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Impulsan la industria nuclear



Construyen un reactor nuclear íntegramente nacional

Fecha de Publicación
: 27/12/2018
Fuente: La Nación
Provincia/Región: Nacional


Lo hacen Impsa y la Conea y es el primero en su tipo; fabrican equipos para la reapertura de Embalse
La próxima semana se inaugurará la repotenciación de la central nuclear de Embalse (Calamuchita, Córdoba), que estuvo parada tres años y a la que se le prolongó por 30 la vida útil. El 90% de los componentes que se utilizaron son de fabricación nacional, entre ellos, los cuatro generadores de vapor de 14 metros de largo, 13 toneladas, 3500 tubos y 7000 soldaduras de alta precisión cada uno. Los produjo y trasladó -30 días en camión para cubrir 800 kilómetros- Impsa en Mendoza. La empresa también está haciendo el Carem 25, el primer reactor nuclear de diseño y producción nacional.
El Carem 25 se instalará en 2020 en Atucha, pero la clave es que se avanzará en uno comercial más potente que pondrá a la Argentina como "líder en el mundo", ya que se trata de una nueva generación de reactores de menores costos, bajo riesgo y que permiten el armado modular. El cliente del prototipo es la Comisión Nacional de Energía Atómica (Conea), con la que la empresa trabaja en conjunto.
En el caso de los trabajos para Embalse, lograron un "récord de calidad", porque tuvieron cinco fallos en los cuatro generadores de vapor cuando el nivel permitido es de diez por cada uno.
En abril de este año la compañía inició una nueva etapa; cambió de constitución accionaria y de nombre. Era de la familia Pescarmona (ahora controla 35% de las acciones); en 2014 entró en default y en los últimos meses completó la reestructuración de un pasivo cercano a los US$1100 millones. Desde entonces 65% de las acciones son del Banco Interamericano de Desarrollo; el Banco Nación y bonistas. Su ex-CEO, Enrique Pescarmona, está involucrado en la causa de los cuadernos de las coimas .
Por estos días, en la "nave nuclear" de la empresa -una de las 11 del predio en Mendoza de la empresa- se está trabajando en las distintas partes del recipiente de presión del reactor modular. La nave, a requerimiento de las certificaciones internacionales, cuenta con condiciones especiales de temperatura, humedad, presurización, filtrado de aire y limpieza. También hay un horno para tratamientos térmicos de los proyectos nucleares.
La empresa es una de las tres de Latinoamérica con certificación Asmen (la requerida en el mundo para diseñar y producir componentes nucleares); es la única que en la práctica la está empleando. Empezó a trabajar en el área hace 30 años, fabricando algunos componentes para Atucha 1, después realizó los generadores de vapor de Atucha 2 y los de Embalse.
Impsa, fundada hace 111 años, comenzó especializándose en grúas portuarias y generación de energía hidroeléctrica; después sumó la eólica y la nuclear; tiene 50.000 MW de potencia instalada en 40 países. Ocupa a 750 personas y trabaja en red con pymes de todo el país.
"Lo más importante es el próximo Carem, que dará continuidad al trabajo que se viene desarrollando desde la Conea y Nucleoeléctrica Argentina y que acompañamos, afirmó a *LA NACION* el CEO, Juan Carlos Fernández. Es un proyecto que pone a la Argentina en la vanguardia mundial en reactores medianos. Es crucial no perder el dinamismo, que no se vuelva a cortar el proceso". Nucleoeléctrica tiene en carpeta la construcción de nuevas centrales nucleares, algunas en sociedad con China.
La oficina de Impsa en Estados Unidos avanza en las negociaciones para vender equipamientos e ingeniería nuclear a ese país, Canadá y Estados Unidos. "Miramos siempre al exterior; de los 180 proyectos ejecutados en los últimos 15 años, 140 fueron fuera del país. Son siempre a largo plazo; todos miran a cinco años", apuntó Fernández. Uno de los factores importantes es que no requieren de financiamiento. "El problema no es el tipo de cambio; lo que se requiere es estabilidad", aclaró.
Hasta antes del default, la facturación promedio de Impsa era de entre US$200 millones y US$250 millones anuales -con picos excepcionales de US$1000 millones-; este año será de unos US$60 millones. "Por el alto contenido local de nuestros productos, entre 70% y 77%, pagamos 22% más de impuestos que quienes importan, además de tener un efecto derrame importante en otras industrias locales", definió Fernández.
La firma también trabaja en seis de las turbinas de 154 MW cada una de Yacyretá (ganó dos licitaciones convocadas por el Ente Binacional); las dos primeras tienen un fuerte grado de avance con alto porcentaje de avance de fabricación. En el área hidroeléctrica también están trabajando en tres turbinas de 103 MW para la Compañía Paranaense de Energía (Brasil); en la repotenciación y modernización de generadores para la Administración Nacional de Energía Eléctrica de Paraguay y en la repotenciación con nuevo diseño hidráulico y mecánico de central tres Rodetes Francis de 22,7 MW cada uno en Malasia.
En la Argentina está haciendo servicios de reparaciones y rehabilitaciones para la hidroeléctrica Ameghino (Chubut); Pichi Picún Leufú (Neuquén); Ullum (San Juan), y Planicie Banderita (Neuquén).
En el sector eólico fabrican 26 aerogeneradores (cinco están en operaciones) para la nueva etapa del parque Arauco 4 en La Rioja. Gabriel Galván, director de Negocios de Impsa, enfatiza que el 77% del contenido es local mientras que, en la mayoría de los casos, ese nivel ronda 35% promedio. Se suma el diseño y la construcción de una central eólica de 8MW en El Jume (Santiago del Estero), que ya opera, al igual que el parque de La Guajira en Venezuela.
Hay un convenio de cooperación en marcha con el gobierno de Mendoza , el INTI y la Universidad Nacional de Cuyo para el desarrollo de un aerogenerador de 4,6 MW que estará listo en 20 meses. El mercado ya demanda más potencia que los de 2,4 MW que tienen ahora, así que el objetivo es "estar preparados para el próximo salto".
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Sierra Pintada podría ser remediada luego de décadas de olvido



Comienza el saneamiento de Sierra Pintada: puede durar 10 años

Fecha de Publicación
: 12/12/2018
Fuente: MDZ
Provincia/Región: Mendoza


El Gobierno convocó a audiencia pública para comenzar el proceso de saneamiento del complejo Sierra Pintada, que tiene toneladas de residuos contaminantes. Usarán sustancias prohibidas por la 7722, pero no para producir sino para remediar. El proceso podría durar hasta una década.
Los pasivos dejados por el complejo fabril Sierra Pintada, de donde se producía uranio, es uno de los problemas ambientales más graves de Mendoza y el peor antecedente de la minería. Ahora se avanza en el proceso para sanear esos residuos contaminantes y para ello el Gobierno detonó el mecanismo para emitir la Declaración de Impacto Ambiental del proceso que debe llevar adelante la Comisión Nacional de Energía Atómica. El dato trascendente es que para ejecutar el proceso es necesario emular el proceso industrial por el cual se producía uranio y usar algunas de las sustancias que están prohibidas por la ley 7722, como el ácido sulfúrico. El proceso estimado de saneamiento completo puede durar hasta una década.
Ese proceso es uno de los desafíos ambientales más importantes que tiene Mendoza. Y tras un larguísimo proceso, se convocó a audiencia pública para ejecutarlo. En realidad es el segundo intento, pues hace una década se inició un camino similar y fracasó. Ahora se buscó consenso legal con la justicia y se convocó a una nueva audiencia  para el 9 de enero.
La clave para ejecutar el proceso usando ácido sulfúrico es que la ley 7722 prohíbe el uso de sustancias para los procesos de exploración y explotación minera, pero no para el saneamiento  de pasivos ambientales. Antes, se determinó el orden de prioridades según el riesgo de la basura acumulada.  “En base a lo requerido y atendiendo a los potenciales riesgos de los pasivos ambientales sin gestionar, productos de las actividades mineras y del proceso productivo de concentrado de uranio, acuerda y coincide con el orden de prioridad establecido para la gestión de los mismos y sugiere el tratamiento y gestión inmediata de los pasivos ambientales como agua de cantera y residuos sólidos de disposición transitoria”, cita la resolución de la Dirección de Protección Ambiental que convoca a la audiencia. En ese sentido, aseguran que los procedimientos propuestos son “técnicamente factibles”.

La basura
Tras el cese de la actividad en Sierra Pintada quedaron abandonados los pasivos ambientales del proceso que se realizaba, pero también otros provenientes de Córdoba. Los residuos sólidos provienen de la concentración de dióxido de Uranio y están ubicados en trincheras construidas con  de material proveniente de las colas solidas resultantes del procesamiento del mineral de Uranio en la planta. Pero además existen 5223 tambores equivalentes a 1.067 tn de precipitados húmedos. Los tambores fueron trasladados entre 1995 y 2000 desde la planta de Dioxitex, en Córdoba.
Las colas del proceso de producción  es otro de los residuos peligrosos. Es material finamente particulado proveniente del uranio tratado  en la planta, proveniente de la lixiviación con ácido sulfúrico. El total hay  1.056.162 m2 de ese material. Esas colas de mineral no fueron neutralizadas, ni cubiertas con material inerte por lo que “existe posibilidad de afectación de cursos de agua”. El agua de cantera tiene alta conductividad contienen metales pesados, con contenido de uranio superior al admisible. 
Las prioridades son tratar el agua de cantera y los residuos sólidos. Luego las colas de tratamiento, los minerales de tratamiento.

