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Agricultura de Nación trabajará sobre el tema suelos

CFA Agricultura: Con el objetivo de conservar el recurso del suelo

Fecha de Publicación
: 30/09/2016
Fuente: Ministerio de Agroindustria
Provincia/Región: Nacional


El director nacional de Agricultura del Ministerio de Agroindustria de la Nación, Ignacio Garciarena, aseguró hoy que es el momento de revertir la situación de degradación de los suelos, al explicar las características del Plan Nacional de Suelos Agropecuarios en la tercera reunión de la Comisión de Agricultura del Consejo Federal Agropecuario (CFA).Dicho Plan Agroindustria lo trabaja con el Ministerio de Ambiente.
"El 95% de los alimentos se cultivan a partir del suelo por eso tenemos en nuestro foco revertir el estado actual de este recurso", afirmó Garciarena al considerar que "con los avances logrados a partir de la siembra directa y las Buenas Practicas estamos en condiciones de revertir esa situación y volverlos a un estado mejor de lo que los recibimos".
El Plan Nacional de Suelos Agropecuarios, en el que también participan el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y otros organismos descentralizados, recoge algunas iniciativas internacionales para conservar la materia orgánica, tales como la gobernanza del suelo que propone la FAO.
Para ello el plan busca avanzar en un manejo sostenible del recurso; el fortalecimiento de las instituciones nacionales y provinciales; la concientización y la necesidad de una conjunción armónica para las estrategias que permitan alcanzar los objetivos.
Por otra parte, se hizo una presentación de la nueva normativa del SENASA que contempla la creación de entes sanitarios locales con el fin de coordinar las acciones necesarias para hacer frente a las plagas (entre ellas la del picudo algodonero) incluyendo acciones como la distribución de trampas, aplicaciones de insecticidas, destrucción de rastrojos en acciones de responsabilidad compartida entre entes públicos y privados.
En seguimiento de la Agenda se repasaron los lineamientos de la nueva Ley 27.279 de gestión de envases vacíos de fitosanitarios; se detallaron las características del SIOGRANOS como herramienta para el productor y la posibilidad de que se amplié a otras producciones; la disponibilidad de distintas líneas financieras y el acceso al crédito para productores, y puesta al día de novedades respecto a proyectos de riego, en el contexto del Plan Nacional de Riego.
De la reunión participaron representantes de 17 provincias, además de funcionarios y técnicos de la cartera agroindustrial y del SENASA, INTA, INASE, UCAR.
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Agriculta industrial povoca inclaculables daños en San Luis



Un desequilibrio hídrico pone en emergencia a Villa Mercedes, en San Luis

Fecha de Publicación
: 29/09/2016
Fuente: La Nación
Provincia/Región: San Luis


Un nuevo río, aluviones y napas que se transforman en arenas movedizas afectan a las inmediaciones de la localidad puntana; el gobierno apunta a los productores agropecuarios y lanzó un plan de forestación mientras los expertos hablan de multicausalidad
Cambio del suelo, nuevo régimen de lluvias, infraestructura inadecuada y saturación de las napas dejaron a la Cuenca del Morro, en San Luis ante un desequilibrio hídrico que puso en emergencia a la región. Si bien el nuevo escenario comenzó en 1985 cuando el Río Nuevo se abrió paso entre las serranías, este año se precipitaron las medidas oficiales antes el avance del fenómeno.
Así, de un día para otro, los pobladores ven que aparecen cursos de agua entre la tierra o que la napa sube y desestabiliza todo aquello que esté construido en el suelo. Hoy hay afectadas unas 370.000 hectáreas y el gobierno de San Luis apunta directamente a los productores agropecuarios a quienes acusa de "sojizar" las laderas del morro y a quienes obligó a presentar un plan de recambio en el uso del suelo al tiempo que lanzó un plan de forestación de la zona.
"Lo más importante es el cambio en los usos del suelo a través de prácticas sustentables; la forestación sola no alcanza . Tenemos que pintar de verde el morro, hoy los campos están pelados. La soja ese terreno queda sin cobertura vegetal", indicó Cristian Moleker, ministro de Producción y Ambiente de San Luis.
El funcionario reconoce que la problemática tiene más de 30 años, sin embargo asegura: "Fue ampliándose la frontera agropecuaria y paralelamente se fue manifestando de manera mucho más drástica la subida de la napa freática A final de los 80 hubo alguna manifestación física pero nada que hiciera pensar que se iba a agravar".
La explicación oficial sostiene que el suelo no puede absorber la cantidad de agua que generan las precipitaciones y los acuíferos, entonces cede. Pero la problemática ya había sido advertida hace 30 años. En julio de 1985 el ingeniero Luis Echavarría presentó un amplio informe ante el gobierno de Adolfo Rodríguez Saá sobre los desastres que provocaba el afloramiento de aguas en campos de la zona sur este del El Morro.
En esa ocasión, Echevarría, por entonces funcionario del área de Agricultura de la Provincia, pidió al gobierno que hiciera un estudio profundo de la situación y comenzara realizar las obras tendientes a frenar los daños del fenómeno. Pero los estudios no se hicieron y, consecuentemente, las obras nunca se realizaron. La situación se volvió a repetir en el año 2000 con las intensas lluvias y explotó el verano de 2008 con el anegamiento de las rutas nacionales Nº 7 y Nº 8.
"Todos los actores de la cuenca son parte del problema y la solución debería ser en una acción conjunta y global. El Estado, principal actor", sostuvo el experto. En materia de obras ha sido el gran ausente.
"En ese momento critico, propusimos acciones en el corto, mediano y largo plazo. Entendíamos que era necesario evaluar dos aspectos fundamentales; la retención de las aguas en la parte alta de la cuenca y descomprimirla con obras de canalización, ordenada y controlada que permitiera la estabilización del cauce de los arroyos, equilibrando el escurrimiento superficial, buscando disipar la energía del agua a velocidades no erosivas, llevándolas a su desagüe natural, que era el Río V.- Esto, mas allá de la necesidad de conformar un equipo multidisciplinario, por la complejidad del problema", indicó Echevarría.
La Legislatura provincial decretó la emergencia en la zona por cinco años y habilita al Ejecutivo para tomar medidas que detengan la erosión generada por los nuevos cauces, llevar adelante un plan de obras de infraestructura y de seguimiento del estado del suelo y controlar el cultivo en los predios de la zona. También obligará a los dueños de terrenos cercanos a la cuenca a forestar por lo menos el cinco por ciento de sus predios.
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Extrema sequía en la Patagonia



El norte de la Patagonia enfrenta una de las peores sequías en 60 años

Fecha de Publicación
: 29/09/2016
Fuente: Telam
Provincia/Región: Patagonia


Se perdieron 1,8 millones de ovejas por la falta de humedad, y este año llovió un 45 por ciento menos que el promedio histórico.
La Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba) advirtió que a raíz de la sequía que padece el norte de la Patagonia, desde 2007 se perdieron 1,8 millones de ovejas por la falta de humedad, y este año llovió un 45 por ciento menos que el promedio histórico, lo que generó la peor sequía de los últimos 17 años y una de las principales en seis décadas.
"Es muy posible que (la situación) se agrave en los próximos meses debido a que los animales no tendrán suficiente pasto para alimentarse durante el verano de 2016 y el otoño-invierno de 2017", agrega el informe elaborado en base a visitas a cinco estancias de Chubut y Río Negro, las provincias más importantes en la producción lanera de la Argentina.
La falta de humedad ya es recurrente en estas provincias, con mayor impacto en 2007 y 2011, cuando se registraron dos de las 10 sequías más severas de los últimos 60 años que además se combinaron con un aumento de las temperaturas mínimas y las erupciones de los volcanes Chaitén y Puyehue.
Según estimaciones del Ministerio de Agroindustria, entre 2007 y 2014 se perdieron 1,8 millón de cabezas de ovejas sólo en Chubut y Río Negro, equivalentes al 12 por ciento de las existencias nacionales (14,5 millones de lanares).
Juntas, las dos provincias aportan el 43 por ciento de las existencias ovinas del país.
“Esta situación climática es de excepcional magnitud”, dice el informe elaborado por investigadores de la Fauba y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que agrega: "ya se observa un marcado retroceso en el crecimiento de la vegetación en esa región, con una alta probabilidad de que haya un escenario más complicado a finales de 2016 y durante la primera parte de 2017.
La producción del norte de la Patagonia se sustenta en diferir el crecimiento de primavera de los recursos forrajeros para garantizar la alimentación de las ovejas en el invierno. Pero esta primavera, la producción de pasto va a ser muy baja.
La intención de los investigadores al elaborar el informe es advertir a los productores y tomadores de decisiones de la región que deben estar preparados para una reducción forrajera de envergadura.
"se deberán tomar medidas de emergencia. Es estadísticamente muy poco probable que ocurran precipitaciones considerables antes de abril de 2017. Incluso, aunque sucediera, es casi imposible que lleguen a equiparar la media histórica", alertaron.
Ante la "severa restricción alimentaria" que sufrirán los animales desde fines del verano hasta aproximadamente mediados de octubre de 2017, el informe recomienda evaluar "el nivel de carga respecto al promedio de los últimos 17 años" y si es necesario reducirla vendiendo "todas las ovejas viejas y los borregos, capones y carneros de rechazo lo antes posible luego del destete de las primeras y la esquila de los segundos".
"Hay que cuidar a las madres, porque van a determinar en buena medida la cantidad de lana y de corderos de la temporada 2017 y subsiguientes. Para lo cual sería recomendable adelantar los destetes lo más posible para lograr una buena recuperación del estado corporal de las mismas”, concluye el informe.
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En el sur de Córdoba piden afojar con la soja

