Una planta carnívora se transforma en amenaza a Reserva



La increíble historia de la planta carnívora que amenaza Puerto Blest

Fecha de Publicación
: 15/06/2019
Fuente: Diario Río Negro
Provincia/Región: Río Negro


La descubrieron por casualidad en febrero de 2018. Biólogas de la UNC constataron que era exótica y peligrosa. Parques Nacionales aplicó el protocolo para erradicarla. Los monitoreos continuarán.
Apenas fijó la mirada en la turbera, María Fernanda Tazzin advirtió que algo extraño había en el entorno. Su curiosidad le martilló el pulso y decidió acercarse lo que más pudo para observar de qué se trataba. Quedó sorprendida con el hallazgo. Había hecho un seguimiento fotográfico de una planta nativa, que crece en ese lugar de Puerto Blest, y estaba contenta porque una había florecido. Pero al lado había otra planta, roja, diminuta, que nunca había observado. Quedó encandilada desde el primer instante con esa nueva especie. Nunca pensó que esa planta tan bella representaba una amenaza para el ecosistema.
Esa tarde del 22 de febrero del año pasado, María Fernanda regresó, emocionada, de la excursión de Puerto Blest. En el viaje de regreso les había contado a sus compañeros guías de turismo del sorprendente hallazgo. Y comenzaron la búsqueda con la expectativa de establecer de qué especie se trataba. En ese momento desconocía que era una Drosera Rotundifolia, una planta carnívora que captura insectos y les extrae los nutrientes hasta matarlos lentamente.
Decidió contactarse con personal del departamento de Conservación del Parque Nacional Nahuel Huapi para comentarles de la planta. La escucharon, con algo de incredulidad.
Contó que consultaron a biólogos de la Universidad Nacional del Comahue, que descartaron la existencia de otra planta nativa carnívora. La única en la zona era, hasta el año pasado, la Pinguicola australandina, que María Fernanda había fotografiado en Puerto Blest en varias ocasiones. Lo extraño es que la planta desconocida había crecido junto a la Pinguicola australandina.
No se quedó quieta y siguió tratando de obtener más información. Como trabaja de guía de turismo, aprovechó cada viaje a Puerto Blest para seguir el desarrollo de la especie desconocida. “Primero vino la floración y la planta largó como una varita negra”, explicó. Aunque se perdió ese instante, porque regresó una semana después a la turbera. “Cuando volví ya estaba la flor cerrada. Fue muy rápida la floración”, lamentó a pesar de que pasó un año.
Dijo que personal de Parques Nacionales viajó en abril del año pasado al lugar y sacaron cuatro especímenes para analizarlos.
Mientras, María Fernanda elaboró sus propias hipótesis. “Deseaba, primero, que fuera una planta nueva o una aparición espontánea introducida naturalmente o una evolución distinta”, recordó. “Inclusive ya estábamos especulando con el nombre”, comentó. Quería que esta nueva especie sea identificada con el sello de Argentina, o Patagonia o, en todo caso, con Puerto Blest.
En esas especulaciones andaba María Fernanda cuando recibió la noticia menos esperada. Era agosto pasado, cuando le informaron que los estudios genéticos que biólogos de la Universidad Nacional del Comahue hicieron “determinaron en un ciento por ciento que la planta había sido introducida por el hombre”. Esa no era la peor noticia. Se trataba de una especie exótica y carnívora, que había que erradicar con premura. “Me dio mucha pena cuando me enteré que era exótica”, sostuvo. “Es que es muy linda y me encantó encontrarla”, enfatizó.
Reconoció que el seguimiento de la planta cansó un poco a su familia. “Mi marido me decía: bueno, capítulo 28 que pasó hoy con la plantita”, confió.
Dijo que la gente de Parques Nacionales la invitó a principios de noviembre pasado cuando hicieron la primera etapa para retirarla. No pudo asistir porque trabajó. “Pero me alivió mucho porque me iba a generar algún dolor tener que sacarla”, aseguró.
Durante casi 8 meses observó todo el tiempo esa planta hermosa por fuera, pero peligrosa por dentro. “De ser una hija pródiga pasó a ser un bicho que había que sacar”, señaló con ingenio. “Pero estoy convencida de que se está haciendo lo correcto”, remató María Fernanda.

