Especies de Córdoba en peligro de extición



Una especie cordobesa está en riesgo de desaparecer

Fecha de Publicación
: 30/12/2017
Fuente: La Voz del Interior
Provincia/Región: Córdoba


Se trata del sapo de Achala, que sólo habita las sierras de Córdoba y San Luis. Un estudio detectó que su población está diezmada.
Su pasión por los reptiles y los anfibios viene desde niño. Antes de recibirse de biólogo, Julián Lescano recorría los ríos y los arroyos serranos para retratar esta fauna con su cámara de foto. En su álbum siempre faltaba el sapo de Achala, una especie endémica de las sierras de Córdoba y de San Luis.
“Me llamó la atención no encontrar ni uno, a pesar de que la bibliografía previa mencionaba que era la especie más común de Achala”, cuenta.
Fue por esa razón que decidió estudiarla. Desde 2007, recorre las Sierras en busca de este anfibio. Recién encontró los primeros en 2010. “Estábamos bastante contentos, ya que había sido bastante decepcionante recorrer kilómetros de arroyo, año tras año, sin resultados positivos”, comenta el investigador del Conicet en el Instituto de Diversidad y Ecología Animal.
Lescano asegura que ahora el sapo de Achala (Rhinella achalensis) es la especie más rara de las Sierras. Sólo vive en los pastizales de altura, por encima de los 1.700 metros sobre el nivel del mar. Es uno de los endemismos más restringidos de las Sierras.
Entre 2007 y 2016, recorrió 40 arroyos serranos (entre una a cuatro veces cada uno) y sólo constató la presencia del sapo de Achala en el 17,5 por ciento de los sitios. Y apenas pudo ver 11 sapos adultos en total.
Sus observaciones contrastan con lo que testimonian estudios de años anteriores. En 2001, otros biólogos lograron capturar 423 ejemplares durante 13 períodos en los alrededores de La Posta. En otro caso, se observaron 112 sapos en el arroyo la Ciénaga. Lescano visitó esos lugares, pero no encontró ningún adulto. Para el investigador, su estudio ya es prueba suficiente para que la especie cambie de categoría de conservación. Actualmente, figura como “casi amenazado”, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Problema global
¿Por qué la población se ha diezmado? Según los primeros indicios, no es el sobrepastoreo del ganado en los pastizales de altura ni la depredación que puede estar haciendo la trucha arcoíris, una especie introducida en los arroyos cordobeses.
“Si tuviese dinero, apostaría todo al hongo Batrachochytrium dendrobatidis (Bd). No tengo evidencia incontrastable, pero no hay otro factor en la zona que haya cambiado dramáticamente en las últimas décadas como para explicar la declinación observada”, dice.
El hongo Bd ya fue detectado en ejemplares de esta especie recolectados en la década de 1990. Se trata de una amenaza global para estos anfibios. En los sapos y las ranas produce una enfermedad letal llamada quitridiomicosis.
“Es la peor enfermedad infecciosa registrada hasta ahora entre los vertebrados en términos del número de especies afectadas y por su potencial como agente de extinción. Es una de las causas principales de la declinación global de anfibios a nivel global”, señala Romina Ghirardi, investigadora del Conicet en Santa Fe y especialista en micosis en organismos acuáticos.
Según la experta, el sapo de Achala no es la excepción. Hay 24 especies nativas afectadas por este hongo, de las cuales siete están categorizadas con algún grado de amenaza de extinción.
“El hongo parece poder establecerse y prosperar en ecosistemas bien diferentes. La evidencia más antigua en un anfibio nativo de Argentina es un ejemplar encontrado muerto en la provincia de Buenos Aires en 2002”, detalla.
El hongo está en todos los continentes, a excepción de la Antártida, y comenzó a ser una amenaza en la década de 1980. El ser humano es el responsable de esa propagación.
“La dispersión se da por el comercio de organismos acuáticos. La rana toro norteamericana (Lithobates catesbeianus) ha sido accidental o intencionalmente introducida para acuicultura en Argentina en la década de 1990 y presenta capacidad para actuar como vector de quitridiomicosis”, comenta.

Cómo salvar a este símbolo serrano
No existe una solución mágica para salvar al sapo de Achala.
Lescano entiende que una buena medida sería evitar sumar otros factores de presión que formen un combo fatal para el sapo. Por ejemplo, el sobrepastoreo del ganado en los pastizales donde habita.
“Hay que comenzar a buscar nuevas poblaciones y realizar un plan de monitoreo de las remanentes. Esto permitirá entender todas las aristas de esta declinación, y también nos va a ofrecer datos útiles para tomar las decisiones más efectivas para tratar revertir la situación actual de la especie”, señala Lescano.
Para Ghirardi, se debe hacer un trabajo de concientización de los pobladores y de la gente vinculada al entorno donde viven estos anfibios.
“Hay que evitar el transporte de animales, de agua o de barro de un sitio a otro, desinfectar el material de campo cuando se trabaja en el sitio. Sin embargo, a pesar de esas medidas, el tema no resulta sencillo, ya que la presencia de sólo una espora puede ser suficiente para la instalación y la multiplicación del hongo”, aclara.

Los otros habitantes amenazados
Son especies naturales de la provincia, también en riesgo.
Guanaco. Se trata de un camélido que habitó todos los ambientes cordobeses, salvo los espesos bosques chaqueños. Sobreviven unas pocas tropillas en el noroeste provincial, en inmediaciones de las Salinas Grandes.
Lobito de río. Un mustélido que habita algunos ríos serranos, ya en muy escaso número.
Zorro colorado de Achala. Es el zorro de mayor tamaño de nuestra provincia y habita sólo en las Sierras Grandes. Es una subespecie endémica y de distribución muy restringida.
Gato del monte. Se trata de un felino que habitaba toda la provincia, en montes y arbustales. Actualmente, sobrevive en escaso número.
Aguará guazú. Un gran cánido que habitó buena parte de la provincia, prácticamente extinguido. Se lo redescubrió en los bañados del río Dulce y en las costas de Mar Chiquita, en muy escaso número.
Corzuela. El único ciervo autóctono que sobrevive en Córdoba, ante la extinción del venado de las pampas. Hay pocos ejemplares en las zonas de bosques serranos.
Cardenal amarillo. Una especie que, por la cacería comercial y la modificación del ambiente, quedó al borde de la extinción en esta provincia.
Loro hablador. Otro que sobrevive en escaso número.
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