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Misiones inicia tareas de restauración tras incendios forestales

 


Ecología: restauran áreas del Parque Salto Encantado afectadas por los incendios

Fecha de Publicación
: 04/07/2023
Fuente: El Territorio
Provincia/Región: Nacional


La tarea recayó en la Dirección de Servicios Ambientales de la Subsecretaría de Ordenamiento Territorial, que entre otoño e inicios de la primavera del año pasado se abocó a la misión de ayudar a la selva a que se regenere
El Parque Provincial Salto Encantado sufrió los embates de los incendios forestales registrados en las primeras semanas de 2022. En total 106 hectáreas del Área Natural protegida se vieron afectadas por el fuego, lo que equivale a menos del 1% de la extensión de su territorio por lo que el Ministerio de Ecología se puso a trabajar en el proceso de restauración de las superficies dañadas.
La tarea recayó en la Dirección de Servicios Ambientales de la Subsecretaría de Ordenamiento Territorial, que entre otoño e inicios de la primavera del año pasado se abocó a la misión de ayudar a la selva a que se regenere.
El Prof. Iván Otiñano, Director de Servicios Ambientales, detalló distintos aspectos de lo realizado. Lo primero que valoró fue el trabajo conjunto, que incluyó a otras dependencias de Ordenamiento Territorial, guardaparques del Parque Provincial Salto Encantado, técnicos de la Dirección General de Bosques, INTA, Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de Misiones, técnicos del Proyecto USUBI, técnicos municipales de Salto Encantado, el Comité de Cuencas Altas de los arroyos Alegre y Cuña Pirú y la Fundación Hora de Obrar.
“Es importante destacar que la proximidad de remanentes de ecosistemas de bosque nativo en buen estado de conservación, el incremento de las medidas de protección sobre el área, como el caso de la barrera ambiental sumado a la combinación de diferentes técnicas de restauración se configuran como elementos que han sido determinantes para que el proceso, al menos a priori comience a presentar resultados positivos”, concluyó Otiñaño acerca del proceso de restauración.
El profesional indicó que el déficit hídrico registrado desde 2019 y la consecuente pérdida de humedad en los bosques nativos convirtieron al material vegetal seco en un potencial combustible.
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Ejes para proteger al Chaco argentino de la deforestación

 


Tres estrategias para proteger al Chaco argentino de la deforestación

Fecha de Publicación
: 22/06/2023
Fuente: Mongabay
Provincia/Región: Nacional


La expansión de la frontera agropecuaria en el Gran Chaco argentino ha convertido esta región en uno de los focos más graves de la deforestación en Latinoamérica. Los bosques de este territorio ubicado al norte del país desaparecen a gran velocidad, empujados por los cultivos de soya y la producción de carne. En el segundo semestre de 2021, se perdieron 10 331 hectáreas de áreas forestales, de acuerdo con un informe de la Subsecretaría de Recursos Naturales de la Provincia del Chaco.
La iniciativa de MapBiomas —de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) y publicada a finales de 2022— alertó sobre la pérdida de 9.5 millones de hectáreas entre 2000 y 2021 en la región del Gran Chaco que además del argentino incluye también Paraguay, Brasil y Bolivia, como resultado del uso del cambio de uso del suelo, principalmente de bosque a pastizales y agricultura.
Pero no todas son acciones en contra, ciudadanos y entidades estatales han creado estrategias para detener el efecto de las malas prácticas en este territorio que formó parte de lo que alguna vez fue el Gran Bosque Chaqueño y que atraviesa cuatro países:
Estas son tres iniciativas que buscan recuperar esta ecorregión que tiene bajo su tierra una gran reserva de carbono:

1 - Un territorio para el yaguareté
Hace dos décadas, los propietarios de la Reserva Tantanacuy —un área privada y protegida de conservación— comenzaron a realizar actividades ecoturísticas para protegerse de la tala que acabó con las áreas aledañas. Esta acción convirtió en un santuario a la reserva y logró salvar 2500 hectáreas de bosque nativo que se convirtieron en un espacio seguro para la fauna y la flora chaqueña.
En la zona donde se ubica la reserva, es posible el aprovechamiento forestal, pero no se permiten cambios de uso del suelo. No obstante, los vecinos de la reserva han logrado evadir la ley con argumentos técnicos para la aprobación de los cambios de uso de suelo, lo que continúa afectando el territorio. Es así como Tantanacuy se ha convertido en una fortaleza en medio de la deforestación.
Los safaris especializados y la observación de aves son un respiro para el Chaco argentino. Además, la reserva tiene un convenio con el Proyecto Yaguareté que logró documentar en los terrenos la presencia del jaguar o yaguareté (panthera onca), un hallazgo positivo, puesto que Argentina es el país sudamericano con menos ejemplares registrados.
Las iniciativas de conservación en tierras privadas son una oportunidad para disminuir costos en la operación de las áreas protegidas públicas. Sin embargo, es esencial la presencia del Estado para el control de las actividades turísticas, señala Manuel Jaramillo, director general de la Fundación Vida Silvestre Argentina. Además, también es necesario que las iniciativas particulares se acompañen con un diseño de paisaje que esté reflejado en el ordenamiento ambiental de los bosques nativos”, resalta el experto.

2 - Una ganadería que cuide los bosques
Una de las apuestas del Refugio Privado El Cachapé es el engorde del ganado con pastizales naturales. Esto quiere decir que no se introducen especies de pastizales exóticas ni tampoco se remueven algunos pastos en beneficio de otros. Esto facilita que el mismo ambiente haga una selección natural y que los mismos animales sean quienes dispersen las semillas.
También seleccionan zonas de pastoreo de acuerdo con la época del año y controlan el número de animales que están en cada área. Esta manera de hacer ganadería, además de traer ventajas en la producción, protege el suelo. Sin embargo, Eduardo Boló Bolaño, dueño del refugio, asegura que todavía falta apoyo estatal para continuar con este modelo en otras áreas.
La transmisión de este conocimiento a sus trabajadores es otra de las actividades en la que está enfocado Boló. Si se conoce la importancia de conservar el lugar y de no cazar los animales, dice, será más fácil continuar protegiendo las 1800 hectáreas de bosque que tiene el refugio y en la que viven especies arbóreas con edades de entre los 300 y 400 años.

3 - La tecnología al servicio de la naturaleza
La falta de recursos estatales para monitorear el Chaco argentino es uno de los principales problemas para su conservación. En 2022, el gobierno provincial del Chaco expuso en Washington, Estados Unidos, el Eco-Token del Chaco. Se trata de una herramienta digital basada en criptomonedas para obtener recursos que ayuden a conservar este ecosistema. Lo que se busca es que los pagos provengan del mercado de capitales internacionales en compensación por los servicios ecosistémicos que entrega esta importante área boscosa.
Con los recursos, el gobierno provincial pretende tener un mayor control en el territorio con mejores sistemas de vigilancia que fortalezcan a los guías forestales y el control efectivo de la policía. La idea es empezar con cien mil hectáreas, de las cuales la mitad son áreas forestales y comprenden reservas estratégicas.
La propuesta deja algunas dudas como quiénes están interesados en este mercado, en especial porque estas tecnologías se caracterizan por su desconfianza hacia las entidades gubernamentales. También existe la pregunta de cuál sería el plan B si no funciona esta estrategia. El Chaco argentino tiene amenazas latentes que requieren de soluciones urgentes, aseguran los expertos.
“No debe perderse de vista la importancia de que estos servicios ecosistémicos sigan estando disponibles para las comunidades locales y los pueblos originarios. Se debe asegurar que cualquier mercadeo de los mismos no afecte negativamente a esos actores en territorio”, destacan desde la Fundación Vida Silvestre.
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Quieren hacer pasar al país como sin riesgo de deforestación

 


Trabajan para que Argentina sea reconocida por la UE como país sin riesgo de deforestación

Fecha de Publicación
: 13/06/2023
Fuente: Portal economis.com.ar
Provincia/Región: Nacional


El secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, se reunió con el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, para elaborar en conjunto un documento de Declaración País para que la Unión Europea reconozca a la Argentina como país sin riesgo de deforestación.
Bahillo coincidió con el pedido de la SRA y sostuvo “nuestros altos estándares ambientales son reconocidos a nivel mundial en cada misión que realizamos”, y agregó “vamos a trabajar en conjunto con la SRA para poder acelerar los tiempos del reconocimiento por parte de la Unión Europea”.
Participaron de la reunión también el vicepresidente, Marcos Pereda; y el subcoordinador de la Comisión de Sostenibilidad, Andrés Costamagna.
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Informes de la AGN sobre problemáticas ambientales

 


Desertificación, glaciares y más: los informes de la AGN sobre problemáticas ambientales

Fecha de Publicación
: 06/06/2023
Fuente: Portal elauditor.info
Provincia/Región: Nacional


La AGN juega un papel central en el análisis y seguimiento del uso de recursos públicos y preservación de riquezas naturales. ¿Qué dicen algunos de los informes de la Auditoría General de la Nación sobre las problemáticas vinculadas al medioambiente?
El cuidado del ambiente es una prioridad de las agendas mundiales y en Argentina no es la excepción. Como organismo de control, la Auditoría General de la Nación (AGN) tiene un rol fundamental. ¿Por qué es tan importante que la AGN se involucre en estas cuestiones? Porque es el organismo encargado de fiscalizar el uso de los recursos públicos y promover la transparencia en la gestión estatal, también en lo vinculado a la sustentabilidad y la preservación de riquezas naturales.
Desertificación, glaciares, energías renovables, pasivos ambientales, bosques nativos, saneamiento del Riachuelo son algunos de los temas que el organismo consideró para sus informes. Estos estudios permitieron identificar deficiencias y puntos a mejorar. Si bien siempre hubo un compromiso de parte del organismo con la gestión ambiental, en 2001 se creó un área específica para esa labor que es el Departamento de Control de Gestión Ambiental (DCGA).

