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Plantean el riesgo de patentar semillas GM

 


Advierten sobre los riesgos de patentar semillas genéticamente modificadas

Fecha de Publicación
: 12/09/2023
Fuente: Tiempo Argentino
Provincia/Región: Nacional


Organizaciones se presentan ante la Corte Suprema por el intento de patentamiento de la secuencia genética de la soja resistente al glifosato.
En las próximas semanas, la Corte Suprema deberá expedirse en el reclamo de patente de la multinacional Bayer Monsanto sobre una secuencia genética de la variedad de soja “intacta” resistente al glifosato, ante el INPI (Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual).
Esto motivó a la Asamblea Semillas Libres Ya!, un colectivo integrado por organizaciones socioambientales y referentes académicos y científicos, a presentarse ante el superior tribunal como amicus curiae. Esta figura habilita a personas con trayectoria académica, libres de conflictos de intereses, a brindar opiniones y argumentos para ser tomados como elementos de juicio.
“Detrás del intento de patentar una secuenciación genética, está el intento de patentar las semillas, algo que no permiten las leyes argentinas”, señala Carla Poth, investigadora y docente de la Universidad de General Sarmiento (UNGS).
“La Ley de Patentes prohíbe patentar seres vivos, y las semillas lo son. Y la Ley de Semillas  tiene un artículo referido al “derecho de uso propio” que permite al agricultor utilizar las semillas sin pagarle regalías a las empresas”, dice Poth, integrante Semillas Libres Ya!.
“No es la primera vez que la multinacional Monsanto, hoy fusionada con Bayer, intenta el patentamiento de semillas”, aporta Vilma Sanz, docente e investigadora de la Universidad Nacional de La Plata y también integrante de Semillas Libres Ya! “Lo preocupante es que, si bien en instancias anteriores sus pedidos fueron rechazados por la justicia, los dos últimos fallos fueron favorables a la empresa y hoy es la Corte Suprema quien tiene el caso”, explica.

Semillas de la discordia
La variedad de semilla conocida como “Soja Intacta” fue lanzada por Monsanto al mercado argentino en 2012. Esta semilla lleva inserta una secuencia genética que la hace “tolerante a mayor cantidad del herbicida glifosato, y genera un mayor rinde”.
En 2015, Monsanto reclamó el derecho de patente sobre una molécula de ADN recombinante y de las células vegetales que llevan inserta esa molécula. En esa oportunidad, la Sala II de la Cámara Federal Civil y Comercial de la ciudad de Buenos Aires, rechazó el reclamo.
Aprendiendo de esta experiencia, la firma volvió a la carga con su intento de patentamiento, esta vez no de una  molécula, sino de una secuencia genética. En noviembre de 2020, el Juzgado Federal Civil y Comercial Nr 8 de la ciudad de Buenos Aires le reconoció ese derecho. El fallo fue apelado por el INPI y llevado a la Cámara de Apelaciones, donde fue ratificado. El INPI volvió a apelar, y por eso el caso llegó a la Corte.

Una pelea entre David y Goliat
Solo tres empresas detentan hoy el 60% del mercado de semillas y el 70% de agroquímicos, tras las fusiones concretadas a partir de 2015 (Bayer – Monsanto; Dupont – Dow Chemical; y Chemchina – Syngenta).
“Esta gigantesca concentración agrava la pérdida de la diversidad biológica, y la soberanía alimentaria. Hay cultivos donde se ha perdido más del 50% de sus variedades. Esto reduce la diversidad de alimentos y su calidad”, sostiene Poth.
Según investigaciones del grupo ETC, “en los últimos años los alimentos perdieron hasta un 40% de sus nutrientes, por limitar las variantes genéticas y acotar la alimentación a los cultivos que les dan grandes ganancias a las empresas”.
Hay múltiples motivos por los que la Corte Suprema no debería habilitar el patentamiento, según el planteo de Semillas Libres Ya!. “Una secuencia genética no es un invento sino una combinación de material genético existente. Además, la Ley establece que las patentes buscan fomentar la investigación y mejorar la calidad de vida.
“Una modificación genética que brinda mayor tolerancia a un agrotóxico como el glifosato, considerado por la OMS como cancerígeno, y causante de enfermedades endócrinas y del sistema nervioso, cuyos efectos estamos viendo en los pueblos fumigados, no puede considerarse beneficioso”, destaca la organización. “Debemos involucrarnos como sociedad y no dejar que unos pocos decidan sobre el futuro de muchos. Al hablar de protección de las semillas, no solo hablamos de una cuestión ambiental, sino de nuestra alimentación y nuestra salud”, concluye.
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Marcharon contra el modelo agrario

 


Ambientalistas marcharon contra el uso de agrotóxicos y transgénicos en el centro porteño

Fecha de Publicación
: 27/05/2023
Fuente: Grupo La Provincia
Provincia/Región: Nacional


