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Riachuelo: UBA propone bioremediación con humedales



Testean humedales artificiales como mitigadores de la contaminación del Riachuelo

Fecha de Publicación
: 16/03/2019
Fuente: Grupo La Provincia
Provincia/Región: Riachuelo


Una serie de humedales artificiales basados en especies vegetales nativas fueron diseñados y puestos a prueba en las cuencas alta y media del río Matanza-Riachuelo por un equipo de investigadores de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba), que busca reducir el impacto de los contaminantes agroindustriales y agropecuarios.
El servicio de divulgación "Sobre La Tierra" de la Fauba publicó un informe en el que sostiene que por medio de un sistema de plantas acuáticas nativas, un estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA logró reducir la concentración de diversos contaminantes típicos de los efluentes agroindustriales y agropecuarios que se vierten en la cuenca.
Los investigadores diseñaron y pusieron a prueba humedales artificiales basados en especies vegetales nativas simulando vertidos a partir de excremento animal y, con esta técnica, disminuyeron la concentración de los principales contaminantes hasta los valores que establece la normativa vigente.
"En las cuencas alta y media del Río Matanza-Riachuelo hay fuentes puntuales de contaminación agropecuaria y agroindustrial, como mataderos y feedlots, que no suelen tratar sus efluentes de manera adecuada. Cuando estos vertidos llegan al río reducen notablemente la calidad de las aguas. Por eso, pensamos en los humedales artificiales como alternativa para disminuir la carga contaminante de esos residuos líquidos", explicó Roberto Serafini, docente de la cátedra de Química Inorgánica y Analítica de la Fauba.
"Entre los principales contaminantes de estos efluentes se destacan el fósforo (P) y el nitrógeno (N), que provienen de las excretas animales, y la materia orgánica. Si bien estos elementos son fundamentales para el desarrollo de las plantas, provocan múltiples problemas ecológicos cuando se vierten en exceso. Por ejemplo, se acelera la eutrofización, se promueve el crecimiento de bacterias productoras de toxinas y se pierde biodiversidad acuática", contó Nicolás Arakaki, docente en la misma cátedra que Serafini.
La eutrofización es un proceso natural que se caracteriza por el aumento de la concentración de nutrientes, en especial nitrógeno y fósforo, en ecosistemas acuáticos. Tal incremento promueve el crecimiento masivo de algas y genera condiciones de escasez de oxígeno en aguas y sedimentos de ríos, lagos y arroyos.
La eutrofización antrópica ocurre a velocidades mayores al arrojarse desechos líquidos, ricos en nutrientes y materia orgánica, a los cuerpos de agua.
Serafini contó que, tras verificar la capacidad de la técnica para disminuir las concentraciones de estos contaminantes en condiciones controladas, quieren probarla a mayores escalas y profundizar en el estudio de su funcionamiento.
Al respecto, agregó: "Los humedales artificiales pueden ser una alternativa interesante para los establecimientos agropecuarios y agroindustriales que generan estos tipos de efluentes".
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Biorremediación en lago porteño



Así se recuperan la biodiversidad del lago Lugano y el arroyo Cildáñez a través de la biorremediación

Fecha de Publicación
: 09/03/2019
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: CABA