Piden reducir las áreas de siembra de soja en el sur

Fecha de Publicación
: 28/09/2016
Fuente: El Puntal de Río Cuarto
Provincia/Región: Córdoba


La saturación de los suelos y las lagunas que cubren los campos obliga a replantear la forma de trabajar la tierra para aumentar su poder de absorción
Serrano-Buchardo.- Los problemas hídricos que han originado gigantescas lagunas, algunas de ellas de más de un centenar de hectáreas, son atribuidas por especialistas a las alteraciones del suelo por la excesiva siembra de soja, motivo por el cual ahora junto con la Provincia se sugiere reducir el área de siembra de dicho cultivo.
El legislador Julián López dijo hace algunos días en Buchardo que hay que relanzar el sistema productivo con mayor cultivo de trigo y maíz, y de este modo disminuir las superficies de soja. Sus opiniones son coincidentes con dichos del propio gobernador Juan Schiaretti, quien sostuvo en Laboulaye que la gravedad hídrica se debe a que hace 12 años que se siembra soja.
Los que han sido productivos campos hoy deben soportar anegamientos con algunas viviendas severamente dañadas y la migración de las familias hacia los pueblos.
En Serrano miran con recelo cómo el agua aún no se ha retirado, y cubre grandes extensiones de tierra superando el viejo terraplén ferroviario. Al oeste de la localidad una gran laguna se encuentra a unos 1.500 metros aproximadamente.
Personas del lugar consideran que, de llegar una lluvia importante para octubre o noviembre, puede ocasionar problemas.
En Melo el agua también está muy cerca. En esta localidad y en Serrano la fisonomía del paisaje perteneciente a zonas agrícolas y urbanas del Departamento Roque Sáenz Peña es similar al de otras del Departamento Marcos Juárez que siguen padeciendo las presiones de las cuencas de "La Blanqueada", una gran laguna situada entre las poblaciones de Arias y Corral de Bustos.
Los animales acuáticos se cuentan por cientos y ya han hecho de los campos su hábitat natural. En inmediaciones de Melo se observan ejemplares vacunos intentando sacar algunas hierbas bajo el agua para alimentarse.
Los productores no ocultan sus preocupaciones y en el caso de Serrano hay quienes temen que las aguas acumuladas a ambos lados de la ruta provincial 27 puedan generar algún tipo de problemas con el pueblo.
López, quien además fue ministro de Agricultura de la Provincia, sostuvo: "Es tiempo de que salgamos del proceso de sojización extrema en toda la Argentina. De los 7 millones de hectáreas productivas de Córdoba al menos cinco eran sembradas con soja solamente; no había cultivos de invierno. El cambio climático ha llegado para quedarse y hay que sacar los mil milímetros de agua que hay en los campos", en referencia a la problemática vigente.

Falta de absorción
 A los dichos del exministro, la problemática hídrica provincial, en ocasión de la reciente visita a Laboulaye por parte del gobernador, coincidió con los términos vertidos por Julián López sobre el exceso de siembra de soja.
También aquí el gobernador fue muy claro al explicar que la situación de gravedad hídrica se debe a que hace 12 años que se siembra soja. El oleaginoso no absorbe la cantidad de lluvia que cayó en estas regiones y precisó que al encontrarse saturado el suelo "es como echar un balde de agua en un piso de vidrio", graficó.
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Como buscar la 'sustentabilidad' al desmonte



Productores del NOA encuentran la solución para recuperar suelos erosionados

Fecha de Publicación
: 17/09/2016
Fuente: InfoCampo
Provincia/Región: Norte


Un grupo de productores del noroeste argentino logró revertir la erosión hídrica del suelo generada por los desmontes y aumentar la productividad cuidando el ambiente. Para eso, trabajaron a nivel de cuenca con el asesoramiento de especialistas de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), el INTA, UNSa y empresas privadas.
A continuación, compartimos el texto completo publicado por el boletín de divulgación "Sobre la Tierra" de la FAUBA con todos los detalles de un trabajo en equipo exitoso.
Natalia Osinaga es oriunda de la provincia de Salta, donde se recibió de Ingeniera Agrónoma en la Universidad Nacional de Salta (UNSa). Actualmente está realizando su tesis doctoral en la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), con una beca de CONICET en la cátedra de Fertilidad y Fertilizantes.
Al realizar sus estudios sobre el impacto de la deforestación en la calidad de los suelos en la provincia de Santiago del Estero, comenzó a trabajar con un grupo de productores del NOA que buscaron asesoramiento en la FAUBA porque estaban perdiendo rendimientos en sus cultivos. Así lograron identificar a la erosión hídrica como el principal problema de sus campos, porque el escurrimiento del agua se estaba llevando la fertilidad de sus suelos. Actualmente, la experiencia se concentra el manejo integral de los suelos a nivel de cuenca y cuenta con el apoyo de la FAUBA, el INTA, el Instituto de Suelos y Agua de la UNSa y la empresa privada Marcelo Arzelan y Asoc.
“Un suelo estable se desequilibra luego del desmonte, sobre todo en ambientes frágiles como los del noroeste argentino, y si el productor no realiza un manejo con criterio sustentable a la larga este se va a degradar y por lo tanto va a afectar los rendimientos de los cultivos”, dijo Osinaga al sitio de divulgación científica Sobre la Tierra, y comentó con satisfacción que, a partir de este intercambio con la Universidad, se están comenzando a sistematizar los suelos de diferentes establecimientos, con la construcción de terrazas y represas amortiguadoras. La experiencia se concentra el manejo integral de los suelos a nivel de cuenca.
No obstante, advirtió sobre las consecuencias de las altas tasas de deforestación en el NOA, que también afectan a las ciudades, y la necesidad de realizar más rotaciones de cultivos la región, para dar una mayor sustentabilidad al sistema.

- ¿Cómo te involucraste con la temática del desmonte?
- Hice mi carrera de ingeniera agrónoma en Salta y justo cuando comencé a estudiar, empezó a crecer exponencialmente la deforestación en la zona, principalmente para realizar el cultivo de soja. He vivido este proceso desde muy pequeña, ya que mi papá y colega me llevaba al campo desde que yo tenía tres años. Entonces desde la década del ´90 observe el proceso de expansión agrícola en mi provincia y en el NOA, lugares donde encontramos las tasas de deforestación más altas del mundo.

- Imagino que ese cambio generacional también se relaciona con la visión sobre el desmonte, una mayor concientización y la incorporación de las cuestiones ambientales a este tema.
- Claro. Mi viejo creció en la generación del cambio, período donde la agricultura empezó a tomar protagonismo. Como profesor de la UNSa comenzó a tener una visión de sustentabilidad y de manejo integrado. Con el tiempo vio que el proceso de agriculturización de la región tenía efectos negativos sobre las propiedades del suelo y sobre el escurrimiento superficial del agua. Las estrategias de manejo propuestas por el equipo de trabajo fueron muy bien recibidas, y es así que hoy en día el 90% de la superficie agrícola de la región se encuentra bajo siembra directa, y entre 30 - 40% de esa área está sistematizada, es decir posee terrazas, represas amortiguadoras y canales colectores que controlan la erosión.
Actualmente si bien se hace siembra directa, las rotaciones se componen de un 80% de soja y un 20% de maíz, por lo que el aporte de materia orgánica al suelo es escaso. Es materia pendiente mejorar la rotación soja-maíz.
Ahora estoy realizando mi tesis en Santiago del Estero, los productores observaron una disminución de los rendimientos en lotes con más de 20 años de uso agrícola bajo siembra directa y acudieron al INTA y a la cátedra de Fertilidad y Fertilizantes de la FAUBA para saber si la causa es la pérdida de calidad física o química de suelos. Pero lo interesante es que en este trabajo se incorporó el análisis de factores ambientales como los stocks de carbono hasta el metro de profundidad y las emisiones de gases de efecto invernadero. Y entonces nos preguntamos s estará iniciándose un cambio de paradigma en la agricultura.

- Hace pocos meses publicamos en SLT una nota sobre fallo judicial que contó con el aporte de Universidad, a partir del cual se condenó a un productor de Salta con la cárcel y una multa por desmontar en una zona prohibida. En tu caso, son los productores y no el Estado los que está pidiendo asesoramiento a la Facultad.
- Así es, muchos productores han tomado conciencia de las consecuencias que produce el actual modelo de producción y genera mucha satisfacción que acudan a instituciones del Estado para mejorar e incorporar tecnologías de manejo. Pero esto no quiere decir que no sigan deforestando para incorporar nuevas tierras para uso agrícola o ganadero.
Cuando salió la Ley de Bosques, pensamos que se iba a estabilizar la tasa de deforestación, que venía siendo exponencial. Pero eso no sucedió, sino que siguió creciendo exponencialmente ya que se estaban deforestando las llamadas zonas rojas (áreas protegidas donde no se permite el desmonte) a través de recategorizaciones prediales que habilitan el desmonte. El fallo judicial al que haces referencia muestra que se está atendiendo la problemática de la falta de controles eficientes sobre los desmontes ilegales.
Lo ideal sería llegar a un equilibrio sustentable donde el Estado y los privados trabajen en conjunto.

