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Ley de bosques, luego de 15 años la deforestación continúa

 


Ley de bosques: a quince años de su sanción, la deforestación ilegal persiste

Fecha de Publicación
: 18/11/2022
Fuente: Perfil
Provincia/Región: Nacional


Su aprobación fue uno de los mayores hitos en materia de regulación ambiental. Sin embargo, años más tarde, los bosques nativos de Argentina siguen perdiéndose. Desde 2014, la ley recibe menos del 10% de lo que corresponde.
Un 28 de noviembre de 2007 en la Argentina se producía uno de los mayores hitos en materia de regulación ambiental: se sancionaba la N° 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos. El país se encontraba en emergencia forestal, con tasas de deforestación que rondaban el 0,94% anual (lo que significaba una pérdida aproximada de 700 mil hectáreas por año), lo que impulsó a diferentes sectores de la sociedad civil a trabajar por un objetivo común: frenar la deforestación y proteger los bosques nativos y a las especies y comunidades asociadas.  
A través de una gran movilización y participación ciudadana a nivel nacional, se logró juntar un millón y medio de firmas, poner en agenda legislativa la problemática y finalmente apoyar la aprobación del proyecto de ley. Durante ese proceso, la Fundación Vida Silvestre Argentina aportó elementos técnicos para la discusión que luego se vieron reflejados en la Ley,
Hoy, a 15 años de su sanción, la Ley de Bosques se convirtió en una herramienta imprescindible para planificar el uso de estos ecosistemas permitiendo equilibrar producción y conservación de la naturaleza. Modificó el escenario nacional de protección de bosques nativos y visibilizó la problemática y la importancia de la conservación de estos ecosistemas. Además, fomentó una disminución progresiva en la tasa anual de deforestación en la Argentina, estabilizándose hasta el año 2019, momento en el cual volvió a incrementarse, en gran medida producto de la frecuencia e intensidad de los incendios forestales.
A pesar de contar con esta Ley, los bosques nativos de Argentina siguen perdiéndose en zonas donde está prohibida la deforestación producto del cambio de uso del suelo para actividades agropecuarias, forestales, urbanísticas y viales. El avance de la deforestación y conversión de estos ambientes naturales para dichas actividades provoca graves consecuencias sociales, ambientales y económicas, muchas veces, irreversibles y que atentan contra nuestra salud y nuestro bienestar, así como el de otras especies que habitan los bosques.
A su vez, las áreas deforestadas ilegalmente y las que se han quemado, no están siendo restauradas, como claramente indica la ley 26.331. Complementariamente, la ausencia de un registro nacional de infractores a la ley limita las posibilidades de articular esta información con otros elementos de la política pública, que permita facilitar la disuasión y la sanción de los responsables
Los bosques nativos son proveedores de servicios ecosistémicos esenciales: contribuyen a la mitigación y adaptación al cambio climático, facilitan la regulación hídrica, son hábitat de miles de especies, dan sustento a la vida de las comunidades locales y contribuyen a la seguridad alimentaria y el desarrollo económico. Además, los bosques sanos funcionan como “amortiguadores” de agentes patógenos -como virus y bacterias- que pueden afectar al ser humano.
A partir del informe “Diagnóstico actualizado del estado de implementación - Ley N° 26.331” -elaborado en conjunto entre Fundación Vida Silvestre Argentina y Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN)- se pueden destacar los siguientes puntos:
- La desfinanciación sistemática de la Ley: aunque desde la sanción de la ley las partidas presupuestarias en general han aumentado en valores absolutos, no ha habido un período donde el presupuesto asignado por el Congreso Nacional se correspondiera con lo que expresamente la norma establece. Desde 2014, la ley recibe menos del 10% de lo que corresponde. Durante el año 2021 se asignaron 5.000.000 de pesos adicionales que fueron derivados a las provincias y para el 2023, según el proyecto de ley de Presupuesto, el monto asignado tendría un leve aumento y llegaría a un 10,4%., lo que aún está muy lejos de lo que debería asignarse. Estos aumentos en valores absolutos no permiten aún una reducción significativa de la brecha entre lo que asigna y lo que la propia ley indica que debería asignarse año a año para la protección y manejo sustentable de nuestros bosques.
- Dificultades en los procesos de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN): tanto en su elaboración como actualización, han sido y continúan siendo procesos lentos y con deficiencias que incluyen el incumplimiento de estándares determinados por la Ley, como, por ejemplo: fallas en la participación ciudadana requerida, retrasos de tiempos y falta de progresividad en la protección de los bosques.
- Falta de definición de metas, indicadores y evaluación de impactos: la ley establece que se deben adoptar metas cuantitativas para la protección de bosques nativos y formas de medir su progreso y logro. Durante el 2022 el consejo Federal del Medio ambiente (COFEMA), emitió una resolución por la cual cada jurisdicción debe desarrollar Planes Estratégicos Provinciales de Bosques Nativos y sus respectivos Planes Estratégicos Anuales actualizados para acceder a las asignaciones presupuestarias anuales. Estos planes han sido presentados, resta ahora analizar si cuentan con metas e indicadores que permitan evaluar su impacto a corto, mediano y largo plazo.
- La deforestación ilegal persiste: a pesar de la implementación del Sistema de Alerta Temprana de Deforestación, es preocupante que alrededor del 54% de la deforestación en 2021 haya ocurrido en zonas prohibidas por la ley (amarillas y rojas), repitiendo tasas de años anteriores. Esto evidencia la falta de control y fiscalización en terreno, y las sanciones insuficientes por parte de las autoridades competentes que se reflejan en la ausencia de un registro nacional de infractores actualizado. Algunos sectores indican la necesidad de una prohibición total de la deforestación, lo cual sería de dudosa eficacia, ya que en los sectores donde la deforestación está prohibida hace más de 10 años sigue ocurriendo, sin mayores consecuencias para los responsables.  No ha habido avances en la tipificación del delito penal ambiental que permita mayores sanciones a quienes deforestan, ni se ha avanzado significativamente en la restauración de las áreas deforestadas y quemadas, como determina a Ley.
- Avances en la gestión y rendición de fondos: si bien la rendición de los fondos por parte de las Autoridades Locales de Aplicación es una cuestión que amerita mejoras, desde su creación y puesta en marcha continúan habiendo demoras y problemas para una eficiente implementación y rendición de fondos.
Conservar y utilizar sustentablemente los bosques nativos argentinos, es una obligación legal y una oportunidad para el verdadero desarrollo económico y social de las jurisdicciones y de las personas que en ellas habitan. Es necesario que exista la voluntad política apropiada para el cumplimiento de esta norma en todos los niveles, la capacidad profesional, técnica y logística para su implementación y monitoreo, y la asignación de los fondos y los recursos correspondientes que permitan lo anteriormente mencionado. Aún estamos a tiempo de transformar esta ley en un modelo de gestión y gobernanza que trascienda las fronteras nacionales.

Por Manuel Jaramillo es director general de la Fundación Vida Silvestre Argentina y Daniela Gomel, especialista en políticas públicas y gobernanza de la Fundación Vida Silvestre Argentina.

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El bosque primario ha sido devastado en 20 años

 


En 20 años, Argentina perdió 438 mil hectáreas de bosque primario húmedo

Fecha de Publicación
: 14/11/2022
Fuente: Telam
Provincia/Región: Nacional


Entre 2001 y 2021, del total de la masa forestal talada en el país, el 80% fue consecuencia directa de la industria de materias primas, incendios forestales, agricultura itineraria y urbanización, según un informe. Cómo afecta el desmonte a las comunidades del norte argentino, la zona más desprotegida.   
Las zonas deforestadas en la Argentina se incrementaron sustancialmente en los últimos 20 años y la desaparición de gran parte del área boscosa, sin intención de nuevas plantaciones, engrosa la lista de factores que profundizan la crisis climática: desde 2001 hasta 2021, el 80% de la masa forestal local eliminada estuvo directamente vinculada con los sectores dominantes que responden a la deforestación, según relevó la plataforma de monitoreo de bosques Global Forest Watch.
Durante ese período, el país perdió 438 mil hectáreas de bosque primario húmedo, lo que representa el 7% de la pérdida total de cobertura arbórea y una disminución de esa flora nativa del 9,9%.