Cómo se hará
El agua de cantera contiene radio, uranio y arsénico. Con el tratamiento se busca eliminar esos compuestos bajando su concentración a valores inferiores a los establecidos por las normas.  Para el tratamiento se transporta el agua a cisternas de depósito, se circula el líquido a través de Resina de Intercambio Iónico que fija el Uranio. Las columnas de resinas saturadas de Uranio se lavan con solución acida. El precipitado conteniendo uranio se centrifuga, se extrusa y se seca. El efluente se trata con Sulfato férrico y Sulfato de Aluminio para precipitar el Arsénico y Radon como Sulfatos  Se tratan aproximadamente 100.000 litros por año. 
El tratamiento de los residuos sólidos es más complejo. Primero se realiza la apertura de los tachos, se hace un triple lavado (con agua de cantera).  El agua de lavado se trata y se envía a diques de evaporación. Luego se diluye el uranio contenido en los sólidos con ácido sulfúrico (se usa en la solución agua de cantera); se decanta y se extrae el líquido conteniendo Uranio. Se trata el líquido a través de Resina de Intercambio Ionico que fija el Uranio.  Se prevé extraer por año 2140 kg de Uranio
Los intentos anteriores para sanear el problema se bloquearon por la desconfianza de la comunidad de San Rafael. Es que el plan original del Ejecutivo nacional (con Néstor Kirchner como presidente) era reabrir la planta para volver a producir uranio. Esa idea era parte del plan nuclear, por el cual buscaban potenciar la energía atómica, producir uranio en Argentina y dejar de importar. Pero la reapertura de la mina encontró fuerte resistencia. Por eso el Gobierno separó los procesos y determinó, con comunicación a la CNEA, que debían sanearse los pasivos sin que ello implique la reactivación de la producción.
Desde el Gobierno aseguran que el proceso previo se demoró más de lo esperado, pero que para ellos es prioritario sanear esos pasivos por el riesgo potencial que tienen para el ambiente.
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Amarillo Grande y la resistencia a la minería de uranio

Resistencia a la minería de uranio en Río Negro

Fecha de Publicación
: 09/12/2018
Fuente: Diario Río Negro
Provincia/Región: Río Negro


El proyecto Amarillo Grande entrará próximamente en la etapa de extracción. El futuro de las localidades más afectadas por la minera, Regina, Lamarque, Valcheta, San Antonio, Sierra Grande, etc., estará muy comprometido Es inadmisible que el gobierno haya permitido el avance del proyecto sin que exista licencia social.
No tal cual la entienden las mineras y el gobierno, esto es, el ok de las autoridades locales y de unos pocos referentes, a cambio de migajas prometidas en la responsabilidad social empresaria, sino de la conformidad libre e informada de las mayorías populares, que incluye a los que no son referentes de nada y que nunca son escuchados.
Para ello el gobierno debería garantizar el acceso a la documentación vinculada al proyecto, dar tiempo suficiente para que las comunidades puedan evaluar los pro y los contra y hacer su propio balance, y respetar su decisión final, por sí o por no.
La mayoría de los rionegrinos no quiere este tipo de (mal) desarrollo y cree que la megaminería es perjudicial a los intereses de la provincia.
La mayoría sabe que la Blue Sky Uranium generará pocos puestos de trabajo durante poco tiempo, que no remediará nada cuando se vaya, que nadie los controlará, y que afectará irreversiblemente el medioambiente.
El gobierno debería consultarnos (no solamente informarnos para tranquilizarnos) y respetar nuestra decisión.
No queremos que la voracidad de la empresa con la complicidad del gobierno ponga en riesgo la salud y la calidad de vida de las próximas generaciones de rionegrinos.
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Temas ambientales nacionales en el G20



Uno de los temas del G20 sería el uranio de Chubut

Fecha de Publicación
: 01/12/2018
Fuente: El Patagónico
Provincia/Región: Nacional


Vaca Muerta, centrales nucleares patagónicas y la minería del uranio en Chubut estarán entre los principales ejes en las negociaciones que mantendrá el presidente Mauricio Macri con sus pares de Estados Unidos, China y Rusia. En la reunión del G20 buscará confirmar el desembarco de inversiones para la Patagonia en esos tres sectores estratégicos.
Conseguir que chinos, estadounidenses y rusos concreten el desembarco de sus inversiones en la Patagonia es una de las prioridades de Macri para la cumbre del G20 en la Argentina. Obtener esos compromisos bilaterales le permitiría reflotar la hasta ahora fracasada idea de la “lluvia de inversiones” para un año que se presenta absolutamente contractivo para la economía y la industria en medio de la carrera electoral con vistas a octubre de 2019.
Según publica El Extremo Sur, la prioridad de la gestión de Cambiemos es que Estados Unidos juegue fuerte en Vaca Muerta, particularmente en el terreno tecnológico y de infraestructura para el transporte, y allí focalizará las conversaciones con Donald Trump, quien comanda las mayores experiencias del fracking mundial originadas desde Texas.
También quiere sumar a los inversores orientales en el mega yacimiento de shale y hasta se especula que podrían incorporarse capitales de Europa del Este. Resolver el cuello de botella hacia el que inexorablemente se encaminan los hidrocarburos no convencionales es una desesperación en la gestión macrista.

Nucleares y Represas
Con el primer mandatario chino Xi Jinping, Macri quiere avanzar en las demoradas dos centrales nucleares –una en la Patagonia rionegrina– que acordó construir a través del Memorándum de Entendimiento rubricado a principios de año.
Los capitales orientales están entusiasmados con la posibilidad de desarrollar la tecnología nuclear en la Argentina y posicionar al país como uno de los pilares del desembarco chino en Latinoamérica.
Pero los inversores chinos también aspiran a que se los habilite a construir las dos represas en Santa Cruz, que han quedado en stand by como consecuencia del ajuste y el déficit, y la apertura en el sector de las energías renovables; a cambio la administración del líder chino posibilitaría otro swap (intercambio de monedas) por 8.500 millones de dólares que se sumará al ya existente por 11.000 millones de dólares.
Menos difundida en los días previos al inicio del G20 están las conversaciones con el primer ministro ruso Vladimir Putin. La administración del ex vicealcalde de San Petersburgo e integrante del servicio de espionaje de la KGB tiene especial interés en desembarcar en la Meseta Central chubutense para la exploración y explotación de los enormes reservorios de uranio, y no se descarta que también la Federación Rusa se sume a la construcción de una central nuclear en el país.
Tras la firma con Rusia en enero de este año del denominado “Memorándum de entendimiento para la exploración y explotación de uranio”, Vasily Konstantinov –titular de la empresa estatal rusa Uranium One Group– sostuvo que Argentina “puede tener una Vaca Muerta en uranio” y así lo entiende la gestión de Macri quien buscaría avanzar a fondo con Putin sobre esta temática.
Las negociaciones bilaterales de Macri en el G20 se centrarán en estos tres aspectos mencionados, pero no debe perderse de vista que el estadounidense Donald Trump no tiene intenciones de que Macri firme con China y Rusia acuerdos en rubros y sectores estratégicos que terminarían quedando en manos de inversores de sus dos principales potencias competidoras.
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Un acuerdo nuclear tambaleante




Peligra el acuerdo nuclear de Argentina con China por una fuerte pelea interna en el Gobierno

Fecha de Publicación
: 15/11/2018
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Nacional


El Ministerio de Hacienda cuestionó la construcción de la central nuclear Atucha III y su elevado costo de producción; en la Secretaría de Energía rechazan las objeciones y sostienen la idea del proyecto con los chinos. Decide Macri
Una inusitada batalla de poderes internos desatados en la Casa Rosada entre el Ministerio de Hacienda y la Secretaría de Energía puso en riesgo el futuro de un eventual acuerdo entre China y la Argentina para la construcción de la central nuclear Atucha III que tendrá un costo estimado de 8.000 millones de dólares y será financiada por el gobierno chino.
La puja política entre Nicolás Dujovne y Javier Iguacel se profundizó en los últimos días ya que desde Beijing se pidió mayores detalles para el avance del acuerdo nuclear, con la idea de que este se pueda firmar en la reunión de los presidentes Mauricio Macri y Xi Jinping que se realizará en diciembre en Buenos Aires.
Durante el viaje que el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, y el director del BICE, Francisco Cabrera, acaban de realizar a China para obtener un swap de USD 9.000 millones se levantaron reclamos de la administración comunista por el acuerdo nuclear aún inconcluso. Pero ninguno de estos funcionarios del Gobierno pudo dar explicación alguna, ya que el tema lo debe definir Macri.
Según consignaron a Infobae cinco fuentes calificadas de la Casa Rosada y de la Cancillería, la pelea entre Hacienda y Energía tiene un eje en debate en debate: la oportunidad o no de sumergir al Gobierno en estos momentos a un compromiso de pago financiero para una obra cuyos resultados concretos en términos de ahorro económico fueron puestos bajo severa discusión.
En el Ministerio de Hacienda circula un documento reservado que elaboró el equipo de Dujovne y que sostiene que "no sería conveniente hoy poner en un compromiso financiero a la Argentina" para la construcción de una central nuclear, cuya producción es más costosa que el resto de los sistemas energéticos que ya tiene el país.
De esta manera, Hacienda detalló en el informe que el costo de generación de un MW es de USD 170 para el caso de la energía nuclear que se pretende desarrollar con China, mientras que un MW de energía renovable implica un costo total de USD 70 y la producción de energía tradicional que se puede obtener por MW del yacimiento de Vaca Muerta tiene un costo de USD 50.
"Someter a la Argentina al pago de un crédito de USD 8.000 millones, por más que sea con tasas cómodas y mejores que en el resto del mercado, no sería un buen negocio si se miden los costos de producción de un MW. Esta es una ecuación que va más allá de la relación con China, que seguirá siendo buena", explicó a Infobae un funcionario allegado a Dujovne.
El mismo funcionario añadió que "la construcción de otra central nuclear sería fabulosa en una Argentina imaginaria que tenga recursos de sobra para pensar a futuro. Pero no es precisamente lo que hoy ocurre en una situación de crisis y ajuste".
Esta postura ya se la hizo notar el propio ministro de Hacienda al presidente Macri, al evaluar que sería "emitir una imagen contradictoria" de la Argentina pedirle dinero al FMI para afrontar una crisis y en paralelo pagar un crédito a China por "un negocio que no se ve rentable en su totalidad".
Como contrapartida, desde la Secretaría de Energía que lidera Iguacel, el Subsecretario de Energía Nuclear, Julián Gadano, defendió ante el Presidente el proyecto que hace 15 días acaban de negociar en Beijing con la administración de Xi Jinping.
Fuentes oficiales allegadas a Iguacel y a Gadano señalaron a Infobae que la explicación de Hacienda sobre el costo de un MW a 170 dólares es "totalmente falsa". Así, detallaron que el costo mundial de un MW por medio de energía nuclear no supera los 90 dólares.
A la vez, en las oficinas del Subsecretario de Energía Nuclear sostienen que el cálculo que realiza Hacienda para medir el costo de MW de energía nuclear está dado por lo que sale construir la central nuclear hoy, pero no por la vida útil de la misma en un espacio de 70 años. Es decir, que al entender de los funcionarios de Energía, el cálculo de Hacienda es fruto de la división costo por producción, cuando debería darse por el resultado energético en el largo plazo.
Tanto Gadano como Iguacel le dijeron a Macri que la mano de obra para la construcción de Atucha III con financiamiento chino será en más de un 40% local, con lo cual se dará empleo a miles de argentinos.

