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Ambiente monitorea forestales en la Patagonia

 


El Gobierno nacional monitorea los incendios forestales en la Patagonia

Fecha de Publicación
: 11/03/2024
Fuente: Subsecretaría de Ambiente
Provincia/Región: Patagonia


El Servicio Nacional de Manejo del Fuego asiste con medios aéreos a las regionales Patagonia y Pampeana.
El Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), a cargo de la Subsecretaría de Ambiente del Ministerio del Interior, continúa con el apoyo y asistencia en el combate de los incendios forestales vigentes en la Patagonia, en especial a las provincias de Chubut, Río Negro, Neuquén y el Parque Nacional Nahuel Huapi. De esta manera, el SNMF elabora informes y alertas a las jurisdicciones con el objetivo de anticipar situaciones críticas.
Durante la última semana de febrero el servicio aportó seis medios aéreos: un avión hidrante, un avión de propósitos generales y cuatro helicópteros. Asimismo, en la primera semana de marzo, operaron dos aviones hidrantes y dos helicópteros.
Vale mencionar que el incendio en el Parque Nacional Nahuel Huapi mantiene sectores con focos secundarios contenidos, mientras que el Parque Nacional Los Alerces y la localidad de Trevelin presentan focos controlados.
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Investigadores alertan de más incendios en la Patagonia

 


Incendios en la Patagonia andina: por qué los expertos prevén cada vez más fuego

Fecha de Publicación
: 20/02/2024
Fuente: Telam
Provincia/Región: Patagonia


Los especialistas aseguran que podrían multiplicarse varias veces durante los próximos años por acción del cambio climático que generó menos precipitaciones y mayor temperatura.  
La frecuencia de los incendios forestales en la región andinopatagónica de Chile y Argentina, como los que afectan por estos días al Parque Nacional Los Alerces y al brazo Tristeza del Nahuel Huapi, se ha incrementado sensiblemente en las últimas décadas y podrían multiplicarse varias veces durante los próximos años por acción del cambio climático, según especialistas que se dedican a investigar el tema.
Sin embargo, existen miradas complementarias -quizás más "optimistas"- de más corto plazo, que proponen la aplicación de políticas centradas en el manejo de los bosques como recurso para aminorar la propagación de los fuegos.

Las causas
"En las últimas décadas los fuegos se están haciendo de mayor tamaño, de mayor severidad; se produce más mortalidad de árboles, es decir, el fuego es más intenso, y (los incendios) se están produciendo en forma más frecuente", advirtió en diálogo con Télam Thomas Kitzberger, biólogo especializado en Ambiente, Conservación y Sustentabilidad.
El investigador superior del Conicet señaló que "si antes teníamos incendios grandes cada 20 años, ahora estamos teniendo incendios grandes tres o cuatro veces por década, es decir que estamos notando ya ciertas tendencias a que el sistema está cambiando".
Este aumento se da mientras se registran cambios en el clima de la región: "Hay una tendencia en Patagonia Norte de una desecación, una disminución en las precipitaciones desde los últimos 40 o 50 años", junto con marcados "aumentos de la temperatura" como el que se experimenta este verano, en el que el termómetro superó los 35 grados y estableció el 24 de enero un nuevo récord de temperatura para Bariloche.
Junto a esta correlación de factores observables, destacó el especialista, "y como un trabajo de investigación más riguroso", el uso de modelos "entrenados", con información sobre incendios del pasado y proyectados a las condiciones del futuro que predicen los climatólogos, ha arrojado "resultados bastante sorprendentes" por su magnitud.
"Básicamente, lo que nos está diciendo ese modelo es que para mediados del siglo XXI, de acá a 25 o 30 años, las probabilidades de incendios se van a multiplicar por dos o por tres, y para fines del siglo XXI se van a multiplicar por seis o siete", previó.
Según Kitzberger, "hay que comprender cuál es la naturaleza del incendio, que requiere de tres condimentos: uno es la biomasa que debe haber para quemar. El segundo es que tiene que estar la condición climática para que se queme (el combustible tiene que estar seco), y el tercer condimento es que tiene que haber una fuente de ignición".
En los bosques de la Patagonia "tenemos muchísima biomasa ahora, porque hemos pasado períodos de baja cantidad de incendios", mientras que lo que muestra el modelo es que "los combustibles van a estar secos más frecuentemente".
En relación a ese tercer condimento, Kitzberger notó que otra de las consecuencias del cambio climático en la región es el aumento de las tormentas eléctricas y dijo que "cada vez tenemos más cantidad de incendios por rayos".
Sin embargo, aclaró, aún "el 95% de las igniciones son igniciones humanas, que pueden ser accidentales o también pueden ser provocadas", por lo que planteó que "nosotros como una sociedad organizada podemos modificar la ocurrencia de los incendios a través de las igniciones".

Una visión menos pesimista
Esta visión "pesimista" de los incendios de cara al largo plazo se contrarresta de alguna manera con la que plantea el especialista en monitoreo y manejo de bosque nativo Juan Gowda, investigador adjunto del Conicet y compañero de trabajo de Kitzberger en el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (Inibioma).
"Yo soy ingeniero forestal de base y para mí el manejo lo es todo", subrayó Gowda en un reportaje con Télam, y dijo ser "optimista en cuanto a que veo que tenemos el doble bosque que antes y que tenemos las herramientas legales para manejar estos bosques, aunque no las estamos implementando".
La Ley de Bosque Nativo, sancionada en 2007, "permitiría manejar los bosques", a diferencia de simplemente "usarlos": "Manejo es tanto conservación como restauración como extracción", aclaró.
"Si yo dijera 'quiero que estos bosques no se quemen', tengo que empezar a pensar de acá a 100 años cómo hago para bajar su combustibilidad", definió.
Si bien reconoce que la acción temprana de combate del fuego "es lo que mejor viene funcionando hasta ahora, es decir, en cuanto hay un foco ir a apagarlo", según Gowda esta labor "no está complementada por una visión a nivel de sociedad de que tenemos que manejar estos bosques para reducir el riesgo de que se quemen".
En esta línea dijo que hoy en día "no se está haciendo retiro de combustibles como medida de manejo, no hay un plan de manejo del fuego a pesar de que hay una ley de manejo de fuego que apunte a una reducción paulatina del combustible".
Los investigadores coinciden en que la problemática de los incendios es multidimensional, dado que inciden el factor climático, el biológico y el social (este último vinculado a las motivaciones que tienen las personas para prender un incendio o los comportamientos que llevan a producir incendios accidentales).
E incluso, ésta última dimensión es "multivariada", ya que se cruzan desde el aumento exponencial de turistas en zonas boscosas a intereses económicos, pobladores desaprensivos o líneas eléctricas que están en mal estado y que producen chispazos.
Por eso, responsabilizar "al culpable, al que prendió, el que puso el fósforo, es algo muy simplista", señaló Gowda, aunque sostuvo que el rol del ser humano es determinante "en distintas escalas".
En este sentido, puso como ejemplo la duplicación de la superficie boscosa que se produjo por acción del hombre en la zona de Bariloche desde principios de siglo XX, luego de las quemas de árboles que hacían los colonos para extender sus pasturas, acción que llevó a un actual incremento de biomasa o combustible.
"Imagínate si vos vivís en una cajita de fósforos, el problema principal es que vivís en una caja de fósforos", comparó: "Puede ser un pucho, una botella, cualquier otra cosa. Las condiciones están dadas para que se queme".
Por este mismo contexto, Kitzberger pone el foco en "lo que se viene ahora, que es un efecto opuesto: tenemos muchísima biomasa producto de ese aumento de la cantidad de bosques, esa biomasa está bajo cambio climático, está lista para quemarse, tenemos muchas fuentes de ignición, y eso es lo que yo pienso que puede llegar a pasar en el futuro".
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Los pastizales patagónicos frente al cambio climático

 


Los pastizales patagónicos frente al cambio climático: estrategias para preservar la economía y la biodiversidad

Fecha de Publicación
: 17/02/2024
Fuente: elDiarioAR
Provincia/Región: Patagonia


Especialistas y productores constatan una fuerte tendencia a la degradación y desertificación, que podría empeorar en el futuro. ¿Es posible sostener la actividad productiva y proteger los servicios ecosistémicos de estos ambientes?
Por su fisonomía, clima, flora, fauna, cultura, poblaciones, historia y recursos, Patagonia representa un rompecabezas que el tiempo replantea una y otra vez, antes de que pueda completarse. Territorio fascinante, de aproximadamente 770.000 km2, es solo una unidad en tanto concentra múltiples piezas: cada una, vector de una compleja heterogeneidad en movimiento.
Sus agitados vientos trasladan la mirada más allá de la postal. En este caso, al espacio extraandino, delimitado hacia el oeste por los bosques húmedos y al este por el Océano Atlántico, donde se encuentra la ecorregión comúnmente denominada como “pastizales patagónicos”.
Las lluvias pueden ser de 600 o 700 milímetros al año (como en el caso de los pastizales extraandinos de precordillera); o de 120 milímetros (como ocurre en la meseta central). La pluralidad de reguladores climáticos (y de la vegetación que responde a estos) es innegable. Pero, de conjunto, se impone la aridez.
Como el agua y los nutrientes disponibles no son suficientes, hay áreas semidescubiertas y despobladas. A lo largo de kilómetros de estepa abrumadora –donde también se emplazan mallines o humedales con buena calidad y cantidad de forraje–, conviven salpicados, personas, pueblos, animales salvajes y domésticos; topografías variadas; naturaleza y sociedad.
Los pastizales naturales ocupan casi 60% del territorio continental argentino y 50% de la superficie mundial. Muchos profesionales en el país se dedican a estudiarlos. Sin ir más lejos, existe una Asociación Argentina para el Manejo de Pastizales Naturales y en 2011 Rosario fue sede de la novena reunión internacional de pastizales (la International Rangeland Congress).
Estos poseen una importante significancia medioambiental y económica. Por un lado, secuestran grandes cantidades de dióxido de carbono y otros gases propios del efecto invernadero, a la vez que mantienen a numerosas especies. Por otro lado, en Patagonia, son escenario para la producción agropecuaria extensiva, de la cual dependen diversos actores.
El cambio climático ha hecho mella sobre este paisaje. “Durante las últimas dos décadas hemos detectado cambios, por una combinación de mayores temperaturas (que contribuyen a una mayor evapotranspiración), menores precipitaciones y un pastoreo histórico intenso”, explica Gastón Oñatibia. Él es doctor en Ciencias Agropecuarias, especialista en pastizales y pastoreo. Desde hace años, integra el Instituto de Investigaciones Fisiológicas y Ecológicas Vinculadas a la Agricultura (IFEVA), de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.
La“aridificación” –que afecta especialmente a la zona central de Patagonia– conlleva verdaderos procesos de degradación: impacta sobre la fauna nativa, el forraje, la productividad secundaria y el bienestar de las familias. En este marco, científicos, técnicos y productores persiguen prácticas favorables a la (sinérgica) continuidad de la actividad y la preservación del ecosistema. En palabras de la doctora en Biología Agustina de Virgilio se trata de buscar un “conector entre la ecología y la economía”, con eje en la sustentabilidad.

