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9.000 familias indígenas en resistencia al agronegocio

9.000 familias indígenas resisten en Argentina la presión de los terratenientes de la soja

Fecha de Publicación
: 30/01/2017
Fuente: Público (España)
Provincia/Región: Nacional


El Mocase, el Movimiento Campesino de Santiago del Estero, aglutina desde los años 90 la lucha de las comunidades de esa provincia semidesértica argentina contra la progresiva ocupación de unas tierras en las que llevan siglos viviendo.
“Para nosotros es dificultoso disponer de un papel [de propiedad], pero un papel no da derecho a destruir un ecosistema”. Deolinda Carrizo, del Mocase (Movimiento Campesino Santiago del Estero), explicó este lunes en Zaragoza, en un acto convocado por el Comité de Solidaridad Internacionalista, la lucha que desde hace más de 25 años mantienen las 9.000 familias agrupadas en este colectivo contra el desalojo silencioso al que vienen siendo sometidos por terratenientes y grandes empresas que están extendiendo por esta provincia del norte de Argentina el monocultivo de la soja transgénica.
Santiago del Estero es una semidesértica provincia del noreste de Argentina –su superficie equivale a la de Castilla y León y Extremadura juntas, con 20.000 habitantes más que Guadalajara- que forma parte del Gran Chaco y a la que a principios de los 90 comenzaron a llegar propietarios de grandes extensiones de los que hasta entonces nadie había oído hablar.
Intensificaron el proceso de ocupación de tierras iniciado en la dictadura —ahora para implantar el monocultivo de la soja—y el desalojo de comunidades, muchas de ellas de pueblos originarios anteriores a la colonización. “No sabemos de dónde salían esos títulos, algunos eran prendas de deudas que habían acabado en el juzgado”, señala Carrizo.

“Lugares despreciados para el progreso”
El proceso, impulsado por “la necesidad de ocupar los lugares del país que habían sido despreciados para el progreso”, se intensificó en 1996, con la autorización para cultivar en Argentina soja transgénica, que hoy es prácticamente un monocultivo en la zona.
Y que lleva camino de agravarse con las políticas de Mauricio Macri, cuyo Gobierno ha eliminado los impuestos que gravaban la exportación de ese cultivo —también los del maíz y los productos mineros— y ha abolido el límite del 20% de la propiedad de la tierra al que podía acceder el capital extranjero.
El avance de las toperas, las máquinas que allanan lomas y deforestan llanuras, y de las vallas que agrandan las propiedades de terratenientes y empresas al tiempo que achican el espacio de las comunidades, se ve apoyada por dos estrategias cuyo objetivo es amedrentar a los indígenas, explica Carrizo: las fumigaciones indiscriminadas, incluso sobre los pequeños núcleos de población y sus escuelas, y la aparición de escuadrones de la muerte.

“Contratan paramilitares para expulsar a las familias”
“Están contratando a grupos armados paramilitares para expulsar a las familias. Se está reactivando la criminalización en la lucha por la tierra, como en los años 90”, indica, en una estrategia del terror que hace unos años se cobró la vida de dos activistas. Esas decisiones de Macri, anota, “están reactivando muchos conflictos” tanto en el norte como en el sur de Argentina, en la zona de los mapuches, como consecuencia de los procesos de acaparamiento de tierra.
El inicio de las hostilidades hizo que las comunidades indígenas de Santiago del Estero comenzaran a organizarse. Normalmente, cada familia combina la crianza de cabras, vacas y chanchos (cerdos) con el cultivo de parcelas de 10 a 30 hectáreas de secano, más extensiones secas de varios miles con otros grupos, con cuya producción subsisten y suministran a los mercados locales.
“Muchas familias llevan siete, diez y más generaciones en esas tierras, y la ley ampara tanto a las comunidades históricas como a las familias que cultivan durante veinte años de manera pacífica un terreno”, explica Deolinda Carrizo, que sostiene que “logramos resistir de manera conectiva difundiendo el conflicto” cuando comenzaron a ser expulsadas y a perder sus tierras a principios de los 90. “No les interesa la soberanía de los pueblos, solo les interesa la soberanía de las corporaciones que vienen a romper nuestra forma de vida”, sostiene.

Fábricas y una escuela de agroecología:
Mocase, integrado en Cloc (Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo) y en Vía Campesina —representa a más de 200 millones de campesinos de 164 organizaciones de 73 países—, ha apostado por dos líneas de trabajo para mejorar la situación de las comunidades de Santiago del Estero: fomentar la puesta en marcha de fábricas de transformación agroalimentaria y promover una Escuela de Tecnicatura Agroecológica en la que, desde hace ya diez años, la enseñanza de técnicas académicas se combina con la de las tradicionales.
El centro incluye estudios de disciplinas no agrarias, como arquitectura, medicina y comunicación, y sus planes de estudio combinan las estancias de los alumnos en universidades públicas con las que mantienen convenios con la realización de prácticas en las comunidades.
“El reto de Vía Campesina —señala Carrizo— es poner en marcha el Instituto de Agroecología latinoamericano”, una especie de universidad popular de esta disciplina que cuenta con el apoyo de centros de Argentina, Nicaragua, Colombia, Venezuela, Perú, Uruguay, Paraguay y Brasil.
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Investigadores van tras el reemplazo de agroquímicos



Investigadores argentinos descubren bacterias que pueden reemplazar agroquímicos

Fecha de Publicación
: 16/12/2016
Fuente: El Federal
Provincia/Región: Santa Fe


Un grupo de científicos del Instituto de Agrobiotecnología de Rosario (INDEAR), liderado por Martín Vázquez, investigador independiente del CONICET, analizó cultivos de soja y trigo y describió las bacterias que viven asociadas a sus raíces en una extensa zona de la región pampeana, para crear nuevos bioinoculantes a partir de los microrganismos que naturalmente se encuentran en las raíces.
Los bioinoculantes son microorganismos vivos que se agregan a las semillas o a las plantas de cultivos comerciales para favorecer su crecimiento. En general, se aplican conjuntamente con otros compuestos que aumentan su permanencia en el ambiente y su adhesión a las semillas. Entre otros beneficios, los bioinoculantes mejoran la fijación de nitrógeno y la absorción de fósforo, nutrientes esenciales para las plantas, las protegen contra organismos patógenos y aumentan la producción de biomasa vegetal.
El grupo obtuvo más de 2 mil aislamientos de microrganismos, la mitad proveniente de soja y la otra mitad de trigo. En mil de ellos analizaron las propiedades promotoras de crecimiento vegetal y de protección contra patógenos. Casi la mitad arrojaron resultados positivos en al menos una propiedad estudiada, mientras que un 3% mostró tener todas características que se analizaron.
Nicolás Rascovan, quien participó de la investigación como becario del CONICET, sostuvo que “si pudiéramos comprender mejor qué organismos interactúan con los cultivos en el campo, identificarlos y cultivar aquellos que aportan un beneficio a las plantas se podrían aplicar para mejorar significativamente la productividad agronómica sin necesidad de depender exclusivamente de los agroquímicos”.
Los investigadores pudieron seleccionar una serie de cepas que presentaron características promotoras del crecimiento que fueron testeadas a campo durante dos años. Las pruebas mostraron un incremento en los rindes, tanto en soja como en trigo, de hasta un 15 por ciento.
Además, según explica Vázquez “estos microrganismos mostraron una capacidad de aumentar el rendimiento en forma selectiva dependiendo del ambiente. Por ejemplo, las cepas que mejor funcionaron en Pergamino, no necesariamente fueron las más eficaces en Balcarce”. De esta manera quedó demostrada la interacción de las distintas cepas con el ambiente y el tipo de suelo, lo que permitiría direccionar mejor el tratamiento de acuerdo al tipo de ambiente que se encuentra en cada campo.
Los resultados del estudio, que se llevó adelante en colaboración con la empresa Rizobacter, fueron publicados recientemente en la revista Scientific Reports.
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Sigue el atropello de Manaos sobre campesinos

Santiago del Estero: disputa por tierras y desmonte ilegal

Fecha de Publicación
: 30/11/2016
Fuente: Clarín
Provincia/Región: Santiago del Estero