Desertificación
Una de las grandes preocupaciones en materia ambiental es la desertificación. Un informe de la Auditoría General de la Nación, sobre el Programa de Acción Nacional (PAN) señaló el “escaso cumplimiento” de las gestiones de cuidado del medio ambiente. El estudio se centró en la gestión desde junio de 2016 hasta diciembre de 2020, y el eje principal de análisis fueron las medidas tomadas para cumplir con los objetivos de conservar los servicios ecosistémicos y mejorar las condiciones de vida de las poblaciones afectadas, conforme a la meta 15.3 de la Agenda 2030.
La auditoría encontró “graves falencias” para implementar el PAN y el manejo sustentable de la tierra. Según el informe, las acciones no están siendo acompañados con las adecuaciones normativas, institucionales ni presupuestarias necesarias para su cumplimiento.
Hallaron que no impulsó una nueva legislación sobre suelos y desertificación, y que el presupuesto y recursos humanos son insuficientes para la efectiva implementación del programa. Entre los factores ajenos al programa, señalaron la situación del ASPO por COVID-19 que obligó a detener actividades planificadas, en detrimento del correcto desarrollo del programa.

Parques nacionales
Otro aspecto analizado por la AGN es la gestión de los Parques Nacionales. La Auditoría evalúa la eficacia de las políticas y medidas implementadas para su protección, con el objetivo de asegurar que se cumplan los objetivos de conservación y se minimicen los impactos negativos en espacios naturales que albergan un patrimonio invaluable.
A mediados de 2021, el organismo de control aprobó un informe de seguimiento sobre la labor de la Administración de Parques Nacionales (APN) y de la Secretaría de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SGAyDS). De las 40 recomendaciones realizadas por el organismo de control en 2016, solo se habían resuelto ocho.
Entre las observaciones realizadas se detalló que no se encontró personal con estabilidad laboral (de planta permanente) en las áreas protegidas ni guardaparques contratados y que en muchas ocasiones el control y vigilancia o acciones ante emergencias ambientales son cubiertas por pobladores locales que actúan como guardaparques de apoyo.
La AGN también resaltó la importancia de elaborar una estrategia que redefina las prioridades considerando una mejor administración de las áreas protegidas con alta participación, mejores niveles de investigación científica, realización de monitoreo de la biodiversidad y programas de vigilancia eficiente. Sobre este punto, advirtió el progreso en el proceso de planificación, “aunque persisten dificultades que limitan la gestión eficaz de las AP”.

Sobre la cuenca Matanza - Riachuelo
El 8 de julio de 2008, la Corte Suprema de Justicia de la Nación emitía una sentencia que fue pionero en materia de recomposición y prevención del daño ambiental: el fallo “Beatriz Mendoza c/ Estado Nacional y otros” mediante el cual se obligó al Estado a desarrollar un plan para el saneamiento de la Cuenca Matanza Riachuelo. Para el desarrollo de la causa, la AGN tuvo un accionar clave en el aporte de pruebas.
El informe de la Auditoría daba cuenta que el 65,9% de los hogares de la Cuenca no tenía acceso a los servicios de cloacas, y afirmaba que las principales fuentes de contaminación eran los vertidos cloacales e industriales (plomo, mercurio, zinc, cadmio, cobre, magnesio, níquel e hidrocarburos y sus derivados) y la falta de una gestión adecuada de los residuos.
Desde entonces, cada año la Auditoría realiza un estudio de gestión y de seguimiento de las tareas que Acumar realiza en la Cuenca. El último fue aprobado en abril de este año sobre el desempeño de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) en el trabajo para palear la contaminación de origen industrial. Problemas en el presupuesto, información desactualizada e inconvenientes a la hora de sancionar fueron algunos hallazgos.

Glaciares
En lo referente a glaciares, la Auditoría ha realizado informes para evaluar la implementación de la Ley de Preservación de Glaciares y del Ambiente Periglaciar. Estos análisis son fundamentales para asegurar que se cumplan las medidas de protección necesarias y evitar el deterioro de estos ecosistemas únicos.
En 2018, aprobó un informe en el que se concluyó que existe una “ausencia de monitoreo” de los lagos que se forman en torno a los glaciares de la zona oeste del país y, por eso, se está ante un “riesgo potencial catastrófico”. El organismo de control encendió las alarmas luego de analizar la labor del ex Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
Los auditores explicaron que cuando los lagos se desbordan “arrastran sedimentos y escombros que generan aluviones de gran magnitud, pues recorren distancias extensas debido a la pendiente, y son considerados uno de los peligros más importantes por su potencial destructivo de poblaciones cercanas”.

Pasivos ambientales
La AGN examinó la gestión de la Secretaría de Minería en materia de manejo de los Pasivos Ambientales Mineros. Observó fallas en el fortalecimiento de la administración y en la estandarización de marcos normativos. Los organismos auditados, entre enero de 2018 y mayo de 2020, fueron la Secretaría de Minería de la Nación (SEMIN) y Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR).
De acuerdo al análisis del organismo “no existieron acciones de fortalecimiento” de la gestión minera y tampoco se avanzó en una regulación específica sobre la gestión integral de los residuos. Sumado a esto, el informe expuso que la Secretaría de Minería “no fue eficaz ni eficiente" en el cumplimiento de objetivos.

Bosques nativos
Sobre la preservación de bosques nativos, la Auditoría General de la Nación realizó varios informes y la aplicación de la Ley 26.331 sobre presupuestos mínimos para su protección.
El ordenamiento territorial es clave para la conservación de los bosques y, según la Auditoría, presenta debilidades que la autoridad de aplicación nacional no pudo modificar. Una de las fallas detectadas es que por no coordinar con las provincias se produjeron fallas en la coherencia ecorregional, en la definición de bosque nativo, en la aplicación de criterios de sustentabilidad ambiental y en el cumplimiento de plazos para su actualización.

Energías renovables
En función del cumplimiento de las metas del ODS 7, Energía asequible y no contaminante, la AGN analizó la gestión de la Secretaría de Energía. El período analizado va desde el inicio del año 2018 hasta dos años después, a fin de febrero del 2020, y los avances y acciones registrados en ese lapso no fueron suficientes.
Se encontraron programas subejecutados y falta de coordinación entre las partes involucradas, no logrando garantizar el futuro cumplimiento de los compromisos asumidos.

¿Qué se audita en 2023?
Según el Programa de Acción Anual de la AGN presentado ante la Comisión Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas, este año la AGN realiza el estudio de la gestión de la Administración de Parques Nacionales sobre el Parque Nacional Campos del Tuyú, Mburucuyá, Talampaya; las acciones en función de la calidad del aire impulsadas por el Ministerio; el Programa Nacional de Protección de los Bosques Nativos; la implementación, monitoreo, reporte y verificación de las acciones de mitigación y adaptación nacionales que hagan al cumplimiento de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
También forman parte del listado la gestión y seguimiento de las recomendaciones del informe aprobado sobre el tratamiento de residuos sólidos urbanos; la producción sustentable. contingencias y pasivos ambientales en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca; la gestión ambientalmente racional de contaminantes orgánicos; la gestión ambiental del Programa Bosques Nativos y Comunidad, comunidad wichí, Salta; y el relevamiento de las acciones desarrolladas en el marco del Plan Integral Estratégico para la Conservación y el Aprovechamiento Sostenible en el Delta del Paraná (PIECAS-DP).
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Chaco: ejecutivo plantea ley penal para desmontes

 


D’Alessandro: ”Una ley que cuide los bosques nativos será de un gran aporte”

Fecha de Publicación
: 01/06/2023
Fuente: Chaco Día por Día
Provincia/Región: Chaco


"Esta será una gran herramienta para los estados que como Chaco, vienen dando pasos claros para el resguardo de los bosques nativos" sostuvo el precandidato a diputado Gustavo D'Alessandro, tras el anuncio - durante la visita del ministro Cabandié - de la presentación de un proyecto de ley que pretende penalizar los desmonte ilegales.
Precisamente, este martes en Machagai, Juan Cabandié, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible- junto a Jorge Capitanich, gobernador de Chaco y Juan Manuel García, intendente de la localidad -, anunció el envío al Congreso de la Nación de un proyecto de Ley de Penalización de los Desmontes Ilegales.
“De sancionarse esta norma será una herramienta fundamental en el combate contra la tala indiscriminada e ilegal. Además aportará políticas claras hacia el cuidado efectivo del ambiente. Tampoco podemos olvidarnos que un aporte similar tendrá la Ley de Humedales, que reclamamos hace años” sostuvo el precandidato D´Alessandro.
En Chaco, a finales del año pasado se avanzó con un proyecto de ordenamiento territorial del bosque nativo. Ese proceso constó de audiencias públicas en distintas localidades de donde surgieron valiosos aportes para formar el texto de la ley que finalmente se envió a la Legislatura provincial.
“Entiendo que el camino del cuidado ambiental debe involucrar al mayor números de actores sociales posible. Por eso todos debemos ser parte y, sobre todo los dirigentes que ya estamos en funciones como los que estaremos desde la legislatura generando los marcos normativos”, indicó D’Alessandro.
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Santiago afirma que trabaja en el drama de los desmontes

 


Bosques y Fauna truncó gran cantidad de desmontes ilegales

Fecha de Publicación
: 29/05/2023
Fuente: Nuevo Diario
Provincia/Región: Santiago del Estero


La vigilancia satelital y el trabajo de guardabosques son cruciales para detener estas prácticas. Hubo reprimendas conforme a la Ley Nº 6.841.
Durante la última quincena de abril y la primera de mayo, la Subdirección de Bosques de Santiago del Estero, encargada de la conservación y protección de las áreas forestales, ha llevado a cabo una serie de operativos exitosos para controlar y paralizar actividades forestales ilegales en varios departamentos de la provincia.
Gracias a los esfuerzos de los guardabosques de la Dirección General de Bosques y Fauna, se logró detener actividades ilegales en los departamentos Pellegrini, Jiménez, San Martín, Alberdi, Río Hondo y Taboada.
Estos operativos se llevaron a cabo utilizando el monitoreo del Sistema de Alerta Temprana de deforestación (SAT) y en respuesta a denuncias recibidas por incumplimientos de la Ley Provincial N° 6.841, relacionados con el aprovechamiento forestal, desarbustado, limpieza de fachinal y desmonte, entre otros.
En todos los casos detectados, se ha iniciado el procedimiento de infracción correspondiente para la aplicación de sanciones conforme a la mencionada ley.
Además, como resultado de estos operativos, se ha logrado el secuestro de un considerable número de maquinarias y equipamiento utilizado para realizar estas actividades ilegales. Entre los elementos confiscados se encuentran 4 topadoras, 3 palas frontales, 1 rolo, 2 casillas, 3 tractores, 1 tanque de combustible y un tanque de agua.
La lucha contra la deforestación ilegal no se detiene ahí. La Subdirección de Bosques continúa trabajando en el control de habilitaciones no autorizadas y en el monitoreo de los planes productivos aprobados por la Dirección General de Bosques y Fauna. Estas medidas son fundamentales para garantizar el cumplimiento de las normativas ambientales y preservar el valioso patrimonio natural de la provincia.
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Salta: empresario multado sigue desmontando

