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Radiografía de la deforestación en Argentina



Arrasar para cultivar: una radiografía de la deforestación en Argentina

Fecha de Publicación
: 28/02/2020
Fuente: biodiversidadla.org - InfoBae
Provincia/Región: Nacional


El cambio climático es una de las mayores amenazas para la humanidad y la reducción de la deforestación podría ser la clave para frenar su avance. ¿Argentina podrá estar a la altura de los cambios que se necesitan?
“Según datos del Panel Internacional de Recursos de las Naciones Unidas (2014) en América Latina, en nuestro país, a contramano de la tendencia global, se explica el aumento de la producción agropecuaria más por la extensión de las tierras arables que por la productividad de sus cultivos”, sostienen desde la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN). En nuestro país, este modus operandi deviene en el proceso conocido como “pampeanización”: la exportación de la lógica productiva pampeana hacia otras ecorregiones del país (Chaco, por ejemplo). Como explican desde FARN, en menos de 20 años nos hemos encargado de deforestar el equivalente a la superficie de la provincia de Formosa.
Un dato: la deforestación, por la transformación de bosques nativos para la producción de cultivos y la ganadería, ha emitido el 10,52 por ciento de los gases de efecto invernadero (GEI) a nivel nacional. En ese sentido, Belén Zermatten de PWC en Argentina, explicó durante la jornada final de la Diplomatura en Seguridad Humana para el Desarrollo Sostenible, organizada conjuntamente por la Fundación Criteria y la Universidad del CEMA, que, según el Acuerdo de París, “el promedio de reducción de emisiones que se necesita a nivel global para cumplir con las metas que pusieron cada una de las naciones que adhieren es de un 3 por ciento. De acuerdo con los últimos resultados, se ha logrado una reducción 1,6 por ciento, lo cual está bastante por debajo del compromiso”.
DEF pudo dialogar con la directora ejecutiva adjunta de FARN, Ana Di Pangracio, sobre las cifras de deforestación en nuestro país: “A nivel de Argentina, es un problema serio, y lo más grave es que la deforestación ilegal persiste, particularmente en un bosque de relevancia regional como el Gran Chaco, que compartimos con Bolivia y Paraguay”. Para ella, la conversión de bosques a tierras agrícolas, el pastoreo excesivo, la rotación intensa de cultivos, el manejo no sostenible de los bosques, la introducción de especies vegetales y animales exóticas invasoras, la infraestructura a gran escala, la explotación minera y de petróleo, los incendios, las plantaciones forestales, la contaminación y el cambio climático impactan negativamente sobre los bosques, sus ecosistemas y especies.

De hecho, la Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal (UMSEF), del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, es la responsable de generar los datos de pérdida de bosques nativos. De acuerdo a los trabajos realizados, se pueden saber alguno de los efectos que génera la reducción de estos bosques. Entre ellos, se puede mencionar la pérdida de la biodiversidad en muchas escalas, lo que afecta la estabilidad y el mantenimiento de los procesos evolutivos, así como también las funciones ecosistémicas. Además, modifica el ciclo del agua, del carbono, del nitrógeno, del fósforo y de otros elementos que alteran la conexión entre los componentes vivos y no vivos de la tierra. Asimismo, genera la emisión de gases de efecto invernadero y afecta la calidad de vida de las poblaciones.

Cifras alarmantes
“Según datos de la ex Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS), entre 1998 y 2002, desaparecieron más de 780.000 hectáreas de bosques. En los siguientes años, previo a la entrada en vigor de la Ley de Bosques, el proceso se acentuó, y se arrasaron 1,1 millones de hectáreas, en su gran mayoría, a manos de la soja”, sostiene la directora de FARN, quien, además, explica que, con estas cifras, la tasa de deforestación de la Argentina resultó seis veces más alta que el promedio mundial. En ese sentido, Di Pangracio señala que el desmonte más intenso se producía en la franja de transición entre el parque chaqueño y las yungas; se perdían un promedio de 821 hectáreas de bosques por día, 34 hectáreas por hora.
Frente a tan grave situación, en 2006 se presentó en la Cámara de Diputados un proyecto para atender la emergencia forestal que se atravesaba. Se trató de una iniciativa del entonces diputado Miguel Bonasso. Finalmente, la Ley de Bosques fue sancionada el 28 de noviembre de 2007. Desde entonces, el escenario se modificó, aunque, como explica, la deforestación ilegal sigue existiendo y, de hecho, se desmontan bosques protegidos por las categorías amarilla y roja de la Ley 26331, uso sostenible y conservación estricta respectivamente.
Pese a las medidas adoptadas, las cifras siguen siendo alarmantes. “El porcentaje de la superficie del país cubierta con bosque nativo era de 11,26 por ciento en 1998 y bajó al 9,77 por ciento en 2015. En términos de área absoluta, Argentina pasó de contar con 31,4 millones de hectáreas en 1998, a 27,3 millones en 2015. Esto representa una disminución de 4.150.000 de hectáreas, a una tasa anual de deforestación de 0,83 por ciento. Nos queda en pie el equivalente al 30 por ciento de las masas forestales originales. Índices internacionales ponen también de relieve el escenario argentino en materia de bosques nativos: en 2014, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) advirtió que en Argentina ocurre el 4,3 por ciento de la deforestación global. Por su parte, un informe de la FAO ubicó a Argentina entre los diez países que más desmontaron entre 2010 y 2015”, detalla Di Pangracio al tiempo que insiste en que se debe profundizar el trabajo en materia de combate de la deforestación ilegal y ofrecer opciones de uso sostenible y responsable de los bosques nativos.
“El porcentaje de la superficie del país cubierto con bosque nativo era de 11,26 por ciento en 1998 y bajó al 9,77 por ciento en 2015. En términos de área absoluta, Argentina pasó de contar con 31,4 millones de hectáreas en 1998, a 27,3 millones en 2015”.¿Hay tiempo para un cambio?, para Di Pangracio, sí: “Tenemos la herramienta para lograrlo, la Ley de Bosques 26331, pero necesitamos el compromiso político a la altura del desafío y recursos dinerarios. Para 2020, la Ley de Presupuesto 2020 prevé asignar un total de $609.829.000, lo que equivale a solo el 3,25 por ciento del mandato legal y significa que, por cada hectárea de bosque nativo que posee, Argentina invertirá apenas $10,20. Sin plata, no podemos salvar los bosques”.

Lejos del ideal agroecológico
Para Di Pangracio, Argentina transformó buena parte de sus pastizales y bosques nativos en tierras de cultivo. “El avance de la frontera agropecuaria es atribuible en gran medida a la expansión del cultivo de la soja, por sus elevados precios internacionales y los nuevos países que se sumaron a la demanda. Esto impacta en los ecosistemas y en la salud de las personas, debido al abusivo y desaprensivo uso de agroquímicos que supone el agronegocio. Se necesita acordar intervenciones en el bosque que sean genuinamente sostenibles y avanzar hacia sistemas agroecológicos”.
En ese sentido, la directora de FARN explica que la zona más afectada, porque aún preserva bosque nativo en pie y poco salvaguardado bajo alguna categoría de área protegida, es el Gran Chaco (las provincias de Chaco, Salta, Formosa y Santiago del Estero concentran gran parte de la deforestación). Básicamente, allí el suelo fue destinado a la agricultura y la ganadería.
En el sur o en los bosques ribereños del noreste del país, una amenaza importante es el desarrollo inmobiliario, detalla la directora de FARN. La restauración de bosques degradados o bosques que se han deforestado tiempo atrás es bienvenida, en tanto se haga con especies nativas de la zona de que se trate.

¿Forestar o detener la deforestación?
Para Di Pangracio, se debe hacer foco en detener la deforestación, ya que los procesos de restauración llevan muchos años, esfuerzo y recursos económicos. “La restauración de bosques degradados o bosques que se han deforestado tiempo atrás es bienvenida, en tanto se haga con especies nativas de la zona de que se trate, involucrando a la comunidad local. Pero es más fácil y barato mantener el bosque en pie que destruirlo y restaurar.
Cabe resaltar que es preocupante que Argentina plantee para 2030 llevar de 1,3 a 2 millones las hectáreas con forestaciones de exóticas, planteándolas como solución al cambio climático, porque, al tratarse de árboles, capturan carbono”. La directora de FARN explica que estas forestaciones tienen fuerte impacto social y ambiental y reciben subsidios estatales para llevarse adelante: “Creemos que esto debe detenerse porque son incentivos perjudiciales para la biodiversidad, y que debe atenderse con urgencia el abordaje de los impactos sociales y ambientales de las plantaciones ya existentes”.
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Córdoba: crowdfunding para reforestar las altas cumbres



El sueño de crear un bosque en Pampa de Achala, con aportes colectivos

Fecha de Publicación
: 27/02/2020
Fuente: La Voz del Interior
Provincia/Región: Nacional