Orlando Canido, dueño de la gaseosa Manaos, quiere deforestar, pese a la restricción oficial. Resistencia indígena.
En las últimas dos décadas, los conflictos por la titularidad de tierras en las que están asentadas las comunidades indígenas recrudecieron por la activación de los desarrollos agropecuarios en regiones forestales.
Aunque el Estado reconoce los derechos comunales de propiedad de los pueblos indígenas, la falta de entrega de títulos de dominio es fuente de tensión social y litigios judiciales. El conflicto emerge cuando las tierras son comercializadas con las comunidades en su interior, se inicia la deforestación y se intenta forzar el éxodo de las etnias.
En los últimos años, se produjeron más de 300 conflictos con estas características en áreas de bosque.
Uno de los que alcanzó resonancia pública en estos meses lo protagonizó el empresario Orlando Canido, dueño de la popular gaseosa “Manaos”.
En el año 2014, el empresario presentó el título de compra de un campo con dos lotes, de 1.000 y de 1.163 hectáreas en las localidades de Bajo Hondo y El Colorado, a 270 kilómetros al noroeste de la capital santiagueña. De inmediato presentó en la Dirección de Bosques de la provincia un proyecto productivo agrícola en el área forestal.
La Dirección, en primera instancia, aprobó el proyecto, y Canido inició el desmonte de 55 hectáreas, pero no pudo seguir porque los aborígenes interrumpieron el avance de las topadoras, y el Movimiento Campesino de Santiago del Estero Vía Campesina (MOCASE VC) hizo un reclamo judicial por la posesión de las tierras. A partir de entonces, la Dirección de Bosques ordenó la suspensión del desmonte hasta que la justicia resolviera el conflicto.
Las páginas del expediente son una sucesión de denuncias cruzadas. Canido acusó a integrantes de la comunidad indígena Guaycurú de haber tomado su campo sin “fundamento jurídico ni acreditación de derecho alguno sino por simple invocación a la comunidad aborigen”.
A su vez, los miembros de la comunidad indígena relataron que “ya cansados de los retardos de la justicia y falta de respuesta, y siguiendo el consejo de representantes y consejeros, optaron por tomar el campo”.
El gobierno intentó resolver el conflicto en la “Mesa de Tierras” con el diálogo entre las partes. Pero el conflicto no se resolvió. Y volvieron las denuncias de ambas partes: los aborígenes por “intimidación de hombres armados” y Canido, “por daños a su propiedad y sus bienes”.
Casi un año después, en septiembre de 2015, con el plan suspendido, Canido decidió continuar con el proyecto agropecuario: con cinco topadoras taló otras 220 hectáreas de bosque, y fue obligado a detener el desmonte por la Dirección de Bosques, que le realizó un sumario. “Canido está en infracción por ese desmonte y se están haciendo las pericias administrativas”, indica Víctor Rosales, su director.
Fuentes de su entorno aseguran que el empresario es propietario de 40 mil hectáreas en la provincia y emplea a más de media población para tareas de campo en Bajo Hondo, la zona del conflicto. En mayo de 2016, la entonces jueza Lucrecia Martínez Llanos ordenó el desalojo de la comunidad pero la orden no se puedo ejecutar por resistencia del MOCASE VC. En julio, una nueva orden tampoco pudo efectivizarse.
Desde entonces, un grupo relacionado con Canido se asentó en un campo de su propiedad, al lado de la tierra en litigio, con actitudes amenazantes. Y en septiembre, según consta en el expediente, con 3 camionetas y 15 hombres armados, irrumpieron en la tierra en conflicto: mataron animales, prendieron fuego ranchos de la comunidad, y los obligaron a escapar al monte. En el ataque, balearon en la pierna a uno de ellos. El empresario Canido no respondió a los mensajes en su celular de este diario.
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Mocase se une a la Uader para llevar adelante programas



El Mocase estrechó sus vínculos con la Universidad

Fecha de Publicación
: 13/11/2016
Fuente: Diario Uno (Entre Ríos)
Provincia/Región: Santiago del Estero  - Entre Ríos


Miembros del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase) visitaron Entre Ríos hace unos días con el objetivo de profundizar los vínculos que mantienen con la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader). La histórica organización santiagueña, que se ha extendido a otras provincias, ofreció a la casa de estudios entrerriana sus conocimientos ancestrales sobre ecología, trabajo de la tierra y hasta de salud, contaron a UNO Ángel Strapazzon, Pedro Lunello y Margarita Gómez, quienes visitaron la Redacción acompañados del docente Manuel Ramat.
Como director de carrera del Profesorado de Educación Tecnológica de la Uader, de la Facultad de Ciencia y Tecnología, Ramat impulsó un convenio entre la Universidad Campesina (Unicam) del Mocase y la Uader, que se firmó en setiembre. Para profundizar esta vinculación, representantes del Movimiento llegaron a Entre Ríos para contactarse con las otras facultades con la idea de darle contenido a ese acuerdo y avanzar en nuevos convenios. Desde 2010 se realizan visitas e intercambios de alumnos y docentes de las escuelas Alberdi y Almafuerte con la Escuela de Agroecología de Quimilí y la Unicam.
Soberanía alimentaria, modelo productivo, la lucha por la tierra de campesinos y pueblos originarios y la propuesta de educación popular son ejes que se incorporan a través de esos intercambios.
Ángel Strapazzon destacó la descentralización de las carreras de la Uader y su propuesta académica de producción de conocimiento y tecnología. En ese sentido, dijo que buscan estrechar vínculos con las cátedras y afirmar los existentes con las escuelas agrotécnicas. Les interesa acercar la cuestión agraria a lo urbano, a la juventud y a las mujeres. Otro tema que interesa es la ecología: "Avanzar tecnológicamente, pero causando el menor impacto ambiental. Por eso también nos interesa la investigación, en función de un planeta que produzca todo lo que tiene para producir, pero con mayor cuidado".
"A los estudiantes de Entre Ríos les podemos aportar el amor a la tierra. En China, en Estados Unidos y Europa se está pensando que las grandes ciudades no son lo más sano y lo más conveniente. Se está pensando en comunas. Nosotros deberíamos decir en Ayllus, como lo organizó el mundo inca. Antes las maestras rurales les decían a los jóvenes: 'estudien porque si no se van a quedar toda la vida en el campo', como si quedarse en el campo fuera ser ignorante, atrasado o menos realizado. Hoy la tecnología está en las zonas rurales y nos permite estar comunicados, viajar por el mundo con nuestros aparatitos (por los celulares)", reflexionó Ángel.
Otra contribución posible pasa por la salud. "Podemos aportar que los jóvenes sanen", dijo. "Tenemos experiencia de recibir muchos chicos y chicas de Rosario que la Justicia envía en casos muy límites de drogadicción. Los jóvenes se sanan con esta metodología que inventamos: una psicología pedagógica social que no mira hacia el pasado sino al futuro y no utiliza tanto la palabra sino la acción: producir, trabajar, industrializar, no tanto individualmente, sino en forma comunitaria".
Strapazzon está en el Mocase desde que tenía 19 años. La organización retomó la experiencia de las Ligas Agrarias, en los años de la dictadura y hoy ha crecido no solo en Santiago del Estero sino también en otras provincias como Misiones. Pedro Lunello agregó: "Nosotros pensamos que es fundamental dar esta batalla en la universidad, existe una manera de mirar y de creer y de desarrollar la vida y que pasa por el campo y no es la que se intenta imponer del agronegocio. Siempre se habló del campesinado y de los pueblos originarios como excluidos, pero la alimentación del mundo dependió siempre y aún depende de estos grupos. Tenemos que desarmar toda esta mentira".
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Misiones quiere huertas en todas sus escuelas



Buscan instalar huertas en todas las escuelas de Misiones


Fecha de Publicación
: 06/10/2016
Fuente: Primera Edición
Provincia/Región: Misiones


La intención es que todas las instituciones educativas misioneras -públicas y privadas- incluyan dentro de su agenda la implementación de huertas para que los alumnos aprendan a cosechar sus propios alimentos.
Es por eso que la Secretaría de Estado de Agricultura Familiar y el Ministerio de Educación provincial trabajarán de manera conjunta para implementar huertas escolares orgánicas, jardinería, vivero de árboles, parque botánico y otras modalidades que posibiliten múltiples experiencias acerca del entorno natural y rural donde estén insertos las escuelas, colegios e institutos.
“Agricultura fue una de las primeras que ni bien asumió pidió audiencias para trabajar con Educación”, señaló la ministra de Educación, Ivonne Aquino. “Qué mejor que articular las políticas de la secretaría con las educativas y ver cómo desde el sistema educativo podemos fortalecer el desarrollo de una práctica tan importante”, consideró la funcionaria y señaló que “queremos desterrar esta idea de que solamente es una práctica posible de desarrollarse en ámbitos rurales. Debemos trabajar mucho en las escuelas urbanas buscando otras alternativas a la huerta familiar que también se pueden desarrollar en el ámbito urbano”.
El convenio de colaboración mutual permitirá “fortalecer esta práctica de trabajo tan necesaria en todos los momentos, pero en los momentos de crisis como los que estamos viviendo actualmente más aún”, señaló Aquino.
Por su parte, la secretaria de Agricultura, Marta Ferreira, indicó que la ley de Agricultura Familiar “define un nuevo modelo en la provincia. Misiones adopta un modelo de desarrollo productivo, entonces creo que todas las instituciones tenemos que trabajar en ese sentido y la institución educativa es fundamental porque es la formadora de los agricultores del mañana”.
Ferreira consideró que la mejor manera de alcanzar los objetivos planteados en el convenio entre ambos organismos es “entusiasmar a los niños, enseñarles que los cultivos no nacen en el supermercado, sino que nacen en el suelo y de esa manera elevar el estatuto y el reconocimiento de nuestros agricultores que fueron tan desprestigiados por mucho tiempo, porque para muchos era una categoría inferior el ser de la chacra. En este momento de la historia podemos sostener que nada mejor que producir alimentos”.

Un tema de agenda
“Las ciudades tienen que producir alimentos”, señaló Ferreria ya que consideró que éste será un tema importante para las generaciones futuras. “Es por eso que tenemos que  instalar el tema y generar el compromiso en todos”.
En ese ámbito, la escuela cumple un papel fundamental y para graficarlo, la funcionaria ejemplificó con la tarea que realiza la IEA de Aurora donde “han hecho un taller de horticultura para la comunidad”.
En este sentido, indicó que “podemos articular, trabajar en conjunto, potenciar y después ir viendo como ocupamos a estos egresados de escuelas que vienen con mucha preparación para que sientan que tienen un campo de acción en la provincia y que nosotros estamos valorizando mucho el trabajo que están haciendo”.