Un castigo a nuestra tierra
Entre las actividades que generaron mayor índice de pérdida forestal en el país, la deforestación asociada a la obtención de materias primas -postes de luz, tanino, durmientes o carbón- encabezó la lista, con 151 mil hectáreas menos en 2021 que en 2001. Le siguieron la agricultura itinerante, que dejó en ese mismo año un saldo de 25 mil hectáreas taladas de las 200 mil que hubo en total, según informó el organismo.
"Muchas zonas desmontadas después terminan siendo suelos inútiles al cabo de los años, por la salinización y la contaminación con agrotóxicos. Los wichí les llaman 'campos vencidos', son suelos que hacen más frecuentes las inundaciones porque ya no absorben las lluvias y, en verano, el efecto espejo contribuye al calentamiento", lamentó en diálogo con Télam Noemí Cruz, responsable del área de bosques de Greenpeace.
"Cuando la materia prima es sólo para carbón, tanino, postes de luz o durmientes para la utilización en las vías férreas, se hace sobrexplotación. Eso se denomina 'erosión de bosques'; se extrae madera y se empobrece y degrada todo le suelo de la zona boscosa", advirtió Cruz, y denunció: "El 85% de un ecosistema único como el quebrachal del Bosque de Tres Quebrachos -al sur de Chaco- fue destruido".
Fuentes del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible señalaron en diálogo con Télam que "la deforestación registrada se debe a desmontes ilegales o prácticas de transformación excesivas por parte de productores ganaderos en sistemas silvopastoriles, además de los incendios", que suceden con frecuencia en los bosques de categoría I y II, los más preservados.
Para dar respuesta a esta problemática, entre la cartera de Ambiente y el Ministerio de Agricultura, Gandería y Pesca, se creó en 2022 el Plan Nacional de Manejo de Bosques con Ganadería Integrada (MBGI), que busca transformar esas prácticas silvopastoriles en modelos foresto-ganaderos para "asegurar la continuidad de la estructura y función de los bosques nativos", explicaron desde la entidad.
"El MBGI busca abordar el problema de la pérdida de bosques regulando las intervenciones en bosques nativos para poder arribar a modelos de producción libres de deforestación, forma parte de los lineamientos técnicos estratégicos de la Ley Bosques", reforzaron las fuentes oficiales.
El estudio evidenció además que Argentina perdió 6,32 millones de hectáreas de cobertura arbórea, lo que representa un 16% menos de su totalidad, y generó como consecuencia la emisión de 1,4 gigatoneladas de carbono a la atmósfera.
En 2008, por ejemplo, se midió una deforestación récord: hubo un total de 588 mil hectáreas podadas, de las cuales 491 mil fueron utilizadas para materias primas. ¿Qué consecuencias generó este desmonte? Cruz advirtió que los pueblos que habitan en la cercanía de las zonas deforestadas "pasan a ser desalojados, son parias en zonas urbanas, sin posibilidades de subsistencia conforme su cultura”.
Además, la masiva deforestación provoca la pérdida de biodiversidad y servicios ecosistémicos, también en la productividad de los suelos, cambios en los llamados "ciclos hidrológicos" -que facilita las inundaciones-, y pérdida en la capacidad de fijar carbono, que termina expulsado a la capa de ozono y contribuye al avance del calentamiento global.
Sobre el dosel arbóreo en Argentina -el ecosistema que se forma por debajo y entre las copas de los árboles-, en ese mismo período las cinco provincias que registraron mayor pérdida fueron Santiago del Estero, con 1,90 millones de hectáreas; seguida por Salta, con 1,39 Mha; Chaco, con 878 Mha; Formosa, con 693 Mha; y Misiones, con 533 Mha.
El 52% del total de la pérdida de la cobertura arbórea en del país corresponde solo a la suma de las dos primeras provincias que encabezan esa lista.
Además, el 87% de la pérdida de bosques nativos corresponde a esa región del parque chaqueño, principalmente Santiago del Estero (28%), Salta (21%), Chaco (14%) y Formosa (13%). El total del área constituye el segundo foco de deforestación de Sudamérica, después del Amazonas.
Actualmente, la plataforma registró que sólo en seis días -el período que va del 6 al 13 de octubre de 2022- se registraron 163.693 alertas de deforestación local, lo que abarca un área de 1,81 mil hectáreas que se encuentran en proceso de ser taladas para diferentes actividades, entre ellas, la industria agropecuaria (mayormente), la agricultura y ganadería intensivas.
De modo que, si bien toda actividad forestal que se ejecuta dentro del territorio argentino debería estar estrictamente controlada bajo el marco regulatorio de la Ley de Bosques -la 23.331-, Cruz aseguró que “en el norte, lamentablemente, no hay recomposición de los bosques destruidos ilegalmente”.
Incluso, refuerza, “hemos presenciado desmontes en lugares de Salta, como El Arenal, y en Chaco, cerca de Misión Nueva Pompeya, donde el monte había empezado a volver después de ser arrasado y en menos de diez años se le volvió a pasar la topadora”.

La Ley de Bosques
El aprovechamiento indiscriminado de los recursos naturales de los bosques primarios llevó a que en 2007 se discutiera un marco legal que garantizara la protección de los bosques y los clasificara según su valor de conservación. La resolución de la ley, que se implementó en 2009, estableció un presupuesto mínimo para la protección ambiental y el manejo sostenible de esas zonas.
Sobre eso, Cruz alertó que en las zonas donde ella trabaja -Salta, Chaco, Santiago del Estero y Formosa- “hay bosques muy amenazados, principalmente habitados por campesino e indígenas que no tienen el reconocimiento de la tierra y, con lo cual, no son destinatarios de esos fondos y no perciben las mejoras económicas locales”.
En ese sentido, desde el Ministerio respondieron que junto con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) elaboraron un Proyecto de Pagos Basados en Resultados (PBR) por el cual Argentina recibió un financiamiento de USD82 millones en concepto de pago por reducción de emisiones forestales por la disminución de la deforestación.
Este financiamiento tiene una duración de seis años a partir del 2022 y está destinado a la implementación de modelos de gestión forestal libres de deforestación que contemplen, a su vez, la participación social en la planificación y el uso sostenible de los bosques como factor de desarrollo de las economías regionales.
Este programa incluye, además, "actividades que prevén la inclusión social con especial atención a comunidades indígenas y campesinas para promover el arraigo, la perspectiva de género; la producción de conocimiento y trasferencia y la mejora permanente de instrumentos de monitoreo y control como el Sistema de Alerta Temprana de Deforestación", aseguraron desde la cartera ambiental.
En total, existen en Argentina 34,3 millones de hectáreas de superficie forestal, de las cuales 33,1 millones pertenecen a monte nativo, mientras que solo 1,2 millones están compuestos por monte implantado.
Sobre ese caudal de territorio, la ley jerarquizó los bosques según el valor de conservación y la dificultad para mantenerlo activo:
Categoría 1 - Rojo: Sectores de muy alto valor de conservación que no deben transformarse ni ser sujetos a aprovechamiento forestal. Pueden realizarse actividades que no alteren sus atributos de conservación.
Categoría 2 -Amarillo: Sectores de mediano valor de conservación, que no deben desmontarse. Podrán ser sometidos a aprovechamiento sostenible, turismo, recolección e investigación científica.
Categoría 3 - Verde: Sectores de bajo valor de conservación que pueden transformarse parcialmente o en su totalidad.
Las mediciones llevadas adelante por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, indicaron en un informe titulado “Causas e impactos de la deforestación de los bosques nativos de Argentina y propuestas de desarrollo alternativas”, que entre el período que va desde 2008 al 2018, el 47,2% de la deforestación correspondió a desmontes autorizados dentro de la categoría 3, mientras que el 52,8% restante se produjo en las categorías 1 y 2, es decir, en áreas que la ley prohíbe.
Por otra parte, están los incendios: en Argentina, la época donde se registran mayores focos ígneos es a principios de agosto. Entonces, los organismos especializados se encargan de difundir información para evitar el inicio de éstos y dar a conocer las multas para quienes los generan adrede.
Estas alarmas rigen con frecuencia y en el período que va del 1 de noviembre de 2021 hasta el 24 de octubre del 2022, se registraron 14.590 alertas si sólo se toman en cuentas aquellas que son de "alta confianza".
Por su parte, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, midió que este fenómeno se dio fundamentalmente en las regiones Espinal y Monte -San Luis, La Pampa y Río Negro-, en donde más del 95% de las pérdidas de bosque nativo fueron causadas por incendios en los años 2017 y 2018.
Asimismo, en la región del Bosque Andino Patagónico, se identificaron 64.340 hectáreas de pérdida de bosque nativo entre 2001 y 2017 por incendios forestales, representando el 84% de las pérdidas registradas.
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El bosque del Gran Chaco en peligro

 


Gran Chaco: Argentina corre el riesgo de perder su mayor bosque nativo

Fecha de Publicación
: 11/11/2022
Fuente: Portal dialogochino.net
Provincia/Región: Nacional


Una propuesta de cambio en las normas de uso de la tierra podría dar luz verde a la deforestación en el bioma del Chaco, y poner en duda la promesa del país de frenar la pérdida de bosques para 2030
Aunque atrae menos atención que su vecino amazónico, el Gran Chaco tiene una de las tasas de deforestación más altas del mundo, habiendo perdido más de una cuarta parte de su superficie forestal desde el año 2000.
La destrucción del bioma, que se extiende por el norte de Argentina, Paraguay, el sur de Bolivia y el extremo sur de Brasil, se ha visto impulsada en las últimas décadas, en particular, por la expansión de la producción de soja modificada genéticamente y la ganadería.
Sin embargo, en la provincia de Chaco, en el norte de Argentina, el bosque ha vivido recientemente un período de paz incómoda. A finales de 2020, se introdujeron protecciones legales para suspender la tala de bosques en la provincia, después de que sus autoridades no actualizaran su plan de uso del suelo para los bosques nativos, conocido como "ordenamiento territorial" (OTBN). La ley argentina exige a las provincias que actualicen estos ordenamientos cada cinco años, clasificando sus áreas forestales según su valor de conservación. Sin embargo, el ordenamiento más reciente de Chaco había expirado en 2014.
A pesar de la intervención judicial, Greenpeace informa que el año pasado se talaron más de 18.000 hectáreas de superficie forestal en la provincia, mientras que en lo que va de 2022 se han perdido otras 10.000 hectáreas.
El sistema de ordenación territorial se estableció con la Ley de Bosques Autóctonos de 2007, que entró en vigor en 2009. Establece tres categorías de clasificación para las zonas forestales: Categoría I, (Roja) para áreas de alto valor de conservación que no deben ser transformadas; Categoría II (Amarilla), para áreas de mediano valor de conservación, que pueden ser degradadas pero siempre y cuando se realicen actividades adecuadas de restauración; y Categoría III (Verde), áreas de bajo valor de conservación que pueden ser transformadas parcial o totalmente.
Según la plataforma de monitoreo de la deforestación a cargo de la Red Agroforestal Chaco Argentina (Redaf), entre 2008 y 2020, la provincia perdió más de 376 mil hectáreas de bosque nativo, en su mayoría en las áreas Verdes, pero también en las Amarillas y Rojas, donde la deforestación no está permitida.
A pesar de estas pérdidas, a finales de septiembre, el gobierno provincial presentó una propuesta de actualización del plan de ordenamiento territorial de los bosques nativos, según la cual se ampliarían las áreas categorizadas como verdes, abriendo la puerta a una mayor deforestación. La propuesta aún debe ser aprobada por la legislatura provincial, pero ha suscitado duras críticas, pues se teme que acelere la destrucción del segundo bosque más grande de Sudamérica.