Futuro imperfecto
¿En qué escenario de cambio climático estamos y hacia dónde vamos? Los especialistas se valen de múltiples herramientas de medición para intentar dar respuesta a esta pregunta, como sensores remotos, las tradicionales planchetas topográficas y los mapas de vegetación.  
 Desde 2008, la red MARAS (Monitoreo Ambiental en Regiones Áridas y Semiáridas) evalúa los cambios a mediano y largo plazo de las condiciones del suelo y vegetación de los pastizales naturales en la Patagonia argentina. Actualmente, se emplazaron más de 400 monitores.
De acuerdo con Oñatibia, debido a la propia diversidad del pastizal y cómo impacta sobre cada lugar el cambio climático, se esperan distintos pronósticos a futuro. Contrario a lo que pasa en la diagonal del Noroeste de la Patagonia hasta el Sudeste –donde se profundizaría la aridificación–, “hay otras zonas en el Sudoeste y en el Noreste donde se cree que las precipitaciones aumentarían aunque también se incremente la temperatura, por lo cual crecería la abundancia de pastos”.
Lucio Biancari, doctor en Ciencias Agropecuarias y miembro de IFEVA, subraya que ya se ven cambios ecológicos y productivos, aunque son paulatinos. La manera de registrarlos es con experimentos a largo plazo.
Los estudiosos han notado que parte de la vegetación ha sido reemplazada por especies más duras y xerofíticas –es decir, adaptadas a medios secos–, al igual que un proceso de arbustización en detrimento del forraje en zonas áridas.
“Los pastos, en general, necesitan del agua en superficie. En cambio, los arbustos tienen raíces más hondas; se pueden valer del agua en profundidad y no dependen tanto de las precipitaciones en el corto plazo o de las variaciones de temperatura”, amplía Biancari.
Las consecuencias sobre el ecosistema y la producción son grandes. Más aún si se suma, como señala el especialista, el recambio de especies de pastos. Este fenómeno, menos notable a simple vista, resulta de la combinación de aridez y las altas cargas que padeció el suelo en el pasado.
Hay un gradiente de preferencias: especies que el ganado –en el caso de la estepa patagónica, ovejas y vacas– evita, lo cual puede llevarlo a la muerte. Las especies palatables (elegidas por el ganado) están perdiendo lugar frente a arbustos y pastos de mala calidad, que no sirven para el forraje.
El mal manejo de recursos, por desconocimiento, necesidad u otras razones ha llevado, además, a invasiones biológicas documentadas en Patagonia. Desde el avance de la rosa mosqueta, el bromus tectorum (conocido como “cheatgrass”) en zonas más áridas; o de hieracium pilosella en Patagonia Austral.
Pablo Cipriotti, ingeniero agrónomo y doctor en Ciencias Agropecuarias, destaca que en los pastizales patagónicos conviven “configuraciones muy disímiles en composición, resiliencia, capacidad de afrontar un disturbio e historia”. Bajo esta lente propone leer la huella del cambio climático (cuya propia medición también depende de las técnicas, metodologías y niveles de detección).
“Es cierto que, durante las últimas cuatro o cinco campañas agrícolas hubo un ciclo seco. La zona norte de Tierra del Fuego, relativamente benévola, tuvo precipitaciones por debajo de la media, lo cual genera preocupaciones. Pero, por otro lado, la isla grande de Tierra del Fuego se inundó. En Chubut se vio una alternancia de ciclos húmedos y ciclos secos. Quizás ahora estemos atravesando un ciclo seco. No se puede saber si la mayor sequía de los últimos años se va a sostener a futuro”, sintetiza Cipriotti.  
 El científico remarca que los modelos muestran una tendencia a un aumento leve de la temperatura media. Respecto a las precipitaciones, distingue una mayor incertidumbre, contingente, a su vez, a las proyecciones de emisiones de los gases de efecto invernadero.
“Hay áreas de Patagonia donde los cambios son muy pequeños y otras donde son un poco más grandes. Dicho esto, no está mal que, previendo esta situación, los gestores, los decisores y los que intervienen en estos temas traten de generar tecnología para estar atentos a esta situación”, concluye.

Víctimas del cambio climático y batalladores del efecto invernadero
Los pastizales no solo proveen forraje, sino una gran cantidad de servicios ecosistémicos. El más conocido, por la urgencia del problema que ataca, es la captura de carbono, uno de los principales gases del efecto invernadero, ligado al calentamiento global y al cambio climático. Si hay degradación del ambiente, hay menos secuestro de carbono; si esto ocurre, habrá más carbono en la atmósfera.
Aquí surge un tema central: si se efectúa un buen manejo del suelo, aumenta la productividad, pero también este rol ecológico fundamental; caso contrario, ambas cuestiones se ven perjudicadas. Esta particularidad patagónica, dilucida el experto, no ocurre en todos los ecosistemas.
“Se genera una especie de círculo vicioso o feedback, en jerga científica. En otras palabras, una retroalimentación positiva, donde se dan distintos procesos en simultáneo: disponibilidad de forraje, secuestro de carbono, regulación en el ciclo del agua, control de la erosión eólica en el caso de Patagonia y aumento de fertilidad (ya que, a mayor cobertura, más nitrógeno queda retenido)”, se explaya Biancari. Las cargas de ganado son clave: tanto el exceso como la falta de animales tiene un impacto negativo en este desarrollo.
El pastoreo excesivo implica que el carbono fijado sea consumido y vuelva a entrar en el ciclo, en vez de quedar retenido en la biomasa. El cambio climático, nuevamente, muestra sus garras. Si se consolida la transición hacia sistemas más secos, probablemente la captura será menor, por la menor cobertura de pastos y arbustos.  
Pero, ¿qué sucede con el impacto de la actividad ganadera sobre el efecto invernadero? “En general, esa pregunta está pensada para otro tipo de sistemas, como los feedlots y las formas de producción pampeanas. En sistemas más intensivos, los efectos negativos (como la liberación de gas metano) suelen ser más importantes que los positivos”, contesta Biancari.
El contexto de Patagonia es muy distinto a la Pampa, aunque –insiste el doctor– siempre depende de la composición del ganado, el tipo de manejo y la carga. Cuando es moderada y hay descansos para el suelo, los animales incluso pueden contribuir a la movilización de los nutrientes (como el nitrógeno y el fósforo) y aumentar la fertilidad.  

Ver Nota Completa
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Reporte de los incendios en Patagonia

 


Incendios en la zona norte del Parque Nacional Lanín: Cómo está la situación

Fecha de Publicación
: 13/02/2024
Fuente: Noticias Neuquén
Provincia/Región: Neuquén


Dos focos fueron extinguidos y tres permanecían activos este domingo
El Parque Nacional Lanin informó este lunes sobre los focos que dejo la tormenta eléctrica del día 8 y 9 de febrero. Algunos ya extinguidos, otros con actividad y otros en observación.
Todos se encuentran en la zona norte del Parque Nacional Lanín donde se pronostica un ascenso de la temperatura y un viento leve del sector Este.
Los brigadistas trabajan en un terreno de alta complejidad (abundante material rodante de árboles de gran tamaño) con herramientas de mano y tándem de motobombas y con la colaboración del medio aéreo.
Se informó en qué situación se encuentran los incendios y los trabajos que se realizan en cada uno:

INCENDIO CHUFQUEN – ÑORQUINCO/QUILLEN + FOCO SECUNDARIO: CIRCUNSCRIPTO
Superficie medida con Drone 2800 m2
- En el día de ayer trabajaron un total de 4 cuadrillas (2 de la Central Norte, 1 de Central Centro, 1 Central Sur)
- 20 brigadistas en el sector con herramientas manuales para realizar el cortafuegos. Se trabajo en área principal, en un foco secundario y en una descarga eléctrica cercana.
- En la jornada de hoy domingo, subirá una cuadrilla (5 brigadistas) y continuará la operación con Helicóptero para lograr extinguir el fuego.
- Opera el Helicóptero del Sistema Nacional de Manejo de Fuego realizando traslado de personal y disparos de agua.
- Se quema Araucarias, Caña colihue y achaparrado de ñire y lengas.

INCENDIO VALLE DE CHINCHILLA
Ayer un veranador comunico a personal que divisó una columna de humo sobre una ladera de exposición Oeste. A partir de hoy, este lugar se sumará a los que se deben observar.

INCENDIO HUI HUI – LAGO HUI HUI: CONTENIDO
La tarea clave lo desarrollan 1 cuadrilla con 5 brigadistas que trabajan con herramientas manuales para realizar el cortafuego.
- Dimensión: superficie aproximada 1000mts2.
- Combustible: Araucarias y caña colihue seca.

INCENDIO CABALLADA – MARGEN SUR DEL LAGO QUILLÉN
Se mantiene la guardia, ya que por la baja actividad ígnea no se divisa columna. En la jornada de hoy se realizarán sobrevuelos del binomio con drone.

