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El problema de la erosión hídrica en varias provincias

El 43 por ciento de la superficie provincial sufre erosión hídrica

Fecha de Publicación
: 28/04/2017
Fuente: Sin Mordaza
Provincia/Región: Nacional


La erosión hídrica afecta a casi la mitad del territorio santafesino.
Casi la mitad de la superficie de Santa Fe —el 43 por ciento— sufre un problema de erosión de origen hídrico como consecuencia de los cambios en el uso del suelo introducidos en los últimos años por el modelo agroindustrial pampeano, según consigna el informe "Estado del ambiente" edición 2016 presentado la semana pasada por el Ministerio de Ambiente de la Nación.
Esa investigación detalla que, en total, existen más de cinco millones de hectáreas (5.672.782 con exactitud) en la provincia afectadas por algún tipo de erosión hídrica, la gran mayoría (5.381.136 hectáreas) en un grado "ligero a moderado" mientras que el resto (291.646 hectáreas), padece este problema en forma "severa a grave".
A la hora de explicar por qué ocurre esto, desde esa cartera del gobierno nacional señalaron que en las regiones con tierras húmedas y subhúmedas, este fenómeno se debe a un cambio en el modelo productivo "traducido en una mayor agriculturización y un cambio de uso del suelo, con una menor rotación".
También alertaron sobre las graves consecuencias económicas, ambientales y sociales que provoca la degradación de los suelos, cuyo empobrecimiento no sólo se traduce en una disminución de la rentabilidad agropecuaria, si no también en procesos de "migración de la población, abandono de tierras y situaciones de pobreza y marginalidad".

Provincias más afectadas
La provincia que más padece la erosión hídrica de sus suelos es Entre Ríos, con el 50 por ciento de su superficie afectada, seguida por La Rioja (49 por ciento) y Formosa (46 por ciento). Santa Fe es la cuarta provincia de ese listado.
En realidad, se trata de un problema que repercute en buena parte del territorio nacional de la República Argentina. De acuerdo a lo que se desprende del informe del Ministerio de Ambiente de la Nación, mientras que en 1956 había unos 34 millones de hectáreas en todo el país que estaban afectadas por algún fenómeno de erosión, esa cifra llegó el año pasado a los 105 millones.
"La creación de nuevos fertilizantes, el predominio de la siembra directa (90 por ciento del área sembrada), la presencia de la soja transgénica desde 1996, los maíces híbridos, la agricultura de precisión y el crecimiento de la agroindustria entre otros factores generaron problemas que aumentaron marcadamente dichos procesos a lo largo de los últimos 20 años", se explica en el trabajo.
Esta degradación de los suelos que padece "la mayoría del territorio argentino" provoca un desequilibrio territorial/ambiental que incluye "la pérdida de biodiversidad y de servicios ecosistémicos, suelos contaminados por agroquímicos, erosión hídrica y eólica, la disminución de la cobertura vegetal y/o de la productividad de la vegetación natural y la alteración del ciclo hidrológico, con consecuencias negativas sobre la población".

Efectos sociales
El informe "Estado del ambiente" destaca que el cambio estructural sufrido por los sistemas agropecuarios de la pampa en las últimos dos décadas genera —además de la degradación del suelo—, falta de trabajo rural, concentración de la tierra, especulación inmobiliaria y problemas de salud o de mala alimentación asociados a este modelo agroindustrial.
"En gran parte de estas regiones se evidencia un profundo fenómeno social: el envejecimiento de la población rural originado por la migración de los jóvenes que, empujados por falta de oportunidades, buscan un desarrollo personal en otros lugares".
En ese punto se mencionan estadísticas censales que muestran que la fracción de la población que habita en las zonas rurales es ampliamente menor a la que vive en las áreas urbanas, con una tendencia creciente a la concentración en estas últimas.

Análisis sistemático
El informe del estado del ambiente es un análisis sistemático sobre la situación ambiental del territorio argentino que considera sus dimensiones sociales, económicas, culturales y ecológicas.
El estudio contiene datos y estadísticas sobre los desafíos que la agenda ambiental impone: la situación del agua, la atmósfera, el suelo, la biodiversidad, los cambios climáticos, los residuos; un diagnóstico sobre grandes unidades biogeográficas (bosques, pastizales, zonas áridas, humedales, el mar Argentino y la Antártida) y un marco jurídico ambiental.
5 millones de hectáreas afectadas en la provincia. Santa Fe es el cuarto territorio en el país por la magnitud de suelos con erosión hídrica.
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Paleoclimatología de la Patagonia

Buscan determinar cuándo se empezó a secar la Patagonia

Fecha de Publicación
: 03/03/2017
Fuente: El Litoral
Provincia/Región: Patagonia


La investigación se basa en el estudio de la fauna y la flora de la formación geológica Santa Cruz.
Investigadores del Conicet, su similar bonaerense, la Universidad y el Museo de La Plata buscan determinar en qué momento de la edad Santacrucense, entre el cenozoico y mioceno temprano, hace 18 millones de años, comenzó el proceso de secamiento de la Patagonia, sobre la base del estudio de la fauna y la flora de la formación geológica Santa Cruz, poblada entonces de vegetación tropical.
“En esa época, se registró un momento de clima óptimo en todo el mundo, con condiciones mucho más cálidas y húmedas que las que hay ahora en la Patagonia, de vegetación tropical, y animales de gran tamaño y peso, en su mayoría carnívoros”, dijo a Télam Susana Bargo, paleontóloga del Museo de La Plata y de la Comisión de Investigaciones Científicas de la provincia de Buenos Aires.
El proyecto “Paleoecología y bioestratigrafía de la formación Santa Cruz” -parte de otro estudio de carácter continental-, desde hace 15 años convoca entre enero y febrero a los científicos a la zona para la recolección de restos fósiles de vertebrados, mamíferos, monos, marsupiales, aves, reptiles y algo de flora, con el fin de analizarlos y reconstruir el ambiente existente en ese período.
“Esa reconstrucción ambiental resulta algo mucho más cercana a lo que es la cordillera hoy, con el agregado de palmeras alternando con pastizales, y que podía soportar una comunidad de vertebrados mucho más diversa y de mayor tamaño y peso que los actuales, incluyendo lagartos, osos hormigueros y hasta monos”, describió el paleontólogo Sergio Vizcaíno.

Fauna tropical
La fauna que vivió en la costa atlántica entre los ríos Gallegos y Coyle, donde se encuentran los ejemplares mejor preservados, forma parte de una publicación que en 2012 condensó toda la información recuperada de ese período particular, con la participación de una treintena de autores.
“Resulta comparable a lo que hoy encontramos en comunidades biológicas de una región intratropical, con temperaturas promedio de 20 grados anuales y precipitaciones que estaban alrededor de los 1.500 milímetros por año”, agregó Vizcaíno, profesor de la Universidad Nacional de La Plata e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), que dirige el proyecto.
En ese período de estudio, la Tierra tuvo la mayor temperatura y humedad de los últimos 35 millones de años, equivalente a lo que ocurre hoy por otras razones, la acción humana y no las geológicas, como fue la fase de levantamiento de la cordillera que empieza a interrumpir los flujos de vientos del Pacífico, que hoy quedan mayoritariamente del lado chileno y cuando llegan a la Patagonia extraandina han perdido casi toda la humedad.
También tuvieron que ver cuestiones astronómicas, “la posición de la Tierra dentro de su propia órbita y el ángulo de orbitaje”, añadió el investigador que lidera el equipo que trata de calibrar en qué momento se inicia el secamiento de la región.
El paleontólogo advirtió que “ciertamente había condiciones muy diferentes a las actuales” y que en la última fase de desarrollo de esa fauna “empiezan a haber evidencias del inicio de etapas de secamiento de la Patagonia, no extremas aún. Eso es lo que estamos tratando de calibrar, exactamente cuándo ocurre ese evento, de acuerdo con cómo va reflejándose en los organismos” bajo estudio, explicó.
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Investigan tóxicos en suelo costero



El uso de suelo costero y el impacto ambiental de compuestos ecotóxicos

Fecha de Publicación
: 18/02/2017
Fuente: Argentina Investiga
Provincia/Región: Nacional