 


Siguen desmontando en una finca en la que no se debería deforestar

Fecha de Publicación
: 11/05/2023
Fuente: Página 12
Provincia/Región: Salta


Se trata de una propiedad ubicada en Rivadavia, adquirida por el empresario uruguayo Bruno Mauricio Varela Marín.
En lo que va de este año se desmontaron 250 hectáreas de la Finca La Peregrina, ubicada en el departamento Rivadavia, propiedad del empresario uruguayo Bruno Mauricio Varela Marín. Así surge de la denuncia que hizo la asociación ambientalista Greenpeace, luego del sobrevuelo sobre el territorio.
En el Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN) -vencido desde 2014 y de cuya actualización prometida por el actual gobierno provincial poco se conoce-, estas tierras estaban en la categoría II, o pintadas de amarillo. Esto implica que no se pueden pasar topadoras por su superficie.
En principio, se entiende que existe una ilegalidad. Pero el caso se enmarca en un panorama un tanto más complejo en el que las complicidades o la inacción de los gobiernos de turno permitieron que se continúe con los desmontes aún en zonas categorizadas como protegidas.
Mediante la aplicación de tecnología jurídica, en 2011 el gobierno de Juan Manuel Urtubey dispuso por decreto la posibilidad de convertir tierras protegidas, en tierras para el desmonte.
Es así que en julio de 2013 se convocó a audiencia pública para el desmonte neto de 7.050 hectáreas que estaban en zona amarilla en Finca La Peregrina, y donde la autorización de los desmontes fue posible gracias a las llamadas “recategorizaciones” que permitió el gobierno urtubeicista.
En 2014 se dieron de baja los dos decretos que permitían esta posibilidad, pero no se suspendieron las autorizaciones realizadas sobre aquellas zonas recategorizadas.
Durante el gobierno de Mauricio Macri, su ministro de Ambiente, Sergio Bergman, emitió una resolución en la cual declaraba la ilegalidad de las recategorizaciones y por lo tanto, la necesidad de su suspensión de los efectos de esa medida.
El 25 de febrero de 2018, con la resolución del Ministerio de Ambiente de la Nación en mano, el gobierno de Urtubey dispuso la suspensión de los desmontes en esta y otras 31 fincas que habían sido autorizadas a desmontar en lugares prohibidos por el OTBN. Hasta ese momento, según un monitoreo realizado por la provincia, en La Peregrina se había ejecutado el desmonte de casi 4 mil hectáreas.
En mayo de 2018, en un sobrevuelo, la asociación ambientalista Greenpeace detectó que Varela Marin seguía desmontando pese a la suspensión dispuesta por el gobierno. “Le dieron una multa de tres millones de pesos”, contó el coordinador de la campaña de Bosques, Hernán Giardini, a Salta/12.

Un relevamiento y un ¿perdón?
En 2019 a través del decreto 210 se inscribió un monitoreo de todas las fincas recategorizadas. En ese documento no se menciona la multa y las irregularidades de la finca del empresario uruguayo.
El relevamiento solo sostiene que “según la imagen satelital del 9 de febrero de 2018 se observa una superficie transformada de 882.05 has (hectáreas, en la segunda parte de tierras a desmontar), en la imagen satelital del 30 de abril del mismo año se suma una superficie transformada de 168.73 has. Siendo el total hasta la fecha 1050 has.”.
En el decreto de 2019 se incluye un acta que en su artículo tercero dispone que “con la firma del presente acuerdo y la revisión de la ejecución de los proyectos efectuados en el marco de los compromisos asumidos por las partes el 14 de mayo de 2018 (...) la provincia de Salta dará por finalizada la evaluación de la situación que motivó el dictado de la resolución 19/18 del Ministerio de Producción, Trabajo, y desarrollo Sustentable de la provincia de Salta”. Este instrumento legal era el que había dispuesto la suspensión de desmontes en áreas recategorizadas.
“De ahí no se supo más nada. Pese a que insistimos con pedidos de informes a la actual gestión”, dijo Giardini al referirse a los pedidos elevados durante la gestión a cargo de Gustavo Sáenz. Sucede que no se supo qué se hizo con el relevamiento, si hubo sanciones, posibilidades de que continúen con los desmontes pese a todo, o si se evaluó la posibilidad de hacer controles. Lo único que se puede decir por los monitoreos ambientalistas, es que el desmonte continúa en una zona donde no debería suceder. Salta/12 consultó al secretario de Ambiente de la provincia, José Aldazábal, pero no hubo respuestas.

La compraventa de tierras como negocio
Del informe que realizó Greenpeace durante su campaña contra los desmontes en Salta, surge que las tierras que conforman La Peregrina eran antes de CRESUD. La firma es “una de las empresas agropecuarias más importantes de Argentina (cuenta con casi un millón de hectáreas) y de las que más desmontó en la provincia de Salta (cerca de 90.000 hectáreas), en plena discusión parlamentaria de la Ley de Bosques vendió 14.516 hectáreas de su finca ‘Los Pozos’, cuya superficie era de 262.000 hectáreas y está ubicada en el departamento Rivadavia”.
Indica el informe de Greenpeace que “el 5 de junio de 2007, CRESUD informó a la Comisión Nacional de Valores que el precio acordado por dicha operación fue de U$D 2.177.431,50; es decir U$D 150 por hectárea, los que fueron abonados por el comprador en forma íntegra al momento de la escritura traslativa de dominio y entrega de posesión. Cabe destacar que la compañía tenía valuado en sus libros la parcela vendida a un valor de U$D 7 por hectárea, es decir que la presente venta arrojará un resultado de aproximadamente U$D 2,0 millones”.
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¿Cuál es la vinculación entre deforestación y olas de calor?

 


Qué se sabe sobre el vínculo entre deforestación y olas de calor

Fecha de Publicación
: 28/03/2023
Fuente: Chequeado
Provincia/Región: Nacional


“No es calor, es desmonte”. La consigna circuló en redes sociales en las últimas semanas en el marco de una ola de calor récord. Fueron 15 días durante marzo con una temperatura media entre los 30 y 40 °C, que incluso llevó al Servicio Meteorológico Nacional a cambiar la escala de colores en los mapas.
Las olas de calor ocurren cuando las temperaturas superan o igualan, por lo menos durante 3 días consecutivos y en forma simultánea, ciertos valores umbrales. Sin embargo -según explican los especialistas- no es tan sencillo vincular directamente a la deforestación con las olas de calor, y menos todavía a una ola de calor específica, como sugiere la afirmación. En esta nota te contamos que se sabe sobre el vínculo entre desmonte y olas de calor.

¿Qué es el desmonte?
El desmonte, o la deforestación, se refiere a la tala intencionada de árboles y bosques. Cuando se produce, gran parte del carbono almacenado por los árboles, se libera de nuevo a la atmósfera en forma de dióxido de carbono (CO2), lo que contribuye al cambio climático. La temperatura promedio del planeta ya se ha incrementado más de 1° C desde 1880.
Junto con la quema de combustibles fósiles, la deforestación es también responsable del aumento de la temperatura a nivel global ya alcanzada. De hecho, se estima que el cambio de uso del suelo, es decir, la transformación del paisaje natural por actividades humanas, contribuye entre un 12% y un 20% a las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
“Es posible asociar las olas de calor al cambio climático, tal como vimos con la ola de calor de fin de año. Pero con la deforestación todavía no lo sabemos, habría que hacer un nuevo estudio”, explicó a Chequeado Juan Rivera, científico del Instituto Argentino de Investigación de la Nieve, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla).
Rivera, junto con un grupo de científicos, realizó lo que se conoce como un estudio de atribución, el cual permite cuantificar la influencia del cambio climático en eventos particulares, como la ola de calor de diciembre de 2022. La misma fue 60 veces más probable y 1,4°C más caliente por los efectos del cambio climático. Pero no existen, hasta el momento, estudios científicos que vinculen directamente a la deforestación con las olas de calor.
Guillermo García, líder del Área de Ambiente en CREA, una asociación civil sin fines de lucro dirigida por empresarios agropecuarios, coincidió en la necesidad de un estudio científico que verifique si efectivamente hay relación entre la deforestación y la reciente ola de calor. “La deforestación genera emisiones pero no tenemos elementos para asociarla con la ola de calor”, sostuvo a Chequeado.