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Incendios en el Sur: el fuego en los Alerces ya quemó 8.000 hectáreas y viajan bomberos de la Ciudad

Fecha de Publicación
: 13/02/2024
Fuente: Clarín
Provincia/Región: Patagonia


Dos semanas de fuego acabaron con 8.000 hectáreas del Parque Nacional Los Alerces. Las lluvias del sábado menguaron el incendio un poco. Pero los focos siguen activos. Para este domingo esperan temperaturas más bajas, más intensidad en los vientos y tormentas eléctricas. Unas 437 personas trabajan en el lugar, de las cuales 342 están específicamente asignadas al terreno como combatientes.
El intendente del Parque, Danielo Hernández Otaño, explicó que los brigadistas "continúan trabajando en básicamente las dos puntas del incendio, en el norte y en el sudeste". Agregó que "el panorama es alentador" y remarcó que "el incendio tiene menos actividad que en el día sábado".
Aseguraron que el turismo funciona normalmente, pero recomendaron a los automovilistas conducir "con extrema precaución en el tramo de la Ruta Provincial 71 que atraviesa el Parque Nacional, dada la gran circulación de los vehículos afectados a la logística del operativo, que tienen prioridad de paso en todo momento".
Las autoridades de la provincia limitaron la navegación en el sector del Lago Futalaufquen entre la cabecera Sur y Punta Mattos, debido a que operan los medios aéreos para recargar agua.
Por su parte, Mario Cárdenas, jefe del departamento de Incendios, Comunicaciones y Emergencias (ICE) de Los Alerces, sostuvo que "se va a venir un viento importante" y agregó que continúan "con puntos calientes, focos activos en algunos sectores, pero bastante tranquilo".
"Ya hay varios lugares donde se está trabajando con agua y eso lleva un poco más de tranquilidad", aseveró.

Más bomberos
El sábado unos cuarenta efectivos de Bomberos de la Ciudad y de Defensa Civil viajaron a Chubut junto a trece vehículos para colaborar en el combate de los incendios. La ayuda consistió además en camionetas 4x4 y tres cuatriciclos; un camión furgón, una camioneta cargo y un camión plancha de la Guardia de Auxilio, junto a una cocina de campaña, una torre de seis luces y equipos electrógenos.
Además viajarán tres camiones de Defensa Civil y una furgoneta que servirán para el traslado del personal a las distintas zonas afectadas, y llevarán a bordo de los camiones el Puerto Médico de Avanzada y el Centro de Operaciones que permite operatividad en cualquier lugar donde se instale.

Combate al fuego
Actualmente, unas 387 personas trabajan en el operativo, a las que se sumarán hoy 18 brigadistas de los parques nacionales del Centro del país, en dos grupos: uno que proviene desde el Parque Nacional Ciervo de los Pantanos, con dos móviles para transporte; integrado por personal de los parques nacionales Campos del Tuyú, Pre-Delta e Islas de Santa Fe.
En tanto, el otro grupo se traslada desde el Parque Nacional Quebrada del Condorito, con personal de los parques nacionales Talampaya, Traslasierra y Ansenuza.

Oferta millonaria para encontrar a los culpables
A través de la línea 134 se puede aportar información para identificar a los responsables del incendio. Se estableció una recompensa de cinco millones de pesos a través de la Resolución 54/2024, publicada este viernes en el Boletín Oficial.
De esta manera, explicaron que los beneficiarios recibirán el pago en el lugar que sea designado por la ministra de seguridad, Patricia Bullrich, según corresponda al sitio de pertenencia de la persona. Cabe recordar que, de acuerdo a la ley 5.232 de Forestación-Incendio aplicada en la jurisdicción chubutense, el sujeto que fuera encontrado culpable de haber provocado un incendio deberá ser sancionado con una multa económica.
Según la normativa provincial, la persona que cometiera una infracción considerada “leve”, deberá abonar de 1 a 160 módulos, cuyos valores serán establecidos de acuerdo al artículo 29 del Código Fiscal de la Provincia de Chubut. Para aquellos actos calificados como “graves”, la cifra ascenderá de 161 a 400, mientras que los “muy graves” podrían variar entre 401 y 4.000 módulos.
En los días previos, el gobernador chubutense, Ignacio “Nacho” Torres, aseguró que habían recabado indicios importantes sobre los autores del siniestro, aunque no informó si estos habrían sido identificados. “Este puñado de miserables, delincuentes, tienen que estar presos, no los queremos en la provincia”, arremetió.
La Justicia sospecha que un fogón mal apagado, en un lugar prohibido, inició el fuego. El fiscal Rafael Vehils Ruiz, a cargo de la Fiscalía Federal de Bariloche, adelantó que encontraron algunas pistas que podrían llevar a encontrar a los culpables del incendio.

Tres focos activos en el Parque Nacional Lanin
Más de 50 brigadistas trabajaban este domingo para extinguir tres focos de incendio en el Parque Nacional Lanín (PNL) registrados en terrenos de alta complejidad de la zona norte del Parque, cuyas autoridades comunicaron a los visitantes que las sendas en Malal-Co y Lago Hui Hui permanecerán cerradas hasta nuevo aviso.
“Hoy fueron afectados a las tareas: 50 brigadistas del PNL, tres recorredores del Pewén, un guardaparques, cuatro agentes abocados a la logística, medio aéreo y los binomios de los drones”, indicó el PNL en un comunicado emitido este mediodía, tras llevarse a cabo una reunión del Comando de Incidentes en la que fueron analizadas las acciones estratégicas para combatir los incendios.
Asimismo, resaltó que “se trabaja en un terreno de alta complejidad (abundante material rodante de árboles de gran tamaño) con herramientas de mano y tándem de motobombas y con la colaboración del medio aéreo”.
El PNL detalló que 20 brigadistas se encontraban trabajando con herramientas manuales para realizar un cortafuego en el incendio de Chufquen-Ñorquinco, de una superficie aproximada de 2.500 metros cuadrados, cuyo combustible son las araucarias, caña colihue y achaparrado de ñire y lengas.
El PNL recordó “a residentes y visitantes que permanecen cerradas las sendas en Malal-Co y Lago Hui Hui hasta nuevo aviso”, y solicitó “respetar las indicaciones e informarse por los medios oficiales de las instituciones que abordan la emergencia”.

Parque Nacional Nahuel Huapi: controlaron el foco de incendio
El incendio que había sido iniciado por un rayo dentro del Parque y Reserva Nacional Nahuel Huapi fue controlado, según informó la Administración de Parques Nacionales.
"Tras recibir una denuncia, por unas columnas de humo, en la zona de la Estancia Fortín Chacabuco, una propiedad privada dentro del Parque Nacional, que se encuentra a 30 kilómetros al norte de Bariloche, se controló este incendio iniciado por un rayo, por efectos de la tormenta eléctrica", señala el informe oficial.
"El ataque del foco ígneo estuvo a cargo del Departamento de Incendios, Comunicaciones y Emergencias del Parque Nacional, conformándose una cuadrilla con Guardaparques y brigadistas, con la participación del mismo personal de la Estancia", amplió el parte de la APN.
El fuego, que se inició el sábado, afectó una superficie de aproximadamente 150 x 250 metros de ambiente de estepa.
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Patagonia bajo fuego

 


Por qué los incendios en la Patagonia serán cada vez más frecuentes por el cambio climático

Fecha de Publicación
: 07/02/2024
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Patagonia


Científicos del Conicet pronosticaron que los denominados incendios de vegetación podrían duplicarse en los próximos años. Por qué se propagó el fuego en el Parque Nacional Los Alerces, en Chubut
Desde el 25 de enero, empezó un incendio en el Parque Nacional Los Alerces, en Chubut. Se inició en la zona de Bahía Rosales, y se fue expandiendo hasta afectar más de 3.100 hectáreas de bosque nativo, matorral y pastizal.
La causa del incendio fue intencional, según el Servicio Provincial de Manejo del Fuego.
El Parque está declarado Patrimonio Mundial de la Unesco y ocupa una superficie de 263.000 hectáreas. Durante los últimos años, la zona viene sufriendo incendios más intensos y que abarcan más superficies, y ya hay un pronóstico que la situación podría empeorar, si no se toman medidas de prevención en el futuro.
Qué puede ocurrir con los incendios de vegetación en Patagonia
Un equipo del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (Inibioma), que depende del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue, desarrolló un algoritmo de aprendizaje artificial denominado Random Forest, que permite calcular la probabilidad de incendios en el futuro y la vulnerabilidad de los bosques.
Tuvieron en cuenta los efectos de la emisión de gases de invernadero asociados al cambio climático generado por actividades humanas, según contaron en el estudio publicado en la revista Science of the Total Environment.
Con esa herramienta, Thomas Kitzberger, Juan Paritsis y un equipo de colaboradores identificaron que bajo los escenarios climáticos más pesimistas, el modelo estima que la probabilidad histórica de incendios se duplicará o triplicará para mediados de siglo XXI.
Mientras que para fines de siglo, la probabilidad de incendios será entre siete y ocho veces mayor a la histórica. Aún para escenarios de emisión de gases de invernadero más plausibles, el modelo predice una duplicación de los incendios para mitad de siglo y una triplicación o cuadruplicación al terminar el siglo XXI.
Para hacer el pronóstico los investigadores elaboraron un modelo que relaciona la ocurrencia de incendios históricos en la Patagonia andina con variables biofísicas, antrópicas y meteorológicas históricas que influyeron en ignición y propagación de los fuegos.
Luego ingresaron datos de proyecciones de condiciones meteorológicas bajo diversos escenarios de emisión de gases de efecto invernadero, que causan el calentamiento global.