Indígenas y activistas luchan contra la deforestación
Epifanio Leiva vive en una pequeña casa en el pueblo de Miraflores, el último asentamiento que se pasa antes de tomar el camino de tierra hacia el bosque conocido como El Impenetrable.
Los antepasados de Leiva vivían, y estaban enterrados, en un territorio de más de 10.000 hectáreas que luego fue ocupado por el gobierno provincial para desarrollar este rincón del Chaco, dedicándolo principalmente a la producción maderera y a la agroindustria. Fueron desplazados y trasladados a una parcela más pequeña, donde ahora se ganan la vida produciendo artesanía indígena.
"En 1915, a mi abuelo le dijeron que una parte de la tierra entre Castelli y Miraflores se iba a repartir entre los 24 jefes de la tribu y que cada uno de ellos recibiría 10.000 hectáreas", cuenta Leiva. "Ha pasado más de un siglo y todavía estamos esperando que las autoridades locales cumplan su promesa. Ahora este paisaje ha perdido sus recursos naturales a manos de los criollos, por lo que no podemos seguir con nuestros medios de vida tradicionales con los animales salvajes como antes."
Mempo Giardinelli es un célebre novelista argentino, oriundo del Chaco, que también dirige una fundación que promueve la alfabetización y la educación en la provincia. Explica que el Chaco pasó de ser una provincia "selvática" a una provincia forestal, que se desarrolló sin planificación ni conciencia ambiental.
Impulsada por la extracción de la madera dura Schinopsis balansae, o árboles de quebracho rojo -nombre que significa "rompehachas"-, la deforestación comenzó a ritmo acelerado con las operaciones de la empresa maderera británica La Forestal a finales del siglo XIX.
Aunque La Forestal desapareció en la década de 1960, en la época de la dictadura militar argentina (1976-1983), el gobierno comenzó a penetrar en el bosque profundo de la ecorregión del Chaco.
Hoy, en las áreas de conservación del Rojo ubicadas en el noroeste de la provincia, sólo queda entre el 20 y el 25% del bosque original. "Temo que una economía que se ve obligada a hacer ajustes para cumplir con un préstamo del FMI tenga que vender los recursos naturales de El Impenetrable para pagar su deuda externa", dice Giardinelli, refiriéndose a las presiones económicas relacionadas con la reestructuración de la deuda argentina con el Fondo Monetario Internacional.
Rubén Luca es el líder indígena wichí de MOWITOB, una organización que representa a los grupos indígenas moqoit, wichí y toba y que controla la llamada Reserva Grande, un territorio de 300.000 hectáreas en el norte del Chaco. Luca afirma que la organización apoya el uso sostenible de los bosques del Chaco y entiende la necesidad de utilizar los recursos.
El problema es que los árboles, especialmente el quebracho colorado y el algarrobo, son regalados, dijo Luca. "Cada vez quedan menos algarrobos, las empresas madereras deciden el precio, y lo que pagan es miserable".
Ricardo Tiddi, de la ONG Somos Monte Chaco, dijo que, según los datos oficiales, se extrae un millón de toneladas de madera al año en el Chaco, una cifra que probablemente no da la imagen completa, dada la gran cantidad de madera que se extrae ilegalmente; la escala real puede alcanzar niveles de hasta dos o tres millones de toneladas al año.
"Para el sector agroforestal es más barato comprar tierras en zonas boscosas que por ley no pueden ser desmontadas, y luego presionar para obtener permisos especiales de desmonte, o simplemente pagar las ridículas [pequeñas] multas", dice Tiddi. "Lo que estamos presenciando en el Chaco ya no es un daño a los bosques nativos, sino simplemente su extinción".

Fábricas de tanino en el Chaco
A finales de 2020, Chaco celebró la entrada en funcionamiento de dos plantas de biomasa que utilizan los residuos de la industria del tanino y que se presentan como una fuente de energía "sostenible".
Según las estadísticas oficiales revisadas por Diálogo Chino, en 2021 se produjo un total de 423.000 toneladas de troncos en el Chaco, gran parte de ellos extraídos del bosque nativo por la industria forestal provincial. De esta producción, el 38%, es decir, 163.000 toneladas, se destinó a la industria del tanino, y el resto de la madera y subproductos fueron utilizados por aserraderos, carpinterías y fabricantes de muebles.
La planta de tanino de Indunor, en la localidad de La Escondida, requiere una media de 30 toneladas de troncos al día, o más de 160.000 toneladas al año. Junto con la otra instalación de Indunor en La Verde, también en la provincia del Chaco, la planta contribuye a la producción anual de la empresa de 25.000 toneladas de tanino, que se utilizarán en la producción de cuero, el procesamiento de petróleo y minerales, cemento y asfalto, cerámica y productos sanitarios.
Michelle Battaglia, presidenta de Indunor, afirmó que en los últimos 10 años la empresa ha utilizado madera procedente de tierras deforestadas, ya que "no tiene sentido dejar que se queme". En los últimos años se han producido repetidas oleadas de incendios forestales en el Gran Chaco, y en los cuatro países se han producido algunos de los peores incendios en décadas.
Para el ingeniero zootécnico Mauricio Tinari, de la Fundación Gran Chaco, las especies de interés forestal -algarrobos y quebrachos, principalmente- deben ser aprovechadas de manera ordenada y aplicando los criterios técnicos adecuados. "Si se sigue cosechando indiscriminadamente, estos árboles desaparecerían todos en unos 15-20 años", dice.
Los activistas de Somos Monte Chaco llevan mucho tiempo denunciando el uso por parte de las empresas de tanino de madera procedente de desmontes o de cambios de uso del suelo, muchos de ellos sin permisos oficiales. Tiddi también se queja de algunos de los entresijos, y de la indulgencia de los castigos.
"Cuando se descubren plantas de tanino [que han utilizado madera procedente de talas ilegales] y son sancionadas por las autoridades, las empresas o los propietarios de los campos de los que proceden las talas ilegales son sancionados con multas que pueden pagarse en cuotas, y que pueden descontarse si se realizan como pagos al contado", dijo Tiddi.

El desarrollo del Chaco en el contexto mundial
El nuevo plan de ordenamiento territorial de los bosques nativos propuesto ha sido presentado por el gobierno provincial como "sostenible", a pesar de su apertura a la tala en zonas donde actualmente está prohibida. El gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, dijo que el plan permite que el sector agrícola se expanda de forma sostenible, y prometió mejorar los sistemas de vigilancia y hacer frente a la deforestación ilegal con multas más fuertes.
Capitanich también dijo que recaudará fondos para la protección y vigilancia de los bosques mediante la emisión de bonos verdes a través de "Eco-Tokens" que cubran 100.000 hectáreas de bosques de la provincia.
El gobernador señaló recientemente que "como país, debemos fortalecer nuestra estrategia de acreedores ambientales", refiriéndose al hecho de que Argentina está proporcionando servicios ecosistémicos al resto del mundo debido al dióxido de carbono capturado por sus bosques nativos, un argumento que también utiliza el gobierno nacional de Argentina. Los créditos de carbono, comercializados en los mercados internacionales, son objeto de un creciente entusiasmo en el país.
A principios de noviembre, el presidente argentino Alberto Fernández presentó el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático de cara a la próxima cumbre del clima COP27 en Egipto. Tras la victoria electoral de Lula da Silva en el país vecino, declaró a la prensa durante la presentación del plan que "junto con Brasil y los países latinoamericanos, somos el pulmón del mundo".
Pero los nuevos planes en el Chaco ponen en duda la administración del país sobre estos pulmones. Matías Mastrangelo, investigador del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONICET), escribió recientemente en El Diario que el nuevo ordenamiento territorial de los bosques nativos en el Chaco viola de hecho la Ley de Bosques Nativos de Argentina, ya que degrada el valor de conservación de Verde a Amarillo de más de 376.350 hectáreas de bosques nativos.
En Chaco, el ministerio provincial de Medio Ambiente tiene poder de policía en casi todo lo relacionado con el control de los recursos naturales, excepto en la protección de los bosques, que es manejada por el ministerio de Producción. "Aquí, las empresas tanineras preceden a la provincia y al Estado, por lo que siguen creyendo que pueden gobernar por encima de la ley", dijo Paula Soneira, bióloga y ex subsecretaria de Medio Ambiente y Biodiversidad de Chaco.
Para Soneira, ya no se trata sólo de conservar lo que estipula la ley de bosques, sino de preparar a la provincia para los efectos del cambio climático: "Este año en El Impenetrable y en la capital chaqueña hemos sufrido picos de calor que no se habían producido antes. No es posible producir productos básicos de la misma manera que hace 100 años. En esta década hay que adaptarse y reducir los graves impactos del cambio climático".
En una reciente entrevista, el diputado chaqueño Nicolás Slimel dijo que quiere votar una nueva propuesta que pueda representar los intereses sociales y ecológicos de la provincia, de acuerdo con las leyes forestales nacionales. El grupo de trabajo del que forma parte quiere ampliar las áreas productivas de la provincia sin reducir las áreas de conservación.
Fernando Miñarro, director de conservación de la Fundación Vida Silvestre, una ONG argentina, dijo que todavía tienen la esperanza de que el nuevo plan de uso de la tierra del Chaco para los bosques nativos no avance. "Aunque la legislatura del Chaco apruebe este plan, es poco probable que el Ministerio de Medio Ambiente del gobierno nacional apoye un plan que ignora la protección de los bosques", dijo a Diálogo Chino.
Para Tiddi, de Somos Monte Chaco, el actual proceso en torno al plan de uso de la tierra es una exposición más de la violencia colonial que ha marcado la historia de la región. Este patrón de intrusión, dice, perdura hasta hoy, ya que el gobierno sigue imponiéndose a los pueblos indígenas, pueblos que han estado presentes en el Chaco mucho antes de que se fundaran los estados nacional y provincial. En su petición más reciente, la ONG dejó claras sus exigencias: "No más desmontes con topadoras, no se pueden perder más bosques".
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Amparo por el dragado en la Hidrovía llega a la CSJ

 


Amparo para frenar dragado en la Hidrovía Paraguay-Paraná llegó a la Corte Suprema

Fecha de Publicación
: 26/10/2022
Fuente: Primera Edición
Provincia/Región: Litoral Argentino