El largo camino de la semilla en la suela de un zapato
La doctora en Botánica Rominal Vidall Russell confirmó en agosto pasado que la planta que había encandilado a la guía de turismo María Fernanda Tazzin era una especie exótica después de analizar abundante bibliografía y hacer un estudio genético.
Se trataba de una Drosera Rotundifolia, que es oriunda del hemisferio norte del planeta. Crece en turberas de Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia.
“Que la haya traído un ave queda descartado. Por más que hay migración norte-sur”, sostuvo. “Lo más probable es que haya venido con el humano, en un calzado”, indicó. Recordó que alrededor de 60 mil personas por año visitan Puerto Blest.
“Hay un entablonado de mirador y la turbera es un lugar inundado con un musgo que absorbe mucha agua. Entonces, son suelos pobres en nitrógeno, que es un sitio ideal para este tipo de plantas”, explicó la licenciada en Biología, doctora en Botánica e investigadora del Conicet.
“Tiene las hojas y los pelos grandulares que secretan una sustancia pegajosa donde se quedan los insectos pegados y la planta absorbe los nutrientes de esos insectos a través de la hoja”, explicó. Dijo que es una planta que necesita del nitrógeno del insecto porque crece en suelos con poco nitrógeno. Describió que es una planta que crece unos 15 centímetros y y tiene unas rosetas de unos 3 centímetros.
“Como cualquier especie exótica va a empezar a interactuar con otros microorganismos, con insectos, plantas y afecta las condiciones naturales del ecosistema”, advirtió.
Vidal Russell es doctora en Botánica especializada en plantas parásitas como el quintral “que es la más famosa” en la zona o el farolito chino de las lengas.
Contó que la planta la encontró la guía de turismo María Fernanda Tazzin que trabaja con excursiones a Puerto Blest. “Le llamó la atención la planta porque nunca la había visto”, indicó Vidal Russell.
Fernanda mandó las fotos a Parques Nacionales, donde “se dieron cuenta de que no era una especie del lugar y ellos se contactaron con el Departamento de Botánica de la UNCo”, recordó. Destacó que trabajó junto a su colega Cecilia Ezcurra y Gloria Fernández Cánepa (de Parques Nacionales).
“En abril me la trajeron y la empezamos a estudiar morfológicamente”, explicó. Buscaron en bibliografía especializada y de esa forma pudieron determinar de qué especie de trataba.
Luego, Vidal Russell contó que extrajo ADN de la planta para la identificación de marcadores moleculares. Así concluyó que era una Drosera Rotundifolia.
Dijo que el ADN que obtuvieron de la planta lo compararon con la base de datos de todas las droseras y nos indicó que era Rotundifolia. Ese hallazgo se hizo en agosto pasado.
“En noviembre personal de Parques fue a removerla a Puerto Blest cuando se confirmó que era una especie exótica y se aplicó el protocolo de Parques para erradicarla”, sostuvo Vidal Russell.
“En noviembre sacaron unos cien ejemplares y ahora en febrero pasado fueron otra vez y sacaron otro centenar. Pero en abril regresaron y no había nada”, destacó. El objetivo es seguir con las campañas de monitoreo porque esparce una semilla de 1 milímetro. “Hay que seguir con el monitoreo y expandirlo un poco al lado de la pasarela para verificar que no se haya expandido. Estamos esperando hasta la primavera para ver si germinan. Por eso, no cantemos victoria”, enfatizó Vidal Russell.

La mujer araña del turismo
“Los guías de turismo somos los que más en contacto estamos con el entorno natural”, asegura María Fernanda. “Aunque vamos todos los días a Puerto Blest, estamos enamorados del entorno”, afirmó la mujer que es oriunda de Córdoba, y hace 11 años que vive en Bariloche. Estudió la carrera de guía de turismo y se recibió hace 3 años.
Era una forma de estar en contacto con la naturaleza, que la apasiona. Siempre quiso estudiar biología, pero no pudo. “Me gusta mucho la biología”, asegura.
“En Puerto Blest soy la mujer araña”, ironizó. Explicó que así la bautizaron sus compañeros “porque hay una araña a la que no le dan mucha bolilla que teje en dos colores y me puse a investigar. Fui a consultar a un especialista que me hable de la araña”. “Es la Thaida Peculiaris. Teje en lo que yo llamo color araña: gris, blanco, transparente. Lo que uno crea ver”, aseguró. Dijo que hubo un chico de 13 años que hizo la excursión a Puerto Blest sólo para conocer el hábitat de la araña. “¿Acá es donde teje la araña?, me preguntó”, rememora ella, apasionada.
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1 comentarios:

Irene Martini dijo...

Felicitaciones!!!
Ojalá todos trabajen con el mismo entusiasmo.

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