- Imagino que si bien muchos productores desmontaron y sembraron un monocultivo, con el tiempo empezaron a encontrar problemas que los afectan a ellos mismos, a los rendimientos de sus propios cultivos, y se dieron cuenta que no era sustentable lo que hicieron.
- Totalmente. Como dije en Santiago del Estero, donde estoy realizando mi tesis, los productores veían una reducción de sus rendimientos y lo relacionaban con la compactación de los suelos que produce la maquinaria. Con los primeros estudios que realizamos observamos valores de resistencia a la penetración y de densidad aparente que no llegaban a valores críticos para los suelos de la zona. Les recomendamos mejorar sus rotaciones porque pudimos observar bajos niveles de carbono en los suelos y una elevada inestabilidad estructural de los agregados.
Cuando recorríamos los campos encontrábamos cárcavas enormes. Entonces, a pesar de las bajas pendientes (0.2 -0.8%) que se observan en la región, la erosión hídrica está causando un problema: el agua que escurre se está llevando suelo del horizonte más rico en materia orgánica, el horizonte A. La mayoría de los productores que nos habían consultado inicialmente, están sistematizando sus suelos, construyendo terrazas y represas amortiguadoras para frenar este escurrimiento excesivo.
Un suelo estable se desequilibra luego del desmonte, sobre todo en ambientes frágiles como los del noroeste argentino, y si el productor no realiza un manejo con criterio sustentable a la larga este se va a degradar y por lo tanto va a afectar los rendimientos de los cultivos.

- ¿Cómo fue el trabajo con los productores?
- El trabajo con los productores tiene un enfoque de grupo, de unidad. Lo hacemos así porque siempre es bueno el intercambio de experiencia entre ellos y además porque cualquier decisión que tome un productor, sobre todo estructural, puede llegar a afectar a sus vecinos o los centros poblados.
En el caso de mi tesis se trabaja con un grupo de productores que se reúnen una vez por mes. En algunas de esas reuniones mostramos los resultados obtenidos y propusimos estrategias de manejo.
Para los proyectos de sistematización tratamos de trabajar a nivel de cuenca obligando al manejo integral de las mismas. Porque el agua de lluvia en su recorrido no piensa, no sabe, ni entiende las acciones del hombre que provoca cambios significativos en los caudales de escurrimiento.

- Por un lado advertís sobre las altas tasas de desmonte, pero por otro lado decías que hay zonas que se siguen incorporando a la agricultura siendo muy frágiles. ¿Cuál es el rol de los ingenieros agrónomos en ese caso?
- Actualmente en el NOA la frontera se está expandiendo hacia al Chaco Semiárido, que tiene precipitaciones menores a 600 mm por año. El principal destino de estas tierras marginales es ganadero. Pero en algunas zonas se está realizando soja gracias a que muchas empresas incorporan ingenieros agrónomos a su plantel y aplican nuevas tecnologías como semillas modificadas genéticamente, la instalación de dispositivos de riego, entre otras.
Ante una población en crecimiento, necesitamos producir más alimento e incorporar superficie a la agricultura. Desde ya, la pérdida de bosque no es buena, pero creo si nosotros como agrónomos empezamos a aplicar las tecnologías de infraestructura y manejo necesarias, podemos llegar a un equilibrio sustentable, teniendo en cuenta que la conservación del recurso suelo exige la implementación de un sistema integrado de técnicas agropecuarias (siembra directa, rotación y cultivos de cobertura) y estructurales (terrazas y represas amortiguadoras).
Leí una nota que decía que Santiago del Estero era la provincia con la mayor tasa de deforestación mundial. La segunda es la provincia es Salta. En estos focos calientes tenemos que prestar mucha atención porque, si nos dejamos estar, de acá a 20 años los suelos serán inutilizables por su alto grado de degradación. Hay que tener en cuenta que el suelo es una herencia de nuestros hijos; tenemos que cuidarlo para que las generaciones futuras puedan trabajarlo. Creo que queda más que claro cómo debemos acompañar los ingenieros agrónomos este proceso.
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Argentina reafirmó su lucha contra la desertificación



Argentina reafirma su compromiso para poner freno a la degradación de los suelos

Fecha de Publicación
: 22/06/2016
Fuente: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable
Provincia/Región: Nacional


Una delegación del Ministerio de Ambiente de la Nación se encuentra en China, donde participa de una convención que busca soluciones a este problema.
Una delegación argentina viajó a China para participar de una convención organizada por ese país en el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación, donde más de 150 países están reunidos para diseñar estrategias que permitan ponerle freno a la degradación de las tierras en todo el planeta.
Junto con el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, la desertificación fue identificada por las Naciones Unidas como uno de los mayores desafíos que el mundo tiene por delante. Argentina, junto con China, Australia, Estados Unidos y Brasil, es uno de los países con mayor porcentaje de tierras secas, que cubren el 70 % de su territorio.
Al frente de la delegación argentina se encuentra el secretario de Política Ambiental, Cambio Climático y Desarrollo Sustentable de la Nación, Diego Moreno, quien viajó acompañado por expertos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, de la Universidad Nacional de Córdoba, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y de la Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa.
El ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, rabino Sergio Bergman, destacó la importancia de participar de este tipo de diálogos que buscan alcanzar la meta propuesta en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas: neutralizar la degradación de las tierras para el año 2030.
En ese sentido, el ministro Bergman dijo que en el 60 % de las tierras secas de Argentina se han identificado casos extremos de pérdida de las propiedades físicas del suelo, con un dificultoso grado de reversibilidad: “Diversas economías regionales, que son la base del desarrollo del interior del país, están basadas en el uso de los recursos naturales y la producción agropecuaria; una destrucción o pérdida de los recursos que son sostén de esta producción pone en riesgo el mantenimiento y crecimiento de esos sistemas productivos y la subsistencia de las pequeñas comunidades”.
El Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación conmemora la adopción de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD, por sus siglas en inglés), el 17 de junio de 1994 en París. Se trata del único acuerdo internacional que vincula al ambiente y al desarrollo con el manejo sustentable del suelo, específicamente en las tierras secas.
Durante ocho días, las delegaciones visitarán distintos sitios de interés para conocer experiencias exitosas en el manejo sustentable del suelo.
“Si bien la temática ambiental es transversal a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, es nuestro rol enfocarnos en el objetivo que nos invita a promover el uso sustentable de los ecosistemas terrestres, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y frenar la pérdida de la diversidad biológica”, aseguró Diego Moreno.

Un problema ambiental y humano
La desertificación es el proceso de degradación de las tierras secas, que comprenden a las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas y que en Argentina abarcan  un 70 % de su territorio.
La principal causa de este fenómeno es el manejo no sustentable del suelo durante las actividades humanas; el uso intensivo del recurso (como el sobrepastoreo), el monocultivo o la no rotación de los cultivos y la utilización de especies inadecuadas para ciertos tipos de suelos, son algunas de las prácticas no sustentables más habituales en nuestro país y el resto del mundo.
El problema es que las tierras secas son más vulnerables a este proceso ya que, al poseer menor cantidad de materia orgánica, su capacidad productiva es menor y no aguantan la presión del uso intensivo.
En Argentina, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable lleva adelante diferentes programas dedicados a promover prácticas sustentables en el manejo del suelo para revertir el proceso de degradación. Entre ellos, se destacan los realizados en las zonas secas del noroeste, en los bosques del Gran Chaco Americano (junto con los gobiernos de Bolivia y Paraguay) y en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires.
“La Argentina comparte con China un profundo interés en abordar de manera definitiva y eficiente la lucha contra la Desertificación —dijo Diego Moreno—. Los dos países dependen del estado de sus recursos naturales, fundamentalmente del suelo y sus componentes, para mantener la producción de materias primas que abastezcan sus mercados internos y externos”.
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Mas de la mitad de las tierras secas son irrecuperables



60% de tierras secas del país son irrecuperables

Fecha de Publicación
: 21/06/2016
Fuente: Diario Los Andes
Provincia/Región: Nacional