Cómo el cambio climático sube la ocurrencia de incendios en Patagonia
“Evaluamos la cantidad de incendios en la zona y la variabilidad climática, que incluye cambios en temperatura y lluvias, entre otros parámetros. La herramienta nos permitió predecir cuál será la probabilidad de incendios en relación al clima del futuro”, afirmó el doctor Paritsis, en diálogo con Infobae.
“Como hay altas probabilidades de que aumente la temperatura y se reduzcan las lluvias en esta región durante los próximos años. Eso hará que crezca la probabilidad de que se produzcan más incendios de vegetación”, señaló. Todo depende de las negociaciones climáticas en marcha a nivel global. Si se redujeran los gases de efecto invernadero, el escenario para los bosques de Patagonia podría ser mejor”, aclaró Paritsis.
El científico subrayó que hoy se necesita mejorar las acciones de prevención, incluyendo la educación de la población y la planificación del uso de la tierra. “La población -incluyendo tanto a los residentes como a los turistas- debería ser consciente del riesgo de incendio si vive en zonas muy cercanas a la vegetación”, agregó.

Qué pasó por el incendio en el Parque Nacional Los Alerces
El incendio forestal en el Parque Nacional Los Alerces y campos privados se mantiene activo desde hace más de diez días y ya consumió 3147 hectáreas de bosque nativo. Están trabajando de manera coordinada brigadistas de la provincia de Chubut, otras jurisdicciones y del Sistema Federal de Manejo del Fuego, con el uso de pronosticadores meteorológicos.
Consultado por Infobae, el doctor Guillermo Defossé, secretario de ciencia y tecnología de Chubut e investigador del Conicet en incendios de vegetación, comentó: “En la zona del Parque Nacional había acumulación de mucha biomasa. Aparentemente de manera intencional, se iniciaron 2 focos de incendios por la noche. Está bajo investigación”.
Supuestamente, los 2 focos se propagaron y se unieron en un solo foco. No fueron atacados rápidamente porque ocurrieron de noche. Los días siguientes hubo mucho viento cálido, que favoreció que el fuego vaya propagándose y entró en campos privados.
“Se pusieron los recursos necesarios para apagar el incendio, incluyendo más de 200 brigadistas, pero no ayudaron las condiciones meteorológicas. Hubo un día y medio que los aviones y los helicópteros no pudieron trabajar porque había mucho viento. Es decir, se trata de un incendio difícil de controlar por las condiciones ambientales, en especial el viento y las altas temperaturas”, comentó el doctor Defossé.
También hubo otros factores que influyen. Según Paritsis, los fenómenos de El Niño y la Oscilación Antártica influyen en las condiciones meteorológicas de Patagonia Norte.

Más Información:

- Página 12. Patagonia en llamas: los diferentes tipos de incendios forestales y su impacto en el medio ambiente
Zonas de Argentina y Chile arden desde hace días en medio de una ola de calor que agrava la situación. Cómo se pueden clasificar los incendios forestales y cuáles son las consecuencias.

- Diario Río Negro. Bariloche y el incendio en el parque Nahuel Huapi: ya son 400 las hectáreas afectadas
El incendio en el brazo Tristeza del parque nacional Nahuel Huapi sigue activo. Esta mañana, el Gobierno de Río Negro envió un comunicado para contar cuál es la situación este martes en el siniestro que se encuentra cerca de Bariloche. Además, aclararon que no hay colectas iniciadas y que la calidad del agua no está afectada por las cenizas.

- El Patagónico. El incendio en Nahuel Huapi habría iniciado por un fogón mal apagado
"Nuestra hipótesis es que el fuego fue originado por un fogón que no habría sido apagado adecuadamente en un lugar en el que está prohibido hacer fuego. Es por eso que estamos desplegando recursos humanos todo Parques Nacionales, brigadistas, guardaparques, SPLIF y agentes operativos. El acceso solo lo podemos hacer por agua, por eso restringido para liberar la zona de acceso", comentó Paradela.

- ADN Sur. El incendio en Los Alerces no se detiene: casi 7 mil hectáreas de bosque quemadas
Hay un alerta por fuertes vientos que superarían los 100 km/h para la tarde de este martes que podrían afectar el combate. Se trabaja arduamente para evitar que el fuego avance hacia zonas rurales.
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Huemules: trabajan en otra perspectiva de conservación

 


Científicos argentinos hallan la manera de salvar a un animal en peligro de extinción

Fecha de Publicación
: 26/01/2024
Fuente: MDZ
Provincia/Región: Nacional - Patagonia


Se trata de la conclusión de un artículo científico, liderado por un especialista del Conicet, que se basa en estudios históricos, arqueológicos y biológicos.
Los huemules (Hippocamelus bisulcus), los cérvidos más australes del mundo, se extendían desde los Andes hasta el Atlántico e incluso islas de Tierra del Fuego, pero por la sobrecacería y otros factores que impidieron su hábito de migrar de las montañas a las praderas de acuerdo a las estaciones del año, su población se redujo en un 99%. Hoy en día, en Argentina, solo quedan entre 300 y 500 ejemplares fragmentados en unos sesenta grupos y confinados en las zonas altas (algunas situadas en áreas protegidas) de las montañas andinas a lo largo de 1800 kilómetros.
“Las estrategias actuales para la conservación de los huemules no están logrando revertir su disminución demográfica”, advierte Werner Flueck, investigador del Conicet en el Parque Nacional “Nahuel Huapi”, que depende de la Administración de Parques Nacionales, y principal autor de un reciente artículo, publicado en Conservation, que presenta evidencias científicas que indican que la recuperación de esa especie herbívora – catalogada como “cérvido en peligro de extinción” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) – tendría lugar si  es reintroducida en sitios históricos considerados representativos de su hábitat de origen.

Evidencias arqueológicas, ecológicas e históricas
En tiempos modernos se consideró al huemul de forma errónea como una especie adaptada al bosque y exclusivamente a la alta montaña, con ambientes rocosos y fuertes pendientes, “pero observaciones de naturalistas en expediciones y viajeros desde 1521 en adelante, así como hallazgos arqueológicos, de restos óseos y otras evidencias determinan la presencia de huemules no solo en los Andes sino también cerca de la costa atlántica en lugares como la Península Valdés, Puerto Deseado y hasta el Estrecho de Magallanes”, indica Flueck, también integrante y creador de la Fundación Shoonem cuyo objetivo es colaborar con el estado en la preservación y conservación de la naturaleza en la cuenca hídrica del Río Senguer, en la provincia del Chubut.
En 1898 el naturalista argentino Francisco Pascasio Moreno (1852-1919) avistó huemules en zonas no boscosas de la Patagonia. Testimonios similares dieron los exploradores Hesketh Prichard (1876-1922) y Clemente Onelli (1864-1924), y el geógrafo Hans Steffen (1865-1937), entre muchos otros.
Múltiples evidencias demuestran que en el pasado los huemules migraban estacionalmente pasando de zonas andinas boscosas, clasificadas como veranadas, a regiones no boscosas (praderas y estepas) de la península patagónica durante los inviernos.
“En esta zona de invernadas, se estima que muchos grupos de huemules se comportaban como residentes anuales, compartiendo hábitat con guanacos y choiques y otros animales esteparios. En tal sentido su comportamiento es muy similar al de otros cérvidos”, destaca Flueck, también investigador del Instituto Suizo de Salud Tropical y Pública, con sede en Basilea, Suiza.

Sobrecacería y confinamiento en las altas montañas
Un tema central es el grado de confianza que exhiben los huemules. No tienen miedo a la presencia de humanos, lo que facilita su caza.
Los pueblos indígenas cazaban sistemáticamente huemules por su alimento y materiales. Las pieles se utilizaban para ropa, tiendas de campaña y utensilios.
“La sobrecacería de los huemules se intensificó con la llegada de los primeros europeos en el siglo XVI en adelante hasta comienzos del siglo XX”, afirma Flueck. Y subraya que “ya en 1883 el huemul fue clasificado como una de las especies comercialmente importantes en el listado de un libro inglés sobre las importaciones a Europa, que ocurrieron tanto desde puertos en Chile como de Argentina”.
La pérdida de las tradiciones migratorias del huemul, a raíz de la sobrecacería en el pasado y el establecimiento de poblaciones humanas en zonas habitadas por estos animales, confinó a la gran mayoría en las zonas altas de los Andes. “Esto disminuyó sus tasas de reproducción, alteró de manera perjudicial su salud y los puso en peligro de extinción”, puntualiza Flueck.
En zonas de veranadas de alta montaña, como los Andes, la calidad nutricional del forraje es menor comparado con el de las zonas de invernadas a las cuales los huemules no tienen acceso por la presencia humana y la pérdida de la costumbre de migrar.
“Por la falta de minerales, los huemules desarrollan osteopatologías, problemas estructurales en sus esqueleto y pérdida de dientes lo que reduce aún más su eficiencia para alimentarse”, puntualiza Flueck.
En noviembre de 2022 nació el primer huemul en la “Estación de Rehabilitación y Recría Shoonem” que funciona bajo la supervisión de la Fundación Shoonem en la Provincia del Chubut, y en la que Flueck se desempeña como director científico. “Nos alegra informar que principios de diciembre de 2023 nació una segunda cría, el 15 de enero 2024 una tercera cría, y que otra hembra está ahora preñada, así que pronto habrá otro nacimiento”, afirmó el investigador del Conicet.
“El objetivo de esta estación es rehabilitar huemules que no están en buen estado de salud, pero esto no es suficiente para salvar a esta especie”, explica Flueck. Y continúa: “Otro propósito del proyecto es generar grupos de huemules para reintroducirlos en ambientes de alta calidad nutricional que históricamente fueron ocupados por sus antepasados”.
Para el investigador del Conicet las áreas donde los huemules podrían ser reintroducidos “podrían ser parques nacionales o provinciales, y también campos privados que reciban incentivos para apoyar a una futura convivencia con los huemules. Poder habitar en esas regiones permitirá a los huemules vivir de manera más saludable y por más tiempo, lo que se traduciría en un aumento de las tasas de su reproducción y crecimiento poblacional”.
Como herbívoro nativo principal de ciertos ambientes, el huemul tiene un rol importante en estos ecosistemas y esa es otra razón para prevenir su extinción, destaca el investigador del Conicet.  Y concluye: “Rastrear el pasado de la distribución geográfica de los huemules a través de muchas evidencias revela claramente que la conservación de esta especie en extinción depende de su reintroducción en zonas a las que accedían sus antepasados cuando gozaban de salud y de una apropiada demografía”.
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Es posible la coexistencia de ganado ovino y depredadores

