La Mariposa Bandera Argentina es declarada Monumento Natural

 


Declaran a la Mariposa Bandera Argentina «Monumento Natural Provincial», una buena noticia para la especie vulnerable

Fecha de Publicación
: 24/12/2025
Fuente: Portal NoticiasAmbientales
Provincia/Región: Buenos Aires


Hay leyes que se escriben en papel y hay otras que primero se escriben en el monte, con pasos lentos, miradas atentas y manos que cuidan. La que hoy declara Monumento Natural Provincial a la Mariposa Bandera Argentina (Morpho epistrophus argentinus) pertenece a las segundas. Es una ley que nació mucho antes de llegar a la Legislatura: nació en el territorio.
La Mariposa Bandera Argentina no vuela sola. Su aleteo CELESTE Y BLANCO p —sutil y firme— necesita del monte nativo, de los coronillos , del silencio interrumpido apenas por el viento. Y también necesita de la gente. De una comunidad entera que entendió, hace más de veinte años, que conservar no es una tarea individual, que como las mariposas, nadie se salva solo.
Cerrar este 2025 levantando la Bandera de la Conservación y la Educación Ambiental no es una consigna vacía: es el resumen de un camino colectivo. Embanderados con su vuelo, Punta Indio y Magdalena —unidas por la Ruta 11, hoy reconocida como Santuario y Corredor Biológico de la Banderita— celebran que la Legislatura bonaerense haya sancionado una ley que protege a la especie en todo el territorio provincial.
Una norma que prohíbe su caza, su captura, la alteración de su hábitat, y que promueve estudios periódicos, campañas educativas y trabajo comunitario para cuidar los bosques donde habita.
Pero la ley no llega sola. Llega acompañada de una historia tejida en red. En 2012 y 2013, la mariposa ya había sido declarada Especie Emblemática de los partidos de Punta Indio y Magdalena. Mucho antes de los reconocimientos formales, hubo maestras, guardaparques, fotógrafas, estudiantes y vecinos que eligieron mirar hacia el monte y no hacia otro lado.
El Programa Embanderados —único proyecto ambiental del país llevado adelante por una escuela especial— es prueba viva de eso. Desde la Escuela Especial René Favaloro, Escuela 501 de Punta Indio, la educación ambiental se volvió acción concreta.
Con la docente Alicia Ojer, Estela Cesaroni y toda una comunidad educativa; con la guardaparques Flor Tuñón y la fotógrafa Laura Gravino, el cuidado dejó de ser una palabra abstracta para convertirse en una politica publica. Aprender a cuidar fue aprender a mirar, a esperar, a respetar los tiempos de la naturaleza.
En ese mismo andar nació la Fiesta de la Mariposa Bandera Argentina, un hecho tan singular como la especie que celebra: el único insecto del mundo con una fiesta propia, que hoy también es Fiesta Provincial.
En febrero próximo se realizará la 11ª edición, nuevamente en Punta Indio y Magdalena. No es solo una fiesta: es un ritual comunitario donde la ciencia dialoga con el arte, donde la educación se cruza con la memoria y donde el monte se vuelve aula abierta.
La declaración como Monumento Natural Provincial inscribe a la mariposa en una tradición de protección profunda. Los monumentos naturales, como el delfín franciscana, el venado de las pampas, el cauquén colorado, el Cerro Ventana, el Árbol Cristal o la iguana de cobre, resguardan aquello que es único e irremplazable.
No se trata de cercar por miedo, sino de limitar para preservar, de entender que hay elementos de la naturaleza que no admiten reemplazo.
En la provincia de Buenos Aires, la Ley 10.907 organiza las categorías de conservación: parques provinciales, reservas integrales, reservas de objetivos definidos, reservas de uso múltiple y refugios de vida silvestre. Todas distintas, todas necesarias. Pero cuando una especie se convierte en Monumento Natural, el mensaje es claro: su cuidado es una responsabilidad colectiva y prioritaria.
La Mariposa Bandera Argentina nos enseña eso sin discursos. Nos lo dice con su migración, con su fragilidad aparente y su fortaleza real. Nos recuerda que el monte no se defiende desde un escritorio, que la educación ambiental no se declama sino que se practica, que la conservación es siempre un trabajo en equipo.
Esta crónica no celebra solo una ley. Celebra una forma de hacer. Una lógica mariposa: redes invisibles, cooperación, comunidad. Porque así como la mariposa necesita del monte para existir, el monte necesita de personas dispuestas a cuidarlo. Y en ese ida y vuelta, en ese aleteo compartido, se construye futuro.
Hoy la Bandera de la Conservación flamea en CELESTE Y BLANCO. No por casualidad, sino porque alguien la sostuvo durante años. Y porque entendimos, al fin, que en la naturaleza —como en la vida— nadie, absolutamente nadie, se salva solo.
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