Compraron 120 hectáreas en las Altas Cumbres. Con una fundación buscan forestarlas con tabaquillos, una especie nativa. El tabaquillo está en riesgo de extinción. Apelan a financiar la plantación masiva mediante el “crowdfunding”: un aporte solidario.
¿Habrá existido alguna vez, cuando Córdoba era comechingona, un bosque de tabaquillos de 120 hectáreas en las alturas de la Pampa de Achala? Nadie puede saberlo hoy.
Sí se sabe que siglos atrás las sierras altas tenían más forestación que la que hoy muestran a cuentagotas.
Y un día no lejano podrá saberse si un nuevo bosque sobre 120 hectáreas entre las rocas y quebradas de las Altas Cumbres asomará como novedad en ese paisaje. Es el sueño que sueña Nicolás Roitberg.
Nicolás y su “socia” Alejandra Santini compraron en 2019 un campo de esa superficie, bien allá arriba (a 2.300 metros), con el solo fin de poblarlo de árboles nativos. Para eso, están poniendo en marcha un original modo de colaboración: encarar la tarea mediante el crowdfunding (financiamiento colectivo) haciendo que el aporte pequeño pero de muchos lo haga posible.
Arriba de los 1.400 metros, sólo crecen dos árboles nativos en Córdoba: tabaquillos y maitenes. Hay que andar bastante para dar con ellos. Y mucho más, si lo que se quiere es hallar un bosque que los agrupe.
El campo (piedra y pastizales de altura, surcado por dos arroyos) está dentro de las más de 140 mil hectáreas de la Reserva Hídrica Provincial Pampa de Achala, una región de altura que va desde el cerro Champaquí hasta Los Gigantes, y que es la fuente del 70 por ciento del agua que Córdoba tiene y necesita: allí nacen sus principales ríos. Esa región, aun siendo “reserva” desde 1999, ha perdido muchos más bosques y suelos que los que ha recuperado desde entonces.
El Parque Nacional Quebrada del Condorito, creado en 1996, actúa como un oasis de conservación en ese marco, sobre sus 37 mil hectáreas.
“Estamos creando la fundación Achala y en marzo lanzaremos una campaña fuerte para sumar socios, tanto voluntarios para tareas en el lugar como aportantes de recursos, desde cualquier lugar de Argentina y del mundo. Queremos contagiar a la gente la pasión por esto. Y que entienda los beneficios”, explicó Roitberg a La Voz desde su casa en Las Calles, una comuna del Valle de Traslasierra.
Sin pastos ni bosques nativos, se pierden cada vez más suelos en las Sierras tras cada lluvia sobre terrenos con pendiente. Sin suelo, sólo queda roca y las Sierras pierden así su capacidad clave de retener aguas que eviten las crecidas furibundas de los ríos en verano y que las acumulen como reserva hídrica para el resto del año.
“Preocupa ver estas zonas cada vez más erosionadas”, remarca Nicolás.

Ir por más
“La idea hace eje en la reforestación, pero no acaba ahí. Buscamos ser sustentables, y avanzar luego hacia proyectos de ecoturismo y de educación ambiental con esa forestación como pilar”, explica este porteño ya acordobesado.
Nicolás apunta que crearán una fundación, que administre ese campo-bosque “para que esto no sea de algunas personas, sino de una institución que las exceda, y para que después de este proyecto pueda haber otros”.
“Estamos empezando a abrir puertas, a invitar a la gente, a hacerlo participativo”, se entusiasma.
“Ahora largamos con una instancia clave: cerrar con alambrados los sectores por forestar, para evitar que el ganado destruya lo sembrado”, señala. De lo que se siembre sobrevivirá un 70 por ciento, si se dan las condiciones. Pero será nada si el ganado que pastorea también en esas alturas lo consume.
Nicolás calcula que en 120 hectáreas podrán crecer varias decenas de miles de árboles: un verdadero bosque.
La idea es que el grupo en creación recolecte semillas, genere plantines en viveros propios y los siembre luego. “Tomamos las experiencias de otros que están haciendo esto en varios lugares de las Sierras desde hace años. Aprendemos de ellos. Y seguramente accederemos también a plantines que ellos generan a través de las ONG que los apoyan”, apunta Roitberg.

Los dos “socios”
Nicolás y Alejandra no son cordobeses.
Él es un porteño que vivió su niñez y juventud entre Buenos Aires y Puerto Madryn. Hace 12 años se radicó en Córdoba y lleva nueve en Traslasierra, donde trabaja como guía de turismo alternativo.
Ella es rosarina, productora orgánica de alimentos y fundadora de un movimiento internacional en ese rubro.
Un día se cruzaron con la idea de “hacer algo” allá arriba, donde parece que no hay nada para hacer. En julio de 2019 compraron esas 120 hectáreas, ya con la idea del bosque, en el extremo norte de la Reserva Pampa de Achala, cerca de los macizos de Los Gigantes.
“Apuntamos a respetar la cultura del habitante serrano, a integrarnos. Y no demonizamos la ganadería en las Sierras, si es un modo de subsistencia, pero apelamos a poder sectorizar y a crear espacios donde el bosque nativo vuelva a ocupar algo del espacio que perdió”, apunta.

Cómo lo imaginan
Nicolás explica que el crowdfunding, en este caso, implica que los interesados puedan ingresar a la página (reservanaturalachala.com) “para ver el proyecto y, si hay voluntad, hacer un aporte con tarjeta”. Por ahora, no prevén generar socios que paguen cuotas mensuales o anuales.
“Cada aportante sería como padrino de un espacio que ayudó a sembrar, o de cierta cantidad de tabaquillos”, comenta. Es una modalidad común para reconocer el aporte solidario.
“Otros proyectos de reforestación muy buenos que hay en Córdoba son sostenidos con aportes de ONG internacionales, además del voluntariado de los que trabajan. Nosotros estamos intentando otra opción de financiamiento apostando a involucrar a gente común”, plantea Nicolás.

Las reforestaciones serranas en marcha
El proyecto de reforestación de la fundación Achala reconoce antecedentes.
Ricardo Suárez creó en Río Ceballos, en 1997, el proyecto Conservación y Reforestación de las Sierras. Empezó con algunos cientos, y ya lleva –con grupos de voluntarios que se van renovando– decenas de miles sembrados en una zona de Los Gigantes, en el Valle de Punilla.
El biólogo Daniel Renison, investigador de la UNC y del Conicet, junto con la ONG Ecosistemas Argentinos empezó también a sembrar tabaquillos en su casa de Cuesta Blanca para llevarlos, sumando otras voluntades, hasta las alturas de la Pampa de Achala.
A esos dos emprendimientos pioneros se fueron sumando otros. En Traslasierra, desde 2002, la Fundación de Actividades Biosféricas viene poblando grietas serranas con tabaquillos, a 2.600 metros, arriba de Los Molles, a través del proyecto Ordeñando Nubes.
Otra experiencia en las Altas Cumbres, motorizada por Julio Domínguez, se sumó a la lista. En 2019, el mismo sueño voló hasta el Valle de Calamuchita, donde un grupo de voluntarios inició una forestación en torno de uno de los refugios en la base del cerro Champaquí.
El proyecto cordobés de reforestación fue tomado como un modelo “de exportación” hace dos años. A través de fundaciones internacionales que aportan recursos, está en marcha el plan Acción Andina, que pretende repoblar con tabaquillos sectores de Argentina, de Bolivia, de Perú, de Chile y e Ecuador, donde también es nativo y registra un alarmante retroceso. En Córdoba, pasaron de dos mil ejemplares por año sembrados en conjunto a casi 50 mil en 2019. “Para 2020 planificamos que sean más de 160 mil”, contó Renison a La Voz.

Una especie que debiera ser símbolo de Córdoba
El tabaquillo es el nombre con que se conoce en Córdoba al Polylepis australis. En Bolivia y en Perú lo llaman “queñoa” o “queuñoa”.
Es un árbol de chico a mediano, de la familia de las rosáceas. Debe su nombre al color y a la textura de su tronco, que recuerda al tabaco.
Sólo crece en altura, sobre zonas montañosas. En las serranías cordobeses no hay otro árbol que subsista arriba de los 1.400 metros, a excepción de los maitenes.
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Sembraron truchas y provocaron un desastre



Valles Calchaquíes: alertan sobre la posible extinción de especies por la introducción de truchas

Fecha de Publicación
: 26/02/2020
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Norte Argentino


Estos peces, que pertenecen a una familia proveniente del hemisferio Norte, degradan el ecosistema. Hibridación, la transmisión de enfermedades, la depredación y la competencia con las especies nativas, entre las consecuencias
Los valles Calchaquíes, en Salta, forman parte de uno de los paisajes naturales más preciados de la Argentina. Sin embargo, un enemigo impensado acecha sus entrañas: la trucha arco iris que invade hace años el río Calchaquí. Así lo advierten estudios científicos y expertos que señalan que se trata de una de las 100 especies invasoras más peligrosas del planeta.
La historia de la introducción de la trucha en aguas salteñas comienza hace unos 70 años cuando se creía, erróneamente, que este tipo de práctica mejoraría la calidad de los ecosistemas. En este caso se trata un ambiente árido de montaña y es precisamente allí donde radica su fragilidad.
“Las especies exóticas son especies introducidas en un ambiente originarias de otro ecosistema. El problema es que alteran todo su funcionamiento y pueden degradarlo hasta extinguirlo. La trucha, que es un salmónido, pertenece a una familia de peces originaria del hemisferio Norte. No es originaria de América del Sur y es una de las 100 especies más invasoras, según la UICN (Unión Internacional por el Cuidado de la Naturaleza) que evalúa este tipo de riesgos. Están entre los seres vivos más dañinos”, explica a Infobae el ictiólogo Felipe Alonso, becario post doctoral del Conicet del Instituto de Bio y Geociencias del NOA.
Este pez ya ha generado varios trastornos en especies que están al borde de la extinción, como la mojarra desnuda. “Incluso las crías de macá tobiano son atacadas por estos peces. Se trata de una especie muy voraz que hace peligrar muchos ecosistemas”, agrega el experto y asegura que el peligro en la zona de los valles Calchaquíes es que “se fomenta su protección como si fuera una especie nativa”.
De hecho, en la zona de La Poma se celebra hasta un festival de la trucha: “Todos los años se hace el festival provincial de la trucha, que es muy interesante en términos culturales, pero es un error fomentar la protección. La Poma está dentro de un área protegida con todas sus particularidades biológicas y si esas especies endémicas se extinguen no se encuentran en ningún otro lugar de la Tierra”, apunta Alonso.
Esta zona de la Argentina conforma un paisaje con un valle alargado de norte a sur que va bajando del Nevado de Acay, que alcanza unos 5800 metros, en donde tiene las nacientes el río Calchaquí que corre hasta Cafayate. Es un ambiente árido de montaña tiene muchos endemismos que sólo viven ahí y en ningún otro lugar de planeta Tierra.