Organizaciones ambientalistas, sociales y personas autoconvocadas participaron hoy de la Marcha Mundial contra Bayer-Monsanto y los agronegocios, desde el Obelisco hasta la sede del Ministerio de Salud para exigir "un cambio en el modelo agrario", que contemple eliminar el uso de agrotóxicos en los campos y sus cultivos.
"Estamos en contra de un sistema y un modelo de producción de alimentos que nos está llevando a las consecuencias más terribles de lo ecológico, lo climático, la propia salud humana y obviamente todas las vidas que habitan este planeta", explicó a Télam Juan Esteche, integrante de la agrupación Basta de Falsas Soluciones.
"Hoy en día alrededor de 600 millones de litros de agrotóxicos se vierten al año sobre los campos, el cultivo, el agua y las poblaciones cercanas. Argentina tiene la peor estadística donde hay 13 litros aproximadamente de agrotóxicos por habitante", remarcó Esteche.
"Que arda Monsanto-Bayer", "Soberanía alimentaria como principio", "No es sequía es saqueo", "El agronegocio es política de Estado", podía leerse en los carteles que alzaban los manifestantes frente al Obelisco, vestidos de negro o con mamelucos blancos, utilizando mascaras de gas, entre otros elementos para visibilizar la protesta.
Por su parte, Tamara Michelson integrante de la Red Ecosocialista del Movimiento Socialista de los Trabajadores, indicó a esta agencia que "todos consumimos verdura, harina, incluso las carnes y todos tienen agrotóxicos. Este produce un alto envenenamiento de la población, y que a pesar de que hay una Ley de Etiquetado Frontal vigente, ninguna etiqueta dice producto rociado con agrotóxicos".
Luego, la ecologista indicó que la propuesta es cambiar el modelo de producción y "volver a la agricultura agroecológica" ya que "el agronegocio concentra cada vez más la tierra en pocas manos para cultivar no comida, sino forrajes, proteína verde, que sirve para alimentar tanto chanchos en China como para hacer biocombustible".
El resonar de los bombos acompañaba el cántico de los participantes de la marcha. "¡Basta de falsas soluciones, cambiemos este sistema ya, por más que pasen los gobiernos, siempre fumigan todo igual!"; y "te lo digo te lo canto, fuera Monsanto".
"Es importante estar acá para demostrar que también desde la academia hay voces que acompañan este reclamo de la gente, denunciando este modelo agroindustrial que se consolidó en el país y que muchas veces desde el mismo sistema científico se dice que ciertos transgénicos que se usan en conjunto con herbicidas son la solución al problema como el trigo HB4", mencionó Mercedes García, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Mientras sostenía una planta, Sacha Zagurra, integrante de comunidades indígenas, expresó que "la Pachamama está en una terapia intensiva" y que "venimos a conmemorar a las semillas milenarias infinitas que llegaron a este planeta".
"Yo represento a la alimentación ancestral o soberanía alimentaria, donde no entra en Monsanto. Nosotros repudiamos que estas empresas monstruosas distorsionen lo que la vida nos dio, que se respete los alimentos y la salud", señaló la mujer, acompañada de Carla Zambrano, quien participa de la marcha hace cinco años.
La activista Zambrano recalcó que no solo se pierden semillas, y plantas por el uso de agrotóxicos, sino también impacta en la pérdida de insectos como las abejas y que "cerdos y vacas son alimentados con las sobras de lo que es trigo, y maíz, que está contaminado" pero que "se hacen oídos sordos y no se pone como prioridad en la agenda".
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Los Antiguos también se levantan contra Bayer Monsanto

 


Los Antiguos le dice "no" a Bayer Monsanto

Fecha de Publicación
: 08/11/2022
Fuente: Tiempo Sur
Provincia/Región: Santa Cruz


Vecinos autoconvocados resisten hace meses la instalación de Bayer Monsanto, dedicada al agronegocio. Lograron que el Concejo Deliberante declare el repudio de manera unánime, y redactaron una extensa carta a la gobernadora Alicia Kirchner.
En el mes de mayo pasado, el Gobierno Provincial rubricó un acuerdo junto a la internacional Bayer-Monsanto, en cual determina la autorización para la realización de actividades en la localidad de Los Antiguos, algo que en las últimas horas ha vuelto a rechazar un grupo de vecinos autoconvocados y también los concejales de la ciudad de forma unánime.
Ya en el mes de octubre, el Concejo Deliberante local sancionó repudiar el proyecto: “Repudiar todo accionar del Gobierno Provincial al firmar un acuerdo de manera inconsulta, comprometiendo al pueblo de Los Antiguos, por sobre sus autoridades.” A la vez que, “Expresar nuestro más enérgico repudio a la instalación de la empresa BAYER S.A en nuestra localidad. Solicitando a los organismos provinciales que den de baja los ensayos que se pretenden y que se estén realizando con semillas transgénicas y o hibridas.”
En diálogo con TiempoSur la concejala independiente, Marina Benítez, señaló que “los vecinos están preocupados porque entienden que se van a realizar ensayos en nuestra ciudad”, y continuó: “Como concejales no estábamos al tanto de esta acta acuerdo, se reunieron en Los Antiguos, con funcionarios y algunos concejales, de espalda a la comunidad”.
En este contexto los vecinos armaron un grupo de autoconvocados para tratar este tema. “Están muy bien organizados han creado comisiones y el objetivo es que no entre esta empresa a nuestro pueblo”, remarcó, y dijo: “Después de varias horas lanzamos una resolución conjunta y en acuerdo. Repudiando esta acta y también a la Gobernadora. Este rechazo lo hace todo el concejo deliberante, en conjunto con el pueblo”.
En una reciente carta dirigida a la gobernadora Alicia Kirchner, expresaron: “Los vecinos autoconvocados de Los Antiguos, comprometidos con las problemáticas de la localidad y de la región, nos oponemos, rechazamos y denunciamos todo accionar que amenace, atente y desprecie la vida, la salud y el ambiente, como consecuencia del acta acuerdo celebrada en el mes de mayo del corriente año, entre el gobierno provincial y la empresa BAYER SA y asociados”.
“Decimos NO a BAYER: al poder monopólico; a la conquista territorial; a la tiranía de la minoría política, al GOBIERNO como verdugo del pueblo, a las economías especulativas dominantes, y a la negación de la autonomía de los pueblos. De plena democracia, el pueblo no gobierna ni delibera salvo a través de sus representantes y en ese mismo sentido el gobierno no puede actuar y decidir a espaldas del pueblo”.
Por ultimo Benítez, señalo que la comunidad “está esperando que el Intendente fije una posición ante esta situación que se ha ganado el rechazo de toda la comunidad”.
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Monsanto acude a la corte para lograr privatizar la semilla

 


Privatización de semillas: Monsanto va a la Corte reclamando una patente

Fecha de Publicación
: 10/08/2022
Fuente: Tiempo Argentino
Provincia/Región: Nacional


