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La crisis climática en Argentina



La crisis del cambio climático también ocurre acá

Fecha de Publicación
: 26/12/2019
Fuente: Página 12
Provincia/Región: Nacional


Días atrás se aprobó en Diputados la Ley Nacional de Cambio Climático, que ya contaba con media sanción del Senado. Es una buena noticia para los ambientalistas y para los jóvenes que tanto la militaron. Desde la irrupción de Greta Thunberg la crisis climática ha pasado a integrar un lugar destacado en la agenda pública.
 Los acuerdos entre países para reducir la emisión de gases de efecto invernadero que provoca el aumento de la temperatura del planeta no han podido dar respuesta al impacto del cambio climático: inundaciones, sequías, incendios, olas de calor. Un informe, avalado por once mil científicos de todo el mundo, confirma que la crisis climática está acelerando su ritmo más de lo esperado. El accionar de la humanidad en un sistema capitalista que es capaz de cualquier cosa, excepto de detenerse, ya son cuestiones públicas y de gran interés.
Los riesgos y desastres, consecuencias del cambio climático impactan a todos, pero a algunos más que a otros: comunidades que habitan zonas inundables, pueblos originarios, habitantes de barrios y asentamientos informales del interior del país y del conurbano. A ellos, los afecta de manera directa en su calidad de vida, sumándose a ello, la situación de vulnerabilidad social en la que viven: bajos niveles de acceso a empleo; educación y atención socio sanitaria.
La comunicación, en ese sentido, está llamada a cumplir un rol urgente. Si realmente se quiere tomar el tema en serio, será necesario desarrollar herramientas de comunicación comunitaria que expliquen la problemática en sus aspectos “reales”. Lejos de los discursos globalizadores y globalizantes que aseguran que los problemas ambientales son cosas que suceden en otro lado: el Ártico, el Amazonas, el Polo Norte; se deberá tener en cuenta la problemática socioambiental de cada comunidad y trabajar la crisis climática desde su real dimensión, aquella que modifica de manera directa sus vidas cotidianas.
En su necesidad de sobrevivir a las múltiples crisis socioeconómicas, las comunidades vulnerables del área metropolitana se han asentado sobre humedales, sobre basurales o junto a algún sitio contaminante o contaminado. Muchas de ellas han naturalizado sus situación de vulnerabilidad. La comunicación deberá, en ese aspecto, aportar a la visibilización de esas realidades, si pretende cambiarlas y aportar a la verdadera mitigación y adaptación climática.
Como dispositivo de intervención territorial, la comunicación deberá dejar instaladas capacidades y herramientas que refuercen lazos comunitarios existentes y desarrolle nuevos, donde no los hubiera. Además, deberá tener en consideración que las personas a las que irá dirigida son potenciales sujetos de cambio y por tanto, el acceso a derechos básicos, como la educación, el trabajo, una vivienda digna, de la mano del tan preciado art. 41 de la Constitución argentina que vela por el derecho a un ambiente sano.
La ley que acaba de aprobarse es una buena oportunidad para repensar la crisis climática desde las realidades locales, desde “la aldea”, desde lo que cada comunidad puede aportar, con los saberes populares que porta, a la construcción de una mirada cercana para atravesar los desafíos que se vienen. En ese sentido, la comunicación se presenta como democratizadora, incluyendo a los sujetos populares ya no como meros damnificados a los que asistir, sino como posibles dinamizadores de un cambio necesario.

Por Por Natalia Bizzozero* y Lorena Suárez**
* Comunicadora, especializada en Cambio Climático
** Comunicadora, especialista en Ambiente
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Se oficializó el Gabinete Nacional del Cambio Climático



Crean el Gabinete Nacional del Cambio Climático para reducir la emisión de gases de efecto invernadero

Fecha de Publicación
: 24/12/2019
Fuente: Clarín
Provincia/Región: Nacional


Estará a cargo de la jefatura de Gabinete y contará con apoyo de varias áreas del Gobierno. Era un proyecto de Pino Solanas.
El Gobierno nacional oficializó la sanción de la Ley de Presupuestos Mínimos de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático​ Global y creó un Gabinete Nacional con el objetivo de establecer políticas "relativas al estudio del impacto, la vulnerabilidad y las actividades de adaptación al Cambio Climático que puedan garantizar el desarrollo humano y de los ecosistemas", así como promover el desarrollo de estrategias para reducir los "gases de efecto invernadero en el país".
Se trató de un proyecto del senador Fernando Pino Solanas, sancionado en el Congreso en noviembre pasado y oficializado este viernes a través de su publicación en el Boletín Oficial, con la firma de la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra.
“Créase el Gabinete Nacional de Cambio Climático, que será presidido por el Jefe de Gabinete de Ministros, y cuya función será articular entre las distintas áreas de gobierno de la Administración Pública Nacional, la implementación del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático, y de todas aquellas políticas públicas relacionadas con la aplicación de las disposiciones establecidas en la presente ley y sus normas complementarias”, detalla el artículo 1° de la ley.
El nuevo espacio contará con apoyo de las máximas autoridades de varias áreas del Gobierno (Ambiente, Energía, Minería, Producción, Agricultura y Ganadería, Industria y Economía, entre otras), que a su vez deberán convocar a un Consejo Asesor Externo.
El Gabinete Nacional deberá coordinar la implementación del plan, el cual deberá actualizarse "con una periodicidad no mayor a los cinco años".
Además, la ley convocó a la elaboración de políticas que ”deben propender a la adaptación a la variabilidad climática, a la modificación del régimen de lluvias, a los eventos naturales extremos y al aumento del nivel de las aguas para reducir la vulnerabilidad humana y de los ecosistemas al Cambio Climático".
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Una crisis hídrica en Mendoza que podría ser la normalidad



Cambio climático: la crisis hídrica "llegó para quedarse" en Mendoza

Fecha de Publicación
: 18/12/2019
Fuente: Los Andes
Provincia/Región: Nacional


Así lo aseveró el superintendente general de Irrigación. Datos y explicaciones sobre dicha situación.
La crisis hídrica llegó para quedarse. Poca nieve en las montañas, ríos casi secos, meses sin llover, fincas abandonadas, animales que fallecen, incendios en épocas insólitas, falta de agua potable. Desde el 2010, el Departamento General de Irrigación viene advirtiendo la crisis hídrica. Al principio se creyó que sería un ciclo pasajero, sin embargo con el correr de los años la sospecha fue creciendo hasta que finalmente llegó a una conclusión.
Sobre ello, Sergio Marinelli, superintendente general de Irrigación, expresó en Canal 9: “Lamento anunciar que la crisis hídrica se acabó, porque en realidad parece una contradicción, en realidad esto llegó para quedarse”.
Las temperaturas medias se han elevado, mientras que la falta de nieve y la falta de lluvias ha causado una serie de consecuencias atípicas en Mendoza.
Por su parte, Guillermo Ferraris, titular del Plan Provincial del Manejo del Fuego, indicó: “La última década siempre hablábamos de la temporada de incendio y hoy ya no estamos hablando de la temporada sino que estamos hablando de que todo el año estamos teniendo incendios”.
En los oasis, el agua no alcanzará para todas las plantaciones y en el secano la falta de lluvias se está cobrando vidas.
Una productora manifestó: “Yo le pido hasta los difuntos, mi familia que está bajo tierra, les pido que hagan llover”.
Como si fuera poco, nuestras enormes reservas de agua congelada están desapareciendo. “Unos pocos más adelante, unos 50 metros empieza a aflorar el hielo glaciar, eso significa que la totalidad de la nieve que cayó este invierno ya se fue y a partir de ahora lo que se va a derretir es el hielo glaciar”.
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Argentina no es el mejor ejemplo en reducción de emisiones



Aumentan las emisiones globales y Argentina no es el mejor ejemplo

Fecha de Publicación
: 07/12/2019
Fuente: La Voz del Interior
Provincia/Región: Nacional


Aunque de manera más leve, las emisiones de CO2 siguen aumentando en 2019, según un informe conocido este miércoles en la COP25. Ambientalistas locales critican los subsidios al yacimiento de Vaca Muerta y el lento avance de las fuentes renovables.
A contramano de lo que demanda la crisis climática, en 2019 nuestra civilización volverá a aumentar las emisiones de dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero responsable del calentamiento global.
El incremento es del 0,6 por ciento, según un informe del The Global Carbon Project. Esta alza se da a pesar de la disminución del consumo de carbón, el combustible fósil más sucio. El aumento se debe a una mayor quema de gas natural y de petróleo.
Se trata de un crecimiento más lento que el de 2018. En 2017, el aumento fue de 1,5 por ciento y de 2,1 por ciento en 2018. El menor crecimiento económico también ha contribuido a esta tendencia.
El informe se dio a conocer este martes en la Cumbre sobre Cambio Climático de la ONU (COP25), que se llevará a cabo en Madrid hasta el viernes 13.
En el encuentro, las naciones aspiran a lograr un acuerdo para mejorar las contribuciones voluntarias de reducción de emisiones dentro del marco del Acuerdo de París que entrará en vigencia en 2020.
La concentración de CO2 atmosférico alcanzó un promedio récord de 407,4 partes por millón en 2018 y se prevé que aumente en 2,2 ppm en 2019. El nivel seguro de concentración para evitar el colapso climático es de 350 ppm.
Los científicos afirman que las políticas gubernamentales actuales no son suficientes. El reciente crecimiento de las tecnologías de baja emisión de carbono (solar, eólica, vehículos eléctricos), en el mejor de los casos, sólo ha ralentizado el crecimiento de las emisiones mundiales de combustibles fósiles.
Los expertos apuntan que aún no se ha logrado reducir las emisiones de manera agresiva, la medida necesaria para evitar un calentamiento global muy por debajo de los dos grados, como ha sido establecido por el Acuerdo de París.
The Global Carbon Project es un proyecto de investigación internacional dentro de la iniciativa de investigación Future Earth sobre sostenibilidad global, y un socio de investigación del Programa Mundial de Investigaciones Climáticas.

