiente. personal del PIMM y del Consejo Agrario Provincial (CAP) se dirigen nuevamente a la zona donde recuperan la segunda red, constatando la muerte de otros 58 individuos de la especie mencionada.
Verificaron que ninguna de las redes contaba con los precintos correspondientes de habilitación de acuerdo a lo que establece la Ley Provincial de Pesca y de Pesca Artesanal.
Consecuentemente, fueron retenidas por las autoridades locales del CAP y de la Delegación de Pesca a los fines de realizar las actuaciones penales correspondientes.
Desde el Parque Interjurisdiccional remarcaron que el hecho produjo la muerte en total de 139 individuos, pero las consecuencias afectan a más ejemplares de la colonia en razón de la ecología de la especie.
“Los pingüinos son conocidos por establecer parejas reproductivas de larga duración que se reencuentran ante cada temporada de apareamiento. La muerte de uno de los integrantes, puede afectar entonces las tasas de reproducción de las temporadas siguientes”, informaron.
Según la normativa vigente del CAP, por Ley Provincial de Áreas Protegidas N° 3466, y Resolución N° 597/CAP/21, se recuerda que está prohibida la colocación de redes de pesca en Áreas Naturales Protegidas, y que para cualquier otra actividad que se desarrolle dentro de un área protegida, con el fin de preservar el delicado equilibrio ecológico, se debe pedir asesoramiento y permisos al Consejo Agrario Provincial.
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Ahora también reintroducen ocelotes en el Iberá

 


El tercer mayor felino de América regresa al Parque Iberá

Fecha de Publicación
: 09/12/2023
Fuente: El Liberal
Provincia/Región: Corrientes


Un nuevo proyecto de Rewilding busca reintroducir los ocelotes en el Parque Iberá, en Corrientes, donde se extinguió durante el siglo veinte por la caza y la destrucción de su hábitat.
Tomi y Luna son la primera pareja de ocelotes que da inicio a la recuperación de la especie en los Parque Iberá. El proyecto comenzó hace ya casi dos años, en diciembre de 2021, con la construcción de un conjunto de corrales de presuelta en el sector de Portal Uguay.
Luna fue la primera hembra que llegó al proyecto, el 19 de noviembre de 2021, gracias a una donación del establecimiento La Peregrina ubicado en la provincia de Buenos Aires. Tomi nació en 2012 y llegó al proyecto el 10 de marzo de 2022 y fue donado por el Parque de la Biodiversidad de Córdoba (ex Zoo de Córdoba).
Desde su incorporación, ambos felinos vivieron en un gran corral de presuelta donde desarrollaron, entre otras habilidades, la capacidad de cazar presas vivas.
Durante este período también se comprobó que son fértiles y podrán tener descendencia para así contribuir al éxito de la reintroducción de la especie en el Iberá.
De hecho, la pareja tuvo una cría, que ya es independiente de los padres pero aún muy joven para colocarle un collar de seguimiento y liberarla.
Luna y Tomi ahora viven libres en el gran humedal y llevan cada uno un collar con conexión GPS que envía su ubicación de forma diaria, lo que permite monitorear sus movimientos y estudiar su adaptación al ambiente.
En los grandes corrales ubicados en el Portal Uguay, se encuentran otros cuatro ocelotes que próximamente podrán ser liberados para continuar ampliando esta incipiente población y que provienen también del establecimiento La Peregrina y del Centro de Atención de la Fauna Autóctona de Jujuy, además de la cría nacida en el lugar.
Además, serán incorporadas al proyecto tres hembras provenientes del Refugio Bella Vista, gestionado por Itaipú Binacional (Brasil), y una hembra del Refugio Urutaú (Paraguay), que podrán ser liberadas.
El proyecto de reintroducción de ocelote que se lleva a delante en Iberá es el primero en su tipo en el mundo. No obstante, existe una iniciativa similar que se está desarrollando en los Estados Unidos para reintroducir la especie en un sector del sudoeste de Texas.
El ocelote es la séptima especie reintroducida en el Parque Iberá junto a otras como el yaguareté, el oso hormiguero gigante y el guacamayo rojo.
Además, proyectos de reintroducción con otras tres especies, incluyendo al depredador tope de los ecosistemas acuáticos, la nutria gigante, se encuentran en marcha, aunque aún no se han liberado individuos a la naturaleza.
Con el retorno de este carismática felino al territorio argentino, el Iberá continúa recuperando su salud y funcionalidad y se consolida como uno de los mejores destinos de observación de fauna silvestre.