¿Qué ocurrirá ahora con el acuerdo de la central nuclear con China?
Nadie lo sabe de manera fehaciente. Lo único concreto es que la última palabra la tendrá el jefe de Estado argentino. Pero los tiempos corren y si se quiere sellar aunque sea un contrato financiero básico para cuando Xi Jinping se reuná con Macri en la Casa Rosada el 3 de diciembre, se deberá contar con una respuesta bien definida.
Tanto en Hacienda como en Energía tienen sus propias versiones de lo que hará Macri. Mientras que los allegados a Dujovne creen que el Presidente se mostrará "coherente" con la idea de una Argentina austera, desde la Secretaría de Energía aseguran que el Presidente está "completamente comprometido" con el proyecto nuclear con China y no dará un paso atrás.
En rigor, desde la Cancillería aseguran que por el avance de las negociaciones dar un paso atrás ahora sería una "muy mala señal" hacia Beijing.
Hay un antecedente no lejano que protagonizó el gobierno de Macri en términos de retracciones con China. En mayo pasado, el canciller Jorge Faurie tuvo que explicar a su para chino, Wang Yi, que la Argentina había decidido suspender por "problemas de restricción presupuestaria" el proyecto de construcción de la Central Atucha II, que tenía un costo de 9.000 millones de dólares.
El embajador argentino en China, Diego Guelar, está perplejo ante la disputa que se desató en Buenos Aires entre Hacienda y Energía por la construcción de la central nuclear Atucha III y ya no sabe qué explicaciones darle al gobierno de Xi Jinping.
Guelar fue, junto con Gadano, uno de los promotores del acuerdo nuclear y le hizo saber al canciller Faurie esta semana que dar marcha atrás en las negociaciones sería "una pésima señal de confiabilidad" que los chinos verían de muy mal agrado.
En tal caso, como eventual solución intermedia, el embajador propone una de las "peores hipótesis", según le comentó a un diplomático de carrera de la Cancillería. Este escenario consistiría en cerrar un acuerdo para que la central nuclear se empiece a construir recién en el 2022. Esta podría llegar a ser una fórmula intermedia para que la Argentina no quede mal con China y se postergue para adelante el pago de un crédito que hoy, según Hacienda, el país no puede afrontar. Pero lo allegados a Dujovne creen que esa idea sigue colisionando por la reiterada explicación del costo por MW de energía nuclear en comparación a la energía convencional o la renovable.
En esta disputa, un funcionario de la Casa Rosada deslizó una radiografía descarnada de lo que ocurre en términos políticos: "Aquí se desató una pelea entre Dujovne, que es un soldado de Washington, y Gulear, Iguacel y Gadano que son pro-chinos". Es decir, la idea de una batalla silenciosa entre Washington y Beijing por los recursos estratégicos en América Latina vuelve a estar sobre la mesa de discusiones.
Como ya adelantó Infobae hace un mes, el acuerdo con China para la construcción de la central nuclear Atucha III será sólo con tecnología de Beijing y se sustentará en una compleja ingeniería financiera para que la administración de Xi Jinping financie la totalidad de la obra con un crédito blando de 7.500 millones de dólares; la otra parte será en efectivo por unos USD 2.500 millones para obras de infraestructura.
Según se pudo saber, el crédito que le plantea ahora China a la Argentina para la central Atucha III es a más de 20 años a una tasa del 5% anual y bajo flexibles estamentos contractuales en el medio.
Como contrapartida, con este proyecto la administración de Xi Jinping dejó a un lado el proyecto de la central nuclear Atucha II que se iba a realizar con Canadá y China bajo tecnología CANDU. Macri tiene la última palabra.
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Negociaciones nucleares poco claras



2.500 millones de dudas sobre el acuerdo nuclear con China

Fecha de Publicación
: 24/10/2018
Fuente: Noticias Urbanas
Provincia/Región: Nacional


Aún ninguna central a base de tecnología HualongOne fue puesta en marcha en el planeta, ni siquiera en la propia China.
Cada vez que se realizan consultas serias entre Argentina y China en materia nuclear se dan a conocer algunos detalles que hacen crecer las dudas sobre la conveniencia para nuestro país de las decisiones de lo que se discuten.
Quizás la gente no tiene por qué saber que el uranio enriquecido no se produce con la tecnología nuclear china de agua liviana, pero esta semana apareció la información sobre los borradores de los acuerdos que están negociando el subsecretario de Energía Nuclear, Julián Gadano, y el embajador argentino, Diego Guelar, con las autoridades chinas en Beijing.

Vamos paso por paso con un poco de historia
Con la puesta en marcha en el 2014 de la central nuclear Atucha-II, Argentina decidió empezar seriamente a evaluar la posibilidad de la construcción de más centrales nucleares en el país. Pero como no disponía de recursos financieros suficientes para encarar un nuevo proyecto de estas dimensiones, decidió iniciar el dialogo con países “nucleares” que podrían ayudar.
Pareciera -nunca queda claro- que fue China la elegida, pero no por tener las mejores tecnologías del mundo, ni por tener más experiencia de construcción de centrales nucleares en otros países, ni siquiera por las condiciones financieras del préstamo intergubernamental (que eran buenísimas)…la única razón por la que Argentina decidió avanzar con el país asiático fue que eran los únicos en el mundo quienes ofrecieron la construcción de una central tipo CANDU (canadiense), de la misma tecnología que las 3 centrales nucleares argentinas.
¿Por qué era tan importante para Argentina? – Porque significaba que el sector nuclear nacional tendría continuidad en su desarrollo; porque más de 3000 mil trabajadores, ingenieros, especialistas de altísima calificación que construyeron Atucha-II nuevamente tendrían la posibilidad de trabajar en un proyecto similar; porque más de 120 empresas argentinas podrían unirse al proyecto aportando sus servicios durante años, ya que el 70% iba a ser de componentes nacionales.
Como todos sabemos que en esta vida nada es gratis y cuando uno te presta plata, no es que te quiere mucho, si no, por qué puede sacar ventaja. Y en esta situación, la ventaja para China era en acordar con el Gobierno argentino la construcción de una central nuclear a base de tecnología de uranio enriquecido HualongOne – 100% de diseño chino.
No hay muchos países en el mundo que quieran convertirse en polígonos de prueba de centrales nucleares de tecnología no aprobada, pero Argentina parece ser uno de ellos, ya que aún ninguna central a base de tecnología HualongOne fue puesta en marcha en el planeta (ni siquiera en la propia China).
Pero cuando se financia el 85% de la construcción de ambas centrales, o sea 12,5 mil millones de dólares, y se ofrecen condiciones con una tasa bajísima de 4,5% anual por 20 años y 8 años de gracia para empezar a pagar el crédito -cuando la central nuclear ya sea construida y empiece a producir energía-, quizás quién decide y prioriza el precio en temas altamente sensibles, no pueda decir que no.
La situación cambió drásticamente en mayo del 2018, cuando por la necesidad de achicar el déficit fiscal Gobierno anunció que cancelaban el proyecto de la construcción de Atucha-III de tecnología de agua pesada y uranio natural (CANDU), pero siguen con los planes de la construcción del HualongOne de tecnología china absolutamente desconocida (solamente postergando el inicio de obras del 2020 al 2022).
No hay que ser un especialista nuclear para comprender que esta decisión fue un golpe durísimo para todo el sector nuclear argentino – las empresas locales se quedaron sin pedidos y en una situación económica grave, empezaron los despidos de cientos de especialistas que ya estaban listos a empezar a trabajar en el proyecto, Argentina se quedó sin 745 MW de energía que tanto necesita para el desarrollo de todo el país.
Según las noticias aparecidas esta semana de las negociaciones en Beijing, los chinos se asustaron tanto que junto con la cancelación de Atucha-III Argentina haga lo mismo con el HualongOne, que ofrecieron no solo financiar con un crédito el 100% del proyecto (pero ahora sin los 8 años de gracia y con tasa anual más alta de 5%), sino también de manera inmediata, como una garantía de que el Gobierno no cambie nuevamente de política, ofreció 2,5 mil millones de dólares en cash (también en forma de crédito) para financiar proyectos de obra pública no relacionadas a lo nuclear. Estos “proyectos” aún no están definidos y no se sabe dónde finalmente acabara ente gigantesco monto de dinero.
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La energía nuclear y sus vaivenes en la política nacional

El misterioso acuerdo de China y Argentina por la construcción de una nueva central nuclear

Fecha de Publicación
: 26/09/2018
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Nacional