Sube el gas
- Las primeras estimaciones sugieren que las emisiones de CO2 procedentes del uso del carbón disminuirán un 0,9 por ciento en 2019.
- Las emisiones de CO2 procedentes del consumo de petróleo aumentarán un 0,9 por ciento y las de gas natural, un 2,6 por ciento.
- Los incendios de deforestación también aumentan las emisiones de CO2 en 2019 debido a los incendios en la Amazonía y en otras regiones.
- Las emisiones de la Amazonia serán más altas en 2019 que en años recientes, pero más bajas que en la década de 1990 y que a principios de la década de 2000.
- En orden, los cinco países que más emiten son China, Estados Unidos, India, Rusia y Japón.
- De América latina, México se ubica en el puesto 12; Brasil, en el 14, y Argentina, en el 32.

La matriz argentina
Pero Argentina está lejos de marcar el camino. En su discurso en Madrid, el presidente Mauricio Macri aseguró que el ocho por ciento de la energía que hoy produce Argentina proviene de fuentes renovables.
Algunos ambientalistas cuestionaron esa cifra, la cual estaría más cerca del seis por ciento. Aún más, la meta a la que el país se había comprometido llegar para 2019 es un lejano 12 por ciento.
En su discurso, Macri también vaticinó que, para 2040, Argentina tendrá una matriz “libre de emisiones”. María Di Paola, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (Farn), aseguró que esa afirmación no es acertada.

Vaca Muerta
La ambientalista, que está participando de la COP25 en Madrid, advirtió que el pronóstico contradice su propia política en esta materia que se ha encargado en apoyar a Vaca Muerta, un enorme yacimiento de gas y de petróleo no convencionales.
Di Paola explicó que su explotación es subsidiada por el Estado nacional. “Argentina está dando el 0,5 por ciento de su presupuesto a empresas privadas que están en este yacimiento”, indicó.
Y agregó: "Para avanzar en una matriz sin emisiones, claramente no se puede avanzar con proyectos extractivos de combustibles fósiles como Vaca Muerta o con adjudicaciones para la extracción offshore", insistió.
Para Di Paola, Vaca Muerta es vendida como una fuente de generación de dólares fácil a corto plazo, pero hay que ser conscientes de los problemas a corto, mediano y largo plazo.
“El agua se contamina, se producen movimientos sísmicos, y la alta toxicidad provoca el desplazamiento de las producciones locales y afecta los derechos de las comunidades originarias que no son consultadas”, indicó.
Con el nuevo gobierno de Alberto Fernández, tampoco hay señales de que se vaya a abandonar el modelo extractivo de Vaca Muerta, sostiene la especialista.
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El turismo afectado por el cambio climático

Informe oficial: así afectará el cambio climático al turismo en el norte, la Patagonia y la Costa Atlántica

Fecha de Publicación
: 04/12/2019
Fuente: Ambito
Provincia/Región: Nacional


Perjudicaría al norte por el aumento de temperaturas y a las zonas cordilleranas por la falta de nieve y podría incrementar el turismo en la Costa Atlántica, que de todos modos no estará exenta de las consecuencias del fenómeno.
El cambio climático produciría un "redireccionamiento" en la demanda turística que perjudicaría al norte por el aumento de temperaturas y a las zonas cordilleranas por la falta de nieve y tendría impacto positivo en la Costa Atlántica, aunque en ese sector del país habría que hacer obras para evitar la pérdida de playas ante el aumento del nivel del mar.
De acuerdo al informe elaborado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable tras la aprobación en el Congreso de la Ley de Presupuestos Mínimos de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático Global, las modificaciones climáticas no afectarán la demanda turística general en el futuro cercano, aunque "muy probablemente sí se desarrolle un re-direccionamiento hacia diferentes ofertas turísticas".
"Los cambios en el clima pueden modificar el desarrollo del turismo en algunos de los destinos actuales, alterando la demanda turística, la rentabilidad del sector, la inversión y el empleo", señala el documento elaborado por el área ambiental a cargo de Sergio Bergman.
En ese sentido, el aumento de la temperatura que se registraría en el norte del país "podría incrementar las condiciones de estrés, la falta de confort y el riesgo de enfermedades cardíacas, especialmente en los individuos que se exponen a temperaturas elevadas y cambios de altitud o que practican deportes extremos".
"A su vez, las mayores temperaturas pueden aumentar la proliferación de algas y cianobacterias que podrían afectar el consumo y el uso recreativo del agua", añade el informe del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático, publicado en el Boletín Oficial.
Por su parte, en "las áreas cordilleranas dedicadas a los deportes de invierno, se esperan reducciones en la cantidad y en los períodos con nieve, afectando destinos turísticos como Junín de los Andes, San Martín de los Andes, Copahue-Caviahue, Villa La Angostura, San Carlos de Bariloche, El Bolsón, Esquel, Las Leñas".
"Con el tiempo, y a medida que aumente la temperatura, la producción de nieve artificial será cada vez menos eficiente, más costosa y menos rentable, y la actividad se deberá desplazar a áreas de mayor altitud", advirtieron los especialistas.
Ante este panorama, el informe gubernamental plantea que "es posible que se incremente el turismo en los ambientes acuáticos, especialmente en las playas de la provincia de Buenos Aires y del norte de la Patagonia, alargando la temporada en la primavera y el otoño".
De todos modos, la zona costera no estará exenta de las consecuencias del cambio climático: "Se proyecta una exposición ante la subida del nivel del mar, para lo cual será necesario preparar las infraestructuras y balnearios cercanos a la costa y la reducción de superficie de playa".
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Argentina presente en la COP25 de cambio climático



Argentina llama en COP25 a trabajar por un planeta más seguro

Fecha de Publicación
: 03/12/2019
Fuente: Agencia PL
Provincia/Región: Nacional


El presidente argentino, Mauricio Macri, llamó hoy aquí en nombre de su país a las naciones del mundo a construir un planeta más seguro, limpio y sostenible por el bienestar de las futuras generaciones.
Al tomar la palabra en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, (COP 25), con sede en el Centro de Exposiciones Ifema de esta capital, el mandatario, quien finalizará su gestión la semana próxima, encomió lo hecho en su nación en estos últimos años en defensa del mundo.
Todavía tenemos la oportunidad de cambiar, sigamos actuando juntos y sin demora por el bienestar de las generaciones que vienen, que serán quienes valoren lo que hicimos y especialmente lo que no hicimos, señaló a los presentes.
En su corta intervención, el presidente argentino significó lo realizado durante su gobierno, entre ellos la creación de un gabinete nacional de cambio climático en el que participan representaciones locales, académicos, la sociedad civil, y el fuerte impulso a la creación de áreas marinas protegidas.
Precisó que una de las primeras acciones internacionales que tomó en diciembre de 2015 'fue la firma del Acuerdo de París' y recordó que Argentina fue 'el primer país en presentar una revisión de nuestra Contribución Determinada a Nivel Nacional'.
Duplicamos la superficie de parques nacionales y fomentamos la conservación de ecosistema además de reducir las emisiones en el sector del transporte, sostuvo tras citar varios ejemplos como uno abocado al desarrollo de energía limpia en casi todas las provincias, 97 de ellos en construcción y 41 que ya generan energía para más de 900 mil hogares en el país.
Citó el caso del parque del solar Caucharí, en la provincia de Jujuy, a cuatro mil metros de altura, el más grande de Latinoamérica con más de un millón de paneles solares, subrayó tras agregar que esperan que en la Argentina de 2040 la generación eléctrica sea libre de emisiones de gases de efecto invernadero.

Más Información:

Perfil - Macri en la COP25: "En 2040 la Argentina estará libre de emisiones de gases de efecto invernadero"
A días de terminar su mandato, el Presidente expuso ante la XXV Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Mirá el video.

Tiempo Argentino - Macri en la COP25: "Nos valorarán por lo que hicimos y sobre todo por lo que no hicimos"
El presidente habló brevemente en la Conferencia de Cambio Climático y defendió su gestión ambiental. Para los expertos, el país no está cumpliendo con la reducción de emisiones que fija el Acuerdo de París, básicamente por los altos niveles de deforestación.

Vía País - Mauricio Macri, en la reunión del COP25: “Los esfuerzos de un solo país no son suficientes para combatir la emergencia climática”
El presidente argentino, en su última gira al frente del país, también mantendrá distintas reuniones con líderes y dirigentes de otras naciones.