 


Perros protectores, la estrategia de los productores para enfrentar la depredación

Fecha de Publicación
: 27/12/2023
Fuente: Telam
Provincia/Región: Neuquén - Patagonia


El proyecto, organizado por la Cooperativa Agropecuaria de Comercialización de Pequeños Productores nuclea a 350 familias y logró una certificación internacional, se enfoca en la conservación de especies y espacios de vida silvestres para evitar que otros animales los cacen.
Una cooperativa de pequeños productores de Zapala, provincia de Neuquén, fomenta prácticas sustentables de coexistencia entre el ganado ovino y sus depredadores mediante perros protectores de ganado, generando procesos productivos sustentables y amigables con la biodiversidad de la estepa patagónica.
Se trata de la Cooperativa Agropecuaria de Comercialización de Pequeños Productores de la Zona Centro de Neuquén, creada en junio de 2011, que nuclea a 350 familias productoras, y logró en octubre pasado la certificación internacional Wildlife Friendly, otorgada por la organización civil WCS Argentina, cuyo trabajo se enfoca en la conservación de especies y espacios de vida silvestres.
Este certificado, obtenido ya por 45 productores de la cooperativa, "fortalece el posicionamiento de fibras en el mercado internacional, logrando elevar su precio de venta un 15%", según indicaron desde la organización.
En diálogo con Télam, Ezequiel Infantino, coordinador de Certificación y Cadenas de Valor de WCS Argentina, precisó que desde la organización se trabaja hace más de 30 años con temas de coexistencia de especies y su conservación.
"La relación que tiene la gente con la naturaleza, el medio ambiente y la fauna silvestre es importante para que estos proyectos de conservación sean efectivos a largo plazo. En este caso, trabajamos con el problema de la depredación sobre el ganado", expresó.
Los productores de ganado ovino y caprino se enfrentan a la amenaza de la vida silvestre de la zona como los pumas, el zorro colorado y gatos andinos, y para lograr controlar la depredación de estos animales implementan distintas técnicas que promueven la coexistencia entre ambos.
Una de las técnicas que más resultados positivos tuvo es la de la incorporación de perros protectores de ganado que, si bien requiere de "mucho trabajo y compromiso de los productores", proporcionaron "reducciones que van del 85% al 100%" en depredación.
"El proceso de impronta es el proceso mediante el cual estimulamos al perro, cachorro en este caso, para que genere un vínculo familiar con otras especies. De esa manera, los animales con los que el perro crece son con los que empieza a crear una relación social", indicó Infantino.
La organización civil WCS trabaja en conjunto con la Subsecretaría de Producción de Neuquén y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y con la Alianza Gato Andino poseen un criadero en Malargüe, provincia de Mendoza, en donde ya entregaron 20 perros a productores de Neuquén, Mendoza y Chubut.
Las razas protectoras más utilizadas en la Argentina y Sudamérica son el perro de montaña de los Pirineos (gran Pirineo), el Pastor de Maremma, originario de Italia, y, en particular, la WCS reproduce una cruza entre Pastor de Anatolia, originario de Turquía, con el gran Pirineo.
"Las razas de perros protectores tienen más de seis mil años de historia, no es una metodología nueva. Cuando el ser humano domesticó al lobo y surgió esta entidad doméstica lo que hace es exacerbar algunos comportamientos y disminuir otros", explicó el especialista.
Y señaló que "el perro sigue siendo un carnívoro y la conducta típica es marcar territorio. Orinando marca su territorio y avisa a otros carnívoros de su presencia".
Además, los pumas y los zorros "no son animales que se enfrenten con otro carnívoro, por lo que en esta zona de estepa no hay registro de enfrentamientos físicos con estos animales".
Una de las peculiaridades de este proceso, según Ezequiel Infantino, es advertir cuando el perro detecta una amenaza y "trabaja" en conjunto con las ovejas y cabras.
"Estos animales saben que el perro es parte de su grupo, pero que tiene una actitud defensiva. El perro se interpone entre su rebaño y la amenaza, comienza a ladrar direccionado y mientras hace esto las chivas y las ovejas se forman detrás del perro", apuntó.
Además, gracias a los perros protectores, las especies silvestres de la zona no son cazadas ni tampoco son abordadas utilizando cebos tóxicos, lo que produce una "convivencia entre especies sin que sea una amenaza para el pequeño productor".
"De tener casi un 50% de pérdida por depredación hoy tenemos cero. Si tenemos pérdidas con la cría son por factores climáticos, entre otros", expresó a Télam Flavio Castillo, uno de los productores de cabras de la cooperativa.
Castillo trabaja con perros protectores desde hace diez años y proviene de una familia de crianceros y remarcó que gracias a estos canes "no estamos preocupados por los animales si salen al campo".
El productor explicó que los perros conviven las 24 horas del día con los animales y son tratados "como una cabra más".
Para la cría utilizan el pastoreo y las cabras circulan libremente durante el día para luego volver por la tarde al lugar donde pasan la noche.
"El perro come y duerme con los animales y sale a caminar por el campo para marcar su territorio junto con las chivas. Eso te facilita un montón de tiempo. Antes perdíamos tiempo persiguiendo o corriendo para que no se metan predadores a las inmediaciones, hoy ya no nos preocupamos por eso. Nosotros cuidamos solamente la producción", agregó.
Por su parte, Infantino también explicó que otro de los métodos que utilizan para ahuyentar a los carnívoros es con el uso de luces disuasivas ya que "los carnívoros son muy temerosos de los elementos nuevos en el ambiente. Poner una luz disuasiva por lo general los asusta".
"Es una metodología que sirve si se complementa con otro y se le da descanso a la utilización de la luz porque, si el depredador se acostumbra, pierde el miedo y deja de ser útil", señaló.
Lo positivo de la implementación de estos métodos es que "no interfiere con la vida silvestre ni con su entorno" ya que "las poblaciones de estos animales se mantienen y cazan otras especies, como liebres".
Además, la posibilidad de mantener a los animales en un entorno más libre y sin tanta intervención hace que la materia prima que estos productores ofrecen sea de mayor calidad y sea reconocida por el mercado con un valor agregado por ese cuidado al medio ambiente.
"Al tener la certificación amigable nuestra fibra mohair, tiene más valor para el comercio. Es por eso que instamos a que otros productores sigan este tipo de producción para incentivar el uso de estas herramientas que cuidan al medio ambiente sin la necesidad de enfrentar a la fauna carnívora", Castillo.
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Preocupa la presencia del cangrejo verde en la Patagonia

 


Por qué preocupa la expansión de un voraz cangrejo verde

Fecha de Publicación
: 26/09/2023
Fuente: Diario Río Negro
Provincia/Región: Patagonia


Es una especie exótica europea que fue detectada en Comodoro Rivadavia, Chubut, y ya se encuentra en costas de Las Grutas, Río Negro     
El Golfo San Matías, que se extiende entre Punta Bermeja, Río Negro, y Punta Norte, en Chubut, sufre la invasión de especies exóticas, como muchos otros ecosistemas en el planeta, como consecuencia de diferentes actividades humanas. La última especie introducida que preocupa a los investigadores científicos es el cangrejo verde o cangrejo de costa europeo. Le dicen el “cangrejo karateka” por los fuertes golpes con que ataca a otros individuos.
Fue identificada en las costas de Las Grutas, al este de la Provincia de Río Negro. Tiene una coloración verde con algunas manchas amarillas. Su caparazón puede llegar a medir 9 centímetros. Su nombre científico es Carcinus maenas.
Su presencia preocupa porque se sabe que los cangrejos invasores pueden causar mucho daño a nivel económico y ambiental: puede reducir la biodiversidad y generar problemas para las pesquerías locales.
En la zona del Golfo San Matías, los individuos de cangrejo verde fueron encontrados en 2021 y eso motivó un estudio que permitió dar los primeros pasos para determinar qué impacto puede tener en el ecosistema. Ya el equipo de investigadores científicos descubrió que su presencia se distribuye en varios puntos costeros del Golfo San Matías.  
“Por ahora sabemos que es un integrante más. No hay que verlo desde el lado catastrófico, porque desconocemos si será un riesgo para la diversidad costera. Su incidencia surgirá a lo largo del tiempo. Lo que sí se sabe es que es muy difícil controlar a una especie cuándo ya está instalada. Y este cangrejo ya está en nuestras costas”, dijo a Diario Río Negro la bióloga marina Maite Narvarte, una de las científicas a cargo de la investigación.  
Narvarte es investigadora del Conicet en el Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos Almirante Storni (CIMAS) y y la Escuela Superior de Ciencias Marinas de la Universidad Nacional del Comahue, en San Antonio Oeste, Río Negro.
¿Cuáles serían los perjuicios que podría generar el cangrejo en San Matías? Ocurre que, en otros lugares en los que se difundió, provocó estragos en el ecosistema. “Se sabe que entre los invasores hallados en el Golfo Nuevo, en Chubut, los cangrejos verdes fueron los invertebrados más exitosos, en términos de su potencial para establecer poblaciones autosustentables. Por eso, su introducción ha despertado preocupación en relación con su posible interacción negativa con poblacionales en especies nativas de cangrejos y mejillones del intermareal rocoso”.
En el noreste de Estados Unidos, por ejemplo, ocurre algo similar, y el cangrejo verde compite con dos cangrejos nativos. Mientras que en Nueva Escocia, Canadá, su dieta es similar a la del bogavante americano. Eso hace que en situaciones en las que el alimento es escaso, “este invasor reduce los recursos alimenticios disponibles del bogavante, que es de alto valor comercial”, señaló la experta.
“Se podría esperar que en el Golfo San Matías el cangrejo verde presente también interacciones tróficas de competencia y/o depredación con especies nativas de la zona”, advirtió. Es decir, que compita por el alimento y termine imponiéndose sobre otras variedades o directamente también las termine predando. Porque “este cangrejo es un predador voraz que se alimenta de gasterópodos (lapas y caracoles), cirripedios (una clase de crustáceos) y mejillones, aunque también son caníbales, y pueden alimentarse de cangrejos de su especie u de otra”, contó.
Hasta ahora, sin embargo, en la zona investigada a nivel local no se vio una incidencia preocupante. “Hubo menos mejillones durante un lapso del estudio que hicimos, pero coincidió con una época de altísimas temperaturas y la escasa disponibilidad creemos que está asociada con ese factor climático”, explicó Narvarte.
Como parte de la investigación, ya se hizo un informe técnico sobre el cangrejo en el Golfo San Matías. Además de Narvarte, lo hicieron Micaela Müller Baigorria, Alexia Aguilar, Daniela Cabrera Galeano, Samantha Fraire, Agustín Patocchi, Camila Sierra, Lucila Sánchez, Leandro Hünicken, y Raúl González.
El equipo de investigadores describió las densidades, estructura de tallas, proporción de sexos y de hembras de cangrejos que estaban incubando huevos (ovígeras). Evaluaron dos ambientes intermareales diferentes situados al sur de Las Grutas. Uno de ellos de sustrato rocoso y el otro una marisma, que es un terreno pantanoso que suele llenarse de agua ante la pleamar.
Se encontró que, a diferencia de lo que ocurre con la misma especie en otros lugares, en las áreas estudiadas al sur de Las Grutas el cangrejo verde se encuentra en mayor cantidad en algunas pozas que se cubren de agua de mar, y no tanto en sectores de roca o arenosos. Aunque esa diferencia se relacionó “con el momento de muestreo y no con preferencias por parte de la especie por uno u otro ambiente”, aclaró.
Por otra parte, las relaciones entre sexos (abundancia de hembras o de machos) fueron comparativamente similares a otras zonas de Argentina, donde el cangrejo también llegó y comenzó a propagarse. Aún se desconoce la forma en la que la especie se introdujo, pero hay presunciones.
“Con las especies que no son nativas suele ocurrir que llegan junto con el agua de lastre de los buques mercantes, o de los barcos que viajan desde el exterior y traen ese líquido para equilibrar su flotación, del que se desprenden una vez que ingresan a puerto. En él pueden llegar algunas formas de vida que, si son lo suficientemente resistentes, pueden permanecer en el nuevo hábitat”, explicó la bióloga.
La investigación sobre el cangrejo verde en el Golfo sigue en marcha. Una de las integrantes del grupo, Müller Baigorria, está realizando una tesina sobre el tema. Se reunirá más información sobre la especie y su posible afectación sobre los ecosistemas.

