Apoyo a la ley contra el cianuro en la minería

Amplio rechazo a la derogación de ley que prohíbe el uso del cianuro en la minería

Fecha de Publicación: 20/12/2011
Fuente: ADN
Provincia/Región: Río Negro


Una gran cantidad de organizaciones enviaron una carta abierta al gobernador Carlos Soria, a las autoridades provinciales de los tres poderes, a los municipios y la comunidad en general acerca del tema “minería metalífera a cielo abierto”. Expresaron que “no es posible una convivencia entre una minería metalífera a cielo abierto, que utiliza profusamente el agua, como sabemos, escasa en la zona, y el desarrollo planteado” y ratificaron el rechazo a la derogación de la ley que prohíbe el uso del cianuro en la provincia de Río Negro.
Explicaron que la decisión popular expresada en las urnas en las última selecciones provinciales y que “dio término a un gobierno que prolongaba un largo ciclo de deterioro de los sistemas de producción, de las relaciones humanas, y de los servicios indelegables del estado”, expresó también la búsqueda de una sociedad más justa, de una provincia más equilibrada, de la necesaria construcción socioeconómica productiva que de sustentabilidad al desarrollo.
Aclararon que “es necesario decir que de ninguna manera supone un “cheque en blanco” a las nuevas autoridades.
EL documento completo es el siguiente:

CARTA PÚBLICA AL PUEBLO RIONEGRINO, A LAS AUTORIDADES MUNICIPALES, A LA LEGISLATURA PROVINCIAL, AL GOBERNADOR DE LA PROVINCIA.
MINERIA A CIELO ABIERTO: ¿PARA QUÉ?, ¿PARA QUIÉNES?, ¿PARA CUÁNTOS?