Cómo funcionará
Según explicó Aquino, “la idea es ir armando un mapa de escuelas que puedan ser abarcadas en toda la provincia” y detalló que la intención es “avanzar en la institucionalización de esta línea de trabajo a través de los PEI como para entusiasmar a las escuelas  a que lo incorporen dentro de su proyecto educativo”. Se buscará que a través de las huertas se puedan aprender materias relacionadas como matemática, física, química y demás.
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UNC investiga sobre plaguicidas naturales

Investigadores cordobeses buscan desarrollar plaguicidas naturales

Fecha de Publicación
: 15/09/2016
Fuente: Telam
Provincia/Región: Córdoba


Un equipo interdisciplinario constituido por biólogos, químicos y microbiólogos de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y del Conicet lleva adelante una serie de estudios con el propósito de desarrollar bioplaguicidas basados en compuestos naturales.
Según informó la Agencia Universitaria de Comunicación de la Ciencia, el Arte y la Tecnología (Uniciencia) de la UNC, se trata de plaguicidas naturales para combatir las plagas del maíz a partir de compuestos obtenidos de plantas aromáticas.
El equipo está constituido por académicos de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC y el Conicet y es dirigido por Julio Zygadlo. Desde hace más de cuatro años trabajan en una serie de estudios con este objetivo.
El informe señala que el equipo de investigadores desarrolla y prueba formulaciones con propiedades tóxicas con el propósito de controlar el gorgojo y el hongo Fusarium, que atacan los granos almacenados. En ese sentido destaca que los insecticidas naturales son una alternativa a los compuestos sintéticos que, por su uso indiscriminado, en los últimos años originaron resistencia en estas plagas.
Jimena Herrera, integrante del grupo de investigación, señaló que trabajan en el desarrollo de una línea de trabajo que estudia aspectos biológicos, bioquímicos y ecológicos de insectos y microorganismos que producen el deterioro de los alimentos.
Indicó que "existen diversos grupos de investigación en todo el país que estudian los beneficios de las sustancias naturales, pero el camino para llegar a estar formulaciones es muy largo" y aclara que "por ahora los ensayos y pruebas que venimos realizando son in vitro, bajo condiciones controladas. La idea es pasar a mayores escalas para probar que el producto no se deteriore con las condiciones externas".
"La idea es lograr formulaciones a partir de compuestos naturales que sirvan para combatir las principales plagas del maíz cuando está almacenado", afirma la investigadora.
Herrera puntualizó que "entre las ventajas de los bioplaguicidas, lo más importante es que no son perjudiciales para la salud humana y tampoco afectan el medio ambiente".
En ese sentido precisó que los insecticidas sintéticos más utilizados para controlar plagas -como la fosfina y el bromuro de metilo- se encuentran prohibidos y restringidos, respectivamente, por el Ministerio de Salud de Argentina, debido a los problemas relacionados con la salud ambiental, como consecuencia de malas prácticas agrícolas.
Los insecticidas naturales, además, generalmente son específicos hacia una plaga, lo que significa que eliminan sólo ese agente, sin matar otro tipo de organismos que están en el ambiente y que quizás sean beneficiosos para controlar al insecto o al hongo. Herrera precisó que los bioplaguicidas "tendrían la ventaja de no interrumpir las cadenas tróficas propias de la naturaleza".
Por otra parte destacó que en vistas al "uso indiscriminado de algunos pesticidas, muchas plagas se han hecho resistentes a estas sustancias, por lo que las dosis utilizadas en el campo son cada vez más elevadas".
"Frente a este panorama -añade- podría decirse que hay bioplaguicidas que son más efectivos que los sintéticos y actúan más rápido sin afectar la materia prima".
Tras advertir que el proceso de producción por ahora es muy costoso, Herrera destacó que "en laboratorio obtuvimos muy buenos resultados pero es necesario ampliar las pruebas in situ, para esto también hacen falta políticas de Estado, apoyo a estas investigaciones y, sobre todo, un cambio de concepción en las prácticas agrícolas",
En la búsqueda de alternativas naturales, los primeros avances fueron coordinados por Julio Zygadlo que comenzó a extraer aceites esenciales de plantas aromáticas, algunas nativas como la peperina y el tomillo, para identificar los componentes de los aceites y su nivel de toxicidad contra las plagas.
A partir del 2012, comenzaron las pruebas contra los insectos "el gorgojo que ataca al maíz es muy dañino, porque todo su ciclo de vida se produce dentro del grano, entonces se come todo el endosperma que es la base de los nutrientes", detalla Herrera.
"El objetivo -añadió finalmente-, es conseguir una formulación sintética, basada en compuestos naturales provenientes de los aceites esenciales, que produzcan una interacción sinérgica con capacidad para combatir al gorgojo y que no tenga efecto tóxico sobre la germinación del maíz".
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Encuentro de agroecología en Misiones



Resaltan que la Agroecología está de pie y resiste

Fecha de Publicación
: 19/08/2016
Fuente: Diario Uno
Provincia/Región: Nacional


Más de 400 personas participaron del Encuentro Regional que se realizó en Montecarlo, Misiones.
El encuentro comenzó el viernes 12 de agosto, con la visita a las chacras agroecológicas de las zonas de Iguazú, Wanda, Mado, Yacutinga y Puerto Rico.
Las familias mostraron sus experiencias de producción diversificada, donde los agroquímicos son reemplazados por prácticas naturales que mantienen la fertilidad del suelo. De esta manera, producen alimentos sanos como yerba mate, mandioca, hortalizas, jugos, mermeladas y hasta plantas medicinales que son procesadas en origen y luego comercializadas a través de ferias y cooperativas en toda la provincia.El sábado, en el Parque Vortisch de Montecarlo, la apertura se inició con una ceremonia de bienvenida Guaraní, con participación de un coro de jóvenes y dirigentes de comunidades indígenas.En el primer panel de la jornada, disertaron Juan Cáceres del Movimiento agroecológico de América Latina (Maela), el Ingeniero Agrónomo Guillermo Reuteman de la Universidad Nacional de Misiones; Paiá Pereda representante del Instituto de Cultura Popular (Incupo) y Claudia Noceda, Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación.Juan Cáceres, productor orgánico chaqueño celebró el avance y la multiplicación de experiencias agroecológicas en la región, pero a la vez alertó que existe un recrudecimiento de "desmontes ilegales, desalojos campesinos y falta de control en el uso de agrotóxicos que ponen en grave riesgo la salud de los pobladores rurales y de los consumidores en los pueblos y ciudades".
"A pesar de todo, como lo demuestra este encuentro, seguimos de pie y avanzando con nuestra propuesta de producción y de vida sana, sumando cada vez más aliados en la sociedad, en escuelas e instituciones del estado", afirmó el productor orgánico. La declaración de Cáceres fue corroborada con estudios y datos presentados por Guillermo Reuteman, alertando que "los monocultivos, como el tabaco o la soja, destruyen la biodiversidad provocando erosión de los suelos, contaminación del ambiente y deterioro de la calidad biológica de los alimentos que consumimos".
El docente universitario advirtió que "este modelo productivo es responsable en gran medida de la emisión de gases de "efecto invernadero", que agravan el calentamiento global.Reuteman, también se refirió a la introducción de la Agroecología como disciplina científica en los estamentos educativos, mencionando como avances la creación de la Diplomatura en Agroecología en la Universidad de Quilmes, Cátedras y Licenciaturas en varias Facultades y la Educación con enfoque agroecológico incorporado por escuelas rurales y agropecuarias en la región, como las Escuelas de la Familia Agrícola (EFA).
Se rescató en este panel el trabajo realizado por el INTA en concientización sobre temas ambientales en escuelas primarias y secundarias, y en la formación de técnicos en Agroecología. Sobre el tema, se organizó una charla especial, a cargo de Pablo Tittonel, coordinador del programa nacional Gestión Ambiental y Ecoregiones del mencionado Instituto Nacional.Sobre las experiencias agroecológicas en la región Paiá Pereda y Claudia Noceda explicaron que "son múltiples, y están referidas a conservación de semillas nativas, aprovechamiento sustentable del bosque nativo, ganadería ecológica, certificación participativa de productos agroecológicos, asociaciones de Ferias Francas y redes de comercio justo, entre otras. En cuanto al avance en normativas y políticas mencionaron como ejemplos: la aprobación de ordenanzas municipales que frenan las fumigaciones en Chaco, Santa Fe y Córdoba, Programa de agricultura Urbana de Rosario, Ley Nacional de protección a los bosques nativos, Ley de Reparación Histórica de la Agricultura Familiar y la Ley de Fomento a la Producción Agroecológica de Misiones.Durante la tarde se realizaron talleres sobre distintas temáticas relacionadas a la Agroecología, desde Luchas por el territorio hasta Comercialización. El resultado de los mismos fué utilizado para las recomendaciones y demandas a los gobiernos de la región.
El panel "Desafíos y compromisos con la Agroecología en Argentina y Latinoamérica", llevado a cabo el domingo por la mañana, contó con la participación de Alejandro Marengo, Director de Desarrollo Territorial del Ministerio de la Producción de Santa Fe; Marta Ferreira, Ministra de Agricultura Familiar de Misiones; Raúl Terrile, Proyecto Reconversión Productiva de Rosario; Jorge Ullé, Red Agroecología del INTA y Alicia Alem, de Maela."La lucha que tenemos que dar en nuestros territorios es fuerte, porque nos enfrentamos a intereses poderosos como la megaminería, las fumigaciones, la construcción de represas, el patentamiento de nuestras semillas", expresó Alicia Alem en su discurso. "Y esto se da también en todo el continente. Nos queda el compromiso de seguir militando para la aplicación de las leyes y para la construcción de las políticas públicas con el protagonismo de los agricultores familiares".El cierre del encuentro estuvo a cargo de Eduardo Sevilla Guzmán, experto en Agroecología de la Universidad de Córdoba. El Encuentro Regional de Agroecología fue organizado por la Red de Agroecología de Misiones y del NEA. Con el auspicio de la Secretaría de Agricultura Familiar de Misiones, la Secretaría de Agricultura Familiar la Nación, INTA, Pro Huerta, Red de Agricultura Orgánica de Misiones (RAOM) , Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe (Maela), Greenpeace, la Iglesia Evangélica Luterana Unida, Cooperativa La Abundancia, Cemep ADIS, Incupo, UCAR y el Municipio de Montecarlo.
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Rosario tiene su mapa virtual para alimentos sanos