Se trata de la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires. Los altos índices de contaminación industrial y cloacal de las aguas encendieron la alarma hace años. La acción conjunta entre 600 voluntarios, el gobierno porteño y vecinos está logrando reconstituir parte de su flora y la fauna nativa
La actividad humana genera gran cantidad de contaminantes no biodegradables que a menudo son desechados al ambiente sin tratamiento previo. En nuestro país fueron numerosos los ríos, lagos y lagunas que sufrieron las consecuencias y la cuenca Matanza-Riachuelo fue una de las víctimas más perjudicadas.
A pocos metros de ese cauce, en el barrio de Villa Soldati, la Agencia de Protección Ambiental del gobierno porteño detectó hace años que el lago Lugano contenía un alto índice de contaminación provocada por desechos provenientes tanto de la industria como de efluentes cloacales.
Este espejo de agua artificial forma parte de un área mayor llamado Parque Natural Lago Lugano que rodea al propio lago y a las costas del arroyo Cildáñez. Hoy este predio de 36 hectáreas se ha convertido en un área protegida sobre la que se está ejecutando una fuerte tarea de descontaminación.
La importancia de aumentar la protección de los recursos naturales y de remediar sitios contaminados es fundamental para mantener los servicios ecosistémicos. Por eso el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires puso en marcha tanto en el lago como en el arroyo un intenso plan de biorremediación, una técnica que usa seres vivos para restaurar los ambientes afectados.
El procedimiento es bastante simple: se basa en la construcción e instalación de humedales y balsas artificiales flotantes sobre las que se trasplantan distintas especies de plantas autóctonas palustres o acuáticas. Esto mejora la calidad del agua del arroyo ya que aumenta el oxígeno, absorbe los contaminantes orgánicos y los metales pesados.
La forma elegida para desarrollar eficientemente la actividad de biorremediación es un logro en sí mismo ya que ha conseguido que unos 600 voluntarios participen semana tras semana en la iniciativa. Los resultados han sido muy buenos: la limpieza ha logrado duplicar la oxigenación del agua tratada, aumentó en un 33% su transparencia y disminuyó unas 10 veces la presencia de bacterias en el lugar.
Como en casi todas las acciones de voluntariado, la convocatoria y los encuentros en el lago Lugano generan mucho compromiso. Hay participantes de todas las edades, algunos de los cuales trabajan o estudian en algo relacionado; pero muchos otros son simples vecinos que tomaron conciencia sobre la degradación de su propio hábitat y se decidieron a hacer algo al respecto.
Aunque técnicamente debemos seguir considerando al Cildáñez como un cuerpo de agua contaminado y esta experiencia está en etapa piloto, los resultados son alentadores. La aparición de fauna asociada a las balsas es toda una señal de recuperación del entorno. En los márgenes del arroyo ya se observan, también, aves que utilizan los bordes de las balsas y de a poco van apareciendo nidos de insectos, arácnidos y tortugas.
Esta nueva biodiversidad está permitiendo también la polinización de semillas de otras especies, lo que produjo una revegetación de las costas del Cildáñez con nuevas plantas nativas, que habían desaparecido de allí hace décadas.
La zona sur de la ciudad fue viendo crecer un nuevo reservorio de biodiversidad situado sobre un antiguo meandro del Riachuelo, uno de los cauces más contaminados del mundo. Una demostración, sin dudas, de la capacidad de regeneración y revegetación que puede tener un sitio contaminado si se hacen bien las cosas.
Y una prueba, también, de que la naturaleza devuelve con creces el trato que las personas le brindan.
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Avanza investigación sobre fitorremediación para suelos



Más plantas por más suelo: fitorremediación para paliar la contaminación

Fecha de Publicación
: 01/03/2019
Fuente: Argentina Investiga
Provincia/Región: Nacional


El 5 de diciembre se celebró el Día Mundial del Suelo, para promover la gestión sostenible de sus recursos y el cuidado medioambiental. Entre los procesos para limpiar los suelos contaminados existe un método conocido como fitorremediación, que permite, a través del uso de plantas y árboles, absorber parte de los contaminantes del suelo y limpiarlo, sin afectar su fertilidad para la agricultura. Además de favorecer al medioambiente, la fitorremediación se caracteriza por su bajo costo y por su fácil operatoria. Un grupo de investigación del Instituto de Tecnología de UADE identifica especies vegetales hortícolas que permiten reducir significativamente la cantidad de plomo acumulado en la tierra, entre otros metales pesados nocivos para la salud que pueden encontrarse acumulados en suelos contaminados.
La contaminación del suelo es uno de los principales problemas que afecta a nuestro mundo y acarrea consecuencias de gran impacto. Según informa la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 95% de los alimentos que consumimos a diario son cultivados y cosechados en la tierra, que muchas veces se transforma en el basurero a cielo abierto del hombre.
Los metales pesados son de los contaminantes más complicados. Cargan con el peso de la fama de los “no remediables”. Dado que no se biodegradan, se acumulan en los tejidos de las plantas, en las aves y en los de los animales, que pastan. Además, pueden llegar al agua subterránea, que luego, si no hay un proceso de purificación apropiado, es bebida por las personas en sus hogares. Metales pesados como el plomo, cromo, cadmio y el arsénico son algunos de los que pueden encontrarse en la superficie, y que contaminan los alimentos que llegan a nuestras mesas. Muchas actividades económicas del hombre generan residuos que contienen una amplia gama de metales. Alguna de ellas son la industria del cuero (curtiembre), del combustible (nafta), metalúrgica (cromado), química (pesticidas domésticos y agronómicos) y la minería (aguas de procesamiento y lavado de los minerales), entre otras. La cercanía a estas zonas industriales aumenta la probabilidad de exposición a estos contaminantes y de encontrarlos en el suelo, el aire y el agua.
Los procesos para limpiar los suelos, por ejemplo el lavado químico, son costosos e impiden que la tierra pueda reutilizarse para plantaciones. Sin embargo, existe un método amigable para limpiar el suelo conocido como fitorremediación, que a través del uso de plantas y árboles absorbe parte de los metales del suelo y lo limpia, sin afectar su fertilidad para futuros cultivos. Además de favorecer al medioambiente, la fitorremediación se caracteriza por su bajo costo y su fácil operatoria. La vegetación utilizada no es inusual ya que pueden utilizarse las mismas plantas que se encuentran en una huerta doméstica. Cuando finaliza el proceso de recuperación de metales, las plantas deben manipularse y tratarse como productos peligrosos para que luego los metales acumulados sean separados y transformados en insumos industriales.
En algunos sitios del mundo como Estados Unidos, Canadá y Bélgica, este método se ha popularizado, pero en nuestro país su desarrollo es aún incipiente, a pesar de sus beneficios. En el Instituto de Tecnología de UADE un grupo de docentes y alumnos identifica especies vegetales que demostraron poder reducir la cantidad de plomo acumulado en la tierra. Los resultados preliminares indicarían que la cebolla de verdeo, la remolacha y el orégano reducen entre un 80% y un 90% el contenido de plomo en suelos y aguas, y podrían utilizarse para firorremediación.
Desde hace cuatro años, el 5 de diciembre se celebra el Día Mundial del Suelo, como un medio para centrar la atención en la importancia de un suelo sano y abogar por la gestión sostenible de sus recursos. La fitorremediación es un proceso que combina estos criterios por lo que es importante generar redes de investigación y trabajo para que este método esté presente a la hora de recuperar el ambiente.
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La FAUBA propone microalgas para limpiar el Riachuelo



