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CEAMSE mira a la incineración con buenos ojos



Basura: la CEAMSE analiza modelos de incineración para la ciudad

Fecha de Publicación
: 08/03/2018
Fuente: La Nación
Provincia/Región: CABA - Buenos Aires


El tiempo es bastante relativo en términos de decisiones políticas. ¿Cuánto son cinco años? Para la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse), que gestiona la disposición de la basura en el ámbito integrado por la ciudad de Buenos Aires y 40 municipios del conurbano, cinco años es muy poco.
En ese lapso, para 2023, se terminaría la vida útil del Complejo Ambiental Norte III, donde hoy se depositan los residuos. Por eso, es que, aunque no lo quieran admitir públicamente, estudian modelos europeos para tratar de aplicarlos aquí y buscan interesar a la dirigencia política de encarar una nueva etapa del manejo de los residuos sólidos urbanos (RSU).
Una reciente visita a plantas de termovalorización (incineración de basura que genera energía eléctrica y calefacción) que funcionan en París, Viena y Amsterdam permite intuir que ese es el modelo que más convence a las autoridades del Ceamse de cara a 2023. Construir una planta como la que funciona a menos de dos kilómetros de la torre Eiffel, sobre el río Sena, demoraría tres años y podría costar unos 200 millones de euros.
Si se tiene en cuenta que al menos la ciudad de Buenos Aires debería modificar su ley para permitir la incineración de la basura, prohibida en su territorio y en cualquier lugar del país que pudiera suceder, y que el año próximo el foco de atención política estará en la campaña electoral para elegir jefe de gobierno, presidente y gobernador bonaerense, los cinco años pasan casi mágicamente a ser mucho menos. "No hay decisión tomada sobre ningún recurso, pero si no hacemos que el problema sea de todos no lo vamos a resolver", sostuvo a la nacion Gustavo Coria, presidente del Ceamse, tras recorrer la planta de Syctom, que trata los residuos de París.
"El problema lo tenemos que plantear hoy para no sufrir una crisis en cinco años", agregó. Y advirtió: "No tenemos un horizonte complicado, pero no es prudente ni sensato no llevar soluciones. En el borde del abismo, siempre se pusieron parches".
Acompañado por Marcelo Rosso, gerente de Nuevas Tecnologías de la Ceamse, y del subsecretario de Reciclado porteño, Renzo Morosi, y un grupo de periodistas argentinos, Coria lideró una comitiva que dialogó con funcionarios nacionales franceses y municipales de París, Viena y Amsterdam, así como con responsables de la operación de las plantas de termovalorización.
"El tema de la basura tendría que ser un tema técnico, no un tema político. Estudios efectuados con la Facultad de Ingeniería de la UBA nos anticipan que para 2030 cada ocho días llenaremos un estadio del tamaño del Real Madrid de basura. Actualmente es cada 11 días. Los rellenos sanitarios tienen vida útil y, si bien tenemos cinco años por delante, el tiempo pasa rápido", explicó Coria.
Ninguno de los tres representantes del manejo de residuos que compartió la semana pasada visitas a tres plantas usa la palabra "incineración", prefieren el término técnico de "termovalorización", porque el sistema permite generar energía eléctrica y calefacción.
De hecho, en la planta HVC de Alkmaar, a 42 kilómetros de Amsterdam, el asesor Wiebe Bosma admitió: "Incinerar traía malos recuerdos de los días de la Segunda Guerra Mundial y de los inicios, hace casi 100 años, de esa manera de manejar los residuos en Holanda". Y recordó que hasta mediados de los 60, los canales que circundan Amsterdam eran el lugar donde se arrojaban los residuos. "Hoy la ciudad está entre las tres más limpias de Europa e incluso la reina argentina Máxima nada en el canal en una competición anual para fomentar la actividad ecológica", agregó Evert Lichtenbelt, asesor externo en temas de residuos del gobierno holandés.
A su criterio, y en coincidencia con el responsable de reciclaje y valorización de los RSU de Francia, Loic Lejay, y con Martina Ableindinger, representante de la comuna de Viena en el manejo integral de los residuos de esa ciudad, la clave de aceptación social de las plantas de termovalorización son tres: "Hay que ser limpio, transparente y honesto".
Por eso, es que en los tres modelos visitados por la Ceamse, los controles sobre la operación de las plantas de termovalorización los hacen el Estado nacional y las comunas. En algunos casos, como en el de Amsterdam, hay diálogos con las ONG dedicadas al cuidado del ambiente. Y en casi todas las ciudades, se puede seguir por Internet la emisión de los vapores que se envían a la atmósfera luego de todo el proceso.
En todos los casos, la incineración de basura es parte del sistema y no el centro de la solución. París todavía de manera incipiente, Viena y Amsterdam con más vigor, llevan adelante sistemas de reciclaje de residuos desde el mismo momento en que una persona descarta algo que no necesita. No solo hay contenedores dispuestos en distintos lugares de las ciudades donde se puede desechar material orgánico, residuos verdes, cartones y papeles y vidrios, sino que cuentan con "puntos verdes" donde gratuitamente se pueden entregar muebles, materiales de construcción, electrodomésticos o electrónicos en desuso y hasta libros.
A diferencia de lo que sucede en la ciudad de Buenos Aires, donde el vecino paga la tasa por alumbrado, barrido y limpieza, en Amsterdam y Viena se paga específicamente por la recolección de residuos domiciliarios. Y Viena, aunque no lo aplica con rigor, tiene un sistema de penalización para quien no cumple con el proceso de reciclado o de disposición de residuos en los contenedores designados.
En Viena, además, cada seis años la comuna revisa el programa de gestión de residuos. "Actualmente, en distintos talleres se elaboran estrategias entre empleados, científicos y personas que trabajan con el medio ambiente para definir cómo vamos a seguir adelante", contó Ableindinger.
"Debemos trabajar en la prevención de la generación de los residuos, en la recolección y la separación de los materiales para aprovechar mejor el proceso. Y hay que entender que incinerar la basura es el último recurso y no el principal. Todos tenemos que lograr una economía circular a partir de los desechos", concluyó.
En noviembre pasado, siete ONG ambientalistas alertaron, ante la idea de la incineración, sobre los riesgos para la salud y el hábitat del procedimiento. En ese momento, Cecilia Allen, de la Coalición Ciudadana Anti Incineración, advirtió: "Es una fuente de emisión de una gran cantidad de compuestos tóxicos para la salud, incluyendo varias sustancias cancerígenas. Además, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, tres millones de personas mueren al año en el mundo por causa de la contaminación del aire. Sumar contaminación aérea a ciudades ya saturadas de contaminantes, como Buenos Aires y otras del conurbano bonaerense, implicará un nuevo deterioro en los índices de calidad del aire".
En el área metropolitana, la discusión y la búsqueda de consensos acaba de empezar. El tiempo corre.

Radiografía del área metropolitana

- 15.839.000 habitantes. Es la cantidad de personas que residen en el área metropolitana, integrada por la ciudad de Buenos Aires y 40 municipios del conurbano
- 18.500 toneladas. De residuos sólidos urbanos (RSU) se generan a diario. Mensualmente son 550.000 toneladas
- 170.000 viajes mensuales. Hacen los camiones que recolectan y trasladan la basura. Se usan 307.000 litros de combustible
- 1 estadio de fútbol. Del tamaño del Real Madrid es la superficie simbólica que se llena de basura cada 11 días.
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219 serpientes en un departamento



Tenía 219 serpientes en un departamento

Fecha de Publicación
: 24/02/2018
Fuente: La Voz del Interior
Provincia/Región: CABA


Ocurrió en el barrio de Once, Buenos Aires. Hay un detenido. También incautaron huevos.
Por una denuncia de tráfico animal, el Departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal allanó un departamento en Once y encontró 219 serpientes.
Al parecer, los animales iban a ser vendidos en el mercado negro.
Entre ellas había pitones bola y boas esmeralda. Y se hallaron 19 huevos de estas especies exóticas, publica Clarín.
"Ya hay un imputado en la causa", dijo el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Sergio Bergman, a TN.
La denuncia se hizo desde la web de la Dirección de Fauna Silvestre y Conservación de la Biodiversidad y llegó directamente al despacho del ministro.
Tras la incautación de los animales, que serán trasladados al serpentario de Instituto Malbrán de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS), se evaluará su estado general.
"Vamos a ver cada especie para saber si pueden ser reinsertadas en su hábitat natural", se indicó.
En el operativo intervino el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 16, a cargo del Dr. Mariano Itaurralde.
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Cinco años para pensar que hacer los residuos en la CABA