Los bosques y el cambio climático
Los árboles absorben dióxido de carbono de la atmósfera y liberan oxígeno durante la fotosíntesis. También llevan a cabo el proceso contrario, conocido como respiración, pero cuando los bosques crecen, la fotosíntesis supera a la respiración, y el carbono sobrante se almacena en los troncos y raíces de los árboles y en el suelo. Esto se llama “secuestro”.
Un estudio de 2021 realizado por la World Resources Institute, una organización no gubernamental que investiga el cambio climático, descubrió que los bosques secuestraron a nivel global aproximadamente el doble de CO2 del que emitieron entre 2001 y 2019. En otras palabras, los bosques absorbieron 7.600 millones de toneladas métricas de CO2 al año, lo que representa 1,5 veces más del dióxido de carbono que emite anualmente los Estados Unidos.
Sin embargo, los bosques están bajo presión. Se talan para dar paso a una larga lista de productos agrícolas y otras actividades humanas. La mayor parte de la deforestación que se produce hoy en día puede atribuirse a 4 productos básicos comercializados en todo el mundo: la carne vacuna, la soja, el aceite de palma y los productos madereros.
“Estamos rompiendo ecosistemas que tardan miles de años en generarse y son muy importantes para el cambio climático por el carbono que almacenan. Los estamos directamente borrando de un plumazo”, sostuvo a Chequeado Fernando Miñarro, director del Departamento de Conservación de la Fundación Vida Silvestre Argentina. ¿
En la Argentina, la deforestación es uno de los grandes problemas ambientales. El último monitoreo de la superficie de bosque nativo en la Argentina, con datos de 2021, refleja que en ese año se alcanzaron las 205.492 hectáreas deforestadas. El 33% de esta pérdida se debió a los incendios forestales. El año anterior, en 2020, se habían deforestado 333.222 hectáreas, como contamos en esta nota.
La Ley de Bosques obligó a las provincias a establecer un ordenamiento territorial de sus bosques nativos y pudo disminuir la deforestación, pasando de una tasa anual de 0,94% en 2007, cuando fue sancionada, a 0,4% en 2021. Pero la normativa nunca contó con el financiamiento que debía tener, lo que también limitó sus alcances.
“La deforestación lleva a la pérdida de los servicios ecosistémicos que nos dan los bosques, como la captura de carbono y la regulación hídrica. Avanzar con la actividad agropecuaria sobre los bosques es una mirada de corto plazo”, afirmó a este medio Pablo Villagra, doctor en Biología e investigador del Conicet.

Las olas de calor y la deforestación
Si bien todavía no hay estudios que vinculen directamente a las olas de calor con la deforestación en la Argentina, algunos trabajos publicados a nivel internacional sirven como un indicador sobre cómo la deforestación impacta en el aumento de la temperatura.
En 2018, investigadores del Instituto de las Ciencias del Ambiente y el Clima de Suiza descubrieron que el día más caluroso del año en Europa, Norteamérica y Asia se volvió más intenso por la pérdida de bosques.
Aunque las estimaciones varían, la deforestación aumenta la temperatura media local anual en aproximadamente 1° C. Sin embargo, los impactos son aún más significativos cuando se consideran los extremos: la deforestación puede provocar un aumento medio de 4,4 °C en las temperaturas máximas diarias de los trópicos, de acuerdo con un estudio de 2022 publicado por la Alianza de Biodiversidad Internacional y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT, por sus siglas en inglés), que reúne a investigadores especializados en recursos naturales a nivel global.
Si bien el aumento de temperatura por el calentamiento provocado por los gases de efecto invernadero ocurre gradualmente, los debidos a la deforestación se dan de forma brusca. Y no sólo afectan a los que viven en la zona deforestada. Un estudio de 2019 de investigadores en bosques y agricultura de los Estados Unidos detectó efectos de la deforestación sobre la temperatura local hasta a 50 km de distancia.
Los bosques todavía cubren alrededor del 30% de la superficie terrestre del planeta, pero están desapareciendo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), desde 1990 se han perdido más de 420 millones de hectáreas de bosques, principalmente en África y América del Sur.
Las cifras son preocupantes, pero está en marcha un movimiento para preservar los ecosistemas forestales existentes y restaurar la cubierta arbórea ya perdida. Ello incluye un compromiso que firmó la Argentina en 2021 en la Cumbre de Cambio Climático (CO26) para frenar y revertir la deforestación junto a representantes de más de 100 países.
“La reforestación es un camino necesario, pero primero hay que disminuir la tasa de deforestación y lograr sistemas productivos que integren el bosque con la producción”, concluyó Villagra. Y agregó: “Los esquemas de ganadería integrada con el bosque permiten mantener los servicios ecosistémicos, como la captura de carbono en la madera y el suelo”.
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Salta: denuncian deforestación en área protegida

 


Denuncian deforestación y descontrol en área protegida

Fecha de Publicación: 17/03/2023
Fuente: El Tribuno
Provincia/Región: Salta


Aseguran que se talan árboles que tienen 60, 70, 80 años, de palo amarillo y palo blanco, y que son retirados en camiones, sin ningún control.
En las últimas horas, la comisión del Club Enduro Orán radicó una denuncia por deforestación en el circuito que utilizan para realizar competiciones y carreras, ubicado en calle Arenales al final. Preocupa la tala indiscriminada, ya que se trata de un área protegida.
Según consta en la denuncia, el pasado 27 de febrero, mientras realizaban recorridos por el predio, observaron que personas desconocidas ingresaron al lugar y talaron árboles de la especie palo amarillo, cedro, lapacho; iguales daños observaron en el camino principal.
La comisión señala que "estos hechos ocurren desde hace varios años; que los causantes ingresaron tras cortar parte del alambrado perimetral, daños que todavía no fueron reparados".
Alejandro Basualdo, guía turístico de la ciudad de Orán, en dialogo con medios locales comentó la preocupación que viven por estos casos de tala indiscriminada en una zona reservada a pocos minutos de la ciudad norteña. "Hace poco tiempo sufrimos incendios forestales, perdimos más de 50.000 hectáreas de bosque y miles de especies", remarca
Basualdo explica que hace unos días pudieron observar que el sector que se otorgó al circuito de Enduro Orán, una zona de reserva, uno de los mejores del norte, "que lamentablemente al no tener control por parte del Estado, de Recursos Naturales, los depredadores hacen desastre".
Denunció que se están talando árboles que tienen 60, 70, 80 años, palo amarillo, palo blanco. Las imágenes son terribles, incluso fueron sacados con camiones sin que nadie se percate. "Es muy grave. La Provincia debería hacer un control más exhaustivo".
La denuncia fue radicada en la Policía por parte de directivos del CEO, y notificaron sobre la situación a Recursos Naturales, áreas protegidas, para que estén al tanto de lo que pasa.
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Salta perdió casi 200 mil hectáreas de bosque por el fuego

 


El fuego degradó casi 200 mil hectáreas de bosque nativo en Salta

Fecha de Publicación
: 16/03/2023
Fuente: Página 12
Provincia/Región: Salta


En una década, el bosque pedemontano del norte argentino perdió medio millón de hectáreas de su superficie vegetal por los incendios forestales. En 2022, solamente en Salta, se perdieron 195.714 hectáreas.
Un informe reciente elaborado por la Dirección Regional Noroeste de Parques Nacionales, el Instituto de Ecoregiones Andinas (INECOA) y la Fundación de Conservación y Estudio de la Biodiversidad (CEBio), echó por tierra cualquier cálculo realizado hasta el momento acerca de la verdadera superficie de bosques pedemontanos consumidos por las llamas en 2022 dentro de la provincia de Salta.
Identificó al pasado año como el período con mayor impacto por los incendios forestales en ese bioma: el fuego devoró 195.714 hectáreas dentro de la jurisdicción salteña. Esa cifra representa casi 33 veces el ejido urbano de la ciudad de Salta, o unas nueve veces la superficie de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). El fuego tuvo otros momentos pico: en 2013, cuando se quemaron 165.233 hectáreas del mismo bosque, y en 2020 cuando resultaron diezmadas 52.863 hectáreas de bosque pedemontano
El estudio evaluó incendios en la región fitogeográfica con mayor biodiversidad del país que comparten Salta y Jujuy, y que ocurrieron entre 2012 y 2022. Indicó que en esa década y promediando por año, la constante indica que se quemó el 3% del bosque pedemontano de manera sostenida. Hubo picos del 11 %, como en 2022. Solo el año pasado en las dos provincias norteñas, “se quemaron 215.831 hectáreas, convirtiéndose en el peor año respecto a ocurrencias de incendios para el Bosque Pedemontano del Noroeste Argentino”.
El trabajo analítico fue elaborado por los especialistas Leónidas Lizárraga, Luis Rivera, Paula Názaro y Natalia Politi. Bajo el título “El Bosque Pedemontano en llamas: situación de incendios forestales en las provincias de Salta y Jujuy entre 2012 y 2022”, los investigadores (ingenieros en recursos naturales y biólogos) analizaron en profundidad los incendios en relación al ordenamiento de bosques nativos, el cambio climático y el accionar humano. El estudio fue publicado el 8 de marzo pasado, en la página web del Sistema de Información de Biodiversidad de la Administración de Parques Nacionales.
Las primeras conclusiones son devastadoras. Calcula que en una década se quemaron 514.171 hectáreas del Bosque Pedemontano norteño. “Esta cifra representa el 25 % de la superficie (total) de (ese) ambiente”. En el mismo lapso “en Jujuy se quemaron 94.420 hectáreas y en Salta, 419.751”. Comparadas con la superficie total de cada provincia, las hectáreas quemadas arrojan que en Jujuy se quemó el 1,7 por ciento de su extensión total, mientras que en Salta esa cifra representa al 2,7 por ciento de su superficie.
En el norte argentino buena parte de la región fitogeográfica es un área protegida por la UNESCO. La Reserva de Biósfera de la Humanidad incluye otros espacios de conservación, como la reserva provincial Laguna Pintascayo, el Parque Nacional Baritú (ambos en el norte de Salta) y Finca Urundel (en la misma provincia). La última es una propiedad privada productiva que cuenta con un área protegida que gestiona la conservación de los remanentes del bosque natural (proyecto Redd+) para reducir emisiones de gases de efecto invernadero. Fuera del área protegida por la UNESCO aunque dentro del mismo bioma, se encuentra la Reserva Provincial de Acambuco (Salta). Los espacios de conservación dentro de la Reserva de Biósfera continúan en Jujuy: El Pantanoso y Parque Nacional Calilegua.
En la vecina Jujuy, la tasa de bosques incendiados en la década 2012/2022 fue calculada por los investigadores en 10.913 hectáreas/año. El peor período de 12 meses para el bosque pedemontano jujeño fue registrado en 2013, “cuando se quemaron 31.451 hectáreas”. Le siguieron el año 2020, con 23.197, y el 2022, con 20.118 hectáreas consumidas por las llamas, entre ellas, las de Parque Nacional Calilegua y de la reserva privada El Pantanoso.
Más allá de los fríos números, el informe detalla el tipo de bioma degradado por las llamas. Para ello, el grupo de investigación tomó como base un mapa de coberturas de suelo del bosque pedemontano elaborado por Lizárraga. Con esa herramienta, discriminaron en la superficie quemada ocho clases de ambientes degradados por el fuego en una década. En el bosque pedemontano de la provincia de Salta, el 64 % de las áreas quemadas comprendió a selva caducifolia (269.947 hectáreas), mientras un 17% correspondió a sectores desmontados de la selva perennifolia (70.062 hectáreas). Los dos ambientes corresponden a pisos diferentes de las Yungas.
En Jujuy mientras tanto, el 43% de los incendios registrados en el mismo bosque se localizó en sectores desmontados (40.852 hectáreas), otro tanto degradó formaciones caducifolias (44.796 ha). Se refiere a árboles, arbustos y herbáceas perennes que pierden todas sus hojas durante una parte del año. Siguieron las galerías de bosques próximas a las riberas de los ríos (ambientes riparios). De ellos se quemaron 6.068 hectáreas, es decir, el 5% del total de ese ambiente dentro de la provincia de Jujuy.