Las organizaciones firmantes, se dirigen a la opinión pública provincial, y a las autoridades electas en todos los niveles, a los efectos de expresar su opinión acerca del tema “Minería metalífera a cielo abierto.”
En primer lugar nos interesa expresar que el destino de la Región Sur es inseparable del que nos toca como habitantes de esta provincia. La enorme deuda histórica que expresa hoy la marginalidad del 60 % del territorio debe ser resuelta, ya que de lo contrario se hace imposible pensar en una provincia integrada.
La decisión popular expresada en las urnas dio término a un gobierno que prolongaba un largo ciclo de deterioro de los sistemas de producción, de las relaciones humanas, y de los servicios indelegables del estado. Expresa también la búsqueda de una sociedad más justa, de una provincia más equilibrada, de la necesaria construcción socioeconómica productiva que de sustentabilidad al desarrollo.
Es necesario decir que de ninguna manera supone un “cheque en blanco” a las nuevas autoridades.
La situación que vive la región sur como consecuencia de la combinación de cenizas y de sequía, que golpea duramente la producción de la zona, y amenaza seriamente la ocupación y el trabajo en el territorio, puede hacer pensar en una falsa opción: la minería como alternativa a la producción ganadera.
Expresamos que la región está como está debido a muchos años de políticas que lo determinaron. Consideramos indispensable revisar el sistema productivo, pero sabemos que la ganadería diversificada puede seguir siendo la base productiva de una región, en la medida en que se integre fuertemente al resto de la provincia. Esto requiere desde luego inversiones del estado, las que no se han hecho en estos largos años. Inversiones que equiparen la región a cualquier otra del país, en infraestructura, caminos, comunicaciones. Mejoramiento de viviendas, hospitales públicos funcionando en condiciones, escuelas que den respuesta a las necesidades educacionales. Se conoce por otra parte la tecnología, y es simple y disponible, para hacer menos vulnerable los sistemas productivos ganaderos. La generación de trabajo en origen, tales como la utilización de la lana en amplios sistemas de producción artesanal e “industriosa”, la producción de carne de alto valor en el mercado interno, el procesamiento de cueros, son actividades que se realizan hoy y que pueden llevarse rápidamente a otra escala. Derivará trabajo a las ciudades cercanas: Bariloche tiene, por ejemplo, cientos de artesanos cuya producción se destina casi únicamente al turismo, sufriendo los vaivenes de la actividad.
Muchos de ellos pueden entrar en una cadena de incorporación de valor. El vínculo entre productores organizados y consumidores es otra alternativa, ya probada que puede alcanzar mayor escala. Los valles pueden ser puestos en producción diversificando la región, y complementando la ganadería. La minería no metalífera tiene enormes posibilidades en la medida en que sea objeto de políticas de estado, se diversifique y amplíe sus usos y se genere trabajo. Por otra parte la generación de infraestructura, y de obra pública deparará también empleo. Si se utilizan los ya conocidos sistemas de construcción natural, el viejo problema de la vivienda rural puede ser resuelto generando también trabajo, ya que harán falta carpinteros, herreros, albañiles. Las posibilidades que surgen de integrar la provincia también son de interés para todos. Basta un ejemplo: la utilización de tierra ociosa en los valles irrigados como parte del ciclo ovino, lugar de descarga y engorde, donde ya se ha probado que las ovejas “refugo” producen al menos dos años productivos más, con dos vellones, dos corderos y un destino final al “gancho”.
Socialmente estos cambios modificaran el ánimo regional, poniendo también en valor las valiosas experiencias organizativas existentes, con muchos años de trabajo y conocimiento del lugar.
Un fuerte impulso al cooperativismo debería complementar estas miradas, produciendo mejores integraciones económicas y humanas y posibilitando valores solidarios en los vínculos socio/ productivas.
Se frenaría de este modo el fuerte proceso migratorio, y es incluso posible pensar una migración inversa.
Desde luego esto redunda en beneficios urbanos. Las ciudades crecen hoy a ritmo desmesurado, con desequilibrios evidentes en el acceso a la tierra, el agua, la vivienda.
Retener en condiciones dignas en el campo y en los pueblos rurales, es un verdadero cambio de paradigma.
Todo este desarrollo tiene un punto crucial: EL ACCESO AL AGUA.
Expresamos en ese sentido que no es posible una convivencia entre una minería metalífera a cielo abierto, que utiliza profusamente el agua, como sabemos, escasa en la zona, y el desarrollo planteado. La opción es en este sentido insoslayable. Ex profeso no entramos, en este análisis, en los riesgos de contaminación, muy importantes si consideramos los habituales “accidentes” que la actividad depara, sino simplemente en la disponibilidad.
Sabemos que Calcatreo es solo el inicio. Cabe recordar que este emprendimiento de minería metalífera a cielo abierto se detuvo por la movilización de tantos y tantos ciudadanos rionegrinos, entre ellos miembros de comunidades de pueblos originarios ya que dicha explotación afectaba su territorio ancestral. En 2005 el Concejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas presentó un recurso de amparo y logró un fallo del Superior Tribunal de Justicia de Rio Negro que consideró que en el Proyecto Calcatreo “están comprometidos derechos y garantías de las comunidades originarias y de los recursos humanos, el medio ambiente y el “hábitat” de aquéllas, más los tratados y convenciones que le dan fundamento y las leyes que los reglamentan”.
De habilitarse, pronto la actividad minera ocupará toda la región sur, y hará lo propio con la vecina provincia del Chubut. Todas las posibilidades descriptas quedarán bloqueadas. Amenaza también al turismo, principal actividad de la zona cordillerana.
Se enfrentan aquí dos concepciones de desarrollo definidamente contradictorias: una cortoplacista, dependiente, para pocos, de alto impacto ambiental, cultural y humano. La otra sustentable, de largo plazo, autónoma, para muchos, ahora y en el futuro. La primera surge de necesidades especulativas del sistema capitalista globalizado que necesita el oro como reaseguro de monedas que han dejado de tener respaldo. La segunda emerge de las necesidades de la gente, afirma el desarrollo humano, nos integra como provincia y nos proyecta en camino a una sociedad equilibrada y justa.

Por todo lo expuesto decimos:

• ¡SI! al agua para todos, al acceso a la tierra, a los sistemas de producción sustentables, a la distribución justa de la riqueza generada, al trabajo digno.
• ¡SI! Al ejercicio pleno del derecho al ambiente sano, garantizado por la Constitución Nacional.
• ¡SI! A la diversidad cultural con la permanencia en el territorio de las comunidades y pobladores Mapuche
• ¡SI! a una provincia integrada sobre la base de valores cooperativos y solidarios.

• ¡NO! a la minería metalífera a cielo abierto.
• ¡NO! a la derogación de la ley que prohíbe el uso del cianuro en la provincia de Río Negro. La misma es un logro de todo el pueblo rionegrino, no permitiremos retrocesos.

¡NO A LA MINA!!
¡SI A LA VIDA!!

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