Cuándo fue la primera detección en Mar Argentino
La primera detección del cangrejo verde se realizó en el año 2000 en Comodoro Rivadavia, aunque el primer reporte publicado fue de Caleta Carolina años más tarde (en cercanías de Camarones). Según contó Evangelina Schwindt, investigadora del Instituto de Biología de Organismos Marinos del Conicet en Puerto Madryn, Chubut.  
“En los primeros años, el cangrejo se expandió hacia el sur más abundantemente, específicamente en la costa sur del Golfo San Jorge, y permaneció varios años hasta que se observó en Puerto Madryn en 2014. Allí, explotó la densidad y la tasa de expansión. Hoy en día es el cangrejo más abundante en el intermareal. No sabemos bien lo que sucedió. Puede haber encontrado un ambiente mucho más adecuado para reproducción y supervivencia, o puede haber ocurrido un segundo evento de introducción, que es algo frecuente con especies marinas. Si ocurrió esto último, significa que el cangrejo no fue subiendo por la costa desde Comodoro Rivadavia sino que fue introducido por barcos nuevamente.
“Llegó antes al Golfo San Matías que al Golfo San José, que está al norte de la Península Valdés. Podría seguir dispersándose hacia el norte sin mayores complicaciones ya que los cangrejos nativos de intermareales son muy pequeños y esta especie exótica es bastante agresiva”, alertó Schwindt.
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Patagonia aborda la gestión de envases de agroquímicos

 


Autoridades de la Patagonia debatieron sobre la gestión de envases de agroquímicos

Fecha de Publicación
: 21/09/2023
Fuente: Letra P
Provincia/Región: Patagonia


Representantes de las carteras de Ambiente y Producción de Río Negro y Neuquén debatieron cómo manejar mejor los residuos agroindustriales.
La Asociación Civil CampoLimpio organizó en Río Negro su segunda Mesa de Sustentabilidad de la Patagonia, donde interactúan actores públicos y privados que participan de la cadena de tratamiento de residuos agroindustriales, en especial de los envases vacíos de fitosanitarios.
Con el objetivo de llevar adelante un proceso de complementación y cooperación en el que se pongan en común dificultades, intereses, líneas de trabajo y abordajes de la gestión de envases en particular y la producción sustentable en general. Convocaron a autoridades nacionales, provinciales y locales, sociedades de productores, recicladoras, universidades y otros actores.
Participaron la intendenta de General Roca, María Emilia Soria y otras autoridades de Río Negro y Neuquén. Entre ellas, Judith Jimenez, subsecretaria de Control y Fiscalización de Río Negro, y el director provincial de Producción Agraria de Neuquén, Lucio Illescas; representantes regionales de SENASA e INTA, y productores de la región. Los presentes se turnaron para tomar la palabra y plantear avances y desafíos en materia de mejoras ambientales y productivas para la región.
La intendenta de General Roca celebró el espacio y el trabajo articulado junto a los ministerios de Neuquén y Río Negro y las distintas órbitas estatales, a la vez que resaltó la labor codo a codo no sólo por el medioambiente sino por la producción. “Me parece que éste es el ámbito adecuado”, subrayó Soria.
Asimismo, la intendenta resaltó la reciente entrada en operaciones del Centro de Almacenamiento Transitorio en la localidad, y que desde entonces "se nota la presencia de CampoLimpio en la ciudad, dicho de boca de los productores" y remarcó la tranquilidad que le da a la Dirección de Medioambiente del municipio "que se esté trabajando de esta manera, mucho mejor y más responsable".
Por su parte, el gerente de Relaciones Institucionales de CampoLimpio, Juan Manuel Medina, destacó que el objetivo de estos encuentros tiene que ver con una mirada regional para el abordaje de las problemáticas que visualizamos desde la Asociación, sin dejar de lado que “no queremos que estos espacios de debate estén sujetos exclusivamente a la gestión de envases vacíos de fitosanitarios, sino extenderlo a las problemáticas ambientales en general desde la institucionalidad, y así desde CampoLimpio oficiar como enlace para que nos podamos encontrar y poder seguir pensando y planificando en términos ambientes y de producción”.
La delegación de la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro mencionó que, si bien desde 2017 la provincia trabaja en la gestión responsable de recipientes de agroquímicos a través de la realización de campañas de recepción, a partir de la aprobación del plan de gestión de CampoLimpio tomó relevancia la agilización del sistema, el control y la concientización, ya que año tras año se incrementó el compromiso de los productores.
En el caso de Neuquén, la Dirección Provincial de Producción Agraria presente mencionó la creación de políticas de incentivos en la materia como el Premio Estímulo para productores que llevan adelante estrategias vinculadas a la implementación de BPAs. Dentro de estos requisitos, se encuentra la obligatoriedad de mostrar el certificado ambiental de devolución de envases que entrega CampoLimpio.
Durante la jornada surgieron diversas reflexiones en torno a problemáticas regionales para la producción sustentable como el cuidado del agua y la protección del ecosistema. También se reforzó la importancia de la generación de alianzas e iniciativas para promover la sensibilización y conciencia ambiental.
Después de la Mesa Sustentabilidad se realizó la Jornada de actualización técnica y de normativa aplicable, donde CampoLimpio y GlogalG.A.P llevaron adelante una capacitación para técnicos, ingenieros agrónomos, productores e integrantes de empresas certificadoras. Allí se discutieron puntos sobre la Nueva Ley de Agroquímicos N° 5600/22 de la Provincia de Río Negro, las incorporaciones de exigencias ambientales de la Versión 6/GLOBALG.A.P. y el manejo responsable de envases vacíos de fitosanitarios. Formaron parte autoridades de la provincia de Río Negro, Alejandra Pistagnesi de GLOBALGAP y referentes de CampoLimpio y Casafe.
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La migración de guanacos se reduce cada vez más

 


¿Por qué la migración de guanacos a la Argentina es cada vez menor?

Fecha de Publicación
: 05/07/2023
Fuente: Perfil
Provincia/Región: Patagonia


Si bien históricamente las migraciones de estos animales han sido notables en la región de la Patagonia argentina, hoy el panorama es muy diferente y preocupante a la vez. ¿A qué se debe y cómo evitar este fenómeno?
Las migraciones de animales son mucho más que meras movilizaciones colectivas definidas no por las distancias sino por las necesidades que las impulsan, sino que son viajes asombrosos que tienen lugar en diferentes partes del mundo cuando enormes grupos de animales se desplazan de un lugar hacia otro en masa, ya sea en busca de nuevos hábitats, alimentos o para reproducirse y, así, asegurar el futuro de la especie.
Precisamente, uno de los animales que más ha migrado en Sudamérica es el guanaco, quien lo ha hecho en busca de recursos alimenticios y refugio como consecuencia de los cambios estacionales y de las variaciones en la disponibilidad de agua y pastos, como así también, de la cada vez mayor presión y voracidad de sus depredadores y de otros factores ambientales.
Si bien históricamente las migraciones de guanacos han sido especialmente notables en la región de la Patagonia, tanto en el sur de Argentina como de Chile -donde han tenido una gran importancia cultural para las poblaciones indígenas de la región que han seguido durante siglos sus rutas migratorias, cazándolos para obtener carne y utilizar su fibra para la confección de ropa y de otros productos-, en las últimas décadas las migraciones de guanacos se han visto cada vez más afectadas por la expansión de la actividad humana moderna, incluyendo la agricultura, la ganadería y la urbanización. Todos estos factores han alterado los patrones de migración de los guanacos, provocando una marcada disminución de su población en muchas regiones, entre ellas en la Argentina.
Frente a esa preocupante realidad, Fundación Rewilding Argentina y Freyja Foundation están llevando adelante el monitoreo de 25 ejemplares. a los que se les colocó collares con GPS, con el objetivo central de proteger sus rutas migratorias, y, así, contribuir a un ecosistema completo y funcional en la estepa del Parque Patagonia Argentina y sus alrededores.  
“Existen muchos esfuerzos de conservación para proteger a los guanacos y sus movimientos milenarios, como la creación de reservas naturales y de áreas protegidas y la implementación de medidas para reducir los conflictos con las actividades humanas”, explican desde FRA.
“Estas iniciativas buscan preservar, no solo a los guanacos sino, también, a los ecosistemas en los que habitan y a las tradiciones culturales asociadas a su valiosa presencia”, concluyen los especialistas.
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El guanaco para frenar la desertificación en la Patagonia