Basura: analizan opciones para evitar el colapso de los rellenos sanitarios

Fecha de Publicación
: 31/01/2018
Fuente: La Nación
Provincia/Región: CABA


Nuevos módulos de relleno sanitario, más plantas de Tratamiento Mecánico Biológico, la instalación de otros centros de reciclaje y la construcción de plantas de generación de energía, también llamadas de termovalorización, donde los residuos se transforman en energía a través de la incineración, son las opciones que se están estudiando para evitar el colapso del sistema de tratamiento de basura en la ciudad y toda el área metropolitana.
La estrategia debería definirse en los próximos meses porque los tres predios de disposición de residuos de la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse), sobre todo el Complejo Ambiental Norte III, de José León Suárez, que recibe el 87% de la basura de la región, tienen una capacidad de absorción que se agotará en cinco años. Allí, a diario, se depositan 18.500 toneladas (tn) de residuos, 3000 de las que viajan directamente desde la ciudad, de las 6760 que se originan a diario.
Hace cuatro años un ex funcionario porteño invitó a legisladores de distintos partidos políticos a un viaje por Valencia, Madrid y París, entre otras ciudades. "Tuvimos varias reuniones con expertos en medio ambiente y todas terminaban con el mismo mensaje: decían que siempre había un núcleo duro del 10% de basura que no se puede eliminar", recuerda uno de los integrantes de esa comitiva. En ese momento se empezaba a hablar de incineración como alternativa posible para hacerle frente al problema creciente de la basura, que no pudo mitigarse según los plazos proyectados en la ley basura cero.
Esa y las otras opciones mencionadas integraron el plan de gestión ambiental para 2030, que se presentó en la provincia de Buenos Aires en mayo de 2016 con el objetivo de que los municipios elaboren alternativas para el tratamiento de los descartes y el control de los vuelcos clandestinos. Sin embargo, el proyecto elaborado por la Ceamse, una compañía estatal de la provincia de Buenos Aires y de la ciudad, no avanzó. Mientras tanto los tiempos se fueron acortando hasta llegar a la antesala de una crisis que demanda respuestas rápidas.
El contexto no es favorable, de acuerdo con las cifras oficiales difundidas por Ceamse. En 2017 la ciudad envió más basura al complejo Norte III que en 2016, lo que significó un incremento tras cinco años consecutivos de caída, después de alcanzar, en 2011, los 2.276.813 tn enviadas al relleno. El año pasado se enterraron 1.101.202 tn, mientras que en 2016 fueron 1.094.708.
Además del complejo ambiental Norte III, la Ceamse tiene operativos otros dos: González Catán, que recibe el 8% de los residuos de la región y con una capacidad receptiva de cinco años; y Ensenada, donde llega el 5% de la basura y con cierre estimado en abril próximo (allí operará una planta de Tratamiento Mecánico Biológico).
"Hay obras de infraestructura y ampliación, pero la capacidad receptiva de esos complejos ambientales se termina pronto", sostuvo Gustavo Coria, presidente de la Ceamse. "El ritmo de disposición actual, más un 3% que se agrega por crecimiento poblacional, a 2023 los rellenos empiezan a tener una crisis. Principalmente el Norte III, el más importante", agregó.
Los porteños generan, por día, 6760 tn de basura de las que se recuperan, por diferentes vías, 3761 tn, lo que representa el 57% del total. La cifra está lejos de la meta establecida en la ley basura cero, sancionada en 2005. La norma establecía que en 2017 se debía reducir el 75% de los residuos enviados a rellenos sanitarios. "El millón de toneladas enviadas en 2017 al relleno supera casi tres veces el tope máximo que fija la ley. La solución es la implementación efectiva de basura cero", pidió Martín Prieto, director ejecutivo de Greenpeace Argentina.
En noviembre pasado LA NACION contó sobre la existencia de un proyecto, al que habían accedido ONG ambientalistas, que planteaba la instalación de siete plantas de incineración de basura para convertirla en energía. Hoy, con otros términos, fuentes del gobierno admiten que es una de las posibilidades, aunque no la única. "Tenemos cinco años para encontrar propuestas superadoras. Estamos estudiando aplicaciones que se utilizan en el mundo y hay que insistir en la separación en origen, el tratamiento de los residuos en los hogares para minimizar lo que ingrese a los rellenos sanitarios", planteó el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli.
Para los expertos recurrir a la incineración, o plantas de termovalorización, es un retroceso. "Se generan grandes emisiones de sustancias contaminantes y cancerígenas. Se dice que en Europa hay muchas plantas de incineración, pero lo que no se dice es que la Unión Europea dice que hay que ir para atrás", cuestionó Andrés Napoli, titular de la Fundación Ambientes y Recursos Naturales.
El debate sigue abierto, la solución no aparece y, mientras tanto, el tiempo se acaba.
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Sin bolsitas: menos contaminación, pero menos reciclaje



Sin bolsitas de plástico para las compras, bajó la contaminación pero dicen que se recicla menos

Fecha de Publicación
: 25/01/2018
Fuente: Clarín
Provincia/Región: CABA


Para el Gobierno, ya se naturalizó. Pero empresarios del sector marcan que cayó la separación de la basura en las casas.
Un año sin bolsitas. En los últimos doce meses, los vecinos de la Ciudad debieron modificar una costumbre fuertemente arraigada: dejar de usar las bolsas "camiseta" que entregaban los supermercados y reemplazarlas por bolsas reutilizables -de tela, de plástico más grueso o de materiales reciclados- y changuitos. Aunque los primeros meses fueron complicados para la implementación de estos cambios, hoy son una circunstancia natural que se vincula con el cuidado medioambiental. Al mismo tiempo, desde la industria del plástico se siguen lamentando y aseguran que ahora la gente recicla menos porque ya no les dan las bolsas verdes para separar los residuos.
Para el Ministerio de Ambiente y Espacio Público -a cargo de motorizar el cambio, realizar los controles y promover opciones- la resolución se impuso "con mucha naturalidad. Los vecinos incorporaron la nueva propuesta de manera rápida; muchos ya usaban sus propias bolsas y los que no, creo que se sumaron pronto al cambio cultural", analizó Eduardo Macchiavelli, ministro del área. "Entendemos que los cambios culturales se dan con el tiempo, pero muchas veces basta con una simple acción para tomar conciencia", destacó. Y aseguró que se evitaron el uso de 500 millones de bolsas plásticas.
Uno de los principales beneficios fue que dejaron de obstruir cañerías, sumideros y pluviales: las bolsas formaban "diques" en los túneles pluviales aliviadores, que perjudicaban el desagote del agua, además atrapaban otros residuos. Según el ministerio, en la última limpieza que se realizó en el Arroyo Maldonado durante septiembre, prácticamente no se encontraron bolsas en los pluviales.
En el universo de las 2.805 industrias pyme del rubro, 450 son fabricantes de film y bolsas plásticas. Y mientras la contaminación con plástico de los desagües disminuye, desde la industria aseguran que el pasado ha sido un año negro, fatídico. Lo explican a través de los números: para las empresas proveedoras de bolsas para supermercados, la caída en la producción fue del orden del 75%.
Esto, según afirman, también impactó a nivel país porque disminuyó el empleo en un 24%. Según estiman, 700 personas perdieron su trabajo en forma directa e, indirectamente, otras 2.400 que realizaban tareas de logística, comercialización y administración. Mientras, calculan la pérdida económica en $ 210 millones, a los que se suman otros $ 360 millones de costos laborales por despidos.
Esta evaluación fue realizada por la Cámara Argentina de la Industria Plástica, Ecoplas y el Sindicato del Plástico. Su otro argumento es que, según ellos, se retrocedió en la separación de los residuos, lo que implica que también disminuyó el caudal de material para reciclar.
"La industria tiene capacidad para reciclar 500.000 toneladas, sin embargo hoy está reciclando 225.000 toneladas. Y algunas industrias paran durante dos o tres días, esperando que les llegue el plástico. Claramente el problema es que falta materia prima, porque no llegan envases ni plásticos de ningún tipo porque los vecinos no separan. Es un problema cultural, hay que educar para que la gente entienda que separando se cuida el medioambiente. Pero cuando la gente había vinculado la separación con las bolsas verdes del supermercado, se las prohibió. Al desaparecer la bolsa, se rompe la dinámica que se había generado", explica el ingeniero Mario Tonelli, director de Ecoplas.
"Observamos un retroceso en la separación y una falta de consigna clara para que los vecinos participen y se comprometan, que entiendan que los plásticos que ingresan en el circuito del reciclado luego se transforman en bancos de plaza, durmientes, bolsas de consorcios y muchos productos más", agrega Tonelli.
Aunque la organización da talleres y cursos de capacitación a los recuperadores urbanos en los 12 Centros Verdes de la Ciudad, no mantienen un diálogo formal con el Ministerio de Ambiente y Espacio Público y tampoco con la Agencia de Protección Ambiental.
"Hay mucho marketing en torno al tema del reciclado, muchas campañas, pero lo que falta es involucrar realmente a los vecinos. Porque los vecinos pueden cambiar una bolsa de supermercado por un changuito, pero lo que no hacen es separar en origen. Creo que las bolsas verdes que entregaban en los super servían para facilitar esa separación. Y es necesario entender que el reciclado arranca con la separación en origen, en las casas", opina Marcelo Loto de la cooperativa Reciclando Sueños, quien además participa de una red de cooperativas certificadas que también trabajan en Provincia de Buenos Aires.
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Las concesiones a espacios del EcoParque en discusión

