Tucumán: idean monitoreo ambiental en tiempo real



Científicos tucumanos están armando un monitoreo ambiental en tiempo real

Fecha de Publicación
: 10/11/2016
Fuente: La Gaceta
Provincia/Región: Tucumán


Hoy podés saber dónde alguien causó un foco de fuego. Tienen listo el prototipo de sensor de contaminantes del aire. Proyectan aplicaciones para celulares. Fondos.
Dato 1: según un reporte de la ONU, 6,5 millones de personas mueren por año por la contaminación del aire y el 92% de la población del mundo vive en lugares donde los niveles de polución excedan los límites recomendados.
Dato 2: investigadores de la University of Southern California demostraron que trabajar en espacios cerrados mal ventilados baja la productividad: sólo en China, el sector de servicios crecería en 2.200 millones de dólares al año si se redujeran apenas un 10% los niveles de contaminación del aire que respiran los empleados de oficinas.
Dato 3: desde hace 15 años se pueden detectar focos de fuego con mucha precisión de lugar y tiempo usando imágenes satelitales. Para Tucumán los datos muestran el mismo patrón: más de 500 incendios por año, todos causados por la mano del hombre; la gran mayoría, en cañaverales durante la zafra.
“En 15 años muy poco ha cambiado... y queremos que cambie”, dice el biólogo Leonardo Paolini.
Estos y otros datos les pegaron un empujón a Paolini y a su equipo, que se dedica a estudiar la ecología de lo que describen como ecosistemas construidos. Son esos donde la intervención humana es tan importante que produce cambios estructurales, y resultan modificados funcional y espacialmente.
“El objetivo del proyecto, que ya está encaminado, es armar un sistema de monitoreo de calidad ambiental para el Gran San Miguel de Tucumán (GSMT), que sea abierto, de acceso público y con mediciones de variables en tiempo real”, explica Paolini.

Algunos beneficios
“El hecho de que sea información pública y chequeable permitirá que las decisiones se tomen sobre la base de datos reales, y no de creencias o prejuicios; por ejemplo, le permitirá al Siprosa hacer previsiones sobre lo que puede pasar con la demanda de internaciones por patologías respiratorias en determinadas situaciones”, destaca.
Eso no es todo: “también permitirá a los ciudadanos saber al detalle lo que pasa -con la quema de caña, por ejemplo- y reclamar que se cumpla la ley. Se podrían desarrollar aplicaciones que se puedan bajar al celular e informen (a pacientes asmáticos, por ejemplo) cómo está el aire en la ciudad”, describe algunos de los muchos proyectos que bullen en el seno del equipo.

Trabajo arduo
La tarea implica manejar una inmensa cantidad de datos, pues están combinando imágenes satelitales con sensores que miden temperatura, humedad, presión atmosférica, CO2 y VOCs (compuestos volátiles orgánicos) NO2 y partículas en suspensión en el GSMT. “Actualmente los datos satelitales se reciben dos veces al día, pero demoran en procesarse; el objetivo es hacer que esa información esté disponible en tiempo real”, destaca Paolini.
Por de pronto, ya tienen listos la primera versión de una plataforma de detección de fuegos (que es la “autora” del Dato 3) y un prototipo de sensor de calidad de aire que realiza mediciones y transmisiones de datos en tiempo real. Entrando a los siguientes links se puede ver de qué se trata (https://public.tableau.com/profile/leo.paolini#!/vizhome/incendios20012016/Dashboard1 y http://emoncms.org/leopaolini)
“Para el monitoreo tenemos los primeros prototipos, y funcionan como esperábamos, pero para armar e instalar los sensores para todo el GSMT hace falta financiamiento. Hemos hecho presentaciones en el Conicet y en el Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica, pero la inversión privada, o de los municipios receptores del servicio, por ejemplo, sería una muy buena alternativa de trabajo conjunto”, afirma.

Proponer soluciones.
“Las imágenes satelitales y los sensores permiten tanto detectar y mapear procesos que degradan la calidad ambiental (como incendios de caña y quema de basurales) como para analizar lo que contribuye a mejorarla, como la incorporación de cobertura vegetal y los cambios en la actividad fotosintética de las plantas”, explica Paolini. Concretamente, los sensores miden en el terreno con muy alta frecuencia (cada segundo, si fuera necesario) las variaciones en la contaminación del aire. “Combinando estos datos vamos a poder monitorear estos procesos, generar información de calidad y proponer posibles soluciones”, añade. Y ese es el gran objetivo: “somos investigadores y nuestro trabajo se solventa mayoritariamente con fondos públicos. Nuestro trabajo busca devolver a la sociedad servicios que redunden en una mejor calidad de vida”.
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