Crean un mapa virtual local donde encontrar alimentos agroecológicos

Fecha de Publicación
: 23/06/2016
Fuente: La Capital
Provincia/Región: Santa Fe


Es una iniciativa del Taller Ecologista Rosario que indica los puntos de producción y venta. No tienen químicos y son más económicos.
Como la aldea de Asterix que resiste al invasor, en la gran ciudad también hay espacio para emprendimientos que producen y venden alimentos agroecológicos producidos fuera de las formas dominantes de mercado y que llegan a los consumidores con una paleta de productos verdes, sin químicos y de cercanía; que incluyen frutas y verduras, miel, medallones, quesos y embutidos, semillas, cereales y panificación, entre otras (muchas) opciones.
Para no perderse en el intento y saber dónde encontrarlos, desde el área de soberanía alimentaria del Taller Ecologista local armaron la web Ecoalimentate, donde aparece un "mapa de soberanía alimentaria" rosarino que muestra de manera didáctica y sencilla los puntos de producción y comercialización de alimentos sanos y locales que ya está on line (http://ecoalimentate.org.ar/mapa/), y como todo desarrollo digital no para de actualizarse y sumar datos.
Lisandro Arelovich, uno de los responsables de la iniciativa, explicó que la idea surgió tras interrogarse sobre los usos y costumbres de los rosarinos a la hora de comprar alimentos. "Nos daba curiosidad saber si la gente de la ciudad se cuestiona qué come, de dónde sale eso, y también si había otras estrategias de acceso a los alimentos por fuera del sistema supermercadista", indicó.
La idea del mapeo empezó con un perfil de dietéticas y almacenes naturales, un rubro en crecimiento que funcionó como primer indicador de que, efectivamente, existe un sector de los consumidores que se cuestiona qué come.
"En el tema de la alimentación hay muchas escuelas y nuestra idea fue no quedarnos con ningún dogma", dijo, para agregar que otro de los objetivos del trabajo es conocer la cadena entre productores locales y accesos a los productos, ya que el concepto de soberanía alimentaria incluye saber quién produce qué.
Toda la información recabada se volcó a un mapa web digital, que a la larga será colaborativo para que el propio usuario se convierta en el garante de los productos y servicios ofrecidos.
"Los mapas digitales se inscriben en una mirada de democratización ciudadana o de ciudadanos 2.0, algo que hasta ahora se ha usado mucho en cuestiones de movilidad urbana, pero que puede usarse para acceder a otras informaciones", agregó Arelovich.
Productores. Un dato interesante que aporta el mapa es que también se puede visualizar quiénes son y dónde están los emprendimientos productivos, no sólo de Rosario y la región, sino de diferentes puntos de las provincia de Santa Fe que utilizan técnicas agroecológicas (sin la utilización de agroquímicos) para la elaboración de alimentos.
Aparecen por ejemplo el tambo La Resistencia de Giros en Nuevo Alberdi, la chacra Monteflore de Alvear, el Paca (proyecto agroecológico Casilda), El CEA (Centro de Estudios Agropecuarios) de Totoras, y la granja Naturaleza Viva de Guadalupe Norte, ubicada en el kilómetro 815 de la ruta nacional 11 y toda una referencia internacional de producción agroecológica a gran escala.
Arelovich destacó que para el trabajo entrevistaron a productores y armaron microvideos que también se subieron a la web, ya que uno de los objetivos del mapa es "ponerle un rostro" a quienes producen la comida que consume la ciudad. "Contamos una mini historia, porque cada alimento tiene su historia, y a eso lo atamos con la idea de cadena corta de comercialización, que no sólo es comercial sino también relacional".
"Para que la soberanía alimentaria no sea anónima, saber de dónde viene lo que comemos es muy importante", agregó.
Para todos los gustos. Además de las Ong's, en los últimos años los propios partidos políticos o diferentes niveles estatales han incursionado en formas de comercialización directa para bajar costos y acercar a productores y consumidores.
La Municipalidad lo hace con el programa de agricultura urbana y las ferias que funcionan en todos los distritos, mientras que otras fuerzas políticas como Ciudad Futura a través del tambo y la Misión Antiinflación o el Movimiento Evita con los camiones de venta populares, también ofrecen productos sin el paso previo por intermediarios.
Existe además un abanico enorme de grupos informales nacidos al amparo de las redes sociales, sobre todo Facebook, que también elaboran alternativas de acceso a alimentos más sanos y económicos.
El radio céntrico concentra una variedad de ferias que funcionan tanto durante la semana como los sábados y domingos en diferentes espacios verdes de la ciudad: Parque Norte (Alvear y Rivadavia) sábados, de 15 a 19, y domingos y feriados, de 10.30 a 19; La Pérgola (Roca y el río) los domingos, de 11 a 18; el Mercado Popular (Tucumán 1349) que está abierto todos los días; la feria de la plaza San Martín (Córdoba al 1900) que abre lunes, de 9 a 13, y miércoles de, 9 a 18; la Cooperativa Mercado Solidario (9 de Julio 659), y la feria de la plaza López (Pellegrini al 700), los viernes de 9 a 13.
Los barrios también tienen lugares de comercialización de alimentos sanos: en Costa Alta (Carrasco y Martín Fierro) está los domingos y feriados, 11 a 19; en la plaza Alberdi (Rondeau y Puccio) los viernes de mañana; en las Cuatro Plazas (Mendoza y Provincias Unidas) los sábados y domingos, de 15 a 19 en invierno, y de 16 a 20 en verano; en el CMD Sudoeste (Francia 4435) los jueves de 9 a 13; y en el CMD Sur (Uriburu 637) también los jueves, de 9 a 13.
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Desarrollan sistema para combatir langostas sin fumigar



Desarrollan productos biológicos para combatir a las langostas sin usar agroquímicos

Fecha de Publicación
: 04/06/2016
Fuente: infoCampo
Provincia/Región: Nacional


El bloqueo comercial impuesto por Estados Unidos a Cuba durante más de 50 años generó, entre otros aspectos, la necesidad de los isleños de desarrollar sus propios insumos para la agricultura. Algunas de esas investigaciones se concentraron en la generación de productos biológicos, como alternativa a los agroquímicos. Hoy, esas tecnologías podrían llegar a la Argentina para combatir una de las plagas más importantes que afecta a los cultivos: las langostas.
En este sentido, actualmente se están realizando acciones conjuntas entre ambos países en el marco de un proyecto del Fondo Argentino de Cooperación Internacional (FO.AR), que suma los esfuerzos del Servicio Nacional de Calidad Agroalimentaria (Senasa), la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) y el Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal (INISAV) de La Habana, Cuba. Estas investigaciones apuntan a introducir el uso del control biológico en el manejo de las langostas de manera intercalada con los agroquímicos, para reducir los riesgos de aparición de resistencias y el impacto negativo del uso excesivo de plaguicidas.
Con este objetivo, Marusia Stefanova y Jesús Jiménez Ramos, científicos del INISAV, llegaron recientemente a la Argentina con una agenda cargada que incluyó actividades en el Centro Regional de Investigaciones La Rioja y zonas de esa provincia que fueron afectadas por plagas de langostas, talleres en la FAUBA sobre el manejo agroecológico para la producción agraria sostenible, y recorridas en el Instituto de Botánica Carlos Spegazzini de la Universidad Nacional de La Plata y zonas del cinturón hortícola en los alrededores de esa ciudad.
“La Republica de Cuba está muy avanzada en la producción a gran escala de biocontroladores y bioinsecticidas. Incluso cuenta con un sistema de distribución eficiente hacia el productor, que adquiere estos productos a un muy bajo costo”, afirmó Eduardo Wright, docente de la cátedra de Fitopatología de la FAUBA e integrante del proyecto, al sitio de divulgación científica Sobre la Tierra.
Para trasladar esta experiencia a la Argentina, el investigador de la FAUBA viajó a Cuba el año pasado junto a Héctor Medina, del Senasa. Allí se capacitaron en los laboratorios del INISAV en relación a la selección y caracterización de hongos empleados para el control de plagas, y desde entonces registraron varios avances que harían posible, en el futuro, el desarrollo y la llegada al campo de estas tecnologías en nuestro país.

Plaga nacional
La langosta representa un grave problema para la agricultura a nivel mundial. En la Argentina fue declarada plaga en 1964 y hoy persiste con un gran poder destructivo: A mediados de 2015 y en lo que va de 2016 se convirtió en una gran amenaza para todas las producciones agropecuarios de la Región Centro y NOA, generando grandes pérdidas en las provincias de Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Catamarca, San Luis y Córdoba. “En nuestro país aconteció una explosión demográfica sin precedentes en los últimos 60 años. Gracias a los esfuerzos del Senasa y la colaboración de las provincias y el sector privado, la situación logró contenerse, pero la amenaza sigue latente”, dijo Medina.
Por su parte, Wright indicó que, si bien en Cuba la langosta no constituye una plaga, la experiencia que poseen sus investigadores para el control agroecológico sirve de modelo para aplicar en nuestro país. Además, adelantó que en la Facultad de Agronomía de la UBA ya se logó avanzar con algunos aislamientos de hongos que serían posibles biocontroladores de langostas. Los resultados se obtuvieron junto al investigador Sebastián Pelizza, del Instituto Spegazzini.
En el marco de estas investigaciones, los técnicos del Senasa son los encargados de monitorear la presencia de langostas en los cultivos y realizar las alertas para que, en caso de aparecer una plaga, se realicen las aplicaciones necesarias. Así se logró observar, en los últimos meses, un conjunto de langostas afectadas por el hongo Beauveria en montes naturales, que luego fue cultivado en el laboratorio.
“Estamos seleccionando estos hongos y evaluando técnicas de multiplicación con las metodologías que aprendimos en Cuba para aplicarlos en ensayos bajo condiciones de campo”, dijo Wright. Ahora se está analizando qué tipo de aplicación sería más conveniente desarrollar: si se va a tratar de un producto que se aplica sobre el insecto o un cebo para que lo consuma, por ejemplo.