La protección, un negocio gastronómico

Fecha de Publicación
: 11/12/2017
Fuente: Página/12
Provincia/Región: CABA


Una coalición de entidades advirtió que la apertura de lugares de comida en los edificios emblemáticos del predio de Palermo atenta contra el bienestar de los animales. Las principales organizaciones ambientales e instituciones veterinarias del país rechazaron el proyecto de ley para concesionar por 30 años 21 edificios históricos del EcoParque porteño (ex Zoológico) para transformarlos en sitios de concientización sobre conservación del medio ambiente que incluirán sectores gastronómicos. La iniciativa podría ser tratada mañana en la Legislatura, durante la última sesión ordinaria antes del recambio parlamentario. El naturalista y asesor de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara, Claudio Bertonatti, dijo a PáginaI12 que “no hay una sola institución en materia de ciencia, educación o conservación que acompañe este proyecto porque va a perjudicar, al reducir el espacio, el bienestar animal”. Además, advirtió que “como no hay un plan establecido, porque todo está improvisado, tampoco sabemos qué animales van a quedar en el predio”, y aclaró que “no es algo que sorprenda porque el proyecto viene del Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología del que depende la institución, cuando debería estar bajo la órbita de Ambiente o Cultura”.
La coalición de organizaciones que firmaron un comunicado oponiéndose al proyecto que lleva la firma del ministro de Modernización, Andrés Freire, está compuesta por la Fundación Temaikén, Fundación Vida Silvestre, Fundación Biodiversidad Argentina, Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), el Consejo Profesional de Médicos Veterinarios, Fundación de Historia Natural Félix Azara, Asociación de Amigos del Oso Polar Arturo y de los Animales Dependientes de Humanos, Fundación Hábitat y Desarrollo, la Sociedad de Medicina Veterinaria, Wildlife Conservation Society (WCS) filial Argentina y la Fundación Aves Argentinas.
El director científico de la Fundación Temaiken, Eduardo Francisco, explicó a este diario que “la ley del EcoParque tiene como premisa el bienestar animal, y en el proyecto no hay un master plan del predio que contemple qué animales van a quedar en el parque, cuáles son los ambientes que van a tener y la función de cada edificio que se quiere concesionar. Sería  interesante que dentro del relato de conservación que dicen llevar adelante especifiquen cuáles animales van a ser trasladados, cuáles van a quedar y en base a eso, sabiendo qué especies quedan se puedan diseñar los ambientes para su bienestar”, y remarcó que “por eso planteamos que se trabaje para desarrollar un plan antes de otorgar en concesión los edificios”.
Para Bertonatti, “desde que cesó la concesión del zoológico, en junio de 2016, hasta ahora, lo que ha habido son demostraciones de impericia. Un año y medio después, siguen sin tener un plan. El zoológico arrastra connotaciones negativas, de maltrato y de encierro. Pero a nivel mundial, esta crisis se perfiló hace tiempo y ya encontró su solución: transformar esos museos vivientes con animales, en modernos centros de educación ambiental, que desarrollan programas de conservación o contribuyen a  restaurar ambientes amenazados. Existe una crisis ambiental mundial que se traduce en que cada día hay más especies amenazadas. Los países tienen dos grandes herramientas para salir de la extinción: con organizaciones que in situ trabajan para la conservación como Parques Nacionales, y las ex situ: los museos de ciencias naturales, jardines botánicos, acuarios, jardines zoológicos”. “Lejos de tomar esto como modelo y consultar a especialistas, ONGs dedicadas a la conservación o universidades, tomaron dos medidas demagógicas: hicieron un concurso internacional que dejó unos dibujos con arquitectura futurista, y una consulta a los vecinos para saber qué querían que se desarrollara, obviando a las organizaciones especializadas”.
Para el especialista, “la furia de las ONG tiene que ver, primero con la falta de plan, y segundo, con la reducción de la superficie del predio para desafectar sectores y dejarlos de acceso libre, cuando se sabe que para mejorar las condiciones de los animales hay que darles más espacio”.
El naturalista, además, remarcó que “van a entregar 21 edificios históricos en concesión, teóricamente para una propuesta que combina gastronomía y educación ambiental sin pautar los contenidos de cada edificio, cuando ningún zoológico del mundo se privatizó a empresario privado, siempre fue a organizaciones científicas o entidades de conservación”, dijo Bertonatti, y aclaró que “no estamos en contra de que se concesione sino que se lo haga a empresas cuyo fin es el lucro. Es un desguace con fines comerciales y a plazos insólitos: 30 años”.
En este sentido, los bloques opositores también cuestionaron el plazo de concesión, y que el proyecto no contara con la autorización de la Dirección Nacional de Museos, dado que incluye una serie de edificios que fueron declarados, en 1997, como Monumento Histórico Nacional por su patrimonio ambiental, artístico y ornamental.
La iniciativa estipula concesionar, por separado,  las construcciones conocidas como el Pabellón de los Leones, el Aviario, el Templo Hindú Elefantes, el Antiguo Monario Azul,el Chalet de los Ciervos, la Casa de las Jirafas,la Condorera y la Confitería El Águila, entre otras.
Además, las críticas apuntaron a la falta de precisión del proyecto con relación a las licitaciones. La legisladora porteña Nuevo Encuentro-FPV Andrea Conde sostuvo que “la falta de claridad sobre aspectos centrales de la concesión como la inversión a realizarse, los cánones a cobrarse y el mecanismo que se establecerá para controlar el mantenimiento y conservación de los edificios patrimoniales convierten este proyecto de ley en un cheque en blanco, destinado a privilegiar los intereses de los futuros concesionarios”. Para la legisladora “el espíritu de la reconversión del Jardín Zoológico fue producto del fracaso de la gestión privada, por lo que creemos necesario establecer parámetros claros para asegurar un eficaz control estatal y evitar que el Poder Ejecutivo repita las mismas irregularidades a las que nos tiene acostumbrados en materia de concesiones”, remarcó.
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Ahora parece que prohibir las bolsas plásticas en perjudicial



Afirman que prohibir el uso de bolsas plásticas perjudicó al medio ambiente  

Fecha de Publicación
: 03/12/2017
Fuente: Clarín
Provincia/Región: CABA


A un año de la prohibición de las bolsas plásticas en los supermercados de la Ciudad de Buenos Aires, la industria plástica, una ONG medioambiental y el sindicato del plástico salieron a explicar el impacto negativo que tuvo la medida en la economía de las empresas productoras, en los trabajadores del sector y también en el medio ambiente.
¿Porqué en el medio ambiente? "Antes de esta prohibición, en el 85% de los hogares se reutilizaban las bolsas para los desechos domésticos y así la población separaba residuos orgánicos y reciclables: esa práctica hoy está en retroceso", explican en Ecoplas, una asociación civil sin fines de lucro especializada en medio ambiente y plástico. Ellos dicen que, ante la imposibilidad de contar con bolsas verdes y negras, "la población está dejando de separar los residuos y mezcla todo en una misma bolsa, sin discriminar materiales nobles e inocuos, como el plástico, que pueden ser reciclados".
Mario Tonelli, director ejecutivo de Ecoplas, advirtió que “si la gente en sus casas continúa sin separar los residuos, estamos ante un crecimiento de la basura que se dispone, ya sea en los basurales a cielo abierto o rellenos sanitarios, lo cual es una pésima noticia para nuestro medio ambiente dado que no se recicla”. En provincias como Salta y Córdoba, donde estaban en vigencia resoluciones similares, las bolsas plásticas regresaron a los comercios. Si bien, en muchos países del mundo, la restricción de las bolsas se instaló definitivamente.
Por otro lado, también la industria se sumó al reclamo por el perjuicio ecónómico que implicó la medida para las empresas del rubro. Sergio Hilbrecht, gerente de la Cámara Argentina de la Industria de Plásticos (CAIP), explicó que "desde enero de 2017, cuando empezó a regir la resolución 341, que prohíbe la entrega de bolsas en los súper porteños, se generó una pérdida económica de $ 150 millones; se redujeron 400 puestos de trabajo en las casi 120 empresas que en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires se dedican a la producción de estos materiales. Hoy el sector está trabajando a un 50% de su capacidad en todo el país", dijo. Es lo que comenzó a verse en los negocios de la Ciudad.
Verónica Ramos, de Ecoplas, agrega que los envases plásticos en general, no son un residuo, sino un recurso. "Si se los separa correctamente en los hogares, sirven de materia prima para la industria del reciclado plástico y abren la posibilidad de que con ellos se puedan producir caños, bancos de plazas, bolsas de consorcio, durmientes y mucho más", explica. "Este concepto está en línea con la nueva tendencia mundial de la “economía circular” dado que, materiales como el plástico, se pueden reciclar hasta cinco veces", señaló.
La firma Polinoa es una de las principales proveedoras de la bolsas "camiseta", como se conoce a las tradicionales bolsas que dan los supermercados. Tiene dos plantas, una en Buenos Aires y otra, en La Rioja, donde se perdió el 75% de la producción de este tipo de producto, "Estamos intentando reconvertir la compañía, pero el proceso es muy caro y ya debimos prescindir de la mitad del personal", explicó el directivo a Clarin. Un negocio que, por otro lado, pasó a ser de los productores de bolsas de polipropileno reutilizables.
Según datos del sector de los plásticos, a nivel país, el empleo entre los fabricante de bolsas disminuyó un 24%: 700 personas perdieron su trabajo de forma directa y 2.400 de manera indirecta .Además, hubo una disminución de las horas extras y de los turnos de trabajo.
De las 2.805 Pymes dedicadas a la industria plástica en todo el país, 450 son fabricantes de film y bolsas plásticas. El 45,5% del plástico que se procesa es destinado al "packaging"; el 13% a los materiales de construcción, el 10% a la industria eléctrica, el 8% a la automotriz y el 3,5% a los productos de uso doméstico.
Hoy, la industria recicladora plástica nuclea a 50.000 personas, incluyendo a los recuperadores urbanos. "Si trabajara en su máxima capacidad, podría dar empleo a 100.000 personas. Los recuperadores urbanos están volviendo a abrir las bolsas negras ya que reciben todos los residuos juntos de los vecinos", sostienen en Ecoplas.
Según la Facultad de Ingeniería de la UBA (FIUBA), entre 2010 y 2015 la cantidad de plásticos en los rellenos sanitarios había bajado de un 18% al 12%. Actualmente, se estima que una persona consume 43,2 kilos de plástico por año y que sólo el 24% de los plásticos post-consumo domésticos se reciclan.
Salta y Córdoba tomaron la misma medida, pero las bolsas volvieron a darse en comercios.

