Mortandad de ballenatos en Madryn, Conicet analiza

Puerto Madryn: “La mortandad de ballenatos por algas tóxicas es una hipótesis”  

Fecha de Publicación
: 22/11/2015
Fuente: Diario Jornada de Chubut
Provincia/Región: Chubut


Valeria D’Agostino, becaria doctoral del CENPAT–CONICET que trabaja en el laboratorio de mamíferos marinos, aclaró que no hay una situación que confirme que las algas tóxicas producen la muerte de las ballenas, como se difundió en ese momento y explicó, en ese sentido, que esa hipótesis se maneja a partir de “la alta mortandad de ballenatos que hay en la zona de Península Valdés”.
Según D’Agostino “se sabe que la ballena franca del norte está expuesta a biotoxinas marinas, que son las mismas que produce la marea roja, que nos afecta también a nosotros, entonces podría ser que las ballenas también estén expuestas. Pero esa es un hipótesis que manejamos nosotros, o para acercarnos a la verdad, o para refutar, o para saber a qué daños son expuestos con esto”.
“También realizamos análisis de muestras fecales donde comprobamos que las ballenas de esta zona se alimentan principalmente de copépodos, en la zona de Península Valdés, y estos se alimentan de algas, de fitoplancton, y dentro de él están esas algas que producen toxicidad por lo que habría una transferencia a lo largo de la cadena alimenticia”, explicó la becaria, remarcando que es algo biológico, que se da naturalmente.

Mal entendido
Así D’Agostino afirmó que acaso se haya malinterpretado la información. “Cada vez que sale un paper científico, según la persona que lo lee puede ser interpretado de alguna u otra forma. Nosotros manejamos hipótesis y no la verdad científica. Por ello entiendo que fue malinterpretada, desde el momento en que se dice que “parece que se conoce o se descubrió la causa de mortandad de los ballenatos” en la Península”, mencionó.
Agregó que “conocer la causa de muerte de un animal tan grande que vive en estado silvestre es prácticamente imposible, salvo que se vea la causa. Ya sea por un corte por una hélice de un barco, o que se sepa que está intoxicado porque uno toma una muestra; pero es muy difícil determinar la muerte de un animal. Siempre hablamos de hipótesis, las cuales pueden aceptarse o rechazarse, total o parcialmente”. Afirmó, también, que se conoce que otros mamíferos que se ven expuestos a toxinas marinas de forma periódica a lo largo de los años presentan daños neurológicos, que repercuten en su salud, y que pueden llevarlo a la muerte en el futuro.

Sobre la publicación
D’Agostino manifestó que el material publicado puede formar parte de un trabajo colaborativo que se realizó “junto a una oceanógrafa de Estados Unidos que trabaja en el NOA y que analiza imágenes satelitales, la gente del ICB, Instituto de conservación de ballenas, que tienen datos de mortandad de ballenas desde hace años, y mi directora de tesis -Mónica Hoffmeyer- que tiene datos del zooplancton”.
“Hicieron lo que es una relación entre lo que son las imágenes satelitales de las diatomeas potencialmente tóxicas, con las muertes de ballenatos de la temporada y a su vez con la disponibilidad de zooplancton en análisis de muestra de materia fecal y sangre u orina; y que nosotros encontramos las diatomeas potencialmente tóxicas. Es decir que surge de una colaboración, en equipo, y ellos no están estudiando esa hipótesis, sino que la estamos queriendo encarar nosotros, de que la transferencia a través de la cadena trófica puede afectar”, explicó.
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