Un grupo de investigadores analiza la presencia de compuestos con alta potencialidad ecotóxica, capaces de provocar alteraciones en la reproducción, el desarrollo y en algunas funciones inmunológicas de animales y vegetales, en una zona costera de alta complejidad. Entre los objetivos del proyecto se encuentra el de cuantificar las exportaciones de estos compuestos a través de la red de drenaje.
Un grupo de investigadores del Departamento de Química de la Universidad Nacional del Sur, de Bahía Blanca, y el Instituto Argentino de Oceanografía (UNS-Conicet), busca conocer la presencia y el transporte de contaminantes en la zona costera de esa ciudad. Para ello, llevan adelante un proyecto de investigación con muestreos en 16 sitios estratégicos sobre la cuenca del drenaje y 8 áreas en el estuario, dedicado a componentes identificados a nivel mundial como altamente peligrosos, resistentes a la degradación y que se acumulan en los tejidos.
Se trata de compuestos con alta potencialidad ecotóxica, ésta incluye diversas alteraciones en la reproducción, el desarrollo y en algunas funciones inmunológicas de animales y vegetales. “Los resultados de este trabajo, cuyo desarrollo demandará en total cuatro años, brindarán un panorama integrado de la presencia y transporte de contaminantes hacia la zona costera”, explica a Argentina Investiga su director, el doctor Andrés H. Arias.
Los investigadores analizan la presencia de compuestos organoclorados (OCs), bifenilos policlorados (PCBs) e hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs). Se trata de subgrupos catalogados como “contaminantes orgánicos persistentes”. “Estos contaminantes son mayormente sustancias sintetizadas o generadas por el hombre, resistentes a la degradación y que se acumulan en los tejidos de diferentes especies” explica Arias.
En este proyecto se muestrean diez de los doce compuestos definidos por la Convención de Estocolmo como altamente prioritarios para su monitoreo, regulación y eliminación, conocidos como “the dirty dozen” (la “docena sucia”, en castellano). El resto forma parte de un listado de 90 incluidos en el Global Monitoring Plan (GMP, Convención de Estocolmo), un proyecto de monitoreo global. Además se realizan otro tipo de mediciones asociadas, como parámetros fisicoquímicos (Turbidez, pH, Temperatura, Salinidad, Oxígeno Disuelto), caudal de drenaje, material particulado en suspensión, etcétera.
Los objetivos del proyecto apuntan a cuantificar las exportaciones de estos compuestos a través de la red de drenaje, y a determinar de qué manera los cambios en los usos del suelo costero y las áreas de drenaje asociadas alteran el tipo y la distribución de descargas, identificar los principales medios de transporte y a estimar su impacto ambiental.
El área de estudio es el estuario de Bahía Blanca y su respectiva red de drenaje, conformada por cursos de agua, arroyos, canales de drenaje artificial y descargas cloacales. Ocupa el sudoeste de la provincia de Buenos Aires y cuenta con una superficie aproximada de dos mil trescientos kilómetros cuadrados. Se trata de un sector con una alta presencia de actividades humanas: puertos de aguas profundas que operan con cereales, fertilizantes, combustibles y contenedores; las ciudades de Bahía Blanca y Punta Alta, las localidades portuarias de General Cerri e Ingeniero White, la Base Naval Puerto Belgrano y uno de los complejos petroquímicos más grandes de América del sur.
“El uso del suelo se encuentra en continuo cambio, no sólo en el orden local y regional sino a nivel global. Se estima que 3.600 millones de personas viven en la franja de menos de 60 kilómetros de la costa y que esa proporción aumentará a 6.400 millones en los próximos treinta años. Al mismo tiempo, el 80% de los recursos oceánicos se concentra en la plataforma continental, que también funciona como reciclador: más de tres cuartas partes de los materiales que degradan proceden del continente. Dichos materiales llegan a la costa infiltrándose en el suelo para reaparecer en los ríos, cuencas y redes de drenaje que desembocan en el mar, por derramamiento directo o por transporte atmosférico”, explica el científico. “Este problema es sostenido y agravado por la deficiencia o ausencia de planes de manejo, suficientes estructuras urbanas de saneamiento, así como la extensión de la agricultura intensiva y la industria en desarrollo principalmente adquirida en el transcurso del siglo XX y comienzos del XXI”, agrega.
Las investigaciones muestran que los compuestos, luego de ingresar al ambiente, comienzan un largo proceso de transporte que suele culminar con su depósito final en suelos o sedimentos profundos, o bien pasan de una especie a otra en la cadena alimenticia. Según el Convenio de Estocolmo, se califican como “persistentes” a los que muestran una vida media en el agua mayor a dos meses y en el suelo a seis meses.
El grupo de trabajo está integrado por seis investigadores de distintas disciplinas, a los que se suman ocho más de áreas como Biogeoquímica, Sistemas de Información Geográfica, y Metales Pesados. Utilizan como indicadores bioquímicos a enzimas sensibles a la presencia de los contaminantes seleccionados, que están en algunas especies como el mejillín, y algunas variedades de peces. Algunas de las enzimas son Lactato Deshidrogenasa (LDH), Aspartato Aminotransferasa (AST), Superóxido dismutasa (SOD), Glutatión reductasa (GR), Glutatión peroxidasa (GPx), etcétera”. En cuanto a resultados –en vías de publicación– encontramos que algunas de estas enzimas se disparan concomitantemente a la presencia de contaminantes orgánicos persistentes, y son evaluadas en la actualidad para establecerlas como herramientas de diagnóstico y monitoreo.
“Investigamos el tema desde 2004, y desde entonces pudimos generar líneas de base para todos los compuestos mencionados en sedimentos, peces, mejillones y hasta delfines (ver referencias). En este nuevo proyecto pretendemos contestar nuevas preguntas a partir de nuevos enfoques, que incluyan aspectos esenciales aún no abordados; por ejemplo, el uso de bioindicadores, mediciones estimativas de flujo de contaminantes desde el continente al océano mediante monitoreo continuo en muestras integradas, vías atmosféricas de transporte, etcétera”, explica Arias.
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La política socio-ambiental ha sido y es subestimada



Inundaciones, sequías, incendios

Fecha de Publicación
: 19/01/2017
Fuente: Clarín
Provincia/Región: Nacional


Por Maristella Svampa y Enrique Viale

¿Por qué la política socio-ambiental ha sido y es subestimada sistemáticamente por todos los gobiernos? ¿Es que los gobernantes de turno, más allá del color ideológico, no toman en cuenta las nefastas consecuencias que tiene la ausencia de una auténtica política socio-ambiental, incluso en su relación con los costos económicos? ¿Creerán que es una mera cuestión de cosmética, de sólo un par de slogans efectistas tras un discurso de marketing?
Se impone que la Argentina ponga en su verdadero lugar la problemática ecológica. Que ésta no sea pensada como “un aspecto” o “una dimensión más”, sino a partir de una perspectiva integral. Ni siquiera se trata de cambiar de Ministro de Ambiente y de reemplazarlo por uno más idóneo. En realidad, deben debatirse las consecuencias, ya inocultables, del modelo productivo/extractivista consolidado en nuestro país. Cualquier política ambiental que quiera llevarse a cabo sin debatir las múltiples implicancias del modelo de desarrollo hoy vigentes, será un parche, un recorte parcial, incluso un “ambientalismo superficial” (como dice laEnciclica Laudato Si), másque a una propuesta de discusión integral sobre sus consecuencias socio-ambientales, socio-sanitarias, económicas, culturales y políticas.
Las causas de la emergencia socio-ambiental que hoy golpean a la Argentina son de carácter complejo y pluridimensional, pero está lejos de aparecer como una “tragedia inevitable”. Existen dos factores mayores, íntimamente ligados, que explican la magnitud de estos eventos: uno es de carácter global, el Cambio climático, que profundiza y multiplica los fenómenos climáticos extremos; otra es de carácter nacional, vinculada a la expansión de un modelo de (mal) desarrollo, incompatible con los ciclos de la Naturaleza.
El cambio climático no es una excusa y mucho menos una abstracción. En realidad, es lo menos “natural” que existe, pues es de origen antrópico y nos recuerda que en la era delAntropoceno,el ser humano se ha convertido en una fuerza geológica de alcance global. Dicho carácter global no diluye ni tampoco atenúa la responsabilidad de los funcionarios y políticos, sino todo lo contrario, la acentúa y la pone en valor, a la hora de tomar decisiones acerca de las políticas públicas territoriales o de gestar programas de control y prevención ante los impactos que éstas políticas han generado. Dicho de otro modo: los incendios, inundaciones, sequías y demás eventos extremos no son parte de una“profecía apocalíptica”,sino de un fenómeno extendido en el planeta, que las políticas de gobierno potencian a través de medidas en favor del agronegocio, la megaminería, la fractura hidráulica (fracking) y los megaemprendimientos inmobiliarios, entre otros.Más allá de sus diferencias internas, dichos modelos presentan una lógica común; gran escala, ocupación intensiva del territorio, amplificación de impactos ambientales y socio-sanitarios, preeminencia de grandes actores corporativos y democracia de baja intensidad. Ahora bien,¿qué país puede estar preparado para el Cambio Climático, o generarverdaderas estrategias de adaptación, si cuenta con políticas públicas que promueven ciegamente la deforestación, la destrucción de humedales, el incremento de la producción de combustibles fósiles, entre otros?
El corazón del modelo sojerototalmente inundado no es sólo consecuencia de altas precipitaciones, sino de un suelo que ya no absorbe los excesos hídricos, producto de un capitalismo agrario que necesita arrasar con bosques nativos y humedales en su avance por los territorios. Un modelo que es necesario replantear, porquesi bien trae riqueza para un sector de la población argentina, genera enormes impactos negativos que paga el resto de la sociedad y la naturaleza. ¿Acaso no cuentan ni siquiera los costos económicos que generan los daños producidos por las inundaciones y los incendios? ¿O los costos en salud, cuando no de vidas humanas?
Lamentablemente, gran parte de la clase política no puede -ni quiere- relacionar las causas de las inundaciones y de los voraces incendios con el modelo de desarrollo y los desastres ecológicos que éste genera. Es hora de hacerlo, no hay más excusas.
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Evalúan la desertificación en el sur rionegrino



La desertificación en la Región Sur, materia de estudio

Fecha de Publicación
: 06/01/2017
Fuente: Diario Río Negro
Provincia/Región: Río Negro


Instalaron una planta con equipamiento de última generación para medir vientos, temperatura y humedad entre otros factores. Servirá para analizar la degradación de la tierra.
Una estación meteorológica de última generación fue instalada en un campo de Lipetrén Grande con el objetivo de mejorar la información sobre el clima en esta parte de la Región Sur rionegrina y contribuir al estudio de la desertificación y la degradación de la tierra.
El equipamiento fue instalado en el campo de la familia del productor Segundo Collueque, ubicado a unos 90 kilómetros al sur de Jacobacci y a más de 1.100 metros sobre el nivel del mar. Participaron referentes de distintos organismos que estudian, a través de la ejecución de distintos proyectos, la desertificación, el estrés hídrico y el cambio climático en la zona. Se trata del INTA, Centro Atómico Bariloche, Climagua, Senasa, cooperativas Ganadera Indígena de Jacobacci, De Aguas y Otros Servicios Públicos de Jacobacci y Surgente y de la delegación Jacobacci de la Subsecretaría de Agricultura Familiar, además de los productores de la zona.
El equipamiento forma parte de un lote de 15 estaciones meteorológicas que se están instalando en distintas zonas del país desde el Observatorio Nacional de Degradación de Tierras y Desertificación para recopilar información sobre el clima en esta parte de la Patagonia. “Nos ayudará a mejorar la adquisición de datos para nuestra institución y para quienes lo requieran”, señaló Donaldo Bran de INTA Bariloche.
El Observatorio Nacional de Degradación de Tierras y Desertificación fue creado para recopilar, normalizar y generar información a distintas escalas, con el fin de fortalecer la toma de decisiones en el manejo de la tierra. Por su lado, el ingeniero Sebastián Gortari, del Centro Atómico Bariloche y del Proyecto Climagua, detalló que la estación meteorológica instalada servirá para adquirir datos sobre viento (velocidad y dirección), humedad, registro de lluvias, presión atmosférica, temperatura y radiación solar.
En la actualidad no hay registros oficiales exactos de precipitaciones o de la acumulación de nieve en los últimos 30 años.
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San Luis reforesta con ayuda de Chaco