Macri y Xi Jinping se encuentran negociando un acuerdo para la instalación de Atucha V con tecnología completamente china; hay objeciones y dudas
El 2 de diciembre próximo, cuando haya concluido la cumbre del G20 en Buenos Aires y todos los jefes de Estado se hayan ido de Buenos Aires, el presidente de China Xi Jinping mantendrá una visita oficial a Mauricio Macri en la Casa Rosada para intentar abordar los temas más sensibles que le interesan al régimen comunista en su política de penetración en América Latina: los acuerdos por la construcción de una central nuclear, el desarrollo de inversiones en litio, el control del espacio aéreo y la persistencia de un fuerte financiamiento en swaps que podría condicionar a la Argentina en el futuro inmediato.
Se trata de una agenda ambiciosa de China en la Argentina, como lo es todo el avance que está desarrollando el todopoderoso Xi Jinping en la región y que tanto preocupa a los Estados Unidos y a varios países de la Unión Europea.
Si bien en los acuerdos que firmarán Macri y Xi hay un amplio listado de buenas intenciones y deseos mutuos, el tratado que más interesa en estos momentos a Beijing es aquel que tiene que ver con concretar cuanto antes el acuerdo para la construcción de la central nuclear Atucha V en Argentina con tecnología completamente china y con la firme intención de empezar a construirse en el 2022.
El tema resulta por demás sensible por un motivo irrevocable: la Argentina abandonó hace cuatro meses el proyecto de construcción de la central Atucha IV que había previsto con tecnología y aporte de Canadá y China por "problemas presupuestarios", como dijo a Infobae el canciller Jorge Faurie.
Así, la tecnología CANDU que supo forjar la Argentina a lo largo de su historia quedó en el pasado y ahora el Gobierno optó por adoptar a  futuro equipamientos completamente chinos.
A mitad de mayo pasado el canciller Jorge Faurie se reunió en Buenos Aires con su par chino Wang Yi donde le anunció la interrupción del proyecto de Atucha IV por problemas presupuestarios. Con este cambio de planes en la política exterior la Argentina se ahorró de pagar a China USD 7.500 millones de deuda que afectan el programa monetario. Es que si bien el financiamiento de esa central lo ponía China, en el presupuesto pesaba como deuda.
En cambio, Faurie le llevó una noticia más prometedora a Wang. Le anunció que el Gobierno se embarcó ahora en un proyecto de mayor envergadura con tecnología sólo china y que implicará el pago de un crédito flexible de 9.000 millones de dólares.
Las negociaciones reservadas que se están llevando adelante entre Buenos Aires y Beijing por la construcción de Atucha V resultan ser hasta ahora todo un misterio.
El embajador argentino en China Diego Guelar se entusiasmó en diálogo con Infobae sobre el proyecto de los chinos para la central nuclear Atucha V que se iba a instalar en Neuquén pero ahora se proyecta para el complejo Lima de Zarate-Campana.
"China no tiene operaciones especulativas de corto plazo, sino que, por el contrario, todos sus proyectos en Argentina son de largo plazo. No sólo no se preocupa por la tormenta económica del corto plazo sino que sigue apostando con total confianza en el futuro", dijo Guelar.
Sin embargo, el optimismo de Guelar colisiona bastante con la prudencia que hay en la Secretaría de Energía que conduce Javier Iguacel y en ámbitos diplomáticos que manejan la temática. El acuerdo no está cerrado y se encuentra en plena etapa de negociación con Beijing.
"Vamos a ir con pie de plomo. La idea es revisar bien el contrato para que en el futuro no dependamos enteramente de la tecnología china", explicó a Infobae un allegado al secretario de Energía a cargo de la firma final del proyecto entre Macri y Xi.
En la práctica, esa idea de ir con "pie de plomo" sobre el proyecto de Atucha V implicará para el Gobierno que la central nuclear tenga al menos un 50% con tecnología argentina y que toda la mano de obra sea local. Es decir, que la producción de uranio enriquecido en esa central no quede sujeta a cualquier concesión futura que haga un gobierno en los próximos años.
"Nadie nos va a apurar. La Argentina no va a firmar cualquier acuerdo por presiones de China", se sinceró ante Infobae un funcionario de alta jerarquía de la Secretaría de Energía. La aclaración tiene una explicación de calendario: la diplomacia de ambos países quiere que el 2 de diciembre cuando se reúnan Macri y XI en Buenos Aires este todo listo para la firma del acuerdo nuclear y de otros proyectos para ratificar la "alianza estratégica integral" que tienen ambos países.
Una calificada fuente de la Cancillería que se encarga de este tema sensible del acuerdo nuclear dijo a Infobae que "la Argentina y China vienen negociando hace varios años la posible adquisición de centrales nucleares. Y está claro que la administración de Xi Jinping quiere asegurarse presencia y tecnología en Argentina".
El acuerdo que se está negociando entre Beijing y Buenos Aires contempla un cómodo financiamiento de los chinos a largo plazo por los 9.000 millones de dólares que demandará la obra pero como la Argentina no puede registrar ningún adelanto como deuda pública todo esto se podría hacer con dinero efectivo.
¿Qué pedirá a cambio el régimen comunista chino? Esta es la pregunta que deambula por los pasillos del Palacio San Martín y en la Casa Rosada. Nadie se anima a responder.
"Tampoco está resuelto el tema combustibles de la planta. Eso es más técnico y podría llegar a haber un entendimiento. Pero ya hubo algunas advertencias de Estados Unidos y la Unión Europea en clave diplomática que alertaron al Gobierno", admitió un diplomático argentino que se encuentra en una capital europea.
Para Irma Arguello, directora de la Fundación No Proliferación para la Seguridad Global (NPSGlobal), "está muy clara la intención de China de ganar terreno en América el Sur, tanto desde el punto de vista estratégico como comercial".
Esto se vio reflejado recientemente en los recientes acuerdos de China con Brasil y la adquisición de una parte de la petrolera PDVSA de Venezuela. China es el mayor acreedor del Venezuela con 28.000 millones de deuda y el mayor comprador de petróleo con un 40% de las exportaciones venezolanas. Arguello argumenta que ante la incapacidad de pago del régimen chavista, es esperable que en el corto plazo haya cesión de activos a China.
El gobierno de Macri revisó los acuerdos nucleares, de energía eléctrica para la construcción de dos represas y los proyectos de espacio aéreo que venían de la etapa de Cristina Kirchner. Finalmente avanzó con esos acuerdos "corregidos". China aceptó todos los cambios. Al parecer, el pragmatismo chino por avanzar en América Latina puede más que cualquier letra chica de un acuerdo diplomático.
Arguello explicó a Infobae que el caso de la central Atucha V resultará muy sensible por un motivo: "La decisión de optar por un proyecto de tecnología desconocida, frente a uno de tecnología conocida, ha generado controversias en el ámbito nuclear argentino, ya que se abre el interrogante respecto de que grado de aporte podrá realizar la industria argentina a este proyecto. Esperemos que pueda ser manejado para maximizar la participación de la industria nacional".
Tanto para Arguello como para analistas en temas nucleares consultados por Infobae que prefirieron hablar en reserva "la Argentina debería tomarse en un marco de análisis profundo de ventajas y desventajas, más que por razones políticas, o para privilegiar la relación estratégica con un país extranjero".
Para Ricardo Vanela, especialista en Estrategia y Fundador de la Red Argentino-Americana para el Liderazgo (REAL) "está claro que China busca asegurarse recursos naturales, eso es lo que tiene Argentina, como así también Venezuela. En el escenario actual y sobre todo en el futuro muy inmediato, los recursos naturales hacen parte del capital más estratégico con el que puede contar un país en este planeta. En ese contexto, Argentina, me refiero a sus líderes, debe saber exactamente qué entrega y qué obtiene a cambio. Y debe elegir muy claramente con quién desea cerrar transacciones de alto impacto geopolítico".

La polémica estación espacial
Otro de los temas de la relación de China y la Argentina que hace mucho ruido es la instalación de la estación espacial de los chinos en la localidad de Bajada del Agrio en Neuquén. Se trata de un acuerdo que firmó Cristina Kirchner por 50 años de exención impositiva en un área de 200 hectáreas que desde abril pasado está manejado completamente por una agencia china que depende del Ejercito Popular Chino.
Macri logró una addenda a ese acuerdo para que China aclare que se trata de una estación espacial de "uso pacífico". Pero la gigante antena instalada por los chinos en Neuquén empieza a generar malestar tanto de Estados Unidos como de la Unión Europea por su eventual uso dual y la posibilidad potencial de interceptar satélites.
Según confirmaron a Infobae tres fuentes calificadas del Ministerio de Defensa, durante la visita que hace un mes realizó a Buenos Aires el jefe del Pentágono James Mattis advirtió tanto al ministro Oscar Aguad como a los jefes del Estado Mayor Conjunto sobre los "peligros eventuales" que implicará tener una base espacial en Neuquén controlada enteramente por China.
A partir de allí, hubo un pedido informal de Aguad a la Comisión Nacional de Actividad Espacial, que es la que hizo el acuerdo con China, para que haya un mayor control de la Argentina en este tema sensible.
Un detalle: un día antes de arribar a la Argentina el jefe del Pentágono emitió un discurso en el Colegio de Guerra del Ejército en Brasil, donde alertó: "Los países pueden comprar material en donde lo deseen, nosotros respetamos eso. Nuestro país no busca hacer dinero fácil, sino ganar y mantener amistades".
Al finalizar su discurso, Mattis respondió preguntas de la audiencia y un oficial brasilero le preguntó si la creación de una sexta rama militar estadounidense equivaldría a militarizar el espacio. Mattis dijo que China ya había desarrollado un arma que podía destruir satélites. La respuesta parecía tener nombre y apellido.
Desde la embajada de China en Buenos Aires negaron reiteradas veces que la estación espacial de Neuquén tenga un uso militar. "Se trata de una agencia espacial igual a la de la estación de avistaje espacial que tiene la Unión Europea en Mendoza", dicen. Sin embargo, hay un detalle: esa agencia europea no depende de ningún ejército y es completamente de administración civil.
Hay otro proyecto que también genera dudas en el ambiente diplomático y militar. La instalación de un radio telescopio de China en San Juan en acuerdo con el gobierno de Sergio Uñac y la Universidad Nacional de San Juan.
Se trata de un radiotelescopio CART (Chinese Argentine Radiotelescope) situado en el centro espacial de Leoncito. El reflector primario es de 40 m de diámetro; el reflector secundarios 4.2 m y hay un presupuesto estimado obra civil de $100 millones de pesos más el costo del radiotelescopio y receptores por $240 millones de pesos.
Si bien los encargados de este proyecto aseguran que sólo será de uso pacífico y con fines de investigación, en el ámbito militar de Estados Unidos y de la Argentina ponen en dudas su eventual uso dual.
El gobernador Uñac se encargó de desmentir categóricamente a Infobae esas versiones y destacó: "la ciencia y la tecnología son áreas centrales para el gobierno de San Juan pensando en un desarrollo académico profundo para las presentes y futuras generaciones". Así, destacó el proyecto innovador que se realiza en el municipio de Calingasta con el aporte fundamental de China.
Sin embargo, se sabe: China también piensa a gran escala para las futuras generaciones en su proyecto de avanzada en América latina.