85%. Esa proporción de los hogares reutilizaban las bolsas “camiseta” para sus desechos domésticos, según Ecoplas.
43. Son los kilos de plástico que consume cada persona en un año. Sólo 24% de los residuos de ese material se reciclan.
400. Esa cantidad de puestos de trabajo perdió la industria del plástico en Capital y el Conurbano en el último año.
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La gestión de áreas protegidas porteñas criticadas



Ambientalistas reclaman por la gestión de áreas protegidas

Fecha de Publicación
: 28/11/2017
Fuente: La Nación
Provincia/Región: CABA


Consideran que las tres reservas porteñas deben tener un trato más restringido que el de un espacio verde
La ciudad de Buenos Aires cuenta con 407 ha de áreas protegidas, distribuidas en 353 ha en la Costanera Sur, 18 en la Costanera Norte y 36 en el Parque Natural Lugano. Su importancia es fundamental en la conservación de la fauna y flora nativa y la conservación del patrimonio ambiental local. Sin embargo, especialistas en medio ambiente reclaman que estos espacios estén gestionados históricamente como un espacio verde más, en lugar de hacerlo como reservas urbanas.
Ana Di Pangracio, directora adjunta de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), advierte sobre lo que considera un mal manejo de estos espacios y da un ejemplo de la reserva Costanera Sur: "Se le ha puesto un avance de cemento en la reserva para poner aparatos para hacer ejercicio, se permite una alta carga de bicicletas, mucho alambrado, todo manejo que no va en línea con lo que implica gestionar un área protegida".
Por su parte, fuentes del Ministerio de Ambiente y Espacio Público dicen que "en las áreas protegidas urbanas se busca resguardar y revitalizar remanentes de paisaje natural que han sido poco alterados por causa de actividades antrópicas". Y destacan que es importante poder brindar al habitante de la ciudad la posibilidad de tomar contacto con los ambientes naturales, y que a través de los viveros protegidos y las normas que rigen los espacios se protegen la flora y fauna nativa.
"Ningún gobierno entendió, hasta ahora, que son espacios de uso diferencial que requieren un plan específico de manejo", afirma Carlos Fernández Balboa, coordinador de Educación Ambiental de Fundación Vida Silvestre.
En la Reserva Ecológica Costanera Sur se pueden apreciar más de 575 especies de plantas y 385 variedades de animales, que llevaron a que fuera declarada un sitio Ramsar, es decir, un humedal con importancia internacional.
Este año la Legislatura porteña aprobó la urbanización de la villa Rodrigo Bueno, que restará entre seis y ocho hectáreas a esta reserva. Las áreas protegidas cuentan con una protección legal específica que define los límites geográficos y objetivos de manejo, que, en este caso, según los especialistas, se desestimaron. "Es un pésimo antecedente", dice Fernández Balboa.
La Costanera Norte está ubicada detrás de los pabellones de Ciudad Universitaria, en tierras ganadas al Río de la Plata. Cuenta con más de 200 especies de flora y de fauna. Se creó en 2012 bajo una ley que especificó que su implementación comenzaría 90 días posterior a la ley, tras la firma de un acuerdo entre el gobierno porteño y la Universidad de Buenos Aires (UBA). Pero la "implementación", que definiría un plan de manejo, lleva cinco años de retraso.
Allí, se pueden observar algunas mejoras como el puente de la entrada y la limpieza del borde costero. Pero según Di Pangracio, preocupa, entre otras cosas, el avance de las especies de árboles exóticas por sobre las nativas.
Los especialistas coinciden en que el Parque Natural Lago Lugano, con 36 hectáreas, es el área protegida mejor gestionada, ya que es más nueva y fue creada con otra visión. Existen distintos tipos de gestión de estas áreas: que el responsable llegue a través de un concurso; la incorporación de un Consejo de Gestión compuesto por especialistas; y la que propone Vida Silvestre, una cogestión que involucre a una organización especializada.
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Rechazan la incineración de basura en Capital Federal



Cartoneros marcharon al Congreso para repudiar la incineración de basura

Fecha de Publicación
: 27/11/2017
Fuente: Noticias Urbanas
Provincia/Región: CABA


Exigen una "Ley de envases inclusiva", ya que la actual no obliga a las empresas a hacerse cargo de la gestión de envases en manos cartoneras.
La Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores de Quilmes convocó a una jornada de manifestación a partir de las 11 en las inmediaciones del Congreso de la Nación. Los trabajadores repudiarán la iniciativa de incineración de la basura por parte de este gobierno y exigir una ley de envases inclusiva.
En lo que respecta a la Ley de Envases, este miércoles se firmaron en la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados un dictamen de mayoría y uno de minoría. El primero es una ley que no obliga a las empresas a hacerse cargo de la gestión de envases en manos cartoneras y deja la puerta abierta a la incineración de los residuos de envases.
“Las empresas generan basura y eso tiene que tener una responsabilidad social en el que tienen que hacerse cargo de lo que hacen y que vayan a cooperativas. También están impulsando una ley de incineración donde volverían las quemas”, contó Laura Cibelli, miembro de la organización.
A su vez, Laura indicó que “venimos presentando un proyecto de ordenanza” en el Municipio para normalizar la situación de la recolección con la ayuda de las organizaciones. Sin embargo sostuvo que “no está la intención política para cambiar el tema de la basura”.
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Crítica al ecoparque porteño

Es necesario un centro de recuperación de especies
Fecha de Publicación: 25/11/2017
Fuente: La Nación
Provincia/Región: CABA


Como profesor titular de Ecología de la Arquitectura, he enseñado que un ecoparque es algo demasiado distinto de un zoológico. Si se busca en la Web, por ejemplo, se lee la siguiente definición: "Son centros especializados en la recogida, selección y recuperación de los desechos que generamos en nuestros hogares que no podemos reciclar". Frecuentemente, estos espacios están ubicados sobre rellenos sanitarios y construidos con desechos.
El nombre de "ecoparque" es demasiado desacertado y podría llamar a confusión. Dice también que el proyecto preconiza la protección de la biodiversidad. Modestamente, no entiendo la forma en que la biodiversidad se pueda proteger mediante el reciclaje de un zoológico con nuevos edificios y remodelaciones de discutible empatía con la arquitectura existente.
Por otro lado, lo que sí es necesario restaurar no es de ninguna manera lo ecológico. Habría que remover las especies vegetales espontáneas y mantener sólo las plantadas por quien diseñó sus jardines.
También hay que restaurar el paisaje cultural, artificial, articulado por los edificios de Cestari, Agrelo, Selva y Newbery, entre otros, que conforman, acaso, el más importante conjunto patrimonial de la ciudad de Buenos Aires.
Hay que conservar también el patrimonio intangible, pese a las malas intervenciones realizadas, que aconsejarían demoler.
Los nombres de Rosas, Sarmiento, Carlos Pellegrini, Hagenbeck, los dos Holmberg, Thays, Onelli y Mario Perón, entre otros, son un símbolo de un contenido histórico demasiado importante para no ser considerado.
Lo mejor que puede ser nuestro zoológico es... un jardín zoológico, al compensarse con tecnología actualizada las deficiencias que pudieran contener muchas de las magníficas moradas de animales.
Un centro de recuperación, de resguardo de especies amenazadas y de técnicas actualizadas de exhibición zoológica, entre otras, es obviamente necesario, pero de ninguna manera en un predio patrimonial e histórico de 18 hectáreas, sino en una reserva natural de 180.
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CABA: impulsan la recuperación de la flora nativa

Con más de 10.000 ejemplares, buscan recuperar en la ciudad la flora nativa

Fecha de Publicación
: 19/11/2017
Fuente: La Nación
Provincia/Región: Capital Federal


La Salvia guaranitica es una herbácea que crece en la ribera bonaerense y zonas aledañas. De sus troncos cuelgan ramilletes de flores azuladas -también se la conoce como salvia azul- y sus hojas son gruesas y dentadas. Es una de las especies nativas de la región que, a partir de una iniciativa del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, se cultivan en los viveros de la Reserva Ecológica Costanera Sur (RECS), del Jardín Botánico y del Centro de Información y Formación Ambiental (CIFA) para luego ser plantadas en espacios verdes, con el objetivo de que la ciudad recupere su flora autóctona.
En forma paralela, con igual propósito, existe un convenio impulsado por medio de la Agencia de Protección Ambiental (APRA), con la Coordinación Ecológica Área Metropolitana (Ceamse), que cultiva especies nativas en un vivero experimental en Villa Dominico: de esa procedencia, dijeron voceros de Ambiente y Espacio Público, llegaron a diferentes rincones verdes de la Capital 10.000 árboles. En total, el último censo realizado contabilizó 372.000 ejemplares, de los cuales 51.502 están en parques.
Entre otros espacios verdes, esos 10.000 fueron plantados en los parques Olímpico y Tres de Febrero, en Palermo; De Flora Nativa Benito Quinquela Martín, en La Boca; Natural Lago Lugano, en Villa Soldati; el jardín silvestre de Plaza Sicilia; el jardín del Museo de Ciencias Naturales, en el Parque Centenario (Caballito); las reservas ecológicas Costanera Sur y Costanera Norte, y el Parque Sarmiento (Saavedra).
"Todo el paisaje y las especies de Buenos Aires desaparecieron a medida que la ciudad comenzó a crecer. Si alguien quiere encontrar algún espacio virgen, tiene que ir a la isla Martín García, Punta Indio o Punta Lara", dijo Fernando Pisera, responsable del vivero de la Reserva Ecológica Costanera Sur.
Plantas nativas se consideran todas aquellas que crecen de manera natural en las diferentes regiones. Delta e islas del Río de la Plata, talar de barranca y pastizal son los tres ecosistemas que reinan en el territorio de la provincia de Buenos Aires, que alguna vez estuvieron poblados de salvias, Eupatorium inulifolium, o mariposeras, Pavonias hastata, entre otras especies.
"La desaparición de las autóctonas y la multiplicación de las exóticas, a mi criterio, vienen por el afán de querer replicar los grandes parques europeos y porque la gente que llegaba a la Argentina desde Europa quería que lo que la rodeaba luciera igual que el lugar que había dejado", dijo Ana Di Pangracio, directora ejecutiva adjunta de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).
La paisajista Ernestina Anchorena afirmó: "Nuestra idiosincrasia siempre estuvo ligada a mirar más allá del mar, mirar hacia afuera y no hacia adentro. Aún hoy la gente quiere árboles que cambien de color en el otoño, sin prestar importancia a usar especies del sitio. Le debemos mucho a Carlos Thays, quien empezó a valorizar las plantas nuestras y plantó los parques de Buenos Aires con tipa, jacarandá, palo borracho, ibirapitá y lapacho, entre otros".
Gracias a la recuperación de las plantas nativas, 34 especies de insectos nuevos -entre ellos, mariposas, escarabajos, chinches y abejas- empezaron a aparecer en la RECS. Un caso particular es el del coronillo, un árbol que crece en la ribera platense y la costa atlántica. De sus hojas se alimentan las orugas de la mariposa bandera argentina, declarada insecto nacional en 1944, un ejemplar que mide entre 90 y 110 milímetros, cuya coloración va de celeste claro a blanco. Hace aproximadamente dos años se la observa dentro de la reserva.
"La importancia de las plantas autóctonas es que tienen asociado un ecosistema determinado. Existen insectos que las polinizan, aves que comen sus frutos, otros animales que comen sus frutos y hojas, etc. Esto no sucede con las plantas exóticas, que responden a ecosistemas de otros lugares del mundo y en muchos casos se vuelven invasoras", agregó Anchorena.
Según el sitio de avistaje eBird.org, dentro de la Reserva Ecológica Costanera Sur se observaron 340 especies de aves. "Recuperar las plantas nativas, que se relacionan con los insectos y las aves, es cuidar nuestro patrimonio natural", coincidió Di Pangracio.
"Estamos muy contentos del trabajo que se está haciendo y de que ya se puedan ver estas especies en parques y plazas porteñas", dijo Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público. Algunas de las especies que pueden encontrarse son algarrobo blanco, tala, espinillo, cortadera, coronillo, molle y pasto colorado. Sin embargo, sólo en la RECS y en el Parque Centenario están señalizados.
El proyecto del ministerio intentará repoblar todos los parques porteños con plantas autóctonas, para equiparar la cantidad de especies de este tipo y las exóticas. Se trabajará en módulos de entre 60 y 200 m2 que se instalarían, en principio, en los parques Los Andes, Centenario, De los Niños y Tres de Febrero.
"Nuestra idea es ir haciendo parches y manchas de plantas autóctonas. Tenemos cada vez más demanda, pero no podemos renovar parques enteros", aclaró Pisera.
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Los lagos porteños no tan saludables