Con la contribución de Chaco, San Luis trabaja en la reforestación de la Cuenca del Morro

Fecha de Publicación
: 01/12/2016
Fuente: Diario Chaco
Provincia/Región: Chaco - San Luis


El gobierno del Chaco, a través del IIFA, asumió el compromiso de ser parte de la solución a la problemática ambiental de la provincia de San Luis.
Ya llegaron a San Luis los primeros 50.000 algarrobos chaqueños que van a contribuir a recuperar el equilibro hídrico en la Cuenca del Morro. Es el primer envío de 1.000.000 de plantines comprometidos en el lapso de dos años. Intenso trabajo coordinado entre el Instituto de Investigaciones Forestales y Agropecuarias (IIFA) del Chaco y los Ministerios de Producción y de Planificación y Ambiente.
El desequilibrio hídrico de la Cuenca del Morro, que afecta a 373.000 hectáreas de territorio puntano, es el problema ambiental más grave que enfrenta la provincia de San Luis. Las causas identificadas son el cambio en el uso de los suelos y la ausencia de buenas prácticas en el manejo de los mismos. Grandes superficies, antes cubiertas de pasturas naturales y bosque nativo, han sido volcadas al monocultivo, especialmente soja.
La capacidad de absorción que brindaban los árboles hoy no está, y el agua de las lluvias corre hacia la cuenca baja arrastrando sedimentos y produciendo un proceso de erosión que trae aparejado al ascenso de las napas. El aumento en un 40% de los cursos de ríos existentes, campos sedimentados y rutas y caminos cortados, es el resultado y la prueba del gran desbalance hídrico que hoy afecta a la Cuenca del Morro.
El Gobierno de San Luis declaró la ley de Emergencia Pública en materia Ambiental en la Cuenca del Morro y su área de influencia por 5 años, de la que surgen tres acciones prioritarias: la elaboración de un plan de manejo de uso de suelo sustentable, la protección de los bosques nativos y un plan de forestación y reforestación con más de 6.000.000 de árboles y plantas para cubrir el 5% de la superficie afectada.
El jueves pasado se realizó la carga del primer camión con algarrobos chaqueños que tienen como destino la Cuneca del Morro, en la Provincia de San Luis. Es el primero de más de una veintena que se realizarán durante dos años, para así alcanzar la suma de un millón de algarrobos, que serán plantados en la región puntana que hoy sufre la emergencia ambiental.
Los algarrobos fueron producidos en el vivero del Instituto de Investigaciones Forestales y Agropecuarias (IIFA), que se ubica en Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco. Allí trabajan actualmente 12 personas, dedicadas también a producir los plantines que son requeridos por los productores chaqueños para los Planes de Promoción de Inversiones para Bosques Cultivados contemplados en la Ley Nacional 25.080.
También se producen plantines de otras especies nativas y exóticas que tienen como destino los planes de arbolado urbano que se llevan adelante en distintos municipios del territorio provincial.
Luego del convenio firmado por los gobernadores de Chaco Domingo Peppo y de San Luis Alberto Rodríguez Saá, se acordó proveer a la provincia puntada de un millón de algarrobos blancos, con entregas parciales en el lapso de dos años.
El sábado 26 de noviembre llegaron al Centro de Logística Forestal de Villa Mercedes, San Luis, los primeros 50.000 plantines que habían sido cargados 24 horas antes en el corazón del Chaco.  Posteriormente, un equipo de alrededor de 400 personas saldrá al campo a seguir con los cronogramas de plantación diagramados por el Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción del gobierno sanluiseño.
Se están dando los primeros resultados concretos de un gran trabajo federal entre ambas provincias, articulado en Chaco por los Ministerios de Planificación, Ambiente e Innovación Tecnológica y Ministerio de Producción con el IIFA, mientras que San Luis el trabajo recayó en el Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción.
El Gobierno del Chaco, a través de la experiencia del IIFA, trasciende los límites provinciales y asumió el compromiso de ser parte de la solución a la problemática ambiental de la provincia de San Luis.
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Ambiente comienza a trabjar la degradación de las tierras



Encuentro para combatir la degradación de las tierras

Fecha de Publicación
: 14/11/2016
Fuente: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable
Provincia/Región: Nacional


El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación convocó a diferentes organismos públicos y organizaciones de la sociedad civil a participar en un encuentro que buscó definir políticas y metodologías con el fin de combatir la desertificación. La apertura del encuentro estuvo a cargo del secretario de Política Ambiental, Cambio Climático y Desarrollo Sustentable, Diego Moreno.
“La degradación de los suelos es un tema que Argentina viene arrastrando hace mucho tiempo y que tiene consecuencias no sólo ambientales, sino también sociales y productivas”, explicó Moreno durante el evento realizado ayer. También dijo que “estamos buscando la forma de articular iniciativas que muchas veces funcionaron en forma aislada con otras conversaciones que también ocurren en otros ámbitos. La degradación de suelos tiene muchas implicancias”.
Además, Moreno expresó su voluntad para que “las propuestas que surjan de esta mesa, en torno a cómo abordar la lucha contra la desertificación y lograr una neutralidad de la degradación de las tierras al 2030, se empiecen a combinar con todas las discusiones que se están dando en el Gabinete Nacional de Cambio Climático”.
El encuentro se dividió en dos partes. La primera buscó definir los lineamientos políticos y metodológicos del Programa Nacional de Neutralidad de la Degradación de las Tierras, una iniciativa presentada por el Ministerio de Ambiente en julio de este año. Para ello, se conformaron dos mesas de trabajo en las que se discutieron los indicadores, las líneas de base y los instrumentos políticos y de financiamiento para lograr que la tasa de recuperación de las tierras sea igual o superior a la tasas de degradación.
Durante la segunda parte de la jornada se dialogó sobre la alineación del Programa de Acción Nacional de Lucha contra la Desertificación (PAN) con la nueva estrategia presentada por la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación (UNCCD). Anteriormente, la UNCCD había presentado una estrategia decenal que abarcaba el período 2008-2018, pero fue recientemente reformulada para enmarcarse en la agenda 2030 de los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), cuya meta 15.3 propone “luchar contra la desertificación, rehabilitar las tierras y los suelos degradados, incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones, y procurar lograr un mundo con una degradación natural del suelo”.
De la jornada participaron representantes del Ministerio de  Agroindustria, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), la Defensoría del Pueblo, el Senado Nacional, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el Ministerio de Ambiente de Jujuy, la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), la Fundación Agreste, The Nature Conservacy (TNC), la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), la Fundación RIE, el Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica, OVIS 21, la Fundación Patagonia Natural, la Fundación Vida Silvestre, el Colegio de Profesionales de la Agronomía de Entre Ríos (COPAER), la Fundación Proyungas, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Syngenta, la Universidad Maimónides, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y el Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica (CPIA). También estuvo presente el director de Conservación del Suelo y Lucha contra la Desertificación, Octavio Pérez Pardo.

Degradación de las tierras y desertificación
Cabe señalar que el 70 % del territorio argentino está ocupado por tierras secas (zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas), que se caracterizan por ser más vulnerables a los procesos de degradación ocasionados por un manejo no sustentable del suelo durante las actividades agropecuarias. Al poseer menor cantidad de materia orgánica, su capacidad productiva es menor y no resisten la presión del uso intensivo. El proceso de degradación de las tierras secas recibe el nombre de desertificación.
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Iniciativa para crear un Observatorio Nacional de Suelos