La Nación - Conferencia sobre Cambio Climático en Madrid: Juan Cabandié suena para suceder al rabino Sergio Bergman en Ambiente
La expectativa es grande y la propia cumbre tuvo que sortear varios obstáculos para llegar a buen puerto. Desde la decisión de los organizadores de cambiar a último momento la sede, de Santiago a Madrid por la convulsión social que vive Chile hasta la odisea marítima que atraviesa por estas horas la madrina del encuentro, Greta Thunberg, que se encuentra a mitad del océano Atlántico, a la altura del archipiélago de las Azores, bordeando una gran tormenta.
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Primer Plan Nacional sobre cambio climático



Ambiente elaboró el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático

Fecha de Publicación
: 02/12/2019
Fuente: Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable
Provincia/Región: Nacional


La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, que encabeza Sergio Bergman, concluyó la elaboración del primer Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático que tiene como objeto avanzar en el cumplimiento de los objetivos asumidos en el Acuerdo de París, y los Planes de Acción Nacionales Sectoriales de Energía, Transporte, Agro, Industria, Salud, Infraestructura y Territorio y Bosques.
El Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático, que fue oficializado hoy mediante la Resolución 447/2019, responde a la necesidad de hacer frente de manera coordinada y eficiente a los desafíos del cambio climático, siendo un instrumento de política pública que orienta a mediano y largo plazo las acciones a desarrollar en la materia.
De esta manera, el documento procura avanzar en la implementación del compromiso asumido por Argentina en la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés), revisada y presentada en la COP 22 de Marrakech en 2016. Asimismo, responde al mandato establecido en la recientemente aprobada Ley de Presupuestos Mínimos de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático Global y el Decreto 891/2016 de creación del Gabinete Nacional de Cambio Climático, donde se define, entre otros objetivos, la formulación de un Plan Nacional de Respuesta al Cambio Climático.
El presente plan fue elaborado por la Dirección Nacional de Cambio Climático de la Secretaría de Ambiente en base al trabajo de cuatro años del Gabinete Nacional de Cambio Climático —coordinado por la Secretaría de Cambio Climático y Desarrollo Sustentable— que conllevó más de 90 reuniones en sus instancias política, técnica, jurisdiccional y de mesa ampliada.
En ese sentido las secciones de mitigación y adaptación al cambio climático resumen el trabajo consensuado con los ministerios y secretarías en el marco del mencionado gabinete, el Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA), actores representativos de los sectores académico, organizaciones no gubernamentales, cámaras, empresas, trabajadores y participantes de las mesas ampliadas.
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Argentina y la próxima COP de cambio climático



El cambio climático y la agenda socioambiental de la Argentina

Fecha de Publicación
: 27/11/2019
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Nacional


El cambio climático es el problema socioambiental de mayor resonancia mundial ya que afecta a todas las regiones. Tiene fuertes relaciones con la desigualdad social y su solución requiere del esfuerzo colectivo internacional. Existen abundantes evidencias científicas de su impacto local, así como también del papel no despreciable que tiene nuestro país en contribuir a las emisiones de gases de efecto invernadero que lo producen.
La ciudad de Madrid será, entre el 2 y el 13 de diciembre, sede de la 25ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, llamada COP25. Teniendo en cuenta la crisis económica que afecta a la Argentina y el cambio de gobierno inminente, así como la grave situación social y de gobernabilidad que sufren algunos de los países de nuestra región, los debates que se den en la COP25 pueden llegar a verse como alejados o en un plano secundario. Sin embargo, un análisis más profundo nos muestra que la vinculación de los problemas sociales con los ambientales y la articulación entre las políticas nacionales e internacionales pueden facilitar el camino para lograr el bienestar de nuestro país.
Argentina tiene una larga historia en participar en las discusiones multilaterales sobre el tema y, como firmante del Acuerdo de París, se ha comprometido a contribuir a su solución. En este contexto, la COP25 tratará temas relevantes para el desarrollo económico y social de Argentina. Los acuerdos que se logren sobre los mecanismos para promover la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero en un esquema donde todos contribuimos con la solución, podrían permitir soluciones más costo-efectivas para los países, incluyendo Argentina. Aunque esos acuerdos internacionales tienen que reconocer las responsabilidades, capacidades y circunstancias nacionales, evitando que la carga recaiga de modo desproporcionado sobre ciertos sectores, especialmente en países en desarrollo.
La COP25 revisará también los mecanismos sobre las pérdidas y daños asociados con los efectos adversos del cambio climático y discutirá sobre el Fondo de Adaptación, que contribuye a que los países en desarrollo puedan progresar en sus planes y acciones de adaptación. Los eventos especiales de la COP25 sobre agricultura, energía, transporte, bosques pueden tener también relevancia en el desarrollo local. Sería deseable, entonces, que la transición hacia el nuevo gobierno nacional contemple la participación en la COP25 a la vez que considere el fortalecimiento de la gestión del ambiente, cambio climático y desarrollo sustentable.
Es posible lograr el desarrollo económico nacional teniendo en cuenta las dimensiones sociales y ambientales, e integrando las políticas al contexto internacional. Necesitamos contar con políticas nacionales transversales que definan horizontes a corto, mediano y largo plazo que permitan alcanzar el bienestar social, en armonía con la naturaleza, incluyendo la solución al cambio climático. Esto implica la transición hacia una economía inclusiva y menos dependiente de los recursos naturales, que promueva el desarrollo industrial y la sustitución de importaciones; la transición a un sistema agrícola-ganadero ambientalmente sustentable y socialmente equitativo; la transición a centros urbanos incluyentes, habitables, justos y sustentables; y la transición a un sector energético ambientalmente sustentable.
Esos nuevos horizontes comunes requieren de una fuerte articulación entre los gobiernos e instituciones de nivel municipal, provincial y nacional, así como del diálogo entre los sectores público y privado, con amplia participación ciudadana. De la construcción e integración de esos lazos dependerá su éxito.
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Es Ley la lucha contra el cambio climático



La Cámara de Diputados sancionó la Ley de lucha contra el cambio climático

Fecha de Publicación
: 22/11/2019
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Nacional


