Por una solución al problema de la basura

Por una solución global al problema de la basura

Fecha de Publicación: 31/03/2008
Fuente: Rosario/12
Provincia/Región: Santa Fé


Es lo que promueve el ingeniero mecánico Carlos Barbieri. Sostiene que el tratamiento de fondo depende del tipo de sociedad que se busque.
En Rosario se producen 900 toneladas diarias de residuos que se depositan en Ricardone. Para Barbieri una alternativa es la incineración, con un plan a largo plazo y con costos altos.
Un hombre camina por la calle mientras abre un atado de cigarrillos. Un nene le pide a su mamá que le pele un caramelo. Una señora saca de su casa una bolsa con basura y la tira en el contenedor que hay en la esquina. Permanentemente generamos basura y la gran pregunta es ¿adónde la ponemos? "Las opciones son varias", asegura el ingeniero mecánico Carlos Barbieri, especialista en residuos sólidos, aunque aclara que "como en todo, hay que analizar los costos y beneficios de cada una. Tiene que haber una política global. Acá hay pequeñas soluciones a cosas dispersas, pero el problema global nunca se ha planteado para generar menos residuos y de mejor calidad para poder tratarlos. Lo que hay que ver es qué modelo de sociedad queremos, y eso no se ha discutido".
Rosario deposita sus 900 toneladas diarias de residuos sólidos comunes en el relleno sanitario de Ricardone, pero como todo relleno sanitario tiene una vida útil. En la Argentina, sin dudas, lo más económico y que mejor resultado ha dado es este sistema. Pero cuando un relleno se agota hay que hacer otro en otro lado, que tiene que estar alejado de la zona urbana porque ningún vecino va a querer que le hagan un relleno sanitario cerca de la casa, y así se encarece el costo de transporte. Por otra parte, cuando se realiza el proceso de descomposición se liberan fundamentalmente dos gases: dióxido de carbono y metano. Desde el punto de vista medioambiental convendría quemar el metano y obtener sólo dióxido de carbono, que si bien es dañino, es 22 o 23 veces menos dañino que el metano, pero desde el punto de vista económico en la Argentina sería conveniente únicamente con los rellenos del conurbano bonaerense, debido al volumen de los residuos.
En relación al tratamiento -mal comúnmente llamado reciclaje- Barbieri señaló "que una posibilidad es que el propio vecino haga la separación y después algún sistema lo recolecta y lo lleva a una planta adonde se limpia, se mejora su calidad y se vende o se regala para ponerlo nuevamente en la cadena productiva. Pero eso tiene un costo y hay que ver si el Estado o un privado quieren hacer esa inversión. El tema es cómo ponderamos ese valor".
Una situación común en las grandes ciudades es la formación de basurales en zonas urbanas. "En algunos lugares algún grupo de vecinos empieza a tirar basura y se torna en una costumbre, y después es muy difícil sacar ese hábito. Puede haber algunas estrategias para resolver esto, acá se han hecho muchos intentos de agarrar a grupos de cirujas y decirles "a partir de ahora ustedes son una cooperativa", pero en su mayoría han fracasado. El ideal sería llevar toda la basura a un mismo lugar y arruinar sólo ese lugar. En la pampa húmeda tenemos llanura y no somos tantos", reflexionó.
Frente a esta posibilidad, se le preguntó al especialista si no terminará la ciudad rodeada de montañas de basura, a lo que Barbieri respondió que "es probable" y señaló que otra alternativa es la incineración, que implicaría un plan a largo plazo con costos económicos mucho más altos que los actuales porque "hay que implementar mecanismos que disminuyan el impacto ambiental de los gases que se liberan".
Son muchos los factores que intervienen, pero hasta tanto no haya "compromiso de todos", subrayó Barbieri, las contradicciones seguirán creciendo. "Tiene que haber una política global. Acá hay pequeñas soluciones a cosas dispersas, pero el problema global nunca se ha planteado para generar menos residuos y de mejor calidad para poder tratarlos. Lo que hay que ver es qué modelo de sociedad queremos, y eso no se ha discutido. En tanto no sepamos qué sociedad queremos las medidas que se tomen serán parciales". Por ejemplo: podría pensarse que es mejor utilizar bolsitas de papel en lugar de bolsitas de plástico, pero para hacer papel hay que talar árboles. Entonces lo que hay que hacer es un análisis del ciclo de vida. Es decir, un análisis del impacto ambiental del producto desde su creación hasta su disposición final. "Todo tiene sus pro y sus contra, lo que hay que definir es un plan de acuerdo a la sociedad que se quiere y respetarlo".

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