Impulsan la creación de un Observatorio Nacional de Suelos Agropecuarios

Fecha de Publicación
: 05/11/2016
Fuente: InfoCampo
Provincia/Región: Nacional


La iniciativa pertenece al Ministerio de Agroindustria, y apunta a revalorizar nuestro suelo y evitar su degradación.
El Ministerio de Agroindustria de la Nación organizó una reunión de expertos en problemáticas de tierras con el objetivo de sentar las bases para la creación de un Observatorio Nacional de Suelos Agropecuarios. El evento contó con la participación del secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Ricardo Negri, y el subsecretario de Agricultura, Luis Urriza.
En la apertura del encuentro, el secretario Ricardo Negri resaltó que "tenemos muchas expectativas con el encuentro de hoy para definir algunos lineamientos y pensar un programa de conservación y manejo del suelo en diferentes partes de nuestro ecosistema", y agregó: "Para nosotros la agroindustria es el motor del desarrollo y la sostenibilidad tiene en el centro a las personas y tenemos que cuidar los recursos de las siguientes generaciones".
Además, el Secretario remarcó la importancia de que participen todos los actores, el sector público y privado trabajando en conjunto para diagramar políticas a largo plazo.
En la misma sintonía, Luis Urriza explicó que desde el Ministerio de Agroindustria se "vienen tomando medidas respecto de la problemática de suelos desde el primer día, como por ejemplo la quita de retenciones a trigo y maíz, que contribuye a mejorar las rotaciones", destacó el Subsecretario en la apertura de la jornada. El resultado de estas políticas "ya es notable en el hecho de que tenemos más trigo y más maíz sembrados, de modo tal que alcanzamos la mejor relación gramíneas-soja de los últimos 10 años", destacó.
En este sentido, Urriza subrayó que uno de los motivos más importantes por los que se tomaron medidas en favor de las gramíneas tuvo que ver con que en diversos estudios referidos a la erosión de los suelos, la variable de mayor impacto atendió a la falta de rotación de cultivos.
El objetivo de la cartera nacional respecto del Observatorio es "cumplir el rol de coordinar las diferentes iniciativas público- privadas y formalizarlas con una mirada hacia dentro de la conservación del recurso y también desde lo global para reinstalar a la Argentina en el mundo, con mediciones serias que le permitan cumplir objetivos tanto en lo ambiental como al impacto que eso tiene en lo comercial", explicó el Subsecretario.
"Valoramos mucho la articulación y la interinstitucionalidad, este es el espíritu del rol que asumimos como Estado", aseveró. Al tiempo que recordó que el compromiso con la idea de creación del organismo surge del compromiso asumido con las provincias en el marco del Consejo Federal Agropecuario (CFA).
Entre las funciones centrales previstas para el Observatorio se encuentran la de disponer de información permanente y actualizada respecto de los parámetros de salud del suelo, que estará disponible para la articulación de políticas públicas. Como así también mejorar las bases de datos disponibles, y revalorizar la posición argentina en el plano internacional, en cuanto a la generación de datos y desarrollo de tecnologías de medición.
A partir de consignas como abordaje metodológico, regionalización y escala de trabajo, indicadores y umbrales críticos, ideas para la adopción de buenas prácticas y recursos disponibles, se planteó un trabajo en taller por regiones, a fin de alcanzar los lineamientos para la consecución de la iniciativa, junto a las recomendaciones para la toma de decisiones al respecto.
Durante la jornada, la técnica del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Gabriela Albarracín, realizó una descripción del deterioro de los suelos en la Argentina en base al aporte de más de 150 especialistas de diferentes regiones.
Por su parte, desde la Subsecretaría, Carla Pascale Medina trazó los lineamientos del Plan Nacional de Suelos Agropecuarios, y Dardo Escobar presentó el documento de trabajo para la reunión. "El haber congregado gran parte del conocimiento de suelos del país es un paso, y la devolución será un insumo importante para generar políticas públicas", destacaron los técnicos de la Subsecretaría.
Del encuentro también participaron el director de Agricultura, Ignacio Garciarena y demás especialistas de la Subsecretaría; representantes del CFA, de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA); de las asociaciones de productores como la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA); del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, y de Ministerios de Producción provinciales.
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El sur de Córdoba con el agua a flor de tierra



El fantasma de la inundación, en el este cordobés

Fecha de Publicación
: 01/11/2016
Fuente: La Voz del Interior
Provincia/Región: Córdoba


Aún quedan zonas rurales que llevan casi un año bajo agua. Además, hay áreas ya complicadas por lo que llovió este mes. Admiten que se han hecho obras, pero hay otras pendientes. Y se viene el período de lluvias.
Las lluvias comenzaron a dejar sus primeras marcas tras el invierno en la provincia, y a los habitantes rurales y urbanos de todo el este cordobés se les hace un nudo en la garganta. Después de varios meses con escasas precipitaciones, las napas bajaron y el agua se retiró, muy lentamente, de cientos de miles de hectáreas inundadas. Aun así, quedan campos anegados desde el verano pasado, inutilizados desde entonces.
La alerta se enciende, además, porque donde más llovió este mes ya se registraron zonas inundadas. La preocupación se acentúa ante el verano que se aproxima, mientras las obras prometidas por la Provincia y la Nación avanzaron parcialmente.
Se limpiaron canales y arroyos, se abrieron nuevos y se repararon caminos rurales, pero los vecinos de varias zonas complicadas consideran que es insuficiente.
En la última semana, ya hubo nuevas inundaciones severas en la zona de Bengolea y Ucacha, del departamento Juárez Celman (en el centro-este provincial). Allí fueron intensos 200 milímetros los acumulados en octubre, que provocaron campos anegados con imágenes de vacas “nadando” en el agua, productores aislados, caminos desaparecidos y hasta viviendas urbanas afectadas.

Esperan más
“Se hicieron reuniones y no mucho más. Las obras no alcanzan, porque no hacen nada para detener el agua que viene de cuenca arriba”, exclamó Paola Paravarosco, productora de Las Varillas. “Los caminos siguen siendo un desastre. No tenemos por dónde andar”, agregó.
En esa región se iniciaron trabajos de limpieza de los canales Florentino y El Acequión, y parte del San Antonio. El temor no es tanto a la lluvia que pueda caer sobre la zona, sino a la que llegue por deriva.
Más al sudeste, Alejandro Martinazzo comparte la inquietud con un grupo de 50 productores afectados por la cuenca del San Antonio y el Tortugas. “Al sur de ruta 9, no se hizo ninguna obra. La defensa que habían prometido para Cruz Alta no está”, relató desde el límite con Santa Fe. Martinazzo anticipó que enviaron cartas documento a autoridades provinciales y nacionales “para que se pongan de acuerdo en hacer las obras”.
“Con las napas ahí nomás del suelo, si llueve estamos complicados”, comentó el productor. En todo el este provincial, las napas están muy altas para recibir el verano, con suelos que ya no absorben más lluvias y sólo las derivan.
Las obras de dragado en los ríos San Antonio y Carcarañá, consideradas primordiales por los productores de la zona más cercana a Santa Fe, no comenzaron. “Pero si se hace todo aguas arriba y no se limpian los receptores, tendremos otro problema grave”, evaluó Hugo Biga, de la Asociación de Productores de Marcos Juárez.
En la línea de ruta 11 –entre Laborde, Pascanas y Monte Maíz–, también siguen preocupados, como en la zona de Cavanagh, Guatimozín y Corral de Bustos, en torno a la laguna La Blanqueada, donde hay campos que llevan más de un año bajo agua. Desde enero, la ruta provincial 12 está cortada por la crecida de La Blanqueada, y una obra de alteo para levantarla está en marcha. Allí no bajan el agua sino que suben la ruta.
También sigue habiendo agua “vieja” sobre zonas rurales de Canals, Bremen e Isla Verde, al sur del departamento Unión, donde se abren nuevos canales pero aún no terminados.

San Justo
En el nordeste, el departamento San Justo tuvo amplias regiones inundadas. El agua fue retirándose pero quedan áreas donde sigue estancada y restan obras para su escurrimiento. Una de las más afectadas es al sudoeste de San Francisco, donde unos 20 productores llevan tres años casi sin producir. Javier Cassineri, uno de ellos, relató que “desde principios de año, solamente podemos entrar al campo a pie o a caballo. Ahí es imposible producir”.
Cerca, en La Francia, la intendenta, Fernanda Grimaldi, señaló que la Provincia viene trabajando para evitar que el agua vuelva a afectar al pueblo. “Se está limpiando el arroyo Los Guevaras, que permite ir derivando hacia la laguna Mar Chiquita, y se está ensanchando sobre dos puentes que obstaculizan el paso del agua ante crecidas”. Grimaldi precisó que se realizaron dos cortes sobre la ruta 19, y otro se sumará para agregar alcantarillas y evitar que actúe de dique.
En Arroyito, llevan dos años a los saltos por los excesos hídricos. El intendente Mauricio Cravero confirmó que esta semana la Provincia licitó las obras del canal que desviará aguas de zonas rurales hacia el río Segundo. Ese nuevo ducto costará 19 millones de pesos y estaba demorado porque dos propietarios rurales se negaban a ceder el paso, hasta que finalizó el trámite de expropiación.

Bajan, pero siguen altas
De acuerdo con las últimas mediciones realizadas por el Inta Marcos Juárez en varias localidades de la provincia de Córdoba, el nivel de las napas ha descendido en los últimos meses.
En Pozo del Molle, por ejemplo, se redujo 28 centímetros promedio el último mes. En Corral de Bustos, la baja fue de 24,2 centímetros en promedio.
Aun así, con nuevos aportes de agua la situación podría volver a llevarlas al ras del suelo en varias zonas. En esos casos, las bombas arroceras para extraerles volumen volverán a ponerse en marcha en decenas de localidades.
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Erosión del suelo en Entre Ríos comienza a ser problema



Entre Ríos necesita más 'terrazas' para controlar la erosión

Fecha de Publicación
: 21/10/2016
Fuente: Clarin Rural
Provincia/Región: Entre Ríos