El máximo tribunal deberá dirimir la causa concerniente al Amparo Ambiental Federal por gravedad de la crisis hídrica-climática y la consecuente oposición a mayores tareas de profundizaciones del río.
La Corte Suprema tiene que resolver una medida cautelar solicitada por la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas (AAdeAA), que reclama considerar el estado del Paraná frente a la crisis hídrica y el avance de las obras para profundizar su dragado.
La organización pretende que la Corte dicte la medida cautelar y se frenen y prohiban las tareas de dragado iniciadas en uno de los pasos críticos que tiene el proyecto Hidrovía Paraguay-Paraná, frente a la ciudad de Ramallo (Santa Fe), en un contexto de pronunciada bajante del curso durante el seco verano de 2021-2022, que afectó seriamente a importantes ciudades misioneras y que se podría repetir, pero “con una mayor gravedad”, estimó el abogado ambientalista Lucas Micheloud en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
“La situación es dramática, el fenómeno de La Niña afecta la región por tercer año consecutivo. Todas las proyecciones indican que va a seguir hasta marzo o abril del 2023, por lo tanto se va a sostener la bajante del río y esto genera profundos impactos en todos los ecosistemas”, alertó el activista ambiental.
Y añadió: “En este contexto, que el proyecto Hidrovía Paraná-Paraguay pretenda ampliar y ensanchar el canal del lecho del río con obras de dragados, es decir remover y perforar su lecho, lo único que va a hacer es quitarle agua no sólo al humedal sino a todo lo que está cerca para aumentar el caudal del Paraná, secándolo todo alrededor”, explicó sobre tan sólo uno de los impactos esperables si se prosiguen las tareas sin el debido estudio de impacto ambiental.
“La fauna ictícola está muy estresada sin la capacidad de resiliencia que tiene para enfrentar lo que ocurre, porque es muy prolongada la crisis hídrica y lo mismo está sucediendo con los humedales del Delta, que están por un lado este presionados por los incendios forestales, por la expansión de la frontera agrícola ganaderas y agravado la situación hídrica”, amplió el abogado integrante de la AAdeAA.
Dijo Micheloud: “Esto no puede seguir hasta tanto se realicen los estudios de impacto ambiental en la totalidad de las intervenciones que se vienen haciendo sin ningún tipo de evaluación previa en todos los tramos de la cuenca del Paraná”.
“Desde que nosotros interpusimos el amparo, hace algunos días, el Ministerio de Transporte habilitó para que se realicen obras de dragado en otros diez pasos críticos. Es decir, autorizó que se avancen en obras de dragado sin ningún tipo de estudio previo y lo paradójico es que el director de impacto ambiental del Ministerio de Transporte señaló que ellos no tienen competencias ambientales y tampoco se le da ningún tipo de intervención al Ministerio de Ambiente”, cuestionó.
Para el ambientalista y abogado, estas mega obras a lo largo del Paraná “no son inocuas” sino que por el contrario tienen “graves impactos en los ecosistemas y también en la sociedad”.
“Las obras de dragado están provocando profundos impactos en los humedales, en la flora en general del humedal y en la fauna ictícola no porque esto le quita oxigenación al agua, la suspensión de los sedimentos y el riesgo obviamente para el consumo humano donde se hacen estos pasos, es enorme. Se trata de una región donde hay muchas tomas de agua para consumo. Eso no se puede dejar librado al azar”, urgió.
“Estos pasos que no son obras inocuas, lo decíamos desde mucho antes y se están haciendo sin una evaluación de impacto ambiental, sin cumplir con las mínimas reglas de la democracia participativa. No hubo ninguna convocatoria de audiencias públicas, por lo tanto digo la situación es muy compleja y es muy preocupante”, finalizó.

“La cuenca es una sola y hay que cuidarla en su totalidad”
A decir del integrante de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas (AAdeAA), Lucas Micheloud, “la cuenca es una sola. Nosotros tenemos una unidad de cuenca, una perspectiva de unidad de cuenca. Es decir, el río puede tener distintas regiones, distintos tramos, pero es una sola, por lo tanto la preservación y cuidado de sus ecosistemas asociados no tienen ningún límite fronterizo jurisdiccional”, remarcó durante la larga charla en la cual explicó la complejidad de la situación.
“Al no haber evaluaciones ambientales estratégicas y previas, estas obras se están realizando hoy sin control alguno. En el paso Las Hermanas, por ejemplo, es zona de un bosque petrificado donde hay restos paleontológicos de valor histórico que no está valuado por las autoridades, eso no está ni siquiera en la discusión. Es uno de los bosques petrificados más importantes que tiene esta región. Las obras de dragado, entre otras cuestiones, lo que hacen es profundizar los cambios físicos del fondo acuático, porque van hacia la remoción de los sedimentos que tienen que ser categorizados para ver qué contaminantes tienen”, pidió el experto.
Micheloud exigió ver qué contaminantes tienen esos sedimentos que se van a remover a causa de las obras, categorizar sus agentes y definir qué tratamiento hay que darles en su disposición final. si se hace en agua o en tierra y en qué lugar.
“Hoy esto está en una absoluta nebulosa. Las tareas de dragado van afectando el tiempo de permanencia del agua en los distintos ecosistemas y sobre todo la dinámica que tiene el canal del río y el terreno aluvional. El Delta del Paraná y el Delta argentino es un área inundada, pero si estas obras se sostienen en el tiempo sin los análisis hidrológicos correspondientes van a provocar un proceso de desertificación”, aseguró.
“Por otro lado se van modificando los patrones en la circulación del agua y eso va erosionando las costas. Todos los estudios que estamos realizando con gente especializada nos dicen que la isla se puede partir”, dijo.
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Incendios: de humedal a desierto por el paso del fuego

 


"Encontramos un humedal convertido en desierto", advirtió una bióloga que recorrió el área quemada

Fecha de Publicación
: 21/10/2022
Fuente: El Litoral
Provincia/Región: Santa Fe


La Dra. en Ciencias Naturales Paola Peltzer junto a investigadores del Conicet monitorearon la zona que fue arrasada por los incendios en la isla Santa Cándida. "Encontramos solo un sapo muerto, quiere decir que ni los sapos pueden llegar a estos lugares, no hay reproducción y evidentemente se están extinguiendo localmente", lamentó la investigadora.
Tierras agrietadas, sin humedad y mucha ceniza, sin la vegetación que caracteriza a los humedales y los pocos árboles que quedaban en pie estaban quemados. Ese fue a primera vista el paisaje que se encontraron los investigadores del Conicet al recorrer Santa Cándida, la isla santafesina ubicada en cercanías al Túnel Subfluvial, que fue devorada por las llamas días atrás. El hecho generó indignación en la sociedad paranaense y santafesina, que debieron soportar el intenso humo que llegó hasta ambas capitales provinciales.
Con las llamas extintas, los biólogos Paola Peltzer y Rafael Lajmanovich, junto con la becaria Ana Paula Cuzziol recorrieron esta isla para conocer in situ las consecuencias de los incendios. "Nos encontramos un humedal convertido en desierto", sentenció Peltzer, doctora en Ciencias Naturales e investigadora del Conicet y profesora de Ecología de la Restauración en la UNL, en una entrevista con El Litoral.
"Recorrimos 3 horas y media. El panorama es desolador, nunca en mi vida pensé encontrar un humedal con las características que vimos. Encontramos solo un sapo muerto, para alguno puede resultar positivo que no haya animales muertos pero para nosotros es negativo, quiere decir que ni los sapos pueden llegar a estos lugares, no hay reproducción y evidentemente se están extinguiendo localmente".
En la vasta superficie hecha cenizas quedaron algunos árboles Curupies, Alisos de Río y algún que otro Timbó Blanco. "No hay lagunas internas que son las que fertilizan los humedales, la única que encontramos tenía menos de 3 centímetros de profundidad, es decir que estaba totalmente eutrofizada, contaminada de nutrientes", lamentó la investigadora.

Relevamiento

-¿Cuándo comenzaron con estos relevamientos?
-En el 2020 cuando iniciaron estos incendios empezamos con nuestro grupo de trabajo a monitorear las islas que estaban siendo quemadas de forma intencional, donde en muchas de ellas se practican las quemas controladas para el rebrote y que el ganado pueda forrajear. El problema es que estos incendios se han dado desde el 2020 de una forma repetitiva en las distintas islas del Paraná Medio, que se extiende desde Resistencia (Chaco) hasta Diamante (Entre Ríos).

-¿Qué sucede con los humedales de esta región?
-Tanto la flora como la fauna no están ajustadas ecológicamente para soportar esta presión de fuego. En el 2020 recorrimos 18 islas y nunca paramos de monitorear la flora y la fauna.

-¿Qué es lo más preocupante?
-Lo que sucede con los anfibios anuros. Desde el año 1994 los estamos estudiando y están en declinación poblacional en todo el mundo. Justamente los humedales son su sitio reproductivo y si no hay humedales no hay reproducción.
Estos invertebrados son los indicadores por excelencia de calidad ambiental, y si no están en los humedales se va a producir un desastre ecológico que se va a ver reflejado en los eslabones tróficos.

Un futuro incierto

-¿Las quemas que siempre se produjeron, ahora están teniendo una mayor incidencia?
-Las quemas para rebrote siempre existieron pero no con la carga y la recurrencia de ahora. Esto hace que el rebrote fisiológico, normal de las plantas, no sea el adecuado y se da el agotamiento del rebrote. Por otro lado, los animales no pueden encontrar ni refugio, ni alimentación, ni medios para reproducirse.

-¿Qué panorama a mediano y largo plazo esperan?
-Si no se revierte el exceso de las quemas y más aún si persiste la bajante histórica del río Paraná y la ausencia de precipitaciones, vamos a tener extinciones locales, no solamente de anfibios, sino también de especies de flora y fauna que caracterizan a los humedales.