Las polémicas represas
Cuando Macri llegó al poder en el 2016 tuvo que revisar los contratos con China por la construcción de dos represas en Santa Cruz. Así, se le redujeron niveles de potencia a las centrales, se alertó sobre presuntos sobrecostos que había en los contratos firmados por el ex ministro de Planificación Julio De Vido y se redujo el monto de financiamiento de las obras.
Una vez más, como en el caso de los cambios impuestos en el contrato por la estación espacial de Neuquén, los chinos aceptaron las adendas de nuevos contratos por las represas, imperó el pragmatismo y la administración de Xi dejó en claro que quiere poner un pie en el sector de hidroeléctricas cualquiera sea el costo político que tenga que asumir.
Recientemente, cuando estalló el escándalo de los cuadernos de la era K el Gobierno también alertó a China que seguir el contrato por las represas con una empresa como Electroingeniería implicaba un problema ya que estaba mencionada en la causa de coimas.
Iguacel pidió a los chinos que se desprendan de sus socios de Electroingeniería, la empresa cordobesa cuyo vicepresidente, Gerardo Ferreyra, junto a su director comercial, Jorge Neira, están presos e imputados por el presunto pago de unos USD 11 millones en sobornos a la cúpula kirchnerista.
Fuentes calificadas de la diplomacia argentina aseguraron a Infobae que para compensar los fondos de este socio faltante en la construcción de las represas la gigante estatal china Gezhouba se hará cargo de comprar Electroingeniería y al parecer no habrá demanda alguna de por medio. Una vez mas, el pragmatismo de la china comunista se impone para cumplir su sueño de desembarcar a pleno en América latina.
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La central nuclear se pasa para el 2022



Argentina y China cerraron un acuerdo para la construcción de una central nuclear para el 2022

Fecha de Publicación
: 27/07/2018
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Nacional


Luego de la decisión del Gobierno de anular por "problemas presupuestarios" el proyecto de una central nuclear con China que estaba pautado para el año que viene, el presidente Mauricio Macri se apresta a firmar un nuevo acuerdo con su par Xi Jinping para el desarrollo en el 2022 de la quinta central con tecnología china.
Según confirmaron a Infobae fuentes del Ejecutivo y ratificó el embajador argentino en Beijing, Diego Guelar, la idea es que Macri y Xi firmen a fin de noviembre en Buenos Aires el acuerdo para la construcción de una central nuclear que se haría con financiamiento chino por unos 9.000 millones de dólares.
Se trata de una central nuclear que tendrá tecnología china al ciento por ciento. El acuerdo que se canceló a principios de año era para la construcción de una central en Neuquén con tecnología canadiense y que iba a costar unos 8.000 millones de dólares. Este proyecto se canceló por "problemas presupuestarios", según transmitió en su momento el canciller Jorge Faurie.
Ahora, el Gobierno redefinió esta estrategia y decidió avanzar con un nuevo acuerdo con China pero a largo plazo.
"La firma del acuerdo nuclear es central en la visita de Estado del presidente Xi . No es solo la construcción de una planta nuclear con tecnología y financiamiento chino, sino, ademas, el desarrollar industria nuclear para usos pacíficos en forma conjunta en Argentina para vender a terceros países centrales energéticas y material de medicina nuclear", confirmó Guelar a Infobae.
A la vez, el embajador en China cree que "este acuerdo demuestra la gran madurez que ha alcanzado nuestra asociación estratégica". El nuevo acuerdo será para la construcción de la central en el 2022. El Gobierno cree que para ese entonces la Argentina estará en mejores condiciones de afrontar el financiamiento de China.
El acuerdo se firmará el 30 de noviembre cuando Xi llegue a la Argentina para la cumbre del G20 y se quede quede en visita oficial.
En marzo pasado el plan de recortes y achicamiento del déficit en el Estado que prometió profundizar Mauricio Macri llegó a la política exterior. Luego de arduas negociaciones secretas, el Gobierno decidió postergar para más adelante el proyecto de construcción de la Central Atucha III que tenía previsto realizar con China y se ahorró un programa de endeudamiento previsto en 8.000 millones de dólares.
La decisión fue cerrada entre la Cancillería y las autoridades de Beijing. Según confirmaron cuatro fuentes calificadas del Gobierno y la diplomacia china, el acuerdo alcanzado resultó beneficioso para ambas partes por una simple cuestión: la Central Atucha III era un proyecto de China compartido con tecnología de Canadá.
"Se alcanzó una solución que complace a los chinos y a la Argentina porque ratifica la asociación estratégica integral de ambos países. Y si bien China iba a financiar la construcción de Atucha III, el país tenía en su presupuesto un programa de endeudamiento inicial por USD 9.000 millones que ahora no lo tendrá", explicó en su momento un funcionario que trabajó arduamente en las negociaciones secretas con Beijing.
De esta manera, la Argentina podrá estar más holgada en sus cuentas en los próximos cuatro años y se asegurará para el 2022 la construcción de la Central Atucha IV con tecnología enteramente china.
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Posible nuevo auge de minería de uranio, con pésimo pasado



Acuerdo entre Argentina y Rusia: ¿se viene el gran auge del uranio?

Fecha de Publicación
: 24/07/2018
Fuente: iProfesional
Provincia/Región: Nacional


Tras 20 años de paralización del sector, buscarán desarrollar el potencial minero y tecnológico en el país. En el territorio nacional existen 31.060 toneladas del recurso que alcanzaría para abastecer el consumo de los reactores Atucha I, Atucha II y Embalse Río III durante 141 años
Luego de más de dos décadas de paralización del sector, el memorando de entendimiento para la exploración y explotación de uranio, suscripto en Moscú durante la última visita oficial del presidente Mauricio Macri, abre las puertas para reactivar la producción de este estratégico mineral en la Argentina.
Según informaron fuentes de la Secretaría de Minería de la Nación al diario Del Cuyo, en territorio nacional existen 31.060 toneladas de recursos de uranio, entre los razonablemente asegurados y los inferidos.
"Estos recursos actualmente alcanzarían para satisfacer el consumo de los tres reactores instalados en Argentina por 141 años y 92 años a partir del 2027, considerando los nuevos reactores proyectados", explicaron desde la Secretaría de Desarrollo Minero del Ministerio de Energía y Minería de la Nación.
Y agregaron: "Esto implicaría que el desarrollo minero y tecnológico que podamos realizar sobre el uranio podría convertirnos en un país abastecedor de una demanda global que va en aumento. Equiparándonos con grandes países productores de uranio como Kazajistán, Canadá y Australia. Pero al igual que con otros minerales, todo dependerá del impulso y la dedicación que tengan las provincias, ya que son ellas las dueñas de los recursos uraníferos existentes en el país".
Desde Nación, indicaron que para poner en marcha la minería del uranio en Argentina la inversión necesaria rondaría los u$s250 millones, la cual se traduciría en la generación de unos 500 puestos de trabajo directos, a lo que se suma la demanda de proveedores de bienes y servicios.
Las cifras ofrecidas por el Gobierno indican que la demanda de uranio en Argentina corresponde casi en tu totalidad al consumo de los tres reactores nucleares que se encuentran en operación: Atucha I, Atucha II y Central Núcleo-Eléctrica Embalse Río III. Estas centrales, operando a potencia plena, utilizan 250 toneladas de uranio totales al año.
"Con los nuevos requerimientos proyectados, la demanda local de uranio aumentaría en un 50%, pasando de 220 toneladas al año a 330 toneladas anuales", confirmaron fuentes oficiales.
Desde la Secretaria de Desarrollo minero también indicaron que con los actuales proyectos de uranio existentes, Argentina, podría abastecer inmediatamente la demanda nacional, sustituyendo importaciones en el orden de los u$s30 millones por año.
"Más allá del memorando, que sólo es una carta de intención, vemos que Chubut cuenta con el 66 % de los recursos y reservas mensurados, Mendoza tiene un 32% y Salta el 1% restante. En otras provincias como Río Negro, La Rioja, San Juan, Buenos Aires o Córdoba, existen manifestaciones con potencial pero aún no se han realizado suficientes trabajos exploratorios como para dimensionar recursos. Además se necesita la voluntad política de la provincia para impulsarlo", indicaron desde Nación.
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Rechazan planteo pro nuclear en Río Negro

Rechazan el planteo de Sierra Grande por la planta nuclear

Fecha de Publicación
: 06/07/2018
Fuente: La Mañana de Cipolletti
Provincia/Región: Río Negro


El procurador general de Río Negro, Jorge Crespo, emitió un dictamen que rechaza el planteo del Municipio de Sierra Grande en relación con la supuesta incostitucionalidad de ley provincial antinuclear. Su acción no es vinculante, pero podría influenciar en la definición judicial planteada.
Al respecto, Crespo explicó que la Ley 5227 fue “dictada merced a las facultades otorgadas por la Constitución Provincial al Poder Legislativo” y que “goza de la respectiva presunción de legitimidad y sobre la cual, en mi opinión, el accionante no ha evidenciado en el caso bajo análisis la hipotética colisión que podría tener con la carta fundamental”.
A su vez, descartó una “afectación de derechos” y manifestó que el actor que presenta el recurso “carece de legitimación activa para su interposición”, por lo que no podrá avanzar -según su opinión- la acción por esta vía.
Sin embargo, Crespo advirtió que “para el caso que ese cuerpo (STJ) estimara que el accionante se encuentra legitimado, considero de conformidad a lo antes manifestado que la acción resulta formalmente improcedente”.
La instalación de la planta nuclear en la provincia generó polémica el año pasado y, consecuentemente, idas y vueltas en el Ejecutivo. Finalmente, el gobernador Alberto Weretilneck decidió que el proyecto no se concretase en tierra rionegrina, generando las quejas del municipio de Sierra Grande, que pretendía que la planta se instalase allí.
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Minería de uranio en Mendoza y nuevos procedimientos

