Las empresas se suman a las renovables



Cada vez más empresas producen su propia electricidad y venden lo que les sobra a la red

Fecha de Publicación
: 28/11/2019
Fuente: La Nación
Provincia/Región: Nacional


Si uno pudiera mirar de arriba el techo de las oficinas de la empresa harinera Gastaldi Hermanos, en el pueblo cordobés de General Deheza, la vería cubierta de rectángulos azules y brillantes. Son 30 paneles solares que generan el 35% de la energía que se consume en ese edificio. Gastaldi Hermanos es una de las empresas que, alentadas por la reciente implementación de la Ley de Generación Distribuida de Energía, completaron los pasos para "enchufarse" a la red pública de electricidad y venderle el excedente de energía generada.
El sistema funciona del siguiente modo. La empresa hace la instalación y, en los momentos que no alcanza a generar toda la energía que necesita, la toma del sistema. En cambio, cuando genera más de la que consume, inyecta automáticamente el excedente en la red. Luego, los saldos se compensan en la factura eléctrica, lo que durante los primeros tres meses le significó a la cerealera más de $20.000 de ahorro solo en las oficinas.
Según los registros oficiales de octubre pasado, en el país hay 48 usuarios-generadores (entre residenciales y empresas) con una potencia instalada de 430 kilovatios (kW). Esto significa el triple respecto del mes anterior, y para fines de noviembre se espera que se sumen otros 33 usuarios con 400 kW adicionales que ya tienen la instalación completa, pero están esperando el cambio de medidor por uno bidireccional, que registra tanto la energía que el usuario toma de la red como la que entrega. Además, hay 267 proyectos en trámite que involucran 2573 kW.
"El trámite para gestionar esto online lo lanzamos en marzo pasado. Hubo unos primeros meses de aprendizaje y la tendencia muestra que desde entonces no solo crecen exponencialmente los usuarios mes a mes, sino que cada vez se instalan equipos más grandes", dijo a LA NACION Ignacio Romero, director de Generación Distribuida en la Secretaría de Energía de la Nación.
Antes de la sanción de la ley 27.424, aprobada en 2017, pero reglamentada e implementada recién éste año, existían ya usuarios particulares que generaban energía, pero se trataba de una motivación fundamentalmente ecológica, porque no existía un método para aprovecharla al 100% y vender el excedente al sistema, aumentando el ahorro económico. La única forma de optimizar el uso de las instalaciones era hacer coincidir el momento de mayor generación con el de mayor consumo.
"Ahora, con lo que generás de día podés cubrir los consumos de la noche; usás a la red de batería, porque al final de mes se compensan lo que vos inyectaste con lo que consumiste", explicó Franco Borrello, fundador y director de Cleanergy Renovables, la firma cordobesa de energía renovable que asesora a Gastaldi Hermanos.
Además, el Gobierno incentiva la autogeneración con créditos fiscales para compensar IVA o Ganancias. "Eso está dinamizando fuerte la demanda en el sector pyme porque estos certificado pueden representar 30% del valor de la inversión", detalló Romero. El monto del certificado es de $30.000 por kW instalado, hasta un máximo de $2 millones por instalación.
Uno de los proyectos en trámite más grandes es el de la bodega Trivento, ubicada en la localidad mendocina de Maipú. La bodega cuenta con un predio industrial de 80.000 metros cuadrados e instaló una planta fotovoltaica de 270 kW, lo que cubre el 10% de su consumo promedio anual. Calculan que generará un ahorro anual promedio de $1,6 millones.
Según dijo el gerente general de la bodega, Marcos Jofré, "no es un ahorro significativo en términos monetarios, pero aporta a un modelo de negocio que se basa en la sustentabilidad". En la instalación de paneles solares Trivento hizo una inversión de $16 millones y calcula que la recuperará en un plazo de entre nueve y diez años.
Rocsa está ubicada en Parque Avellaneda y fue la primera empresa en conectarse a la distribuidora Edesur. Autoconsume el 60% de la energía que genera con los 12 paneles ubicados en su terraza y pasaron de abonar facturas de $3000 a aproximadamente $1200. "Más allá de la intención de contribuir al medioambiente y ser cada vez más sustentables, las pymes tenemos la motivación extra del aumento de las tarifas", señaló Graciela González, gerenta administrativa de Rocsa, empresa dedicada a las energías renovables que importa generadores italianos con baterías de acumulación.
Si bien es muy difícil calcular el precio de los dispositivos, porque depende de sus características y su potencia, González estima que un equipo para una casa, con batería de acumulación, comienza en US$15.000 y uno sin acumulación de 1,3 kW, en US$1000.
Los empresarios del sector aseguran que en los últimos cinco o seis años fueron bajando los costos de los dispositivos por la mejora de las tecnologías y la ampliación de la oferta. La recuperación de la inversión tiene un período aproximado de seis años y los equipos tienen una vida útil de 25 años.
"Todavía tenemos componente de subsidio en las tarifas, pero el costo eléctrico es muy alto para las pymes. Con esto, como la vida útil son 20, 25 años, te aseguras un gran porcentaje de reducción de consumo eléctrico que lo vas a poder sostener en el tiempo y prácticamente sin mantenimiento", agregó Romero.
Este régimen aplica para las empresas medianas y chicas. Las compañías más grandes están encuadradas dentro de la figura de Grandes Usuarios Habilitados y desde la sanción de la ley 27.191, en 2015, están obligadas a cubrir parte de su demanda eléctrica con energías renovables (el objetivo suscrito en el Acuerdo de París es alcanzar el 20% para 2025). Para cumplir pueden comprarle la "energía limpia" a un generador privado (es el caso de Toyota, Budweiser o Coca-Cola) o pueden autogenerarla, como YPF o Aluar. Otra diferencia es que por por su volumen de consumo, les conviene mucho más recurrir a un parque eólico que a paneles solares.
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