La principal causa es el manejo no sustentable del suelo durante actividades humanas, el uso intensivo del recurso, el monocultivo o la no rotación de los cultivos y la utilización de especies inadecuadas para ciertos tipos de suelos.
En 60 por ciento de las tierras secas de Argentina se han identificado casos extremos de pérdida de las propiedades físicas del suelo, con un dificultoso grado de reversibilidad, señaló el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Sergio Bergman, al anunciar el viaje que una delegación argentina realizará a China para participar de una convención que busca frenar la degradación de los suelos.
“Diversas economías regionales, que son la base del desarrollo del Interior del país, están basadas en el uso de los recursos naturales y la producción agropecuaria”, sostuvo el funcionario y agregó: “Una destrucción o pérdida de los recursos que son sostén de esta producción pone en riesgo el mantenimiento y crecimiento de esos sistemas productivos y la subsistencia de las pequeñas comunidades”.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación (que se conmemoró ayer) una delegación argentina de 10 especialistas encabezada por el secretario de Política Ambiental, Cambio Climático y Desarrollo Sustentable de la Nación, Diego Moreno, viajó al país asiático donde más de 150 países están reunidos para diseñar estrategias que permitan ponerle freno a la degradación de las tierras en todo el planeta.
Bergman destacó la importancia de participar de este tipo de diálogos que buscan alcanzar la meta propuesta en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas: neutralizar la degradación de las tierras para el año 2030.
“Junto con el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, la desertificación fue identificada por las Naciones Unidas como uno de los mayores desafíos que el mundo tiene por delante. Argentina, junto con China, Australia, Estados Unidos y Brasil, es uno de los países con mayor porcentaje de tierras secas, que cubren 70 por ciento de su territorio”, explicó el ministerio a través de un comunicado.
El Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación conmemora la adopción de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (Unccd, por sus siglas en inglés), el 17 de junio de 1994 en París. Se trata del único acuerdo internacional que vincula al ambiente y al desarrollo con el manejo sustentable del suelo, específicamente en las tierras secas.
Por su parte, Moreno afirmó que “si bien la temática ambiental es transversal a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, es nuestro rol enfocarnos en el objetivo que nos invita a promover el uso sustentable de los ecosistemas terrestres, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y frenar la pérdida de la diversidad biológica”.
Y agregó: “Argentina comparte con China un profundo interés en abordar de manera definitiva y eficiente la lucha contra la desertificación. Los dos países dependen del estado de sus recursos naturales, fundamentalmente del suelo y sus componentes, para mantener la producción de materias primas que abastezcan sus mercados internos y externos”.
La desertificación es el proceso de degradación de las tierras secas, que comprenden a las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas y que en Argentina abarcan un 70 por ciento de su territorio. La principal causa de este fenómeno es el manejo no sustentable del suelo durante las actividades humanas; el uso intensivo del recurso (como el sobrepastoreo), el monocultivo o la no rotación de los cultivos y la utilización de especies inadecuadas para ciertos tipos de suelos, son algunas de las prácticas no sustentables más habituales en nuestro país y el resto del mundo.
El problema es que las tierras secas son más vulnerables a este proceso ya que, al poseer menor cantidad de materia orgánica, su capacidad productiva es menor y no aguantan la presión del uso intensivo.
En Argentina, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable lleva adelante diferentes programas dedicados a promover prácticas sustentables en el manejo del suelo para revertir el proceso de degradación. Entre ellos, se destacan los realizados en las zonas secas del noroeste, en los bosques del Gran Chaco Americano (junto con los gobiernos de Bolivia y Paraguay) y en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires. 

Tecnología contra la degradación
Expertos de Naciones Unidas aseguran que si se realiza una evaluación del potencial del suelo con las nuevas tecnologías antes de la utilización de la tierra, se podrían detener las pérdidas de “24.000 millones de toneladas de suelo fértil y de 15.000 millones de árboles al año” y así contribuir a potenciar sus recursos de una manera sostenible.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación, un grupo científico de expertos ligado al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) presentó un informe en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín -sede del Legislativo- en el que denuncian que no se está llevando a cabo un buen sistema de evaluación del suelo antes de utilizarlo y que, si se mejora, no sólo se podría detener su degradación, sino también “descubrir” su mayor potencial. Una evaluación del potencial del suelo a largo plazo puede detener las pérdidas de 24.000 millones de toneladas de suelo fértil y de 15.000 millones de árboles al año, afirmó el panel.
El autor del informe, J.E. Herrick, indicó que, si bien parece una práctica clave a la hora de explotar un terreno, no se está llevando a cabo. Las razones son muchas y muy variadas, pero entre ellas está que algunos agricultores “no tienen otra opción” que utilizar la tierra que tienen “cuando eres pobre, no tienes alternativa”, señaló Herrick.
Para combatir este problema, los expertos presentaron una serie de herramientas, entre las que destacan aplicaciones de móvil que están desarrollando y que podrían ayudar a cualquier agricultor en cualquier parte del mundo a sacar el mayor provecho de sus tierras de una manera sostenible.
De una manera sencilla, cualquier individuo podrá introducir unos datos básicos del suelo que quiere utilizar en estas aplicaciones de móvil -que ya están disponibles para modelos Android en su versión más básica, a la espera de que se actualicen-, y el sistema le dirá qué tipo de producción es sostenible.
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Córdoba intenta remediar el plomo de la caza



Plomo: científicos estudian cómo limpiar este metal de los suelos cordobeses

Fecha de Publicación
: 25/04/2016
Fuente: La Voz del Interior
Provincia/Región: Córdoba


Aunque es poco conocido, algunos suelos cordobeses están contaminados con plomo, un metal peligroso para la salud. Las razones son la presencia natural de este elemento, pero también actividades humanas como las fundiciones, plantas de reciclado de baterías y los perdigones arrojados en la caza de palomas.
En algunos sitios, la concentración supera los límites establecidos para usos agrícolas. Incluso también se ha detectado plomo en exceso (y por encima de lo que marca el Código Alimentario de Argentina) en los granos de soja y de trigo.
Los expertos advierten que aún no representa un riesgo sanitario, aunque sí debería ser una preocupación ambiental.
“Debería estar en la agenda ambiental para evitar problemas graves en el futuro. Ningún metal, salvo el mercurio, tiene efectos tóxicos inmediatos, son acumulativos. Lo grave es que cuando se detecta ya es tarde”, apunta Luisa Pignata, investigadora del Conicet y de la Universidad Nacional de Córdoba.
Su grupo ha realizado varios estudios sobre metales pesados en la provincia. Primero los detectaron en el aire, luego en el suelo y, finalmente, en cultivos. Se dieron cuenta de que había que pensar en una solución.
Lo mismo ocurrió con un grupo del Centro de Excelencia en Productos y Proceso de Córdoba (Ceprocor) liderado por Marcelo Rubio, quienes midieron la concentración de plomo en cotos de caza de paloma y encontraron valores altos.
“El promedio es de 90 partes por millón (ppm) en más de 300 muestras. Pero los valores más altos superan el límite máximo permitido en suelos para uso agrícola (375 ppm)”, precisa.
Y agrega: “Puede ser preocupante si los cotos de caza no cumplen con la ley. Si no se actúa, ese promedio y esos picos irán aumentando”.
La normativa que regula esta actividad indica que los cotos deben inscribirse como generadores de residuos peligrosos y deben remediar el suelo cuando se exceda el límite máximo.
A pesar de ser suelos agrícolas, la resolución provincial los categorizó como suelos industriales, con una concentración máxima de 1.000 ppm.
Ambos grupos trabajan en fitorremediación, esto es, sembrar plantas para captar el plomo del suelo y luego extraer esas plantas y, con ellas, el contaminante. Es la mejor alternativa para grandes superficies, ya que la otra opción es directamente retirar el suelo y tratarlo como un residuo peligroso.
Julieta Salazar, del grupo de Pignata, analizó las plantas que crecían en un predio que había sido utilizado para el reciclado de baterías de plomo. Los suelos estaban muy contaminados.
“Analizamos 10 especies para saber si además de ser tolerantes, también acumulaban el plomo en hojas y tallos para facilitar su cosecha. Encontramos que dos tenían potencial para ser utilizadas en fitorremediación”, comenta.
Esas plantas son Tagetes minuta , una hierba aromática similar a la albahaca. “Esta especie se podría cultivar para extraer el plomo y también aprovechar su aceite esencial, ya que el metal no pasa a él”, comenta Salazar. La otra especie es el amor seco ( Bidens pilosa ).
Cada planta puede extraer hasta 0,3 gramos de plomo del suelo y se pueden plantar hasta 200 por metro cuadrado. “Parece poco, pero dada la toxicidad del plomo y la cantidad de plantas que pueden usarse, es bastante”, asegura Salazar.
La investigadora explica que hay pocos estudios a gran escala sobre fitorremediación de suelos con plomo. En su caso, se trata de un trabajo de laboratorio, pero llegado el caso, Salazar asegura que podrían asesorar a algún interesado en aplicar este procedimiento en un campo contaminado.
En tanto, el grupo del Ceprocor está analizando especies comerciales como la colza, el rye grass y el malvón. La primera es la que mostró mejores resultados. Son trabajos a escala piloto en sitios ya contaminados.
“Durante el primer ciclo de siembra y cosecha con colza, el nivel del plomo en suelo disminuyó un 12 por ciento”, dice Rubio.
El investigador entiende que es la mejor manera de encontrar una solución simple que pueda ser practicada por los dueños de los cotos de caza, por ejemplo.
“El plomo de los perdigones pasa al suelo. Se transforma en una decena de sales que ingresan a las plantas o animales y puede llegar al ser humano”, asegura.
600 toneladas anuales. Es la cantidad de plomo que queda en suelo cordobés por la caza de paloma, según un cálculo de 2011.