El proceso minero que deberá autorizar Cornejo para evitar más contaminación

Fecha de Publicación
: 30/06/2018
Fuente: MDZ
Provincia/Región: Mendoza


La minería está prácticamente prohibida en Mendoza. Pero para poder remediar Sierra Pintada deberá abrirse la planta fabril de San Rafael. El desafío político y social. En octubre se haría la audiencia pública.
Entre los desafíos que le quedan por delante al gobernador Alfredo Cornejo hay uno que sobresale por la complejidad y también porque va a depender de la pericia que tenga para manejarlo sin profundizar los conflictos. Más si se tiene en cuenta que no hay un rédito político al alcance en caso de tener éxito. Se trata del saneamiento de los pasivos ambientales que dejó la planta de procesamiento de uranio Sierra Pintada, en San Rafael, que se transformó en uno de los casos emblemáticos de mal manejo ambiental. Esa planta funcionó por una década, pero lleva mucho más tiempo cerrada y con la contaminación latente: hay millones de toneladas de residuos provenientes de la actividad minera del lugar y también de la planta Dioxitex, de Córdoba.
El problema para la ejecución del proceso de remediación de esos pasivos ambientales es que para hacerlo es necesario "hacer minería". Es decir, para poder neutralizar los residuos debe realizarse un proceso similar al que se hacía para producir uranio, usando sustancias que están prohibidas por la ley 7722. La rendija legal que existe es que esa ley prohíbe el uso de esas sustancias para la explotación minera, pero no para la remediación. Por eso la decisión es avanzar, aunque tanto desde el Ejecutivo como los asesores legales entienden que será necesario un blindaje legal mayor para evitar especulaciones. Es que la desconfianza que hubo siempre sobre el tema es que una vez saneados los pasivos ambientales, la planta vuelva a producir uranio. En realidad ese era el plan inicial incluido en el Plan Nuclear lanzado por Néstor Kirchner y que incluía la reapertura de la mina de San Rafael para que se vuelva a producir uranio en Argentina y dejar de importarlo. Las tensiones sociales generadas en Mendoza y Córdoba frenaron ese intento.
Ahora se escindió la remediación de la reapertura. La Comisión Nacional de Energía Atómica presentó la Manifestación de Impacto Ambiental para ejecutar el proceso y ahora está en análisis.
La intención de las autoridades ambientales es realizar la audiencia pública en octubre de este año y, luego, si no hay objeciones severas, autorizar los trabajos.
El Gobierno ha enfrentado temas que tenían potencial conflictivo con una estrategia propia. Es lo que ocurrió con la autorización del fracking, donde primero se hizo una prueba piloto, luego se comunicó y como tercer paso se reglamentó la actividad. Con el caso Sierra Pintada el camino debe ser más seguro, pues la justicia federal monitorea los avances y hay varios fracasos a cuestas.
El tema plantea un desafío de madurez y pericia política. Para el Gobierno, que debe lograr el consenso para que finalmente la contaminación cese, garantizando un proceso transparente. Y para los sectores defensores del ambiente, que más allá de la desconfianza, deberán ver el bien superior: que la contaminación acumulada por décadas deje de ser un riesgo para los habitantes de San Rafael.

El plan
Si la minería genera desconfianza en algunos sectores de Mendoza, en Sierra Pintada tienen un argumento para ello. Tras el cierre de la producción quedaron 5223 tambores equivalentes a 1.067,60 toneladas de residuos contaminados (que equivalen a 14 toneladas de uranio). Esa basura fue trasladada a Mendoza entre 1995 y el 2000. A ellos se le suma el agua de cantera que surgió de los efluentes del proceso de lixiviación, las colas provenientes del mineral de Uranio proveniente de la lixiviación con ácido sulfúrico (en total más de 1 millón de metros cuadrados), que no fueron neutralizadas, ni cubiertas con material inerte por lo que existe posibilidad de afectación de cursos de agua.
La misma CNEA establece un grupo de riesgos potenciales. En el caso de las colas de uranio, el riesgo de que haya emanaciones de gas Radon a la atmosfera (aunque se encuentra por debajo de los niveles admisibles para viviendas); la Radiación gamma (no existe riesgo mientras no se utilice indebidamente. Se encuentra controlada por Gendarmería y CNEA) y la dispersión por viento agua o dilución. En el caso del agua de cantera, se determinó que existe el riesgo de infiltración a través de fisuras en la roca o que debido al exceso de lluvias se desborde. En tanto que por los residuos sólidos que tienen altos contenidos de uranio y "las condiciones de almacenamiento (bolsas plásticas dentro de tachos metálicos y enterrado bajo las colas de proceso) hacen de los mismos potencialmente peligrosos.
La Auditoría General de la Nación advirtió sobre los incumplimientos de la CNEA en el saneamiento de Sierra Pintada, con un detallado análisis de lo realizado y lo gastado. Allí, por ejemplo, figura que hubo muchos gastos en consultorías ambientales y que los trabajos proyectados no se cumplieron. "No se observan avances en la gestión integral de pasivos ambientales; no se ha tratado ninguno de los pasivos prioritarios (agua de cantera (AC) y residuos sólidos (RS) dispuestos transitoriamente en tambores) aunque se ha avanzado en la realización de obras que permitirán su tratamiento. Respecto de la gestión de los referidos pasivos ambientales prioritarios, la CNEA no ha cumplimentado la totalidad de las acciones requeridas por la Resolución 1779/04 del ex MAOP de Mendoza", dice el informe.
La CNEA ya elevó el plan para remediar que incluye procesos distintos. Para el agua de cantera se propone un sistema de " Resinas de Intercambio ionico - aniónicas - precipitación", con un plan alternativo de nanofiltración, que tiene menos impacto pero un costo muy superior. El tratamiento de los residuos sólidos es el que genera más tensiones por el uso de ácido sulfúrico. "Se deben retirar los tambores de las escombreras, trasladarlos y proceder a la apertura segura, con sistema previsto en el proceso y someterlos a tratamiento", explica el resumen al que accedió MDZ, donde se describen los 7 pasos del proceso que van desde el lavado de esos sólidos con agua de cantera, hasta la disolución con ácido sulfúrico y la neutralización con cal de ese material.
En el Gobierno mantienen la postura de autorizar el proceso solo para la remediación. Y en contraposición aparece de nuevo la variable económica: Argentina necesita uranio para abastecer a las centrales nucleares y la importación complica más las cuentas. Al mismo tiempo el sector minero presiona para que se impulse la actividad.
 El plan nuclear lanzado por Kirchner no está abandonado en lo conceptual, más allá de que no lograrán los objetivos planteados para el 2019. Según un informe de la Secretaría de Energía de la Nación de la actual gestión, en el país se consumen 250 toneladas anuales de uranio para los 3 reactores a plena potencia (Atucha I, Atucha II y CN Embalse) y se necesitarán al menos 80 toneladas más para un nuevo generador. Según ese mismo trabajo, en la Argentina, la CNEA informó la existencia de aproximadamente 20.000 tU como "recursos identificados".
En el plan elaborado por el ex ministro Juan José Aranguren se destaca la necesidad de impulsar la producción de uranio para sustituir importaciones y para impulsar esa industria. Sin embargo, se reconoce entre las conclusiones las dificultades por la resistencia social al tema.
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A pesar de las experiencias... se viene la minería del uranio



Energía: ¿El retorno de la minería del uranio a la Argentina?

Fecha de Publicación
: 13/06/2018
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Nacional