En la última sesión del año, la cámara de Diputados convirtió en ley la iniciativa que institucionaliza la lucha contra la crisis climática en la Argentina. El proyecto obtuvo 163 votos a favor y ninguno en contra. Además, hubo ocho abstenciones.
La norma, que fue aprobada sobre tablas y sin discusión, formaliza y da carácter de política de Estado al gabinete nacional de cambio climático, un organismo creado mediante el Decreto 891/2016.
En concreto, el gabinete funciona bajo la órbita de la jefatura de Gabinete de ministros y es coordinado técnicamente por la secretaría de Cambio Climático y Desarrollo Sustentable.
El cuerpo tiene la función de articular –entre las distintas áreas de gobierno– la implementación de un “Plan nacional de adaptación al cambio climático”. El Gabinete está integrado por los titulares de todos los ministerios, que representan la instancia política. El trabajo técnico, en tanto, se desarrolla a través de mesas temáticas y de puntos focales ministeriales.
Sus objetivos principales son tres: establecer estrategias y políticas vinculadas al estudio del impacto del cambio climático; promover estrategias de reducción de emisión de gases de efecto invernadero; y reducir la vulnerabilidad humana y de los sistemas naturales ante la problemática.
A su vez, la ley establece la convocatoria a un Consejo Asesor Externo integrado por especialistas en la materia, quienes “asistirán en la elaboración de políticas públicas relacionadas con la Ley". También establece la obligación de los organismos del Poder Ejecutivo de aportar la información necesaria para la aplicación de la ley y establece su carácter público, y crea un Sistema Nacional de Información sobre Cambio Climático.
El Consejo Asesor Externo deberá estar compuesto por científicos; representantes de organizaciones ambientales; comunidades indígenas, universidades; entidades académicas y empresariales; sindicatos; centros de investigación públicos y privados y representantes de partidos políticos con representación parlamentaria.
A su vez, las provincicas deberán adherir a los presupuestos mínimos establecidos por la Ley. Actualmente, la participación de las provincias se articula a través del Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA).
La normativa había obtenido la media sanción del Senado en julio pasado. Fue impulsada a por el senador Fernando “Pino” Solanas y la senadora de Cambiemos, Lucila Crexell. Su propuesta recibió el enfático respaldo de los los jóvenes representantes de la Alianza por el Clima y Jóvenes por el Clima, quienes desde principio de año militaron por la sanción de la normativa mediante reuniones con legisladores y marchas en las calles.
De hecho, al celebrar la sanción de la Ley, el mismo Solanas agradeció a los grupos en sus redes sociales: “Gracias a @jovenesclimarg y la @AlianzaxelClima, a todos los que marcharon y se movilizaron durante todos estos años para hacer esto posible”, indicó.
En diálogo con Infobae, Stephanie Cabovianco, de Alianza por el Clima, destacó la sanción de la Ley:“Es un hito más en el impulso de la agenda socioambiental que los jóvenes de todo el país estamos logrando en conjunto. Celebramos el gran trabajo técnico detrás de su creación y especialmente el consenso entre los distintos espacios políticos para que sea posible. Los cambios radicales que pide la ciencia para lograr un mundo habitable requerirán de muchas instancias cómo estas a partir de ahora y en los próximos años”, indicó. La próxima convocatoria de la organización tendrá lugar el próximo viernes 29 de noviembre, frente al Congreso.
El secretario de Ambiente, Sergio Bergman, celebró también la decisión de los legisladores. En un mensaje compartido en sus redes sociales, expresó: “¡Una noticia muy importante! Se aprobó la Ley de Presupuestos Mínimos de #CambioClimático. De esta manera, se formalizará el trabajo implementado en el Gabinete Nacional de Cambio Climático, creado en 2016 y coordinado a nivel técnico por la secretaría de Ambiente”.
Enrique Viale, de la Asociación de Abogados Ambientalistas también celebró la iniciativa y destacó el hecho de que las provincias deberán seguir la línea de la administración nacional: “Al ser una ley de presupuestos mínimos de protección ambiental, que está basada en el artículo 41 de la Constitución Nacional, establece su obligatoriedad también para las provincias. Con esta ley van a tener que tener sí o sí políticas sobre el cambio climático".
Además, el proyecto establece expresamente el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas (tanto globales como nacionales) así como el de prioridad en las políticas públicas hacia los sectores más vulnerables.”
Gabriela Cerruti, diputada del Frente para la Victoria, indicó al respecto: “Una vez más les jóvenes nos marcaron el camino. Una nueva marea verde salió a la calle, nos enseñó que el futuro es ahora y se metió en el palacio. Nos exigen que demos una respuesta y tenemos que estar a la altura, ser parte de la solución, trabajar en pos de que se comprenda que un modelo productivo sustentable es posible. Todavía nos falta mucho camino por recorrer. La Ley es una excelente noticia, pero no contempla el rol de las provincias ni define fondos específicos. Esto no es un tema menor: Tenemos la obligación de garantizar que las normas puedan implementarse y convertirse efectivamente en políticas públicas concretas. Para profundizar en esta dirección, tenemos la esperanza de que la agenda ambiental sea central a partir del 10 de diciembre”.
Para Enrique Maurtua Konstantinidis, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales la sanción de la Ley “es un hito”: “Es algo fundamental, esto es un hito por la institucionalización del trabajo climático. Es importante mencionar que esta ley habrá que seguir trabajando en complementarla con otras; la crisis climática es un tema tan amplio y abarca a tantos sectores que una sola ley no los contempla. Esto se consiguió además con aportes de muchos sectores y muchos partidos y es muy valioso en un momento con el actual en donde se necesita construir consensos democráticamente”.
Los puntos centrales de la norma:
- Da un respaldo más sólido a la institucionalización del Gabinete Nacional de Cambio Climático, actualmente vigente mediante el Decreto 891/2016.
- Crea el Consejo Asesor Externo del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático, que deberá ser convocado por el Gabinete y cuyos miembros deberán ser: científicos, representantes de organizaciones ambientales, comunidades indígenas, universidades, entidades académicas y empresariales, sindicatos, centros de investigación públicos y privados, representantes de partidos políticos con representación parlamentaria.
- Establece la obligación de todos los organismos del Poder Ejecutivo Nacional de aportar la información necesaria para la aplicación de la Ley.
- Crea el Sistema Nacional de Información sobre Cambio Climático, para transparentar el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero y el monitoreo de las medidas de mitigación.
- Determina que todos los datos y documentos relacionados con la aplicación de la ley deben ser información pública ambiental, de acuerdo con las leyes 25.831 y 25.675.
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Avanza la ley nacional contra el cambio climático



La ley que busca luchar contra el cambio climático avanza en Diputados

Fecha de Publicación
: 15/11/2019
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Nacional


El proyecto, que ya cuenta con media sanción en el Senado, podría ser debatido en el recinto de la Cámara baja el 20 de noviembre
Con el despacho de la comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados, avanza el tratamiento de la Ley de Presupuestos Mínimos de Cambio Climático en la Argentina. El proyecto, que ya cuenta con media sanción en el Senado desde hace cinco meses, podría ser debatido en el recinto el 20 de noviembre.
La iniciativa busca establecer estrategias, medidas, políticas e instrumentos relativos al estudio del impacto, la vulnerabilidad y las actividades de adaptación al cambio climático que puedan garantizar el comportamiento humano y de los ecosistemas. Asimismo, se pretende asistir y promover el desarrollo de estrategias de mitigación y reducción de gases de efecto invernadero en el país.
El gran impulso que tuvo la iniciativa fue la activa participación de los grupos de jóvenes que reclaman más acción climática. Fueron los que, luego de recorrer despachos, consiguieron que el Senado diera media sanción a la norma en julio pasado.
El proyecto propone crear un gabinete nacional de cambio climático, que será presidido por el jefe de Gabinete de ministros. Su función será articular –entre las distintas áreas de gobierno– este proyecto mediante la implementación de un “plan nacional de adaptación y mitigación al cambio climático”. El Gabinete estará integrado por los titulares de todos los ministerios y, a su vez, deberá convocar a un consejo asesor externo, integrado por especialistas en la materia, que “asistirán en la elaboración de políticas públicas relacionadas con la ley".
“Se despacharon dos proyectos, el que venía del Senado de presupuesto mínimos y despachar la emergencia climática. Finalmente se lograron las dos cosas con una discusión ardua. Estamos trabajando bien y se está armando un grupo de trabajo con diputados, científicos, recuperadores urbanos y los jóvenes y poniendo fichas para que el próximo gobierno tome este tema como transversal”, explicó a Infobae Gabriela Cerruti (Frente de Todos), diputada, autora del proyecto emergencia y miembro de la comisión.
Para Juan Carlos Villalonga, diputado de Cambiemos, ambos proyectos colisionan porque se generan ámbitos similares: “Si lo que queremos es tener una ley marco de cambio climático tenemos una bastante buena que viene del Senado con total unanimidad. El resultado de que haya dos proyectos que colisionan es que nos quedemos sin norma”.
"La crisis climática es un tema de derechos humanos y justicia social. Desde el bloque del Frente de Todos se le dio acompañamiento a la iniciativa pero con críticas sobre la inexistencia de fondos destinados a las provincias para su implementación. Después de un arduo debate, las organizaciones socioambientales (Jóvenes por el Clima y Alianza por el Clima) intervinieron categóricamente para pedir que se anulen las diferencias que implicaban modificar el proyecto actual, alargando su tratamiento e impidiendo tener una ley nacional de cambio climático en 2019. Se concretó un acuerdo después de dos horas de discusión para impulsar el proyecto con el compromiso de todos los bloques para aprobarlo este año”, indicaron mediante un comunicado los jóvenes que estuvieron presentes allí.
Las ONG ambientalistas celebraron el avance: “Esto marca el rumbo hacia el Acuerdo de París, que si bien es voluntario es exigible a nivel nacional. Tener una ley es una señal, hoy los planes que emanan del Poder Ejecutivo no tienen una normativa de instrumentación. Esto marca un camino de institucionalización de la lucha contra el cambio climático. La normativa tiene muchos instrumentos de participación y discusión, como elemento central. Además es de presupuestos mínimos, lo que da una diferencial porque obliga a las jurisdicciones a actuar en consecuencia. Y quiero agregar que esto es posible gracias al movimiento que generan los jóvenes por el clima y que han logrado que el Congreso se ponga a trabajar en el tema”, indicó Andrés Nápoli, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (Farn).
Enrique Viale, de la Asociación de Abogados Ambientalistas de la Argentina, fue categórico: “Es muy importante lograr este año la sanción definitiva de la ley de cambio climático, necesitamos institucionalizar la problemática del cambio climático y convertirla en una cuestión de Estado”.
Algunos puntos a destacar del proyecto:
* Da un respaldo más sólido a la institucionalización del Gabinete Nacional de Cambio Climático, actualmente vigente mediante un decreto.
* Crea el Consejo Asesor Externo del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático, que deberá ser convocado por el Gabinete y cuyos miembros deberán ser: científicos, representantes de organizaciones ambientales, comunidades indígenas, universidades, entidades académicas y empresariales, sindicatos, centros de investigación públicos y privados, representantes de partidos políticos con representación parlamentaria.
* Establece la obligación de todos los organismos del Poder Ejecutivo Nacional de aportar la información necesaria para la aplicación de la ley.
* Crea el Sistema Nacional de Información sobre Cambio Climático, para transparentar el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero y el monitoreo de las medidas de mitigación.
* Determina que todos los datos y documentos relacionados con la aplicación de la ley deben ser información pública ambiental, de acuerdo con las leyes 25.831 y 25.675.
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En el Canal Beagle estudian el cambio climático



Arrancó la primera campaña científica argentina-chilena en el Canal Beagle

Fecha de Publicación
: 14/11/2019
Fuente:
El Día (Buenos Aires)
Provincia/Región: Nacional