Impactos
Entre los impactos que produce esta especie se encuentran la hibridación, la transmisión de enfermedades, la depredación y la competencia con las especies nativas.
Un paper del investigador tucumano Carlos Molineri detalla: “En los Estados Unidos, la introducción de la trucha arco iris en zonas fuera de su área de distribución nativa ha causado problemas debido a su capacidad de hibridación con las especies de salmónidos nativos, afectando su integridad genética. Algunas especies, como la garganta cortada de Alvord (Oncorhynchus clarki subsp1.), se han extinguido virtualmente. Otras especies que se sabe que están afectadas por la hibridación son la trucha degolladora de Lahontan (O. clarki henshawi); la trucha dorada (O. aquabonita); la trucha de banda roja (O. mykiss subsp.); la trucha de Gila (véase O. gilae en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN) y la trucha de Arizona (véase O. apache en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN) (Fuller, 2000)”.
El trabajo realizado por Molineri, que analiza la situación en el norte argentino, detalla que una patología asociada a este pez es la enfermedad de los remolinos, una afección causada por un protozoo (Myxobolus cerebralis) que provoca una disfunción en el sistema nervioso de los salmónidos y puede dar lugar a la curvatura de la columna vertebral.
“Esto hace que los peces pierdan la capacidad de mantener una orientación adecuada, provocando que naden en un movimiento espiral (McDowall, 1990). La repoblación de truchas criadas en criaderos en el medio silvestre ha causado brotes de esta enfermedad en los Estados Unidos, amenazando a las poblaciones de peces silvestres”, sostiene el autor.
En muchos países se ha informado de que la trucha arco iris introducida tiene efectos negativos en los peces, anfibios e invertebrados nativos. En Nueva Zelandia se sospecha que la trucha arco iris afecta a las especies de peces nativos a través de la depredación directa y la competencia por las zonas de alimentación, mientras que en los Estados Unidos hay pruebas de que lo mismo ocurre con peces como la giba jorobada, las ventosas y la squawfish.
“Dos de las especies más amenazadas en la zona de los valles Calchaquíes son la Corydoras gladisae y la Jenynsia maculata, del grupo de los limpiafondos. Se trata de peces con tamaños que van entre los 4 y 10 centímetros que son devorados por las truchas”, explica Alonso.

¿Es posible criar esta especie sin hacer peligrar los ecosistemas?
Los investigadores creen que sí puede hacerse. Sin embargo, recomiendan que se realice en lo que se conoce como sistemas cerrados de cría, sin contacto con cursos de agua. “Si se usa el agua del río que ingresa al piletón de cría y luego sale, es muy probable que se escapen peces y pasen al ambiente. Esto también está ocurriendo en el río Pulares”, agrega Alonso.
Desde la política pública, los investigadores creen que la especie no debe protegerse como su fuera nativa. El año pasado, por caso, la provincia de Salta publicó en el Boletín Oficial la veda de la pesca de la trucha: “Artículo14.- Trucha arco iris (Oncorhynchus mykiss)'. Se establece un período de veda reproductiva para la pesca de la trucha arco iris (Oncorhynchus mykiss) desde el 1 de abril de 2019 hasta el 30 de noviembre de 2019 inclusive, en los arroyos donde esta habite".
Para Alonso lo que habría que hacer es dejar que se extinga la especie. “Es un error establecer vedas o pesca con devolución. Estamos ante una de las especies más destructoras del mundo. Es necesario conservar nuestros ecosistemas que, de por sí, ya son muy frágiles”, indica.
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Chaco: la zonas inundadas son las más deforestadas



Cambio climático: denuncian que las zonas inundadas en Chaco son las que sufrieron el mayor desmonte

Fecha de Publicación
: 24/02/2020
Fuente: Clarin
Provincia/Región: Chaco


Lo reveló Greenpeace luego de hacer un sobrevuelo por la zona. Reclaman la emergencia forestal.
 Hace unos días se supo que varias localidades del sudoeste de Chaco? estaban siendo afectadas por lluvias torrenciales de hasta 300 milímetros, que provocaron inundaciones y evacuaciones en áreas urbanas y rurales. A raíz de la reiteración de estos episodios, la organización ambientalista Greenpeace recorrió por aire y tierra las áreas afectadas y denunció que coinciden con el mapa de deforestación? que tienen relevado, por lo que reclamó al gobierno chaqueño que declare la "emergencia forestal" y no autorice nuevos desmontes.
Clarín intentó ponerse en contacto con autoridades del Gobierno de Chaco, a fin de consultarles su opinión sobre estas críticas, pero al cierre de esta nota no había sido posible establecer un diálogo.
Por lo pronto, la organización ecologista asegura que la causa de los anegamientos está en el paulatino pero agresivo proceso de deforestación generado durante los últimos 40 años, circunstancia que acelera los tiempos “naturales” del cambio climático, lo que a su vez incrementa los efectos negativos del calentamiento global.
Entre las zonas más afectadas por las inundaciones chaqueñas están las localidades de Gancedo, General Pinedo, Charata y Las Breñas. Sólo en Gancedo, por dar un ejemplo, a 300 kilómetros de la capital provincial, el temporal de la semana pasada afectó casi el 90% de la planta urbana y 80 familias de las zonas más bajas debieron ser evacuadas, informó entonces el gobierno de la provincia.
Pero Greenpeace advierte que la situación fue peor, producto de los casi 400 milímetros acumulados en dos días, que dejaron unos 200 evacuados y de 35.000 damnificados.
Noemí Cruz, coordinadora de la Campaña de Bosques de Greenpeace, explicó cómo fue la llegada de su equipo a la zona: “Llegamos bajo la lluvia y en el trayecto pudimos ver desde el aire enormes extensiones de tierras anegadas, con cultivos que no pudieron absorber el agua que el bosque sano sí hubiera logrado escurrir. La deforestación acelera el cambio climático y nos vuelve más vulnerables al aumento e intensidad de las precipitaciones, lo que provoca cada vez más inundaciones”.
Cruz agregó que ese escenario se vio muy seguido en Chaco, en los últimos años. “El suelo ya no aguanta más agua, está completamente saturado, impermeabilizado por los monocultivos”, señaló.
El tema no es menor: un estudio del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) reveló que una hectárea con bosque chaqueño en buen estado de conservación es capaz de absorber, en una hora, hasta 300 milímetros de lluvia. Una hectárea con pasturas, sólo 100 milímetros. Y una con soja, 30 milímetros.
Así y todo, en un sobrevuelo sobre la región chaqueña de “El Impenetrable”, Greenpeace detectó siete topadoras desmontado seis fincas.
La imagen no sorprende, si se observan los datos históricos de la provincia: Chaco es la provincia que más sufrió la deforestación de los últimos cuatro años, período en el que tuvo una pérdida de 130.177 hectáreas. En total, ya fueron desmontadas 2 millones de hectáreas de bosques nativos.
Para Cruz, las inundaciones son consecuencia de “una deforestación descontrolada”, por lo que “el Gobierno de Chaco debe declarar la emergencia forestal y frenar los desmontes”.

Elige tu propia aventura
En junio de 2019, Clarín había publicado los datos del informe “Escenarios futuros de deforestación según alternativas de expansión agropecuaria en la Ecorregión Chaqueña”, del INTA y Fundación Vida Silvestre. El estudio se enfocaba en el Gran Chaco Americano, una ecorregión forestal (“de diversidad ambiental y social excepcional”, decía el informe), de 1.100.000 kilómetros cuadrados, o sea, casi el 40% del país.
Ahí se prefiguraban cuatro “imágenes del futuro”, según qué acciones se pusieran en marcha. El caso dramático era el primero, el “escenario tendencial”, que estipulaba que el 72% de las 3,39 millones de hectáreas que podrían desaparecer para 2028 correspondían a la categoría “tierras forestales”, zonas con árboles de hasta siete metros.
El segundo modelo, llamado “aplicación legal” (o sea, con aplicación de la Ley de Bosques), permitiría conservar 1,81 millones de las hectáreas que en el primer caso se perderían.
El tercer y cuarto escenario (“no deforestación” y “no deforestación-no conversión”) eran los más radicales o conservacionistas, según el informe. La deforestación en esos casos sería “significativamente menor que en los escenarios anteriores”, decía el texto. Nada menos que diez veces menor que en el “escenario tendencial”.
Mientras se sabe que la conservación de bosques es esencial en la mitigación del cambio climático, en la Argentina, los sectores de la agricultura, ganadería, silvicultura y otros usos de la tierra generan el 39% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero.
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Pinamar: el impacto que nadie quiere ver en los médanos



Las 4x4 y los cuatriciclos en Pinamar, una amenaza para el medio ambiente que casi nadie tiene en cuenta