Biodiversidad, ordenamiento y un legado explosivo
El estudio explica con precisión que el bosque pedemontano en Salta se pierde con más rapidez que en Jujuy. Describe al bioma como un espacio natural que “comprende selvas con árboles altos y un dosel cerrado”, es decir, copas de árboles que parecen formar un techo en lo alto. Históricamente estuvo compuesto por dos unidades ambientales, “la selva de palo blanco y palo amarillo (…) hacia el norte de las provincias de Salta y Jujuy, y la selva de tipa y pacará hacia el sur en la provincia de Tucumán principalmente”. Los investigadores recordaron que la segunda comunidad vegetal (tipa y pacará) fue “completamente transformada en áreas de agricultura intensiva hacia fines del siglo XIX y principios del XX”, principalmente para plantaciones de caña de azúcar. De la primera (palo blanco y palo amarillo), aún se conserva en la alta cuenca del río Bermejo, que comparten Argentina y el Estado Plurinacional de Bolivia.
“El Bosque Pedemontano alberga 300 especies de plantas leñosas (de las cuales 113 son árboles), 39 especies de anfibios, 137 especies de aves y 106 de mamíferos”, precisa el informe. Además, en él “se encuentran varias especies amenazadas a nivel global y nacional como el Guacamayo verde, el Loro pinero, el Tapir, el Pecarí labiado, el Jaguar y el Roble criollo”. Su enorme importancia forestal también es reconocida, porque alberga varias especies de árboles de alto valor: el cedro, el roble, el cebil, el urundel, el lapacho, la quina colorada, la afata, la tipa colorada y la mora amarilla.
El informe avanza sobre dos aspectos fundamentales para pensar en la sustentabilidad y la conservación del territorio en los años porvenir. El primero fue la relación de los incendios con el ordenamiento territorial de bosque nativo (OTBN) tanto en Salta como en Jujuy. Los OTBN discriminaron áreas del bosque pedemontano por categorías: el 20% fue marcado como de alto valor de conservación (rojo o categoría 1); el 47%, como de mediano valor de conservación (amarillo o de categoría 2), y el 7%, como con potencial uso agrícola (verde o categoría 3). “Considerando las áreas que fueron afectadas por incendios entre 2012 y 2022”, menciona el estudio, “se quemó el 16 % del Bosque Pedemontano en Categoría 1, el 34 % en la Categoría 2 y el 18 % en la Categoría 3”.
Finalmente, el segundo aspecto que destaca el informe, fundamental para planificar áreas de conservación y políticas a aplicar para no continuar perdiendo bosques y biodiversidad, es la actividad antrópica o humana en el bosque pedemontano. En Jujuy, “las áreas quemadas estuvieron localizadas en zonas de alta (53 %) y media (43 %) influencia humana. Sólo el 4% de las áreas quemadas comprendió lugares de baja influencia humana. Esto sucedió principalmente en los años 2020 y 2022”, analizaron los investigadores. En la provincia de Salta mientras tanto, “los incendios están vinculados a zonas de alta (39 %) y media (51 %) influencia humana. Solo el 10 % de los incendios correspondieron con lugares con baja influencia”.
¿Persistirá el ritmo de los incendios en los años venideros? Es una verdadera incógnita. El informe de una década de incendios forestales en Salta y Jujuy arrojó que entre 1981 y 2019 “en tres puntos del Bosque Pedemontano la temperatura media por década se incrementó más de un grado celcius, mientras que las precipitaciones anuales disminuyeron un 28 %”.
Como cierre, en 2022, año fatal para ese bosque nativo, los incendios forestales revivieron otro factor de la acción humana en la yunga de Salta y Jujuy: los boosters de prospección sísmica que dejó YPF como parte del proceso de exploración (1979 - 1985) mientras fue empresa cien por ciento estatal. La privatización la dejó en manos de Repsol, la empresa española que incumplió con lo pactado: rescatar ese pasivo ambiental de alta peligrosidad. Los tiempos políticos cambiaron. Aunque hoy se mira sólo a Vaca Muerta en Neuquén, los explosivos y su carga continúan por ahí, enterrados, esperando que alguien se cruce con ellos o el calor de los incendios forestales los reactive. Eso ocurrió en 2022 en la zona de Valle Morado entre Salta y Jujuy (área que corresponde al otrora exitoso Yacimiento Caimancito) y en territorio comunitario de la Comunidad Indígena Pueblo Kolla Tinkunaku.
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Salta: incendios, desmontes y pérdida de biodiversidad

 


Perdida de biodiversidad en los departamentos de Orán y San Martín

Fecha de Publicación
: 23/02/2023
Fuente: Página 12
Provincia/Región: Salta


Más de cien mil hectáreas vegetales resultaron degradadas por el fuego. Otras quince mil fueron definitivamente transformadas por permisos de desmonte.
El año 2022 fue excepcional en cuanto a incendios forestales en la provincia de Salta. La superficie vegetal afectada por el fuego, principalmente durante los meses de agosto y diciembre, superó las cien mil hectáreas.
Este cálculo se desprende de informes que regularmente elabora el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) y se denominan “Reporte técnico de ocurrencia”. El conteo de hectáreas quemadas arrojó un total estimado de 100.682, que se ubicaron principalmente en el departamento Orán. En escala descendente, le siguieron las jurisdicciones de General San Martín, Metán, Capital y Chicoana. Los reportes consultados corresponden a octubre y diciembre que arrojaron resultados definitivos de hectáreas quemadas a medida que los incendios eran clasificados por el SNMF como extinguidos.
Solo en Salta, la superficie calculada según datos del SNMF durante el segundo semestre del año pasado, no se aleja demasiado de las 95.000 hectáreas calculadas por Greenpeace. La ONG las reportó en un informe publicado recientemente en el que analizó el proceso de deforestación en el norte argentino en 2022.
Ese proceso de pérdida de masa vegetal, particularmente de bosques y su biodiversidad, es un fenómeno en desarrollo que –en la perspectiva de la ONG- tiene dos grandes motores. Por un lado, el avance de la frontera agropecuaria para “ganadería intensiva y soja transgénica que en gran medida se exportan a Asia y Europa”, cita Greenpeace; por otro, los incendios forestales.
En Salta durante 2022, mayoritariamente en los departamentos de Orán y San Martín, el fuego degradó más de cien mil hectáreas, el combo se completó con alrededor de 15.230 hectáreas que obtuvieron permiso de desmonte también durante el año pasado. Ambas cifras elevan el total anual de cobertura vegetal degradada o totalmente transformada, a casi 116.000 hectáreas. Para encontrar un momento con una deforestación similar, hay que regresar al período comprendido entre 2007 y 2011.
El informe de Greenpeace para el norte argentino brindó algunas otras reflexiones puntuales. Primero, tras quince años de la implementación de la Ley de Bosques (26.331) sancionada a finales de 2007, todas las provincias realizaron el Ordenamiento Territorial de sus Bosques Nativos (OTBN). Detalló que esto tuvo un efecto sobre la cobertura vegetal y su biodiversidad, porque los OTBN prohibieron “los desmontes en casi el 80% de las zonas forestales” al dividir la superficie en categorías (rojo, amarillo y verde). Sin embargo, en el caso de los ordenamientos de Salta y el Chaco, Greenpeace fue muy crítica: “fueron ilegalmente modificados por los gobiernos provinciales mediante la sistemática realización de recategorizaciones prediales que disminuyeron las áreas donde estaba prohibido el desmonte”. Punto seguido, señaló que desde 2014 “se evidencia una disminución de la deforestación”, y agregó que “en los últimos tres años aumentaron significativamente los incendios forestales”, un dato tangible en otra serie estadística.