Las “cuchillas” son una marca distintiva del paisaje rural entrerriano y un verdadero desafío agronómico. Es que el agua de lluvia que no se infiltra en el lote toma velocidad en las pendientes y se lleva la materia orgánica y los nutrientes que están en las láminas de los primeros centímetros del suelo. Es un proceso rápido que erosiona la fertilidad de los campos y sino se controla produce fuertes pérdidas en los rendimientos de los cultivos.
Según datos del INTA Paraná, el 50% de la superficie de esta provincia -sin contar las zonas de islas- es vulnerable a sufrir procesos erosivos cuando hay lluvias intensas (unas 3,9 millones de hectáreas). En 419.000 hectáreas, los productores entrerrianos utilizan terrazas, como principal método para controlar la erosión y conservar la fertilidad de sus lotes. Es el 21% de la superficie “en riesgo” y es estratégico para esta provincia -y para la Argentina- que ese porcentaje siga creciendo.
“Las terrazas son canales que atraviesan la pendiente del lote para capturar el agua excedente y conducirla hacia otro canal que la saca del campo hacia los arroyos. En Entre Ríos necesitamos hacerlas cada 50 o 70 metros para evitar que el agua que no ingresa al suelo baje a velocidades erosivas y se lleve los nutrientes”, le explicó a Clarín Rural el ingeniero Jorge Gvozdenovich, especialista en conservación de suelos del INTA Paraná.
El control de la erosión no solo es necesario por las pendientes de las famosas “cuchillas”. Los suelos entrerrianos son arcillosos y tienen baja velocidad de infiltración del agua de lluvia. “Si precipitan unos 50 milímetros, es probable que 30 milímetros escurran por las pendientes y no penetren en el suelo. Por eso es prioritario gestionar los excesos hídricos”, explicó el técnico del INTA.
La mayoría de los lotes con terrazas están en el centro y suroeste de la provincia, muy cerca de la cuenca del río Paraná, pero ahora también está aumentando la cantidad de productores que apuestan al sistema cerca del río Uruguay. “También necesitamos que crezca el uso de las terrazas en las zonas en las que ahora se expande la agricultura, en el centro norte de Entre Ríos, ya que eran suelos ganaderos de monte y son más frágiles y susceptibles a la erosión”, advirtió Gvozdenovich.
El sistema tiene dos ventajas más: al reducir la velocidad a la que escurre el agua le da más tiempo al suelo para que la absorba y evita que se generen surcos y cárcavas.
Los técnicos del INTA Paraná estiman que la inversión para hacer terrazas cuesta entre 3 y 6 quintales por hectárea (desde terraza no sembrable con máquina propia a terraza sembrable con máquina contratada), una cifra que incluye el trabajo del suelo para hacer el canal y el asesoramiento profesional del ingeniero agrónomo. En Entre Ríos, además, hay un ley provincial que ofrece incentivos fiscales a los productores que hagan terrazas porque “protegen” un recurso que es esencial para la provincia.
En un trabajo técnico, que incluyó ensayos en tres ciclos agrícolas consecutivos, Gvozdenovich y su equipo también estimaron las pérdidas que generan los problemas de fertilidad en los suelos que están afectados por la erosión.
En una loma sin erosionar, la soja rindió 3.170 kilos por hectárea, en promedio. En cambio, en la media lona “erosionada” el rinde cayó a 2.676 kilos por hectárea. Son 494 kilos menos por año en un solo lote, un número que avala las ventajas de invertir en las terrazas. Es un impacto del 15,5% en la capacidad productiva de ese campo y con la certeza de que el problema se va a ir agravando sino se controla.
“Es lo que nosotros definimos como el costo oculto de la erosión. Es fundamental generar conciencia sobre la importancia de la conservación del suelo porque la erosión se lleva la tierra más productiva que tenemos”, concluyó Gvozdenovich.
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Agricultura de Nación trabajará sobre el tema suelos

CFA Agricultura: Con el objetivo de conservar el recurso del suelo

Fecha de Publicación
: 30/09/2016
Fuente: Ministerio de Agroindustria
Provincia/Región: Nacional


El director nacional de Agricultura del Ministerio de Agroindustria de la Nación, Ignacio Garciarena, aseguró hoy que es el momento de revertir la situación de degradación de los suelos, al explicar las características del Plan Nacional de Suelos Agropecuarios en la tercera reunión de la Comisión de Agricultura del Consejo Federal Agropecuario (CFA).Dicho Plan Agroindustria lo trabaja con el Ministerio de Ambiente.
"El 95% de los alimentos se cultivan a partir del suelo por eso tenemos en nuestro foco revertir el estado actual de este recurso", afirmó Garciarena al considerar que "con los avances logrados a partir de la siembra directa y las Buenas Practicas estamos en condiciones de revertir esa situación y volverlos a un estado mejor de lo que los recibimos".
El Plan Nacional de Suelos Agropecuarios, en el que también participan el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y otros organismos descentralizados, recoge algunas iniciativas internacionales para conservar la materia orgánica, tales como la gobernanza del suelo que propone la FAO.
Para ello el plan busca avanzar en un manejo sostenible del recurso; el fortalecimiento de las instituciones nacionales y provinciales; la concientización y la necesidad de una conjunción armónica para las estrategias que permitan alcanzar los objetivos.
Por otra parte, se hizo una presentación de la nueva normativa del SENASA que contempla la creación de entes sanitarios locales con el fin de coordinar las acciones necesarias para hacer frente a las plagas (entre ellas la del picudo algodonero) incluyendo acciones como la distribución de trampas, aplicaciones de insecticidas, destrucción de rastrojos en acciones de responsabilidad compartida entre entes públicos y privados.
En seguimiento de la Agenda se repasaron los lineamientos de la nueva Ley 27.279 de gestión de envases vacíos de fitosanitarios; se detallaron las características del SIOGRANOS como herramienta para el productor y la posibilidad de que se amplié a otras producciones; la disponibilidad de distintas líneas financieras y el acceso al crédito para productores, y puesta al día de novedades respecto a proyectos de riego, en el contexto del Plan Nacional de Riego.
De la reunión participaron representantes de 17 provincias, además de funcionarios y técnicos de la cartera agroindustrial y del SENASA, INTA, INASE, UCAR.
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Agriculta industrial povoca inclaculables daños en San Luis



Un desequilibrio hídrico pone en emergencia a Villa Mercedes, en San Luis

Fecha de Publicación
: 29/09/2016
Fuente: La Nación
Provincia/Región: San Luis


Un nuevo río, aluviones y napas que se transforman en arenas movedizas afectan a las inmediaciones de la localidad puntana; el gobierno apunta a los productores agropecuarios y lanzó un plan de forestación mientras los expertos hablan de multicausalidad
Cambio del suelo, nuevo régimen de lluvias, infraestructura inadecuada y saturación de las napas dejaron a la Cuenca del Morro, en San Luis ante un desequilibrio hídrico que puso en emergencia a la región. Si bien el nuevo escenario comenzó en 1985 cuando el Río Nuevo se abrió paso entre las serranías, este año se precipitaron las medidas oficiales antes el avance del fenómeno.
Así, de un día para otro, los pobladores ven que aparecen cursos de agua entre la tierra o que la napa sube y desestabiliza todo aquello que esté construido en el suelo. Hoy hay afectadas unas 370.000 hectáreas y el gobierno de San Luis apunta directamente a los productores agropecuarios a quienes acusa de "sojizar" las laderas del morro y a quienes obligó a presentar un plan de recambio en el uso del suelo al tiempo que lanzó un plan de forestación de la zona.
"Lo más importante es el cambio en los usos del suelo a través de prácticas sustentables; la forestación sola no alcanza . Tenemos que pintar de verde el morro, hoy los campos están pelados. La soja ese terreno queda sin cobertura vegetal", indicó Cristian Moleker, ministro de Producción y Ambiente de San Luis.
El funcionario reconoce que la problemática tiene más de 30 años, sin embargo asegura: "Fue ampliándose la frontera agropecuaria y paralelamente se fue manifestando de manera mucho más drástica la subida de la napa freática A final de los 80 hubo alguna manifestación física pero nada que hiciera pensar que se iba a agravar".
La explicación oficial sostiene que el suelo no puede absorber la cantidad de agua que generan las precipitaciones y los acuíferos, entonces cede. Pero la problemática ya había sido advertida hace 30 años. En julio de 1985 el ingeniero Luis Echavarría presentó un amplio informe ante el gobierno de Adolfo Rodríguez Saá sobre los desastres que provocaba el afloramiento de aguas en campos de la zona sur este del El Morro.
En esa ocasión, Echevarría, por entonces funcionario del área de Agricultura de la Provincia, pidió al gobierno que hiciera un estudio profundo de la situación y comenzara realizar las obras tendientes a frenar los daños del fenómeno. Pero los estudios no se hicieron y, consecuentemente, las obras nunca se realizaron. La situación se volvió a repetir en el año 2000 con las intensas lluvias y explotó el verano de 2008 con el anegamiento de las rutas nacionales Nº 7 y Nº 8.
"Todos los actores de la cuenca son parte del problema y la solución debería ser en una acción conjunta y global. El Estado, principal actor", sostuvo el experto. En materia de obras ha sido el gran ausente.
"En ese momento critico, propusimos acciones en el corto, mediano y largo plazo. Entendíamos que era necesario evaluar dos aspectos fundamentales; la retención de las aguas en la parte alta de la cuenca y descomprimirla con obras de canalización, ordenada y controlada que permitiera la estabilización del cauce de los arroyos, equilibrando el escurrimiento superficial, buscando disipar la energía del agua a velocidades no erosivas, llevándolas a su desagüe natural, que era el Río V.- Esto, mas allá de la necesidad de conformar un equipo multidisciplinario, por la complejidad del problema", indicó Echevarría.
La Legislatura provincial decretó la emergencia en la zona por cinco años y habilita al Ejecutivo para tomar medidas que detengan la erosión generada por los nuevos cauces, llevar adelante un plan de obras de infraestructura y de seguimiento del estado del suelo y controlar el cultivo en los predios de la zona. También obligará a los dueños de terrenos cercanos a la cuenca a forestar por lo menos el cinco por ciento de sus predios.
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Extrema sequía en la Patagonia