Fecha de Publicación
: 19/02/2020
Fuente: Clarín
Provincia/Región: Buenos Aires


La temporada récord de visitantes implica más vehículos en el último paisaje de médanos vírgenes. ¿Qué impacto tiene?
Un poco de viento y la arena se levanta. El paso de un UTV y la arena se levanta. Pasa una 4x4. Otra atrás. Se adelanta un cuatriciclo. Siempre la arena se levanta. Parece el Dakar?. Todos los días. Todo el día.
La Frontera tiene la arena más caliente de la costa. Y está en Pinamar?. La aridez de los médanos conviven con el Aperol de los turistas. Pero también con la combustión de los amantes de la velocidad.
En medio de una temporada "estallada" de gente, cientos de visitantes llegan hasta el extremo norte de esta ciudad para ganar más espacio y clavar sus gazebos.
¿Qué pasa con la potencia de esas ruedas sobre la arena? Las autoridades poco hablan de la forma en que los entornos naturales están entregados a los motores, el ruido y la combustión.
Nada impide por ahora, en tiempos de Greta Thunberg y conciencia ecológica, que las 4x4 invadan los médanos como si no fueran ecosistemas frágiles. El debate recién empieza.
Más allá de los controles del Municipio de Pinamar, que desde el día 1 de 2020 estableció nuevas reglas, multas y corredores seguros para los más de 12.000 cuatriciclos que invaden la ciudad desde Costa Esmeralda hasta Cariló?, aún no hay medidas que excedan la prevención de accidentes y pongan el foco en estos vehículos desde lo ambiental.
"Hasta acá nomás. Te lo digo por vos. Te vas a quedar enterrado y sacarte es un quilombo", aconseja uno de los policías (no es un agente de tránsito) a un turista que pretendía pasar en auto. Inmediatamente, el conductor retrocede.
Kota Beach, El Más Allá y Nómade son los tres paradores que reclutan a los turistas que sólo pueden acceder a La Frontera en 4x4, UTV o cuatriciclos.
Estos médanos privados, a 100 metros del mar, son una pista natural privilegiada para probar la potencia de los últimos modelos de los vehículos de playa. Lo hacen a través de los corredores seguros, que están rodeados de los gazebos de los turistas.
Previo al paso hacia los médanos hay varios controles policiales. Chequean que no haya cuatriciclos y UTV sin patentes, conductores que no tienen licencia o no usan casco. No hay folleto, cartel ni "recomendación" que hable del impacto ambiental de las cuatro ruedas.
Hace un año se demolieron los balnearios de cemento y pasaron a ser sustentables. ¿Se evalúa del mismo modo frenar los motores para cuidar el medio ambiente?
Belén, una turista que llegó desde Bariloche, lo exige. Está tomando mate en un médano de La Frontera con su marido y su hija. Están casi escondidos. Lejos de los corredores seguros. Pero igual se escucha el ruido de los motores.
“Me parece que está mucho más controlado este año. Por ahora no vi accidentes. Pero sí, el tema del daño que pueden producir en la arena es algo que no me preocupaba hasta que este año escuché del tema. Los vecinos de acá siempre lo dijeron y creo que se tiene que reducir la circulación y concientizar sobre la contaminación. No sólo el casco”, dice.
Por otro lado, Jorge Guzmán, de San Miguel, está arriba de uno de los esos cuatriciclos. "La Frontera es el único territorio virgen donde se puede disfrutar de andar así. Hay mucha presencia policial. Algunos no van por los carriles que corresponde pero los turistas, entre nosotros, nos explicamos cómo debe ser", dice a este diario, sin mención al impacto ecológico. Algo que no tiene por qué saber. Al usar su cuatriciclo no está infringiendo ninguna ley. 
El uso de estos vehículos se encuentra en pleno debate en el Concejo Deliberante. La "grieta" está, justamente, entre los costos y beneficios de una actividad que es parte de la identidad pinamarense pero que hoy se cuestiona.
"Pinamar desde sus orígenes se relacionó con la naturaleza y la aventura. Compartir momentos al aire libre en los médanos, los bosques y la playa se fue convirtiendo en parte de su estilo de vida. Los cuatriciclos, motos, 4x4 y actualmente los UTV se hicieron uso y costumbre ayudados por la falta de regulación normativa y la poca fiscalización de esta actividad. Poniendo el enfoque en el cuidado de nuestro medio ambiente y atractivos naturales, comenzamos a trabajar en diferentes problemáticas que ocasionan este tipo de vehículos: la erosión en los médanos y playa, destrucción de la flora y fauna, ruidos molestos, accidentes viales", dice a Clarín Gabriela Ferretti, concejal de Propin (propuesta Pinamar).
Lo primero que se logró fue la sanción de una ordenanza que prohibiera la circulación en la zona de playa. Después, el uso de casco, seguido del registro habilitante específico para UTV. "Mucho después -detalla- llegó el medioambiente. Cuando se aprobó una ordenanza para sancionar a los vehículos que ocasionaran ruidos molestos por los caños de escapes libres y/o modificados (que afecta a las aves en la zona del bosque)".
Ahora, desde su bloque presentaron un proyecto que busca producir un cambio cultural entre los turistas de Pinamar. "Tenemos la obligación de ir reduciendo progresivamente el uso de estos vehículos. Pero los cambios culturales llevan un tiempo para que sean internalizados sin mayores inconvenientes", detalla Ferretti. Algo que ya se está poniendo a prueba esta temporada con sus playas libres de humo.
Además de la actitud de los visitantes, el otro punto a tener en cuenta es que estas pistas naturales están en una zona de médanos y bosques que son propiedad privada.
¿La posible solución al límite de terrenos con dueño? "Si se decide continuar con la actividad, lo ideal sería que se desarrolle algún tipo de circuito cerrado seguro donde puedan circular estos vehículos con estrictas medidas de control, como ocurre en otras ciudades con médanos en el mundo", cierra.
Consultados por Clarín, desde el municipio reconocieron que este tipo de turismo, el de quienes llegan en estos vehículos a La Frontera, es sinónimo de contaminación.
“Está comprobado por estudios. Lo dice la ciencia. Un vehículo en un médano contamina. Desde la erosión de las ruedas sobre la arena, desde el ruido, desde el combustible que eventualmente puede llegar al mar. El tema es que no está medido cuánto contamina. A diferencia de que sabemos, por ejemplo, cuántos litros de agua contamina una colilla de cigarrillo”, dice a Clarín Fabian de la Serna, biólogo y director de Frente Marítimo.
¿Desde este año se avanzó con normas sobre estos vehículos pero desde la Seguridad Vial, se va a tomar alguna medida desde un enfoque ambientalista?
“Sin dudas. Trabajamos en conjunto los departamentos de Seguridad, Ambiente y Frente Marítimo. Desde la ordenanza no hay una mención a lo ambiental en sí, pero es algo que atraviesa a todas nuestras acciones. Estamos empezando por la Educacion Vial, es la primera temporada con la nueva normativa. También comenzaremos con la Educación Medioambiental. Necesitamos generar conciencia ecológica. Lo iremos logrando de a poco. Seguramente también restringiremos el paso de estos vehículos por los médanos . Tenemos que estudiarlo bien”, agrega.
De la Serna dice que el boom de las ruedas en los médanos "empezó en los 90, con la llegada de las camionetas 4x4 a Pinamar". Desde entonces, su impacto no está medido.
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Mendoza restaurará ecosistemas de montaña



Restaurarán la flora de montaña para mitigar el riesgo de aluviones

Fecha de Publicación
: 17/02/2020
Fuente: Los Andes
Provincia/Región: Mendoza


La acción surge de un convenio que firmaron la Secretaría de Ambiente de Mendoza y la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo.
La flora nativa de la montaña mendocina se caracteriza por sus hojas pequeñas, su alta tolerancia a la falta de agua y a las bajas temperaturas. Es afectada por la ganadería, las especies invasoras y recientemente, por los incendios. Más allá de su función ecológica y de refugio de biodiversidad, es clave para disminuir la velocidad con la que baja el agua y bajar el riesgo de aluviones.
Teniendo en cuenta estas funciones, desde la Secretaría de Ambiente (Dirección de Recursos Naturales Renovables) y la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) firmaron un convenio de colaboración que tiene dos partes, una de las cuales apunta a la restauración de la vegetación de las microcuencas hidrográficas de las quebradas de Los Potrerillos, La Manga y El Alumbre ubicadas en Potrerillos y el Parque Provincial Tupungato.
Tal como se detalla en el decreto que oficializó el acuerdo, publicado el martes en el Boletín Oficial, esta acción tiene como objetivo “mitigar la ocurrencia de aluviones en la parte superior del río Mendoza, trayendo aparejada la mejora en la calidad del agua para consumo humano y el aumento y recuperación de la biodiversidad en la zona como consecuencia del uso de forestales nativos”.
Para lograrlo se ha dispuesto un presupuesto de $638.000 que se completan con $3.000.000 más que se destinarán -a través del mismo convenio- a trabajar en los campos incendiados del sur en Corral de Lorca en General Alvear (ver aparte).
Sebastián Melchor, director de Recursos Naturales Renovables, explicó que este acuerdo se gestó con cátedras de la mencionada facultad. “El proyecto completo es de restauración de cuencas, recuperación de campos y lucha contra la flora invasora. Se trata de pruebas piloto que tienen financiación que surge de la ley de Bosques”, comenzó a explicar.
Con respecto al trabajo que se hará en Potrerillos y en el Parque Provincial Tupungato recordó que surgió para controlar especies exóticas invasoras como la rosa mosqueta. “Las invasoras afectan a la flora autóctona del lugar y al eliminarla apuntamos a uno de nuestros objetivos que es el cuidado de la biodiversidad”, detalló el funcionario.
Asimismo comentó que cuando estaban delineando el convenio ocurrieron los incendios en Potrerillos y en la zona de Tupungato, por lo que parte de la tarea contemplará también reforestación en la zona. “Sobre todo la parte más alta donde el hombre no ha ingresado, porque lo que más se difundió en ese entonces fueron sectores de ganadería que estaban previamente impactados”, aclaró Melchor.
Sobre el comienzo de los trabajos el funcionario adelantó que ya se ha hecho un relevamiento previo en la zona, pero que se le dará inicio a mediados de marzo cuando se haga la entrega formal de los fondos.
“Para nosotros es fundamental remarcar la articulación entre ciencia y técnica, para un convenio que tiene sus beneficios a largo plazo”, subrayó.