Un equipo de Agronomía, detrás del sueño de limpiar el Riachuelo usando microalgas

Fecha de Publicación
: 30/01/2019
Fuente: Bichos de Campo
Provincia/Región: Riachuelo


Que la Cuenca Matanza-Riachuelo es una de las más contaminadas del país, no caben dudas. Un basural a cielo abierto, cuyo saneamiento fue prometido por cuanto Gobierno hubo en las últimas décadas. La tarea de sanearlo está a cargo de la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), creada por ley, que hace 10 años puso en marcha el llamado Plan Integral de Saneamiento Ambiental (PISA).
Un equipo de investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) se sumó a la titánica tarea de limpiar el Riachuelo. Asegura que probó con éxito una técnica novedosa, denominada “biosorción”, para sanear efluentes industriales contaminados con metales pesados en la Cuenca.
“La investigación pasa por utilizar biomasa de microalgas para remover materiales pesados. Mezclamos esa biomasa, la cual tiene capacidad de retener los metales presentes en un efluente. Un caso es el del Zinc, generado por la industria de la galvanoplastia y que conlleva graves problemas para la salud humana”, comentó a Bichos de Campo, Agustín Rearte, docente e investigador de la cátedra de química inorgánica y analítica de la FAUBA.
El proyecto “AlgAr”, que busca la promoción de esta tecnología de microalgas para tratar efluentes, está liderado por alumnos y docentes de esa facultad, y cuenta además con el apoyo de IncUBAgro.
“Poner en funcionamiento una planta de tratamiento de microalgas para una empresa oscila desde los 500.000 pesos hasta el millón de pesos, intentando reducir al máximo los costos de inversión y de implementación. Y luego queda el costo operativo de la planta. Lo bueno es que cuanto más aumenta el volumen de tratamiento, mayor es la diferencia de reducción de costos. Por ende hay un beneficio económico para las empresas”, remarcó el investigador.
Rearte contó que “ya estamos tratando con municipios como el de Mercedes y con frigoríficos, pero aún no hay nada concreto. Estamos esperando a quien quiera invertir (en esta tecnología), el cuello de botella”, describió.
“Lo interesante es que esa biomasa la generamos a partir de otros tratamientos biológicos para remover materia orgánica de efluentes y con esos tratamientos generamos la biomasa de microalgas, la misma que utilizamos en nuestros experimentos para tratar efluentes con metales pesados. La idea era tratar 2 efluentes con diferentes tecnologías y evaluar su eficiencia. Hoy estamos tratando de llevar esas tecnologías a la industria”, agregó el investigador.
Rearte aseguró que también trabajan observando la acción de las microalgas en otros metales tales como Cromo, que se utiliza mucho en curtiembres, y Plomo, otro elemento contaminante presente en la Cuenca.
¿Entonces será posible poder sanear o reducir la contaminación en la Cuenca Matanza-Riachuelo? Hay dos medidas, según Rearte, que deberían tomarse: “Una es la precautoria, y es que las industrias tomen conciencia ambiental y no viertan efluentes contaminados. Esa es la primera base. Y por otro lado están las estrategias de saneamiento in situ, en el Riachuelo, estudiando cómo mantener los márgenes vegetados, reducir la velocidad y erosión del río para que no haya sedimentos, etcétera. Lo que nos falta son industrias interesadas en aplicar los criterios de asesoramiento y en invertir”, aclaró.
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Río Negro: quieren reducir el consumo de papel estatal