Fuego y topadoras
En el informe de Greenpeace, el total calculado de hectáreas de bosques degradados producto del desmonte o el fuego, no discrimina según porcentaje de bosque nativo, arbustal, pastizal u otras coberturas vegetales. En cambio, ese dato sí aparece en la serie histórica disponible para consulta en datos abiertos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Nación.
La información estadística abarca los años que van de 1995 hasta 2021 y para el caso puntual de la provincia de Salta arroja algunas conclusiones. Los años en que se perdió mayor cantidad de especies arbóreas nativas por efecto de los incendios forestales van de 1996 a 2010. Es un período que se superpone a los años en que se registraron mayor cantidad de permisos de desmonte en Salta (2007 a 2011). Desmontes e incendios comparten Orán y General San Martín, dos jurisdicciones del norte salteño que registraron una notoria extensión de la frontera agrícola en esos años, y que en 2022 padecieron los incendios más feroces.
“En forma preliminar, la sumatoria de áreas desmontadas e incendiadas sugiere que la pérdida de bosques nativos durante 2022 en el norte del país podría superar las 200.000 hectáreas”, mencionó Greenpeace al final del informe. En el proceso, solamente Salta supera el 50 por ciento. “Es evidente que las multas no son suficientes para desalentar desmontes ilegales e incendios forestales, y los responsables rara vez son obligados a reforestar”, advirtió. Agregó también que “en muchos casos es clara la complicidad de funcionarios”. Para la ONG, la actual emergencia climática como de biodiversidad advierten que es gigantesca la presión antrópica del modelo socioeconómico sobre el entorno natural. Y en este caso, la provincia de Salta ocupó el primer puesto en el norte argentino. “Más deforestación significa más cambio climático, más inundaciones, más desertificación, más desalojos de comunidades campesinas e indígenas, más desaparición de especies en peligro de extinción y más enfermedades”, concluyó el informe.
Los incendios forestales en Salta durante el año pasado afectaron seriamente el área de la Biósfera de Yungas, también sus zonas de amortiguación. De hecho, a través de los reportes de  incendios del Servicio Nacional de Manejo del Fuego se pudo establecer que los incendios que comenzaron después del feriado de octubre de 2022 y que se ubicaron al oeste de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, implicaron la pérdida de 27.981 hectáreas dentro del área de reserva de Biósfera de Yungas. Cuando comenzaron los incendios en agosto de 2022, en la zona de Colonia Santa Rosa, las llamas consumieron 30.047 hectáreas, siempre dentro de la misma zona de reserva declarada por la UNESCO en 2002. Entre El Oculto e Isla de Cañas, por la ruta provincial 18, los incendios forestales degradaron 2375 hectáreas más de bosque nativo. En esa región se encuentran los ayllus de la Comunidad Kolla Tinkunaku, cuyos miembros de organizaron para combatir las llamas.
Fuera del área de Reserva de Biósfera siempre destacó un incendio que nunca fue reportado por las autoridades provinciales. Las consultas realizadas en aquel momento arrojaron que la ausencia de datos sobre esa masa ígnea en Ballivián se debió a que ese municipio del departamento San Martín no cuenta con un cuartel de bomberos. El área boscosa afectada por las llamas se extiende al norte del cruce de las rutas nacionales 50 y 34. Los incendios forestales fueron detectados por los satélites y del análisis de los reporte del SNMF se desprende que allí se quemaron -al menos-  25.285 hectáreas de bosques nativos.
El informe final de 2022 elaborado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación recién estará disponible en mayo próximo. Seguramente arrojará más precisiones sobre la verdadera dimensión de la pérdida de bosque nativo en los incendios forestales en Salta en 2022.
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Denuncian importante desmonte en Misiones

 


A.Del Valle: desmonte destruyó fajas ecológicas en un tramo del A° Alegre

Fecha de Publicación
: 18/02/2023
Fuente: Portal Misiones
Provincia/Región: Misiones


El Ministerio de Ecología de la Provincia intervino ante un desmonte detectado en  un lote privado conocido como “el barrio de los europeos”, situado en el acceso a Picada Libertad, lindante con el arroyo Alegre, en Aristóbulo del Valle. La situación fue advertida en principio por vecinos que administran un predio agroecológico situado al otro lado del arroyo.
Los funcionarios de Ecología pudieron apreciar que el desmonte contrapone abiertamente los términos de la LEY XVI – Nº 53 de protección de recursos hídricos, ya que se destruyó por completo hasta los bosques protectores del arroyo, denominados “fajas ecológicas”.
El desmonte se perpetró semanas atrás y arrasó con especies nativas fundamentales para la protección de un cauce de agua de suma importancia para los municipios de Aristóbulo del Valle y Salto Encantado, ya que es justamente el arroyo Alegre el que abastace del recurso vital para su potabilización y posterior consumo de la ciudadanía.
En el lugar desmontado, se prevé la ampliación de un predio de viviendas y una suerte de granja. El responsable del emprendimiento es el arquitecto mendocino Carlos Romeo.
Las fajas ecológicas, son las franjas de bosques nativos que interconectan a los bosques protectores y permiten, en forma conjunta, la formación de un sistema de defensa ecológica básica. Según la ley, las fajas ecológicas deben tener un ancho mínimo según el tamaño del predio. En este caso, el desmonte fue total y llega hasta el borde del arroyo.
“Resulta indignante la impunidad absoluta con la que destruyeron el monte, en tiempos en que la sequía vuelve urgente la necesidad de preservar el monte nativo y cuidar al máximo los recursos hídricos” manifestó uno de los vecinos del lugar.
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200.000 hectáreas menos de bosques en 2022

 


Desmontes e incendios en el norte. La pérdida de bosques nativos superaría las 200.000 hectáreas en 2022

Fecha de Publicación
: 13/02/2023
Fuente: La Nación
Provincia/Región: Nacional


Así surge de un informe de seguimiento de Greenpeace Argentina y se acerca a los datos preliminares del Ministerio de Ambiente de la Nación; la extensión dañada equivale a 10 veces el tamaño de la Ciudad de Buenos Aires
Con los desmontes y los incendios que el año pasado arrasaron bosques nativos protegidos en el norte, el país habría perdido más de 200.000 hectáreas de esos ecosistemas de alto valor en biodiversidad y equilibro ambiental, de acuerdo con un informe de Greenpeace Argentina.
Eso equivale a una superficie 10 veces el tamaño de la Ciudad de Buenos Aires, según advierten desde la ONG, y sucede a 15 años de la sanción de la ley que garantiza su conservación y limita su uso.
Mientras que los incendios avanzaron sobre unas 120.000 hectáreas en Salta y Jujuy, de acuerdo con información del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), los desmontes para el corrimiento de la frontera agropecuaria lo hicieron sobre 112.545 hectáreas en zonas protegidas de Chaco, Formosa, Santiago del Estero y Salta, que concentran la mayor parte (75%) de la deforestación en el territorio nacional.
“Si sumáramos el área afectada por incendios, preliminarmente se podría estimar que la pérdida de bosques por desmontes e incendios en el norte del país en 2022 superará las 200.000 hectáreas. Esto, si finalmente el dato oficial de los incendios se termina de confirmar con un ajuste de cuánto corresponde a bosques, pastizales y humedales”, señaló Hernán Giardini, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace.

Coincidencias
Para el informe de este año, la organización recurrió a los datos del SNMF, a ajustar de acuerdo con la posibilidad o no de recuperación, pero que ya indican que gran parte de la zona incendiada es casi todo bosque ­–95.000 hectáreas en Salta y 25.000 en Jujuy en la selva de yungas–. Esto lo combinó con el análisis anual de los datos de desmonte generados por el Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Red Agroforestal Chaco Argentina (Redaf) y el Instituto Geográfico Nacional, con imágenes satelitales mensuales del Servicio Geológico de los Estados Unidos.
Aun cuando la estimación de Greenpeace Argentina de 112.545 hectáreas perdidas es un 6,5% mayor que el valor preliminar para 2022 de 105.616 hectáreas que está analizando el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, desde la cartera a cargo de Juan Cabandié indicaron: “Los valores de superficie de pérdida de bosque nativo en las provincias incluidas en el análisis [de Greenpeace Argentina] son similares a las obtenidas por el Sistema de Alerta Temprana de Deforestación (SAT) que gestiona este ministerio”.
A la vez, agregaron: “Coincidimos en la necesidad de incrementar las sanciones en los incumplimientos de la Ley N°26.331 [de presupuestos mínimos de protección ambiental de los bosques nativos] y en que la incorporación del delito penal por deforestación sería un avance en este sentido”.
La norma, de 2007, delega en las provincias la clasificación de sus bosques nativos, de acuerdo con criterios de sustentabilidad ambiental y en tres categorías (roja, amarilla y verde) si se puede o no desmontar o modificar de alguna manera y, si es así, si se debe recuperar. Este ordenamiento territorial de bosques nativos (OTBN) tienen que actualizarlo cada cinco años. De acuerdo con ese OTBN, en la mayoría de las zonas forestales (80%) de todo el país está prohibido el desmonte (categoría roja y amarilla).

Concentrados
El 75% de los desmontes para ampliar la frontera agropecuaria se concentra en las cuatro provincias del norte bajo monitoreo. “Sobre todo en los bosques del Gran Chaco, el segundo ecosistema forestal más grande de Sudamérica y una de las áreas más ricas en biodiversidad del mundo, con 3400 especies de plantas, 500 aves, 150 mamíferos, 120 reptiles y 100 anfibios”, precisa Greenpeace Argentina.
En los últimos 30 años, el seguimiento indica que se perdieron 8.000.000 de hectáreas de bosques. “La Argentina se encuentra en emergencia forestal”, ya había alertado Giardini en diálogo con LA NACIÓN hace cuatro años.
En el nuevo informe, que está disponible acá, los mapas, acompañados de fotografías, ubican la pérdida acumulada el año pasado: fueron 38.492 hectáreas en Santiago del Estero, 36.159 en Chaco, 22.664 en Formosa y 15.230 en Salta. En tanto, de acuerdo con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, fueron, respectivamente: 33.427, 32.442, 24.204 y 15.543. “Los datos finales de la superficie de pérdida de bosque nativo en 2022 -aclararon desde la cartera ambiental- surgirán del monitoreo anual que realiza la Dirección Nacional de Bosques, cuya metodología se aplica desde 1998 y permite la comparación entre años, que se encuentra en desarrollo”.
Los datos oficiales para el monitoreo de la pérdida de bosque nativo, según se explicó, surgen del SAT a través del procesamiento automatizado de imágenes satelitales cada 15 días que se obtienen de las misiones Sentinel y el Landsat 8. Las alertas generadas se validan y cruzan con los registros de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN) que se define por ley y registros nacionales.
“Se generan reportes que son enviados a cada provincia con las alertas y el requerimiento de información sobre la legalidad de cada evento de deforestación (si estaba autorizado o no, instrumento que autoriza el desmonte, número de expediente y medidas a tomar en caso de los eventos ilegales, entre otros datos)”, se detalló sobre cómo se controla la implementación de la norma que protege un ecosistema de alto valor para el país.