-¿Cuáles son los pasos a seguir en su investigación?
-Vamos a seguir monitoreando. A lo largo de estos tres años hemos visto cada vez menos animales muertos y eso para nosotros es un resultado alarmante. Lo que estaría indicando que estos animales no están encontrando en los humedales un lugar para reproducirse y alimentarse.
Queremos seguir estudiando la diversidad biológica que es resistente, resiliente y que se extingue, sino también hacer modelos de previsión sobre qué pasaría si hay una inundación en estos humedales, donde la fertilidad del suelo se perdió totalmente y donde está lleno de cenizas.
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2,4 millones de hectáreas de árboles perdidas en 10 años

 


En 10 años, la Argentina perdió más de 2,4 millones de hectáreas de árboles

Fecha de Publicación
: 18/10/2022
Fuente: TN
Provincia/Región: Nacional


El dato surge de un análisis de imágenes satelitales que hizo TN. El 55% del desmonte de 2021 se produjo en sectores donde estaba prohibido deforestar.
“No puedo hablar de largo plazo porque yo no veo largo plazo. Esta ya no es una problemática para nuestros hijos y nuestros nietos, hoy estamos viendo las consecuencias gravísimas de la deforestación. Hace tres años que tenemos sequías e incendios. ¿Qué va a pasar cuando empiece a llover, con todo el suelo desnudo como está?”.
La pregunta -retórica, porque ya sabe la respuesta- se la hizo Micaela Camino, científica del Conicet y fundadora del proyecto de conservación Quimilero, destinado a proteger el pecarí del Impenetrable chaqueño.
Desde hace más de 10 años trabaja en medio del bosque de Chaco, con comunidades aborígenes y fauna autóctona. A diario es testigo del desmonte y la deforestación, de la muerte de la naturaleza en un pulmón vital para la provincia, para la Argentina y para la región.
En los últimos 10 años (2012-2021), en el país se perdieron 2.460.469 de hectáreas de bosque y pastizales a causa de la deforestación. Es el equivalente a 123 veces la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los datos surgen de un cálculo propio que hizo TN sobre el modelo e imágenes satelitales de Hansen y Global Forest Change.
El 85% de esta pérdida se concentró en cinco provincias: Santiago del Estero (619.183 hectáreas), Salta (448.082), Chaco (420.675), Formosa (371.047) y Misiones (248.790). Esta zona reúne más de la mitad del bosque del país.
La principal causa del desmonte es el avance agropecuario y ganadero empujado por la suba del precio de las commodities en el mundo, sobre todo, durante la década pasada. Los incendios, cada vez más desbocados producto del cambio climático, también contribuyen a la desaparición de la cobertura natural del suelo.
En 2007 se sancionó la Ley de Bosques para proteger estos ambientes y la situación mejoró. Sin embargo, la normativa nunca recibió el presupuesto pautado (el máximo fue 36%) y la deforestación, desmontes e incendios siguen ocurriendo en áreas protegidas.
Con la desaparición de estos ecosistemas no solo se destruye flora y fauna autóctona y se desplazan comunidades, sino que se erosiona el suelo, que pierde su utilidad comercial en pocos años. Los daños quedan para siempre.

El desmonte, una dinámica que se repite
“Las grandes empresas agropecuarias avanzan sobre el bosque con cadenas y topadoras. Desplazan a las comunidades que viven ahí. A veces tienen permiso del gobierno provincial, otras veces avanzan sin permiso”, relató a TN la investigadora Camino, testigo del desmonte en Chaco desde hace 10 años.
Según datos del proyecto MapBiomas que monitorea el uso del suelo en el Gran Chaco (la región boscosa más importante, después del Amazonas) entre el 2000 y el 2021 se duplicó el área destinada a agricultura. A principio de siglo era el 9,8% de ese territorio. Hoy es el 18,5%.
“Cuando se quita esta masa de árboles, de biodiversidad, se liberan al ambiente partículas de carbono que retenía el bosque, lo que contribuye al calentamiento global. También el suelo se va erosionando, se va desertificando, el bosque de alrededor se empobrece y los animales ya no pueden vivir ahí. Si esto sigue así, las especies con las que trabajo van a desaparecer en 20 años”, advirtió la investigadora.
El cambio del uso del suelo es la principal causa de la desaparición de la biodiversidad en el mundo. Esta semana el Foro Mundial para la Naturaleza (WWF) publicó su informe bianual “Planeta Vivo” con un dato estremecedor: en América Latina en los últimos 50 años cayó 94% la población de especies salvajes monitoreadas. En la Argentina, por caso, tan solo queda el 1% de la población de yaguaretés originaria.
Pero el impacto de la deforestación, por desmonte o por los cada vez más recurrentes incendios, no solo afecta a los animales sino a la tierra que se empobrece y se vuelve estéril en pocos años. Y las comunidades que vivían de manera sostenible allí pierden su sustento económico y medicinal y son forzadas a migrar.
“El bosque funciona como una esponja natural que retiene y regula el agua. Su destrucción nos vuelve más vulnerables a los efectos del cambio climático: hay más sequías y a la vez, cuando llueve, todo se inunda. Después del desmonte el suelo queda desnudo y al poco tiempo se ven procesos de desertificación. Hay cada vez más campos abandonados porque los suelos no son aptos para poner pastura o cultivos”, explicó Hernán Giardini, coordinador de la Campaña de Bosques en Greenpeace.

La ley de Bosques, una iniciativa útil pero con mínimo presupuesto
El avance del agro sobre los bosques del Norte se debió al boom del precio de las materias primas, sobre todo, en la primera década del 2000 y a la necesidad de expandir el negocio más allá de las fértiles tierras pampeanas. La deforestación fue récord en 2008 con la pérdida de 593.000 hectáreas (casi el triple que en 2021).
A raíz de este fenómeno, se sancionó la Ley de Bosques Nativos (26.331) que contempla una partida de dinero destinada a la conservación que debe ser el 0,3% del Presupuesto Nacional cada año. Por el momento, esa meta nunca se cumplió: en los últimos 5 años apenas alcanzó el 6,4% del total que debería tener, de acuerdo al monitoreo que lleva adelante Vida Silvestre.
A través de esta normativa, también se ordenaron las tierras de todo el país y se estableció una suerte de semáforo para la deforestación: verde para zonas con bajo valor de conservación que pueden ser deforestadas; amarillo para zonas con valor medio de conservación que no deben desmontarse pero pueden aprovecharse para actividades sostenibles como turismo; rojo para zonas de alto valor de conservación que no pueden tocarse.
De acuerdo con el monitoreo de la superficie de bosque nativo que lleva adelante el Gobierno, durante 2021 el 55% de los desmontes se produjeron en zonas rojas y amarillas. Es decir, que fueron ilegales.
“Lo que pasa es que las zonas que son aptas para ese tipo de producción se están acabando, entonces las empresas que desmontan y cultivan se están aventurando en zonas más frágiles”, explicó Matías Mastrangelo, doctor en Biología de la Conservación e investigador del Conicet en Santiago del Estero.
El especialista señaló que esta dinámica ocurre gracias a la connivencia de los gobiernos provinciales que ven una oportunidad de mayores desembolsos económicos. “Los gobiernos provinciales hacen la vista gorda. Un desmonte ilegal hoy es una contravención. No hay un desincentivo para estas empresas dejen de desmontar. Lo absorben como un costo de producción”.
Hace un mes, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, envió un decreto provincial (2157/2022) a la legislatura para actualizar el ordenamiento territorial de bosques y poder transformar en “verde” una zona amarilla. Estos cambios estaban prohibidos por la Justicia por una disposición ambiental desde 2021. Ambientalistas e investigadores argumentaron en contra de este cambio.
El decreto de Capitanich surgió luego de una carta que enviaron miembros de empresas agrícolas ganaderas (Los Frentones, Pampa del Infierno) en donde pidieron “actualizar el ordenamiento territorial de un área de vital importancia por su potencial productivo para la actividad agrícola”.
Al respecto, en el gobierno provincial dijeron a TN: “Algunas personas, desde el sector productivo y desde la organización civil organizada, plantearon discusiones. Son tensiones que sucederán. Estamos a la espera de la decisión de la Cámara de Diputados, con las recomendaciones que surjan y poder aplicar esta herramienta de la mejor manera”.

¿Hay tiempo de cambiar las cosas?
La recuperación de la cobertura arbórea perdida y de la biodiversidad es una delicada tarea que llevará décadas. Hay que volver a construir un ecosistema absolutamente depredado. Pero los expertos coinciden en que el primer paso es dejar de deforestar. El segundo, comprender la importancia del capital natural y valorar el peso específico de disminuir las emisiones en un contexto de crisis climática global.
Hoy, la deforestación genera entre el 10 y el 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero del país.
En este sentido, Martín Mónaco, Director Nacional de Bosques, dijo a TN que la posibilidad de llevar a cabo políticas de protección “dependen de la conciencia ciudadana y de los tenedores de bosques para comprender el valor de estos ecosistemas y sus servicios, el financiamiento y las decisiones políticas respecto de un desarrollo rural diferente que comprenda la integralidad de los desmontes y sus consecuencias en las inundaciones, la migración rural hacia las grandes ciudades, la perdida de capacidad productiva del país a través de la perdida de suelos y las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático”.
El año pasado, el exministro de Agricultura, Julián Domínguez, anunció un Plan Nacional de Forestación a través del cual se plantarían 100 millones de árboles en 2022. Según constató TN, hasta el momento no se sembró ni uno.
Para Lucía Lázari, coordinadora de Paisajes Terrestres de Vida Silvestre la restauración no se trata solo de “plantar árboles” sino de tener un compromiso integral con el ambiente y conciencia de la crisis climática cada vez más profunda. “Necesitamos un esfuerzo de muchas partes (instituciones públicas de gobierno, privados, academia, organizaciones de la sociedad civil, comunidades del territorio) que deben reunirse para el diálogo y acción. Solo si todos los actores somos parte y nos involucramos, vamos a poder afrontar este desafío tan complejo”.
Sobre el tiempo de recuperación de los bosques en la Argentina, Giardini aseguró que se tardará “al menos 50 años”. “En algunos lugares puede suceder naturalmente, si están cerca de otro bosque. Pero en zonas totalmente desmontadas no. Y aún si se quisiera ayudar, hoy no tenemos la cantidad de viveros capaces de proveer plantines suficientes. ¿Se puede recuperar? Sí. Pero esto es como una guerra en donde cada vez se te mueren más soldados”, ejemplificó Giardini.