El memorando de entendimiento firmado en enero pasado por Argentina y Rusia permitiría reactivar la minería del uranio en nuestro país.
Luego de más de dos décadas de paralización del sector, el memorando de entendimiento para la exploración y explotación de uranio, suscripto en Moscú en enero pasado durante la visita oficial del presidente Mauricio Macri, abre las puertas para reactivar la producción de este estratégico mineral en nuestro país. Participaron de su firma el canciller Jorge Faurie, en representación del ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao; y los presidentes del grupo ruso Uranium One, Vasily Konstantinov, y de la empresa UrAmerica Argentina, Omar Adra.
Desde 1997, cuando se suspendieron las actividades mineras en Sierra Pintada, las necesidades de la industria nuclear local han sido satisfechas por el mercado internacional. En los últimos años, las importaciones de uranio natural provinieron principalmente de Canadá y, en menor medida, de Kazajstán, con precios promedio que oscilaron entre los 120 y los 170 dólares por kilo.
El próximo año, cuando vuelva a operar Embalse –tras la parada técnica para su repotenciación y extensión de vida–, el consumo anual de las instalaciones nucleares argentinas estará en el orden de las 220 toneladas de uranio natural. A mediano plazo, la puesta en marcha de la cuarta y quinta centrales sumará una demanda adicional de 280 toneladas anuales, lo que arrojaría un total de 500 toneladas anuales.
De acuerdo con un informe de la Dirección Nacional de Promoción Minera, los recursos de uranio identificados en la Argentina ascienden a 31.685 toneladas. El cálculo surge de la sumatoria de los recursos razonablemente asegurados y de los inferidos –a un precio menor o igual a 130 dólares por kilo– de seis yacimientos: Sierra Pintada (Mendoza), Don Otto (Salta), Cerro Solo, Laguna Colorada, Laguna Salada y Meseta Central, estos cuatro últimos ubicados en la provincia de Chubut.
El objetivo de UrAmerica, una compañía que tiene diez años en el sector, es posicionar a nuestro país como productor de uranio para abastecer tanto la demanda local como regional. "Argentina no puede desperdiciar su potencial en un momento en el cual el mundo tiene que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y en un contexto en el que, para 2030, va a haber el doble de reactores nucleares de los que están funcionando actualmente", señaló, en diálogo con DEF, Omar Adra, el fundador y presidente de la compañía argentina firmante del memorando.
Al contexto global de presión sobre la oferta de uranio, se suma un factor geopolítico que afectará directamente al mercado: el fin del proceso de desarme nuclear, del que procedía alrededor del 30 % del abastecimiento del uranio, ahora destinado a usos civiles.
La búsqueda de recursos adicionales de uranio se convierte, entonces, en una necesidad para atender la futura demanda de la industria. Con el foco puesto en el desarrollo del potencial argentino, su empresa ha desarrollado en los últimos años un ambicioso programa exploratorio en la Meseta Central chubutense. Tal como informa en su página web, "el posicionamiento actual de las propiedades de UrAmerica cubre áreas altamente prospectivas para la exploración de uranio, incluyendo más de 145.000 hectáreas que se encuentran rodeando el Cerro Solo, que es el depósito de uranio alojado en rocas sedimentarias más grande y de más alto grado en Argentina, y el open pit –mina a cielo abierto– de Los Adobes (histórico), ambos controlados por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA)".
Adra dejó en claro, ante la consulta de DEF, que "con el valor actual del mineral en el mercado, la opción del open pit no es económicamente viable para el uranio".
En octubre de 2011, la empresa selló una alianza estratégica con el coloso canadiense Cameco, el mayor productor mundial de uranio. "A pesar del accidente de Fukushima (ocurrido en marzo de 2011) y más allá de las circunstancias del mercado, Cameco consideró que el desarrollo de la cuenca de Chubut, con un potencial uranífero comparable al de Kazajstán, debía ser atendido porque estaba claro que en el futuro iba a faltar uranio en el mercado", explicó el presidente de UrAmerica.
Kazajstán tuvo un plan estratégico en los últimos quince años, con la decisión del gobierno de desarrollar su potencial uranífero. Entre 2001 y 2013, el país centroasiático multiplicó por diez su producción, al pasar de 2022 a 22.550 toneladas anuales. Luego de un pico de producción de 24.560 toneladas en 2015, se decidió un leve recorte que ubica su producción actual en torno a las 23.000 toneladas anuales, lo que representa alrededor del 40 % del total mundial.
El resultado fue el mayor programa de exploración de uranio en el menor período de tiempo: se perforaron 24.000 metros en solo 18 meses, lo que le valió a UrAmerica el reconocimiento del organismo internacional. Con el resultado de la exploración realizada juntamente con la empresa canadiense Cameco, se determinó que los recursos inferidos de la Meseta Central ascienden a 19,1 millones de libras de óxido de uranio (U308), con una ley promedio de 310 partes por millón, lo que implica que estamos ante un yacimiento económicamente explotable.
En el flamante memorando, el aporte que hará Uranium One, subsidiaria de Rosatom y consolidada desde hace siete años como la cuarta productora mundial de uranio, será el know-how del método de recuperación in situ, que permite la extracción del mineral sin movimiento de suelos y con un menor impacto sobre el medioambiente, en línea con el concepto de smart mining (minería inteligente). El uranio se mantiene en el yacimiento y se inyecta, mediante un sistema de pozos, un agente lixiviante que permite disolver el mineral. La solución uranífera es posteriormente bombeada hacia la superficie, donde se procesa gradualmente hasta obtener un concentrado de óxido de uranio (U3O8), más conocido como yellow cake.
La recuperación in situ no utiliza ningún tipo de contaminante, no genera escombreras ni depósitos de desechos y asegura el estado inicial de las aguas subterráneas. En el caso del proyecto de la Meseta Central, el agua que se utilizará no es apta para consumo humano y solo es aplicable a usos industriales y a riego en forma limitada. Los acuíferos tampoco tienen conexión con la cuenca del Río Chubut. "Cuando se aplica el método y se lo entiende claramente, la gente se familiariza, y la preocupación ambiental pasa a ser una cuestión secundaria", sostuvo Adra, quien añadió que "incluso se puede caminar por encima de la mina donde se está produciendo".
"Es la primera vez que el gobierno de Rusia hace un intercambio de tecnología en un área sensible como es la nuclear", destacó el titular de UrAmerica, quien acompañó en septiembre del año pasado al ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, durante su visita a Karatau (Kazajstán), donde Uranium One explota, junto con la estatal kazaja Kazatomprom, una mina de uranio con el método de recuperación in situ.
La principal dificultad que existe hoy en Chubut es la vigencia de la ley provincial que suspendió la actividad minera extractiva en el territorio provincial y el uso de cianuro en sus procesos de producción. La norma, conocida como Ley 5001, fue sancionada en abril de 2003, luego de una consulta no vinculante, en la que los ciudadanos de Esquel rechazaron la instalación de un proyecto operado por la empresa Meridian Gold en las cercanías de esa localidad.
En noviembre de 2014, la Legislatura chubutense dictó una nueva ley que suspendió durante 120 días el inicio de cualquier actividad minera metalífera y estableció para el futuro que cualquier aprovechamiento minero debería contar con la denominada "licencia social", para lo cual estableció el mecanismo de la "consulta popular vinculante, que abarcó la región o localidades afectadas por el proyecto de exploración".
En los últimos años, hubo una serie de intentos frustrados por avanzar en la "zonificación minera" del territorio chubutense, una condición establecida por la Ley 5.001 que, a pesar de los 15 años transcurridos, nunca se implementó. Con la llegada de Mauricio Macri al Gobierno, el Ministerio de Energía y Minería hizo un guiño en este sentido. Entre los principales impulsores de esta política, se encuentra el subsecretario de Desarrollo Minero de la Nación, Mario Capello, que, en el pasado, desde su cargo de secretario del Colegio Argentino de Ingenieros en Minas (CADIM), había calificado la política antiminera de Chubut como "inconstitucional" y había pedido que se escuchara la opinión de los habitantes de la Meseta Central, una zona que en los últimos 30 años ha perdido cerca del 40 % de su población.
En mayo del año pasado, se desarrolló la Cumbre Ambiental promovida por el fallecido exgobernador Mario Das Neves, quien expresó en aquella oportunidad su rechazo a la explotación de uranio en Chubut. "No hay uranio para nadie; no lo vamos a explotar porque eso sí contamina y es peligroso", manifestó el entonces mandatario provincial. Posteriormente, Chubut se negó a firmar el Nuevo Acuerdo Federal Minero, por el cual el Estado Nacional y veinte provincias se comprometieron a unificar estándares, así como cuestiones impositivas y ambientales de la actividad. Aunque no ha variado su postura respecto de la asumida por Das Neves, su sucesor Mariano Arcioni, con apenas seis meses en el cargo, se ha mostrado abierto al debate y se ha comprometido a respetar la voluntad de los chubutenses y la decisión que adopten los legisladores respecto de la eventual zonificación minera del territorio.
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Se desifla el plan nuclear por cuestiones económicas nomás

El plan nuclear se queda sin energía
 
Fecha de Publicación: 08/06/2018
Fuente: BAE Negocios
Provincia/Región: Nacional


Aporta el 5% a la matriz energética del país y con los proyectos que ahora están suspendidos, se estimaba duplicar esa porción. Obra pública, tecnología de avanzada y menos diversificación, un combo que se pierde con la decisión
A mediados de mayo, autoridades nucleares argentinas visitaban China para avanzar sobre el acuerdo nuclear que Argentina viene negociando con ese país asiático. Unos días después comenzaron las versiones, hasta el momento nunca desmentidas públicamente por ningún funcionario nacional, acerca de que el gobierno de Mauricio Macri había suspendido el acuerdo nuclear con China por los problemas económicos, el rojo en el déficit fiscal y el ajuste económico que viene encarando a partir de la corrida bancaria y las negociaciones iniciadas con el FMI.
En rigor, lo que se conoce -aún no oficialmente- es que la Argentina canceló la construcción de Atucha III, lo que iba a ser la cuarta central nuclear del país y, en el escenario más optimista, postergó para el año 2022 el inicio de las obras de la quinta central. Ante la consulta de BAE Negocios al Ministerio de Energía y Minería sobre este tema, manifestaron que se mantienen “sin comentarios”, como en las últimas dos semanas.
La caída del acuerdo generará un fuerte impacto para la actividad nuclear del país que aporta alrededor del 5% a la matriz energética y que soñaba con alcanzar al 10% en los próximos años a partir del impulso de las dos centrales nucleares nuevas. En 2016 la energía nuclear produjo el récord anual de generación de energía, superando a la generada en 2009. Durante 2016 la generación neta nuclear anual alcanzó el récord de 7.677 GWh, un 5,56% del total del Sistema Argentino de Interconexión (SADI), según información oficial de la empresa Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA).
El impacto de la repentina decisión del gobierno nacional será aún mayor ya que con la construcción de Atucha III se esperaba la creación de 5.000 puestos de trabajo calificado y el impulso para la Planta Industrial de Agua Pesada de Arroyito (PIAP), ubicada en la provincia de Neuquén.
BAE Negocios dialogó sobre este tema con Agustín Arbor, un ingeniero especializado en seguridad radiológica, nuclear, de salvaguardias y la protección y seguridad física, que trabaja en el sector nuclear desde hace 40 años y desde hace más de 20 años lo hace en la Autoridad Regulatoria Nacional (ARN).
“Me cuesta entender la racionalidad y conveniencia para el país de suspender el acuerdo nuclear con China. En mi opinión, es una medida absurda por parte del gobierno porque era un acuerdo ventajoso, estaba dirigido a obra pública, involucraba tecnología avanzada y producía un efecto derrame sobre gran parte de la industria nacional y nos colocaba ante la posibilidad futura de contar con cinco centrales nucleares y tener la posibilidad de poder financiar otras nuevas con recursos propios provenientes de la explotación comercial de las mismas centrales”, señaló Arbor, que además es referente de la Asociación de Profesionales de la CNEA (Apcnean).
El acuerdo nuclear alcanzado producto también de la diplomacia beneficiaba a ambos países. “Este gobierno venía respetando el acuerdo alcanzado con China por el anterior gobierno. Decidió seguir adelante y lo que hizo, que no fue poco, fue revisar los contratos y conseguir una reducción en los costos. Todo esto se suspendió sorpresivamente”, describió el ingeniero Arbor.
Atucha III iba a ser una central nuclear de tipo Candu (Canada Deuterium Uranium) que funciona con uranio natural y agua pesada, y que iba a aporta 745 MW al sistema. La quinta central era del tipo PWR, que funciona con uranio enriquecido como combustible y agua liviana, y estaba pensada para alcanzar una potencia de 1.150 MW.
Agustín Arbor, que también fue agregado técnico-profesional durante siete años en Viena para asesorar a la embajada argentina en Austria sobre asuntos nucleares ante el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), comentó: “Si se anula la construcción de Atucha III, que es del tipo Candu, similar a la central de Embalse, que utiliza uranio natural y agua pesada producida en la planta industrial PIAP, pueden haber serios costos sociales, científicos, tecnológicos y económicos para nuestro país”.
También señaló que, además de “perderse la posibilidad de crear 5.000 puestos laborales calificados”, otra consecuencia “tiene que ver con la desactivación de los sectores nucleares de las empresas nacionales involucradas como proveedores de ingeniería, componentes, equipos y montaje o la desactivación de la PIAP en Neuquén, con la pérdida de alrededor de 600 puestos de trabajo calificado”.
Además, el ingeniero Arbor advirtió que peligra “el capital intelectual nuclear de las empresas del sector, de los organismos nucleares, de institutos y de distintos laboratorios que le costó años y mucho esfuerzo al país poder desarrollarlos. El capital intelectual es justamente donde radica el secreto del desarrollo de un país y la cancelación del acuerdo nuclear aporta a desactivarlo”.
La decisión del gobierno está sorprendiendo a todo el sector. Es que el proyecto de Atucha III estaba avanzado y ya tenía el predio de 110 hectáreas destinado. Iba a funcionar junto a Atucha I y II en la localidad de Lima, en Zárate. El 3 de enero de 2017 Nucleoeléctrica Argentina había firmado la escritura de los terrenos.
Arbor subrayó que “la caída del acuerdo es evidente que refleja una clara política de desactivación del plan nuclear argentino. No se puede ver esto de otra manera”. El 31 de mayo pasado se cumplieron 68 años de la creación de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la asociación de profesionales amitió un comunicado expresando la preocupación por el futuro de la actividad nuclear del país.
“Argentina es reconocida mundialmente en el campo nuclear para usos pacíficos y seguros, tiene un importantísimo desarrollo propio y sostenido desde 1950 por el esfuerzo de profesionales, técnicos y asistentes, en definitiva, de los trabajadores de la actividad nuclear del país que hoy estamos preocupados”, comentó Arbor.
El acuerdo nuclear con China, que rubricó el anterior gobierno y continuó el actual hasta hace 15 días atrás, implicaba la construcción de dos centrales nucleares por un total de 14.000 millones de dólares a través de un préstamo blando donde China financiaba el 85%. El plazo de construcción de Atucha III era de 7 años y había un período de gracia de 8 años para comenzar a devolver el préstamo al país asiático.
Sobre esto Arbor subrayó que “lo que se conoce hasta ahora es que esto tiene que ver con el ajuste económico. Pero lo que no se entiende bien es que la Argentina ya tenía otorgado un crédito blando por parte de los chinos para la construcción de las dos centrales nucleares nuevas y a devolver a 20 años. Es un absurdo, la verdad es que no se entiende. En 8 años podíamos tener construidas las dos centrales y pagarlas con la propia generación eléctrica producida” y concluyó afirmando que la del gobierno “es una decisión sorpresiva y absurda y provoca la desactivación a futuro del plan nuclear argentino”.
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La Nuclear de Embalse tuvo un accidente