Granos contaminados
Análisis. Un estudio demostró que el plomo pasa del suelo a la soja, la cual tiene niveles por encima de lo que permite la norma. El grupo de Pignata analizó soja de 10 sitios de Córdoba (Bouwer, Despeñaderos, Ferreyra, General Cabrera, General Paz, Los Molinos, Malagueño, Pozo de Tigre, Río Tercero y Yocsina).
Tóxicos. Los valores se ubicaron entre 1,63 y 2,55 partes por millón. Algunos lugares fueron elegidos porque están asociados a diferentes actividades humanas pasadas y presentes que son potenciales emisoras de metales pesados. “No digo que todos los campos tengan valores de plomo que superan el máximo que fija la norma para uso agrícola. Pero aún con valores por debajo de la norma, los granos que se cosechan en algunas zonas tienen valores tóxicos”, dice Pignata. El Código Alimentario Argentino fija un máximo de hasta 2 ppm; la Unión Europea, 0,2 ppm.
Problemas. Parte de esos granos contaminados se usa para alimentar vacas y pollos que se consumen en el país. El plomo en el organismo puede provocar problemas neurológicos, cognitivos, renales y reproductivos. En cantidades muy bajas afecta, especialmente, a los niños.
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San Luis busca reparar los daños de la agricultura



Cambio de uso del suelo, la clave de una problemática que el Gobierno busca reparar

Fecha de Publicación
: 10/04/2016
Fuente: ANSL
Provincia/Región: San Luis


La modificación de la configuración natural de los terrenos, llevada a cabo en la zona de la Cuenca del Morro a través de la remoción de la vegetación natural, se presenta como un punto sustancial en el nacimiento de los ríos nuevos. El Plan de Estabilización Hídrica presentado por el gobernador de la Provincia, Alberto Rodríguez Saá, busca recomponer esta situación a partir de tres acciones concretas: recategorización de bosques nativos, aplicación de la Ley de Suelos y forestación.
La emergencia sobre la Cuenca del Morro y sus zonas de influencia declarada por el primer mandatario provincial marca una política de Estado a favor del cuidado y la preservación del ecosistema. En este contexto, el Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción, junto a la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), San Luis Agua y otras entidades, trabaja en la implementación de un Plan de Estabilización Hídrica, que busca reparar el daño causado desde hace muchos años y disminuir el riesgo de cara al futuro.
Principalmente, el cambio en el uso del suelo  -pero también su manejo incorrecto-, la deforestación de los bosques nativos y eliminación de pasturas naturales, la no rotación de los cultivos ni implementación de los de cobertura, sumado al notable aumento en el nivel de las precipitaciones (producto del cambio climático), se presentan como algunos de los factores causantes de una problemática que el Estado provincial busca solucionar.
“Si no tomamos medidas ahora, las acciones en el futuro serán más costosas. La realidad en la zona de la Cuenca cambió. Hablamos de una problemática compleja y si no se acciona con medidas concretas hoy, se volverá inmanejable en algún momento y mucha más gente se verá afectada”, afirmaron técnicos especialistas de la cartera medioambiental.
Bajo estas premisas, el Gobierno de la provincia lleva adelante un Plan de Acción que propone abordar la compleja situación desde sus diferentes aristas. En este contexto, la recategorización de los bosques nativos se presenta como medida sustancial para su protección. “Es el momento de subir la categoría para evitar la deforestación y aprovechar la evapotranspiración; esto permite que colabore en la eliminación del exceso hídrico y siga brindando sus servicios ambientales”, manifestaron desde Medio Ambiente.
Otra de las acciones a tener en cuenta es la forestación. En esta dirección, se propone que los productores de la zona afectada planten más de seis millones de árboles en los próximos cinco años. “Van a tener que forestar también aquellos productores que no desmontaron, porque esta acción no implica reemplazar lo que se desmontó antes. La contingencia actual muestra que es fundamental la plantación de este número de árboles, que deben ser pensados como una herramienta más para solucionar la problemática”, informaron los especialistas.
Finalmente, en lo que respecta a los planes de manejo de suelo, se aplicará una metodología similar a lo que fue el manejo del maní. “Hay planes específicos que los ingenieros deben presentar al Ministerio, nosotros los vamos a evaluar de acuerdo a la pendiente del terreno y si esas prácticas son adecuadas para lograr el equilibrio hídrico, se aprobarán; caso contrario, se le devolverá al productor para que haga las modificaciones pertinentes”, indicaron.
Además, el Plan de Estabilización propone capacitar a los ingenieros agrónomos a través de un convenio con el Colegio de Ingenieros Agrónomos y Afines de la provincia de San Luis, en planes de manejo y un seguimiento continuo de la aplicación de los mismos y su impacto en el balance hídrico.
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San Luis apuesta al 'Kiri' para combatir la desertificación



San Luis apuesta al 'Kiri', el árbol que ayuda a combatir el cambio climático y la desertificación

Fecha de Publicación
: 06/03/2016
Fuente: InfoGEI
Provincia/Región: San Luis


Originario de China, el “Kiri” o Paulownia, es capaz de crecer en suelos infértiles y absorbe diez veces más dióxido de carbono que cualquier otra planta; por lo que los expertos en la materia confían en que podría salvar al mundo. A través de una prueba piloto, el Gobierno puntano evalúa el la adaptación de esta especie en suelo local y ansían producir ejemplares para todo el país.
 En suelo puntano ya crecen los primeros ejemplares del “Kiri” o Paulownia, un árbol con múltiples beneficios para combatir el cambio climático, promover el crecimiento industrial y embellecer aún más los espacios naturales.
La iniciativa es llevada a cabo por el Gobierno de San Luis, a través del Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción, con el fin de evalúar el desarrollo y la adaptación de la especie en la provincia y hacer que la provincia sea pionera en la producción masiva de esta especie tanto para el territorio puntano como para el resto del país.
Como prueba piloto de este proyecto, se realizaron plantaciones en las áreas de descanso ubicadas en la Autopista El Saladillo, tramo que une El Volcán con La Toma; según dio a conocer recientemente la prensa oficial.

Un árbol, una esperanza
Los expertos en la materia hablan de esta planta como la especie que podría salvar al mundo, al ser el mejor aliado natural para la lucha contra el cambio climático y la desertificación.
Originario de China, puede tener hasta 27 metros de altura y se caracteriza por tener grandes hojas y llamativas flores de color violeta.
Se lo popularizó como el árbol más fuerte del mundo debido a que una de sus cualidades principales es la capacidad de resistencia a agresiones extremas, como el fuego, ya que puede regenerar sus raíces y vasos de crecimiento de forma rápida, incluso en terrenos casi estériles.
Suele utilizarse como planta pionera en terrenos poco fértiles, dado que a partir de sus hojas, ricas en nitrógeno, aportan nutrientes al caer y descomponerse en el suelo, mientras que sus raíces previenen la erosión.
Como si esto fuera poco, la planta absorbe 10 veces más dióxido de carbono que cualquier otra planta del mundo, por lo que genera una emisión de grandes cantidades de oxígeno, lo que lo convierte en un aliado ideal para la lucha contra el cambio climático.
La Paulownia es utilizada también para la recuperación de suelos contaminados, logrando revertir la situación de la tierra y dejándola apta para el crecimiento de especies vegetales.
En caso de que el crecimiento no haya sido del todo satisfactorio por alguna razón como ataques de plagas, malas técnicas culturales o accidentes, basta con cortar de nuevo la planta a ras de tierra a principios de primavera.

El Proyecto Paulownia, en Argentina
Actualmente, esta especie sólo se comercializa en el Norte argentino. En este marco, el Programa Forestal y Frutihortícola recientemente puesto en marcha en San Luis, supone un importante centro de distribución hacia el resto de las provincias, dado su ubicación estratégica.
Según dio a conocer el gobbierno puntano, a partir de este ambicioso plan, se buscará posicionar a San Luis como productor de especies forestales (actualmente, el 95% de las especies que se comercializan en la provincia provienen de viveros de Buenos Aires, San Juan y Mendoza). A su vez, promover el uso de Paulownia en producción ganadera (silvo-pastoril) y fomentar la producción para crear industrias madereras.
Por ahora, habrá que esperar el crecimiento de los primeros Kiris. “A través de estas evaluaciones buscamos ver el desarrollo del árbol en nuestro suelo”, indicó la responsable del proyecto, Mariela Di Gennaro.
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El agua almacenada en el suelo se puede ver on line



Publican 'online' las reservas de agua del país en tiempo real

Fecha de Publicación
: 02/03/2016
Fuente: AgroVoz
Provincia/Región: Nacional


El servicio  está disponible en los sitios web de la Facultad de Agronomía (UBA), el  INTA y el SMN. Permite conocer la disponibilidad del agua almacenada en el suelo
La Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) desarrolló una herramienta para estimar las reservas de agua en los diferentes suelos de la Argentina, con la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional y del Inta. El servicio está disponible de manera libre y gratuita en las web de las tres instituciones. Con información publicada en tiempo real sobre el avance de una sequía o de superficies anegadas, representa un elemento fundamental para tomadores de decisión a escala departamental y nacional.
 “El modelo de Balance Hídrico Operativo para el Agro (BHOA) tiene como objetivo proporcionar una herramienta de decisión objetiva y en tiempo real para los tomadores de decisión del sector agrícola, así como para generar una base de datos de agua en el suelo disponible para la comunidad científica y educativa”, detalló María Elena Fernández Long, investigadora de la Cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la Fauba y responsable del desarrollo del modelo, por parte de esa institución, junto a la profesora Liliana Spescha.
El modelo BHOA está publicado en las siguientes páginas de internet:
Fauba: http://www.agro.uba.ar/centros/ciag/info/AU
SMN: http://www.smn.gov.ar/serviciosclimaticos/?mod=agro&id=19
Inta:  http://climayagua.inta.gob.ar/boletin_semanal
Fernández Long indicó que esta herramienta, que cuenta con un historial de 60 años de datos sobre la humedad de suelo, es muy importante en un país como la Argentina, por la magnitud del sector agrícola y por la sensibilidad de los cultivos ante fenómenos extremos como una inundación o una sequía, puesto que la mayor parte de la producción agrícola se realiza en secano (sin riego).
En este sentido, recordó que la sequía de la campaña 2008/09, por ejemplo, generó pérdidas en maíz por 8,9 millones de toneladas, equivalentes a una disminución de 40 por ciento respecto del ciclo anterior.
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Tenemos glifosato hasta en suelos donde no fue aplicado



Descubren glifosato en suelos donde no fue aplicado

Fecha de Publicación
: 05/02/2016
Fuente: Agencia CTyS  - UNLaM
Provincia/Región: Nacional