Sobre el ocelote
El ocelote es el tercer felino más grande del continente americano y uno de los más carismáticos. Los adultos pueden alcanzar los dieciséis kilos y su pelaje muestra llamativas manchas negras y alargadas con forma de ocelos.
En el pasado habitó desde el sur de Estados Unidos al centro norte de Argentina, pero en los últimos 150 años perdió buena parte de su área de distribución, principalmente por la caza para obtener su piel y la destrucción del ambiente.
En nuestro país, el ocelote quedó relegado a selvas y montes del norte, y es considerado Vulnerable a la Extinción. En Corrientes aún sobrevive en el extremo noreste, especialmente en el límite con Misiones y la cuenca del Aguapey.
En Iberá, los registros históricos son escasos y el último ocelote observado en el Parque fue un macho solitario fotografiado en 2015 por una de las cámaras trampa colocada por Fundación Rewilding Argentina.
El ocelote puede habitar montes secos, selvas húmedas, ambientes más abiertos, con abundante agua o desérticos. Como mesodepredador (depredador de tamaño mediano) mantiene un control poblacional sobre sus presas: desde pequeñas aves, roedores y reptiles hasta mamíferos del tamaño de una corzuela.
Este proyecto es posible gracias al trabajo colaborativo entre el Establecimiento La Peregrina, el CAFaJu de Jujuy, el Gobierno de Corrientes y Fundación Rewilding Argentina.
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Mendoza: preocupación por efectos de los incendios

 


Incendios en Mendoza: seria preocupación de ambientalistas por los animales afectados y en peligro de extinción

Fecha de Publicación
: 05/12/2023
Fuente: Vía País
Provincia/Región: Mendoza


Vía Mendoza dialogó con la presidente de la Fundación Cullunche, Jennifer Ibarra, para informarnos cuáles son las consecuencias de los incendios, con respecto a la fauna de los montes.
Después de la seguidillas de incendios forestales en los cerros de Mendoza y desmontes, los ambientalistas quedaron seriamente preocupados por cuánto afectó el fuego en grandes dimensiones a los animales de la zona. Se trata de la fauna silvestre, de los cuales algunos están en peligro de extinción.
Para interiorizarnos sobre las posibles bajas de estos animalitos que viven en los cerros de la provincia, recientemente afectados por los incendios forestales causados por negligencia de la gente, Vía Mendoza consultó a una de las referentes y presidente de la Fundación Cullunche, Jennifer Ibarra, quien dio detalles de la problemática que este siniestro causó a la fauna autóctona.
“Los incendios en zona de cerros (los dos anteriores en El Challao y el último de ruta 13) impactó todo lo que es la fauna silvestre se ha visto afectada porque se han quemado las plantas donde estaban los nidos de diferentes especies, en plantas como chañales o algarrobos pequeños. Entonces todo eso seguro murió, y posiblemente sean los casos de pequeñas lagartijas, arañas pollitos, pequeños roedores como cuises y tunduques, y aves pequeñas que no deben haber tenido tiempo de huir. Seguramente, animales más grandes como zorros y guanacos sí o pudieron hacer, pero el resto, debe haber sido una gran pérdida”, expresó al médica veterinaria.
Y enumeró, afirmando que “en esas zonas existen jilgueros, jilgueros mixtos, siete cuchillo, calandrias, cacholotes, yal, teste boquense, cabecitas negras, jilguero negrillo -éste último en peligro de extinción- que se debe haber visto afectado. Además, serpientes como culebras, yararás, alacranes, que para la gente en buena hora que se mueran, pero son animales que cumplen un rol en el ecosistema y son alimento de otros, a su vez”.
Ibarra sostuvo además que estos incendios también causaron una tremenda pérdida de cobertura vegetal que impactan en el suelo del piedemonte mendocino porque “no habrá platas que lo sujeten, por lo que existirá voladura del suelo y en el caso de lluvias hasta aluviones porque no hay nada que retenga el agua. Y si bien en Mendoza no llueve nunca, cuando sucede lo hace repentinamente y tiene serias consecuencias”.

El impacto de los desmontes, otro problema a resolver
La titular de la Fundación Cullunche explicó además que el problema de los desmontes por emprendimientos inmobiliarios es otro de los serios problemas que afecta al ecosistema en los cerros.
Y si bien desde el Gobierno se viene controlando e imponiendo sanciones a quienes desarrollaron barrios o condominios por incumpliendo con las regulaciones ambientales, desde la Fundación Cullunche entienden que existen algunas “incoherencias”.
“Al problema de los desmontes como consecuencia de los incendios, no dejo de decir que se le suman las hectáreas que han desmontado frente a la cárcel por ruta 7 para hacer un Parque Fotovoltáico. Fueron 54 hectáreas y piensan desmontar un total de 240 ha. en todo lo que inicialmente iba a ser para la Fundación Cullunche un proyecto de Reserva Provincial que le habíamos puesto de nombre El Jarillal. Eso también es pérdida de cobertura vegetal”, sostuvo considerando que “es muy grave lo que ha pasado y está pasando”.
“Es muy difícil porque el Gobierno debe aplicar la Ley de Ordenamiento Territorial de manera más agresiva y que se ejecute la ley ante emprendimientos inmobiliarios que atentan con seguir desmontando el monte nativo. Si bien han parado algunos de esos proyectos, hay bastante incoherencia en el accionar”, agregó.
-¿Por qué no se concretó lo de El Jarillal?
-Porque no llegamos a tiempo y ellos tenían pensado desmontar esas hectáreas para hacer el Parque Fotovoltaico en vez de buscar algún lugar una zona que ya estuviera degradado e impactado. Usaron ese precioso manto de 240 ha. que estaba impecable. Y fiscalía de Estado se expidió a favor del Gobierno diciendo que no estábamos a tiempo y era improcedente nuestra denuncia.