El norte de la Patagonia enfrenta una de las peores sequías en 60 años

Fecha de Publicación
: 29/09/2016
Fuente: Telam
Provincia/Región: Patagonia


Se perdieron 1,8 millones de ovejas por la falta de humedad, y este año llovió un 45 por ciento menos que el promedio histórico.
La Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba) advirtió que a raíz de la sequía que padece el norte de la Patagonia, desde 2007 se perdieron 1,8 millones de ovejas por la falta de humedad, y este año llovió un 45 por ciento menos que el promedio histórico, lo que generó la peor sequía de los últimos 17 años y una de las principales en seis décadas.
"Es muy posible que (la situación) se agrave en los próximos meses debido a que los animales no tendrán suficiente pasto para alimentarse durante el verano de 2016 y el otoño-invierno de 2017", agrega el informe elaborado en base a visitas a cinco estancias de Chubut y Río Negro, las provincias más importantes en la producción lanera de la Argentina.
La falta de humedad ya es recurrente en estas provincias, con mayor impacto en 2007 y 2011, cuando se registraron dos de las 10 sequías más severas de los últimos 60 años que además se combinaron con un aumento de las temperaturas mínimas y las erupciones de los volcanes Chaitén y Puyehue.
Según estimaciones del Ministerio de Agroindustria, entre 2007 y 2014 se perdieron 1,8 millón de cabezas de ovejas sólo en Chubut y Río Negro, equivalentes al 12 por ciento de las existencias nacionales (14,5 millones de lanares).
Juntas, las dos provincias aportan el 43 por ciento de las existencias ovinas del país.
“Esta situación climática es de excepcional magnitud”, dice el informe elaborado por investigadores de la Fauba y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que agrega: "ya se observa un marcado retroceso en el crecimiento de la vegetación en esa región, con una alta probabilidad de que haya un escenario más complicado a finales de 2016 y durante la primera parte de 2017.
La producción del norte de la Patagonia se sustenta en diferir el crecimiento de primavera de los recursos forrajeros para garantizar la alimentación de las ovejas en el invierno. Pero esta primavera, la producción de pasto va a ser muy baja.
La intención de los investigadores al elaborar el informe es advertir a los productores y tomadores de decisiones de la región que deben estar preparados para una reducción forrajera de envergadura.
"se deberán tomar medidas de emergencia. Es estadísticamente muy poco probable que ocurran precipitaciones considerables antes de abril de 2017. Incluso, aunque sucediera, es casi imposible que lleguen a equiparar la media histórica", alertaron.
Ante la "severa restricción alimentaria" que sufrirán los animales desde fines del verano hasta aproximadamente mediados de octubre de 2017, el informe recomienda evaluar "el nivel de carga respecto al promedio de los últimos 17 años" y si es necesario reducirla vendiendo "todas las ovejas viejas y los borregos, capones y carneros de rechazo lo antes posible luego del destete de las primeras y la esquila de los segundos".
"Hay que cuidar a las madres, porque van a determinar en buena medida la cantidad de lana y de corderos de la temporada 2017 y subsiguientes. Para lo cual sería recomendable adelantar los destetes lo más posible para lograr una buena recuperación del estado corporal de las mismas”, concluye el informe.
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En el sur de Córdoba piden afojar con la soja

Piden reducir las áreas de siembra de soja en el sur

Fecha de Publicación
: 28/09/2016
Fuente: El Puntal de Río Cuarto
Provincia/Región: Córdoba


La saturación de los suelos y las lagunas que cubren los campos obliga a replantear la forma de trabajar la tierra para aumentar su poder de absorción
Serrano-Buchardo.- Los problemas hídricos que han originado gigantescas lagunas, algunas de ellas de más de un centenar de hectáreas, son atribuidas por especialistas a las alteraciones del suelo por la excesiva siembra de soja, motivo por el cual ahora junto con la Provincia se sugiere reducir el área de siembra de dicho cultivo.
El legislador Julián López dijo hace algunos días en Buchardo que hay que relanzar el sistema productivo con mayor cultivo de trigo y maíz, y de este modo disminuir las superficies de soja. Sus opiniones son coincidentes con dichos del propio gobernador Juan Schiaretti, quien sostuvo en Laboulaye que la gravedad hídrica se debe a que hace 12 años que se siembra soja.
Los que han sido productivos campos hoy deben soportar anegamientos con algunas viviendas severamente dañadas y la migración de las familias hacia los pueblos.
En Serrano miran con recelo cómo el agua aún no se ha retirado, y cubre grandes extensiones de tierra superando el viejo terraplén ferroviario. Al oeste de la localidad una gran laguna se encuentra a unos 1.500 metros aproximadamente.
Personas del lugar consideran que, de llegar una lluvia importante para octubre o noviembre, puede ocasionar problemas.
En Melo el agua también está muy cerca. En esta localidad y en Serrano la fisonomía del paisaje perteneciente a zonas agrícolas y urbanas del Departamento Roque Sáenz Peña es similar al de otras del Departamento Marcos Juárez que siguen padeciendo las presiones de las cuencas de "La Blanqueada", una gran laguna situada entre las poblaciones de Arias y Corral de Bustos.
Los animales acuáticos se cuentan por cientos y ya han hecho de los campos su hábitat natural. En inmediaciones de Melo se observan ejemplares vacunos intentando sacar algunas hierbas bajo el agua para alimentarse.
Los productores no ocultan sus preocupaciones y en el caso de Serrano hay quienes temen que las aguas acumuladas a ambos lados de la ruta provincial 27 puedan generar algún tipo de problemas con el pueblo.
López, quien además fue ministro de Agricultura de la Provincia, sostuvo: "Es tiempo de que salgamos del proceso de sojización extrema en toda la Argentina. De los 7 millones de hectáreas productivas de Córdoba al menos cinco eran sembradas con soja solamente; no había cultivos de invierno. El cambio climático ha llegado para quedarse y hay que sacar los mil milímetros de agua que hay en los campos", en referencia a la problemática vigente.

Falta de absorción
 A los dichos del exministro, la problemática hídrica provincial, en ocasión de la reciente visita a Laboulaye por parte del gobernador, coincidió con los términos vertidos por Julián López sobre el exceso de siembra de soja.
También aquí el gobernador fue muy claro al explicar que la situación de gravedad hídrica se debe a que hace 12 años que se siembra soja. El oleaginoso no absorbe la cantidad de lluvia que cayó en estas regiones y precisó que al encontrarse saturado el suelo "es como echar un balde de agua en un piso de vidrio", graficó.
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Como buscar la 'sustentabilidad' al desmonte



Productores del NOA encuentran la solución para recuperar suelos erosionados

Fecha de Publicación
: 17/09/2016
Fuente: InfoCampo
Provincia/Región: Norte


Un grupo de productores del noroeste argentino logró revertir la erosión hídrica del suelo generada por los desmontes y aumentar la productividad cuidando el ambiente. Para eso, trabajaron a nivel de cuenca con el asesoramiento de especialistas de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), el INTA, UNSa y empresas privadas.
A continuación, compartimos el texto completo publicado por el boletín de divulgación "Sobre la Tierra" de la FAUBA con todos los detalles de un trabajo en equipo exitoso.
Natalia Osinaga es oriunda de la provincia de Salta, donde se recibió de Ingeniera Agrónoma en la Universidad Nacional de Salta (UNSa). Actualmente está realizando su tesis doctoral en la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), con una beca de CONICET en la cátedra de Fertilidad y Fertilizantes.
Al realizar sus estudios sobre el impacto de la deforestación en la calidad de los suelos en la provincia de Santiago del Estero, comenzó a trabajar con un grupo de productores del NOA que buscaron asesoramiento en la FAUBA porque estaban perdiendo rendimientos en sus cultivos. Así lograron identificar a la erosión hídrica como el principal problema de sus campos, porque el escurrimiento del agua se estaba llevando la fertilidad de sus suelos. Actualmente, la experiencia se concentra el manejo integral de los suelos a nivel de cuenca y cuenta con el apoyo de la FAUBA, el INTA, el Instituto de Suelos y Agua de la UNSa y la empresa privada Marcelo Arzelan y Asoc.
“Un suelo estable se desequilibra luego del desmonte, sobre todo en ambientes frágiles como los del noroeste argentino, y si el productor no realiza un manejo con criterio sustentable a la larga este se va a degradar y por lo tanto va a afectar los rendimientos de los cultivos”, dijo Osinaga al sitio de divulgación científica Sobre la Tierra, y comentó con satisfacción que, a partir de este intercambio con la Universidad, se están comenzando a sistematizar los suelos de diferentes establecimientos, con la construcción de terrazas y represas amortiguadoras. La experiencia se concentra el manejo integral de los suelos a nivel de cuenca.
No obstante, advirtió sobre las consecuencias de las altas tasas de deforestación en el NOA, que también afectan a las ciudades, y la necesidad de realizar más rotaciones de cultivos la región, para dar una mayor sustentabilidad al sistema.

- ¿Cómo te involucraste con la temática del desmonte?
- Hice mi carrera de ingeniera agrónoma en Salta y justo cuando comencé a estudiar, empezó a crecer exponencialmente la deforestación en la zona, principalmente para realizar el cultivo de soja. He vivido este proceso desde muy pequeña, ya que mi papá y colega me llevaba al campo desde que yo tenía tres años. Entonces desde la década del ´90 observe el proceso de expansión agrícola en mi provincia y en el NOA, lugares donde encontramos las tasas de deforestación más altas del mundo.

- Imagino que ese cambio generacional también se relaciona con la visión sobre el desmonte, una mayor concientización y la incorporación de las cuestiones ambientales a este tema.
- Claro. Mi viejo creció en la generación del cambio, período donde la agricultura empezó a tomar protagonismo. Como profesor de la UNSa comenzó a tener una visión de sustentabilidad y de manejo integrado. Con el tiempo vio que el proceso de agriculturización de la región tenía efectos negativos sobre las propiedades del suelo y sobre el escurrimiento superficial del agua. Las estrategias de manejo propuestas por el equipo de trabajo fueron muy bien recibidas, y es así que hoy en día el 90% de la superficie agrícola de la región se encuentra bajo siembra directa, y entre 30 - 40% de esa área está sistematizada, es decir posee terrazas, represas amortiguadoras y canales colectores que controlan la erosión.
Actualmente si bien se hace siembra directa, las rotaciones se componen de un 80% de soja y un 20% de maíz, por lo que el aporte de materia orgánica al suelo es escaso. Es materia pendiente mejorar la rotación soja-maíz.
Ahora estoy realizando mi tesis en Santiago del Estero, los productores observaron una disminución de los rendimientos en lotes con más de 20 años de uso agrícola bajo siembra directa y acudieron al INTA y a la cátedra de Fertilidad y Fertilizantes de la FAUBA para saber si la causa es la pérdida de calidad física o química de suelos. Pero lo interesante es que en este trabajo se incorporó el análisis de factores ambientales como los stocks de carbono hasta el metro de profundidad y las emisiones de gases de efecto invernadero. Y entonces nos preguntamos s estará iniciándose un cambio de paradigma en la agricultura.