En riesgo
“En nuestros bosques nativos, hay varias especies en peligro en extinción y el equilibrio ambiental tiene que ver con el equilibrio de las especies. Cuando se pierde una, aparecen desequilibrios en el ecosistema y el bosque, como tal, es frágil. Hay alimentos, madera, medicinas que provienen de ahí y lo estamos destruyendo”, dijo Giardini, que recorrió las áreas deforestadas.
Recordó, a la vez, que la destrucción de los bosques contribuye con la crisis climática. “La Argentina está entre los países con niveles más altos de deforestación”, indicó. Además, estos ecosistemas funcionan como “esponjas naturales”, lo que ayuda a la regulación hídrica con la protección del suelo. Citó un estudio del INTA que demostró que una hectárea de bosque chaqueño absorbe 10 veces más lluvia que una hectárea con soja.
¿Se puede recuperar un área de bosque deforestada? Sí, de acuerdo con Giardini. Si no se interviene en el corto plazo, según continuó, el suelo sin nutrientes y expuesto a la erosión por el sol o la lluvia (hídrica) o la salinización, ya es difícil de recuperar.
“El bosque es más que árboles –insistió en diálogo con LA NACIÓN–. Es una conjunción también de plantas y arbustos en convivencia de una enorme variedad de especies animales. Su destrucción puede subir 2°C la temperatura local, más allá de la crisis climática global.”

Cuánto dinero se asigna a proteger los bosques
$6237 millones fue la asignación presupuestaria en 2022 a la Ley N°26.331. En 2019, había sido de $596 millones
$6944 millones en concepto de fondos y bienes es lo que la Nación le transfirió a las provincias este año. En 2019, había sido $264 millones
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Continúa el incendio forestal en el parque Los Alerces

 


El Gobierno de Chubut sospecha de la intencionalidad del incendio forestal en el parque Los Alerces

Fecha de Publicación
: 11/02/2023
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Chubut


El fuego se propagó y también se encuentra afectado el Lago Cholila. Hasta el momento, la superficie afectada supera los 1.400 hectáreas
El pasado sábado por la noche se detectó un incendio forestal en el Parque Los Alerces, Chubut, y debido a las condiciones adversas se propagó a afectando más de 1400 hectáreas. Ahora, el fuego llegó al Lago Cholila y se encuentra cerca de una zona urbanizada, de manera que no descartan posibles evacuaciones en caso de agravarse la situación. Desde el gobierno nacional, se advirtió que existen evidencias de que el incendio habría sido intencional.
Mientras se propagan las llamas, el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni informó que existen datos que indicarían la intencionalidad del incendio forestal en el Parque Nacional Los Alerces. “Por ese motivo ya cursamos convocatoria a los peritos de la Policía Federal Argentina para que comiencen a trabajar para determinar el origen del mismo”, indicó el mandatario provincial.
Debido a la magnitud del incendio, el gobernador sostuvo que además de incorporar un helicóptero, también se sumaron 30 brigadistas de distintas partes del país. “Todo el recurso humano y material está a disposición del siniestro ígneo”, señaló. De esa manera, ya son más de 250 personas abocadas al operativo para combatir el incendio.
Desde el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) se advirtió que el incendio forestal en Chubut “sigue activo y demanda un intenso despliegue en terreno”. Por tal motivo, sobre la zona operan medios aéreos aportados por el SNMF, entre ellos un Chinook (helicóptero con una capacidad de 10.000 litros), un avión hidrante, un avión anfibio, un helicóptero con helibalde y un avión observador.
En el lugar también están trabajando autobombas, camión cisterna, maquinaria vial, topadora cargadoras, motoniveladoras, camión regador, camión multipropósito, carretón. El director de Lucha contra Incendios Forestales de Parques Nacionales, Ariel Amtahuer destacó a Télam que “el incendio, en comparación a los días anteriores, está mejor. No se pueden hablar de sectores contenidos debido a que existen sectores con puntos calientes”.
De acuerdo a lo informado por Amtahuer, de las 1.400 hectáreas afectadas, 350 se encuentran dentro del área del Parque Nacional los Alerces, de manera que se controla su expansión por medio de satélites. Aún así, el fuego sigue avanzando y ya afecta al Lago Cholila donde las llamas se encuentran cerca de un barrio. Por tal motivo, los especialistas mantienen un análisis permanente ante la posibilidad de tener que evacuar a los habitantes de la zona.
Rubén Oliva, presidente de la Federación Bomberos Voluntarios de Chubut advirtió que en “Cholila está muy complicada la situación” y si bien “se trabaja con todo lo que hay pero no es suficiente”. Además, se alertó que “hay un barrio muy cerca, el fuego se está acercando a ese lugar y está complicado”.
Si bien aún no se evacuó a la gente, “de continuar las condiciones se tendrá que evacuar. Se va a evaluar la situación con personal de Bosques de la provincia, ellos están dirigiéndose al lugar”, indicó el titular de la Federación de Bomberos Voluntarios a Todo Noticias.
Pese a los intensos trabajos que se hacen en la zona, las condiciones climáticas no son favorables. “Se espera un poco de viento y lluvia que nos podría ayudar pero no más de 5 mm lo que se espera”, planteó Amtahuer. A ello, se suma que el país se encuentra en el cuarto año de “sequía pronuncia y continúa con una falta de precipitaciones muy marcada”, afirmó el viceministro de Ambiente de Nación, Sergio Federovisky.
Por tal motivo, ante la constante sequía se produce lo que técnicamente se conoce como combustible sobre el suelo, es decir, gran cantidad de materia orgánica y hojas secas que contribuyen a una rápida propagación del fuego y que en muchos casos, resulta complejo de apagar con recursos humanos.
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Soja sin deforestación, el proyecto de trazabilidad

 


Argentina impulsa la trazabilidad de la soja para garantizar deforestación cero

Fecha de Publicación
: 08/02/2023
Fuente: Agencia IPS
Provincia/Región: Nacional


Con mercados de exportación cada vez más exigentes como la Unión Europea y una presión social muy atenta a los criterios de sustentabilidad en la producción de alimentos, productores y comercializadores de soja de Argentina intentan avanzar hacia sistemas de trazabilidad del cultivo para garantizar que la producción provenga exclusivamente de campos libres de deforestación.
La soja es una de las mayores fuentes de proteína del sistema alimentario mundial, y tanto sus granos como sus subproductos se destinan mayoritariamente a la alimentación de animales. En Argentina es un cultivo clave y un enorme generador de divisas, ya que el país es el tercer mayor productor del mundo detrás de Estados Unidos y Brasil.
La historia de su cultivo data de principios del siglo XX, aunque su expansión ocurrió durante las últimas décadas. Mientras que en la campaña 1971/1972 se sembraron unas 80 000 hectáreas, ese número trepó a 2 millones diez años después (1981/1982), para alcanzar los 16 millones de hectáreas en 2007/2008 con precios record.
Esa expansión vino acompañada de un proceso intenso de cambio de uso del suelo que incluyó pérdida de bosques, especialmente en el bioma del Chaco argentino. Este ecosistema, el segundo más amplio de Sudamérica después del Amazonas, es uno de los 24 grandes “frentes de deforestación” a nivel global, de acuerdo al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Según Greenpeace, el norte de Argentina perdió 110 000 de hectáreas de bosques en 2021. Para Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace Argentina, la mitad de la deforestación en el país es ilegal: o se hace en zonas prohibidas o con “permisos flojos”.
En ese marco, avanzar con esquemas de trazabilidad que garanticen soja con deforestación cero, puede ser clave, sostiene: “El 10 % de la soja argentina viene del norte y allí hay que ver si su origen es ilegal o no. Es difícil de trazar, porque es una cadena larga y compleja y luego los puertos exportadores acumulan soja de diferentes procedencias”.

Mercados más exigentes
Sudamérica en general, y Argentina en particular, tendrán que avanzar con esquemas de trazabilidad para responder a las nuevas exigencias de Europa, uno de sus mercados de exportación. En diciembre, los legisladores de la Unión Europea llegaron a un acuerdo sobre una normativa que intentará garantizar que todos los productos vendidos a su territorio no provengan de tierras deforestadas.
“Europa está avanzando rápido con restricciones de importaciones de productos que son hoy los grandes drivers de deforestación global: soja, carne, cacao y otros” dijo Giardini. “Si los países sudamericanos quieren mantener su modelo agroexportador, la deforestación es el principal tema a resolver en el corto plazo”, agregó.
Gustavo Idigoras es presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de Argentina (Ciara) y realiza el mismo diagnóstico: “Los mercados nos daban una oportunidad de desarrollar estos programas de trazabilidad como nicho de mercado, pero ya se está transformando en una condición de producción y de acceso a esos mercados y ese es un cambio trascendental”.
“Hasta ahora podíamos decidir si hacer algo o no, pero eso ya no va a existir. Si arranca Europa, siguen Estados Unidos y el Reino Unido, y atrás vienen China, India y casi todos los compradores”, agrega.
Ya existen en Argentina varias iniciativas para garantizar la trazabilidad del cultivo, tanto por parte de algunas empresas a nivel individual como otras con mirada más sectorial.
Un ejemplo a pequeña escala es el convenio entre Ucrop.it, una start-up con sede en Buenos Aires que hace seguimientos de cultivo mediante una aplicación, y la comercializadora de materias primas Viterra Argentina, que ofrece a los productores mejores precios si transparentan los datos de su producción desde la siembra hasta la cosecha en dicha aplicación.
Por otra parte, la multinacional Louis Dreyfus Company (LDC), comercializadora y procesadora de soja, se comprometió a aumentar su porcentaje de producción de soja sostenible en Argentina.
En colaboración con productores locales, ha trabajado para mejorar la documentación para la trazabilidad en toda la cadena de suministro. Para la temporada 2020-21, pudo certificar que 77 % de la soja procesada en el complejo General Lagos de Rosario -una de las mayores instalaciones de procesamiento de soja del mundo- era «sostenible», lo que definieron como soja producida en tierras que no han sido desmontadas al menos desde 2008.
A mayor escala, existen diferentes iniciativas de agricultura sustentable para el Gran Chaco financiadas por la Land Innovation Foundation (LIF), un fondo creado por la empresa global Cargill para buscar soluciones a la deforestación y medios de vida sostenibles.
“Nuestro objetivo es promover y apoyar soluciones innovadoras para lograr una cadena de abastecimiento de soja que sea libre de deforestación y carbono neutral”, dijo Carlos Quintela, el director de ese fondo. Cargill se ha enfrentado a reiteradas acusaciones de impulsar la deforestación y los incendios forestales, incluso en la región del Gran Chaco, como destacó un informe de 2018.
Uno de esos proyectos es desarrollado por los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Crea) y la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja) y busca avanzar hacia modelos agrícolas sustentables en todas sus dimensiones: la ambiental, la económica y la social.
El proyecto trabaja en estrecha colaboración con 100 pequeños y medianos agricultores que trabajan en 250 000 hectáreas en el Chaco, supervisando y promoviendo prácticas de intensificación sostenible que impulsen la producción en sus tierras actuales, así como la restauración de los suelos degradados.
Según explicó Federico Fritz, experto en desarrollo sustentable de CREA, esperan tener para 2024 una evaluación que les permita identificar los puntos más críticos en la producción de soja sustentable
Otro proyecto es el que lleva adelante ProYungas junto a la Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa (Aapresid) en tres sitios pilotos en el Gran Chaco, que comenzó en mayo de este año y se extenderá durante 36 meses.
Entre sus objetivos están fortalecer la sinergia con las organizaciones territoriales y pasar a un desarrollo agrícola a escala del paisaje que integre los conceptos de producción y conservación.
“Buscamos una gestión del territorio pensado a la escala de paisaje, con un trabajo de medición de la huella de carbono de toda la cadena de la soja”, apuntó Sebastián Malizia, de ProYungas.