Flores y hortalizas
La metodología utilizada para el proyecto FO.AR con los investigadores cubanos también se está aplicando al desarrollo de un proyecto Ubanex (financiado por la UBA) denominado “Manejo sanitario sustentable en una transición hacia la producción agroecológica de flores y hortalizas”. En la iniciativa participan docentes de la FAUBA, el Senasa, el INTA y la Secretaría de Agricultura Familiar del Ministerio de Agroindustria de la Nación.
“Estamos identificando los principales problemas sanitarios y analizando alternativas de manejo que suplanten, en lo posible, a los agroquímicos”, sostuvo Wright, y señaló: “En el caso de enfermedades, estamos trabajando junto a alumnos de grado y posgrado de la FAUBA con hongos benéficos del género Trichoderma, que estamos aislando en los mismos cultivos de los productores para su posterior selección y el desarrollo de una formulación que pueda se utilizada por los productos de manera sencilla y económica. Este año esperamos poder comenzar a realizar ensayos a campo”.
Las pruebas generan expectativas. Durante el taller a campo que brindaron los investigadores cubanos en Berazategui, asistieron 50 pequeños productores hortícolas que integran la asociación Unión de Trabajadores de la Tierra, y se mostraron muy interesados por la llegada de este tipo de tecnologías a la Argentina.

Centros multiplicadores
Uno de los aspectos relevantes del proyecto de cooperación entre Cuba y la Argentina para el desarrollo de productos biológicos para la agricultura se refiere a la llegada de estos insumos a los lotes de producción en todo el país. Para ello también se busca aprovechar la experiencia cubana en la materia.
Cada provincia de Cuba tiene un centro multiplicador de organismos benéficos para la agricultura, llamado Centro de Reproducción de Entomófagos y Entomopatógenos (CREE). Desde esos Centros, que incluyen hongos que son utilizados para combatir enfermedades, los bioinsumos son distribuidos a las distintas regiones del país, según la demanda de los productores y a muy bajo costo.
“En la Argentina estamos evaluando la posibilidad de implementar un sistema similar al de Cuba para desarrollar centros multiplicadores de agentes de biocontrol, en los cuales participe la FAUBA e instituciones de otras regiones del país como el Senasa, la Secretaría de Agricultura Familiar y otras universidades nacionales, para llegar en forma directa a los productores”, concluyó.
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Crean la red nacional para fomentar la agroecología



Crean red nacional de municipios para promover la agroecología

Fecha de Publicación
: 29/05/2016
Fuente: La Capital (Santa Fe)
Provincia/Región: Nacional


La propuesta apunta a apoyar la producción local de alimentos sin agrotóxicos. Multitudinaria jornada en Rojas, Buenos Aires.
Con el objetivo de promover un modelo agrícola sustentable desde lo social, lo ambiental y lo productivo, representantes de municipios y comunidades de todo el país conformaron una red nacional para fomentar la agroecología (Renama) tras una multitudinaria jornada realizada el pasado sábado 21 de mayo en Rojas, provincia de Buenos Aires.
Médicos, abogados, químicos e ingenieros agrónomos del Conicet, el Inta y diferentes universidades públicas expusieron los límites del modelo agrícola industrial impulsado durante los últimos 20 años en Argentina, cuyos fundamentos son las semillas transgénicas, los agroquímicos y el monocultivo de soja.
El crecimiento exponencial de enfermedades relacionadas con el uso indiscriminado de herbicidas y pesticidas, la pérdida de biodiversidad, la degradación acelerada del recurso suelo y el achicamiento de los márgenes de ganancias debido a la suba sostenida de los insumos químicos son algunos de los problemas que fueron puestos en discusión durante la jornada.
Por la provincia de Santa Fe hubo representantes de gobiernos locales y organizaciones sociales de Rosario, Santa Fe ciudad, Soldini, Ceres y Tostado, así como referentes del Centro de Protección de la Naturaleza y de El Paraná No Se Toca.
Las producciones agroecológicas pueden dar respuesta a una creciente demanda social por parte de los habitantes de las zonas rurales, que ven su salud afectada, y de los municipios, que establecen ordenanzas para intentar poner un límite a la propagación indiscriminada y sin control de productos químicos altamente tóxicos.
Es además un modelo más rentable desde lo económico al prescindir de agroquímicos, cuya utilización y costo en dólares creció de manera exponencial durante los últimos años derribando uno de los falsos mitos del modelo industrial, que sostiene que su uso disminuiría con el tiempo.
Santa Fe es una de las tres provincias con mayor aplicación de agroquímicos del país, lo que llevó a que sólo en los departamentos del sur existan 120 localidades con normativas para regular su uso, según establece un informe reciente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR.
En la actualidad, a instancias del Partido Socialista, la Legislatura apura el trámite para una nueva ley de fumigaciones (conocida como la ley Bertero) que en vez de extender los límites para las aplicaciones cercanas a centros poblados, busca reducirlos.
Salud pública. Según Damián Verzeñassi, de la cátedra de salud socioambiental de la Facultad de Medicina de la UNR, existe una multiplicidad de pruebas que permiten afirmar que el modelo agrícola basado en agroquímicos impacta de manera negativa en la salud de la población pampeana.
Esa cátedra universitaria realiza desde varios años campamentos sanitarios a pedido de comunas o municipios que, ante la falta o las muy escasas estadísticas en salud pública que existen en Argentina, precisan trazar un diagnóstico científico sobre el estado de salud de sus poblaciones.
Desde esa cátedra ya se realizaron 25 campamentos sanitarios abarcando a 87 mil personas entre 2014 y 2016, en los cuales las patologías más detectadas son respiratorias y de hipotiroidismo.
"Hay numerosos estudios internacionales que demuestran la relación entre algunos de los compuestos químicos que aparecen en los herbicidas (sobre todo glifosato) con la obesidad infantil, el cáncer de próstata y el hipotiroidismo", señaló el médico, quien agregó que la alta exposición a agroquímicos que se da en la zona pampeana "daña a la salud" en una relación "que existe y que está comprobada".
Transición mundial. La necesidad de ir hacia otra forma de producción de alimentos es una tendencia global, afirmaron expertos franceses del Centro Lascaux sobre las transiciones, de la Universidad de Nantes, Francia, que también participaron del encuentro. "Precisamos una nueva ética para las nuevas tecnologías, bajo el paradigma de la protección de las generaciones futuras", expresaron.
Desde ese centro de investigación se impulsa una propuesta para cambiar la forma en la cual el derecho entiende las actuales relaciones productivas, para pasar hacia un derecho de largo plazo que por ejemplo permita abarcar el fenómeno de la bioacumulación de químicos en los suelos agrícolas.
"Debe existir un derecho a la salud sostenible que se base en el principio de precaución, y que nos permita pensar de otra forma los perjuicios transgeneracionales", explicó Francois Collart Dutilleul, quien agregó que hay que trabajar sobre el concepto de "ecocidio".
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Piden por una ley de agroecología en Santa Fe



Piden a la provincia aprobar una ley de agroecología

Fecha de Publicación
: 11/04/2016
Fuente: La Capital (Santa Fe)
Provincia/Región: Santa Fe


Expertos y organizaciones ambientales reclaman un marco legal para esa forma de producción sustentable.
Diferentes organizaciones ambientales y representantes de las universidades de Rosario y La Plata presentaron un pedido al gobierno de Santa Fe para que la provincia adopte una ley de agroecología, una práctica de producción sustentable opuesta a la agricultura industrial que no utiliza agroquímicos, garantiza alimentos sanos, variados, y ayuda a generar mano de obra en el campo.
La petición se realizó en el marco del evento “Agroecología: solución a 20 años de transgénicos”, durante el cual expertos ambientales, biólogos, abogados, médicos e ingenieros plantearon la necesidad de comenzar una transición desde el actual modelo de producción agrícola, altamente dependiente del uso de agroquímicos, hacia otro agroecológico que garantiza igual rendimiento con costos sociales y económicos mucho más bajos.
“Se cumplen 20 años del uso de transgénicos en Argentina, hay que reconocer que el sistema actual basado en semillas modificadas genéticamente y agrotóxicos no es sustentable, y no resuelve las necesidades de la población. Por eso reclamamos una ley provincial que fomente la agricultura ecológica y que elimine progresivamente el uso de agrotóxicos que contaminan el suelo y las comunidades”, señaló Franco Segesso, coordinador de Greenpeace. Según esa organización, la producción ecológica de alimentos es posible y rentable. En cambio, en los últimos 20 años, por las malezas, cada vez se utilizan más agrotóxicos. “Los costos de la agricultura química aumentaron entre 4 y 5 veces por hectárea, según la región”, explicó Segesso.
La jornada, realizada en el Parque España hace una semana, estuvo a cargo de organizaciones que además de discutir el modelo agrícola, avanzaron con una petición concreta al gobierno santafesino: por un lado, piden que no se apruebe la llamada “ley Bertero”, sobre aplicaciones de agroquímicos, y por el otro exigen que se trate el proyecto de ley de agroecología, presentado por el entonces diputado José Tessa, en mayo de 2015, que se encuentra estancada en la comisión de agricultura.
“Precisamos que se debata para que exista un marco regulatorio en la provincia”, destacó por su parte Eduardo Spiaggi, investigador y docente, quien afirmó que es hora de entender que esta opción “no es acción social”, si no que es “trabajo, producción y generación de dinero” en términos sustentables.
Los sistemas agroecológicos eran una opción hasta el desembarco de la siembra directa, cuando el combo de herbicidas e insecticidas generó desequilibrios que se intentan solucionar sólo con más químicos. “La agroecología siempre tuvo principios ecológicos para buscar nuevos equilibrios. Trabajo hace 25 años asesorando, y sé que se pueden tener rendimientos iguales o mejores, con un costo mucho más bajo”, aclaró Eduardo Cerdá, vicepresidente de graduados de agronomía de La Plata.
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Agricultura Familiar no es del interés de Macri