Es el segundo caso que llega al Máximo Tribunal. El Instituto Nacional de Semillas denunció que "no hay duda" de que el pedido "recae sobre materia viva no patentable". Las irregularidades.
Bayer-Monsanto llevó a la Corte Suprema el reclamo por su supuesto derecho de patente sobre una secuencia genética que tolera mayor cantidad de glifosato. Se trata del MON 89788, herbicida líder comercializado por la firma. Es el segundo caso en que la multinacional exige copyright ante el Máximo Tribunal. Especialistas advierten el peligro que puede ocasionar un fallo a favor de la privatización de semillas.
Monsanto sostiene que la “robusta tolerancia” de su producto aumenta el rinde en un 7% y que la semilla modificada debe reconocerse como su propiedad. Ese reclamo obtuvo una sentencia favorable de la Sala I de la Cámara Federal Civil y Comercial de la Ciudad de Buenos Aires, en un derrotero judicial “plagado de irregularidades” según el letrado Fernando Cabaleiro, que dirige la ONG Naturaleza de Derechos.
Según apunta la organización, el dictamen favorable le reconoce “el derecho de propiedad sobre material genético vegetal y de modo indirecto, potestad sobre las semillas, dado que los genes forman parte de modo inescindible de las mismas. La sentencia viola arteramente el derecho vigente que establece la no patentabilidad de las plantas. La justicia ignoró abiertamente la incidencia colectiva del caso, resolviéndolo a espaldas de la población”. El derrotero de irregularidades continuó en la Corte que asignó la causa a la Secretaría Judicial de Derecho Administrativo, “cuando debió hacerlo a la Secretaría Ambiental, dejando sin analizar las implicancias ambientales del caso”.
El Instituto Nacional de Semillas (INASE) intervino en la causa a través de un escrito en el que se presentó como amicus curiae. El ex presidente del organismo, Joaquín Serrano (que fue reemplazado en febrero por Obdulio San Martín), indicó que «no hay duda que la patente solicitada recae sobre materia viva no patentable y, en todo caso, la innovación queda comprendida en el régimen de la Ley 20.247 (Ley de Semillas) atento a que el derecho de obtentor es una materia específica y regulada por un sistema distinto al de patentes».
El reclamo anterior de la firma finalizó de modo desfavorable para la firma cuando en 2018 quedó firme una sentencia de la Sala III de la Cámara Federal Civil y Comercial de CABA que rechazó la exigencia de derechos de patentes sobre las semillas. En abril de 2019 lo confirmó la Corte.
En nuestro país se aprobaron 65 eventos transgénicos y solo tres de ellos escapan al monopolio de las multinacionales, como el Trigo HB4, de reciente –y cuestionada– aprobación. Son plantas modificadas con el objetivo de evitar las malezas y aumentar el rendi-miento en los cultivos. Representan paquetes tecnológicos que se asocian a una mayor cantidad de uso de herbicidas y pesticidas. En su Antología Toxicológica del Glifosato, Eduardo Martín Rossi señala que el evento “MON 89788 lejos está de dar un beneficio a la sociedad; todo lo contrario, ya que se asocia a un agrotóxico, el herbicida glifosato considerado agente cancerígeno”.

El rol de la ciencia en el reinado del agronegocio
Guillermo Folguera es Doctor en Ciencias Biológicas por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, filósofo e investigador independiente del Conicet. En diálogo con Tiempo se refiere al rol de la ciencia en un contexto de avances tecnológicos fuertemente asociados al modelo del agronegocio: «La ciencia debe blanquear, reconocer cuales son los objetivos trazados. Debemos preguntarnos si se trata de una ciencia mercantilizada o de una ciencia al cuidado de la salud y la naturaleza. Hoy tenemos una falta de direccionalidad dentro de las políticas científicas en torno a medidas de prevención y cuidado, y una no direccionalidad de recur-sos humanos y materiales. El ejemplo más claro es la aprobación del trigo HB4. ¿A qué sectores beneficia este trigo transgénico, cual es la necesidad del Estado argentino del HB4? Es un claro factor contaminante que viene con un paquete tecnológico proveniente del sulfato de amonio (herbicida de alta toxicidad); es una tecnología que promete mayores desmontes y deforestaciones, particularmente en el noroeste, y conlleva un proceso de aceleración de la pérdida de pequeños agricultores en nuestro país».
¿Cómo opera la lógica del reclamo de patentes en este contexto? Responde Folguera: «La lógica de las patentes también tiene un acento fuertemente privatista, claramente acelerada desde la década de los noventa. No es casualidad que se estén dando dos procesos independientes que parecen alineados: por un lado una ciencia direccionada fuertemente a los sectores concentrados pero a su vez una precarización de lo científico. Es interesante ver cómo dialogan estos dos procesos porque construyen imaginarios hacia dentro de la comunidad científica. Los laboratorios científicos se vuelven grandes quioscos buscando financiamiento y actuando al ritmo de los grandes inversores».
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Los motivos por los que se multó a Bayer Argentina

 


Multa millonaria para Bayer Argentina: las causas   

Fecha de Publicación
: 09/12/2021
Fuente: Cronista
Provincia/Región: Buenos Aires