Advierten por un accidente en la Central de Embalse

Fecha de Publicación
: 26/05/2018
Fuente: Hoy Día
Provincia/Región: Córdoba


El presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente, Raúl Montenegro, anunció ayer la difusión en Estados Unidos, y simultáneamente en Argentina, del accidente radiactivo que tuvo lugar a fines del año pasado en la Central Nuclear de Embalse de Río Tercero. “Lo ocurrido delata que secretismo e irresponsabilidad son una combinación altamente peligrosa, y un anticipo de lo que puede ocurrir si la central empezara a operar”, aseguró el biólogo.
Al respecto, precisó que el hecho sucedió mientras se efectuaba el re entubado del reactor, actualmente detenido y en proceso de remodelación. Montenegro informó en la víspera que participó de una conferencia internacional organizada por la Universidad de California en Santa Cruz, Estados Unidos, que reúne a premios Nóbel Alternativos de dicho país y de Canadá, además de docentes e investigadores de numerosas universidades. Sobre el particular, alertó sobre “la mayor peligrosidad del reactor Candú, ilegalmente remodelado para que su vida útil pueda extenderse otros 30 años, una obra decidida y concretada por los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner primero, y Mauricio Macri después”. “Pese a la parodia de estudio de impacto ambiental y audiencia pública organizados por el gobierno de Córdoba, es una obra que sigue siendo ilegal”, aseguró el titular de Funam.
Durante el encuentro, Montenegro denunció internacionalmente que la coexistencia en el reactor de partes nuevas y antiguas, y la creciente acumulación de combustible nuclear agotado altamente radiactivo en los silos de cemento, próximos a la central, “lo vuelven más vulnerable y de alto riesgo. De chocar un avión de gran porte contra los silos podría ocurrir una catástrofe veinte veces mayor a la ocurrida en Chernobyl, afectando la salud humana y el ambiente en un radio de 500 kilómetros alrededor del reactor”.
Por su parte, recordó que “el 17 de noviembre de 2017 se produjo el salto de varios sellos de contención durante el re entubado del reactor nuclear de Embalse, lo que permitió la liberación de vapor con tritio 3 radiactivo. En esa área, se encontraban unas 50 personas. Durante las cinco horas que duró el episodio hubo registros altos de tritio radiactivo al mediodía y a las 14 horas, situación que forzó la evacuación total del área contaminada”.
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Chubut: "20 cunas de uranio" en la mira de mineras

Hay interés de empresas en «20 cunas de uranio» en todo el territorio de Chubut

Fecha de Publicación
: 25/05/2018
Fuente: El Chubut
Provincia/Región: Chubut


El Memórandum de Entendimiento que sellaron el presidente Mauricio Macri y el Premier Vladimir Putin despertó una ola de consultas por el uranio en Chubut. Varias empresas realizaron sondeos por 20 yacimientos de este mineral. Después de mucho tiempo, la provincia avanza en un debate profundo sobre el desarrollo o la prohibición.
El periodista Franco Córdoba publicó en Télam una nota de análisis sobre la situación en la que se encamina Chubut. En un pasaje de la nota describe que después de 100 años, la Provincia inició un debate sobre un inminente cambio de paradigma en la matriz económica.
«La provincia patagónica transita una encrucijada marcada por una crisis socioeconómica, y una palabra sobrevuela para matizarla: minería. Atrás quedaron los años de bonanza con la actividad petrolera y récords en regalías, pero hoy vive un momento de su historia donde analiza darle paso al uranio y otros minerales, o bien, seguir pendiente del precio del barril y las inversiones para el oro negro», argumentó Córdoba, abriendo el paso a la discusión sobre la minería y en especial, del uranio.
Lo cierto es que desde que Argentina y Rusia estamparon la firma en materia de «cooperación tecnológica para la explotación de uranio», hubo una lluvia de consultas de empresas nacionales e internacionales por proyectos que tienen alta potencialidad de este minera en la provincia del Chubut.
La firmas mas conocidas son la Uranium One Group - subsidiaria de la compañía estatal de Energía Atómica Rosatom de Rusia - y UrAmérica Argentina S.A.
«Más allá de estos anuncios oficiales y en base a diferentes estudios de suelo en la provincia, existen casi 20 proyectos de empresas que desean explotar esos yacimientos o cunas de uranio», precisa la nota publicada en Télam.
En la provincia hay 20 yacimientos que cuentan con estudios geológicos que determinaron una alta factibilidad de concentración de uranio. Gran parte de estos proyectos están situados en la Meseta Central.
Uno de los más populares en Chubut por su dimensión es el yacimiento Cerro Solo que está bajo el control de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). De los estudios, decantan que los campos aseguran 4.420 toneladas de uranio y un potencial de 4.810 toneladas.
El yacimiento «Laguna Salada» bajo la órbita de la firma canadiense U308 Corporation tiene 2.430 toneladas aseguradas y 1.640 inferidas.
«Laguna Colorada», administrado por la CNEA, garantiza 100 toneladas y un total de 60 inferidas; en tanto que «Meseta Central» de UrAmérica S.A. proyecta más de 7.000 toneladas de Uranio.
Los otros yacimientos son «El Regalo», «El Tropezón», «La Bombilla», «La Pampa», «Los Adobes», «Guanaco», «Regalo», «Bororo Nuevo», «Bajo del Gualicho»m «Sierra Chata», «Bajo Colorado», «Mirasol», «Cóndor», «Cerro León», «Sierra Cuadrada» y «Cañadón Gato Krugger».
En el caso de Bajo del Gualicho, Sierra Chata y Bajo Colorado, los emprendimientos están ubicados en la zona noreste de Chubut; en tanto que en el caso de Cañadón Gato Krugger, está situado en la zona sur de la Provincia.
Los senadores Alfredo Luenzo (ChuSoTo) y Nancy González (FPV); y el ministro de Hidrocarburos de Chubut, Martín Cerdá, dejaron sus impresiones sobre la explotación minera en la Provincia.
Cerdá ya no oculta su posicionamiento favorable y remarcó que «si se dan todas las condiciones, ambientales, marcos legales claros, beneficios que pueda dejar la industria, creo que debemos darnos la posibilidad en Chubut de llevarla adelante».
El senador Luenzo reconocio que el debate «ya está instalado en la provincia», por eso sugirió que «debemos sincerarnos y colocarlo sobre la mesa para tomar una decisión. Por el sí o el no, pero hay que tomar una decisión, porque de lo contrario la van a tomar otros».
En contraposición, González reflexionó que la posible explotación minera «parece más una imposición por parte del Gobierno nacional, orientada a la depredación de los recursos naturales, que una oportunidad de desarrollo genuina».
Otra de las voces que sumó fue la del intendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares (FPV), quien semanas atrás recibió a los jefes comunales de la meseta, que impulsaron el proyecto de zonificación.
«Hay que analizarla como un negocio, como lo son otras tantas industrias, e identificar sus pro y sus contras, porque como la práctica en cualquier industria, acá lo que preocupa es el impacto en la gente y el medio ambiente. Por ello, el primer punto de debate debe ser si es contaminante; y en ese caso, en qué grado», afirmó Linares.
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