Agroindustria tira el achique

Fecha de Publicación
: 10/03/2016
Fuente: Página/12
Provincia/Región: Nacional


La Asociación de Trabajadores del Estado se declaró en alerta y hoy se moviliza al ministerio para pedir por la continuidad del plantel de trabajadores de la Subsecretaría de Agricultura Familiar. El Gobierno no garantizó todos los contratos.
La tanda de despidos del sector público podría continuar con 250 trabajadores en la Subsecretaría de Agricultura Familiar del Ministerio de Agroindustria. Los 1522 empleados de esta entidad recibieron en los últimos días una circular informando que su vínculo contractual vencía el 31 de marzo. El titular de la subsecretaría, Oscar Alloatti, confirmó ayer que renovará 1270 de estos contratos hasta diciembre, aunque aún no se definió si el resto seguirá desempeñando tareas. La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que venía denunciando la posibilidad de recortes de plantilla en el área, entró en estado de alerta, asamblea y movilización permanente para reclamar el pase a planta de todo el personal. La entidad gremial realizará una movilización hoy en el Ministerio de Agroindustria y comenzará un acampe hasta que las autoridades den una respuesta. El antecedente de los despidos en la subsecretaría, afirmaron referentes gremiales, comenzó con 16 personas en la provincia de Jujuy en febrero, en donde aseguraron que se desafectó a trabajadores que apoyaron el reclamo de libertad para Milagro Sala.
“Nos generó una enorme preocupación haber recibido una comunicación en la cual se informaba la caída de todos nuestros contratos. Es algo abiertamente ilegal ya que incumple con el decreto 254/15 que dice que se renovarían los contratos de trabajadores de más de 3 años de antigüedad, la amplia mayoría de nosotros”, indicaron los delegados de ATE. De los 1522 empleados de la subsecretaría que recibieron la circular en que se anunciaba el cese del contrato el 31 de marzo, hubo 1270 individuos que, según Alloatti, recibieron una renovación hasta diciembre. Lo que resta definir es la situación de casi 300 personas que por el momento no saben si continuarán en funciones.
“El personal de la subsecretaría se encuentra en estado de alerta, asamblea y movilización permanente. Los últimos días se realizó un paro y ahora continuará el reclamo frente al edificio del ministerio con un acampe. Nos genera incertidumbre la reacción del Gobierno con el protocolo antipiquete, pero es la forma que tenemos de hacer visible que corre riesgo nuestra fuente de trabajo”, plantearon los referentes gremiales, que reclaman por el pase a planta de todo el personal.
Las autoridades de la Subsecretaría de Agricultura Familiar aseguraron que tras una reunión con los coordinadores de las distintas provincias se llegó ayer a un acuerdo para renovar los contratos hasta diciembre del 80 por ciento de la plantilla y pagar salarios adeudados por casi cuatro meses. “Estamos empezando a tener más recursos para el área, por eso ya hicimos el giro para que se abonen los salarios”, dijo Alloatti. Se trata de sueldos atrasados desde diciembre con más de 200 personas, quienes mantienen una relación laboral precarizada con el Estado.
Alloatti aseguró que los coordinadores se encuentran en un proceso de análisis del personal, con entrevistas a los agentes para evaluar cuáles son sus funciones y expectativas en el sector. También dijo que se está haciendo un relevamiento de la infraestructura, en dónde se encontró que 30 por ciento de los vehículos que se utilizan para hacer los trabajos en zonas rurales se encuentra en funcionamiento operativo. “La idea es darle cada vez más funciones a la subsecretaría”, apuntó.
Los referentes gremiales, no obstante, aseguraron que en los últimos meses dejaron de tener tareas asignadas y que hubo un recorte en el presupuesto, al frenar los pagos para el combustible y el adelanto de los viáticos. El personal de la subsecretaría tiene a cargo atender a más de 200.000 familias que realizan agricultura de pequeña escala, en dónde se observan casos de fuerte vulnerabilidad. Los agentes realizan esta tarea en numerosas localidades del interior. “La apuesta es colaborar con las comunidades nativas y los pequeños emprendedores rurales para que se organicen en los proyectos, el financiamiento y los esquemas de producción”, apuntaron los delegados de ATE. Pero indicaron que con la llegada de las nuevas autoridades se dificultó el trabajo. “La nueva gestión empezó a vaciar el área. Nos desconectaron de Internet y otras comunicaciones. Dejó de haber presupuesto para salir a realizar el trabajo de campo a la zona rural, en donde tenemos contacto directo con las familias”, cerraron.
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El rinde en cultivos puede subir sin agroquímicos



Científico barilochense demuestra que el rinde puede subir sin agroquímicos

Fecha de Publicación
: 11/02/2016
Fuente: Diario Río Negro
Provincia/Región: Río Negro


La restauración de los "procesos ecológicos" y las preservación de la biodiversidad no son sólo consignas principistas del ambientalismo, sino también una condición clave para mejorar la producción de alimentos en todo el mundo.
Esa fue la hipótesis inicial de una investigación internacional desarrollada por un grupo de científicos que encabeza el barilochense Lucas Garibaldi. Y descubrieron que estaban en lo cierto.
Luego de dos años de estudios preliminares y otros cinco años de experimentación simultánea en 12 países, quedó demostrado que sólo con cuidar la presencia y multiplicación de insectos polinizadores se pueden lograr aumentos de hasta el 24% en la productividad de numerosos cultivos de alto valor nutricional.
Esto significa que el modelo de monocultivos con empleo de insumos externos y uso abundante de fertilizantes y pesticidas no sólo daña el ambiente. Tampoco garantiza en el corto plazo cosechas más abundantes.
Los "campos saludables", donde se aplican técnicas de "intensificación ecológica" y se cuida la diversidad genética preexistente, garantizan una productividad mayor.
Lucas Garibaldi es ingeniero agrónomo y doctor en Ciencias Agropecuarias. Se radicó en Bariloche hace 11 años y actualmente es docente de la Universidad Nacional de Río Negro, investigador del Conicet y director del Instituto de Investigaciones en Recursos Naturales, Agroecología y Desarrollo Rural.
Las alternativas a la "intensificación convencional" en la agricultura fueron para él un tema de estudio prioritario en toda su trayectoria profesional y científica. Desde hace siete años es el responsable principal en la investigación sobre la incidencia en la biodiversidad en el cultivo de alimentos que cuenta con apoyo de la FAO (Organismo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y el GEF (Global Environment Fund).
Garibaldi le explicó a "Río Negro" que con el equipo que lidera se propusieron establecer parámetros de análisis para realizar seguimientos en campos productivos de países que sean "estrictamente comparables", a fin de lograr su validación científica. "Encontramos que es factible aumentar la producción de alimentos en un 24% si se mantiene la biodiversidad", aseguró.
Los resultados fueron positivos en cultivos variados como café, frambuesa, girasol, alfalfa, tomate, arvejas, zapallos, cardamomo, colza, mango, cajú, algodón, trigo sarraceno, zapallitos y nabo.
Garibaldi explicó que las técnicas aplicadas buscan garantizar "una buena diversidad de insectos" que distribuyan el polen en las plantaciones productivas.
Dijo que la investigación "sigue en marcha", pero algunos resultados ya fueron publicados y comienzan a interesar a empresas y gobiernos. La revista estadounidense Science, por ejemplo, le dedicó un artículo en enero pasado y logró fuerte repercusión.
El monocultivo de soja con abundancia de agroquímicos, que se extendió Argentina, aparece en las antípodas. Garibaldi dijo que el trabajo de campo lo realizan con productores de Asia, África y Latinoamérica, pero también de países centrales. Aunque los resultados son especialmente válidos para regiones del mundo "con problemas de seguridad alimentaria (eufemismo por 'hambre') y con ambientes degradados".
El especialista recomendó poner cuidado en "no aplicar pesticidas de más" de modo de no eliminar los insectos beneficiosos. Una opción es hacerlo de noche. También criticó "la obsesión por los campos libres de malezas" que suelen tener los productores, ya que la maleza "si es poco abundante" favorece a los polinizadores.
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En Córdoba gana espacios lo orgánico



Los productos orgánicos avanzan en Córdoba

Fecha de Publicación
: 09/02/2016
Fuente: La Voz del Interior
Provincia/Región: Córdoba


La frutas y verduras agroecológicas son lo más vendido a través de redes informales y reparto a domicilio. También hay un bar con este concepto de alimentos naturales y sin agroquímicos. Se pueden pedir artículos de higiene y belleza nacionales o importados.
No sólo las frutas y verduras se pueden conseguir bajo el concepto de lo agroecológico. En Córdoba, ya hay una gran cantidad de productos de cosmética natural orgánica y de artículos de higiene femenina que apuestan a lo renovable.
Si bien la modalidad orgánica ya se viene desarrollando en el país desde hace unos diez años, en los últimos meses se ha extendido a más variedad de productos y servicios. Tal es el ejemplo de Martín Rodríguez Brusco, productor y dueño de emprendimientos como Orgánicos de las Sierras y el bar Valley, quien tiene patentado el proceso en su huerta desde hace una década.
“Anteriormente, teníamos certificación orgánica sólo para unos espárragos que producíamos para vender al exterior, pero desde que tuvimos que dejar de exportar por el cepo al dólar extendimos la certificación a muchas más frutas y verduras y ahora nos dedicamos a una gran variedad de productos”, explica Brusco.
Según indica el productor, la clave está en formar redes de contactos con otros emprendedores para poder ofrecerles a los interesados no sólo productos de verdulería sino aceites, conservas, huevos, fideos y hasta vinos de la misma procedencia certificada.

El bar
Valley es desde hace un año el único restaurante creado bajo el concepto orgánico. Se ofrecen sólo productos de estación que estén certificados como naturales y sin agregados químicos.
“En este momento, estamos ofreciendo pollo porque conseguimos piezas certificadas de Buenos Aires. El animal se ve más flaco, más oscuro y tiene un sabor más intenso. Es grande la diferencia con los pollos industrializados”, asegura.
Además, explica que la carta varía muy seguido de acuerdo con la temporada, porque productos como los arándanos se consiguen sólo durante dos semanas al año. “Cuando ofrecemos arándanos, la gente ya sabe que tiene que aprovechar, porque duran poco”, agrega Brusco.
La feria agroecológica que se realiza en la Ciudad Universitaria el segundo, tercer y cuarto sábado del mes sigue creciendo. Según explican sus organizadores, hubo que agregar un día más por la gran demanda.
Este mercado, que cuenta con la supervisión del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) y de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), ofrece verduras, frutas, almacén, cosmética, huevos, vivero y aromáticas, entre otros productos.

