Córdoba perdió el 18,8% de bosques por incendios



Incendios: se quemó el 18,8% de las sierras entre 1999 y 2011

Fecha de Publicación
: 21/07/2015
Fuente: La Voz del Interior
Provincia/Región: Córdoba


Un estudio sobre el régimen del fuego en Córdoba determinó que se incendiaron 456.834 hectáreas en 12 años. Las lluvias determinan la frecuencia y la intensidad. Córdoba bajo fuego, el informe especial sobre los incendios de 2013.
Entre 1999 y 2011, el 18,8 por ciento de las sierras de Córdoba se vio afectado al menos por un incendio. Esto significa un total de 456.834 hectáreas incendiadas de las 2,42 millones que integran las Sierras Grandes, Chicas y del Norte, y las Cumbres de Gaspar.
El dato surge del primer estudio sobre el régimen del fuego en Córdoba realizado por Juan Pablo Argañaraz, becario doctoral del Conicet.
El primer dato que sorprende es que no se haya realizado otro trabajo similar antes, si se tiene en cuenta el protagonismo que tiene el fuego en las sierras de Córdoba.
“Sólo hay un estudio de 1994 que tomó los registros de las estaciones de bomberos en una área de las Sierras Chicas”, asegura Argañaraz, quien obtuvo los datos de imágenes satelitales que tuvo que procesar una por una.
El estudio finaliza en 2011, porque el satélite estuvo fuera de servicio en 2012. No están incluidos los datos de 2013, cuando ocurrió el incendio más grande del que se tenga registros –más de 106 mil hectáreas–. Sin embargo, buena parte del fuego se dio en plantaciones exóticas de pinos en el valle de Calamuchita.
Las Sierras Chicas es la región más afectada por el fuego, ya que exhibe el mayor número y frecuencia de siniestros y la mayor zona quemada.
Esto está probablemente relacionado con la ocurrencia de mayores precipitaciones (que generan mayores cargas de combustible), más población y turismo en áreas silvestres, las cuales ofrecen más fuentes de ignición, asegura el trabajo.
Argañaraz detectó regímenes de fuego diferentes en las cuatro regiones analizadas. Las Sierras Chicas son arrasadas por el fuego cada cinco o seis años, mientras que las Sierras Grandes muestran mayor regularidad en la cantidad de hectáreas quemadas por año.
También hay diferencias en cuando inicia y termina la temporada de incendios. En las Sierras Chicas y del Norte, el fuego se concentra durante el invierno, mientras que en la Sierras Grandes continúa durante la primavera.

Lluvias y llamas
Argañaraz encontró varias relaciones entre las lluvias y el fuego en Córdoba. “En Sierras Chicas es clave el régimen de lluvias. En zonas semiáridas, la cantidad de biomasa es condicionante para la generación de incendios. Un par de años después de una época húmeda es más común que ocurran más incendios, aunque no necesariamente más hectáreas quemadas”, apunta.
El estudio encontró que la cantidad de hectáreas quemadas se relaciona más con las condiciones meteorológicas de los meses anteriores.”En años muy secos y cuanto más se demora el inicio de las lluvias, más riesgo hay de que la temporada de incendios sea preocupante”, explica.
También es importante la pendiente del terreno. En pendientes pronunciadas, el fuego se propaga más rápido porque el calor que se libera para arriba va secando el combustible ubicado a mayor altitud.
“El viento también es un factor clave, pero no lo pudimos medir porque no hay datos suficientes como para incluirlo en nuestros modelos”, advirtió.
Los incendios más frecuentes son los de pastizales, que todos los años se secan en el invierno y están listos para quemarse. Argañaraz sostiene que hay que controlar estos sitios porque luego las llamas pueden propagarse a los bosques autóctonos, que tardan más en recuperarse tras el fuego.
Argañaraz predice que las intensas lluvias de la temporada pasada aumentaron esa biomasa para las próximas temporadas de incendios. Sólo deben darse las condiciones favorables para que ocurran los incendios, esto es, un período seco prolongado y algún episodio de ignición que desate el siniestro.

Cómo controlarlo
 “En Córdoba, está la idea de controlar el fuego sólo con la supresión de los incendios. En otros países con más recursos optaron por realizar fuegos controlados para evitar incendios catastróficos. El fuego no se puede evitar y si ocurre con mucha biomasa disponible puede traer graves consecuencias”, comenta Argañaraz.
Sin embargo, advierte que en Córdoba el uso de fuego prescripto se complica por la presencia de pendientes, cañadas y quebradas que dificultan el control de las llamas.
El investigador entiende que hay que pensar en otras formas para manejar la biomasa.
“La ganadería es la opción más factible también por sus costos, pero hay que buscar un equilibrio porque el ganado provoca erosión en los suelos serranos. Hay que realizar ensayos para saber cómo manejar cada sitio”, explica.

El hombre los inicia
Ignición. Argañaraz no indagó en cómo se originan los incendios, pero entiende que en las Sierras Grandes algunos incendios se producen por rayos.
Antrópicos. En Sierras Chicas, casi no hay fuegos por rayos, por lo que el hombre es el responsable. “Puede prender fuego para favorecer el rebrote con fines ganaderos, por quemas en basurales para reducir su volumen o por incendios accidentales o intencionados”, detalla el investigador.
Ley. Por ley, está prohibido el uso del fuego en el campos y bosques. La Provincia suele prohibir la realización de asados en áreas públicas.
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