El buque de investigación Víctor Angelescu zarpó ayer del puerto de Ushuaia, en Tierra del Fuego, con equipos científicos de la Argentina y Chile que participarán de la primera campaña conjunta de investigación sobre los efectos del cambio climático en el Canal Beagle.
La campaña se extenderá hasta el próximo 15 de noviembre y estará a cargo de científicos del Centro Austral de Investigaciones Científicas (Cadic), dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina y el Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes de Chile.
El proyecto tiene como objetivo estudiar el problema de la acidificación y la hipoxia (falta de oxígeno) en las aguas del Canal Beagle y sus efectos en especies claves del ecosistema, informó Cancillería.
Los niveles de dióxido de carbono “han aumentado a niveles récord en la atmósfera, y los océanos captan dióxido de carbono de manera natural. Queremos saber si debido a este proceso el Canal Beagle está captando más dióxido de carbono del que debería captar, causando acidificación que tiene diversos efectos a lo largo de toda la cadena trófica”, explicó Mariano Diez, investigador del Cadic.
La iniciativa se enmarca en los trabajos de la Comisión Binacional Argentina-Chile de Cooperación en Investigación Científica Marina Austral, establecida en 2018, con el objetivo “de constituirse en un foro político para fortalecer y facilitar la cooperación bilateral permanente en los espacios subantárticos de ambos países”, detalló el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Asimismo “se pretende avanzar en una agenda científica común orientada a obtener un mayor conocimiento de los respectivos espacios marítimos, y contribuir a la conservación de los recursos naturales del Canal Beagle y los mares australes y a la lucha contra los efectos del cambio climático”.
El Canal Beagle es un área que mide aproximadamente 280 kilómetros de largo y se encuentra en una ubicación estratégica, pues comunica los océanos Atlántico y Pacífico.
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Motivos por el que Argentina incumplirá el Acuerdo de París



Cambio climático: Vaca Muerta y la tardía adopción de energías renovables, algunos de los factores del bajo rendimiento de Argentina para cumplir con el Acuerdo de París

Fecha de Publicación
: 13/11/2019
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Nacional


La performance de la acción climática del país sigue sin ser suficiente para cumplir con los objetivos del acuerdo que busca detener el aumento global de la temperatura promedio en 1,5ºC
 El informe de este año analiza el desempeño de los países en 80 indicadores para la mitigación, financiación y adaptación al cambio climático. El reporte de 2019 Brown to Green Report ”De marrón a verde: La transición del G20 hacia una economía de emisiones netas cero” es la 10ª revisión anual de la acción climática del G20 por la ONG de Climate Transparency.
El informe destaca que el país debería limitar sus emisiones a 205 MtCO2e para 2030 y mantenerse por debajo de 55 MtCO2e para 2050 para ser compatible con el escenario 1,5°C del IPCC. Sin embargo, según el plan presentado por el Gobierno a la Convención de Cambio Climático de las Naciones Unidas (UNFCCC), el país emitirá 422 MtCO2e en 2030, más del doble de lo necesario para evitar una catástrofe planetaria irreversible, según los cálculos realizados por otra ONG, Climate Action Tracker.
Estas cifras son particularmente relevantes porque el año que viene entrará en vigor el Acuerdo de París, cuyo objetivo es mantener a raya el aumento de la temperatura mundial en 1,5C. Según el tratado, cada país debe presentar en 2020 una propuesta mejorada de su Contribución Nacionalmente Determinada (o NDC) que exhiba mucha mayor ambición.
Según detalla el informe, en Argentina, los combustibles fósiles representan el 86% del mix de energía primaria (incluyendo energía, calor, transporte, etc.). Si bien las energías renovables han comenzado a despegar lentamente, el uso del gas ha aumentado considerablemente también.
El gas y las grandes centrales hidroeléctricas son la principal fuente de electricidad en Argentina. Para mantenerse dentro del límite de 1,5°C, Argentina necesita eliminar paulatinamente el gas, el petróleo y el carbón en el mix de la generación eléctrica y acelerar el uso de renovables.
“Los subsidios que se destinan a incentivar el desarrollo de hidrocarburos (principalmente de Vaca Muerta, y las reservas offshore) son uno de los principales obstáculos en la transición energética. Argentina destinó más de 6.000 millones de dólares en 2018. A pesar de los grandes desarrollos en energía renovable, Argentina no está en camino de revertir sus emisiones antes de 2030, y está proporcionando los más altos subsidios a los combustibles fósiles por unidad de PIB en el G20. En 2020 el país necesita mejorar sustancialmente las medidas para fortalecer su compromiso climático”, destacó Enrique Maurtua Konstantinidis, experto en cambio climático de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), uno de los partners de CT en este reporte.
En el sector del transporte en Argentina tampoco se han registrado avances. Este sigue dominado por los combustibles fósiles, mientras que los biocombustibles y la electricidad representan sólo el 8% de la combinación energética en el transporte. “El rápido aumento de las emisiones de la aviación es alarmante. Para mantenerse dentro de un margen de 1,5°C el transporte de pasajeros y de mercancías debe descarbonizarse”, agrega el reporte respecto de las emisiones globales.
Otro sector en el que la Argentina debería poner atención es el de la construcción. Las emisiones de los edificios de Argentina - incluyendo calefacción, cocina y uso de la electricidad - representan casi un tercio del total de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía. Pero el país ha reducido ligeramente las emisiones de los edificios.
El informe destaca que “por la naturaleza de la economía Argentina, la reducción de emisiones relacionadas con el uso de la tierra es fundamental”. Para mantenerse dentro del límite de 1,5°C, señala, Argentina necesita hacer del sector forestal un sumidero neto de emisiones, por ejemplo, deteniendo la expansión de la frontera agrícola en áreas de bosque nativo y restaurando zonas deforestadas.
Para Maurtua Konstantinidis la denominada transición justa, un paso hacia las energías renovables, cambio en los modelos de producción y usos del suelo, con reconversión de los puestos laborales es la gran oportunidad para Argentina y la región: “Para implementar efectivamente una transición justa en Argentina es la escasez o la falta de evaluación de la situación social y laboral. La vulnerabilidad, así como la adecuada inclusión de los sindicatos en el diseño y las etapas de seguimiento de las políticas de cambio climático, dificulta la inclusión de un sistema justo de en las agendas de los gobiernos”.
“Es importante destacar que la economía de la Argentina tiene grandes oportunidades de expansión si se enfoca en medidas de adaptación y mitigación del cambio climático. Sin embargo, las señales políticas fueron en sentido contrario: las empresas de gas recibieron US$ 3.660 millones en subsidios para la explotación de las reservas de shale (2016 a 2018)”, sostiene el informe.
Entre otras, el Brown to Green Report establece las siguientes recomendaciones:
- Establecer un camino claro para la energía renovable mediante la eliminación progresiva de los subsidios a los combustibles fósiles y detener la explotación de nuevas reservas de petróleo y gas.
- Cambiar a prácticas de agricultura sostenible y detener la deforestación.
- Apoyar en el sector transporte una transferencia modal en modos de transporte de pasajeros proporcionar alternativas como los que funcionan con electricidad transporte público y transporte no motorizado modos.

Los otros países
Ninguno de los países del G20 tiene un plan que lo encamine hacia una economía de emisiones netas cero para 2050. Esto a pesar de que la mayoría son técnicamente capaces de ampliar la acción climática y acercarse progresivamente a los objetivos climáticos de París. Esta es la principal conclusión del informe.
El informe concluye que las emisiones de CO2 en los países del G20 se dispararon un 1,8% en 2018 debido al aumento de la demanda de energía. Las emisiones del transporte del G20 aumentaron un 1,2% en 2018. Los combustibles bajos en carbono representaron menos del 6%. La reducción de los subsidios gubernamentales al sector de la aviación, la imposición de impuestos al combustible de aviación y el uso de los ingresos para invertir masivamente en electricidad impulsaría enormes reducciones de emisiones en todos los países.
El sector de la construcción ha sido el que ha registrado el mayor aumento de las emisiones, ya que la rehabilitación de edificios existentes supone un reto para todos los países del G20 por igual. En 2018, las emisiones del sector eléctrico aumentaron un 1,6%. A pesar de un aumento de más del 5% en el suministro de energía renovable, la participación de los combustibles fósiles en la combinación energética del G20 sigue siendo del 82%.
En promedio, alrededor del 70% de las emisiones de CO2 en los países del G20 todavía no tienen un precio o tienen un precio insuficiente, pero la mayoría de los países tienen o están considerando un esquema explícito de fijación de precios del carbono. Los subsidios a los combustibles fósiles están disminuyendo en algunos países, pero los subsidios a la infraestructura y producción de gas natural están en aumento.
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La suba del nivel del mar también preocupa en Argentina



Preocupa la suba del nivel del mar: cuáles son las ciudades costeras más afectadas de la Argentina

Fecha de Publicación
: 06/11/2019
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Nacional