Multa millonaria para Bayer Argentina: las causas Durante los primeros días de septiembre de este año, la farmacéutica alemana Bayer anunció que por primera vez designaría un CEO de nacionalidad argentina para desempeñarse liderando la región del Cono Sur. Se trata de Juan Farinati, quien estaba designado como COO para la división Agro, y reemplazó así al belga Christophe Dumont, quien de todas formas continuará en el país hasta finales de año para facilitar la transición.
Es factible que de esta manera se busque acercar posiciones en el país y mitigar los efectos de la severa multa que fue aplicada a Bayer por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS). El organismo divulgó en mayo, a través de su director ejecutivo, Juan Bradinelli, la nómina de las principales compañías que vulneraron la normativa de la Ley 27.729, que promueve la obligatoriedad de la recolección y el tratamiento de los envases que contengan o hayan contenido agrotóxicos.
Dicha ley es la única del país de Responsabilidad Extendida del Productor. Obliga así a las empresas que venden productos fitosanitarios a organizar, operar, mantener y financiar un sistema de gestión integral de envases. En ese sentido, Bayer (que unificó bajo el paraguas de dicho nombre a su empresa Monsanto), lideró el ranking de irregularidades constatadas y multas correspondientes. La multa en cuestión superó el monto de los $ 132 millones.
Desde la OPDS comunicaron que la empresa hizo caso omiso a los preavisos que advertían sobre el desinterés por los desechos de productos sumamente perjudiciales. Señalan que la gravedad de la violación a la normativa se observa en sus efectos: "Los restos de producto que contienen estos recipientes los hacen peligrosos para la salud humana y el ambiente. Cuando no se gestionan adecuadamente, estos envases son enterrados, quemados a cielo abierto, arrojados en basurales destinados a residuos urbanos o en cualquier sitio. La reutilización doméstica, en muchos casos para almacenar agua para consumo humano o animal, implica su manipulación en el hogar por todos los miembros del grupo familiar. Esto se traduce en múltiples impactos en la salud (intoxicaciones, reacciones alérgicas, trastornos neurológicos o endócrinos; el caso de cuerpos gestantes, abortos espontáneos o malformaciones)", informaron desde el organismo provincial.
Dentro de los pilares de sustentabilidad de Bayer para la región, se menciona el compromiso constante con "una visión de salud para todos, hambre para nadie; promoviendo el crecimiento inclusivo y el uso responsable de los recursos para ayudar a las personas y al planeta a prosperar".
Sin embargo, ese lema entra en contradicción con la denuncia de diversas comunidades del interior del país, que se movilizaron el 11 de noviembre pasado al Congreso de la Nación para alertar sobre el envenenamiento sistemático que sufren las comunidades producto del uso de productos agrotóxicos que comercializa la empresa para fumigar las tierras de cultivo.
Estos episodios se agregan a una suma de polémicas y sanciones contra Bayer durante el último año: en Estados Unidos, la firma viene de obtener sentencias en contra en tres procesos distintos, conocidos como los casos Johnson, Pilliod y Hardeman, donde se vio obligada a resarcir por más de u$s 100 millones a los denunciantes. Se trata de tres de las víctimas del rasgo cancerígeno del glifosato, producto de la toxicidad de la formulación RoundUp.
La propia empresa reconoció que tiene más de 100.000 demandas activas dentro de Estados Unidos y dispone de un activo importante de recursos para cerrar las demandas legales en su contra.
En adición, en Argentina, la empresa se vio envuelta en otra polémica a comienzos de año que la forzó a retirar anuncios publicitarios: la Asociación de Agentes de Propaganda Médicas (AAPM) presentó una denuncia contra la campaña "Aspirineta te cuida", uno de productos estrella de la farmacéutica. En el anuncio, Bayer afirmaba que tomar este analgésico servía como "remedio" para combatir la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo.
El informe fue presentado desde la AAPM al Programa de Monitoreo y Fiscalización de Publicidad y Promoción de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Dentro del mismo, se señalaba a la publicidad como "falsa y engañosa", siendo violatoria de la legislación y de resoluciones vigentes, ya que "los factores de riesgo descriptos (sedentarismo, obesidad, tabaquismo), no se resuelven con ácido acetilsalicílico, tal como sugiere la campaña".
La asociación calificó la publicidad como "temeraria e irresponsable", siendo que el propio fabricante ha reconocido que el compuesto de la Aspirineta, en dosis de consumo excesivo, puede provocar malestar o dolor gástrico, hemorragia gástrica o intestinal, trastornos en la piel y dificultades respiratorias, entre otras. Al tiempo de realizada la presentación, la publicidad desapareció de los medios audiovisuales.
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Arrastrándose a los pies de Monsanto-Bajer

 


El Gobierno le pidió a una multinacional que “vuelva” a la soja

Fecha de Publicación
: 29/10/2021
Fuente: La Nación
Provincia/Región: Nacional


El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, le pidió a la empresa Bayer que “vuelva a la Argentina”.
Aunque la compañía, de origen alemán, no se fue del país, el funcionario hizo su reclamo en relación al retiro para la venta de la soja resistente a insectos desarrollada con biotecnología por la falta de reconocimiento a la propiedad intelectual. Lo planteó en la localidad de Murphy, en Venado Tuerto, en la planta de procesamiento de semillas de Advanta.
“Creo en la biotecnología”, dijo Domínguez y recordó que en su anterior gestión como ministro negoció con el gobierno chino la autorización de la soja transgénica.
El funcionario le pidió a las autoridades de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) presentes en el acto, Lorena Basso presidenta, y Alfredo Paseyro, director de la entidad, que gestionen el regreso del programa de Bayer.
Aunque no hubo una respuesta inmediata en la entidad, fuentes de la industria recordaron que la decisión de Bayer fue “estrictamente comercial” y que la compañía sigue invirtiendo en el país en el cultivo de maíz, el secuestro de carbono y la agricultura digital. También está en el rubro de agroquímicos. En la compañía no hicieron comentarios sobre el reclamo del ministro y destacaron que mañana anunciarán inversiones en Pilar, vinculadas con el área de salud.
La soja resistente a insectos, conocida en el mercado como Intacta, había sido desarrollada por Monsanto para el mercado de América del Sur. Pero en la Argentina, a diferencia de Brasil y Paraguay, la industria semillera nunca logró consolidar el reconocimiento a la propiedad intelectual en semillas con el pago de regalías para soja y trigo. Tras comprar Monsanto, Bayer decidió discontinuar la venta de Intacta en la Argentina. Aunque la firma lo explicó como un cambio de estrategia, en el sector privado se interpretó como un retroceso a la atracción de inversiones en tecnología agrícola.

