Un "Río Nuevo" en San Luis por el desmonte



Río Nuevo: la naturaleza desafía a la ciencia y a los gobiernos en San Luis

Fecha de Publicación
: 08/08/2016
Fuente: Telam
Provincia/Región: San Luis


Un fenómeno hídrico, fruto de la deforestación, que gestó un nuevo río, cuya corriente permanente no se detiene, se inició en la cuenca del Morro, ubicada a 110 kilómetros de la capital de la provincia de San Luis y a 49 de la ciudad de Villa Mercedes.
El Río Nuevo irrumpió en la geografía puntana en 1985, con la inundación de campos en Juan Jorba. En 2005 causó destrozos y cortó dos rutas nacionales -la 8 y la Autopista de las Serranías Puntanas- afectando 220.000 hectáreas en los campos lindantes, donde el ganado desapareció bajo el barro y los productores perdieron “en seis horas lo trabajado en veinte años”.
Los daños provocados por el agua alcanzaron también a los habitantes del barrio Eva Perón, en la ciudad de Villa Mercedes, donde las bases de las viviendas cedieron por acción del agua que según una vecina “ahora sube desde el piso y no cae desde el techo”.
En diálogo con Télam, el investigador del Conicet Esteban Jobbagy, que encabeza uno de los equipos que estudia el Río Nuevo, sostuvo que “cuando a la ciencia se le queman los papeles de lo que entendemos que puede pasar y no lo podemos explicar, se encuentra también una oportunidad, porque las teorías que tenemos tocan su límite y tenemos que investigar y buscar explicaciones”.
“Esto -afirmó- nos permite generar después mejores herramientas para buscar soluciones que en este caso se trata de la apertura de nuevos cursos de agua de una velocidad y en una magnitud imposibles de explicar”.
El ingeniero agrónomo aclaró que se trata de “un paisaje que no tuvo cursos de agua o por lo menos que nadie recuerde que los haya tenido y que hoy presenta unos 40 a 50 kilómetros de recorrido, 50 metros de ancho y 25 metros de profundidad de zanjón que se abrió solamente, en un par de décadas”.
“La explicación que encontramos –dijo- es que toda esta cuenca que tenia originalmente bosques y pastizales y luego pasturas, hoy tiene una agricultura que deja escapar más agua de lluvia hacia las napas freáticas del subsuelo”.
Originalmente, la zona estaba cubierta por bosques de caldén y la más alta por pastizales, pero en la actualidad, la mayor parte de la cuenca esta bajo agricultura continua, que incluye maíz y soja. Como parte de sus efectos negativos, el Río Nuevo está aportando hoy agua salada al Río V, donde desemboca y en el que se diluye.
El científico explicó que “como algunos de esos territorio eran bosques, debajo se acumularon sales por miles de años y el agua empezó a viajar y a moverlas”.
Si bien “la salinización no es suficientemente alta como para poner en riesgo la calidad del agua del Río V”, los productores reclaman obras de captación en la cuenca alta donde la concentración no existe y puede ser reutilizada para riego o ganadería y como una manera de drenar el agua excedente.
“Este problema no es solamente de la cuenca -aclaró-, ya que tenemos una llanura agrícola en Argentina que está inundada, pero lo raro, es que en San Luis el paisaje resuelve ese excedente con un río, y esto no pasa en el resto de las llanuras donde simplemente tenemos anegamientos”.
Con respecto al barrio Eva Perón, Jobbagy apuntó que si bien esta construido en una zona baja, en provincia de Buenos Aires se construyó todo el tiempo con aguas freáticas cerca de la superficie, pero aquí “lo que nadie sabia, es que en ese lugar eso iba a ser un síntoma de un cambio muy veloz, que ahora se esta poniendo complicado”.
“En sí construir con capas freáticas cerca es normal, acá lo que paso es que no se tuvo conciencia de la velocidad con la que estaba cambiado el tema del agua. Mirar para atrás y pensar si se podía prever, no nos sirve porque ni los científicos teníamos claro hacia donde iba esto, estamos aprendiéndolo ahora”.
Como solución para esos vecinos, el investigador propuso quitar el excedente de agua con tareas de ingeniería para solucionar el problema o mitigarlo, como por ejemplo, establecer bombas. Con respecto a los productores, indicó que las medidas que inició el gobierno provincial tras declarar la emergencia hídrica, con la plantación de cortaderas, es una de las tantas que se puede encarar y que “para que funcione tiene que ocupar una superficie importante”.
Asimismo apuntó que de manera urgente debería “encararse la rotación e incorporación de cultivos de cobertura y generar planes que fomenten la ganadería ya que esta favorece la siembra de alfalfa muy propicia a bajar los efectos hídricos”.
“Estamos frente a un fenómeno que escapó de cualquier predicción y recién ahora nos estamos poniendo al día en entenderlo y ofrecer soluciones”, concluyó.
Esteban Jobbagy pertenece grupo de estudios ambientales IMASL-Conicet que en la tarde de ayer presentó un vídeo denominado Rio Nuevo, producido por el departamento audiovisual de la UNSL, que dirige Silvina Chavez, y que contó con el financiamiento del Interamerican Institute for Global Change Research, para poner en marcha un abordaje de difusión científica sobre el tema.
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