El Gobierno va camino a eliminar el uso de papel  

Fecha de Publicación
: 05/01/2019
Fuente: La Mañana Cipolletti
Provincia/Región: Río Negro


Se implementó un plan de modernización que busca reducir fuertemente los expedientes físicos. Aseguran que se ahorra tiempo y dinero para el Estado y los ciudadanos.
El gobierno provincial implementó hace un año herramientas digitales que le permitieron avanzar en un sistema de modernización del Estado que busca terminar con el uso del papel. El objetivo es reducir un 80 por ciento la cantidad de papel que se utiliza en los trámites administrativos y los procesos internos del Estado.
El secretario de Modernización, Silvio Castro, explicó: “Estamos trabajando en la implementación de un sistema de expediente electrónico, que es el sistema de Gestión Documental Electrónica que nos cedió a Nación, y logramos que algunos organismos lo implementen en su totalidad, como el Registro Civil y Lotería de Río Negro”.
Como parte de ese plan ya se implementaron el Registro Civil electrónico, el boletín oficial web y el sistema de compras digitales. “Queremos avanzar en un sistema para administrar los bienes del Estado”, agregó Castro.
El funcionario aseguró que además del cuidado del ambiente y el ahorro para el gobierno, “para los trabajadores del Estado el principal beneficio es que organiza el trabajo administrativo y da cierta seguridad al estar todo en una sola plataforma. La información no se pueda perder, cambiar o alterar”.
Además, Castro aseguró que el sistema le ahorra tiempo en los trámites a los ciudadanos.
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Experimentalmente logran desontaminar el Riachuelo



Logran reducir con microalgas la contaminación de metales pesados en el Riachuelo

Fecha de Publicación
: 28/10/2018
Fuente: Télam
Provincia/Región: Riachuelo


Las pruebas se hicieron a una escala pre-piloto y resultó eficiente para el tratamiento de esos efluentes que incluso se podrían "descarga en el conducto cloacal", explicó la licenciada Adelina Nashiro.
Un equipo de investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) logró sanear efluentes industriales contaminados con metales pesados utilizando microalgas en la Cuenca Matanza-Riachuelo, informó hoy el Servicio de Divulgación Científica y Tecnológica sobre Agronomía y Ambiente de la universidad.
La novedosa técnica, denominada biosorción, se probó con éxito al utilizar biomasa de microalgas, por lo que los especialistas se concentraron en el zinc generado por la industria de la galvanoplastia, que "conlleva graves problemas para la salud humana", se informó en un comunicado.
“El zinc es uno de los metales pesados que suele aparecer en mayor proporción en el agua y sedimentos”, explicó la licenciada en Ciencias Ambientales, Adelina Nashiro, quien llevó adelante la investigación.
Ese metal puede llegar al río como parte de los efluentes luego de ser utilizado por la industria de la galvanoplastia, que realizan unos 600 talleres o empresas en la Ciudad y el Gran Buenos Aires, según datos de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.
Tras lograr reducir las elevadas concentraciones de zinc presentes en los efluentes hasta los niveles permitidos por los entes encargados de su saneamiento, como la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar) y la Autoridad del Agua (ADA), el grupo conformado por docentes y graduados busca llegar con esa tecnología a las industrias con el objetivo de "mejorar los tratamientos y disminuir el impacto en el ambiente".
“Los metales pesados que se liberan de las industrias metalúrgicas y que contaminan el río no se degradan”, enfatizó Agustín Rearte, docente de la cátedra de Química Inorgánica y Analítica de la facultad, y agregó que “sólo podemos sacarlos del agua, disponerlos en un lugar seguro o reutilizarlos en caso de que sean útiles”.
Las pruebas se hicieron a una escala prepiloto en el campo experimental de la Fauba, donde obtuvieron la biomasa de las algas, y luego emplearon la técnica de biosorción.
Según afirmó Nashiro, la técnica resultó eficiente para el tratamiento de esos efluentes e incluso "haría posible su descarga en el conducto cloacal", cumpliendo la legislación vigente.
“Se logró reducir desde una concentración inicial de zinc en el efluente de 230 partes por millón (ppm) hasta los 5 permitidos”, detalló y adelantó que están planeando aumentar la escala de las investigaciones "desde el laboratorio hasta la cuenca del río, donde están instaladas las industrias".
El río Matanza-Riachuelo, llamado Riachuelo en su desembocadura y río Matanza en la mayor parte de su desarrollo, tiene 64 kilómetros de largo y un ancho medio de 35 metros, cubriendo una superficie de 2.200 kilómetros cuadrados hasta la desembocadura en el Río de La Plata.
Su curso recibe numerosos desechos industriales, especialmente metales pesados y aguas servidas provenientes de las napas saturadas de toda la cuenca. Recientemente, varios estudios alertaron sobre las graves consecuencias de la contaminación en la población, especialmente infantil.
La Cuenca del Matanza-Riachuelo comprende parte de la ciudad de Buenos Aires y de los municipios de Almirante Brown, Avellaneda, Cañuelas, Esteban Echeverría, Ezeiza, General Las Heras, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Marcos Paz, Merlo y San Vicente.
Sus principales afluentes son los arroyos Cañuelas, Chacón y Morales en la provincia de Buenos Aires y el Cildáñez (entubado) en la ciudad de Buenos Aires, todos altamente contaminados.
En la cuenca, de 2.240 kilómetros cuadrados, viven alrededor de 3.500.000 personas.
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App colaborativa para alertar sobre inundaciones