Nueva plataforma de monitoreo
El LIF también financia un ambicioso proyecto gestionado por la Ciara llamado VISEC, una plataforma de monitoreo unificado de la cadena de suministro de soja en Argentina que combina sistemas público y privado y busca poder trazar ese cultivo en áreas prioritarias de conservación en el Gran Chaco y, en última instancia, frenar la deforestación.
Lanzado en mayo de 2022, el sistema VISEC pretende reunir en una plataforma unificada los datos de seguimiento y verificación de toda la soja comercializada en Argentina, abarcando diversos parámetros y requisitos de sostenibilidad ambiental y social.
La iniciativa requerirá la participación y las contribuciones de toda la cadena de suministro, desde agricultores y comerciantes hasta las comunidades vecinas, con el objetivo de crear una base de datos transparente y de acceso público.
Para Idigoras, este programa es superador ya que va más allá de las iniciativas individuales de algunas empresas, para avanzar en un sello de deforestación cero para toda la cadena de la soja argentina.
“Ya llevamos tres años de trabajo en esta plataforma, hablamos con las entidades que representan a los 80 000 productores de soja argentina, corredores, acopiadores y cooperativas. Estamos convencidos que esto tiene que ser una acción colectiva consensuada”, dijo.
El desafío está en la implementación del sistema para cumplir lo que piden los mercados y dar “garantía real y efectiva” de trazabilidad y transparencia, sostiene Idigoras, quien apunta a lograr que todas las exportaciones de aceite, harina y porotos de soja sean 100 % libre de deforestación.
“El nivel de soja proveniente de deforestación ilegal es menor al 5% de la producción anual [en Argentina], bajo en relación a otros países. Queremos llegar al cero, por eso vamos a trabajar”, concluyó.
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Los desmontes en el norte siguen preocupando

 


Según Greenpeace, en 2022 se desmontaron más de 36 mil hectáreas en el Chaco

Fecha de Publicación: 06/02/2023
Fuente: Diario Norte
Provincia/Región: Nacional


Así lo revela el informe anual de la organización, donde se indica la "ilegalidad" de los desmontes ya que "se encuentran suspendidos por la justicia chaqueña desde 2020".  
El informe anual 2022 que elabora Greenpeace Argentina sobre deforestación en el norte del país indica que en esta región el desmonte alcanzó a 112.545 hectáreas, de las cuales 38.492 pertenecen a Santiago del Estero; 36.159 hectáreas al Chaco; 22.664 hectáreas a Formosa y 15.230 hectáreas a Salta.
El documento apunta a la "ilegalidad de las 36.159 hectáreas deforestadas durante 2022 en Chaco, ya que los desmontes se encuentran suspendidos por la justicia provincial desde el 16 de octubre de 2020, ante la falta de actualización de su Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos".
En ese sentido, la organización considera "muy preocupante el aumento de la deforestación respecto del año 2021 cuando, también ilegalmente, en la provincia de Chaco se perdieron 24.427 hectáreas de bosques nativos".
Además, califica como "grave que más del 80% de los desmontes en la provincia de Santiago del Estero fueron ilegales, ya que se realizaron en bosques clasificados en las Categorías I, Rojo y II, Amarillo, donde no está permitido".
"Los bosques concentran más de la mitad de la biodiversidad terrestre del planeta. Nos brindan bienes y servicios indispensables para nuestra supervivencia, como alimentos, maderas y medicinas. Son el territorio y el sustento de comunidades indígenas y campesinas. Y cumplen un rol fundamental en la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua, y la conservación de los suelos", destaca Greenpeace en su informe anual.
Para la organización ambientalista "Argentina se encuentra en emergencia forestal", ya que "según datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, entre 1998 y 2021 la pérdida de bosques nativos en el país fue de cerca de 7 millones de hectáreas, una superficie similar a la de la provincia de Formosa".
Indica así que "aproximadamente el 80% de los desmontes se concentran en cuatro provincias del norte: Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa". Sobre todo –marca- en los bosques del Gran Chaco, el segundo ecosistema forestal más grande de Sudamérica y una de las áreas más ricas en biodiversidad del mundo, con 3.400 especies de plantas, 500 aves, 150 mamíferos, 120 reptiles y 100 anfibios.

Más de 200 mil hectáreas en el Norte
En cuanto a los incendios forestales y rurales ocurridos durante 2022, los informes oficiales que recoge Greenpeace en su reporte destacan a Salta con cerca de 95.000 hectáreas y Jujuy con aproximadamente 25.000 hectáreas quemadas.
Así, en forma preliminar, indica que "la sumatoria de áreas desmontadas e incendiadas sugiere que la pérdida de bosques nativos durante 2022 en el norte del país podría superar las 200.000 hectáreas".
"Es evidente que las multas no son suficientes para desalentar desmontes ilegales e incendios forestales; y los responsables rara vez son obligados a reforestar. En muchos casos es clara la complicidad de funcionarios", advierte el informe.
En esa línea, agrega: "Estamos ante una emergencia climática y de biodiversidad. Más deforestación significa más cambio climático, más inundaciones, más desertificación, más desalojos de comunidades campesinas e indígenas, más desaparición de especies en peligro de extinción y más enfermedades".
Frente a esta alarmante situación, Greenpeace reclama que, en forma urgente, se prohíban y penalicen tanto los desmontes como los incendios forestales.
 
Las principales causas de la pérdida de bosques
Según Greenpeace Argentina, las principales causas de la pérdida de bosques son el avance de la frontera agropecuaria (ganadería intensiva y soja transgénica que en gran medida se exportan a Asia y Europa) y los incendios forestales.
"Los sectores Agricultura, Ganadería, Silvicultura y Otros Usos de la Tierra representan el 37% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) del país, contribuyendo a la actual crisis climática", agrega el informe.
Recuerda, además, que "la sanción, a fines de 2007, de la Ley de Bosques (26.331) fue un logro sin precedentes y un ejemplo de la importancia de la participación de la sociedad civil, que presionó al Congreso Nacional mediante un millón y medio de firmas".
"Tras quince años de implementación de la normativa, todas las provincias realizaron el Ordenamiento Territorial de sus Bosques Nativos (OTBN), los cuales prohíben los desmontes en casi el 80% de las zonas forestales (Categorías I, Rojo y II, Amarillo)", resalta.
"Sin embargo –continúa-, los ordenamientos de Formosa, Corrientes y Buenos Aires fueron muy cuestionados por dejar amplias zonas clasificadas en la Categoría III, Verde, donde se permite solicitar permisos de desmonte".

Modificaciones
Por otra parte, Greenpeace sostiene que "algunos ordenamientos (Salta, Chaco) fueron ilegalmente modificados por los gobiernos provinciales mediante la sistemática realización de recategorizaciones prediales que disminuyeron las áreas donde estaba prohibido el desmonte".
"Cabe advertir que muy pocas provincias realizaron la actualización de su OTBN, que según la reglamentación de la norma debe hacerse cada 5 años de manera participativa", acota el reporte.
En tanto, la organización alerta: "Si bien desde el año 2014 se evidencia una disminución de la deforestación, la mitad de los desmontes se realizan donde no está permitido. Por otra parte, en los últimos tres años aumentaron significativamente los incendios forestales".
Por último, se aclara que el presente informe "revela la superficie deforestada entre enero y diciembre de 2022 en las provincias de Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Salta". "Es importante aclarar que no se incorporaron al relevamiento satelital las superficies de bosques nativos que fueron afectadas por incendios", concluye.

La afectación por incendios forestales
Según se desprende de los reportes elaborados por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), la superficie afectada durante 2022 por Incendios Forestales, Rurales y/o de Interfase Urbano Forestal fue de cerca de 95.000 hectáreas en Salta y de 25.000 hectáreas en Jujuy, incluyendo cerca de 5.000 hectáreas del Parque Nacional Calilegua.
Cabe aclarar que se considera incendio forestal al "fuego que se propaga libremente con efecto no deseado para la vegetación y sin estar sujeto a control humano. Cuando afecta zonas no boscosas ni aptas para la forestación, se incluye el término incendio rural, (…) afectando vegetación del tipo matorrales, arbustales y/o pastizales". Mientras que los incendios de interfase "se desarrollan en áreas contiguas urbanas-rurales o donde se entremezcla la vegetación con estructuras edilicias tales como viviendas, establecimientos agrícolas, etc".
En cuanto a las causas, se estima que "el 95% de los incendios forestales son producidos por la mano del hombre, siendo dentro de estos los principales escenarios fogatas y colillas de cigarrillos mal apagadas, el abandono de tierras, la preparación de áreas de pastoreo con fuego. Los factores climáticos como la falta de precipitaciones, las temperaturas elevadas, el bajo porcentaje de humedad, las heladas constantes y los vientos fuertes inciden en su propagación".
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