Aporte universitario
Guillermo Ander Egg, profesor asociado de extensión rural de la Facultad de Ciencias Agrarias, detalló que este convenio está enfocado para trabajar con los estudiantes de la cátedra de la que es parte, más zootecnia y espacios verdes de las carreras ingeniería Agrónoma e ingeniería en Recursos Naturales Renovables.
“La idea es que los alumnos participen de manera articulada con la comunidad local, ya que nos interesa formarlos en la resolución de problemas ambientales y sociales”, adelantó. En ese sentido señaló que los mismos estudiantes se encargarán de producir las plantas para la reforestación en el vivero de la facultad con colaboración del vivero del Conicet. “La idea es remplazar plantas en algunas zonas que se hayan acordado en conjunto con los pobladores del lugar”, adelantó.
Tal como destacó Ander Egg este acuerdo es fundamental para que posteriormente la comunidad del lugar proteja las nuevas especies tanto a través del riego, como de los posibles ataques de los animales del lugar.
“Es clave que durante los primeros meses no las dañen para que se consoliden”, indicó el docente. Desde allí tienen proyectado empezar a trabajar en Potrerillos haciendo relevamientos previos para arrancar en la plantación durante los meses de agosto.

Renovación de campos incendiados en el sur
Otra parte del convenio entre la Secretaría de Ambiente (Dirección de Recursos Naturales Renovables) y la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) estipula el trabajo en campos incendiados del sur, más precisamente en Corral de Lorca en General Alvear. Para ello se dispuso un presupuesto de $3.000.000. “Durante los incendios de 2018 allí se afectaron más de 250.000 hectáreas y nosotros vamos a trabar entre 50.000 y 70.000”, precisó el director de Recursos Naturales Renovables, Sebastián Melchor.
En ese caso se apuntará a recuperar el bosque nativo en el que predominan algarrobos y chañares. Allí se avanzará tanto en la restauración pasiva como activa. “La primera incluye hacer cierres de algunos campos de forma rotativa para que se siga restaurando de manera natural cada una de las zonas y la segunda está más vinculada a la plantación de especies autóctonas y el mantenimiento del riego”, detalló el funcionario.
Para Melchor la recuperación de la estructura de bosques en la provincia es fundamental, aunque se trata de una porción de nuestro territorio que muchas veces no es propiamente valorado.
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Siguen los incendios en las islas entrerrianas



Piden más control y prevención sobre los incendios en las islas frente a Rosario

Fecha de Publicación
: 13/02/2020
Fuente: El Litoral
Provincia/Región: Santa Fe - Entre Ríos


Los incendios en la zona de las islas entrerrianas frente a Rosario volvieron a producirse en los últimos días. Estas quemas pueden traer problemas en esa región y también en la vecina, de nuestra provincia del otro lado del Paraná. Un tema que parece no terminar de resolverse.
Las quemas producidas en los últimos días en las islas frente a Rosario volvieron a poner en agenda un tema que parecía ya olvidado. Los incendios frente a la ciudad más poblada de la provincia perjudican a una cantidad de actores vasta: la fauna, la flora, los pobladores, los transeúntes, los turistas y también los habitantes de la Cuna de la Bandera.
La ONG Taller Ecologista, que tiene sede en Rosario, trabaja desde hace lustros la temática de la conservación de ese gran reservorio natural que pertenece a la jurisdicción de Victoria, en Entre Ríos. Un territorio grande formado por grandes extensiones de tierra y también de agua.
Laura Prol, coordinadora del área Humedales de la institución, dialogó con Mirador Provincial sobre la actualidad de esas extensiones vecinas a nuestra provincia. Con respecto a las novedades, aseguró: "Sabemos por los medios que la vicegobernadora de Entre Ríos (Laura Stratta) se comprometió con el intendente de Victoria (Domingo Maiocco) a desarrollar acciones en el territorio de las islas para mejorar la gestión en el municipio".
Sobre los incidentes en este 2020, Prol afirmó: "Nuestra organización viene trabajando desde hace varios años en el delta del Paraná. Los incendios provocados por quemas de pastizales se verifican desde 2004 y están vinculados a la expansión ganadera. De ahí en adelante se sucedieron una serie de episodios de incendios. El más importante fue en 2008, que se estima se quemó un 16 por ciento de toda la superficie del delta". Tras esos episodios, se alcanzó un acuerdo entre Santa Fe, Entre Ríos y Nación para armar un plan de desarrollo estratégico y de conservación del delta. "Eso se concretó con respecto a las quemas en acciones de monitoreo y control de los incendios", agregó Laura. "Lo que funcionó luego de esos grandes incendios ya no está funcionando porque se siguen repitiendo. Victoria no puede controlar la situación. Por eso, lo que pedimos es que nuevamente las dos provincias, Nación y los municipios logren mecanismos coordinados para manejar esta situación".

Ley pendiente
Desde 2014 existe un plan que establece lineamientos de manejo y conservación. No obstante, está pendiente una ley de presupuestos mínimos de protección de humedales, según comentó Prol. "Eso sí es fundamental. Hubo una serie de iniciativas de presupuestos mínimos, pero finalmente no se sancionó".

Consecuencias en la salud
Los incendios más perjudiciales se produjeron en 2008. Allí hubo gente que sufrió problemas en Rosario, pero los problemas más graves los tuvieron los habitantes de la zona rural. "Hubo gente que tenía afectaciones. Sobre todo respiratorias. No solamente de los rosarinos, sino también de los pobladores de las islas, que están al lado de las columnas de fuego y de humo. Ellos nos contaban que habían tenido problemas de salud importantes. Algunos tuvieron que ser hospitalizados. Si son situaciones que se agravan, van a tener un impacto", subrayó la activista.
"En el departamento de Victoria, en pocos años se quintuplicó la actividad ganadera -dijo Prol-. Las quemas son una práctica tradicional de manejo de los pastizales naturales. Esas quemas se solían hacer al final del invierno y al comienzo de la primavera para la renovación de los pastos. Con el crecimiento de la actividad ganadera y el uso de estas técnicas, se desembocó en esos grandes incendios. Al día de hoy, vemos que se repiten".
Laura Prol consignó que 2008 fue un año con escasas precipitaciones y que éste también lo es. "Nos encontramos en un período de aguas bajas desde hace muchos meses. Entonces es un ambiente propicio para la propagación de incendios". Por último, resaltó la tarea de concientización y prevención sobre esta temática. "Eso nos comprende a todos", afirmó.
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Empresa forestal logra importante certificación internacional



Primera empresa forestal del país certificada por cuidar servicios ecosistémicos

Fecha de Publicación
: 10/02/2020
Fuente: Comercio y Justicia
Provincia/Región: Nacional


Una empresa forestal logró una certificación internacional de manejo responsable de bosques, por la preservación de los servicios ecosistémicos de la biodiversidad en sus predios de Delta del Paraná y Misiones. Es la primera firma de la Argentina en lograr un estándar de este tipo y la décima en el mundo.
El cuidado de los servicios ecosistémicos que proveen los bosques nativos y las forestaciones, así como la necesidad de adoptar pautas de manejo productivo con bajo impacto ambiental en pos de la preservación de los recursos naturales y la biodiversidad, es una demanda cada vez más presente y priorizada por los actores sociales.
“Con el apoyo de un equipo de investigadores del INTA y del Conicet, la empresa forestal Arauco Argentina logró una certificación internacional de manejo responsable de bosques otorgada por el Forest Stewardship Council (FSC, según su sigla en inglés), por la preservación de los servicios ecosistémicos de la biodiversidad en sus predios de Delta del Paraná –Buenos Aires– y en la selva paranaense –Misiones–. Es la primera firma del país en lograr un estándar de este tipo y la décima en el mundo”, informó ayer INTA.
En esta línea, la certificación reconoce la contribución de la empresa a la conservación de dos de las especies de mamíferos más emblemáticas de la Argentina: el yaguareté (Panthera onca) en Misiones y el ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus) en el Delta del Paraná. Ambas especies se encuentran en la lista roja de especies amenazadas de extinción, tanto a escala mundial como nacional.
En el caso del ciervo de los pantanos, el conocimiento utilizado como base para la gestión de la certificación fue obtenido por un equipo de investigadores del INTA, del Conicet y de la Asociación para la Conservación y el Estudio de la Naturaleza, quienes integran el Proyecto Pantano y se encargaron de evaluar el rol del predio “Oasis” (de alrededor de 11.000 hectáreas) para la conservación de la especie en el Bajo Delta del Paraná.
En el caso del yaguareté, la certificación recurrió a los estudios realizados por un equipo de científicos del Conicet y del Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (CeIBA) de Iguazú -Misiones-, quienes desde hace más de 13 años llevan a cabo relevamientos con cámaras trampas en la zona.
De acuerdo con Ricardo Austin, gerente forestal de Arauco Argentina, “la certificación FSC de los Servicios Ecosistémicos muestra que soluciones innovadoras y creativas son necesarias para compatibilizar el desarrollo productivo nacional con la conservación de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos derivados”.
En esta línea, Austin remarcó la importancia de la articulación entre el sector productivo y el académico-ambiental como estrategia para el desarrollo de acciones de gestión sostenible de los territorios.
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Alertan del estado de los Humedales en su día