¿Cómo es la calidad del agua en los lagos porteños?

Fecha de Publicación
: 18/11/2017
Fuente: Nueva Ciudad
Provincia/Región: CABA


Un estudio analiza ocho espejos de agua de la Ciudad de Buenos Aires. El lago del Rosedal de Palermo es el más contaminado.
En un estudio realizado por el Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires (Cesba), con el apoyo técnico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Palermo (UP), se deduce que, en el Rosedal de Palermo, el lago de Plaza Holanda es el más intoxicado de todos y donde la contaminación está por encima de los valores razonables, informa Clarín.
Este curso de agua es el que pasa por debajo del icónico puente del Rosedal, y presenta un ICA (Índice de Calidad del Agua) igual a 35, sobre un valor óptimo fijado en 100. Para tomar dimensión de la baja puntuación, hay un solo curso de agua en territorio porteño por detrás de este lago, y es el Riachuelo.
El ICA se mide combinando los resultados obtenidos en una serie de test, que registran nueve parámetros existentes en el agua, entre ellos el oxígeno disuelto, los microorganismos coliformes fecales y el pH. De su combinación matemática se obtiene un único valor numérico, al que se puede considerar como la calificación ambiental del curso o espejo de agua.
"El lago de Plaza Holanda presentó valores de ICA que indican que sus aguas están altamente contaminadas. En las muestras se observaron valores de pH inusualmente elevados, gran cantidad de sólidos totales y bajas cantidades de oxígeno disuelto", sostiene el informe del Cesba.
En el estudio se explica que las aguas recreativas pueden clasificarse en aguas de contacto primario cuando en ellas se desarrollan actividades que requieren inmersión, tales como natación y buceo. Y en aguas de contacto secundario cuando se desarrollan actividades como canotaje, remo o pesca deportiva. Los requerimientos sanitarios variarán para uno u otro caso, debido al distinto grado de exposición del usuario.
Trasladado a los efectos prácticos, estas aguas están inhabilitadas para todo tipo de actividad. "Con esos valores, el lago de Plaza Holanda no califica para ningún tipo de uso. Ni para caminar por la orilla, porque te salpica y te puede generar un problema", grafica a Clarín la doctora Mónica López Sardi, coordinadora de la UP, a cargo de la investigación para el Cesba.
Si bien en el estudio se ingresó un muestreo tomado meses atrás, la especialista cuenta que son tomados periódicamente y que, en el promedio de las muestras, los valores no suelen resultar menor alarmantes.
"Estamos hablando de pequeños cuerpos de agua, no es la limpieza del Riachuelo, tendrían que generar una serie de acciones permanentes para su mantenimiento. Trabajar con un laboratorio del Gobierno porteño, que cuando mide niveles de ICA por debajo de lo ideal, genere acciones de biodepuración, con bulbos, plantas y demás sistemas que no son caros", explica López Sardi.
Esta visión fue volcada en una iniciativa que el Consejo Económico presentó ante el Ejecutivo Porteño. "Se presentó una recomendación, aprobada por unanimidad en la asamblea, sobre priorizar la calidad del agua. No hay ninguna ley que obligue a hacer mediciones periódicas, entonces nosotros expusimos esa necesidad de monitorear y ver qué se está haciendo mal, por ejemplo, con el Lago de Plaza Holanda", cuenta a Clarín Federico Saravia, presidente saliente del Cesba.
Desde el organismo entienden que, con los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 tan próximos, es una gran oportunidad de poner las aguas en orden para explotar más y mejor las actividades acuáticas.
En el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño tienen otra visión del mismo asunto. Según explican, los parámetros microbiológicos aceptables son más amplios que para el uso recreacional, porque al contar con la existencia de fauna, más específicamente de sangre caliente, es posible encontrar bacterias coliformes fecales o enterococos.
"Durante un análisis efectuado por diferentes organismos, se llegó a la conclusión que un causal del valor elevado de enterobacterias es el exceso de población de gansos que habitan estos lagos. El exceso de materia fecal de estos palmípedos puede ser, en parte, el responsable de bacterias de origen intestinal en el agua", detallan desde la cartera.
Y aclaran que "La calidad del agua de los lagos es revisada por la Agencia de Protección Ambiental, quien es la encargada de realizar análisis periódicos de los espejos de agua". Y que lo que complica el control es el hecho de que estos cursos son grandes receptores de agua de lluvia.
Igualmente, el primer puesto del ranking lo ocupa el Riachuelo, cuyo ICA es de 33 y entre sus principales contaminantes se encuentran metales pesados, efluentes industriales y aguas servidas, provenientes de las napas saturadas de toda la cuenca.
Apenas dos puntos arriba y segundo en el podio está el Lago de Plaza Holanda, seguido por la Laguna de los Coipos, en la Reserva Ecológica Costanera Sur, que alcanza un ICA de 40. No obstante, a pesar de lo bajo de este número, allí no se observaron datos preocupantes como presencia de cromo o altos valores de arsénico, y los resultados microbiológicos no son elevados.
La lista se completa, en orden ascendente, por el Lago Lugano, en Parque Roca, con un ICA de 46, la zona del Puente de la Mujer, en Puerto Madero, con 49,41, el lago del Planetario con 51, el Regatas con 60 y el Lago Parque Centenario con 70,47.
Si bien no son los más comprometidos en cuanto a su calidad de agua, puntos como el Puente de la Mujer representan una amenaza para las personas que tengan contacto directo con ellos. Para el Dique 3, una de las zonas más turísticas de la Ciudad, el análisis de resultados es lapidario. "Presenta potencial riesgo biotóxico para los seres vivos y riesgo microbiológico para las personas. Se desarrolla en estas aguas un elevadísimo número de microorganismos patógenos y no patógenos. El análisis demuestra que tienen contacto directo con fluidos cloacales, y no es apta para riego ni para uso industrial sin tratamiento", detalla el informe.
A su vez, advierte que "respecto a los deportes y recreación, el agua analizada no es apta para inmersión y se debe evitar todo contacto. Solo es apta para la navegación en lanchas o embarcaciones".
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Exponen el peligro de incinerar basura en la CABA



Alertan sobre un proyecto para volver a incinerar basura en el área metropolitana