 


El guanaco es una "oportunidad única" para disminuir los procesos de desertificación en la Patagonia

Fecha de Publicación
: 17/04/2023
Fuente: El Chubut
Provincia/Región: Patagonia


Cientos de años de producción ovina en un ambiente árido y frágil, sumada a las malas prácticas de manejo y la introducción de enormes cantidades de ganado ovino, llevaron a que se desertificara y a que se perdieran pasturas y se degradaran los suelos, expresaron desde el Conicet.
El guanaco ofrece una "oportunidad única" al ambiente para disminuir los procesos de desertificación de las tierras áridas en la Patagonia ocasionados por el impacto de "cientos de años de producción ovina en un ambiente frágil", que llevó a la pérdida de pasturas y degradación de los suelos, además de una alternativa económica para productores locales, según Gabriela Lichtenstein, investigadora del Conicet.
El guanaco es una especie protegida y silvestre sudamericana que se distribuye desde Perú a Tierra del Fuego, donde Argentina alberga el 95% de la población mundial de ese camélido, que supo ser clave para los primeros pobladores que habitaron la Patagonia pero que pasó a ser considerada una "plaga" luego de la introducción del ganado ovino.
"Es un herbívoro nativo, esto quiere decir que su presencia en la región es el resultado de procesos naturales sin intervención humana y que posee rasgos evolutivos que resultaron en perfectas adaptaciones al ambiente", explicó a Gabriela Lichtenstein.
Este camélido era "fundamental" para los grupos cazadores recolectores que habitaban Patagonia desde hace más de 10.000 años porque era su fuente de alimentación y abrigo y les facilitaba, entre otras cosas, la materia prima para la elaboración de elementos como tientos y lazos.
Además, la vida sociocultural de los pueblos estaba basada en este animal, en donde en ocasiones seguían migraciones de guanacos entre la costa y la cordillera.
Durante la Campaña del Desierto (1878-1890), conocida por el genocidio a los pueblos originarios, se avanzó con las fronteras del país y "ganar tierras", que luego se utilizaron para introducir ovejas, animal que no era nativo de esa zona.
"Ahí cambia la lógica de uso del ambiente. Se divide el territorio, se construyen estancias, se instalan cercos, alambrados, se introducen millones de ovejas, y los guanacos pasan a ser percibidos como "competencia" de las ovejas porque la producción pasa a ser principalmente ovina", comentó Lichtenstein.
Y agregó que, "cientos de años de producción ovina en un ambiente árido y frágil, sumada a las malas prácticas de manejo y la introducción de enormes cantidades de ganado ovino, llevaron a que se desertificara y a que se perdieran pasturas y se degradaran los suelos".
El guanaco pasó a ser percibido como si fuera "el responsable de competir con la oveja y de la degradación de las pasturas y suelos", pero el problema central para la investigadora es la visión extractivista con la que se encaró la producción ovina en Patagonia, lo que llevó a la consideración del guanaco como una "especie plaga".
"Una especie nativa nunca puede ser una plaga. Para nosotros, investigadores del Conicet e integrantes del Grupo de Especialistas en Camélidos Sudamericanos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el guanaco es una oportunidad fantástica porque, junto con las vicuñas, tienen las fibras más finas del mundo", indicó.
En Argentina, investigadores del Conicet desarrollaron metodologías de captura y esquila bajo altos estándares de Bienestar Animal, en donde la cosecha de fibra se realiza mediante arreos a caballo hacia una estructura de captura en forma de embudo -aproximadamente de tres kilómetros de largo de cada lado-, donde los guanacos son dirigidos hacia un galpón de esquila.
La idea, según Lichtenstein, es que haya una "coexistencia entre las dos especies" y un uso sustentable del animal, sin embargo, la explotación de este animal nativo no es tan sencilla ya que los productores ovinos están acostumbrados a trabajar con ovejas, mientras que hacer un arreo de guanacos precisa de cierta inversión e infraestructura específicas.
"Es meterse en algo nuevo que puede ser riesgoso. Capturar guanacos no es tan fácil. Al comenzar la actividad hay incertidumbre sobre cuántos se van a capturar. Por otro lado, implica a los productores abrirse a nuevos mercados con distintas exigencias al de la lana ovina", manifestó.
En ese sentido, la cría de ovejas resulta ser un proceso más estandarizado, en donde los productores tienen conocimiento de la cantidad específica de animales que se encuentran en un corral y cuántas pueden llegar a esquilar.
A pesar de esto, la especialista insistió en que estamos ante una "oportunidad única para el ambiente" porque los guanacos juegan "un rol muy importante en disminuir los procesos de desertificación de los sistemas áridos" presentes en la Patagonia.
Los guanacos se denominan "pastoreadores de bajo impacto" y, a diferencia de las ovejas que "pisotean" el suelo, estos camélidos tienen almohadillas en las patas que hacen que el impacto sobre el suelo y la vegetación no sea tan grande, además, cuando se alimentan las ovejas "arrancan" la vegetación en vez de "cortarla" como hacen los guanacos.
"Son más eficientes que las ovejas a la hora de alimentarse porque digieren mejor los pastos secos, reciclan mejor el nitrógeno y por lo tanto consumen menos alimentos, fundamental durante épocas de sequía", agregó.
Además, debido al desgaste en los suelos en vastos territorios hay cada vez más terrenos abandonados, explicó Lichtenstein, sumado a la escasa presencia de pumas, una especie amenazada por la actividad humana y el principal depredador del guanaco, lo que provoca que haya un aumento en la población de este camélido en la zona.
La situación poblacional del guanaco es muy distinta en las provincias, advirtió la investigadora, y si bien en la actualidad es una especie que se extinguió en muchas regiones con respecto a su área de distribución original, aún continúa siendo abundante en lugares de Patagonia y cordillera.
En ese sentido, Lichtenstein instó a rever el Plan Nacional de Manejo de Guanaco, actualizado en el 2019, para revisar las prácticas de comercialización de fibra de guanaco en donde aseguró que "la venta de fibra de animal muerto atenta contra todos nuestros esfuerzos y la posibilidad de reducir la desertificación en nuestras tierras áridas".
Estos animales pueden ser una alternativa económica para productores locales porque "su fibra tiene un valor superior a la lana ovina".
En un Congreso sobre Conflictos y Coexistencia entre personas y vida silvestre realizado la semana pasada en la ciudad de Oxford, la investigadora presentó su charla plenaria respecto a la relación entre personas y guanacos y la utilización sustentable para la conservación de la especie.
"En el mundo de la moda se tiende cada vez más al 'lujo sustentable' y el guanaco es parte de ese lujo con una fibra de altísima calidad textil que cuenta una historia de antigua coexistencia, conservación, generación de fuentes de empleo locales y cuidado del medio ambiente", manifestó.
"Si te interesa cuidar a los guanacos porque te dan fibra, también cuidas hábitats enormes y sumamente frágiles. Por otro lado, generan valor agregado y fuentes de empleo en comunidades locales. Son proyectos que tienen muchas cosas buenas que están muy buscados en el mundo internacional", concluyó.
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La Patagonia es la más afectada por mamíferos introducidos

 


Patagonia es la región con más mamíferos introducidos que se volvieron invasores

Fecha de Publicación
: 21/03/2023
Fuente: Diario Río Negro
Provincia/Región: Patagonia


La Sociedad Argentina para el Estudio de los mamíferos publicó el primer libro sobre el problema ambiental. La publicación se baja gratis desde la web.
Patagonia es la ecorregión de la Argentina que ha sido más invadida por los mamíferos introducidos. A nivel provincial, Tierra del Fuego es la jurisdicción que mayor número de especies presenta: 18 en total. Así lo advierte el nuevo libro Mamífero introducidos invasores de Argentina, que se descarga gratis.
Fue publicado por la Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos. Los editores fueron Alejandro Valenzuela, Christopher Anderson, Sebastián Ballari, que trabaja en el Parque Nacional “Nahuel Huapi”, y Ricardo Ojeda, del Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas en Mendoza, quienes coordinaron un equipo de 49 autores.
Los mamíferos introducidos invasores son una de las principales causas de pérdida de biodiversidad y de cambio ambiental, tanto a nivel local como global. Son animales que fueron transportados intencionalmente por el ser humano, o involuntariamente por alguna de sus acciones. No solamente producen impactos negativos en las especies nativas y en los procesos ecosistémicos, sino también en la economía, la salud y en otras dimensiones sociales.
“En la Argentina existen 23 especies de mamíferos introducidos invasores que generan distintos impactos nocivos, pero que también poseen una diversidad de valores, percepciones y usos por parte de distintos actores sociales que pueden generar conflictos relacionados con su manejo”, afirmó Alejandro Valenzuela, investigador del Conicet y la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (UNDTF).
Jabalíes, visones, castores, ciervos, búfalos e incluso perros y gatos son algunos ejemplos de mamíferos que se trajeron a la Argentina con diferentes fines, según se aclaró en el libro que se puede descargar desde la web (https://www.sarem.org.ar/libros/). La caza ha sido identificada como el principal motivo para la introducción de mamíferos que luego se transformaron en invasores.
Otro fue el uso peletero de las especies. También están los animales domésticos que se transforman en silvestres invasores como los perros, los gatos, las vacas, los caballos, los burros, las cabras y los chanchos, que en estado silvestre se los llama jabalíes.  “Otro caso es la ardilla, que se introdujo como mascota por una cuestión estética, y finalmente tenés los que se introdujeron por accidente, como ‘polizones’ en barcos, por ejemplo. En ese grupo están la rata negra, la rata marrón y el ratón de campo o laucha doméstica”, explicó Valenzuela.
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Estudian el derretimiento acelerado de mantos de nieve