Humedales y biodiversidad en riesgo

Fecha de Publicación
: 04/02/2020
Fuente: Página 12
Provincia/Región: Nacional


Alertan por su destrucción y contaminación. En el país ocupan 60 millones de hectáreas. El extractivismo y los countries son sus principales amenazas.
Barrios cerrados, agronegocio y minería de litio. Son tres de las actividades que más atentan contra los humedales, reservorios naturales de agua que son vitales para regular las inundaciones, preservar la biodiversidad y evitar el calentamiento global. En el Día Mundial de los Humedales, organizaciones sociales, pueblos indígenas y académicos exigen el freno a su destrucción. Los humedales abarcan el 21 por ciento del territorio nacional, 60 millones de hectáreas y aún no hay una ley específica que los proteja.
 Los humedales son sitios de gran biodiversidad, zonas de inundación permanente o temporaria, que actúan como "esponja" y regulan el caudal de agua. Absorben y atenúan inundaciones. Ejemplos de humedales son los Esteros del Iberá (Corrientes), el Delta del Paraná (Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires), la Laguna de los Pozuelos y las Salinas Grandes (Jujuy), entre otros. Almacenan el 30 por ciento del carbono terrestre (son fundamentales para mitigar los efectos de la crisis climática y el calentamiento global).
En las últimas décadas sufrieron el avance de actividades perjudiciales, desde agronegocio (ganadería, arrozales, soja), minería (sobre todo de litio) hasta de grandes empresas inmobiliarias (los countries suelen ubicarse, y destruir, humedales).
Patricia Pintos es investigadora del Centro de Investigaciones Geográficas de la Universidad de La Plata. Explica que décadas atrás los humedales eran catalogados como espacios marginales o exentos de valor, pero a medida que en esos lugares se observaron sus potencialidades económicas comenzaron a ser ecosistemas altamente amenazados. “Se multiplicaron proyectos de agricultura comercial, emprendimientos inmobiliarios para el segmento ABC1 y proyectos de minería. Estos cambios son portadores, cada vez más, de un sinnúmero de conflictos ecológico-distributivos, que en su origen incluyen a los poderes públicos responsables de otorgar los permisos, y cada vez más al Poder Judicial y a las organizaciones sociales en las calles”, afirma.
Una investigación de Pintos, “Urbanismo privado y gestión del suelo sobre humedales de la cuenca baja del Río Luján”, contabilizó al menos 66 barrios privados que ocupan 9065 hectáreas en la cuenca baja del río Luján (Pilar, Campana, Escobar y Tigre).
Diego Domínguez vive en la zona de las islas de Tigre. Es investigador del Conicet, parte del Observatorio de Humedales y de la Cooperativa Isla Esperanza, que reúne a junqueros, habitantes históricos del lugar, los “campesinos” de las islas. Enumera dos problemas graves y básicos de los humedales del Delta del Paraná. La contaminación: “Millones de litros de glifosato y otros agrotóxicos en el río. Vivimos rodeados de agua y tenemos que buscar bidones en la ciudad para tomar”. Esa agua con agrotóxicos va al Río de La Plata, de dónde se provee de agua la Ciudad de Buenos Aires.
El segundo mayor problema es la disputa por el agua y la tierra. Y allí tienen protagonismo los countries. Domínguez precisa nombres propios: Eduardo Costantini (Consultatio-Nordelta), Jorge O'Reilly (Eidico), los hermanos Hugo y Adrián Schwartz (Colony Park) y el Grupo Soldati, entre otros. Denuncia que hay un plan sostenido por distintos gobiernos y empresarios para vaciar la región de isleños, sus históricos habitantes, y dejar vía libre a los barrios cerrados.
Clemente Flores es parte del Pueblo Kolla y uno de los voceros de la Mesa de Comunidades de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc (Jujuy), región que también es parte de los humedales de Argentina, ya no con islas y frondosa vegetación, sino con llanuras de sal y agua dulce. Desde hace más de una década luchan contra las mineras de litio, que quieren explotar las salinas. “Trabajamos y vivimos acá. Cuidamos el territorio para las futuras generaciones, mientras los gobiernos favorecen la depredación empresaria”, afirma Flores. También recuerda que están vigentes los derechos indígenas (Constitución Nacional y Convenio 169 de la OIT, entre otros), que obligan a que el Estado consulte a los pueblos originarios ante cada afectación que pudieran tener. Denuncia que jueces y fiscales no están haciendo cumplir la ley, y así favorecen a las mineras.
El Programa Humedales Sin Fronteras es un colectivo de organizaciones de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Países Bajos que trabajan por la sustentabilidad de la Cuenca del Plata. Por Argentina participan Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), Taller Ecologista, Casa Río y Fundación Cauce. Recuerdan que también hay humedales en riesgo en el Gran Buenos Aires (Reserva Santa Catalina, Lomas de Zamora) y también vinculan actividades extractivas como el fracking con la destrucción de humedales: para las petroleras en Vaca Muerta se extraen arenas silíceas del lecho del Río Paraná, a la altura de la ciudad entrerriana de Diamante. En Chubut también hay humedales en riesgo, por ejemplo el conocido “mallín de los Cual” (de la comunidad Mapuche-Tehuelche Cual) en la localidad de Gan Gan, amenazado por un proyecto de explotación de plata y plomo.
“Hace falta voluntad política de frenar los avances empresarios y la apropiación de las islas. El estado municipal, provincial y nacional deben poner un freno a la destrucción y apropiación indebida de los humedales”, reclama Domínguez. Y recuerda lo que en tiempos de lluvia luego todos lamentan: “Menos humedales es igual a más inundaciones”.
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Podría crearse un Parque Nacional del Bosque de Caldén



La Pampa trabaja en la creación del Parque Nacional del Bosque de Caldén

Fecha de Publicación
: 04/02/2020
Fuente: InfoPico
Provincia/Región: La Pampa


El gobierno provincial trabaja en la protección del caldenal pampeano a través de un proyecto tendiente a la conservación conjunta del Bosque de Caldén, del que también participarán el ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Nación y la Administración de Parques Nacionales.
El tema fue analizado y consensuado durante la reunión que mantuvo el gobernador Sergio Ziliotto con el ministro del área, Juan Cabandié, el pasado 27 de enero.
Durante el encuentro, el mandatario provincial y el funcionario nacional acordaron activar un convenio pre existente en el que, amparado en mandatos constitucionales, se propiciaba un acuerdo general de cooperación mutua dirigido a fortalecer la preservación ambiental del bosque de caldén.
Cabe precisar que la creación de un área protegida que preserve el caldenal es el paso previo a la creación de un Parque Nacional de Bosque de Caldén en La Pampa, que no solo garantizaría la protección y la conservación de una porción representativa de un ecosistema totalmente identificado con la provincia y sus pobladores, sino que agregaría un elemento de valor trascendente para el desarrollo del turismo provincial, creando además oportunidades para una creciente reactivación productiva a nivel local.
El caldenal ocupaba originalmente una extensa franja que comprendía a las provincias de Córdoba, San Luis, La Pampa, Buenos Aires, Río Negro y Mendoza.
Dichos bosques presentan una singularidad específica, ya que se trata de un ecosistema exclusivo de Argentina que conserva un alto porcentaje de sus componentes originales, a pesar de haber sufrido una marcada y constante degradación en el último siglo.
Una importante proporción de su distribución original ha desaparecido o ha cambiado drásticamente como consecuencia de la sobre explotación y de los incendios descontrolados. Prácticamente se ha extinguido en Córdoba, en la provincia de San Luis desapareció una fracción importante, encontrándose el resto bajo una permanente amenaza debido al avance de la frontera agrícola y está representado mínimamente en Buenos Aires, Río Negro y Mendoza.
La provincia de La Pampa cuenta aproximadamente con el 70 % del Bosque de Caldén existente, aunque solamente las 7.600 hectáreas de la Reserva Provincial Parque Luro son las que se encuentran bajo una forma concreta de protección -es área protegida provincial desde 1996-, de ahí surge la necesidad imperiosa de proteger una fracción mayor que la existente.
Pensando en una alternativa de conservación efectiva para dichos bosques, personal técnico de la Subsecretaría de Ambiente juntamente con la Administración de Parques Nacionales, han venido efectuando viajes de relevamiento durante varios años para seleccionar áreas de alto valor de conservación.
El convenio suscripto entre los gobiernos nacional y provincial y la administración de Parques Nacionales establece la necesidad de “colaboración y trabajo conjunto de las partes para lograr una adecuada y eficiente planificación, implementación, custodia, manejo y uso turístico sustentable” del área protegida a crear, e invita a “instituciones y organizaciones privadas, nacionales o extranjeras, relacionadas con la conservación de la naturaleza o interesadas en esta actividad, a participar activamente en el proyecto”.
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Misiones: Campo San Juan será parque federal



Nación y Provincia cogestionarán la Reserva Campo San Juan

Fecha de Publicación
: 31/01/2020
Fuente: Primera Edicion
Provincia/Región: Misiones