Fecha de Publicación
: 16/11/2017
Fuente: La Nación
Provincia/Región: CABA


La propuesta oficial impulsa la construcción de siete plantas para quemar residuos y producir energía; según ONG ambientalistas, sería un retroceso en el cuidado de la salud y el hábitat
Cuatro ONG ambientalistas esperan poder frenar la vuelta a una práctica antigua y poco amigable con el medio ambiente para disponer de la basura en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA): la incineración.
Por carta, las entidades Salud sin Daño, Greenpeace Argentina, Coalición Anti Incineración y Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) solicitaron a los gobiernos nacional, porteño y bonaerense que no avancen los proyectos existentes para instalar unas siete plantas incineradoras de residuos con recuperación de energía en la ciudad y la provincia. Afirman que pudieron acceder a estas iniciativas.
"Es una fuente de emisión de una gran cantidad de compuestos tóxicos para la salud, incluyendo varias sustancias cancerígenas. Además, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, tres millones de personas mueren al año en el mundo por causa de la contaminación del aire. Sumar contaminación aérea a ciudades ya saturadas de contaminantes, como Buenos Aires y otras del conurbano bonaerense, implicará un nuevo deterioro en los índices de calidad del aire", sostiene Cecilia Allen, de la Coalición Ciudadana Anti Incineración.
La idea de volver a esta práctica para deshacerse de los residuos urbanos mediante la combustión no es nueva. Hace una década, LA NACION informó sobre un proyecto oficial porteño de instalación de hornos para resolver lo que entonces era uno de los principales problemas ambientales. La alternativa complementaría a los tres rellenos sanitarios de las bonaerenses de San Martín, Ensenada y González Catán.
Ahora, para poder concretarla en el AMBA habría dos obstáculos normativos: la ley porteña conocida como Basura Cero y la ley nacional de energías renovables. La primera describe cómo deben manejarse los residuos sólidos urbanos y fija metas de reducción de enterramiento para 2010, 2012 -no cumplidos- y del 75% para este año, además de prohibir la combustión "en todas sus formas, con y sin recuperación de energía" hasta alcanzar la última meta.
Aun cuando se logre, el artículo 54 de la norma advierte que se podrá adoptar la incineración u otros métodos de disposición de la basura, "siempre y cuando se garantice la protección de la salud de las personas y el ambiente".
La norma nacional, en tanto, fomenta el uso de fuentes renovables para la producción de energía eléctrica. Su texto, para las ONG ambientalistas, va en una dirección diferente que el regreso a la incineración, porque los desechos sólidos urbanos son -como lo definen- "una mezcla heterogénea de materiales, que incluyen varios derivados de petróleo". Es decir, una fuente de energía fósil. Por lo tanto, no es "limpia".
Verónica Odriozola, directora ejecutiva de Salud Sin Daño, participó de la redacción de la ley porteña. "La incineración conlleva un derroche masivo de recursos y escapa a los principios de la economía circular, orientados a que el valor de los materiales y los recursos se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible, y se reduzca al mínimo la generación de residuos, lo que cierra el ciclo de los materiales", explica.
Afirma que "en estos años" no hubo una política "seria y sostenida" de gestión integral de la basura, y que recurrir a este tipo de proyectos "es como declararse incompetente y optar por recolectar la basura para incendiarla con el mensaje de que se producirá energía".
El relevamiento de los predios de la ciudad y los partidos del conurbano para la instalación de siete plantas de combustión con recuperación de energía está a cargo de la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse), empresa pública de tratamiento de residuos que pertenece a los gobiernos porteño y bonaerense.
"No hay una decisión tomada. Si algún día se decide avanzar en esa línea será con acuerdo. El desafío en 10 años, con 17.500 toneladas de basura diaria, es que se terminan los rellenos sanitarios", indicaron a LA NACION fuentes oficiales que conocen los proyectos en estudio.
Según las cuatro ONG, el reciclaje y el compostaje en "la mayoría de los municipios" del país son "paupérrimos". Para Andrés Nápoli, de la FARN, "apostar por la incineración en este contexto no es tener un abordaje integral, sino querer entrar por la puerta de atrás, poniendo en primer lugar una de las opciones más bajas en la jerarquía de manejo de residuos y que encima tiene costos altísimos. En el caso de la ciudad supone contravenir la ley que prohíbe la incineración".
Martín Prieto es director de Greenpeace Argentina y opina que la incineración de residuos no puede considerarse generación de energías renovables. "Es quemar basura, sencillamente, y libera sustancias sumamente tóxicas al ambiente; además significaría una violación flagrante a la ley vigente, que apunta a la reducción de la cantidad de residuos, la recuperación de materiales y el reciclado, como se hace en distintos lugares del mundo -dice-. Si enterrar la basura es ocultarla bajo la alfombra, incinerar es quemarla en el medio del living y aspirar el humo".
En dos semanas, todas las partes compartirán una mesa debate sobre el tratamiento de residuos durante el Foro Metropolitano (www.forometropolitano.org.ar). El presidente de la Fundación Metropolitana, que organiza la reunión, coincide con las otras ONG. "No estamos de acuerdo con incinerar materiales reciclables porque debemos revertir la economía lineal, no fortalecerla. La lineal (insumo, producto, consumo, desecho) es la economía de la cultura del descarte y del consumo desenfrenado, donde quemar desechos es peor que mandarlos a relleno. Si pensamos que al generar energía con basura le damos buen destino, no estamos advirtiendo que profundizamos la destrucción de recursos. Es peor que quemar combustibles fósiles", indica Pedro Del Piero. "La economía circular, además, propone recuperar todos los materiales reciclables y usarlos como materia prima para fabricar nuevos productos", agrega.

Opiniones de ambientalistas
- Cecilia Allen, coalición antiincineración. "La incineración es una fuente de emisión de una gran cantidad de compuestos tóxicos para la salud, incluso cancerígenos"
- Verónica Odriozola, salud sin daño. "Es como declararse incompetente para una gestión integral de la basura y optar por recolectarla para incendiarla"
- Andrés Nápoli, farn. "Optar por incinerar, en el caso de la ciudad, supone contravenir la ley de basura cero, que lo prohíbe"
- Pedro del Piero, fundación metropolitana. "Incinerar fortalece la economía lineal, la economía de la cultura del descarte y del consumo desenfrenado"

Una radiografía de los residuos porteños
En septiembre del año pasado, la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse) difundió un relevamiento realizado con la Facultad de Ingeniería de la UBA sobre la calidad de los residuos sólidos urbanos que se recolectan a diario en la ciudad. Los porteños aportan 6000 toneladas de basura por día a las 17.000 que produce la población del área metropolitana, es decir el 35%, de acuerdo con datos al año pasado.
Según el informe de la Ceamse, el 11,5% toda esa basura podría reciclarse y un 8% de los residuos podrían separarse en las casas o los comercios, antes de sacarla a la calle. Son papeles y cartones, envases de plástico y de vidrio, metales ferrosos y no ferrosos.
El relevamiento también indicó que hasta el 69% de los residuos podrían usarse para generar energía. En este caso, se analizaron papeles y cartones, plásticos, telas, madera, pañales y apósitos descartables, desechos de alimentos y residuos de jardín y poda.
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Las regiones más complicadas por el cambio climático



GBA, noreste y CABA: las regiones más frágiles ante el cambio climático

Fecha de Publicación
: 31/10/2017
Fuente: Perfil
Provincia/Región: Nacional


La información se desprende del análisis de mapas de riesgo que elabora el Ministerio de Medio Ambiente. Realizan previsiones de diversos modelos hasta 2039.
 Las proyecciones del Sistema de Mapas de Riesgo indican que el noreste, el centro del país, la ciudad de Buenos Aires y el Conurbano pueden ser las regiones más vulnerables al aumento de precipitaciones intensas hacia el año 2039, si las emisiones de gases de efecto invernadero ­–responsables del calentamiento global­– no se reducen en un futuro próximo.
El Sistema de Mapas de Riesgo del Cambio Climático (Simarcc) del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación está basado en la Tercera Comunicación Nacional sobre Cambio Climático de 2015, y en datos del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA) de la Universidad de Buenos Aires. Para incorporar la variable de vulnerabilidad social, se incluyó información sobre condiciones sociales, habitacionales y económicas de los últimos dos censos nacionales.
Según los mapas, el aumento de la frecuencia de las lluvias intensas de más de diez milímetros, sobre la base del índice de vulnerabilidad social, representará un riesgo medio en la mayoría de las provincias del noreste, el centro, el litoral, el conurbano bonaerense y la ciudad de Buenos Aires. En cambio, si la variable proyectada es de precipitaciones de más de veinte milímetros, el riesgo será entre alto y medio en algunas localidades de Tucumán, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, el Gran Buenos Aires y la capital del país.
Como contracara, el riesgo entre alto y medio por días secos se concentra en departamentos de las provincias de Salta, Formosa, Chaco, Santiago del Estero y norte de Misiones. Lo mismo se repite en lo que se refiere al aumento de noches tropicales que impiden que haya un descenso significativo de la temperatura y que favorecen las olas de calor.
Desde Ambiente afirmaron que están elaborando un Plan Nacional de Adaptación en el que intervienen distintos ministerios. Uno de los objetivos es mejorar el monitoreo del cambio climático. “Sabemos que van a aumentar la frecuencia y la intensidad de los fenómenos extremos y, con los mapas, dónde va a pasar, para que el sistema de emergencia tenga un insumo y pueda reaccionar mejor y más rápido”, aseguró el subsecretario de Cambio Climático y Desarrollo Sustentable, Carlos Gentile. El funcionario agregó que “todo lo que se invierte en esto es lo que después no se gastará en paliar emergencias”.
Otro aspecto que incluye el plan es el ordenamiento territorial para actividades productivas con el fin de reducir la vulnerabilidad. “Si cultivás maíz en una zona al límite de la cantidad de agua que necesita para su crecimiento, con cada mínima sequía vas a tener un problema. Entonces, con el ordenamiento circunscribís la ganadería, la agricultura y la forestación a las áreas más propensas”, explicó Gentile.
El plan también incluye infraestructura y servicios que se adapten a los efectos del cambio climático. “Estamos trabajando –indica Gentile– con las áreas de infraestructura del Ministerio del Interior y Transporte para que todas las nuevas obras que encaren atiendan no sólo a las series históricas de precipitación y temperatura sino también a las proyecciones de este mapa”.
El subsecretario advirtió que en algunos casos será necesaria la relocalización de las viviendas ubicadas a la vera de arroyos: “Tratar el cambio climático requiere nueva infraestructura, políticas de vivienda muy activas, relaciones con otras aéreas, servicios básicos y esquemas de alerta temprana más efectivos y rápidos”.
El Sistema de Mapas de Riesgo es una plataforma que se encuentra online y que tendrá actualizaciones en función de los datos nuevos que se ingresen. En Ambiente adelantaron que sumarán información sobre sectores como transporte, energía, agropecuario, industrial y sanitario. “Sirve de insumo para el Gobierno y las jurisdicciones. Es una herramienta de planificación del impacto del cambio climático para las decisiones políticas que tenemos que tomar porque, sin descuidar la emergencia, lo urgente es el mediano plazo, la planificación estratégica”, concluyó el ministro Bergman.

