Las mantas petrolera, contaminación que nadie quiso ver



Mantas petroleras: el daño ambiental que no se quiso ver

Fecha de Publicación
: 20/07/2017
Fuente: Diario Río Negro
Provincia/Región: Neuquén


Las quemas a cielo abierto de Real Work en Huincul siguieron ante la inacción de autoridades ambientales. Ignoraron las leyes. Denuncian mortandad de animales por precario acopio.
Las quemas a cielo abierto de mantas empetroladas de Real Work no sólo tuvieron la “vista gorda” de autoridades ambientales frente a un delito. También generaron un daño en tierras de pastoreo de la comarca petrolera que aún no fue calculado pero que se traduce -según testimonios- en animales muertos y flora autóctona destruida.
Como ya reveló este diario, Real Work es una empresa que fue bendecida por el gremialista y senador Guillermo Pereyra y por reglamentaciones oficiales que la dejaron en una condición casi monopólica. Fue generosamente beneficiada por la petrolera YPF que le facturaba por el producto más de 50 millones de dólares al año, pese a que lo cuestionaba por ineficaz y contaminante. La firma, constituida por un ex empleado municipal de Cutral Co, no fabrica las mantas ni cumplió con la obligación de destruirlas en hornos especiales, pese a que estaba anotada como “tratadora” en los registros oficiales.
Las incineraciones de mantas vienen siendo padecidas por habitantes de Plaza Huincul y Cutral Co desde hace cinco años. Concejales, legisladores y vecinos hicieron denuncias públicas y exigencias de explicaciones a la empresa y Medio Ambiente. Hasta hubo un debate en la Legislatura. Nada detuvo a Real Work.
Las autoridades ambientales de la provincia -con facultades sancionatorias asignadas por ley- exhibieron una laxa actitud desde la gestión del ex funcionario Ricardo Esquivel.
Familiar del ex secretario de Energía y actual asesor de Pereyra, Guillermo Coco, Esquivel es señalado por varios empresarios productores y distribuidores de mantas, como responsable de que su área haya sido una barrera infranqueable para los aspirantes a competir con Real Work. Como se reveló días atrás, sus propuestas se veían discriminadas o entorpecidas por “absurdos requisitos” y demoras, con la evidente consigna de que no lograran ingresar al negocio millonario que ostentó por más de un lustro la empresa apadrinada por Pereyra.
La presión de los últimos años hacia Real Work por sus quemas en Huincul hizo que la empresa anunciara un cambio de localización del acopio de las mantas. Sin embargo, las incineraciones a cielo abierto continuaron en el nuevo destino, según documentó fotográficamente “Río Negro” el 18 de junio.
Precisamente, las precarias condiciones de acopio en el campo alternativo (cedido por un empleado jerárquico de Real Work que hoy está en litigio con los empresarios) son las que habrían provocado la muerte de unos 80 chivos y algunos zorros, así como la destrucción de áreas de pastoreo y arbustos autóctonos.
Las nuevas imágenes a las que accedió este diario son penosas: trozos de mantas, plumas y nylon riegan el paisaje y asfixian molles, jarillas y matasebos, mientras yacen en el terreno restos de chivas madres y bebés con señales de haberse intoxicado con hidrocarburo, probablemente como consecuencia de la ingesta de plumas absorbidas de crudo, gasoil y químicos.
Impresiona otra imagen: unas cuatro hectáreas repletas de mantas embebidas en petróleo se acumulan hasta dos metros de altura. Muy cerca, una cava pone al descubierto el lugar donde se hacían las incineraciones, hoy con un manto de tierra que oculta la evidencia.

Un arsenal de leyes
¿Qué hicieron durante cinco años la provincia y el municipio de Huincul ante quemas que todo el mundo veía, padecía y denunciaba y frente al deterioro del medio ambiente que se generaba sin solución de continuidad?
Todo indica que el arsenal de decretos y leyes que Neuquén elaboró durante 27 años para la preservación ambiental de cara al impacto hidrocarburífero no fue siquiera considerado para detener los estragos de Real Work.
Las explicaciones a semejante laxitud del deber de funcionario público sólo pueden ser la negligencia o la complicidad.
Una fuente calificada de la empresa reconoció a este diario haber recibido un día un llamado de un inspector de Medio Ambiente provincial que le anunciaba: “En 15 días vamos a auditarlos”. Cuando, inquieto, trasladó el mensaje a uno de los dueños, éste le respondió: ¡Tranquilo. Tengo todo arreglado... ¿No te das cuenta? Te están dando la fecha para que antes acomodes las cosas”.
Resulta evidente que con algunos de los nueve instrumentos que se detallan en nota aparte podía haberse prevenido, impedido y sancionado un daño de las características generadas por el inadecuado acopio e incineración ilegal de las mantas oleofílicas.
También el área ambiental del municipio de Huincul tenía facultades para actuar. Había adherido por ordenanza a las leyes 2267 y 2600. Al parecer aplicó a RW un par de multas, una de ellas por 200.000 pesos. Pero no mucho más.

Los que alzaron su voz
Fue largo y poco exitoso el periplo de los escasos concejales y legisladores que se animaron a denunciar a Real Work, aun a sabiendas de que ingresaban a un camino minado, por los vínculos empresa-sindicato y por las amistades con funcionarios.
• A fines de 2014 el entonces legislador José Rioseco reclamó ante el ex secretario de Ambiente Ricardo Esquivel explicaciones sobre la empresa Real Work.
• La legisladora Teresa Rioseco (bloque FPN UNE) denunció quema de mantas y derrames de piletas cerca de poblaciones. También, incumplimientos de la empresa en el transporte y transformación de esos residuos hasta su disposición final. El planteo fue aprobado por unanimidad en sesión del 3 de noviembre.
• Una vecina de la comarca petrolera realizó una denuncia ante el fiscal Gastón Liotard, quien ordenó allanar la planta de RW. Se colectó evidencia de quemas.
• El 20 de noviembre de 2014, el Concejo de Huincul exigió a Medio Ambiente del municipio que informe si la empresa cumplía con las normas ambientales, si hubo inspecciones y si había estudio de impacto ambiental.
• Los concejales de Huincul Carlos Matzquin (Libres del Sur) y Bruno Camprubi (NCN), entre otros, hicieron reclamos por las quemas. El primero reveló que la firma no les permitió ingresar “con el argumento de que se atentaba contra la fuente laboral”. También el legislador Jesús Escobar (Libres del Sur) bregó por que se cumplan las normas ambientales y se jerarquice el área.
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