La erosión del suelo a partir del viento y el agua fue la causante del traslado de la sustancia contaminante a zonas pobladas, cercanas a los campos de cultivo.
La aplicación de herbicidas en el suelo, con la finalidad de controlar malezas y mejorar el rendimiento productivo es una actividad que crece en el país. En Argentina se utilizan alrededor de cinco kilos de ingrediente activo por hectárea en un año, mientras que en Dinamarca, por ejemplo, no se llega a utilizar la mitad de esa cantidad. El glifosato es el plaguicida comercial más utilizado en el sistema de producción argentino.
Investigadores del INTA, en la localidad de Balcarce descubrieron concentraciones del agrotóxico en tierras en las que no se lo había aplicado, alrededor de los cascos de los lotes de cultivo, donde habitualmente vive la gente. “En esos lugares no se aplica glifosato y la explicación podría ser el movimiento del suelo por erosión eólica”, afirma Virginia Aparicio, coordinadora del Proyecto Nacional de Suelo, en diálogo con Agencia CTyS.
Esta hipótesis se fundamenta en que la molécula del plaguicida tiene una alta afinidad por el suelo y, ante un proceso de erosión, sus partículas se desplazan de un lugar a otro por acción del viento (erosión eólica) y del agua (erosión hídrica), transportando también el herbicida.
Para comprobarlo - explica Aparicio- llevaron a cabo determinaciones en parcelas de erosión eólica potencial y capturaron el material erosionado para verificar en él, posteriormente, las concentraciones de glifosato y su producto de degradación, el AMPA.
Similar es lo que ocurre en los arroyos del sudeste de Buenos Aires cercanos a las tierras de cultivo. El equipo de trabajo estudió las partículas de suelo disueltas en ellos y depositadas en el agua como sedimento, y descubrieron el mismo agroquímico. Se comprobó así que durante los desplazamientos que tienen un origen hídrico, el material también arrastra contaminantes que se depositan en un nuevo sitio.
Según Juan Cruz Colazo, especialista del INTA en la Estación Experimental Agropecuaria de San Luis, el 37,5 % del territorio argentino está afectado por procesos de erosión hídrica y eólica, lo que representa 105 millones de hectáreas. El anterior inventario, realizado en 1990, manifestaba que el ciclo erosivo desgastaba 60 millones de hectáreas en todo el país.
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Chubut más seco



Chubut registra hasta un 44% menos de lluvias  

Fecha de Publicación
: 31/01/2016
Fuente: Diario Jornada de Chubut
Provincia/Región: Chubut


La reducción en la cantidad de lluvias en la mayoría de las comarcas de Chubut durante 2015 surge a partir de los datos que registra el Sistema Agrometeorológico realizado por INTA.
En el informe que puede consultarse en la web del organismo se analizan las precipitaciones ocurridas durante 2014 y 2015, en aquellos lugares de los que se poseen datos históricos.
En Chubut el INTA posee un Sistema Agrometeorológico compuesto por centrales meteorológicas que proveen información actualizada que se encuentra. En la misma, también se puede acceder a datos meteorológicos de distintas localidades.
El informe analiza las precipitaciones ocurridas durante 2015, en aquellos lugares de los que se poseen datos históricos. Las lluvias, correspondientes a 2015 y 2014, son presentados por comarcas, y como referencia, se muestran además las precipitaciones promedio (históricas) y aquellas ocurridas en 2006, último año considerado normal, ya que desde 2007 se presenta una intensa sequía.

Virch, menos lluvia
En la comarca VIRCH-Valdés -departamentos Biedma, Rawson, Gaiman, y Florentino Ameghino- se aprecia una reducción muy importante en las precipitaciones. En el caso del departamento Biedma, la lluvia caída se redujo en un 43 por ciento respecto a valores históricos, mientras que en las localidades del VIRCH esta disminución ronda el 38 por ciento, en localidades como Trelew, y el 30 por ciento en Gaiman.
Más al sur, en la estancia San Jorge, departamento de Camarones, los registros fueron muy inferiores a la media, aproximadamente un 42 por ciento menos que en períodos anteriores.
En 2014 se destaca el evento sucedido en abril en Telsen, en el cual se produjeron abundantes precipitaciones en todo el noreste de la provincia. Asimismo, se puede apreciar que los registros en el resto de los meses del año las lluvias fueron muy escasas para todas las localidades de la comarca.

Comodoro, muy bajo
En la región que incluye Río Senguer – Golfo San Jorge (departamentos de Escalante, Sarmiento, Río Senguer y Tehuelches) se observan diferencias considerables entre la costa del Golfo San Jorge, y el centro y oeste de la comarca. En Comodoro Rivadavia, la precipitación anual se redujo en un 44 por ciento, teniendo en cuenta sus valores históricos. Sólo en agosto y septiembre las lluvias estuvieron por encima de la media.
En tanto, en Sarmiento (centro de la comarca) y en el Campo Experimental Río Mayo (al oeste), las precipitaciones se redujeron en menor medida: 10 y 8 por ciento anual, respectivamente.

Telsen, castigado
En la comarca de la Meseta Central -Telsen, Gastre, Mártires y Paso de Indios-, se puede apreciar que en Paso de Indios la precipitación anual superó levemente la media histórica.
Mientras tanto, en la localidad de Telsen, las lluvias se redujeron en un 22 por ciento, según valores históricos.
El departamento Telsen fue el más afectado por las intensas lluvias ocurridas en abril de 2014. En la localidad homónima, sólo en dicho mes, se registraron 247,9 milímetros, valor muy superior al promedio anual.

Más lluvia en cordillera
En la comarca de Los Andes -Cushamen, Futaleufú y Laguiñeo, las precipitaciones anuales estuvieron muy cercanas a la media en Trevelin, y superiores en Esquel y El Maitén. En esta última, se incrementaron en un 35 por ciento respecto a la media. A su vez, en otoño e invierno se han registrado lluvias que superan ampliamente las medias históricas.
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Mirá cuanta costa perdió Mar del Plata en 30 años



Mar del Plata perdió quince metros de costa en 30 años  

Fecha de Publicación
: 20/01/2016
Fuente: Perfil
Provincia/Región: Buenos Aires


Es por la erosión marítima y el mal diseño territorial. Las playas del sur y las de Camet son las que retrocedieron más. Reclaman obras de defensa.
Al igual que en otras localidades balnearias, las costas de Mar del Plata están retrocediendo por efecto de la erosión. Según un estudio del Instituto de Geología de Costas y del Cuaternario de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Mar del Plata, en promedio “entre 2015 y 1985 se registra un retroceso de 15 metros –0,5 metros por año– de costa”.
El trabajo se realizó sobre la base de la comparación de imágenes y medidas a lo largo del tiempo. “Se elige un punto, una esquina y se mide la distancia al acantilado. Años después se busca el mismo punto y se vuelve a medir. En algunos lugares la erosión es de 0,5 metros por año, en otros, de uno o cinco metros”, explicó el geólogo Federico Isla, uno de los autores de la investigación y quien, además, asesora a Surfrider Argentina, fundación que viene reclamando el retiro de escolleras que aumentan la erosión, sobre todo en las playas del norte de Mar del Plata.
En la actualidad, hay retroceso de la línea de costa como también erosión de playa que es la que influye, en el caso de la ciudad balnearia, en el volumen de arena que se deposita desde el pie del acantilado.
“En la zona centro de Mar del Plata hay un afloramiento de una roca muy dura llamada cuarcita por lo que ahí no hay erosión de costa. En cambio, en la zona norte y sur está el pampeano, un sedimento que se rompe fácilmente y ante la misma energía de la ola, la costa retrocede mucho más rápido”, detalló la geóloga Silvia Marcomini, del Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
Para impedir que las costas retrocedan “en toda la zona norte, desde Mar del Plata hasta Camet y Santa Clara, y en el sur, en las playas San Carlos y Los Acantilados, se colocaron defensas, montículos y bloques de roca dura”, describió Marcomini. “En el sur de Mar del Plata hay un retroceso de costa en el orden de los cinco metros por año, que en Playa San Carlos y en Camet es entre dos y tres metros por año. En la zona de Camet las playas desaparecieron, está la plataforma de operación y no hay arena, hay roca”, agregó.
Los geólogos coinciden en que en Mar del Plata la erosión aumentó en 1914 con la construcción de la escollera sur del puerto que impide el pasaje natural de la arena a través de una corriente que va a lo largo de la costa de sur a norte. “La escollera atrapó la arena y generó una playa muy grande al sur, que es arena que no llegó al norte. Así, la erosión leve comenzó a ser alta”, aclaró el geólogo Jorge Codignotto, investigador del Conicet.
A la escollera se le sumaron espigones que atrapan y generan más playa, pero con el riesgo de sumarle más erosión a otros lugares. Según Marcomini, “con esas estructuras Mar del Plata le indujo la erosión a Camet, Santa Clara y Mar Chiquita. Esta última localidad tiene un retroceso de costa de seis metros por año y ha perdido 200 metros de urbanización”.
Para los especialistas, una de las obras que no afecta a otras playas es el repoblamiento artificial con arena, tal como se hizo en 1998 en Playa Grande, Varese y en las playas del centro de Mar del Plata. “Es una buena obra, pero hay que mantenerla porque en cinco años perdés alrededor del 50% de lo que pusiste”, especificó Marcomini. En coincidencia, según Isla “se recuperó mucho, pero después se empezó a perder porque se puso arena muy fina. Una playa de 50 metros pasó a tener 330 y hoy cuenta con 130 metros”.
El director ejecutivo de Surfrider Argentina, Gustavo Huici, mencionó que desde la fundación impulsan la construcción de la prueba piloto de un arrecife sumergido multipropósito. Esta obra “mantiene el carácter natural de las playas al hacer romper las olas de tormenta mar adentro, que pueden usarse para deportes como el surf, y genera una zona de aguas tranquilas en la costa, sin alterar el perfil natural costero como las escolleras”, indicó. El proyecto está aprobado por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible y se presentó en el Ente de Obras y Servicios Urbanos, pero aún las obras no comenzaron.