Agroecológicos
Uno de los principales proveedores es el colectivo de trabajo Orgánicos de mi tierra. Sofía Sánchez, miembro de esa organización, relata que en los últimos años la concepción de lo orgánico o lo agroecológico viene sumando interesados y también productores.
“Nosotros viajamos por distintos puntos del país para conocer a todos los que producen sin agroquímicos. No ofrecemos sólo productos con certificación orgánica, porque muchos no realizan el trámite debido a los grandes costos”, cuenta.
Según explica, los que conforman la feria y los miembros de la agrupación se encargan de revisar la forma en la que se producen los alimentos, por lo que no es necesaria para ellos la certificación. “Nosotros vamos a sus campos porque sabemos que los únicos que certifican son los que venden al exterior y eso encarece mucho el producto”, agrega.
Además, explica que muchas veces han tenido que convencer a los granjeros para que les reserven stock para consumo local. “Un productor de semillas de chía de Jujuy no quería vendernos a nosotros porque le conviene mandar todo afuera”, relata resignada.
Pero los productos orgánicos, agroecológicos y ecológicos no sólo se consiguen en la feria. Tanto Orgánicos de las Sierras como Orgánicos de mi Tierra tienen venta directa y reparto a distintos puntos. Lo mismo ocurre con la cooperativa de trabajo San Carlos, que produce agroecológico en el cinturón verde de la ciudad.
En casi todos los casos, los pedidos se suelen tomar por correo electrónico, Facebook o teléfono y luego se reparten en distintos nodos o puerta a puerta. Algunas verdulerías o dietéticas ofrecen intermediación.
Además de alimentos, en Córdoba ya se puede conseguir a pedido cosméticos naturales orgánicos y hasta productos de limpieza para el hogar importados de Estados Unidos, biodegradables y certificados.
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La UBA investiga como sustituir agroquímicos

Investigan insumos naturales para sustituir agroquímicos

Fecha de Publicación
: 27/12/2015
Fuente: Diario Bae
Provincia/Región: Nacional


Cada vez más tanto organismos públicos como privados invierten en la búsqueda de productos biológicos como una alternativa frente a los de origen químico. En esa línea un grupo de investigadores de la Universidad de Buenos Aires (UBA) estudia el uso de hongos para reducir las aplicaciones de agroquímicos en la agricultura de forma tal que permitan un manejo más sustentable, una exigencia de los nuevos consumidores.
La iniciativa es llevada adelante por docentes de la Facultad de Agronomía de la UBA quienes empezaron a aislar ciertos hongos presentes en las plantas y a partir de ahí generar nuevas herramientas para la producción.
Un informe elaborado por la casa de estudios señaló que los expertos estudian las simbiosis que existen entre plantas y microorganismos benéficos como los hongos que se asocian a las raíces (formando las llamadas micorrizas) y aquellos que están en los tejidos aéreos de muchos pastos. Éstos últimos se denominan endófitos asexuales, científicamente llamados Epichloë, que protegen a las pasturas contra el ataque de ciertos insectos y hongos patógenos, además de aumentar la tolerancia al estrés.
Desde la cátedra de Ecología, la profesora adjunta Marina Omacini explicó que se trata de un manejo distinto de los sistemas productivos con estos microorganismos que le brindan a la planta funciones que hoy se reemplazan con insecticidas o fertilizantes”.
La llegada de los insumos biológicos (en forma lenta) no es más ni menos que el uso de microorganismos como son las bacterias, virus, hongos o extractos vegetales, que permiten palear las plagas o algún tipo de enfermedades. Pero con la diferencia que el mismo trae beneficios como ser: amigables con el medio ambiente, es decir menos tóxico.
En la Argentina, éste tipo de industria es reciente, el país “tiene un mayor desarrollo de bioproductos de aplicación en la agricultura en relación a los países productores, como los Estados Unidos y Brasil”, dijo el director de Vinculación Tecnológica del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Adolfo Cerioni.
Su uso en el mercado mundial respecto de los productos de origen químico es muy amplio, dado que el 97% lo domina éste último. Lo que si es cierto que en un plazo no muy largo ambos tendrán a equipararse. Uno de sus propulsores es Europa, donde solo deja aplicar hasta cuatro principios químicos sobre sus cultivos, lo que habla de una tendencia que comienza a crecer para el impulso de los biológicos.
Omacini explicó que ya en otros países se trabaja “para que los hongos protejan a la planta contra insectos y que eso signifique menos uso de agroquímicos así como menos fertilizantes”.
Efectivamente, en la actualidad, hay países que tienen un importante mercado de bioinsumos, y naciones como Colombia poseen un 20% de su uso frente a los agroquímicos.
En ese sentido se puede decir que a nivel local hay un desarrollo de toda una industria que hace 30 años no existía y a partir de ahí se han formado empresas muy importantes con un negocio de exportación.
Definitivamente el comercio internacional de alimentos pasará en breve por las preocupaciones concretas sobre riesgos microbiológicos, residuos de plaguicidas, utilización inadecuada de los aditivos alimentarios, contaminantes químicos incluidas las toxinas biológicas y la adulteración.
Todos requisitos que de no cumplirse se pueden volver trabas a la hora de exportar.
Según FAO, en el 2013, hubo 175 millones de hectáreas de OGM. Esto marca una demanda de mayor asesoramiento y cuidado sobre la bioseguridad agropecuaria. Un rol donde la Argentina puede dar amplias garantías que contribuyan a la seguridad alimentaria.

Mayor control a los productos fitosanitarios
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), dio un paso adelante al ser el primer organismo público en el mundo en implementar un sistema de trazabilidad para regular los productos fitosanitarios y veterinarios.
Hasta ese momento el control se hacía a través de declaraciones juradas en papel que las empresas presentaban, el cual se volvía no sólo engorroso a la hora de dar una respuesta rápida ante una determinada situación.
El nuevo sistema consiste en una aplicación web que utiliza estándares GS1, llamados así al conjunto de códigos de barras y codificación bidimensional, éste último conocido como datamatrix.
Este permite en tiempo real saber el movimiento de los productos fitosanitarios y veterinarios. Logra de esta forma su seguimiento desde que se elabora en el laboratorio hasta su destino final; lo que permite identificar rápidamente su localización. La trazabilidad aplicada, hace que la Argentina iguale el control que ya usan empresas privadas en Europa. Una exigencia internacional que marca el ahora en el mercado de alimentos.
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Destacan experiencias agroecológicas en Córdoba

“En Córdoba están creciendo las experiencias agroecológicas y son exitosas”

Fecha de Publicación
: 25/11/2015
Fuente: El Puntal de Río Cuarto
Provincia/Región: El Puntal de Río Cuarto


Así lo advirtió el docente de la UNRC, Claudio Sarmiento. Expuso que aumentó el número de campos que aplican este sistema que deja de lado la utilización de agroquímicos y es más económico
En los últimos años ha sido amplia la discusión por el modo de producción agropecuaria y el constante debate por el daño ambiental que producen los químicos que se aplican. En este sentido, ha comenzado a tomar importancia el sistema de la agricultura ecológica, y en nuestra provincia creció exponencialmente el número de campos que lo utilizan. Así lo aseguró el profesor de la UNRC, Claudio Sarmiento, quien señaló que si bien este tipo de metodología es poco difundida, es más sana para el entorno, más económica y deja mayores ganancias para los productores.
El docente de la cátedra de Agriculturas Alternativas de la carrera de Ingeniería Agronómica junto con la Fundación Biored han propiciado el próximo 28 de noviembre la realización de un curso educativo, atendiendo al interés de la sociedad y de los estudiantes sobre nuevas formas de producción que no afecten al ecosistema.
Sarmiento especificó que el desafío  actual es lograr que los profesionales agrónomos salgan de la universidad con el conocimiento de la agricultura tradicional y la ecológica, pudiendo aplicar ambas opciones.

-¿Qué es la producción agroecológica?¿En qué se va a centrar el curso?
La producción agroecológica es producir alimentos, como habitualmente lo hace la agricultura y la ganadería, pero sin incurrir en el uso de agroquímicos ni de fertilizantes derivados de la industria química, y con ciertas pautas de manejo de los animales, que incluyen el respeto hacia sus comportamientos. Es decir, no se permiten animales en hacinamiento, la alimentación debe ser la apropiada para el animal, o sea un animal que come pasto generalmente debe seguir comiendo pasto y también su manejo sanitario. En ese sentido, Argentina está bastante bien posicionada en el mundo. El curso va a tratar de eso, es decir, cómo llevar a cabo estas estrategias, que son poco conocidas en el medio rural, porque el modelo argentino está muy basado, sobretodo el de la pampa húmeda, en un alto uso de insumos químicos, con toda la conflictividad que eso trae. Y el curso va a intentar llevar todas estas estrategias a todos los planos, tanto para la huerta de un patio como para campos muy grandes. Puede tratarse de campos como los que he visto yo, que son de 4.200 hectáreas pero sé que hay más grandes todavía.

- En Córdoba hay gran debate por el uso del glifosato y preocupación por la instalación de firmas de agroquímicos en la región. ¿Esto impulsó el dictado del curso?
Básicamente la idea nuestra es llevarlo a cabo porque el sistema es muy poco conocido. Argentina es el segundo país del mundo en superficie, en cantidad de hectáreas con producción orgánica certificada, que es un tipo de producción agroecológica, que incluye una garantía de certificación, pero se conoce muy poco, no se sabe que existe. En la provincia de Córdoba están creciendo las experiencias agroecológicas y son muy exitosas. En mi tesis de doctorado estoy evaluando 16 campos distribuidos en cuatro zonas de la provincia,  pero ninguno de ellos certifica por ejemplo, o sea que ninguno de ellos figura en la estadística que mencionaba, que hace que Argentina sea el segundo país en superficie del mundo, es decir que hay más. Pero es un tema que para las Ciencias Agropecuarias es nuevo, aunque la agricultura ecológica es tan vieja como la agricultura misma.