El nivel aumentó unos 15 cm durante el siglo XX, y está subiendo dos o tres veces más rápido. Unas 300 millones de personas podrían verse afectadas para 2050 en todo el mundo. El impacto del fenómeno a nivel local
La Bahía de Samborombón, el Delta, las costas de Quilmes y más al sur, Playa Unión, Río Gallegos y Río Grande son algunas de las zonas con mayor cantidad de tierras en riesgo por la suba del nivel del mar o las inundaciones extremas generadas por la crisis climática, según una nueva simulación publicada por Nature Communications y que da cuenta de que alrededor del mundo unas 300 millones de personas podrían verse afectadas por estos fenómenos para 2050.
Desde 1960, la región subtropical de Argentina ha estado experimentando un aumento en las lluvias. Aunque esto beneficia a las cosechas, el incremento se ha combinado con episodios de El Niño, lo que causó lluvias fuertes y frecuentes y la consecuente inundación de áreas rurales y urbanas.
El último reporte elaborado por los expertos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), indica que el nivel del mar aumentó unos 15 cm durante el siglo XX, y está subiendo dos o tres veces más rápido. Para 2100, podría crecer entre 30 y 60 cm si las emisiones de gases se reducen drásticamente, y entre 60 y 110 cm, si éstas continúan aumentando.
Federico Isla, coautor de ese reporte y director del Instituto de Geología de Costas y del Cuaternario, de la Universidad Nacional de Mar del Plata, explica a Infobae que la amenaza más grande para nuestro país no es tanto la suba del nivel oceánico, sino los cambios en las recurrencias de lluvias y sudestadas en las tierras bajas. “Si aumentan las sudestadas va a haber problemas en el frente del Delta y en la planicie que se inunda habitualmente Berisso, Ensenada, Quilmes y Berazategui. Y si esto fuera más frecuente, como indican los modelos, va a pasar más seguido”, asegura.
Los impactos de las marejadas alrededor del Río de la Plata causadas por tormentas –lo que incluirá a Buenos Aires -, pueden ser graves tras la combinación de tormentas y mareas altas. Con sólo un aumento de 50 cm del nivel del mar, 600.000 personas en Buenos Aires podrían verse afectadas por las marejadas y unos USD 23.000 millones en infraestructura correrían peligro. Actualmente, cerca de 200.000 personas en el Gran Buenos Aires se ven afectadas por mareas tormentosas. Con un aumento del nivel del mar de 50 cm, este número podría triplicarse.
La costa sur de la Bahía de Samborombón también podría sufrir la pérdida de territorio debido a la pendiente poco profunda de algunas de sus áreas costeras y a las estructuras blandas de los sedimentos costeros.
“Estas simulaciones [como la del estudio] son preocupantes. Especialmente para los lugares en donde ya se sufre la erosión costera, por ejemplo, en la costa bonaerense. Desde los 90 estamos midiendo y viendo retrocesos. Eso no quiere decir que siempre tenemos un metro por año sino que hay años en que no retrocede y en otros, por ejemplo, las tormentas provocan un retroceso de tres o cuatro metros”, agrega Isla.
Un poco más al sur, en las costas de Pehuen Có, la situación es urgente. Cada nueva tormenta genera una suerte de acantilados en el médano. Los intentos de frenar el fenómeno se hacen con bolsas de arena. “Esas bolsas de arena van a terminar hundidas en la playa”, sostiene Isla.
El experto indica que a estos problemas se suman los episodios de la Corriente El Niño, algunos muy fuertes. De hecho, los años en los que el fenómeno recrudece se denominan Niño Godzilla, como para dar una idea de la magnitud. “Aunque el fenómeno en 2015 y 2016 no trajo consecuencias tan graves en esta latitud, en la temporada 1982/83 multiplicó el ancho de la superficie costera del Paraná”, detalla Isla.
La Patagonia argentina no queda fuera de estas amenazas climáticas: las costas de Chubut, alrededor de Rawson su capital; Río Gallegos, en Santa Cruz o Río Grande, en Tierra del Fuego. “En Río Gallegos la amenaza se cierne sobre las marismas, especialmente porque se ha construido en zonas aledañas”, sostiene el experto argentino.

Modelos y efectos
Los efectos y las consecuencias en las ciudades costeras dependen de las proyecciones de los modelos y de las acciones climáticas que se tomen en la próxima década. Mientras muchas ciudades ya empiezan a trabajar en la adaptación para estos nuevos escenarios, otras, especialmente en los países en vías de desarrollo aún no se percibe la urgencia.
El modelo elaborado Nature Communications y Climate Central utiliza varios escenarios con la evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero y de la velocidad del deshielo. En función de estos parámetros el nivel del mar aumenta más o menos y, por lo tanto, varía el número de personas que viven en las zonas afectadas.
Así, las proyecciones para 2050 no ofrecen grandes diferencias respecto a los afectados. La gran variación se daría a finales de este siglo. Para 2100, en el escenario más optimista (una rápida reducción de los gases de efecto invernadero y un deshielo menos acentuado) en la zona roja de inundaciones habría 340 millones de personas. En el peor de los escenarios (con un incremento de las emisiones y un nivel de deshielo alto) esa cantidad se elevaría hasta los 480 millones en 2100.
El reporte muestra que las peores consecuencias se ven en territorios insulares como las Maldivas y Bangladesh, y también en las Islas Salomon; hasta se plantea alquilar tierra en otros países. “Irremediablemente, en la Antártida se empezarán a derretir las plataformas de hielo y eso contribuirá al aumento del nivel de los océanos. En la Argentina, las sudestadas van a ser más frecuentes y también las inundaciones en la cuenca del Paraná. Algunas ciudades costeras deberían preocuparse de diseñar nuevos sistemas de drenaje para que las aguas sean evacuadas rápidamente. Hoy estamos en riesgo", aseguró Isla.
Un total de 135 países, principalmente China, Bangladesh, India, Vietnam, Indonesia y Tailandia serán los mayores afectados y con el mayor impacto si no se toman medidas de protección, ya que en sus zonas costeras viven aproximadamente 237 millones de personas.
El director de Climate Central, Benjamin Strauss, destacó a la prensa que el Acuerdo de París contra el cambio climático “debería ser suficiente” para evitar los peores escenarios. Sin embargo, explicó que no se puede corroborar este escenario por las emisiones contaminantes del planeta.
“Muchos de los efectos del cambio climático son ya irreversibles, pero nunca será demasiado tarde para que reduzcamos sus efectos reduciendo la contaminación “, indicó Strauss. Según el estudio, China tendría el mayor número de afectados con 93 millones de personas expuestas a las inundaciones, seguido de Bangladesh, con 42 millones; India, con 36 millones; Vietnam, con 31 millones; Indonesia, con 23 millones y Tailandia, con 12 millones de personas.
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Buenos Aires ya evidencia el cambio climático

La Región ya siente los efectos del cambio climático y proyectan dos escenarios posibles

Fecha de Publicación
: 24/10/2019
Fuente: El Día (Buenos Aires)
Provincia/Región: Buenos Aires


Para los próximos años se espera aumento de las temperaturas y lluvias más frecuentes e intensas, así como ríos y mares crecidos. Volcarse a las energías limpias y la adaptación local serán clave
Que existe y tendrá consecuencias “apocalípticas”. Que existe, pero sus efectos podrían no ser tan extremos. Que no existe. Que la inundación de La Plata fue un resultado directo del mismo. Que de ningún modo fue así.
Con la idea de hablar acerca del cambio climático con una de las principales especialistas, en un lenguaje bien llano y desde el día a día que se vive en la Región, este diario tocó a la puerta del Observatorio del Bosque, donde la licenciada en Ciencias de la Atmósfera y doctora en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos (UBA), Josefina Blázquez, tras una charla de una hora afirmó que “hay un cambio climático y ni el país ni nuestra región están exentos”.
“Si las preguntas son -planteó- ¿la inundación de La Plata fue producto del cambio climático? ¿Hubiese ocurrido si no hubiéramos emitido (gases de efecto invernadero) a lo largo de la historia?, no hay respuestas por sí o por no. Ello requeriría de un análisis muy complejo y profundo. Ahora bien, es un hecho que existe una tendencia global hacia un aumento de los fenómenos meteorológicos severos, que impactan e impactarán aquí. Y ello se combate en dos frentes. Por un lado, la mitigación. Por el otro, la adaptación”, subrayó la investigadora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (Conicet) y profesora adjunta de
Termodinámica de la Atmósfera en la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas (UNLP).
Pero empecemos por el principio, dijo la experta y propuso distinguir entre tiempo y clima, pues normalmente se usan ambos términos para referirse a lo mismo. “¿Cómo estará el clima mañana? Igual que hoy. Lo que cambia es el tiempo. Ayer llovió, ahora hay sol, esa variabilidad es el tiempo meteorológico. El clima de una región no lo vemos, y no podemos percibir si cambia de un día para otro o de un año para otro. En cambio, si tomamos el promedio de la temperatura, por ejemplo de La Plata, de los últimos 30 años y lo comparamos con los 30 años previos, ahí sí podemos ver si hubo un cambio en la temperatura media, y entonces podemos hablar de un cambio en el clima”. Aproximadamente 30 años es la extensión de tiempo mínima que usan los especialistas para obtener estadísticas robustas.
Dicho esto, avanzamos un paso. “¿Qué es el cambio climático? En general, la gente conoce el clima de una región. Acá templado, cálido y húmedo en el norte del país, más árido y seco en la Patagonia. A eso llegamos a través de mediciones de datos, como temperatura y precipitaciones, durante extensos periodos de tiempo. Un cambio climático es, justamente, un cambio en alguna de esas variables que afecta a muchas otras”.
La clave, digámoslo así, es la temperatura. Josefina Blázquez puntualizó que “los científicos empezaron a notar que una de esas variables comenzó a cambiar, parándose siempre en el presente: hay una tendencia al aumento de la temperatura media, y esto se vio en todo el planeta. En los últimos 130 años subió 0,9 grados. Pero lo más preocupante es que en los últimos 20, 30 años, ese incremento se aceleró mucho”.
Continuó: “Está probado que hay una correlación entre ese aumento de la temperatura media y el aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera (dióxido de carbono, óxido nitroso, metano). Son gases que siempre existieron, son naturales, pero el hombre empezó a inyectarlos artificialmente desde la revolución industrial y nunca paró”, señaló, para describir que “el sol es la fuente de energía, la emite y sus rayos llegan a la tierra sin que prácticamente la atmósfera absorba nada. Lo absorbe la tierra, que luego, como todo cuerpo que tiene temperatura, vuelve a emitir esa energía. Si en la atmósfera hay nubes (lo más fácil de ver), atrapan la energía y la vuelven a remitir. Ahora, si en lugar de nubes hay gases, que no vemos pues son invisibles, y cada vez hay más, forman una suerte de techo y el calor no se disipa”.
Si la temperatura cambia -como cambió- se modifican las otras variables, tales como el régimen de precipitaciones, vientos, humedad, retroceden los glaciares, suben los océanos... Todo el sistema climático cambia.