Una app para alertar sobre inundaciones en la provincia de Buenos Aires

Fecha de Publicación
: 21/04/2018
Fuente: Argentina Investiga
Provincia/Región: Buenos Aires


La diseñaron investigadores del Conicet y de la Universidad Nacional del Sur como una herramienta gratuita que busca crear un sistema colaborativo de alertas tempranas para anticiparse a los desastres naturales.
INUNDapp es una aplicación colaborativa que permite a los usuarios visualizar en la pantalla de sus dispositivos móviles un mapa con los fenómenos y afectaciones ocurridos en el área de cobertura durante las últimas seis horas. Por el momento, comprende toda la cuenca del arroyo Sauce Corto (Sistema de Ventania), y los partidos bonaerenses de Coronel Suárez, Saavedra, General La Madrid, Guaminí y Daireaux, entre otros.
"La idea es que el ciudadano que se encuentra frente a un fenómeno hidrometeorológico posible de convertirse en inundación pueda tomar una fotografía y luego enviarla junto a la fecha y la hora de la captura y las coordenadas del lugar", explicó Jorge Gentili, investigador asistente del Conicet y doctor en Geografía en la Universidad Nacional del Sur (UNS).
“Uno de los objetivos es fortalecer el conocimiento y propiciar la participación de los actores sociales en los procesos de gestión del riesgo de inundaciones de la cuenca del arroyo Sauce Corto. Para eso fue que desarrollamos esta aplicación para dispositivos móviles (teléfonos, tablets) de descarga fácil y gratuita, que posibilite a los ciudadanos poder enviar y recibir información rápidamente ante situaciones de posibles inundaciones como forma de anticiparse a los desastres y mitigar su impacto”, detalló.
El trabajo permite generar informes y estadísticas de los fenómenos climáticos que azotan distintas localidades de la provincia de Buenos Aires a partir de una base de datos alojada en la UNS. INUNDapp está disponible desde febrero de 2018, y surgió de un proyecto de extensión de estudiantes y docentes del Departamento de Geografía y Turismo de la UNS denominado “Inundaciones, ¿qué podemos hacer? Las tecnologías colaborativas en la gestión del riesgo”, a cargo del propio Gentili.
En el diseño de la aplicación trabajaron durante varios meses docentes y alumnos de las carreras de la licenciatura en Geografía y de ingeniería en Sistemas de Información, además de investigadores y becarios de Conicet. El objetivo principal –comentaron– es conformar un Sistema de Alerta Temprana Colaborativo que permita anticiparse a los desastres naturales y atenuar sus consecuencias.
Gentili afirmó que la aplicación se constituyó como el medio técnico que posibilita la creación del Sistema, ya que permite generar datos de los sucesos (en los tres tiempos de un evento: antes, durante y después) para conformar un registro de acontecimientos históricos.
"Este tipo de herramientas, de uso masivo a través de celulares con geolocalización, permiten reforzar el concepto actual de Geographical Citizen Science, donde el ciudadano adquiere un rol de relevancia en la generación de datos para proyectos científicos con fuerte base espacial. Este beneficio, que en principio parece unilateral en sentido ciudadano-ciencia, a través de las funcionalidades de la aplicación para dispositivos móviles (como medio tecnológico) adquiere dirección contraria (ciencia-ciudadano) tanto en el corto como en el mediano y largo plazo", agregó.
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