Cambio climático
Más tarde, durante una recorrida por otro semillero, Nuseed, donde se está desarrollando un cultivo innovador para biocombustible y alimentación animal, carinata, Domínguez insistió en la defensa de la biotecnología. “Es fundamental para adaptarnos al cambio climático, la Argentina tiene que ser líder global en tecnología, tenemos que anticiparnos al futuro”, dijo en una conferencia de prensa de la que también participaron el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y la senadora por esa provincia, María de los Ángeles Sacnun.
En esa misma línea, el ministro de Agricultura volvió a defender la aprobación para la siembra del trigo transgénico HB4 (tolerante a sequía) que es resistida por los exportadores y acopiadores que temen que una eventual mezcla de esta variedad con el cereal convencional provoque el rechazo de embarques.
Perotti también avaló el HB4 porque fue desarrollado por un equipo liderado por Raquel Chan, investigadora de la Universidad Nacional del Litoral, que traspasó un gen del girasol al trigo para hacerlo resistente a estrés hídrico.
Además del respaldo a la biotecnología agrícola, Domínguez reafirmó su apoyo a la producción ganadera argentina en el contexto de la discusión por la cumbre climática que se desarrollará en Glasgow, Escocia. “Nuestra ganadería se desarrolla a pasto, somos acreedores ambientales”, señaló, en referencia a la presión de los países desarrollados para que el Mercosur recorte su producción ganadera para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. El Ministerio de Agricultura se basa en que cuando se acusa a la ganadería de ser responsable de las emisiones no se tiene en cuenta las capturas de carbono que hacen las pasturas donde se cría ganado.
Domínguez logró el aval del Consejo Agroindustrial Argentino y de entidades técnicas de productores como Aapresid en un documento que será llevado por la Cancillería a Glasgow en el que se sostiene que la producción argentina es respetuosa del ambiente, pero que requerirá medidas de adaptación al cambio climático.
Por otra parte, Domínguez dijo que no había razón para tener problemas con el abastecimiento de fertilizantes ya que, según las cifras del Ministerio de Agricultura, las importaciones de estos productos se incrementaron un 46% en esta campaña agrícola respecto de la anterior.
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Protesta en planta de Bayer- Monsanto

 


 “Somos las que más sufrimos el paquete de agrotóxicos que mata y envenena”

Fecha de Publicación
: 28/10/2021
Fuente: Tiempo Argentino
Provincia/Región: Buenos Aires


En el marco del Encuentro Nacional de Mujeres de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) y coincidiendo con un acampe frente al Congreso, se manifestaron como forma de reclamo por la ley de Acceso a la Tierra y la Soberanía Alimentaria.
Las mujeres avanzaron, entonaron cantos, algunas maniobraron verduras como ramos de flores, otras sostuvieron banderas. Las calles de Zárate, en la provincia de Buenos Aires, perdieron la calma habitual de un lunes a la mañana cuando las trabajadoras de la tierra, campesinas y productoras rurales hicieron lo que el cansancio y la bronca les demandaron: una acción directa –escrache– en la fachada de la planta de semillas transgénicas de Bayer- Monsanto. “Queríamos señalar a los responsables del paquete tecnológico de muerte y destrucción”, expresaron.
En el marco del Encuentro Nacional de Mujeres de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) y coincidiendo con un acampe frente al Congreso de la Nación, este lunes, las mujeres del campo, trabajadoras y productoras, se manifestaron frente a la planta del gigante transnacional como forma de reclamo por la ley de Acceso a la Tierra y la Soberanía Alimentaria.
“Queríamos señalar a los responsables del paquete tecnológico de muerte y destrucción. Somos nosotras la que más lo sufrimos, las que vemos como golpea nuestras vidas provocando abortos, cáncer, enfermando a nuestras familias, somos las primeras en decirles a nuestros hijos e hijas ´no comas esa frutilla que está mal curada con veneno´”, le dice a Tiempo Rosa Pellegrini, coordinadora nacional de la Secretaria de Género de la UTT.
“Además de envenenarnos, de envenenar los suelos y los territorios, te imponen el paquete tecnológico como la única alternativa para producir alimentos. Te esclavizan porque te obligan a pagar ese paquete tecnológico a precio dólar. Empresas transnacionales como Bayer – Monsanto vienen a nuestro país y producen venenos cancerígenos para nuestros pueblos”, destaca Pellegrini.   
A través de un comunicado, la UTT señaló que “mientras una buena parte de nuestra población tiene comprometida su nutrición adecuada, y otra buena parte debe gastar casi la totalidad del salario en alimentos, la contracara son un puñado de corporaciones monopólicas que concentran el 80% de las marcas de las góndolas y tienen rentabilidades que superan los mil millones de pesos anuales cada una. Este modelo agroalimentario no da para más”.
“Las mujeres –continúa el texto– son las primeras en visibilizar que el paquete de agrotóxicos que imponen estas empresas no nutre ni alimenta. Al contrario, mata y envenena, desatando efectos negativos sobre la salud y la tierra, provocando desmontes, contaminación, enfermedades, malformaciones, abortos espontáneos, problemas neurológicos. Esos males lo sufren nuestros hijos e hijas”.
“Exigimos –completa Pellegrini– que se termine la violencia de estas empresas contra nosotras. Estamos cansadas de ser sostenedoras de un modelo productivo sin acceso a las tierras y que daña la salud. Nosotras somos las que tenemos que apostar por la agroecología, aun en contra de nuestras parejas que están sometidas al paquete tecnológico, pero el Estado no nos cuida”.
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Las semillas son de Monsanto/Bayer

Peligroso fallo le reconoce a Monsanto/Bayer el derecho de patente sobre las semillas

Fecha de Publicación
: 16/02/2021
Fuente: biodiversidadla.org
Provincia/Región: Nacional


