Córdoba: determinan la buena calidad del agua subterránea

El agua subterránea de córdoba tiene un alto potencial para usos productivos y sociales

Fecha de Publicación
: 20/10/2014
Fuente: El Puntal de Río Cuarto
Provincia/Región: Córdoba


Investigadores de la UNRC caracterizaron su dinámica, disponibilidad y calidad como base fundamental para su planificación y gestión.
La potencialidad para usos productivos y sociales de aguas subterráneas de la provincia de Córdoba es alta, según revela un estudio elaborado por investigadores del Departamento de Geología de la Universidad Nacional de Río Cuarto y de la UNC.
El proyecto cuenta con financiamiento del Foncyt (Nación) y del Mincyt (Córdoba), y tiene como responsable a la doctora Mónica Blarasín, reconocida investigadora de la UNRC.
El objetivo principal del trabajo fue caracterizar la dinámica, disponibilidad, calidad y potencialidad para usos productivos y sociales de las aguas subterráneas de la provincia de Córdoba, como base fundamental para su planificación y gestión.
Desde el punto de vista de la dinámica del agua, los resultados muestran que las Sierras de Córdoba constituyen un verdadero foco emisor de agua, de gran interés a cuidar y preservar, ya que ríos y arroyos con nacientes serranas y con aguas dulces, en su mayoría se infiltran al pie de las sierras, recargando al sistema subterráneo de la llanura.
Según precisó la profesora Blarasín, en las fajas fluviales de los principales ríos de Córdoba y zonas periserranas se encuentran los mejores acuíferos y, si bien dependen parcialmente del diseño de las captaciones, los caudales de explotación son muy altos, hasta 500 m3/h, muy usados para riego. Los sedimentos eólicos loéssicos constituyen los acuíferos más pobres, presentan valores de permeabilidad muy bajos por lo que los caudales de explotación son también menores, aunque el agua procedente de estos ambientes es usada para ganadería y consumo humano.
Los acuíferos reponen reservas a partir de las lluvias. Se han medido tasas de recarga del acuífero libre que varían entre 8 y 20 % del total anual de lluvias, lo que asegura una importante reposición de las llamadas reservas reguladoras, cuyo uso es sustentable. Hubo en general aumento de las reservas, lo que queda evidenciado por el ascenso de niveles freáticos en los últimos 40 años, más lluviosos que los anteriores.
A profundidades mayores a los 100 m y hasta los 350 m, se han identificado capas acuíferas con confinamiento, que en la zona occidental de la llanura cordobesa son de origen continental, mientras que al este de la provincia intercalan sedimentos marinos (de edad Miocena), lo que condiciona la dinámica y calidad del agua. Estas capas profundas tienen diferente espesor y permeabilidad y calidad de agua y están cercanas a los principales ríos. En numerosos sectores las perforaciones son surgentes, con caudales variables que pueden superar los 50 m3/h.
Sostuvo la profesora Blarasín que se ha encontrado que, desde el punto de vista de la calidad, las aguas subterráneas de la provincia de Córdoba presentan un variado panorama en su composición físico-química natural, que puede verse alterado en diferente grado por procesos de contaminación difusa o puntual, especialmente derivada de prácticas agropecuarias.
A modo de síntesis se destaca que el acuífero libre muestra un aumento salino en el sentido del flujo, dominando aguas dulces bicarbonatadas cálcicas y sódicas en las áreas de recarga (pedemonte) que poseen además bajos contenidos de As (arsénico) y F (flúor) y, por lo tanto, gran aptitud para distintos fines. Excelentes calidades de agua se asocian también a las fajas fluviales de los principales ríos y, localmente, a áreas de recarga preferencial (lomas y dunas).
En el sentido de escurrimiento, el trabajo señala que el agua subterránea pasa gradualmente a salobre y sulfatada sódica en las tramos intermedios llegando a agua saladas cloruradas sódicas en las áreas más bajas y depresiones como las de los Bañados del Tigre Muerto, Saladillo, Mar Chiquita o las Salinas Grandes. Estas características producen una disminución notoria de aptitud, ya que al contenido salino se agregan altos valores de arsénico y flúor.

Contaminación
El acuífero libre es el sistema más afectado por contaminación, especialmente la de tipo difusa en zonas agrícolas, derivada de la aplicación de agroquímicos, fundamentalmente fertilizantes que aportan nitratos. Si bien los plaguicidas tienen más dificultad para migrar en profundidad y llegar a los acuíferos, se han detectado atrazinas en algunas perforaciones someras. En forma puntual, contaminan el agua subterránea la ganadería intensiva (“feedlots”, corrales, tambos) y en zonas urbanas, los sistemas de saneamiento y/o basurales que aportan sales, nitratos, cloruros, metales pesados, productos farmacéuticos como cafeína, etc.
Los sistemas acuíferos confinados tienen también gran relevancia con aguas de excelente calidad aunque al este de la provincia son aguas más saladas. Los estudios isotópicos (18O, 2H, 3H) indican que estos acuíferos se recargan en el sector serrano y pedemontano y que algunas capas poseen aguas viejas recargadas hace entre 2.000 hasta 40.000 años, lo que implica menor sustentabilidad si son explotados sin planificación. Se ha verificado además, dada su profundidad de yacencia y lejana o casi nula conexión hidráulica con la fase atmosférica, que no poseen prácticamente signos de contaminación. Estos sistemas ofrecen también la posibilidad de explotarlos con fines turísticos (balneoterapia) ya que sus aguas, en muchas ocasiones, presentan termalismo (hasta 40°C), superando en determinados casos hasta 10ºC respecto a la temperatura que se espera por la profundidad de yacencia.
Consideraron los investigadores a cargo de este proyecto que, por el aumento progresivo en el uso del recurso subterráneo, por ejemplo para riego, y por la casi inexplicable falta de agua de suministro en algunas localidades en las que hay importantes reservas de agua subterránea, deben definirse estrategias para abastecer en los modos y momentos adecuados. Para ello, deben realizarse las exploraciones hidrogeológicas de detalle en cada caso y no debe descartarse el estudio del uso y gestión conjuntos de aguas superficiales y subterráneas, que ha solucionado problemas en diferentes lugares del mundo.

Grupo de trabajo
Junto a la doctora Blarasín, también intervinieron en el grupo responsable de llevar a cabo este proyecto los profesores Susana Degiovanni (UNRC) y Héctor Frontera (UNC). También por la UNRC participaron como integrantes del equipo de trabajo los investigadores Adriana Cabrera, Edel Matteoda, Fátima Becher Quinodoz, Jésica Guliano Albo, Carlos Eric, Juan Felizzia, Jimena Andreazzini, Susana Bettera, María Laura Gambero, Daniel Origlia y Nelso Doffo. Por la UNC, David Palacio y David Rubin.
Como becarios Foncyt del PID, lo hicieron Mario Aguirre (UNC), Luciana Maldonado (UNRC) y Karina Echevarría (UNC y UNRC). Otros colaboradores fueron Eugenia Alaniz y A. Ferral (UBP), Ferreira Centeno (Minería Córdoba), A. D´Hiriar, D. Schneider, A. Molina, G. Tasile y O. Romero (Secretaría de Recursos Hídricos de la Provincia de Córdoba).
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