- Hace pocos meses publicamos en SLT una nota sobre fallo judicial que contó con el aporte de Universidad, a partir del cual se condenó a un productor de Salta con la cárcel y una multa por desmontar en una zona prohibida. En tu caso, son los productores y no el Estado los que está pidiendo asesoramiento a la Facultad.
- Así es, muchos productores han tomado conciencia de las consecuencias que produce el actual modelo de producción y genera mucha satisfacción que acudan a instituciones del Estado para mejorar e incorporar tecnologías de manejo. Pero esto no quiere decir que no sigan deforestando para incorporar nuevas tierras para uso agrícola o ganadero.
Cuando salió la Ley de Bosques, pensamos que se iba a estabilizar la tasa de deforestación, que venía siendo exponencial. Pero eso no sucedió, sino que siguió creciendo exponencialmente ya que se estaban deforestando las llamadas zonas rojas (áreas protegidas donde no se permite el desmonte) a través de recategorizaciones prediales que habilitan el desmonte. El fallo judicial al que haces referencia muestra que se está atendiendo la problemática de la falta de controles eficientes sobre los desmontes ilegales.
Lo ideal sería llegar a un equilibrio sustentable donde el Estado y los privados trabajen en conjunto.

- Imagino que si bien muchos productores desmontaron y sembraron un monocultivo, con el tiempo empezaron a encontrar problemas que los afectan a ellos mismos, a los rendimientos de sus propios cultivos, y se dieron cuenta que no era sustentable lo que hicieron.
- Totalmente. Como dije en Santiago del Estero, donde estoy realizando mi tesis, los productores veían una reducción de sus rendimientos y lo relacionaban con la compactación de los suelos que produce la maquinaria. Con los primeros estudios que realizamos observamos valores de resistencia a la penetración y de densidad aparente que no llegaban a valores críticos para los suelos de la zona. Les recomendamos mejorar sus rotaciones porque pudimos observar bajos niveles de carbono en los suelos y una elevada inestabilidad estructural de los agregados.
Cuando recorríamos los campos encontrábamos cárcavas enormes. Entonces, a pesar de las bajas pendientes (0.2 -0.8%) que se observan en la región, la erosión hídrica está causando un problema: el agua que escurre se está llevando suelo del horizonte más rico en materia orgánica, el horizonte A. La mayoría de los productores que nos habían consultado inicialmente, están sistematizando sus suelos, construyendo terrazas y represas amortiguadoras para frenar este escurrimiento excesivo.
Un suelo estable se desequilibra luego del desmonte, sobre todo en ambientes frágiles como los del noroeste argentino, y si el productor no realiza un manejo con criterio sustentable a la larga este se va a degradar y por lo tanto va a afectar los rendimientos de los cultivos.

- ¿Cómo fue el trabajo con los productores?
- El trabajo con los productores tiene un enfoque de grupo, de unidad. Lo hacemos así porque siempre es bueno el intercambio de experiencia entre ellos y además porque cualquier decisión que tome un productor, sobre todo estructural, puede llegar a afectar a sus vecinos o los centros poblados.
En el caso de mi tesis se trabaja con un grupo de productores que se reúnen una vez por mes. En algunas de esas reuniones mostramos los resultados obtenidos y propusimos estrategias de manejo.
Para los proyectos de sistematización tratamos de trabajar a nivel de cuenca obligando al manejo integral de las mismas. Porque el agua de lluvia en su recorrido no piensa, no sabe, ni entiende las acciones del hombre que provoca cambios significativos en los caudales de escurrimiento.

- Por un lado advertís sobre las altas tasas de desmonte, pero por otro lado decías que hay zonas que se siguen incorporando a la agricultura siendo muy frágiles. ¿Cuál es el rol de los ingenieros agrónomos en ese caso?
- Actualmente en el NOA la frontera se está expandiendo hacia al Chaco Semiárido, que tiene precipitaciones menores a 600 mm por año. El principal destino de estas tierras marginales es ganadero. Pero en algunas zonas se está realizando soja gracias a que muchas empresas incorporan ingenieros agrónomos a su plantel y aplican nuevas tecnologías como semillas modificadas genéticamente, la instalación de dispositivos de riego, entre otras.
Ante una población en crecimiento, necesitamos producir más alimento e incorporar superficie a la agricultura. Desde ya, la pérdida de bosque no es buena, pero creo si nosotros como agrónomos empezamos a aplicar las tecnologías de infraestructura y manejo necesarias, podemos llegar a un equilibrio sustentable, teniendo en cuenta que la conservación del recurso suelo exige la implementación de un sistema integrado de técnicas agropecuarias (siembra directa, rotación y cultivos de cobertura) y estructurales (terrazas y represas amortiguadoras).
Leí una nota que decía que Santiago del Estero era la provincia con la mayor tasa de deforestación mundial. La segunda es la provincia es Salta. En estos focos calientes tenemos que prestar mucha atención porque, si nos dejamos estar, de acá a 20 años los suelos serán inutilizables por su alto grado de degradación. Hay que tener en cuenta que el suelo es una herencia de nuestros hijos; tenemos que cuidarlo para que las generaciones futuras puedan trabajarlo. Creo que queda más que claro cómo debemos acompañar los ingenieros agrónomos este proceso.
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Argentina reafirmó su lucha contra la desertificación



Argentina reafirma su compromiso para poner freno a la degradación de los suelos

Fecha de Publicación
: 22/06/2016
Fuente: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable
Provincia/Región: Nacional


Una delegación del Ministerio de Ambiente de la Nación se encuentra en China, donde participa de una convención que busca soluciones a este problema.
Una delegación argentina viajó a China para participar de una convención organizada por ese país en el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación, donde más de 150 países están reunidos para diseñar estrategias que permitan ponerle freno a la degradación de las tierras en todo el planeta.
Junto con el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, la desertificación fue identificada por las Naciones Unidas como uno de los mayores desafíos que el mundo tiene por delante. Argentina, junto con China, Australia, Estados Unidos y Brasil, es uno de los países con mayor porcentaje de tierras secas, que cubren el 70 % de su territorio.
Al frente de la delegación argentina se encuentra el secretario de Política Ambiental, Cambio Climático y Desarrollo Sustentable de la Nación, Diego Moreno, quien viajó acompañado por expertos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, de la Universidad Nacional de Córdoba, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y de la Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa.
El ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, rabino Sergio Bergman, destacó la importancia de participar de este tipo de diálogos que buscan alcanzar la meta propuesta en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas: neutralizar la degradación de las tierras para el año 2030.
En ese sentido, el ministro Bergman dijo que en el 60 % de las tierras secas de Argentina se han identificado casos extremos de pérdida de las propiedades físicas del suelo, con un dificultoso grado de reversibilidad: “Diversas economías regionales, que son la base del desarrollo del interior del país, están basadas en el uso de los recursos naturales y la producción agropecuaria; una destrucción o pérdida de los recursos que son sostén de esta producción pone en riesgo el mantenimiento y crecimiento de esos sistemas productivos y la subsistencia de las pequeñas comunidades”.
El Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación conmemora la adopción de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD, por sus siglas en inglés), el 17 de junio de 1994 en París. Se trata del único acuerdo internacional que vincula al ambiente y al desarrollo con el manejo sustentable del suelo, específicamente en las tierras secas.
Durante ocho días, las delegaciones visitarán distintos sitios de interés para conocer experiencias exitosas en el manejo sustentable del suelo.
“Si bien la temática ambiental es transversal a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, es nuestro rol enfocarnos en el objetivo que nos invita a promover el uso sustentable de los ecosistemas terrestres, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y frenar la pérdida de la diversidad biológica”, aseguró Diego Moreno.

Un problema ambiental y humano
La desertificación es el proceso de degradación de las tierras secas, que comprenden a las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas y que en Argentina abarcan  un 70 % de su territorio.
La principal causa de este fenómeno es el manejo no sustentable del suelo durante las actividades humanas; el uso intensivo del recurso (como el sobrepastoreo), el monocultivo o la no rotación de los cultivos y la utilización de especies inadecuadas para ciertos tipos de suelos, son algunas de las prácticas no sustentables más habituales en nuestro país y el resto del mundo.
El problema es que las tierras secas son más vulnerables a este proceso ya que, al poseer menor cantidad de materia orgánica, su capacidad productiva es menor y no aguantan la presión del uso intensivo.
En Argentina, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable lleva adelante diferentes programas dedicados a promover prácticas sustentables en el manejo del suelo para revertir el proceso de degradación. Entre ellos, se destacan los realizados en las zonas secas del noroeste, en los bosques del Gran Chaco Americano (junto con los gobiernos de Bolivia y Paraguay) y en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires.
“La Argentina comparte con China un profundo interés en abordar de manera definitiva y eficiente la lucha contra la Desertificación —dijo Diego Moreno—. Los dos países dependen del estado de sus recursos naturales, fundamentalmente del suelo y sus componentes, para mantener la producción de materias primas que abastezcan sus mercados internos y externos”.
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Mas de la mitad de las tierras secas son irrecuperables



60% de tierras secas del país son irrecuperables

Fecha de Publicación
: 21/06/2016
Fuente: Diario Los Andes
Provincia/Región: Nacional