Comunicar el problema
“Es importante transmitir la información sobre los que son efectos del cambio climático y los que no. Los mapas de riesgo son fáciles de entender y ayudan a aclarar eso”, destacó el subsecretario de Cambio Climático, Carlos Gentile. El investigador del Conicet Esteban Jobbágy, que estudia la aparición reciente de seis ríos en San Luis, explicó que “el cambio climático es una parte secundaria de esta historia. Cuando hacemos los números, sus efectos no son tan fuertes y cómo cultivamos juega un papel mucho más importante en el balance de agua de la llanura”. Ante el pedido de obras en el campo, Jobbágy aclara que “las obras son la plomería del problema, pero una parte clave es la ‘jardinería’, y ahí los productores agropecuarios tienen mucho que hacer y van aceptando que tienen una responsabilidad hidrológica”.
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Grave: quieren volver a incinerar la basura



Buenos Aires evalúa nuevamente incinerar la basura

Fecha de Publicación
: 24/10/2017
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Buenos Aires


El gobierno bonaerense y el porteño guardan bajo siete llaves un proyecto que incluye la incineración como forma de tratamiento final para la basura. La ciudad y el área metropolitana de Buenos Aires generan 15.000 toneladas de residuos diarios; cada tres días podría llenarse un estadio como el Único de La Plata. El resumen más acabado de la política errática en materia de desechos es que desde hace más de una década sólo se dispone en el relleno sanitario Norte III, en el partido bonaerense de San Martín.
El plan oficial de la Coordinación Ecológica Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse), al que tuvo acceso Infobae, habla de "impulsar la valorización térmica" y diseña un programa a 2030. Según ese proyecto, la Capital y los partidos bonaerenses se dividirían en cuatro corredores o regiones: Norte, Caba Norte, Acumar (en la cuenca Matanza Riachuelo) y Sur. "Las plantas se instalarían en "predios ya impactados", "predios ofrecidos por intendentes en años anteriores" o en lugares cercanos a donde ya hay algún tipo de disposición final.
En la Ceamse no quisieron brindar información al respecto. Sin embargo, Infobae pudo confirmar que es parte de un plan que las autoridades porteñas iban a anunciar en los próximos días, post elecciones. El programa oficial va a incluir otras medidas de sustentabilidad y este proyecto era uno de los puntos centrales.
Las proyecciones de las siete plantas de incineración, al menos una estaría en la zona sur de Capital, generarían energía para unos 3.700.000 habitantes, uno de los argumentos más fuertes del plan: no sólo resolvería el tema residuos sino que aportaría al alicaído sistema energético nacional.
La ciudad de Buenos Aires es uno de los distritos más complicados respecto del destino final de su basura ya que es el único que no cuenta con terrenos propios como para una solución ambiental. Desde mediados de los 70 con la creación de Ceamse (sociedad compartida por los porteños y los bonaerenses) se utiliza el relleno sanitario con enterramiento como último paso para los residuos que cada habitante genera todos los días.
En 2005 el distrito votó la denominada ley de Basura Cero que propone la disminución de lo que se entierra hasta reducirla a su mínima expresión por medio del reciclado, compostaje u otras técnicas amigables con el ambiente. Los plazos para que esa ley se cumpla están todos vencidos. Sólo para tener una idea: en 2012 el distrito debía disminuir el 50% de los residuos que se enterraban. Hoy, cinco años después, la reducción del enterramiento alcanzó el 36% gracias a una planta de tratamiento de áridos (restos de construcción) que trata 2000 tn por día. Mientras que el sistema de recolección diferenciada apenas alcanza el 6 por ciento, siempre según cifras oficiales.
La gran dificultad que presenta aquella norma, votada por unanimidad por el macrismo, es que prohíbe la incineración. Es decir que el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, deberá reformar esa norma.
Francisco Suárez, investigador de la Universidad Nacional de General Sarmiento y autor de La Reina del Plata, Buenos Aires: sociedad y residuos, opinó: "Algunos puntos no se articularon bien. Uno es la relación entre el vecino, las cooperativas y los recuperadores. Hoy la gente no sabe bien qué pasa con esa campana o con la recolección puerta a puerta, nunca se terminó de aceitar bien el sistema. En una década hubo cinco o seis sistemas distintos de contenedores, que resuelven temas de higiene urbana pero no de reciclado. Por el contrario, lo complejizan".
Esto es lo que sostienen también las ONG ambientalistas, que creen que optar por la incineración es la última opción. Cecilia Allen, integrante de GAIA y de la Coalición Anti Incineración internacional sostuvo: "Implica un cambio de 180 grados en la política de residuos que supuestamente tiene la administración. Acá no hay nada avanzado en compostaje ni en reciclaje; es poner en jaque las políticas de basura que se puedan tener en términos de reciclado y separación en origen e implica no invertir en tecnologías para eso. Esta solución además de ser muy cara requiere mucho volumen de residuos y hay que sostenerlo".
Los argumentos del plan oficial dicen que disminuye pasivos ambientales, que los rellenos sanitarios cerrados implican 30 años de mantenimiento post cierre y costos derivados, que generan una disponibilidad de energía constante y que tiene la potencialidad de replicarse en todo el país.
El punto energético es el otro bastión del Gobierno: intentará reformar la ley de energías renovables para incorporar esta tecnología, conocida como waste to energy, una forma de energía limpia.
Sin embargo, desde el sector ambientalista señalan que atenta contra los puestos de trabajo ligados al reciclaje y desaprovecha un potencial enorme de generación de empleos. De acuerdo con datos del sector, en la Argentina 200.000 personas trabajan en la recolección, clasificación y procesamiento de materiales para reciclaje, sólo en el sector de la economía popular. A ello se suman quienes trabajan en industrias y otros circuitos de reciclado.
Estas fuentes de trabajo entran en serio riesgo si deben competir con una tecnología que para generar energía necesita materiales con alto poder calorífico, entre los que se encuentran precisamente los que tienen mercado de reciclaje.
Los costos son el otro lado flaco: el costo de instalación de incinerador de 3000 toneladas día ronda los 600 millones de dólares. A eso se suman los altos costos de operación y monitoreo.
Los hornos incineradores funcionaron en Buenos Aires hasta los 70. La gran contaminación que generaba la quema los prohibió. La tecnología nueva es diferente. Es más moderna y se utiliza en países europeos y en algunas ciudades estadounidenses.
Los hornos incineradores utilizan un combustible que puede ser gas, gasoil o fueloil, para quemar la basura. La basura incinerada genera energía que se usa para el mismo horno y también puede utilizarse para el sistema eléctrico. Sin embargo, el gran problema son los contaminantes que emanan de esa quema, así como también las cenizas que quedan como residuos.
Para los ambientalistas no sólo tiene que ver con los costos: en las ciudades europeas y, especialmente en Estados Unidos, son complementarias de otros sistemas.
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El ex Zoo porteño inicia obras para reconvertirse



Cierran por dos años el ex Zoo porteño para comenzar la obra de reconversión en Ecoparque  

Fecha de Publicación
: 03/09/2017
Fuente: Clarín
Provincia/Región: CABA


Los trabajos se harán en tres etapas. La primera incluye mejoras en los recintos de los animales y transformar los extremos del predio en parques de libre acceso.
La fauna acuática. En el proyecto está contemplado conservarla en el parque. Actualmente hay 1.300 animales y la idea es que queden alrededor de 300.
Mañana, la inmensa jaula de 18 hectáreas que varias generaciones conocimos como Zoo de Buenos Aires, y que durante 141 años fue visitada por millones de familias en el riñón de Palermo, empieza a abrirse para siempre. Y aunque no todos los animales que residen en ella hace décadas podrán dejarla atrás, los que queden van a modificar sustancialmente su calidad de vida y su obsoleta condición de "piezas de exhibición". A partir del viernes, el zoológico cerrará por dos años, mientras se reali- za la primera parte de la obra para reconvertirlo en Ecoparque.
A un año y medio de sancionada la ley que revocó la concesión del predio a privados, el complejo con acceso sobre Santa Fe y avenida Sarmiento cuelga el cartel de inicio de obra y encara una transformación integral que consta de tres etapas. La primera comienza este viernes y estaría terminada en septiembre de 2019.
"En estos 24 meses va a haber dos tipos de trabajos: las obras de bienes
tar animal, que se van a hacer sobre recintos existentes, y las de transfor
mación, que se van a enfocar principalmente en las puntas del parque, sobre Plaza Italia y Libertador", resume Manuel Pascal, jefe de Gabinete de la Subsecretaría de Ecoparque del Ministerio de Modernización porteño. Mientras, el acceso al público general estará restringido.
"La propuesta que había no era la más atractiva -explica-. Y la gente se vería defraudada si paga una entrada y visita el parque cuando hay mucho movimiento de obras. Además, queremos tener todos los equipos enfocados en la cuestión animal".
Es que imaginarse una grúa o un taladro entre jirafas, camellos, osos hormigueros y felinos ya es de por sí una imagen sensible. Sumarle a eso la presencia de niños y adultos resulta casi imposible. Por ello, durante este primer tramo de reconversión, los recursos humanos que se destinaban a las visitas, y que se conocen como guardianes de parque, pasarán a ser guardianes de obra, velando por el bienestar de los ejemplares que allí residen y controlando que no presenten cambios en su comportamiento durante la labor de las máquinas.
"Todos los pliegos de la obra tienen un anexo de bienestar animal -detalla Pascal-. Un equipo técnico define el plan de trabajo: tiempo de descanso, maquinarias permitidas y prohibidas, restricción de ruidos -se han sacado las alarmas para marcha atrás de los camiones-. Hay un protocolo para las obras en recinto, mientras que las de transformación están pensadas en zonas sin animales".
En esta primera etapa, también se contemplan los trabajos de infraestructura para el cuidado animal, como el hospital veterinario, el comedor y la sala de nutrición animal, junto con la biblioteca. Los extremos del parque pasarán a ser de acceso libre y gratuito, y en ellos quedarán plasmados la estética y el concepto de lo que será el futuro Ecoparque.
Mezcla de sustentabilidad arquitectónica y legado histórico, el futuro complejo va a conservar sus 52 edificios declarados Patrimonio Histórico, y que serán puestos en valor a medida que avance el masterplan. La colección faunística sufrirá numerosas derivaciones y nuevos ingresos, pero también conservará dentro de su inventario a los últimos ejemplares de aquellas especies que, por motivos de salud o por ser gerontes, no pueden ser trasladados. Sin embargo, no serán reemplazados cuando concluyan su ciclo vital.
"Son esos animales de los que vamos a poder contar 'ésta es la última jirafa que vivió en la Ciudad de Buenos Aires'. Así explicaremos desde el punto de vista educativo ese cambio de paradigma que hay del Zoológico al Ecoparque. Hay que lograr que el animal tenga un rol educativo y no de recreación, y que aquél que vaya a estar en un futuro en el predio, esté cumpliendo un rol de conservación. Se quiere trabajar con lo autóctono, lo que está en amenaza y lo vulnerable", adelanta Pascal.
Las 4,5 hectáreas de las puntas del parque formarán parte de las 12 li
bres, donde se buscará aumentar un 24% el espacio verde y reducir un 40% los senderos de concreto. También se generarán nuevos accesos, por lo que el parque será más permeable a la integración urbana. Además, habrá baños y un sector de comidas.
"Concretamente, en la osera que da a Libertador hay un proyecto para hacer un 'ecomercado' -cuenta el funcionario-. La idea es que tenga una línea de productos regionales con una lógica de alimentos sustentables, orgánicos y que también permitan hacer un recorrido similar al de las ecorregiones que se armarán en el núcleo del parque".