-¿Y cuál es la diferencia en cuanto a los costos de este tipo de producción?
En la universidad, yo soy docente y hace cuatro años que venimos comparando, en proyectos de investigación, campos agroecológicos de nuestra región, o sea del Cinturón Verde, o de Alpa Corral con sus vecinos, y ahora en mi tesis estoy comparando 16 de toda la provincia; y la verdad es que los costos son más baratos, son campos que gastan muy poco. No tienen el gasto en insumos, que es carísimo. Hoy producir una hectárea de agricultura convencional -la que habitualmente se conoce- es bastante caro, la gente de campo lo sabe bien. Cuando ocurren las bajas de precios, como ha pasado en los últimos años con la soja por ejemplo, los números se ajustan mucho por los altos costos que tienen los insumos. Como la agricultura ecológica no los utiliza sino que usa semillas propias, métodos propios para la fertilización que tienen que ver con la rotación con ganadería, con algunos abonos que se hacen; la verdad es que son campos en los que se tiene muy poco gasto.
Cuando uno saca la cuenta general, es decir lo que en agronomía llamamos el margen neto del campo, son números muy positivos. En casi el 100% de los casos, los números son más positivos en un campo agroecológico que los de un vecino convencional.

-¿Por qué es tan poco conocido si deja tan buenos resultados?
Creo que es un entramado de cosas, una de ellas sí tiene que ver con los intereses que hay detrás de las empresas que venden insumos; eso es lógico porque alguien que fabrica algo quiere venderlo, entonces no va a promover una tecnología que no los use, eso pasa en cualquier actividad humana. También es cierto que para cualquier institución, como las universidades o el Inta, es algo que recién se está abriendo camino y por ahí podríamos haber tenido un mayor rol de difusión. Hay algunas universidades, como la de La Plata, que ha sido pionera en esto, pero las demás venimos un poco lentas en reflejo. Por otro lado, son técnicas que cargan con una cantidad de prejuicios que se han ido difundiendo, pero la mayoría de la gente al desconocerlas tiene una visión que no es la correcta. Por ejemplo el tema de los números, estoy convencido de que la gente piensa que se obtienen márgenes de ganancia menores que la agricultura convencional, cuando es al revés. Los cálculos que hemos hecho, por la bibliografía que hemos citado y la gente con la que hemos trabajado, son muy buenos, por lo general mayores que la convencional. ¿Y por qué no se difunde más? Si hay algo que puede generar no sé si rechazo pero sí incomodidad es que estás técnicas de producción agroecológica, si bien no son más caras, necesitan de mucho trabajo. Requieren de mucha dedicación, monitoreo permanente del campo, de incluir animales, planificación a largo plazo y desgraciadamente el modelo agropecuario, no sólo de Río Cuarto, sino de la región pampeana, se ha ido a una agricultura que es demasiado simple,  es carísima pero que ya en lo que uno paga vienen muchas cosas resueltas.
Entonces, a lo mejor se ha especializado mucho el campo en lo que es agricultura, se ha dejado de hacer ganadería por cuestión económica porque durante mucho tiempo estuvo muy bajo el precio de la hacienda. Se fueron transformando en sistemas que son muy simples, soja-maíz en un ciclo de rotación, en el mejor de los casos con rotación a dos años, porque sabemos que cada cinco hectáreas de soja hay una sola de maíz. Por ejemplo, en invierno un campo sólo agrícola trabaja poco, y la dedicación es otra.
Entonces ahí está la diferencia, la producción agroecológica es mucho más diversa, pero ofrece muchas ventajas. El tema ambiental no es un tema menor, es un método extremadamente sano porque no usa ningún químico y mucho más barato, también ofrece alimento sano para poder ser consumido.

-¿Se intentará apuntar a que los profesionales se especialicen más en este tipo de agricultura?
En la universidad tenemos hoy una materia en este sentido, que es optativa porque para incluirla como materia obligatoria deberíamos hacer un cambio de plan de estudios y eso es algo bastante complicado, es una decisión que se debe tomar a nivel facultad, no lo podemos hacer como cátedra. Pero intentamos que se incluya en las currículas, que acompañe a la formación de los ingenieros agrónomos. Que no sólo aprendan a manejar una plaga usando agroquímicos sino que aprendan a manejarla sin el uso de químicos, o a plantear un campo de las dos maneras. Consideramos que una profesión como esta debería tener una visión completa y ofrecer variantes, y eso es lo que intentamos enseñar. En cuanto al curso, es abierto a todo público; por lo general a estos talleres vienen personas con intereses distintos, suele venir algún productor, estudiante de Agronomía o algún vecino interesado, así que orientaremos a tratar de resolver cuestiones elementales o básicas que sirven para la planificación, teniendo en cuenta que es un curso de un solo día, no esperamos que nadie salga experto pero sí que tengan una base que les permita seguir aprendiendo.

Dictado del curso
El taller será el sábado 28 de noviembre y lleva el nombre de “Estrategias de producción agroecológica, desde el autoabastecimiento hasta la agricultura extensiva”. Está destinado a profesionales de Agronomía, Biología, Veterinaria, Ciencias Ambientales y afines, como así también al público en general.
Será dictado en el Centro Vasco Gure Ametza (Yrigoyen 1155). Hay plazo para preinscribirse hasta el 25 de noviembre y los interesados pueden hacerlo dirigiéndose a la dirección de e-mail de la Fundación, biored@live.com, o ingresando en el Facebook de Fundación Biored. El cupo previsto es de 40 personas.
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Un abuena experiencia de agricultura sustentable



Agroecología extensiva: sustentable y productiva

Fecha de Publicación
: 03/11/2015
Fuente: INTA
Provincia/Región: Córdoba


El INTA Villa Dolores diseñó un emprendimiento agroecológico que genera más de 45 mil kilos de alimento en 10 hectáreas. El sistema tiene plantaciones, pasturas, estanques para acuicultura y un tambo caprino.
“La Matilde” es un emprendimiento agroecológico ubicado en 60 hectáreas del Valle de Traslasierra –Córdoba–, donde hasta hace tres años había nogales abandonados, ganado disperso y ningún cultivo por la falta de agua. En 10 de sus hectáreas, la finca –diseñada por el INTA Villa Dolores– genera más de 45 mil kilos de alimentos: produce vid, frutales, olivos, nogales, hortalizas y pasturas, tiene reservorios de agua para acuicultura y hasta incorpora un tambo caprino.
“La biodiversidad permite superar las variables económicas del mercado, ya que si cae el precio de un producto, los agricultores pueden sortear la crisis gracias a la gran canasta de alimentos que generan”, explicó César Gramaglia, del INTA Villa Dolores y asesor del proyecto.
De igual modo, señaló que los rendimientos son similares en sistemas agroecológicos y convencionales –de acuerdo con otras experiencias de la región–. “La ventaja de lo agroecológico es que, al evitar la compra de insumos, el costo total de producción disminuye entre un 15 y 20 % y aumenta el margen de rentabilidad”, observó.

Agregar valor
Gramaglia destacó el impacto del agregado de valor en origen en el esquema productivo que, en el caso de la leche caprina, aumenta la rentabilidad en más de un 300 %. Según calculó, un kilo de queso se vende a $ 200 y requiere ocho litros de leche para su elaboración, lo que equivale a $ 64 de costo de producción –$ 8 el litro–.
Por su parte, las hortalizas se venden en fresco o en conserva, mientras que las aromáticas y medicinales se desecan con energía solar y se ofrecen al público de manera fraccionada. También se elaboran dulces de frutas y está previsto el desarrollo de una línea de aceite de oliva y vinos orgánicos, como iniciativas de agregado de valor.
“La producción que se genera no abastece los mercados tradicionales, sino que es transformada en productos secundarios y comercializada en forma directa, desde la misma finca para reducir la cadena de intermediarios”, señaló el técnico.
En las 30 hectáreas de bosque autóctono que rodean la finca, el emprendimiento lleva adelante un proyecto de turismo para el cual se instalaron una posada de adobe y un restaurante, próximos a inaugurarse. Las 20 hectáreas restantes se venden como parcelas de 2.500 m2 para la construcción de viviendas ecológicas, que utilicen materiales y energías renovables.

Pensar en el agua
Debido a la falta de agua para riego, algunos estudios de diagnóstico verificaron la existencia del recurso en el subsuelo y eso permitió realizar una perforación que, mediante una bomba, llena una represa y abastece un sistema de riego por goteo. “Como el caudal era aún insuficiente, se hicieron excavaciones en los desniveles del terreno que, impermeabilizadas con mantas plásticas, recolectan el agua de lluvia”, agregó Gramaglia.
Estos reservorios regulan la temperatura y humedad del ambiente y refractan la luz solar –lo que acelera el proceso de fotosíntesis en las plantas–. Asimismo, propician el desarrollo de la acuicultura para autoconsumo y son una fuente hídrica en situaciones de incendio. “Además de pensar lo agronómico, es necesario planificar el manejo del agua para su recolección, conducción, almacenamiento y posterior redistribución con fines productivos o para consumo humano”, resumió.

Malezas y fertilidad
Según Gramaglia, el estiércol extraído del tambo caprino se reutiliza para producir abonos orgánicos que aumentan la fertilidad de la tierra y mejoran el rendimiento de los cultivos. Esta práctica se complementa con la siembra de pasturas entre las líneas de las plantas, frutales y viñedos que, a su vez, sirven para preparar abonos y como alimento del ganado.
Por su parte, el técnico indicó que “las malezas se controlan sólo en la zona de proyección de los frutales, mientras que se dejan crecer en el espacio entre plantas para fomentar la biodiversidad y constituir un reservorio de enemigos naturales, fundamental en el control de plagas”. “Cuando se logra un equilibro biológico, el mismo sistema neutraliza los inconvenientes que lo pueden afectar y no se requieren insumos”, agregó.
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