Ver la nota completa con infografía
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Denuncian “relleno ilegal” en Costanera Norte

 


Larreta destruye el ambiente costero para mantener concesiones

Fecha de Publicación
: 18/10/2022
Fuente: Diario Hoy
Provincia/Región: CABA


Alertan que el gobierno porteño hará un “relleno ilegal” en Costanera Norte para mantener tierras concesionadas.
Organizaciones advirtieron que el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) hará un “relleno ilegal” en la Costanera Norte del Río de la Plata para construir el “Parque Costero BA”, el cual costará al menos 2.600 millones de pesos y tiene como objetivo mantener privatizadas tierras de la ribera porteña que son públicas.
Así lo manifestaron en una audiencia pública que realizó de manera virtual la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires.
“Rellenar el río para compensar tierras privatizadas es un delirio urbanístico”, dijo Jonatan Baldiviezo, presidente del Observatorio del Derecho a la Ciudad, y agregó que el Plan Urbano Ambiental de CABA establece que “no se puede seguir modificando el perfil costero”.
Luego, consideró que sería “muy sencillo recuperar tierras cuyas concesiones están vencidas o a punto de vencer”, en vez de renovar su privatización.
Por otra parte, lamentó que la audiencia pública para escuchar la opinión de la ciudadanía se realice cuando la licitación de la obra “ya está en marcha”.
Y añadió que en el Boletín Oficial de la Ciudad “ya se publicaron las ofertas de tres empresas” para construir este parque por montos de “entre 2.600 y 2.900 millones de pesos”, que “todos los ciudadanos porteños tendrán que pagar”.
De acuerdo a lo anunciado por el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, el “Parque Costero BA” será una “playa pública para 6.000 personas” que se instalará sobre tierras ganadas al río con cemento, sobre el cual se colocará arena.
Esta playa estará ubicada entre el complejo privado Parque Norte y el espacio público llamado Parque Deportivo o Saint Tropez, donde hay pistas y playones para practicar skate, mountain bike, longboard, bicipolo y palestra, entre otras ­actividades.
En la audiencia intervino también María José Lubertino, exlegisladora, constituyente de la Ciudad de Buenos Aires y especialista en Derecho Ambiental.
“Estamos ante un ejercicio de cosmética política y ambiental, un simulacro de playa en la que no podremos bañarnos”, dijo, y agregó que, mientras tanto, el gobierno porteño planea “privatizar y vender” tierras públicas.
De ese modo, Lubertino se refirió a la intención del gobierno porteño de vender parte del predio Costa Salguero, operación que se encuentra frenada por dos fallos judiciales, de primera y segunda instancia, en una causa que iniciaron organizaciones y legisladores de la oposición local. “Ni Menem se animó a tanto”, sentenció.
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El 'productivismo' por sobre lo ambiental

 


Advierten por la ley sobre humedales que impulsa el oficialismo: por qué es un riesgo para la producción

Fecha de Publicación
: 27/09/2022
Fuente: Clarín
Provincia/Región: Nacional


El El experto Manuel Chiappe remarcó que podrían afectarse varias actividades agropecuarias.
“Los humedales hoy están protegidos por ley”. Con esta enfática afirmación, Manuel Chiappe, quien es ingeniero ambiental y director General de la Fundación Barbechando, advirtió sobre los proyectos de ley que está tratando de impulsar el oficialismo en la Cámara de Diputados con la excusa de los incendios que se están dando en el Delta del Paraná.
Según explicó, los humedales están protegidos por la Convención sobre los Humedales, también conocida como Convención de Ramsar (ley 25335), que es un convenio internacional que Argentina se adhirió.
Además, ya hay dos normas para proteger los humedales de los incendios. La Ley 26815 -Manejo del Fuego- y la ley 26562 -Presupuestos Mínimos para Quemas Controladas.
"Tal vez se establece esta leyes no están bien redactadas o no son efectivas o no tienen la planificación suficiente para combatir los incendios. Ahí está la falla y no hay que generar otra legislación. Esto no quiere decir que hay que oponerse a una nueva ley de humedales porque son ambientes muy diversos y fundamentales para el desarrollo de la humanidad. pero tampoco engañar a la sociedad que con una nueva ley de humedales se van a apagar los incendios”, disparó el especialista.
“Sí creemos que con una nueva ley de humedales se van a apagar los incendios, no va a ocurrir. Ahora, diputados insisten en una nueva ley de humedales que ninguno de los proyectos habla específicamente de combatir incendios”, agregó el directivo de Barbechando que viene siguiendo el tema desde muy cerca.
De acuerdo con el mapa que publicó el INTA esta semana, la superficie de humedales en la Argentina alcanza a casi 277 mil kilómetros cuadrados, el 9,5 % de la superficie del país. En gran parte del territorio nacional se realizan diversas actividades productivas entre las que se destacan la ganadería, la producción forestal, la frutícola y agrícola.
 En este contexto, hay varios proyectos sobre humedales pero el trabajo que más difusión tiene es el de Leonardo Grosso, diputado del Frente de Todos y presidente de la Comisión de Ambiente de la Cámara de Diputados, que según alertó Chiappe, tiene varios artículos conflictivos.
Entre los puntos más polémicos para la producción, el directivo de Barbechando indicó que hay un artículo que prohíbe la liberación de sustancias químicas y fumigación terrestre o aérea.
A su vez, detalló que en otro de los artículos se especifica que el que produzca monocultivo, cultivo intensivo o agricultura industrial, necesita hacer un estudio de impacto ambiental autorizada por la autoridad de aplicación.
“Además de ser un problema productivo, es un problema socio-económico porque hay muchas familias que viven en el humedal, hay mucho trabajo. Esto genera un impacto que no lo están evaluando”, apuntó
Chiappe estimó, aunque son muy preliminares, que por lo menos un 20% a 30% de las exportaciones del país serán impactadas y un 3% del empleo que aportan las cadenas agroindustriales..
“Hay riesgo de las actividades socioeconómicas que se desarrollan en los humedales”, advirtió. “Tenemos que tener en cuenta la variable socioeconómica, además del ambiental, y nosotros vemos que está variable en algunos proyectos no está contemplada”, cerró.
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Nuevo relevamiento de residuos en playas bonaerenses

 


Residuos playeros: realizan un nuevo censo en la costa bonaerense

Fecha de Publicación
: 27/09/2022
Fuente: La Nueva
Provincia/Región: Buenos Aires


Se llevará a cabo hoy en distintas localidades del Sudoeste Bonaerense. El plástico sigue siendo el principal material que se encuentra tirado en nuestras playas.
Cinco gramos de microplástico. De acuerdo a los informes que llevan a cabo entidades vinculadas a la protección del medio ambiente, esa es la cantidad que consume un habitante de nuestra zona por semana, debido a los residuos plásticos que se encuentran en las costas bonaerenses y argentinas que, posteriormente, terminarán siendo ingeridas por animales acuáticos antes de llegar al ser humano.
El estudio y estas cifras, que en su momento publicó la organización Vida Silvestre, terminan configurando un alerta sobre la necesidad de cuidar y respetar nuestros ambientes costeros, limitando y eliminando cualquier tipo de residuos que se pueda generar en su entorno.
Por esta razón, durante la jornada de hoy se llevará a cabo una nueva edición del Censo de Residuos  Playeros, que se realizará en toda la costa bonaerense, en 21 localidades entre las que están comprendidas varios balnearios de nuestra zona.
El relevamiento, el sexto que se llevará a cabo en los últimos años, busca clasificar la basura que queda o se puede encontrar en las playas de nuestra región y, en algunos casos, también recogerla para disponerla posteriormente en un lugar más acorde.
“Nuestro objetivo es conocer el estado de las playas, qué cantidad de residuos hay en ellas, cómo están clasificados y qué materiales predominan. Históricamente, lo que más encontramos son plásticos”, cuenta Guadalupe Alvarez, de la ONG HAPIC (Humedal Arroyo Pareja-Isla Cantarelli).
Los datos que se obtengan en toda la provincia serán analizados por la fundación Vida Silvestre, que luego los divulgará y realizará las estadísticas comparativas.
“El conteo lo hacemos en una hora aproximadamente y los resultados tardarán un poco en aparecer; normalmente el censo se lleva a cabo entre septiembre y octubre, y estimamos que para noviembre o diciembre ya deberían estar los números finales”, aclara.
Durante el censo que se llevó a cabo el año pasado, el material predominante encontrado fue el plástico, con un 85% de presencia en toda la costa. En nuestra zona, como por ejemplo Coronel Rosales, ese porcentaje trepó al 96%.
“Dentro de ese porcentaje se incluyen las colillas de cigarrillo, porque el filtro está hecho de celulosa. Si bien no las podemos contabilizar porque no las vemos, ya que en la costa hay unos residuos vegetales que impide que las observemos, sí contamos a montones botellas tipo pet, bolsas y residuos de pesca”, advierte.
En ese sentido, un informe presentado en los últimos meses, indicó que en las costas de la provincia de Buenos Aires, los contaminantes más comunes en las playas bonaerenses son las colillas de cigarrillo (27,3%), fragmentos plásticos (20,6%), telgopor (8,6%), envoltorios plásticos (8,1%), botellas y otros envases (6,9%), bolsas plásticas (6,2%) y tapitas (6,2%).
“A nivel local vemos que hay mucho plástico y seguimos encontrando un montón, sobre todo botellas pets. Por esto es que debe darse un cambio de mentalidad, ya que como consumidores tenemos poder de decisión y eso terminaría repercutiendo en el ambiente”, señala.
Sin embargo, lamenta, la cantidad de basura que se encuentra en la costa y en las playas bonaerenses no disminuye.
“Todavía hay un montón de residuos y cada vez aparecen más. Además, con el paso del tiempo el plástico se va acumulando, fragmentando y quedando en el ambiente.
Hoy tenemos un montón de microplásticos en la playa -NdR: se trata de fragmentos menores a 5 milímetros, que se clasifican como micro-. La costa está llena, los animales los ingieren y por las redes tróficas llegan hasta nosotros”, explica.
Alvarez reconoce que esos 5 gramos semanales de microplásticos que ingerimos en forma semanal es prácticamente lo mismo que comer una lapicera o una tarjeta de crédito.
“Este tema es muy grave. La mortandad de animales está asociada a la ingestión y al entrampamiento, ya sea con redes de pesca y anzuelos que quedan en la playa. Hemos encontrado individuos atrapados”, explica.
En cuanto a la ingestión, detalla que es un proceso interno que le provoca al animal un debilitamiento progresivo en el tiempo, en que deja de cazar porque tiene el estómago lleno de plástico.
“Se mueren porque comen tanto plástico que se inmunodeprimen, dejan de incorporar la cantidad de calorías que deben y después no pueden cazar”, sostiene.
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Se agudiza el conflicto por incendios en el Delta