En el mes de Noviembre del año 2020, el Juzgado Federal Civil y Comercial Nro 8 de la Ciudad de Buenos  Aires, le reconoció a la empresa Monsanto (firma en manos de Bayer) el derecho de patente sobre la secuencia genética que le da tolerancia a mayor cantidad del herbicida glifosato a los cultivos de Soja (“robusta tolerancia” textual), y también le daría un mayor rinde (+7 %). Según Monsanto, ello es resultado de una tarea inventiva que merece el otorgamiento de un derecho de patente.
Con la colaboración de una pericia bastante discutible y el apoyo polémico y  altamente cuestionable del Dr. Marcelo Yanoski *, genetista y profesor regular de la  Universidad de Buenos Aires – a la que invoca como una connotación de prestigio - que fue contratado especialmente por Monsanto para ser un consultor de parte y dictaminar a  favor de los intereses de la empresa -, el juez falló otorgando el derecho de  patente a Monsanto/Bayer.
La sentencia ya fue apelada por el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI), debiéndose destacar la labor judicial de les letrades del organismo estatal Aldo Petrone,  Mariela  Elisa Borgarello y  Mariana Lorena Cheratti que diligentemente con fuerza argumental y solvencia jurídica expresaron los agravios que genera la sentencia.
Concretamente el caso judicial refiere al reclamo de patente de Monsanto/Bayer sobre una  secuencia genética denominada MON 89788 contenida en el gen que se le inserta a la  semilla de soja para hacerla tolerante a mayor cantidad de glifosato y mejorar el rinde. Comercialmente el  cultivo se lo conoce como “Soja Intacta” autorizado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en el año 2012, el que lleva inserto también el  evento biotecnológico MON  87701 que le da al cultivo resistencia a los Lepidópteros. El evento MON 89788 también aparece en otras dos variedades de soja autorizadas en los años 2016 y 2018, por el Ministerio de Agricultura de la Nación.
Esta nueva secuencia genética forma parte de las innovaciones y ensayos, tal como lo reconoció Monsanto en otro proceso judicial con idéntico reclamo (próximo a tener sentencia también), que vienen a resolver (“un problema de la agroindustria”, sic textual) el fenómeno de silenciamiento génico que presentaban las primeras semillas genéticamente modificadas. De ese modo Monsanto/Bayer reconoció judicialmente el concepto de  genoma fluido, según el cual la intervención del genoma representa una probabilidad de desencadenamiento de hechos impredecibles, y por lo tanto hace insostenible el argumento de que la técnica de la transgénesis es previsible y segura, tal como lo ha afirmado (y aún lo sigue haciendo) la corporación de la biotecnología.
El silenciamiento génico es una reacción inesperada del genoma que ante la inserción de genes extraños (introducidos en laboratorio), como mecanismo de  defensa, los termina anulando (silenciando), por lo tanto, no cumplen con la  función esperada (en el caso del evento MON 89788 dar tolerancia al herbicida Glifosato). Según Monsanto, su innovación ha logrado un aumento del rinde de hasta 7 %, a lo que llama un resultado significativo y pretende envestirlo de obra inventiva, sic.
Insólitamente el Juez hizo lugar al reclamo de la patente sin valorar en absoluto la realidad jurídica vigente, haciendo del reconocimiento de patente de la secuencia genética a Monsanto, un modo subrepticio de reconocer en sentido contrario a la ley, el patentamiento de la naturaleza, ya que esa secuencia que lleva el gen, una vez éste inserto en la planta, forma  parte de un todo inescindible que hace a la misma. Por lo tanto, el derecho sobre la  secuencia genética reconocido a la empresa Monsanto también puede extenderse sobre la planta misma, o lo que es lo mismos, las semillas. Las semillas, brotes, tallos, células, frutos, bulbos, tubérculos, yemas, estacas, flores, etc. y los componentes celulares tales como organelas, membranas, moléculas de ADN, secuencias genéticas, genes de una planta, son un todo inescindible y siendo que las mismas no son patentables, ese carácter de impatentabilidad se proyecta a todas sus partes.
La acción judicial de Monsanto refiere a una estrategia jurídica de considerar como compartimentos estancos a cada uno de los componentes de una planta, no pudiendo ignorar el magistrado interviniente bajo la sana crítica, más allá de su yerro jurisdiccional ante lo que es una real falta de inventiva, que esa secuencia genética contenida en el gen, efectivamente, va luego inserta en una semilla de la que brota una planta (de soja) de la cual – como ya apuntamos - forma parte de un todo inescindible.  Por lo tanto, una vez realizada la inserción, corresponde valorar la pretensión de la empresa Monsanto a la luz del doble muro de contención de la ley de patentes 24.481 que establece que no se considerarán invenciones toda clase de materia viva y sustancias preexistentes en la naturaleza y que la totalidad del material biológico y genético existente en la naturaleza o su réplica, no son patentables.
Sin perjuicio de ello, tampoco puede ignorarse que la ley de patentes pone como criterio orientador que las invenciones (de serlo realmente, que no es este caso de Monsanto/Bayer) tengan como objetivo al  otorgar un derecho exclusivo, funcionar como un  incentivo para fomentar  la investigación y contribuir a mejorar la calidad de la vida humana y el bienestar de la sociedad. Que el evento MON 89788 lejos está de dar un beneficio a la sociedad, todo lo contrario, ya que se asocia a un agrotóxico como el herbicida glifosato considerado agente cancerígeno, disruptor endocrino, teratogénico y con otros efectos negativos en la salud y con implicancias nocivas en varios componente biológicos, tal como se da cuenta en la recopilación “Antología Toxicológica del Glifosato. Eduardo Martin Rossi”.
La supuesta “mejora significativa” representa darle mayor cantidad tolerancia de glifosato a los cultivos de soja, a lo que la empresa en la demanda expresamente denomina como “una robusta tolerancia” y que debe traducirse de 10 a 20 litros por hectárea. Por ello, tampoco sería patentable el evento MON 89788 en virtud de lo dispuesto en el inciso A del artículo 7 de la ley de Patentes 24.481 cuando excluye de la patentabilidad “las invenciones cuya explotación en el territorio de la República Argentina deba impedirse para proteger el orden público o la moralidad, la salud o la vida de las personas o de los animales o para preservar los vegetales o evitar daños graves al medio ambiente”.
El reclamo de patente sobre una secuencia genética es en realidad un ardid de Monsanto diseñado luego de que en el año 2015 la Sala II de la Cámara  Federal Civil y Comercial de la Capital Federal, en un fallo muy criterioso, rechazara la acción de la empresa en la que reclamó el derecho de patente sobre la  molécula de ADN recombinante de doble cadena y de las células vegetales que llevan inserta esa molécula. En ese fallo, la Cámara fue contundente, señalando que  la molécula de ADN recombinante, las células vegetales transformadas por ella y las plantas generadas a partir de estas últimas, es materia no incluida en el amparo que brinda el sistema de patentes, por no cumplir las previsiones establecidas en la ley.  El tribunal consideró  que cualquier aporte técnico que se realice en el campo de la biotecnología y que tenga aplicación industrial no necesariamente es patentable, ya que la mera innovación no es equiparable a la inventiva, pues se nos presenta solo una modificación de la materia ya existente en la naturaleza que no constituye creación humana alguna, requisito esencial para la procedencia del patentamiento previsto en la legislación.
En está nueva acción, Monsanto/Bayer reclama la secuencia genética que es construida en el laboratorio y que representa la estructura primaria de la molecula de ADN (objeto que fue considerado no patentable por la Cámara), y con ello pretende argumentar vanamente que esa secuencia de ADN se trata de una creación artificial humana, cuando realmente es una construcción que refiere a una mera combinación de material genético preexistente, por lo tanto, excluído del patentamiento.
En ese sentido la Cámara fue muy clara y docencial: "sirva aquí, la analogía entre genes y palabras empleada por el científico y Premio Nobel de Medicina, Francois Jacob, y que es llevada a un nivel más general por el astrofísico canadiense Hubert Reeves, para quien toda "la naturaleza está estructurada como un lenguaje" que tiene quince mil millones de años. Ese lenguaje puede ser vislumbrado a través de la combinatoria pero no es susceptible de apropiación".
Esa sentencia de Cámara quedó firme por sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que consideró que el caso se había vuelto abstracto atento a que había transcurrido el plazo veinteñal de la patente que Monsanto reclamaba, haciendo inoficioso su tratamiento, ya que los eventuales derechos ya habían caducado por el paso del tiempo. Ahora Monsanto/Bayer reedita el reclamo judicial, tratando de sortear esos valiosos fundamentos inobjetables que motivaron su rechazo primigenio.
Entonces, como corresponde, también es necesario reeditar la resistencia popular en defensa de la libertad de las semillas y la naturaleza, haciendo un llamado a la acción a rechazar el patentamiento de las plantas ante la misma justicia, tal como lo hicieron más de 80 organizaciones ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en Agosto de 2016, en ese reclamo inicial espurio de Monsanto mencionado, reiterando que estas pretensiones de apropiación que encuentran su hueco en el poder judicial, obligan no ya a repensar sino a cuestionar duramente la razonabilidad de concebir al material vivo de la naturaleza como propiedad privada plausible de ser patentada y de tener dueño.
Siendo que el mismo, es un bien que debe ser resguardado de cualquier apropiación de igual modo que lo hicieron las generaciones que precedieron a la sociedad actual, dejando una biodiversidad que ayudaron a fomentar y consolidar en libertad para su goce de las generaciones venideras, formadas por la sociedad actual que somos y las futuras que vendrán.
Por ello, como parte de la sociedad actual depositaria de ese material vivo de la naturaleza, es necesario cumplir con el mandato irrenunciable de defender y sostener su libertad, por la sociedad presente de la que formamos parte, y por las futuras.
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El círculo vicioso del glifosato en Argentina