El futuro global y regional
Hacia el futuro -resaltó la científica- lo que más preocupa es que las emisiones de gases continúan. Se abren así, como mínimo, dos escenarios que los investigadores trazaron, con vistas al fin del siglo XXI, a partir de cálculos y modelos matemáticos que incluyen múltiples elementos (evolución socioeconómica, crecimiento poblacional, uso de energías limpias, etcétera) y que arrojan un panorama bastante alentador y otro muy pesimista. El primero sería el de un aumento de la temperatura de 1 ó 2 grados más a nivel global. Pero “si no se hace absolutamente nada, a fin de siglo podría haber una suba de 6, 7 grados,
es decir, una catástrofe”, indicó (ver gráfico para Argentina).
¿A nivel país y Provincia? “También manejamos un escenario de emisión mas amigable, en caso de que se avance con el uso de energías limpias, y otro pesimista si no se hace nada. En el primer caso, el noroeste del país, el que más va a cambiar, sufriría un aumento de entre 2 y 2,5 grados y la provincia de Buenos Aires de entre 1 grado y 1,5 grados. En el peor escenario, el NOA tendría un incremento de entre 4º y 6º y la Provincia de entre 2º y 3º”.
Un dato muy importante. El cambio climático incluye precipitaciones más frecuentes e intensas o sequías más fuertes y extensas. La proyección del país para fin de siglo dice que “la Patagonia y la región andina padecerán sequías y se tornarán más áridas, con ríos menos caudalosos. En cambio, la zona pampeana, la bonaerense y el litoral serán las que tendrán lluvias más frecuentes e intensas, así como ríos y mares crecidos”.
“Hay dos frentes de batalla. La mitigación, pasándose a energías limpias. Algo costoso y que divide a los países desarrollados y en desarrollo, pero que es indispensable. Y adaptarse, lo cual puede manejarse a un nivel de gobierno más local”, remató Blázquez.
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Repensar las emisiones de GEIs en la agricultura

Argentina avanza en su estrategia de desarrollo con bajas emisiones para la agricultura

Fecha de Publicación
: 11/10/2019
Fuente: Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable
Provincia/Región: Nacional


Fue a través de una jornada realizada en el INTA con organismos públicos e instituciones referentes del sector.
Con vistas a aumentar esfuerzos en el marco de la estrategia nacional de desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero a largo plazo para el sector agricultura, ganadería, silvicultura y otros usos de la tierra, se llevó a cabo una jornada con la participación de representantes de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, que conduce Sergio Bergman, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP), el INTA y la Fundación AVINA.
En la apertura del encuentro, Carlos Gentile, secretario de Cambio Climático y Desarrollo Sustentable, quien estuvo acompañado por Luis Urriza, subsecretario de Agricultura, señaló: “Lo que está en el horizonte son las estrategias de largo plazo, que son las que van a definir un perfil de hacia dónde va el mundo para combatir el cambio climático. La suma de todas ellas, a partir de la visión a 2050, determinará si podemos asegurar que el aumento de la temperatura sea de 2 grados o inferior”.
“Focalizamos nuestra estrategia a largo plazo fundamentalmente en los sectores de energía y de agricultura, ganadería, silvicultura y otros usos de la tierra. El objetivo es consensuar insumos para que el Gabinete Nacional de Cambio Climático, el gabinete ampliado y las provincias, a través del Cofema, determinen cuál va a ser la mejor estrategia para Argentina”, concluyó el funcionario de la cartera de Ambiente.
Por su parte, Urriza sostuvo: “Esta es una agenda ambiental positiva, que integra a la comunidad en los desafíos que tenemos en materia de cambio climático”. Asimismo añadió: “Buscamos que la ganadería sea más eficiente y minimice sus emisiones”.
El objetivo del encuentro fue iniciar formalmente el proceso participativo de desarrollo de insumos técnicos en conjunto con las instituciones del sector presentando el plan y la dinámica propuesta de trabajo. El proceso busca promover el intercambio y la construcción de acuerdos y espacios de consenso con el fin de obtener un abanico de escenarios a 2050 que representen diversas visiones de país a largo plazo para el sector agro y bosques.
El contexto internacional y la estrategia nacional fueron abordados en un panel a cargo de Soledad Aguilar, directora nacional de Cambio Climático, y Nicolás Lucas, director de Producciones Sostenibles (MAGyP), quienes también disertaron en la apertura de la jornada. La misma fue organizada con el apoyo financiero de la Unión Europea y el Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear en el marco del programa Partenariado Estratégico para la Implementación del Acuerdo de París.

Contexto
El Acuerdo de París invita a las Partes a aumentar sus esfuerzos para formular y comunicar estrategias nacionales de desarrollo con bajas en emisiones de gases de efecto invernadero a largo plazo (LTS). A su vez, invita a los miembros a comunicar sus LTS a la Secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) para 2020.
Estas visiones a largo plazo, y las opciones para alcanzarlas, deben basarse en datos y modelos sólidos, así como también en los aportes de los diferentes actores de la sociedad que desempeñarán un rol clave para alcanzar esa visión a largo plazo, fortaleciendo el diálogo entre la ciencia y la política. El objetivo global del proceso es proporcionar insumos técnicos para la formulación de la LTS nacional en el sector de agricultura, ganadería, silvicultura y otros usos de la tierra a fin de presentar al Gabinete Nacional de Cambio Climático durante el 2020.
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Santa Fe tiene un grado más en 60 años

1ºC más en 60 años: así impacta el cambio climático en Santa Fe

Fecha de Publicación
: 10/10/2019
Fuente: El Litoral
Provincia/Región: Santa Fe


El dato surge de una investigación que realizaron científicos del Centro de Estudios de Variabilidad y Cambio Climático, que funciona en la ciudad. Estiman que seguirá aumentando en las próximas décadas de continuar las emisiones de gases de efecto invernadero como hasta el presente.
Las consecuencias ya se ven: en toda la provincia se registró un incremento en la precipitación anual a partir de la década de 1960, y un aumento considerable en la frecuencia y magnitud de los eventos de lluvias intensas. Además, se observan más días cálidos y menos fríos.
“El cambio viene, les guste o no”, fue el cierre del desafiante discurso que dio hace una semana Greta Thunberg, la joven activista sueca, líder del movimiento juvenil contra la crisis climática, ante los líderes mundiales que participaron de la Cumbre de Acción Climática de la ONU en Nueva York. “¿Cómo se atreven?”, los interpeló, y los acusó de traicionar a su generación con su inacción.
En pocas palabras, además de la atmósfera, los océanos se están calentando, el hielo de los polos y los glaciares se están derritiendo por la actividad humana y estos cambios tienen implicancias para casi todos los seres vivos del planeta. Incluso, se advierte que a futuro hay 16 ciudades —entre ellas Buenos Aires, Lima, Londres y Nueva York— que estarían en riesgo a finales de siglo por el aumento del nivel del mar, si continúan las altas emisiones como en la actualidad.
Pero, ¿qué pasa en Santa Fe? ¿Cuál es el impacto del cambio climático? A la respuesta la tienen los científicos del Centro de Estudios de Variabilidad y Cambio Climático (Cevarcam) de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (Fich) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), liderados por la Dra. Gabriela Müller. Una reciente investigación que realizaron arrojó que en la ciudad de Santa Fe, la temperatura media anual aumentó 1ºC desde 1960 a la actualidad, es decir, en los últimos 60 años. Pasó de 18,5 a 19,5ºC; incremento que en promedio fue de la misma magnitud para toda la provincia desde comienzos del siglo XX (ver gráfico Nº 1). “Mientras que la temperatura del planeta ha aumentado 1º en 150 años, Santa Fe alcanza ese valor en tan sólo las últimas seis décadas”, advierte la directora de Cevarcam.
Para quien no está en el tema, un grado más puede resultar insignificante, pero para los especialistas es alarmante. Y tienen argumentos científicos para explicar por qué, luego de analizar los datos de lluvias y temperaturas del último siglo en la región. Como consecuencia de este aumento de la temperatura promedio, “se magnifican los eventos climáticos extremos”, explicó la Dra. Müller, doctora en Ciencias de la Atmósfera. Y los ciudadanos ya son testigos de esos eventos. “Es que un grado de temperatura en promedio equivale a una considerable cantidad extra de energía que la atmósfera debe usar en los procesos que en ella tienen lugar. La consecuencia es que los eventos meteorológicos extremos se ven exacerbados, como bien lo demuestran las observaciones”, aseguró.
Para nuestra región, ejemplos de ello son la intensificación de las lluvias, la mayor frecuencia de inundaciones, recurrencia de sequías más prolongadas, una mayor duración de olas de calor, etc. Ese es el impacto del cambio climático como consecuencia del calentamiento regional. Pero no es el único. A nivel mundial, se observan en el aumento del nivel del mar el derretimiento de los glaciares, la abrupta disminución de las capas de hielo de la Antártica y Groenlandia, entre muchos otros impactos del calentamiento global. “Esto no es nuevo, viene ocurriendo desde hace varias décadas, sólo que se observa una aceleración de los impactos del cambio climático en los últimos años”, explicó.
La investigación arrojó como otro resultado que el cambio también se observa en la precipitación total anual, donde se muestra un sostenido incremento a partir de principios del siglo XX (ver Gráfico Nº 2), pasando de valores medios de 950 mm hasta el año 1960, a valores medios de 1050 mm entre 1970 y 2017 (lo que significa un aumento del 10% en la precipitación media de esos períodos). La estación que muestra los mayores cambios es el verano, con aumentos superiores a 100 mm, mientras que en invierno se aprecia una leve disminución de la precipitación en los últimos años.