 


Un clima irrespirable en Rosario

Fecha de Publicación
: 19/09/2022
Fuente: Página 12
Provincia/Región: Nacional - Santa Fe - Entre Ríos


La que está terminando es la semana de mayor efervescencia política desde que comenzó el conflicto por los incendios en el Delta del Paraná. Tras la protesta de intendentes de la región en el Obelisco y sus reuniones con autoridades y diputados nacionales, el ministro de Ambiente, Juan Cabandié, se dirigió este viernes a la base operativa de Alvear, desde donde reclamó a la Justicia que metiera "a alguien en cana" y pidió mayor compromiso al gobierno de Entre Ríos. Pero el humo no cesa y el clima social sigue siendo de malestar y desconfianza. En este marco, más de 500 agrupaciones realizarán este fin de semana una Acción Plurinacional por los Humedales. Con protestas en todo el país, comenzará el sábado con una marcha con corte en el Puente Rosario-Victoria que, acampe mediante, concluirá el domingo. La principal --e histórica-- demanda es la Ley de Humedales. El jueves comenzará un nuevo debate en comisiones en torno a este proyecto en la Cámara Baja.
"Hoy está lindo", expresa un rosarino, pero sin tono de festejo. No se refiere al clima, sino al hecho de que este viernes se puede medianamente respirar. No fue así el lunes ni el martes ni el miércoles, cuando el balcón de su departamento se cubrió de cenizas. Cuenta que la pequeña hija de una pasajera suya --es remisero--, asmática, se desmayó dos veces. Se llegaron a prohibir las actividades físicas al aire libre; el gobierno provincial pidió el uso del barbijo incluso estando afuera; se incrementaron las consultas médicas; hubo accidentes por la falta de visibilidad agravada por la niebla. La paradoja es que ese "hoy está lindo" remite sólo a la repercusión perceptible del humo en el cuerpo. Porque humo hay. Los jóvenes con sus skates, los que se besan, los que toman mate, y los hombres que pescan en la zona del Parque España, en la costanera, lo tienen frente a sus narices. Al sur, una enorme nube negra. Al norte, otra más pequeña. Uno de los incendios más impresionantes se ubica en la localidad de San Lorenzo. Se supo por un video que circuló a la noche.
"Los focos son gravísimos", sentenció el intendente rosarino, Pablo Javkin, en diálogo con Página/12. Y explicó lo que todos explican en esta ciudad hace ya dos años y medio: que respirar bien depende de la dirección del viento. "En las islas, sólo frente a Rosario, se están quemando en este momento 6 mil hectáreas", detalló. El jueves encabezó una protesta de intendentes de la región hacia Buenos Aires para "visibilizar el conflicto". El pedido concreto fue la presencia permanente de las Fuerzas Armadas en el territorio para controlar los incendios. Se lo hicieron al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, e indicaron que recibieron compromiso del Estado Nacional para avanzar en la coordinación de una estrategia federal. Después fueron recibidos por diputados nacionales. Tras la reunión, se supo que el jueves un plenario de comisiones del cuerpo legislativo debatirá la Ley de Humedales, demanda histórica de las organizaciones, cuyo tratamiento cayó tres veces en la historia argentina.
Javkin hace un balance "positivo" del paso por Buenos Aires. En un primer momento hubo cruces con el viceministro de Ambiente, Sergio Federovisky, pero quedaron saldados al desenvolverse las reuniones. "Hasta acá teníamos todos los recursos para apagar el fuego, pero no para evitar que se prendiera. El planteo del Gobierno era que instalar a las Fuerzas en Entre Ríos requería un mecanismo de solicitud del gobernador (Gustavo) Bordet. Hasta acá no se había dado. Hoy (por el viernes) aparentemente se dio", explicó el intendente. El Ejército intervino hace 20 días por primera vez en el conflicto. Retomó la tarea el miércoles tras haberse retirado. El director del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario, Matías de Bueno, hace tiempo viene insistiendo en la creación de una policía de humedales, de carácter interjurisdiccional:  "Cuando el fuego se enciende el daño ambiental se produce, es enorme, y el costo de apagar el fuego es mucho mayor que el de prevenirlo", argumentó.
A Bordet, en la mira desde diversos lados por su inacción, y en tensión hace rato con la cartera de Ambiente, apuntó Cabandié tras visitar la base de Alvear junto a Federovisky y otros funcionarios provinciales, y antes de sobrevolar las zonas afectadas. En rueda de prensa contó que el gobernador había sido invitado a la base: "Las autoridades de su gobierno deberían estar acá". Medios locales publicaron que Bordet solicitó la presencia de las Fuerzas Armadas en el Delta y que acordó con Aníbal Fernández operativos con el Grupo Albatros. El discurso del ministro estuvo orientado además a la Justicia federal para que investigue los casos de quemas de pastizales en los humedales.
No solamente los intendentes llevaron el conflicto a Buenos Aires. El Concejo Municipal votó el jueves por unanimidad una resolución para que el presidente Alberto Fernández y todo el Gabinete se instalen en Rosario, con el fin de que los funcionarios "conozcan de forma directa y sin intermediaciones los efectos de la crisis de violencia y ambiental" que atraviesa la ciudad, en palabras de Juan Monteverde, concejal de Ciudad Futura, uno de los bloques que impulsó el proyecto.
En las calles, a pesar de que se disfruta del día "lindo", el clima es de malestar por lo vivido en los últimos días y de desconfianza hacia los movimientos políticos que hubo. Hay enojo por los daños sobre la salud y también sobre el ecosistema, prima la sensación de que los políticos se "pasan la pelota".
Jésica Fernández Bruera, de la Multisectorial Humedales, una de las organizaciones que convocan a la Acción Plurinacional, considera que las expectativas de la sociedad están puestas, ante todo, en el debate en comisiones de la Ley de Humedales. "Es un avance. No salimos a festejar porque sabemos que el trayecto es largo. Lo que sí, no nos da lo mismo cualquier ley", dijo. De los distintos proyectos que hay en danza, sólo uno cuenta con el aval de las organizaciones ambientalistas y los científicos que vienen luchando por ella. "Es triste y altamente simbólico el hecho de que los intendentes se hayan movilizado a Buenos Aires y hayan abierto carteles cual ciudadanos comunes. Detrás de esto hay un uso político. La gente, de todas formas, no se está sintiendo representada en ninguna de estas acciones. Cabandié llegó hoy, pero previamente, sólo se había manifestado en un tuit. Lo más potente es que se haya avanzado para el plenario. Pero nada de lo que estuvo ocurriendo hace que la gente sienta que la están mirando y escuchando. Sigue habiendo una sensación de que no hay interés por resolver esto", concluye, en la previa del corte del puente, una acción que la Multisectorial emprende desde agosto de 2020, cuando el humo llegó para quedarse.
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Los glaciares de Tierra del Fuego con el tiempo contado

 


Alarma por el dramático fenómeno que pondrá fin a los glaciares de Tierra del Fuego: para cuándo se prevé

Fecha de Publicación
: 19/09/2022
Fuente: La Nación
Provincia/Región: Tierra del Fuego


Los especialistas sostienen que los “glaciares de circo”, característicos de aquella provincia, se encuentran en retroceso por el cambio climático
En un diagnóstico desolador, los científicos advierten que a los glaciares de Tierra del Fuego les restan entre 40 y 60 años antes de desaparecer. Los especialistas sostienen que los “glaciares de circo”, característicos de aquella provincia, se encuentran en retroceso por el cambio climático. Las altas temperaturas –como efecto del calentamiento global– están acelerando los deshielos y redujeron un tercio de su masa en los últimos 20 años.
El fenómeno afecta en especial al Martial, un emblema natural de Ushuaia que se partió en tres fragmentos. La ciudad depende casi en su totalidad del glaciar para el suministro de agua potable y, de continuar la tendencia, podría entrar en estado de emergencia. El pronóstico es pesimista, pero no irreversible si se adoptan acciones inmediatas. La posibilidad de recuperarlos, según consignan, será un proceso lento en el que tengan que registrarse varias décadas con temperaturas por debajo de las actuales que permitan una acumulación de capas de nieve para nutrir nuevamente a los cuerpos de hielo.
El problema fue advertido con crudeza en Hostil, un documental de producción argentina enfocado en los glaciares del archipiélago fueguino y su relación directa con las turberas, que son humedales milenarios que dependen del agua dulce para que su ecosistema no colapse. El documental contó con la colaboración y los estudios de científicos del Centro Austral de Investigaciones Científicas (Cadic) del Conicet. Además colaboró la empresa tecnológica Google, que aportó una cámara especial que permitió a los realizadores mapear los rincones más inhóspitos de la provincia del sur argentino y registrar en una expedición osada cómo el hielo cede por la intensidad solar y el impacto de la actividad humana.
Los especialistas destacan la necesidad de que a futuro se declare a la Península Mitre área protegida. El sitio alberga glaciares, una fauna y flora diversas, y contiene el 84% de las turberas del país, un activo natural que es clave para evitar la liberación de carbono en la atmósfera.
“Si se mantiene la tendencia climática, de temperaturas elevadas y cada vez menos precipitaciones, los glaciares de circo de Tierra del Fuego van a desaparecer en los próximos 40 a 60 años. La mayoría están retrocediendo de forma muy acelerada, sobre todo en los últimos cinco años, que coinciden con el incremento alto de las temperaturas registradas en ese período. Revertir la situación climática va a ser muy difícil”, dice a LA NACION Juan Federico Ponce, geólogo investigador del Conicet y profesor de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego.
Los glaciares de circo son un tipo más pequeño de estas formaciones. Se ubican en las cabeceras de los valles recluidos en los picos de las montañas. Al no tener una altura muy elevada respecto del nivel del mar, son muy sensibles al aumento de las temperaturas en el planeta. Son los que predominan en la provincia y hay relevados alrededor de 110 en la cordillera fueguina, aunque el número es actualizado cada año por los investigadores, con una tendencia descendente.
El fenómeno de retroceso es explícito en el glaciar Martial, que está ubicado en Ushuaia y puede ser avistado desde casi cualquier punto de la ciudad. Por el adelgazamiento de su masa terminó por fragmentarse. “Con el correr del tiempo, por reducción de la superficie se dividió en tres cuerpos más pequeños”, dice el glaciólogo. Y agrega: “La posibilidad de recuperar los glaciares es un proceso lento. Tienen que haber varias décadas con una temperatura por debajo de la actual para que se estabilicen primero y dejen de retroceder. La formación de hielo se hace a través de la acumulación de nieve en la superficie. Los glaciares se alimentan de nieve que queda allí, y tiene que aguantar todo un verano sin derretirse para que sobre ella caiga más nieve y se forme el hielo”.
La problemática no se limita a los glaciares toda vez que, como cuerpos de agua, están asociados a los arroyos que alimentan ríos y lagos. También de ellos dependen las turberas, que son ecosistemas sensibles con abundante vegetación en los valles de Tierra del Fuego. Estos ambientes formados hace más de 19.000 años funcionan como “aspiradoras de carbono” y necesitan de mucha humedad y frío para seguir existiendo. “La desaparición de los glaciares corta el suministro de agua que les llega. Son humedales que sirven de reservorios de carbono porque evitan que los gases de la descomposición orgánica se libere en la atmósfera”, detalla Ponce.
Las turberas de Tierra del Fuego son lugares prácticamente vírgenes y únicos en el mundo. En la antigüedad las tribus yámanas habitaron esas regiones, pero mantuvieron una relación con la naturaleza que no dejó huellas en el ecosistema y se mantienen en la forma natural que fueron generadas. Tienen una superficie con vegetación viva, principalmente musgos y a medida que la flora muere se acumula en su fondo. Tienen una estructura fibrosa y retienen mucha agua. Alcanzan hasta 16 metros de profundidad y sirven, a la vez, de archivo geológico vivo porque con el estudio de sus capas se puede conocer cuál era el clima en la época de cada una de ellas.
Antes de que se tomara conciencia, se explotaban por su gran poder calorífico. Los panes de turba eran extraídos por el hombre, se drenaba el agua y se usaban para calentar salamandras y chimeneas. La actividad aprovechaba la energía de las turberas, pero paralelamente aceleraba la liberación de carbono en la atmósfera, por lo que comenzó a limitarse.

