Un águila mora y la desidia del Estado



Otro caso de desidia del Estado con la fauna: tras agonizar tres días, murió un águila mora

Fecha de Publicación
: 23/04/2017
Fuente: El Cordillerano
Provincia/Región: Río Negro


Una vecina se encontró con el ave herida, llamó a la guardia de Parques Nacionales y le respondieron que el animal no estaba en su jurisdicción, pero que avisarían a Fauna de la Provincia. A los tres días la mujer volvió al lugar y el águila (una especia nativa) seguía allí y murió pocas horas después. Ninguno de los dos organismos protectores se hizo cargo.
El caso rememora lo sucedido el año pasado con un huemul que falleció en El Manso, hecho sobre el cual aún no hay novedades del sumario realizado al personal de Parques Nacionales. Un nuevo evento abre el interrogante: ¿están preparados los agentes públicos para cuidar, proteger y salvar a las especies autóctonas? Vale recordar, que esa es su función principal.
El pasado jueves 13 de abril, la vecina Alejandra Mariño salió a andar en bicicleta con una amiga por el camino paralelo al aeropuerto. A eso de las 18.50, encontraron un águila mora que presentaba heridas en las patas y estaba guarecida entre unos arbustos.
“Estaba herida, pero su estado general era bueno, por lo que inmediatamente llamamos a urgencias de Parques Nacionales, donde nos dijeron que el ave no estaba en su jurisdicción, pero nos redireccionaron la llamada y nos pidieron que esperemos un momento, que desde Parques se comunicarían con nosotras. Esperamos ahí, sin abandonar al águila, hasta que se comunicó la señora Susana Seijas”, indicó Mariño a este diario.
Cabe mencionar, que Susana Seijas está a cargo del Área de Biología del Departamento de Conservación y Educación Ambiental del Parque Nacional Nahuel Huapi.
“Seijas nos recomendó dejar al ave allí, que no la movilizáramos porque podría darle un pico de estrés y se comprometió a comunicarse con las autoridades pertinentes para rescatarla”, continuó explicando Mariño, quien dijo que Seijas les manifestó que alguien más ya había avisado antes del hallazgo. Incluso, las mujeres le enviaron fotos del lugar y del pájaro por whatsApp a la funcionaria pública.
Una vez finalizada la comunicación, ambas vecinas se encargaron de dejar bien marcado el lugar para que puedan hallar al animal sin inconvenientes y se retiraron tranquilas, sabiendo que el ave sería rescatada. Pero no fue así.
El domingo 16, tres días después, Mariño fue nuevamente al lugar para ver si había sido asistido el animal, pero para su sorpresa seguía allí, en el mismo lugar, “sufriendo, con mayor deterioro en sus garras, y dada la infección de las mismas ya se había convertido en necrosis con pérdida de algunas de ellas”, según contó Mariño. Por lo que regresó a su casa para buscar el auto y trasladar al águila agonizante. La mujer, que es profesional de la salud, le efectuó curaciones básicas, e hidrató y alimentó al animal.
Acto seguido, por intermedio de otra amiga, se comunicó con un veterinario especialista en aves, quien se ofreció a atender al águila al día siguiente a primera hora de la mañana.
“Lamentablemente cuando fui a la habitación donde la tenía, la encontré muerta. La trasladé al veterinario donde hizo el estudio para ver la causa de muerte y la principal causa fue por infección”, señaló Mariño.
La indignada mujer lleva presentadas varias denuncias por este caso en Parques Nacionales y busca explicaciones: “no podemos permitir que las personas responsables del cuidado de nuestra fauna actúen con desidia, no podemos permitir que nuestros hijos hereden un mundo vacío e insensible. Estoy convencida que se actuó con total negligencia, por lo que espero que se haga un sumario a los responsables de esto”, manifestó a El Cordillerano.
En las denuncias de Mariño, se acompaña el informe técnico necrológico elaborado por el veterinario, una vez que el ave falleciera. Allí se detalla que el águila mora tenía una edad juvenil a sub adulto y que su envergadura era de casi dos metros (1,80 m), de un extremo al otro de sus alas.
En las descripciones, detalla que tanto en la cabeza, como en el pico y en las alas no tenía alteraciones, aunque había acumulado piojos en cantidad en la zona del cuello. El problema estaba en sus patas, donde se le detectó necrosis avanzada y se le había desprendido uno de sus dedos producto de la infección. Además, presentaba un cuadro de gangrena en sus miembros inferiores.
“Lamento profundamente haber confiado en que los cuidadores de nuestra fauna iban a tomar medidas a tiempo, lo lamento mucho. Pero no voy a parar hasta que se aclare quiénes eran los responsables de salvarla, que nunca fueron a asistirla y que tengan los sumarios administrativos que corresponden”, concluyó Alejandra Mariño.

De protección, muy poco
El águila mora (Geranoaetus melanoleucus) es el ave rapaz más grande de la región. Se lo ubica en las montañas hasta los 3.000 metros sobre el nivel del mar y es un animal característico de esta zona. Esta ave es una especie nativa y su rol en el ecosistema resulta clave en la cadena trófica.
De momento su estatus de conservación según la Lista Roja de la UICN es el de Preocupación Menor, no se encuentra en peligro de extinción a pesar que se les suele disparar por práctica de tiro. Sin embargo, es una especie regional y muy llamativa por su belleza.
Es por esto que su protección es una de las funciones primarias que tienen los departamentos de conservación, ya sea Parques Nacionales o la división de Fauna dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia de Río Negro. Y aquí no valen las jurisdicciones, entendiendo que la conservación está por encima de todo. Por eso, resulta más que alarmante que nadie haya ido a rescatar al animal en tres días.
El caso rememora lo sucedido con un huemul en la zona de El Manso, que fue encontrado por un poblador en jurisdicción provincial, pero donde los miembros del Parque Nacional Nahuel Huapi tomaron intervención, y el animal se murió luego de una cadena de malas decisiones. El deceso fue dentro del territorio del Parque, ya que el ciervo fue trasladado.
Ya pasó más de un año de la muerte de ese animal y pese a todas las denuncias, a que el hecho tomó estado público y llegó incluso a los medios nacionales, la institución aún no reveló el resultado del sumario interno y por ende, no penalizó a los responsables de un claro hecho de negligencia, reconocido por los propios intervinientes en un informe, que paradójicamente también lleva la firma de Susana Seijas.
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