Más días cálidos, menos días fríos y más lluvias
Los extremos climáticos de temperatura mostraron una notable y significativa tendencia hacia condiciones más cálidas, asevera el grupo científico de Cevarcam. Hubo un marcado aumento en la frecuencia de ocurrencia de días y noches cálidas, y una significativa disminución de días y noches frías (ver Gráfico Nº 3), con una disminución notoria de los eventos de heladas. Consistentemente, aumentaron la duración e intensidad de las olas de calor y disminuyeron la duración e intensidad de las olas de frío.
Por otra parte, se observó un aumento en la frecuencia y magnitud de los eventos de lluvias intensas en toda la provincia. En las regiones norte y centro, la precipitación anual aumentó el 15% desde la década de 1960 en comparación con la primera mitad del siglo XX, aunque las tendencias crecientes parecen haberse estabilizado a partir de 1990. También se incrementaron las tormentas de gran intensidad concentradas en períodos cortos a partir de las últimas décadas, superando muchas de ellas los 150 mm diarios. A partir de 1970 se registraron eventos de más de 200 mm con mayor frecuencia. Estos eventos extremos muestran también una gran variabilidad interanual, intercalándose a esos máximos años con escasa precipitación.
El índice simple de intensidad diaria (SDII, por su sigla en inglés), definido como el cociente entre la lluvia anual y los días con precipitación, también presentó una tendencia claramente positiva. En contraposición, la ocurrencia de días secos consecutivos ha aumentado en las últimas décadas de manera significativa en el norte de la provincia y con menor significancia en el centro.
En las regiones centro-sur y sur se registró un aumento de la precipitación anual, y las lluvias intensas mostraron tendencias crecientes hasta la actualidad. De continuar estas tendencias —advierten los científicos—, podrían provocar en los próximos años un incremento aún mayor de lluvias intensas de gran magnitud, dando lugar a excesos hídricos frecuentes en toda la provincia. Además, se producirían déficits estacionales con mayor frecuencia, principalmente en el norte.

Conclusión
La evidencia científica permite concluir que “la variabilidad climática sumada al cambio climático observado demandan la adaptación a las nuevas condiciones climáticas”. Por tanto, recomiendan que “las medidas de adaptación deben ser implementadas en todos los órdenes para garantizar el desarrollo sostenible mediante el compromiso individual y colectivo”.
Mitigar las consecuencias para evitar las peores catástrofes naturales está, principalmente, en manos de los tomadores de decisiones del mundo entero; pero cada ciudadano, desde el lugar que ocupe en la sociedad, puede contribuir a la lucha contra el cambio climático.
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Los glaciares andinos fuertemente afectados por el clima



Los glaciares andinos acusan la crisis climática con severos derretimientos

Fecha de Publicación
: 09/10/2019
Fuente: Agencia EFE
Provincia/Región: Nacional


Los glaciares de los Andes, pieza clave para la subsistencia de los ecosistemas de la zona, sufrieron una pérdida de masa generalizada entre 2000 y 2018 debido al calentamiento global. La situación es especialmente grave en las zonas centrales, donde su retroceso se aceleró en la última década.
Un grupo de investigadores franceses y argentinos analizaron unas 30.000 imágenes satelitales de toda la cordillera de Los Andes tomadas durante 19 años y observaron que las consecuencias de la crisis climática se palpan en la zona, ya que los glaciares, especialmente en la Patagonia, siguen retrocediendo año tras año, y algunos de ellos cada vez más rápido.
El estudio, publicado en la revista “Nature Geoscience” el 16 de septiembre, dividió en siete -Trópicos interiores, Trópicos exteriores, Andes áridos, Andes centrales, Patagonia norte, Patagonia Sur y Andes fueguinos- las zonas glaciares de la cordillera sudamericana, que se extiende desde Venezuela hasta Tierra del Fuego, y determinó el promedio del adelgazamiento total en 13,7 metros por región.

Calentamiento Global
“Esto obviamente está en sintonía con lo que está pasando en otras partes del mundo, y tiene que ver con el cambio climático y el calentamiento global específicamente”, explicó a Efe Pierre Pitte, uno de los investigadores que participó en el informe.
Para Pitte, que trabaja en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet), los datos más “graves” del trabajo pertenecen a los del norte patagónico, los Andes centrales y los Andes áridos, áreas situadas en Chile y Argentina.
En esta región, los primeros diez años hubo “un balance prácticamente equilibrado. En promedio los glaciares se mantuvieron durante el período 2000-2009, pero después hubo una sequía muy severa y las tasas de adelgazamiento subieron muy rápido”, explicó Pitte.
Precisamente, debido al derretimiento de estas masas de hielo y nieve, la sequía en la zona se ha podido paliar, pero el problema a largo plazo sigue latente.
“Por un lado, la contribución de los glaciares está ayudando a mitigar el efecto de la sequía, pero obviamente, a medida que la sequía se mantiene, el volumen de agua almacenada en los glaciares es menor”, precisó el argentino.
El estudio, liderado por la investigadora de la Universidad de Toulouse (Francia) Inés Dussaillant, es el primero que abarca todas las zonas andinas con un registro continuo, homogéneo y completo del espesor de sus glaciares, a los que está pasando factura la subida global de las temperaturas.
“Por ahora, lo que vemos es que el forzante climático sigue aumentando. El desequilibrio entre las temperaturas actuales y los glaciares sigue siendo muy grande y en el futuro próximo vamos a ver un retroceso generalizado de los glaciares”, advirtió Pitte.

Sur de la Patagonia
La zona sur de la Patagonia, donde se concentra gran parte de la superficie glaciar andina, es también la que presenta la pérdida de masa más severa, con 86 centímetros de adelgazamiento al año, lo que suponen 16,3 metros perdidos por glaciar en 19 años.
En este territorio, que se extiende por el sur argentino y chileno, se encuentran algunos de los glaciares más conocidos de Los Andes, entre ellos el Perito Moreno, gran foco del turismo mundial.
Otros grandes glaciares patagónicos como el Upsala -765 kilómetros cuadrados- y el Viedma -977 kilómetros cuadrados- casi cuadruplican y quintuplican, respectivamente, la superficie total de la ciudad de Buenos Aires.
Mientras el Perito Moreno se ha mantenido relativamente estable durante estas dos décadas, el Upsala y el Viedma pierden unos 15 metros de altura al año en su parte frontal, lo que equivale, según Pitte, a perder anualmente “un edificio de seis o siete pisos”.
Por ahora, estos glaciares tienen margen para mantenerse en el futuro, a pesar de las severas pérdidas por su descomunal tamaño, en tanto que las partes altas se conservan mucho mejor.

Tierra del Fuego
Sin embargo, el escenario apunta como crítico en Tierra del Fuego, la zona más austral del continente americano, donde se acumulan pequeños glaciares por la particular estructura de la zona.
“Los Andes tienen una orientación general norte-sur y en Tierra del Fuego se modifica a este-oeste. La cordillera es mucho más baja y por lo tanto, sobre todo en el sector argentino, lo que tenemos son pequeños glaciares en la zona alta de la montaña”, detalló Pitte.
Con las tasas de pérdida anual que se manejan actualmente, estas masas de hielo y nieve podrían desaparecer en las próximas décadas o centenares de años, según el investigador.
En este sentido, Pitte enfatizó que una cordillera sin glaciares es “impensable”.
“La morfología de los Andes que conocemos ha sido modelada a lo largo del tiempo por los glaciares y su retroceso es una señal de alerta y una pérdida potencial de patrimonio absolutamente invaluable”, concluyó.
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