Anunciaron que será el primer Parque Federal del país. El funcionario elogió la política ambiental de Misiones y se comprometió a acelerar los fondos pendientes.
El cuidado y la preservación ambiental son las líneas que buscan encarar y fortalecer tanto la Provincia y como la Nación. Tal es así que ayer llegó a la tierra colorada el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, para hablar junto al gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, sobre varias temáticas ambientales.
Uno de los temas que resonó fue el Campo San Juan. Se trata de más de 5.000 hectáreas que habían sido cedidas por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) a la Administración de Parques Nacionales para que sean administradas por la Nación pero que Misiones reclama como propias. Ante esto, el funcionario nacional adelantó -en conversación con los medios- que “vamos a iniciar el camino institucional y jurídico para que sea una cogestión entre Misiones y la Nación”. La idea sería un presupuesto nacional con administración provincial.
El anuncio lo realizó en su recorrida en Salto Encantado. Y aseguró que “el proceso de recuperación de la reserva Campo San Juan arrancará en breve para convertirlo en un Parque Federal”.
Por otra parte, el ministro y el gobernador avanzaron en las gestiones para acelerar los fondos pendientes que la Nación debe enviar a Misiones en concepto de la Ley de Bosques y otras asistencias por el cuidado ambiental.
En principio la suma supera los $20 millones: son $14 millones en deuda desde el Gobierno de Mauricio Macri y otros $5,5 millones de intereses. Este dinero debe ser destinado a los privados que cuidan los bosques nativos en la provincia.
Herrera solicitó el acompañamiento ambiental y tecnológico para el crecimiento y desarrollo sustentable de la provincia, lo cual fue aceptado por Cabandié.
En su alocución, Herrera Ahuad recordó que “Misiones es la provincia con mayor biodiversidad. El medio ambiente se cuida para toda la humanidad, es un patrimonio de todos”.
Y apuntó que “la responsabilidad de cuidar el medio ambiente no es sólo de Misiones, ni de la Argentina, sino del mundo entero”.
Sostuvo que, por esta razón, “hemos salido en búsqueda de acompañamiento”. En este punto, detalló que “estuvimos con la embajadora de Francia, el embajador argentino en Estados Unidos, nos visitó el consultor del Departamento de ese país; además tenemos otras líneas con países nórdicos”.
Por último remarcó el rechazo absoluto a la introducción de semillas transgénicas. “Estoy absolutamente en contra de que Misiones ingrese en el esquema de los transgénicos”, afirmó.
Cabandié aseguró que esta provincia “es un ejemplo, se ve en las imágenes satelitales, mantiene su caudal y su cuenca forestal y tenemos que seguir protegiendo eso” y subrayó que “la protección y el cuidado del medio ambiente nos unen; creo que ese es el objetivo que tenemos todos por delante” e insistió en que “tenemos la responsabilidad institucional de proteger esta biodiversidad de nuestro país”.
En su recorrido, Cabandié visitó Salto Encantado donde se presentó el equipo eco-regional de Selva Paranaense del Proyecto Uso Sustentable de la Biodiversidad (USUBI), integrado por pequeños productores de frutas nativas, miel, hongos silvestres comestibles, entre otros.

Reunión en el Instituto Patria
Luego de las actividades con el Gobierno provincial, el ministro visitó la sede del Instituto Patria en Posadas, donde se reunió con la diputada nacional Cristina Brítez y otros referentes del Frente de Todos.
Brítez resaltó “la cualidad como persona del ministro porque el ambiente de la política es muy mezquino y él siempre fue solidario con todos”.
Por otra parte, sostuvo que le encantó “la idea del Parque Federal, la idea de Misiones y la Nación trabajando juntos porque la Provincia es aliada nuestra y Alberto Fernández nos está pidiendo que trabajemos juntos. Eso es bueno para los misioneros y es muy bueno para que se repita en el país”.
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2,8 millones de hectáreas de bosques perdidos en 12 años



Deforestación: se perdieron 2,8 millones de hectáreas de bosques nativos en 12 años

Fecha de Publicación
: 30/01/2020
Fuente: La Nación
Provincia/Región: Nacional


La Argentina perdió 2,8 millones de hectáreas de bosques nativos en los últimos 12 años debido a los desmontes, de acuerdo con un nuevo informe de Greenpeace. Un millón de esas hectáreas estaban en zonas protegidas por la ley de bosques de 2007 en cuatro provincias: Formosa, Chaco, Salta y Santiago del Estero.
"Los ambiciosos planes de expansión de la ganadería intensiva en el norte del país van a contramano de la actual crisis climática y de biodiversidad, y ponen en riesgo a nuestros últimos bosques nativos. Es urgente que se implementen políticas, leyes y acuerdos más fuertes y ambiciosos en defensa de los bosques y sus históricos habitantes", señaló Hernán Giardini, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace.


Los datos indican que la pérdida forestal el año pasado fue un 28% menor que en 2018, una tendencia en descenso que se mantiene desde 2014, de acuerdo con la organización ambientalista. Giardini lo atribuye a varios factores, que van desde un avance con la aplicación de la ley de bosques hasta una mayor conciencia en la población de la importancia del cuidado del ambiente y sus recursos. Cita, por ejemplo, las movilizaciones de la comunidad en El Bolsón, Chaco y Córdoba en defensa de estas áreas verdes. "Hay un aumento de la participación social", indica.
La superficie desmontada el año pasado en las provincias monitoreadas fue de 80.938 hectáreas, de acuerdo con los resultados difundidos este mes. Son 25.513 hectáreas en Santiago del Estero, 23.521 hectáreas en Formosa, 14.664 hectáreas en Salta y 17.240 hectáreas en Chaco.
En la misma región, se habían perdido 112.766 hectáreas en 2018 y 172.639 hectáreas en 2017. Poco más de un tercio de la zona deforestada el año pasado (27.704 hectáreas) corresponde a áreas protegidas con las categorías rojo y amarillo (junto con el verde, estos tres colores indican dónde los gobiernos provinciales pueden o no autorizar el desmonte). La rezonificación de las áreas con máxima protección suele ser una estrategia en las provincias para autorizar los desmontes.
Greenpeace difunde anualmente los resultados de un monitoreo del estado de esos ecosistemas en el norte de la Argentina, donde se concentra el 80% de la deforestación. Esas áreas verdes conservan la riqueza de especies del Gran Chaco argentino y su protección es importante para mitigar el cambio climático y proteger a las poblaciones de catástrofes naturales, como las inundaciones.
En este nuevo informe de ese relevamiento, que incluye el análisis de imágenes satelitales, Greenpeace advierte que "Chaco y Santiago del Estero son las provincias con más pérdida de bosques nativos en los últimos cuatro años". Son 130.177 hectáreas en suelo chaqueño y 127.527 en territorio santiagueño.
"Lo que más nos preocupa es la crisis climática. Frente a eso, ya ni la ley de bosques [sancionada en 2007] es suficiente. No habría que deforestar más en la Argentina -afirma Giardini-. La norma es restrictiva, pero a medias. Logró avances en los últimos tiempos, pero la cantidad de especies en peligro de extinción debido a la deforestación es enorme. Se estima que quedan unos 20 ejemplares de yaguareté en el Chaco argentino. La forma en que se emplea la agricultura, la ganadería y la deforestación es responsable del 40% de las emisiones de efecto invernadero del país."
Como para sus análisis anteriores, Greenpeace superpuso capas de datos de 2019 generados por el Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Red Agroforestal Chaco Argentina (Redaf) y el Instituto Geográfico Nacional, además de imágenes satelitales mensuales del Servicio Geológico de los Estados Unidos.
Para Greenpeace, es "evidente que las multas no son suficientes para desalentar la deforestación en zonas protegidas y, salvo unas pocas excepciones, no se reforestaron los bosques desmontados ilegalmente". La organización denuncia, además, que "en muchos casos, es clara la complicidad de los funcionarios en la violación de las normas".

Ganado por soja
Giardini explicó que, actualmente, en el norte se está deforestando más del doble por la ganadería que por el cultivo de soja. La pastura reemplaza el bosque bajo, los arbustos y su biodiversidad. "A veces, dejan 20 o 30 árboles por hectárea para decir que no se perdió el bosque. Pero esos árboles no se renuevan y desaparecen", comentó.
El valor de la hectárea en el norte, que es más bajo que en la región pampeana, es un atractivo para la expansión de la frontera agropecuaria. Aun cuando degradar esos ecosistemas que mantienen las cuencas de agua y protegen el suelo aumenta el riesgo de inundaciones.
"Las cuatro provincias que concentran el 80% de la deforestación del país siguen siendo las más pobres. Esto demuestra que el famoso proyecto de sacar los bosques para promover el cultivo de soja o la ganadería no se tradujo en progreso", sostiene Giardini en diálogo con LA NACION.
A través del informe, la organización reclama la implementación de normas y acuerdos "más fuertes y ambiciosos en defensa de los bosques y sus habitantes".
Y Giardini finaliza: "Hemos avanzado, pero aún no podemos seguir perdiendo alrededor de 100.000 hectáreas por año. La crisis climática está obligando a los gobiernos y las empresas a no transformar los ecosistemas de manera innecesaria y avanzar sobre áreas que no vamos a poder recuperar. Es necesario que el gobierno nacional, a través del Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema), en el que están representadas todas las provincias, aumente las exigencias para el cumplimiento efectivo de la ley de bosques y no que cada provincia pueda hacer lo que quiera".
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Travesía en 4x4 a la justicia por daño ambiental



Tierra del Fuego: imputan por daño ambiental a turistas que hacían una travesía en 4x4