Continúa el traslado de los animales
En el ex Zoo hay 1300 animales y el plan oficial es que queden cerca de 300. Así lo confirmó Rodrigo Fariña, encargado de los programas de Conservación, el área Educativa y la supervisión de las derivaciones en el Ecoparque. "Estamos analizando con qué especies el parque puede aportar, ya sea desde el rescate y la rehabilitación, la cría o albergando a ejemplares inhabilitados para volver a su medio pero que pueden cumplir un rol educativo", detalla.
Hasta ahora derivaron 350. Y próximamente, 130 ciervos y antílopes serán llevados a la Estación de Cría de Animales Silvestres, en La Plata. Los proyectos de conservación existentes, como el del cóndor andino y el banco genético, seguirán funcionando. "Habrá varios ejes de trabajo, muchos de ellos vinculados a la recepción de aves y reptiles recuperados del tráfico ilegal. Porque el parque puede cumplir una tarea de rescate y rehabilitación", explica Fariña.
En estos 24 meses habrá obras de bienestar animal sobre los recintos existentes y obras de transformación, que se van a enfocar en las puntas sobre Plaza Italia y Libertador Manuel Pascal (Jefe de Gabinete de la Subsecretaría de Ecoparque)
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Candidato a diputado contaminado con glifosato

Porteños contaminados: un candidato descubrió que tiene glifosato en sangre
 
Fecha de Publicación: 14/08/2017
Fuente: InfoNews
Provincia/Región: CABA


Enrique Viale, candidato a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires en estas PASO, se hizo los estudios correspondientes y recibió la mala noticia.
Los estragos que hacen los agroquímicos en las personas que viven cerca de plantaciones agrícolas son conocidos, pese al silencio de los medios y el poderoso lobby de los laboratorios.
Sin embargo, en este caso, un candidato a diputado porteño demostró que el peligro excede a esas poblaciones ya que, a través de un análisis de sangre, descubrió que también él, viviendo en la ciudad, está contaminado.
Se trata de Enrique Viale, postulante por Proyecto Sur, quien aspira a una banca en el Congreso de la Nación. "Lamentablemente los resultados han arrojado presencia de glifosato, metabolito AMPA y otro tipo de venenos en mi organismo. No hay forma de quitarlos", expresó una vez recibida la mala noticia.
Y agregó: "Yo no vivo en el campo, vivo en la ciudad. Así que solo tiene como explicación la ingesta de alimentos". También reveló que un estudio reciente del Conicet indica que al menos el 60% de las frutas y verduras que se comercializan en la Ciudad contienen agrotóxicos.
También desde su cuenta de Twitter instó a los candidatos de las otras listas como Elisa Carrió, Daniel Filmus y Martín Lousteau a que se sometan a los mismos exámenes médicos para determinar si también están intoxicados.
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17 mil toneladas de residuos por día al Ceamse



17 mil toneladas de desechos por día: cómo es el camino de la basura en Buenos Aires

Fecha de Publicación
: 01/08/2017
Fuente: InfoBae
Provincia/Región: Capital Federal  - Buenos Aires


Esa cantidad es la que llega al predio de Ceamse en el camino del Buen Ayre. Cuáles son los procesos para evitar la contaminación y la saturación del suelo
Dos mil quinientos camiones de recolección, uno pegado detrás del otro, desde una punta de la General Paz a la otra, cargados con 17 mil toneladas de basura, cada uno de los días del año, en un circuito infinito. La foto imaginaria quizá sirva para comprender la magnitud de volúmen y movimiento permanente que tienen los residuos que desechan casi 15 millones de habitantes que viven o trabajan o las dos cosas en Capital Federal y Gran Buenos Aires.
¿Y a dónde van a parar esos 17 millones de kilos diarios? La respuesta está bajo la tierra de las 500 hectáreas que ocupa el Complejo Ambiental Norte III de Ceamse. Esta pequeña "ciudad" ubicada entre los municipios de Tigre, San Miguel y San Martín recibe y procesa alrededor del 40% de la basura que se produce en todo el país y es el centro de operaciones donde un equipo de ingenieros corre una carrera contra la degradación del medio ambiente.
Desde hace menos de cinco años, Ceamse -una empresa creada por los estados de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad- trabaja para convertir una porción cada vez más grande de basura en energía o en nuevos productos utilizables: clasifica material reciclable, reconvierte el caucho, fabrica ladrillos con la sobra de los alimentos, genera compost a partir de los residuos verdes y la poda, transforma el líquido que exhuda la basura en agua de riego y convierte los gases en energía eléctrica.
Suena futurista, pero en países avanzados y con profunda conciencia ecológica como Alemania o Noruega, el 80% de la basura recibe este proceso. "Acá estamos en el 13%", aclara Marcelo Rosso, gerente de Nuevas Tecnologías y Control Ambiental. Parece poco, pero según explica el hombre, es un porcentaje alto si se compara con la media mundial.
Efectivamente, 1.100 de las 17.000 toneladas van a parar a la planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB), el sector más moderno del lugar. Un galpón integrado por cuatro líneas de producción que huele a fruta podrida, orina, a dulce, a cítrico o a todo junto, bajo un ruido tan constante que en algún momento desaparece por costumbre. En este espacio se procesan los desechos que llegan de la Ciudad de Buenos Aires, donde, supuestamente, cada habitante debiera separar los residuos sólidos recuperables (papel, plástico, cartón) de los que no lo son.
Aquí la basura es tomada por unos "pulpos" mecánicos que la apoyan sobre cintas, con destino a una máquina que la tritura. Más tarde ingresa en un trommel, que no es otra cosa que un cilindro que separa lo orgánico de lo sólido. En este punto del proceso las máquinas ceden el lugar a los seres humanos. Un equipo de operarios separa con sus manos lo reciclable. Los metales también siguen su propio curso hasta que dan con un metal que los atrapa para su selección. Todo lo que puede ser reutilizable se enfarda en unos cubos compactos y enormes y el resto va a parar a los "módulos". Con este proceso se recuperan unas 600 toneladas cada día.
El camino de la basura de los porteños y los habitantes del conurbano empieza en los tachos de cada casa. Salvo esas 1.100 toneladas diarias, la etapa de transformación de la mayoría de la basura arranca cuando los camiones la vuelcan en las "montañas" que le dan al terreno del complejo Norte III una topografía serrana. Técnicamente se les llama "módulos" y allí la depositan los camiones. Casi 16 mil toneladas, más lo que sobra del TMB van a parar bajo tierra, con una técnica que se denomina de "relleno sanitario" (y que es la que implementa Estados Unidos, en contraposición con la "europea" TMB). Pero no es como en aquel célebre capítulo de Los Simpson, aquí la basura no se esconde debajo de la alfombra: se asegura el aislamiento con tres capas de impermiabilización (polietileno, suelo arcilloso y tierra natural) con el fin de preservar los recursos de agua, tierra y aire.
Las montañas de basura se van degradando y "transpiran" un líquido conocido como "lixiviado", que es extraído por un equipo de bombeo para que no contamine las napas. De allí va a parar a la que las autoridades de Ceamse denoniman "la planta más grande del mundo" de este tipo: un piletón inmenso donde se revuelven 2.000 metros cúbicos de este líquido cada día. Es un agua marrón, viscosa y con un aroma nauseabundo, pero que luego de un proceso de varios filtrados y "nanofiltrados" se convierte en agua limpia que la empresa usa para regar su predio o devuelve a la cuenca del río Reconquista, que recorre el centro Norte III como una cicatriz. Realmente, parece un milagro de la modernidad que de la basura salga agua.
De hecho, parte de los residuos no sólo se vuelven agua, también se convierten en energía. La basura enterrada despide gases tóxicos para el medio ambiente como el metano, que contribuye al efecto invernadero. Si el proceso del agua parece a simple vista una técnica compleja pero comprensible, el hecho de pensar que la basura puede contribuir a la iluminación de un barrio de 15 mil hogares o un camino suena de ciencia ficción. Pero es real.
El gas metano es captado y transportado por cañerías hasta una zona de compresores muy ruidosos que enfrían el gas y lo transforman en "biogás". Pero el proceso no termina allí, ya que eso se convierte en energía y se transmite por medio de un electroducto subterráneo de casi 8 kilómetros de largo (cables) hasta la subestación Rotonda, en la localidad de José León Suárez, y de ahí a la distribución final de energía que abastece a hogares bonaerenses.
Ceamse capta las cubiertas de vehículos de caucho y reconvierte el material. Con las sobras vegetales de podas y ramas produce compost en silobolsas. Y con los alimentos, desde el año próximo abrirá una fábrica de "ecoladrillos". Por ahora trata la basura con una técnica mixta: un poco lo que hace Estados Unidos, que considera que la técnica de relleno sanitario es la menos costosa, tanto a nivel económico como ecológico, o la europea, donde, por caso, Noruega genera tan poca basura que usa sus plantas para transformar los residuos de países vecinos y vender la energía que produce.
A eso, de alguna manera, apuntan las mentes que miran al futuro en la inmensa ciudad de desechos que es el centro Norte III. "Hoy procesamos el 13%, pero queremos llegar al 100% en 2030", explica Rosso. Es que a diferencia de lo que todos creemos, los desperdicios tienen cada vez más valor.
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