Bayer, Monsanto y el círculo vicioso del glifosato en Argentina

Fecha de Publicación
: 26/06/2020
Fuente: Agencia DW
Provincia/Región: Nacional


DW analizó el impacto que puede tener en Argentina el acuerdo anunciado por Bayer con sus litigantes en EE. UU. por el glifosato.
Indemnización multimillonaria, pero sin aceptar responsabilidad alguna: así puede resumirse el acuerdo anunciado ayer por Bayer con más de cien mil demandantes afectados por cáncer en Estados Unidos, que atribuyen su enfermedad al uso del herbicida Roundup. El gigante alemán seguirá vendiendo el polémico producto heredado de Monsanto y, para ello, se remite a los informes de las distintas agencias regulatorias, que, de momento, no han avalado su peligrosidad.
Hasta ahora, solo el Centro Internacional contra el Cáncer, instancia de la OMS, ha clasificado al Roundup como cancerígeno probable. Pero la ciencia también tendrá un lugar en el marco del acuerdo entre Bayer y sus litigantes, ya que se creará un comité científico independiente que decidirá si Roundup provoca cáncer de tiroides, la enfermedad habitualmente más vinculada con este herbicida.

La voz de la ciencia
En realidad, la ciencia lleva hablando décadas sobre el asunto. "Entre 1980 y 2019 se publicaron en todo el mundo más de 1.200 trabajos que demuestran, de distintas formas y con distintos organismos, la toxicidad del glifosato", dice a DW Rafael Lajmanovich, profesor de ecotoxicología en la facultad de Bioquímica de la Universidad Nacional del Litoral, e investigador del Conicet. Para Lajmanovich, director académico de varios de los artículos publicados en Argentina sobre el tema, el multimillonario acuerdo anunciado ayer por Bayer supone un "tácito reconocimiento a lo que la ciencia independiente de gran parte del mundo lleva diciendo desde hace muchos años: el potencial carcinogénico que tienen los formulados comerciales del glifosato".
Según Damián Verzeñassi, director del del Instituto de Salud Socio Ambiental en la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario, y miembro fundador de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad y la Naturaleza, el hecho de que Bayer no admita responsabilidad es tan solo parte de su "estrategia judicial", pero, en realidad, la empresa "está reconociendo que sus productos son dañinos" y eso va a tener un impacto sobre el sistema productivo. "Lamentablemente, no en Argentina a corto plazo, pero el acuerdo puede dar mucha fuerza a las organizaciones sociales, a los movimientos de vecinos y a los abogados inmersos en demandas por el uso de este pesticida".

Un modelo productivo no cuestionado
También el investigador Rafael Lajmanovich considera que el acuerdo anunciado ayer por Bayer podrá ser usado como argumento en la decena de causas judiciales abiertas en Argentina por el impacto de los agroquímicos en las poblaciones, en especial el glifosato. Sin embargo, no cree que vaya a cuestionarse el actual modelo de producción, en el que el glifosato juega un papel principal.
"Últimamente se está tratando de avanzar en la regulación de la distancia de las poblaciones humanas en la utilización de agroquímicos. Es algo que se ha logrado gracias a las movilizaciones de vecinos y organizaciones ambientales y científicas, ya que estamos convencidos de que el actual modelo productivo intoxica el medioambiente y a las personas. Pero debería debatirse sobre el modelo productivo, y eso no se está haciendo", advierte el científico.