Fecha de Publicación
: 28/01/2020
Fuente: La Nación
Provincia/Región: Tierra del Fuego


Una travesía turística está a punto de convertirse en un verdadero dolor de cabeza, luego que la justicia de Tierra del Fuego imputara penalmente por presunto daño ambiental a los pasajeros de las nueve camionetas doble tracción que recorren por estas horas la Península Mitre. Los investigan por daño agravado al haber atravesado por lugares sin camino, generando daños irreparables en su ecosistema formado en gran parte por turberas.
La imputación la dictaminó hoy el fiscal de instrucción Fernando Ballester Bidau luego de analizar la denuncia presentada por la Asociación Manekenk, la Asociación Civil Conservación de Península Mitre y la Asociación de Profesionales en Turismo de Tierra del Fuego, que al conocer que esta excursión iba a la zona de las turberas con vehículos de gran envergadura pusieron en aviso a las autoridades ambientales de la provincia.
La Península Mitre se ubica en el extremo sudoriental de la isla Grande de Tierra del Fuego y, además de su ecosistema único, que es hogar de colonias de aves y fauna marina, habitan especies únicas y en riesgo de extinción como el carancho austral, en tanto que posee un patrimonio cultural de valor incalculable. Pero además, un reciente estudio identificó al sector, como el punto de captura de carbono más importante de la Argentina, gracias a las turberas que funcionan como una "aspiradora" de carbono. Esta porción de la isla almacena el equivalente a más de tres años de emisiones de dióxido de carbono de la Argentina.
Estas turberas son las que ahora están en riesgo y algunas ya fueron dañadas por el peso de las nueve camionetas 4x4 tipo jeep que el 11 de enero pasado iniciaron una expedición en el área fiscal, partiendo desde la estancia María Luisa con destino a Cabo San Diego. "Pusimos en aviso a la autoridades del Gobierno y las áreas de Ambiente porque consideramos que el paso de los vehículos podrían generar daño sobre el terreno", explicó Adolfo Imvert a LA NACION, que integra la Asociación Civil Conservación de Península Mitre y hace 20 años que recorre el sitio.
La modalidad de la excursión es nueva en la isla según explicaron expertos del sector y confirmaron que no contrataron a ninguna agencia de la provincia. En principio se trataría de expedicionarios que realizan la aventura por su cuenta. La posibilidad que se repitan travesías como estas en suelos tan delicados es que puso en alarma a las ONG ambientalistas.
Según pudo confirmar LA NACION con fuentes de la gobernación fueguina, desde el área ambiental de la provincia notificaron a los expedicionarios en Río Grande a poco del inicio de la travesía y les habrían advertido que no se podría circular por fuera de las pocas vías habilitadas en la península. Sin embargo pocos días después y antes de que termine la expedición los denunciantes obtuvieron pruebas del daño a las turberas ocasionados por el paso de los vehículos de gran porte.
"Hemos recibido fotografías y videos que fueron realizados en el lugar por habitantes de esta provincia. En las imágenes se observa un grave daño sobre el turbal, la vegetación y el delicado suelo del área, en donde las huellas que se ven son compatibles con rodados de gran porte como los citados", detallan las ONG en la denuncia. Y alertan: "Sabemos que estas personas continúan en la región y que planean regresar en los próximos días, incrementando aún más el impacto que provocaron, al utilizar estos vehículos durante el trayecto de vuelta".
Para el fiscal la prueba presentada en la denuncia a "prima facie" podrían configurar delitos de "daños agravado" en despoblado y en banda por dañar bienes (turberas) de uso público, lo cual está tipificado en el Código Penal. El fiscal pidió que que se identifiquen a los 15 imputados denunciados y que se ordene una inspección ocular con profesionales especializados que informen los daños causados en las turberas y si los perjuicios ocasionados han sido más o menos perdurables.
En la denuncia presentada en la fiscalía, que ahora deberá atender el juez de instrucción 3 de Ushuaia, Federico Vidal, que actúa durante la feria de verano, se menciona que el daño ambiental ocasionado al patrimonio de la comunidad es grave e irreparable, dado que la zona no posee caminos habilitados para el tránsito de vehículos, razón por la cual necesariamente la circulación se hace por la turba.
"Este ambiente, caracterizado como humedal, presenta una alta fragilidad y se halla delimitado como zona A-2 según el régimen de protección de turberas (Resolución N° 401/11 S.D.S. y A.), en la cual se prohíben las actividades que involucren la destrucción y/o degradación irreversible de las mismas. Además, la Ley Nacional N° 2 3919 que ratifica la Convención de Ramsar, dispone en su artículo 4to. que 'cada parte contratante fomentará la conservación de los humedales(..) y tomará las medidas adecuadas para su custodia'", detalla la denuncia.

¿Qué son las turberas?
Las turberas son un tipo único de humedal que cubre el 3% de la superficie terrestre y almacena el 30% del carbono captado en el suelo y el 75% del carbono atmosférico. El doble que todos los bosques del mundo. Aparte de este formidable almacenaje de carbono, no apreciable en otros ecosistemas terrestres, también albergan el 10% del agua dulce del planeta y previenen inundaciones. El 95% de las turberas de la Argentina se encuentra en la provincia de Tierra del Fuego. En Península Mitre se encuentra la principal concentración de turberas del país: 2400 km2 de turba.
"Esto no es tierra abandonada, hay jurisdicción provincial, y el Estado debe cuantificar los daños de lo ocurrido. Para evitar situaciones como estas es que estamos junto a otras organizaciones pidiendo que se cree el Área Protegida en Península Mitre, porque eso permitirá contar con un plan de uso y de manejo del área", detalló Imvert a LA NACION.
Desde la década del 80 que existen en Tierra del Fuego distintas acciones para proteger el extremo sudoriental de la Isla Grande de Tierra del Fuego que se considera un ecosistema único tanto por su diversidad biológica, como por sus valores arqueológicos y geológico. En el año 2002, el Poder Ejecutivo, con la participación de las distintas organizaciones públicas y privadas de la isla presentaron ante la Legislatura el primer proyecto de ley para declarar a Península Mitre como Área Natural protegida.
Sin embargo, hasta la fecha y pese a la presentación de proyectos posteriores y modificaciones, aún no se declaró área protegida a Península Mitre. Actualmente hay un proyecto de ley en la Legislatura y pese al inicial compromiso de la entonces gobernadora Rosana Bertone para la creación del área, las voluntades se fueron diluyendo con el tiempo y las internas dentro del bloque mayoritario del FPV impidieron que la ley sea tratada en el recinto.
Las expectativas están puestas ahora en la nueva Legislatura y en la presión social que realizan las ONG locales. En esa misma línea se sumaron en los últimos años la organización ecologista Fundación Rewilding Argentina (ex CLT).
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En el 2019 perdimos 80 mil hectáreas de bosques



Deforestación: aseguran que se perdieron más de 80 mil hectáreas en el norte del país en 2019

Fecha de Publicación
: 27/01/2020
Fuente: InfoCampo
Provincia/Región: Nacional


Un informe de Greenpeace reveló los números de deforestación. Chaco y Santiago del Estero, las provincias con más pérdida de bosques nativos de los últimos cuatro años.
Greenpeace difundió su informe anual de deforestación en el norte argentino, el cual reveló que, durante 2019, se perdieron 80.938 hectáreas de bosques en las cuatro provincias con más desmontes del país: Chaco, Santiago del Estero, Formosa y Salta.
La organización ambientalista destaca que, si bien desde 2014 se registró una importante disminución de la deforestación, en 2019 un tercio de los desmontes se produjeron en bosques protegidos por la normativa nacional de bosques y alcanzaron las 27.704 hectáreas (Santiago del Estero 18.679 ha, Chaco 7.683 ha, Salta 1.326 ha, Formosa 16 ha).
Es importante destacar que todas las provincias realizaron el Ordenamiento Territorial de sus Bosques Nativos (OTBN), los cuales prohíben los desmontes en casi el 80% de las zonas forestales: Categorías I – Rojo y II – Amarillo.
Desde la sanción de la Ley de Bosques (2007) ya se desmontaron casi 1 millón de hectáreas de bosques protegidos.
“Resulta evidente que las multas no son suficientes para desalentar la deforestación en zonas protegidas y que, salvo unas pocas excepciones, no se reforestaron los bosques desmontados ilegalmente”, advierten desde la organización y por otra parte agregaron que “en muchos casos, es clara la complicidad de los funcionarios en la violación de la normativa”.

Pérdidas de bosques nativos
Chaco, la provincia con más deforestación de los últimos cuatro años (130.000 hectáreas), ya perdió cerca de 2 millones de hectáreas. Le sigue Santiago del Estero con 127.527 hectáreas en los últimos cuatro años y junto a Chaco, son las que mayores perdidas tuvieron.
“Los ambiciosos planes de expansión de la ganadería intensiva en el norte del país van a contramano de la actual crisis climática y de biodiversidad, y ponen en riesgo a nuestros últimos bosques nativos. Resulta urgente la implementación de políticas, leyes y acuerdos más fuertes y ambiciosos en defensa de los bosques y sus históricos habitantes”,  sostuvo Hernán Giardini, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace.
desmonte bosques inundacionesLa conservación de bosques juega un rol clave en la mitigación del cambio climático. “Sólo los sectores Agricultura, Ganadería, Silvicultura y Otros Usos de la Tierra representan el 39% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero del país”, destacaron los activistas.
“La deforestación acelera el cambio climático y nos vuelve más vulnerables al aumento e intensidad de las precipitaciones, lo que provoca cada vez más inundaciones”, agregó Giardini.
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