El efecto del cambio climático
Para poder saber si el calentamiento global influye en el retroceso de las costas, investigadores de la Universidad de Buenos Aires, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, del Servicio de Hidrografía Naval y del Servicio Geológico Minero Argentino estudian la bahía de San Borombón, donde termina el estuario del Río de la Plata.
“Se trata de un laboratorio fantástico, ya que no hay acciones humanas y lo que ocurre allí es todo de origen natural”, explicó el geólogo Jorge Codignotto, quien forma parte del equipo de científicos que llevan adelante el trabajo.
Desde que comenzaron el estudio en 2010, la idea fue aprovechar la ausencia de construcciones como espigones para analizar en forma aislada el impacto que puede tener el cambio climático.
“Se insinúa que el calentamiento global influye en la erosión costera, pero necesitamos más datos estadísticos. Lo que observamos es que la mayor parte de la costa de la bahía de San Borombón retrocede más de dos metros por año”, adelantó Codignotto.
El investigador agregó que “eso está acompañado por la modificación de Punta Rasa (ubicada en el extremo sur de la bahía de Samborombón y el extremo norte del cabo San Antonio), que se mueve de año a año y es porque está cambiando el impacto de ola”.
Según lo que observaron, el calentamiento global modificó la dirección y la intensidad de los vientos y, por ende, las de las olas y esto aumenta la erosión. Además, llegan a la zona tormentas más fuertes que las del pasado.
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Córdoba: surge un nuevo río por el desmonte en San Luis



Sorpresa en el sur cordobés: apareció un nuevo río, cerca de Chaján

Fecha de Publicación
: 08/01/2016
Fuente: La Voz del Interior
Provincia/Región: Córdoba - San Luis


Está en el límite con San Luis. Los expertos aseguran que el surgimiento de cauces en la zona se debe al desmonte con fines agrícolas en San Luis.
Parece que fue de la noche a la mañana a fines de noviembre del año pasado. Cerca de la localidad de Chaján, a 77 kilómetros de Río Cuarto por la ruta nacional 8 y casi en el límite con San Luis, surgió un nuevo río.
“Me sorprendió yendo de Villa Mercedes a Chaján. Una alumna mía que tiene su abuelo con campo allí me contó que ese río se formó en una noche, de la misma manera que ocurrió con el de San Luis (el río Nuevo)”, relató Stella Bogino, investigadora de la Universidad Nacional de San Luis y estudiosa de los ecosistemas boscosos.
Según el relato que los pobladores le hicieron a ella, los días previos a la formación del río se escucharon estruendos en la zona, similares al ruido de una turbina de avión.
Sergio Etchepare, integrante del consorcio caminero de Chaján, explicó que el río surgió luego de dos lluvias de más de 100 milímetros en noviembre.
“El río comienza en el cerro La Paraguaya, al noroeste de Chaján. De allí recorre 12 kilómetros hasta la ruta nacional 8 y otros 12 kilómetros más hacia el sur hasta desembocar en el río Chaján” detalló.
Según Etchepare, las barrancas que formó tienen de cinco a seis metros de alto y de 10 a 15 metros de ancho. “El río en sí tendrá una profundidad de un metro por dos de ancho”, indicó el poblador.
Etchepare explicó que el curso de agua trajo muchas complicaciones en los caminos. “Hay diez campos cortados al medio. Por suerte la ruta nacional 8 está alta y tiene alcantarillas para que el agua pase”, dijo.
El vecino de Chaján no tiene memoria de que se haya formado este cauce en otras ocasiones. “Antes, cuando había grandes lluvias, el agua corría por pequeños cauces superficiales y en otras partes era subterráneo, pero nunca formó un cauce tan importante con barrancas”, aseguró.

Cambio en el uso del suelo
Si bien las últimas lluvias generaron el colapso, los expertos asocian este hecho a la deforestación de la región ocurrida durante los últimos 60 años.
“La vegetación natural que había en la zona absorbía más agua que los suelos agrícolas actuales. El agua que sobra busca correr de alguna forma”, explicó Bogino.
En 1962 quedaba la mitad de los bosques secos de caldén y algarrobo que cubrían esa asociada al cerro El Morro en San Luis. En la actualidad hay menos del 10 por ciento de este ecosistema original.
En la década de 2000 ya había surgido un río en San Luis (llamado Río Nuevo) que recorre 40 kilómetros de norte a sur hasta desembocar en el río Quinto. Durante su trayecto genera inconvenientes en campos y de infraestructura.
Es un curso de agua que todavía no está en equilibrio con lo cual es difícil proyectar puentes. Provoca anegamientos en las rutas nacionales 7 y 8 cerca de Villa Mercedes.
La tesis doctoral de Celina Santoni de 2004 estudió las posibles causas de formación de estos cursos de agua en la cuenca de El Morro. Hasta esa fecha había contabilizado la formación de 17 nuevos ríos, todos ubicados en San Luis.
“El avance de la agricultura en la región juega un papel preponderante sobre los cambios hidrológicos. Las observaciones planteadas apoyan la idea que los aumentos en las precipitaciones o los sismos por sí solos no han modificado la circulación de agua en la cuenca, pero sí lo han hecho en concordancia con el avance agrícola registrado en los últimos 60 años en la cuenca”, resume el trabajo.
Y advierte: “Las condiciones actuales no parecieran ser el escenario final en el cambio de la cuenca. Según los valores de densidad de drenaje, los cambios son exponenciales y están alejados de alcanzar un punto de equilibrio con el paso de los años. El balance de agua y sales en la cuenca llevan a presumir que hay gran cantidad de agua circulando, especialmente en las partes medias y bajas”.
Un trabajo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) también coincide en que este fenómeno seguirá creciendo de forma exponencial como lo ha hecho en las últimas tres décadas.
“La cubierta agrícola alteró este balance hídrico. Vegetación anual, raíces menos profundas, períodos largos de barbecho en los que se busca acumular agua en el suelo favorecieron el drenaje profundo y la recarga freática y generaron ascensos de nivel y flujos subterráneos más veloces”, señala el informe del Inta de este año.
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En Argentina la erosión avanza a ritmo preocupante



El desierto y la erosión avanzan sin freno

Fecha de Publicación
: 21/12/2015
Fuente: La Nación
Provincia/Región: Nacional


El 37,5% de los suelos del país están afectados por la erosión hídrica o eólica, que sumó 45 millones de hectáreas en los últimos años; la desertificación también se acelera y amenaza a la Patagonia y a las regiones áridas y semiáridas
Así como en lo urgente las reservas del Banco Central son decisivas para la marcha de la economía de los próximos días, en las cuestiones importantes que decidirán el futuro de los argentinos en los próximos decenios hay indicadores que siguen sin tomarse en cuenta. A pesar de que demuestran situaciones de gravedad continúan pasando desapercibidos, afuera de toda preocupación y discusión pública.
El estado de salud de nuestros suelos es uno de estos casos. Con una delgada capa de tierra fértil que tiene apenas entre 20 y 30 centímetros de espesor, los suelos juegan un rol tan crucial como silencioso en el desarrollo de las actividades productivas. Pero estudios recientes denuncian que el deterioro de los suelos en el territorio nacional, lejos de estar controlado es creciente. Los procesos de erosión y de desertificación consumen millones de hectáreas por año. En la actualidad la erosión afecta al 37,5% del país, 105 millones de hectáreas. Más grave aún es que se deterioraron 45 millones de hectáreas desde la última estimación realizada en 1990. Esto significa que cada año se suman 1,8 millones de hectáreas a los suelos erosionados.
Esta y otras conclusiones de similar gravedad se encuentran en el libro El Deterioro del Suelo y del Ambiente en la Argentina, una obra dirigida y compilada por los ingenieros Roberto R. Casas y Gabriela F. Albarracín con la participación de 150 autores de distintas disciplinas. Ellos observaron que había llegado el momento de evaluar y realizar un diagnóstico del estado de salud de los suelos después de los cambios que se produjeron en los mismos a raíz de la ampliación de la frontera agropecuaria y la mayor variabilidad climática.
Lo cierto es que el importante incremento en las estimaciones de erosión hídrica y eólica correspondiente al 2015 conspira contra la sustentabilidad de los modelos productivos actuales. La erosión hídrica se llegó a duplicar en este último cuarto de siglo, con 34,6 millones de hectáreas afectadas.
En cambio, el crecimiento de los procesos eólicos fue algo menor, aunque hay 13 millones de hectáreas con esta condición. Los distintos autores compilados en la obra, no dejan de señalar que el mayor crecimiento de la erosión se registra en los grados ligero y moderado con alrededor de 44 millones de hectáreas, mientras que los grados severo y grave se ha mantenido estable. De observarlo en forma optimista se estaría a tiempo de actuar para que estos procesos ligeros y moderados no pasen a los grados superiores con mayores pérdidas de suelo. De no actuar se estaría afectando de manera irreversible su capacidad productiva.