Un negocio redondo
Corría el año 1996 y Estados Unidos acababa de liberar la soja RR, resistente al glifosato. Sin llevar a cabo estudios sobre impacto ambiental, Argentina aprobó, a su vez, la liberación de este organismo modificado genéticamente, que facilita el cultivo de soja en cantidades masivas. "Argentina tuvo la desgracia de ser el segundo país del mundo en el que se liberó la soja RR", comenta Rafael Lajmanovich.
"Pero, en realidad, el negocio no estaba en las semillas. El gran negocio, que sigue hasta la actualidad, era el herbicida", prosigue Lajmanovich. "Probablemente fue una estrategia de las multinacionales: liberarlo acá en Argentina, sabiendo que este país tiene leyes laxas en muchos sentidos. Rápidamente, de contrabando, esta soja RR invadió países cercanos: se fue a Brasil, a Paraguay, a muchos países de la región", señala.
Entre 1980 y 2005, la superficie de cultivo de soja en Argentina pasó de 2 a 17 millones de hectáreas, un manto gigantesco sobre el que aplicar los productos de las multinacionales, fundamentalmente el glifosato. Y, durante décadas, las políticas de los distintos Gobiernos no han hecho sino reafirmar la expansión del agronegocio: "Argentina se vio, de alguna manera, condenada a proseguir con el cultivo de estos granos. Es un círculo del cual cuesta mucho salir", sentencia Lajmanovic.
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Incendio en depósito de Monsanto



Se incendia un depósito de la fábrica Monsanto en el partido bonaerense de Zárate

Fecha de Publicación
: 16/03/2020
Fuente: Telam - Grupo La Provincia
Provincia/Región: Buenos Aires


Al menos cinco dotaciones de bomberos intentaban controlar pasadas las 13 un incendio en un depósito de la fábrica Monsanto Argentina ubicado en el partido bonaerense de Zárate, informaron fuentes policiales.
El fuego se inició pasadas las 11 en la fábrica ubicada en el kilómetro 83 de la ruta 6, en un predio de la empresa de agroquímicos que es lindera con la empresa Pampa Energía.
Según las fuentes, solo ingresaron cinco dotaciones de bomberos de Zárate, que trabajan junto al personal de la empresa, y hasta el momento se desconoce que había dentro del sector incendiado.
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Argentina también se sumó al repudio contra Monsanto/Bayer



Buenos Aires participó de la Marcha Mundial contra Monsanto/Bayer

Fecha de Publicación
: 21/05/2019
Fuente: Diario Z
Provincia/Región: Nacional


El sábado 18 de mayo se juntaron en la Plaza San Martín para realizar la séptima Marcha Mundial contra Monsanto/Bayer. Estas convocatorias contra la multinacional se impulsan desde el año 2013 cuando Tami Monroe, una activista norteamericana, fundó el movimiento para detener los Organismos Modificamos Genéticamente (OGM), los pesticidas y para apoyar un sistema de producción de alimentos sostenible.
La primera movilización se replicó en 330 ciudades de todo el mundo. Hay que destacar también que las redes sociales cumplieron un rol clave para el desarrollo de la campaña.
«Esta Marcha es algo mucho más grande que una manifestación contra una empresa, y nuestros reclamos abarcan una realidad tan amplia que no cabe en un solo nombre. Más allá de la consigna internacional que invita a manifestarse contra Monsanto/Bayer, éstas son sólo unas de las tantas multinacionales, que por su historial, sirven para hacer referencia a un modelo de muerte asegurada», dice el manifiesto de los convocantes que van desde trabajadores de la agricultura familiar hasta nutricionistas, ecologistas y docentes.
Hace 23 años llega a la Argentina el primer evento transgénico, la soja RR, una semilla modificada y producida por Monsanto. Desde ese entonces los cultivos de transgénicos y el uso de agrotóxicos ha crecido de manera desmedida. Al rededor del 80% del área cultivable del país se utiliza para monocultivos transgénicos que son rociados por 450 millones de litros de agrotóxicos que afecta a 17 millones de personas cada año.
Hace poco, el gobierno de María Eugenia Vidal autorizó que las fumigaciones con agrotóxicos se puedan realizar sobre escuelas, viviendas y cursos de agua. La medida, firmada por el ex gerente de Monsanto y actual ministro de Agroindustria, Leonardo Sarquís, contradice fallos judiciales, ordenanzas municipales y va a contramano del reclamo de decenas de pueblos fumigados de Buenos Aires, que la calificaron de inconstitucional.
Myriam Gorban, Licenciada en Nutrición y Coordinadora de la Cátedra de Soberanía Alimentaria de la Universidad de Buenos Aires se refirió a la convocatoria contra la multinacional y a la alimentación basada en el consumo de agrotóxicos en una entrevista en Radio La Tribu: “Nosotros también nos tenemos que preparar. Tenemos muchas muertes, muchos daños, muchos problemas que merecen ser atendidos por lo menos para que no comprometan el futuro de nuestras vidas y de principalmente nuestra salud…” .
En el año 2015, la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria (CaLiSA), de la carrera de Nutrición de la Facultad de Medicina de la UBA realizó un estudio a partir del análisis de las frutas y verduras que consumían los y las vecinas de la Ciudad de Buenos Aires.
El resultado detectó que el 76,6 por ciento de los alimentos tenían al menos uno de los compuestos químicos. Además, entre los agrotóxicos que más se detectaron estaba el insecticida endosulfan, prohibido en el país desde el 2013.
Los convocantes reclaman la renuncia del Secretario de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere que forma parte del riñón de la Sociedad Rural Argentina. De Lino Barañao Secretario de Ciencia y Tecnología, y de Sergio Bergman Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable. También se pronuncian «en contra de la modificación de la Ley de Semillas, contra la ley de agrotóxicos y contra los tratados de libre comercio» y contra la Energía Nuclear, Megaminería, el Fracking, las Megarrepresas, los rellenos de humedales y todas las actividades de carácter extractivista que se realizan en nuestro territorio».
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