UNC investiga sobre plaguicidas naturales

Investigadores cordobeses buscan desarrollar plaguicidas naturales

Fecha de Publicación
: 15/09/2016
Fuente: Telam
Provincia/Región: Córdoba


Un equipo interdisciplinario constituido por biólogos, químicos y microbiólogos de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y del Conicet lleva adelante una serie de estudios con el propósito de desarrollar bioplaguicidas basados en compuestos naturales.
Según informó la Agencia Universitaria de Comunicación de la Ciencia, el Arte y la Tecnología (Uniciencia) de la UNC, se trata de plaguicidas naturales para combatir las plagas del maíz a partir de compuestos obtenidos de plantas aromáticas.
El equipo está constituido por académicos de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC y el Conicet y es dirigido por Julio Zygadlo. Desde hace más de cuatro años trabajan en una serie de estudios con este objetivo.
El informe señala que el equipo de investigadores desarrolla y prueba formulaciones con propiedades tóxicas con el propósito de controlar el gorgojo y el hongo Fusarium, que atacan los granos almacenados. En ese sentido destaca que los insecticidas naturales son una alternativa a los compuestos sintéticos que, por su uso indiscriminado, en los últimos años originaron resistencia en estas plagas.
Jimena Herrera, integrante del grupo de investigación, señaló que trabajan en el desarrollo de una línea de trabajo que estudia aspectos biológicos, bioquímicos y ecológicos de insectos y microorganismos que producen el deterioro de los alimentos.
Indicó que "existen diversos grupos de investigación en todo el país que estudian los beneficios de las sustancias naturales, pero el camino para llegar a estar formulaciones es muy largo" y aclara que "por ahora los ensayos y pruebas que venimos realizando son in vitro, bajo condiciones controladas. La idea es pasar a mayores escalas para probar que el producto no se deteriore con las condiciones externas".
"La idea es lograr formulaciones a partir de compuestos naturales que sirvan para combatir las principales plagas del maíz cuando está almacenado", afirma la investigadora.
Herrera puntualizó que "entre las ventajas de los bioplaguicidas, lo más importante es que no son perjudiciales para la salud humana y tampoco afectan el medio ambiente".
En ese sentido precisó que los insecticidas sintéticos más utilizados para controlar plagas -como la fosfina y el bromuro de metilo- se encuentran prohibidos y restringidos, respectivamente, por el Ministerio de Salud de Argentina, debido a los problemas relacionados con la salud ambiental, como consecuencia de malas prácticas agrícolas.
Los insecticidas naturales, además, generalmente son específicos hacia una plaga, lo que significa que eliminan sólo ese agente, sin matar otro tipo de organismos que están en el ambiente y que quizás sean beneficiosos para controlar al insecto o al hongo. Herrera precisó que los bioplaguicidas "tendrían la ventaja de no interrumpir las cadenas tróficas propias de la naturaleza".
Por otra parte destacó que en vistas al "uso indiscriminado de algunos pesticidas, muchas plagas se han hecho resistentes a estas sustancias, por lo que las dosis utilizadas en el campo son cada vez más elevadas".
"Frente a este panorama -añade- podría decirse que hay bioplaguicidas que son más efectivos que los sintéticos y actúan más rápido sin afectar la materia prima".
Tras advertir que el proceso de producción por ahora es muy costoso, Herrera destacó que "en laboratorio obtuvimos muy buenos resultados pero es necesario ampliar las pruebas in situ, para esto también hacen falta políticas de Estado, apoyo a estas investigaciones y, sobre todo, un cambio de concepción en las prácticas agrícolas",
En la búsqueda de alternativas naturales, los primeros avances fueron coordinados por Julio Zygadlo que comenzó a extraer aceites esenciales de plantas aromáticas, algunas nativas como la peperina y el tomillo, para identificar los componentes de los aceites y su nivel de toxicidad contra las plagas.
A partir del 2012, comenzaron las pruebas contra los insectos "el gorgojo que ataca al maíz es muy dañino, porque todo su ciclo de vida se produce dentro del grano, entonces se come todo el endosperma que es la base de los nutrientes", detalla Herrera.
"El objetivo -añadió finalmente-, es conseguir una formulación sintética, basada en compuestos naturales provenientes de los aceites esenciales, que produzcan una interacción sinérgica con capacidad para combatir al gorgojo y que no tenga efecto tóxico sobre la germinación del maíz".
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