La principal causa es el manejo no sustentable del suelo durante actividades humanas, el uso intensivo del recurso, el monocultivo o la no rotación de los cultivos y la utilización de especies inadecuadas para ciertos tipos de suelos.
En 60 por ciento de las tierras secas de Argentina se han identificado casos extremos de pérdida de las propiedades físicas del suelo, con un dificultoso grado de reversibilidad, señaló el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Sergio Bergman, al anunciar el viaje que una delegación argentina realizará a China para participar de una convención que busca frenar la degradación de los suelos.
“Diversas economías regionales, que son la base del desarrollo del Interior del país, están basadas en el uso de los recursos naturales y la producción agropecuaria”, sostuvo el funcionario y agregó: “Una destrucción o pérdida de los recursos que son sostén de esta producción pone en riesgo el mantenimiento y crecimiento de esos sistemas productivos y la subsistencia de las pequeñas comunidades”.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación (que se conmemoró ayer) una delegación argentina de 10 especialistas encabezada por el secretario de Política Ambiental, Cambio Climático y Desarrollo Sustentable de la Nación, Diego Moreno, viajó al país asiático donde más de 150 países están reunidos para diseñar estrategias que permitan ponerle freno a la degradación de las tierras en todo el planeta.
Bergman destacó la importancia de participar de este tipo de diálogos que buscan alcanzar la meta propuesta en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas: neutralizar la degradación de las tierras para el año 2030.
“Junto con el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, la desertificación fue identificada por las Naciones Unidas como uno de los mayores desafíos que el mundo tiene por delante. Argentina, junto con China, Australia, Estados Unidos y Brasil, es uno de los países con mayor porcentaje de tierras secas, que cubren 70 por ciento de su territorio”, explicó el ministerio a través de un comunicado.
El Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación conmemora la adopción de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (Unccd, por sus siglas en inglés), el 17 de junio de 1994 en París. Se trata del único acuerdo internacional que vincula al ambiente y al desarrollo con el manejo sustentable del suelo, específicamente en las tierras secas.
Por su parte, Moreno afirmó que “si bien la temática ambiental es transversal a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, es nuestro rol enfocarnos en el objetivo que nos invita a promover el uso sustentable de los ecosistemas terrestres, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y frenar la pérdida de la diversidad biológica”.
Y agregó: “Argentina comparte con China un profundo interés en abordar de manera definitiva y eficiente la lucha contra la desertificación. Los dos países dependen del estado de sus recursos naturales, fundamentalmente del suelo y sus componentes, para mantener la producción de materias primas que abastezcan sus mercados internos y externos”.
La desertificación es el proceso de degradación de las tierras secas, que comprenden a las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas y que en Argentina abarcan un 70 por ciento de su territorio. La principal causa de este fenómeno es el manejo no sustentable del suelo durante las actividades humanas; el uso intensivo del recurso (como el sobrepastoreo), el monocultivo o la no rotación de los cultivos y la utilización de especies inadecuadas para ciertos tipos de suelos, son algunas de las prácticas no sustentables más habituales en nuestro país y el resto del mundo.
El problema es que las tierras secas son más vulnerables a este proceso ya que, al poseer menor cantidad de materia orgánica, su capacidad productiva es menor y no aguantan la presión del uso intensivo.
En Argentina, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable lleva adelante diferentes programas dedicados a promover prácticas sustentables en el manejo del suelo para revertir el proceso de degradación. Entre ellos, se destacan los realizados en las zonas secas del noroeste, en los bosques del Gran Chaco Americano (junto con los gobiernos de Bolivia y Paraguay) y en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires. 

Tecnología contra la degradación
Expertos de Naciones Unidas aseguran que si se realiza una evaluación del potencial del suelo con las nuevas tecnologías antes de la utilización de la tierra, se podrían detener las pérdidas de “24.000 millones de toneladas de suelo fértil y de 15.000 millones de árboles al año” y así contribuir a potenciar sus recursos de una manera sostenible.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación, un grupo científico de expertos ligado al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) presentó un informe en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín -sede del Legislativo- en el que denuncian que no se está llevando a cabo un buen sistema de evaluación del suelo antes de utilizarlo y que, si se mejora, no sólo se podría detener su degradación, sino también “descubrir” su mayor potencial. Una evaluación del potencial del suelo a largo plazo puede detener las pérdidas de 24.000 millones de toneladas de suelo fértil y de 15.000 millones de árboles al año, afirmó el panel.
El autor del informe, J.E. Herrick, indicó que, si bien parece una práctica clave a la hora de explotar un terreno, no se está llevando a cabo. Las razones son muchas y muy variadas, pero entre ellas está que algunos agricultores “no tienen otra opción” que utilizar la tierra que tienen “cuando eres pobre, no tienes alternativa”, señaló Herrick.
Para combatir este problema, los expertos presentaron una serie de herramientas, entre las que destacan aplicaciones de móvil que están desarrollando y que podrían ayudar a cualquier agricultor en cualquier parte del mundo a sacar el mayor provecho de sus tierras de una manera sostenible.
De una manera sencilla, cualquier individuo podrá introducir unos datos básicos del suelo que quiere utilizar en estas aplicaciones de móvil -que ya están disponibles para modelos Android en su versión más básica, a la espera de que se actualicen-, y el sistema le dirá qué tipo de producción es sostenible.
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Córdoba intenta remediar el plomo de la caza



Plomo: científicos estudian cómo limpiar este metal de los suelos cordobeses

Fecha de Publicación
: 25/04/2016
Fuente: La Voz del Interior
Provincia/Región: Córdoba


Aunque es poco conocido, algunos suelos cordobeses están contaminados con plomo, un metal peligroso para la salud. Las razones son la presencia natural de este elemento, pero también actividades humanas como las fundiciones, plantas de reciclado de baterías y los perdigones arrojados en la caza de palomas.
En algunos sitios, la concentración supera los límites establecidos para usos agrícolas. Incluso también se ha detectado plomo en exceso (y por encima de lo que marca el Código Alimentario de Argentina) en los granos de soja y de trigo.
Los expertos advierten que aún no representa un riesgo sanitario, aunque sí debería ser una preocupación ambiental.
“Debería estar en la agenda ambiental para evitar problemas graves en el futuro. Ningún metal, salvo el mercurio, tiene efectos tóxicos inmediatos, son acumulativos. Lo grave es que cuando se detecta ya es tarde”, apunta Luisa Pignata, investigadora del Conicet y de la Universidad Nacional de Córdoba.
Su grupo ha realizado varios estudios sobre metales pesados en la provincia. Primero los detectaron en el aire, luego en el suelo y, finalmente, en cultivos. Se dieron cuenta de que había que pensar en una solución.
Lo mismo ocurrió con un grupo del Centro de Excelencia en Productos y Proceso de Córdoba (Ceprocor) liderado por Marcelo Rubio, quienes midieron la concentración de plomo en cotos de caza de paloma y encontraron valores altos.
“El promedio es de 90 partes por millón (ppm) en más de 300 muestras. Pero los valores más altos superan el límite máximo permitido en suelos para uso agrícola (375 ppm)”, precisa.
Y agrega: “Puede ser preocupante si los cotos de caza no cumplen con la ley. Si no se actúa, ese promedio y esos picos irán aumentando”.
La normativa que regula esta actividad indica que los cotos deben inscribirse como generadores de residuos peligrosos y deben remediar el suelo cuando se exceda el límite máximo.
A pesar de ser suelos agrícolas, la resolución provincial los categorizó como suelos industriales, con una concentración máxima de 1.000 ppm.
Ambos grupos trabajan en fitorremediación, esto es, sembrar plantas para captar el plomo del suelo y luego extraer esas plantas y, con ellas, el contaminante. Es la mejor alternativa para grandes superficies, ya que la otra opción es directamente retirar el suelo y tratarlo como un residuo peligroso.
Julieta Salazar, del grupo de Pignata, analizó las plantas que crecían en un predio que había sido utilizado para el reciclado de baterías de plomo. Los suelos estaban muy contaminados.
“Analizamos 10 especies para saber si además de ser tolerantes, también acumulaban el plomo en hojas y tallos para facilitar su cosecha. Encontramos que dos tenían potencial para ser utilizadas en fitorremediación”, comenta.
Esas plantas son Tagetes minuta , una hierba aromática similar a la albahaca. “Esta especie se podría cultivar para extraer el plomo y también aprovechar su aceite esencial, ya que el metal no pasa a él”, comenta Salazar. La otra especie es el amor seco ( Bidens pilosa ).
Cada planta puede extraer hasta 0,3 gramos de plomo del suelo y se pueden plantar hasta 200 por metro cuadrado. “Parece poco, pero dada la toxicidad del plomo y la cantidad de plantas que pueden usarse, es bastante”, asegura Salazar.
La investigadora explica que hay pocos estudios a gran escala sobre fitorremediación de suelos con plomo. En su caso, se trata de un trabajo de laboratorio, pero llegado el caso, Salazar asegura que podrían asesorar a algún interesado en aplicar este procedimiento en un campo contaminado.
En tanto, el grupo del Ceprocor está analizando especies comerciales como la colza, el rye grass y el malvón. La primera es la que mostró mejores resultados. Son trabajos a escala piloto en sitios ya contaminados.
“Durante el primer ciclo de siembra y cosecha con colza, el nivel del plomo en suelo disminuyó un 12 por ciento”, dice Rubio.
El investigador entiende que es la mejor manera de encontrar una solución simple que pueda ser practicada por los dueños de los cotos de caza, por ejemplo.
“El plomo de los perdigones pasa al suelo. Se transforma en una decena de sales que ingresan a las plantas o animales y puede llegar al ser humano”, asegura.
600 toneladas anuales. Es la cantidad de plomo que queda en suelo cordobés por la caza de paloma, según un cálculo de 2011.

Granos contaminados
Análisis. Un estudio demostró que el plomo pasa del suelo a la soja, la cual tiene niveles por encima de lo que permite la norma. El grupo de Pignata analizó soja de 10 sitios de Córdoba (Bouwer, Despeñaderos, Ferreyra, General Cabrera, General Paz, Los Molinos, Malagueño, Pozo de Tigre, Río Tercero y Yocsina).
Tóxicos. Los valores se ubicaron entre 1,63 y 2,55 partes por millón. Algunos lugares fueron elegidos porque están asociados a diferentes actividades humanas pasadas y presentes que son potenciales emisoras de metales pesados. “No digo que todos los campos tengan valores de plomo que superan el máximo que fija la norma para uso agrícola. Pero aún con valores por debajo de la norma, los granos que se cosechan en algunas zonas tienen valores tóxicos”, dice Pignata. El Código Alimentario Argentino fija un máximo de hasta 2 ppm; la Unión Europea, 0,2 ppm.
Problemas. Parte de esos granos contaminados se usa para alimentar vacas y pollos que se consumen en el país. El plomo en el organismo puede provocar problemas neurológicos, cognitivos, renales y reproductivos. En cantidades muy bajas afecta, especialmente, a los niños.
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