Las principales causas
A nivel nacional, la causa más importante de los procesos erosivos es el monocultivo y la falta de rotación de los cultivos. Lo siguen el desmonte, la expansión de la frontera agrícola y el sobrepastoreo. Más atrás en orden de importancia, aunque en algunas regiones son relevantes, los autores mencionan a los incendios de bosques y pastizales, las labranzas inadecuadas y la escasa adopción de tecnología conservacionista. De ordenarse estos factores de degradación por el impacto que tienen en las distintas regiones resultaría que para las regiones NOA y NEA, las principales causas son el desmonte y expansión de la frontera agrícola. En la región pampeana se consigna la falta de rotaciones, el desmonte y la intensificación agrícola. En cambio para la región de Cuyo los factores causales más importantes son el manejo deficiente del riego, el sobrepastoreo y la minería.
Un fenómeno que se consigna en el libro es la relevancia que en los últimos años han cobrado los incendios como factor de reducción de la cobertura del suelo y activador de los procesos erosivos. En la provincia de Chubut, en los últimos treinta años, la superficie afectada por este fenómeno creció el 2800%.
Otro de los procesos poco conocido pero que viene cobrando una especial importancia en los últimos años que se consigna en el libro El Deterioro del Suelo es el avance de la urbanización sobre las tierras agrícolas, tanto en secano como de riego. La falta de planificación está generando serios problemas de degradación de los recursos naturales y de contaminación ambiental, además de la pérdida del recurso productivo.

El desierto avanza
El libro también deja en claro que la erosión no es el único problema en la degradación de los suelos. Hay procesos más extremos e irreversibles como la desertificación que se están incrementando año a año. Impunes avanzan sobre la región patagónica y secas occidentales. Hay que considerar que dos terceras partes de nuestro territorio es árido o semiárido. Estas regiones se encuentran con recursos muy limitados en suelo en cuanto a la provisión de agua y la cobertura vegetal. Estas son condiciones propicias para que la desertificación avance de no efectuar un manejo adecuado de los recursos naturales.
El pastoreo extensivo de lanares es y ha sido la principal desencadenante del proceso de desertificación. Y en orden de relevancia lo siguen el desmonte, el uso del fuego y los daños y contaminación que provocan la actividad petrolera y la minera. Las consecuencias negativas en lo ambiental, social y productivo son inevitables. Las escasas alternativas productivas, el ausentismo, los problemas de comercialización y el aislamiento generan pobreza y migración, factores que a su vez, como en un círculo vicioso, incrementan la desertificación. Detener este proceso no es fácil por su nivel de complejidad. "La desertificación es la pérdida de vegetación con la formación de médanos incontrolables en un proceso que se vuelve irreversible. Si bien son grandes las pérdidas económicas, lo más grave que provoca la desertificación de los suelos es la desaparición de poblaciones enteras. ¿No será hora de incorporar la conservación del suelo como tema de agenda nacional?", se pregunta Roberto Casas.
La respuesta se puede encontrar entre las conclusiones del libro El Deterioro del Suelo y del Ambiente cuando se afirma que el cuidado de los suelos y la gestión del ambiente serán estratégicos para la Argentina de los próximos años. Se sumaría a muchos países que abordan esta problemática con responsabilidad. Los especialistas aspiran a que la sociedad valorice el recurso natural suelo, se interese por la preservación de su salud y a partir de ello se comprometa en su defensa y conservación.
En cuanto a las principales recomendaciones que se presentan en el trabajo está la de analizar la expansión de la agricultura particularmente en ambientes vulnerables. Una forma apropiada sería aumentar la productividad de los mejores suelos mientras se disminuye la presión sobre los ecosistemas más frágiles.
Otra de las formas de salir del estado de vulnerabilidad de los suelos es revertir la tendencia a la simplificación extrema de los sistemas productivos. Mediante la utilización de incentivos económicos se podría diversificar la producción que es una de las claves de la sustentabilidad no sólo ambiental sino social.
Esta diversificación contribuirá a mejorar el empleo, la distribución del ingreso y disminuir el éxodo rural. Todos problemas que son tan acuciantes como importantes para el desarrollo del país.
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Casi la mitad del suelo argentino erosionado



Aseguran que casi el 40% de los suelos están afectados por erosión  

Fecha de Publicación
: 01/12/2015
Fuente: Clarín
Provincia/Región: Nacional


Esto representa unas 105 millones de hectáreas en todo el país, según estimó el especialista en suelos Roberto Casas.
En las próximas décadas, para satisfacer la demanda de alimentos que tendrá una población de 9.000 millones de habitantes, la agricultura deberá aumentar su productividad. Sin embargo, esto implicaría aumentar la degradación de los suelos y la desaparición de numerosas hectáreas con bosques, pastizales y humedales.
Roberto Casas, director del Centro para la Promoción de la Conservación del Suelo y del Agua (PROSA) señaló que se estima que un 37,5 % del territorio argentino está afectado por procesos de erosión hídrica y eólica, lo cual representa unas 105 millones de hectáreas.
“La erosión hídrica es la que más creció en el último cuarto de siglo, incrementándose de 30 a 64,6 millones de hectáreas, lo que significa que 41 millones de hectáreas afectadas por erosión eólica”, expresó trayendo datos del libro “El deterioro del suelo y del ambiente en la Argentina” que se presenta esta semana y que es uno de los compiladores.
Entre las principales causas del aumento de los procesos erosivos, se encuentran las de origen antrópico (causadas por el hombre) como la simplificación de la rotación de cultivos y monocultivo, el desmonte y expansión de la frontera agrícola, el sobrepastoreo y el cambio del uso del suelo.
Asimismo, “otros factores de importancia son la sobreexplotación del bosque, la intensificación agrícola, incendios de pastizales, la disminución de la fertilidad, la minería y el avance de urbanización sobre tierras agrícolas”, señaló Casas para quien “el cuidado de los suelos y la gestión del ambiente serán estratégicos para la Argentina en los próximos años”
En este sentido, Casas, agregó que “es indispensable que la sociedad en su conjunto valorice, se interese por la preservación del recurso y, a partir de ello, se comprometa en su defensa y conservación, porque la responsabilidad es de todos”.
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Avanza la desertificación



Desertificación de tierras en Argentina: un problema común a 42 millones de personas

Fecha de Publicación
: 26/11/2015
Fuente: CONICET
Provincia/Región: Nacional


El observatorio Nacional de la Degradación de Tierras y Desertificación se pone a cuestas la tarea de monitorear el territorio con el fin de mitigar esta problemática.
“Según diversos estudios, el 70 por ciento del país está formado por tierras secas. La erosión avanza a razón de 650 mil hectáreas por año” es la frase de arranque de Elena María Abraham, investigadora independiente del Consejo en el Instituto de Argentino de Investigación de las Zonas Áridas (IADIZA, CONICET-UNCUYO), cuando se lanza a hablar sobre el Observatorio Nacional de la Degradación de Tierras y Desertificación (ONDTyD), un proyecto que tiene vigencia desde septiembre del año 2011, y que resultó de una iniciativa conjunta entre el sector científico-tecnológico, el CONICET, la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC)
Pero ¿qué se entiende por desertificación? La investigadora detalla que por ello se entiende: “la degradación de las tierras áridas semiáridas y subhúmedas secas, resultante de diversos factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas”. Es así que el ONDTyD genera y sistematiza información relacionada con esta problemática en forma de indicadores que permiten el monitoreo en tiempo y espacio. Para su visualización se cuenta con mapas interactivos y un repositorio de datos geoespaciales en línea.
Ante los indicadores ambientales que alertan acerca de las condiciones del ambiente es necesario contar con un sistema de monitoreo que sirva para revisar, diseñar y conducir estrategias, y establecer prioridades de políticas de corto, mediano y largo plazo. Según Abraham “era necesario un marco nacional para vigilar la degradación de tierras y la desertificación para mantener el enfoque de sustentabilidad de los territorios que nos proporcionan alimentos, bienes y servicios. Realizar una mejor planeación para actuar de forma oportuna y efectiva ante los efectos que pongan en riesgo a las poblaciones, a los sistemas de producción y a los ecosistemas más vulnerables”.
El sistema se sustenta en el conocimiento y participación de los miembros de la red del ONDTyD, que, actualmente cuenta con más de 200 profesionales del sector científico-tecnológico y político relacionados con la temática en todo el país.
Diferentes esfuerzos se vienen realizando a escala mundial, nacional y regional para conocer la extensión, tendencia y costo de la degradación/ desertificación de las tierras. Entre ellos, el proyecto Evaluación de la Degradación de Tierras en Zonas Áridas (LADA, por sus siglas en inglés) -que finalizó en 2011- sentó las bases para un sistema nacional de monitoreo en Argentina. “Justamente para dar continuidad a este proyecto es que surge la creación del ONDTyD en septiembre del año 2011, y, para lograr los objetivos planteados, se implementó el Sistema Nacional de Monitoreo y Evaluación de la Degradación de Tierras, Desertificación y el Manejo Sustentable en el año 2013”, narra Abraham.
Todas las actividades desarrolladas en el marco del ONDTyD, como así las metodologías aplicadas e información relacionada se pueden visualizar en su sitio web (www.desertificacion.gob.ar) con el fin de facilitar el acceso a la información, y permitir el intercambio de datos y su análisis, para diversos tipos de usuarios. Destacan los mapas interactivos con un repositorio de datos geoespaciales e indicadores con fichas metodológicas cortas para todo público y con mayor aporte de detalles para la toma de decisiones. Es una plataforma de intercambio de información actual, bibliográfica, ideas y experiencias relacionadas.
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