 


Patagonia: investigan con imágenes satelitales el derretimiento acelerado de mantos de nieve

Fecha de Publicación
: 28/11/2022
Fuente: Telam
Provincia/Región: Patagonia


La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) del Conicet y de Parques Nacionales buscan generar información sobre el derretimiento acelerado de nieve, por carbono negro.
Investigadores de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), del Conicet y de Parques Nacionales buscan generar información mediante el procesamiento de imágenes satelitales sobre el derretimiento acelerado de campos de nieve, en especial por carbono negro.
Para ello los científicos combinan muestreos en la Patagonia, análisis de laboratorio, información de los satélites Saocom y Sentinel, y un radiómetro.
El tránsito vehicular y la actividad industrial, provoca un derretimiento acelerado de la nieve y puede impactar sobre los cursos de agua a partir de la primavera, cuando comienza a aumentar la temperatura.
Giuliana Beltramone, becaria doctoral del Conicet en el Instituto Gulich de la Conae dijo a Télam que "elegimos concentrarnos en la nieve de no menos de dos meses y no más de un año porque es la que puede tener incidencias en avalanchas o en los deshielos que entre otras cosas condicionan el suministro de agua”.
La investigadora indicó que “el carbono negro y otras impurezas cuando se posan en la superficie de la nieve, le quita capacidad de reflejar la luz acelerando su derretimiento; por lo que detectar estas partículas es una señal certera de que esa nieve va a tardar menos tiempo en convertirse en agua”.
La científica detalló que, además del carbono negro, existen otros contaminantes que afectan a la nieve como las quemas de bosque nativo, las cenizas de erupciones volcánicas, el polvo, o incluso algas que pueden llegar en patas de animales o botas de visitantes.
Beltramone destacó que si bien se pueden identificar estas partículas "es más difícil evaluar la magnitud de su presencia porque para eso habría que diseñar una misión satelital específica".
Precisó que en el caso de las algas, el polvo o las cenizas volcánicas "son impurezas que siempre estuvieron ahí, pero el carbono negro o el carbono marrón tienen mucho que ver con la acción del hombre, por eso elegimos tomar muestras por un lado en mantos de nieve cercanos a Bariloche y en el Parque Nacional ‘Los Alerces’.
Este tipo de contaminación puede afectar la provisión de agua en las poblaciones y desestabilizar las laderas de las montañas, provocando avalanchas o inundaciones; además, tiene severas implicancias en el cambio climático y en el calentamiento global, lo cual repercute en los servicios ecosistémicos relacionados a la criósfera (áreas terrestres y marinas donde existe nieve o hielo) y sobre aspectos socio-económicos.
“El objetivo final es desarrollar un instrumento satelital para monitorear el oscurecimiento de las nieves a nivel global, capaz de detectar la presencia de contaminantes que absorben la luz y de discriminar las partículas del carbono negro de otras como el carbono marrón (generado por la quema de biomasa), cenizas volcánicas, polvo y algas, que pueden provocar un efecto similar”, sostuvo Beltramone.
La campaña actual sumó el desafío de subir a los cerros con el radiómetro, que pesa unos 15 kilos e incluye una computadora y baterías adicionales, en medio de grandes nevadas y tormentas de viento, que causaron el cierre de los caminos vehiculares.
Además de la información de los satélites Saocom, incorporaron al estudio imágenes ópticas de las misiones Sentinel 1, 2 y 3, de la Agencia Espacial Europea (ESA).
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Preocupa en Río Negro la presencia de especies invasoras

 


El Río Negro está siendo alterado por el avance de las especies invasoras

Fecha de Publicación
: 24/08/2022
Fuente: Diario Río Negro
Provincia/Región: Patagonia


Un investigador del Conicet describió 7 especies introducidas. Es Cristian Pérez, nacido en Chimpay. Se trata de plantas, carpas, mojarras y almejas que complican a las especies autóctonas
Cristian Pérez nació en la localidad de Chimpay, que está en la margen izquierda del río Negro dentro del Valle Medio. Esa cercanía con el río lo marcó para siempre. A los seis años se mudó a Villa Regina, y hoy vive en Puerto Madryn, Chubut, pero no se olvida del río. Como profesional del Conicet, ya descubrió 7 especies de plantas, peces y crustáceos que se han introducido en la cuenca del Río Negro durante las últimas décadas y están alterando los ecosistemas locales.
Cristian Perez ha dedicado gran parte de su carrera científica a detectar e indagar sobre flora y fauna introducida en Patagonia Norte.
Las especies introducidas son seres vivos que son transportados de manera voluntaria o accidental por los seres humanos fuera de sus áreas naturales. Al cambiar de “lugar de residencia” esas especies pueden aumentar su población y generar severos daños a los ambientes. Son una de las principales causas de pérdida de la biodiversidad en todo el planeta.
El río Negro, con sus más de 635 kilómetros de longitud, no es ajeno a padecer las consecuencias de la introdución de nuevas especies de peces, crustáceos y plantas en su curso. Ese ingreso pone en peligro a ejemplares nativos como el pez puyen chico (Galaxias maculatus) y la almeja patagónica (Anodontites puelchanus), según contó Cristian Pérez al ser entrevistado por RIO NEGRO.
Desde su sitio de trabajo, en el Centro Nacional Patagónico (CENPAT) de Puerto Madryn, el experto se encarga de investigar y publicar sus hallazgos que registran el drástico estado de situación de uno de los cursos de agua más importantes de la región patagónica.
Se recibió de licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad Nacional del Sur y luego se dedicó a participar en campañas de recolección de muestras. Dirigió más su interés a la herpetología, es decir, el estudio de anfibios y reptiles.
Desde finales de la década de los años noventa realizó las publicaciones científicas sobre las especies introducidas en el Río Negro que ha descripto con detalles. Se trata de una tarea que pudo llevar adelante junto al acompañamiento de varios colegas radicados en la provincia, quienes le facilitaron la labor de búsqueda.
“Hay que diferenciar entre especies exóticas, que vienen de otro continente o hemisferio -como ocurre con el pez carpa-; y los traslocados. En este último caso, se trata de especies autóctonas de alguna otra parte de nuestro país que fueron traídas a un área donde no estaban”, aclaró.
En la cuenca rionegrina se han identificado tanto exponentes de exotismos como de traslocaciones. Una especie exótica que se encontró es el pez carpa o carpa común (Cyprinus carpio). Es una especie nativa de las aguas templadas de Europa y Asia. Se desconoce cómo llegó a la Patagonia Norte, pero existen indicios de las primeras poblaciones en el río Negro a comienzos de la década del 2000.
“La carpa posiblemente llegó por alguien con buenas intenciones que la liberó, porque existe la creencia de que controla la vegetación acuática. Sin embargo, esa creencia es falsa. Las carpas tienen una mayor tendencia a comer peces pequeños o huevos”,explicó Peréz. Se trata de especímenes muy invasores y con gran adaptabilidad, por lo cual la carpa es hoy el principal depredador de los peces autóctonos, como la perca o trucha patagónica.
Entre 1995 y 1999 fueron encontradas dos tipos de mojarras originarias de las costas del Río Paraná y de la Plata: el Cheirodon interruptus y el Corydoras paleatus. En 2008 se encontró el primer ejemplar de un Astyanax pampa, otro pez cuya distribución geográfica solo llegaba naturalmente al límite con la provincia de La Pampa.
“Se cree que todas estas especies fueron introducidas por medio de la pesca deportiva al utilizar bolsas de carnada viva. También podría haber sido producto de liberaciones de acuarios particulares”, detalló.
En tanto, en 2016 comenzaron a registrarse pequeñas formaciones esporádicas de Limnobium laevigatum, o como es conocida comúnmente: lentejones de agua. Es una planta flotante acuática nativa del continente americano, aunque tiene un mayor desarrollo en las áreas tropicales. No habitaba en Patagonia.
Su adaptabilidad le permitió desarrollarse en el clima árido de la Patagonia Norte. Se estima que su llegada tuvo que ver con un desprevenido accionar de la ciudadanía que arrojó ejemplares accidentalmente al río. Se trata de una planta ampliamente utilizada para embellecer estanques o acuarios. La proliferación de los lentejones de agua podrían producir efectos tan nocivos como los producidos por los camalotes. Pueden aumentar los niveles de sulfuro de azufre en el agua y una modificación química del oxígeno como consecuencia de su descomposición. Estos fenómenos causarían una pérdida del equilibrio en los ecosistemas.
También la almeja asiática o Corbicula fluminea ingresó accidentalmente al país durante la década de los 60’ y 70’. Estos crustáceos probablemente llegaron desde sus lugares de origen a través del agua de las balsas de los barcos o por la liberación de especímenes vivos que eran utilizados como alimento de los tripulantes. En el Río Negro los primeros registros se remontan a la década de los noventa.
“Esta almeja genera grandes bancos que mueven el fondo natural del río e impide a otras especies desarrollarse. Cuando mueren, generan grandes áreas de conchillas que se degradan y alteran la composición química del agua. Estos parámetros inciden directamente sobre el resto de la flora y fauna autóctona”, aseguró Pérez. Su invasión ya llevó a la reducción de la población de la almeja patagónica.
La almeja asiática ya avanza río arriba lamentablemente. En este caso es transportada en los intestinos de los peces o por adherencia a las patas de las aves acuáticas.
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