La travesía
Llevar los papers y las advertencias científicas al campo real les requirió a los realizadores de Hostil viajar al corazón del problema. Un grupo de jóvenes se aventuró en una travesía de un mes por las montañas para documentar el estado de los glaciares de circo –entre ellos, el Martial y El Ojo del Albino– y las turberas. Finalmente se embarcaron en velero y navegaron las aguas heladas del canal de Beagle hasta alcanzar las profundidades de la Península Mitre, una región de 2400 kilómetros cuadrados de sierras, faldas, valles, bosques, lagunas y ríos. La zona vista desde un mapa es la punta oriental del triángulo que representa Tierra del Fuego.
“Está invisibilizado lo que sucede en los glaciares de Tierra del Fuego y queremos que la gente tome conciencia de lo que está sucediendo. Documentamos con un registro fotográfico que sirve a las próximas generaciones para que entiendan cómo estaba la isla en ese momento específico del tiempo. Google se interesó mucho en el proyecto y nos prestaron la cámara que utilizan para mapear el Google Maps”, dice a LA NACION Fernando Urdapilleta, director del documental.
La empresa tecnológica aportó la cámara Google Trekker, que es una una mochila pesada que fotografía en 360 grados con alta resolución. Luego las imágenes fueron subidas al Google Street View para que cualquier persona pueda recorrerlas con una computadora. El ambientalista Alexis Caporale y Federico Frigerio, diputado nacional de Tierra del Fuego y productor del documental, se encargaron de llevar el dispositivo de 15 lentes para registrar las cumbres de los glaciares y los senderos de la Península Mitre.
“La película es un llamado a la reflexión de esta realidad y a la acción de proteger los ecosistemas. La ciudad de Ushuaia se nutre de agua dulce exclusivamente del glaciar Martial, cuando desaparezca se va a tener que preparar para la emergencia. Se pueden tomar distintas medidas para ralentizar el retroceso, pero la realidad es que nos tenemos que hacer la idea de que Tierra del Fuego se va a quedar sin glaciares. Somos la última generación que los va a ver en la isla, es dramático”, denuncia Urdapilleta.
Después agrega: “Las turberas están íntimamente vinculadas con los glaciares y son casi el único ambiente que podemos proteger ahora de forma activa. Son aspiradoras de carbono que absorben las emisiones de los autos, las fábricas y todos los gases de efecto invernadero que producen el aumento de las temperaturas y el consecuente derretimiento de los glaciares. Protegiendo la turba se protegen los glaciares”.
La expedición a los glaciares fue liderada por el alpinista Leandro Hernández, experto en travesías por hielo continental. No fueron pocos los contratiempos presentes al mapear la zona. En un ascenso, uno de los drones que los acompañaba perdió señal en la altura e impactó contra una montaña. Por otro lado, tuvieron que sortear las grietas escondidas en la nieve, un riesgo que aumentaba por el peso de las cámaras y los equipos que transportaban, en especial el del Trekker. “Podés caer y quedar atrapado en una gruta. Los glaciares de circo están a medio derretir y podés dar un paso en falso en un lugar que parece firme, pero abajo hay una cueva. Arriba del glaciar se produce un microclima distinto y tenés que estar siempre en movimiento por el peligro de congelarte”, describió Urdapilleta.
De acuerdo con Frigerio, el objetivo del documental fue amplificar y visibilizar lo que los científicos vienen advirtiendo hace más de 50 años en estudios e investigaciones irrefutables sobre el problema. “Lugares como Península Mitre quedan muy pocos en la Tierra. Por la hostilidad del clima se cuidó sola durante miles de años. Lo inhóspito y hostil del clima expulsó cualquier intento del hombre de establecerse ahí”, detalla Frigerio.
Luego advierte: “Pero indefectiblemente el hombre, el turismo y la tecnología avanzan, y cada vez hay más visitantes en esa zona. Hoy es una anarquía. Si no se planifican los senderos, el mantenimiento y se protege el área, puede destruirse. Hay que evitarlo”.
Existe actualmente un proyecto de ley en la legislatura de Tierra del Fuego para declarar la Península Mitre área protegida y convertirla en un parque provincial. La iniciativa busca proteger el ecosistema de los glaciares, las turberas, la flora y la fauna, y un bosque de macroalgas. A tres años de su presentación todavía no fue tratado en el recinto.
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Salta busca una nueva ley de bosques, pero 'productivista'

 


El acuerdo, casi imposible, que se busca para la ley de bosques

Fecha de Publicación: 14/09/2022
Fuente: El Tribuno
Provincia/Región: Salta


Insisten en que el ordenamiento habilite nuevas áreas de producción. Buscan conciliar con una mediación posturas productivistas y conservadoras.
La intención del Gobierno provincial es que antes de fin de año esté terminada la primera revisión del mapa de ordenamiento territorial de los bosques nativos (OTBN) de Salta, que ya viene con un retraso de 9 años, de acuerdo a lo que marca la ley nacional de bosques (Ley 26.331). Sin embargo, el proceso participativo requerido para su aprobación se enfrenta a una disyuntiva entre los sectores, que se podrían reducir como "productivistas" y "conservadores" o ambientalistas. Esas posturas, autoimpuestas como contrarias, ya hicieron fracasar en otras oportunidades la posibilidad de ordenar de manera eficaz las zonas en las que se pueda, justamente, producir (agricultura y ganadería) y proteger el medio ambiente en Salta. Dos visiones que no se cumplen en gran parte del territorio salteño.
Como dio a conocer la semana pasada El Tribuno, en la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Provincia, que es donde se encara la revisión del OTBN, buscarán contrartar un servicio de mediación para tratar de conciliar a las partes.
La coordinadora del proceso, María Gil, explicó en esa oportunidad que el trabajo que están realizando no apunta a reducir las áreas protegidas, categorizadas en rojo, amarillo y verde. Cada color restringe o habilita la utilización productiva de tierras de acuerdo a un valor ambiental asignado.
Consultados para esta nota, dirigentes del campo salteño insistieron en la posibilidad de desarrollo que tiene la provincia si se permite un uso de suelo diferente al actual. Es en referencia a la superficie pintada de amarillo donde solo se puede producir sin afectar el bosque nativo (sin desmontes). Especialmente a las dos millones de hectáreas que corresponden a gran parte de Rivadavia y el este de San Martín, sectores que figuran entre los más afectados por la pobreza en el país.
"Lo que nadie dice es de qué va a vivir la gente del Chaco salteño, que está con esa limitación de poder producir. Seguirá viviendo del asistencialismo como ocurre hasta ahora y en la indigencia en la que vive actualmente", dijo Carlos Segón, presidente de la Sociedad Rural Salteña.
"En la medida que el ordenamiento territorial signifique mayores limitaciones a la actividad productiva el sector no va acompañar esa revisión del mapa de ordenamiento territorial", fijó postura el dirigente.
Lucas Norris, titular de la Asociación de Productores de Granos del Norte (Prograno), sostuvo, en tanto, que en las discusiones por el OTBN "no haya una cuestión de ideología".
"Tenemos que pensar con el desarrollo qué es lo se puede hacer, que nos dejen hacerlo o habilitarlo y que no haya una cuestión de ideología que diga que no se puede hacer nada", señaló Norris.
"Es positivo que el gobernador se haya manifestado a favor de una provincia productiva, porque en definitiva es lo que necesitamos, hay que ver cómo logramos hacerlo y que no quede en palabras", agregó.

Acciones
El trabajo de revisión del mapa se realiza desde el año pasado. Al proceso participativo de consulta lo integran especialistas de las universidades locales, científicos del Conicet y miembros de diferentes instituciones relacionadas con la temática.
Según adelantaron a este diario desde la Secretaría de Ambiente, en los próximos días se publicarán en la página web del organismo los distintos documentos, mapas y estudios técnicos que se elaboraron y desarrollaron para el OTBN de Salta.
El nuevo mapa estaría listo a fines de noviembre o en diciembre. El trabajo será elevado, luego, a la Legislatura para su tratamiento. Ese último paso se realizaría el año próximo.
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