Qué hacer desde la población para cuidar nuestro ecosistema en cerros
Desde la Fundación Cullunche recomiendan tomar conciencia que somos parte de estos cerros y montes, y que en ellos hay un ecosistema que conservar.
Por lo que cada mendocino y turista debe “ser respetuosa del ambiente, ser cuidadosos. Principalmente cuando acampamos, no hacer asados en montes nativos y menos con la sequía que hay y las altas temperaturas. Cualquier chispa es propicia para generar un incendio. Y se debe tener en cuenta que donde vos estás, hay seres vivientes y sintiente cuyo hogar es el monte nativo”, concluyó Ibarra.
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Detienen en Misiones a hombre que mató a un mono carayá

 


Misiones: detuvieron a un hombre que mató a un mono carayá y lo exhibió en sus redes sociales

Fecha de Publicación
: 01/12/2023
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Misiones


En su cuenta de Instagram el detenido mostró un video con el animal muerto. Está acusado de maltrato animal
En un reciente suceso en la provincia de Misiones, un hombre de 30 años, identificado como Luis M., fue detenido por las autoridades policiales tras matar a un mono carayá y exhibir el acto en las redes sociales.
El arresto se llevó a cabo en el marco de múltiples delitos relacionados con el medio ambiente y a partir de ahora, el individuo enfrentará cargos por maltrato animal, tenencia ilegal de arma de fuego, violación de las leyes de áreas naturales protegidas y atentado contra un monumento natural provincial, en este caso, el mono carayá, una especie protegida en Misiones.
La acción delictiva fue notificada a través de la cuenta de Instagram del implicado, quien publicó la frase “Maté un mono” acompañada de un video que mostraba al animal sin vida.
El incidente tuvo lugar en el Parque Provincial Urugua-í, ubicado en el norte provincial y la denuncia fue presentada por Víctor Zemunich, jefe de Paisaje Protegido de la reserva natural, ante el Juzgado de Instrucción N°3, secretaría N°1, en Puerto Iguazú que ordenó la detención del individuo, residente en la localidad de Wanda.
Según informó Télam, durante el allanamiento realizado en su domicilio en el barrio Obrero de esa localidad misionera a unos 80 kilómetros al sur de Puerto Iguazú, la Policía secuestró la vestimenta que presumiblemente llevaba el hombre en el momento del acto, aunque no logró hallar el arma utilizada para causar la muerte al primate.
El Ministerio de Ecología informó que su personal llevó a cabo un acta de inspección y constatación, documentando las infracciones cometidas en el área protegida donde ocurrió el hecho.
“El principal indicio en su contra es la publicación en las redes sociales que habría hecho él mismo difundiendo su repudiable accionar. En las imágenes, que denotan una total crueldad, irresponsabilidad, insensibilidad y desprecio por la fauna nativa, hasta se jactaría de la muerte del animal”, señalaron.
Y ante lo sucedido, las redes sociales reaccionaron vehementemente contra el sospechoso, repudiando sus acciones irresponsables e insensibles. Personas de diversas edades y procedencias expresaron su condena y exigieron sanciones no solo para él, sino también para aquellos que lo acompañaban según las imágenes difundidas.
En un comunicado, el Ministerio de Ecología subrayó la unanimidad del reclamo por un castigo apropiado para el responsable de la muerte del mono carayá, enfatizando la necesidad de repudiar acciones que atenten contra la fauna nativa.
Es relevante recordar que a principios de marzo de este año, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, junto con la Policía Federal Argentina, llevó a cabo dos operativos en localidades bonaerenses (Carhué y Trenque Lauquen) que resultaron en el rescate de dos monos carayá que estaban en cautiverio.
Estas acciones estaban dirigidas a desmantelar eslabones cruciales en la cadena de tráfico ilegal de fauna, específicamente el mascotismo ilegal de animales silvestres.
En el primero de ellos en Carhué, las autoridades secuestraron un mono carayá que se encontraba en condiciones precarias dentro de una pequeña jaula, sin mantenimiento adecuado y sin normas higiénico-sanitarias mínimas.
Además, se hallaron otras piezas ilegalmente almacenadas, como un cráneo con astas de ciervo de los pantanos, dos cráneos de ciervo colorado y una taxidermia de yacaré, todas sin la documentación que respaldara su origen legítimo.
En el segundo operativo en Trenque Lauquen, se incautó otro mono carayá que estaba retenido con un arnés de cuero de agarre metálico, una situación peligrosa que podría causarle lesiones en la columna vertebral.
Es de destacar que las autoridades remarcaron la importancia del desplazamiento para esta especie arborícola, fundamental para el desarrollo de sus extremidades y su cola prensil, además de facilitar la obtención de hojas para su nutrición.
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